Las relaciones entre los personajes de estos cuentos se estrechan y se dilatan, pero los protagonistas son al final hombres solos. Solos incluso del mundo, que los desconoce. Sin embargo, mujeres de todo tipo rondan estas historias con sus presencias gravitantes: son heroínas de pelo verde o ángeles de ciudad o brujas alcohólicas o sombras demasiado densas y viscosas. La revelación sucede en el cuento que da nombre al libro, en el que el personaje está solo en una clínica de rehabilitación y entiende que no hay hilo de oro que una a los hombres y que no hay manera de salir si no es, también, solo. Vínculos rotos, traiciones, silencios: siempre hay una clave para entrar a estos cuentos desnudos, en los que la esperanza está en fuga permanente.