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nuevo sistema
Rodrigo Sáez y Matías Cox, presidente y director ejecutivo de la asociación que reúne a los pequeños y medianos generadores de energía, respectivamente, abogan por que se retome un diálogo técnico al interior del sector y exista mayor certeza regulatoria.
UN TOTAL DE 13 EMPRESAS que suman en conjunto más de 3.500 MW de capacidad instalada, cifra equivalente a alrededor del 15% del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), integra GPM A.G., la asociación gremial que reúne a los pequeños y medianos generadores de energía. Los afiliados a la organización operan centrales de potencias que van de 2 a alrededor de 1.000 MB, mediante distintas tecnologías –gas natural, GLP, hidráulica, diésel y solar–, y que están presentes entre las regiones de Antofagasta y Aysén.
Parte del rol de este segmento de suministradoras es el de prestar servicios al sistema eléctrico, a través de sus unidades de generación térmica –en su mayoría a diésel–, cuando el Coordinador lo solicita por requerimiento de flexibilidad, a raíz de eventuales fallas en centrales o transformadores ocurridas a lo largo de la red.
Más recientemente, las empresas asociadas han incorporado generación renovable, particularmente solar, en pequeña y gran escala. Lo anterior, en el marco de su adaptación a los nuevos desafíos que impone la transición energética. En ese ámbito, las firmas están haciendo importantes inversiones en el desarrollo de proyectos PMG y PMGD.
Revista Electricidad conversó con Rodrigo Sáez, socio fundador y presidente, y con Matías Cox, director ejecutivo de GPM A.G., sobre la situación en que se encuentra el gremio de cara al proceso de transformación que vive el sector eléctrico y los retos que ve en el horizonte en esa materia.
¿Cuál es la percepción del gremio respecto a cómo se está impulsando el proceso de transición energética desde la institucionalidad? ¿Cómo se está dando el proceso para GPM A.G.?
M.C.: Los socios de GPM A.G. están comprometidos con la transición energética y eso se ve reflejado en dos grandes temas. Primero, vamos acompañando el proceso. La transición requiere de flexibilidad y, por lo tanto, el hecho de que tengamos un gran componente de energías variables durante el día, pero que en la noche bajan, implica que estemos apoyando al sistema a través de nuestras centrales cuando se requiere de más energía.
Por otro lado, nuestros asociados están invirtiendo fuertemente en distintas tecnologías –entre ellas, solar y eólica– para diversificar la matriz. Y, además, varios de nuestros asociados están invirtiendo fuertemente en almacenamiento.
R.S.: Es importante revisar la visión de nuestra asociación. Primero, la transición requiere de flexibilidad operacional. Las energías renovables variables son, intrínsecamente, variables. Y las tec- nologías que han impulsado esta transición, que son la solar y la eólica, para nosotros son claves.
Hoy, casi todos nuestros asociados están invirtiendo en ellas, pero a la manera de los generadores pequeños y medianos, es decir, de forma distribuida. Acá, los generadores ya no están solamente centralizados. La generación distribuida ubicada más cerca de la demanda es clave para no tener que sufrir tanto por la falta de transmisión. Aquí, además, es donde entra otro concepto, que es el almacenamiento. Porque la forma de afirmar la transición, de terminarla y proyectar la operación de este nuevo sistema va a ser con almacenamiento, probablemente, en todas sus formas. De corta duración, con baterías y otras tecnologías, y de larga duración, con desarrollos tecnológicos nuevos.
Lo principal es volver al diálogo técnico constructivo, buscando lo mejor para el país, en el corto, mediano y largo plazo”, Rodrigo Sáez, presidente de GPM.
M.C.: Además, entendemos que la transmisión es importante, pero no todo se trata de transmisión. A través de nuestros asociados estamos invirtiendo en zonas del país donde no hay generación. El almacenamiento nos permitirá durante el día llevar la energía a otros sectores, para después poder inyectarla durante la noche.
En su opinión, ¿qué cambios regulatorios es necesario introducir para abordar posibles condiciones desventajosas que podrían estar afectando al gremio?
R.S.: Primero, tiene que haber un diálogo de verdad entre las partes. Debe haber la disposición de sentarnos a la mesa, discutir lo que requiere el país para proyectar esta transición y llegar a buen puerto. Hemos visto que esto se ha perdido bastante desde hace varios años.
Ese diálogo se debe centrar en términos de necesidades regulatorias técnicas. Porque lo principal es volver al diálogo técnico constructivo, buscando lo mejor para el país, en el corto, mediano y largo plazo.
Sin embargo, en el último tiempo se han dado instancias de diálogo entre la industria y el gobierno, por ejemplo, a través de la constitución de varias mesas, como la mesa de potencia o la del mercado de corto plazo.
M.C.: Hay una diferencia. Valoramos que existan mesas donde podamos participar y exponer nuestros puntos de vista. Pero para que haya conversación se necesitan dos. Podemos presentar nuestros puntos de vista, pero la idea es que también recibamos una respuesta de parte de la autoridad. Y, junto con ello, saber si una decisión que se toma en esa instancia está enfocada o no en dar respuesta a las interrogantes o aprensiones que tenga la industria en cuanto a ciertas medidas regulatorias.
Entendemos que la transmisión es importante, pero no todo se trata de transmisión. A través de nuestros asociados estamos invirtiendo en zonas del país donde no hay generación”, Matías Cox, director ejecutivo de GPM.
Las regulaciones impulsadas por el ministerio de Energía, o el regulador, deberían ir en línea con la transición energética y la estrategia de flexibilidad que ellos mismos han fijado. Y vemos que los efectos regulatorios que va a provocar, por ejemplo, el Reglamento de Potencia, están en contraposición de los objetivos que la misma autoridad ha señalado. A saber, el Reglamento de Potencia afecta de manera clara y directa a los pequeños y medianos generadores, que somos los que estamos soportando la transición energética. Asimismo, la ley que se discute en el Congreso para promover las ERNC está pegándole fuertemente a los fotovoltaicos. Entonces entendemos que no hay coherencia entre lo que el ministerio lleva a cabo en su agenda y las medidas regulatorias que está impulsando.
R.S.: Al respecto, tenemos la impresión de que hay mucho trabajo de silo y que no se ve el panorama completo. Se requiere una mirada holística de todo el sistema eléctrico. ¿Qué es necesario? Abordar la fragilidad del sistema en el corto plazo. Por eso, tenemos que entrar en la discusión importante: cómo vamos a cambiar nuestro sistema pensado en hidro-térmico hace 20 años, que ha sido ajustado, a uno que nos proyecte en los próximos 20 años. Esa discusión, que tenemos que verla hoy, es un cambio radical y duro, y es el siguiente paso, el cual no nos va a tomar poco tiempo.
Sin almacenamiento, nuestras proyecciones técnicas nos muestran que el vertimiento solo va al alza”, Rodrigo Sáez, presidente de GPM.
Mientras más nos demoremos, en más problemas podemos meternos respecto a la operación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Por lo tanto, lo que proponemos es que ajustemos las piezas necesarias para vivir en el corto plazo de la mejor forma posible, como sistema eléctrico, de manera no tener problemas de estabilidad. En ese sentido, estamos muy de acuerdo con la descarbonización, pero eso provoca problemas de estabilidad zonales, los cuales hay que abordar.
Asimismo, hay que impulsar el almacenamiento y optimizar la transmisión, para que en 10 años
Fast Track
Rodrigo Sáez resalta que la ley de Almacenamiento y Electromovilidad habilitó el almacenamiento autónomo, también llamado stand alone. “El almacenamiento para centrales renovables ya estaba habilitado para operar en conjunto con las centrales. Sin embargo, en esa bajada reglamentaria, para llegar a la operación, hay múltiples reglamentos que hay que abordar. Entonces hoy no hay una estrategia que diga ‘vamos a hacer todo esto en un plazo determinado y estas son las condiciones’”, advierte el líder gremial.
Al respecto, Matías Cox señala que “muchas de las discusiones reglamentarias sobre almacenamiento están incluidas en otros reglamentos, en torno a los cuales hay controversia en el sector”. Por eso, agrega el abogado, “proponemos aislar o sacar todo lo referente a almacenamiento y hacer un ‘fast track’, lejos de los demás reglamentos y normas técnicas que están discutiéndose, para poder tener esa regulación más rápido”.
tengamos un sistema que funcione mejor con menos fósil. Sin embargo, eso no es instantáneo. Todos los agentes pequeños y medianos, y también los grandes, necesitan tiempo de desarrollo para sus proyectos.
A su juicio, ¿cuáles deberían ser las prioridades del sector para 2023?
M.C.: En el corto plazo, se requiere seriedad y no rapidez en cuanto a las políticas públicas. Hay una agenda regulatoria para los próximos dos años, en que se encuentra el Reglamento de Potencia, la ley que promueve la participación de las ERNC y la ley de apoyo a la transición energética. En el mediano plazo, está el proceso de descarbonización y, en el largo plazo, temas como el almacenamiento, electromovilidad e hidrógeno verde, como herramientas para descarbonizar la matriz.
¿Y en cuanto a las metas del gremio?
R.S.: Aspiramos a que vuelva el diálogo técnico. Es importante que eso se retome desde arriba.
Hay que dialogar técnicamente sobre los impactos de las propuestas que se están llevando a cabo. Asimismo, tener un equilibrio en cómo hacemos más robusto el sistema para los próximos años, porque independientemente del 60% u 80% de ERNC que se ponga como meta, lo que falta es almacenamiento. Sin eso, nuestras proyecciones técnicas nos muestran que el vertimiento solo va al alza.
Además, hay una concordancia absoluta en la industria en que lo que queremos es más ERNC y menos energía fósil, pero tenemos diferencias en cuán rápido llegamos a eso y qué hay que hacer para lograrlo. Creemos que se trata de más transmisión, pero con muchísimo más almacenamiento y para eso se requiere una estrategia clara y certeza jurídica para poder invertir. Queremos colaborar, pero necesitamos reglas claras y tomar nuestras decisiones en función de riesgos conocidos.
FINALIZÓ LA MESA DE POTENCIA: