EL RECUERDO
EL RECUERDO
Texto de: Brillinate Biel, Rosanna Nepomuceno y Yusmeri González Ilustraciones de Omar Aranda Miranda
Había una vez, una niña llamada Margot que era muy inteligente y poseía una sorprendente curiosidad, en la noche escuchó ruidos extraños dentro de su casa, cuando de pronto bajó las escaleras, al entrar a la sala vio a su abuela, una mujer muy valiente pero con una gran tristeza en su alma, tendida en el sofá profundamente dormida y a su lado estaba su mascota Micifuz quién cuidaba los sueños de está. Pero de lejos pudo observar el fantasma de su abuelo que estaba viendo su programa favorito.
Margot le dijo: -abuelo ¿Por qué no descansas? El abuelo le respondió: -¡Quiero aún me tristeza! que la perdida.
irme, pero tú abuela recuerda con mucha Me podrías ayudar a abuela supere mi
-Sí, abuelo pondré un plan en marcha con ayuda de mis amigos, respondió Margot
Margot rápidamente puso un brillante plan para cumplir con la misión que le encomendó su abuelo, le pidió al ratoncito Orlando que era muy cauteloso para que fuera rápido avisarle a Pedro el mejor amigo de Margot, un niño tenaz que estaba siempre dispuesto ayudar ya que esté era un buen amigo. Cuándo este logró ver el ratón de pronto se asustó, y aún así fue ayudarle a su amiga, para llegar más rápido fue en su escoba mágica.
-Pedro y el ratoncito entraron silenciosamente en el cuarto de Margot, y vieron una bruja sentada en su cama, Pedro asustado pregunto: - ¿Quién eres? - ¿Dónde está Margot? Temblando de miedo. -Esta le respondió: soy yo Pedro, es que me puse mi disfraz para qué no me reconozcan.
Inmediatamente, fueron en busca de una bruja que les ayudaría hacer que su abuelo pueda descansar tranquilo. Pero, la bruja los engañó, los mandó a un sótano que estaba repleto de bichos.
Cuando los niños llegaron al sótano, vieron que estaba lleno de bichos, pero eran bichos cirqueros, pues aquí hacían cuentos y malabares, los niños les dijeron lo que estaba pasando, y estos se quedaron sorprendidos pues no podían ayudarles.
Todos se reunieron y les dijeron a los niños, hay algo que pueden hacer, y es que deben hablar con la abuela y decirle que debe dejar ir al abuelo, ya que él siempre estará con ella, díganle que ya no lo recuerde con tristeza. Pues, si piensas en los momentos felices el podrá descansar en paz y así ella volverá a sonreír. Los niños volvieron a casa, les dijeron todo esto a la abuela y ella volvió a sonreír otra vez, Porque recordó todos los mágicos momentos que pasó con el abuelo, y así el abuelo pudo descansar en paz sabiendo que la abuela ya no estaba triste.