El Secreto de las Mujeres Drag贸n Segunda parte y final Por Nataly Ovando Pastene
Escribir es una pasión que nace del amor a la vida, la que por sí sola no significa nada sin la compañía de los amados. Los deseos, las aspiraciones y las fantasías ocultas que los convierten en las personas que son me animan a continuar a delante y ver el amanecer a diario.
Fanfics, de fans para fans. Material exclusivo del grupo Yakuzas A.V.S.A. (fans page) Prohibida su comercialización Contacto nataly.pastene@gmail.com
El Secreto de las Mujeres Dragón Segunda parte y final Por Nataly Ovando Pastene Periodista Licenciada en Comunicación
Un agradecimiento especial a Stefania Voisin Garcia por sus apoyo en la recopilación de imágenes y desde luego su amistad incondicional por estos veinte años.
Capítulo sexto… el día nueve, el pacto. Estaba amaneciendo, una brisa helada recorría las calles, el gran movimiento de gente aún no comenzaba, era una mañana nublada, no era un lindo día para dar un paseo, un rosa pálido teñía las nubes que jugaban a esconder el sol. “Hoy no es un maravilloso día”, pensaron las chicas. Airy las muchachas preparaban sus maletas, cada una en su habitación lo hacía en silencio. Stefania tomó su bolso de mano y pensó “con esto será suficiente, sólo será una o dos noches”, respiró profundo, cerró los ojos y su mente trajo el recuerdo de Airi y Nataly hablando hace unos días atrás, su mente divagó entre la conversación que se produjo después con el resto de las Yakuzas y las discusiones que Kame y ella tuvieron hace un par de días. Abrió los ojos, tomó su bolso de mano y caminó lentamente hacia el frontis del hotel. En la puerta, Rose y Camila miran hacia la calle, como buscando algo, Stefania se les une, aun falta que baje Airi y Nataly. Un furgón blanco con el logotipo JE se acerca desde la esquina, Camila mira a hacia la puerta, y ve a Airi que se asoma en la entrada y dice. -chicas, vamos. -pero la Naty no ha bajado- dice Rose. La camioneta se detiene en la puerta del hotel, la puerta lateral se abre, es Nataly que dice seriamente. -chiquillas suban con cuidado, stefa ven, siéntate conmigo. Stefania asiente con la cabeza. Se subieron una a una a la camioneta junto con sus bolsos y mochilas en las manos, Airi es la última en arribar a la vans, se sienta al final, desde ahí observa sus Yakuzas. El nerviosismo es general, la tensión no permite disfrutar del paisaje hacia la montaña. Dos horas después, camino hacia la costa, las Yakuzas llegaron a la casona en medio del bosque, se encontraba a medio cerro, cuesta arriba en una planicie creada para construir la casa rodeada de pinos verdes y altos, la vivienda de madera al estilo inglés desentonaba con la costumbre japonesa, a unos 15 metros a un costado de la vivienda una quebrada, que daba a un lago profundo. El sol se levantaba sobre el lago que brillaba en tonos naranjas. Las mujeres una vez frente la casa, miraron cuidadosamente la madera pintada de blanco, una construcción de ventanas pequeñas y tres pisos de aspecto lúgubre. Tres escalones daban hacia una puerta doble y pesada. La inmensa construcción se perdía entre los pinos. Airi tomó la delantera, camina lentamente hacia la casa, las muchachas la siguen sin titubear, mientras el chofer de la vans las observa desde el vehículo. Un hombre de aspecto inglés, de cabello cano y delgado de traje negro abre la puerta, de rostro amable les sonríe y dice. -señoritas qué bueno que estén aquí, sus compañeras en su mayoría ya están acomodadas en su habitación- hace una reverencia mientras las chicas entran al lugar.
Dentro un salón de piso de madera, donde un candelabro cuelga desde lo alto como único adorno de la casa vacía y polvorienta en donde el sol se esconde en un ambiente frío, dos escaleras a cada costado de la entrada dan hacia el segundo piso, rodeados de 30 habitaciones por ambos lados de los pasillos y otra escalera que da la planta alta de la casona donde hay más habitaciones. El hombre se acerca a las chicas que miran con detenimiento y en silencio el lugar, saca de su bolsillo una campanilla que comienza a tocar y dice con su voz gastada y rasposa. -Kazuki Airi, jefa del clan de las mujeres dragón, acompañada de las Yakuzas Shin Ran, Stefania Voisin, Rose Mayura, Camila Rojas y Nataly Pastene anuncian su llegada a la casa de Lilith. Se escucha movimiento desde el segundo piso, comienzan a bajar mujeres desde las habitaciones desde donde estaban previamente instaladas, un grito de una de ellas sorprendió a las recién llegada visitantes, y una mujer baja corriendo una de las escalinatas y recibe con un abrazo a Airi diciéndole. -¡Airi, jefa! por fin llega, no podía comunicarme contigo- dijo la mujer- me tienen encerrada como si me fuera a arrancar a alguna parte, sólo faltaban ustedes, las demás llevamos acá dos días. La mujer era Débora Aki, de cabello claro y piel blanca era una de las Yakuzas. Las cinco mujeres que acompañaban a su jefa estaban confundidas, aunque era un momento alegre generaba más dudas que respuestas, la única que no parecía confundida era Airi. Camila al ver la escena recordó la reunión que sostuvieron las Yakuzas hace unos días atrás, donde Airi les comento por primera vez sobre el ritual de los mil años, una historia llena de muerte que fue borrada de los libros de historia. Airi les mencionó cómo su familia fue masacrada por los vampiros y lo difícil que fue para las sobrevivientes separarse y esconderse para mantener su extirpe viva.
Capítulo séptimo… los mil años de sueño Airi estaba sentada en la cafetería del hotel, junto a Nataly, sus rostros mostraban preocupación, Camila las observa de lejos, mientras espera a las demás Yakuzas. Airi la mira a los ojos y con un gesto le dice que se acerque, Camila dudosa debido a la seriedad de los rostros de sus dos amigas mira hacia atrás, y ve que las demás están detrás. Una vez reunidas, Airi comienza el relato histórico sobre su nombre y su organización. -mis queridas Yakuzas, ustedes me han escuchado hablar más de una vez sobre la historia de nuestra organización, pero al igual que yo en algún momento de mi vida no creí que fuera cierto. Las chicas la miran atentamente, una camarera las atiende mientras se mantienen en silencio. Camila no da crédito a los motivos para recordar esa historia ahora, después de todo, son sólo leyendas, no existen pruebas de la existencia de los dragones o los vampiros, mucho menos de que su organización fuese tan antigua como para remontarse al principio de la vida humana, como en alguna ocasión escucho decir de Airi cuando ella ingresó al grupo. Camila respira profundo, mira a sus amigas sin atreverse a decir nada, sólo mira su café. Cuando la camarera por fin se retira, Airi continúa con el relato. -Hace mil años las mujeres dragón entregaron su sangre a los hombres vampiro, la unión de nuestras especies mantienen dormida al gran dragón, que es el primer demonio legendario de la historia de la tierra sin tiempo, mil años pasaron y ahora nosotras corremos peligro de muerte. Se dice que los vampiros hace mil años, se sintieron celosos del poder que Lilith, la madre de nosotras, tenía sobre Caín el padre de los vampiros, siendo el mismo, el gran vampiro legendario desterrado por matar a su hermano. La leyenda cuenta que nuestras antepasadas dieron de beber a los vampiros su sangre para mantener el pacto de amor que Lilith y Caín tenían desde el principio de los tiempos, el trato fue que los hijos que él tenía debían proteger a las hijas de ella como si fueran una sola familia, pero que nuestra familia fue traicionada con la intención de terminar con nuestra especie, para luego ellos dominar por la fuerza a LIlith y quedarse con el autoridad del mundo. Lilith amaba sinceramente a Caín, y pensaba que la guerra entre ellos era inútil, ambos eran inmortales y los ejércitos que peleaban para sus respectivos bandos morían innecesariamente puesto que jamás ganarían uno sobre otro. Una noche hace millones de años Lilith se entregó a Caín y le confesó su amor, le dijo que por amor le entregaría la tierra hasta que la humanidad se extinguiese a sí misma, puesto que mientras los dioses creadores del universo estuvieran ahí esperando a ver el espectáculo de la humanidad, ninguno de ellos podría dominar, y sólo serian otra diversión para el gran arquitecto del universo que era su enemigo en común. Lilith no confiaba completamente en Caín, después de todo, él fue capaz de matar a su hermano, así que llegó a un trato para terminar con la guerra, con la promesa que al despertar de su sueño ambos compartirían el mundo
como una familia. Lilith, para asegurarse de que Caín no le traicionaría y poder cerciorarse de que sus guerreras, las mujeres dragón que durante miles de años formaron parte de su ejército que peleo contra el ejercito de Caín no murieran mientras ella duerme, cada mil años los vampiros beberían de la sangre de sus hijas y esa sangre una vez que fluyera por el organismo de ellos, los hombres deberían darle de beber a ella, así ella sabría que sus hijas estaban vivas, siendo esto una garantía, ya que los hijos de Caín estarían vulnerables en el momento de alimentarla, de esa manera si ella en algún momento dejaba de percibir a sus hijas podría levantarse y acabar con los vampiros del ejército de su amado, quedando sólo ellos dos para pelear en igualdad de condiciones para siempre. Camila escuchaba atentamente una historia que ya había escuchado, sin embargo las dudas asaltaron su mente desde el principio y aun no habían sido resueltas, así que para evitar más rodeos pregunta. -ya, si… sí, eso ya lo sabíamos, pero si ellos tienen que mantener vivas a las mujeres dragón, tengo un montón de preguntas, como por ejemplo, de ser todo real, ¿en qué momento del cuento somos traicionadas?, o sea… hace mil años, pero necesito detalles y si se supone que ellos tienen que mantenernos vivas y esperar a que la humanidad se mate sola, además que convengamos que es algo que va a pasar en muy poco tiempo ¿porqué corremos peligro de muerte? Las demás Yakuzas asienten con la cabeza a las dudas de Camila, a lo que Airi responde sin titubear aunque en el fondo no está tan segura de los hechos de hace mil años. -lo que yo sé, y esto no lo van a encontrar en ningún libro es lo que pasó en esa época. La noche en que se cumplían los mil años, las mujeres que como nosotras pertenecían a la orden de Lilith, se reunieron con el vampiro más cercano. Estoy hablando de que hace mil años, no era un secreto entre nosotros de quién era vampiro y quién era dragón, supuestamente nos identificábamos, nos reuníamos y éramos como una familia de verdad, una organización secreta para los humanos, que igual en alguna época intentaron perseguirnos, acusarnos de brujería y cosas por el estilo, pero siempre fuimos defendidas por los hombres vampiro así que vivamos hasta donde sé… en armonía. Ahora bien, esa noche cada vampiro que viviera en cualquier parte del mundo recibió como huésped a una mujer
dragón, el ritual dice que ellos y nosotras repetimos la conversación entre Lilith y Caín antes de que amanezca, pero esa noche ellos en lugar de cumplir con el pacto, abusaron de su poder, de la fuerza masculina que además estaba aumentada 100 veces gracias a la sangre de las mujeres y que después del primer sorbo se rebelaron en contra de las Yakuzas y se las mordieron hasta la muerte. Hay historias sobre esto, en donde dicen que ellos se comieron vivas a las mujeres dragón, otras historias dicen aunque no estoy tan segura de la verdad, que ellos se convirtieron como castigo por arte de su padre Caín, en perros y que son lo que nosotros conocemos como hombres lobo. Todo se vuelve confuso, eso quiero decir. Lo que sí es seguro es que las mujeres dragón que sobrevivieron al verse traicionadas escaparon a las montañas, algunas mal heridas, y al final las pocas que quedaron se disiparon y se escondieron, quemaron todos los libros y se borraron a sí mismas de la historia de la humanidad, negando la existencia de su orden antigua y viviendo desde entonces como mujeres comunes. Dicen que sólo después de muchos años se volvieron a encontrar para jurar que en mil años sería la guerra.
Ahora mil años han pasado y aquí estamos. Quisiera decirles que todo va a estar bien, pero no es así. Si nosotras no nos presentamos comenzará una guerra de demonios que acabará con toda la humanidad, pero si nos presentamos corremos el riesgo de que ellos nos maten. Las muchachas no dijeron nada, las preguntas y las dudas habían sido resueltas dentro de las posibilidades y el conocimiento que Airi había recibido de la anterior jefa Yakuza y solamente quedaba tomar una decisión que definiría su destino. Entonces Nataly dice. -chicas, básicamente tenemos dos opciones, morir ahora o morir poco después, hasta el momento no veo otras alternativa. Me explicaré mejor, si vamos ahora corremos el riesgo de que los hombres vampiro nos maten y de corazón deseo que se conviertan en perros chiguagua, con eso, sería el fin de nosotras pero la humanidad se salvaría por mil años más, siempre suponiendo que ellos no terminen comiéndose a todo el mundo. La otra opción que nos queda es no asistir, entonces Lilith se levanta de su
sueño y nosotras vamos a ser el ejército que le queda y seguramente veamos morir a todos nuestros seres queridos y terminemos muriendo igual. No es que me dé gusto ser cruel, pero con los pies bien puestos en la tierra… no tenemos muchas opciones. Las Yakuzas miraron la actitud fría de Nataly, Stefania sabia como era su amiga, fue la única que no se sorprendió con sus palabras así que respondió y dijo, con un dejo de tristeza en su voz. -o sea, lo que me están diciendo ustedes es, a ver si lo entendí bien. Si me presento, puedo morir al tiro (modismo chileno que significa: inmediatamente) o sea, como en diez días más en realidad, que es el tiempo que nos queda antes de la ceremonia. Pero si no me presento, va a venir una guerra mundial donde todos vamos a morir. Stefania mira a sus compañeras, ellas la escuchan sin mirarla, su cuerpo se puso pesado, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras apretaba los labios
para no caer en llanto, y con sus manos alrededor de su taza de té dice. -aunque me duela, no sé ustedes pero yo no podría dejar que todo el mundo se muera por mi culpa, lamentablemente no tenemos mucho de donde agarrarnos ahora, al menos yo, no estoy dispuesta a ver morir a mis papás, a mis hermanos, ver morir a Kame en una guerra de la que soy responsable… ahora me dan ganas de irme a mi casa, de verdad que me gustaría ir allá, pero eso significa que toda la humanidad moriría… Airi mira a Stefania, y se dirige a todas las chicas. -chicas yo voy a averiguar que va a pasar con el resto de las Yakuzas, nosotras sólo somos 6, voy a hablar con la gente que conozco, mientras tanto ustedes piénsenlo, yo no las voy a obligar a nada.
Capítulo octavo… el encuentro de la muerte Los abrazos no se hicieron esperar, las Yakuzas de Airi que por primera vez desde que ella asumió su liderazgo se encontraban todas reunidas en la casa que graciosa e irónicamente llamaron “la casona de la muerte”, algunas de ellas ya habían tenido contacto entre sí, otras se estaba conociendo por primera vez, encontrarse todas reunidas era un respiro, un aire de felicidad que matizaba el duro momento que estaban viviendo, hubo risas y muestras de afecto. Débora que parecía llevar el liderazgo dentro de la casa en ausencia de Airi. Les mostraba a las Yakuzas recién llegadas al lugar las habitaciones, mientras les explicaba a grandes rasgos la llegada de las demás hermanas. El ambiente era agradable, a pesar de la angustia de lo que se vendría al día siguiente mostraba con emoción la hospedería “de la muerte”. Así se referían cada vez que entraban a un lugar, convirtiendo su inminente tragedia en un chiste cruel para distender de la realidad. -y esta es la cocina de la muerte, acá unos hombres traen comida y ellos cocinan, estos dos días debo decir que nos han atendido como reinas.- Shin Ran le pregunta inquieta. -pero ellos… ¿son vampiros? o sea que nos están alimentando ¿para después comernos? como el cuento de los niñitos y la bruja-Débora con una sonrisa intentando contener el miedo que en realidad sentía sobre el futuro le dice. -jajaja, yo igual pensé lo mismo, y se los pregunté, pero ellos me dijeron que no, son contratados para atendernos y hacer todas las cosas de la casa, en la noche se van y en la mañana regresan con todo lo necesario para que estemos cómodas en la mansión de la muerte…. bueno como te decía, por este lado está el patio de muerte donde ayer jugamos un partido de futbol que estuvo la muerte y por allá está el acantilado de la muerte… ese es peligroso de verdad, el que cae ahí no sobreviviría.- Camila dice en tono sarcástico. -ya, entonces cuando venga el “tío Caín” lo sacamos a pasear y lo tiramos al acantilado, a ver hasta donde le llega la inmortalidad. Las otras cuatro chicas que seguían a Débora comenzaron a reír, Airi estaba aun en el salón hablando con las demás Yakuzas. Débora continúa mostrándoles los lugares de la casa, mientras las chicas contestan a coro “de la muerte” a cada cosa que ella nombra. -este es el baño de empleados… -todas dicen. -“de la muerte”… jajajaja. -eso mismo, y como saben acá se encuentra el café de la muerte y el hervidor de agua de la muerte y todo lo demás. Cada una tendrá una habitación de la muerte con un traje tradicional japonés demasiado lindo pero “de la muerte” para el día que ya saben, el día impronunciable –Ella suspira- Lo que es hoy, pasémoslo bien, no nos queda nada de tiempo para estar juntas.- sonríe y sube las escaleras. Cada habitación era amplia, con una ventana que daba a algún lugar del bosque, era habitable y hasta confortable, una cama en medio y un tocador con espejo en uno de los costados, los muebles eran antigüedades europeas de madera, trabajadas a mano. Sobre cada cama había cuidadosamente doblado un traje tradicional japonés que tenía bordado en dorado en la manga el nombre de una Yakuza, eso determinaba de quién sería qué habitación. Una vez instaladas en sus lugares todas las Yakuzas que faltaban, suena una campana. Es el hombre que las recibió en la puerta, una vez estando todas reunidas en el salón, son invitadas al comedor, donde una mesa de mantel blanco y copas de cristal las espera para almorzar.
Ame y Elizabeth ríen a carcajadas junto a Rose y Julia mientras Anix y Anahi le cuentan a Sin Ran y Camila sobre su llegada a la casona de la muerte mientras Midori habla de trabajo con Stefania con Ayame y Mayra, todas parecen no dar importancia a lo que sucederá, el tiempo se detiene en esa primera comida juntas. Airi sentada a la cabeza de la mesa las observa detenidamente, tiene a todas sus hermanas reunidas, una mirada de nostalgia se escapa de la alegre escena. La aparente calma es interrumpida por la copa de la jefa que suena al ser golpeada por el tenedor, Airi se dirige al grupo que la mira en silencio. -mis queridas hermanas Yakuza ésta es la primera reunión juntas y quizá sea la última, quiero que sepan que por sobre todo las quiero, las protegí todo lo que pude, con esto no quiero decir que me he rendido, sólo quiero que les quede claro el amor incondicional que tengo por ustedes, y sin importar lo que suceda mañana en la noche, siempre tendrán un lugar en mi corazón y espero ser digna de ocupar un lugar en los corazones de todas ustedes también. Los aplausos callaron las palabras de Airi, las muchachas estaban con ella, Airi pensó en el día en que tuvo que llamarlas una por una y explicarles la situación, sus ojos se llenaron de lágrimas cada vez que ellas le decían, “jefa allá estaré, estoy con usted”, sabiendo que eso significaba dejar a sus seres amados. Ese día fue tranquilo, demasiado normal, durante la noche y después de la cena, las Yakuzas se reunieron en el salón principal a platicar como si no sucediera nada, entre risas y abrazos vieron el amanecer. Al ver salir el sol recordaron a sus seres queridos, algunas lloraron apoyándose en los hombros de las más fuertes. 23 mujeres, las últimas 23 mujeres dragón de la historia de la humanidad y ellos nunca sabrían el sacrificio que ellas estaban a punto de hacer.
Capítulo noveno… un acuerdo entre caballeros Se hizo de noche, las Yakuzas se abrazaron por última vez, en silencio se retiraron lentamente hacia sus habitaciones, ninguna lloró solamente hubo calma, la calma que hay antes de una guerra, antes de una muerte, todo ya estaba dicho, ninguna de ellas pudo comunicarse con sus seres queridos antes de partir, en ese momento sólo se tenían entre ellas. Las mujeres dragón tal como dicta el ritual, encendieron una vela blanca en el tocador frente al espejo, con la llama prendieron el incienso de canela y dejaron ambas cosas en el tocador frente al espejo. Tomaron un baño de flores, cerraron los ojos y le hablaron a Lilith. Algunas lloraron pidiéndole a su madre que las salvara otras les pidieron que cuidara de sus familias, otras simplemente se quedaron en silencio. El mayordomo hizo sonar la campana, esa era la señal para salir del agua y tomar el traje que estaba sobre la cama y vestirse para la ocasión y sentarse en una silla mirando por la ventana mientras esperaban por la venida de los vampiros. Desde todas las habitaciones sin importar si era oriente o poniente se podía ver la luna que estaba llena, en esa noche fría ninguna de ellas reparo en ese detalle, estaban absortas en lo inminente. La campaña vuelve a sonar, el hombre sin nombre comienza a anunciar a los visitantes que comienzan a llegar.
-los hermanos Johnny y Mary Kitagawa, representantes del clan del Lucífago entran en la sala. Las Yakuzas ya sabían que se asombrarían con los nombres de los invitados, pero que el representante principal del rey de las tinieblas fueran los hermanos Kitagawa era una verdadera sorpresa. Ninguna dejó su posición, continuaron mirando la luna hipnótica de Japón y poco a poco la campaña dejó de ser importante así como los nombres que se anunciaban. Mientras el hombre ingles de semblante amable continuaba con su tarea. - Seto Koji en compañía de Ryo Nishikido, Yamashita Tomohisa en representación del clan de Belzebuth su excelencia el príncipe de los infiernos. Hacen su ingreso Kamenashi Kazuya, Taguchi Junnosuke, Tanaka Koki, representando al Capitán general Agaliarept. Los señores Ueda Tatsuya y Nakamaru Yuichi en representación del clan de Rofacale, primer ministro del nuevo orden mundial. Se presentan ante el honor Lee Min ho, Kim Hyun Joong, en compañía de Kim Bum y Koyama Keiichiro en representación de Nebirus, mariscal de campo en tiempos de guerra. Hace su ingreso, Jang Geun Suk en representante
único del clan de Astaroth su excelencia el príncipe de las tinieblas. El señor Kim Jhon Hoon representante único de Fleuretty, teniente general en tiempos de guerra. En representación del clan del jefe superior de la armada, el teniente coronel Sargatanas, su representante Tegoshi Yuya. La voz del hombre se fue apagando para las Yakuzas, desde el primer ingreso, ha pasado una hora y no ponen atención a los nombres que se anuncian, los 120 representantes de la armada de Caín se encuentran murmurando en el salón. Los vampiros representantes discuten, voces disidentes del ritual se escuchan decir “aunque fuese un solo sorbo, la sangre de 23 mujeres no podría saciar la sed de los vampiros, aunque seamos apenas los representantes principales de miles de vampiros repartidos por el mundo”... Entonces Johnny Ktagawa responde a la multitud. -señores, señores… no pierdan la calma, no haremos una guerra de nuestro ritual más sagrado. Hoy somos hermanos
y recibiremos los dones de nuestras hermanas las mujeres dragón, les anuncio las reglas, solamente 23 de ustedes tendrán el honor. Los vampiros decepcionados por el anuncio comienzan a molestarse y hacen sentir su enfado, un gran tumulto se comienza a formar entre los asistentes, las puertas del inframundo parecen abrirse ante los alegatos de voces roncas en idiomas fuera de la comprensión humana. Los animales de los alrededores comienzan a huir del lugar, y el viento golpea con fuerza la casona de la muerte. Las sombras de los visitantes parecen tomar vida propia reflejándose en las paredes del salón principal. Johnny dice con voz firme. -representantes, señores escúchenme, aun no es media noche y ya están matando a sus propias hermanas. Como representante del rey de las tinieblas, siendo el más antiguo representante de mi padre Caín he pedido su ayuda y se me concedió. Los asistentes guardan silencio, puesto que uno de los problemas principales del ritual era la extinción casi total del clan de las mujeres dragón. Escuchar de la boca de Kitagawa condenándolos antes de comenzar la ceremonia sembró la preocupación de los vampiros. Johnny dice. -ésta noche serán las mujeres dragón quienes decidirán quién será el dueño de su sangre. Cada uno de ustedes como bien saben, tiene una conexión especial con al menos una de sus hermanas Yakuza… hoy al dar la media noche subirán en silencio a las habitaciones como estaba predicho e intentarán abrir las puertas. Aquel que al girar la manija logre que la puerta se abra sin forzar la cerradura, será el elegido y tendrá el corazón de la mujer dragón que esté dentro. Aquellos que no logren abrir ninguna puerta se convertirán en guardianes, sin importar su rango o su antigüedad, impedirá el sacrificio de cualquiera de sus hermanas, incluso si en el proceso deba darse muerte al vampiro elegido por la Yakuza. Deben estar atentos, el más mínimo grito podría significar que uno de nosotros le está dando muerte a nuestra única esperanza de continuar en el gobierno, y no lo olviden, tenemos un acuerdo entre caballeros.
Capítulo décimo… la media noche Uno a uno los 120 representantes subían en silencio a las habitaciones, con cuidado giraban las manijas de las puertas, las que al no abrirse simplemente pasaban a la puerta siguiente. Cuando uno de ellos lograba entrar dejaba amarrada de la puerta una cinta roja en señal de que habían sido elegidos. Airi miraba por la ventana como las demás Yakuzas, completamente ajena a las discusiones que minutos antes casi acaba con la ceremonia, de repente su calma se ve interrumpida por el chirrido de la puerta. Airi aprieta sus parpados, inmóvil junto a la venta. La puerta se cierra y escucha una voz familiar que le dice. -sabía que me elegirías, mi amor estoy aquí. Airi se jira desde la ventana, su cara de sorpresa causó alegría en el hombre que la miraba fijamente, él con sus ojos brillantes por el reflejo de sus lágrimas a la luz de las velas se mantiene de pie tras la puerta cerrada. Es Tomo. Airi confundida por lo que ve dice. -¿Tomo? ¿Eres tú?... ¿qué haces aquí? -te dije hace unos días que confiaras en mi, ¿no? aquí estoy, a salvarte. Airi se levanta de su silla y corre a sus brazos, presionando su cara contra el pecho de Tomo, las lágrimas de alegría brotaron intempestivas por sus parpados apretados y sus brazos rodearon el cuerpo fibroso de su amado que intentaba mantener la calma para explicarle lo ocurrido. Él la rodea como en tantas ocasiones acercando sus labios a uno de los oídos de su amada Yakuza, en esta oportunidad le dice. -amor, no llores… voy a explicarte todo, no morirás de amor esta noche. -Tomo, no entiendo porqué estás aquí, se supone que hoy es.. es… Tomo sujeta el rostro de su mujer con suavidad, la mira de frente, sonriendo levemente y sosteniendo su respiración la besa apasionadamente. Airi con la garganta apretada recibe los labios de Tomo entre sollozos enterrando sus dedos a la espalda de él y presionándolo contra su cuerpo, cómo si la vida se le escapase en un segundo. Sus mejillas frías se queman en las manos de Tomo, el aroma de su piel le trae recuerdos de reconciliaciones intensas
de sudor y de sexo. Tomo sujeta a su mujer con fuerza, como marcándola para que nadie jamás se atreva a tocarla como si en su mano quedara registrado su nombre y una advertencia que dice “ella es mía”. Airi suelta a su amado, su mente aun confusa se pregunta si es un sueño, si ya está muerta y ha viajado a un lugar donde es feliz, o si es un monstruo que ha tomado el cuerpo de Tomo y le juega una broma dulce y dolorosa. Tomo la mira, la sujeta de la cintura ante su rechazo y la presiona hacia sus caderas y le dice. -Airi soy yo, Tomo… no te asustes te dije que confiaras en mi y aquí estoy. Sentémonos, te explicare todo desde el principio. -me siento un poco confundida, herida quizá, eres uno de ellos… no puedo soportarlo. -tranquila, tranquila… en serio esto no es lo que parece, pero déjame hablar. Tomo se sienta en la cama, sujeta con fuerza la mano de Airi, quién se sienta junto a él mientras su amado mira el piso para ordenar sus ideas. Entonces dice. -Airi, los vampiros como Nosferatus casi no existen, de ellos en Asia sólo quedan 2 hermanos, en realidad él es el vampiro y ella la sacerdotisa, ella vive mientras él viva. Los hermanos Kitagawa. Ellos gobiernan en este hemisferio, una lucha de poder terminó con los vampiros hace mil años y los que quedan son discípulos Yakuza… Airi lo mira con atención, aún no responde a lo que ella quiere saber, lo que en ese momento le importa y es ¿qué hace él ahí? su rostro muestra su impaciencia, peo se mantiene en silencio, esta es una situación que no puede manejar aún más, su corazón se acelera cuando su mente indolente piensa que su amado Tomo es su enemigo. Airi suspira y Tomo dice. -espera ya voy a la parte en donde te explico por qué estoy aquí… para encontrar a las mujeres dragón desaparecidas por el mundo, los vampiros se tomaron de la antigua leyenda sobre el amor entre Lilith y Caín, ellos podían reconocerse sin importar la forma que tuvieran su vínculo estaba más allá de lo físico, así que los antiguos pusieron a los hijos vampiro donde todos pudieran verlos. -espera Tomo, los vampiros no pueden tener hijos son demonios ancestrales encerrados en cuerpos de hombres. De eso estoy segura. -Airi no te impacientes, déjame explicar eso también, una gota de sangre me convertirá en un “hijo vampiro” y en la noche del ritual me convertiré en un vampiro completo con la sangre de la mujer dragón. No tengo motivos para matar a nadie, sólo debes entregarme una gota de tu sangre voluntariamente y ya… sólo espera, déjame terminar la historia.
Tomo cierra los ojos, respira profundo, se mentaliza mientras aprieta la mano de Airi, ésta no era la forma en que quería que resultaran las cosas, había ensayado tanto su discurso y ahora no recordaba bien que era lo que quería decir tan ordenadamente. Entonces dice. -¿dónde me quedé? -en la parte que no me matas.- Airi sonríe. -mi niña, me refiero antes de eso. -en la parte en que ustedes están a la vista de todos, y eso tampoco lo entiendo. -pues bien, los vampiros tenían la teoría de que si un vampiro y una mujer dragón se encuentran, siempre se enamoran, o sienten una gran atracción entre ellos, por el amor de sus padres, Lilith y Caín. Si ellos podían poner aunque fuera un vampiro o descendiente de vampiro en la televisión, me refiero a que esto se les ocurrió hace no más de 30 años atrás cuando estaban desesperados buscándolas… como sea, si ponían a un vampiro, las Yakuzas del mundo podrían verlo y serían irrefrenablemente atraídas hacia ellos, así las encontrarían de nuevo. -pero Tomo, todos los Johnny’s tienen muchas fans en todas partes, cómo saben quién es Yakuza y quién no. -fácil, la atracción es mutua. Como nuestro amor. Tomo se queda callado por un momento mirando fijamente a Airi, analiza el rostro de su amada detenidamente, su boca siempre le ha parecido tan graciosa, y su mirada tan dulce, pasó fugas por su cabeza el primer día, recuerda que apenas la vio supo que ella sería la indicada para él, y aunque a cometido errores que lo han marcado dolorosamente, no se arrepiente del día en que pactó ser un vampiro, pues para él Airi es su vida entera. Tomo mira al suelo para recordar el relato, vuelve a mirarla a los ojos y dice. -Ustedes nacen destinadas a ser Yakuza por una estrella que es intermitente, cada vez que aparece es porque una mujer dragón nace en el mundo. Nosotros no, Caín no podía procrear solo, es un súcubo, así que infecta a otro con su sangre y ese es su hijo. Como yo cuando me iniciaron, como a todos, nos prometieron fama a cambio de un pequeño sacrificio una vez y era obtener una gota de sangre de una mujer dragón, nada más. En ese tiempo, parecía un sacrificio pequeño, tampoco me imaginé en ésta situación. Pero no me arrepiento de nada, es así como llegué aquí hoy, y estoy contigo para protegerte…
Capítulo décimo primero… la noche en la eternidad Una mano masculina abre una puerta, mira a los hombres que están tras de él esperando su turno, y en tono de burla les muestra la lengua y dice. -ja! esta habitación está ocupada, dejaré una cintita roja para que me envidien… mejor suerte para la próxima… perdedores. El joven delgado mira a la mujer dragón que aún no se percata de su presencia, se acerca sigilosamente a ella, casi no puede aguatar los deseos de gritar y saborear el cuello de su víctima, la idea de morder la estructura frágil de la figura femenina que tiene frente a sus ojos lo enloquece. Abre los brazos de par en par para atraparla por la espalda, hasta deja de respirar para no ser descubierto, su excitación hace aparecer los colmillos característicos de su especie, mientras sonríe su rostro se asemeja a un lobo sediento, comienza a salivar, su lengua parece saborear el plato que va servirse, entonces de sopetón toma a la mujer por la espalda con fuerza levantándola de la silla y lanzándola a la cama que estaba a un metro de ellos, cayendo con suavidad sobre la chica. Ella siente en la caída la entrepierna dura de su captor empujando entre sus nalgas, grita desesperadamente, pero la mano del vampiro acalla su alarido de horror mientras cae sobre ella y le dice. -sorpresa!!! Stefania soy yo!!!... Kame-chan!!! Suelta a Stefania y de un salto se pone de pie, mientras mira como ella se enfada, a él le pareció una broma perfecta para una situación tan tensa. Stefania con su corazón que salta atolondrado de su pecho se voltea sobre la cama y dice. -baka!!!bakame!!! Tu tonto!!! aaahhh!!! -jajaja ¿No estás feliz de verme? ¿No estarás esperando a otro cierto? jajaja claro que no, jajaja. Kame abre los brazos y los estira por encima de su cabeza. Entonces tocan la puerta y él dice seriamente, aunque sin dejar su posición. -todo está bien, ha gritado de la impresión, porque soy muy sexy, ya váyanse pervertidos, no escuchen detrás de la puerta. Stefania si gritas entraran así que baja la voz. -¿Qué haces aquí? ¡Claro que estoy contenta! pero cómo se te ocurre darme ese susto… Kame se quita la chaqueta tirándola en el piso, y comienza a desabrocharse la camisa de forma impaciente, mientras le dice. -ya, ya… bla bla bla… luego te explico todo. Primero hagamos el amor. Kanemashi desabrocha su pantalón mientras se recuesta sobre Stefania aún aturdida por el susto, él escabulle sus manos entre las telas
del traje tradicional japonés, toma una pierna con cada mano y acomoda su ingle entre ellas, sonríe maliciosamente mientras mira a su amada perdida en una situación llena de preguntas, finalmente posa todo su peso sobre ella y la besa mientras su órgano viril, caliente y duro atraviesa con fuerza las cavidades húmedas de su mujer hasta hundirla en la cama, ella cierra los ojos para entregarse sin preguntas a su vigoroso amante inesperado, ese hombre vicioso que la quema con su piel. Para Stefania, Kamenashi es como el mar rabioso que golpea la roca para moldearla a su antojo. Entre gemidos termina desvistiéndola, el cuerpo sudoroso del hombre se funde sobre ella, con su lengua planea recorrer la geografía de su amada de oriente a occidente, su rostro pegado al cuello de ella bañada en sudor, baja intempestivamente por su pecho para hundirse en su ombligo. Su lengua mojada estremece a su amante, quien pierde el aliento ahoga en el mar de sus besos y en la sal de su cuerpo, una marea de fuego que jamás baja, un mar que no le permite seguir su ritmo y que retrocede solo cuando sus brazos como olas toman impulso para seguir golpeándola contra su entrepierna como si ella fuese la roca que moldea el mar.
En el otro extremo de la casa, un hombre alto abre una puerta, de pie sin entrar junta la madera lo suficiente para espiar desde fuera a su víctima, otro joven se acerca. El espía le hace hace un ademán de silencio, traga saliva y continúa viendo a la mujer dragón que mira por la ventana. Otro hombre, de mayor edad se acerca y le murmura. -¿te eligió? -sí, ya puse un pañuelo rojo en el cerrojo. -entonces entra, no puedes quedarte toda la noche viéndola -¿Estás seguro de que es ella? creo que se ve diferente… -realmente este es el fin del mundo, nunca pensé verte inseguro -dijo el hombre preocupado- Es ella, yo mismo me cercioré de que ésta fuera su habitación. Ahora entra. -¿Qué pasará si no me quiere? -oye, tienes toda la eternidad para que te quiera, no pierdas la paciencia, si enloqueces… la matarás, ya lo sabes. El espía entra en la habitación, mira hacia atrás y su cómplice cierra la puerta mientras ambos se miran. El sonido de la puerta alerta a la mujer dragón de que alguien ha entrado, cierra los ojos y comienza a llorar en silencio, aprieta sus manos que están juntas sobre sus piernas y agacha la cabeza, un sollozo dela-
ta su tristeza. El hombre la mira con piedad y para no asustar a su presa le dice en voz baja. -hola… no nos conocemos formalmente pero… pero quizá me has visto en televisión… Sé que llegaste hace muy poco a Japón. Ella no se voltea a verlo, el joven nervioso no sabe cómo reaccionar así que calla, no se habían visto y esta no era la forma más correcta de presentarse, además no esperaba ver a una niña llorona que ni siquiera voltea para mirarle a los ojos. El silencio se rompe con un suspiro de ella, seca sus lágrimas con una mano, y le dice. -perdón, aún estaba pensando en mi familia y en cómo terminó mi viaje. -no te disculpes conmigo y por favor no llores Ella continúa mirando por la ventana sin interesarle quién es el rostro que se refleja por su ventana, ella sólo ve a su posible asesino. La mujer traga saliva y le pregunta su nombre. -¿Cómo te llamas?... -Jang Keun Suk, en Japón mis fans me dicen Keun-chan, puedes llamarme así si quieres, digo aunque no seas mi fans, me refiero a que… mejor no digo nada. - yo me llamo, Nataly…- él la interrumpe. -Nataly Pastene, si, lo sé… nos conocimos en el avión cuando arribabas a Japón. Nataly se voltea a ver a su artista favorito y aunque está sorprendida y su corazón se ha agitado, actúa como si no pasará nada, para ella él es su captor, y aunque su carcelero es dulce, no deja de ser el vampiro que la separará del mundo que conoce. Se pone de pie y hace una reverencia con las manos juntas, él hace lo mismo. Ella le dice. -no recuerdo haberte conocido en el avión, menos hacia acá, sólo hablé con un hombre y no eras tú. -era mi manager, el señor Kim. Yo estoy un poco avergonzado por ésta situación, yo fui varias veces a verte pero siempre estabas dormida, luego cuando me rendí Kim fue a averiguar algo sobre ti y bueno ahí lo encontraste. -así que el joven a quién esperaban las fans en el aeropuerto era a ti. -si… luego traté de encontrarte, pero fue imposible hasta hace unos días, quería llamarte para, no sé, salir o algo pero se dio este problema en el que estamos ahora… -sí… Nataly baja la cabeza con tristeza. El hombre se apresura a hablar para no romper el diálogo que ha logrado, sonríe buscando agradar a su invitada y le dice. -al final tu me elegiste, así que estoy muy agradecido por eso, no sabía a quién pertenecía tu corazón y en realidad si alguien más abría la puerta primero, me enfadaría mucho. -¿de qué estás hablando? yo no elegí a nadie, explícate. Keun Suk se acerca a Nataly despacio, le pide que se siente en la cama, él se sienta cerca de ella y comienza a hablar. A Nataly le parecen graciosas las expresiones de Keun Suk, por su parte él ya se siente más tranquilo, le pareció ver el esbozo de una sonrisa por parte de la mujer dragón. Él corazón de Keun Suk casi se detuvo cuando ella lo abrazo, luego de que él le dijera, “no voy a matarte”, luego de un suspiro, respondió lo mejor que pudo a las preguntas de ella, que eran demasiadas para un hombre que anda rápido.
Sentada en su silla mirando la luna por la ventana, como dicta el rito una mujer dragón espera impaciente a su captor, desconcentrada se jira hacia la puerta, la manija se ha movido barias veces pero nadie entra a su habitación, se pregunta que estará pasando, en ocasiones desea salir, pero su jefa le dijo minutos antes que fuera paciente y que esperara a que se desarrollaran las cosas como debían. Suspira y vuelve a fijar sus ojos en la luna con los codos afirmados desde el marco de la ventana y sujetando su cabeza con las manos. Frunce el seño y estira graciosamente sus labios hacia adelante. El rechinido de la puerta delata al vampiro que entra en su habitación, ella se voltea ver y ambos sonríen, ella corre hacia él y se lanza a sus brazos empujando al joven muchacho hacia la puerta donde ambos se detienen. Ella dice. -Teshi? Teshi!!! Eres tú.
Sorprendida la mujer lo mira, mientras él la abraza y sonríe diciéndole. - ¡Shin, no podía dejarte sola en esto, vine para salvarte! -¿cómo que viniste a salvarme? me estás viendo la cara de tonta o qué… -es cierto Shin, yo soy un vampiro. -esta es una extraña fantasía tuya. Shin intenta soltarlo, pero Tegoshi la toma de la cintura y acerca su rostro al de ella hasta juntar la punta de sus narices y le dice. -te ves linda con tu traje tradicional, óyeme hablo en cerio, soy un vampiro. -eso quiere decir que tú viniste a…
-eso ni lo digas, yo no voy a hacerte daño, no podría matarte, quién me castigaría por ser malo si tú no estás… déjame ese asunto de la sangre y los ritos y las cosas raras a mí. Tegoshi la besa con tanta intensidad que lastima los labios de Shin Ran, luego la mira a los ojos y le dice. -sabes que esta noche es eterna ¿verdad? -no, a que te refieres. -a que mientras no te muerda nunca amanecerá. La mira maliciosamente mientras se recuesta en la cama estirando uno de sus brazos sobre su cabeza mientras baja el cierre de su pantalón con la otra mano y le dice. -eso significa que puedes castigarme una y otra vez para siempre, esta noche el tiempo se detiene y yo ya sé que quiero hacer toda la eternidad… a si, mira mis colmillitos, serán tuyos si vienes a la cama. Shin mira su aspecto de niño bueno, el hombre tumbado sobre la cama está esperándola, este no era el destino que ella había esperado como ritual de sacrificio. Shin sonríe y dice. -me me hubieran dicho antes que este era el sacrificio, me habría esmerado menos en vestirme jajaja.
Shin desabrocha los nudos del traje mientras se sube a la cama, Tegoshi por su parte se desnuda rápidamente y tira la ropa al suelo. La mujer ha solado el cinturón de su traje y su vampiro de rodillas frente a ella la besa en la boca, tomando el cinturón y lanzándolo lejos y le dice. -déjate el kimono puesto, te vez hermosa, sólo tengo que desenredar las telas para ver tu cuerpo desnudo. Sabes, cambié de opinión, yo voy a castigarte a ti. Tegoshi toma a su mujer por el cuello y la recuesta suavemente sobre la cama, su mano recorre a la Yakuza hasta su ombligo, con la otra mano acaricia la pierna de su amada, se acomoda besar sus pechos, a ratos la muerde despacio. Shin acaricia el cabello de querido Teshi, su respiración se agita y siente como la humedad de su entrepierna se hace presente mientras los dedos de él juguetean en la zona, no puede esperar el momento de sen-
tir a su amante dentro de ella. Tegoshi le dice. -ahora estás lista. Tegoshi se sienta sobre sus rodillas, Shin tirada sobre la cama lo mira. Él toma a su mujer por los tobillos y los sube hasta acomodarlos uno a cada lado de sus hombros, su mirada lasciva lo delata y le dice. -esta posición es incómoda para las mujeres, pero a mí me excita la penetración total, sólo espero que no te duela… no mucho. Shin siente el calor penetrante de su amante, cierra los ojos, el ardor incesante la hace temblar, no acostumbra estar acorralada pero en esta ocasión se siente bien, se siente segura. Se puede escuchar el golpeteo sudoroso de sus nalgas ante el choque de la ingle de su amante en medio de sus suspiros y la respiración agitada y trabajosa de Tegoshi. Ella desea gritar, pero la posición no se lo permite. El peso de su amado recae en su espalda, pero lo resiste, es un sacrificio dulce. Tegoshi mira las muecas de Shin Ran y sonríe pensando en que lo está haciendo bien. Luego de unos minutos Tegoshi libera a su amante de la posición tan complicada, la abraza con ternura, con su
hombría aún erguida hunde su rostro entre los senos de su mujer, luego la mira a los ojos y besa su boca como si fuera la primera vez. Él intenta calmar su ímpetu, la noche es eterna y tiene tiempo para recorrer los rincones cóncavos del vientre que enloquece sus noches, toma la mano de ella y la obliga a tocar su abdomen masculino, se tumba sobre la cama para sentir como su mujer escala por los convexos laberintos de su carne. Shin, temblorosa sube por el cuerpo de su amante para sentarse en la cima de la montaña y desde ahí observar el rostro del hombre que la seduce y desde su trono en lo más alto de la escalada continúa su faena de amante.
Capítulo décimo segundo… un suspiro antes de morir Ella no estaba cómoda en la silla junto a la ventana, el ruido de los pasos vampirezcos fuera de su habitación la atemorizaban, escucho desde dentro la conversación que rebelaba lo que sucedería, ya sabe desde antes que captor entre que ella no perecerá esa noche, más preferiría morir a entregar su cuerpo a alguien más que a su amado. Se recuesta sobre la cama sin dar importancia al ruido de la manija de su puerta, al parecer es una de las últimas, quizá su ascendiente dragón decidió mantenerla sola para guardase al hombre que ama. En el primer piso un hombre de aspecto tímido y serio busca algo, conversa con los empleados de la casa y con algunos vampiros que no fueron elegidos, uno de ellos, Tanaka Koki, que más adelante se convertiría en un cercano le ofrece su ayuda, ambos salen de la casa y se dirigen al risco, hasta que en un costado ven lo que buscan. Él hombre escucha a Koki decir “le encantará”. Ambos sonríen y a toda prisa el vampiro que aún no sabe a ciencia cierta si fue elegido sube las escaleras. La mujer dragón cautiva dentro de su habitación se duerme entre sollozos, escucha a los hombres hablar sobre forzar la cerradura, la violación es inminente. Entonces sin esfuerzo alguno la puerta se abre y alguien entra, un aroma a anís y almendras acarameladas recorre el lugar. -perdón mi amor, he llegado un poco tarde, parece que te has dormido esperándome. Él se acerca a la cama y acaricia el cabello de la mujer dragón, la besa para despertarla, más ella no reacciona, una lágrima pegada a la mejilla de la mujer alarma al vampiro y dice. -anís y almendras dulces… veneno del sueño. ¡Rose, Rose despierta! cariño despierta por favor soy yo Kim Hyun
Joong… La toma por los hombros soltando su regalo y la sacude fuertemente, el miedo lo invade, por su mente pasa la horrorosa idea de que ella se ha suicidado, Kim Hyun Joong comienza a llorar mientras la abraza. Su llanto despertó a Rose de golpe, al abrir los ojos choca de frente y en primer plano con el rostro de su amado Kim Hyun, él se limita a sonreírle mientras ella anuda sus brazos alrededor del cuello de su amante perfecto y le dice. -Kim ¿por qué lloras? - lloro porque te amo, pensé… ese olor a anís y almendras. -ah sí, abrí un frasco que estaba en uno de los cajones y se me cayó un frasco con ese aroma. -Rose, ese frasco tenia veneno, si lo bebes morirías antes de llegar a un hospital desde aquí. -los vampiros intentaron forzar mi puerta, tuve mucho miedo. -lo lamento Rose, debí dejar una marca para que no intentaran abrir la puerta, de todos modos si veía a alguien aquí lo mataba. -¿por qué tardaste tanto? -oh lo siento, buscaba algo, te traje esto. Kim Hyun Joong toma el ramo de flores silvestres que había soltado ante el susto, sonríe y se lo entrega a Rose y le dice. -me he tardado, buscando esto. Son para ti. La abraza y la besa en la boca con los ojos cerrados, luego la mira y le dice. -no sé por qué no me preguntas nada, pero me alegro que estés bien, no vuelvas a llorar, mi corazón se partió en dos cuando creí que te perdía. Jang Keun Suk continúa explicándole a Nataly los rituales y la mitología sobre el
amor de Lilith y Caín, fuera de la habitación se escuchan personas corriendo y gruñidos. Una pelea se forma en el pasillo fuera del cuarto, los gritos de los vampiros pidiendo calma no se hacen esperar. Nataly se pone de pie, se aproxima a la puerta y dice. -hay una pelea allá fuera. -no te preocupes, los vampiros de las otras órdenes se encargarán. La pelea no calma, el altercado se hace grade y alerta a las Yakuzas de otras habitaciones, Rose grita. -¿Qué pasa? hay alguien que pueda explicarme que pasa. -¡Rose, soy Nataly, estoy en la pieza de junto! hay una pelea entre dos tipos. Nataly comienza a impacientarse, camina alrededor del cuarto, Keun Suk le dice. -Naty, quédate tranquila, todo va a estar bien, sólo esperemos que pase, es una pelea normal, recuerda que hoy es un día especial, todo el poder fluye por nuestras venas y es difícil de controlar, solo son un par de exaltados. -pero yo conozco esas voces, me parece haberlas escuchado en alguna parte. -sí, seguramente en televisión, muchos chicos aquí son Johnny’s, por favor siéntate, me pones nervioso a mí. Entonces Nataly recuerda donde escuchó esas voces. Estaba en el hotel hace unos cuatro días atrás y Camila recibe una llamada de un amigo, ella le explica lo del viaje y él le dice que no podrán verse antes de ese día. Un recuerdo como en cámara lenta pasó por la mente de Nataly, Camila le entrega el celular en aquella ocasión y le dice “Nata, mi Chii quiere saludarte y darte la bienvenida”, al otro lado del teléfono escucha una voz que dice, “hola soy Chinen Yuri, por favor se amable con Camila, cuida bien de ella”. Nataly inmóvil ante el recuerdo, su mente regresa al cuarto y dice. -tengo que salir a ayudar a Yuri. -espera que crees que vas a hacer. -que importa Chii es el amor de Camila, no puedo dejar que lo maten. Jang Keun Suk toma Nataly del brazo para obligarla a quedarse dentro de la habitación y se interpone frente a la puerta. Le dice. -no salgas, ahora es peligroso allá fuera. -estás loco, dime que es lo que está en otra dimensión, los cuartos o la casa. -en realidad, emm.
-piensa rápido, porque voy a salir contigo encima. Los gritos de Chinen Yuri se vuelven desesperados, el pasillo está rodeado de vampiros y la pelea, por lo que las Yakuzas escuchan, parece que es a muerte. Nataly dice. -ya pensaste, es la casa, así que nada cambia si salgo, ahora déjame pasar. -te matarán si sales, no puedo dejarte salir. -tú no dejarías que me sucediera eso, ¿verdad? Airi desde su habitación al fondo del pasillo escucha la pelea, Tomo sostiene en sus manos el traje de Airi, y se lo entrega, Airi desnuda y con el oído pegado a la puerta escucha a Nataly hablar con Rose aunque entre los gritos de los vampiros no logra entender que dicen, Airi se pone el traje y dice. -voy a salir. -no salgas, te despedazarían antes de avanzar un metro, ahora no son personas, son como perros, perros que no van a comer hoy. La comida no debe andar caminando por ahí. -Tomo, te amo… voy a salir. -ok, entonces escúchame primero. Habla bajo. Muévete despacio y quédate detrás de mí. No olvides que si te encierras en el cuarto no podrán entrar jamás sin tu permiso. Nataly cuatro habitaciones a la derecha de Airi toma la manija de su puerta mientras que el vampiro intenta trancarla con su cuerpo, le ruega que no salga, que sería comida en segundos. Entonces escucha la voz de su jefa. Nataly dice. -es Airi, está afuera, fuera de mi camino, si no me vas a ayudar, piérdete. Ella empuja a su captor y abre la puerta. La escena es aterradora, 15 seres humanoides deformes con rostros de ratas de narices chatas, son como cuerpos de perros cubiertos de pelos y ojos rojos, de colmillos brillantes y amenazadores observan a Airi y ahora a Nataly. Ella dice. -¡Airi! Chii está ahí, entremedio de estos weones. -¿qué? ¿Chii donde estás? contesta por favor. Los vampiros las observan en silencio, como hienas saborean el aroma de sus víctimas, Nataly siente tras de ella la mano de Jang Keun Suk que la agarra firme por la cintura. Él le dice al oído. -estoy detrás de ti, no te asustes, no dejaré que nada te suceda cariño. Camina despacio y quédate conmigo. Nataly asiente con la cabeza, mira el suelo y ve una camisa blanca bañada en sangre, los 15 vampiros deformes rodean el cuerpo de Chinen Yuri. -Airi, Chii está entremedio de ellos. -yo lo voy a sacar de ahí, Tomo ayúdame a despejar la vía. -Airi ten cuidado, ellos ni siquiera hablan, ya… ya no son personas. Tomo muestra sus colmillos, toma a su mujer de la mano y camina lentamente y a pasos cortos delante de ella habiéndole el paso, Nataly escucha un gruñido a su espalda, es Keun Suk amenazando a los demás vampiros para que no intenten acercarse a Tomo o a ellos. Nataly pregunta temblorosamente. -¿Chii, estás vivo? contesta si puedes hablar.
Un gemido responde, Airi se acerca al cuerpo, pero para su sorpresa otro vampiro intenta proteger a Chinen Yuri. Los vampiros deformes comienzan a dispersarse, le abren camino a la Yakuza sin perder de vista a ambas. Nataly intenta caminar, pero el vampiro que la protege clava sus dedos en la cintura de ella, y le dice al oído con una voz irreconocible. -no, no te muevas, ellos avanzan porque estamos fuera del circulo, ¿entiendes? si ellos atacan a Tomo, Airi se les escaparía y quedarían de espaldas a mí, no es una buena estrategia, son muchas cosas pero estúpidos no es una de esas cosas... No nos atacarán tan fácil, no olvides que Tomo es un príncipe, y si yo fuera un mariscal de campo, no te habría dejado salir. -entonces si podías defende… -shhhh, silencio tu voz los enloquece, no quiero pelear ésta noche. Muy mal herido un hombre protege el cuerpo de Chinen Yuri, Airi se acerca a él. La Yakuza mira con atención al vampiro, es Tamamori Yuta. Airi le dice. -Tama, Tama ¿puedes oírme? -sí, estoy bien, es… es Chii, él ha perdido el conocimiento. -¿Qué sucedió? -Chii estaba por entrar al cuarto de Camila, yo me enfurecí y comenzamos una pelea, pero… pero todo se salió de control, los demás comenzaron a atacarnos, intentaron forzar la puerta, iban a matarnos y entrar ellos. -¿puedes levantarte? -sí. -lleva a Chii al cuarto de Cami. Tamamori toma entre sus brazos el frágil cuerpo de Chii, camina unos metros, abre la puerta del cuarto de Camila y la puerta se cierra detrás de ellos. Keun Suk le dice a Tomo. -ahora se viene lo bueno. -Suk, Suk… no te muevas o estamos fritos. -amigo no tengo intenciones de morir esta noche. -Suk, tuviste una buena cena ¿cierto? -la mejor, amigo mío. Estoy a la espera de tus órdenes.
-Airi quédate detrás de mí. Suk, nosotros vamos a retroceder, entra a Nata que está más cerca. Nataly se acerca al umbral de su puerta que se mantiene abierta, escucha los gemidos de los vampiros-perros, su corazón se dispara del pecho, piensa que van a ser atacados y Jang Keun Suk está en medio del pasillo, demasiado lejos para alcanzarlo, Tomo ha retrocedido lo suficiente por el pasillo, Ari ya está en el umbral de la puerta y Tomo a unos metros fuera de la habitación. Tomo dice. -Airi, apenas entre cierras la puerta. Suk, te puedo decir algo de príncipe de los infiernos a príncipe de las tinieblas. -este no es un buen momento para declararnos amor eterno, pero sí, te escucho. -¡¡¡corre!!! Ambos le dan la espada a los vampiros transformados y saltan dentro de sus respectivos cuartos, las puertas se cierran casi simultáneamente. Tras de ellos se escuchan las magulladuras que los vampiros que chocaron contra las puertas que se cerraron en sus caras. Tirado en el suelo Keun Suk dice. -nunca más hago esto, la próxima vez traeré a más representantes de mi logia, en qué momento se me ocurrió venir solo. Nunca más, nunca más. Tomo abraza a Airi, su respiración aun está agitada, la besa en la frente y le dice. -lo logramos, estamos todos bien. uff!! Que susto el que pasamos. Mi vida no tienes ni un rasguño, esta no la contamos dos veces. Camila ve a sus dos amores mal heridos, Tamamori recuesta Chinen sobre la cama, Camila abraza a Tama y luego se recuesta junto a Chinen y dice. -los escuche peleando afuera, en qué estaban pensando. Creí que habían muerto, no podía abrir la puerta y gritaba pero nadie me escuchaba. -perdón, perdón… todo fue mi culpa, ambos podíamos abrir tu puerta, lo comprobamos. Camila toca la cara de Chinen, pero éste no reacciona. Tama dice.
-¿escuchaste todo?, Airi y la otra chica salieron de sus cuartos, si no fuese por los vampiros que estaban con ellas no lo contamos, lo lamento mucho. -recuéstate tu también, estas mal herido, voy a traer agua para lavar tus heridas mientras despierta Chii. -estas muy calmada, segura que estás bien. -claro que no estoy bien, casi mueren ambos. Quiero matarte con mis propias manos ahora. Pero lo hicieron por mí… y esa maldita puerta que no se abría. Camila entra a un pequeño baño que hay en el cuarto y moja un par de paños blancos, Tamamori se desviste a duras penas mientras mira a Chinen, se acerca para cerciorarse de que respira. Camila regresa y ayuda a Tama a quitarse la camisa, ella pone una de las toallas mojadas sobre la frente de su amado “Chii”, y con otra lava las heridas de la espalda de Tamamori Yuta y le dice. -ya. -¿ya qué? -ya se me pasó el enojo. Tamamori sentado en la cama y con Camila sentada a su espalda, sonríe. Se voltea y le dice. -¿en serio? ¿Aún me amas? a pesar de ser un tonto celoso. Camila no contesta a sus preguntas, mira su espalda y dice. -parece que era más la sangre que las heridas, son cortes pequeños. Estás bien. -no me contestas, ves que aun estas enfadada conmigo. Camila besa la espalda de Tamamori y lo abraza poniendo sus brazos sobre el pecho de su querido vampiro y dice. -pensé que los perdía a ambos al mismo tiempo. Al final igual lo defendiste y… soy yo la que los ama a los dos, es en parte mi culpa. Tamamori toma las manos de su mujer dragón y las pone sobre su rostro cerrando los ojos, besa la piel de su mujer y se recuesta sobre ella. Tamamori mira a Chinen y dice. -estaba celoso, ahora que veo a Chii me arrepiento de haberlo atacado, no sé si pueda perdonarme a mí mismo. -esperemos a que despierte, al final todo salió bien, estamos vivos, ahora déjame limpiar tus manos. Tamamori se sienta en la cama de nuevo y mira a Camila, luego de unos segundos sin decir nada, la besa, se recuesta sobre ella y comienza a besar su cuello mientras le dice. -te amo. Enloquecí porque te amo. Él vuelve a besar los labios de su amada, ella recorre con cuidado su espalda maltratada, el vampiro comienza el vaivén ya conocido sobre el cuerpo de Camila, sus manos van directamente a sus senos que aprieta con fuerza por sobre la ropa. Él siente como la respiración de su Yakuza se agita, levanta las ropas
que cubren su cuerpo desnudo y acerca su rostro a las piernas de ella, comienza a besarla desde las rodillas hasta llegar al punto donde convergen los deseos de su mujer, besa su estructura libidinosa mientras la mira. Camila ruborizada arruga su traje con las manos. Tamamori juega con su lengua humedeciendo la zona. Un gemido los desconcentra, es Chinen que está despertando. Tamamori dice. -mocoso hasta dormido eres inadecuado. -no digas eso, está despertando mi lindo Chii… ¿amor estás bien? -quiero entrar, quiero entrar, Tama déjame ir con Cami. -Chii soy yo, Camila, estoy aquí… despierta. Chinen abre los ojos y ve a Camila, aun está aturdido, la abraza. Tamamori se ha sentado a los pies de la cama, desde ahí mira la escena. Chinen dice. -me morí y fui al cielo, estoy viéndote Cami. -no mi amor no estás muerto, Tama y Airi te salvaron, estás en mi cuarto. -niño no estás muerto, pero casi… perdón por eso. Yo no debí reaccionar así contigo. Lo lamento mucho. Camila le explica lo sucedido a Chii mientras lo desviste y le limpia las heridas, Tama desde los pies de la cama ayuda con el relato de cómo zafaron de la muerte. Camila también pregunta las dudas obvias, cómo llegaron ahí y en qué momento se convirtieron en vampiros. Las heridas de Chinen eran mucho más grabes que las de Tama, no hay insumos médicos adecuados y no pueden salir de la habitación hasta el día siguiente. Tama dice. -no te preocupes tanto, en esta habitación no morirá, pero tampoco se recuperará. Se mantendrá en este estado. -pero, no podemos dejarlo así aunque no muera, le duele. Tama ¿qué hacemos? -hay una solución, debe beber de la sangre de una mujer dragón, eso curará sus heridas. -entonces es fácil, me saco sangre y ya. Chinen reacciona a la propuesta de Camila, se incorpora a la conversación y dice. -emm no, no están así, debe ser un acto de amor, tu cuerpo debe estar en un ardor específico, ¿cierto Tama? -sí cierto, pero no te preocupes Cami, Chii y yo sabemos cómo llevar a nuestra Yakuza a ese estado. Camila sentada en medio de la cama percibe las miradas lujuriosas de sus amantes que la comparten como si fuera un dulce, se acercan lentamente a ella, asechándola Chinen la abraza por la espalda y comienza a quitarle el traje, las a marras firmes se desatan lentamente. Tamamori sonríe suavemente mirando la escena para incorporarse en ella terminando el trabajo que minutos antes que Chinen despertara había comenzado. Ya desnuda la mujer dragón es presa de sus amantes, mientras Chinen la abraza por la espalda con las manos por delante aprieta sus senos y besa su cuello, a ratos mordiéndolo indoloramente. Por su parte Tamamnori regresó a su labor en la entrepierna de ella. El deseo de morderla es casi incontenible, con cada latido del corazón de Camila el hambre crece, el fuego en los bajos vientres de los hombres parece escaparse. Camila con los ojos cerrados a la deriva en un mar de caricias rudas de la cintura para abajo y unos besos suaves y dulces hacia arriba no siente el peligro en el que se encuentra, su juicio está completamente perdido, el hormigueo que recorre su cuerpo la mantiene temblorosa, y es que el sudor de sus amados se le resbala entre los dedos, acariciando el cabello de Tamamori y afirmando su cuerpo sobre el pecho de Chinen, apenas respirar le resulta una tarea maratónica.
Capítulo décimo tercero… morir jamás Tomo y Airi recostados sobre su cama, él la abraza por la espalda y afirma su cabeza sobre ella mientras mira por la ventana, Airi aun sangra. Su mordida dolorosa bajo el pliegue de su brazo derecho y su seno hizo gritar a su mujer de dolor. Cada vez que cierra los ojos parece escucharla gemir entre la excitación de su vientre ante la penetración ardiente y el hambre con sabor a muerte que le produjo cuando quebrantó la piel suave y vulnerable de su amada jefa Yakuza. Tomo piensa “ella no se quejó, no lloró, sólo lo acepto, es como si no le importara morir”. Tomo se siente culpable y es que deseaba arrancar la piel que sus colmillos habían irrumpido y bañarse en ella. “éste es el deseo incontenible del que hablan los antiguos, esto es lo que pasó hace mil años” piensa el vampiro mientras abraza con más fuerza a su mujer y le dice. -Airi, no puedo. -que cosa. -matarte, amor no podría aunque… admito que lo deseé. Perdóname. -Tomo… yo también te amo. En otra habitación los latidos del corazón de la mujer son campanas de iglesia que resuenan incesantes y ensordecedoras para los amantes. Y es que para Tamamori el recorrido de la sangre de Camila que pasa su arteria femoral es como un río y él tiene sed. Por su parte Chinen desde otro punto de vista no soporta más rechinar en su oído el apasionado tic tac que proviene del corazón de su Yakuza, mientras ella sentada sobre su ingle caliente se mueve incesante ante el juego que Tama tiene con sus dedos y su lengua. Tamamori hace el primer movimiento dejando ver sus afilados colmillos, levanta la cara para ser admirado en su grandeza, para que los demás vean la fiereza de su mordida. Chinen se abre paso a través de las nalgas de su Yakuza, los gemidos de Camila encandecen aun más el ambiente, Tama con sus dedos dentro de la cavidad esponjosa y húmeda de su mujer ya no lo soporta más y dice. -este es el ardor correcto, es ahora la hora de recuperar fuerzas. Chinen deja ver sus colmillos mostrándolos a Tama, Camila se encuentra completamente indefensa, su cuerpo tembloroso es como agua que corre por una vertiente, sin forma ni posibilidades de cambiar su curso. Inmóvil ante sus amantes ambos deciden que es hora. Chinen aun dentro de ella, y con sus senos apretados en las manos de él la presiona hacia su pecho, Camila siente dolor, se queja, pero Tama la calma presionando
con sus dedos dentro de su sexo para relajarla. Chinen muerde con bravía el cuello de Camila, mientras Tama muerde la arteria ubicada en la pierna izquierda de ella, la arteria que lo volvía loco. En otra habitación y en otro tiempo que transcurre más lento Keun Suk abraza a Nataly ambos de pie junto a la puerta, Nataly aún agitada por los rasguños que se escuchan desde el pasillo, dice. -aun quieren entrar. -se suponía que ellos tenían que cuidar de nuestro amor, evitar que los vampiros mataran a las Yakuzas pero sucedió lo obvio, se transformaron. Jang Keun Suk la presiona contra él, ella apoya su oído en el pecho del vampiro, en la mente de la mujer aun resuena la voz que le dijo “no dejaré que nada te suceda cariño”… “cariño”, esa palabra que había escuchado banalmente tantas veces, él realmente habría muerto por la osadía de ella, es la primera vez que la palabra “cariño” tiene un sentido profundo, él la mira a los ojos y le sonríe diciéndole.
-perdóname yo te puse en riesgo. -estaba medio ofendido, pensé que estaba perdiendo mi toque. -Sukkie, ¿me estás escuchando? -ahora que estás molesta de nuevo conmigo es hora de besarte.
-ya me quieres, ¿verdad? -¿qué?... no, no… de que... que. -ves, ya me quieres, que bien… pensé que no sucedería nunca, estaba perdiendo la paciencia. -yo no dije eso… perdón, casi te mueres por mi culpa. -me pregunto si debo besarte ahora.
Los labios de Keun Suk son suaves, la humedad de su boca parece envuelta en terciopelo, sus manos toman la cara de su futura mujer envolviéndola casi por completo y obligándola a cerrar los ojos. Ella inmóvil con sus brazos alrededor de él aun piensa en las palabras “no dejaré que nada te suceda cariño” le recordaba al momento de llegar a Japón cuando su amiga sostenía una pancarta que decía que ya no estaría sola, ella se sintió embriagada de ese sentimiento de familia. Él le dice. -no te tomaré por fuerza, sé que no quieres cariño. Sucederá cuando tenga que ser. -pero y ¿qué pasará con el ritual? -¿aún no lo entiendes? es el corazón de una Yakuza… sólo una, la nuestra… El amor se representa de diferentes formas, nosotros representamos el amor que nuestros padres tuvieron. A veces no sabemos quién es y nos confun-
dimos y otras veces basta un abrazo para saber quién es la persona amada. Keun Suk cariñosamente toma la mano derecha de su amada, la acerca a su boca, Nataly esconde su rostro en el pecho de él, Keun Suk muestra sus colmillos, besa la palma de la mano de ella y muerde la muñeca de su Yakuza. Nataly escucha como se agitan los latidos del corazón de su amado, no parece humano, aún así se siente en calma, el dolor es soportable aunque no deja de ser un evento traumático, el calor del pecho de Keun Suk es agradable, ella siente que podría pasar su vida con los ojos cerrados sobre ese hombre. Stefania duerme profundamente sobre la cama, su sudor está pegado a su piel, Kamenashi fue agresivo en su amor, él la observa desde lejos, de pie desnudo afirmado en la ventana, piensa en lo difícil que ha sido para ella la situación en que se encuentran, en los rumores que siempre se tejen sobre él, su rostro muestra que está preocupado, teme herirla si la muerde, a pesar de su ímpetu a la hora de hacer el amor con ella Kamenashi jamás le hace daño, siempre trata de ser atento, después de todo la ama aunque no acostumbre decirlo seguido. Kamenashi se sienta en la cama lentamente para no despertar a su amada, se recuesta junto a ella y la abraza por la espalda, afirma su cabeza sobre el cuello de su mujer, saca sus colmillos, cierra los ojos y muerde su cuello. Stefania despierta y se queja, él la abraza con fuerza contra su cuerpo para que no se
mueva, Stefania dice. -Kame me duele, me duele mucho. Kamenashi alza uno de sus brazos y toca su cara con la mano tapando con cariño la boca de Stefania, él suspira y se da un trago de la sangre de su Yakuza, las manos de él tiemblan, su cuerpo arde ante el sabor del poder que le otorga la sangre y piensa “jamás le haría daño”, entonces la suelta, desclava sus colmillos de la carne, jira a su mujer hacia él bruscamente y aun temblando hunde su rostro entre el busto de su amada y llora amargamente, como si hubiese hecho algo muy malo.
Capítulo décimo cuarto… el último aliento Amanece en las habitaciones, los monstruos del pasillo vuelven a ser humanos, las doncellas Yakuzas comienzan a prepararse para salir de los cuartos. Una a una se abren las puertas, sus rostros sonrientes se encuentran de hermana a hermana. Los abrazos no se hacen esperar, han sobrevivido, la noche en la eternidad se fue. Los vampiros del pasillo son ahora hombres corteses y elegantes, todo parece ser como antes, pero aún queda un paso, impedir que Lilith despierte. Mayra de la mano de Nishikido Ryo dice a Stefania. -Stefa, ¿ahora todo estará bien? estamos todas ¿o no? -no sé si estamos todas, a ver. Por ahí esta Airi, la Rose… la Camila, aún falta la Cami. Las muchachas se alarman, hace unos minutos que todas debieron bajar al comedor, la puerta de Camila aun no se abre y sólo puede significar la muerte segura. Airi comenta lo sucedido y cómo dos vampiros entraron a su habitación. Los vampiros alarmados suben corriendo al cuarto. Intentando forzar la puerta la patean si éxito. Lee Min Ho dice a Tomo. -seguramente la chica está muerta. -no puede ser, no lo creeré hasta que lo vea. La puerta se abre y tímidamente envuelta en sabanas, bastante magullada una muchacha a medio dormir observa con desconcierto a los vampiros, Camila dice. -¿qué pasa? ¿Ya amaneció?... parece que me quedé dormida. Tomo se acerca a ella y la abraza abriendo de súbito la puerta, de reojo ve a los vampiros desnudos que duerme profundamente tirados sobre la cama. Tomo dice. -jajaja!!! ¡Estás viva Camila! ¡ jaja! -sí, claro que estoy viva, obvio… a la jefa no le va a gustar tanto abrazo. -Cami, tenemos que bajar todos, despierta al par de estúpidos que nos asustaron a todos, ellos sabían que apenas amaneciera debían bajar como los demás. Unos minutos después, todos sentados alrededor de la mesa del comedor, los vam-
piros se reúnen, a lo lejos se escuchan las risas y los comentarios de las Yakuzas provenientes del salón. Ellos comienzan la reunión. Johnny habla desde la cabecera de la mesa. -señores, afortunadamente la noche fue un éxito, nadie ha muerto, pero esto no es todo. Disfruten la compañía de sus mujeres durante el día porque puede ser el último. Mantengamos el ritual en secreto, como nuestros padres nos enseñaron. Los vampiros comienzan a murmurar entre sí. Tomo pide la palabra y dice. -hermanos, hermanos, escúchenme un momento. El secreto nos ha llevado a la muerte desde hace siglos, creo que deberíamos terminar con esta tradición de muerte y traición, hablar con la verdad a las Yakuzas y unirnos para combatir este pacto maldito de engaños. Pertenecemos a una nueva generación, es más creo que si hubiésemos dicho la verdad hace mil años, la masacre de las mujeres dragón no habría sucedido. Basta de secretos, propongo la verdad. La discusión y el debate sobre lo que deberían hacer duró horas, los vampiros más viejos y apegados a la tradición no estaban de acuerdo, sin embargo los más jóvenes apoyados por los elegidos por las propias mujeres dragón defendieron la postura de abrir la tradición a ambos bandos. Finalmente se tomó una decisión. Al medio día los vampiros terminaron su reunión, se encontraron con las mujeres dragón en la sala, abrazos, besos y risas marcaron la jornada, conversaciones sin fondo ni contenido como si nada sucediera, igual que la tarde anterior, cuando las Yakuzas se encontraron. Una gran comida seguido de un partido de futbol entre los varones a la orilla del abismo amenizaron la jornada, presentaciones musicales y actorales llenaron de risas la casona que poco a poco perdió su aspecto lúgubre del primer día. El final a la luz del sol fue especial, las mujeres dragón y los vampiros se alinearon viendo el atardecer naranja, la noche marca en inicio del rito final. El ritual secreto que sólo los elegidos tienen derecho de conocer, por primera vez los vampiros y las mujeres dragón se unieron para llevar a cabo la batalla final de los mil años. FIN.
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