Época VI - N.º 121 - Diciembre 2009 Cooperación Vicenciana para el Desarrollo Acción Misionera Vicenciana de España
|SUMARIO| 1 Portada: Felicitación navideña de
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“CAMINOS
¡Feliz Navidad! CE
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10 Información: Pintura vicenciana de Arturo Asensio. 14 Animación: Las misiones, Adviento y Navidad
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Boletín trimestral de Misiones Vicencianas Edita: COVIDE - AMVE (Cooperación Vicenciana para el Desarrollo - Acción Misionera Vicenciana de España) e-mail: caminosdemision@covideamve.org web: www.caminosdemision.com
de la Iglesia.
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Dirección:
José Gonzalo, c.m. C/ García de Paredes, 45 28010 Madrid Tfno.: 915 914 110 Móvil: 659 399 059 E-mail: zalo27@hotmail.com
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Consejo de redacción: Paulino Sáez, c.m. José Mazuelas, c.m.
22 Formación: Pistas para la animación misionera en los Centros vicencianos.
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Imprime: Gráficas Dehon Tfno.: 91 675 15 36 Fax: 91 675 24 98 Torrejón de Ardoz (Madrid) D.L. M. 10.465-1977 Maquetación: Francisco Antón Tfno.: 91 675 05 41 Fax: 91 675 24 98 e-mail: fcoanton@arrakis.es Webmaster: José A. & Luis M. Vizán Abril e-mail: vizanab@telefonica.net
15 Testimonio: Las Misioneras. 09: 16 Navidad Felicitación navideña de los misioneros. 09: 17 Navidad Felicitación navideña a los misioneros. 09: 18 Navidad Nana a todas las madres del mundo. 19 Formación: Actualidad de las misiones ad gentes en España (y III).
Colaboran: Misioneros Paúles Hijas de la Caridad Laicos Vicencianos Administración: Sor Pilar H. de Saracho, h.c. C/ José Abascal, 30 28003 Madrid Tfno.: 91 196 20 80 / 81 / 82 Fax: 91 196 20 83 e-mail: sensibilizacion@covideamve.org
MISION”.
3 Editorial: Navidad es compartir nuestra fe Vicenciano: 4 AñoOpciones de san Vicente. 7 Formación: Misión y misiones. 9 Testimonio: Navidad malgache.
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VI
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25 Formación-Animación: A la Misión por amor. breves: 27 Biografías La estela del misionero Matteo Ricci amor y con humor 28 ConEscenas de Navidad, hoy tu colaboración: 29 Esperamos Ante la crisis económica. 30 Protagonistas: Misioneros que nos han visitado. vocacional: 31 Página Misioneros Paúles de Salamanca. 32 Contraportada: Año Vicenciano y sus exigencias.
|EDITORIAL| Navidad es también compartir nuestra fe Presentación
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e acaba el año 2009. Diciembre. Navidad. Jesús vino y… Jesús es. Se puede advertir desde la portada hasta la última página de este número de la revista. 2009 ha sido el año de la gran crisis económica. También se hace notar en su momento. Se suplica generosidad para mantener los denodados esfuerzos de los misioneros en la evangelización y desarrollo de los países del tercer mundo. En nuestro país la crisis suma pobres, en los países de misión los pobres se multiplican. Se ha iniciado el Año Jubilar Vicenciano —350 años de la muerte de Vicente de Paúl y de Luisa de Marillac. Las prioridades de san Vicente —los pobres, los sacerdotes, los laicos y las mujeres— son traídos a escena por un evocador experto y convencido. “¿Misión o misiones?” “¿Misión versus misiones?” No, “Misión y misiones”, dice un concienzudo misionólogo. Rubrica así la doctrina de la Comisión Episcopal Española en la tercera entrega del Documento Misionero que publicamos. Páginas centrales reservadas para la doble felicitación navideña: Desde Sevilla a todos los misioneros vicencianos y desde Angola a todos los amigos y colaboradores de las misiones vicencianas. Seguidas de una Nana para todas las madres del mundo, en memoria de la madre de Jesús y madre nuestra. Ternura y poesía. Dos testimonios, Las misioneras, impresas de modo imborrable en la memoria juvenil de un conocido periodista; y las Navidades vividas en el Androy (Madagascar) 44 años seguidos. A las misiones se va por amor, el ADN de los hijos de Dios. Se nos ofrecen pistas para invitar a trabajar en ellas de por vida o temporalmen-
te. Invitamos a ir a ellas con un reclamo claro y directo —en este caso— de los Misioneros Paúles de la Provincia canónica de Salamanca. Con una biografía, tan breve como una página, nos unimos a la conmemoración de los 400 años de la muerte de un insigne misionero, Matteo Ricci. En el número anterior de esta revista, octubre pasado, Domund en Año Vicenciano, presentamos en la portada la imagen original de “Vicente de Paúl, misionero ad gentes”. Un rostro con la fuerza, la humanidad y la viveza propias del santo. ¿Quién es el pintor, quién es Arturo Asensio? Encontrarán una intuitiva y apretada respuesta de cuatro páginas, más adelante. Esto es más o menos el sumario del presente número de la revista. ¡Ah! Se me olvidaba: siempre hemos dicho “con amor y con humor” las cosas “gordas” que había que decir y así lo hacemos en la página de “escenas navideñas hoy”. Seguimos creyendo que “la letra con risa entra”.
…Y despedida
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urante 10 años —1999-2009— he trabajado la dirección de esta revista, CAMINOS DE MISION. Una ventana abierta para vocear la epopeya continuada de nuestros misioneros y misioneras. A los autores de tantas maravillosas historias, a los autores de artículos de formación, animación, de pensamiento; a los editores, colaboradores, y a quienes me confiaron esta modesta pero emocionante aventura misionera; a otros muchos que es imposible mencionar… y a todos los lectores, mi perdurable y más profundo agradecimiento. José Gonzalo
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|AÑO VICENCIAN0|
Las opciones de Vicente de Paúl U
na vida tan larga y tan densa como la de Vicente de Paúl puede contarse de muchas maneras y de muchas maneras se ha contado. Esta vez vamos a tener en cuenta los caminos de Dios y las respuestas del hombre, las circunstancias y las opciones, “mi fe y mi experiencia”, que diría el mismo Vicente. ¿Cuáles fueron las opciones del santo? Los pobres, los sacerdotes, los laicos y las mujeres. Si hoy nos preocupa sobremanera la adaptación de Reglas, Constituciones, ministerios a los tiempos actuales y sobre ello debatimos inasequibles al desaliento, Vicente de Paúl se adelantó a su tiempo con una naturalidad que pasma. Y eso es lo más importante que quiere resaltar esta pequeña semblanza suya,
aquí comenzaron sus proyectos meramente humanos, su escapada de Toulouse a Marsella en pos de una he1. Los pobres rencia insegura, y el episodio de su cautividad, cerrado con otra escapada desde Túnez a Avignon, cobijaDijo Jesucristo que siempre tendremos a los podo allí y en Roma por el vicelegado pontificio, Pedro bres con nosotros (Mt 26,11). Es una afirmación inMontorio, que ningún beneficio le proporcionó. discutible, no porque Dios lo quiera, sino De modo que a finales de 1608 entra porque lo quieren los poderosos. La poVicente por primera vez en París con las blación mundial ha basculado siempre manos vacías y el espíritu humillado. hacia los pobres. Y en todo tiempo la Hombre de fe y de experiencia, tiene que Iglesia se ha preocupado por ellos, desde darse cuenta de que Dios le pide otro cael principio hasta nuestros días. Pero, en mino y otras opciones. Vicente se pone en la opción por los pobres, ha habido dibúsqueda de crecimiento espiritual y miversos grados de intensidad, espiritualinisterial, de la parroquia de Clichy al paladades afines y ajenas, cristianos conscio de los Gondi, del palacio de los Gondi cientes y desentendidos. a Chatillon-les-Dombes. Y antes de Clichy, Vicente de Paúl nació pobre, de famicomo capellán de la exreina Margarita de lia campesina, aunque ésta poseyera casa Valois, sufre la noche oscura de la tentay algunas tierras. Y parece que llegó a ción contra la fe y de su experiencia Vicente de Dios, cm perderlo casi todo en aquel tiempo, del pobre en el Hospital de la Caridad. como en todos, en que los pobres eran Y fue por entonces, según su primer despojados de mil maneras por los que no lo eran. El biógrafo, cuando Vicente, “para más honrar a Jesucaso es que Vicente dirá más tarde que sus parientes cristo e imitarle más perfectamente, hizo la resose habían visto reducidos a pedir limosna. lución firme e inviolable de entregar toda su vida, En absoluto le preocupaban los pobres cuando aún por amor suyo, al servicio de los pobres”. no era un santo. Su afán era enriquecerse. Quería un Sin precisar el día ni la hora, podemos ya llamar puesto, un beneficio que le asegurara buenas entrasanto a Vicente de Paúl. Ya sobrepasa los treinta das para retirarse y vivir cómodamente su vida. Y años. Se ha convertido, se ha entregado al Jesucris-
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|año vicenciano| to-de-los-pobres o a los pobres-de-Jesucristo. Una entrega firme e inviolable. Nada le hará cambiar. Nacerán de su alma innumerables fundaciones, instituciones, acciones, todas ellas motivadas y encauzadas a los pobres. No hay manera de atisbar algo en este santo que desentone de esta ley general, de su amor afectivo y efectivo a los pobres por Jesucristo. Hoy se habla mucho de “la opción por los pobres”. Muchos la hacen y la han hecho. Pero, después de Jesucristo, nadie ha superado a la que hizo san Vicente de Paúl. Y de esa opción príncipe, le nacieron las demás.
2. El Clero San Vicente tuvo otra experiencia: la grandeza del sacerdocio y, por contraste, la miseria de muchos sacerdotes, no obstante los círculos de alta espiritualidad en que se solazaban en París las grandes figuras sacerdotales de su tiempo. El juicio de nuestro santo fue extremoso en ambos aspectos: El sacerdocio es lo más grande. Pero hay sacerdotes que pueden ser lo peor. Y los más perjudicados son los pobres. Como se llegaba al sacerdocio sin la debida preparación, impulsado por el obispo de Beauvais, Agustín Potier, inició en 1628 los Ejercicios a Ordenandos, un curso intensivo de formación espiritual y pastoral. De los que nacie-
ron, unos años mas tarde, en 1633, las Conferencias de los Martes, cenáculo semanal de perseverancia en el fervor de los Ejercicios a Ordenandos y ayuda para las misiones o capellanías donde los sacerdotes de san Vicente no podían entrar por su dedicación exclusiva a los pobres del campo. Y de aquí saltó a los Seminarios, propugnados por el Concilio de Trento. Quizá el más antiguo en Francia fue el de Annecy, fundado por san Vicente en 1642. Siguió el de Bons Enfants y después otros muchos. La obra del santo en favor del clero culminó con su presencia en el Consejo de Conciencia de Ana de Austria y de Mazarino, donde contribuyó notablemente al nombramiento de un episcopado celoso y reformador de la Iglesia en Francia. Pero, antes de todo esto, san Vicente había fundado en 1625 la Congregación de la Misión, cuyo objetivo definió así su Fundador: “Dar a conocer a Dios a los pobres, anunciarles a Jesucristo, decirles que está cerca el Reino de los cielos y que ese Reino es para ellos”. Y, naturalmente, todo su empeño a favor de los sacerdotes, no pretendía otro fin que la evangelización de los pobres.
3. Los laicos La opción por los laicos es acaso la que más nos muestra la grandeza y la originalidad de san Vicente. El modelo de Iglesia era en su tiempo el del Concilio de Trento, que, en oposición a Lutero, tuvo que exaltar el estado sacerdotal, relegando al laicado más aún de lo que estaba. Sin desligarse de Trento ni mucho menos, san Vicente, por los pobres, lo sobrepasó. Recordemos su famosa arenga de los 800 años a las Damas de la Caridad: “Hace 800 años que ustedes no tienen ninguna ocupación pública en la Iglesia…” Y fue convocando a todos, mujeres y hombres, pobres y ricos, para la caridad eclesial. Su sensibilidad laical, que no existía en su tiempo, lo sitúa de lleno dentro del pensamiento del Concilio Vaticano II y de la “Chistifideles laici” de Juan Pablo II (1988).
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|año vicenciano| 4. Las mujeres La mano derecha de san Vicente fueron las mujeres. Detrás de un gran hombre, se ha dicho, siempre hay una gran mujer. A nuestro santo le circundan una pléyade de grandes mujeres. Desde Francisca Bachet y Carlota de Brie en Chatillon-les-Dombes, pasando por la señora de Gondi, Luisa de Marillac, la señora de Goussault, la duquesa de Aiguillon y tantas otras en París, hasta llegar a las Hijas de la Cardad Margarita Naseau, Bárbara Angiboust, Maturina Guerin, Margarita Chetif… Unas u otras se hicieron cargo de la caridad en las aldeas, del Hotel-Dieu de París y de todas las obras que desde allí se emprendieron para, por ejemplo, ayudar a las víctimas de las guerras incesantes, de los hospitales, galeotes, escuelas, niños expósitos, enfermos, mendigos, ancianos… Sin ellas san Vicente no hubiera sido proclamado “el Gran Santo de la Caridad”, pero, sin san Vicente, ellas no hubieran salido de una anodina mediocridad. ¿Cuál era el secreto de aquel magnetismo que irradiaba nuestro santo en las mujeres que le escuchaban y le acompañaban con verdadero sacrificio en la ayuda a los más necesitados? No podía ser otro que su autenticidad y santidad.
5. Más y más Dentro de estas opciones, Vicente tuvo y quiso hacer otras. Por ejemplo, dentro de los ministerios de su Congregación, optó por el de las misiones campesinas. “Dios nos guarde de dejar las misiones”, decía insistentemente a sus misioneros, cualquiera que fuera el ministerio o trabajo que tuvieran encomendado. Y, en continuidad con las misiones campesinas, optó más tarde por las misiones ad gentes. Cuando la Congregación de Propaganda Fide, fundada en 1622, le pide operarios, san Vicente escribe al superior de la casa de Roma: “He ido a celebrar la santa misa. Se me ha ocurrido el siguiente pensamiento, que, como el poder de enviar ad gentes reside en la tierra únicamente en la persona de Su Santidad, tiene por consiguiente el poder de enviar a todos los eclesiásticos por toda la tierra, y que todos los eclesiásticos tienen la obligación de obedecerle en esto; y, según este principio, le he ofrecido a su divina Majestad nuestra pobre compañía a ir a donde Su Santidad ordene”. Y comenzó el despliegue de los misioneros de san Vicente fuera de las fronteras de Francia. Hubo más
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proyectos, pero los que consiguieron desarrollarse fueron Berbería (Túnez y Argel) 1645-6, Madagascar 1648, Polonia 1651, e Irlanda-Escocia 1651, misiones agotadoras todas, especialmente la de Madagascar, a la que, de 18 misioneros enviados, sólo llegaron ocho, que murieron allí enseguida. Jamás se desalentó el santo; a uno de ellos le escribió: “La Compañía ha puesto en usted sus ojos como la mejor hostia que tiene para rendir homenaje a nuestro soberano Creador y hacerle este servicio. ¡Vocación tan grande y tan adorable como la de los mayores apóstoles y santos de la Iglesia de Dios!... Eche las redes con valentía”. El que echó las redes con valentía desde el momento de su “conversión” hasta el final de sus días fue el mismo san Vicente de Paúl. “Dadme un hombre de oración y será capaz de todo”, decía. Y fue capaz de todo lo que un ser humano puede hacer en favor de los de abajo. Cumplió sin fisuras aquella primera “resolución firme e inviolable de entregar toda su vida, por amor a Jesucristo, al servicio de los pobres”. Vicente de Dios, c.m.
|FORMACIÓN|
MISIÓN Y MISIONES ¿Debe la Iglesia seguir anunciando el Evangelio a los no cristianos
or todo lo que los discípulos P habían oído al Señor durante su vida pública, nunca tuvieron ninguna duda de que lo que habían aprendido de él debían ellos a su vez comunicarlo a todas las naciones: “Id y haced discípulos a todas las gentes…” (Mt 28,19-20). Desde el comienzo mismo de su existencia la Iglesia de Cristo se ha creído obligada a llevar a cabo este mandato del Señor y lo ha hecho durante veinte siglos. Pero no faltan hoy voces que se preguntan: ¿Debe seguir haciéndolo hoy? El día mismo de Pentecostés Pedro, refiriéndose a Jesús, anuncia que “no hay bajo el cielo ningún otro nombre dado a los hombres por el que podamos salvarnos” (Hch 4,12). Sólo en Jesucristo puede todo ser humano encontrar la salvación verdadera; por voluntad de Jesucristo mismo la institución anunciadora y mediadora de esta salvación es la Iglesia fundada por él: “Nos mandó —dice Pedro— que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio de que él ha sido constituido por Dios juez de vivos y muertos” (Hch 10,42). Todo esto lo ha mantenido siempre la fe y la teología. Así lo
expresa un teólogo de hoy bien responder de varias maneras a la conocido: “Todas las iglesias crisinquietud (religiosa) del corazón tianas reconocen el carácter eshumano proponiendo caminos, es catológico y, por lo mismo, defidecir, doctrinas, normas de vida nitivo e irrevocable de la maniy ritos sagrados. La Iglesia catófestación de Dios en lica nada rechaza de Cristo, y, desde Cristo, lo que hay en estas en la visibilidad históreligiones de verdarica de la comunidad dero y santo” (Nostra eclesial” (A. Torres aetate, 2). Esta posQueiruga, Fin del cristura de reconocimientianismo premoderno, to por parte de la Sal Terrae, 2000, Iglesia es aún mayor p.136). en relación a la reliEsta visión teológigión judía, pues es ca, que se ha manteni“tan grande el patrido sin dudas ni problemonio espiritual comas hasta hace no mún a cristianos y Jaime Corera Andía muchos años, parece a judíos” (ibid.). Misionero paúl haber entrado en Por influencia crisis. No faltan voces que declade una lectura más o menos coran terminado el tiempo de la mirrecta de estas ideas, así como sión cristiana, y anacrónicos los por influencia de ideas procedenesfuerzos misioneros por convertir tes de otros campos (la visión “a todas las gentes” a la fe en Jecada día más extendida de la sucristo. Detrás de estas afirmaunidad de la especie humana, la ciones se encuentra la persuasión creciente globalización…), va de que las diversas religiones puecreciendo el número de cristiaden ser también de alguna manenos, y aun de teólogos, que parera instrumentos de salvación. cen estar cada día más convenci“De alguna manera”: incluso dos de que aunque, efectivamenel Concilio Vaticano admite que te, quien cree en Cristo enconlas diversas religiones existentes trará en Cristo la salvación, en el mundo “se esfuerzan por también la pueden encontrar a NÚM. 121|DICIEMBRE 2009|CAMINOS DE MISIÓN| 7
|formación|
través de sus propias creencias los miembros de otras religiones. De todo lo cual se concluye a veces que todas las religiones vienen a ser en el fondo iguales, y que todas son por igual caminos de salvación para la humanidad. Ahora bien: es cierto, y siempre se ha admitido, que todo ser humano de buena voluntad encontrará la salvación final aunque no crea en Jesucristo de manera explícita sin culpa por su parte. Pero de ahí no se deduce que todas las religiones sean iguales, y que todas respondan por igual a la voluntad del Dios verdadero. Movida por el mandato inequívoco de Cristo a sus apóstoles, la Iglesia sigue manteniendo ante el mundo que “es obligación suya anunciar la cruz de Cristo como signo del amor universal de Dios y como fuente de toda gracia” (Nostra aetate, 4), y también que, como dice Pedro, no hay otro nombre que el nombre de Jesús por el que se pueda salvar el ser humano. Cómo actúan el Espíritu Santo y la gracia de
Cristo en la salvación de los que no han llegado al conocimiento de la fe cristiana es un problema complejo que no cabe en los estrechos límites de este escrito. Pero el que se admita con gusto la realidad de ese actuar de la
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gracia en los no creyentes no debe en ningún caso disminuir la urgencia del mandato del Señor de anunciar la verdad del Evangelio a todas las naciones. Jesús no es sólo el camino, sino el único camino para llegar a Dios. Hay que seguir anunciando a Jesucristo y enseñando sus enseñanzas mientras haya grupos humanos que no hayan oído hablar de él. Al hacerlo así, no sólo se enseñará al que no sabe cuál es el verdadero camino hacia el Dios verdadero, sino que se le mostrará a la vez cuál es el mejor camino para hacer más humana y más rica su humanidad. Así expresa todo esto la intención misional del Papa para el mes de octubre: “Que el pueblo de Dios, que recibió el mandato de ir a predicar el Evangelio a todas las criaturas, asuma con empeño su responsabilidad misionera y la considere como el mayor servicio que puede ofrecer a la humanidad.” Jaime Corera Andía Misionero paúl
|TESTIMONIO|
La Navidad en el Androy (Madagascar) n todas las comunidades de fe
Earraigada, la celebración de la
Navidad es motivo de alegría, de celebración gozosa. Y en el centro de esta celebración está Jesús, Enmanuel, el Dios que se hizo uno de nosotros y el hijo de Santa María Virgen que nació en un establo porque los habitantes de Belén no le recibieron. Las modalidades de la celebración cambian según las culturas y la situación geográfica. En Madagascar se celebra cuando el calor del verano austral es más fuerte. Cuando ponen el Nacimiento no se les ocurre espolvorear de harina los campos vecinos al portal. No han visto nunca la nieve y no saben lo que es. Como tampoco ponen ríos o fuentes porque en el Androy, tierra de espinos y de sed, no hay ni un riachuelo ni una pequeña fuente. Lo importante es la celebración del nacimiento de Jesús, el Cristo que vino a salvarnos a todos. Pero quizás tenga tanta importancia como la fiesta en sí misma, la preparación. En los centros donde hay Misioneros Paúles y Hermanas, Hijas de la Caridad, se pone el Belén. Los personajes tienen que ser blancos. No conciben una Virgen o un Niño Jesús negro. En los poblados de la estepa no se pone el Belén porque no tienen figuras. Ponen una estampa y un árbol y adornan la iglesia con guirnaldas hechas con los cuadernos usados de los niños de la escuela. Pero sobre todo se preparan los cantos por grupos, que pueden ser por familias, por barrios, por asociaciones o por edades, niños, jóvenes o mayores. Y hay que ensayar la representación del misterio y de la Historia de la Salva-
ción. Todo esto les lleva días y días, o mejor atardeceres, de preparación con ambiente de fiesta y es una catequesis viva y al alcance de sus posibilidades. Y cuando llega el 24, al anochecer se reúnen los cristianos, y los que no lo son, y empieza la fiesta con la Celebración de la Palabra porque no podrán tener la Misa del Gallo. El misionero no se puede multiplicar por 20 pue-
terminando con el nacimiento del Bautista. Hasta el despuntar del día durará la celebración. No habrá comilonas ni excesos de alcohol. Sí habrá caramelos para los niños comprados con la cotización de los mayores. En los días que suceden al 25, cada comunidad cristiana tendrá su Eucaristía de Navidad en la que todos se confesarán y co-
PP. José Luis Cuesta, José Gonzalo y José María Lusarreta.
blos o más que le corresponden. A continuación viene la representación del Misterio, desde la Anunciación a los Inocentes según los textos de S. Lucas y S. Mateo. Los niños por grupos de seis u ocho salen al presbiterio para recitar cada uno un cuarteto o un pareado llenos de candor alusivos al nacimiento de Jesús. Participarán después los grupos familiares, por barrios o asociaciones con cantos y representaciones libres de la Navidad que tienen mucho sabor a los apócrifos. En las comunidades cristianas de más abolengo se representará la Historia de la Salvación, empezando por Adán y
mulgarán. Y se repite la fiesta. Y hay que cortar porque hay que ir a otro poblado. Así hasta Reyes. La fiesta de Navidad en el Androy no está contaminada con los miasmas de la indiferencia, del consumismo o la hostilidad de los países ex-cristianos. ¡Felicidades, ha nacido Cristo. Nos ha nacido un Niño, albricias, venid adorémosle! Es el saludo mil veces repetido por los cristianos en el Androy. P. José Luis Cuesta Misionero paúl El Androy (Madagascar)
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|INFORMACIÓN|
La pintura vicenciana de Arturo Asensio Creador de “Vicente Paúl, misionero ad gentes”. Obra artística única en el mundo sobre el tema 1
os Misioneros Paúles de Ma-
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Ldrid, encargaron a Arturo
Asensio, hace unos años, una serie de cuadros sobre san Vicente de Paúl y sus obras. Nuestro artista conoce bien a san Vicente de Paúl; ha pertenecido al grupo de la Familia Vicenciana Juventudes Marianas Vicencianas (JMV). En Arturo se han conjugado bien dos facetas: su pericia como Marcelino Boyero, cm pintor y su sensibilidad cristiana y vicenciana. De su conjunción tenemos ya el buen resultado de siete u ocho obras, que merecen ser estudiadas, apreciadas y agradecidas. Es lo que pretendo hacer brevísimamente en estas páginas. “El Cristo de las virtudes vicencianas” Un gran mural, un mural enorme. Cuando san Vicente da sus Reglas a los misioneros de su Congregación, les dice que tienen que revestirse de las virtudes de Cristo evangelizador: sencillez, humildad, mansedumbre, mortificación y celo por la salvación de todos. Arturo ha realizado aquí una obra importante: un Cristo enorme, con los brazos extendidos, de modo que parece querer abarcar no sólo las cinco virtudes —figurativamente representadas— sino el mundo entero. Para representar las cinco virtudes que san Vicente consideraba necesarias para los seguidores de Cristo, evangelizador de los pobres, se sirve de figuras simbólicas. Virtudes que brotan de Cristo, “fuente y
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modelo de toda virtud”; son cinco figuras humanas, o quizás una figura humana en cinco actitudes distintas. Sus posturas, gestos y colorido, más los detalles añadidos a cada figura como agua, tierra, plantas, palomas, etc., nos ayudan a entender el sentido que san Vicente daba a cada una. El autor mismo considera esta obra como una de sus más logradas. Me gusta la obra, en conjunto, aunque parezca, tal vez, demasiado grandilocuente. Idea parecida a la de este mural la ha plasmado, con recursos mucho más sencillos, en otra obra suya; una obra clásica, de enorme fuerza, de sencillez y claridad evidentes, con los elementos más indispensables. “San Vicente bendice a dos jóvenes Hijas de la Caridad. Envío en misión” ¡Qué san Vicente, vertical, la cabeza un poco inclinada, la mano derecha en el pecho; la mano
|información| izquierda en actitud de bendecir, con el libro de rezo cerrado, sobre la mesa! Da la impresión que del pequeño crucifijo emana una fuerza enorme, que se transmite a la mano izquierda del santo; de ahí, a su cuerpo entero, y por su mano derecha, firme como un mandato y como una bendición, a la vez, pasa a las dos jóvenes Hijas de la Caridad. ¡Qué maravilla las dos Hijas de la Caridad en el lado derecho; colocadas de modo que ocupan casi toda esa parte y dejan vacía la mitad de arriba! ¡Qué cabezas y que tocas! En el lado izquierdo, una silla, una ventana, una cortina, lo mas sencillo del mundo. Se habla de este cuadro como de obra primeriza. Probablemente no tenga la riqueza de colorido de otras; a mi modo de ver, le sobran méritos para calificarla de muy buena.
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“Vicente de Paúl, misionero ad gentes” Es la última obra realizada por nuestro artista, a petición del Director de esta revista, sobre pintura vicenciana. Acaba de aparecer en la portada del número anterior (nº 120, octubre 09). Es el busto del santo en primer término. En un segundo plano, en tamaño más pequeño, un misionero parece estar catequizando a un muchacho indígena. Al fondo, a la derecha y en segundo plano, hay un fondo de paisaje con una casucha; en este fondo destaca una palmera elegante. El rostro de san Vicente nos sorprende por su amabilidad. La mirada se dirige de un modo elocuente, comunicativo, al espectador. La boca, ligeramente entreabierta, agradable y comunicativa. Es el rostro de un anciano venerable, firme en la contextura, suave y penetrante, a la vez. La frente amplia, con leves arrugas horizontales, arrugas también al lado de los ojos; la cabeza cubierta casi totalmente, dejando ver un mechoncito de pelo blanco en lo alto de la frente y a ambos lados, por encima de las orejas. La gama 4 de colores, tanto en la figura del santo como en el fondo que la soporta es muy variada y muy agradable. ¡Un gran imagen para un gran santo misionero¡
de vosotros me va a traicionar; y la reacción de los discípulos: ¿Soy yo, Maestro? Es un momento humano, psicológico. El genial artista ha puesto al servicio del arte todo el saber humano y cristiano del Renacimiento. Orden, dibujo, color y su famoso “esfumato”tocan aquí la cima del arte. Juan de Juanes ha escogido el momento en que Cristo dice: Tomad y comed porque esto es mi cuerpo. Un momento teológico, eucarístico. La reacción aquí es el silencio y la adoración, la contemplación del misterio. En la Cena de Arturo, Cristo toma un trozo de pan con su mano derecha y deja su izquierda sobre el pecho. La mesa, naturalmente, tiene que jugar
“La Última Cena” Las más bellas “Cenas” en la historia del arte son las de Leonardo da Vinci y la de Juan de Juanes. El primero nos muestra a Jesús que señala con la mano: Uno
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un papel importante, con el vaso de vino y el pan partido para cada comensal. Y luego, el fondo con arcos apenas insinuados. Todos los artistas, al elegir un tema como este, tratan de realizar verdaderos retratos. No es posible analizarlos uno por uno; pero se puede decir aquí de cada apóstol que son auténticos retratos: Andrés, Felipe, Tomás, Pedro, Judas, Juan… ¡Qué cabezas, qué miradas, qué manos, qué actitudes, qué mantos…! Y el orden y la colocación de cada figura. ¡Y el rostro de Jesús! Verdaderamente admirable: lleno de dignidad, de serenidad, y una mirada llena de amor. “El rostro de la compasión” Obra realizada para conmemorar el Premio a la Concordia Príncipe de Asturias 2005, concedido a las Hijas de la Caridad. San Vicente de Paúl realiza una parte importante de su obra por medio de esa Compañía. En el centro del cuadro, una hija de la caridad con el hábito actual. Inmediatamente detrás, otra, con el hábito antiguo. A la derecha, pobres que son atendidos. A la izquierda, y bastante en segundo plano, san Vicente; en esta misma parte, abajo, y muy en primer plano, una persona desgraciada es atendida. Destaca, al primer golpe de vista, la Hija de la Caridad, exactamente en el centro del cuadro. Una figura elegante, joven, con hábito sencillo y hermo-
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so, en azul, limpio como el mar o como el cielo. Abre sus brazos, a derecha e izquierda, para repartir caridad; es la figura entera la que irradia caridad. La figura de la izquierda del cuadro, abajo, casi no es persona: es alguien que hunde su cabeza en su cuerpo; encogida de tal modo que sobresalen los hombros por encima: es un manchón negro que se esconde en unos harapos. Esta figura hace chirriar la mirada del contemplador, en contraste con el resto del cuadro, sobre todo, con la figura de la Hija de la Caridad joven. A veces, la cruda realidad es así de fea. Por si fuera poco, esta figura horrenda está muy en primer plano, como gritando la persistencia del mal en nuestro mundo de hoy. Obra magnífica este “Rostro de la Compasión”. Toda una teología de la caridad: Tuve hambre y me disteis de comer; lo que hicisteis a unos de estos pequeños a mí me lo hicisteis… Quien no ama a su prójimo a quien ve, ¿cómo va a amar a Dios a quien no ve?, etc.). “Cristo el sembrador” Salió el sembrador a sembrar, se lee en el Evangelio de san Mateo. Cristo es el sembrador. Arturo nos da un Cristo sereno, firme como un ico-
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|información| no; la cabeza sobre un fondo dorado; el pie derecho adelantado ligeramente, las manos se abren hacia abajo, acompañando la verticalidad del cuerpo; de la mano izquierda caen una semillas; la túnica blanca hasta los pies; el manto marrón claro, cruzado oblicuamente; carnación morena en manos, pies y cuello, y un tanto más oscurecida en el rostro. Una gran figura. Hay elementos decorativos a lo alto y ancho del cuadro: semillas, flores, un pájaro. No sería exacto calificar estos elementos como meramente decorativos. Todos esos detalles son como alusiones figurativas al misterio total de la persona de Cristo, a toda su vida y a todas sus palabras. Tengo la impresión de haber encontrado en Arturo Asensio un gran pintor. En primer lugar, es un gran retratista. Casi todas las figuras aparecen como verdaderos retratos o, para ser más exacto, como formas creadas verdaderamente por el artista. Con una cabezas firmemente trazadas, de pinceladas gruesas e intensas, y unas vestimentas de formas muy bien dibujadas y de colores muy bien escogidos. Los fondos están, generalmente, ocupados por detalles que podríamos llamar líricos y como insinuantes, que rodean los misterios presentados por las figuras o grupos de figuras.
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En resumen: Un conjunto de ocho obras de inspiración vicenciana —incluyendo el “Cristo sobre las aguas y el cielo” y la “Virgen Milagrosa”, con la Basílica de Madrid a sus pies— de gran categoría y que servirían para consagrar a un artista, si no estuviera ya consagrado por otras obras de distinto género. Marcelino Boyero, c.m. ANEXO
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1. “Cristo de las virtudes vicencianas”, 2007; en la casa Provincial de los Misioneros Paúles de Madrid. – 2. “San Vicente bendice a dos jóvenes Hijas de la Caridad, Envío en misión”, 1988; en la Casa Provincial H. de la C. de Martínez Campos, 18 Madrid. – 3. “Vicente de Paúl, misionero ad gentes”, 2009. Revista Caminos de Misión – Covide-Amve, Madrid. – 4. “La Última Cena”, 2008; en Parroquia San Vicente de Paúl, Madrid. –Los cuatro cuadros que siguen, en Casa Provincial Misioneros Paúles, Madrid: 5. “El rostro de la compasión”, 2006. – 6. “Cristo sembrador”, 2008. – 7. “Cristo sobre las aguas y el cielo”, 2009. – 8. “Virgen Milagrosa —sobre la Basílica de Madrid—”, 2008.
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|ANIMACIÓN|
Las Misiones, Adviento y Navidad de la Iglesia LA NAVIDAD EN LA VIDA DE LA IGLESIA
misterio de amor? Y desde esta expresa invitación, “Id… y dad a conocer mi Evangelio”nos preocupa dar a conocer este gran misterio desde tres de sus principales aspectos:
En este tiempo hermoso de la Navidad, la Liturgia nos lleva a recordar el acontecimiento más grande de la creación: el nacimiento del Hijo del Hombre por 1. La preparación interior quien fueron creadas todas las code la Comunidad creyente sas, las del cielo y las de la tierra. Invitamos a todos, en pequeños Adviento es tiempo de espera y grupos, a interiorizar el aconteciesperanza. La vida limiento mediante un retúrgica de la Iglesia tiro y a que se partieste mes de diciembrecipe activamente en Adviento aparece con la celebración del persignos distintivos: Las dón. ropas litúrgicas son moradas, signo de austeri2. Valoración de la vidad. Celebramos días da como don de Dios de reflexión y de SaEl nacimiento de un cramento de la Reconhijo siempre es misteciliación. Ponemos el rio y siempre provoca Belén como represenalegría y cambio. Al tación de lo que creeniño se le hace un hueJesús M.ª Lusarreta Misionero paúl en Cuba mos y esperamos. Y al quecito en la casa, se igual que prepara la le acoge, y se le da, familia que espera un hijo, los padesde el primer momento, derecho ñales y la cuna del niño, también sobre todo lo que existe en la los cristianos, en este tiempo de casa. El Niño Dios ¿tendrà menor espera, recordamos más y mejor a acogida y menos derechos? los pobres y hacemos campañas para que no les falte el pan de la 3. Comprensión de los símbolos Navidad. Para que reciban el mensaje adecuadamente creemos impresLA NAVIDAD EN LA IGLESIA MISIONERA En la Navidad el misionero se pregunta: ¿Cómo podré dar a conocer este misterio grande, tan divino y humano? ¿Qué signos tendrán que ver en mí para que les convenza de que lo que les enseñamos es vida y lo que vivimos es
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cindible acercarse al mundo de los símbolos. “Que en cada familia se haga el pequeño Belén”, que el Niño Dios bendiga su casa y llene de alegría los espacios. Es el tiempo de tocar al “Niño Dios”. En la cultura de países de misión, nuestra buena gente necesita tocar “al Niño”.Si tocamos los pies del crucificado como símbolo de cercanía y unión en el dolor ¿cómo no voy a tocar al Niño, símbolo de ternura, cercanía, liberación y salvación? No puede haber Navidad sin cercanía a los pobres. Lo aprendimos en la tradición: “sienta un pobre a tu mesa”. Lo hemos vivido en las campañas navideñas en favor de los pobres, hemos escrito a los misioneros desde nuestros Colegios... y esa tradición nos hizo descubrir que lo que estábamos celebrando no era solo un tiempo favorable para las compras y fiestas, sino un acontecimiento de salvación. Es verdad, ¡nos nace el Salvador! Jesús Mª Lusarreta
|TESTIMONIO|
Las Misioneras A
mi colegio de monjas de la congregación del Amor de Dios, iba de vez en cuando, a visitamos alguna misionera recién llegada de Nigeria o Mozambique. Eran mujeres, que habían entregado su juventud a Dios y que después de profesar, habían solicitado voluntariamente un traslado a aquellas regiones fustigadas por el hambre y la pólvora y las epidemias más feroces, para inmolarse en una tarea callada. Eran mujeres enjutas, prematuramente encanecidas, calcinadas por un sol impío que había agostado los últimos vestigios de su belleza, y sin embargo risueñas como alumbradas por unas convicciones indómitas. Habían renunciado a las ventajas de una vida regalada, habían renunciado al regazo protector de la familia y la Congregación para agotarse en una labor tan numerosa como las arenas del desierto. Entregaban su vida fértil en la salvación de otras vidas con un denuedo que parecía incongruente con la fragilidad de sus cuerpecillos entecos, reducidos casi a la osamenta. Con cuatro euros y toneladas de entusiasmo, habían puesto en marcha comedores, hospitales y escuelas, habían repartido medicinas, viandas y consuelo espiritual, habían enseñado a los indígenas a labrar la tierra y a cocer el pan. También habían velado la agonía de muchos niños famélicos, habían apaciguado el dolor de muchos leprosos besando sus llagas, habían sentido la amenaza de un fusil encañonando su frente. ¿De dónde sacaban fuerzas para tanto? “Un día descubrí que Dios no era invisible —recuerdo que me contestó una de aquellas misioneras—. Su rostro asomaba en el rostro de cada hombre que sufre”.
Este descubrimiento las había obligado a rectificar su destino. “Si no atendía esa llamada, no merecía la pena seguir viviendo”. Y así se fueron a África o a cualquier otro arrabal del atlas, con el petate mínimo e inabarcable de sus esperanzas, dispuestas a contemplar el rostro multiforme de Dios.
A veces tardaban años en volver, tantos que, cuando lo hacían, sus rasgos resultaban irreconocibles incluso para sus familiares; luego, tras una breve visita, regresaban a la misión, para seguir repartiendo el viático de su sonrisa, la eucaristía de sus desvelos. Y así, en un ejercicio de caridad insomne, iban extenuando sus últimas reservas físicas, hasta que la muerte las sorprendía ligeras de equipaje, para llevarse tan sólo su envoltura carnal, porque su alma acérrima y abnegada se quedaba para siempre entre aquellos a· quienes habían entregado su coraje. Algunas, antes de dimitir voluntariamente de la vida, eran despedazadas por las epidemias que trataban de sofocar, o fusiladas por una partida de guerrilleros incontrolados. Si los periódicos dedicasen la misma atención a la epopeya anónima y cotidiana de los misioneros
que a ese escándalo tan sórdido de abusos y violaciones y embarazos y abortos, no quedaría papel en el mundo. Repartidos por los parajes más agrestes u hostiles del mapa, una legión de hombres y mujeres de apariencia humanísima y espíritu sobrehumano contemplan cada día el rostro de Dios en los rostros acribillados de moscas de los moribundos, en los rostros tumefactos de los enfermos, en los rostros llagados de los hambrientos, en los rostros casi transparentes de quienes viven sin fe ni esperanza. Son hombres y mujeres como aquellas monjas que iban a visitarme a mi colegio, enjutos y prematuramente encanecidos, en cuyos flacos cuerpecillos anida una fuerza sobrenatural, un incendio de benditas pasiones que mantiene la temperatura del universo. Un día descubrieron que Dios no era invisible, que su rostro se copia y se multiplica en el rostro de sus criaturas dolientes, y decidieron sacrificar su vida en la salvación de otras vidas, decidieron ofrendar su vocación en los altares de la humanidad desahuciada. Que nos cuenten su epopeya silenciosa y cotidiana, que divulguen su peripecia incalculablemente hermosa, a ver si hay papel suficiente en el mundo.
Juan Manuel de Prada Escritor y Columnista de “ABC”
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vidad‘09 Na
A nuestros bienhechores y amigos de las Misiones Vicencianas Jesús viene a salvarnos
Q
ueridos amigos: Se acerca la Navidad y, desde estas tierras de Angola, además de desearos felicidad, quiero agradecer todo cuanto estáis haciendo por todas las Misiones que nos han sido confiadas; y, a la vez, compartir con vosotros unas pobres reflexiones, que llamo: ponerse en camino. José y María, sujetos a la ley del pueblo, se ponen en camino, y pasan calamidades como toda la gente pobre de su tierra. Buscan lugar para albergarse, pero no lo encuentran. Misterio de fe. Misterio de Amor. Dios nace en una cueva. ¿Y quién le descubre? Los pequeños, los humildes pastores. Un Ángel les dijo: “No temáis, os anuncio una gran alegría. Hoy, en la Ciudad de David, ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor.” Creen al Ángel y se dicen unos a otros: “Vayamos a Belén, veamos lo que ha sucedido.” Fueron a toda prisa, encontraron a María y a José; y al Niño, recostado en un pesebre. Se han puesto en camino, porque han creído. Misterio de fe. Jesús va a nacer en mí y en todos los hombres si, como los pastores, creo y creemos. Sólo si creo podré anunciar, después, el misterio del Amor. Queridos amigos de los misioneros: La Navidad es mucho más que compartir cosas. Navidad es, principalmente, creer que Jesús nos ha nacido. Comienza el camino. “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿Donde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarle” (Mateo, 2, 1-2). Ellos, después de oír al rey, se pusieron nuevamente en camino, “y la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Entraron en la casa, viendo el Niño con María su madre le adoraron, y abriendo sus cofres, le ofrecieron sus dones: oro, incienso, y mirra. (Mt, 2, 10-12). Amigos, la fe es el camino en el que todos vamos andando y que muchos siguen buscando. Muchos, antes que nosotros, creyeron, se pusieron en camino, y llevaron el anuncio de los Ángeles a los cinco continentes. Son muchos, muchos, los que aquí, en Angola, y en casi todos los lugares del mundo, cantan con los ángeles: Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres de buena voluntad. Para que cantemos la gloria de Dios y llevemos la paz al mundo entero, se nos invita a no permanecer parados, a estar siempre en camino hasta que encontremos al Salvador del mundo, presente en todos y en cada uno de nuestros hermanos. Y con su bandera y su palabra anunciemos que ha llegado el año de gracia, en el que reinan la justicia, la paz y la hermandad. Que con Él ha nacido un mundo nuevo, en el que todos tienen derecho a la educación, a la sanidad... porque, como los Magos, todos ofrecemos nuestros dones, porque hemos encontrado a Jesús en nuestros hermanos. Este año de gracia, Jubilar para la Familia Vicenciana, se hará realidad si aunamos las fuerzas y luchamos contra tantas estructuras injustas que encarcelan en la pobreza y en la esclavitud a tantos y tantos hermanos nuestros. ¡Feliz Navidad y feliz año 2010! Sor Eloísa Pérez Bartolomé
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Navidad ‘09
A nuestros misioneros vicencianos “Os anuncio un gran gozo: os ha nacido un salvador”
En la puerta principal de la Catedral de Montreal (Canadá) he podido ver un cartel precioso: “San Vicente de Paúl, un corazón a la medida del mundo”. Pensamiento profundo y expresión muy bella. Ciertamente Vicente de Paúl, y Luisa de Marillac también, con la gracia del Espíritu, lo han realizado en su Carisma y lo han transmitido a toda la Familia Vicenciana, especialmente a los que viven su vocación en los países de misión. Es fuente de donde fluye “el agua viva” en abundancia. Nuestra felicitación a las Hijas de la Caridad, a los Misioneros de la Congregación de la Misión (Paúles), a los misioneros laicos Vicencianos, por esta aventura misionera “a la medida del mundo”. La Familia Vicenciana está extendida por 140 países en los cinco continentes y atienden a cerca de 50 millones de personas. Los Misioneros Vicencianos pueden celebrar con alegría el Misterio de la Encarnación, siempre tan vivo en la Espirutalidad Vicenciana. “A la medida del mundo”. San Vicente quería llegar con la caridad del Espíritu Santo a la universalidad de ministerios. Todos podemos valorarlos: hospitales, dispensarios, escuelas, hogares de ancianos, de niños, leproserías, etc. Admirable es la labor realizada, pero más aun es el amor, la ternura y la misericordia que la Vocación Vicenciana estimula. Los Misioneros y las Hijas de la Caridad nos educaron en estos valores de la caridad. Dignos de resaltar esos admirables Misioneros/as vicencianos. En África: una Hija de la Caridad, matrona, ha ayudado a nacer a 30.000 niños, en 30 años allí. Es todo un canto a la vida. Otras Hermanas, en un país musulmán, convirtieron una iglesia –ya sin fieles cristianos- en una guardería infantil, donde comen, estudian, leen el Corán, con limpieza, tonos cálidos, cuadros artísticos musulmanes. Otra Hermana, con ocasión de sus Bodas de Plata en la Compañía, quería dar un regalo: una comida a los musulmanes pobres, que los viernes piden a las puertas de las Mezquitas. Ellas no pueden hablar de Jesús, sería considerado proselitismo. Pero sus vidas gritan el amor de Dios y de los Hermanos. Es un amor sublime gratuito. En diferentes países he sido testigo de la admirable entrega y humildad de los misioneros vicencianos. La Familia Vicenciana es un icono de la Caridad. Nuestra felicitación, hermanos y hermanas por vuestra Vocación Misionera, en tantos países en este Año Jubilar Vicenciano del 350 Aniversario de la muerte de San Vicente de Paúl y Sta. Luisa de Marillac, con el recuerdo de tantos Santos de la Familia Vicenciana que nos han precedido. Sea la Caridad-Misión, “reavivando el fuego de la Caridad”. Con todo mi afecto y agradecimiento Manuel Portillo Delegado de Misiones y Ecumenismo del Arzobispado de Sevilla NÚM. 121|DICIEMBRE 2009|CAMINOS DE MISIÓN| 17
vidad‘09 a N
Nana para todas las madres
(También a nuestra “Madre del corazón”: María de Nazaret)
A la nanita, nana, duérmete, madre, que estás muy cansadita y ya es muy tarde…, Sólo sabes amar a tus pequeños, deshacerte en ternura, velar sus sueños… Y cuando hay guerra y hambre y están muriendo, tú pones en sus bocas ¡ay! tu sustento… Y hoy te canto una nana y yo te velo, que “madre” es lo más grande de tierra y cielo… Que hasta Dios tuvo envidia de este portento, y quiso tener Madre y Nacimiento…
¡Que brillen las galaxias, que calle el viento: que Dios ya tiene Madre, y está naciendo…, que llora ya en Belén por alimento…, y María se enternece y le da el pecho…, que se duerme el Dios-Niño, se está durmiendo…! Y siguen las “pateras” y el sufrimiento…, las madres abrazadas a sus pequeños… Compartamos el pan y hasta el cordero…, que es Navidad, hermanos, y el Dios del cielo sólo quiere una cosa: ¡Que nos amemos…! ¡Pues que vivan las madres del mundo entero...!
Alfonso Valverde León
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|FORMACIÓN|
Actualidad de la Misión ad Gentes en España (y III) Ofrecemos a nuestros lectores, de forma abreviada, la tercera y última parte de este extraordinario documento misionero de la Conferencia Episcopal Española. Las partes primera y segunda se han publicado previamente en los dos números anteriores de CAMINOS de MISIÓN. ¡Que ustedes lo lean bien! LA DIRECCIÓN IV. ÁMBITOS DE RESPONSABILIDAD MISIONERA Una mirada a los orígenes de las primeras comunidades nos desvela cómo se preocupaban de la extensión de la Iglesia “hasta los confines de la tierra”. No eran momentos de ceder por ser pocos o no estar suficientemente preparados. Un típico ejemplo de Iglesia local es la comunidad de Antioquía que, de evangelizada, pasa a ser evangelizadora y envía sus misioneros a los gentiles. La Iglesia primitiva vive la misión como tarea comunitaria, aun reconociendo en su seno a “enviados especiales” o “misioneros consagrados a los gentiles”, como lo son Pablo y Bernabé. 1. Responsables de la misión Los fieles cristianos, por el hecho de su pertenencia a la Iglesia, tienen una irrenunciable
vocación a la misión, como lo es su llamada divina a la santidad. Todo fiel está llamado a la santidad y a la misión (Redemptoris Missio, 90). Se puede decir que cada Iglesia diocesana existe “en estado de misión”. Los obispos deben vivir la solicitud por todas las Iglesias en comunión con el Romano Pontífice. Por ello deben, no sólo fomentar el espíritu misionero en su diócesis, sino promover las vocaciones misioneras ad gentes, ayudar a su discernimiento y alegrarse de que en sus Iglesias surjan misioneros deseosos de entregar su vida en las fronteras de la misión ad gentes. Los presbíteros están llamados a la misión porque “cualquier ministerio sacerdotal participa de la misma amplitud universal que la misión confiada por Cristo a los Apóstoles. Su
ministerio no puede reducirse al ámbito de su propia diócesis. Los miembros de Institutos de vida consagrada, por su propia identidad, constituyen un signo profético de disponibilidad y de apertura al servicio de la iglesia universal. Por ello, están llamados a hacerse presentes de modo especial en la misión ad gentes. Particularmente los Institutos y Congregaciones específicamente misioneros deben asumir su compromiso misionero “de por vida” como un don que pertenece a toda la Iglesia, y en concreto a la Iglesia particular en la que confiesan su fe, la celebran y la viven. Por eso han de ratificar su inserción en el tejido vital de las Iglesias y comprometerse en la animación misionera, como un ministerio necesario para la revitalización de la pastoral ordinaria.
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|formación|
Los fieles laicos, en virtud de su bautismo deben sentir como propios los proyectos misioneros de su propia diócesis y de la Iglesia entera. Deben preguntarse por las aportaciones específicas que pueden hacer a la misión ad gentes. Las asociaciones laicales, movimientos eclesiales y nuevas comunidades que expresan oficialmente su compromiso con la misión de la Iglesia están llamados a incluir la misión ad gentes entre sus objetivos irrenunciables.
mación, la formación y la cooperación misionera de la iglesia en España. Impulsar el estudio de la Misionología. Promover la formación de quienes son llamados a cooperar con otras Iglesias necesitadas, como sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas o fieles laicos. Intensificar las iniciativas que fomenten, acompañen y atiendan las vocaciones misioneras. Promover una fluida coordinación de las ayudas pastorales
2. Sugerencias para la acción Algunas pautas para el discernimiento y la actuación: Potenciar el Consejo Nacional de Misiones, órgano consultivo de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, para: Colaborar en todo lo relacionado con la infor-
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y económicas entre las comunidades eclesiales de España y de otras Iglesias más necesitadas. Favorecer la creación o el fortalecimiento de ámbitos de reflexión misionológica en las diócesis. Institucionalizar el estudio de la Teología de la Misión en los Centros de Formación teológica para laicos, personas consagradas y aspirantes al sacerdocio. Programar actividades para incentivar la pastoral vocacional misionera, sobre todo “ad vitam”, en laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas. Hacer presentes en la pastoral diocesana el espíritu y la finalidad de cada una de las cuatro Obras Misionales Pontificias. Seguir impulsando la cooperación misionera de las diócesis con el envío de sacerdotes diocesanos a otras Iglesias particulares más necesitadas.
|formación| Iglesias, responden con generosidad y santidad a las solicitudes y desafíos de nuestro tiempo”. Que la Virgen Madre, Reina de las Misiones, atraiga las bendiciones de Dios sobre los frutos pastorales que seguirán a este trabajo.
DOCUMENTACIÓN INFORMATIVA: ANEXOS
Fortalecer la relación de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias con el Departamento de misiones de la Confederación Española de Religiosos (CONFER). Promover y difundir la identidad misionera de los laicos, sobre todo a favor de los llamados por vocación específica a la misión ad gentes. Intensificar la animación misionera que realizan las Delegaciones diocesanas, con la colaboración del Servicio Conjunto de Animación Misionera (SCAM) y de otras instituciones eclesiales integradas en el Consejo Nacional de Misiones. Fomentar la cooperación misionera en el Pueblo de Dios a través de la oración confiada y suplicante, el sacrificio aceptado y ofrecido, y la cooperación económica en ayuda a la acción evangelizadora. Son además, aportaciones esenciales para la formación cristiana de niños y jóvenes. Fomentar la participación de sacerdotes, consagrados y laicos en los cursos de formación y actualización de los Centros de Formación Misionera.
Promover nuevas iniciativas para el conocimiento y apoyo de la labor misionera de los movimientos eclesiales y nuevas comunidades. Estudiar, valorar y ejecutar proyectos de acción misionera en los nuevos ámbitos culturales y sociales de la misión ad gentes.
CONCLUSIÓN
Anexo I: El Consejo Nacional de Misiones. Anexo II: Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA). Anexo III: Día de Hispanoamérica. Anexo IV: Obra de Cooperación Apostólica Seglar Para Hispanoamérica (OCASHA). Anexo V: Coordinadora de Asociaciones de Laicos Misioneros (CALM). Anexo VI: Servicio Conjunto de Animación Misionera (SCAM). Anexo VII: Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME). Anexo VIII: Departamento de Misiones de la CONFER.
Hablar de las misiones y de Conferencia los misioneros es hacer memoria Episcopal Española de aquellos que entregan con Madrid, 26 de febrero de 2009 generosidad su vida al servicio Síntesis de José Gonzalo, c.m. de la Iglesia. Es este un don del Espíritu, que viven con intensidad las comunidades diocesanas de España. Con esta esperanza hacemos nuestras las palabras proféticas de Juan Pablo II: “Veo amanecer una nueva época misionera, que llegará a ser un día radiante y rica en frutos si todos los cristianos, y en particular los misioneros y las jóvenes Conferencia Episcopal Española. NÚM. 121|DICIEMBRE 2009|CAMINOS DE MISIÓN| 21
|FORMACIÓN-ANIMACIÓN|
“Pistas para la animación misionera en los Centros Vicencianos” (Resumen de la intervención del autor en las Jornadas de Animación Misionera) l diccionario de la lengua española
Edefine “pista” en su primer significa-
CENTROS VICENCIANOS
do como: Huella o rastro que dejan los El segundo apartado de mi exposición animales o personas en la tierra por trató de ofrecer esas pistas que me solidonde han pasado. Por lo tanto, estas citaron para los centros vicencianos. Lo “mis pistas” están sacadas del camino primero a decir es que este concepto de recorrido por otros antes que yo, del cacentros vicencianos es un “cajón” basmino recorrido por todos como Cooperatante amplio, así lo quiero entender. Me ción Vienciana para el Desarrollo – Acniego a pensar que sean solamente obras ción Misionera Vicenciana de España de los paúles y de las hijas de la caridad, (COVIDE-AMVE), y del camino que yo sino de todos los centros que tiene la Hno. Francisco Berbegal, cm mismo he trazado en mi experiencia Familia Vicenciana o dónde ella está misionera y como ex Director Genepresente. ral de COVIDE-AMVE. Uno de esos caminos ha sido el Área de Misión y DE MODO GENERAL Cooperación de la Confederación Española de Religiosos (CONFER): la experiencia vivida dentro del He tratado de ofrecer unas pistas que pueden grupo de reflexión de este departamento, sobre orientar a toda la Familia Vicenciana. Aquí sólo todo el Proyecto de Animación Misionera elaborado las mencionaré, ya que también se pueden endurante el 2007 y 2008. contrar en el citado artículo de José Manuel Madruga o en el Proyecto de Animación Misionera de la CONFER: ANIMACIÓN MISIONERA El primer apartado de mi exposición en las Jornadas intentó clarificar cómo debemos entender adecuadamente la animación misionera, cuál es su dinámica, qué objetivos tiene y qué herramientas tenemos para alcanzarlos. Porque no todo vale, hay aquí luces y sombras, como el propio Proyecto de Animación Misionera de la CONFER señala. No hablo aquí de este apartado, ya que pueden encontrarse explicados en el artículo “La animación Misionera” de esta revista CAMINOS DE MISIÓN (nº 118, marzo 09, págs. 9-11), que escribió José Manuel Madruga, quién es también miembro del grupo de reflexión del Área de Misión y Cooperación de la CONFER.
San Vicente y los jóvenes. Escultura de Margaret Beaudette.
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|formación-animación| Necesidad de Animadores/as misioneros/as conscientes de su tarea, bien formados y haciendo de este servicio un servicio de calidad. Necesidad de coordinación, como uno de los signos más elocuentes de comunión y de credibilidad, vertebrando las riquezas de cada uno y la capacidad de ayudarse mutuamente. Presencia en la realidad social y ciudadana, trabajo en la cooperación al Desarrollo y cambio sistémico. EN PARTICULAR Me atrevo a sugerir, según mi experiencia y conocimiento, alguna pista a determinados centros vicencianos: Hijas de la Caridad y Congregación de la Misión: La coordinación “inter-congregacional” es uno de los desafíos que nos planteamos en la CONFER Nacional y es una apuesta decidida por vertebrar este trabajo tanto en las CONFERs zonales como en la nacional. La CONFER se define como espacio privilegiado para animar e impulsar este estilo de ser y trabajar en la Vida Religiosa. Necesitamos mayor apertura. Y no debe ser por necesidad, sino por virtud. Ya quisieran muchas congregaciones e instituciones tener la participación que tenemos nosotros en nuestras jornadas y
actividades, pero eso no debe de hacernos autosuficientes. Hay que colaborar y trabajar con otros por comunión, por testimonio y por eficacia. Centros Educativos: La Educación para el Desarrollo es el conjunto de acciones destinadas a incrementar la responsabilidad y comprensión de los ciudadanos sobre los problemas de desarrollo y tratar de crear actitudes e iniciativas que contribuyan a la construcción de un mundo más justo y equitativo. La Educación para el Desarrollo es una herramienta para cambiar los esquemas de la sociedad y, de esta manera, romper con las injusticias que inundan nuestro mundo. Deberían volcarse en este campo, y de una forma coordinada, desde el convencimiento de que es una forma eficaz para luchar contra la pobreza y construir una equidad duradera, ya que se potencia la comprensión de las causas y la creación de actitudes personales.
Etiopía. Marta Carreño.
Residencias de ancianos: Pasar del sentimentalismo a la compasión. Quizás esto sea un poco de casuística, pero creo que servirá para ilustrar aquello del cambio de valores que sustentan las cosas. En mi servicio como Director de COVIDE-AMVE hemos recibido muchos proyectos para atención a los ancianos; ya que son ese tipo de ayudas que no interesan a los organismos pú-
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|formación-animación| blicos, y por lo tanto difíciles de subvencionar. Igualmente hay muchas residencias de ancianos que realizan animación misionera y ayudan a diversos proyectos. Nuestra intención fue que esas residencias de ancianos colaboraran en esos proyectos de atención a los ancianos pobres. Fue casi imposible. El sentimentalismo llevaba a que quisieran proyectos de niños. La auténtica animación misionera debería transformar esa motivación. Lo lógico parece ser que estos ancianos, que tienen toda una serie de cuidados, atenciones y posibilidades, fueran capaces de entender, de ponerse en el lugar, de compadecerse de aquellos ancianos que sólo les queda esperar una muerte rápida. He soñado con hermanamientos de residencias de ancianos de aquí y de allá. Ojalá algún día lleguen a ser realidad. Parroquias: Mi apreciación particular es que las parroquias están bastante muertas en esto de la animación misionera. Las colectas y alguna homilía un poco misionera es suficiente. A mi me parece que tendrían un papel fundamental en la formación. ¿Quién ofrecerá esos espacios y tiempos de formación para todos los animadores misioneros que son necesarios para transformar el mundo? ¿Dónde podrán tener esa experiencia de Cristo vivo necesaria? Asociación Internacional de Caridades, Asociación de la Medalla Milagrosa, Sociedad de San Vicente de Paúl y Juventudes Marianas Vicencianas: La Incidencia política se refiere al proceso planificado de la ciudadanía organizada para influir en las políticas y programas públicos. Se busca influir en aquellos actores que toman decisiones de carácter o interés público. La Incidencia Política supone fortale-
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cer la participación ciudadana y el proceso de organización de la comunidad, porque es a través de un proceso de planificación que ellas deben hacer que se logre dar orientación y dirección a los cambios que se pretenden realizar. Sin ella no habrá verdadero cambio sistémico. El sistema seguirá igual por mucha atención que demos a los pobres y marginados que el sistema produce. Sería intentar paliar los efectos sin transformar las causas que lo producen. Juventudes Marianas Vicencianas y Misioneros Seglares Vicencianos Considero necesaria una coordinación en presencias misioneras temporales, cualificando estas presencias, se ve necesario y urgente el que se pueda tener unos criterios que nos iluminen: acompañamiento personal, proceso formativo, acogida a proyectos y procesos. Equivocar las presencias, fomentar viajes sin criterios y sin horizonte, alentar salidas sin un discernimiento motivacional puede ser un obstáculo para la animación misionera y puede provocar perjuicios a las personas. Estas son mis pistas. No son la gran novedad, ni la receta mágica que solucionará todo; tampoco son lo mismo de siempre. Son eso, “pistas”, que en la última acepción del diccionario define como: Conjunto de indicios o señales que pueden conducir a la averiguación de algo. No puedo asegurar que mis pistas sean buenas o correctas; tampoco puedo asegurar que, aun siéndolo, os conduzcan a la meta deseada, porque eso depende de vuestro propio camino. Lo que si que puedo asegurar es que son sinceras y están pensadas y dichas desde mi propia convicción personal. Hno. Francisco Berbegal Vázquez, c.m.
|FORMACIÓN-ANIMACIÓN|
A la misión por amor
a caridad, el amor es el alma de la Misión. La ca- “que nos ha amado primero” y sigue amándonos priridad en el cristianismo tiene un significado espe- mero. Aceptar este amor implica la expropiación del cial; no es un mero eslogan ni una cuestión de senti- corazón, un desplazamiento interno de nuestro yo, hasta descubrir que el amor que Dios nos mientos, sino una realidad concreta que tiene nos abre necesariamente a los detransforma y da sentido a la vida de cada más. El reconocimiento del otro en toda su persona. El amor al que nos referimos es amplitud, en su dignidad como imagen de al amor que Dios nos tiene, un amor Dios, corresponde con el sentido horizonofrecido desde la gratuidad del dar sin tal de la caridad: la determinación firme y pedir nada, sin fecha de caducidad; un perseverante de amar, la fe que se hace amor fecundo y creador. Este amor es el efectiva en el amor. principio del cristianismo, el criterio último de nuestra relación con Dios: “Dios Vocación al amor del cristiano ama… tal es la esencia de Dios, que aparece en la revelación de su nombre. Dios La existencia del cristiano consiste en ama. Ama como sólo El puede amar… su acoger y en participar de este amor amor es un ser en el tiempo y en la Fernando del Castillo Misionero paúl de Dios; es más, la existencia del eternidad. Dios es quiere decir Dios cristiano solo se comprende como ama” (K. Barth). Sólo cuando acogeuna realización del amor. Esta vocación al amor es mos el amor que Dios nos tiene, cuando vivimos en un proceso, una tarea abierta e inacabada que nerelación con Él, sólo entonces descubrimos verdadecesita educar y orientar el corazón para poder ramente lo que estamos llamados a ser. El problema amar como ama Cristo. La formación de corazón para nosotros es reconocer en la cruz el amor que consiste en interiorizar a Cristo hasta ser capaces de Dios nos tiene, descubrir en el amor crucificado la reconocerle en el otro convirtiéndonos en servidores cercanía del Dios fiel. de la vida. Sólo aquel que es capaz de renunciar a uno mismo Dimensiones de la caridad es capaz de vivir la entrega; “El amor es éxtasis, La caridad tiene una dimensión vertical que exi- pero como camino” (Encíclica “Dios es amor”, nº 6). ge tomar conciencia de que nuestro amor nace de Un camino a recorrer hasta conseguir la comunión de un Amor que nos precede, del Amor de aquel Dios personas, buscando la reciprocidad y que el otro se
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|formación-animación| ble. La comunidad cristiana se revela como una comunidad de amor, que da testimonio cuando todo lo que hace y vive, lo hace y vive desde la caridad. La Iglesia pone en práctica el amor para mostrar el amor que Dios tiene para con los pobres. “La caridad de la Iglesia es expresión del amor trinitario. Dios en Cristo nos ama sin media y con la fuerza del Espíritu nos hace capaces de amar” (“Dios es amor”, nº 19). P. Ángel Santamaría y dos seminaristas. Madagascar.
Los misioneros ❛❛ viven y expresan la cercanía del amor de Dios.
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adhiera al propio don de amor. Amar no consiste en darlo todo sino en permitir que Cristo lo sea todo, hasta amar como ama Cristo. El amor de los misioneros Este amor acogido como don y ofrecido como don es lo que los misioneros hacen visible en la misión. El amor acogido y el amor ofrecido por los misioneros expresa la cercanía, la proximidad de un Dios que sale al encuentro del hombre, que mira con compasión a una humanidad perdida y explotada. Esta misma actitud de cercanía y proximidad es la que viven y experimentan los misioneros en la Misión. La misión que el Padre confía a Jesús se prolonga en la misión que Jesús encarga a sus discípulos. Evangelizar es dar testimonio de lo que se proclama, testimoniar lo vivido, lo visto, lo oído, lo palpado con las propias manos. El amor hace creíble la misión La caridad, alma de la misión, se expresa y se hace visible en la comunidad. La comunión es expresión de la caridad. Solamente las palabras no evangelizan. Si el mensaje sobre el amor y la justicia no se hace visible en la comunidad, no será creí-
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Los misioneros testigos del amor que Dios nos tiene Todos tenemos un mismo objetivo: trabajar por el bien del hombre, apostar por el verdadero humanismo que reconozca en el hombre la imagen de Dios. Para ser testigos necesitamos adentrarnos en la dinámica pascual, volver al Padre, vivir de cara a El, vivir convencidos de que lo importante es la obediencia de amor. Vivir en la lógica pascual nos permite percibir la victoria de la vida allí donde aparece el fracaso; implica estar dispuesto a vivir un amor radical que no pone condiciones ni medidas asumiendo el riesgo de la entrega: “El amor compromete terriblemente, siempre trastoca, siempre es peligroso poner a otro en nuestra vida. Y esto, que es verdad del amor humano, lo es más aún cuando ese otro es Dios”. (J. Daniélou). Los misioneros hacen creíble el anuncio de la Palabra, anunciando la Buena Nueva de la caridad de Dios, anunciando al mundo el mensaje liberador de Dios “amó tanto al mundo que le dio a su Hijo unigénito” (Evangelio de S. Juan, 3,16). Los misioneros son testigos porque su corazón ha sido conquistado por el amor de Cristo, que les ha despertado al amor al prójimo. El camino de la misión es un camino de caridad, un camino hacia la cruz, un camino de ascenso al Padre descendiendo al hermano. La caridad es la señal distintiva del cristiano y la identidad de la misión. Viendo la cruz tenemos certeza de la eficacia del amor. Fernando del Castillo Misionero Paúl
|BIOGRAFÍAS BREVES|
La estela del misionero Matteo Ricci
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l mes de mayo pasado, inicio del año jubilar para conmemorar el IV Centenario de la muerte de Matteo Ricci, que falleció en Beijing (Pekín) el 11 de mayo de 1610, Benedicto XVI escribía un mensaje al obispo de Macerata (Italia), lugar de nacimiento del misionero jesuita. En él, definía a Ricci como un “dotado de una fe profunda y de un extraordinario ingenio cultural y científico, al mismo tiempo que de una incisiva acción de radicación del Evangelio en la cultura del gran pueblo chino”. Las paradojas de la historia hicieron que este misionero que dio su vida y conocimientos por el pueblo chino fuera enterrado en el cementerio de Zhalan, actual sede de la Escuela Administrativa del Gobierno comunista, en Beijing. A pesar de que el cementerio sufrió el azote de la revolución cultural, sin embargo su tumba se ha conservado, con cierto decoro, hasta nuestros días. Pero no sólo es la losa funeraria la que testimonia que sus restos mortales han resistido el paso del tiempo. Fascina aún más su legado y la estela que sigue cautivando a intelectuales chinos, científicos, misioneros y cristianos por igual. En primer lugar, Matteo Ricci resaltaba la importancia que para el misionero tenían las relaciones humanas y sociales, que el gran maestro chino Confucio ya había subrayado con insistencia. Ricci intuyó que la amabilidad y la afabilidad en el trato y la conversación, expresión de la gentiliza de espíritu cristiano y cuyas virtudes cultivó con esmero, unido a su ejemplo de vida, fueron sin duda un motivo que atrajo a muchos
chinos al seguimiento de Cristo. “Lo que hizo original y, podríamos decir, profético su apostolado – señala el Papa— fue con toda seguridad su profunda simpatía por el pueblo chino, por su historia, sus culturas y tradiciones religiosas”. El misionero, según Ricci, debía estudiar de forma sistemática la lengua local y la cultura no sólo para comprenderlas sino también para respetarlas y hacerlas suyas. Otra característica implícita en su vida es el sentido de esperanza. Su sueño de entrar en la corte imperial de Beijing se realizó sólo después de 24 años de su llegada a China. Para ello, tuvo que afrontar los malos tragos de algunos de sus hermanos de religión que no veían con buenos ojos sus métodos misioneros, así como las incomprensiones y sospechas de los chinos que incluso le tildaron de brujo. Más de una vez tuvo que escapar de la misión porque peligraba su vida. Aún así, su esperanza seguía firme, compaginándola con el respeto que tenía por el ritmo de la gente a la hora de aceptar el Evangelio, que él dejaba en las manos de Dios. Otro rasgo que define a Ricci es el diálogo, que él creyó imprescindible para llegar al corazón del alma china. Adoptó la forma de vida del pueblo con quien se relacionaba, cosa no fá-
cil en aquel contexto en el que los misioneros eran enviados a China por la Corona de Portugal y, por tanto, reacios a todo tipo de apreciación de la cultura indígena que, era más bien vista como una manifestación pagana que había que convertir. “Considerando su intensa actividad científica y espiritual –prosigue el Papa— nos sentimos impresionados por su capacidad, innovadora y peculiar, de acercarse con pleno respeto a las tradiciones culturales y espirituales chinas”, iniciando una innovación en el campo de la inculturación del mensaje cristiano en el contexto chino. Por su apertura a otras formas de pensamiento y otros credos y por su talante dialogante se le ha considerado como puente entre China y Occidente. Capacidad de relacionarse, esperanza en la adversidad y diálogo con el otro, son tres legados y tres retos de permanente actualidad que Ricci deja a la iglesia misionera. Su estela sigue viva para propios y extraños, señal ineludible del talante de una persona carismática y profética, cuestionada en su momento, pero que la historia, sabia maestra de la vida, ha sabido darle el lugar que le corresponde. Daniel Cerezo Misionero Comboniano
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|CON AMOR Y CON HUMOR| La mejor arma que tiene la humanidad para la guerra es la risa. Los dineros que se gastan en armas horrorosas es mejor emplearlos para que llegue a todos el pan, el techo, la educación y el trabajo.
Escenas navideñas, hoy.
Algunos decían: “La letra con sangre entra”. ¡Falso!
Nosotros preferimos: 28 |CAMINOS DE MISIÓN|NÚM. 121|DICIEMBRE 2009
“La letra con risa entra”.
|ESPERAMOS TU COLABORACIÓN| Ante la crisis económica, Mantener las ayudas Cuando llegan las grandes riadas las primeras casas arrasadas son las casas de los pobres. Cuando la tierra se mueve por trágicos terremotos, las casas de las pobres son las primeras que se hunden. Cuando llega la crisis económica global, ¿a quién morderá más crudamente?: A los pobres. Los dirigentes económicos mundiales han tenido que reconocerlo. Hay que ser especialmente generosos en esta difícil situación. COVIDE-AMVE, nuestra ONG, y nuestras misioneras y misioneros se esfuerzan por mantener todos los Proyectos Sociales de Desarrollo en marcha. Seamos generosos.
Agencia EFE
PUEDE ENVIAR SUS DONATIVOS PARA LAS MISIONES VICENCIANAS A: COVIDE-AMVE (Cooperación Vicenciana para el desarrollo Acción Misionera Vicenciana de España), a la dirección que figura abajo o a la cuenta que se cita del Banco C/ Alcalá, 26 - 28014 Madrid,
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COVIDE-AMVE Entidad 0075
Oficina 0001
D.C. 8 9
Número de Cuenta 060 68 868 30
Si lo hace a través del Banco, deberá comunicar al Secretariado de Misiones Vicencianas la intención de su donativo, y podrá recibir así la acreditación correspondiente. Le informamos que sus datos se incorporarán a un fichero, del que es responsable COVIDE-AMVE, c/ José Abascal 30, 28003 Madrid; y serán únicamente accesibles por COVIDE-AMVE y en ningún caso serán cedidos a terceros. Dichos datos serán utilizados para la comunicación resultante del servicio que proveemos y el envío de información sobre actividades de la organización que puedan ser de su interés. No obstante, y de acuerdo con lo establecido en la LOPD, podrá ejercitar sus derechos de oposición y cancelación de sus datos dirigiéndose por escrito a la dirección anterior o al correo electrónico: comunicacion@covideamve.org
COVIDE - AMVE: LA ONG DE MISIONES VICENCIANAS DE ESPAÑA COVIDE- AMVE es una organización que trabaja en nombre, y por delegación de los Superiores Provinciales de los Misioneros Paúles y de las Hijas de la Caridad, de España. Cooperación Vicenciana para el Desarrollo es nuestra ONG, con la finalidad de orientar y gestionar los Proyectos Sociales en los países de misiones vicencianas del Tercer Mundo. Acción Misionera Vicenciana de España dedica su trabajo a la información, formación y animación misionera “ad gentes”.
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|PROTAGONISTAS|
Misioneros que nos han visitado Clave: Nombre • Lugar de Nacimiento • Provincia canónica a la que pertenece • Misión actual
Sor Hermosinda Álvarez Torres Marín (Pontevedra) Gijón Guinea Ecuatorial
Sor Mª Jesús Blanco Quiñones Irán (Guipúzcoa) San Sebastián Mauritania
Sor Mª Begoña de Couto Valle Aranjuez (Madrid) Madrid-San Vicente Angola
P. José Luis Cuesta Villa Santander Madagascar Madagascar
P. Manuel Garrido Ribada Arnuid (Orense) Salamanca Madagascar
P. David Fernández Núñez S. Martín de Torrres (León) Salamanca Mozambique
P. Ángel Garrido Santiago Málaga Madrid Madagascar
P. Miguel Jesús Gutiérrez Andújar (Jaén) Madagascar Madagascar
Sor María Larios Muñoz Ossa de Montiel (Albacete) Madrid-Sta. Luisa Mozambique
Sor Amparo Lezaun Andueza Lacar-Yerri (Navarra) Gijón Guinea Ecuatorial
Sor Mª José Lázaro Orcajo Oquillas (Burgos) San Sebastián Norte de África
P. José Eugenio López Gijón (Asturias) Salamanca Mozambique
Sor Mª Vicenta López Castro Ameiras (Valladolid) Gijón Guinea Ecuatorial
P. Emilio Montalvo Moreda (Granada) Madrid Venezuela
P. Justo Moro González Salamanca Cuba Cuba
Sor Amparo Nuin Goñi Undiano (Navarra) Pamplona Mozambique
Sor María Gómez López Valencia Pamplona Mozambique
Sor Juana Peña Martínez Soller (Baleares) Pamplona Libia
Sor Alejandrina Solís González Llanos-Aller (Asturias) Gijón Guinea Ecuatorial
Sor Mercedes Sancho Subiñas Covarrubias (Burgos) Madrid-Sta.Luisa Mozambique
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|PÁGINA VOCACIONAL| MISIONEROS PARA UN MUNDO EN ESTADO DE MISIÓN Los misioneros paúles son una Asociación de Vida Apóstolica, fundada por Vicente de Paúl para la Evangelización de los más pobres. (En España distribuidos para mayor eficacia en cuatro Provincias canónicas: Salamanca, Zaragoza, Barcelona y Madrid) Misioneros paúles de la Provincia canónica de Salamanca presentes en: Galicia, Asturias, Castilla-León, Extremadura y Andalucía Convivencia Vocacional en Salamanca Algunos jóvenes deciden entregarse, en exclusiva y de por vida, al servicio de los más pobres, marginados y excluídos. Según el ideal de Vicente de Paúl. Son los aprendices de misioneros vicencianos o misioneros paúles.
Dios sigue llamando. ¿Se puede contar contigo? ¡Escribe o llámanos! Encontrarás información veraz, orientación vocacional objetiva y acompañamiento sincero. Puntos de contacto Carlos Javier López Sánchez - Apdo. 62 - 21400 AYAMONTE (Huelva) Tel.: 959 321 017 - Móvil: 639 943 361 - E-mail: carlos@paulessalamanca.es Francisco José de la Rosa Vega - c/ Capitán Cristóbal Díaz, 1 - 15002 CORUÑA Móvil: 695 600 529 Para conocernos: Web - www.paulessalamanca.es NÚM. 121|DICIEMBRE 2009|CAMINOS DE MISIÓN| 31
AÑO
VICENCIANO
27 de septiembre 2009 ~ 27 de septiembre 2010
LEMA: CARIDAD Y MISIÓN Señor y Dios nuestro, Padre de los pobres. Que abunde tu Espíritu en nuestro corazón y en nuestra mente para que nuestro amor por los marginados de la sociedad, sea inventivo hasta el infinito, cariñoso, atento, misericordioso y previsor. Haznos descubrir la audacia de san Vicente y de santa Luisa de Marillac, la laboriosidad y la constancia de aquel amor por los pobres siempre renovado, que les ayude a cambiar de verdad su vida. Que podamos ser signo de esperanza para muchos. Haz que en la “escuela de los pobres” aprendamos a ser dignos herederos del carisma que Tú confiaste a san Vicente y a santa Luisa para bien de la Iglesia y de toda la humanidad. (De la oración del P. Superior General)
El Año Vicenciano, 350 años de la muerte de nuestros Fundadores, no es año para quedarnos en festejos externos, misas solemnes y artículos sesudos sino para meter las manos en la masa en defensa de los pobres donquiera se encuentren. (Del Pregón Pro-vocativo del Año Vicenciano)