Voices Literary Magazine - 12th Edition

Page 1

www.voicesmagazine.online

EDICIÓN # 12 - MAYO 2021 BOGOTÁ - COLOMBIA ISSN: 2539 - 4967


IDEA Y CREACIÓN Alexis García Ardila

DISEÑO GRÁFICO Sebastián Flórez Natalia Acevedo Danna Villamil Nicole Castañeda Fabiana Martínez Laura Piraquive Alexis García

VOICESMAGAZINE.ONLINE


COMITÉ ACADÉMICO Angélica Casallas Edward Valderrama Franklin Arciniegas Jorge Vargas Nelson Pérez Yobany Mora Albeiro Montoya Alexis García

COMITÉ PUBLICITARIO Danna Villamil Sebastián Flórez Nicole Castañeda Laura Piraquive Natalia Acevedo Fabiana Martínez Gabriel Salazar Katherine Báez

COMITÉ FINANCIERO Katherine Báez


ESCRITORES Y COLABORADORES Laura Oviedo Diana Barrero Nicolás Villamil Omar Robayo Julieth Parada Sebastián Bohórquez Shraddha Devi Smith Eslava Andrés Herrera Julieth Parada Laura Huerfano Anamaría Bohórquez Camilo Vega Diana Mogollón Laura Perez

Sebastian Orjuela Sebastian Soacha Karen Ruiz Sebastián Flórez Natalia Acevedo María Mesa Edward Valderrama Sophie Pulido Nicole Castañeda Danna Villamil Alexis García Fabiana Martínez Jorge Martínez Sebastián Ariza


COMITÉ EDITORIAL POESÍA

CUENTOS

Sebastián Flórez Alejandro Céspedes Vanessa Rueda Camila Campuzano

Danna Villamil Jorge Niebles Katherine Báez Francy Pulgarín

ARTES

TRADUCCIÓN

Sophie Pulido Angie Camila Moreno María Fernanda Mesa

Natalia Acevedo Nanyi Calvo

Alejandro Céspedes

PENSAMIENTOS Nicole Castañeda Anamaría Bohórquez Fabiana Martínez Rocío Moreno Karen López


Ediciones


Ediciones


Contenido


Prólogo Cada invitación es una aventura nueva. El grupo de Teatro Pandora ECCI acompaña a la Revista Voices hace algunos años donde cada tema es un reto creativo para el colectivo escénico de la Universidad ECCI. Nos reunimos y tomamos decisiones con respecto al tema y empezamos la creación poniendo a prueba nuestra capacidad de imaginar mundos posibles llenos de imágenes, color y significado. El grupo de Teatro Pandora ECCI nace en el área cultural de Bienestar Universitario en el año 2010 a comienzos del primer semestre académico, los integrantes son estudiantes de diferentes carreras que toman la decisión de aventurarse en el mundo escénico por medio de obras de teatro de autores reconocidos y apostándole a la creación colectiva para empezar a establecer un lenguaje con temas sociales y de emprendimiento. Este año encaminamos la creación a los dioses mitológicos de diferentes partes del mundo y, aprovechando que hay estudiantes de la carrera Lenguas Modernas, se realizan los dioses en diferentes idiomas; se vincula el hecho disciplinar de la carrera profesional con la imagen y la palabra del arte escénico. Felices siempre por tan grata invitación. Estaremos atentos a la siguiente edición para seguir creando y dejándonos llevar por el fascinante llamado de la Revista Voices.



Jacintos I Jacinto & Tamiris.

Con coraje mi amor confesaré a aquel príncipe, aunque una vida de desgracias me cueste, peor sería seguir ocultando esta clandestina afición. “!Escuchadme amado mío, escuchadme atentamente! Este aedo viene a declararle su desenfrenado y tormentoso amor, rogando su sincero afecto. Junto a mis más majestuosos versos, permítame cantarle y seducirlo como una musa, usted inspira a mi lira, tocar sus cuerdas son como hacerlo melodía sonando para mi deleite. Acepte mi cortejo como la prueba de mi locura, el encantamiento de su divinidad despertó mi libidinoso interés. Mi alteza de rodillas ante usted estoy, estoy a su voluntad.”

Tu cara será lo último y lo único que siempre recordaré Y aunque mi música a tus oídos no llegará. Mi amor contigo eternamente se quedará.


Jacintos II Jacinto, Apolo & Céfiro.

Mi amado príncipe, comprende que tu amor lo deseo solo para mí, soy suspicaz con aquellos oportunistas en busca de tu inocencia, armado con arco y flecha te resguardaré. Dejó el Olimpo por tu mortal vida, solo para apreciar la única escultura que me ha maravillado en milenios, en cada crepúsculo este dios de las mil artes, intenta impresionar a su sublime excelencia. Me temerán pues tu muerte inmune no quedará, falle en protegerte, los celos nos despojaron de todo, pero el viento no volverá a arrebatarte tu aliento. Mis musas tributo eterno te harán, Tu nombre entre artes y líricas estará. Ningún dios del erebo tu alma se llevará, florecerás entre las lágrimas de tu enamorado, mis lamentos grabados en tus pétalos y a mis pies el único recuerdo de tu existencia. Mi eviterno amor. Mi hermoso Jacinto.


"Mi querido dios, mi tiempo es tuyo, a tu disposición estoy, en el cielo esperaré a tu llegada y floreceré solo para tus ojos. Mi perfecto Apolo, solo recuérdame cuando las cítaras suenen."

Natalia Acevedo Acosta


Noches de largo pensando en ti, a deshoras por un insomnio permanente. Justo desde el momento en el que comencé a perderte… Solo y con un peso más en mi almohada, quiero sentirte en mi cuerpo de nuevo; te imagino, te sueño, me castigo… Ahogándome noche tras noche en constantes desvelos, al no poder tenerte conmigo. Triste sensación de amar un recuerdo, sabiendo que ahora es el momento de alguien más. Sebastián Flórez P.


Es tan claro como el color de aquella flor, que tú simplemente eres ignorancia; que pocas son las ocasiones cuando tu mente y la mía logran vislumbrar lo mismo. Es curioso tener el poder de jurar algo. Tener la capacidad de cumplir una promesa, más aún de aceptar un reto; porque, ¿quién habrá de osarse, de atreverse, a permitirse el seguirme; a afrontar esa batalla ni tan batalla que se desarrolla entre las sombras, el día y la noche? Optar por un camino, decidirse a arriesgarlo todo, enamorase de una sombra, de un alma, de un cuerpo; aceptar que ya se hace, o que nunca se dejó de hacer. Que nunca llego ese olvido entre sombras y otros. Porque somos orgullosos, tercos y toscos; somos humanos bailando entre lo incierto, rodeados de espejos, rodeados de flores, que, entre pétalo y fragmento, reflejan los momentos donde somos, donde estamos; siendo contados aquellos, donde se ve en realidad lo que somos. Laura Camila Huérfano Barrera


Mi dulce diosa, hoy clamo tu nombre en busca de piedad. Piedad de mi alma, que se ha perdido en ojos tan oscuros como tú misma eres. Piedad de mi corazón, que ha sido arrancado por unas manos que escriben odas en tu honor. Piedad de mí mente, que solo reproduce aquella voz susurrando mi nombre. Oh, mi dulce diosa, a veces pienso que es un castigo de tu padre hacia mi. Creó a tan perfecto ser, pero olvidó lo más importante. Olvido bendecirlo con un corazón que me ame, por eso te ruego, señora mía. Te ruego que tomes el mio y lo conviertas en una estrella. En una estrella capaz de extinguir la luz de las demás. Y así, mi querida diosa, él no deberá amarme, sino amarte a ti y a tus estrellas. Así estaré feliz, así me amará, así nos amará. porque somos una sola, divididas por corazones que han sido robados bajo tu luz. Y que en tu luz se esconden al caer la noche.

- Nix


Nacer, crecer, crecer, y… y… Nacer, Miro cada noche directo a tus helados ojos, Ungidos para llevarse mis latidos, Escapando de un destino que no puedo evitar. Rogando a un Dios se apiade de mi alma, Tras el paso que temo dar a tu llegada, Esperando no darme cuenta de ti…

Sebastián Flórez P.


Apolo te envidia. Frente a ti aquel dios pierde todo rastro de hermosura. Poseidón jamás había visto un azul tan fuerte como el de tus ojos. Afrodita está orgullosa, eres una obra maestra. Atenea te observa. Tu sonrisa es una incógnita que no se ha podido revelar. Hades teme por ti. ¿Qué hace alguien tan puro en un mundo tan perdido? Los dioses desean que los acompañes. Ya no habrá tres grandes, ahora sólo serás tú. Se inclinan hacia ti. Zeus lo pidió y Hera lo consintió. El Olimpo está de fiesta. Un nuevo rey surgió.

- Nix


Te tengo guardada entre mis labios, susurrando con besos a tu cuerpo. Se embriagan nuestras pieles, quedándose sin respiración por el roce de nuestros poros y el calor de su ahogo. Colgando de mi lengua la llegada Que precipita y va en bajada por tu cuello deslizante hasta Venus y sus adentros. Sebastián Flórez P.


The curse came to me, Dreadful crawled to thee. Heaven was dark that day, Thou are spelled as it was today. Even, turned down from hell, The higher increased my smell. My hair, adopted by a serpent, Cause I was accused of ardent. If thou look at my face, Avoid and hide from the embrace. Such a spell goes across my bone, All strangers shall turn into stone. The hex came from a God, Mighty, but thou are a fraud.

Alexis García Ardila


The path of the red thread In the thick darkness, there's a thick bleakness.

A creature waits for its next feast, A new sacrifice of fresh flesh. The wind whispers omens of war.

Just an entrance and just an exit, Only one will live and only one will die. Will the cowboy kill the beast? Or Will the beast kill the cowboy? A thread marks the way, A sharp sword is thirsty for blood today. It's the brave intruder's day, The minotaur is gonna pay. In the center of the dark maze, The braveness of Theseus lighted up the place. The thread turns red like the beast's blood, The red thread of fate has returned hope.

Sebastián Ariza Ciro


Once Upon a Love

Once upon a time, in the city of ghosts, there were no people to save, no hero to adore. Only Hades, of the underworld the king, and of the doors the host. No god-like him ruled his home, no one like him existed before. Please do not call his majesty a villain. It was fate who condemned him to a dark immensity. The Dark King is one in a million because his heart learned to love with intensity. Once upon a time, a queen arose in the city of ruins. To save her, Demeter the world froze. But seed after seed, the love ran under their skins, and a happy ever after was exposed. Once upon a time, in the city of blood, the banshees smiled when their king loved.

- Nix


If at down you will not be, have rung the bell for me, of that way I will find, how to break this grind, of missing you forever, well, is this way or never. Will your lips return? his absence burns. My dear moon, I want to see you soon, thanks to my flock, now I forget the lock, for my wish I received, a love that no one believed. I want to stop dreaming, I can´t remember your smile gleaming. Julieth Camila Parada Aldana


“A veces en medio de mi soledad, Mirando las estrellas en una banca me pongo a pensar, Con mi gran invitado sobre las insignificancias para otros Que algunos de nosotros nos rompen; solía preguntarle y me daba respuestas certeras, Veraces, con pocas palabras que manifestaban un hito de complejidad… -Me dan ganas de deprimirme y romperme cual espejo colapsando el reflejo que otros poseen de mi pero ¿Por qué el hombre siempre en su más remoto pensamiento tiene esas ideas suicidas, apocalípticas y disyuntivas entre seguir y quitarse un peso como la vida? Lo que obtuve fue lo más sincero que puede tener un compañero, uno verdadero; un silencio… Un silencio de amigo quimérico…” - S.S


Buena noche, ante todo un rayo de presentación, dos guerras de prólogo y un jardín de ejemplos. Mil demonios como asistentes a la obra y dos titanes para hablar, concentración a fin; no sueñen al morir(dormir) ni desfallezca en la búsqueda del oro. Para el dios un cordial saludo y una venia bendita, para el diablo la mano izquierda y unos cuantos susurros. Al terminar la obra Incubus yace en las rosas en cama junto a la afrodita durmiente, con celo en el seno y aire en el viento. Zeus gestor de la obra, Odín participe de ella. Vida, gloria y muerte, la ley del héroe; sangre, sudor y fiesta, la viveza del guerrero.


Belleza siniestra Bajo la luna roja en el reino de los caídos, por encima de las normas, florece un amor intemporal, ajeno a la divina arbitrariedad pero fragmentado por el perpetuo odio. Las rosas arden, las nubes caen y los insolentes huyen, arropados entre las tinieblas, se desata la lujuria infernal entre la reina de la noche y el príncipe del este. Juzgados en el celeste cielo por su rebeldía, inician una mundana revolución, reinando en el exilio, las lágrimas se desvanecen y una guerra se origina, indisoluble armonía de sus labios carmesí. Banales apáticos verán, al fin, la caída de los serafines por la libertad. Lilith & Lucifer

Natalia Acevedo Acosta


DUALITATEM Brillan bajo una turquesa laguna,

luceros rayos escarlata al mediodía. O

S olo cuando las estrellas relumbren,

y al anochecer las desgracias se oculten. Únicamente

Al son de la tenue música, su dulce danza, cautivará a mis enamorados ojos. Pero

E

stallará mi odio por tu destructivo cariño, nadie detendrá la masacre bajo el ojo de la luna. Hasta

Sacrificaría mi deleite por tu sonrisa,

aunque origine mi más abismal cólera. Mas

Jamás olvidarás la dama que entre llamas logró encender tu ártico deseo. Aquí

Tentada por él éxtasis de tu aroma, busco la armonía de los felices.


Mientras

M i miserable e injusta maldición,

consume la paz de nuestra calamidad. Ahora

Escaparé hacia los ojos de medianoche que profesaron la caída del monarca. ¡Vamos!

E staré en el medio de este amor bélico, gozando del abrazador sol.

¡Déjame!

Traidor de antifaces y ladrón de fantasías, has envenenado mi hogar.

¡Mírense!

T

¡ ontos! Expectantes al fracaso, su alteza derrocada ha quedado. En las cenizas del derrotado imperio. Únicamente mi dulce amor y mi temible devastación. Sobrevivirán a ti.

Bastet & Sejmet

Natalia Acevedo Acosta


DUALITATEM BASTET

Brillan bajo una turquesa laguna, luceros rayos escarlata al mediodía. Al son de la tenue música, su dulce danza, cautivará a mis enamorados ojos. Sacrificaría mi deleite por tu sonrisa, aunque origine mi más abismal cólera. Tentada por él éxtasis de tu aroma, busco la armonía de los felices. Escaparé hacia los ojos de medianoche que profesaron la caída del monarca. Traidor de antifaces y ladrón de fantasías, has envenenado mi hogar.

SEJMET Solo cuando las estrellas relumbren, y al anochecer las desgracias se oculten. Estallará mi odio por tu destructivo cariño, nadie detendrá la masacre bajo el ojo de la luna. Jamás olvidarás la dama que entre llamas logró encender tu ártico deseo. Mi miserable e injusta maldición, consume la paz de nuestra calamidad. Estaré en el medio de este amor bélico, gozando del abrazador sol. ¡Tontos! Expectantes al fracaso, su alteza derrocada ha quedado.


HORUS Soy un cazador, La envidia de Anubis, El amor de Isis. Mis servidores me adoran, Mis soldados me aclaman. Aunque la vida es una flecha, Que arrojo al cielo, Soy capaz de verlo todo, Soy un águila en la visión; Pero nunca veré más de esa flecha. Sobek, mi amigo, mi enemigo, Muéstrame el camino a través de las arenas, Guía mi camino por el Nilo. Aunque mi sangre derrame, Seré la flecha de todos los arqueros, El acero de mi pueblo al frente; Los reyes gritaran mi nombre antes de la guerra. Y viviré, Viviré por los eones, Y por cada grano de arena en mi tierra, Habrá un hombre, un nombre… “Horus en su lecho de muerte”

Camilo Vega.


VALHALLA Ni lobo acostado consigue su tajada, ni hombre que duerme victoria. -Proverbio vikingo.

Oigo cómo el filo del hacha me susurra al oído, sintiendo la gracia proveniente del padre de todo; llenándome de valerosidad por su magnificencia. Aquella que guiará el siguiente tajo directo al cuello del enemigo, concediéndome con su sangre la entrada al gran salón. Si hoy he de morir en la gloriosa batalla, pido mi cuerpo yacer junto al hacha que empuñé; mientras he de mirar con orgullo a los cielos, al abrirse para mí las puertas del Valhalla. Escucharé como descenderán de aquellas puertas doradas, las Valkirias que llevaran mi alma junto a Odín; para festejar y beber hidromiel sin embriagarme, Hasta luchar junto a él en la guerra eterna y el Ragnarök. Pues en una gloriosa creencia he vivido, Y en la cual mis hijos y los hijos de mis hijos vivirán; luchando para servir a ellos, los dioses.

Sebastián Flórez P.


Cuento


La La fueza fueza del del amor amor "El amor es la única respuesta sensata y satisfactoria al problema de la existencia humana." -Erich Fromm. Pueden llamarme como quieran, aunque si les es más fácil entenderme, puedo ser simplemente “yo”. Y es que ni siquiera tengo una forma o genero más allá de los que me han asignado a lo largo de la historia, ya que soy como un sustantivo que existe por sí solo, pero que necesita de un adjetivo para ser definido y entendido por lo demás.


Llevándolo a una simplificación, los egipcios me conocían como Min, Hathor, Qetesh y entre otros más. En Grecia, por ejemplo, fui el gran Cupido, a los helenos les gustaba creer que yo jugaba a decidir a quién amaban u odiaban ellos, lo más gracioso de todo es que creían que yo iba libremente por la antigüedad con arco y flechas a mi espalda; y lo cierto es que nunca necesité de esos elementos para activar la fuerza del placer, y de ahí, que también me llamaran Eros o Afrodita. Por otro lado, a los nórdicos les gustaba llamarme Freyja o Frigg, y ellos sí que estuvieron cerca de mi origen.

Al principio todo era oscuridad, por un lado, se encontraba el frio, por el otro, estaba el calor, y en la mitad de ambos la conversión de la existencia con nosotras las fuerzas vagando sin entender qué éramos o qué hacíamos en la nada. Sé que los Aesir contarían mejor está historia, ya que fueron ellos quienes dieron más sentido a nuestra existencia, pues se cuenta que las fuerzas no teníamos idea de que estábamos allí hasta que Odín, padre de todo y rey de los Aesir, cuando buscó conocimiento en el pozo de Mimir, fue revelado de nosotras y en búsqueda nuestra salió,


para así brindarnos la conciencia de que estábamos allí. Sé que es algo difícil de entender, pero básicamente todo lo que se siente y se vive al existir tiene algo detrás que lo está hilando, somos el amor, el placer, la felicidad, la tristeza, el miedo, la ira, la locura, la vida, la muerte, básicamente todo lo que es percibido y sentido por un ser viviente. El trabajo de las fuerzas es mantener un orden sin que se note, pero eso sí, vuelvo y digo, nunca hemos tenido una forma física definida más allá de la que nos han dado los humanos, y es que hasta los Aesir nos llamaron alguna vez por algún un nombre, nos decían

“Nornas hiladoras del destino”, y otra vez simplificándolo un poco más, lo hicieron porque en la existencia hay como unos hilos que se conectan con cada ser en Midgard (la tierra). Es lo que los japoneses también llaman en los tiempos modernos como “El Hilo Rojo” y eso refiriéndose solamente a mi parte en el orden de todo, ya que hay “Hilos” para cada fuerza y aspecto de la vida. Todo lo que cuento, es una parte de lo que compone mi amplia existencia que ni fecha de inicio tiene, aunque prefiero decir que yo nací cuando el primer ser vivo y consiente sintió uno de mis


sentimientos como el deseo, la lujuria, el placer o el principal de todos, el amor. Y es verdad, tengo muchas cosas por hacer en el orden de todo, pero la tarea más importante a mi parecer es no dejar que los hilos se rompan. Digamos, cuando nace un humano en Midgard, de su cuerpo se comienzan a hilar las fuerzas, y en cada hebra, se controlarán cada uno de sus aspectos en vida, siendo eso lo que percibirá o sentirá hasta su muerte. Yendo más a fondo y con un ejemplo relacionado a mi fuerza para entender mejor: Un hombre nace y va creciendo, hasta que llegará a un punto

donde el amor se activará, y así en el destino conocerá a su primer amante, su primer abrazo, su primer beso, su primera relación. Vivirá momentos apasionados, llenos de lujuria, y otros más amorosos, pero, desafortunadamente todo se tendrá que acabar… y él, comenzará creer que no volverá a amar jamás. Su hilo comenzará a perder sus hebras y la muerte se acercará más… Y en ese momento, es cuando yo entro enhebrándolo de nuevo, enseñándole que su hilo no conectó con el de su primer amor, porque sencillamente no comparten el mismo hilo conectado


(es un amor no correspondido) y es que para que los hilos funcionen tienen dos personas que compartir el mismo hilo, o de lo contrario, el destino no funcionaría y se romperá. Aclaro que yo no escojo a quien amaran, eso llega por sí solo. Ya cuando yo hilé de nuevo, al pasar el tiempo, ese hombre conocerá a otro hombre que amará hasta que mueran, y todo el trabajo estará hecho. Lo anterior es mi trabajo, lo que llevo haciendo miles de años. Confesaré que a veces siento que mi vida, si pudiese llamársele así a mi mera existencia, es siempre en beneficio a todo lo demás, y aunque

no me quejo de mi trabajo, no dejo de pensar en qué se sentirá amar, ya que nunca he amado, ese no es mi propósito al existir. No existí para ser sintiente, tampoco para ser un dios, solo para servir. Creo que, si tuviese la oportunidad de viajar a Midgard, viviría la vida de Joseph, contextura promedio, uno setenta de estatura, ojos claros y cabello rizado. Y ¿por qué él? Pues esas fueron las características de un hombre al que no pude salvar antes de que su hilo rompiera por completo. Recuerdo que Joseph amaba a una mujer llamada Monserrat, que, tristemente no le


correspondía en su hilo…. y antes de que yo pudiese guiarle a su correcto destino, él decidió acabar con su propia vida… Es mentira cuando los humanos dicen que de amor nadie puede morir, pues él murió en mis brazos. Yo mismo trate de recuperar su hilo, y al no poder, solo se desvaneció y sus fuerzas desaparecieron, por el amor, las otras fuerzas se fueron. Curioso que soy quien trabaja para que el amor sea real, pero quien nunca lo ha sentido ni un poco. Y sí, es cierto que existen historias como el mito de Cupido y Psique donde se cuenta que me

enamoro, pero ese relato es solo una invención de algún hombre que intentó explicarme en sus creencias; y no digo que eso me moleste, de hecho, es halagador. El caso es que me gustaría saber lo que se siente enamorarse, pero sé que es algo imposible, pues no tengo un hilo… No tengo un cuerpo compartido en el amor, y aunque quisiera tener una experiencia solo por placer, sería riesgoso, ya que jugaría con los hilos de muchos más. De verdad que quisiera poder amar, pero si no soy yo, ¿quién más mantendría el orden del amor en la existencia?

-Sebastián -Sebastián Flórez. Flórez.


Cuando recién cumplí ocho años, mi papá me llevó al Jardín Botánico para celebrar mi cumpleaños, recorrimos cada espacio de aquel hermoso lugar, vimos todas las flores que había allí, observamos distintos insectos, y otros animales; recuerdo muy bien cada paso que dimos, cada lugar que recorrimos e incluso qué hicimos después de salir del jardín. Pero aquí no acaba esta historia, horas antes de devolvernos a casa, quise alejarme de mi papá y recorrer yo sola el jardín, mirar cada cosa que me causaba inmensa curiosidad y deseaba encontrar algo nuevo. Así pasó, decidí que el camino me guiaría, recorrí el humedal, vi nuevos animales, flores y plantas, hasta que llegué al Bosque Andino; me sentía perdida y no podía encontrar el camino de regreso, algo llamó


mi atención: En medio de todas las hojas secas que me rodeaban, pude ver una flor que se diferenciaba de todo lo que había allí, no sé cómo explicar enteramente su color, pero creería que era rosada, al acercarme noté que se movía, inmiscuyéndose entre las hojas, supe que no era una flor cualquiera, su tallo era morado y sus hojas parecidas al papel celofán tornasol. Pasados unos minutos, decidí que debía tenerla en mis manos para verla más detalladamente y saber a qué tipo de flores pertenecía; pues así lo hice, cuando ya la tenía en mis manos, vi su rostro, tenía una pequeña, casi diminuta, nariz, sus labios eran rosados como el color de los pétalos que la cubrían, y su vestimenta era de color tornasol. Aún recuerdo su mirada, tenía una mirada inquietante, noble, y sabía que no podía hacerme daño, no por lo pequeña que era, sino porque

así lo sentía. La pequeña criatura voló de repente de mis manos dejándome la curiosidad por saber qué era, pues ya tenía claro que no era una flor. Con pocas esperanzas de que aquel evento volviera a pasar, salí de aquel inmenso bosque, encontrando una fuente de agua refrescante para el sol caliente que hacía; me acosté en el pasto, recordando lo que había sucedido anteriormente, no lo podía creer, no podía ser verdad. Pasada casi una hora después, me levanté, y para mi sorpresa la vi otra vez, estaba sentada en la fuente, y junto a ella había otra criatura, esta tenía pétalos amarillos, tallo café y un vestido verde. Quedé estupefacta al verlas, eran tan hermosas que no lo creía, en ese momento se acercaron a mí, dejando en mis manos una pequeña piedrita de color tornasol, y susurrando en mi oído con una voz dulce la palabra “Xalat”, he creído por años que significa gracias, pero no


estoy segura. Al visualizar con más detenimiento la piedra que recibí, noté que no era solo de color tornasol, sino que dentro de ella había unos pequeños diamantes formando un círculo, estos diamantes eran de color rosado, amarillo, verde, azul, morado, dorado y color niu. Al alzar la mirada, estaban 5 criaturas más de distintos colores (Tales como los que estaban en la piedra tornasol) sentadas al borde de la fuente, todas me miraban y al unísono escuché nuevamente la palabra “Xalat”. Estaba tan emocionada de ver tantas criaturas tan hermosas y mágicas, que olvidé dónde estaba mi papá y si me estaba buscando, pero para ser sincera casi no me importaba dónde estaba él, pues en ese momento mi atención estaba en ellas. Cuando volví la vista a la fuente, ya no estaban, no había nada allí, porque no estaban en la fuente sino

sobre esta, formando un círculo como el que estaba en la piedra, iluminando toda la fuente con sus colores. La voz de mi papá llamando mi nombre las asustó, y en menos de un segundo desaparecieron. Al llegar a casa busqué en libros de biología o anatomía animal en busca de estas criaturas, pero no obtuve respuesta; meses después en el libro de “Mágico Mundo de las Hadas” escrito por Roberto Rosaspini, las encontré, y entonces supe que aquellas criaturas no eran flores sino hadas, las hadas del Jardín Botánico. También encontré que la piedra que recibí aquel día se llama piedra de la luna, o piedra de hada. Hasta el día de hoy no las he vuelto a ver, cada vez que voy al Jardín Botánico recorro cada paso que di aquella vez, estoy segura que aún cuidan el jardín de aquellos que no saben valorar la naturaleza.


En la Caverna

Mi madre me acababa de ordenar ir al río a lavar algunas prendas. El sol ya empezaba a esconderse, y yo, conocedora de los mitos y leyendas que rondaban el río, me negué al principio, alegando no querer ir sola a esa hora; sin embargo, tras un bofetón y un fuerte regaño, no tuve de otra más que tomar la canasta de ropa y emprender el camino rumbo al río. Una vez allí, quise lavar la ropa tan rápido como pude; el agua del río estaba fría y los animales de la noche se empezaban a escuchar a lo lejos. Cuando estuve lista para irme, tomé la canasta y me puse de pie. Me di la vuelta para marcharme, pero sentí un ventarrón que me erizó la piel. Intentando no prestarle atención, di un paso hacia adelante, y fue allí que sentí su presencia. La poca luz apenas me permitió identificar una figura de contextura gruesa, una cabellera larga, y sentí un olor a tabaco. Por alguna razón, me sentí tranquila, incluso hasta atraída, como si cada fibra de su ser me incitara a acercarme. Me sonrió y se dio la vuelta para emprender una lenta caminata; esa sonrisa fue suficiente para convencerme de seguirlo. Me sentía casi como en un trance, como si una fuerza extraña tomara posesión de mí.


Haciéndonos paso en medio de los altos matorrales, lo seguí hasta una caverna que estaba segura de no haber visto nunca a pesar de haber vivido en esa zona durante toda mi vida. Frente a la caverna, estiró su gran mano en dirección a mí, y yo, sintiéndome segura (aunque debía sentir todo lo contrario), permití que tomara mi mano y me guiara al interior de la caverna. Debí haber huido... Ahora nunca saldría de allí.

Danna Danna Villamil Villamil Ilustrado por: Nicolás Villamil


Érase Érase una vez el Érase una una vez vez el el mundo mundo y el amor mundo y y el el amor amor

Eduard Valderrama Él se encontraba solo en el mundo y eran muchos los privilegios que tenía, disfrutaba del arcoíris que lo acompañaba en el bosque cuando hacia sus que haceres después de una tarde lluviosa, aprendía del canto de las aves que lo guiaban en la búsqueda de alimento en las mañanas soleadas en las extensas praderas, donde el dorado del trigo destellaba con los rayos del sol matutino, hablaba con la luna que alumbraba las noches y su reflejo se veía en medio de las gigantes palmeras que estaban sobre la ladera que limitaba el mar con la playa. En una de esas tertulias que sostenía con la luna y las estrellas les contaba lo que descubría en ese paraíso donde había sido puesto de la nada, no comprendía la naturaleza que le brindaba todo y lo mantenía en un mundo donde estaba solo pero le faltaba algo, algo que no conocía pero que su cuerpo y su alma se lo pedía, pero que él no comprendía, esa noche se enteró que la luna tiene nombre y que se llama Chia. Su tristeza era muy grande y en la naturaleza se sentía ya no brillaba el sol con la misma intensidad


de todos los días, las plantas ya no vibraban cuando crecían ni emitían esas fragancias que excitaban a los insectos a polinizar las flores. Chia preocupada por su compañero nocturno de tertulia, miraba con tristeza al universo y les preguntaba a los dioses, que conocían la naturaleza humana si ellos sabían el motivo de su preocupación, todo permanecía en un silencio absoluto cuando del infinito se escuchó la voz de Zeus que dice “el principal problema del hombre está en el corazón, debes buscar en la inmensidad de su alma y entenderás que tu amigo no sueña, porque no ha aprendido a amar”; las palabras del Dios generaron eco en la luna que aún no comprendía lo que estas querían decir. El hombre dormía apaciblemente sobre la hierba mientras soñaba que estaba perdido en un paisaje estéril, donde no existía sombra alguna ni ninguna forma de vida, los rayos del sol eran penetrantes, no sabía para donde caminar todo era inhóspito, el calor a la distancia da la imagen fantasmagórica de una silueta humana, que él nunca había visto con unos contornos perfectos, mientras se acerca a esta figura, logra visualizar sus profundos ojos negros y un voluptuoso cuerpo que era desconocido para él, formas distintas a su cuerpo que le generaba atracción, la sombra le murmura soy Rati, la musa del sexo, la diosa del amor,


soy el espíritu que le falta a tu cuerpo y pronto conocerás, cuando ella estira su mano para tocarlo el despierta de este extraño y hermoso sueño. El nuevo día comienza radiante en este paraíso nuestro protagonista camina cerca del rio buscando alimento que le brinda la naturaleza, frescos frutos, bayas y demás regalos de la naturaleza bondades también de los dioses con los hombres, la mañana transcurre en normalidad y mientras el solitario hombre camina por las praderas, ve nuevamente algo que parece un espejismo es una figura similar a la de sus sueños, parece una hermosa deidad, pero no es una mujer desnuda de un cuerpo perfecto que llama la atención del único habitante de ese esplendido paraíso, se acerca con prontitud nunca se había sentido tan feliz, le acaricia su rostro con suavidad a lo que ella responde besándolo en la boca, en esos momento el recuerda las palabras de la diosa del sueño, sintió una energía inexplicable que entraba a su cuerpo con ese beso, sintiéndose nuevamente vivo y rey del paraíso, ahora con una compañera de aventura de amor y de erotismo. Una noche cuando paseaban por la playa su amiga luna los vio y se alegró mucho de verlo tan feliz su alegría se reflejaba en forma de una hermosa luna llena por eso desde esa noche la luna llena siempre acompaña a los enamorados evidenciando alegría por su amor.


El Detrás Sombras, colmillos, lamentos y dolor. ¿Fantasmas? ¿Vampiros? ¿Satán o Dios? Con el paso de los siglos, las incógnitas y la curiosidad se convierten en el yugo opresor. La verdad se abre paso entre mitos y leyendas. Permíteme contarte la realidad que entre libros y tinieblas se esconde; la verdad dicha a voces. Dentro de la atemporalidad, bucles y multiversos, se encuentra un pagano dios, rechazado y ajeno a las banales creencias profesadas por los mundanos. La deshonra recorre sus venas, derrocha fracasos, vive en la irónica comedia de la desgracia.


El pérfido rey juega cartas desde su trono, apuesta la cordura de sus súbditos, carta tras carta, cruce por cruce. Licántropos corren por las calles alemanas, sirenas cantan en el Amazonas y fantasmas espantan en los dulces hogares de familias religiosas. Su gozo está en la tortura de inocentes mentes, en sus apuestas al destino; sus viajes entre planos paralelos, saltando sin cuidado, chocando nuestros mundos, fusionándolos, causando terror e intriga en los humanos. Nada es mentira, todo es verdad. Tras los mitos está un arlequín voluble en busca de poder. Ciegos aquellos que las mentes les obstruyen ver las fichas moverse en nuestra contra.

Natalia Acevedo.


La Historia de Oradat el infame y su reino hundido bajo las aguas Gormora fue uno de los reinos más antiguos y prósperos que existió en el continente de Dragorya. Su longeva existencia era en principio acreditada a la nobleza de sus anteriores gobernantes, cuyo ejemplo de bondad se mantuvo indeleble con el transcurrir de los tiempos. Además de Gormora, estaban los reinos vecinos de Lizardia (llamado de este modo gracias a las diversas especies de lagartos) y Kunval (tierra donde se ubica el volcán dormido más grande y antiguo de Erdebelt), que al igual que los cuatro Reinos Hermanos de Anklarya, vivían en absoluta armonía tanto entre


ellos mismos, como con las sociedades dragodianas que originalmente poblaban el continente desde el origen de los tiempos, pero que desgraciadamente, fueron diezmando con el paso del tiempo. El amor y respeto de los hombres hacia los animales llevó a que entre los tres primeros gobernantes de estos reinos decretaran un código de carácter sagrado, pues desde los primeros días de Erdebelt, los Señores Supremos convivieron con las distintas razas de criaturas vivientes y dado a los grandes favores que estos otorgaban a sus veneradores, los hombres y mujeres no tenían otra forma de agradecerles su infinito amor y generosidad que exaltándolos y cuidando

al mundo, que era al fin y al cabo el regalo definitivo para ellos. Este código, extenso de por sí, debía cumplirse cabalmente sin distinción de clases. Algunas de las normas contenidas en dicho documento citaban lo siguiente: 1) No darás muerte a todo animal que camine, se arrastre sobre su vientre, nade o haga uso de sus alas a menos que la necesidad lo amerite o pidas perdón si has acabado con su vida. 2) No comerás de la carne de aquella criatura a quien has dado muerte si no tienes hambre. De lo contrario, enterrarás y honrarás sus despojos. No los exhibas como objetos de lujo para vanagloriarte. 3) No comerciarás con animales vivos, así como no quisieras que a tus semejantes los vendieran como esclavos.


4) No sacrificarás vidas inocentes en nombre de los animales, ni los alzarás como tus dioses. 5) No te alzarás como un ser superior a ellos, ni te atribuirás el derecho de causarles perjuicio ni perdición. Aunque ya es sabida su extensión, se cree que desde finales de la Primera Edad de Erdebelt, dos de los hijos de Verdiana, los Supremos Sabet y Alanim, a quienes se les reconoce la existencia de las dos facciones de estas criaturas, fueron los creadores de dicho código. Antes de su partida del lado de los hombres, dejaron dicho código grabado en los muros y pilares de un templo formado a partir de la lava del gran volcán Kunval, el cual reposa actualmente en el punto donde los caminos hacia los tres reinos convergen.

E imbuido por una magia que trasciende el tiempo, ha permanecido intacto desde entonces. Y recibió por nombre: Gla-Rion o Cristal Negro. Por desgracia la larga prosperidad del reino de Gormora no duraría eternamente, siendo el detonante de estas desgracias el ascenso al poder de un príncipe malvado y mezquino, hambriento de riquezas y gloria. Dicho príncipe correspondía al nombre de Oradat, tercer hijo del rey Omaad que, a causa de su avanzada edad y decrepitud consiguiente, falleció inevitablemente a la edad de 88 años cuando dormía en sus aposentos. Cuando este ruin heredero al trono tomó posesión, el gran luto que la pérdida del rey había generado en todos sus súbditos era superior que la alegría que décadas


atrás había originado la coronación del mismo; y no era de extrañar que hubiera quienes consideraban que la llegada de aquel hombre al trono era una señal de cosas terribles que llegarían al reino tarde o temprano. Cuando esta ceremonia tuvo lugar, él era ya un hombre de 30 años. Parte de su infamia era debida al absoluto desprecio que este hombre sentía por la vida animal y quebrantaba constantemente dos de las consignas establecidas en el código: amaba cazar y exhibir sus presas como si estas fueran los tesoros más exóticos jamás vistos en el mundo y por otro lado, a pesar de las advertencias y súplicas de su padre, el príncipe Oradat hacía de oídos sordos a la hora pasar por la espada o emplear la ballesta contra familias de

de animales cuyo único pecado había sido existir. -Algún día-solía decir de manera pedante-, lograré la mayor colección de trofeos de caza jamás vista en este mundo. Un simple código no me lo impedirá, no me importa si fueron los dioses quienes lo impusieron. Más que un príncipe, soy un dios próximo a surgir y nadie me impondrá límites. El viejo rey Omaad estaba francamente decepcionado de él y no había en el mundo modo o fuerza que lograra cambiar la cruel personalidad de la que su hijo adolecía; y si era indolente a la hora de quitar la vida a una criatura inocente, su maldad entonces podría cruzar cualquier barrera a la hora de obtener lo que deseara. Era un alivio que este fuera el menor de tres hijos, ya que el que


reinara un asesino desalmado resultaría una vergüenza para la Familia Real. Sin embargo, aquella suerte tampoco sería perpetua. Diez años antes, Oradat convivía con sus hermanos mayores Olsit y Belon, con quienes tenía un trato cordial a pesar de sus diferencias. No en balde, es preciso saber que el hijo menor del rey de Gormora no era de esas personas que se caracterizaran por su honestidad sentimental, sino por su habilidad al al momento de fingirla.

Si su ascenso al poder era algo terrible, hubo otras tragedias en el pasado que el rey tampoco pudo evitar: la primera fue la pérdida de su esposa, la reina Darem, quien cayó gravemente enferma tras dar a luz a este hijo de sus desventuras; aquel parto largo y martirizante que desencadenó una hemorragia que no pudo ser detenida a pesar de los incontables esfuerzos de los médicos. Tres días angustiosos transcurrieron, hasta que ella finalmente acabó en la tumba...

Jorge Martinez Niebles


La Extinción de un Reino

Érase una vez en las hermosas y abundantes tierras de Chapicotlatl, nació bajo un árbol de naranja una hermosa niña de tez morena con un color de ojos parecidos al color del sol, tan brillantes eran, que dejar de mirarla era imposible. Esta pequeña fue encontrada por un noble hombre, quien la llevó a su humilde hogar con su esposa, la pareja nunca había tenido hijos, pues las labores con la agricultura no les daba tiempo para eso. Cuando su esposa vio semejante belleza, envuelta entre hojas para no ser descubierta, supo que era un llamado del dios Tonatiuh, dios del sol, quien la envió a la tierra para que sintiera el amor y compasión de los mortales. Los meses pasaron, el trabajo en el campo y en el hogar se complicaba, a tal punto que la pareja de esposos fue llamada a rendir cuentas de su desempeño ante el rey Duitemoc. -Me han informado que ustedes no han cumplido correctamente con las labores que se les encomendaron -dijo Duitemoc al noble hombre. -No le han mentido señor. La vejez no nos ha tratado como esperábamos, pero eso ya no impedirá nuestras labores.


-¡Su vejez no es excusa para dejar perder la siembra! ¡Espero no volverlos a ver otra vez ante mí! exclamó el rey. De regreso a casa, encontraron debajo del mismo naranjo un canasto de semillas y vestimentas alusivas al dios Tonatiuh, y otro canasto lleno de oro. Al llegar a su hogar con tanta abundancia en sus manos, rezaron y se encomendaron ante Tonatiuh para no ser descubiertos por el rey (el cual sólo veneraba a la diosa Coatlicue, diosa de la tierra) dejando ofrendas como agradecimiento en el mismo naranjo dulce. Pero no todo puede ser alegría y calma en Chapicotlatl, pues una noche donde los truenos no cesaban y el cielo no respetaba la tranquilidad del pueblo, llegó la lluvia desenfrenada inundando todas las cosechas y siembras que allí se encontraban, parecía una noche interminable y el fin de Chapicotlatl. El rey ordenó que todos en el pueblo recogieran las cosechas que se pudieran salvar y las resguardaran dentro del reino; afuera de este, todo era un caos, la lluvia arrancaba las casas, chozas y todo lo que se atravesara, hasta el hogar de la pequeña familia fue arrasado por la fuerza del agua, llevándose también a la pequeña princesa enviada por Tonatiuh, que con sus gritos y llantos llamó la atención de uno de los esclavos que se encontraba cerca, salvándola de su terrible fin.

Su salvador quedó pasmado al ver aquellos ojos que con su brillo iluminaban la noche infernal, así que decidió presentarla ante Duitemoc, quien supo de inmediato que era la hija de Tonatiuh, quien siglos atrás destruyó sus hogares, sin importar las ofrendas que su pueblo le había hecho. El rey, en venganza contra Tonatiuh, decidió sacrificar a la pequeña y entregarla a Tlaloc, dios de la lluvia, para que cesara de llover y Chapicotlatl volviera a su normalidad. Lastimosamente, no hay mortal que pueda retar la furia de un dios a quien le han arrebatado de una manera cruel su más preciado tesoro. El reino de Chapicotlatl desapareció en un abrir y cerrar de ojos, cuando mágicamente cayó una bola de fuego sobre el mismo, dejando en cenizas no sólo el reino, sino también el pueblo entero. La lluvia no cesó, las cenizas se dispersaron en el agua y fue como si Chapicotlatl nunca hubiese existido.

María Fernanda Mesa.


La primavera A lo lejos en el camino vio a Gerda, la giganta más hermosa que sus ojos pudieran observar, quedando hipnotizado con su encanto desde la primera vez que la vio en su visita al trono de Odín. -Pensé que no vendría. insinuó Freyr -¿Había manera de evitarlo?, me ha amenazado de muerte. - respondió Gerda. Un silencio incomodo se propagó durante unos minutos, Freyr, desconcertado, no dejaba de observar tan alta belleza que iluminaba mar y tierra, haciendo que todos cayeran a sus pies, pues aquel joven dios no podía creer cómo su ausencia y falta de amor lo hacía caer en cama. En eso Freyr entró en razón y sin más rompió tal silencio halagando su presencia. -Disculpe, señorita, pero su belleza me ha cautivado, usted ha llegado a arrebatar mi aliento.


Además, tengo que confesar que su perfección aumenta mi deseo, sin embargo, no comprendo el por qué ha declinado mis ofertas. -No han sido de mi interés, si quería pedir mi mano se hubiera fijado en que mi padre tiene oro y un jardín lleno de manzanos ¿Por qué querría algo que ya tengo? Aunque debo admitir que su espada me ha llamado la atención, nunca vi algo igual. -Déjeme decirle que encuentro sus palabras un poco despiadadas, ya que mi propósito era compartir con usted un poco de mis riquezas y aun cuando usted mantenga su inflexibilidad, dureza y frialdad, no hará que mis sentimientos hacia usted cambien; he esperado 9 días para tenerla de frente como mi prometida y así mismo anhelo lograr que usted tenga sentimientos semejantes a los míos. Al pronunciar estas palabras Freyr confirmó que jamás en su eternidad conocería nuevamente una mujer con tal esplendor, pues en aquel momento se había convertido en la prometida del sol, en el bosque donde se mantienen los apoteósicos brotes de los árboles. Fragmento del cortejo entre Freyr (dios de la lluvia, del sol naciente y de la fertilidad. ) y Gerda (Personificación de la tierra), haciendo alusión al verano y la primavera.

Julieth Camila Parada


Navegando en Alta Mar Entre las olas, se divisaban relieves de animales, a veces medusas con sus tentáculos alargados y aquella tela transparente que tenían por piel. Algunas ocasiones navegábamos por los fiordos chilenos; si uno era afortunado alcanzaba a distinguir a los bonitos delfines de color azul opaco. No obstante, aquella noche había una brisa peculiar, era una noche oscura cuando las olas golpeaban las paredes del barco que navegaba sin rumbo fijo por el océano Pacifico, el frío penetraba mis pensamientos; haciéndome sentir no solo lejos de casa sino en soledad absoluta…De repente, una ola fuerte sacudió el área estribor, me apresuré en llegar a aquel lado del barco ya que andaba en la popa*, al no ver nada extraño, entrecerré un poco los ojos, y fue justo ahí cuando la vi: por un momento pensé que un huésped se había caído y entonces me estaba preparando para gritar “man-over-board”, al fijarme más de cerca, parecía un sueño encontrarme a una mujer tan hermosa nadando sin ningún inconveniente por el océano pacifico, su cabello castaño era tan largo, su rostro era juvenil pero a la vez muy sensual; al mirar su cintura, me asusté al ver que no tenía piernas ¿acaso era un sueño? Ella, al percatarse de mi presencia, se asustó. Sin embargo, hubo algo en su mirada que me hipnotizó. Ese ser encantador parecía que se acercaba lentamente hacía mí…


En ese momento, ya no se escuchaba ni un solo sonido, ni siquiera el de las olas; la fresca, pero a la vez fría noche empezaba a tornarse extraña cuando ella comenzó a cantar -o mejor dicho a tararearuna melodía tan dulce como sus labios. En ese instante su mirada se encontró con la mía; mi pulso aumentaba, mientras la sangre corría ardiente por mi cuerpo, cuando resbalé del Deck 7 golpeándome la cabeza tras caer aproximadamente nueve pisos hacia abajo. Su incesante melodía era hipnotizante; aunque armoniosa al principio, se tornó repentinamente en una melodía terrorífica; el agua era tan fría que en segundos no sentía mi cuerpo -no sabía si estaba vivo o muerto- aquella preciosa mujer se acercó a mí, abrazándome con sus largos brazos, y fría piel; me exalté al darme cuenta que su piel era resbalosa y entonces me beso apasionadamente, introducía su lengua y luego empezaba a morderme; espontáneamente, me arrancó el labio superior y luego el inferior. Intenté gritar, pero el frío había congelado mi voz, intenté huir, pero sus uñas ya se habían aferrado a mi cintura. Cuando la miré, me sonrió, pero ya no era una risa inocente, se reía de mí, como si todo lo hubiera planeado, desgarrando cada parte de mi cuerpo… Y aquella soledad de la que siempre temí, se había convertido en lo que hubiera preferido que siempre fuera así. Solo fueron segundos, en los que aquella sirena llamada Soledad pintó el azul del océano de un color tan rojizo como el de su diabólico mirar...

Sophie Pulido


La La Metrópoli Metrópoli Predilecta Predilecta del del Pecado Pecado

Andrés Herrera Las escasas farolas que pretenden iluminar los caminos en rocas que componen el laberinto de la ciudad maldita, afortunados son los sujetos que recorren sus calles ignorando sus pecados o aquellos que comprenden la esencia de la metrópoli. La urbe de los artistas, los rutinarios, los casuales e inusuales, los atípicos que disfrutamos de nuestro pecado sin remordimiento presente; aquellos que buscamos nuestra obra maestra, amor y un buen vino. La sangre es mi pecado… No, no, la sangre es resultado de mi pecado, disfruto de ella mientras brota lentamente a razón de las heridas propiciadas por Gris, mi hoja favorita; sin embargo, Gris era mi única compañera en las


oscuras noches de esta ciudad condenada, hasta su llegada. Recuerdo esas heladas tinieblas de invierno, recuerdo dejar la ventana de la segunda planta para acceder al callejón, en el cual se encontraba mi tercer elegido esperando a cumplir su destino; vestía completamente de blanco de pies a cabeza, caminaba lentamente, quizás pertenecía a algunas de las fábricas cercanas a mi domicilio. (...) Aquellos pensamientos de la soledad del callejón fueron completamente contrariados al verla: ella, una señorita totalmente maravillada, una larga cabellera negra adornaba perfectamente su vestido completamente amarillo con terminados negros, que enaltecía completamente la energía que la rodeaba. (...) No podía negar que deseaba acercarme, sin embargo, lo hice lentamente pues quizás al apresurar mis pasos conseguiría asustarla.

Logré posarme frente al cristal solamente para observar la mirada más profunda que lograría apreciar en el transcurrir de mis días. Pronto se marchó dejando atrás una mirada que logré apreciar por escasos instantes, esa misma que distinguía a los habitantes de esta maldita cuidad, esos habitantes que habían regresado del oscuro fondo de la metrópoli condenada. Sin embargo, su sonrisa aquella perlada mueca de felicidad confirmaría mis sospechas luego de verla detenidamente por aquellos instantes; una sonrisa que era un rasgo distintivo de los individuos con el espíritu roto, los mismos que habían abrazado su oscuridad y pretendían disfrutar de sus pecados olvidan sus razonamientos. Quizás pertenecíamos juntos a aquellas almas rotas, pese a que años atrás había decidido abrazar la oscuridad como principio, por alguna extraña razón sentía un incontrolable deseo de experimentar


nuevamente el abrazo de su sonrisa. Abrazar su oscuridad, conocer su historia y disfrutar de sus pecados eran ahora un pensamiento que recorría mi mente mientras transitaba por las calles en busca de la serenidad de la noche. El transcurrir de los días en la más sórdida monotonía comenzaba a agobiar la tranquilidad alcanzada meses atrás luego del frenesí y lentamente mi mente retumba la idea de volver a encontrarla. Pasé semanas recorriendo callejones cercanos buscando indicios de su presencia, su aroma o quizás algún indicio de la culpa que cargaba. Aquel atardecer que empezaba ordinariamente pasó a ser una pugna con las tinieblas debido a que mis manos empezaron a temblar y la dificultad para respirar hacia presencia nuevamente un poco más fuerte que las noches anteriores, pero todo había empeorar pues al terminar la monotonía del día entre los callejones del sendero más largo a mi residencia empezaba a emanar el olor a aquella catarsis carmesí que lograba darle sosiego a mi espíritu...


Te quiero, margarita Aquella noche, luego de impartir la última clase de Historia de América Latina en la universidad, pensé en mis años de docencia, una de mis grandes pasiones. Desde que conocí los inicios de la Facultad empecé a hacer investigaciones en historia económica y pensamiento político, un oficio que desarrollaba a la par de la enseñanza, pues pertenecía a una de las familias más prestigiosas de Colombia y me complacía formar conocimientos y valores para la sociedad simplemente por gusto. (...) Cerca de la media noche encontré gente perdida en su propio mundo, apática frente a las luchas exorbitantes que consumían al país desde hace cuatro años. Mientras me aterrorizaba por la cantidad de muertos, noté que el cielo oscurecía rápidamente como si fuese el hundimiento de la represión social.


La densidad de las nubes negras ilustraba el hacinamiento de una catastrófica tormenta. Faltaban unas cuadras antes de llegar, cuando de repente el autobús en el que iba chocó con un trolebús que andaba en dirección opuesta; la mayoría de las personas terminaron heridas. No podía levantarme, mi respiración era más agitada, sentía el dolor de puñales diminutos enterrados en mi piel. Pasaron horas, el personal médico no llegaba, solo escuchaba el ruido de la llovizna y los gritos de la juventud que seguía manifestando. 4:35 a.m. En este lapso parpadeé, escuché la voz de la muerte acercándose sin piedad. Traté de recuperar la conciencia, pero lo único que alcancé a percibir fueron las gotas de lluvia que me escurrían en la frente ensangrentada y el reflejo de un rostro infantil desenterrado en mi presente.

Hace cincuenta y nueve años, vivía en Islas de Corales, mejor conocido en la actualidad como Islas del Rosario. Es un archipiélago celestial rodeado de fantásticas especies marinas, el brillo verdoso de las palmeras frondosas y la fresca sensación de caminar en la suavidad de las arenas blancas, un lugar apropiado para crecer. No obstante, cuando era apenas una niña conviví con la irascibilidad de mi padre a causa de su alcoholismo. (...) En 1953 me trasladé a una de nuestras propiedades a las afueras de Bogotá. Fue difícil acostumbrarme al orden jerárquico inherente a la distinción de género. Con el paso de los meses, conocí la peor versión de mí misma. Un insoportable descontrol de emociones me provocaba miedo; tenía ideas obsesivas, era agresiva y atraía imágenes desagradables del pasado.


Pero aun hacía falta ver más oscuridad tras el velo de la destrucción... Estando en la finca contraté a la familia Aragón. La matrona, doña Rosa de Aragón se ocupaba de los quehaceres diarios mientras trabajaba en el colegio Santa María. Era una mujer con una espalda protuberante, tan excesivamente voluptuosa que en ocasiones se atascaba en la puerta de la cocina. Su olor dulzón, a causa del sobrepeso me recordaba por alguna razón aquellos días de antaño en los que mi madre, antes de morir, me narraba un cuento. Luego, a petición de mi padre, se alojaron en mi casa con la finalidad de evitar habladurías de no sé qué. A partir de ese momento mi vida dio un giro irreversible, transfigurando mis acciones en una trágica pesadilla y condenándome a terminar de vivirla o hacer algo al respecto.

En las noches frías, al llegar a casa, contemplaba por la ventana diagonal a la antesala a Rosa con sus hijos, Pablo de cinco y Alan de tres. La percepción del calor materno quebrada mi ser; escuchar el habitual sonido de la risa infantil me impedía conciliar el sueño. Los niños eran un imán perpetuo y a la vez una aflicción crónica destructiva, en especial durante la vigilia, cuando inconsciente me dirigía a su habitación disfrutando a plenitud el instante en el que desgajaba sus vientres y al igual que esos cuervos, mi cena se encontraba en sus cuencas oculares. Al final despertaba de ese sueño corto y seguía allí escuchando sus risas. Conmovida por las hojarascas de agosto, un jueves soleado recibí una carta que Rosa traía y donde me informaba que su esposo, Alberto, había sufrido un accidente en una construcción de un edificio en Chapinero.


(...) Se hizo evidente que Alán era quien debía estar con Rosa, y de paso someterse a varios análisis de laboratorio que dieran un diagnóstico claro de su endeble salud. Por consiguiente, me hice responsable de Pablo. Tal vez en mi mente inconsciente el niño representaba el anhelo de la maternidad y la cura de mi vida pemocionalmente frustrada. Con él jugábamos cartas en las tardes después de la jornada escolar; los fines de semana andábamos or “Mambo” y los edificios de la carrera Treinta que difuminaban la atmósfera violeta; circulábamos la ruta peatonal que atravesaba la séptima y admiraba la diversidad de plantas tropicales que crecían en el Parque Nacional. Me cautivó algo en él que me condujo a cometer tan atroz crimen...

Laura Pérez




Sábanas Eternas Tercera Parte

La esperanza es quien alimenta al amor. Historia de Biblis, en «Metamorfosis» de Ovidio.

Después de viajar por el mundo en tu cuerpo lleno de recuerdos, no me quedo cuerdo, pues aún no te encuentro…y he de perder la cabeza cada vez más por buscarte en mil lugares, pero sin pista alguna de tu paradero; me arrepiento, me culpo cada madrugada, por haberte dejado salir y no verte cruzar jamás la entrada; soy culpable… He dado paso a la cobardía y le dejé ser más valiente que al amor. Me condene a no volver a sentir tus pies bajo la sábana, en una noche sin repetición. Pero es que nunca he acostumbrado a guardar los besos que mis labios se han encontrado en su camino, ni recordado el tacto a unas pieles que fácilmente he olvidado; pues cobarde siempre fui, por miedo a que el favor de Homero a conmigo sea la maldición a un amor no correspondido… y es por eso que marcharte te deje, mi Helena… He de pedir a Cronos que me regrese a tu línea temporal, aquella que yo mismo recorrí hasta llegar al monte de ti, Venus. Anhelo la gracia de Anteros, para corresponderme lo nuestro al no tratarse simplemente de Eros, llenándome de placer por mi Afrodita, pues Cupido parece haberme atravesado de lado a lado con una de sus flechas que en su punta firmaban tu nombre. Por ti, mi Perséfone, pagaría a Caronte el precio de cruzar al Hades, y si te encontraras allí, como Heracles, saldría escapando de Cerbero y en mi vida acabaría el invierno; volverías a mis brazos, y en el calor del verano, te tendría de nuevo conmigo.


Me pregunto si acaso el no poder encontrarte aun es alguna otra broma de Loki. que, de risa al verme buscarte, se mofa por mi desgracia; siendo mi destino caer… para embriagarme de hidromiel hasta olvidar tu cuerpo, amada Sif. Te ruego regreses a mí, porque muere mi cuerpo en Jotunheim de frío al no sentir tu calor; aquel que me arropó y bajo las sábanas me cubrió, mi querida Freyja. Dios Bes, tú sabes que, aunque Min sea la tentación, anhelo fervientemente por Bastet, pues quiero danzar sobre las sábanas de nuevo con ella. Yo os juro y aceptó, que, aunque antes temí al amor, fue Quetesh con una revelación quien me indico que tener miedo es condenarme eternamente a la soledad… y no quiero que, al pesar mi corazón con una pluma en el juicio final de Osiris, Thot se dé cuenta que al inframundo no puedo cruzar, porque en vida, tengo aun la deuda de amar; de amarte a ti, anhelada Hathor. Y ahora paso mis días en el infierno, sin Beatriz, negándoseme al cielo la entrada, pues está cerrada, pecador he sido al perderte… Al parecer los dioses me han abandonado, pues mis plegarias no escuchan, y yo regreso siempre a las mismas camas en las que no tienen sentido ya sus sábanas, condenandome a la eternidad que sólo un dios cargaría, a una vida sin sentido, pues no te tengo a ti. Me condene a no volver a sentir tus pies bajo la sábana, soy culpable.

Sebastián Flórez


Máscara de mujer Duda constante de qué máscara usar: mujer perfecta, mujer pasiva, mujer con miedo, mujer anuncio, ¿quizá mujer objeto? Mujer muda, sorda, ciega, muerta, mujer sumisa… Mujer hija de Eva. Respirar y darse cuenta del verdadero rostro: mujer demonio, bruja, sirena, mujer satanizada, fuerte e independiente, mujer sexual y sensual, mujer con miedo pero valiente, mujer musa, mujer rebelde y perfectamente no sumisa… Mujer hija de Lilith. Y he aquí el interrogante: ¿cuál de estas dos mujeres agrada más a Dios?

Anamaría Bohórquez


Siempre cerca, Sué

¡Oh, Sué! Dios del Sol, amado esposo, padre de mis innumerables hijos que habitan estas frías tierras montañosas, ¡cuánto te quiero!... ¿Recuerdas nuestra creación, Sué? Dime que sí, aunque haya sido hace mucho tiempo; dime que recuerdas cómo fuimos creados por Chiminigagua luego de que fundase el mundo; y cómo te designó a ti como el dios del Sol y, a mí, como la diosa de la Luna. Hemos sido esposos desde entonces, ¿lo recuerdas? Sué, querido, es tan corto el tiempo que puedo deleitarme con tu calor, con la luz que irradias. Aquellos desencuentros: cuando mi tiempo acaba es tu turno y, cuando tu trabajo está hecho, yo hago mi aparición… ¿Por qué no podemos pertenecer al mismo lugar, Sué? No deseo cuestionar la creación de Chiminigagua, pero aquellas noches frías, cuando solo yo ilumino el camino de nuestros hijos, pienso en cuán feliz sería si sólo pudiese estar a tu lado día y noche. Suelo pensar que siempre estamos cerca… Pero nunca es suficiente para demostrarte todo mi afecto, o para sentir el tuyo. Sin embargo, Sué, sé que ese es nuestro destino y jamás cambiará. Tú iluminarás el día, y yo, la noche. Así es como debe ser. -Siempre tuya, Chía.

Danna Valentina Villamil Ilustrado por: Nicolás Villamil


Algo por lo que vivir o morir Sorprendidos por los eventos frente a sus ojos, decidieron encontrar alguna explicación. ¿Qué al llover una luz rompió los cielos trayendo consigo un estruendo?, ¿Qué al atardecer de la vida reinaba la oscuridad y el vacío?, ¿Qué líneas de colores se trazaban en el cielo?, ¿Era posible que las aguas estuvieran tranquilas por sí solas? Definitivamente no. Alguien debía hacer que aquello sucediera, era la forma de entender lo que aún no podían cuantificar. Y como si fuera magia, los de la península griega crearon a Zeus, Dios del cielo y el olimpo; los del oriente formaron la idea de Dios todopoderoso padre de Jesús; los chinos crearon a Nüwa, quien selló el cielo con siete piedras de colores dibujando el arcoíris, y por último, los del Sur crearon a Mama Cocha, Diosa del mar y las aguas tranquilas. De esta forma, sus preguntas tendrían respuesta, y simultáneamente, tendrían algo en qué creer… algo por lo que vivir o morir. Anamaría Bohórquez


PENSAMIENTOS DE DIOSES JAMÁS CONTADOS

A continuación se presentan pensamientos de dioses que, a pesar de todo, superan aquello que en el tiempo se olvidó.

HADES “… Me levanto de mi trono de piedra, nuevamente, otro día más entre las grandes fauces de la tierra. Me levanto de este lugar a caminar por el Tártaro. En el centro de este lugar se ve la luz del cielo. ¿Estás ahí, hermano? Cuéntame ¿Cómo se encuentra el mundo de la luz? ¿Cómo están los humanos? ¿Cómo se encuentra su mundo lleno de polvo, con olor a azufre y cenizas de carbón? Acá solo llega el hedor a muerte y almas corruptas que vivieron a pasar sus últimos días. ¿estás orgulloso de mí, hermano? No he hecho más que obedecer tus leyes sin cuestionar, no he hecho más que seguir tu mayor mandamiento. Pero esperaré, hasta que todo vuelva a la normalidad o cuando tu decidas que es hora… Tan solo…”

Toby Cross


Odín “… Tanto por aprender, aun asi lo busque todo, desde cómo mantener un pueblo hasta cómo vivir tranquilo. He sido paciente. He sido iracundo. He buscado por cada rincón de Midgard por el conocimiento eterno, para vivir en armonía, gobernar cada uno de los nueve mundos o mejor aún, que todos y cada uno de ellos aprenda a vivir sin necesidad de todo lo que pasó. Heme aquí en el centro de mi pueblo, en la torre del padre que todo lo ve. En mi trono, sin mi reina, sin mis hijos, sin mis queridas comandantes aladas… Thor murió enfrentándose a Jörmundgander, mis valkirias murieron, trataron de salvar tantas almas que se perdieron ellas mismas. Baldur… Tu profecía se cumplió y no pude salvarte. No era mi trabajo. Era tu MALDITO deber vivir y respirar. Ymir me dio la oportunidad de verlo todo, pero jamás el de ver mi muerte. Ahora solo me encuentro en el centro de todo, esperando a Fenrir, esperando a mi final. Pero dejaré mi legado a través de los años, dejaré mi sangre, pero me aseguraré que todo lo que sé, se hunda conmigo…”

Toby Cross


Narciso

Toby Cross

“… Tanta belleza, tanto en un solo cuerpo, he visto varios reflejos, pero cada vez me enamoro más de mi forma de ser, me enamoro de mi boca, de mis labios, de mi cuerpo fornido, mi cabellera la envidian las mujeres, pues dejare que sea así, que el mundo me admire, que me vean como lo que soy. Que adoren mi carne, mi forma, mi brillo, nada se compara con lo que soy. El mundo puede caerse a pedazos, el mismo Olimpo puede venirse abajo, mi reflejo y yo viviremos eternamente en las mentes de los escritores, arquitectos, filósofos, artistas… Para cada labor seré una inspiración y en futuros eones me recordarán como el gran galante de la historia, el más bello y guapo sobre el mundo… Mi belleza perdurará aunque ahora esté escondido en esta cueva, mientras el mundo es gobernado por el tiempo, mientras el Olimpo cae y veo sus cimientos llegar a la tierra, mientras veo como todos corren y arruinan sus cabellos, mientras veo como sus vestidos se desprenden, yo seré eterno, yo seré bello, yo seré siempre hermoso…”


HERA “… ¿Quién se cree que es él para vivir de esa forma? (respira profundo) La vida de una mujer casada puede ser algo complicada, sobre todo cuando tienes al Padre de Todo saliendo y entrando de los cielos… Aunque él no puede ser el único que pueda salir a tener sus amoríos – Pero soy su esposa – Aunque así él me traiciona y deja su semilla en cualquier mortal que se le atraviesa. Poseidón logró que una mortal se transformara en una bestia ahora oculta para los más lujuriosos. Ahora solo falta que Afrodita sea la próxima con quien cultiven su progenie – eso si no lo han hecho – Ahora ando posada en mi trono, esperando a que ese infeliz llegue, nuevamente, fingiendo amarlo por la eternidad. Aunque haré lo posible porque su maldición acabe pronto…”

Toby Cross


“Al principio todo era caos"

Ahora más que nunca se anda de día amando la noche, apreciando por fin el frío y entendiendo las complejidades del caos, esas que van de la mano de los sentimientos sin barreras, aunque tuvieron que pasar una temporada ensimismados viviendo más en pieles ajenas. Pero a la larga se deconstruyeron o de pronto solo se construyeron a base de fuego y agua, transformándose quizás en un nefilim, acompañada de sombras y humo, de una paz que a simple vista se puede entender como algo impersonal. Sin mentir, se puede decir que el dolor en pieles ajenas es un acto permitido que no se esperaba, que de igual manera en carne propia se sintió, aunque no se notara, de una manera distinta, particular o peculiar, pero sin pensar se permitió tal acto, que la verdad, genera más de una controversia. Por creencias estúpidas y confusiones incalculables tal acto sin más, nació.


y el frío, sinceramente no se Y así como se seguir aprendió a estimar tal el piensa permitiendo caos y el cosa. frio, Vivir sinceramente nosese sin sentir no piensa seguir permitiendo cosa. puede decir que estalvivir, Vivir sin aunque sentir no puede decir que se se viva al 100, siendo es vivir, conscientes aunque se viva al 100, de todo y desiendo nada. conscientesTodo de todo y de nada. representa más de lo Todo representa másver dey lo se que se puede eso que que no puede ver y eso no sevaliente ve mucho, se veque mucho, valiente habilidad deserser habilidad tenemos tenemos de ciegos viendo aun así, sin lugar ciegosy,viendo y, aun así, sina duda un claro declaro algo ejemplo sincero lugar ejemplo a duda un y real deja todo esto, nadieysereal atrevería de algo sincero deja a refutar todo que esto, relación como tal nadie se atreveríania porque Dios o el discutan se refutar queDiablo relación como tal piensa perder. Hablando todo, ni porque Dios oyaelde Diablo porque cada palabrasetiene superder. destino, discutan piensa el ser queHablando se es ahora, fueporque antes ya el de que todo, y el que cada será palabra despuéstiene queda descrito su destino, sin explicación el ser en quecada se espalabra ahora, dicha. el que fue antes y el que será después queda descrito sin explicación en cada palabra dicha.

Laura Camila Huérfano




The First Man and First Woman When she completed nine months, Sintana counted the moons: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, she was having more pain. On the seventh moon, Sintana made her feel sleepy, touched her belly and found out it was a little boy. Then he made sure that she did not eat the boy. Sintana, Seraira and Búnkuase paid close attention to what Naowa was doing. (…) The last month they realized that she was going to give birth, they crossed Naowa to have more pain as a punishment, so she would not bring snakes into the world anymore. Naowa screamed all day “I want to give birth”, but she could not. She felt pain, pain and more pain. Eventually Sintana came, made a little box with wheat straw, made her fall asleep and she finally gave birth. Sintana took the little boy and put him into the box to take him to Kansa María (ceremonial house) without Naowa seeing him because she would have eaten the boy. Traducción español - inglés de fragmento tomado de Mitos y Leyendas de Colombia Vol.

I (Ediciones IADAP).

Danna Valentina Villamil.


Medusa

Medusa is known in Greek mythology as one of the three Gorgons (Gorgon means "terrible"), those three terrible monstrosities, daughters of the sea deities Phorcis and Ceto, a couple that also had other monstrous creatures such as the Grays or Greas as offspring and Echidna. Too bad they already died, because it would have been interesting to know and study the DNA of those parents. The three Gorgons were called Medusa, Steno and Euryale. Medusa, you will not believe it, was initially a beautiful young woman with a human appearance and she was mortal, in contrast to her two sisters who were monstrous and immortal beings, uglier than a finger stubbed with the door. I bet you didn't know this one. Medusa, when she was pretty, entered as a priestess in the service of the goddess Athena in one of her temples, despite having many buzzards who pretended her, who admired her beauty and youth and aspired to her love, even taking the risk of becoming brothers-in-law of Steno and Euryale. Such disappointment suffered all of them, because the fact of being a priestess implied for her the obligation to remain a virgin. Oh, what a drag! Unfortunately for her, one-day Medusa was seen by Poseidon, who, attracted by the girl's notorious attributes and without restraining her erotic impulses, decided to rape her inside a temple dedicated to Athena, where she had entered to pray for a while. What a desire Poseidon had for her! This desecration of her temple enraged the goddess Athena, who exclaimed: I can't stand this insolence! And to punish such a great show of disrespect towards her,


and her sacred enclosure, she turned Medusa into a horrible creature similar to her sisters, so that from now on, no one would fall in love with her again. Thus, she bore the full weight of Athena's punishment, while Poseidon, the true guilty of the desecration as he was her uncle, She kept mum about it. In this way, Medusa went from being a beautiful young woman to being a monstrosity who, instead of hair, had snakes on her head - that's why there was no rinse that would serve her -, sharp, protruding fangs, and piercing reddish eyes. She also possessed huge wings which ended in pointed claws. In addition, she could turn into stone whoever looked at her in the face and she was condemned to wander emitting threatening roars. The end of poor Medusa was on a small island called Serifs, in the Aegean Sea, ruled by Polidectes. But before continuing, I want to remind you that I had already told you about this

island before and this king. Well, okay, do not go back to find that I already give you a brief reminder: when Zeus seduced Danae by penetrating in the form of a fine rain of gold dust to the cavern in which her father had locked her, she became pregnant and thus he had his little Perseus. Acrisio, her father, had confined her because an oracle predicted that if she were to have a grandchild, she would kill him. Then when Acrisio knew about the birth of Perseus, flabbergasted, he ordered that they put him, together with his mother, in a basket of those big ones that are used to throw dirty clothes and throw them into the sea to die. But they were miraculously saved and they reached a little island called ... Serifs, very good...

Eduardo Lozano Torres. Los Dioses También Pecan. Los Amoríos Mitológicos de Zeus y Poseidón. Poseidón, Medusa. Editorial: Intermedio Editores. 2020.

Alexis Garcia Ardila


The Mammoth Book of Celtic Myths and Legends

Capítulo 14: El Sombrío —Un joven se está acercando al portón, Scáthach— anunció Cochar Croibhe, el portero de Dún Scaith, cuyas grandes fortalezas se habían levantado en la Isla de las Sombras en Alba, una isla que aún hoy es llamada la Isla de Scáthach o Skye. —¿Un chico?— Scáthach era una mujer alta, de agradable figura y una larga y vehemente cabellera roja. Una mirada detallada a su figura mostraba sus músculos tonificados.

La facilidad de su andar contradecía a un cuerpo tan bien entrenado que, en un momento, la gran espada que colgaba de su esbelta cintura, estaría en su mano –y esa espada no era de adorno. De hecho, Scáthach había sido proclamada como una de las más grandes guerreras en todo el mundo. Nunca nadie la había superado en combate, por lo que todos los guerreros que tenían la ambición de ser campeones eran enviados a su academia, donde ella les enseñaba artes marciales. Su escuela era famosa en todo lugar.


Cochar Croibhe, el portero, era un guerrero de no pocas habilidades, pues así debía ser para custodiar las puertas de Dún Scaith. Él se encogió de hombros. — Un chico —confirmó—, pero vesti do como un guerrero. — ¿Viene solo? — Bastante solo, Scáthach. —Un chico talentoso, entonces — reflexionó Scáthach—, tendría que serlo para llegar a este lugar por sí mismo. Cochar Croibhe admitió el hecho luego de pensarlo. Después de todo, la academia militar de Scáthach se encontraba en la Isla de las Sombras; para llegar a ella, había que atravesar bosques oscuros y llanuras desiertas. Estaba la Llanura de la Mala Suerte, por ejemplo, la cual no podía ser cruzada sin hundirse en pantanos sin fondo, ya que era un gran lodazal. Estaba también la Cañada Peligrosa, llena de innumerables bestias voraces. Scáthach subió con curiosidad a las almenas de su fortaleza para ver cómo se acercaba el chico. Confirmó que Cochar Croibhe no mentía, pero el joven era más que un simple chico. Era bajo, musculoso y atractivo, y cargaba sus armas como un veterano acostumbrado a ello. Traducción inglés - español de The Mammoth Book of Celtic Myths and Legends por Peter Barresford Ellis (fragmento capítulo 14: The Shadowy One, 2002). Mitología Celta.

Danna Valentina Villamil.


ÂME ET DE

L'HISTOIRE D'ORADAT L'INF

SON ROYAUME SUBMERGÉ PAR LES EAUX

Gormora était un des territoires les plus anciens et les plus prospères qui existaient sur le continent de Dragorya et sa longévité en principe était attribuée à la noblesse de ses anciens dirigeants dont l'exemple de bonté restait indélébile au fil du temps. À côté de Gormora, il y avait les royaumes limitrophes de Lizardia (appelés ainsi à cause des différentes espèces de lézards) et Kunval (terre où se trouve le plus grand et le plus ancien volcan dormant d'Erdebelt), qui, comme les quatre royaumes frères d'Anklarya, vivaient en harmonie absolue tant entre eux qu'avec les sociétés dragodiennes qui peuplaient le continent depuis l'origine des temps, mais qui malheureusement, ont été décimées au fil du temps. L'amour et le respect des hommes pour les animaux ont conduit les trois premiers souverains de ces royaumes à établir un code de caractère sacré, car depuis les premiers jours d'Erdebelt, les seigneurs suprêmes ont vécu côte à côte avec les différentes races de créatures vivantes et en raison des grandes faveurs qu'ils accordaient à leurs vénérés, les hommes et les femmes n'avaient aucun autre moyen de les remercier de leur amour infini et de générosité, que de les glorifier et de prendre soin du monde, qui était après tout l'ultime cadeau qui leur était fait. Ce code, vaste en soi, devait être entièrement respecté sans distinction de classe. Voici quelques-unes des normes contenues dans ce document : 1. Il est interdit de tuer un animal qui marche, se déplace sur le ventre, nage ou utilise ses ailes à moins que la nécessité ne l'exige ou si tu demandes le pardon si tu as mis fin à sa vie. 2. Tu ne mangeras pas de la chair de la créature que tu as tuée, sauf si tu as faim. Sinon, tu dois l’enterrer et honorer ses vestiges. Ne les expose pas comme des objets de luxe à montrer. 3. Tu ne feras pas le commerce d'animaux vivants, de même que tu ne voudrais pas que tes congénères soient vendus comme esclaves. 4. Tu ne sacrifieras pas de vies innocentes au nom des animaux, et ne les élève pas comme tes dieux. 5. Tu ne t'érigeras pas en être supérieur à eux, et tu ne t'arrogeras pas le droit de leur faire du mal ou de les faire périr.


Bien que son étendue soit connue, on pense que depuis la fin du Premier Âge d'Erdebelt, deux des fils de Verdiana, les suprêmes Sabet et Alanim, à qui l'on attribue l'existence des deux factions de ces créatures, ont été les créateurs du code. Avant leur départ du côté des hommes, ils ont laissé ce code inscrit sur les murs et les piliers d'un temple construit à partir de la lave du grand volcan Kunval, qui se trouve actuellement à l'endroit où les routes des trois royaumes se rejoignent. Et imprégné d'une magie qui transcende le temps, il est resté intact depuis lors. Et il a reçu le nom de : Gla-Rion ou Verre Noir. Malheureusement, la longue prospérité du règne de Gormora ne durera pas toujours, car la cause de ces malheurs est la montée au pouvoir d'un prince maléfique et méchant, avide de richesse et de gloire. Ce prince s'appelait Oradat, troisième fils du roi Omaad qui, en raison de son ancienneté et de sa décrépitude, est décédé à l'âge de 88 ans alors qu'il dormait dans sa chambre. Lorsque cet ignoble héritier du trône en prit possession, le grand deuil que la mort du roi avait généré chez tous ses suiveurs fut plus grand que la joie qui, des décennies auparavant, avait engendré le couronnement du même ; et il n'est pas non plus surprenant que certains aient envisagé que l'arrivée de cet homme sur le trône était le signe de choses terribles qui arriveraient tôt ou tard dans le royaume.


Lorsque cette cérémonie a eu lieu, il était déjà un homme de 30 ans. Une partie de son infamie est due au mépris total de cet homme pour la vie animale et il enfreignait constamment deux des principes du code : il aimait chasser et montrer ses proies comme si elles étaient les trésors les plus exotiques jamais vus dans le monde, et d'autre part, malgré les mises en garde et les supplications de son père, le prince Oradat faisait le fou lorsqu'il s'agit de manier l'épée ou l'arbalète contre des familles d'animaux dont le seul péché est d'exister. Un jour", disait-il avec pédanterie, je vais obtenir la plus grande collection de trophées de chasse jamais vue dans ce monde. Un simple code ne m'arrêtera pas, je me soucie peu de savoir si ce sont les dieux qui l'ont imposé. Plus qu'un prince, je suis un dieu sur le point d'émerger et personne ne me mettra de limites. Le vieux roi Omaad était franchement déçu par lui et il n'y avait aucun moyen ni aucune force au monde qui pouvait changer la personnalité cruelle dont souffrait son fils ; et s'il était indolent en prenant la vie d'une créature innocente, sa méchanceté pouvait alors passer toutes les barrières pour obtenir ce qu'il voulait. C'est un soulagement qu'il s'agisse du plus jeune de trois fils, car le règne d'un assassin sans cœur serait une honte pour la famille royale. Toutefois, ce destin ne serait pas éternel non plus.

Traducción español - frances de Historia de Oradat el infame y su reino hundido bajo las aguas. Traducción al francés: Karen S. Ruiz Valencia

Jorge Alberto Martínez Niebles (Jorge Bleisen)




Efraín Villalba VIKINGO

La alegría de querer despertar, del amargo sufragio, de la mera existencia, de su mano como guía debe caminar. Ciego y torpe, como pirata en altamar, hechizado por el canto de las sirenas, me encuentro sentado a tu vela, esperando la dulce brisa de tu aliento, para recibir una dosis de vida, y así, poder gritar una vez más: “gracias al puto día que me deja mirarte y poderte amar”



MEDUSA SEBASTIÁN BOHORQUEZ



OLTREMARE DEVI SHRADDHA


ICARUS MYTH OMAR ROBAYO


El nac imien to de Venu s Bot ticell i

La

era v a prim

lli e c i t Bot


Venus y Mar te

Botticelli

Amor sacro y amor profano

Tiziano


Helios como representación del mediodía Mengs

Galatea Rafael


Ninfa y Sátiros Poussin

Alegoría del triunfo de Venus Angelo Bronzino


La cabeza de Perseo

Burne-Jones

Venus Verticordia

Dante Gabriel Rossetti


ZEUS, HERA Y MEGARA JULIETH PARADA


MINOTAUR SEBASTIÁN ARIZA


CADA CULTURA CUENTA DIANA BARRERO


a v a l s E h t i Sm

ORIENTAL


CREACIÓN 1 DI AN A BA RR ER O


Apolo & Daphne Bernini


El rapto de Proserpina Bernini

Perseo con la cabeza de Medusa Cellini


Teseo y el centauro

Antonio Canova

Eros y Psique

Antonio Canova


Zeus & Hera Carl Kundmann, Josef Tautenhayn &Hugo Haerdtl


www.voicesmagazine.online

EDICIÓN # 12 - MAYO 2021 BOGOTÁ - COLOMBIA ISSN: 2539 - 4967

voicesmagazine22@gmail.com


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.