MÁS ALLÁ DEL DIBUJO DE
JORGE CHALCO J O S É C A R L O S A R I A S Á LVA R E Z
En el Musée D¨Orsay / Herve - Paris 2016 Touluse-Lautrec, La danse au Moulin Rouge
Para Pedrito Issac y Jorgito Matias mis adorables nietos
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CRÉDITOS
MÁS ALLÁ DEL DIBUJO DE
JORGE CHALCO
PRIMERA EDICIÓN, Agosto 2018 500 ejemplares COORDINACIÓN GENERAL Berenice Chalco FOTOGRAFÍA Archivo Fundación Chalco Manuel Figueroa Anita Lucía Ríos REGISTRO DE DATOS Pablo Chalco DISEÑO Y DIAGRAMCIÓN Juan Diego Esparza IMPRESIÓN Casa de la Cultura. Quito AUTOR Dr. José Carlos Arias Álvarez HISTORIADOR DEL ARTE MIEMBRO NUMERARIO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA 8
MÁS ALLÁ DEL DIBUJO DE
JORGE CHALCO J O S É C A R L O S A R I A S Á LVA R E Z
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AGRADECIMIENTO
Tengo que reconocer que si llego a saber el poco tiempo con el que cuento, no me hubiera comprometido, porque me ha robado horas del sueño. Pero le agradezco a Jorge Chalco que haya pensado en mí, y he tenido la oportunidad de volver a recordar episodios de mi residencia en Cuenca. Gracias a mi familia, Oliva y Diego- José, que siempre me apoyan cuando me embarco en otra aventura de un “hijo escrito. Gracias a la Casa de la Cultura en Quito que respaldan las obras de los artistas que se lo merecen. Gracias 12
INDICE
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PRELIMINAR
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INTERÉS Y FINALIDAD DEL ESTUDIO DE ESTA INVESTIGACIÓN
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1.- Y, LO REAL MARAVILLOSO. 1970 - Caballos - Composiciones
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2.- Y, LO REAL MARAVILLOSO. 1980 - Espantapájaros
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3.- ERÓTICAS. 1980 - Intimismo - Díptico
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4.- SEMIABSTRACTOS. 1990 - Referentes - Sensaciones - Límites
122
5.- CORRUPTOS. 2000 - La Corrupción - Símbolos
138
6.- YASUNÍ. 2010 - Marco territorial
160
7.- MIGRANTES. 2010 - Migración
166
8.- SOBRE EL DESNUDO. 2015 - Signos
186
9.- RETRATOS Y AUTORRETRATO. 2000-2017
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10.- EL ACCIDENTE DE TRÁFICO. 2018
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11.- LA FIESTA 13
PRELIMINAR
En la Historia del Arte, el dibujo se ha constituido como una herramienta fundamental de la construcción de lo real. Es algo así como un paso previo a la ejecución definitiva de una obra de arte, por ello es que, a veces, se ha quedado infravalorado. Sin embargo, pensamos que como parte clave de la producción de las imágenes simbólicas, es clave e insustituible para la construcción de las ideas. Hay artistas que los tienen arrinconados o sencillamente se deshicieron de ellos porque los consideraban borradores o bocetos y nunca los tomaron en cuenta hasta que alguien los llamó la atención. Así ocurrió con los dibujos de Eduardo Kingman Riofrío que tuve la oportunidad de investigar y presentar en una Exposición que titulamos: “La Hora del Ángel” en la P.U.C.E. el año 2014 y que después fue itinerante por algunas otras parte del país. Sin ningún género de dudas, comparten unos conocimientos que de ninguna manera podemos despreciar ya que proporcionan al artista y también al inquieto observador, un potente instrumento de análisis, ideación, representación y comunicación de los distintos momentos del proceso de trabajo. Los dibujos de Jorge Chalco los vamos a ir reinterpretando conforme a la organización que él mismo hizo que es cronológica en sus diferentes ciclos temáticos y a dos ejes transversales que desglosan sus intervenciones dibujísticas: los sistemas de representación y los fundamentos artísticos que sostienen dichas intervenciones. Irán sucediéndose pues, los elementos conceptuales como descripción, representación, configuración, expresión formal, lenguaje compositivo, elementos estructurales, metodología gráfica, estudios volumétricos, configuración simbólica, lenguaje plástico, etc,.. Se trata de valores que van ligados al estudio del dibujo y sus estructuras significativas a través de la obra dibujada del artista Jorge Chalco, con una gran virtud y es que nunca los hizo pensando en que podían tener la función que van a cumplir desde este momento y se reincorporan a su historia artística no como medios, sino como obras con diferentes formulaciones para nuestro disfrute y conocimiento. La insistencia de considerarlos parte de su trayectoria artística y un lenguaje sustantivo en los términos icónicos, representativo y comunicativo apunta hacia la comprensión del dibujo como un lenguaje con su propia sintaxis y su gramática de las formas visuales. De hoy en adelante cuando haga algún dibujo, ya nunca volverá ser su percepción del trabajo con el lápiz la misma. 15
INTERÉS Y FINALIDAD DEL ESTUDIO DE ESTA INVESTIGACIÓN
Pensemos que el dibujo posee diferentes niveles de expresión estética y que está unido íntimamente al lenguaje utilizado y al espacio vs tiempo en que los desarrolla el artista. Por lo que en este sentido, se va a considerar al propio dibujo como hipótesis de interpretación sin pensar en los accesos a otros desarrollos que pudieron estar planificados, tanto espaciales como formales. El interés de esta investigación se centra en “desnudar” una forma de pensar, la del artista Jorge Chalco, analizar su pluralidad y por lo tanto en intentar entender los fundamentos, recorridos, enfoques, comportamientos, ideas y compromisos que ha tenido el dibujo a lo largo de su larga trayectoria profesional de más de 50 años, indudablemente verificando hechos plásticos en los que se funda a través de su trayectoria. Es innegable que acceder a nuevas experiencias tanto conceptuales como estéticas y técnicas en un “momento determinado” de su vida, deja abierta la puerta a otras posiciones en el campo que nos ocupa, aun cuando la asimetría del dibujo como hecho interpretativo de mediación, se ajustará a los conceptos que utilicemos, ante ello se hará un recorrido por todos ellos sin menospreciar algunos que pueden parecer únicamente líneas inconclusas o vacilantes, pero sin trazos de la realidad. Esta propuesta de acercamiento a sus obras dejan atrás otros protagonismos más inmovilistas, por lo que las nuestras reflexiones e intuiciones servirán a nuevos compromisos estéticos de apreciación de una obra de arte. Pesa mucho la tradición, pero el desafío sobre todo es entender al dibujo como un elemento esencial del pensamiento, en este caso del artista Jorge Chalco. Indudablemente la justificación de éste trabajo se centra en abordarlo con la mayor honestidad posible, creemos que desde un ángulo no tocado hasta el momento, donde 17
Caballito de mis sueĂąos . lĂĄpiz de color sobre papel . 21 x 29,7 cm . 1958
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el rigor del análisis se mantenga hasta el final del trabajo, también estimamos que acceder desde otra mirada a la problemática del dibujo es enormemente enriquecedor. Atravesemos ese muro que existe entre las idea de lo que uno siente y lo que uno hace, aunque el artista nunca lo hiciera para que otro lo analizara. Será sorprendente. .- Tendría unos ocho años -me dice Jorge-, cuando hice este dibujo que es el que conservo de cuando era niño… Entendiendo que los dibujos de los niños representan sus emociones, observamos que Jorge se siente Rey de su propia vida y camina desde un asiento de un caballo enjaezado con el lomo muy prolongado, y que a pesar de las espuelas, está quieto porque controla situación, como si jinete y caballo se conocieran. Los pajarillos adornan la escena creando un ambiente de naturaleza y, el piso es verde en relación con la propia naturaleza a la que representa, ligeramente cóncavo. El caballo en los cuartos delanteros está en actitud de “paso”, mientras las patas de atrás quietas. La presión del lápiz parece ser firme y la continuidad del dibujo nos habla de precisión y seguridad. Existe una adaptación al espacio y el caballo se frena en contra del sentido lógico y natural de la lectura del observador, de izquierda a derecha. No se siente la improvisación y hay sentido del orden, control, tampoco se echa de menos ningún elemento y existen hasta sombreados que nos hablan de un sentido del volumen. El dibujo es dominante en relación a la hoja donde se realizó, hay jerarquía, aunque el lomo como comentamos se siente algo desproporcionado para encontrar en asiento que parece un poco bajo en relación al lomo del équido. Los colores bien manejados, amarillo, rojo y verde, en consonancia con la corona, son claros y adecuados.
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Y LO REAL MARAVILLOSO 1970
Los dibujos de Jorge Chalco son gestos expresivos que perviven en la memoria de quien nunca los hizo para exponerlos.
En el entorno de los artistas que conozco en este país desde hace más de 20 años, Jorge Chalco es uno de los que más se ha autorretratado. Sin narcisismos, como forma crítica de análisis de su personalidad. Interesante nos resulta conocer como se “siente” él-.-mismo. Aquí tenemos tres autorretratos de la década de los años 70, en relación a su Serie “De lo Real Maravilloso”. Revelan no solo su identidad de género o sus habilidades dibujísticas, sino los valores culturales y capta su esencia, su “aire”, su personalidad. El de la derecha del lector, tiene uno de los fondos habituales del mundo simbólico de Chalco, como fondo imaginario a su propia percepción, el “yo y mis circunstancias” de Ortega y Gasset. Con barba y sin ella, el volumen se adquiere con el sombreado del cuello, a veces ligeramente ladeado con un sutil escorzo. El autoretrato de la izquierda es frontal, mientras los otros dos ejecutados con el giro. No sonríe, no son retratos para la cámara de fotografías, ni dibujos para un observador previsto, son captaciones de gestos de la personalidad. El del centro está mejor elaborado, más sombreado, no solo por la barba sino en el cabello y el cuello que es de “tallo”, alto y delgado. Los rasgos faciales están logrados y el “cuello de jirafa” en el del centro genera “movimiento en potencia”, como peana que permite moverse, aunque no lo necesite. Los rulos del cabello como hilos de alambre que dan gracilidad. Hay seguridad, no necesita borrador. No se busca ninguna autocomplacencia, sino expresar los sentimientos interiores reconvertidos en formas plásticas.
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En este Autorretrato se nos aparece un Jorge Chalco que nos demuestra que la naturaleza de la tensión entre el artista y su obra, es afectado por la distancia física y mental necesarias que toman a la hora de analizarse. Nos está diciendo que necesitamos separarnos de nosotros mismos, para reconocernos. El artista aparece sentado y desgarbado, en camiseta, con el tarro de pintura y los pinceles en el piso, y mirando fijamente hacia la obra de arte para interpretarla. Autorretrata una actitud. Para el artista es muy importante el contenido en su formulación plástica que se muestra mediante actitudes.
Los brazos de Berenice abrigan a Pablito con los ojos grandes y mirándonos de frente, profundamente acentuados como la parte nuclear de los retratos, mientras que la niña tiernamente controla la responsabilidad de abrazarle y servirle de asiento. El dibujo tiene una fuerte carga afectiva, a la vez que plástica. 22
Las bandas de pueblo es donde mejor podemos conocer y reconocer el aporte de Jorge Chalco a nivel artístico popular, algo que ha sido una constante durante toda su trayectoria artística. Como capacidad de captar los diferentes elementos tradicionales de la fiesta. Sabiendo que en la fiesta se unen y confunden la música, los juegos, lo religioso representado a través de la espadaña acampanada, el baile y la comida seguramente reservada para más tarde. La obra es captada como un tríptico que nos narra a los niños jugando con los globos de papel que fluyen por los cielos mostrando la algarabía del espacio, la propia banda de pueblo con los instrumentos musicales delante de la espadaña del Monasterio de las Conceptas de Cuenca con sus hornacinas llenas de campanas para los repiques y, finalmente, la baca loca que enviste ante la burla de niños y jóvenes que desafían al animal imitando sus cuernos. En la parte de atrás y como fondo, los perfiles de las arquitecturas amalgamadas en la construcción real e imaginaria de una Ciudad “viva” que “vive”. Existe la ley de “adaptación al marco” y un buen trabajo de equilibrios con los personajes, de hecho no importa que alguno de ellos s encuentre entre dos lienzos. 23
CABALLOS Otro de los elementos simbólicos que más aparece en la obra de Jorge Chalco, y que ya habíamos visto en su dibujo inicial son los caballos.
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.- el caballo reyecito que está haciendo equilibrio sobre un vástago de madera donde lleva algunas casitas colgadas, la silla tienen carácter oriental con galones bordados, la cabeza del caballo picassiana y encima de la misma una especie de calavera que mira al cielo, en los cuartos traseros lleva graciosas botas y herraduras en los cuartos delanteros que hábilmente contrabalancea. El búho es el vigilante del fiel de la balanza sobre la coordenada de ambos palos que se unen desigualmente y mantienen la estabilidad por el contrapeso de los elementos colgados.
.- el caballo del Circo, que parece relinchar, con los cuartos potentes y sobrados, parecen simular patas ortopĂŠdicas, el personaje salta encima del caballo con el lomo muy plano del asiento. .- el caballo del Circo, que en esta oportunidad se ha reconvertido en globo aerostĂĄtico y vuela hacia el sol, es mĂĄs bien un volumen ovalado que permite a los demĂĄs protagonistas fluir en el espacio. .- el caballo que nos mira con cuartos potentes mientras camina, pero sobre todo es asiento de un personaje alado que piensa.
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.- el caballo con el jinete en apuros, con las patas muy estilizadas y en un paso apurado, lleva la baca loca para la algarabía y parece agitar al équido para llegar a tiempo. .- el caballito de madera. Realizado en noviembre del año 1982, con el título de “muchacho, caballo y globo”, el muchacho con el monopatín paralelo al équido que va como tranvía. .- el caballo fiestero que parece conocer muy bien su dedicación, con la lengua fuera y cuartos estilizados, sudando del peso del ave que porta y mirando al observador.
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.- el caballo músico con el “paso” de desfile, portando la guitarra y la trompa, la cola agitada por el “paso que marca”. .- el caballo con la crin arborescente, plana y la mujer desnuda de manera frontal casi en exhibición, los cuartos estilizados pero bien partidos por los huesos, los espolones pronunciados, las coronas y los cascos potentes. 27
.- el Jinete Negro del aĂąo 1983, trata de un dibujo de caballo al galope, las rodillas saltando, con el jinete sobre la grupa, una imagen fantasmagĂłrica y un piso reflejado donde lo mĂĄs llamativo es este jinete indefinido como fantasma. 28
.- El Pase del Niño viajero de una gran solemnidad, es una celebración religiosa católica que se celebra el día 24 de diciembre en Cuenca, con una gran procesión en la que desfilan caballos adornados de los indígenas con comida para la fiesta, desde la Iglesia del Corazón de Jesús al Monasterio del Carmen de la Asunción. En los dibujos de Jorge Chalco, los elementos son los tradicionales, hay un gran naturalismo en el segundo dibujo, las sombras ofrecen el volumen necesario y los detalles pormenorizados se amalgaman, la cola del caballo es un ejemplo de todo ello. El niño fajado representa la permanencia de una tradición muy esperada y celebrada cada año.
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.- Mi caballito preferido con el niño bien agarrado al cuello del caballo y botas en los cuartos delanteros. Escena tierna y simpática, como animal que no frena nuestros sueños.
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.- el caballito “un instante en el parque” con aros en el cuello como si fuera una espiral elástica y la mujer desnuda haciendo equilibrio. Debajo de la cola el caballo agita su incomodidad.
.- viajera es una interpretación con la mujer que cabalga desnuda, y el caballo solo con el contorno sin un fondo que contraste, la parte más definida es la cabeza con el belfo y la boca abiertas. Tal vez, lo que falta lo tenemos que completar los observadores… .- y/o realmente, parece ser un globo-caballo que fluye por los cielos de la imaginación.
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.- El carboncillo Yo amo mi caballo es un estudio de Chalco de octubre del año 1992. El protagonista encapsulado representa la barrera del locus del ser, porque la cabeza es la que maneja la percepción del individuo. El équido sumiso, geometrizado y rígido, dentro de un óvalo en el que solo puede mirar arriba ante las bridas del conductor. La inscripción de Yo, un corazón y mi caballo, la vela encendida santifica el mensaje. 32
.- estos caballos que vienen a continuación se titulan “Madre naturaleza” y representan precisamente caballos que portan sobre sus lomos a una mujer desnuda tumbada junto a productos de la naturaleza –hojas- sobre un fondo de pequeñas montañas que le dan perspectiva al animal en el piso. La cola sobre los cuartos traseros con un tupé revuelto y encolerizado. El primer dibujo como boceto lineal, mientras el segundo con el carboncillo plenamente definido. El cóndor como espectador identitario de lujo en la escena.
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En los caballos hay preocupación por las relaciones humanas pero también son metáforas de esperanzas y el caballo como elemento plástico colabora a buscar la tensión necesaria para lograr revindicar los mensajes. 34
En el año 1977, dibuja este limosnero que seguramente es una imagen que le quedó en la retina de un hecho real, mira de frente, en la izquierda con el platillo de la limosna y en la derecha con la mano acostumbrada a estar abierta en señal de petición. No se culminan los pies y el rostro, solo esta insinuado con los elementos imprescindibles para trasmitir la actitud de una realidad triste: la indigencia. Las líneas son trazos gruesos y los elementos de la chaqueta bien simplificados, un poco emborronada la parte derecha del personaje. El tema de la soledad como fuerza destructiva social. El observador tiene que saber descubrir lo que hay de sagrado también en los indigentes.
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COMPOSICIONES
Los estudios son imprescindibles para avanzar hacia la realidad. Y, dentro de la obra dibujística de Jorge Chalco hay también una serie de dibujos que conforman los estudios de sus obras. En este caso son 9 dibujos que no son apuntes rápidos para captar y recordar las características principales de algunas imágenes. Son más bien Bocetos que ayudan a los encuadres, las composiciones y a registrar los diferentes elementos, manteniendo un encaje las líneas y otros elementos que definen los principios del movimiento, se ensamblan con trazos valorativos que ya son definitivos, se utilizan los sombreados, perfectamente secuenciados. Una cualidad interesante es que valora los claroscuros y los dintornos con líneas tramadas para ejecutar los volúmenes. Unir las partes en un “todo” es el desafío.
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En esta otra composición de 10 dibujos, comprobamos que en cuanto a la percepción de la forma hay dos leyes que domina el artista Jorge Chalco: la una es la nitidez de las estructuras que son nítidas por sus propias propiedades geométricas, si bien prolonga en algunas oportunidades los lomos de los caballos o las extremidades del équido buscando la alianza de los equilibrios y la estabilidad de los personajes que se asientan sobre sus sueños. En segundo lugar, cumple con los efectos colaterales plásticos, suelen ser habituales en los dibujos de este artista, personajes o elementos que fluyen como inacabados hacia el cielo de aquellos sueños, pero la sensación visual es de un “continuum”, y del control sobre los elementos inacabados. Conoce que la experiencia directa rellena lo que va más allá de la percepción, de una mirada escrutadora. El cerebro derecho completa las reducciones. Su estética de la fealdad está a medio camino entre lo expresivo y el símbolo.
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En sentido del análisis de esta Vaca Loca, podemos decir que el grafito cumple con los cinco elementos de la percepción artística: a)
Los bordes y límites de los personajes están perfectamente controlados.
b)
La percepción del espacio bien resuelta..
c)
Las relaciones entre los personajes salvados con la vaca loca motivo central, el joven provocador, los músicos y los globos.
d)
El escenario entre las luces y las sombras, equilibrado.
e)
Existe un sentido de la totalidad en la que cada elemento encaja. Nada sobra.
Estas cinco cualidades interactúan en la obra de Jorge Chalco, y particularmente en este dibujo que expresa la percepción escrupulosa del que conoce muy bien su oficio y bocetea construyendo ideas que desde su cabeza van a las manos y de las manos. 40
Acabamos en el “bosque de los sueños de Jorge Chalco” con una obra titulada “Caballo y Cuco en el bosque” que parece una reinterpretación del Caperucita Roja en versión Chalquista, donde trabaja tres aspectos dibujísticos muy interesantes: el primero, es la agrupación y selección de los diferentes elementos que se esconden como al escondite detrás de los troncos de los árboles que dominan la escena. El segundo, el entrelazamiento de estos elementos en los que son cómplices con las insinuaciones, con los universos ocultos y finalmente el equilibrio de los pesos y de los valores.
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Y LO REAL MARAVILLOSO 1980
Hay artistas que transforman una simple lĂnea en una obra de arte, y hay otros artistas que transforman una obra de arte en unas pocas lĂneas.
Destacamos otras cualidades interesantes del artista Jorge Chalco en Lo Real y Maravilloso como esta obra del año 1980, en la que se confrontan el personaje del caballo con el de la máscara que se encuentra más cercano al espectador, es como una dualidad de sentimientos: lo real y lo simulado, la persona y la máscara, la fiesta y el trabajo. Mientras los globos fluyen desde los hilos del deseo hacia el cielo imaginario. La línea aparece como la configuradora de las formas, tanto naturales como las creadas por el artista. Hay una sutil tendencia a la simetría. La búsqueda de la expresividad en su sentido más duro y puro. 43
Descubrimos en este dibujo, las posibilidades descriptivas de los elementos que sin responder a la “ley de la gravedad”, fluyen en torno a la Reina del dibujo: un festín de máscaras y personajes ficticios que ascienden y ensalzan las máscaras sobre dos astas como trofeos. La línea del horizonte es alta y esto hace que los personajes suspendidos se adviertan mejor. Entre el expresionismo tradicional y el simbolismo, la obra de Jorge Chalco explicita de forma genial la adecuación entra la forma y el contenido
La Vaca Loca se ha despertado, y baila sobre sí misma como “loca vaca”, en un festín de un dinamismo inigualable, esta personalización expresionista trasmite el sentido de la fiesta como “escape” de los sentimientos que invaden a la propia vaca, las líneas entonces se convierten en temperamentales, emotivas, de un fuerte contenido simbólico. La monocromía acentúa el sentido de los mensajes. 44
Ilusiones Pasajeras es un carboncillo y pastel donde las figuras fluyen creando relaciones diversas entre las diferentes partes del plano, por ejemplo la mujer sosteniendo el parasol y al animalito, mientras el otro personaje se eleva en diagonal como si estuvieran marcando las seis menos cinco del reloj imaginario del deseo. Jorge Chalco parece cuestionarnos con las leyes bรกsicas de la percepciรณn visual al representar a las figuras en diferentes posiciones, jugando con las proporciones y la perspectiva.
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ESPANTAPÁJAROS Habría que buscar el sentido de los espantapájaros en la obra de Jorge Chalco. Seguro que tienen que ver con algo relativo a aislar o ahuyentar cosas que no se quieren. Si son de uno-mismo o de los demás, cada dibujo y cada espectador lo interpretará a su manera.
En este otro espantapájaros del año 1980, los protagonistas afrontados con atisbo de simetría, sostienen un paquete de bolas y exploran las posibilidades expresivas de la textura visual en el espacio. En la obra de Jorge Chalco siempre hay que evaluar tres elementos implícitos: ritmo de la imagen, simetrías y contrastes. El arte, para Jorge Chalco, sin duda que es una experiencia catárquica, un desahogo espiritual donde puedes “volar”. Anida en su obra un fuerte sentido iconográfico. 46
Los espantapájaros pues sirven mucho para esto, están volando y moviéndose los dintornos para manifestarnos que no hay nada inmutable y que lo eterno del ser humano es construirse como persona si quiere dejar de ser espantapájaros de su entorno. Las líneas están plenamente definidas, con asientos espaciales ante la levitación, el tramado interno se trabaja como un elemento generador del volumen y la mancha como elemento configurador de la forma, con valoraciones tonales y escalas de negros y grises que pesan sobre la parte superior del propio dibujo. Lucha por unas identidades que sean el fundamento del arte real a través de sus dibujos.
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El globo se lleva al espantapájaros hacia un cielo infinito, salido de la imaginación del artista, los contrastes son evidentes con la nube, las bolas, etc,..llama nuestra atención que el nombre del globo-ave sea Viva el Santísimo en alusión al sol de los cristianos, la hostia. El gallo de la traición nos anima a descubrir un sello estilístico con el que podemos disfrutar de universos –las necesidades interiores- como a los que nos invita Jorge Chalco. Definitivamente hay un quiebre entre el artista y el mundo exterior convencional. Hay unidad de criterios y unidad plástica.
Este otro espantapájaros en papel es tranquilo, con el parasol y su ofrenda particular a su vocación de intimidante. Hay equilibrio estático y dinámico. Jorge Chalco conoce muy bien el manejo del peso visual en los dibujos. En la obra de este artista hay un programa formal, una manera diferente de mirar, o mejor dicho, de sentir las cosas. La subjetividad de los espantapájaros puede agradar o no, pero hay un sentido de la libertad, la originalidad y del trabajo con las formas. 48
En este Mundo de paz los espantapájaros se confrontan con una cantidad de elementos que fluyen en el espacio, las relaciones entre las figuras, aunadas en la parte inferior, y el fondo donde vagan elementos, claras y evidentes, existe una tensión manejada con la influencia del encuadre sobre la composición. Contrabalanceos bifrontes y una nueva relación de las fuerzas formales. La adecuación de la representación plástica con la realidad queda manifiesta. Sus personajes parecen desafiar la estética natural. 49
Cuando miramos Practicantes, indudablemente tenemos que analizar y evaluar la influencia de los colores en la composiciรณn para evocar emociones y sentimientos representando un simbolismo. En este dibujo pintado, la confrontaciรณn es mรกs desigual jerรกrquicamente en el espacio, lo cual significa cierta inestabilidad. Hay un interior obsesivo hacia el espacio con cromatismos arbitrarios aunque el piso es natural. Existen sensaciones inestables y hasta con cierta dosis de agresividad. 50
Sería de analizar la psicología de las formas en las composiciones de Jorge Chalco, como organizaciones espaciales y estructurales que de forma analítica nos muestran la transformación plástica de los elementos a través por ejemplo de los espantapájaros, que son orgánicos y se interrelacionan perfectamente con otras formas más “reales” como las mujeres que aparecen generalmente desnudas, sin ningún atisbo de pudor. En este dibujo hay un núcleo donde se amalgaman los elementos formando el eje de una hélice donde lo absurdo y burlesco se reconvierten en motivador. Sin importarle mucho las desfiguraciones ni las distorsiones formales de lo que está preparado para tensionarse. Tenemos que atraer todos los fermentos de las reglas estéticas siguiendo el instinto de lo posible.
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ERĂ“TICAS 1980
No existe el desnudo artĂstico, sino artistas que desnudan a sus modelos.
El dibujo del desnudo refleja nuestra fascinación por la representación del cuerpo humano, porque es consecuencia del hecho de que cuando observamos y dibujamos a otra persona, ayudamos a nuestro propio conocimiento y conciencia. Bien mirado, Jorge Chalco nos oculta lo descubierto.
La estructura ósea y muscular queda hilvanada a través de personajes que parecen de plastilina en actitudes, a veces, inverosímiles, como en esta oportunidad, modelados como tentáculos de la subjetividad del artista, así pueden como pulpos tener hasta cuatro pies. El desnudo entendido como provocación de una formulación de sentimientos ocultos a través de formas tortuosas y ambiguas.
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INTIMISMO
En las representaciones de los desnudos, a veces, los personajes parecen cartulinas cortadas que vagan por el espacio investigando sobre la propia expresividad de cada elemento. En naturalismo sin tapujos a merced de un sentimiento casi panteísta con la naturaleza, a la vez que técnicamente está filtrando sus formas y asociando los diferentes elementos en un proceso subjetivo de deformación de las formas. Una realidad plástica fruto de la deformación subjetiva, tanto formal como monocromática.
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Este desnudo del año 1978, combina el tema formal con la “ley de gravedad” y la “ley de adaptación al marco”; junto con la compensación de los pesos visuales. Los personajes de Jorge Chalco no tienen facciones, suelen estar suspendidos hacia la parte superior del dibujo y las figuras vagan por un espacio lleno de entradas y salidas con muchas variantes, sobre un cubo de claridad. Son laberintos subjetivos de las sensaciones con líneas y zonas inacabadas, una cierta distorsión formal. En sus obras, Jorge Chalco tiende a provocar la reorganización espacial y aparecer una densidad de elementos intensa y subjetiva, sin dejar de dar la prioridad que necesita al dibujo como forma de pensamiento. 56
Serie erótica en la que la dirección y la afluencia de las líneas se relaciona con el grado y la ubicación espacial dentro de esos ambientes que son metafísicos con estancias ocupadas por figuras esquemáticas y rostros inexpresivos. Las líneas bien demarcadas y acentuadas por la claridad, sin énfasis ninguno muscular y la interacción se manifiesta sin afectos, sencillamente conviven en un ambiente de densidad elocuente, las manos no tienen dedos, sin borraduras y el sombreado sutil para crear volumen, se concentran los personajes y elementos, como quedó dicho, sobre la parte superior del dibujo. Son dibujos limpios y gestuales. El artista proyecta así, sobre los elementos representados las propiedades subjetivas de su subconsciente.
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DÍPTICO
Díptico de la Serie Erótica trata de un amalgamiento de figuras con estructuras en diferentes posiciones en torno a lo que parece ser una escalera. Los mecanismos de ocultación y la diagonal de la perspectiva le añade inestabilidad. Operan los elementos a través de un juego visual en el que el artista logra evitar que se quiebren las relaciones asociativas entre los personajes invertidos. Sería interesante conocer por donde asumió Chalco el inicio de este dibujo y como trabajó sobre su memoria perceptiva durante el proceso de ejecución. Existe una simbiosis entre la realidad y la visión personal. Sin embargo, no se rompe con la representación, no se llega a la abstracción total que es la formulación plástica del instinto en su estado de licuación artística. 58
Carboncillo de las Señoritas es un dibujo donde destacamos las actitudes cinestésicas de las manos de las mujeres, el espejo que multiplica los efectos visuales. La ubicación en el espacio está bien resuelta, el espejo trabaja la asimetría y los rostros feístas nos transportan a la laterización del dibujo. Esta inestabilidad hace que el equilibrio, la cohesión y la unidad se queden a merced de la interpretación de un observador abrumado por la angustia de unos personajes que procesan la tensión existente entre la deformación y la composición erótica, cierto aire de voyeurismo. Crea una nueva forma de analizar el dibujo, más ligada al instinto que a la racionalidad académica y normativa.
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SEMIABSTRACTOS 1990
No existe el arte semiabstracto, siempre se empieza desde algo si es que se consigue eliminar la realidad. Entonces, aparecerรก otra realidad.
El hombre atacado se mueve entre la figuración y lo abstracto, aunque como indicamos en el titulo siempre partimos de una realidad. En una pelea, el subjetivismo de Jorge Chalco nos permite hablar de un arte entre abstracto y real, donde se funden líneas reconocibles con otros elementos informes y deformes que favorecen las peleas por el movimiento que genera. Nos demuestra que el arte abstracto es siempre una operación estética de aproximaciones, con sus propias leyes internas. Este dibujo resume perfectamente el estado de ánimo de un artista que analiza la vida como lucha. 61
Los migrantes nos ofrecen un paso más allá o más acá, depende como se mire, al interior de la imaginación de Jorge Chalco, para demostrarnos que la mente alcanza su máximo esplendor cuando es capaz de liberarse de los atavismos de la realidad y se hace independiente de los objetos externos que la rodean. Siempre en el arte abstracto hay secuelas de reformismo formal e incluso conceptual. Sin duda que con el paso de los años la obra de Jorge Chalco va perdiendo aspectos temáticos y figurativos para ganar en expresividad hasta llegar a considerar que lo importante son las formas. El dibujo no es más que dibujo y por lo tanto un medio para expresarse.
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REFERENTES
El inventor es un dibujo en el que el artista parece buscar y encontrar una especie de materia prima que cobra vida en el espacio cuando entra en comunicación con las vibraciones del tiempo. Un inventor es también un descubridor como Jorge Chalco de sensaciones donde la abstracción es abierta, con un foco en el centro habitualmente y empujando como fuerza centrífuga, derivando las líneas y manchas hacia fuera, con gran riqueza formal a pesar del monocromatismo. Los dibujos pueden ser incomprensibles como salta a la vista, pero es que el arte no es para comprenderlo, está lleno de posibilidades para que cada uno busque en él lo que necesita.
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Algo similar a La Respiración donde el artista demuestra que el arte entre real y abstracto para él es la rebelión o mejor dicho la liberación no solo del mundo de los objetos, sino de las sensaciones, percepciones e incluso de las fantasías. Es como una ley de desnaturalización de la naturaleza. ¿Quién puede dibujar la respiración? No es el dibujo de Jorge Chalco para disfrutarse tranquilamente sentados en el sofá: exige que el observador salte con él y se cuestione.
Penetrando al Guggenheim el artista encuentra la primera obra de arte en el propio Museo que después esconde otras muchas. El carboncillo genera una serie de planos para mostrar lo que serían las diferentes salas de exposiciones e incluye incluso a un Cristo crucificado colonial que sería más propio de otro Museo más tradicional como el Museo del Prado. Este arte tiene un valor de demostración práctica. Los procesos mismos de esbozar e inventar parecen demostrarlo. Lo enmarca dentro de un marco que sirve de apertura al espacio de descubrimientos del conocimiento. Demuestra que con su lenguaje puede asumir cualquier desafío reinterpretando la propia realidad. El trazo del dibujo es seguro y la estilización formal es evidente. 64
Por lo tanto las acrobacias de los espantapájaros no nos llaman tanto la atención porque se prestan a los mensajes que este artista trata siempre de trasmitir con sus atmósferas flotantes. Lo que de otra forma pudiera parecer feísmo e incluso monstruoso, se guía por si mismo hacia la forma y la expresión, es decir, la evidencia estética de que en el dibujo el sentimiento y la idea como formas de pensamiento son previas al mundo representado. El dibujo como una forma de captar la esencia de la realidad lo que se traduce en una visión panteísta de la naturaleza que plasma a través de los espantapájaros. Estos espantapájaros en el fondo son la expresión de nuestros dramas interiores hechos formas plástica y sujetos de las narraciones.
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Aves domesticadas es una propuesta amalgamada en la que se nota la libertad y la necesidad de continuar indagando plásticamente en torno al eje de una confrontación de aves. La finalidad del arte ni real ni abstracto es más desafiante que nunca, cuestionando sobre los propios límites de la pintura. La parte inferior se encuentra muy saturada de elementos. Es un arte de trazos intencionados casi interminables, si llegar a ser marañas, buen amaestrador de las líneas, hay una actitud caso órfica en algunas de sus propuestas desvelando una gran emotividad. 66
Amaestrador de aves, es un dibujo pintado que se mueve entre la descomposición y las formas naturales simplificadas. Es decir, se restauran y se disuelven los dibujos en su propia historia, cerca de un estado de ánimo. Una abstracción racional, sintética, concentrada en planos coloreados y sin fuertes contrastes, son temas comunes que decodifica para reinterpretarlos con ciertos aires líricos. La búsqueda de cómo reforzar la expresividad cromática a través de la estructuración de los planos.
Armonía de color, se interesa por el color y sus posibilidades compositivas. Impone nuevas formas de analizar la naturaleza, manipula los elementos abstractos de la línea y el color con entera libertad y crea nuevas formas que se corresponden con sutiles estados de ánimo de donde nacen las armonías. Es algo imaginativo que no guarda relación sensible con los objetos y su resurgir ante una atmósfera abstracta, en curiosas combinaciones con las corrientes cromáticas de estelas. La búsqueda de cómo reforzar la expresividad cromática lleva a Jorge Chalco a estructurar los campos de acción dentro de la composición, siempre buscando similares intensidades y timbres.
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El carboncillo de Bodega de una pinacoteca, ejemplifica perfectamente su título, mediante elementos que nos impresionan como que poseyeran las cualidades no tanto de las cosas como impulso, sino de los movimientos que se transforman y conviven ante nuestra mirada expectante. Realmente en la Bodega también aparecen obras de arte importantes para la construcción de nuestros imaginarios. La distribución de los pesos visuales está equilibrada y una composición desjerarquizada. En sus dibujos tienen un papel clave la distribución espacial de los elementos, nunca descompone nada sino distribuye expresivamente de forma libre.
La banda del pueblo del año 1981, un carboncillo realista donde se muestran las dotes de un artista que trabaja bien los claroscuros. Una tribuna de músicos clásicos que en una disposición circular tocan sus propios instrumentos: tambor, flautas, trompa, guitarra, etc,.., un homenaje a la música tradicional lojana. En la parte superior, los globos surcan los cielos de la Ciudad dejando una estela globular blanca. Ocho personajes, un animalito y los tres globos forman la composición en la que se denota un sentido de recobrar las identidades propias. Hay un concepto de geometría latente. 68
Burlado, es un carboncillo que en un principio puede parecer carente de sentido, pero una vez analizado e interpretado configura un “todo”, o mejor dicho, una parte de ese “todo” desde la fragmentación, demostrando que las formas en su devenir pueden ser seductoras y producen la impresión de lo fortutito, por lo tanto las composiciones libres es donde los objetos parecen flotar con la carga de dinamismo y alucinación que suele tratarlas. Algunas formas tienen algo de fantasmal.
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Camas literas del año 1987, muestra a los personajes tumbados unos encima de otros, de forma natural la deformación aparece como resultado de las posiciones desestabilizadas. El dibujo está basado en trazos ligeros, pero profundos y enérgicos. El expresionismo más jocoso y anécdotico también tiene lugar en el trabajo de este artista en búsqueda de un lenguaje subjetivo, duro, directo y hasta motivador. Suele acentuar la parte dramática de los encuentros.
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Caballo Chucaro del año 1994, trabaja con un concepto interesante que es el lugar que ocupan las figuras dentro de la composición, el caballo enseñando los cuartos traseros en primer plano camina hacia el fondo y el jinete haciendo verdaderos malabarismos. Parece congelado en un “instante” del caminar y, el movimiento quedó dibujado. El pedestal ubica al grupo como un conquistador ¡de la imaginación¡
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SENSACIONES
Calentito del año 1988. Al ser un acrílico, la textura es mucho menos pastosa, a pesar de los tonos suaves y delicados. Del año 1988, se nota el carácter enérgico, voluntarioso, activo y decidido de esta forma de pintar. Jorge Chalco reflexiona una vez más sobre los límites de la plasmación del mundo circundante y en esta oportunidad pinta una sensación manteniendo la esencia formal de sus búsquedas. El instinto plástico es mucho más fuerte que el conocimiento en la obra de este artista. 72
Casualidades. Hay una cierta tendencia en este dibujo hacia la geometrización de los diferentes elementos. Afirmación de las líneas para demostrar que nos debemos al espacio y al tiempo, no existen presiones de los diferentes elementos que saben convivir perfectamente entre ellos. A veces, parece que Jorge Chalco nos propone deformar la realidad o caricaturizar la vida trasladando la dinámica social abordada al plano de lo personal. Casualidades de causalidades.
Crucificado. Hay superposición de los trazos, pero no corrige nada, se intenta mostrar que las imprecisiones y las vacilaciones son de los propios personajes que manejan la inestabilidad de otra crucifixión: la claudicación a ser ellos-mismos. Una carta pintada a la necesidad de una nueva objetividad. El realismo mágico ubicado más a la derecha de la nueva objetividad representando una línea más personal y subjetiva. Es muy interesante analizar las asociaciones que se establecen entre los diferentes elementos que se mueven por las composiciones. 73
Cohete a la luna. Un pastel en el que hay una adecuación entre el tema elaborado por las formas y la propia vocación del artista de pintar las sensaciones efímeras, los momentos irrepetibles, los flujos de energía contenidos. La obra a pesar de estos rasgos dinámicos, es calmada e intemporal, serena y evocadora, trasmisora de una quietud que pretende apaciguar los ánimos de nuestro estrés diario y sino…nos vamos a la Luna. Para Jorge Chalco la forma es siempre temporánea, es decir, relativa, ya que no es más que el medio
Diálogo de sordos. Dibujo en el que trabaja la impotencia mostrada como inhabilidad gráfica de unos personajes que deambulan y vagan desde cualquier centro a la nada, representando la búsqueda de la sociedad de nuestro tiempo para mostrar el lado más ambiguo, casi muñecos con una captación del movimiento futurista. La forma es la expresión exterior de un contenido interior. 74
Dos caras. Detrás de una máscara puede haber otra y en este caso la protagonista lo demuestra despejando la primera máscara. Más que dos caras, serían una cara y una máscara, o tal vez dos máscaras ¿Quién sabe? Patética, directa, elocuente. La subjetividad queda enfatizada por la representación realista y morbosa de una mujer que lo único que necesita desnudar es su rostro. Aurea el halo del espacio que el cuerpo ocupa. Su formulación plástica. A base de zonas cromáticas diferenciadas derivan hacia la abstracción.
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Disfrazado. Este carboncillo muestra el disfraz que representa algo recurrente en este artista para sacar lo dionisiaco, lo lúdico, lo oculto que todos seguramente tenemos adormecido. El espacio circular es agobiante, casi claustrofóbico donde las figuras no se saben donde empiezan y donde terminan, sin solidez escultórica, parecen personajes torturados por sus propios disfraces. Hay una especie de rechazo al esteticismo tradicional del arte. Detrás de un disfraz, puede haber otro.
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Dos espantapájaros. Siendo que para nosotros el concepto básico es la conciencia, los espantapájaros están cerca de mostrar la simulación del resguardo por lo prohibido. Cuando son dos, hablan de una intercomunicación dentro de una disonancia cognitiva. Para Jorge Chalco parece que no hay un espacio universal dado a “priori” e inmutable en su estructura, su espacio está formado por espantapájaros y estos son concebidos como cuerpos inconclusos que vagan por el espacio imaginario.
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LÍMITES
El cárcel de zing-zing. El carboncillo del año 1991 nos transporta hacia el tema de los límites físicos. Es algo así lo que hace Jorge Chalco como el médico que nos da un golpe en la rodilla para examinar nuestra reacción y vivacidad, el cuestionamiento de la libertad intenta encontrar los puntos claves del pensamiento y del ser. Este espacio de rejas sin rejas se concreta y se ofrece a la percepción a través de elementos particulares cuyas formas son las deformaciones. No obstante, hay un cierto grado de lirismo en sus composiciones. 78
El cantante. En una peana ensalzado por su talento y con la boca de par en par. La manera del cuerpo que estรก detrรกs en diagonal gira en torno al esclarecimiento de un cuerpo que depende de la palabra y la subordinaciรณn a otros lenguajes. Nos estรก demostrando el valor de las distintas notas del mono-cromismo y de las relaciones que se establecen entre el espacio y las formas. La indagaciรณn crรญtica de Jorge Chalco sobre las formas, deviene en una poderosa fuente de inspiraciรณn.
El espejo. Tira del caballo al que frena para dejar ver-se un espejo que nada tiene que ver. Es la confrontaciรณn entre el dominio de la vida y el no-ser que te devuelve la imagen de lo que se parece. Es un concepto-espantapรกjaros de la duplicidad. La concepciรณn del artista no se limita a captar y ofrecer fielmente la impresiรณn que se genera en el ojo del espectador y en la mente: la impresiรณn que recibimos del jinete y del caballo no se puede separar de la reacciรณn afectiva que nos produce el dibujo.
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El mago. Pastel del año 1980, que representa el cuestionamiento de un sujeto volátil que se debate entre la realidad y la ficción, con colores cálidos y en una maniobra de “cohete”, como agujero negro del pensamiento que absorbe la energía del dibujo. Es el sentimiento humano (con el fundamento ético que le damos) el que da un sentido al espacio natural de la imaginación. Nunca abandona del todo la figuración, aunque como vemos frecuentemente sabe conjugar las formas concretas y fácilmente perceptibles con universos ambiguos llenos de incertidumbres.
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El mago. Carboncillo del año 1998 en el que Jorge Chalco demuestra que los magos nos devuelven los conceptos espantapájaros encuadrados en la insensatez de lo oculto. La naturaleza entonces no es concebida como el reflejo de un Creador en la imagen de lo creado, sino como la atmósfera de la vida, un ambiente que puede ser acogedor u hostil, el mago sabrá… Se permite simplificar los rasgos de las personas humanas. 81
El miauuuu. En la dedicación: Para mi hija Belén, con afecto. Lo dice todo. Onomatopeya del gesto. El verdadero realismo no consiste en copiar, sino en sacar fuera todo lo que tiene dentro, Chalco lo sabe. Concentración en el movimiento, como si viera en los animales otras cosas que solo él sabe.
En apuros. Si bien los espantapájaros están muy cerca de los magos y todos ellos del concepto-espantapájaros, podemos concluir que en apuros, encuentros y desencuentros, festines o fiestas, se adecúan a la tesitura del dibujo Chalquiano donde documenta la despiadada represión de la libertad coartada por los protocolos sociales, por el que dirán. No hay ninguna idealización formal, el plano límite del dibujo está fuera de la hoja de papel que contiene solo una parte de la historia. ¿Como expresa Chalco el apuro? Como transito entre lo que es y lo que pudo ser. 82
El encuentro. Del año 1995, este dibujo representa un despertar hacia la propia conciencia, en todo encuentro hay dos partes y un trasfondo aleccionador que aquí es representado a través del protagonista que se despega y lanza su orgullo al azar de una conquista. Nótese como hay una sutil perspectiva jerárquica y como se enlazan los símbolos, hay una contracción del signo mirado. La vida en blanco y negro atrapada por el apasionamiento de un encuentro ficticio.
Entrada al Museo Geoarges Pompidou. La llegada a los grandes museos de Europa, representan verdaderas aventuras de conocimiento e historia que Chalco la personaliza. La síntesis final solo la podemos “componer” con lo que nos queda después de caminar kilómetros y de mirar apasionadamente lo que seleccionamos. No hay más esquema que la sensación ni más percepción que de ser buscando para encontrar algo que se nos escapa cada vez que nos acercamos a su sombra. En la abstracta dimensión espacio-temporal, las figuras vagan sin cadencias ni sentido. 83
Escultura de mujer y mujer escultural con sus virtudes biológicas que se disparan más allá del deseo y más acá de la realidad. Del año 1995, un rostro como verja y vendada para que el cabello se dispare como torrente de un género sin límites. Parece también un himno a la memoria consoladora de lo efímero. En el espacio todo aparece inmóvil y claro en la geometría de una proporción que se excede y aparece en el ritmo del tiempo. Cerca del sentido órfico de la figura humana.
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Esculturas pintadas que parecen más que una alegoría o un símbolo. Nos muestran que son una reflexión filosófica dibujada. Abstracciones formales que superan la frialdad trascendental que tienen las estatuas terminadas acabadas respecto a la inmediatez de unos bocetos que insinúan las virtudes de las formas que revelan sin desdoblamientos. Construye a base de centrase en demostrar donde se encuentra la fuerza plástica de las composiciones.
Escultura en exhibición
Escultura en madera
Escultura pétrea. Estas esculturas a pesar del soporte en las que están ejecutadas no dejan de ser dibujos que nos muestran impresiones e intuiciones del artista Jorge Chalco en sus visitas a los museos y personalizaciones irreverentes que demuestran que una cosa es lo que veo, y otra bien distinta como lo quiero ver. Los museos se convierten en cementerios de memorias redimidas, sino releemos sus bienes patrimoniales y los recreamos como nuevos lenguajes adaptados a cada época. Nos muestra este artista que los “conceptos” hallan su expresión más justa en la forma plástica en la que son realizados y definiendo su autonomía ideal.
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Jorge Chalco observa en los museos de Europa a sus personajes y con la audaz mirada del artista que mira de modo crítico la realidad, y que deambula por entre las obras, recrea su propia obra, conociendo que la historia es la mejor crítica del arte, por lo tanto la tradición no puede ser sustituida ni reemplazada por lo efímero, el instante y lo simultáneo. Es un proyecto poético con líneas nuevas. De esta manera las esculturas pierden sus cánones y proporciones reales, sacrifican hasta su estatus y su luz, para recrearse como cosas en sí, como tipos icónicos y plásticos nuevos.
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Espantapájaros, en los que es imposible saber donde tienen el rostro o los brazos o el asiento de su “movida” inmovilidad. Provocan la observación de un desorientado espectador en búsqueda del reconocimiento de algo. Jorge Chalco siente la necesidad imperiosa de conjugar la experimentación en el arte con la realidad de las tradiciones y por lo tanto de las identidades de los pueblos, es un compromiso con él-mismo. Eleva un tema ordinario y vulgar, a las alturas de algo privilegiado.
Espantapájaros camina que liberado de su rango de inmovilidad y por lo tanto de su esencia al engaño, convirtiéndose en el verbo porque los verbos siempre expresan la acción, la existencia, el estado y la consecución. El espantapájaros sin dejar de ser sujeto, se ha convertido en el verbo que interactúa. Sueños de un nuevo mundo que no está por crear, sino que ya está creado y “vivo”. El monocromatismo contribuye a crear una atmósfera que, como hemos podido deducir, acentúan la apacible armonía entre la realidad y la realidad dibujada. 87
Espantapájaros maquina. Con los dibujos del Espantapájaros, Jorge Chalco nos introduce en una etología humana, es decir, la resiliencia o capacidad de superar nuestros conflictos, por ello es que los espantapájaros de Jorge Chalco no se están quietos, vuelan, corren, gritan, etc,….se liberan de sus propios atavismos. Expresan la liberación y se regeneran como nuevos personajes de nuestra existencia. Hay también cierta cantidad de misticismo y esteticismo.
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Espantapájaros respirando. ¡Qué bueno que el espantapájaros sea capaz de respirar hasta por las mangas…¡ Es un mundo con los otros, es decir, de nosotros mismos con los “otros”. La única perversión sería la de solo contar con el “yo-mismo”, y ser mi propio espantapájaros. Tal vez todos tenemos un poco de espantapájaros, nos lo demuestra Jorge Chalco. El dibujo coloreado es abierto, plural, expresa densidad y control.
Estudio para espantapájaros. Este Estudio realizado en Miami Florida en el año 1987 rememora seguramente la nostalgia del Pase del Niño, mostrando al caballo con la jinete y el niño con la máscara y el parasol. El caballo conoce su cometido y nos mira con parsimonia y parece que ni la campana de la pata delantera derecha le molesta. Líneas onduladas simulan el piso de una naturaleza sintetizada. El niño fajado tiene una máscara que parece una predestinación.
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Esperando. En los dibujos de Jorge Chalco las formas no dejan de ser formas, pero explora con carboncillo y con un buen puñado de audacia otros universos plásticos. Utiliza la luz con excelente criterio para priorizar narraciones interconectadas a un todo inquietante y nuclear que nos permite vibrar. El que espera, desespera, parece decirnos. Estas esperas son realmente mostrativas y demostrativas de los juegos formales del claroscuro, permitiendo así crear planos con una profundidad increíbles. Jorge Chalco está jugando a se puente entre la “realidad pintada” ,y el espectador en permanente búsqueda de los significados. Es un existencialismo plástico.
Estudio de color. En este Estudio, Jorge Chalco asume la descomposición como si el dibujo fuera un “teatro de desapegos” a la lógica de la composición. Hay colores cálidos y una carga sutil de expresionismo. Las líneas nunca se rompen, existe un gran vigor expresivo y las gamas de colores planos conviven sin ninguna alteración. Se crea, no obstante, una atmósfera agitada de dinamismo y preocupación, que el observador tendrá que saber interpretar. Imprime a sus obras una gran tensión emocional.
Estudio para una escultura. En este Estudio, Jorge Chalco demuestra que es capaz de hacer un lenguaje despojado de significantes y sentidos verbales. La subjetividad nace de las nociones primarias y elementales como la necesidad de ejecutar una escultura, algo tridimensional desde un dibujo que es un plano. Sobre el fondo negro la escultura nos impacta, parece haber una crisis interior de identidad a través de sus dintornos. Se trasmite una inmediatez de algo que tiene que “vivir” de otras maneras con un contenido simbólico y oculto elocuentes. Un fuerte dinamismo se advierte en algunos dibujos que parecen “collages vivientes”. 91
Estudio para San Jorge. El Estudio de San Jorge merece todo nuestro interés por su simpática recreación donde el santo mata del dragón dibujado en negro. A pesar de que la representación es tradicional, se nota la preocupación del artista por el movimiento y por el contenido subjetivo del dibujo balanceando los equilibrios y las armonías del arte “tradicional”. La importancia se concede a la visión, más que a la representación de la realidad. El “congelamiento plástico” del caballo está muy bien logrado y el impuso del santo jinete en el momento oportuno. La lanza vence al enemigo y triunfa el soldado celestial, hay toda una catequesis visual constreñida en la pelea entre las dos fuerzas. 92
Fantasmas en el Museo. Ya hemos entrado a través de los dibujos de Jorge Chalco Que aparezcan los Fantasmas en el Museo nos llama la atención. Nos demuestran la importancia de las formas y los sentimientos del artista. Los fantasmas muestran su fuerza psicológica y el artista la capacidad de yuxtaponer sus cualidades en el interior de un “todo” que no deja de reflejar el simbolismo que va más allá de las simples líneas. El artista logra a través de unas formas de gran dinamismo trasmitir tanto la inestabilidad como el caos en el orden.
Figuras atrayentes. Este dibujo del año 1998, realizado en Nueva York es interesante, hay un nuevo compromiso estético del dibujo como una forma distinta de pensamiento. Es como si quisiera abrir nuevas vertientes al arte a través de nuevas experimentaciones y el artista se sintiera impresionado por la inmediatez de las expresiones, basadas en la dinámica lineal y en el énfasis natural de colores muy reducidos –no hay yuxtaposiciones- casi de contenido simbólico y psicológico. A veces, con tintes surrealistas donde nos convulsiona con sus planteamientos. 93
Figura cúbica. Interesante en esta figura del año 1998, el analizar como influyen desde diferentes puntos de vista tanto plástico como de significación y sus valores esta forma de Jorge Chalco de concebir y tratar la imagen geométrica. El valor icónico se pierde en pos de una representación más cercana al pensamiento desiquilibrándose los valores relativos entre el lenguaje que Jorge Chalco utiliza, y lo referencial. 94
Figura de mujer caliente. Para que el dibujo adquiera un verdadero compromiso estético tenemos que entenderlo bajo el planteamiento de una experiencia interpretativa en la que el artista nos da una “pista” por su título. “Caliente” por el fondo del desnudo donde Jorge Chalco asume el modo de concebir la forma como una sensación visual del color como algo abstracto entrando de lleno en el subjetivismo, por ello hay una clara desnaturalización de la forma liberándose de su función descriptiva y prolongando sus brazos que provocan rasgos de tensión dinámica. Un dibujo que define aquello que es el expresionismo: fuerza plástica al servicio de una forma de mirar y analizar la vida. 95
Figura en penumbra. La penumbra nos puede introducir en una filosofía gestual, instintiva y expresionista que la luz insinúa y favorece en el lenguaje de Jorge Chalco. Se trata de una imagen simbólica y enigmática que nos cuestiona sumiéndonos al interior de una representación con cierto grado de melancolía, su construcción formal está orientada hacia las disonancias del día y la noche. La oscuridad nos sume en la desolación y las incertidumbres.
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Figura de espantapájaros. Los espantapájaros hacen honor a la indeterminación, al azar, a los gestual, a lo matérico y también a lo caligráfico. La escena del dibujo se desarrolla en un espacio indeterminado a través del cual el Estudio tiene el aspecto de una insinuación atormentada, reflejo de la inquietud de la figura en el papel. Algunas de sus propuestas son descarnadas casi antiestéticas.
Figuras de cerámica. La valoración del trazo a color de este dibujo como expresión de la vitalidad de unas figura inertes de cerámica que parecen cobrar nueva vida, con un trazo que parece caligráfico y se convierte al mismo tiempo, en forma y mensaje. Rebeldía, individualidad, estilo propio, volar por encima de los convencionalismos. Una fuerza en la composición emerge dando más intensidad al dibujo y a los colores.
Figura única. Expresión no controlada y revalorización del propio proceso de elaboración de una obra sintética, más importante que el propio resultado, va a ser el contexto en que el dibujo queda inmerso. Es como si apareciera una nueva objetividad basada en la construcción de las imágenes que son únicas. Su virulencia formal enlaza en algunas oportunidades con las reflexiones sobre la condición humana dentro de un pensamiento sobre la cosmovisión andina. 97
Figura visible. Es muy importante la estructura formalista de esta obra del año 1998, una estructura básica de la obra que parece realizada por los niños de 6 o 7 años, donde los sueños se funden entre la realidad y la imaginación. En este dibujo hay asimetría y el concepto de mancha está bien elaborado a través de los dos personajes. Este forma de revelar lo oculto hace subir la tensión del dibujo, a través del dibujo con las pequeñas rayas de color naranja que contrastan.
Figuras separadas. En este dibujo del año 1989, vagan diferentes elementos, y tenemos que pensar que Jorge Chalco define sus propios compromisos a través del dibujo y sus convivencias con la pintura, en el que el mundo privado no queda fuera de juego, aun cuando perfila su propuesta en el terreno estético de lo informal. Cuando las figuras flotan sin asociaciones entre ellas, aparece el descarnamiento. 98
Figuras sonámbulas. Este dibujo de la década de los años 90, muestra la desvinculación icónica que se hace evidente a través de los sueños, y con ello el valor referencial de la investigación que se encuentra entre la realidad y la imaginación. Jorge Chalco no llega a la sensación, se detiene en la sensibilidad, es como un arquitecto que con extrema habilidad lleva al límite de su resistencia una estructura tradicional, logrando que esta alcance límites nuevos. 99
Flauta magiza. Este dibujo del año 1987 coloreado, nos muestra que la desfuncionalización de las formas y del espacio, pueden crear otras funcionalizaciones y que una lectura no es solo única e irreversible ante lo interpretativo y lo desicónico, otorgando a todo ello la independencia creacional. La flauta puede construir una nueva experiencia sin destruirse, es decir, devolverla a una nueva interioridad. La fuerza y la energía plástica y cromática persiste en el aire de la fiesta a la que invita la música.
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Hermanito. Consecuencia directa de esta forma de dibujar de Jorge Chalco es su Contemporaneidad que ocasiona el acceso a múltiples posibilidades en relación a los juegos interpretativos que se establecen, por lo que el dibujo se establece no como un lenguaje cerrado, más bien todo lo contrario, se abre a nuevas expectativas y reflexiones, tamizadas de subjetividad. El espacio de la pintura y del dibujo no es pues la proyección perspéctica del espacio real, pues tiene exactamente la extensión y la profundidad definidas por gamas de colores que las reconvierten en hermanas plásticas.
Furia bruta. Del año 1994, donde Jorge Chalco nos clarifica que el pensamiento y la imaginación ganan la partida a la referencialidad, accediendo a un lenguaje y a los conceptos desde otros ángulos, ello deriva de que la subjetividad entra en escena, dejando de lado otros valores tradicionales. Esta falta de referencialidad hace que queden relegados otros conceptos como los contrastes, la luz, las concreciones formales y dibujar la furia permite esta deconstrucción espacial. Se siente una agresividad desbordante canalizada a través del dibujo.
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Hombre caballo. Janos de las identidades con hombres-caballos donde se fusiona lo humano y lo animal, para que el dibujo adquiera este compromiso estĂŠtico desde un nuevo prisma en el que se perfila el nuevo modo de concebir la forma y el color como algo que ni es abstracto ni deja de serlo. El ideal de Jorge Chalco ya no es una naturaleza o una persona, es la bĂşsqueda del espacio donde hay vibraciones espaciales y las formas que evocan mĂşltiples contenidos. Estos personajes son los protagonistas de una nueva cultura y por lo tanto de un nuevo sistemas de relaciones humanas y animales. 102
La telefonista. Se trata de un dibujo también del año 1998, habla de polifuncionalidad de los protagonistas, en este caso en relación a los medios de comunicación. Más profundamente, se está replanteando el concepto de la integración de las artes que es determinante y aparecen al inicio con el valor del signo y la utilización del color, como expresiones complementarias. Son formas orgánicas muy atrevidas.
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La piedad de Miguel Ángel. Una reinterpretación en la que Jorge Chalco nos muestra que el automatismo gráfico invita al inconsciente en contextos inverosímiles en donde es extrapolada la imagen desde su referencia original, todos podemos recrearnos en los artistas clásicos pero respetando la dignidad de sus creaciones y ofreciendo nuevas versiones que prolonga otra historia que es la historia de las ideas recreadas. Más que una historia, Jorge está recreando una poética en el sentido específico de afrontar insignes nostalgias de la historia del arte, son revocaciones actuales. Hay concomitancias con las obras de la Historia del Arte escritas con mayúsculas.
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Jinete sin caballo, lo cual es una novedad hablando de un artista plástico centrado en el trabajo de los caballos. La figura sumida en indeterminación, donde para mostrar lo gestual no necesita definir las extremidades, expresión de lo matérico y caligráfico. La valoración del trazo como expresión de la vitalidad pura, un trazo que es, al mismo tiempo, caligrafía y forma con un contenido. El artista no es alguien que recibe una pantalla inmóvil y la cubre por intuición, es más bien un ser que tiende a captar la realidad haciéndola suya desde el espacio de la sensación visual, por ello no es raro desmontar a un jinete.
Migrantes en el hospital. Las sangrías de una migración que desarraiga conceptos vitales. Ante ello, nos preguntamos ¿Qué papel le toca vivir al dibujo cuando sabe que va a terminar en en otra migración? Dibujar no es algo estático, sino dinámico y dado que la existencia es un todo, no existe separación entre el artista que mira y el migrante visto. Es interesante analizar el encuadre en el que se ubica Jorge Chalco para elaborar sus dibujos, a veces como en este caso en diagonal privilegiando las perspectiva y creando una atmósfera de control entre los elementos.
Los mariachis. Jorge Chalco es capaz de crear un dibujo de unos mariachis donde aparece lo esencial inseparable de un nuevo juego entre lo expresivo y la imaginación. Los músicos como gestos rápidos, prensiles, resolutivos, en los que atrapa algo de lo real y lo demás nos lo podemos fácilmente imaginar. No es contemplación, es el producto de un ágil mecanismo de captación que tiene su propia estructura, en realidad lo que llamamos espacio real, somos nosotros mismos. Crea sensaciones de fuerza formal. 105
Molde de espantapájaros. El Molde plantea que el dibujo contemporáneo no sólo se define por los conceptos, sino por los procesos, procedimientos y técnicas ante las nuevas demandas estéticas, un hecho potencial autónomo que se entrega en diferentes planos de acción e intervención. En este molde, el espacio está más acá del dibujo, el espacio de la vida se prolonga en tanto en cuanto se expande del dibujo. De igual manera tampoco el gesto que hace el espacio con un molde puede ser ya un gesto deliberado, consciente, histórico, como el que se creaba en el espacio histórico de la pintura clásica que solo puede ser contemplado como algo ejemplar, aquí el observador interactúa.
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Paisaje árido. En este Paisaje árido del año 1997, vemos que la conducta espacial está ligada al espacio vivido que quedará vinculado a la percepción del propio “Yo” con mayúsculas. Puede ser árido, pero hay una experiencia espacial cinestésica. A Jorge Chalco le interesa lo que hay más allá del dibujo, dentro de la sensación, una estructura interna del pensamiento. Hay una estética sincrética que tenemos que relacionar con su iconografía, habitualmente relacionada con elementos volátiles.
Museografía en un Museo Indudablemente en esta trilogía de la Museografía, la crisis de la referencialidad obliga a plantearse la relación entre el espacio y los elementos que lo habitan, para entender que la configuración del espacio es una nueva forma de expresión que activa el pensamiento primero del artista que construye, y más tarde del observador y/o lector que lo cuestiona. El espacio en estos dibujos aunque no sean absolutamente concretos, es decir, existenciales; son sociales, por eso es tan importante la relación entre los contenidos y los continentes. El dibujo nos proporciona una síntesis del movimiento. Este dibujo sirve para potenciar la historia del arte y vislumbrar las relaciones establecidas entre los contenidos y el continente como vehículos integradores de la misma Historia.
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La niña naturaleza con elementos salidos de la tradición bíblica como la serpiente y besando una flor en sintonía con la naturaleza. Jorge Chalco, está instaurando un espacio de la cualidad, espacio no métrico como experiencia plástica, se plantea como objetivo básico de demostración para acceder a nuevos tipos de espacios en los que la representación se concreta dentro de lo vivencial basado en conceptos de actuación y perspectiva psicomotora. La metáfora de la “niña naturaleza” funde en el mismo gesto el simbolismo, el movimiento y el espacio.
Niño bicicleta. Otro Jano con la bicicleta en el cuerpo, para demostrarnos como es el espacio donde nos desenvolvemos en nuestra propuesta plástica, y demostrar igualmente que establecemos la inteligencia espacial a través de la experiencia dibujística. Es decir, hay una construcción consecuencia de un desarrollo que será diferente para cada uno de nosotros, siendo los dibujos los que recojan nuestros reflejos y deseos. Sintetiza el esquema del movimiento en un núcleo plástico, un punto de máxima intensidad del dinamismo espacial, que obliga a la forma a hacer florituras plásticas y rupturas acrobáticas. 108
Partecito de un castillo. En este dibujo del año 1999, vemos y comprobamos que Jorge Chalco utiliza como coordenada del espacio su imaginación y la interioriza como función simbólica, pensemos que estamos preparados para recibir la información de manera tridimensional y gravitacional desde la orientación de nuestro propio cuerpo. Desde aquí, la impresión visual no se limita a ver para reconocer o a entender, es un nuevo modo de percibir la realidad. De alguna manera Jorge Chalco, rompe la ligazón que tantas veces une a la sensación visual con la emoción icónica. 109
Pesadilla. Importante será entender que todos pasamos en determinadas oportunidades de un pensamiento cinestésico a un pensamiento visual, donde la imagen tiene memoria como si fuera una pesadilla permanente. Es decir, el espacio se va organizando desde una representación flotante, a una organización primaria, a partir de una línea base que flota en el espacio. Volvemos a trabajar sobre el espacio cualitativo. El dibujo no es un ensayo ni un pensamiento figurado, es una técnica capaz de mostrar la sensación visual, una forma insustituible de investigar en las estructuras profundas del ser, casi una búsqueda ontológica. 110
Recuerdos. Los recuerdos nos hablan de la búsqueda de la propia experiencia corporal para acceder a un nuevo espacio. El concepto de recordar, así como el de olvidar, tiene que ver con un espacio inestructurado, sin orientación, un espacio para ser atravesado, porque los recuerdos son parte de la conciencia de cada uno de nosotros y quizá olvidar es otra forma de recordar. Las composiciones a parte de tener abundantes elementos no son apretadas y hay espacios vacíos que ayudan a descansar al observador, todo es distendido, ligero, flota. No se buscan los detalles descriptivos, sino crear conciencia.
Recuerdos. Estos Recuerdos a color “refrescan de otra manera”, expresan como se pasa del claroscuro al color, el estudio de las sombras coloreadas o contaminadas por los sujetos y las relaciones entre los colores complementarios es dominante. Trata de encontrar una unidad en el espacio (en tanto que unidad de la conciencia), evidentemente no puede concebir la profundidad como algo fuera de la superficie de un papel, ni la superficie del papel como un plano que intersecciona la profundidad. La profundidad es una y continua, los recuerdos son otros y diferentes.
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Recuerdos de Jerusalén. El cristianismo como un campo de fuerzas simbólicas con mensajes que afirman la fe de sus creyentes. Del año 1997, donde encontramos las tablas de los mandamientos, la palabra Shalom (Paz), y el Menorá que es un candelabro de siete brazos. Es como si la imagen se pudiera suceder en un continuum de planos refringentes y como la luz, que aún, no alcanzando tonos altos, adquiere una increíble intensidad de movimientos.
Reflejos. Carboncillo del año 1993, donde se demuestra que el dibujo también puede ser una consecuencia de las emociones del espíritu, más que una observación de cualquier parte de la naturaleza. En el dibujo de Jorge Chalco, hay una gran neutralidad que cuestiona al observador. Y sin ningún género de dudas, está abordando el problema social de su tiempo. Porque los reflejos tienen un sujeto que permite que se proyecten y esto conlleva a que nos preguntemos por la representación de la naturaleza o de la sociedad o de la vida interior del artista. 112
Reciclador de almas. Jorge Chalco anticipa la concepción del reciclaje como revelación de la relación profunda del ser, de la existencia inconsciente y de otra existencia cuya alma vaga. Es decir, el arte revela más allá de las palabras, los signos de la conciencia. Dibujo del año 1987, donde existe un eje central y después parece que es una luz tenue la que divide, para centrarnos en la conciencia como conciencia del presente. En Jorge Chalco, la imaginación no está en contra de la conciencia de la realidad o más allá de ella, sino que es una extensión que comprende la vida vivida y la vidas deseada y ahí tiene sentido un reciclador de almas. Excelente oficio.
Respiración-aspiración. El valor del dibujo ya no está en la realidad representada en el papel, sino en la propia obra de arte como objeto interpretado que vale por lo que es y no por lo que parece que es. Es nuestra respiración estética, la otra respiración vital. Jorge Chalco no busca en el pasado las razones lógicas de la existencia, sino los motivos profundos del ser presente, si la claridad de la historia es la causa, la vaguedad de los mitos son el motivo y si la causa desencadena un efecto, el motivo se traduce en empuje irracional hacia ninguna parte. Solo necesitamos respirar y aspirar. 113
Respirando. Respiración que en este Carboncillo trabaja con la perspectiva y la profundidad, es un dibujo catalizador de impresiones con la respiración, el sujeto puede asumir en si mismo la realidad subjetivándola o puede proyectarse sobre ella, objetivándose, el encuentro entre el sujeto y el objeto es clave. Tenemos que comprender que las formas como esta masa que espera respiración las que trabajan por la organización del mundo y nosotros podemos participar de esta construcción.
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Rompiendo esquemas. ¡Qué lindo resulta romper los esquemas¡ Pero no romperlos por romperlos, sino por la construcción de algo más evidente, la poética de Jorge Chalco es ambigua pero no por gusto, sino porque no quiere salir de ella sabiendo que la propia condición del hombre es esa la permanente ambigüedad del reloj del péndulo, idealismo realista entre la poética de lo indeterminado y lo feo. Naturalmente el artista se ubica al lado del pueblo, de los espantapájaros, de los campesinos, de los indígenas,…. Dibuja por vocación y reclama por desesperación. El espacio no es profundidad ni pantalla, es un plano que huye, que resbala, que cuestiona, que corre, que tiene luces. 115
Rómulo y Rémulo. Nace el mito, pero no le interesa tanto la descripción de la historia, cuanto la contracción del espacio mitológico. Mediante las búsqueda tenaz de las simplificaciones y de la reelaboración de los temas clásicos reinterpreta con un medio rápido como es el dibujo. La actividad de un artista no es hacer cosas acabadas, sino dejar abiertas realidades, extenderse porque el arte no solo es la representación de la vida, sino una forma más intensa de vivirla, más lúcidamente crítica.
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Sueño de niño. Lo esencial en los sueños no es dibujar abstracto, sino reflejar en el dibujo los signos sustanciales de un universo donde todos soñamos. Especialmente los niños. A veces en sus dibujos construye alegorías que parecen apocalípticas conservando el carácter de visión estática. Y si aparece el tabú de lo sagrado o el “escrúpulo” de lo indebido, que el lector vea lo que hace. En los dibujos de Chalco se captan muy pronto las notas que centran la atención de la propuesta, por ejemplo: los humos. Luego nos damos cuenta de que son como transparencias que dejan en su interior transparentar otros estratos más profundos, por eso pinta con frecuencia los sueños.
Sueño mágico. Todos hemos tenido a veces sueños mágicos como este del año 1985 de Jorge Chalco donde se invierten las formas liberándose de la gravedad y los elementos formativos son reducidos casi a antiformas o mejor dicho a nuevas formas de gran fuerza expresiva. Lo cual nos demuestra que este artista está continuamente experimentando y cuenta con una intuición genial de modelar el espacio desde la imaginación con ritmos dinámicos cósmicos. 117
Terror en Manhatan. El terror también es susceptible de ser dibujado. Del año 1990, donde se esquematiza todo en relación al terror, al sufrimiento, a la soledad, a la muerte, el terrorismo, etc,… La realidad que el arte debe expresar es el espacio pero no como algo absoluto, sino como el lugar de encuentros para la creación artística donde todo se puede expresar sin palabras. Es como una renovación de la experiencia humana que legitima la realidad llevándolo al esperpento.
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Trabajador de espantapájaros. Jorge Chalco a través de los espantapájaros es un expresionista icónico desde el momento en que lucha por la libertad de las formas a través incluso de su negación, evitando la espacialidad pormenorizada y expresando nuevas salidas estéticas. Esta revalorización se conecta con la idea de que ser es hacer, y hacer es crear. La libertad estética es una libertad intersubjetiva que va del hombre al hombre sin pasar por la intermediación del objeto de la naturaleza.
Tótems. Íconos que muestran el significado de la memoria realizada como expresión de las experimentaciones creativas. Lo biomórfico en las columnas y los pilares donde conviven los símbolos que actúan como grafismos de estas interacciones vitales. El trazo como expresión de la propia vitalidad pura, un trazo que al mismo tiempo es forma y mensaje. Podemos decir que los tótems son expresiones plásticas que consisten en dar significados a unas acciones que dejan huella con cualidades caligráficas que desarrollan la libertad expresiva de las cosas, personas y objetos. Jorge Chalco nos determina a través de estos tótems que el movimiento físico y en potencia en un dibujo es el factor de cohesión capaz de fundir al objeto y al espacio, en último lugar, capaz de lograr la unidad de lo real.
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Vuelo magistral. Hay muchos vuelos en la obra de Jorge Chalco reales e imaginarios y de muchas otras maneras. Es como someter a una aventura psíquica las creaciones y los sueños, lo cual supone un lenguaje que afecta no solo a él, sino también a los elementos que cuestiona o implica. Ejercicio de huellas con líneas, y la síntesis plástica de un pensamiento en ebullición. Los sueños pueden terminar en vuelos tan magistrales como el cielo que los contiene. La tendencia a convertir el dibujo en expresión está latente y es un “estado de ánimo”.
Vuelo cósmico. Jorge Chalco no deja de buscar el tema de su creación, es decir, el espacio auténtico de su visión en relación directa entre su forma de dibujar y pintar, y el medio que le rodea, es decir, el entorno, al que todos somos permeables. Es un dibujo comprometido, hondo, renovador y cuestionante. Con valores cósmicos como hemos venido repitiendo por sus contenidos-fuerzas que actúan como estímulos para la conciencia del observador. Algo tiende hacia arriba con ese abanico semántico de las formas y Chalco lo utiliza como la tecla clave del piano para tocar su melodía.
Yo los domestico, pero él… El personaje aislado ya no es el protagonista, sino la misma estructura del plano con el dibujo entre el personaje y el animal. El espectador, en este caso usted o yo lo que podemos es completar los puntos suspensivos del título de la obra. Se unen en este dibujo lo lineal y caligráfico junto a lo pictórico. Hay un impulso gestual que no solo se desprende del rostro del adiestrador, sino de la propia atmósfera del dibujo. El dibujo, a veces, es más rápido que el propio pensamiento. El color centra la mirada y el expresionismo del rostro del personaje es brutal. Nos parece decir que también los colores son formas. El contenido semántico de una forma cambia según el color al que está vinculada (y, recíprocamente).
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CORRUPTOS 2000
Si no se pelea contra la corrupciรณn, se formarรก parte de ella.
LA CORRUPCIÓN La corrupción es caricaturizada por parte de Jorge Chalco, como la expresión de la ambición humana.
El hombre con la espada desnudo como un San Miguel que se tapa los ojos ante la indolencia del trajeado señor que con su propia corbata se quiere suicidar. Ahogado como está por la avaricia de una mano anónima que va llenando la bolsa del deseo. A escondidas, pero todo tarde o temprano, sale a la luz. Llamamos la atención sobre el contraste del hombre de traje oscuro sobre la claridad de la pared y las dos zonas sombreadas. Los pequeños rasgos de deformación expresionista lo que hacen no es caricaturizar la realidad, sino hiperbolizar el significado de una expresión para recargar un mensaje que no necesita de palabras.
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El rostro pensativo del coyote y las manos gigantescas con las monedas de la fortuna amasada que representan lo que Jorge Chalco precisamente denuncia. No tiene escrúpulos y la figura triangular genera dos percepciones evidentes: jerarquía del poder e incertidumbre del destino. Las uñas de su mano izquierda hablan por si solas y la espalda la tiene diluida en un ambiente donde las líneas quedan incompletas, como que el ambiente y la persona son una misma cosa. Los “surcos” del rostro son un mapa de su forma de “actúar”.
En Washington, el capataz con su mirada lo dice todo, es la imagen de la desconfianza y del control, fumando su propia ansiedad y con el cabello recogido sobre la oreja como vigilante de mil batallas. El contrapeso y los contrastes son evidentes. Es una poética en la que lo feo no es más que lo bello que ha entrado en desgracia conservando indicadores de desgracia y de incertidumbres. La condición de la avaricia es la mirada de reojo y la desconfianza, mientras que fuma apuradamente el destino. 124
SÍMBOLOS
El Comecheques son dos piernas que como si estuvieran en una vendimia, pisan al personaje que vomita los cheques como testimonio del dinero. La pierna derecha desnuda del vomita-cheques llama la atención, y también define la ambición del poder que por su propia naturaleza se lo quiere comer todo y es ciego, así que el protagonista abre bien sus ojos. Las composiciones de Jorge Chalco siempre están dotadas de una gran fuerza expresiva derivada de los gestos y sus significados. Podríamos relacionar la fuerza expresiva de la figuración con el dibujo audaz y testimonial. 125
El corrupto que huye como gato disfrazado, pero no irá lejos gateando sobre su propia condición, los lentes para ver por donde gatea, y la boca con pico de sierra que lo delata, solo se reconoce el rostro y la mano derecha en permanente búsqueda. El ambiente vahído y el cuerpo del hombre como la masa de un oso. Existe un doble movimiento: búsqueda y degradación. La técnica dibujística combinada con manchas de cuerpos deformes. Existe un accionar en potencia que tiene como característica más evidente el carácter expresivo del cuerpo humano.
El carboncillo de El farsante representa a dos rostros contrapuestos y dos corbatas simbólicas que no tienen desperdicio a nivel interpretativo. La del fondo como sombra cuadriculada que se insinúa, la más cercana anudada con billetes de cinco dólares, y rostros, es posible que se ahogue a través de la avaricia y de ser un adorno, pase a ser el maniquí su propia asfixia. Los rostros contrapuestos, y perpendiculares. Con fuertes contrastes de claroscuros. 126
El ministro corrupto con la mirada frontal y trajeado de a rayas en blanco y negro, con billetes de diferentes cantidades de dólares (5,50) que le salen de los bolsillos, y sobre todo, una línea roja que como foco junto a la corbata ofrece un eje longitudinal que ensalza el frontalismo de la imagen. Las manos en aspa cruzadas y el rostro insinuando los escasos cabellos y el rostro duro. El contraste entre los colores de los billetes y el resto del personaje, agudizan el sentido visual del mensaje implícito. Jorge Chalco nos demuestra que el arte no es solo disconformidad respecto a un orden social o a un estatus establecido, sino también denuncia social. Para Jorge Chalco la cartulina es la colisión resonante entre dos mundos: el de la lucha con uno-mismo y el de la relación con los demás.
El mundo gira y gira, sobre las aspas de la esvástica como un molino del azar convertida en el aspa de los seis personajes que intentan no despegarse apegados a la ideología, hay en el fondo unas líneas cíclicas que dan sentido al giro y el torbellino hecho hélice por los giros, en el fondo. Jorge Chalco sabe descender a lo profundo de la psiquis en la búsqueda crítico, analítica de la profundidad creativa. No puede ser este dibujo más elocuente en cuanto a la temática que trata. Formas que se expresan en emociones experimentales y en vuelos provocados por el sustento con las ideas.
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Ya hubo un dibujo con este estilo anteriormente, en este caso se titula Émesis que significa precisamente un vómito violento, aquí de la plata. Unos pies pisan con túnica y media luna, se dirían de la Virgen Inmaculada por el simbolismo lunar, al corrupto que vomita los billetes de dólares agachado sobre su propia avaricia. Tiene la inscripción: Washington, 2000. Otro hombre parece colaborar a que vomite su avaricia. El mensaje signo se rebela ante todo orden: no acepta de perspectiva ni de negociaciones, tiene que devolver lo que hurtó. Se crean como tres pisos de masas compositivas, cada una de las cuales equilibra el conjunto con sus respectivos mensajes complementarios.
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Escoria de la sociedad es un dibujo que representa una rata sobre unos billetes a colores y en torre sobre unas manos enlazadas con uñas largas, cada uno de los elementos representa la corrupción simbólica. Los colores de los billetes también contrastan con el resto del dibujo y además conforman lo que sería una máscara que habla de lo oculto y lo que se esconde. Desmitificación de símbolos a través de un gesto. Lo que resulta más interesante es el enfoque no tradicional de las formas y de los temas que utiliza este artista. Lo simbólico creando la pirámide de lo imaginable.
Hombre cargando la bolsa de orgullo es también otra metáfora visual en la que un hombre en actitud de sentado sostiene sobre su cabeza una calavera de cuya concavidad en uno de los ojos sale una serpiente, el fondo es neutro y en contrastes entre el centro del dibujo y la parte superior e inferior del mismo. París, año 2016. Con su mano derecha el hombre señala la cabeza y lo que hay en la parte superior que parece pesarle. Bajo el peso de la máscara o de la calavera, existe una perversión de los instintos, una líbido del poder. A pesar de diferentes elementos simbólicos, su dibujo no tienen contaminaciones visuales ni conceptuales.
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Estudio para San Jorge, es un boceto, y una obra a color en la que se representa al santo a caballo venciendo al demonio. Hay contrastes especialmente entre el santo embistiendo con su lanza al demonio, y este a color que se siente agredido. En el Estudio el santo está más consciente, mientras que en la escena a color parece dormido y que ya se cumplió lo que tenía que pasar. Los colores ofrecen contrastes gracias a los cuales el caballo parece recortado sobre el fondo pintado. El dragón de color negro pero con algunos puntos rojos que parecen focos que llaman nuestra atención. El equilibrio de las tensiones, y de los pesos visuales como vemos en la obra pintada, está muy bien resuelto.
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Marea de lujurias y deseos es un carboncillo sobre cartulina en el que un personaje femenino ambiguo sobre un piso de montaĂąas, emerge como si se tratara de una cama y a su espalda otros brazos y manos mĂĄs contundentes, tal vez de un hombre que se asientan sobre el cabello de la primera. En la parte superior los billetes de dĂłlares a colores. La avidez del poder y de la riqueza hace que se fundan y confundan las relaciones humanas con la naturaleza del deseo. Busca que se fundan los elementos compositivos simbĂłlicos en una masa inalterable.
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Llevando mi cadáver es un dibujo que narra precisamente esto, el traslado de un cadáver que murió en el intento... Hay dos elementos curiosos, por una parte el propio difunto que saca las manos demostrando que le quieren enterrar como muerto estando todavía vivo. En segundo lugar, la persona asustada del primer término que se coge la cabeza con las manos asustado y en diagonal lo cual crea más inestabilidad aún. Un espectador tranquilo con sombrero se ve al fondo creando perspectiva y demostrando los testigos de la escena. 132
Monumento a la corrupción es un dibujo con una calavera alada de cuya dentadura salen unos billetes de 50 dólares a color. Sin más palabras. No requiere de mucha interpretación. La revelación de la muerte ante la avaricia del cielo que me ofreció alas para salir volando. En la forma de morder la calavera los billetes existe ansiedad. Tres elementos simbólicos completamente diferentes conectados por la característica principal del mensaje.
Pongo mis dos manos al fuego es un carboncillo del año 2017, en el que aparecen los dos brazos independientes con las manos en puños de los que salen el fuego. En el centro los billetes de dólares que forman una cruz ( de 5, 10, 20). Lo interesante es un triángulo sin base que emerge entre los dos brazos, y se sobrepone por encima de los billetes tal cual los encuentra demostrando que la pirámide de la avaricia alguna vez se trunca. Una propuesta con el dibujo especialmente formal, por encima de la fragmentación de los elementos.
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Hombre con cabeza de yena, así está escrito por el propio artista. Tenemos el primer boceto, y otro mucho más acabado. Es un personaje agachado que abre las manos buscando algo. La figura humana está geometrizada, ofreciendo solidez, dureza y contundencia, la espalda parecen perfiles de las montañas andinas y las sombras buscan los fuertes contrastes logrando el volumen necesario. Sin duda que el sistema perspectivo además de una representación simbólica del ser humano, es una conjunción de geometría, perspicacia y voluntad. El hombre lleva tonsura, seguramente una crítica solapada a la iglesia Católica. Las líneas del dibujo son sutiles y penetrantes.
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Personajes políticos corruptos que tienen vendados sus rostros, como si fueran prisioneros de una realidad, y detrás de las cárceles de su supuesta inmoralidad. El rostro en diferentes posiciones, pero siempre agobiado por las divisiones de las vendas, con los ojos cerrados seguramente masticando su culpabilidad y encorbatados como signo social de su nivel económico. Los fondos claros porque ya no tienen más sombras que las de sus chaquetas. 135
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Usted ponga el título, claro que cada uno de nosotros podemos poner el título porque la imagen habla por sí sola. Un rostro caricaturizado abre todo lo grande de su boca para “tragar” billetes de dólares a colores. Los dientes de la mandíbula inferior con los dientes triangulares como tiburones del deseo, la superior son más bien cuadrados intentando controlar la dimensión de la apertura bucal. Las manos aparecen por la parte de atrás como herramientas de la corrupción, abiertas y hacia abajo como quien esconde algo. En la frente un ala y el esófago marcando un eje longitudinal y por lo tanto una simetría. Entre querer volar y “masticar” el tamaño de mi hazaña.
Según como piensas llegas hacer se intuye un esófago menudo del que penden los billetes de 5, 20, 50, y 100 dólares, ensamblado con un triángulo abstracto como si el hombre estuviera sentado en el suelo, Las rodillas sobresalen y las piernas que forman una “V” con los pies grandes. Un rayado da la sensación espacial de tridimensionalidad. La fragmentación es elocuente y habla de las partes suprimidas que son transformadas en alegorías de los resultados de la corrupción.
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YASUNĂ? 2010
La naturaleza es sabia, por mucho que nos empeĂąemos en destruirla.
MARCO TERRITORIAL El Parque nacional Yasuní es un parque nacional ecuatoriano que se extiende sobre un área de aprox. 10.200 kilómetros cuadrados en las provincias de Pastaza, y Orellana entre el río Napo y el río Curaray en plena cuenca amazónica a unos 250 kilómetros al sureste de Quito. El Parque, fundamentalmente selvático, fue designado por la Unesco en 1989 como una reserva de la biosfera y es parte del territorio donde se encuentra ubicada la nación huaorani. Dos facciones wao, los tagaeri y taromenane, son grupos en aislamiento voluntario.
En un ambiente de exuberancia demuestra de la misma manera que no solo trabaja con las formas, sino también con la opulencia natural más lírica, demostrando que Ecuador en su “totalidad” es un Parque Nacional del mundo en una unidad del tiempo y del espacio que es el trozo de cartulina de este dibujo, un arte en definitiva, de compromiso con la naturaleza. El estudio de la luz es interesante y de forma insertiva gobierna la sensación de bañar todo el dibujo integrando los diferentes elementos. La atmósfera en la que ubica la escena natural conecta fácilmente con la necesidad de cuidar nuestra “casa grande”.
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Aire. Los cuatro elementos. Desde las garras de un Cóndor se ve un paisaje envidiable con un volcán humeante. Jorge Chalco en el acto de dibujar esta viendo de hecho, lo que es totalmente capaz de imaginar y volcar su experiencia física hacia el plano de ejecución donde el paisaje se presenta incomensurable. Nos demuestra que el arte es la única actividad que recibe su fuerza impulsora de las raíces vitales que tiene la naturaleza.
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Adán y Eva con la serpiente sobre el árbol. Dentro de la tira convencional simula a los dos personajes de pie, todo encaja dentro de una cuadrícula como si fuera un tebeo infantil. Jorge Chalco da a entender que el centro del dibujo y el centro de un cuerpo en movimiento, adquieren un centro gravitatorio común, intuido e incluso sentido por el artista –observador- Los dos centros ocupan un campo de gravedad único, compartido también por el dibujante.
Agua. Los cuatro elementos. El personaje en el centro marcando un eje longitudinal y la naturaleza como orlas de su “gran casa” –naturaleza-, sobre el agua como espejo y trasparentando las rodillas, presenta en sus manos una gasa transparente con elementos de la flora y la fauna. El centro del dibujo, el centro del cuerpo, las manos que sostienen la gasa y la mano que imagina que acaricia la hoja del dibujo, son complementarias. La composición del dibujo y del espacio conforme a un criterio estructural, la estructura ya no como algo fijo, sino como el plano de agregación formal en torno al eje longitudinal de la persona centrada geométricamente. En el dibujo se percibe cierta nostalgia ante la natraleza.
En Día y noche trepan con una exuberante naturaleza en la que conviven animales como los monos, reptiles y/o escorpiones. El dibujo muestra dos cosas: que dibujar es algo siempre indefinido y que aunque el papel tenga límites y bordes, la densidad mantiene al observador dentro de los límites de la conciencia, control sobre el espacio y el tiempo. Pirámide vegetal donde Jorge Chalco nos demuestra que las yuxtaposiciones no son como aparecen, sino como verdaderamente son, capaces de convivir con exuberantes demostraciones de naturalezas complementarias. Una columna vegetal.
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El gran Yasuní como expositor de la naturaleza más exuberante. El impulso descriptivo de Jorge Chalco permite que las figuras estén alrededor del eje en una especie de flotación o en un deslizamiento permanente donde queda el espacio para la luz como generadora de principios vitales. Existe un principio de rotación inconsciente que supone una liberación de las coordenadas que rigen el espacio dibujado. Tiene que ser necesariamente vertical, y las imágenes sucesivas se coordinan en una unidad espacio-temporal que sería algo así como la creencia en una cuarta dimensión. El espacio no solo está fuera o en el entorno, sino dentro del propio dibujo.
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Jorge Chalco adquiere definitivamente conciencia de que trabajar sobre determinados temas de la actualidad no solo es posible, sino conveniente porque el arte está dentro de la cultura, y la cultura dentro de la política que lo mueve –tal vez, también remuevetodo. Esto le permite adecuarse a las diferentes corrientes siempre desde el puesto de vista de los reclamos estéticos e infundir la sensación de una continuidad con ciclos que se van apagando y otros que van surgiendo. Supera cualquier atisbo de provincionalismo que, sin embargo, es su base temática a la que naturalmente no renuncia porque en las tradiciones están las referencias plásticas.
Encuentro cercano con la muerte, es un estudio en forma de Autorretrato de la estación científica del Yasuní del año 2014 con el artista flechado y desnudo por la invasión de territorios, con los animales acechantes y la vegetación densa poseyendo todo. Existen gradaciones de los troncos de los árboles, de las raíces, de las hojas, etc,…Jorge Chalco sabe que no se imita lo que se crea y la naturaleza es gran creadora del universo.
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Estudio para el silencio que habla, la inscripción sigue diciendo: Inhotim, minas Gerais, Brasil, año 2015. Jorge Chalco, tiene claro que el dibujo debe provocar ilusión, reto cognitivo y deseo de conocer, con algún grado de complejidad como el caminar de espaldas. El dibujo, al poseer una realidad iconográfica, se solidifica a través del espacio y si el personaje está de espaldas, la naturaleza se encuentra más al fondo porque asociamos que el personaje camina hacia un lugar más allá, de esta manera el dibujo se constituye en una construcción de ideas supuestamente posibles, sobre el soporte de una superficie plana. Las formas de los elementos son tantas como las sensaciones que podemos tener.
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En la versión más acabada, las expectativas aparecen cumplidas y los detalles terminados. Se “ve”, y “siente” la fuerza de los claroscuros, el dualismo entre la representación y el espacio, antiguos fundamentos del arte tradicional figurativo, no se resuelve con una operación dialéctica, que sigue siendo la introducción de una estructura lógica a priori en el contexto de la realidad del Yasuní. Se resuelve en la realidad física del movimiento en “potencia” del protagonista que se adentra en la Selva. El objeto no crea problema y tampoco está dado, está dada la estructura proporcional del espacio como equilibrio de planos que se personifican en los diferentes planos de una Selva.
El estudio para el arrastre del año 1990, de lápiz, donde se detenta que hay una estética del movimiento en “potencia”, cinetismo incipiente. El dibujo está preparado para ser ejecutado como un signo o grafismo en el que los personajes entre brazos con manos, animales y cuerdas de marionetas, “pelean” por ser ellos mismos. El propio esqueleto que representa la muerte se hace con un espacio empujando al resto de los personajes. Supone, ante todo, una voluntad de expresarse y comunicar a través de las líneas, los porqués de cada trazo…reciben una respuesta acertada por parte del artista Jorge Chalco, ya no por el descubrimiento de una causa exterior al dibujo, sino por el sentimiento de una necesidad interior del propio dibujo. Nos arrastra como observadores a seguir cuestionándonos sobre las formas, que son partes integrantes de los objetos.
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El dibujo es el donde menos distancia hay entre la mano ejecutora que obviamente responde a la cabeza y la imagen del artista que lo piensa y más tarde lo reelabora. También es el medio más asequible para realizar bocetos. La mujer desnuda ante la mirada acechante de la leona y un poco de vegetación como marco referencial de la naturaleza. Hay una estructura proporcional del espacio como equilibrio donde los elementos se ubican, aquí centrado en la mujer desnuda.
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Vivimos una época de complejidades en la que por primera vez en la historia, nos encontramos con que el ciclo de renovación del conocimiento es más corto que el ciclo de la vida de las personas. La lucha entre los dos animales nos demuestra que en la naturaleza también existen los conflictos y la sobrevivencia. Parece estar cerca este dibujo de un “estado de ánimo”, centrando geométricamente la cabeza de los dos animales sobre el punto nuclear de la lectura, una intuición genial. El movimiento “congelado” es un sistema plástico de expresión del dinamismo de la naturaleza.
Si las identidades se configuran a base de fragmentos y emergencias, se requiere no sólo un replanteamiento absoluto del sistema estético, sino apropiarnos de otros saberes y de otras maneras de explorar e interpretar la realidad para distinguirnos de los demás. Universos donde pueden convivir otros mundos. Quizá. Este concepto de la identidad no sea otra cosa que dos o tres cosas que nos diferencian de otros y que unidas nos hacen sentirnos únicos e irrepetibles. El hecho de emplear las líneas curvas coadyuva enormemente a potenciar la sensación de movimiento que emana del dibujo y que viene también acentuado por la biocromía.
Saberes que ayuden a dar sentido a lo emergente y cambiante y a comprendernos a nosotros mismos, y al mundo en el que vivimos, tanto al natural como al social. Estas “ventanas” selváticas nos permiten captar que la unidad de lo real no ha de producirse en el pensamiento, mediante un proceso de razonamiento lógico, sino en las sensaciones y percepciones, dentro del campo emotivo. 147
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En la medida en que la apropiación no es pasiva ni dependiente, sino interactiva y acorde con las experiencias que cada persona, se ha ido experimentando con la misma, adaptándose a sus formas porque el hombre es transparente... tan transparente que se siente capaz de amoldarse y como si formara parte del mismo árbol de la vida se deja impregnar por las hojas que forman parte de su cuerpo, siluetas de contornos en la parte de atrás, más al fondo de un fondo inexistente. La comunicación estética y vital pretende ser una comunicación intersubjetiva. Jorge Chalco lo sabe y conoce que se puede pasar del hombre al hombre sin renunciar a la naturaleza ni esconderse en ella.
“Yo soy naturaleza, lo sois tu también” de la Serie “Amazonas”. Esto supone que frente a la cultura visual no hay receptores ni lectores, sino constructores e intérpretes de nuestros particulares “Yasunís”. La mujer desnuda pero tumbada en esta oportunidad boca abajo y la Selva al fondo, es como si Jorge Chalco tratara de lograr una síntesis entre dos naturalezas íntimas: la humana y la del entorno, reclamando una unidad indestructible que l hombre no puede ni debe alterar. Perfila una convivencia artística donde la categoría de significante no tiene sentido sin el significado y del significado sin el signo, selva semántica.
El dibujo es más de lo que imaginamos. En la noche es una jungla, no es sólo el trabajo a mano alzada, podemos trabajar con imagen digital y tableta gráfica y sigue siendo dibujo. Es una forma de pensamiento. La mujer descansa rodeada de serpientes y en el entorno de una selva que tiene un contenido-fuerza, al que el artista alude en su título bajo el espacio de la noche. Es como si Jorge Chalco, hubiera decidido partir desde el punto cero el problema de la comunicación mediante las imágenes. Nos llevara a un nuevo paraíso y nos dibujara las relaciones empáticas del ser humano con la propia naturaleza. Imágenes lábiles, personas fragmentadas e inconclusas, naturaleza desbordante, en definitiva nos traslada a la conciencia el fenómeno como tal: la preservación del medio.
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Jorge Chalco en la serpiente y el guacamayo, nos aporta una reflexión sobre el “qué y cómo” mirar, para disponer de los medios básicos para buscar otras maneras de “mirar y explicar”. Desde aquí, desarrolla su propio lenguaje gráfico-plástico. Un dibujo no es mare trasmisión de formas, sino una trasmisión de fuerzas: es la existencia del artista la que entra en relación directa con los demás.
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Animales como la serpiente que luchan o conviven como parte de un imaginario que rescata nuestra riqueza natural, buscando una “razón unitaria” en la convivencia entre una serpiente y un cóndor que vuelan en la misma dirección, la capacidad de dibujar el movimiento. Figuras humanas y animales, vegetales, astros y sobre todo construcciones se relacionan entre sí para lograr dibujos donde aflora a través de estos elementos reincidentes un cierto automotismo.
Híbridos como esta tortuga que aúnan la racionalidad estético-expresiva con la racionalidad científico técnica, dando al observador la oportunidad de adquirir un conocimiento emocional y sensorial. El descubrimiento de Jorge Chalco es interesante: el arte no es únicamente una disciplina para reproducir la realidad que aquí sería la tortuga en la Selva, sino en haberlo sustituido por una experiencia estética, es decir, por la forma estética como modelo de existir y de actuar donde pueden convivir personas y animales.
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En la obra de Jorge Chalco no hay nada improvisado, todo parece bien pensado. Juega con la insinuaciones. El titulo delata: Madre naturaleza. Sin ningún género de dudas son dos las madres representadas. Son las imágenes las que podemos componer, descomponer y recomponer, de acuerdo a nexos lógicos e imaginarios, pero tan vitales y sensibles como ligamentos nerviosos de la imaginación. 152
Jorge Chalco, está creando su imaginario natural en torno a la naturaleza a fin de resaltar la emoción que trata de expresar en su dibujo e intensifica el protagonismo del personaje principal centralizado como pulpo quimérico de la selva de nuestros deseos. El objetivo no es representar, sino visualizar y la visualización sigue las leyes de la percepción, de esta manera se pueden representar cosas que no existen en la realidad, perdón, que existen en la realidad de la imaginación del artista, pero carecen de existencia fenoménica.
Algo muy interesante en este dibujo titulado “Oh, naturaleza” es que Jorge Chalco ya indica como hay una parte que va en “blanco nieve”, es decir ya está pensando en una percepción de expresividad cromática. Aparece la mujer emergiendo como selva particular, también cuenta con las medidas de algunos de los elementos del dibujo. Es decir, no solo piensa en líneas, sino también en dimensiones, y por lo tanto en proporciones; además ya está representando las zonas de color de su visibilidad, pensando al dibujo como medio para…comprometiendo al arte en la solución de los problemas particulares y concretos.
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Dibuja la torre Eiffel y la inserta en su particular Yasuní-Chalco con elementos increíbles como las gárgolas sobre el alero de Nôtre-Dame de París. Del año 2016 con personajes deambulando por debajo del arco de la torre, símbolo de esta Ciudad y en su momento del progreso y desarrollo urbano. Corazones flotan y un cuerpo de mujer suspendido en horizontal junto a los árboles que sirven de refugio o se alinean, existiendo un evidente ritmo gráfico. El dibujo, y sobre todo, el recuerdo de este ícono francés no es más que un medio para comunicar el estado no solo de una realidad supuesta en equilibrio, sino de la identidad y de la convivencia existente entre las naturalezas y los íconos. La torre Eiffel como eje longitudinal que casi abraza el cielo.
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Raíces mágicas es el dibujo de un desnudo femenino cubierto por esas raíces multiplicadas en medio de una vegetación exuberante, el guacamayo como espectador privilegiado por la espalda de la mujer. Hay un sentido de la fugacidad, la frescura de la existencia como inevitablemente efímera. La mujer en el camino creándose una perspectiva y la naturaleza como el marco referencial. El dibujo ya no solo es representativo, sino informativo, porque los valores dependen de los principios que cada observador atribuye a los diferentes elementos.
Reflejos, es la lucha entre en tigre y el águila en el momento del cénit, hay angustia y tensión, pero simultáneamente los árboles con sus copas y la línea superior de una naturaleza expectante, dan cierta quietud a la escena que logra equilibrio y armonía.
San Jorge está en apuros luchando con el dragón, el caballo se revuelve y el dragón enviste mientras el santo está a punto de tragarse la lanza defensora, la escena dibujada en medio de los troncos de árboles con abundante flora y algunos animales como espectadores. El punto clave de la interpretación sigue siendo la relación entre los personajes y el espacio. Pero para el dibujo de Jorge Chalco parece haber otros dos espacios ocultos, detrás del espacio de cada personaje, la conciencia; y, detrás del espacio físico, el dibujo material.
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Serpiente y guacamayo del año 2014, parece que vuelan en la misma dirección con la serpiente enroscada en el ave. Jorge Chalco, con una gran destreza logra dibujar los movimientos y las posturas de los animales demostrando una superposición sobre los dibujos de la fauna solo con contornos, se establece una relación entre fondo de líneas insinuadas y las formas. Como si tratara de encontrar los diferentes timbres del dibujo, casi llevando los diferentes niveles visuales al plano de la “poesía dibujada”.
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Viento frágil es un dibujo que está hecho de encuentros y prolongaciones. Articula sus relaciones e incluso incluye los elementos como vectores diagonales que separan el ondulante cabello de las hojas que hace las veces de plano metafórico del piso. Son interacciones simbólicas en relación al cuerpo desnudo de la mujer. Las casualidades pueden tener rigor y sentido, el dibujo como un signo de existencias que se encuentran.
Este dibujo de Tierra panel es frontal con la mujer delante del tronco del árbol dónde hay una abundante y exuberante vegetación que compagina con la mujer que con sus dos manos extendidas imprimen al dibujo simetría desde el eje central. Nos demuestra que en cuanto realidad existente y ya no solo como entidad conceptual, los dibujos y las tipologías, se convierten en el principio morfológico del resto de todas las formas posibles.
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Figura y ave volando es uno de los dibujos más sintéticos que he analizado de este artista hasta este momento. Río de Janeiro del año 2016, dónde el desnudo femenino vuela manteniendo el equilibrio encima del ave que surca los cielos. Jorge Chalco trabaja la subjetividad con una sucesión de huellas lineales que nos conducen a la libertad. Separando el impulso y el dibujo estético, recusa la experiencia formal demostrando que una mujer también puede volar, desde la imaginación del artista a la comprensión del sostenedor.
Estudio de la figura humana es lo que su propio título propone. Una mujer desnuda de espaldas y la flora, realmente como el propio artista escribe es un silencio que habla por sí solo. Minas Gerias. Belorizonte. Brasil. 2015. Llama la atención el trabajo de la sombra como pueden observar en los glúteos de la mujer. La disponibilidad lúdica sobre las situaciones excede las fronteras de la discursividad y la representatividad simbólica. 158
Estudio para la serpiente nos muestra los diferentes niveles de subjetivación comprometidos en la producción dibujística que dan cuenta de los procesos imaginativos de Jorge Chalco, cuando representa los distintos niveles de análisis de mostrar como la individuación (singularización desde la experiencia), algo que es posible por la conjunción de líneas y volúmenes.
El vuelo de la Guacamaya, es una propuesta en la que nos demuestra que un dibujo es un sistema dinámico y cognitivo en el que la imaginación también puede volar hacia un sol incomensurable, la serpiente encima, y la mujer como consigna de una memoria que desarrolla los rasgos de su propia personalidad, para recrear un contexto en el que se lleva a cabo una acción irrepetible: la de dejar volar la imaginación. La actividad específicamente estética, no tiende a modificar las condiciones objetivas de la existencia, sino a establecer el modelo de trabajo de la elaboración del dibujo. 159
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MIGRANTES 2010
Emigrar es desaparecer, para mรกs tarde volver a aparecer
MIGRACIÓN Los desplazamientos ocurridos en Ecuador desde el año 2000 hacia países como Estados Unidos o Europa, por la situación económica del país han sido muy grandes y graves creando vulnerabilidad en las poblaciones de riesgos. Jorge Chalco en pleno conocimiento de la modernidad, asume como tema dibujístico este reto.
La imagen de los tres personajes, nos hace averiguar la naturaleza, cualidades y relaciones del objeto con el espacio, percibiéndolo como distinto a todo lo que no es él, es decir, la capacidad de poder diferenciarlo de otros, además, por sus situaciones y contrastes nos ofrece una riqueza de sensaciones por las cuales analizamos y tomamos conciencia de todo aquello que nos rodea, en este caso el entorno de la migración a través de estos tres personajes que representan un “universal”. Las líneas que lo expresan, están inacabadas, y los personajes parecen difuminados. Hay una sutileza vahída, muy aguda, que descubre que la realidad puede ser expresada como conciencia del presente. Asume la forma como algo alusivo del presente y se da cuenta de que más allá de la imagen hay una existencia que se revela a través de los signos. Los ojos constituyen la parte más expresiva y anuncian con su leve asimetría soluciones posteriores.
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Los rostros de los migrantes pueden ser analizados desde tres grandes áreas: los elementos propiamente dibujísticos en donde se analiza: el punto, la línea, el plano, el volumen, etc. Aquí comprobamos las líneas bien definidas y los dintornos con surcos que dan volumen al rostro. Los elementos visuales, que se refieren a la forma, tamaño y textura, ciertamente proporcionados. Y, los elementos de relación, que se corresponden a los términos de dirección, posición, intervalo, ritmo, armonía, simetría, etc. Llama nuestra atención la mirada esquiva. Por otra parte, la geometría latente del rostro apunta al gusto por el rigor.
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Los rostros de estos tres personajes se mueven entre la desfiguración abstracta y el realismo. El sentido y las dimensiones de las líneas se diluyen como organización de unos contrastes y de una variedad, así como de la proporción entre estas formas aunadas por la complicidad de que son caras. No necesitamos más información, no está retratando a tres personajes conocidos, sino la migración que despersonaliza, trabaja Jorge Chalco una ambigüedad alógica de la imagen porque sabe que nada más cerca que la caricatura para definir con líneas. Es como si quisiera inventar la antihistoria de la migración.
El universo de la migración en un roscón visual en el que conviven multitud de personajes. El principio del círculo es el contenimiento, es decir, la complacencia por las asociaciones entre los personajes especialmente motivados como reveladores de distintas acciones. Esta gran rueda está diseñada como dovelas que encajan una en otra aunque con diferentes dimensiones donde se representan estos personajes, como: el clérigo, la mujer desnuda, otra mujer bailando, el hombre con el garrote, el difunto, el coyotero, etc,….para demostrarnos al final, que todo es una rueda y un círculo del que no se puede escapar. Merece nuestro interés los grados de intensidad, las zonas blancas y las sombras que proyectan los diferentes personajes. Constituye el preludio de la concepción cupular de una síntesis.
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Son tres posiciones de rostros que muestran actitudes distintas ante la migración, se captan las formas significativas demostrando que el rostro habla sin decir nada. Las sombras propias reflejadas dan volumen a los rostros. Pensemos que todo cuerpo iluminado nos ofrece dos luces: la que origina el objeto y la que el propio rostro proyecta hacia su alrededor, aquí la sombra se comparte entre los tres rostros. Uno de frente, otro mirando para abajo y el último de lado, este al ser un poco más elevado crea una especie de “L” lateralizada, se sienten como sucesión.
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Parece que el personaje tuviera peluca, se tiende hacia la simetría con el cabello de esa forma y sobre todo la corbata de color negro. Lo asociamos con un coyote satisfecho de su riqueza, sin ojos o mejor dicho con ojos-cavernas. Pero lo más interesante son las tonalidades que se crean con gradacciones como vemos en la chaqueta con los rayados del personaje y/o en el propio rostro con una frente aclarada. El plano del fondo claro y liso colabora a dar volumen al personaje. Los hombros remarcados dan solidez y gravidez al retratado.
Apenas esbozos de personajes que parecen que se debaten en la angustia entre la vida y la muerte, como máscaras en el vacío de la incertidumbre. Las sombras trabajan las gravideces y la perspectiva reaparece desde el escalonamiento de las caras. Como el pensamiento humano siempre se sentirá cuestionado por encontrar el origen de aquello que forma parte de nuestro mundo, Jorge Chalco nos provoca y cuestiona para que en nuestra percepción continuemos poniendo rasgos definidos a los rostros. En una misma figura se dan simultáneamente no solo diversos aspectos, sino diversas verdades distintas y ninguna es más cierta que la otra. Es interesante como se trabajan los contrastes.
Podría ser una versión Chalquiana del Grito de un niño ante el terror. El negro atormenta el rostro y el óvalo de la cara como la zona blanca –contrastes- donde se puede trabajar con una boca abierta de desesperación que nos perturba e incentiva. Para recalcar la profundidad el personaje, se recorta con un pequeño halo claro por el contorno, también una estela de media luna se ilumina en la parte superior del gorro creando naturalmente la perspectiva cónica. No es casual que Jorge Chalco presente niños así, representan el inconsciente colectivo ante la aclamación universal de la necesidad de llegar a un destino querido y deseado. El sentimiento de angustia es quizás uno de los protagonistas esenciales de esta representación dibujada.
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8 SOBRE EL DESNUDO 2015
Es por la piel secreta, secretamente abierta, (invisiblemente entreabierta, por donde el calor tibio propaga su voz, su afรกn dulce; por donde mi voz penetra hasta tus venas tibias, para rodar por ellas en tu escondida sangre, como otra sangre que sonara oscura, que dulcemente oscura te besara). Vicente Aleixandre.
SIGNOS El desnudo artístico es un signo que representa al cuerpo del ser humano en su estado natural, en este caso de la mujer, de tal forma que su imagen en la obra de Jorge Chalco, permite identificar sentimientos, y buscar una liberación emocional de dicho conocimiento.
Busto de mujer como parte del cuerpo entendido como volumen y espacio sobre el que trabajar el desnudo sin pies ni cabeza, es decir, fragmentado, sin embargo, no importa que esté completo, este volumen que recoge las energías en su interior, vive como un contenedor cargado de movimiento y actividad que aquí ha quedado en la quietud de un lápiz sobre el papel, del año 1974. La ligazón que une al erotismo y la morbidez, obsérvense las líneas gruesas de las caderas y los pechos. A Jorge Chalco le interesa la figura humana como tal, pero ha encontrado en ella los principios de la forma y del ritmo, por eso se puede permitir prescindir de algunas partes anatómicas.
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El trabajo de estas Bailarinas se cimienta en la comprensión del cuerpo como un campo de representación multipersonal, presentándose el cuerpo como “multiplicado por una escultura de 360º” y llevándolo hasta límites físicos y psicológicos, que solo la danza y el baile pueden aceptar como helados que se derriten. Mantener la unidad del cuerpo y del alma es seguir vivo dentro de una danza de la vida que envuelve como gasas los desnudos donde se trasparentan las partes femeninas del sexo. Esta trasgresión llega a sobrepasar los límites en sus performances sometiéndose al color naranja sobre el fondo gris, a través de los contrastes. Los rostros multiplicados muestran que las yuxtaposiciones crean registros que dominan la ambigüedad exagerando las expresiones psicológicas hasta llegar al equilibrio del centro nuclear de los mensajes. Sus dibujos saben abstraer y concretizar como esculturas las partes principales de las personas a medio camino entre la abstracción y la figuración.
El desnudo artístico. En el acto mismo se plantean las relaciones entre lo público y lo privado del cuerpo a través de este dibujo, el interior y el exterior, argumentan las acciones de Jorge Chalco donde lo que hacemos se muestra al “otr”o abiertamente, sin ningún tipo de pudor, somos un contenido que se contiene a sí mismo. Cuando abro mi “cuerpo”, de modo que podáis ver ahí vuestra propia imagen, penetrando en el espacio del deseo y mostrando la efusión de la fuerza incontenible de la líbido.
La cuestión material y física del desnudo nos adentra en cuestiones de límites que se disipan en el tiempo y espacio. No importa tanto el rostro de nadie, de esta mujer, sino encontrar los espacios corporales como materia mutable que se ensancha, se contrae, se acumula o se corta, perdiendo su propio límite para comenzar a la vez que acaba con el siguiente, expresándolo a través de la fragmentación y el ocultamiento compositivo. Una mujer delgada, con los brazos doblados y el pubis expuesto. En espera…por encontrar en su aspecto plástico de la carne y en una “inofensiva” exhibición. Precisamente lo que detiene nuestro acercamiento es el vacío del rostro, como si necesitáramos saber quien es. Tiene planteamientos biomórficos y simbólicos, ambos parten del naturalismo.
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La carne habla y grita en esta oronda mujer con un juego de volúmenes que hace que los pechos sean abundantes, le falta el cuello necesario para girar como si fuera la peana del movimiento hace que la cabeza parezca implantada como un clavo, las manos entrelazadas y los brazos sostienen sus razones, con las piernas cruzadas, parece que el pie derecho pudo resolverse de alguna otra manera mejor. También esta esperando…. Ella sabe el qué.
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Los límites del desnudo vuelve a perderse entre nuestro cuerpo y el espacio circundante, cuando el protagonista se halla de cuclillas y se convierte todo en un juego de claroscuros que alguna vez tiene que desplegarse. Siendo nuestro cuerpo un volumen que ocupa, y se disipa en el espacio y el tiempo. Nuestra piel es la aduanera de nuestro “Yo” con el mundo, que aquí se encuentra plegado en una “N”, sobre sí-misma. La piel con sombras densas y el cuerpo de perfil para crear la sensación de tridimensionalidad. Relaciones entre el espacio y la densidad de formal.
La piel es el ama de llaves de alma, es el muro para llegar a lo más hondo y místico del ser humano; y esta cualidad como si de una esfinge se tratara, dueña de un secreto, bella y mortal al mismo tiempo, se nos presenta como protectora y nos recoge haciéndonos unidad y no espacios desmembrados aunque nos falte una parte del cerebro y lo señalemos precisamente con el dedo índice, un personaje cuya sombras se reflejan cuestionando su propia existencia. Suprime algunas partes del cuerpo para que el observador establezca las relaciones entre el dibujo y la densidad.
Es la piel nuestro “primer traje”, para resguardarnos del contexto externo, pero se trata de un traje especial y lleno de sensaciones y percepciones, algo sensible que nos individualiza al limitarnos como “frontera”, la guía de las experiencias materiales por lo que el hombre cubre con su mano derecha su sexo y abre la izquierda al espacio. Las extremidades son contundentes, expresivas y estratégicas. 171
Otro escalón en el análisis de la identidad del individuo como materia sigue en el desnudo que camina sin cabeza. Cuando vemos continente, contenido y límites de la superficie en el todo unitario de un dibujo. Si partimos de él y, nos adentramos un poco más, aparece nuestra parte más espiritual, aunque sea acéfala. La emoción y el pensamiento dirigidos por las dos manos paralelas, una clara, y la otra oscurecida que deambulan sin cabeza, muy sugerente.
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Se llega así, a otra mujer gorda en posición de loto informal, sobrepasando los límites de la estética, con su mano derecha sobre el pecho y ambos brazos sobre las piernas. Oscurece los pies y los pechos caídos, sin apenas cuello y de mirada frontal acentuada por el cabello partido a la mitad. Se nota el carboncillo de líneas gruesas en el contorno del cuerpo. El sistema expresiva ligado al volumen.
Es la “pose” volumétrica para un estudio de un tronco escorzado donde no existe un impulso púdico. No importan tampoco ni el rostro ni las piernas. Se ha desarrollado un estudio del cuerpo con los sombreados, no hay interés por ningún atisbo de ocultación, y se magnifican los límites de la contextura corpórea. Comunica con su fuerza plástica y no necesita ni cabeza ni extremidades.
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Madrid, año 2007. Jorge Chalco busca la relación entre los cuerpos, contraste entre el desnudo y, la parte coloreada. Bocetos donde se afirma el cuerpo como espacio, como volumen, capaz transgredir sus propios límites al espacio circundante a pesar de estar de perfil. Sin piernas y con el cabello en mancha, de la misma manera que lo que contiene entre los brazos. Otra figura en espera. Su obra dibujistica a veces está dominada por un sentido de la iconocidad, mientras otras partes conservan una gran simplificación formal siempre bien elaborada.
La identidad se establece a través del erotismo, así como la autoafirmación del “Yo” a través de la materia, y en un espacio creado por el sombreado del piso y del cuerpo. Esta actitud frontal hacia delante y los propios sombreados del cuerpo, crean las proyecciones necesarias para establecer la tridimensionalidad. Fíjense como levanta ligeramente ambos pies como para inclinarse e impulsarse hacia delante. Las guedejas del cabello le otorgan más inestabilidad. Existe un gestualismo, y la actitud de la mujer aparece con un evidente sentido de caligrafía del movimiento.
La ropa es un elemento de intervención sobre la morfología del cuerpo que crea una nueva condición al sujeto Cuando el tejido es la propia piel del “yo” más interior, reflejando situaciones internas y resignificándose como en este caso con el cuerpo en una dirección y las manos afrontadas una delante y la otra hacia atrás que parece denotar su propio lenguaje. Con el rostro mira hacia nosotros para saber si comprendemos lo que nos ha dicho. La síntesis expresiva de la línea.
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El sentido plástico del cuerpo de espaldas depende en gran medida de la continuidad de sus elementos (o de su discontinuidad), más aún que de su forma. En esta oportunidad, el cuerpo sin pies ni cabeza, fluye en el espacio con el que se confunde, mientras un ojo a color y fragmentado por líneas blancas, parte este órgano. Hay una metáfora elocuente sobre la fragmentación plástica y un intento de trabajar como “collages” motivador. Casi universos oníricos.
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En este encuentro transitorio de lo sensible a lo sentido, aparece otra vez el cuerpo humano femenino sin rostro –solo boca- y pies-. El tronco en contrabalanceo, significando por sí mismo, todo. Jorge Chalco, sabe que el cuerpo es esa parte compresiva y comprensiva del ser humano que lo dice todo, sin decir nada. Se debate entre la esencia y la presencia.
Otorgando un significado al cuerpo entran en juego otros elementos como la relación entre el vacío y el erotismo, el mostrar y el no mostrar. El hombre aprisionado por su propio artificio cargado de connotaciones donde juegan su papel la provocación y la insinuación. El color con sus propias significaciones sobre un pozo profundo donde se sumergen las extremidades, prácticamente en el centro geométrico de la figura sentada. Austria. 2003. Su figurativismo abstracto nos hace interesante reconocer los juegos visuales de las duplicidades o de las veladuras ocultas.
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El desnudo, nos muestra la parte trasera de un cuerpo fragmentado sin cabeza no pies, lo más llamativo es el espacio vacío que se crea entrepiernas en mi modelo que plantea un cuestionamiento a los esquemas de comportamiento y los estereotipos del arte y de los artistas ante sus modelos. Las sombras enriquecen la sensación de volumen y la parte que concentra la atención por los sombreados es en torno a los glúteos del desnudo.
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En la presentación evidente de las formas carnales se nota el control del dibujo, la mujer posa sin ningún recato, con la mirada cuestionadora. El cuerpo presentado con su dureza y en dintornos que marcan la musculatura, sin pies y con las manos atrás. El menos, se reconvierte en más. La fuerza del dibujo a merced de la exposición sin tapujos, dura, pensada y cuestionadora.
Elementos constructivos de la metamorfosis donde se mezclan indicadores ambiguos. La parte superior como espantapájaros con cortina, la inferior desnuda e indefinida. Contrastes entre los colores y la parte inferior del cuerpo. El cuerpo es el escenario donde se da lugar el enfrentamiento entre los límites de la realidad y la imaginación. Jorge Chalco, conoce que las figuras además de una naturaleza humana, pueden ser representaciones mítico-cósmicas. La sincronización del expresionismo abstracto.
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Existe una característica formal en la imagen de esta mujer, que reclama nuestra atención: la actitud hasta desafiante y contrabalanceada de un cuerpo delgado y brazos extendidos, el derecho hacia abajo y el izquierdo doblado sobre el hombro. El rostro en su parte izquierda diluida y las piernas abiertas, los sombreados dan la sensación de firmeza y volumen. Concibe el dibujo como un arquitectura humana donde se van ensamblando las diferentes partes del cuerpo. No es necesario desvelar todo el rostro, juega con las insinuaciones que el observador completará en su retina.
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Jorge Chalco trabaja con las dualidades: negación / afirmación, lleno / vacío, cuerpo vestido / cuerpo desvestido (que no desnudo, vean la tela), claridad / sombreado, generalizado / singularizado, público / privado del cuerpo de la mujer y, sobre todo, la dualidad de la materia que es, como su nombre indica materia de mujer pero que, como si se tratara de una alquimia, se transforma y nos habla de situaciones que van más allá de lo puramente matérico, por ejemplo cuando se escorza ignorando al observador. Mi primer modelo.
Desnudo frontal en el espacio, pero la modelo recostada hacia el lado izquierdo de la cartulina. Formando una “L” con los brazos, el derecho hacia la cintura y el izquierdo hacia arriba doblado. Las piernas juntas y el rostro ligeramente ladeado hacia la misma parte izquierda. Traza los volúmenes con los sombreados y el dibujo es delicado. La mirada hacia el observador, no esquiva nada.
Madrid, 2007. Esta modelo sin rostro y reconvertida la cabeza en un “aura” multicolor. El torbellino de la cabeza es inquietante y el desnudo inferior parece permitir la convivencia entre lo inocente y lo perturbador que crean una atmósfera inefable. Este tratamiento del desnudo resulta interesante debido no solo a la intención del contraste multicolor, sino a la intención de elaborar de las apariencias más allá de lo que superficialmente vemos o miramos. El sentido conceptual de la abstracción se relaciona con la asociación entre el cuerpo humano y los colores simbólicos, como soles icónicos del “aura” de la forma sugerida pro oculta.
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Aparece así el rostro el cuerpo humano sin rostro ni pies y con el contraste cromático de nuevo, usando la fragmentación no sólo a nivel compositivo para crear una nueva imagen que resulta inestable, perturbadora, etc,.. pero que se presenta como un “todo sin partes”, a pesar de su fragmentación. La situación resulta de nuevo paradójica en un precario equilibrio donde conviven lo conocido y lo ausente. La belleza se fragmenta y está a punto de desintegrarse en partes que únicamente sostienen los sombreados. El informalismo cromático de la media luna.
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Mujer en la piscina es el velo de unas sensaciones y en este trabajo la envoltura de la materia deja ver lo que hay debajo pero sin mostrarlo abiertamente, es más, el artista contornea en blancos. Podríamos atribuirle, de forma metafórica al artista Jorge Chalco, el puesto de guardián de la materia. El carácter ilusorio en la trama abierta y la transparencia que permite intuir lo rico que es estar en una piscina. No pretende sacar hacia el exterior lo oculto ni ocultar nada más que lo que nos presenta. Figurativismo no eidético.
Mujer posando, si hablamos de sensualidad, feminidad y erotismo parece indicado realizar el análisis de esta mujer que se cubre con las dos manos, el cabello abundante resbala por el hombro derecho, y las piernas en un ligero contrabalanceo. El piso rayado y las sombras del cuerpo ofrecen el volumen necesario. Hay una búsqueda de la caracterización psicológica del personaje femenino junto a las atribuciones físicas de la mujer. El hábito es el monje, al pie de la letra. Jorge Chalco sabe que lo oculto llama más la atención que lo acabado. Expresionismo con notas de insinuación gestual.
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No existe ninguna ocultación plástica, fragmenta a la mujer una vez más sin su rostro y sus piernas, desde la rodilla. El fondo amarillo da más intensidad al dibujo. Modelo vertical es denso, con las líneas gruesas y los brazos insinuados. El pubis y los senos son las partes más contrastadas. Creador de una nueva figuración tamizada por el amarillo denso del fondo.
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El dibujo como boceto y obra ejecutada, la figura femenina convertida en mujer descansando sobre un piso sombreado espeso, se notan las directrices del boceto, pero las sombras definitivamente le añaden el volumen que necesita a la mujer, el trabajo del tórax parece trasparentar una luna que se desvanece en el cuerpo de la mujer. No hay fragmentación y la ley de la gravedad está muy bien trabajada con el peso de la sombra más cerca al espectador. No trabaja Jorge Chalco un nuevo figurativismo, más bien se conecta con las maneras realistas, vitales y en algunas oportunidades descarnadas del expresionismo.
Continúa la fragmentación del rostro y de los pies. Jorge Chalco se permite seleccionar una imagen inconclusa que no aspira a lecturas más allá de la estética para versionarlas, y buscar un nuevo significado y, una relectura con más implicaciones que el puro esteticismo. Algunas veces sus dibujos son metafísicos y fragmentarios, una estética de lo insólito.
La idea de manejar fragmentos y ubicarlos de forma diversa creando una nueva imagen reconstruida, resulta muy apropiada a este dibujo en el que se confrontan el fondo y el piso. El hecho de aislar partes corporales nos lleva al deseo de ese cuerpo. Lo erótico se centra en fragmentos, en las que actúa la parte por el todo. A la fragmentación utilizada se le añade la deformación de las partes como forma de embellecimiento y como extensión del yo corporal. Renuncia a todo planteamiento perfeccionista y constructivista plástico.
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9 RETRATOS Y AUTORRETRATO 2015
Los retratos de Jorge Chalco, mรกs que retratos de un artista, son retratos de una forma de dibujar y pintar
El trazo de su dibujo en este Retrato es delicado, limpio y nítido. Los sombreados imprescindibles fundamentalmente centrados en el cabello que crea la ilusión de la tridimensionalidad, con detalles sutiles: el cuello descubierto por una de las partes, el cabello ensortijado, las cejas y la nariz marcando una “V”, etc,… Está en posición frontal y los puntos crean las zonas de transición entre las sombra y la luz. Hay el retrato de una personalidad, pero también un aire de dulzura y cariño contenido. Tenemos que insistir en que el dibujo no solo es el resultado de la simbiosis entre formas y contenidos, sino que tiene un valor de conformador esencial del pensamiento y por lo tanto de la personalidad de un artista.
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El Autorretrato de Jorge Chalco sirve para mostrar y comparar el efecto del volumen en relación a la percepción de expresividad que existe. La barba y el cabello dan solidez a al rostro y los claroscuros crean la captación de una personalidad levemente escorzada hacia la derecha lo cual da sensación de movimiento, los rayados del fondo contrastan con la figura que parece recortada en el espacio. Tiene este Autorretrato mucha intensidad y adapta la forma de las líneas a los contornos. El cabello detallado y suelto con numerosos rizos que como alambres juegan en la cabeza. Dado que el conocimiento del retrato a través del dibujo es relativo y parcial, hay que tender al conocimiento de la personalidad como algo objetivo y subjetivo a la vez, más cuando tenemos que retratarnos nosotros mismos.
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Este Retrato está más trabajado desde el concepto de los contrastes, con trazos lineales y manchas negras, el contraste entre el cabello piramidal y el rostro, es evidente, las facciones son limpias y las tramas de rayados y líneas se encuentran en el cuello y el jersey, dedicado a su hija Belén en el año 1991. Nos está diciendo que la teoría del dibujo y por lo tanto de la forma, es la teoría de la comunicación visual donde los seres queridos nos trasmiten su identidad. Las formas se convierten en protagonistas de una manera peculiar de “mirar”, y “ser mirado”.
Su hijo Gustavito en el año 1990, es otro tipo de retrato, con el cabello a flequillo como en una cortina, las facciones también son limpias, y en posición frontal aunque ligeramente ladeado hacia la izquierda lo cual permite que una de los orejas se vea más. Se notan los trazos precisos del dibujo, a veces, remarcados por sombras como en la barbilla, existe delicadeza en la parte inferior y el cuello proporcionado para poder girar. No hay nada de tensión en el retrato, todo parece manifestar control, orden y vivencia, creo que podríamos hablar de una iconocidad de las formas al servicio de las identidades, Jorge Chalco sabe depurar las formas.
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A José de la Cuadra con admiración en el año 2003- es un retrato de perfil con un sombreado grave sobre la frente,las mejillas y la boca. Las facciones a pesar del claroscuro son nítidas. El eje de simetría ladeado, pero el óvalo del rostro lo compendia, la expresión adecuada de un intelectual y escritor. Hay un “aire” de misterio e intelectualidad en su cabeza. Está liberado de la retórica monumental, pero tiene solemnidad casi escultórica. Fascinante en Jorge Chalco la esencialidad plástica con que maneja el dibujo. No hay nada anécdotico, todo está en torno a lo esencial: las relaciones entre las diferentes partes del rostro, la interacción entre ellas mismas, entre masas y vacíos, etc,..
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10 EL ACCIDENTE DE TRÁFICO
Como todo ser humano mi vida está narrada en torno a encuentros y desencuentros, en uno de estos desencuentros, casi mi voy por el “hueco” del destino.
Este dibujo establece de esta manera una vinculación vital con un recuerdo de los que tenemos que recrear para seguir viviendo. El accidente en el que el coche me golpea y el rostro de lo que pudo desaparecer para siempre. Extraña consonancia poética entre el destino y el azar de una muerte que no sabemos ni en que forma ni en que momento nos puede llegar, casi siempre inesperadamente. Está representado un gesto que casi le lleva a la muerte en el hombre golpeado, en el centro el rostro limpio del artista sobre un aura cíclica que deja asomar una incipiente ala que venía en su búsqueda. Frente a la propuesta entre dramática y racional de una desgracia, la narración supone que con líneas también podemos contar nuestra vida. Hay un sentido expresivo fuerte con la imagen de Jorge accidentado, mientras el rostro permanece inalterable presidiendo la escena.
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Como si se trataran de tres estratos o niveles, aparecen de arriba abajo: en primer lugar, los interiores de un rostro que parece documentar las secuencias de un accidente: con el cerebro abierto en una nube, los dientes como vistos desde rayos X o la oreja como un vano abierto; el rostro del centro limpio y mirando de frente, y el personaje inferior con las muletas y la venda sobre la cabeza como aprendiendo a caminar de nuevo. Jorge Chalco agradece su suerte de seguir vivo y nos dice que el inconsciente es ese lugar y espacio donde guardar y explorar nuestros episodios más fuertes desde la dimensión también estética. Si el consciente es la región e las diferencias, el inconsciente es la región de las recurrencias estéticas, en la que el ser humano no objetiva la realidad, sino que se funde con ella. Defiende dibujísticamente la relación entre el presente y el pasado con valores de intermediación como el ramos de flores.
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El escudo dela suerte como puerta blindada que nos indica que tenemos que seguir viviendo. El personaje que rueda por las escaleras y en el centro la silueta del autorretrato que visualiza la composición sabiendo ya que es lo que va a pasar. Muestra la transformación del movimiento a través de una caída y las implicaciones simbólicas del daño físico y mental de un desastre. La trasposición del rostro central entre los dos niveles nos parece muy acertada y hay un contrapeso, contraste entre estas dos partes complementarias. 195
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LA FIESTA
La vida es una fiesta
La música, el baile, los globos, palos encebados, animales, etc,‌ Pero lo importante es que Jorge Chalco nos demuestra que la actividad de artista es de atribuir significados a las cosas que ve y para ello puede utilizar detalles tan importantes como lo de una fiesta con un gran sentido identitario. Sin color, y solo con el calor del sentido festivo plantea el arte como otra fiesta en la que somos invitados a disfrutar de las cosas lindas de la vida. El germen de este dibujo nos demuestra que las formas son los medios expresivos y significantes de la expresión dibujistica. 197
La imaginería de Jorge Chalco Desde las más finas vertientes del dibujo, desde esas inexploradas líneas del espíritu, desde esos rasgos y manchas cargadas de símbolos y códigos nuevos y ancestrales, ha ido tejiéndose en el tiempo ese arte del dibujo, de la sugerencia, de la forma y el concepto que atraen de una manera misteriosa, en estos trabajos de Jorge Chalco, artista cuencano cuyo talento siempre nos depara una sorpresa o una metáfora del tiempo y de la vida. Su trabajo riguroso, severo, profundamente autocrítico, ha ido transfigurando esa búsqueda incansable de los misteriosos elementos que condicionan el arte: el espacio, la luz y la sombra, esa cromática llena de signos y cosmogonías, que nos llegan cargadas de latencias interiores, donde la cultura, ese elemento que nace de secretas vertientes populares, se manifiesta en un lenguaje visual transparente y fidedigno. Atmósferas, ambientes, espanta pájaros, imaginería, trazos de brujería, todas aquellas piruetas fantásticas que sueña la irrealidad, chocan con la otra realidad, alumbrando esa capacidad onírica que fortalece el mensaje, lo vitaliza y lo transforma en parte de nuestra azarosa y atormentada existencia. Raúl Pérez Torres
Los dibujos de Jorge Chalco Las líneas van y vienen, abrazándose, rechazándose, abriéndose y fundiéndose en una sola vertiginosa criatura: matriz de lo profundo. A ratos, la linealidad se suspende en el momento menos pensado al –igual que la vidapero vuelve a aparecer (porque la muerte es mentira y solo el amor es verdad), retorna sobre sus pasos, viborea, reclama su sitio, su aire. ¿Qué hay en los dibujos de Jorge Chalco?: amor y desamor, vida y desvida, muerte y desmuerte, olvidos y desolvidos, la angustia de crear en suma, y su júbilo, pero, sobre todo, escisiones del ser en una multivariedad de representaciones humanas, vigorosas, profundas, inexorables. Algunos de los dibujos de Chalco son abstracciones extremadamente amorfas y escasamente estructuradas que reflejan un ánima convulsa: flujo y reflujo de asombros, actos vividos como expresiones estéticas; fusión de su pasión y la de sus raigalidades (la de su entorno y la de su esencia humana); reunión del hombre con su imagen; destellos de otros mundos resueltos en cuerpos enigmáticos que solo preguntan, nunca responden. Marco Antonio Rodríguez 198
Sobre el dibujo Pienso en el dibujo ese trazo que intenta y consigue tener el lado vital a través del … en una forma de eternidad que ni la soñaron los faraones y sus …… Ese hilo que se hace línea que rescata del olvido rostros, lugares, imaginaciones en el medioevo, en el renacimiento en todos los periodos de la historia. El dibujo es obra esencialmente de esa mano que lleva el lápiz por la hoja inmaculada del universo; refleja en sí, con la primera luz del día –el blanco- y la primera oscuridad de la noche –el negro-. Y todo este largo preámbulo sobre un arte que ha provocado y provoca en mí enorme entusiasmo, porque el orbe en que nos movemos en esta noche es obra maestra de la línea, es fruto de la magia, el oficio en su grado superlativo y la creatividad de uno de los artistas más completos y vigorosos con que cuenta la plástica cuencana, Jorge Chalco. Ese sacerdocio y esa magia que dan forma en el papel, en la cartulina a los seres del sueño, los evocan, los convocan, y a veces los exorcizan, cuando de terrores se trata, los vemos y sentimos. Lo patente es que mucha de la materia de estos estupendos dibujos debe su vitalidad y su fuerza a la fuente inagotable de los sueños. Entremos en este mundo tan varío en la temática, los materiales y la realización, y tan homogéneo en cuanto a la calidad y a los logros, y aplaudamos a este hombre salido de la entraña de nuestro pueblo y signado por el alto, hermoso y terrible destino del artista en su más noble acepción, como el que puede percibir el mundo y representarlo en sus obras de una manera que va de lo reconocible a la negación total de la realidad, como sólo pueden hacerlo aquellos que llevan sobre sí la luz y el estigma de los verdaderos creadores, desde el inicio de la historia del hombre y del mundo. Jorge Dávila Vázquez
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DATOS BIOGRÁFICOS
JORGE CHALCO (1950) Cuenca - Ecuador Dibujante - Pintor - Muralista.
ESTUDIOS: 1968 - 1974 Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Cuenca. 1974 - 1978 Radicó en Quito, estudió dibujo y diseño. 1999 - 2001 Radicó en New York, trabajó con el escultor ruso-americano Lado U. Govdjabieaze. DISTINCIONES: 1981 Cuenca, Primer Premio Nacional de Pintura. Casa de la Cultura. 1982 Quito, Primer Premio Nacional de Pintura. Galería Gorivar. 1983 Quito, Premio Nacional de Pintura. Aviación Civil 1984 Quito, Gran Premio Nacional de Pintura y Medalla de Oro del Salón Mariano Aguilera. 1986 Guayaquil, Segundo premio Salón de Julio, “Espantapájaros máquina”. 2002 Condecoración de la Orden Nacional “Al Mérito Cultural” en el grado de Gran Caballero por el Presidente de la República del Ecuador, Dr. Gustavo Noboa. 2005 Medalla de Plata y Diploma, concedido por la Academia “Artes-Sences- Letres” Paris – Francia. 2011 Guayaquil, Ganador del concurso para elaborar un mural de 500m2 con el tema: Vida, obra y muerte de Eloy Alfaro, el cual es concebido en un espacio abierto al aire libre en los pasos elevados de la ciudad. Esta obra fue elaborada en cerámica. 2012 El Centro Cultural Metropolitano de Quito emprendió el proyecto “Las manos del arte” elaborados en cera, a los artistas connotados nacionales y extranjeros, como reconocimiento a su creación artística. 202
BIENALES: 1979 Metz-Francia, Bienal Internacional de Pintura. 1985 Miami-Florida, Primera Bienal Internacional de Pintura, “Encuentro de Dos Mundos” 1998 Sofía-Bulgaria, Trienal Internacional de Pintura. 1990 Cuenca-Ecuador, Tercera Bienal Internacional de Pintura. EXPOSICIONES INDIVIDUALES: 1974 Cuenca; Primera Exposición, Casa de la Cultura 1975 Guayaquil; Casa de la Cultura. 1976 Quito; Centro de Promoción Artístico Casa de la Cultura. 1977 Quito; Colegio Militar Eloy Alfaro. 1978 Pasto-Colombia; Casa de la Cultura. 1978 Guayaquil; Museo Municipal 1978 Cuenca, Casa de la Cultura. 1979 Cuenca; Galería del Banco del Pacífico. “Serie Erótica”. 1979 Quito; Museo Municipal. 1980 Quito; Galería Gorivar 1981 Quito; Galería Club de Arte, “Serie Erótica 1982 Quito; Galería C.C.N.U. 1983 Quito; Galería: Club de Arte. 1984 Cuenca; Galería; La Manzana Verde “La Vuelta en Globos de los Espantapájaros. 1984 Amsterdam; Hotel Park. 1985 Quito; Galería; La Manzana Verde. 1985 Venecia; Galería; Arte Traghetto II 1985 Guayaquil; Galería Madeleine Hollander 1986 Quito; Galería Uno 1987 Quito; Fundación Guayasamín 1987 Guayaquil; Galería Madeleine Hollander 1988 Cuenca; Museo del Banco Central (Primera Muestra Retrospectiva 1968-1988) 1989 Guayaquil, Galería; La Manzana Verde (Dibujos y Acuarelas) 1990 Loja; Museo del Banco Central 1991 Cuenca, Seguros Sucre (Exposición Privada) 1992 Cuenca; Museo del Banco Central 1993 Loja; Museo del Banco Central 1993 Riobamba; Museo del Banco Central. 1993 Quito; Museo Camilo Egas “Los Espantapájaros” 1994 Guayaquil, Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo MAAC del Bco. Central. 1994 Quito; Galerías M&S (Pinturas Abstractas). 1994 Cuenca, Casa de la Cultura (Pinturas Abstractas) 1994 Guayaquil; Galería Gala, (Dibujos, Témperas y Acuarelas). 1995 New York; Central Park Wildife Center (Exposición al aire libre) 203
1995 Brujas-Bélgica; Centro Cultural Municipal. 1996 Cuenca; Galería de Arte: Banco del Azuay. 1996 Quito; Galería de Arte: Filanbanco 1997 Guayaquil; Museo Arqueológico Banco del Pacífico. 1997 Cuenca; Museo de Arte Moderno 1997 Lindestrabe - Alemania; Keinhild Von Brounn Gallery. 1998 Gante- Bélgica; Even Arte Flores Mortier Gallery. 1999 New York; Fine Art Harvest Gallery 1999 Boston- E.U Mc Carthy Gallery 1999 New York; Consulado General del Ecuador. 2000 New York; Marlen Gallery 2000 Cuenca; Museo de Arte Moderno (100 Dibujos Inéditos Retrospectiva 1970-2000) 2000 Quito; Casa de la Cultura (100 Dibujos 1970 - 2000). Salas: Miguel de Santiago, Eduardo Kingman y Oswaldo Guayasamín 2001 Cuenca; Galería Larrazábal (Los Emigrantes) 2001 Washington D.C.; Embajada del Ecuador 2001 Washington D.C.; Organización de los Estados Americanos (OEA). 2002 Burlington-Vermont E.U Fine Art; Flynndog Gallery. 2002 Loja; Museo del Banco Central (Los Migrantes) 2002 Cuenca; Museo de las Conceptas (Mi Arte contra la Bestia) 2003 Graz-Austria; Kunstlerhas Museum. 2004 Viena-Austria; Ausstellung; Instituto fur Romanistik Universitat. 2005 Graz-Austria; Art-Forum Gallerie. 2005 Long Island-E.U Fine Art; Orlando Ortiz Gallery. 2006 Cuenca; Gran exposición retrospectiva 1968-2006 Museo de Arte Moderno Museo del Banco Central. Casa de la Cultura Galería de la Alcaldía. 2006 Grob-St. Florian-Austria; Feuer Wehrmuseum, Exposición Antológica 1978-1988. 2007 Viena-Austria; Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Los Migrantes” 2007 Cuenca; Fundación Chalco Arte Contemporáneo; “Serie Imágenes profundas” IX Bienal de Pintura 2007 Azogues; S.R.I. y Casa de la Cultura, Exposición retrospectiva; 1968-2006 2008 Burlington- Vermont E.U; Fine Art; Flynndog Gallery. 2008 Guayaquil; Casa de la Cultura (Mi arte contra la bestia “Serie los corruptos”) 2008 Quito; Casa de la Cultura; “Exposición migrantes y corruptos” Salas: Miguel de Santiago, Eduardo Kingman y Oswaldo Guayasamín 2009 Cuenca; Museo del CIDAP; Exposición Antológica 1978-1988 2009 Cuenca; Galería de la Alcaldía 2010 Quito, Universidad Andina Simón Bolívar 204
2011 Guayaquil; Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo MAAC, Centro Cultural Simón Bolívar 2012 Quito; Centro Cultural Metropolitano; “Muestra antológica 1970- 2012” 2013 Cuenca; Museo Pumapungo del Ministerio de Cultura; “Exposición RETRO 1970 - 2012” 2014 Guayaquil; Museo Municipal Sala de Arte Contemporáneo y Polivalente, Retrospectiva 1970-2013 2015 Cuenca_ Alianza Francesa_ Serie Yasuní Profundo 2016 Quito, Presidencia de la República (Carondelet) - Serie Yasuní Profundo 2016 Guayaquil_ Museo Nahim Isaías- Serie Amazonas 2016 Roma – Instituto Cervantes- Exposición Yasuní Profundo 2017 Cuenca_ Museo de la Ciudad_Exposición Yasuní ITT 2018 Cuenca, Casa de la Cultura, La lucha continúa (50 años de creación artística) 1968-2018. 2018 Quito; 50 años Retro, sala Joaquín Pinto, Casa de la Cultura Ecuatoriana. 2018 Quito; Mas allá del dibujo, Museo de arte Colonial. EXPOSICIONES CONJUNTAS INTERNACIONALES Desde 1968, EE.UU, México, Colombia, Brasil, Chile, Italia, Holanda, Alemania, Austria, Bélgica, Egipto y Japón.
JORGE CHALCO / Artista Plástico Cuenca Ecuador DIRECCIÓN: Av. Ricardo Durán 1-135 y Luis Godín (Control Sur) TELÉFONOS: (+593-7) 2386941 / 0984287079 artfundacionchalco@hotmail.com Facebook: Jorge Chalco Artista Plástico 205