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lectura. Publica textos relacionados con la educación, la literatura y la crianza. Su periodicidad es bimestral. Se reparte en forma gratuita en escuelas Gracias
Gracias
Cartas para ella.
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Desde mi adolescencia que sabía que te convertirías en mi mejor amiga, solo que dejé de confiar en que te mantendrías neutral, cuando, después de tener mis hijos pensé en el amor de madre y, con una claridad inusitada entendí que no había forma de que te mantuvieras neutral al escucharme, era lógico que tomaras un bando. Por lo que decidí en algún momento dentro de los 16 agitados años de matrimonio, que no debía contarte todo lo que me pasaba. Pero luego me fui quedando sola, sin poder contarle a nadie lo que me sucedía, los demás no escuchaban o aquellos que tenían oportunidad de escuchar con la pasión que yo contaba lo que me sucedía, con tanta pasión, que a veces salían lágrimas, comenzaban a usar la información para tener una herramienta a su favor, claro sin saberlo, sin en verdad esperar tener datos, pero me di cuenta que pasaban la información de una persona a otra. Pasaba hasta con las personas más cercanas, a quienes dejé también, o bueno por lo menos lo intenté, intenté detenerme de contarles todo lo que me pasaba, también sabes por qué, porque parecía que en mi vida pasaban dramas de todo tipo, que a nadie mas le ocurrían, y claro también dejé de hablar a algunas amigas, ya sabes que por alguna razón puedo contar a mis amigos con mi mano izquierda (la del corazón), a esas amigas si les contaba pero o “eres demasiado tonta” o “te pasa de todo”. Perdí la oportunidad de poder desahogarme con alguien, hasta el punto que me sentí con esta soledad que enfría los huesos. Si le decía a mi esposo que estaba desesperada por su terrible ausencia, tal vez no dudaría ni cinco minutos mas conmigo después de decirlo dentro de la casa, mientras te lo cuento, pienso en lo que pasaría si me retiro. Me sirve de tanto pensar…
Por eso decidí escribirte, tal vez si tú me escuchas a través de éstas líneas, yo me escuche y pueda, como muchas veces antes, ayudarme a tomar mejores decisiones. O tal vez solo detenerme para no tomar ninguna, Porque a veces también es bueno no hacer nada. y es que soy una mujer de hacer y me encontré que me desespera no hacer nada y que los demás no hagan, pero creo que tal vez y mas bien estoy segura, que no todos crecemos con la misma educación y no todos tenemos los genes tan tatuados en nuestro torrente sanguíneo (metafóricamente hablando). No todos somos seres de hacer, algunos piensan lo que van a hacer por horas o por días y tal vez después de eso no decidan nada y no sienten nada al respecto.
Me descubrí queriendo gritar, hablar, decir, y terminé escribiendo esto que comenzaré a contarte mañana mismo. Gracias por escuchar Tita Mar de Cristal Querida Rosa María, Enero 11
Gracias por tu tiempo, me he sentido mucho más animada desde anoche, hace unos días comencé a tener unas pesadillas horribles, una de ellas me dejó muy abrumada. Soñé que tenía una gran bandeja de comida y alguien me decía que lo que tenía no era hambre, que eran mis problemas, y me seguía sirviendo y comiendo sin masticar. Luego de escribirte dormí tranquila, si estaba pendiente de las veces que él se levantó molesto, o de sus quejas por el dolor, la verdad es que me preocupa, quisiera verlo bien, en realidad quisiera por lo menos verlo animado, que piense que eso también pasará, sólo que a veces pienso que las personas deben ser como yo creo y no como son y eso me hace entrar en conflicto.
Dormí mejor y ya tenía otro aire desde que me levanté, justo hoy es su cumple y no preparé nada para festejar, me detuve, me decidí a actuar con coherencia y con amor y no es necesario la fiesta para los demás en ninguna caso. Así que preparamos para la cena un pastel que alcanzó perfecto para las cuatro personas de ésta casa y nos miramos a los ojos. La verdad es que tenía un par de días sin verlo claramente a los ojos, me daba pesar que descubriera mi descontento, no podía dormir y se pasaba las noches en internet, y cuando se quería dormir ya estaba incómodo, luego se levantaba muy tarde y eso me molestó porque ya tenía cuatro semanas haciendo todo sola.
Luego de escribirte también analicé que no era la primera vez que me la pasaba haciendo todo sola, no había posibilidad de que él hiciera cosas diferentes de forma espontánea, si yo le pido que cambie el garrafón del agua, tal vez lo haga, o si le digo claramente que le toca llevar a los niños temprano antes de irse a trabajar y se obligue a llegar temprano a su trabajo. Y la verdad es que pienso ahora que te lo digo, que él sabe lo que pasa en su trabajo, siempre he querido ayudar de acuerdo a mis parámetros y no los suyos.
Mi cansancio también se debe a que tengo una semana sufriendo los síntomas premestruales, un dolor de senos de campeonato, un malestar general e inflamación, seguramente mi angustia y mi carácter también se deben en parte a eso, la otra parte es que de pronto no me salen las cuentas pasó el fin de año y nos encontramos con que debemos tres meses de colegiatura porque tuvimos gastos inesperados, y nos clocaron una cuenta bancaria y nos quedamos sin dinero, nos prestaron para salir adelante
con algunos gastos obligatorios de fin de año, como los regalos para los hijos y la única persona que podía ir a los bancos, porque yo no soy la que gana los dineros, bueno no lo gruesos, gano un poco y eso también me tiene inconforme, porque pienso que tal vez podría hacer más, pero resulta que cuando lo analizo y estoy comiendo con mis hijos y como hoy uno de ellos me dice que es la hora más importante del día, porque me siento a escucharlos y a conversar con ellos sobre sus aventuras. Entonces mi conflicto se calma, porque de encontrar un trabajo que resuelva mi angustia por no deber nada, tendría según yo, una deuda mas grande con ellos. O tal vez sólo me lo digo yo para sentirme mejor y funciona.
Sigue la vida andando y yo sigo agradecida, eso no cambia, porque seguro me lo dirías, pero me preocupan algunas cosas. Hoy ya regresé también a mis actividades cotidianas como ir a junta con las mamás de la mesa directiva de la escuela de mis hijos, como ir a dar clases, como ir por fruta, es increíble que me hace feliz hacer compras para la casa, hace un par de años que no compro nada para mí, salvo un par de zapatos para no lastimarme el tobillo resentido por la caída aquella. Y creo que hasta comprarme algo me pone tensa, porque pienso que podría gastar el dinero en otras cosas; a decir verdad eso de los gastos y los costos de las cosas se vuelven relativos cuando trabajas para ganarlo, pero por ahora no trabajo para ganar lo que gasto.
Ni creas que no he pensado lo que pasaría si no estuviera con él, ayer precisamente decidí que de tener que salir a buscar trabajo para darle el mismo nivel de vida a mis hijos, buscaría un trabajo y tendría que reorganizarme, de nuevo viene a mi mente el pensamiento de agradecimiento, hoy me siento afortunada por poder prepararles un té a mis chamacos antes de que se vayan a dormir, y ver como preparar juntos una coreografía antes de darse un baño. Eso me siento afortunada.