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Sobre el primer volumen de O obradoiro por Alfons Freire
Sobre el primer volumen de O obradoiro
Alfons Freire Coordinador de Tantas Imaxes y Espazo CUBO
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IG: @cubovigo
El punto de partida de este cuaderno nace de la conjunción de dos momentos.El primero de ellos tuvo lugar allá por el lejano febrero de 2020 y fue una charla con Lua Gándara y Sebas Anxo mientras hacíamos un descanso en la preparación de su exposición en CUBO. Exposición que se quedó colgada en el espacio con la llegada del «maremoto». Y uso colgada en el doble sentido: literal y metafórico. Recuerdo que estábamos hablando animadamente, tomando unas cervezas al sol. ¡Los placeres del trabajo! Y sin pensar, en ningún momento, en que esa sería una de las últimas reuniones en una terraza durante mucho tiempo. La conversación iba y venía, como toda buena conversación, y en eso que derivó hacia la forma que ellos tenían de trabajar. Los dos coincidían en la idea del juego. No recuerdo si usaron exactamente esa expresión. Pero yo entendí que se trataba de jugar con las formas y los colores, con materiales diversos; en ser sorprendidos por lo que aparecía ante sus ojos; en un cierto dejarse llevar por la misma acción. En definitiva, un claro diálogo entre los materiales y la mano y, por ponerme algo cursi, el corazón del artista.
El segundo momento es la experiencia de confinamiento que hemos sufrido en estos últimos meses. La sensación de irrealidad, por un lado, y una nueva percepción de nuestro espacio, de la dicotomia dentro/fuera, por el otro. Si la actividad artística es juego, entonces el espacio donde esta se realiza es el tablero donde tiene lugar el juego. Y entiendo ese tablero (o taller) en un sentido muy amplio. No solo como espacio físico —ya que hay talleres grandes o pequeños, estables o mudables—, sino también como un espacio imaginario y simbólico que interviene en el hacer del artista. Es un elemento performativo que se crea y se recrea, en un sentido dialéctico, con el trabajo que allí se realiza.
Con estos dos momentos en mente, se me ocurrió que sería interesante dedicarle uno de estos cuadernos al taller y empecé a solicitar colaboraciones. La respuesta fue tan entusiasta y abundante que, al final, lo que tenía que ser un solo volumen se ha convertido en dos. Son los números 4 y 5 de Tantas Imaxes. Esta fue la mejor solución para no dejar a nadie fuera de la publicación. En este número 4 se han incluido algún texto introductorio y todas las colaboraciones de lxs artistas plásticxs. Y es un testimonio del primer momento de investigación en este proyecto. En el siguiente cuaderno, el número 5, se recogen más textos que profundizan en el tema del taller del artista desde fuera y se han incorporado las colaboraciones de artistas de otras áreas como la música, el teatro, la fotografía o la cerámica. Me parecía injusto no hacer una pequeña mención a otras actividades artísticas que también necesitan de un espacio real o imaginario para desarrollarse. Finalmente, en ese segundo volumen tambien se incluye una serie de aproximaciones a los talleres colectivos. Una tendencia que crece en el tiempo y que muestra una manera de ampliar las posibilidades del taller.
No me resta más que, otra vez, dar las gracias a todxs aquellxs que han hecho posible este nuevo proyecto de Tantas Imaxes.