1 minute read
Cómo podemos evitarlo?
EJERCICIO PRÁCTICO
Lee atentamente el cuento y reflexiona sobre la importancia de la comunicación.
Advertisement
EL CUENTO DE LAS DOS HERMANAS Y LA NARANJA
Dos hermanas pasaban largas horas en el jardín de su patio andaluz jugando a la sombra de los naranjos, disfrutando del olor del azahar y observando las ranas de la fuente.
Cada mañana, su padre sonreía contemplando los juegos de sus hijas en el jardín, y las veía comportarse con elegancia, sencillez y decoro. Pero un día, para sorpresa de todos, las dos hermanas empezaron a pelearse. Sin poder dar crédito a lo que veían sus ojos, el padre se acercó a toda prisa y preguntó cuál era el motivo de la trifulca
- ¿Qué les ocurre a mis pequeñas? pregunto el padre. - Es por una naranja… Le contestó una de ellas. - ¿Por una naranja? Pregunto sorprendido.
Así es era por la única naranja que este año tenía el naranjo del patio y que sus dos hijas, peleaban por ella.
- ¡Dividid la naranja en dos mitades, una para cada una, parece lo más justo y
equilibrado! les dijo su padre
Y dicho y hecho, el padre bajo hasta el patio, cortó la naranja en dos mitades exactamente iguales y entregó cada mitad a cada hija.
Cada una se refugió en una esquina del patio, con su media naranja, tan fatigosamente conseguida. El padre quedo satisfecho, el reparto había sido justo, ya cada cual tenía su mitad, y todo volvía a ser como antes.
Sin embargo observándolas, vio como una de las hermanas se comía con la pulpa de su media naranja y tiraba la piel, mientras que la otra tiró de inmediato la pulpa y conservó la piel.
Se dio cuenta que el reparto más inteligente hubiese sido dar toda la piel a la que sólo necesitaba la ralladura para hacer un pastel y dar toda la pulpa a la otra que deseaba comérsela sin más.