ElVerbo de cada día Sábado 9 de marzo de 2013 Francisca Romana, religiosa (a. 1440) Os 6,1-6: Quiero misericordia, y no sacrificios Salmo 50: Quiero misericordia, y no sacrificios Lc 18,9-14: El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no
“Misericordia quiero y no sacrificio…”
Muy queridos (as)hermanos(as), en la primera lectura de hoy, Dios dice “quiero misericordia y no sacrificio”. Tan solo con esta palabra, podemos comprender el mensaje del evangelio de hoy. Por que los sacrificios, como aparecen en la biblia son como un negocio con Dios. A Dios no le agradan los negocios. Él espera que el ser humano pueda ser bueno. Como en el salmo 50 que dice “…misericordia Dios mío, por tu bondad borra mi culpa, lava del todo mi delito… …Te gusta un corazón sincero…; …devuélveme la alegría…”. En el evangelio de hoy lo que vemos es un ejemplo de cómo nos debemos dirigir a Dios. A uno lo vemos con esa necesidad de purificación. Como un profundo reconocimiento de su indignidad. Pero, se acerca a Dios con una actitud de esperanza y humildad. El otro en cambio, solamente justifica la importancia que se da a si mismo, e incluso, despreciando al otro. Él entra en el templo con pecados ocultos y sale con otros mas grandes, porque se cree, demasiado justo, con sus obligaciones de fe. No quiero sacrificios: tal vez el sacrificio que hoy debemos ofrecer a Dios es el gran esfuerzo para imitarlo en su misericordia, en su bondad, en su capacidad de comprensión de los demás. Por que no hay tarea más difícil que luchar contra nuestro propios instintos. Nosotros luchamos unos contra otros, porque no aprendimos a vencer a nosotros mismos. ¿Que tal si intentamos?. Padre Cristovao, svd. Misionero del Verbo Divino – Colombia. E-mail: pe.cristovao@outlook.com