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manGasde camIsa
BoletĂn Informativo del Centro Regional del Salesiano Coadjutor
En el mes de San JosĂŠ reflexionamos sobre
el valor del
Trabajo
editorial P. Miguel Aguilar sdb.
Trabajo y templanza, santo y seña del Salesiano Nosotros creemos que el trabajo es un privilegio que nos permite colaborar con la creación de Dios y con su proyecto salvífico. El Señor San José vivió de su trabajo y con ello mantuvo a su familia, al Hijo de Dios. Al cual le dio testimonio de trabajo y lo educó en el trabajo y a través del trabajo. Jesús fue llamado el hijo del carpintero. Los Salesianos debemos distinguirnos por una actividad incansable, acompañada de equilibrio, de renuncias diarias, de creatividad y flexibilidad ante las necesidades y de espíritu de iniciativa, a fin de responder a las exigencias de la historia. Nosotros transformamos el trabajo en oración y tenemos
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manGasde camIsa Boletín Informativo del Centro Regional del Salesiano Coadjutor
Marzo 2015| 003 Contáctenos: Email: crescosdb@gmail.com Tel: +502-24745961/24745953 Guatemala
una prodigiosa actividad. Lo hacemos con prontitud, espontaneidad y generosidad. En nuestro trabajo queremos sentirnos profetas y no sólo ascetas. El trabajo produce, socializa, hace crecer, pero requiere de profesionalidad, competencia, organización, formación, actualización y estudio. Estamos llamados a hacer el mundo más humano. Nosotros no nos identificamos sólo con una profesión, también tenemos una vocación. Todo lo que hacemos lo queremos impregnar de caridad. Que el Señor San José y nuestro Padre Don Bosco nos ayuden a ser trabajadores de su talla.
Copa SAN JOSé JOSÉ 2015 Nuevamente el deporte y la recreación fueron noticia en el Cresco. En esta ocasión, diferentes equipos se dieron cita el 20 de marzo desde las 14:00 horas en las canchas del Cejusa, para jugar la Copa San José. Tradicional campeonato organizado por los Coadjutores para todos los miembros de las comunidades religiosas amigas al Centro Superior de Estudios Salesianos. Con la representación de los Prenovicios, Posnovicios, Teólogos y Coadjutores Salesianos también participaron hermanos Carmelitas, Franciscanos Capucinos, Mercedarios y Agustinos, quienes además de divertirse, también fortalecieron sus conocimientos sobre San José y la figura del hermano laico salesiano. Después de una jornada soleada, motivada por goles y tácticas deportivas, se coronó campeón el equipo del Filosofado Salesiano y subcampeón el equipo de Mercedarios filósofos. A su vez, la selección anfitriona del Cresco ocupó el tercer lugar. Al caer la tarde se compartió en fraternidad un suculento refrigerio previo al acto de premiación, agradecimiento y felicitación. El director del Cresco, P. Miguel Aguilar, cerró el campeonato renovando la importancia de mirar en San José un modelo de vital importancia para la fe cristiana, digno de imitar en todos los ámbitos de su vida.
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"Que mi sangre sea semilla de libertad" Monseñor Romero de América y del mundo
Una noticia que sorprendió alegremente a nuestro querido continente fue el anuncio de la próxima beatificación de Monseñor Oscar Romero. Hombre de Dios que le tocó ser Pastor de El Salvador en época de guerras internas. Dijo que los pastores deben estar cerca de los dolores del pueblo. El problema no fue que lo dijo, sino que también lo vivió. Puso la Arquidiócesis al servicio de la justicia y la reconciliación en el país. Más de una vez fue mediador de los conflictos laborales. Creó una oficina de defensa de los derechos humanos, abrió las puertas de la Iglesia para dar refugio a los campesinos que venían huyendo de la persecución en el campo. Todo esto le llevó a ser considerado peligroso e incluso lo tildaron de marxista. Las amenazas comenzaron y finalmente fue asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba misa en la Capilla del Hospital La Divina Providencia, en San Salvador. La coherencia de una vida en santidad, en fidelidad al Evangelio y al pueblo no puede dejar de interpelarnos. Tras el reconocimiento de su martirio resuena en nuestros corazones el llamado de nuestro Santo Padre: “prefiero una iglesia accidentada y no enferma”. Ojalá que la vida de este mártir latinoamericano nos lleve a darnos cuenta de una vez, que no podemos seguir viviendo una fe intimista que nos mantenga libres del barro de los necesitados.
Un día antes de su muerte, hizo un enérgico llamamiento al ejército salvadoreño:
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Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.
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Mons. Oscar Romero
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El día lunes 24 de marzo de 1980 fue asesinado. Un disparo hecho por un francotirador impactó en su corazón, mientras celebraba la misa. Al ser asesinado, tenía 62 años de edad.
Un himno para monseñor Romero
Romero La muerte de un mártir es una Gracia de Dios que no creo que merezco. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, Que mi sangre sea semilla. Que mi sangre sea semilla de libertad. Que me sangre sea semilla. Que mi sangre sea semilla de libertad Que mi sangre sea semilla. Y la señal de que la esperanza será pronto realidad. Mi muerte, si es aceptada por Dios, sea por la libertad de mi pueblo. Que mi sangre sea semilla de libertad. Que me sangre sea semilla. Que mi sangre sea semilla de libertad. Que me sangre sea semilla.
The Project Martyrs Prayers
Tú puedes decir, si ellos tienen éxito en matarme. Que yo perdono y bendigo a quienes lo hacen. Aunque, realmente ellos, podráian estar convecidos de no perder su tiempo. Un obispo puede morir Pero la iglesia de Dios, vivirá.
Conociendo a los hermanos del CRE CO Hno. Emeterio Machaca (Bolivia) En el intento de narrar la historia de mi vocación, he caído en la cuenta de que contarla entera equivale a contar la historia de mi vida. Tendré pues que limitarme a contar los comienzos de mi vocación, que es como decir, los comienzos de mi vida. Teniendo encuentra que la vida entera no es otra cosa que la realización de una vocación. Durante la formación en el colegio salesiano, de Escoma, La Paz - Bolivia, aprendí a valorar la mediación de la manifestación del Señor por medio de varias personas, algunos con su testimonio de vida y otros con la enseñanza en el colegio, los grupos de amigos y especialmente el centro agropecuario CECAP, que ha sido fundamental para mi vocación religiosa. Fue a finales de 2005, cuando decidí de participar de un encuentro, vocacional, respondiendo a la invitación de un Salesiano, después de esa experiencia y consultando a mis padres y al párroco, decidí de viajar para Cochabamba a la casa de formación Aspirantado, fueron unos años de profundización y conocimiento sobre mi opción. Seguidamente pase a la siguiente etapa, profesando como salesiano coadjutor en 31 de enero 2010, luego seguí la formación de posnoviciado tres años de filosofía hasta 2011. Terminando la etapa de la formación en el posnoviciado, recibí la obediencia del inspector, para que hiciera la experiencia del tirocinio en la comunidad salesiana de Kami, que está ubicada en el mismo departamento de Cochabamba. Estuve dos años en esa obra salesiana, han sido años de gracia y bendición. Finalmente el año pasado estuve en la comunidad Salesiana de Independencia, también una obra misionera en el mismo departamento de Cochabamba. Ahora estoy aquí en Cresco, casa de formación específica para la vocación del salesiano coadjutor, para seguir profundizando la opción vocacional. Pienso que son dos años de gracia para responder definitivamente a la llamada de Dios, un sí, para siempre.
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4 Minute Mile
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enRED
Sinopsis: Un ex entrenador de atletismo decide entrenar a un estudiante con talento atlético natural. La tragedia golpea justo antes de la carrera más importante de su vida, lo que obliga a enfrentarse a sus sentimientos. Temática: En el film podemos encontrar la vida de un adolescente que vive una situación familiar complicada, en la que podemos encontrar problemáticas muy comunes a nuestros tiempos como ser madre viuda, drogas, dificultades económicas. En medio de esta situación busca aferrarse a sus facultades físicas, y desde éstas logra trabajar y enfrentar sus dificultades emocionales y familiares. Valores que profundiza: Esfuerzo, resiliencia, salud física, perseverancia.
@SDBCentroAmer
Cresco sdb
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Salesianos Cresco 6
bicicleteando con Don Zatti
El aporte del mundo del trabajo a la vida religiosa.
La crisis de las instituciones religiosas, por una parte, y la creciente maduración del laicado, por otra, hacen que hoy todos tengamos que aprender de todos. Me atrevo a afirmar que el futuro de la vida religiosa depende del hecho de que las religiosas y religiosos seamos capaces de aprender de los laicos y muy especialmente de los trabajadores. Ellos constituyen una fuente de inspiración evangélica de la que tienen que beber todos los que quieran optar por una vida religiosa auténticamente cristiana. Fundamentalmente el mundo del trabajo aporta a la vida religiosa realismo y rebeldía. Realismo: Las palabras del Génesis "Crezcan, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen los peces del mar, las aves del cielo y todos los vivientes que reptan sobre la tierra" (Gn 1,28) son la clave para comprender el trabajo. El trabajo para el cristiano es el llamamiento a una responsabilidad, a la tarea de dominar la naturaleza mediante la acción, colaborando con Dios en el perfeccionamiento del mundo. Dominar la naturaleza mediante el trabajo creador de bienes y de riqueza, para servicio de todos los hombres. El mundo del trabajo puede aportar a la vida religiosa aquella dosis de realismo que le haría vivir su voto de pobreza con más autenticidad y mayor exigencia. Y lo propio habría que decir de la obediencia y de la castidad. En esto, el religioso tiene mucho que aprender del trabajador, especialmente del asalariado: la dureza de su vida y de su trabajo, la escasa recompensa que por él recibe, la inseguridad del que puede quedar cesante cualquier día, su condición social y tantas otras cosas por el estilo constituyen una lección constante para la casi totalidad de los religiosos. Y esto sin contar con que la inmensa mayoría de los trabajadores viven en países del tercer mundo donde sus condiciones de vida y de trabajo son todavía muy inferiores. La vida consagrada ha de ser más coherente y más exigente. Rebeldía: Se trata de la rebeldía contra toda clase de injusticia, concretamente contra la injusticia social. En esto, los religiosos hemos de ser intransigentes y, en este sentido, verdaderos rebeldes. Y esta es la segunda gran lección que nos da el mundo del trabajo. Porque la historia del movimiento obrero es la historia de la rebeldía contra la injusticia. En el fondo es un problema de utopía. El movimiento obrero ha sido utópico. Y de ahí sus logros. La utopía tiene dos componentes: por una parte, representa la crítica del sistema existente; por otra, la propuesta de lo que debería existir, la búsqueda de algo nuevo, de un espacio en el que puedan coexistir libertad e igualdad.
Partiendo de esta constatación, se comprende fácilmente el sentido y el alcance de la utopía. Esto implica el deseo y la búsqueda de una sociedad digna del hombre. No se trata sólo del deseo que todos tenemos de que las cosas vayan mejor. Sino de una actitud decidida, que ha de traducirse en planes y proyectos concretos que critiquen la realidad presente y ofrezcan modelos alternativos. La utopía mantiene la esperanza. Teniendo en cuenta que la vida religiosa se basa en el mensaje de Jesús, que es precisamente utópico, vale decir que si la utopía se ha hecho realidad en muy distintos contextos, ha sido por la enorme dosis de rebeldía que ha existido en el mundo del trabajo. En este sentido, cabe afirmar que el aliado natural de las situaciones de injusticia es la resignación. La inmensa mayoría de los males, en todo o en parte, dependen de nosotros. Y por esto la rebeldía ha de ser la actitud fundamental del que quiere ser hombre de Dios, colaborador en su obra creadora. Es justo, con todo, reconocer que en la historia de la vida religiosa ha habido muchas mujeres y hombres que han vivido profundamente la utopía y se han rebelado contra toda clase de injusticias. Baste recordar a las religiosas y religiosos que, en la historia reciente de América Latina, han dado su vida o la han expuesto a riesgos gravísimos, porque no han transigido ni transigen con la injusticia. Ellos han aprendido humildemente la gran lección que sobre el sentido utópico de la vida nos da el mundo del trabajo. Y así nos pueden enseñar el camino. Lo que, en definitiva, nos falta es una mística más radical y más coherente. Una mística que nos impulse a vivir como los más pobres y con los más pobres. Una mística que sea un grito de rebeldía frente a tanta injusticia como sufren hoy los pobres. El día que los religiosos nos distingamos por esta mística, este día nuestra forma de vivir volverá a ser atractiva para las generaciones jóvenes. Ese día la vida religiosa habrá reencontrado su identidad. Todo esto es fidelidad al Evangelio. Porque el Evangelio es cercanía realista a los más pobres. Y es rebeldía frente a las injusticias. Ese fue el destino de Jesús. Y ese debe ser también el nuestro, si es que estamos sinceramente dispuestos a seguir al Señor.
José María Castillo es un sacerdote católico español, miembro de la Compañía de Jesús hasta 2007, escritor y teólogo de la corriente de pensamiento denominada teología de la liberación.
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