Súper Amigues. Cómics contra el COVID

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Lakita Canessa Chechi Chávez Gianna Camacho Arturo Dávila Vero Ferrari Hans Fernández Manolo Forno Manuel Siccha Edición y dirección de

Julio Lossio Quichiz



Lakita Canessa Chechi Chávez Gianna Camacho Arturo Dávila Vero Ferrari Hans Fernández Manolo Forno Manuel Siccha Edición y dirección de

Julio Lossio Quichiz

Crónicas de la Diversidad


Súper Amigues © 2020 Editado por Diversidades SAC Para su sello Crónicas de la Diversidad Av. Perú Nro. 1502, San Martin de Porres, Lima www.cronicasdeladiversidad.com Primera edición, setiembre 2020 Distribución nacional Tiraje: 500 ejemplares Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2020-05886 Cuidado de la edición: Julio Lossio Quichiz Corrección: Verónica Ferrari Diseño: César Chávez Impreso por Balcari Editores SAC. Calle Leonidas Laserre Mz. M2 lote 7 Urb. Las Brisas AVEP 2da etapa Lima, Perú ISBN: 978-612-48341-0-3 Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra —incluido el diseño tipográfico y de portada— sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico, sin el consentimiento por escrito del editor. Impreso en el Perú / Printed in Peru 4


ÍNDICE PRÓLOGO, por Hans Fernández ...............................................................7 INTRODUCCIÓN, por Julio Lossio ...........................................................10 PERSONAJES .........................................................................................13 Organización y despliegue logístico adecuado, por Vero Ferrari ..............17

CÓMIC 1: El amor en los tiempos de COVID ..............................19

#DonativoTrans. Lo (positivo) que nos deja la pandemia, por Manuel Siccha ................................................................................27

CÓMIC 2: Solidaridad trans .......................................................30

Monitoreo de casos positivos, por Arturo Dávila ....................................38

CÓMIC 3: Cuidándonos todes ...................................................40

Teletrabajo y trabajo remoto para seguir laborando en tiempos de pandemia, por Gianna Camacho ...........................................................47

CÓMIC 4: La nueva convivencia ................................................49

Avenida María Elena Moyano, Torre 2, Departamento 802, Habitación C, por Manuel Forno ............................................................55

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PRÓLOGO El COVID y su impacto en la vida y salud de la población LGBTI La situación de emergencia por el COVID-19 ha visibilizado las carencias del sistema de salud en nuestro país y en nuestra sociedad. Día a día profesionales de la salud, a diferentes niveles, nos encontramos luchando contra esta pandemia. Muchxs de ellxs han fallecido en medio de la batalla, hemos perdido familiares, parejas, amigxs, y aún se sigue batallando contra la infección por este virus. Al ser una enfermedad nueva, al inicio no se sabía cómo manejarla, y de lo que inicialmente se identificaba como una enfermedad respiratoria ha pasado a manifestarse como una enfermedad sistémica, con compromiso de varios sistemas y órganos a la vez. Esta situación dificulta su diagnóstico oportuno y su manejo respectivo. Las pruebas diagnósticas de laboratorio también han sido un punto importante en esta situación de la pandemia. Son varios factores a considerar para el diagnóstico El momento de toma de muestra y la interpretación de los resultados son factores importantes para el manejo de cada caso. Estos resultados varían entre cada semana de la enfermedad, la permanencia de algunos anticuerpos podrían llevar a diagnósticos no adecuados y los periodos de no infectividad se ven influenciados por la clínica del paciente. Del mismo modo, los tiempos de aislamiento de lxs pacientes COVID-19 han sufrido algunos cambios, tomando en cuenta las evidencias de las últimas semanas. Hasta el momento no hay un tratamiento específico para la enfermedad. El manejo de los pacientes depende mucho de las manifestaciones clínicas y del estadio con el cual llegan a los servicios de salud. La automedicación ha jugado un factor negativo importante en el manejo de estos pacientes. La poca disponibilidad de camas y de algunos insumos médicos han dificultado la labor de los profesionales de la salud ante este nuevo panorama. Y aún estamos en situación de emergencia. A nivel social esta pandemia también ha evidenciado las desigualdades de varios grupos poblacionales que de por sí ya se encontraban en situación de vulnerabilidad. Uno de ellos es la población LGBTI, quienes muchas veces hemos sufrido discriminación y violencia por nuestra orientación sexual o identidad de género, incluso muchxs han abandonado sus hogares o fueron echadxs de ellos a causa del rechazo. Al convertirse en un problema de salud pública, las medidas tomadas para contrarrestar la infección por el COVID-19, como la cuarentena, el distanciamiento social y el confinamiento, pueden fomentar que se afecte aún más la estabilidad emocional y la salud mental de muchas personas LGTBI. 7


La epidemia del VIH/Sida está concentrada en la población LGBTI. Si bien no forma parte de los grupos de riesgo para COVID-19, las personas viviendo con el virus del VIH tienen una situación de salud que las pone en una situación vulnerable. El impacto de la pandemia pone en riesgo la disponibilidad de sus fármacos antirretrovirales, sobre todo en aquellxs usuarixs sin inicio de su tratamiento, o que se encuentran en un estado avanzado de la enfermedad, quedando expuestxs a sufrir complicaciones. Las indicaciones para las personas que viven con VIH, en el marco de la situación de emergencia por la pandemia del COVID-19, son las mismas que para los demás. Es necesario que se mantenga una buena adherencia al tratamiento, y en caso de un usuario recién diagnosticado, es importante que inicie el tratamiento dentro de los primeros siete dias. Varios expertos señalan que una persona con estatus indetectable no tiene una situación superior de riesgo que cualquier otra persona. Sin embargo, aquellas personas que no conocen sus estatus, que no saben si tienen el virus, o que tienen el virus y no están en tratamiento, sí estarían potencialmente en mayor riesgo de enfermar en caso de contraer el virus del COVID-19. Si hay dificultades para conseguir el tratamiento para el VIH, o hay situaciones de desabastecimiento, se deben evidenciar estos casos. Otras de las consecuencias, por la situación de emergencia en salud, son el acceso a sus citas correspondientes y el tratamiento de algunas ITS que se puedan presentar de manera conjunta. La estrategia de teleconsulta que se ha implementado en algunos establecimientos puede ayudar a solucionar parcialmente esta problemática, pero tiene sus limitaciones, sobre todo para algunas situaciones de salud que se pueden presentar. Asimismo, la ausencia de realización de pruebas diagnósticas oportunas para VIH limita una atención oportuna para el manejo de la enfermedad. Cabe mencionar que el trabajo de campo para captación de nuevos casos se encuentra demasiado limitado por las medidas de aislamiento, cuarentena y distanciamiento social, no pudiéndose realizar las actividades de vinculación y despistaje como se hacía de manera regular. De la población LGTBI, las personas trans son la población más vulnerable. En esta situación de pandemia, ellxs no solamente se están cuidando de contraer el virus, sino también se están cuidando de no ser blanco de la violencia de la policía, de la violencia que viven en los espacios públicos como los mercados, y de la sociedad en general por la discriminación y estigma por su identidad de genero. A nivel de acceso a los servicios de la salud, muchxs usuarixs tienen limitaciones, ya sea para su manejo de situación por el VIH, o para poder continuar con su terapia de reemplazo hormonal, la cual debe ser evaluada de forma periódica y bajo supervisión médica. El Estado está en la obligación de garantizar el derecho a la salud de las personas trans. Como sociedad se han generado iniciativas y articulado esfuerzos para apoyar de manera comunitaria a esta población afectada. Para la población 8


trans, el no poder trabajar y conseguir dinero para subsistir es preocupante. Muchxs inclusive viven en situaciones de hacinamiento y no tienen disponibilidad económica para servicios básicos de salud y agua, limpieza y desinfección adecuadas en el hogar, que lxs coloca en una situación de riesgo para contraer el COVID-19. Frente a situaciones como esta, son básicas y necesarias las medidas de prevención y sensibilización frente a esta pandemia por el COVID-19. Sin embargo la población LGBTI ha sido invisibilizada nuevamente en el contexto de esta emergencia en salud. Es por ello que publicaciones como el cómic “Súper Amigues” no solamente son esfuerzos que se saludan y aplauden, sino que deben ser conocidos de manera masiva por toda la población en general. En este libro no solo se visibilizan situaciones de personas LGTBI en su quehacer diario, sino que evidencian lo que muchas veces le puede pasar a cualquier persona, independientemente de su orientación sexual o su identidad de género, y cómo se debe actuar para el diagnóstico y manejo oportuno de los casos. Además, muestra información con respecto a los métodos de diagnóstico en laboratorio y vacunas, lo cual acerca un poco del saber científico a la comunidad. En la situación actual de estado de emergencia en salud en la cual vivimos, y que se ha llevado tantas vidas por la infección, debemos ser más conscientes y coherentes con nuestro quehacer diario para frenar la pandemia. La masificación de la información es básica y la sensibilización de la población frente a esta enfermedad es fundamental. El cómic, como manifestación artística, es una herramienta que puede tener fines didácticos llevando el conocimiento a diferentes poblaciones, diferentes niveles y diferentes realidades. Sigamos luchando juntos y difundamos la información de esta obra que tienes en tus manos. Por tu vida, por la vida de lxs que amamos, nuestras vidas. Dr. Hans Fernández Obregón Generación Inclusiva Médico Voluntario MCC Voluntades Lima Norte

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INTRODUCCIÓN El concurso RETO InnovaCOVID de INNÓVATE Perú, una oficina del Ministerio de la Producción que promueve proyectos de innovación empresarial, fue lanzado el 3 de abril con el objetivo de “cofinanciar proyectos orientados a difundir información oportuna acerca de la preparación, reacción y recuperación de la pandemia del COVID-19, a través de soluciones comunicativas innovadoras”. De los 11 temas propuestos1, que abarcaban las tres etapas (preparación, reacción y recuperación), seleccionamos las siguientes cuatro en donde pensamos podríamos reflejar situaciones que pasamos: ETAPA DE REACCIÓN: 1. Organización y despliegue logístico adecuado (toma de muestras, equipos médicos, medicinas, personal sanitario, etc.). 2. Herramientas para mantener calidad de vida durante cuarentena (teleducación, telemercado, teletrabajo, etc.). 3. Monitoreo efectivo de casos positivos. ETAPA DE RECUPERACIÓN: 4. Casos exitosos de recuperación y aprendizaje, de protagonistas que realizan un trabajo destacado durante la crisis del COVID-19. Con los aportes de Vero Ferrari y Lakita, y con la asesoría de los doctores Héctor Salvatierra2 y César Sánchez (este último del Instituto Nacional de Salud), el primer tema se convirtió en el cómic “Amor en tiempos de COVID” que explica el proceso de la toma de muestras, explica la diferencia entre las pruebas rápidas (serológicas) y las pruebas moleculares, y la investigación que se hace en el Perú orientadas a conseguir una vacuna. Con los aportes de Gianna Camacho García, Vero Ferrari y César Chávez, el segundo tema se convirtió en el cómic “La nueva convivencia”, en donde se explican las herramientas digitales de las que disponemos para poder emprender este nuevo mundo en donde se busca disminuir los contactos físicos, pero mantener la comunicación, tanto para continuar con nuestra calidad de vida como para mantenernos sanos y productivos. Con el aporte de Arturo Dávila Zelada y ayudado por la entrevista que le hicimos al doctor Claudio Ramírez (Director de la DIRIS Lima Norte)3 el tercer tema se convirtió en el cómic “Cuidándonos todes” en donde presentamos Aquí la información completa de la convocatoria: https://innovateperu.gob.pe/RetoInnovaCovid19/index.html 2 Se puede escuchar la entrevista aquí: https://pe.ivoox.com/es/doctor-salvatierra-covid-19-audios-mp3_rf_50870115_1.html 3 Se puede ver la entrevista aquí: https://www.facebook.com/ReportajesLN/posts/193756392105376 1

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el caso de una persona que da positivo al coronavirus, las alternativas que tiene para mantener su aislamiento y las recomendaciones para no infectar a los demás. Finalmente, también con Arturo Dávila Zelada, convertimos el tema 4 en el cómic “Solidaridad trans”, que es un poderoso caso de organización realizado para apoyar desde diferentes espacios a las compañeras trans en esta crisis de la pandemia y que puede ser un salto cualitativo hacia una comunicación fluida para acciones futuras. Estos cómics, además de esta versión impresa, tienen también una versión en digital4, en podcast5 y en video6. Cuando terminábamos este trabajo tuvimos la oportunidad de conocer la experiencia de Manolo Forno, que nos proporcionaba la mirada que nos faltaba de las personas mayores de nuestra comunidad con el COVID-19 y decidimos incluirla. Gracias a Manolo por contarla. Igualmente, Manuel Siccha nos permitió adaptar el artículo que había escrito para el periódico Crónicas de la Diversidad unos meses antes y sumarlo a esta mirada LGTB+ de la pandemia. Agradezco a quienes me acompañaron en esta aventura: Lakita, Chechi, Vero, Gianna y Arturo, que participan también en llevar adelante la plataforma Crónicas de la Diversidad7. A INNÓVATE por pensar que este proyecto podría ser valioso. A los médicos Hans Fernández, Maritza Ortiz Arica, Claudio Ramírez, Héctor Salvatierra y César Sánchez, que respondieron amablemente a nuestras preguntas, ayudándonos a proporcionar información veraz, por lo que esperamos haberles interpretado bien al convertir en diálogos del cómic lo que nos comunicaron. A quienes ayudaron al equipo con las voces de los personajes para la elaboración de los podcasts y videos: María Cereceda, Matías León, Sebastián Marallano y Gian Zavaleta. Y a mi pareja Juan González, que sin su ayuda y su alegría no habría sido tan fácil sacar adelante este proyecto y sobrellevar esta pandemia que parece nunca acabar. Julio Lossio Quichiz Director de Crónicas de la Diversidad Coordinador General del Proyecto presentado a INNÓVATE Lima, setiembre 2020

En https://issuu.com/cronicasdeladiversidad Las encuentran aquí: https://pe.ivoox.com/es/podcast-cronicas-diversidad_sq_f1507480_1.html 6 En nuestro canal: https://www.youtube.com/cronicasdeladiversidad 7 https://cronicasdeladiversidad.com/ 4 5

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PERSONAJES paula lambor gini

isabel matos de oliva

rafa


MARILUNA

Es una mujer trans que vive en Mi Perú, Ventanilla. Junto a su hermana Chela sacan adelante una modesta bodega, además son las encargadas de llevar el hogar, cocinan, limpian, crían a Santiago, el hijo de 3 años de Chela, entre otras labores domésticas. Ambas viven con Nilton, su hermano de 20 años y con Wilmar, esposo de Chela; esa es la familia de Mariluna, su padre se desentendió de ellos hace años y su mamá falleció. En la zona, todos la conocen, ya que es una de las primeras en salir a armar la net de vóley en la losa del barrio. Es divertida y todos se la pasan bien con ella. Mariluna terminó el colegio con buenas notas en matemáticas y computación, todos pensaban que iba a seguir Ingeniería de Sistemas o alguna carrera similar, pero ella tenía como principal objetivo ser y presentarse en sociedad como la mujer que siempre fue, así que a los 17 años inició su transición. Por alguna razón ella y la tecnología se llevan muy bien, en su casa ella fue la encargada de instalar los electrodomésticos, todos le preguntan sobre cómo usar sus teléfonos celulares y por supuesto los ayuda con todo lo referido a las redes sociales. El 15 de marzo Mariluna se encontraba celebrando su cumpleaños número 25, cuando el presidente anunció el periodo de cuarentena. Su cuñado Wilmar y su hermano Nilton dijeron que ella era la salada. Pese a ser una broma de mal gusto, Mariluna y todos los presentes se mataron de risa. Ella no se lleva mal con su familia, pero suelen hacerle bromas llenas de prejuicios y machismo, que ella ha normalizado y deja pasar por alto. Lo que ella no sabe es que sus conocimientos para administrar una bodega y su fácil entendimiento con la tecnología le permitirán sobrellevar la pandemia con mucha facilidad, y revolucionará su vida para siempre.


kike

Enrique nació en Virú, valle de Trujillo, un 28 de julio (paradójicamente el día que se celebra la independencia de un Estado que le invisibiliza). Allí creció con sus padres comerciantes y sus otros dos hermanos mayores. Al empezar a asumir su identidad de género, decidió juntar dinero para irse a Lima. Llegó a ahorrar 3000 soles, y con eso se trasladó a la capital para poder vivir tal cual se sentía. Actualmente es un hombre trans de 30 años, que solo ha podido realizar ocho meses de tratamiento hormonal por falta de dinero. Trabaja de obrero en construcciones o se cachuelea en otros trabajos temporales. Vive solo en un cuarto en el distrito de Puente Piedra. Mide 1.60, es de contextura gruesa, sobre todo porque su espalda creció con la testosterona. Es trigueño, cabello negro rapado más a los costados, con algo de barba, se ve maceta porque hace mucho trabajo físico y tiene un tatuaje grande en el hombro derecho de un sol estilo moche. Más adelante planea hacerse otro con la imagen de Ai Apaec, ancestral dios moche que suele visitarlo a él y a su gran amigo Alex. Enrique es un tipo que le encanta la pachanga y hacer amigos, aunque prefiere mantener un perfil bajo algunas veces para sentirse más seguro, sobre todo frente a gente que no conoce. Intenta mantener distancia con la mayoría de personas, pero suele participar en actividades LGBTI para conocer más compañeres con quienes compartir. Le gustan mucho los videojuegos, sobre todo de consola, pero como jugarlos le resulta un gasto prefiere aprovechar los juegos en red.


Alex

Alexander nació en Chiclayo un 14 de julio, siempre intentó hacer las cosas “correctamente”, se esforzaba en estudiar, iba a la iglesia seguido y hasta estaba en el grupo juvenil de la parroquia de su barrio. Al darse cuenta de que no se reconocía como una mujer, empezó una exploración personal de su identidad y de su expresión de género, esto hizo que muchos de sus espacios seguros se conviertan en espacios de dinámicas hostiles y violentos. Conversó con sus padres respecto a cómo se sentía, pero esto solo generó que la casa también sea un espacio hostil. Encontró el feminismo como soporte y buscó conseguir dinero para salir de Chiclayo y migrar a Lima para recomenzar. Actualmente vive sole en un cuarto en el Cercado de Lima, suele trabajar de atendiendo a clientes en restaurantes, donde debe hacerse pasar por una mujer para poder continuar laborando. Aún no inicia su tratamiento de reemplazo hormonal por falta de dinero y también porque le preocupa cuánto se le va a dificultar conseguir trabajo luego. Mide 1.55, tiene contextura media, de cabello negro con colita alta y nuca rapada, con un expansor en la oreja derecha y un tatuaje en el brazo izquierdo de la palabra “Resiliencia”. Alexander cuida mucho su entorno social, le gusta conocer personas y sobre todo conversar ya que le interesan muchos temas. Asiste con frecuencia a las actividades LGBTI y es parte de una organización de transmasculinidades. Le gusta mucho cocinar y anda experimentando siempre nuevas recetas veganas que encuentra en el internet.


Organización y despliegue logístico adecuado Por Vero Ferrari

El cómic titulado “El amor en los tiempos de COVID” busca describir el proceso que atraviesan las y los peruanos al momento de presentar síntomas de coronavirus y necesitar que se les tome una prueba de descarte de COVID-19. En el caso del cómic, este descarte se le realiza a una mujer lesbiana que vive con su pareja y su perrita Rafa en el Centro Histórico de Lima. El proceso que siguen es el siguiente: Paula presenta los síntomas referidos a la enfermedad (fiebre, tos, dolor de cabeza, dolor corporal, cansancio, etc.). Isabel, su pareja, le toma la temperatura y comprueba que tiene fiebre, por lo que llama a un amigo de su comunidad (la LGTBIQ+) y este le recomienda que llame al 113, número telefónico que ha dispuesto el Estado peruano para quienes presentan síntomas de la enfermedad, y que tome un paracetamol para la fiebre y el dolor de cabeza. Paula llama al 113 y al día siguiente llegan a tomar la prueba, llega el equipo médico a su casa, el técnico le realiza el hisopado, luego lo lleva al Instituto Nacional de Salud en donde el personal sanitario recibe la prueba, verifican que esté en buen estado y lo colocan en la máquina que realizará el muestreo, comprobando que Paula es positiva al COVID-19, por lo que tiene que seguir cuidándose y mantener la cuarentena y el aislamiento social por algunas semanas, mientras su pareja, que al parecer es asintomática, la cuida, y Rafa realiza una travesía siguiendo la prueba hasta el INS y regresando a casa. En el cómic también se mencionan las investigaciones que están siguiendo las y los científicos peruanos para descubrir la vacuna del coronavirus, por lo que se entrevista a una doctora que da las últimas noticias sobre qué países están realizando los mayores avances en la búsqueda de la vacuna. En un contexto como el peruano, la organización y despliegue logístico adecuado va a verse continuamente impactado por las debilidades de un sistema de salud ya precario antes de que hubiera pandemia. A pesar de las medidas implementadas por el Estado, de forma rápida y oportuna, no se tuvo la suficiente claridad para prevenir que millones no iban a poder realizar cuarentena ni aislamiento social cuando se vive al día y en la informalidad, y cuando no se tiene refrigerador, ni agua, ni luz, ni desagüe, ni una vivienda dividida por lo menos en dos habitaciones en donde no durmieran más de dos personas en una misma cama. 17


Las condiciones de exclusión y marginalidad de millones de peruanos y peruanas, exacerbada por otras condiciones como su género, lugar de procedencia, migración interna, maternidad sola, con enfermedades prevalentes, alguna discapacidad, de orientación sexual no heterosexual o de identidad trans, entre otras razones, iban a imposibilitar aún más que las medidas sanitarias sean efectivas. Cerca de 50 mil muertes lo confirmaron, la mayoría por no contar con una cama de hospital, con el dinero para pagar una clínica, medicamentos por las nubes o un balón de oxígeno que nunca llegó. En estas condiciones, las personas LGTBIQ+ se vieron enfrentadas al encierro, un encierro doble pues 24 horas en casa te obligan a mantenerte en el clóset sin los espacios de refugio y liberación que se tenían antes de la pandemia, viviendo situaciones de violencia intrafamiliar, pues el hogar se convierte para la mayoría de nosotrxs en el primer violentador de nuestras vidas, dependiendo económicamente de padres homolesbobitransfóbicos, o sin posibilidad de recibir un bono pues nunca fueron contadas como población en situación de vulnerabilidad económica, a pesar de las labores de riesgo a la que son orilladas las mujeres trans y la pobreza estructural que hace amagos en las vidas LGTBIQ+ quitándoles el derecho a la educación, salud, justicia, vivienda y a una vida libre de violencia, sin posibilidad de ejercer una ciudadanía efectiva. En esas circunstancias, la visibilización de nuestras vidas es un imperativo, que necesita ser reforzado por todos los canales del Estado, como se hace de alguna manera en este cómic, para que más personas LGTBIQ+ puedan tener la posibilidad de seguir viviendo y resistiendo frente a las diversas formas de violencia que nos afectan. Que nuestras vidas sean contadas, dibujadas, diagramadas, publicadas y difundidas por todo el territorio nacional posibilita que más personas puedan acceder a referentes sobre sus vidas y que eso les dé agencia para no dejarse vencer por la adversidad. En ese camino estamos.

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#DonativoTrans Lo (positivo) que nos deja la pandemia Por Manuel Siccha

Fuera de las lamentables denuncias de vulneraciones de derechos por orientación sexual e identidad de género en el actual contexto de las medidas gubernamentales de aislamiento social obligatorio, de la invisibilización (una vez más) del Estado en las políticas públicas inmediatas, sometimiento a la pobreza extrema de los sectores vulnerables y, entre ellos, el de la población LGBTI, quisiera ofrecer una mirada positiva de la que podemos sentirnos orgullosas de celebrar after-covid. Desde antes que iniciara el aislamiento social obligatorio un grupo de activistas coincidíamos en un grupal de WhatsApp que teníamos que acudir al apoyo inmediato a las compañeras trans de Lima. A la mañana siguiente, empezamos a armar un padrón para conocer la cantidad de compañeras trans en nuestras zonas, la misma que no acabó hasta una semana después. Yo conocía tan solo dos casonas del Cercado de Lima, pero conforme pasaban los días y se acercaban compañeras trans enteradas de que veníamos brindando ayuda, aquella lista de compañeras trans y casonas aumentó hasta nueve casonas, y todas sumaban 150 chicas trans. Me quedé sorprendida, siempre había escuchado decir a las chicas trans del Cercado de Lima: “Aquí las mariconas somos bastantes, más de 100”, pero creí que exageraban, los padrones nos revelaron que, en efecto, eran más de 100, más de 100 historias, más de 100 necesidades, más de 100 vivencias de ser una mujer trans, más de 100 sueños y más de 100 llamados de auxilio. Todo empezó por un mensaje que hasta hoy ha calado en mí y es el de Wendy Ramos, cuando nos jalaba las orejas por el concepto de solidaridad: “Llevar solo una canasta o canastas de víveres” a quienes necesitan es de una indiferencia total. ¿Qué hace una persona que necesita nuestro apoyo con ¼ de lentejas o con 1 kilo de azúcar o con ½ kilo de arroz si no tiene cocina o aun teniendo no tiene gas? No era una opción para mí, sobre todo cuando reconozco que soy una persona con privilegios de recursos económicos, de contactos, de conocimientos y de estrategias. Cuando le pregunté a Kiara Flores el martes 17 de marzo: “¿Tienen cocina para olla común?”, me dijo que tenía una de dos hornillas semindustrial y ahí empezó #DonativoTrans. Con Colmena e Inclán arrancamos. Luego se fueron sumando esa misma semana Peñaloza, Chota, Washington, Atenas, Chancay 876 y Chancay 881. Y de ahí no hemos parado hasta hoy, seguimos apostando por las ollas comunes como una alternativa de apoyo a las compañeras trans del Cercado de Lima. 27


Pero con ello también aprendimos mucho de ellas, se desarrollaron otras cosas que no esperábamos, comprendimos otras tantas y a juzgar por el norte que ahora vislumbran esta pandemia ha sido una oportunidad (gratificante). Lo anterior parte desde la organización territorial de ellas, unirse en cada casona, elegir en muchos casos a la lideresa trans que les iba a representar de cara para los apoyos semanales, determinar las labores entre algunas, cocinar, hacer las compras al mercado, servir los alimentos, lavar las ollas y utensilios. Todo ello sin un lápiz y papel, pero sí con la determinación del compromiso del mañana. Quizá lo más sorprendente de todo esto haya sido que ellas hayan ofrecido sus datos: nombre social y número de DNI, con ello nos permitieron convocar más apoyo, sobre todo de modo institucional (MML, MIMPV, MINSA) y todo ello en la comprensión y en la confianza de que no seríamos esos agentes de discriminación que toman sus datos para publicitarlos y hacer burlas. Con esto se hizo posible el apoyo de la Municipalidad de Lima y del MIMPV en insumos de víveres, y de parte del MINSA, el aseguramiento que logramos de todas para la obtención de su SIS gratuito. Pero también fueron capaces de ser visibles, de contar su historia(s) a través de la prensa escrita (Perú21, La República, El Comercio, El Popular) y la prensa televisiva (Al Sexto Día), algo que no es tan común, pero que lo hicieron para convocar más donaciones y exponer la problemática. Entre esas cosas que no te esperas también surgieron dos acciones visibles en el marco de la Campaña #DonativoTrans: Hicieron videos #SoyUnaMujerTransYLoGrabaréTodo, en el que hacían una advertencia a las fuerzas del orden y el video de #Resistiré cantando entre diversas mujeres trans líderes. Por ello no sorprende que cuando llegó la medida restrictiva por géneros en la que personal de la PNP y agentes de seguridad de establecimientos comerciales impedían la salida al espacio público o el ingreso para abastecerse de alimentos, ellas lo grabaron todo y resistieron como siempre lo han hecho, un empoderamiento que nunca antes había visto, lo que para mí eran experiencias individuales se convirtió en poderío de grupo de toda una red de soporte. Cada casona tiene un grupo de WhastApp en el que yo formo parte, ahí es donde han salido locas ideas, necesarias informaciones, otras necesidades y otras iniciativas de parte de ellas, como una actividad profondos en medio de la pandemia para apoyar a una compañera que se encontraba delicada de salud. Mucho se aprende cuando la nobleza está en frente. Desde aquí las celebro a ellas, celebro a las nueve casonas del centro de Lima, celebro a Sandy Ruiz por su apoyo constante, celebro a Yefri Peña en Lima Este, celebro a Eduardo Juárez y a Gaby Mariño en Lima Sur, celebro a Gianna Camacho en Lima Norte, porque ninguna de ellas tuvo como opción desfallecer y no se limitaron a entregar una canasta de víveres, sino que su compromiso las llevó a gestionar y tejer otras redes. 28


Algo que me ha quedado claro de las compañeras trans del Cercado de Lima es lo agradecida que están conmigo y yo con ellas. Para alguien que está sola en este mundo como yo, encontrar un espacio al que iba cada día (hasta hoy) me salvó de la ansiedad, la depresión y la soledad, y quizá esta es la parte que no he contado públicamente, pero que es real y que me hace sentirme satisfecha de todo esto. La sociedad y quienes se limitan a vernos representadas a través de imaginarios televisivos nos perciben rodeadas de egoísmo, de lástima, de rencor, de necesidades, que ciertamente nos alcanzan de alguna u otra medida, pero esta pandemia interpeló también esos imaginarios colocando a las mujeres trans de Lima como esa fuerza aglutinadora de apoyo, de lucha, resistencia y valentía para afrontar aún el sometimiento a más discriminaciones de las que una puede imaginar.

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Solidaridad Trans

Portada comic

Guion: Arturo Dávila Diseño e ilustraciones: Chechi Chávez Producción: Crónicas de la Diversidad









Monitoreo de casos positivos Por Arturo Dávila

En este cómic desarrollamos una historia que permita a la comunidad LGTB del Perú entender de manera más sencilla lo que el Estado peruano está realizando para monitorear y brindar acompañamiento a las personas con resultados de COVID-19 positivo. Aquí conoceremos cómo Enrique, un hombre trans de 30 años, se entera de que es COVID positivo, al exponerse durante la cuarentena sin saberlo. Al recibir la noticia llama a Alexander, una persona de género no binario de 24 años, en busca de alternativas de soporte emocional y de información. En el transcurso de la historia Ai Apaec, un dios ancestral de la cultura moche, llega a ayudarles como el acompañante místico que siempre está para cuando sus descendientes lo necesiten. Aquí Ai Apaec les comentará acerca de un sistema para detectar a los infectados de COVID-19, a sus familiares y contactos, con el fin de aislarlos y romper la cadena de contagios en el país. En caso de ser necesario pueden trasladar a pacientes a alojamientos temporales como la Villa Panamericana, así además de cuidar de cada paciente positivo, se cuida de familiares más vulnerables y otras personas con enfermedades crónicas. En este sistema existe un Comité Comunitario, que son un grupo de vecinos reconocidos por la Dirección de Redes Integradas de Salud y coordinan con el centro de salud más cercano. Este comité se comunica con el 113 para solicitar que el Equipo de Respuesta Rápida se acerque a realizar las pruebas serológicas o moleculares, así el Equipo de Seguimiento puede monitorear el estado de los casos positivos. Enrique y Alexander se conocen gracias a las reuniones de la organización social “Diversidades Trans Masculinas”, una organización transfeminista que realiza sus actividades en Lima. Su amistad se mantiene mediante grupos de WhatsApp y llamadas esporádicas debido a sus horarios de trabajo. Como personas trans, ambos han aprendido la importancia de ser soporte emocional de une a otre, por eso están atentos a cómo se encuentran durante la cuarentena. En este contexto las organizaciones sociales y aliades, son actores sociales que permiten generar una red de soporte y acción urgente frente a las situaciones de emergencia y llamados de alerta que trae consigo el COVID-19. Entre estas organizaciones se encuentran “Féminas”, organización 38


de mujeres trans unidas que buscan una sociedad más respetuosa y justa; “Más Igualdad”, organización feminista que trabaja por igualdad plena para personas LGTBIQ+; “Empoderadxs”, organización feminista, autónoma, transgresora, crítica, propositiva, encaminadas a reducir y eliminar las desigualdades estructurales; entre otras.

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Cuidándonos cuidándonos todes

Guion: Arturo Dávila Diseño e ilustraciones: Chechi Chávez Producción: Crónicas de la Diversidad








Teletrabajo y trabajo remoto para seguir laborando en tiempos de pandemia Por Gianna Camacho

Durante los últimos meses hemos escuchado mucho la palabra “reinventarse”, esto significa entender creativamente que estamos en una nueva normalidad y que debemos adaptarnos a ella. Lo cual implica ajustar diferentes aspectos de nuestras vidas, entre ellos, el seguir activxs laboralmente. Es así que hoy por hoy, entender el teletrabajo y el trabajo remoto se ha convertido en un punto clave. Hemos aprendido que tanto el teletrabajo como el trabajo remoto se realizan a distancia; sin embargo, el primero de ellos se puede hacer desde cualquier parte, mientras que para el segundo debemos realizarlo desde nuestra casa, en muchos casos se debe ir algunos días de la semana al centro de labores. Eso sí, nos queda claro que para ambos requerimos del uso de herramientas virtuales, desde una computadora hasta aplicaciones para el celular. La idea es que nuestras capacidades y talentos se mantengan activos y nos permitan seguir generando ingresos, ya sea de forma independiente o a través del trabajo dentro de una empresa. El trabajo remoto ha sido impulsado por el Gobierno de manera oficial y para que no se cometan excesos se publicó el Decreto Supremo N°0102020-TR, el cual precisa, entre otras cosas, que la jornada laboral de una persona no puede exceder las 8 horas diarias o 48 horas semanales y 6 días a la semana. Para quienes estaban alejados de la tecnología, estas nuevas modalidades de trabajar se han convertido en grandes retos, ahora ven que su computadora, su teléfono celular y el internet ya no son de uso opcional, sino que son elementos importantísimos en la vida laboral en tiempos de COVID-19. En mi experiencia personal, realmente viene siendo más desgastante porque yo estoy en el grupo de aquellas personas que ya se entendía con la tecnología, entonces, cuando han aparecido oportunidades laborales donde el requisito fundamental es tener experiencia en el uso de herramientas virtuales, he encajado perfectamente; sin embargo, eso ha significado la exigencia de mucha producción laboral por día. Quizás a muchos les ha pasado, como a mí, que al inicio estaban disponibles todo el día, pero al ver que eso resulta pesado, recién después de 47


semanas de experiencia han tenido que establecer horarios y una rutina diaria. Creo que el tip más importante que he podido tomar de los expertos es “comenzar el día tal como lo harías si fueras a la oficina, eso hace que estemos despiertos y atentos para realizar tus funciones”. Los negocios grandes y pequeños también se han venido adaptando exitosamente a esta nueva normalidad de la que hablamos. El delivery está presente en casi todos los comercios, el uso de aplicaciones móviles para realizar transacciones de cobro y pago ya es parte de su día a día, y utilizar las redes sociales significa una gran oportunidad para expandirse. Finalmente, como última recomendación, quizás un poco más personal, habla con las personas con las que convives, explícales que no estás de vacaciones y que deben respetar tu trabajo. Ahora el teletrabajo y el trabajo remoto son parte de nuestra realidad en tiempos de pandemia y todxs debemos aceptar que así será de ahora en adelante.

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la nueva convivencia

Guion: Gianna Camacho García Diseño e ilustraciones: Chechi Chávez Producción: Crónicas de la Diversidad







Avenida María Elena Moyano, Torre 2, Departamento 802, Habitación C Iniciaré mi relato diciendo: “Los afectos me traicionaron”. El 26 de julio empecé a darme cuenta de que algo estaba pasando con mi cuerpo y no podía identificar qué pasaba, recordaba qué había hecho los días anteriores y cuáles eran las posibilidades de contagiarme. Yo cumplía todos los protocolos para evitar el contagio. Pero también estaba el miedo de que si me contagiaba me pondría muy mal, ya que soy hipertenso, diabético, tengo glaucoma, he sido operado de artrosis en la cadera, en el año 2019 he tenido una neumonía con derrame pleural y, finalmente, tengo 66 años. El 31 de julio llamé primero al 411800, teléfono de EsSalud y me derivaron a su línea 107. Ahí pude explicar mis temores, sentires corporales y actividades realizadas, casi de inmediato me informan que soy un probable COVID-19, y me invitan a pasar mi etapa de 15 días de aislamiento en la Villa Panamericana en Villa El Salvador. En ese momento me vinieron a la mente mis recuerdos de todo lo vivido durante el final de la década de los 80 y los inicios del VIH en el Perú. Recordé los miedos, la culpa, la muerte, pero también la fuerza, la resistencia, la calma y la oportunidad para tomar decisiones adecuadas sobre mí y mi mundo. Respondí que sí iría, que llegaría alrededor de las 3 de la tarde, pero tenía que tener alguna certeza sobre mi condición de COVID-19. Logramos comunicarnos con una empresa que aceptó realizarnos la prueba rápida a mi novio, esposo, compañero, de 26 años de convivencia, pero nuestra unión no es reconocida por el Estado peruano. Llegaron a nuestro departamento con todo su equipo de protección para evitar contagiarse. Sacan las pruebas, entrego mi dedo, obtienen una gota de sangre, la ponen en el blíster, todos en silencio esperábamos el resultado. Luego de unos momentos eternos dice: “Ya salió el resultado: es positivo. Tiene las dos líneas, IGM e IGG, está contagiado”. Sentí que me caía un balde de agua fría. “Lucharé hasta el final de mis días, no me dejaré, esta es la oportunidad de insertarme en el sistema EsSalud hasta el final” pensé. Mi sobrino me llama y le dije: “Si me pasa algo, quiero que se cumpla lo siguiente:...”. Mi novio salió negativo, me miró y me dijo “alista todo para llevarte”. Todo había cambiado en un instante, ya no podía acercarme, tampoco abrazarlo, ni darle un beso, solo mirarlo a los ojos y decirle “espero verte luego de la etapa de aislamiento”. Bajamos a la cochera, subimos al carro, él manejaba, yo en el asiento de atrás, con la ventana abierta, sentía el aire en mi cara, podía ser la última vez, había un poco de sol, empecé a mirar la calle y recordar los momentos vividos por ahí. Llegamos a Villa El Salvador. Empiezo a recordar los inicios, el arenal, la llegada por la “Curva del Diablo”, las 55


organizaciones de mujeres, las organizaciones de adolescentes y jóvenes, la Chanchería, los grupos de teatro, mis amigas Kiara, Samantha, Christofer, la Pichicha, Bardo, Jersson, Tyra, el Centro de Salud San Martín, la Casa Alternativa Joven, la Casa de los Talentos. Llegamos a la Avenida El Sol y la entrada de la Villa Panamericana. Doy mi nombre y número de DNI, me dicen que tengo que esperar. Me angustio, pero luego de un momento me llaman y nos dicen que ya podemos pasar. Había como una fila de alrededor de siete automóviles, incluidos una cúster y un micro. Luego de unos 15 minutos llegamos. Le dicen a Martín que no baje del carro, era alrededor de las 4 de la tarde. Bajo con mis cosas, me sientan en una silla de ruedas, miro que Martín se va en su camioneta, pensé que era la última vez que lo miraba, trataba de fijar en mi cerebro su rostro para recordarlo siempre. En el triaje preguntan a los recién llegados: “¿Quién tiene prueba positiva?”, respondo “yo”, me dicen “pase”, me toman la presión, saturación de oxígeno, llenan mi ficha de ingreso, preguntan comorbilidades, empiezo a recitar: hipertenso, diabético, glaucoma, neumonía y derrame pleural, accidente isquémico cerebral, etc, etc, etc. De ahí le dicen al encargado que me voy a la Torre 2, Piso 8, Departamento 802, Habitación C. Llego a la Torre 2, hacemos cola para entrar al ascensor, llegamos al piso 8, la puerta del departamento. Me dice: “Ya llegamos, puede bajar”. Camino y busco una puerta que dice “C”, la puerta estaba abierta, una cama con colchón con una sábana tendida, no había almohada, pido una colcha más, me traen una azul de polar. Tiendo mi cama con mis frazadas, me echo en la cama y descanso. Empiezo a pensar, “volveré a ver a Martín y a mis hermanos que estaban muy preocupados por lo que me estaba pasando, a mis amigos y amigas”. Cerré las ventanas, tenía frío. Tocan la puerta, me dicen: “Sr. Manuel Forno, la doctora lo busca”. Salgo de mi habitación, me hacen sentar en una silla, me toman la presión: 14/9, la saturación de oxígeno: 97%, glucosa en sangre: 180, me toman la temperatura, no tengo fiebre, latidos del corazón estaba acelerado. El enfermero la mira y le dice “está acelerado”. La doctora responde “es porque recién llega”, me ausculta los pulmones y dice “sus pulmones no suenan, están bien”. Me preguntan qué medicamentos tomo. Le digo: “Irbesartan de 150 para la presión, dos metforminas para la diabetes, una aspirina de 100 para el corazón y los trombos, las gotas para el glaucoma y la tamsulosina para la próstata y la vejiga neurogénica”. Apuntan todo en mi historia, la doctora me pregunta: “¿Ha traído todos sus medicamentos?”. Le respondo afirmativamente. Me dice: “Buenas noches, ya puede ir a descansar. Si pasa algo puede llamarnos por el intercomunicador que está en la cocina, al número 807”. Durante esa primera noche no pude dormir bien, pensaba en qué momento me bajaba la saturación de oxígeno, me daba fiebre y se iniciaba la neumonía. Al mismo tiempo tenía mucho frío, pensaba en mi esposo, 56


novio, pareja, con el cual he compartido 26 años de su y mi vida, en mis hermanos, solo había hablado por teléfono y WhatsApp, mis sobrinos, mis primos, pero también estaba presente mi madre, fallecida hace 16 años. Pensé: “Este es un reto que se le presenta a mi cuerpo decadente, no es el primero que enfrento en mi vida: el bullying en el colegio, mi salida del clóset, iniciar mi vida con orgullo, conocer la vida desde mi identidad, tener placer, amar, enfrentarte, no ser enfermo, ni pecador, terminar la universidad, hacer teatro a los 33 años. Tengo que enfrentarlo. La lucha continúa hasta la victoria final”. A las 5 de la mañana me tocan la puerta, me dicen: “Levántese para tomarle sus signos vitales”. Primero, prueba de glucosa, sale 150, había bajado. Miden mi saturación de oxígeno, me mantenía, mi presión estaba bien y no tenía fiebre. Hago algunas preguntas y me responden “que a la hora de la visita médica, la doctora me responderá”. Pienso, “todas las enfermeras se lavan las manos”, le respondo “ok”. Vuelvo a mi habitación, me vuelvo a echar a la cama, me quedo nuevamente dormido. A las 9 de la mañana siempre llega el desayuno con dos panes hipocalóricos con jamón, y/o huevos revueltos, aceitunas y mantequilla. Un vaso de avena y/o quinua cocida sin azúcar y una fruta. Luego nos volvieron a llamar, era la visita médica. Nos llaman, pero nos atienden por orden de angustia. Era mi segundo día ahí, obviamente quería saber qué me decía la doctora, mientras Alan ya estaba cuatro días antes que yo y tenía el diagnóstico de neumonía con fiebre, sus pulmones afectados pero mejorando), así como John, que había estado un poco más de 15 días en la carpa, en una cama con oxígeno permanente y llegó a nuestro departamento con 92 de saturación de oxígeno. La convivencia nos acercó a contarnos parte de nuestras vidas y cómo habíamos llegado a la Villa Panamericana. De los tres, yo fui el que menos complicaciones tuvo. John y Alan la habían pasado mal, con neumonía, fiebre y tenían secuelas en sus pulmones que las contrarrestaban soplando globos. Los tres sabíamos que el COVID es una enfermedad multisistémica, que lamentablemente te dejará secuelas, quieras o no quieras. Luego conversamos sobre cómo nos contagiamos. Yo les decía que había tenido tres posibilidades de contagiarme y que en realidad lo único que quería era curarme. Alan había sido contagiado por su esposa, que trabaja como él en un centro hospitalario, llevando él la peor parte. Hasta había pensado que moriría y dejaría a sus dos hijos de seis meses y cinco años con su madre. Él saldría tres días antes que yo. John es un obrero de construcción civil, que no identificaba dónde, ni cuándo se había contagiado, lo único que recordaba es que había llegado en un taxi casi sin poder respirar y fue de frente a la carpa (grupo de camas con oxígeno 24 horas) estando alrededor de 15 días y de ahí a nuestro departamento, en el cual estuvo una semana. Salí de la Villa Panamericana el 15 de agosto del 2020 a pasar aislamiento de otros 15 días en mi casa, estoy a punto de cumplir mi fecha de salida. Sé que ahora soy otra persona, que mi cuerpo se enfrentó a ese bicho y salió adelante, pero las heridas emocionales demorarán en sanar, me he visto 57


enfrentado con la gravedad de la enfermedad y no saber cuándo me toca tener complicaciones más graves. Además, estaba consciente que nuestro sistema de salud es deficiente, que las personas que estábamos en la Villa Panamericana teníamos el privilegio de estar ahí y que muchas otras no han podido ser aceptadas por ser más jóvenes o no tener comorbilidades. La Villa se encuentra llena, y han tenido que enfrentarse a la enfermedad en situaciones de alta vulnerabilidad, pudiendo contagiar a sus familiares y han salido adelante. Durante mi aislamiento pude sentir de cerca la severidad de esta enfermedad. En el mismo piso había familias compuestas por papá, mamá, hijos en aislamiento, eso reforzaba la propuesta que es una enfermedad multisistémica y que ataca a muchos de nuestros órganos generando secuelas como cansancio, ronquera, agitación pulmonar, taquicardia, etc. Aunque hayas sido asintomático, así mismo es muy fácil de contagiarse entre las personas. La pobreza hace que las familias vivan hacinadas, en espacios pequeños y poco ventilados. Esta situación favorece el avance del virus, produciendo muchas muertes, enfermos graves, además su tiempo de recuperación es largo y uno debe guardar aislamiento por lo menos de 15 a 20 días para no contagiar, y frente a la pobreza e informalidad, aislarte es casi un imposible. El COVID-19 ha visibilizado todas las desigualdades existentes desde que se instauró en nuestra Constitución la priorización de las Leyes del mercado (oferta/demanda), sin tomar en cuenta, que los peruanos somos diversos y se deben generar oportunidades al alcance de todos y todas para ser un Perú igualitario, equitativo, democrático, justo, e inclusivo. El Estado peruano debe cambiar, se debe priorizar la salud y la educación como derecho de todos, no debe ser un privilegio. Basta de muertes por un sistema deficiente, el Perú ahora es un campo de batalla con miles de muertos, no nos merecemos esto. Debemos saber elegir a nuestros representantes para que podamos construir un Perú democrático con un sistema de salud, al alcance de todos y todas, que prevenga el accionar de las enfermedades para aprender a cuidar a las personas de nuestro entorno, sean nuestras familias, barrio, colegio, amigos. Manuel Forno Castro Pozo Presidente Dignidades Salud Derecho y Educación para el Desarrollo

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