FRONTERAS by David Santillán

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FRONTERAS david santillรกn


Santillán bucea en parajes metafísicos

José Hernández

¿Qué buscaba David Santillán hace cinco años cuando se impuso recorrer las Fronteras en latinoamérica? Todas las fronteras. Las de Ecuador y Colombia; desde Esmeraldas hasta Puerto del Carmen del Putumayo. Las de Guatemala, México, Chile, Perú, Estados Unidos... Buscaba paisajes y espacios. El tema de los límites no le era ajeno. Por fortuna para él, las obras que muestra en la Galería Arte Actual nada tiene que ver con aquello que las inspiró. Prácticamente nada de esas miles de imágenes que capturó asoma en sus telas. Él pasó, por esos secretos que cultiva el arte, del bullying diplomático -como llama a las fronteras reales- a espacios de silencio, de ausencia, de contemplación... Si Hopper indagó en la soledad en espacios cerrados, Santillán lo hace poniendo el foco en el horizonte y excluyendo de él al ser humano. Esas obras se fueron densificando a medida que conjugaban el mínimo de elementos con atmósferas depuradas y poéticas que inauguran una etapa inédita en su trabajo. 

Santillán se enreda para bien en su propio invento. El tema que se impuso -las fronteras- lo mantiene hundido en esa obsesión que lo atrapó desde la infancia. Desde los ocho años, quizá antes, cuando pintaba con tiza en un tablero. Pintaba y borraba. Lo hacía con un placer que todavía recuerda y que cada día renueva en su taller, donde prácticamente vive, rodeado de objetos hechos por él, de piezas que restaura y de sus cuadros que reflejan una evolución innegable en su obra.

Él es un necio. Nada militaba a favor de esa obsesión románti-


ca que siente por la pintura. Su padre era militar. Su madre psicóloga. Él se graduó en restauración y museología y se volvió pintor porque así debía ser. El azar ha hecho el resto: desde la conservación ha podido ver, capa por capa, veladura por veladura, cómo se construye el artificio pictórico.
Testarudo, entonces, y romántico. Convencido de que la pintura, en estos momentos de explosión de medios artísticos, sigue siendo un recurso eterno. Como el papel y la tinta. Un recurso que en él es una adicción en la cual se mueve sumando ventajas: conoce los trucos. Sabe que la pintura, para ser eficiente, debe ser una argucia con una composición maquiavélicamente planeada. Necio, testarudo y pugnaz: se ha impuesto buscar la gran pintura, perseguirla como quien corre tras una quimera; cual Sísifo destinado a una obra inacabada. Es otra trampa que ha tejido porque lo que quiere es apresar al espectador para librarlo en esos parajes de desamparo, de silencio, de contemplación, de abandono... a los cuales llega en las obras esenciales de esta serie. Paisajes íntimos, donde el tiempo al estilo de Andréi Tarkovski, parece haberse fijado. Ahí radica la promesa mayor de esta exposición. 

Las fronteras que fue a fotografiar terminaron siendo entonces simples pretextos. Es como si Santillán hubiese sido condenado a viajar lejos, para bucear en sí mismo.


La otra frontera

Fernando Albán Rodas

Bernardo: ¿Quién anda ahí?

Francisco: No, respondedme vos. Alto, manifestaos

Bernardo: ¡Que viva el Rey!

Francisco: ¿Bernardo?

Bernardo: El mismo.

Shakespeare, Hamlet

“Son las fronteras las que vuelven locos a los hombres”

Théo Angélopulus


La exposición a la frontera obliga a despojarse del secreto. Entonces es preciso identificarse, ponerse a descubierto bajo una luz que, con persistente monotonía, baña el trazado del límite cívico. Las fronteras buscan inmovilizar el paso del extranjero, del extraño, pretenden estabilizar su posición en el ámbito de la ley. Línea abstracta, prohibida erigida con muros de adobe, con empalizadas, con alambres, con fosos, con ríos fronterizos, con sangre: sembrada de cruces. La línea surreal corta, divide un espacio que, entonces, adopta una consistencia estrictamente jurídica: coordenadas cartesianas. ¿Quién puede habitar el vacío? Una tensa quietud recorre la frontera, borde que marca un término y un inicio: comienzo del fin. En el borde el antes y el después permanecen congelados en un presente eterno. Borde ocre, desolado, árido paisaje que yace en un horizonte yerto. Espacio desértico, desertado de color delirante que inhibe el paso (¡No pasarán!), aun si de un lado como del otro continúa el mismo paisaje. Nacionalismo: paranoia de fronteras. No obstante es posible atravesar la frontera de manera clandestina, de contrabando, sin librar el secreto. Si existe frontera es para poder pasar de un lado al otro: al otro. El arte interpela la frontera y, con ello, suspende subrepticiamente el dominio de la ley, de aquí procede la imposibilidad de detener al transgresor de fronteras. La obra Fronteras de David Santillán nos expone a la insoslayable tarea de ser el centinela de una frontera imposible.


Frontera I 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2008




Frontera II 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2008


Frontera III 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2008




San Lorenzo 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2009


Tres fronteras 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2010




Putumayo 路 贸leo sobre lienzo 路 170 x 40 cm 路 2010



Chical 路 贸leo sobre lienzo 路 170 x 40 cm 路 2010


Huaquillas 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2012




Desaguadero 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2010


Arica II 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2013




Arica I 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2013


Yaxchilán · óleo sobre lienzo · 200 x 40 cm · 2013




La bestia 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2013


Bienvenidos ? 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2013




Tijuana 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2012


Angustia 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2012




Hostil 路 贸leo sobre lienzo 路 200 x 40 cm 路 2012


Estado de excepción · óleo sobre lienzo · 200 x 40 cm · 2012




El límite · óleo sobre lienzo · 200 x 40 cm · 2012


Asimetría del poder · óleo / lienzo · 200 x 40 cm · 2013



Damián De la Torre Ayora San Antonio de Pichincha, octubre de 2013.

“Así muera quien cruce sin permiso mis murallas”. Esa frase sería pronunciada por Rómulo mientras atravesaba con su espada a su hermano Remo, quien irrumpió la frontera de lo que posteriormente sería Roma. Las fronteras, ante todo, son una construcción imaginaria, que dividen a los individuos en incluidos y excluidos. Así como representan un freno –muchas veces violento-, se transforman también en una albergadora de sueños: traspasarlas puede significar alcanzar nuestros deseos, aunque se arriesgue la libertad, incluso la vida. Cinco años ha tardado David Santillán (Quito, 1968) en trazar su serie ‘Fronteras’, compuesta por 18 pinturas donde los cercos, muros y accidentes geográficos, que constituyen la materialización de esa ficción divisoria, son traspasados a través de sus pinceladas cargadas de una sobria cromática, que demuestra la soltura que ha ganado con su madurez como artista. Unas pinceladas que no sólo se alimentan con la mezcla de óleos para retratar esos horizontes separatistas, pues cada trazo encierra la aprehensión vivencial de su mirada. Arthur Schopenhauer (1788-1860) manifestaba que “el silencio es el grito más fuerte”. Y, justamente, esto es parte de la concepción de Santillán, quien en un juego de alteridad expone los gritos que no pueden traspasar las fronteras del cuerpo de quien se arriesga a cruzar ‘al otro lado’: el silencio (literal) resulta vital para la sobrevivencia. Dicha sensación se demarca a través de la ausencia, pues sólo los horizontes, sin personas, son plasmados en su serie, generando que el espectador se traslade a estas líneas territoriales por medio de la contemplación. En otras palabras, con esta propuesta, Santillán traspasa los límites más peligrosos: los mentales. Su pincel da paso a un visado abierto entre su visión y la libre interpretación del público. Sus horizontes, simplemente, son el boleto para superar cualquier frontera.


www.davidsantillan.com taller david santillan Valparaiso N9-146 y Jos茅 de Antepara (593-2) 295 4014 路 0984967818 Quito - Ecuador


© David Santillán, 2013

Fronteras ISBN: 978-9942-13-441-7 Textos: José Hernández Fernando Albán Rodas Damián De la Torre Fotografía: Christoph Hirtz Diseño: Juan Diego Esparza Impresión: Hominem Editores Octubre, 2013




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