Reflexión Por Vicky Saenz
¿Qué me podrá separar de tu amor? Cerrando un ciclo más de mi vida. Solo Dios sabe por qué hace las cosas. Cuando se te cierran las puertas es porque es el comienzo de algo diferente. Cada reto es una oportunidad de crecer. Recordemos que todo absolutamente todo lo que pasa es para bien de los que amamos a Dios. Antes de que tu boca hable otras cosas, asegúrate; aunque te sientas sin salida, Dios tiene algo mejor y que tu boca hable palabras de vida y no de muerrte. Cree aunque tus ojos físicos no lo vean, tus ojos espirituales SI. “Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira! Ya he comenzado. Estoy abriendo camino a través del desierto, y ríos en la soledad.” (Isaías 43:19). Los planes de Dios son perfectos, y todo lo que pasamos es por una transformación. Jamás deja un justo desamparado. “Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús señor nuestro.” (Romanos 8:39)
aún me falta gran parte de este camino mi proceso está iniciando, pero oí en este lugar que el primer paso no te lleva a la meta pero te saca de donde estás, y el amor de Dios me es dado cada mañana y veo el sol, la sonrisa de mis hijas, la convivencia con mis hermanas en la Cueva de Adulam y la sabiduría de mi Pastora, hoy soy feliz.
Transformada por el amor de Dios
H
ola querido lector, soy Angélica tengo 44 años y soy de Baja California, y te podrás preguntar como llegué a la ciudad de San Luis Río Colorado, hace algunos 5 años atrás caí atrapada en la adicción a la metanfetamina, en aquel tiempo pasaba por muchas situaciones difíciles, me refugié en “personas” y dejé de lado a Dios, en esas personas en las que busqué amor sin darme cuenta tenían más carencia que yo misma, así que inevitablemente llegó el día en que se fueron todos y algunos como mis propias hijas huyeron de mi lado, no había nada de mi que les interesara.
Una y otra vez llegué a Centros de Rehabilitación, y salía a lo mismo, de hecho en la primera oportunidad en la Casa de Mujeres Cueva de Adulam. No supe valorarla en el 2017 y volví a consumir porque al irme lo hice sin cumplir con absolutamente ninguna de las reglas o sea en rebeldía y con una actitud cobarde y soberbia.
Pero esta última recaída casi me cuesta la vida, y digo última porque Dios ha logrado atraer fuertemente mi corazón hacia él; gracias a él me volvieron a aceptar en esta casa Cueva de Adulam el primero de febrero de este año y aunque una transformación no tiene fin, hay cosas que Dios ha transformado en mi vida que no puedo dejar de testificar y sigo en el proceso, pero él me sostiene y pelea mi batalla, estoy apasionada con lo que él ha hecho y expectante porque él tiene planes de bien para mi.
Conocí que esta decisión de ser transformada fue mía y él es mi ayudador. Se que estoy en el camino correcto porque estoy en Jesucristo y confío en su gran propósito, claro,
¿Qué transformó Dios en mi vida? El dolor en gozo. La adicción a las drogas en libertad. La amargura en optimismo. El miedo en seguridad. Me sacó de la locura y obscuridad, hoy vivo en su arca de salvación bajo sus alas y tengo ánimo y amor, cada día tengo una oportunidad nueva para sonreír.
Ser Amigos
#AmamosaLosBroders
Leo
I
ntenta pasar desapercibida pero no lo logra, sin embargo su timidez no opaca la calidez espiritual que la hermana Leo transmite.
Su nombre es Leonila Ruiz Jacinto, pero todos la llaman Leo, es uno de los pilares en la congregación Pueblo de Dios ya que tiene 16 años participando en esta gran familia. Su rol actualmente es estar al frente del ministerio de mujeres “Abigaíl”, de la misma manera se desempeña como maestra del Discipulado nivel 7 que se imparte en la iglesia “Honra y Recompensa”. Pero el mayor desempeño de esta mujer, madre de familia y esposa es el ser un modelo de fortaleza a seguir para las mujeres de la Cueva de Adulam; motivo por el cual a manera de agradecimiento fue la elegida en este mes para aparecer en nuestra sección Sin Miedo al Cambio.
Leo nos compartió que el reto más difícil (hasta ahora) al que se ha enfrentado es el poder hablar en público micrófono en mano, el cual ya fue superado porque más de una vez ha demostrado con excelencia que puede expresarse sin equivocarse. Adicta al trabajo Enfermera de profesión, antes de conocer a Cristo Leo solía desvivirse trabajando para llenar el vacío de su corazón; pensaba que con trabajar sin parar lograría darles una mejor vida a sus hijos. El absorbente trabajo en enfermería requiere jornadas de 13 horas, pero Leo solía participar en cirugías trabajando así hasta 18 horas al día. Con todo esto Leo también llenaba el vacío de vivir con un esposo adicto a las drogas, cosa que ella desconocía pero que resentía ya que ella por mucho tiempo fue la única que aportaba para el sustento de su hogar. Pero por fe, con ayuno y oración actualmente la familia de Leo conoce de Dios y de su gran amor. Es un camino que lleva tiempo, pero nuestra hermana y maestra no desiste de luchar por la restauración que solo Cristo provee a su familia.
Carta del corazón de una mamá para su hija
H
ola mi amor, mi princesa, recibe esta carta con todo el amor que logres imaginar en tu mente; se que como mamá me he equivocado muchas veces y hoy lo puedo reconocer delante de mi padre Dios de ti, así que por favor, perdóname. Por
haberte abandonado, por haberte golpeado, el no haber sabido ser una buena mamá que se ganara la confianza de tu corazón, el no darme cuenta del dolor que reflejaban tus ojos cuando de la noche a la mañana tu papá se fue. Perdóname por creer que otro hombre podría suplir a tu papá, perdóname por ponerte en riesgo al dejarte sola mientras yo trabajaba o me divertía. Perdóname por robarte tu tiempo y pasarlo con otras personas en lugar de darte un tiempo. Perdóname por creer que dándote cosas materiales demostraba mi amor; perdóname por no darme cuenta de que abusaban de ti y no defenderte, por favor mi amor perdóname. Hoy te ruego me des una oportunidad de edificar la familia que por necia destruí, y solo me atrevo a pedírtelo porque Jesucristo ya me perdonó, y con el perdón trajo libertad. Él puede traer libertad a tu vida y sanidad a tu corazón, como me sanó a mi. Él es un Dios de pactos y renova-
dor, cada día nos da nuevas oportunidades, y así como te estoy pidiendo a ti una oportunidad también tengo algo que darte, te doy mi palabra de que jamás te abandonaré ni física ni espiritualmente, prometo corregirte cada vez que vea que lo que haces no le agrada a Dios, prometo compartir contigo mi tiempo, mi testimonio, yo te protegeré de todo mal, te enseñara lo que es el temor a Jehová y honrarme como tu mamá a pesar de mis errores y no por mí; sino paraque te vaya bien y tus días sean largos en esta tierra. Porque hoy mis ojos están puestos en Jehová, él es mi alto refugio, mi fortaleza, mi ayudador, mi proveedor y si él está con nosotras ¿quién contra nosotras? Espero que Dios te revele el propósito de esta carta, yo hija te amo con la fuerza de un león, con la belleza de un amanecer, con la magnificencia de una montaña, y creo que Jesús es el camino, la verdad y la vida, que conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres. Con amor Tu mamá.
Varias veces me interné para rehabilitarme, pero no lograba cambiar mi vida. De verdad creía que iba a morir sola en un basurero. Pero un día alguien me habló de la Cueva de Adulam, de un Dios que transforma a las personas y decidí venir hasta San Luis para cambiar mi vida; recuperarme a mi misma y el amor de mis hijos.
N
ací un 22 de junio en Hermosillo, Sonora. Nunca supe lo que se siente tener una familia donde hubiera amor, así que desde pequeña sufrí violencia, maltrato y abuso. Al no contar con una enseñanza por parte de mis padres, comencé a hacer de las calles mi hogar. Fue así como caí en las garras de la prostitución y las drogas.
Cuesta trabajo creer en un Dios que nos ama cuando venimos de una vida destrozada como la mía. Pero una vez que le abrí mi corazón a Cristo y le pedí que me diera nueva vida; él se llevó el dolor, sanó las heridas de mi alma y rompió las cadenas que me hacían esclava del pecado. Aún me falta camino por recorrer para llegar a ser la mujer que Dios ha dicho que soy. Pero cada día vivo para servirle a él, despierto cada mañana agradecida por su amor, saber que mi pasado ya quedó atrás y que el futuro a su lado es mi recompensa, aquí en la tierra como en el cielo.
Cena
de matrimonios
C
omo parte de las actividades que realiza la iglesia Pueblo de Dios, se llevรณ a cabo un con
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Agradecimiento Pastores Luis y Tere Osuna Carmen Cebreros Luis Fernando Hurtado Farid Arias Cebreros Alejandra Quintero Rubén y Vicky Saenz Angélica Sánchez Cinthia Guzmán
¡una sonrisa por favor!
Dice el pastor en el servicio del domingo: Hermanos, hoy vamos a hablar de la mentira y de los mentirosos.
- ¿Cuántos recuerdan qué dice el capítulo 32 de San Lucas? Todo el mundo levanta la mano. - Precisamente, a eso me refiero. El evangelio de San Lucas sólo tiene 24 capítulos.