Jesús, el buen Pastor de la historia humana

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Padre Ricardo, MPD

Jesús, el buen Pastor de la historia humana



La Obra Presentación general

Concluida la redacción histórica que hemos querido realizar, creemos conveniente presentar una síntesis o índice de su contenido general.

En cuanto al título que hemos elegido: se quiere señalar el contenido que abarca sobre toda la historia humana. Se la puede dividir en tres partes. Parte I: Desde el Dios que no tiene historia porque es eterno, pero hace historia con su Creación hasta el comienzo de la Iglesia como comunidad de la Nueva Alianza. Abarca desde el Creador hasta la Nueva Evangelización de la Iglesia: todo el Antiguo Testamento hasta la Pascua de Jesús. Parte II: Se presentan los XXI siglos de la Iglesia en el proceso de su desarrollo histórico hasta nuestros días. Parte III: Hemos incluido una sucinta historia en el intento eclesial de la evangelización en los distintos continentes, indicando solo algunos hechos que consideramos relevantes a tal efecto. Cabe aclarar que el orden cronológico y complejo de los capítulos procura señalarse por los siglos sucesivamente consignados. ¡A Dios en su Misterio Trinitario, sea la gloria y alabanza de toda la historia y de nuestras vidas! Abril de 2021 5



Contenido Presentación general INTRODUCCIÓN PRESENTACIÓN

5 17 21

PARTE I CAPÍTULO I Un Dios Creador 1. Un Creador 2. Creador del cielo y de la tierra El ángel caído El gran mundo visible 3. La intimidad del Ser del Creador

27 28 29 29 32 33

CAPÍTULO II La vida de alianza con Dios 1. El Paraíso 2. La realidad de la vida humana 3. Los dos árboles

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CAPÍTULO III El misterio del pecado Anexo: La antropología básica de la Biblia 1. La realidad de Dios 2. La realidad del pecado 3. La realidad de Jesús

49 55 55 56 57

CAPÍTULO IV El proceso histórico de la humanidad 1. Abel y Caín

59 59


2. El paganismo cultural de la religiosidad popular 3. La deformación económica de los vínculos sociales 4. La alianza con Noé Noe Job

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CAPÍTULO V: La alianza de Dios con Abraham y su descendencia Abraham, el padre de los creyentes 1. De Abram a Abraham 2. La Revelación de Dios a Abram 3. El sacrificio de Isaac 4. El sacerdocio de Melquisedec 5. Jacob y sus doce hijos

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CAPÍTULO VI De la venta de José, hijo de Jacob, hacia la liberación de los israelitas 1. De Jacob a José y su poder en Egipto 2. Moisés y la opresión en Egipto 3. Moisés y la Pascua de Israel 4. El juicio de Dios y la salida de Egipto 5. La partida de Israel

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CAPÍTULO VII La Travesía del desierto 1. El maná 2. La alianza del Sinaí 3. Aarón y el culto 4. La idolatría 5. El espíritu profético 6. Institución y carisma 7. El final de la Travesía

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CAPÍTULO VIII La conquista de la Tierra Prometida 1. Josué y los preparativos de la Conquista 2. Los Jueces en Israel

99 99 102


3. De los Jueces a la monarquía Samuel Saúl 4. El Reinado de Saúl 5. Alianza de Jonatán y David 6. La muerte de Saúl y el reinado de David 7. El Reinado de David 8. El reinado de Salomón

104 104 106 107 110 112 113 115

CAPÍTULO IX Elías y los Macabeos 1. Elías 2. Los Macabeos Primer libro de los Macabeos Segundo libro de los Macabeos

121 121 124 124 128

CAPÍTULO X La provincia romana de Judea Anexo: Los Profetas 1. Isaías 2. Jeremías 3. Elías y Eliseo 4. Daniel

131 135 135 137 138 138

CAPÍTULO XI El misterio Pascual de Jesús (α y Ω) La Pascua de Jesús en el proceso de la historia humana Anexo: El Evangelio Mesiánico de Jesús

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CAPÍTULO XII Judíos, convertidos a la fe pascual de Jesús Siglo XX y los judíos

159 162

CAPÍTULO XIII El Misterio de la Ascensión de Jesús a los cielos

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PARTE II CAPÍTULO XIV De Jerusalén a Roma 1. La constitución de los Doce 2. Pentecostés 3. María, Madre de la Iglesia 4. Evangelización y primeras persecuciones 5. Pedro y Pablo 6. La destrucción de Jerusalén 7. El tiempo de las naciones o de los gentiles 8. Los Papas de los primeros tres siglos 9. El Edicto de Milán 10. Reliquias de Jesucristo

175 176 176 177 178 179 180 181 182 184 185

CAPÍTULO XV El martirio blanco de los ermitaños 1. Los monjes 2. Martirio blanco en la actualidad

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CAPÍTULO XVI La invasión de los pueblos bárbaros - s. VI - VIII 1. La figura del Papa 2. Primeros monasterios 3. Los godos 4. Conversión de los reyes europeos

191 192 193 193 195

CAPÍTULO XVII Sucesos de los siglos IV – VI 1. El Reino de Sevilla 2. Aurelio Agustín de Hipona 3. La conversión de San Agustín

197 197 200 201

CAPÍTULO XVIII El islam y Mahoma… (hasta Lepanto) - s. VII 1. Mahoma y su mensaje 2. La Santa Liga y Lepanto Anexo: Algunos aspectos del Arte Islámico

205 205 208 213


CAPÍTULO XIX El proceso hacia las abadías - s. IV - X 215 1. San Benito de Nursia 215 2. La Abadía de Cluny 216 Anexo: Dos monjes evangelizadores de Irlanda y 217 Alemania (siglos V–VIII) 221 1. San Patricio de Irlanda 221 2. San Bonifacio, Apóstol de Alemania 223 CAPÍTULO XX San Bruno, fundador de la Orden de los Cartujos

225

CAPÍTULO XXI El proceso histórico del monasterio al convento - s. XIII 1. San Francisco de Asís 2. San Buenaventura 3. San Bernardo de Claraval 4. San Juan Mata 5. San Pedro Nolasco 6. Santo Domingo 7. San Alberto Magno 8. Santo Tomás de Aquino 9. San Ignacio de Loyola

229 230 232 233 235 236 238 239 240 241

CAPÍTULO XXII Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo - s. XIII - XIV 1. Santa Teresa de Ávila 2. Religiosos Carmelitas 3. San Juan de la Cruz 4. Santa Teresita del Niño Jesús 5. Santa Isabel de la Santísima Trinidad 6. Edith Stein

245 247 251 251 253 255 256

CAPÍTULO XXIII El Renacimiento - s. XIV - XVI 259 1. El arte 260 2. La intelectualización de la fe 261 Anexo: La herencia racional del Renacimiento (Siglos XIV a XX) 265 Experiencia personal 268


CAPÍTULO XXIV La Soberanía de Dios en la Historia y la finalización de la Edad Media - s. XIV - XVII 271 1. Santa Catalina de Siena 272 2. Santa Juana de Arco 273 3. San Juan de Dios 274 4. La imprenta 276 CAPÍTULO XXV La protesta eclesial de Lutero - s. XVI 1. Martín Lutero 2. La debacle 3. Trento: Concilio de respuesta a la protesta de Lutero

279 279 282 285

CAPÍTULO XXVI La Revolución Francesa - s. XVIII 1. Jean–Jacques Rousseau 2. Montesquieu 3. Voltaire 4. Denis Diderot Anexo: Antropología teológica sobre el poder 1. Poder y libertad 2. El poder ejercido desde el pecado 3. El poder vivido a imagen de Dios

289 292 293 295 295 297 297 298 299

CAPÍTULO XXVII La dimensión política de la civilización 1. La vocación política del hombre 2. El poder político 3. La vida democrática

301 301 302 303

CAPÍTULO XXVIII Beata Ana Catalina Emmerick Anexo: Los mensajes carismáticos 1. Fuentes carismáticas de la revelación privada 2. Dificultades carismáticas 3. El don de profecía

309 313 313 314 315


CAPÍTULO XXIX El Hecho histórico de las apariciones de María en Lourdes 1. Proceso de las apariciones 2. Entrada a la vida religiosa 3. La exhumación

319 320 322 323

CAPÍTULO XXX León XIII y el desarrollo industrial 1. El Papa de los obreros 2. El desarrollo industrial (Siglo XX)

325 326 328

CAPÍTULO XXXI El acontecimiento histórico de Fátima - s. XX 1. La Historia y las apariciones 2. Lucía Dos Santos 3. Beato Francisco Marto 4. Beata Jacinta Marto 5. La visión de la Trinidad 6. La Basílica 7. Algunas fechas importantes

333 333 339 340 340 341 341 342

CAPÍTULO XXXII Papas del siglo XX 345 1. Pío IX (1846 – 1878) 345 2. San Pío X (1903 – 1914) 347 3. Benedicto XV (1914–1922) 350 4. Pío XI (1922–1939) 352 5. Pio XII (1939–1958) 354 6. El hecho histórico de Nuestra Señora de todos los Pueblos 360 7. La Virgen de la Revelación 365 8. Juan XXIII y la convocatoria al Concilio Vaticano II 368 Visión pastoral del Concilio Vaticano II 368 Testimonio personal 371 9. Juan Pablo II (1978–2005) 373


CAPÍTULO XXXIII El Misterio de la Iglesia 1. Lo que es un misterio religioso, eclesial o cristiano 2. El misterio de María como Madre de la Iglesia 3. El Misterio de Pentecostés 4. La Iglesia sacramento universal de Salvación 5. Institución y carismas. Coesencialidad.

377 377 379 383 386 394

Concluyendo…

397

PARTE III CAPÍTULO XXXIV La evangelización de América 1. Cristóbal Colón 2. América del Norte 3. América Latina Santo Toribio de Mogrovejo San Pedro Claver Misiones jesuíticas guaraníes (Siglo XVII) Virgen de Guadalupe La misión salesiana en la Patagonia La colonia de galeses en Chubut

403 403 405 406 407 408 409 412 415 418

CAPÍTULO XXXV La evangelización en África 1. Colonización y reparto de África 2. Nuestra Señora de Kibeho 3. Genocidio de Ruanda 4. Nelson Mandela 5. Martin Luther King 6. Santa Josefina Bakhita

421 422 424 427 428 431 432

CAPÍTULO XXXVI Egipto: historia, cultura y evangelización

435


1. Los egipcios 2. Las Pirámides de Egipto 3. La nación de Etiopía 4. La ciudad de Alejandría y su biblioteca 5. La Iglesia Copta: ortodoxa y católica 6. San Cirilo de Alejandría 7. Santa Catalina de Alejandría 8. Aparición mariana en Egipto CAPÍTULO XXXVII Historia y evangelización de la India 1. Francisco Javier 2. Santo Tomás, misionero en India 3. La continuación de la misión en la India 4. La presencia de Madre Teresa en la evangelización de la India 5. Buda

436 438 439 441 442 444 444 446 449 449 450 451 453 455

CAPÍTULO XXXVIII Historia y evangelización de la Civilización China 1. La Gran Muralla China 2. Mateo Ricci 3. Pierre Teilhard de Chardin 4. Mao Zedong

459 459 460 461 463

CAPÍTULO XXXIX Japón 1. Hiroshima y Nagasaki 2. Pearl Harbor

465 467 468

CAPÍTULO XL Filipinas 1. Período precolonial 2. Colonización española 3. Situación actual

471 472 472 473

POST–LOGO Conclusión general

475 477



CAPÍTULO VII

La Travesía del desierto

Los relatos del Éxodo se mueven entre dos puntos geográficos distintos: la tierra de Egipto y el monte Sinaí. Allí se desarrollaron los acontecimientos que hicieron de Israel el Pueblo de la Pascua. Este suceso de opresión y liberación, se convirtió en el fundamento de la fe de Israel. Después de la alegría exultante por la liberación de la esclavitud en Egipto, y por el modo portentoso utilizado por Dios, Israel debe atravesar el desierto con el horizonte de llegar a la tierra prometida por el Señor. Este camino será lento y costoso. Habrá marchas y contramarchas. Padecerán necesidades básicas como el alimento y el agua. Habrá protestas y rebeliones contra Dios y contra Moisés. No faltarán acciones graves de idolatría. En medio de esto, habrá también una continua presencia y compañía de Dios, fiel a su promesa y su alianza. En este contexto de travesía y purificación, elegiremos solo algunos hechos significativos para la historia de Salvación. Así “toda la comunidad de los israelitas partió del desierto de Sin y siguió avanzando por etapas conforme a orden del Señor” (Ex 17,1). 87


Jesús, el buen Pastor de la historia humana

1. El maná Muy al comienzo del largo trayecto, el pueblo protestó por la falta de comida. Es el episodio del maná y las codornices: “Y el Señor dijo a Moisés: «Yo escuché las protestas de los israelitas. Por eso, háblales en estos términos: ‘A la hora del crepúsculo ustedes comerán carne, y por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que yo, el Señor, soy su Dios’». Efectivamente, aquella misma tarde se levantó una bandada de codornices que cubrieron el campamento; y a la mañana siguiente había una capa de rocío alrededor de él. Cuando esta se disipó, apareció sobre la superficie del desierto una cosa tenue y granulada, fina como la escarcha sobre la tierra. Al verla, los israelitas se preguntaron unos a otros: ‘¿Qué es esto?’. Porque no sabían lo que era. Entonces Moisés les explicó: «Este es el pan que el Señor les ha dado como alimento»” (Ex 16,11–15). “La Casa de Israel llamó “maná” a este alimento. Era blanco como la semilla de cilantro y tenía un gusto semejante al de las tortas amasadas con miel” (v. 31). En la fe católica, el maná tiene un valor simbólico para la marcha del camino de la vida; tiene un carácter “misterioso”: caído del cielo prepara la revelación del verdadero pan del cielo (Cf. Jn 6,48–51); Pan del cielo hecho sacramento en la Eucaristía. En su momento dijo Jesús: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él” (Jn 6,54–56). “Los israelitas comieron el maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a una región habitada. Así se alimentaron hasta su llegada a los límites de Canaán” (Ex 16,35). 88


Capítulo VII: La Travesía del desierto

2. La alianza del Sinaí En su marcha por el desierto, “Israel acampó frente a la montaña” (Ex 19,2b) y allí Dios preparó al Pueblo de Israel para la alianza del Sinaí: “Moisés subió a encontrarse con Dios. El Señor lo llamó desde la montaña y le dijo: «Habla en estos términos a la casa de Jacob y anuncia este mensaje a los israelitas: ´ustedes han visto cómo traté a Egipto, y cómo los conduje sobre alas de águila y los traje hasta mí. Ahora, si escuchan mi voz y observan mi alianza, serán mi propiedad exclusiva entre todos los pueblos, porque toda la tierra me pertenece. Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación que me está consagrada’». Estas son las palabras que transmitirás a los israelitas” (Ex 19,3–6; Cf. Ex 19,9– 25). Es en ese contexto que Dios manifiesta los diez mandatos como ley de la alianza que establece con el Pueblo elegido. “Entonces Dios pronunció estas palabras: ‘Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar en esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. ‘No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos. ‘No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano. Acuérdate del día sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, 89


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ni el extranjero que reside en tus ciudades. Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo. ‘Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da. ‘No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. ‘No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca” (Ex 20, 1–17). Lo que nosotros llamamos “los diez mandamientos” son una expresión de la autoridad de Dios. En una oportunidad, Benedicto XVI habló de los diez mandamientos de la ley: “El Decálogo es ante todo un «sí» a Dios, a un Dios que nos ama y nos guía, que nos sostiene y que, sin embargo, nos deja nuestra libertad, más aun, la transforma en verdadera libertad (los primeros tres mandamientos). Es un «sí» a la familia (cuarto mandamiento); es un «sí» a un amor responsable (sexto mandamiento); un «sí» a la verdad (octavo mandamiento); y un «sí» al respeto al prójimo y a lo que le pertenece (noveno y décimo mandamiento). En virtud de la fuerza de nuestra amistad con el Dios vivo, vivimos este múltiple «sí» y, al mismo tiempo, lo llevamos como señal del camino en esta hora del mundo.”18 Después de escuchar la respuesta de Israel al ofrecimiento de Dios: “estamos decididos a poner en práctica todas las palabras que ha dicho el Señor” (Ex 24,3b), Moisés subió a la cumbre de la montaña para la conclusión del compromiso de la Alianza. 18. Homilía: misa celebrada en la Plaza del Santuario de Mariazell, Austria, 8/09/2007.

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Capítulo VII: La Travesía del desierto

“El Señor dijo a Moisés: «Sube hasta mí, a la montaña, y quédate aquí. Yo te daré las tablas de piedra, con la ley y los mandamientos, que escribí para instruirlos». Entonces Moisés se levantó junto con Josué, su ayudante, y subió a la montaña de Dios. Él había dicho a los ancianos de Israel: «Espérennos aquí, hasta nuestro regreso. Con ustedes quedarán Aarón y Jur: el que tenga algún pleito que se dirija a ellos». Y Luego subió a la montaña. La nube cubrió la montaña, y la gloria del Señor se estableció sobre la montaña del Sinaí, que estuvo cubierta por la nube durante seis días. Al séptimo día, el Señor llamó a Moisés desde la nube. El aspecto de la gloria del Señor era a los ojos de los israelitas como un fuego devorador sobre la cumbre de la montaña. Moisés entró en la nube y subió a la montaña. Allí permaneció cuarenta días y cuarenta noches. El Señor dijo a Moisés: «Sube hasta mí, a la montaña, y quédate aquí» (Ex 24,12–18). Por la alianza del Sinaí, Dios convierte a Israel en su Pueblo consagrado a la santidad de su servicio justo, abierto y fraterno. Es la vida de la alianza con el Dios de la revelación de Abraham.

3. Aarón y el culto En Israel, el culto es una codificación de la vida litúrgica de Israel. Para esto, el libro del Éxodo hablará de la consagración de Aarón y sus hijos: “Así el sacerdocio les pertenece por un decreto irrevocable. De esta manera –le dice Dios a Moisés– investirás a Aarón y sus hijos” (Cf. Ex 29,1– 9). En la Biblia, en el libro de la tradición sacerdotal, el Levítico, está expresado el culto con las prescripciones rituales para los sacerdotes de la tribu de Leví. El estatuto de los levitas también es referido en el libro de los Números: “Pero la tribu de los levitas no fue registrada con las otras tribus porque el Señor le había 91


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