El Último árbol María Quintana Silva * Silvia Álvarez
Al Árbol Casa, que me regaló tantos momentos maravillosos durante mi infancia. - María Quintana SilvaCuando los árboles florecen, se ilumina el bosque. Después, nosotros con ellos. - Silvia Álvarez -
El último árbol © 2018 del texto: María Quintana Silva © 2018 de las ilustraciones: Silvia Álvarez © 2018 Cuento de Luz SL Calle Claveles, 10 | Urb. Monteclaro | Pozuelo de Alarcón | 28223 | Madrid | Spain www.cuentodeluz.com ISBN: 978-84-16733-17-0 Reservados todos los derechos
El Último árbol
María Quintana Silva * Silvia Álvarez
Una noche los árboles decidieron que había
llegado el momento de marcharse. Arrancaron de cuajo sus raíces y arañando el terreno se fueron. A la mañana siguiente, Goran emprendió el camino hacia la escuela. Demasiado calor y ninguna sombra bajo la que resguardarse.
En cuanto llegó se dio cuenta de lo que estaba pasando: el bosque había desaparecido y en aquel vasto desierto solo se veían los agujeros de los árboles.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Goran a los animales que contemplaban el paisaje desde fuera. —Los árboles se han marchado — respondió una ardilla anciana. —¿Y esos adónde van? —dijo el lince al ver a una familia de colibríes atravesando el cielo con un montón de equipaje. —¡Nos mudamos a otro nido más estable! —gritó desde lo alto papá colibrí. —Todos tendremos que buscar una casa nueva —añadió la ardilla y, poco a poco, los animales emprendieron su marcha.
En la escuela, Goran se preguntaba si el árbol de su jardín también se habría ido. En primavera era divertido columpiarse en sus ramas.
—Pero sin árboles estamos perdidos… ¿acaso no estás bien aquí? —preguntó Goran mientras tosía. —Prefiero irme con mis propias raíces antes de que me reduzcan a cenizas o me corten en mil pedacitos —contestó el árbol y, haciendo temblar la tierra, comenzó a desaparecer en aquella asfixiante niebla.