COMENTARIO A GENESIS 9 Y 10
Maldición a Canaán y Bendiciones a Sem y Jafet
Por Juan CalvinoVERSÍCULO 18
18. Los hijos de Noé . Moisés enumera a los hijos de Noé, no solo porque está a punto de pasar a la siguiente historia, sino con el propósito de ilustrar más plenamente la fuerza de la promesa, "Renueve la tierra". Porque, por lo tanto, podemos concebir mejor cuán eficaz ha sido la bendición de Dios, porque una inmensa multitud de hombres procedió en poco tiempo de un número tan pequeño; y porque una familia, y esa pequeña, creció en tantas y tantas naciones.
VERSÍCULO 20
20. Y Noé comenzó a ser labrador . No lo explico así. las palabras, como si entonces, por primera vez, comenzara a prestar atención al cultivo de los campos; pero, (en mi opinión,) Moisés más bien insinúa que Noé, con una mente serena, aunque ahora un anciano, regresó a la cultura de los campos ya sus trabajos anteriores. Sin embargo, no está claro si había sido viñador o no. Se cree comúnmente que el vino no se usaba antes de esa época. Y esta opinión ha sido recibida con más gusto, ya que proporciona un pretexto honorable para la excusa del pecado de Noé. Pero no me parece probable que el fruto de la vid, que supera a todos los demás, haya permanecido descuidado y no rentable. Además, Moisés no dice que Noé estuviera ebrio el primer día en que lo probó. Por lo tanto, dejando esta pregunta sin determinar, supongo más bien, que debemos aprender de la embriaguez de Noé, qué crimen inmundo y detestable es la embriaguez. El santo patriarca, aunque hasta entonces había sido un raro ejemplo de frugalidad y templanza, perdiendo todo dominio de sí mismo, de manera vil y vergonzosa, se postró desnudo en el suelo, para convertirse en el hazmerreír de todos. Por tanto, ¿con qué cuidado debemos cultivar la sobriedad, no sea que nos pase algo así, o peor aún? Anteriormente, el filósofo pagano dijo que 'el vino es la sangre de la tierra; y, por tanto, cuando los hombres se lo echan por la garganta con destellos, son justamente castigados por su madre. Sin embargo, recordemos más bien que cuando los hombres, mediante un abuso vergonzoso, profanan este noble y precioso don de Dios, Él mismo se convierte en el Vengador. Y háganos saber que Noé, por el juicio de los Dioses, ha sido presentado como un espectáculo para ser una advertencia a los demás, de que no deben intoxicarse con el consumo excesivo de alcohol. Ciertamente, podría darse alguna excusa para el santo; quien, habiendo completado su labor y regocijado con el vino, se imagina que está recibiendo su justa recompensa. Pero Dios lo marca con una marca eterna de desgracia. Entonces, ¿qué suponemos que ocurrirá con esos holgazanes y glotones insaciables cuyo único objeto de discusión es quién consumirá la mayor cantidad de vino? Y aunque esta clase de corrección fue severa, sin embargo, fue de provecho para el siervo de Dios; puesto que fue llamado a la sobriedad, no sea que, al ceder a un vicio al que una vez había cedido, se arruine; del mismo modo que vemos que los borrachos son finalmente brutalizados por la continua intemperancia.
Versículo 22
22.Y Cam, el padre de Canaán . Esta circunstancia se suma para aumentar el dolor de Noé, porque su propio hijo se burla de él. Debemos recordar siempre que este castigo le fue infligido
divinamente; en parte, porque su culpa no fue leve; en parte, para que Dios en su persona pudiera presentar una lección de templanza a todas las edades. La embriaguez en sí misma merece como recompensa, que aquellos que desfiguran la imagen de su Padre celestial en sí mismos, se conviertan en el hazmerreír de sus propios hijos. Pues ciertamente, en la medida de lo posible, los borrachos subvierten su propio entendimiento y se privan de la razón hasta el punto de degenerar en bestias. Y recordemos que si el Señor vengó tan gravemente la única transgresión del santo, resultará un vengador no menos severo contra los que se embriagan diariamente; y de esto tenemos ante nuestros ojos ejemplos suficientemente numerosos. Mientras tanto, Cam, al reírse con reproche de su pluma, traiciona su propia disposición depravada y maligna. Sabemos que los padres, junto a Dios, son los que más profundamente deben ser reverenciados; y si no hubiera libros ni sermones, la naturaleza misma constantemente nos inculca esta lección. Se acepta de común acuerdo que la piedad hacia los padres es la madre de todas las virtudes. Este Cam, por lo tanto, debe haber sido de carácter inicuo, perverso y torcido; ya que no solo se complacía en la vergüenza de su padre, sino que deseaba exponerlo a sus hermanos. Y esta no es una pequeña ocasión de ofensa; primero, que Noé, el ministro de salvación para los hombres y el principal restaurador del mundo, en su vejez extrema, yaciera ebrio en su casa; y luego, que el impío y malvado Cam debería haber salido del santuario de Dios. Dios había seleccionado ocho almas como simiente sagrada, completamente purificada de toda corrupción, para la renovación de la Iglesia: pero el hijo de Noé muestra cuán necesario es que los hombres estén sujetos como con las riendas de Dios, sin embargo pueden ser exaltados por privilegios. La impiedad de Cam nos prueba cuán profunda es la raíz de la maldad en los hombres; y que continuamente da sus brotes, excepto donde el poder del Espíritu prevalece sobre él. Pero si, en el santuario sagrado de Dios, entre un número tan pequeño, un demonio fue preservado; no nos extrañemos si, en este día, en la Iglesia, que contiene una multitud mucho mayor de hombres, los malos se mezclan con los buenos. Tampoco hay ninguna duda de que las mentes de Sem y Jafet fueron gravemente heridas cuando percibieron en su propio hermano un prodigio de desprecio tan grande; y, por otro lado, su padre postrado vergonzosamente en el suelo. Una alienación tan degradante de la mente en el príncipe del nuevo mundo, y el santo patriarca de la Iglesia, no podría asombrarlos menos que si hubieran visto el arca rota, destrozada, hendida y destruida. Sin embargo, superan por igual esta causa de ofensa con su magnanimidad y la ocultan con su modestia. Solo Cam aprovecha con entusiasmo la ocasión para ridiculizar e insultar a su padre; así como los hombres perversos suelen coger en ocasiones de ofensa en otros, lo que puede servir de pretexto para la indulgencia en el pecado. Y su edad lo hace menos excusable; porque no era un joven lascivo, que, con su risa irreflexiva, traicionó su propia locura, viendo que ya tenía más de cien años. Por tanto, es probable que así insultara perversamente a su padre, con el propósito de adquirir para sí la licencia de pecar con impunidad. Vemos a muchos de ellos en este día, que con gran diligencia se entrometen en las faltas de los santos y piadosos, para que sin vergüenza puedan precipitarse en toda iniquidad; incluso hacen de las faltas de otros hombres una ocasión para endurecerse en un desprecio por Dios.
VERSÍCULO 23
23. Y Sem y Jafet tomaron un manto. Aquí se elogia la piedad, así como la modestia, de los dos hermanos; quienes, para que la dignidad de su padre no se rebajara en su estima, pero para que siempre pudieran apreciar y guardar íntegramente la reverencia que le debían, apartaron la mirada de la vista de su desgracia. Y así dieron prueba de la consideración que tenían por el honor de su
padre, al suponer que sus propios ojos se contaminarían, si miraban voluntariamente la desnudez con la que fue deshonrado. Al mismo tiempo, también consultaron su propia modestia. Porque (como se dijo en Génesis 3: 1) hay algo tan inexplicablemente vergonzoso en la desnudez del hombre, que casi nadie se atreve a mirarse a sí mismo, incluso cuando no hay ningún testigo presente. También censuran la impía temeridad de su hermano, que no había perdonado a su padre. Por lo tanto, entonces, podemos aprender cuán aceptable es para Dios esa piedad, de la cual el ejemplo aquí registrado recibe un encomio señalado por el Espíritu. Pero si la piedad hacia un padre terrenal era una virtud tan excelente y tan digna de alabanza; ¿Con cuánta mayor devoción de piedad se debe adorar la sagrada majestad de Dios? Los papistas se vuelven ridículos al desear cubrir la inmundicia de su ídolo, sí, las abominaciones de todo su clero impuro, con el manto de Sem y Jafet. Dejo de decir cuán grande es la diferencia entre la deshonra de Noé y la execrable vileza de tantos crímenes que contaminan cielo y tierra. Pero es necesario que los papistas con toda su chusma, demuestren ser padres, si sueñan con ese honor.
VERSÍCULO 24
24. Y Noé se despertó. A algunos les podría parecer que Noé, aunque tenía una causa justa de enfado, todavía se conducía con muy poca modestia y gravedad; y que debería, al menos, haber lamentado en silencio su pecado ante Dios; y también, con vergüenza, haber dado prueba de su arrepentimiento a los hombres: pero que ahora, como si no hubiera cometido delito, fulmina con excesiva severidad contra su hijo. Moisés, sin embargo, no relata aquí los reproches pronunciados por Noé, bajo la excitación de la rabia y la ira, sino lo presenta hablando con espíritu de profecía. Por tanto, no debemos dudar de que el santo hombre fue verdaderamente humillado (como debería serlo) bajo el sentido de su falta, y reflexionó honestamente sobre sus propios méritos; pero ahora, habiendo recibido la concesión del perdón, y su condenación eliminada, procede como el heraldo del juicio divino. De hecho, no hay duda de que el santo, dotado de una disposición por lo demás amable y uno de los mejores padres, pronunciaría esta sentencia sobre su hijo con el más amargo dolor de mente. Porque lo vio milagrosamente preservado entre unos pocos y teniendo un lugar entre la flor misma de la raza humana. Ahora, por lo tanto, cuando, con su propia boca, se vea obligado a apartarlo de la Iglesia de Dios, sin duda lamentará gravemente la maldición de su hijo. Pero con este ejemplo, Dios nos advierte que la constancia de nuestra fe debe ser retenida, si en algún momento vemos fallar a los que están más unidos a nosotros, y que nuestro espíritu no debe romperse; es más, que debemos ejercer la severidad que Dios ordena, de modo que no perdonemos ni siquiera nuestras propias entrañas. Y mientras que Noé no pronuncia una sentencia tan dura, salvo por inspiración divina, nos comporta para inferir de la severidad del castigo cuán abominable a los ojos de Dios es el desprecio impío de los padres, ya que pervierte el orden sagrado de la naturaleza. , y viola la majestad y autoridad de Dios, en la persona de aquellos a quienes ha mandado presidir en su lugar.
VERSÍCULO 25
25. Maldito sea Canaán. A esto Se pregunta, en primer lugar, ¿por qué Noé, en lugar de pronunciar la maldición sobre su hijo, inflige la severidad del castigo, que ese hijo había merecido, sobre su nieto inocente; ya que no parece coherente con la justicia de Dios, visitar los crímenes de los padres sobre sus hijos? Pero la respuesta es bien conocida; es decir, que Dios, aunque sigue su curso de juicios sobre los hijos y nietos de los impíos, pero al estar enojado con ellos, no está enojado con los
inocentes, porque incluso ellos mismos son hallados en falta. Por tanto, no es absurdo el acto de vengar los pecados de los padres sobre sus hijos réprobos; ya que, necesariamente, todos aquellos a quienes Dios ha privado de su Espíritu están sujetos a su ira. Pero es sorprendente que Noé maldiga a su nieto; y debería pasar a su hijo Cam, el autor del crimen, en silencio. Los judíos imaginan que la razón de esto se debe al favor especial de Dios; y que dado que el Señor le había otorgado a Cam tan gran honor, la maldición fue transferida de él a su hijo. Pero la conjetura es inútil. Ciertamente, en mi opinión, no hay duda de que el castigo se trasladó incluso a su posteridad para que la severidad del mismo fuera más evidente; como si el Señor hubiera proclamado abiertamente que el castigo de un hombre no lo satisfaría, sino que adjuntaría la maldición también a la posteridad del ofensor, para que se extendiera a través de las edades sucesivas. Mientras tanto, el mismo Cam está tan lejos de estar exento, que Dios, al involucrar a su hijo con él, agrava su propia condena. También se propone otra pregunta; es decir, ¿por qué entre los muchos hijos de Cam, Dios elige a uno para ser herido? Pero no permitamos que nuestra curiosidad se entregue aquí con demasiada libertad; recordemos que los juicios de Dios son, no en vano, llamados "un gran abismo", y que sería una cosa degradante para Dios, ante cuyo tribunal todos tendremos que comparecer un día, ser sometidos a nuestros juicios, o más bien a nuestra insensata temeridad. Elige a quienes ve buenos, para mostrarles un ejemplo de su gracia y bondad; a otros los designa con un fin diferente, para que sean pruebas de su ira y severidad. Aquí, aunque la mente de los hombres está cegada, que cada uno de nosotros, consciente de su propia enfermedad, aprendamos más bien a elogiar a La justicia de Dios, que zambullirse, con loca audacia, en el profundo abismo. Si bien Dios consideró que toda la simiente de Cam era repugnante a la maldición, menciona a los cananeos por su nombre, como aquellos a quienes maldeciría sobre todos los demás. Y de ahí inferimos que este juicio procedió de Dios, porque fue probado por el evento mismo. Noé no podía saber por medios humanos cuál sería ciertamente la condición de los cananeos. Por tanto, en las cosas oscuras y ocultas, el Espíritu dirigió su lengua.
Aún queda otra dificultad: ya que la Escritura enseña que Dios venga los pecados de los hombres en la tercera y cuarta generación, parece asignar este límite a la ira de Dios; pero la venganza que ahora se menciona se extiende hasta la décima generación. Respondo que estas palabras de la Escritura no pretenden prescribir una ley a Dios, que él no puede dejar de lado hasta el punto de tener la libertad de castigar los pecados más allá de cuatro generaciones. Lo que debe observarse aquí es la comparación instituida entre castigo y gracia; por lo que se nos enseña que Dios, si bien es un justo vengador de los crímenes, está aún más inclinado a la misericordia. Mientras tanto, que no se cuestione su libertad para extender su venganza hasta donde le plazca. Servidor de siervos será . Este hebraísmo significa que Canaán será el último, incluso entre los sirvientes: como si se hubiera dicho: "No sólo su condición será servil, sino peor que la de la servidumbre común”. Sin embargo, el trueno de esta severa y terrible profecía parece débil e ilusorio, ya que los cananeos se destacaron en fuerza y en riquezas, y poseían un dominio extenso. ¿Dónde está entonces esta servidumbre? En primer lugar, respondo que aunque Dios, al amenazar a los hombres, no ejecuta inmediatamente lo que denuncia, sus amenazas nunca son débiles e ineficaces. En segundo lugar, que los juicios de Dios no siempre se exhiben ante nuestros ojos, ni son aprehendidos por nuestra razón carnal. Los cananeos, habiendo sacudido el yugo de servidumbre que les fue impuesto divinamente, incluso procedieron a aferrarse al imperio por sí mismos. Pero aunque triunfan por un tiempo, a los ojos de Dios su condición no se considera libre. Así como cuando los fieles son injustamente oprimidos y
tiránicos acosados por los malvados, su libertad espiritual todavía no se ha extinguido a los ojos de Dios. Nos comporta entonces contentarnos con esta prueba del juicio divino, que Dios prometió el dominio de la tierra de Canaán a su siervo Abraham, y finalmente consagró a los cananeos a la destrucción. Pero debido a que el Papa sostiene tan fervientemente que a veces pronuncia profecías, como hizo incluso Caifás ( Juan 11:51 ), para que no parezca que le rechazamos todo, no niego que el título con el que se adorna fue dictado. por el Espíritu de Dios, 'Sea siervo de siervos', en el mismo sentido que lo fue Canaán.
¡Maldito sea Canaán! Siervo de siervos será para sus hermanos. ¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de Sem! Y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem; Y sea Canaán su siervo.
Críticos posteriores han sugerido la adopción de algunas diferencias de lectura. Se ha observado especialmente que el primer hemistico es una línea corta o discontinua, y no se corresponde con el siguiente en longitud o rima. Y con la autoridad de la versión árabe, (ver Polyglott de Walton), muchos eruditos llenarían la línea: "Maldito sea Cam, el padre de Canaán".
También, con la misma autoridad, alterarían las líneas cuarta y sexta, insertando la palabra "padre", así:
“Y el padre de Canaán sea su siervo”.
Sin embargo, tales alteraciones no deben hacerse a la ligera en el texto sagrado; y parece muy probable que la adición en la versión árabe no tenía más intención que originalmente una paráfrasis para explicar la visión del traductor del pasaje.
VERSÍCULO 26
26. Bendito sea el Señor Dios de Sem . Noah bendice a sus otros hijos, pero de una manera diferente. Porque coloca a Sem en el más alto puesto de honor. Y esta es la razón por la cual Noé, al bendecirlo, estalla en alabanza a Dios, sin adherirse a la persona del hombre. Para los hebreos, cuando hablan de alguna excelencia rara y trascendente, eleven sus pensamientos a Dios. Por tanto, el hombre santo, cuando percibió que la gracia más abundante de Dios estaba destinada a su hijo Sem, se eleva a la acción de gracias. De donde inferimos, que habló, no de la razón carnal, sino que trató de los secretos favores de Dios, cuyo resultado sería diferido para un período remoto. Finalmente, con estas palabras se declara que la bendición de Sem sería divina o celestial.
VERSÍCULO 27
27. Dios engrandecerá a Jafet . En las palabras hebreas ” (japhte ) y (japheth ,) hay una elegante alusión. Porque la raíz de la palabra es ( pathah ,) que, entre los hebreos, significa seducir con palabras suaves, o seducir en una dirección u otra. Aquí, sin embargo, casi todos los comentaristas lo toman como un significado para ampliar. Si se recibe esta exposición, el significado será que la posteridad de Jafet, que por un tiempo sería esparcida y alejada de las tiendas de Sem, aumentaría por fin, de modo que se acercaría más. y convivir con ellos como en una casa común. Pero prefiero aprobar la otra versión, 'Dios traerá suavemente de regreso, o inclinará a Jafet'. Además, cualquiera que sea la interpretación que sigamos, Noé predice que habrá una disensión temporal entre Sem y Jafet, aunque conserva a ambos en su familia y los llama sus herederos legítimos; y que después
llegará el momento en que volverán a unirse en un solo cuerpo y tendrán un hogar común. Sin embargo, es absolutamente seguro que aquí se presenta una profecía acerca de cosas desconocidas para el hombre, de las cuales, como el evento, por fin, muestra que sólo Dios fue el Autor. Pasaron dos mil años y algunos siglos más antes de que los gentiles y los judíos se reunieran en una sola fe. Entonces los hijos de Sem, de los cuales la mayor parte se había rebelado y separado de la santa familia de Dios, fueron reunidos y moraron bajo un tabernáculo. También los gentiles, la progenie de Jafet, que habían sido vagabundos y fugitivos durante mucho tiempo, fueron recibidos en el mismo tabernáculo. Porque Dios, mediante una nueva adopción, ha formado un pueblo a partir de los que estaban separados y ha confirmado una unión fraterna entre las partes alienadas. Esto lo hace la voz dulce y apacible de Dios, que ha pronunciado en el evangelio; y esta profecía todavía se está cumpliendo diariamente, ya que Dios invita a las ovejas esparcidas a unirse a su rebaño, y recoge, por todos lados, los que se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob, en el reino de los cielos. Verdaderamente no es un apoyo común de nuestra fe, que el llamamiento de los gentiles no solo está decretado en el eterno consejo de Dios, sino que es declarado abiertamente por boca del Patriarca; no sea que pensemos que ha sucedido de repente o por casualidad, que la herencia de la vida eterna se ofreciera en general a todos. Pero la forma de la expresión "Jafet habitará en los tabernáculos de Sem" nos recomienda esa mutua sociedad que debería existir y ser apreciada entre los fieles. Porque mientras que Dios había elegido para sí mismo una Iglesia de la progenie de Sem, luego eligió a los gentiles junto con ellos, con esta condición, de que se unieran a ese pueblo, que estaba en posesión del pacto de vida.
Versiculo 28
28. Y Noé vivió. Aunque Moisés declara brevemente la edad del hombre santo, y no registra sus anales ni los eventos memorables de su vida, sin embargo, aquellas cosas que son ciertas, y que las Escrituras conmemoran en otros lugares, deben volver a nuestra mente. En ciento cincuenta años, la descendencia de sus tres hijos llegó a ser tan numerosa, que tuvo pruebas suficientes e incluso abundantes de la eficacia de la bendición divina. Aumentar y multiplicar. Ve, no una sola ciudad, llena de sus nietos, ni su semilla se expandió apenas a trescientas familias; pero muchas naciones surgieron de uno de sus hijos que habitaría extensas regiones. Este asombroso aumento, ya que era una representación visible del favor divino hacia él, sin duda lo llenaría de alegría ilimitada. Porque Abraham tenía casi cincuenta años cuando murió su antepasado Noé. Mientras tanto, se vio obligado a contemplar muchas cosas que afligirían su santo pecho con un dolor increíble. Omitir otras cosas; vio en la familia de Sem, el santuario de Dios, en el cual los hijos de Jafet serían recibidos, destruido o, al menos, arruinado y rasgado. Porque mientras que el padre de Abraham mismo, habiendo abandonado su posición apropiada, se había erigido un tabernáculo profano; de hecho, quedaba una porción muy pequeña de los que adoraban a Dios en el consentimiento armonioso de una fe pura. Con qué dolores atormentadores le afectó esta terrible confusión, no puede expresarse suficientemente con palabras. De ahí que sepamos, que sus ojos de fe debieron haber sido sumamente penetrantes, que no dejaron de contemplar de lejos, la gracia de Dios, en la preservación de la Iglesia, en ese momento abrumada por la maldad de los hombres.
GENESIS 10
Versículo 1
1. Estas son las generaciones. Si a alguien le agrada examinar con mayor precisión las genealogías relatadas por Moisés en este capítulo y en el siguiente, no condeno su industria. Y algunos intérpretes no han aplicado sin éxito su diligencia y estudio hasta este punto. Que disfruten, en lo que a mí respecta, de la recompensa de sus trabajos. Sin embargo, será suficiente para mí aludir brevemente a aquellas cosas que considero más útiles para ser notadas, y por lo que supongo que estas genealogías fueron escritas por Moisés. Primero, en estos nombres desnudos todavía tenemos algún fragmento de la historia del mundo; y el próximo capítulo mostrará cuántos años transcurrieron entre la fecha del diluvio y el momento en que Dios hizo su pacto con Abraham. Este segundo comienzo de la humanidad es especialmente digno de ser conocido; y detestable es la ingratitud de aquellos que, cuando oyeron de sus padres y abuelos de la maravillosa restauración del mundo en tan poco tiempo, sin embargo, voluntariamente se olvidaron de la gracia y la salvación de Dios. Incluso el recuerdo del diluvio se perdió por completo en su mayor parte. Muy pocos se preocuparon por qué medios o para qué fin se habían conservado. Muchos siglos después, viendo que el malvado olvido de los hombres los había vuelto insensibles al juicio y la misericordia de Dios, se abrió la puerta a las mentiras de Satanás, por cuyo artificio sucedió que los poetas paganos esparcieron fábulas inútiles y hasta nocivas. , por el cual se adultera la verdad sobre las obras de Dios. La bondad de Dios, por tanto, triunfó maravillosamente sobre la maldad de los hombres, al haber concedido una prolongación de vida a seres tan ingratos, brutales y bárbaros. Ahora bien, para los hombres cautivos (que todavía no creen que sea absurdo negarse a reconocer a un Creador del mundo) un aumento tan repentino de la humanidad les parece increíble, y por lo tanto lo ridiculizan como fabuloso. Concedo, de hecho, que si elegimos estimar lo que Moisés relata por nuestra propia razón, puede ser considerado como una fábula; pero actúan muy perversamente quienes no atienden al designio del Espíritu Santo. Porque, pregunto, ¿qué más pretendía el Espíritu que la descendencia de tres hombres aumentara, no por medios naturales, o de una manera común, sino por el ejercicio inusitado del poder de Dios, con el propósito de reponer fuerzas? la tierra a lo largo y ancho? Quienes consideran fabuloso este milagro de Dios por su magnitud, mucho menos deberían creer que Noé y sus hijos, con sus esposas, respiraron las aguas y que los animales vivieron casi un año entero sin sol ni aire. Se trata, pues, de una gigantesca locura, sostener al ridículo lo que se dice respecto a la restauración del género humano: porque allí se despliega la admirable potencia de Dios. Cuánto mejor sería, en la historia de estos eventos, que Noé vio con sus propios ojos, y no sin gran admiración, contemplar a Dios, admirar su poder, celebrar su bondad y reconocer su mano, no menos lleno de misterios en la restauración que en la creación del mundo? Sin embargo, debemos observar que en los tres catálogos que proporciona Moisés no se enumeran todos los jefes de familia; pero sólo se registran aquellos, entre los nietos de Noé, que eran los príncipes de las naciones. Porque como alguien sobresalió entre sus hermanos, en talento, valor, industria u otras dotes, obtuvo para sí un nombre y poder, de modo que otros, descansando bajo su sombra, le concedieron libremente la prioridad. Por lo tanto, entre los hijos de Jafet, de Cam y de Sem, Moisés enumera solo a los que habían sido celebrados, y por cuyos nombres la gente fue llamada. Además, aunque no aparece ninguna causa segura de por qué Moisés comienza en Jafet y desciende en segundo lugar a Cam, es probable que el primer lugar se dé a los hijos de Jafet, porque ellos, habiendo vagado por muchas regiones, y habiendo incluso cruzó el mar, se había alejado más de su país: y como estas naciones eran menos conocidas por los judíos, por lo tanto, se refiere a ellas brevemente. Él asigna el segundo lugar a los hijos de Cam, cuyo conocimiento, debido a su vecindad, era más familiar para los judíos. Pero dado que había decidido tejer la historia de la Iglesia
en una narración continua, pospone la progenie de Sem, de la e la cual fluyó la Iglesia, hasta el último lugar. Por tanto, el orden en que se mencionan no es el de la dignidad; puesto que Moisés pone en primer lugar a aquellos a quienes deseaba pasar por alto un poco, como oscuros. Además, debemos observar, que los hijos de este mundo son exaltados por un tiempo, de modo que toda la tierra parece como si estuviera hecha para su beneficio, pero su gloria por ser pasajera se desvanece; mientras que la Iglesia, en una condición innoble y despreciada, como si se arrastrara por la tierra, todavía está divinamente preservada, hasta que finalmente, en su propio tiempo, Dios levantará su cabeza. Ya he declarado que dejo a otros la investigación escrupulosa de los nombres aquí mencionados. La razón de algunos de ellos se manifiesta en la Escritura, como Cus, Mizraim, Madai, Canaán y similares: con respecto a algunos otros, hay conjeturas probables; en otros, la oscuridad es demasiado grande para permitir una conclusión segura; y esas ficciones que aducen los intérpretes están, en parte, muy distorsionadas y forzadas; en parte, insípido y sin un pretexto justo. Sin duda, parece ser parte de una frívola curiosidad el buscar naciones determinadas y distintas en cada uno de estos nombres. Cuando Moisés dice que las islas de los gentiles fueron divididas por los hijos de Jafet, entendemos que las regiones más allá del mar se dividieron entre ellos. Para Grecia e iItalia y otras tierras continentales, así como Rodas y Chipre, son llamadas islas por los hebreos, porque el mar se interponía. De donde inferimos que hemos surgido de esas naciones.
Comentario Juan Calvino Genesis 9 y 10
Los Hijos de Noé, La Esclavitud de Canaán y las bendiciones de Sem Y Jafet.