En cuarto lugar, la religión puede definirse como "un complejo de fenómenos compenetrado por símbolos y expresados en un credo código culto, y que acompaña... la experiencia de lo Entrascendente".quintolugar, la religión puede definirse como "la actitud humana hacia un mundo del más allá, que se acepta incuestionablemente como realidad auténtica autorizada, y la relación con el cual se expresa .por medio de un conjunto de mitos, ritos y comportamientos individuales y sociales". Tanto la cuarta como la quinta definición se concentran sobre las creencias, la ética y la adoración como lo característico de la religión.
DEFINICIONES DEL TERMINO "RELIGION"
No solamente los teólogos cristianos han llevado a cabo el estudio del ori¬ gen de la religión. También filósofos modernos, sociólogos, psicólogos y estudiosos de la religiones comparadas han participado en este campo, exponiendo teorías diversas y variadas sobre al origen de este
El concepto de una autorrevelación divina que se expresa por medio de la creación y de la conciencia humana, deriva fácil y naturalmente de la pregunta de si las diversas religiones practicadas por la gente que compone la humanidad pueden identificarse en su esencia con tal revelación divina. Así, el tema de la revelación, la religión y las religiones se desprende de la problemática de la revelación
Religiones Comparadas
En segundo lugar, se puede definir la religión como la relación de seres humanos al objeto de su devoción suprema. Esta es una definición más abarcadora que la primera, según la cual, por ejemplo, el marxismo leninismo se consideraría una religión, lo que no ocurriría según la primera Endefinición.tercerlugar
¿Cómo debemos entender la palabra "religión", cuya raíz latina sugiere la idea de "sujetar"? Existen numerosas definiciones del término "religión", y no es posible indagar sobre todas aquí. Nos limitaremos a mencionar cinco.
ALGUNASgeneral.
En primer lugar, es posible definir a la religión como la relación de seres humanos a un Ser supremo. Esta es una definición teísta del término que no se puede aplicar estrictamente a las religiones que no tienen un concepto de un Dios o de dioses.
LAS RELIGIONES Y EL SINCRETISMO
puede definirse la religión como "la respuesta de la totalidad del ser del hombre a la totalidad de la existencia". Tal definición subraya la participación total de los seres humanos en el compromiso religioso, pero también puede usarse para describir diversos tipos de panteísmo.
Cualquiera sea la definición de la religión que se utilice, debe reconocerse claramente que la religión es un fenómeno generalizado en la humanidad, quizá pudiera hasta decirse que es un fenómeno
II.universal.ELORIGEN DE LA RELIGION
Para poder investigar la posible conexión entre las religiones no cristianas y la revelación divina, es necesario que intentemos determinar si estas religiones realmente dicen encarnar o comunicar una revelación divina, y si es así, que evaluemos tales afirmaciones. A continuación examinaremos los esfuerzos de dos teólogos protestantes del siglo XX para responder al desafío de las religiones no sostuvoJohncristianas.Macquarriequelasvariaciones en las religiones se deben a por lo menos tres factores: (a) "Variaciones a nivel simbólico"; (b) variaciones en "la psicología del individuo o del grupo"; y (c) "variaciones en
fenómeno. El marco de la teología sistemática cristiana no permite un tratamiento detallado de tantas teorías. Hendrik Kraemer, quien las analizó cuidadosa y específica¬ mente, las dividió en: (a) Teorías naturalistas o inmanentes, que no aceptan la existencia de un factor transhumano en el origen de la religión; (b) teorías filosóficas de diversos tipos y (c) teorías teológicas, ejemplos de las cuales se extienden a lo largo de la historia cristiana, desde Justino Mártir hasta el Concilio Vaticano II. 4 Las teorías naturalistas son incompatibles con la revelación general. Las teorías teológicas pueden armonizarse sobre todo con la ‘revelación general.
IV. LA EVALUACION DE LAS PRETENSIONES DE LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS DE POSEER UNA AUTENTICA REVELACION DE DIOS
II. LA CONFRONTACION DEL CRISTIANISMO CON LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS
Hoy en día existe una crisis importante en la relación de la revelación cristiana con las religiones no cristianas. En 1938, Hendrik Kraemer afirmó que la crisis del siglo XX consistía en una "crisis occidental", precipitada por el surgimiento del relativismo y del secularismo, y una "crisis oriental, resultado de la penetración del Occidente en el Oriente. "La Iglesia Cristiana en Occidente y en Oriente, a pesar de la diferencia de trasfondo y de historié, se ve confrontada con el mismo dilema fundamental, es decir, con el problema de su relación con el mundo en toda su complejidad, y se encuentra ante el mismo peligro: Resolver el problema del modo equivocado."
En 1956, Kraemer subrayó aun más marcadamente la inevitabilidad de un encuentro profundo de la fe cristiana con la religión y las religiones, debido a: (a) La naturaleza del mensaje bíblico; (b) la interdependencia sin precedentes entre todas partes del mundo y el reconocimiento de la realidad del pluralismo religioso; y (c) el carácter misionero de la iglesia cristiana. Ahora, "por la primera vez desde la victoria de Constantino en el año 312 de nuestra era, con todas sus consecuencias, la iglesia cristiana se halla en camino hacia un encuentro real y espiritual con las grandes religiones no Encristianas".elúltimo
tercio del siglo esta confrontación se ha hecho mucho más evidente. Además de los factores citados por Kraemer, otros acontecimientos han intensificado la confrontación. Hoy el Oriente está penetrando el Occidente, y musulmanes, budistas, hindúes, siklrs y otros están emigrando a las naciones occidentales. Por otra parte, las religiones no cristianas ya están enviando sus representantes (misioneros) a las naciones occidentales. Esta realidad está poniendo a prueba el compromiso de los cristianos de Occidente con el principio de libertad religiosa para todos. A un nivel aun más elemental, la intensidad de la confrontación hace indispensable una nueva teología cristiana de las religiones.
la autorrevelación del Ser". Intentó clasificar las diversas religiones de acuerdo con sus tipologías distintivas, afirmando que esto debe llevarse a cabo "sobre un fundamento lógico", aplicarse consecuentemente y desarrollarse desde una perspectiva específica. Según Macquarrie, su propia perspectiva era "la cristiana". 8 El siguiente cuadro, que ha sido reproducido de su libro casi en su totalidad, 9 servirá para clarificar la clasificación de las religiones de Macquarrie:
CONTRASTES TIPICOS
Serie inmanente Serie trascendente
Tipo 3: Politeísmo Tipo 3: Dualismo (eterno retorno sin sentido Ejemplos: Zoroastrismo, histórico alguno) gnosticismo, maniqueísmo Ejemplos: Rig Beda, Egipto, Grecia Tipo 2: Panteísmo elevado; Tipo 2: Soberanidad o poder misticismo (el cambio y la (monoteísmo más severo), multiplicidad entendidos Ejemplo: Islam
Fetichismo ("poder numinoso vagamente difuso")
Caso limitante: Ateísmo
Tipo 4: Animismo Tipo 4: Deísmo (el ser inmanente en los seres). Ejemplos: Confucianismo, Ejemplo: Religiones primitivas Deísmo en los siglos XVII y XVIII
CasoRacionalPersonalActivistaEscatológicoTrascendenteMísticoImpersonalQuietistaIntemporalInmanentelimitante:
como Ejemplos:ilusiones)sectores del * hinduismo; taoísmo Tipo 1: Orden cósmico Tipo 1: Monoteísmo , (sin un Dios personal; con Ejemplos: La religión del Antiguo un orden cíclico impersonal). Testamento, Ejemplos: Budismo hinayana, judaismo taoísmo, estoicismo Teísmo existencial ontológico Ejemplos: Cristianismo (doctrina de la encarnación); budismo SegúnmahayanaMacquarrie, la principal característica que distingue a las religiones no cristianas entre sí es la tendencia de la religión hacia la trascendencia o hacia la inmanencia. De su análisis de variaciones se trasluce que Macquarrie acepta la posibilidad de la autorrevelación del Ser en las religiones no BAUTISTAcristianas.
Sin embargo, estas religiones no tendrían conciencia alguna de algo que posea validez universal. Tampoco puede combinarse una multiplicidad de poderes divinos con un sentido estricto de la verdad. Estas religiones no tienen ningún vestigio de una verdad universal, ni de un vínculo que sea santo y valedero para todos los hombres en todas las épocas, ni tampoco de un Ser divino eterno, ni de una voluntad eterna de
En el análisis de Brunner de la religiones no se trata tanto de clasificarlas según sus tipologías, sino de evaluar sus pretensiones de poseer una revelación en vistas a la revelación de Dios en Jesucristo. Comenzó por las religiones primitivas.
EMIL BRUNNER: LA VIA DE ACCESO EVALUATIVA
Cada religión, por más primitiva que sea, tiene algunos vestigios de la idea de la revelación... Pero nadie considera seriamente que alguna de las religiones primitivas pueda afirmar que posee una revelación auténtica que se compare con lo que afirma ser la revelación cristiana... Aun las religiones más primitivas mantienen un intercambio con los poderes divinos, y presuponen así que tales poderes, de una manera u otra, se manifiestan y pueden ser conocidos.
citó favorablemente la posición de Juan Calvino en el sentido de que el sensus numinis deriva de la revelación general. Brunner pasó entonces a analizar las religiones más sofisticadas de la antigua Grecia y de la India moderna. Estas, concluía, no personifican revelación alguna que pudiese hacerle competencia a las afirmaciones de la revelación cristiana. El elemento que distingue a estas religiones de las formas primitivas de la religión no es algo esencialmente religioso, sino un elemento racional o cultural. El sentimiento religioso y la imaginación religiosa se ven refrenados y purificados aquí por la razón política, legal, social, moral y
BrunnerDios.
Brunner prosiguió entonces con el análisis de lo que él denominó las "religiones proféticas": El zoroastrismo, el islam y el judaismo. Aunque parece ser que Zoroastro (633 556 a. de J.C.) fue un profeta que hablaba en nombre del creador de los cielos y la tierra, comunicando sus enseñanzas, y que fue un precursor de un redentor victorioso, el zoroastrismo fue una religión ética sin promesa alguna de perdón y misericordia. Es "el moralismo proyectado a la esfera de la metafísica". "En el sentido estricto de la palabra, aquí es imposible que se trate de la revelación." El "dualismo
Según el budismo mahayana, el Buda es un salvador o liberador, no sola¬ mente un maestro o iluminado. Los budistas deben invocar el nombre de Amita Buda "confiadamente". Sin embargo.
El*
Amita Buda no es Dios, el creador y señor, ni tampoco es alguien que re¬ vele en la historia la voluntad de Dios. Es una figura mítica, cuyo nombre proviene del nombre del Buda histórico, pero que aparte de eso no tiene nada que ver con él... Es un héroe religioso, quien, después de haber entrado ya al nirvana, sintió compasión por el hombre, y sacrificó su propio deleite para poder ayudarlo. Pero su ayuda no consiste en el hecho de que por su medio el hombre comparta su verdad divina oculta
científica... No hay aquí vestigio alguno de una revelación que posea una validez uniforme y Dejandouniversal.de lado las religiones nacionales o étnicas como el confucianismo y el sintoísmo, Brunner se dirigió entonces a las formas sofisticadas del misticismo y el budismo, que él consideraba el límite entre las religiones menores y las religiones que explícitamente afirman poseer una revelación. Por medio de la "instrucción esotérica", el misticismo más sofisticado inicia a sus adherentes en "cómo encarar el misterio divino correctamente", sosteniendo que posee una revelación divina con respecto "al camino hacia la experiencia de la revelación divina, hacia al resultado de esa Elexperiencia".caminohacia la experiencia mística es... descrito con exactitud, pero al igual que la revelación en sí, es inexpresable. Así, a diferencia del profeta o del apóstol, el místico no puede proclamar la validez de una revelación que ha tomado lugar... El mensaje del místico no exige la entrega del corazón y de la vida de la persona en cuestión; tampoco puede el místico reivindicar a la persona para la revelación en sí: todo lo que puede hacer es señalar el camino, abierto a todos, hacia la experiencia de la revelación.
Según el budismo hinayana, ni Buda (557 477 a. de J.C.) ni el budismo original dijeron haber "recibido una revelación divina. La iluminación (del Buda), sin embargo, es interpretada como un hecho de carácter sobre¬ natural, como una experiencia mística por medio de la cual él recibió la ver¬ dad última sobre la naturaleza del mundo, la razón del sufrimiento y la posibilidad de evitarlo". Para Brunner, la iluminación del Buda puede ser descrita como "una intuición sobrenatural, pero no como revelación, pues aquí no hay un sujeto comunicador y autorrevelador, ni se cree en ni se experimenta la presencia de un Dios revelador".
budismo mahayana comparte con el hinayana "la misma perspectiva impersonal", pero en el mahayana "todo ha sido transformado de una visión pesimista que niega al mundo, a una visión panteísta de la vida, que afirma más la vida".
metafísico de los principios del bien y del mal" que caracteriza a esta religión hace que el dios bueno esté ligado al bien, pero "no es en sí mismo el principio que separa el bien del mal".
TEOLOGIA74 SISTEMATICA I
Debido a su método evaluativo, puede surgir la crítica de que Brunner permitió que su propia perspectiva' y compromiso cristianos rigiesen y determinasen todo el proceso evaluativo, acusación que él probablemente no hubiera negado. Una evaluación de las religiones siempre se lleva a cabo desde una perspectiva, una visión o un principio de fe particular. Esto se ve aun en el método de Macquarrie, pues él presupone que el Ser último se manifiesta a sí mismo a través de las diversas religiones. Otros que parten del punto de vista de la historia de las religiones, aplican sus propias presuposiciones, que a menudo distan bastante de las presuposiciones específicamente cristianas.
Brunner completó su evaluación de las religiones tratando el "teísmo racional moralista", remontándose hasta Cicerón (106 43 a. de J.C.), Lucio Anneo Séneca (4 a. de J. C. 65) y Marco Aurelio (121 180 a. de J.C.) pasando por Herbert de Cherbury y Emmanuel Kant, hasta los teístas más recientes, cuya característica más distintiva sería "el rechazo de la revelación 'positiva' ". "Este teísmo, tanto en su forma antigua como en la moderna, es el pro¬ ducto último de un movimiento de emancipación, de alejamiento de las religiones positivas del mundo antiguo y del cristianismo." Ha sustituido la re¬ velación salvífica por "la ley moral". Carece de "poder redentor", y es la "religión de la redención propia... de la burguesía complaciente consigo misma, de la razón humana autosuficiente". Por lo tanto no puede afirmar ser una auténtica revelación.
Por lo tanto, es incorrecto considerar al judaismo simplemente como la continuación de la religión revelada del Antiguo Testamento. A raíz del re¬ chazo de Jesús como el Mesías, la religión judía ha elegido una interpretación particular del Antiguo Testamento, es decir que Jesús no puede haber sido el Mesías.
El islam mantiene clara y distintivamente "que posee una revelación de lo más elevada. El Corán afirma ser un libro de revelación divina'. Que el Corán haya sido concedido al hombre es una manifestación de la bondad de Alá". Según Brunner, el Corán carece de "originalidad creativa", pues se constituye de elementos provenientes del Antiguo Testamento, del cristianismo y del paganismo árabe. Sostiene que la "pretensión profética del islam "no parece justificarse de modo alguno si se toma en cuenta el contenido de las revelaciones". Habiendo rechazado la revelación en Jesucristo, Mahoma (570 632) "nunca se animó a afirmar que él mismo, en su propia persona, fuera una revelación de Dios". La fe musulmana "no reconoce la revelación manifestada en una persona; es antes que nada y fundamentalmente una religión centrada en un libro". Además, es "una religión de la 'justificación por obras', 'moralista'", que carece de "revelación alguna del misterio de la gra¬
"Alcia".igual que el islam, el judaismo, en contraposición al Antiguo Testamento en sí, es una religión centrada en un libro; el libro sagrado es su revelación." Con Juan el Bautista, "el Antiguo Testamento llegó a su fin".
Así, los judíos "rehúsan admitir que la revelación final se ha llevado a cabo", y reconocen "el carácter provisorio de la revelación que han recibido".
Algunas de las religiones mundiales, en especial las animistas, politeístas y místicas, no afirman clara o específicamente poseer una autorrevelación de la deidad, aunque en algunos casos enseñen o dejen entrever un contacto con la realidad última. Las grandes religiones monoteístas (islam, judaismo) sí afirman ser religiones que poseen una revelación divina, basándose especial¬ mente en un libro sagrado.
Según esta posición, la revelación cristiana de Dios es una realización directa de "lo que es verdad y revelación en otras religiones". Un exponente importante de este punto de vista fue J. N. Farquhar (1861 1929), quien en The Crown of Hinduism (La corona del hinduismo) intentó mostrar cómo los diversos estratos de la fe y de la práctica hindúes llegan a su verdadera realización en Cristo y en la
¿Cómo deben entender los cristianos la relación entre las religiones no cristianas y la revelación cristiana de Dios? Se han propuesto diversas respuestas a esta pregunta; a continuación detallaremos brevemente las teorías citadas más frecuentemente.
Edwin Luther Copeland (1916 ) ha evaluado la conciencia religiosa humana de la siguiente manera: No importando cómo pudo haber empezado la religión, desde el punto de vista bíblico el hombre es religioso porque Dios lo creó para que tuviera * comunión con él. La conciencia religiosa del hombre es parte de la imagen divina en la cual el hombre fue creado. Esta conciencia religiosa aprehende la revelación de Dios como es revelada en la naturaleza, en la sociedad y en la vida interna del individuo. Pero, como está distorsionada por el pecado, la conciencia religiosa del hombre pervierte la verdad de la revelación de Dios. De aquí, las muchas religiones, habiendo sido formadas por la naturaleza caída del hombre, son al mismo tiempo producto de la revelación divina y de la perversidad humana (Rom. 1:18 25). Esto es verdad de la religión donde quiera ésta haya tenido su origen. De este modo, uno puede esperar encontrar en la religión elementos tanto divinos como demoníacos, tanto verdaderos como falsos.
LA REVELACION, LA EXISTENCIA Y LAS AFIRMACIONES DE LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS
A. LA TEORIA DE LA REALIZACION
LA RELACION DE LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS CON LA REVELACION CRISTIANA DE DIOS
Además, la incidencia generalizada y casi universalizada de la religión entre los seres humanos parece estar relacionada con una verdad que trataremos más adelante: Que las personas han sido creadas por Dios con la capacidad de relacionarse con él y que padecen bajo su propia falta de realización, hasta que como dijo Agustín de Hipona 21 comienzan a relacionarse de la manera correcta con el Dios verdadero y viviente.
Sin adentrarnos siquiera en los paganismos más sofisticados y seculares, aun el paganismo idolátrico proporciona un testimonio indirecto del ver¬ dadero Dios como el objeto correcto de la adoración y la lealtad humanas. Dios no se revela tomando la forma de los dioses de las diversas religiones no cristianas, pero la lealtad de los seres humanos hacia esos dioses indica que su naturaleza fundamental consiste en ser capaces de adorar. Esa adoración también deja traslucir la existencia del autor de la humanidad (ya sea la que adora o la que idolatra), quien es el verdadero receptor de la adoración y el servicio obediente de los seres humanos.
LA BUSQUEDA DE UN COMUN DENOMINADOR, LA CRECIENTE TENDENCIA AL SINCRETISMO, Y EL DIALOGO ENTRE LAS RELIGIONES
Cualquiera sea la teoría que adopten, o aun si no tienen ninguna teoría explícita, muchos cristianos posiblemente estén de acuerdo con Copeland cuando dice:
C. LA TEORIA DE LA DISCONTINUIDAD
Cualesquiera sean los vistazos fugaces que los hombres puedan tener de la verdadera Luz y de la revelación original, ellos son, cuanto más, oscuros, lámparas débiles con llamas humeantes. La oscuridad, la cual ellas débilmente tratan de alumbrar, puede ser solamente iluminada por la luz brillante del "conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Cor. 4:6). 28
Esta teoría sirve muy bien para resaltar la singularidad de la revelación cristiana, pero ¿responde adecuadamente a la doctrina cristiana de la revelación general?
Según este punto de vista, no existe una "relación orgánica entre la revelación cristiana y las otras religiones" de los hombres, pues las religiones son el producto de la humanidad y especialmente de la conciencia religiosa del hombre. Por consiguiente, las prácticas religiosas comunes tales como la oración y los sacrificios se atribuyen a la conciencia religiosa humana y no a una "revelación común" de Dios. La revelación cristiana, por tanto, estaría situada "en una posición absolutamente única e independiente de otras”
religión cristiana. Con todo, Farquhar "oscurece la profundidad y las irreconciliables diferencias entre el cristianismo y el hinduismo", y "no parece ver que mucho del hinduismo no sería realizado, sino más bien destruido y reemplazado si el hinduismo aceptara la fe cristiana". Hay un elemento de verdad en la teoría de la realización, pero no debe olvidarse que existe también en ella la dimensión del juicio y del reemplazo.
El análisis del tema de la revelación y de las religiones conlleva necesaria¬ mente la consideración de la tendencia moderna y contemporánea hacia la interacción entre las grandes religiones mundiales, movimiento característico de nuestra época que hoy está afectando la teología cristiana. Tres variantes de esta búsqueda merecen la atención de los teólogos cristianos.
Según esta posición, la relación entre las religiones no cristianas y la revelación cristiana de Dios puede entenderse por medio del concepto del Logos, es decir del Verbo (Palabra) preexistente e iluminador que se menciona en el cuarto Evangelio (Juan 1:1, 9), que actúa en todos los lugares en los que no se ha predicado el evangelio. Esta teoría, que se desarrolló en la época de los Padres de la iglesia, atribuye aquellos elementos de verdad contenidos en las religiones no cristianas a la actividad del Logos. Sin embargo, la pregunta surge si el Logos también es responsable de las mentiras y tergiversaciones que existen en esas religiones. Obviamente, la respuesta es negativa, pero debe encontrarse alguna otra explicación.
B. LA TEORIA DEL LOCOS
En las últimas tres décadas se ha manifestado, por parte de pensadores confesadamente cristianos, una tendencia creciente a reconocer el carácter revelado y salvífico de las religiones no cristianas, como paso necesario para poder llevar a cabo el diálogo con las otras religiones, y/o responder a las acuciantes necesidades de la humanidad. Algunas veces, esta tendencia ha incluido la búsqueda de un denominador común en las religiones aun cuan¬ do se negaba que el objetivo fuera lograr un sincretismo. A continuación describiremos tres ejemplos de esta tendencia.
A. LA BUSQUEDA DE UN DENOMINADOR COMUN QUE UNA A LAS RELIGIONES
a esta búsqueda del común denominador, Emil Brunner reafirmó la singularidad de la revelación cristiana. Sostuvo que "la verdad es exactamente opuesta" a lo que dice esta teoría. De hecho, "el elemento distintivo es lo esencial, y lo que la fe cristiana pueda tener en común con las 'otras religiones' no es esencial".
2. El llamamiento al reconocimiento cristiano de la revelación divina (y presumiblemente de la salvación) existentes en las religiones no cristianas
Toynbee hizo un llamamiento a "todas las grandes religiones vivientes" para que "empiecen a relacionarse de un modo distinto frente a un temible adversario común": "El culto al poder humano colectivo". Sugirió que el "terreno común" pudiera ser la "naturaleza humana egoísta". Toynbee aboga porque el cristianismo se purgue de su "creencia... tradicional de que el cristianismo es algo único", y "del sentimiento de exclusividad y la intolerancia que resulta de creer en la singularidad del cristianismo". Argumentando en base al amor de Dios, el distinguido historiador sostiene que Dios tiene que haberse dado a conocer en varias revelaciones más allá de la revelación en Jesús. Afirma que "el exclusivismo es un estado pecaminoso", pues cae en el "pecado del orgullo".
Nicolás (Krebs) de Cusa (1401 64), en su obra De Pace Fidei (1453) propuso la unificación del judaismo, el islam y el cristianismo. A partir de la era de la Ilustración y del deísmo, la nueva disciplina de las religiones comparadas ha tendido a estar marcada por un cierto relativismo religioso. Ernil Brunner describió el fenómeno con las siguientes palabras: "Todas las religiones con¬ tienen un elemento de revelación, y ninguna religión tiene el derecho de atribuirse el monopolio de la revelación." 30 Mientras que los deístas postularon una "religión natural" sin revelación histórica, divorciada de las religiones mundiales existentes, posteriormente, los estudiosos de las religiones comparadas buscaron un denominador común entre las religiones del mundo. Hablando como teólogo cristiano, F. D. E. Schleiermacher mantuvo que el fundamento de todas las religiones particulares es la piedad, es decir "la conciencia de ser absolutamente dependiente". 31 Conforme a esta posición, el cristianismo sería en relación con la religión lo que una especie es en relación con un género. Lo mismo podría decirse de cualquiera de las religiones. En el siglo XX, tanto el hinduismo védico como el baha'ismo han enseñado que todas las religiones son esencialmente una", pero al mismo tiempo ambos pretenden que todas las otras religiones y sus adherentes deberían "fusionar¬ se" con Contrariamenteellos.
1. El llamamiento al cristianismo para que deje de afirmar que es la única revelación de Dios (Arnold Toynbee) (1889 1975)
B. LA TENDENCIA AL SINCRETISMO
3. El llamamiento a no evangelizar a los adherentes de las grandes religiones no cristianas, basándose en el argumento de que pueden experimentar la gracia de Dios en y por medio de sus propias religiones (Paul f. Tillich)
Macquarrie, suponiendo que "en toda religión hay algo de conocimiento auténtico de Dios, de auténtica revelación, de auténtica gracia", rechazó "el punto de vista que dice que una religión es verdadera y todas las demás falsas". Más bien sostuvo que "uno puede comprometerse dentro de la propia comunidad de fe, usando los símbolos establecidos por esa comunidad, y, sin embargo, creer que para una persona en otras circunstancias, el mismo Dios se revela en otra comunidad, simbolizado de manera distinta, y que no hay nada defectuoso o inadecuado en el trato de esa persona con Dios". Según Macquarrie, uno no debería "negar" que la revelación exista en otra religión, aunque alguien extraño a ella tampoco podría "afirmar" tal cosa. "La dificultad espiritual de la humanidad hoy no puede pensarse exclusivamente en términos cristianos (o de cualquier otra religión) en contraposición al resto, sino más bien en relación con el contraste entre el conocimiento de Dios y de la gracia del santo Ser por un lado, y el materialismo y positivismo por el otro."
Es significativo notar que cada uno de estos tres pensadores, Toynbee, Tillich y Macquarrie, trazan la línea que separa la verdadera religión de la falsa, no usando categorías propias del cristianismo y de otras religiones o filosofías, sino más bien utilizando categorías derivadas de un postulado per¬ sonal religioso filosófico y puntos de vista que negarían u opacarían esto. Para Toynbee, la verdadera religión es una fe que sobrepasa "el culto al poder humano colectivo". Para Tillich, la verdadera religión es aquella que expresa "el sentido último de la existencia del hombre". Para Macquarrie, la verdadera religión es "el conocimiento de Dios y de la gracia del santo Ser", en contraposición al "materialismo" y al "positivismo". En cada caso, la verdadera religión se define sin referencia alguna a Jesucristo. Tillich y Macquarrie tienen intereses ontológicos que hacen muy fácil que absoluticen el "Ser" o el "fundamento del Ser" y que conecten la verdadera religión con tal realidad. Toynbee parece querer que una cultura mundial emergente, presumiblemente una cultura única, forme alianzas religiosas lo suficientemente fuertes como para resistirse al totalitarismo o a otros colectivismos. Aunque cada uno de los tres autores niegue específicamente que el sincretismo sea la meta propuesta, Toynbee propone la búsqueda de un "terreno común" de entre todas las religiones, Tillich ruega al cristianismo que supere su "propio particularismo" y que los cristianos reconozcan la "presencia espiritual" vigente en las otras religiones, y Macquarrie enseña que "en toda religión hay alguna medida de auténtico conocimiento de Dios, de auténtica revelación y de auténtica gracia".
(neohenoteísmo) (John Macquarrie)
Tillich hizo un llamamiento al "mutuo juicio" de las religiones que abriera el paso "a una evaluación justa de las religiones con las cuales se tenga contacto". Estaba de acuerdo con la tendencia de no tratar de convertir a los judíos al cristianismo y expresó el deseo de que esta actitud se extendiese a los musulmanes. Tillich instó a que el diálogo tomara el lugar de la conversión en la relación del cristianismo con las religiones no cristianas. El cristianismo debe superar "su propio particularismo" y "penetrar" en su propia profundidad de manera que pierda su propia "importancia" a medida que los cristianos reciban la libertad de ver la presencia de Dios "en otras expresiones del sentido último de la existencia humana".
C. DIALOGO ENTRE LAS RELIGIONES
El diálogo formal entre líderes de las principales religiones mundiales es un fenómeno del siglo XX. Entre los factores que posiblemente hayan con¬ tribuido al surgimiento de este diálogo podemos mencionar el Parlamento Mundial de las Religiones, en Chicago (1893); el informe de los laicos protestantes norteamericanos en 1932, titulado Reconsiderando las misiones; el resurgimiento del budismo; y la inmigración creciente de fieles de religiones no cristianas y no judías a las naciones occidentales. Para los católicoromanos, el diálogo entre las religiones comenzó a partir de la adopción por el Concilio Vaticano II del decreto Nostra Aetate, que versaba sobre las religiones no cristianas y se lleva a cabo bajo el Secretariado para Religiones No Cristianas. A nivel protestante, este diálogo se ha llevado principal pero no exclusivamente a cabo a través del Consejo Mundial de Iglesias. 39
2. Tendencias actuales del diálogo entre las religiones
b. Según la segunda tendencia, la participación en el diálogo se realiza a partir de la "humanidad compartida" pero no sobre la base de una religiosidad compartida". El diálogo no tiene que ocurrir necesariamente entre tradiciones religiosas completas, y, en el caso de los cristianos, debe basarse sobre el carácter absoluto de la persona de Jesucristo. La segunda tendencia es la postura oficial del Consejo Mundial de Iglesias, aunque existen puntos de vista divergentes dentro del Consejo.
Según la primera tendencia, los participantes en el diálogo deben estar totalmente abiertos a las creencias o las percepciones de los otros participantes, dispuestos a reconocer la verdad en las religiones de los otros, preparados para ceder el carácter absoluto de la fe en Jesucristo, rayando en un nuevo sincretismo o en el intento de desarrollar una "teología mundial". Entre los estudiosos de las religiones comparadas que abogan por y participan de esta tendencia podemos mencionar a Wilfred Cantwell Smith (1916 , protestante, EE. UU. de A.), John Harwood Hick (1922 , protestante, Gran Bretaña) y Paul Knitter (1939 , católicoromano, EE. UU. de A.)
Con respecto al diálogo entre las religiones, debemos identificar y evaluar dos tendencias fundamentalmente diferentes.
La primera tendencia plantea serios problemas para la integridad de la fe y enseñanza cristianas. Es especialmente problemático en lo que a la doctrina de la persona y la obra de Jesús se refiere. También plantea problemas para el papel misionero de los cristianos actuales si el diálogo ha de reemplazar el testimonio a los fieles de otras religiones y para el reconocimiento futuro del carácter único de la revelación/salvación de Dios en Jesucristo, si es que en un futuro ha de prevalecer un relativismo interreligioso. La segunda tendencia no parece amenazar tanto la integridad de la fe y de la enseñanza cristianas, pero todavía no está totalmente claro cómo ha de relacionarse esta tendencia con el testimonio cristiano y con la actividad misionera.
1. El surgimiento y crecimiento del diálogo entre las religiones
Aunque todavía no hemos tratado en detalle la doctrina de la revelación especial, es necesario que toquemos el tema si queremos completar nuestro análisis de la revelación, la religión y las A.religiones.Elcristianismo, comenzando con los apóstoles, ha afirmado que la revelación divina ha ocurrido de manera singular y suprema en Jesús de Nazaret, como Mesías, Hijo de Dios y Señor, y que esta revelación tiene un cierto carácter salvífico exclusivo. "A Dios nadie le ha visto jamás; el Dios único que está en el seno del Padre, él le ha. dado a conocer" (Juan 1:18). "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:16). "El que me ha visto, ha visto al Padre" (Juan 14:9c). "El es la piedra rechaza¬ da por vosotros los edificadores, la cual ha llegado a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los
A partir de 1961, Karl Rahner, un teólogo católicorromano, abrazó el concepto del "cristiano anónimo". Según esta idea, aquellas personas que han sido adherentes de las religiones no cristianas pueden haber "recibido la gracia de Cristo afuera de la iglesia (cristiana)" "sin saberlo". Las religiones no cristianas pueden ayudar a que esas personas reciban la gracia, pero después que los pueblos reciben el cristianismo, sus tradiciones no cristianas han sido "en principio superadas".
b. Las religiones no cristianas como portadoras de la salvación divina para sus adherentes
3. El diálogo entre las religiones y la salvación en y por medio de las * religiones no cristianas "Cristianos anónimos"
Hans Küng ha enseñado específicamente que cada una de las grandes religiones puede ser portadora o vehículo de la salvación divina, aunque con¬ tenga importantes errores. La Iglesia Cristiana es "el camino extraordinario de salvación" y las grandes religiones son "el camino 'ordinario de salvación para la humanidad no cristiana". De hecho. cada persona debe encontrar su salvación dentro de su propia condición histórica. La expresión "dentro de su propia condición histórica" significa aquí:, Dentro de su medio individual y social, del cual no puede simplemente es¬ caparse y, finalmente, dentro de la religión que le es impuesta por la sociedad... El hombre debe encontrar la salvación dentro de la religión que tiene a su disposición en su situación histórica. Por lo tanto, es su derecho y su deber buscar a Dios dentro de esa religión, en la cual el Dios oculto ya lo ha encontrado. Esto es así hasta que sea confrontado existencialmente con la revelación en Jesucristo.
Cada religión mundial está bajo la gracia de Dios y puede ser un camino a la salvación, ya sea primitiva o muy evolucionada, mitológica o iluminada, mística o racional, teísta o no teísta, una religión verdadera o una cuasi religión. Toda religión puede en principio ser un camino a la salvación y esperamos que todas lo sean.
LA DOCTRINA CRISTIANA DE LA REVELACION ESPECIAL EN RELACION CON LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS Y SUS ADHERENTES
Las enseñanzas soteriológicas ya comunes en el diálogo entre las religiones que mantienen numerosos católicorromanos y protestantes de orientación ecuménica son contrarias a las enseñanzas soteriológicas propuestas por los evangélicos conservadores en el pasado y en el presente. La situación actual hace que pese más sobre los evangélicos conservadores la responsa¬ bilidad de mantener una cristología elevada y basada en Cristo, articulando claramente su postura frente a las religiones no cristianas.
E. La proclamación del evangelio a toda persona, y a todos los pueblos, y todas las naciones sigue siendo tarea de los cristianos y de la iglesia cristiana en el período entre el primer y el segundo advenimientos de Jesucristo (Mat. 23:14):
hombres, en que podamos ser salvos" (Hech. 4:11,12). Por cierto, Justino Mártir, Ulrico Zwinglio y otros enseñaron que ciertos filósofos y sabios griegos encontraron la salvación. Pero la doctrina cristiana ha enfatizado que la salvación de Dios es por medio de Jesucristo.
C. Las épocas de avance del cristianismo, desde la época preconstantiniana hasta la época moderna, han estado marcadas por la convicción de que la revelación de Dios en Cristo es única y suficiente. La expansión no ha coincidido con tendencias sincretistas, con la búsqueda de un denominador común entre las religiones o con la idea de que otras religiones son verdaderas portadoras de salvación. El caballito de batalla del mensaje cristiano ha sido el carácter único y suficiente de Jesucristo. ¿Podemos renunciar a creer en el carácter único de la revelación cristiana sin distorsionar la enseñanza y la práctica cristianas y sin perjudicar la práctica misionera de las iglesias? ¿No será que debemos considerar al sincretismo y/o al relativismo como un "caballo de Troya"?
James Leo Garret, Teología Sistemática
D. ¿No es posible y factible que tome vigencia un modus vivendi entre los ^cristianos y los fieles de las religiones no cristianas que incluya la cooperación en proyectos humanitarios e intentos de consolidar la paz mundial, pero sin que los cristianos renuncien al carácter único e indispensable de la revelación y la redención en Jesucristo?
La muerte y resurrección de Jesús constituyen un hecho que toma secundaria aun la existencia futura de la civilización humana. La convicción cristiana es que ese hecho debe ser anunciado a todo el mundo como el secreto de la re¬ conciliación, en primer lugar entre el hombre y su Hacedor, y en segundo lugar entre el hombre y su prójimo.
B. Esta afirmación cristiana no debe ser una manifestación de logros humanos y por consiguiente, tampoco un ejemplo de orgullo humano o de estrechez, sino que apunta a la glorificación de Dios en Jesucristo. Por decir¬ lo en las palabras de J. E. Lesslie Newbigin (1909 ): Puesto que tenemos un mensaje de juicio y de grada para toda ia humanidad, un mensaje que viene de más allá de la muerte, podemos y debemos ir a todos los hombres, incluyendo aquellos cuyas actitudes éticas superan las nuestras, contándoles del evangelio. "*