Informe histórico del cáñamo en Aconcagua

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REPLANTEMOS EL FUTURO: HABLEMOS DEL CÁÑAMO

Informe Histórico del Cáñamo en Aconcagua

Proyecto patrocinado por el Fondo de Desarrollo Regional FNDR 7% 2022



El proyecto “Muestra itinerante del cáñamo en el Valle de Aconcagua” sustenta buena parte de su contenido en el periodo industrial del cáñamo, particularmente en el Valle de Aconcagua, durante el siglo XX. Sin embargo ¿qué ocurrió antes con esta planta y sus elementos productivos?

para satisfacer la alta demanda, centrada en aparejos navales, cruciales para los objetivos expansivos de los imperios del s. XVI. El control del mar significaba el dominio comercial y, en cierta medida, del mundo conocido.

El próspero desarrollo agrícola de este territorio ha significado “la base para una serie de relaciones sociales, culturales y económicas propias de esta fisonomía”1. Desde del mundo indígena, previo a la llegada de los conquistadores europeos, variados grupos culturales de entre seis a ocho siglos antes, presentaban un desarrollo avanzado de la minería, alfarería, textilería y domesticación de animales. En lo agrícola, se observa una alimentación variada, centrada en tubérculos, frutos comestibles y plantas cultivables. Este territorio se muestra como idóneo para el cultivo de diversas especies fitomórfas. LA LLEGADA Durante la ocupación española, este territorio fue visto como una alternativa viable para el cultivo de diversas especies que hicieran posible establecerse por parte de los europeos. La Corona no tardó en comenzar a emitir ordenanzas para promover al cultivo y experimentación en el territorio, particularmente respecto al cáñamo, bajo el objetivo de encontrar lugares en donde se diera de forma adecuada 1   Aconcañamo, Aproximación Histórica del Cultivo de una planta Industrial, Proyecto de Tesis, 2007. P. 1

Al llegar a América, los europeos no encontraron cáñamo, lo cual los enfrentó a un problema logístico relevante: los buques a cargo de conectar las diversas áreas del nuevo mundo tenían serias dificultades para reponer sus aparejos desgastados, elemento crucial para la defensa del imperio y sus rutas. Pese a que se realizaron algunas indagatorias con otros materiales disponibles en América, se se-


“No es de extrañar ver esta planta cultivada en Chile desde los primeros años de su coloniaje. Acompañar á los conquistadores en todas sus expediciones y encontrarla ya en 1577 en los campos de Osorno [...] De Osorno pasó muy pronto é Chiloé y desde entónces sus habitanes no han discontinuado su cultivo. Pero los distritos que se dedicaron con más empeño á este cultivo fueron los de Aconcagua” Claudio Gay “Agricultura” (1862-1865)

guía prefiriendo el cáñamo, precisamente por su conocida resistencia a la tracción y al agua salada, ideal para las tareas de alta exigencia de la navegación ultramarina. Por otro lado, la compleja situación militar, las hostilidades permanentes, hacían que el cultivo de esta planta no fuese, inicialmente algo prioritario. En este sentido, es relevante evidenciar lo complejo de datar certeramente cuándo se trae la planta a este continente. Pese a que es común en la literatura indicar el año 15452 y que particularmente se sitúa en Chile como territorio, existe aún un debate al respecto. En 1513 se evidencian los primeros registros al respecto, en este año se remitieron dos arrobas de ca2   Esto se basa en una fecha estipulada ya en el siglo XX y difundida por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y que sitúa igualmente, su introducción particularmente en Chile.

ñamones y cuatro de lino para introducir el cultivo en los asentamientos españoles. Poco después, en 1514, se transportan3 sacos de semillas de cáñamo, acción que se repetiría en 1520. Aunque no es la fecha real en que el cáñamo llega a América, este año si nos entrega documentación que hace notoria la necesidad de la Corona por propiciar el cultivo de cáñamo. En la Real Cédula de Carlos V el 13 de junio de 1545 se ordena a la Casa de Contratación que se envíe semillas a Chile para: “que hagan sembrar y beneficiar en las Indias lino y cáñamo, y procuren que los indios se apliquen á esta granjería y entiendan en hilar y tejer”4. Sobre 3   Esto por parte de la flota de Pedrarías Dávila quien fuera un noble, político y militar castellano participe de la ocupación de América. 4   Aconcañamo, ibidem, p. 4


su introducción geográfica, se manifiesta que inicialmente se traía a asentamientos españoles en Mesoamérica, pero por diversas razones, el lugar más idóneo resulta ser la región de Quillota. La zona es alabada por Claudio Gay quien afirma que la clave estaría en su suelo el que describe como “friable, silicéoso y fuertemente abonado por las aguas”, es decir, un suelo que se desmenuza fácilmente, está protegido de contaminación por metales y con abundante riego. Es notable mencionar que, en dichas condiciones, el tiempo promedio de cultivo era de un año. ECHANDO RAÍCES Una vez logrado el cultivo con éxito, su desarrollo solo fue en crecimiento. Al respecto, el historiador Héctor Miranda indica: “Entre las nuevas plantas que se aclimataron en las tierras de Aconcagua, figura la vid; pero mucha mayor importancia tuvieron la cebada, el cáñamo y el lino”5. Solo como ejemplo, durante ese tiempo la producción de trigo ya llegaba a un notable desarrollo y era llevada principalmente al mercado del Perú lo correspondiente a 180 fanegas de trigo6.

comerciales que se estaban teniendo hacia el mar Báltico, particularmente en sus compras a Rusia7, uno de los principales mercados de este insumo en la época, a causa de diversos conflictos bélicos que sostenía. Otro elemento, era el aumento de la demanda de cáñamo y productos derivados por el incremento de la actividad minera en el Virreynato del Perú. A inicios del s. XVII, las medidas de España habían creado un dinamismo entorno a la producción cannabácea, esto impulsó a que artesanos españoles del gremio, vinieran al nuevo mundo, particularmente a Chile a trabajar. Hacía el final del mismo periodo, según Miranda, en este territorio, tanto los propietarios españoles como los antiguos trabajadores indígenas (agricultores), habían iniciado un proceso que posicionaría a la región como la principal en la producción de algunos cultivos indispensables para el resto de la economía nacional. Esto, en base a que el territorio y particularmente la Villa Santa Rosa de Los Andes, se ubicaría en la única ruta existente: el camino de Chile, que unía a las provincias centrales8. La riqueza agrícola del valle es también evidenciada por diversos cronistas, entre ellos Luis Tribaldos de Toledo9, quien indi-

¿Por qué la Corona estaba tan interesada en el cultivo del cáñamo? La respuesta es 7   Para la época, Rusia aún sostenía un sistema multicausal, pero una de las principales feudal, lo cual hacía muy barata la producción agrírazones es posiblemente las dificultades cola. 5   Miranda, Héctor, Historia de Los Andes, Ed. Bicentenario 1989, Ediciones junta de Adelanto de Los Andes, 1989, p.55 6   Una fanega es una unidad de medida colonial, correspondía a 43,247 kg.

8   Miranda, ibidem, p. 56 9   Luis Tribaldos de Toledo fue un cronista español autor de la obra “Historia General de las continuadas guerras i difícil conquista del Gran Reino i Provincias de Chile, desde su primer descubrimiento por la Nación Española, en el orbe antártico, hasta la era presente”. Fue nombrado Cronista de


ca que el valor de los viñedos, de los cultivos de cáñamo y lino, recalcando que la región es de las más “fructuosas y regaladas de todo el reino”10. Claudio Gay por su parte señala que en 1626, los distritos que más se dedicaron al cultivo del cáñamo fueron el de Aconcagua y de la Ligua, las cifras de producción (cerca de 8.000 quintales anuales) irían en aumento en los siguientes 20 años, lo que motivaría a otros agricultores locales a sumarse a la producción. Nombres como Francisco de Peraza, Catalina de los Ríos y Juan Roco de Carvajal, suenan como notables productores de jarcias (conjunto de implementos navales para embarcaciones) hechas en su totalidad de cáñamo. Así mismo, se evidencia una producción de mechas para arcabuces que se impregnaban con una solución de agua y salitre. MOMENTOS DE INESTABILIDAD

das si bien propiciaron el aumento de las personas dedicadas al cultivo, debieron contraponerse a la situación de la guerra interna. Ante una eventual disminución de la producción “el Rey para levantarlo daba terrenos desocupados a la condición de que se hicieran siembras de cáñamo y lino”11. Recién en 1644 con una relativa estabilidad bélica, el imperio se permite retomar el fomento al cultivo con mayor fuerza. Durante el s. XVIII la producción de cáñamo se vuelve inestable, pese a que la demanda sigue siendo alta. La apertura económica de la Corona buscaba combatir el contrabando de ingleses y holandeses, uno de los problemas que fueron parte de la posterior crisis del sistema colonial completo. Además, se buscaba canalizar mejor el comercio exterior. Sin embargo, esta apertura, lejos de favorecer, perjudicó a los productores disminuyendo los precios. Los grandes comerciantes buscaban mantener sus precios, viendo disminuida su ganancia, y los pequeños productores vieron un beneficio al aumentar sus ingresos levemente. Así, Chile se sitúa como uno de los principales productores de semillas y velas para barcos de ese siglo.

La Guerra de Arauco posiblemente significó un giro hacia una producción más bien bélica (mechas de arcabuces, particularmente) que naval y también la reducción de la mano de obra agrícola debido al alistamiento militar. Por otro lado, tal era el ánimo de propiciar el cultivo de parte de la Corona, se que impulsaron leyes liberales que comprometían al gobierno a absorber la totalidad de la producción La situación de contracción de la producde estas tierras, así como la emisión de ción se extendería hasta alrededor de ordenanzas que eximían de tributos a la 1777, año en que llega la primera Real entrada y salida de cáñamo. Estas mediIndias en 1625 pero su obra es editada y publicada recién en 1864 por Diego Barros Arana. 10   Miranda, ibidem, p.72

11   Espejo, 1912, en: Rivas Fonseca, Nelson, “¡Cáñamo para la victoria ¡Promoción gubernamental del cultivo y beneficio del cáñamo en Chile”, 2014, p. 180


Orden12 sobre Cáñamo y Lino, esta se refiere así: “que los indios y demás castas de los pueblos de estos dominios, se apliquen a la siembra, cultivo y beneficio del cáñamo y lino para que estos frutos como primeras materias se puedan traer a España libres de todos los derechos de extracción”13. Esto propiciaría que, hasta fines de esa centuria, se avanzara respecto a la cantidad de productores, a diferente escala, de cáñamo en el territorio. Veinte años después de esa Primera Real Orden, en 1796, se publica la “Instrucción para sembrar, cultivar y beneficiar el Lino y Cáñamo en Nueva España”, con la que se busca instruir a todos quienes tengan terrenos productivos, en las labores relativas al proceso del cáñamo. Ese mismo año, se dicta al Segunda Real Orden en la misma línea de la primera y casi veinte años después, en 1797, se dicta la Tercera Real Orden. La relevancia de estos documentos, radica en que constituyen intentos formales por parte del gobierno colonial por estabilizar la producción de cáñamo en América. El sistema de Hacienda introducido por los conquistadores, era ideal para concentrar el cultivo productivo. Así, haciendas como la jesuita San Francisco de Regis, mantenía una producción constante que permitía la elaboración de sogas y jarcias usadas en las propias labores 12   Una Real Orden era una disposición con fuerza de ley dictada por el Rey. 13   Rivas Fonseca, Nelson, “¡Cáñamo para la victoria¡ Promoción gubernamental del cultivo y beneficio del cáñamo en Chile”, 2014, p. 131

agrícolas. La producción llegó a ser tan fructífera que la propia corona española en 1796, autoriza la entrega de tierras del Estado español, a pequeños campesinos bajo compromiso de dedicarse al cultivo de esta planta.

Art. 1º: Los cáñamos y linos cosechados en el país y sus semillas serán exentos del pago de diezmo por el término de diez años Durante su etapa colonial, es posible concluir que, si bien Chile se presenta como un ente abastecedor parcial del imperio a nivel del cáñamo entre los s. XVI y XVII. Mantuvo un papel crucial ante el declive de Rusia y el mercado del Báltico, una opción que dio a la Corona española un respiro que, sin embargo, sería momentáneo. El encarecimiento del transporte de ultramar y la inestable situación bélica en el territorio chileno durante la colonia, obligó a relegar la producción de cáñamo al no menos relevante abastecimiento regional, esto es: la creciente minería peruana, la defensa del Mar del Sur y el abastecimiento de la propia economía chilena14. 14

Dicha conclusión es presentada por M. Díaz


EL SIGLO XIX – XX El s. XIX es particularmente agitado, las guerras de independencia en América, la exaltación en España por la invasión de Napoleón, van generando cambios estructurales que impactan inevitablemente en este hilo histórico. A inicios de siglo, el cáñamo seguía siendo uno de los productos preferidos de la Corona convirtiéndose en uno de primera necesidad. El precio que debió pagar Chile para conseguir su independencia fue un marcado empobrecimiento y reducción de mano de obra en el campo y fábricas, ambas Ordóñez y Antonio J. Rodríguez Hernández en el estudio “Cannabis Sativa y Chile (1577 – 1700): un insumo al servicio del Imperio”, ReasearchGate, 2017

fallecidas en batalla. Sumado a eso, el mercado en Perú (principal comprador) se veía cerrado para Chile. Esta situación terminó por hacer que buena parte de los campesinos dejaran la actividad agrícola y se volcaran a la ganadera. Pese a los anterior, el cáñamo encontrará la forma de volver a su sitial. Los gobernantes chilenos comienzan a promover su cultivo y beneficios. En 1822 Bernardo O´higgins, firma un decreto llamado “Contrato de Cáñamo” propuesto y aceptado por el gobierno, que menciona ciertas condiciones de la planta y de qué forma el estado podía colaborar con su producción. “1º A los agentes de esta negociación les


será libre comprar el cáñamo en cualquiera provincia o partido del estado 2º El cáñamo en general para su venta y comercio interior, será libre de todo derecho sean cuales fueren los que actualmente tenga y en adelante impusiesen […]”15

“Art. 1º: Los cáñamos y linos cosechados en el país y sus semillas serán exentos del pago de diezmo por el término de diez años […] Art 3º: Se señala un premio de dos mil pesos al que invente, y de mil pesos al que introduzca o construya en Chile, imitando modelos extranjeros, la primera máquina Más adelante, el mismo documento in- que simplifique y perfeccione el beneficio centiva indicando que “Los labradores y de ambas plantas […]”19 artesanos que vengan al país serán protegidos por el gobierno”16. También se El documento continúa mencionando inexime de pagar derechos de internación. centivos en dinero a quienes incorporen El cáñamo se convertiría en el pilar eco- mejoras a las maquinas ya existentes. nómico de un Chile en nacimiento. Con este tipo de medidas, se va genePara 1833 se edita una memoria17, bajo rando una estabilidad permanente hacia el gobierno de José Joaquín Prieto, que la segunda mitad del s. XIX, en la que se constata un estado de abandono en que instalan las primeras fábricas en Valpase encontraba el cultivo de cáñamo y lino; raíso, pero que, sin embargo, no sostensu autor, Francisco Solano Pérez, señala drían una situación estable ni exitosa. El que el cáñamo es “lejos el mejor” y que, auge de la minería y particularmente la en pruebas hechas en Inglaterra, resul- Cuestión Social con la migración campo – tó superior que el ruso y al de Valencia18. ciudad, mantenía el crecimiento agrícola Además de mostrar una serie de medi- atenuado, particularmente el mundo del das para el cultivo, se buscaba premiar cáñamo. Pese a esto, algunos sí lograron económicamente a quienes mejoraran la sobrevivir, como la fábrica de jarcias de calidad de las maquinas, ya añeras, que Parry Hnos. en San Felipe y la fábrica de habían sido heredadas o eran fabricadas cuerdas “la Industrial de Los Andes”20. El replicando patrones antiguos. mismo auge minero que perjudicó la labor agrícola, fue también un sostén para Así, algunas de las medidas propuestas la producción: todos los sacos de salitre fueron: eran confeccionados con cáñamo nacional, esto logró una cierta bonanza para 15   Rivas, N., ibidem, p. 135 16   ídem 17   Se refiere a la “Memoria sobre el cultivo y beneficio de Lino y el Cáñamo en Chile”. 18   Es interesante mencionar que en 1867 es premiado en la exposición universal de París, como el mejor cáñamo del mundo.

19   Solano, Francisco, “Memoria sobre el cultivo y beneficio de Lino y el Cáñamo en Chile”, Imprenta Nacional, Santiago, 1833, p.5 20   Estos nombres son mencionados por José Bengoa, surge la duda si esta fábrica “La Industrial de Los Andes” es efectivamente el SILA posteriormente.


los productores que se abocaron a la producción de este implemento. Hacia finales de siglo, las importaciones de cáñamo incrementaron a tal punto que los productores hacendados locales comenzaron a desalentarse “aquellos espacios regados, anteriormente dedicados a cultivos de cáñamo para producción de jarcia, pierden terreno gradualmente con el correr del siglo frente a la producción cerealera”21. Muchos productores de cáñamo del Valle de Aconcagua y hacia el sur, comenzaron a orientar sus esfuerzos en adentrarse en la industria cerealera, ganadera o frutícola.

70`, esta producción configuraría un símbolo de la zona y generaría una imagen identitaria, sobre todo de la ciudad de Los Andes a la que constantemente se aludía, a modo de broma, por su producción de marihuana.

Hacia el primer cuarto del s. XX, ya son muchos los fundos que, dentro de sus giros productivos, incluyen el cáñamo. Según el Albúm: zona central de Chile informaciones agrícolas22, los fundos dedicaban dentro de sus labores la producción de fibra de cáñamo o de semillas en diferentes cantidades. Simbólico es el caso de la Hacienda Quilpué, que produINDUSTRIA, AUGE cía cerca del 10% del total de cáñamo Y DECLIVE FINAL del departamento de San Felipe durante esa época: 5.500 fibra qqm / 4.000 semiYa iniciado el s. XX se dan las condicio- lla qqm23. nes para la llegada de familias europeas con importante capital que llegan a inver- La relevancia de la producción durante el tir en el plano rural e industrial. En 1903 siglo XX fue tanta que aún los obreros de se inaugura la fábrica SILA (Sociedad In- la fábrica SILA rememoran las grandes dustrial de Los Andes), fundada por mi- extensiones de plantaciones de cáñamo grantes españoles y que acompañaría en la zona del Valle de Aconcagua. Es regran parte del siglo a la zona. En San Fe- levante mencionar el desarrollo industrial lipe, fueron ingleses quienes instalaron la que SILA generó y que cohabitó con el fábrica Duncan Fox y CIA, creada casi 30 Ferrocarril Trasandino, propició dinámicas años después del SILA. Ambas industrias económicas y sociales particulares. Para se abocaron a la producción de jarcias, mediado del siglo, Los Andes se configuhilos, cordeles y huinchas para la confec- raba como una ciudad puerto industrial, ción de mueblería, alfombras, alpargatas con uno de los ferrocarriles mas modery arpilleras. Así, entre la década del 50` y nos del mundo y una de las industrias cañameras más grandes de América. 21   Estas son palabras del productor hacendado José Miguel Irarrazaval Alcalde citada en Rivas, Nelson, “¡Cáñamo para la victoria ¡promoción gubernamental del cultivo y beneficio del cáñamo en Chile”, 2014, p. 139

22   Valenzuela, Juvenal (editor), Albúm: zona central de Chile informaciones agrícolas, 1923 23   Unidad de medidad: qqm = quintales métricos.


Así, la Sociedad Industrial de Los Andes y su relación con los obreros fueron determinantes para, por ejemplo, el desarrollo urbano con la creación de conjuntos habitacionales como la población SILA o el diálogo directo entre trabajadores y la industria. La población de los obreros de la fábrica, llamada Población Central, albergaba cerca de 70 casas y estaba en las inmediaciones de la misma faena, en lo que hoy es el cementerio de Los Andes. Sobre las cargas simbólicas de esta industria y los remanentes que llegan hasta hoy, trataremos hacia el final de este informe. UN NUEVO MATERIAL En 1860 Wesley Hyatt, crea un material distinto a los que la historia había conocido, uno de bajo costo de producción, al que llamará celuloide. Serían los inicios de lo que hacia la década del 30´y luego de varios procesos de perfeccionamiento, terminó por conducir al plástico que trabajado como fibra textil, dará como resultado el nylon. La industria textil sería entonces testigo de la irrupción de un nuevo material que haría peligrar el escenario. Finalmente, entre los 40` y 50` se llega a conocido polipropileno, un componente que permite la elaboración de elementos para lavadoras, insumos médicos esterilizables y monofilamentos para cuerdas que son usados para cordelería, esta última será la que competirá con las de cáñamo. A Chile ya había llegado en los

años 30` como la conocida baquelita24 y no tardarán en sumarse variadas empresas a trabajar este material.

el nylon comienza a reemplazar a todos los productos textiles hechos de cáñamo En el Valle de Aconcagua las industrias se ven afectadas, el nylon comienza a reemplazar a todos los productos textiles hechos de cáñamo y el polipropileno competirá con toda la cordelería. Algunos, como Duncan Fox en San Felipe, intentan una reconversión hacia esta industria, pero no logran éxito. La irrupción y competitividad del plástico, su factura más rápida y económica, sumado a varios otros factores como la campaña de demonización por parte de Estados Unidos durante años terminan por liquidar la producción cañamera de la zona. EL ENEMIGO VIENE EN FORMATO VERDE Hacia inicios del siglo XX comenzó el uso recreativo del cannabis, principalmente desde Estados Unidos, el uso meramente industrial de esta planta se abrió a otras 24   Un plástico duro que se usaba, por ejemplo, para la carcasas de electrodomésticos.


posibilidades. En 1925 se realiza la Convención Internacional del Opio, instancia en la que Inglaterra se niega a firmar un acuerdo sino se incluye el control internacional de cannabis, sus motivos eran de orden político internacional, particularmente con Egipto.

Unos años antes, en 1917 George Schlichten inventa la maquina descorticadora, que serviría para cosechar el cáñamo de forma mucho más eficiente, evitando los días de remojo25. Esta máquina comenzaba a amenazar la industria del algodón, principalmente estadounidense y que estaba vinculada a sectores socio políticos influyentes de ese país. No tardaron en gestionar una imagen negativa del cáñamo. La historia es compleja e involucra a familias vinculadas a la producción de nylon y papel, así como una truncada investigación de Henri Ford por generar combustibles y aceites derivados de la biomasa del cáñamo, aspecto que amenazaba profundamente a la industria petrolera. 25

Aconcañamo, ibidem, p. 19

En 1930, se nombra a H.J Aslinger “Comisario de la oficina general de narcóticos” quien inicia acciones para llegar a hacer del cáñamo una sustancia prohibida. Así, en una campaña a nivel nacional, logra que se apruebe en 1937 el marijuana tax act que prohibía el consumo, posesión y comercio de cannabis. Ya en 1951 el presidente Harry Truman aprueba la ley Boggs que endurece las penas. Finalmente, Aslinger convence a la ONU de sumarse al discurso en 1961, generando una prohibición internacional. Este escenario, generó un caldo de cultivo para una campaña que, usando la prensa, televisión y el cine, homologaba al cáñamo con drogas como el opio o la cocaína y se le endosaba a una población migrante como la mexicana que, según la campaña, elevaba los niveles de robos y violaciones en el país. Se hablaba de que el cáñamo “envenenaba la juventud americana”. Chile en mayo de 1973 promulga la ley 17.934 que Reprime el Tráfico de Estupefacientes (incluido el cáñamo). Para los productores locales significó un cambio en las formas y herramientas para la producción de la planta, por ejemplo, debieron cercar los predios y la contratación de guardias. Simultáneamente aumentaban las detenciones por tráfico en el país. Ya para 1985 y en plena Dictadura militar, se promulga una nueva ley, para esa fecha los espacios de producción artesanal


de cáñamo ya son escasos. Este marco legal que ya llevaba décadas evolucionado, tornó muy problemática la producción de cáñamo. A esto se sumó el proceso de Reforma Agraria que desde la década del 50` subdividió los predios agrícolas y generó una disminución de la producción. La fábrica SILA llega a la quiebra en 1982 y cuatro años mas tarde es rematada y desmantelada. Estos son los últimos acontecimientos de la línea histórica de un elemento que se posicionó como el eje económico y social del Valle de Aconcagua

(SILA), basado en entrevistas a ex obreros de la fábrica. La lectura de ambos documentos permite una panorámica amplia y asertiva del cáñamo y su incidencia en este territorio.

CONSIDERACIONES FINALES

La historia del Sociedad Industrial de Los Andes se traduce en 3 momentos: fundación, auge y declive. Las memorias de los ex trabajadores son reconstrucciones en torno al primer periodo, lo mítico de la tradición familiar del trabajo del SILA, de las fechas revueltas, pero pudiendo identificar huellas de esos periodos. Tal como lo fue las primeras viviendas de trabajadores del SILA, al borde de la fábrica. Lo que se reconoce entre sí es que fue una sociedad de españoles asentados en Los Andes los que comenzaron esta industria en 1903, que de alguna u otra manera pudieron ver el potencial cañamero del Valle del Aconcagua.

El presente informe se ha basado en una revisión bibliográfica y ha sido un recorrido cronológico por la historia que relaciona al ser humano con la planta del cáñamo. Desde su introducción a América con el proceso de conquista, hasta los procesos industriales del s. XX, identificando los factores que levantaron su producción y las razones que establecieron curvas de crisis en su línea histórica. Se hizo una revisión de fuentes directas e indirectas, principalmente artículos y fuentes coloniales. Este informe debe ser leído en conjunto al informe “Memoria de ex trabajadores de la Sociedad Industrial de Los Andes”, cuyo objetivo es describir la cultura material en torno al cáñamo en el Valle del Aconcagua, a partir de la memoria colectiva de los ex trabajadores de la Sociedad Industrial de Los Andes

A continuación se explicitan algunas conclusiones finales del segundo informe que dialogan con algunos pasajes del presente, sobre todo los centrados en el siglo XX. MEMORIAS SOBRE EL PASAR DEL TIEMPO

Ya mediado del s. XX la industria del cáñamo se encontraba en su mejor momento, estiman que superaban los 1.500 trabajadores entre las fábricas y fundos. Dentro de la fábrica se ha estimado cerca de 640 personas, los cuales trabajaban


en turnos consecutivos. A su vez, la estabilidad económica también repercutía en la generación de nuevos espacios, como también en la calidad de vida que tenían las familias. Dentro de la creación de espacios estaba el incremento de vivienda para trabajadores, la creación de equipos de futbol, como también un mausoleo para los deportistas. En ese sentido, el valor del cáñamo para Los Andes se tradujo en un bienestar cotidiano de sus trabajadores.

secundario, una ruta de bueyes que se conectaba con el camino principal que se dirigía a San Felipe: San Rafael. Lo que describen estas memorias es el desarrollo industrial en convivencia inmediata con la agricultura; nos describen la cantidad de habitantes que existían en ese momento y la historia que hay debajo del pavimento de lo que hoy son sitios habitacionales; también nos demuestra que esta fábrica estaba en todas partes en este valle, de tal modo que la producción de cáñamo no sólo se remitía a estar en la fábrica, La Sociedad Industrial de Los Andes era sino pertenecer como trabajador a algún la fábrica más grande del valle, dedica- fundo. Así nos damos cuenta como una da a la producción de sacos, arpilleras, planta puede definir toda una ciudad. sogas e hilo de fibra vegetal de cáñamo, como también sisal en una menor es- Lo que se producía en la Sociedad Induscala. Si bien en el Valle de Aconcagua, trial de Los Andes se distribuía a nivel naen San Felipe y otros fundos, realizaban cional, principalmente a ferreterías y los parte del proceso de producción, en Los puertos. De cierto modo, los objetos paAndes se encontraba todo el conjunto de san a ser un elemento representativo de máquinas que permitían desde machacar una época en Chile, donde se potenciaba y desfibrar el cáñamo hasta los telares, la industrialización nacional. como también las condiciones de extracción y almacenaje previo. La relación de Esto generaba que todo lo que le circunesta fábrica “central” con estas otras em- daba estuviera asociado, por ejemplo, presas locales del cáñamo, consistía en gran parte de los fundos que se ubicaban que se derivaba ya el trabajo de telares a al norte y oeste del SILA (Los Olmos y San Felipe, como también recibía el cá- las Juntas, por ejemplo) fueron plantacioñamo listo para realizar el proceso de ex- nes de cáñamo. Terrenos principalmente tracción de la fibra. arrendados por el SILA. Además, distintos fundos de San Esteban, Calle Larga, PuPotreros de pasto y yuyo, cáñamo, trigo taendo, Santa María, San Felipe fueron tey nogales conformaban el paisaje que rrenos dedicados a este cultivo. También rodeaba a la fábrica SILA. Eran tiempos debido a su exportación, tenían una línea donde la hoy transitada Avenida Argen- de carga propia de los ferrocarriles de Los tina/ Hermanos Maristas, era el camino Andes, donde enviaban los productos.


El SILA responde a una lógica de industrialización que ya no vemos hoy en día, que es la conformación de Villas Industriales. Espacio de habitabilidad y vida cotidiana que estaba en torno a la fábrica. Uno de los primeros elementos de esta historia material en torno a las villas industriales era la creación de poblaciones de trabajadores del SILA. Estas poblaciones se distinguieron entre espacios para empleados y para obreros, como también si eran para solteros o familias enteras. Se forman barrios donde se incluyen servicios necesarios, como la educación y el deporte.

Por otro lado, las cualidades de estas viviendas también nos relatan los tiempos en el cual se edificaron, como también los principios laborales que manejaba la Sociedad Industrial. Este primer conjunto de viviendas dialogaba de forma inmediata con la fábrica, lo que incluso significaba que su abastecimiento eléctrico también derivaba de la planta eléctrica particular de la fábrica, la cual a su vez se abastecía de un curso de agua artificial: canal SILA. Este canal delimitaba con las viviendas de trabajadores, es decir, no sólo eran próximas, sino que no existía una división entre las viviendas y la fábrica.

adelante, los terrenos de la poblaLa construcción de Mas ción España fue vendido a los trabajadores por un precio casi simbólico, a la viviendas fue un par que la misma gerencia promovía las principio que políticas públicas de derecho a la vivienaplico el SILA a lo da mediante la conformación de coopelargo de su historia rativas de trabajadores. Los mismos se La construcción de viviendas fue un principio que aplicó el SILA a lo largo de su historia. Destinando distintos espacios para vivienda y aplicando diversas políticas para su desarrollo, como también enfrentándose a distintos problemas. En ese sentido, la zona noroeste de Los Andes, cerca de la década del 60` sólo era habitada por los campamentos de emergencia de la Ambrosio O’Higgins. Con el aporte de la Sociedad Industrial y trabajadores ferroviarios, le dieron forma a la ciudad de Los Andes.

organizaban en cooperativas para reunir el monto que necesitaban para construir el número de casa de sus asociados, es decir, pagar por el terreno en conjunto, como también por la edificación en serie. Estos eran apoyados por la empresa, que pagaba un porcentaje para la vivienda.

En la casa de empleados, al parecer quienes realizaban un trabajo de índole profesional, también se distinguieron de las anteriores. Mencionan las casas de adobe que rodeaban la fábrica, como también la casa de gerencia que tenía unos muros y escaleras de piedra, encontrándose


frente a las otras. También mencionaban aquellas que quedaban en la Avenida Hermanos Maristas, que en un momento dejaron de ser de los empleados una vez que construyeron nuevas casas para ellos. En ese sentido, el derecho a la vivienda era algo para todos, pero la forma y ocupación del espacio fue diferenciado. Estas diferencias se acrecentaron en el periodo de cierre del SILA, donde la empresa pasó a manos de CORFO. El periodo de cierre de la fábrica no puede no expresarse con frustración sobre la desvalorización que adquirió el cáñamo. Algunos apelan que el declive fue el rol del plástico y nylon en la producción en la que estaban especializados. Otros a que fue la propaganda del cáñamo como una droga, la cual repercutió en la llegada de personas de otras ciudades que destruyeron los cultivos con el fin de generar tráfico. Esta misma propaganda se tradujo en políticas públicas rigurosas, donde

se pedía autorización para su cultivo a los agricultores, como también implicaba un aumento de gastos en los predios agrícolas para pagar seguridad y así evitar los daños a las plantaciones. Otros van a referirse a la inestabilidad política y los cambios en el agro, lo que derivó que la sociedad de españoles vendiera sus acciones a CORFO, quienes buscaron reducir la fábrica para volver a venderla, provocando que las nuevas gerencias administraran de forma errática. PROPUESTAS Este último apartado son una serie de propuestas de la investigadora en torno al entramado simbólico que se desprende de la información anterior y que entran en diálogo con discusiones actuales: La Industria del cáñamo buscó crear ciudades dignas: uno de los elementos distintivos de la Industria del Cáñamo, es


que la ciudad de Los Andes que se conoce hoy en día casi el 90% se edificó posterior a los años 80’s. En ese sentido, las viviendas que se formaron previamente eran representativa de derechos que tenían los trabajadores antes de la dictadura, enfoque político que permitía consolidar la calidad de vida de los trabajadores. También que exista una comunidad de trabajadores que vive asociado a la producción, los vincula al impacto de lo que producen, escenario que se contrapone con realidades tales como la minería. En ese sentido, permite que exista un relato identitario y responsable con su territorio, no así fragmentado y desvinculado. Esto de la mano con facilitar los servicios básicos a sus ex trabajadores, como era la luz, que es parte importante de la disputa por la ciudad. En ese sentido, son las nuevas propuestas productivas en la línea de sostenibilidad. La Industria del cáñamo conectó al Valle del Aconcagua con Chile: otro elemento distintivo es la ramificación que tuvo la industria del cáñamo y la extensión de su producción. Siendo representada en todo Chile a partir de sus objetos. En ese sentido, es comprender el carácter público, visible, que tenía el cáñamo al estar en todas partes. Producción del cáñamo que desmitifica el valor estigmatizante: esto ayuda a entender que es la conformación del tráfico, es decir, un sistema de ventas ilegal el que estigmatiza la planta y no así todas las facultades que tiene.

Objetos que se preservaron a pesar de eventos dolorosos: evidenciar que las máquinas que se conservan son las pocas que quedan debido al desmantelamiento que hubo durante el remate. Desalienación y simplificación a partir de la maquinaria del siglo XX: la maquinaria utilizada en el SILA, si bien respondía a dimensiones industriales dialoga con lo artesanal, en el sentido que sus trabajadores comprenden todas las dimensiones de la producción y el impacto que genera. BIBLIOGRAFÍA Aconcañamo, Aproximación Histórica del Cultivo de una planta Industrial, Proyecto de Tesis, 2007 Forster, E. History of hemp in Chile, extraído de https://www.druglibrary.net/olsen/HEMP/IHA/iha03213. html Miranda, Héctor, Historia de Los Andes, Ed. Bicentenario 1989, Ediciones Junta de Adelanto de Los Andes, 1989 M. Díaz Ordóñez y Antonio J. Rodríguez Hernández en el estudio “Cannabis Sativa y Chile (1577 – 1700): un insumo al servicio del Imperio”, ReasearchGate, 2017. Quilodrán, Hugo Cáñamo Quillotano: una herencia española en desuso, El Boletín Histórico de la Sociedad de Historia y Geografía , Año III nº11, 2014. Rivas Fonseca, Nelson, “¡Cáñamo para la victoria¡ Promoción gubernamental del cultivo y beneficio del cáñamo en Chile”, 2014. Solano, Francisco, “Memoria sobre el cultivo y beneficio de Lino y el Cáñamo en Chile”, Imprenta Nacional, Santiago, 1833 Valenzuela, Juvenal (editor), Albúm: zona central de Chile informaciones agrícolas, 1923 Riveros, B., Patrimonio Cañamero del Valle de Aconcagua, Tesoros del Valle: contexto patrimonial de San Felipe, Editor: Marco López Aballay, San Felipe, 2021.



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