Perdonarán la bobadita (poemario de tuestas)

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perdonarĂĄn la bobadita (poemario de tuestas) josĂŠ rengifo delgado

[a isa y mi hermana a mis cuchos a mi primo juan]



PRÓLOGO


Fue mi mamá la que me enseñó la expresión “de tuestas”. Caldito de tuestas, almuerzo de tuestas. Y yo le preguntaba ¿qué es tuestas? Ella respondía: de tuestas cositas que sobraron de ayer. Algo así es este poemario. Un librito de tuestas cosas que me sobraban. En general, así funciona: la unidad es la del ahorro, la del “no bote la comida que eso es pecado” (como dice mi cucho), pero sin sentido moral y etc. También el título (Perdonarán la bobadita) tiene otro origen relacionado con lo gastronómico. Cuando uno llega a ciertas casas (sobre todo en las que tienen hábitos o costumbres campesinas, o por lo menos de origen campesino) y se te ofrece comida es normal escuchar esta frase: “Perdone la bobadita”. Cabe aclarar que cada parte del libro corresponde a un origen diferente. No hay un orden cronológico para la organización de los textos. Todos los textos fueron escritos más o menos desde marzo del 2016. Y ya. Perdonen la bobada.

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REGRESO A VER MI PUEBLO ARDER GOZOSAMENTE DE NEOLIBERALISMO MIENTRAS LAS INDIAS SE PARAN EN LOS ANDENES A ECHAR CHISME Y REGRESO A MI CASA SOLO COMO QUIEN VUELVE DE UN BAUTIZO AL QUE LO INVITÓ LA MAMÁ Y ME PONGO A “ESCRIBIR”


finjo que escribo / la escritura es sólo un gesto para demostrarme que una larga noche como todas granadilla de noches estoy yo parado / vivo escribiendo y además puedo alargar la mano a través de la pantalla y un amigo dejará en mi moneda un poema escrito con pelusas y el ombligo del mundo eructará mi nombre como cuando éramos niños / digo éramos granadilla de nhombres estoy con ustedes, mis amigos / perdido como una vaca alargando su mugido a través de la avenida y sólo pasan y pasan motos y carros y viejos como niños que buscan ser atropellados

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TRÍO


1983 tiembla y yo en tu bus me rĂ­o o me mato (una de dos) tiembla y mejor dicho: tus llantas rebotan contra el mundo o nos chupa el jueves santo pa la paila mocha del infierno

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soy cantante de un cuarteto de mudos banda de asaltadores proyecto a barra brava veo más que un gavilán pollero y miedo no le tengo al sereno aguanto lo que pare muro porque tengo cabeza dura disponibilidad horaria y amigos en la notaría puede que imbécil en el día y tarado en las noches pero soy más avispado que ñero con hambre puede que lelo pal cálculo y medio pa la química pero mejor cuentero no habrá ni mejor guarapo probará quel mío le fumo cinco peladas y le enamoro cinco tabacos de un golpe de fósforo de esos de cuerpo blanco soy más gallero que suegro celoso no lloro cuando corto cebolla 9


prefiero el tradicional quel sin azúcar no soy pirata ni joyero me emborracho más con el ron y cuando no bebo también aprovecho el tiempo cuando las machacas me pican las que tienen que culiar son ellas pa que vea que yo culeo cuando quiero y puedo y no me da miedo soy cocinero juez chofer y mecánico tengo apellido impronunciable pero cara conocida me saludan 11 personas en una cuadra me gritan el apodo y yo les grito buenas jugué fútbol en la selección cauca y soy re malo pa seguir un mismo ritmo mantengo a mi familia y mi mujer es más dura ella pela la piña con las muelas y de día es prestamista casi entiendo de política no voto por morrongos no soy como los brutos 10


que comen acostados y reposan parados arreo buses taxistas suegrastercas y policías diligencio una tutela a la eps parado de cabeza pa hacer fila en el banco agrario no hay quien me de la talla puedo deletrear guaguancó en un segundo si quiere mientras le bajo guayabas nísperos papayas y moras me quito la cachucha soplando de parriba contento a cualquier secretaria sea buena o sea arizca regalo plata cuando tengo invito al trago cuando puedo no me quemo ni me corto no me pican los moscos ni me agarra el zika prendo cohetones con las manos mientras sostengo el palo con los dientes soy mejor padre quel obispo aunque no me refiera a lo mismo y tampoco es que importe mucho soy lento veloz y mamagallo soy también experto mentiroso 11


sin embargo soy honesto no le pongo misterio a nada no me excuso por güevonadas no le huyo a mis pedradas y tampoco tiro piedra por cualquier mamertada vi a mi abuelo preocupado por la viuda cuando una vecina le pegó a mi madre vi a mi abuela amenazarla con un revólver y aunque los tiempos han cambiado y al parecer todo es menos violento mis tíos fueron al ejército al trabajo o al colegio vi a mis amigos pedaliando a tantas viejas y yo entre ellos también saqué pierna vi a mis hijos salir del pueblo vi a mi propio abuelo cantar tantos tangos pa bailar le bailo hasta un chichoqui pero repito un ritmo sólo me aturde y confunde como nunca fui dueño de un potrero me tocó pagarle al banco tres veces lo que vale mi casa 12


peino a mis hijos de un grito literal y figurativo soy semiólogo del insulto y cuando me pesan los años ando en pata o en cicla hasta cualquier río me suelto de ropas y me echo al frío que mientras el agua a uno lo aligera las ideas y los pesares se vuelven canciones que desembocan como el cauca en un mar al que nunca he ido

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¿Quién dice que mis poemas son poemas? Mis poemas no son poemas en absoluto. Cuando entiendas que mis poemas no son poemas, podemos empezar a hablar de poesía. El gran tonto. RYÔKAN.

¿los poemas son una máscara que uno se pone para que no se note la mala cara cuando uno toma guaro feo? no sé

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PARTE DEL CRÍTICO O: ESTA PARTE REALMENTE NO DEBÍA LLAMARSE ASÍ PERO YA QUÉ HIJUEPUTAS


hay en el interior verde oscuro pintado por ojos siempre extranjeros una niebla maluca y brava un personaje que tensiona, de alguna manera, la extraña relación de los tiempos que corremos con los tiempos que imaginamos (pasados o no) los camioneros que atraviesan el departamento (ellos son lo más cercano a arquetipos de viajeros y peregrinos pues recorren en un mismo marco geopolítico varios mundos geográficos, gastronómicos, etc., pues hay, en el departamento sin mención pero donde nos “ubica” la historia, páramos, selvas, ciénagas, desiertos, volcanes, valles extensos y depresiones geográficas, ríos sinuosos, lagunas, represas, cañones que dan cuerpo de aire a las cordilleras, y muchas cosas más) dicen que entre uno de los grupos de indios que aún viven en reserva hay un errante, un hombre o mujer (no se sabe con certeza y quizá no importa), un caníbal que caza guerrilleros de vez en cuando sin que a él le den caza éstos, espantados ante el imaginario que se 16


compila en sus pobres cabezas; también a veces caza soldados de la patria que no pueden jactarse, por ningún lado, de ningún heroísmo panfletario pues mueren a veces 2 por mes a manos de esta sombra va dejando en sus recorridos trozos humanos que revelan los procedimientos previos al desplazamiento estos rumores nacen sin embargo de la gente de veredas y pueblos ínfimos metidos entre los montes y los ríos que se encuentran de vez en cuando con vestigios del nómada caníbal, o cuando sus poblaciones, siempre pobres y olvidadas, son puntos base para los soldados o guerrilleros que salen de la espesura con historias nocturnas, con ruidos de caza en su cabeza, con fusiles descargados ante las sombras de la noche nunca el caníbal ataca bajo el sol, lo que crea en la cabeza de los oidores o testigos, terribles ideas e imágenes infernales (porque todos creen en el infierno aún y les parece que aquel o aquella caníbal ((aunque la mayoría creen que es un caníbal)) es un demonio, un ser poseso, un ser malvado, de “alma oscura”) desde las veredas y poblaciones internadas en el departamento, los chismes, historias, imágenes, se mueven hacia las cabeceras donde a vox populi el caníbal cobra imagen de indio errante, de animal salvaje con forma de humano pensante, y después son los camioneros y demás viajeros, 17


aunque en su mayoría los camioneros porque éstos son habitantes de las carreteras, los que desperdigan los rumores, crean las leyendas a los urbanitas que creen que se las saben todas lo que dicen los ciudadanos no importa tanto como aquello que dulcemente podemos especular frente a un caso así: es probable que no sea un indígena, un indio o india que aún en su genética la carga caníbal sobrevive, pues es sabido que antes de la colonización existieron tribus que se dedicaban a la ingesta de carne humana; es probable que al no ser un indígena, un campesino loco, quizá inflado por humos químicos de la minería o trastornado por las guerras explotó en un frenesí caníbal, en una irracionalidad que más parecería una torcida nostalgia o sentido de venganza que terminaría por llevarlo a las entrañas de los montes a vivir en la cacería de los soldados y guerrilleros que “azotan”, que “pellizcan” las zonas “más rurales” hasta convertirlas en parcelas herméticas y violentas que a su vez son como una metáfora o una analogía del caníbal que desaparece soldados y guerrilleros dentro del monte, incluso alguna vez se dijo que el caníbal cazó a algunos niños que jugaban alejados de sus cabeceras pobres, internados entre las montañas, y eso no sería para nada un disparate, aquella disposición lingüística, aquella matemática de metáforas y bla bla bla 18


pero no se sabrá nunca nada ni tendría por qué saberse las sombras seguirán siendo terreno fértil para las figuras del cazador o cazadora, aunque a la larga esta historia está más allá de dilemas de conciencia de género y todo eso, entonces puedo decir que las noches seguirán siendo (porque ya lo eran antes) un motivo para programar genéticamente a nuestro linaje departamental a temerle a la oscuridad, o quizá podrá venir un filósofo, un antropólogo, un artista, a pensar en cómo el devenir del hombre en animal debe ponerse en duda, y luego cómo debe pensarse la historia (porque y si sí es un indígena?), y luego no sé, puede venir un psicólogo a pensar la locura y el hambre y el biólogo se aparea con este psicólogo pues se conocen en la investigación de campo, tomando con el antropólogo y el artista (que está escribiendo una novela sobre el asunto), y todos son amigos y han tenido enredos pasionales, sexo de vez en cuando, pensando sin duda en lo sombría que es la noche con el cazador allá en el monte, quizá a unos pocos kilómetros de las casuchas donde una pobre familia campesina que perdió a un niño en el monte les dan alojamiento con la condición de que encuentren “a ese monstruo que se comió a mi niño”, o quizá sólo ha habido un conjunto de conspiraciones y desapariciones, un conjunto de movilizaciones aisladas pero que cuajan ante la posibilidad de ser narradas en una misma unidad, hasta que se crea un 19


ser como el caníbal o la caníbal, que pensándolo bien sí es necesario diferenciar no porque haya que ser inclusivo con el lenguaje sino porque una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa o no sé, todo esto es confuso, realmente confuso, y es el tiempo el que me dirá cómo configuro el lenguaje, cómo se crean departamentos, patrias, guerras en mí para hablar de mí mismo, o de alguna especie de deseo que crea (químicamente o no, no sé, no importa) la idea del horror y de la belleza, que están hermanadas

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nadie nunca pondrรก puertas al campo

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quiero escribir un poema donde bailen todas las caleñas incluso Prado aunque sea toda visajosa luego reunir algunos billetes y comprar comida y un litrico no para mí porque no tengo estómago soy sólo una voz güevona que a veces dice ¿quién es Prado? ¿por qué las caleñas? ¿este man no que es de Popayán? pero también podría decirme, como frente a un espejo parcero, los símiles no están nada mal las metáforas suelen ser para los que se fían mucho del lenguaje 3 de cada 10 metáforas son buenas metáforas o no el lector puede dudar puede ser más que una voz asimilada y decir no estoy de acuerdo 22


los símiles son para los miedosos y estaríamos dando vueltas como perro tras su propia cola aunque digo estamos y sólo estoy yo aunque dije estamos y sólo hay un perro o sea yo una máscara que lee el poema que tiene debajo siempre algo más terrible una música que está a punto de sonar siempre y que no suena no suena las caleñas son como las flores pero ahora sólo veo flores en las camisetas y en las faldas y una vez una vez quizá las flores pero estos no son recuerdos la memoria siempre es falsa en un poema, pienso todo es signo dentro del poema toda pintura es abstracta y habría que rasgarse las vestiduras de adentro o ser un niño que le gusta hacer bromas obligar al lector a decir te amo doctor Álvaro Uribe te admiro te deseo qué rico ese acentico paisa y reírse de la trampa tendida al lector que es como un fantasma 23


algo de vampiro tiene el poema pero digo tantas chimbadas porque me puse a ver una película de la época victoriana quiero decir: José vio la película, no el lector siempre virtual ¿esto funciona como una confesión o como un salto o una impostura? ¿estás en medio de este entremés, Cervantes? ¿has visto, como yo, una película de Tinto Brass sobre un fetichista obsesionado con una pelinegra? ¿qué quiere decir el poema (siempre con su yo poético ficti)? o es que no se puede objetivizar el lenguaje poético o no puedo o no quiero (cf. Lezama) lo que sí quiero es un poema donde bailen todas las caleñas incluso Prado aunque sea toda visajosa

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para iniciar siempre es bueno decir que la única cosa que nunca podrá entender la humanidad sobre sí misma, a cabalidad, es la referente al deseo, a por qué motivos y para qué existe en el humano la capacidad de “captar” lo bello, lo deseable, lo horroroso en el siglo 16, en el nuevo continente por esos años descubierto, una inmigrante de origen español, en específico de la ciudad costera de Sevilla, llegó con su esposo, escribano para la gobernación de la ciudad de Cartagena de Indias. Esta mujer, después de algunos años en la ciudad de la Nueva Granada, fue tenida como santa, misericordiosa e incluso como una rebelde, una contestataria. ¿Y por qué? Porque siempre se le miró tratando con una calidez y solidaridad extraordinarias a los esclavos negros que llegaban al puerto. Incluso, y con el dinero de su esposo, compraba de vez en vez algún hombre o mujer traídos de África, no porque necesitara la mano de obra o porque le fuera deseable presumir de sus propiedades, sino porque ésta los deja25


ba en libertad luego, como actos de caridad. Se sabía que “No le daba asco palpar la piel negra de sus esclavos, le dolía la aspereza, la ruina de la suavidad y el brillo de ébano arrasados por el látigo, el hambre, las pústulas y la cal viva. Y los instaba a cuidarse, los inducía a sobarse el cuerpo con el aceite de olivas que traían los galeones para los comerciantes de la ciudad. No rehuía el perfume diferente que emanaba el cuerpo de ellos y que a la mayoría causaba náuseas como el almizcle que denunciaba la presencia de los animales acoquinados.” Estos gestos humanitarios construyeron poco a poco la imagen de esta bondadosa dama española, mientras ganaba admiradores, simpatizantes o de plano detractores o incluso enemigos. Lo que poco se sabía y que no dejó de asombrar a muchos de los historiadores que analizaron la figura de esta mujer extraordinaria fue lo que se encontró en su diario. Esta mujer llevaba un diario donde anotaba pensamientos, planes para su futuro o simplemente describía sus días. El contenido fue lo que amplió lo que se sabía de ésta dama y sus actos de buena fe hacia los injustamente esclavizados africanos en tierra americana. En uno de los pasajes más curiosos y más reveladores, nuestra dama confiesa: “Llegué a Cartagena de Indias con miedo. Natural es para una persona que acostumbrada a una vida, de generaciones conocida, tenga que enfrentarse no solamente a una nueva ciudad, sino a un 26


nuevo Mundo, a una tierra de cuyas historias tan exóticas y tan variadas terminará por convertirse en tu hogar de ahora en adelante y terminará por ser un espectro de todas tus malas venturas, de tus pesadillas más obscuras y perversas. Llegué advocando a San Erasmo, patrón de los marineros, a quien me habían recomendado rezar para llegar a buen puerto. Pero algo en mi mente me daba una cierta tranquilidad y me impacientaba. Ver de nuevo a los esclavos negros me revolvía el pensamiento. En efecto, llegados a Cartagena de Indias, mi contacto primero en el puerto con los esclavos, lamentablemente formados para su venta, me emocionó en demasía aunque por prudencia tuve que dejar en el baúl cerrado de mi corazón aquel espasmo de alegría y dicha. Tendrá que perdonarme Dios o enviarme directamente al averno una vez yo ceda mi alma al más allá porque ver a estos seres oscuros me incendiaba por dentro. Pronto supe que estaba cerca de aquello que más había deseado desde que vi, por primera vez, un negro andando penoso de ropajes por los puertos de mi ciudad natal. Ah, qué aperitivo más malevolente este deseo que me consume; querer el cuerpo trajinado, herido y sin embargo fuerte de un negro para mi placer culposo. No pienso reprimirlo, así esto me lleve a la condena. Quiero sentir el olor de esas pieles gruesas, acariciar el ébano imperfecto, quiero conocer el poderío de sus intenciones libidinosas. Todo esto me consume 27


en los sueños, en las pesadillas. Me hace detenerme ante mi esposo y llorar por dentro mientras por fuera soy una dama entregada a la oración que sólo pide por sus prójimos, que desea también prodigar la caridad y la piedad de la santa iglesia.” En otro fragmento parece divagar sobre si los negros tienen o no alma a lo que terminará por concluir que “y sí! oh gloria divina! claro que los negros tienen alma porque sólo por aquello que posee una se puede sentir tal deseo como lo siento yo ahora!”. En este folio que es el diario se encuentran diversas descripciones sumamente directas acerca de los actos que pudo la dama concretar con alguno de sus esclavos luego libertos: “Quizá deba agradecer a Dios, muy al pesar de mi honorable y entregado marido, que yo sea infértil y pueda permanecer sin hijos durante toda mi vida porque este cuerpo que para otra sería condena es para mí el centro de unos gozos que ninguna otra dama puede imaginar. Los negros para ser liberados me hacen cuantas cosas yo propongo y de las que me siento realmente complacida una vez terminadas. Tengo que esconderme de mi marido, que no es difícil debido a su labor extenuante en la gobernación de la ciudad. Me escabullo a los aposentos donde uno o dos negros descansan de algunas labores que obligo a realizar para no levantar demasiadas sospechas sobre mi trato a éstos y en sus esteras sudorosas, que nunca lavo ni cambio aun cuando se vaya y llegue otro 28


esclavo, me tiendo desnuda y les digo a los negros que me bauticen.” No sabemos, los que hemos estudiado este texto, a qué se refiere la dama con aquello del bautizo, pero tenemos la sospecha que era la palabra que ella usaba para describir una acción de índole sexual que puede sea descrita, por ella misma, en este fragmento: “Ellos se paran frente a mi rostro ávido, ay y también penoso de su propio deseo vil, y sobre él expulsan sus jugos que relamo complacida y en esos instantes entiendo que la libertad es un castigo divino a veces, que el placer es un dolor que nos quema gustosamente, una paradoja, como el blanco de sus líquidos naciendo de sus palos de ébano”. Los negros, al parecer, deciden llevar a cabo estas prácticas sexuales para ser liberados sin ningún problema, entendiendo que han llegado a un sitio extraño pero finalmente afortunado que servirá de camino para su huida del “demonio blanco”: “Los esclavos normalmente deben primero aprender algunas palabras en español, al mismo tiempo que entender la lengua. Es cuando esto pasa que yo soy directa y advierto del camino que les espera. Éstos nunca pasan del asombro, no hay asco, nunca un reniego, y los menos una cara de tristeza que me conmueve pero no distrae. Sé que soy igual de terrible que un encomendero pero yo no les doy más que un oasis, forzoso sí, pero oasis donde puedan descansar de su trajín terrible y puedan seguir su camino, libremente, hacia el hori29


zonte, lejos de este infierno de hombres blancos.” Creemos también que la mujer tiene algo sicológicamente inestable y que desde esta posición marginal logró describir una visión de mundo extraordinaria y compleja. Ella misma es un demonio blanco, una habitante de ese mundo desequilibrado donde todo el que no es blanco termina llevando del bulto. Lo que más parece reforzar la idea de una desestabilidad mental es la progresiva deformación de los textos en su diario. Después de lo que parece ser una temporada sexual sumamente activa que se evidenciarían en el diario con multitud de descripciones de sexo con diversos esclavos (escenas entre las que incluye sexo anal, oral, orgías y hasta escenas de voyerismo transcritas como pequeñas cápsulas narrativas), aparecen textos donde confiesa que se ha enfermado de una extraña fiebre que la hace soñar con Jesús y el demonio. Esta fiebre se verá acompañada de pústulas e infecciones en la cavidad vaginal y nos da de pensar sobre el contagio de alguna enfermedad venérea o alguna infección motivo de las múltiples y a veces salvajes relaciones sexuales con los negros que ella compraba, llevadas a cabo, al parecer, sin muchos reparos higiénicos. En estos últimos textos ella escribe en un tono altamente delirante, lleno de mensajes apocalípticos, de esporádicos arranques de arrepentimiento, incluso oraciones escritas por ella para salvar su alma del demonio y, lo que nos parece más curio30


so de todo el conjunto, textos escritos directamente a Dios donde dice: “Tú, oh malvado ser, has entrado por fin en mi cuerpo y en mi alma y veo la verdad del mundo: El mundo es un ruin desierto de horror y nadie más que tú es el creador de esto. No hay, y ahora lo sé porque yo soy tu creación y tu responsabilidad, un Diablo más que Tú mismo, oh Dios, ¿qué has hecho con esta pobre mujer? Me has convertido en espejo de todo aquello que tú eres y ominosamente ocultas a tu pobre humanidad. Eres el motor del fuego del infierno y al mismo tiempo aquel fuego invisible que ya en esta vida nos quema por dentro. ¿Es nuestra alma un carbón que alimenta tu ser abominable? ¿Es por esto que creas a seres para ser esclavizados, a indios sin alma razonable, a adelantados y colonizadores con el poder de llevar a cabo tus oscuros y demoniacos planes?” como podríamos deducir de su propio diario, doña Leonor, moriría por causa de esta enfermedad. Este diario no sólo completaría el vacío sobre el dato de sus últimos días de vida, sino que revelaría la verdadera cara de aquella dama que fue vista como santa y misericordiosa, de la que sabemos por algunos pocos textos que describen su actuar frente a los esclavos negros como Vida de algunas almas misericordiosas de Cartagena de Indias, del fraile Rigoberto Balboa Núñez, y el más famoso, y del cual sacamos la primera de las citas, arriba: Sobre Doña Leonor Salvatierra de Rojas, de autor anónimo… 31


cro

suenan camiones girando y girando una bulla que sale de la cabeza y va blanqueciendo todo luego está eso que tiene tu retrato en una cancha de mi-

tu pene es un cigarrillo Marlboro ah qué tristes son los poemas hoy son tristes porque la gente es triste y todas esas chimbadas nadie es capaz de montar en el garaje de su espíritu una iglesia cristiana da una pereza tenaz y tampoco serviría para algo realmente para eso es mejor volver al pueblo y embarazar a la primera mujer linda que se me empelote quizá así los zapatos pesen más o la conciencia cuidar a un niño no debe ser más difícil que terminar cualquier cosa terminar de cagarla 32


todos juntos como hermanos alguna vez en un bus girando girando no es una música la que suena sino el sonido trágico de las llantas del “alma” ah pero qué tristes somos todos sin alma el alma es un cuñado de una hermana que nunca tuvimos algo así nunca nuestro siempre el vacío que nos traga o nos broncea no existe el absoluto ni somos importantes el bienestar es dilatar preguntas o dejárselas de hacer y luego todo lo que es diferente a uno es sólo un pedo no hay otra opción es un pedo o erupciones de figuras todo hacia el caos ah qué tristeza qué gonorrea los poemas hoy valen menos que descansar de un paseo por la ciudad pero más que mil de pan si están bien hechos pero nada está bien hecho hoy ah qué tristeza tan marica no soy homofóbico 33


sólo me da pereza ser más consciente del lenguaje no siempre cambiar “marica” por “güevón” o “güevona” es útil porque no es la palabra es el gesto es la putería que se expande por todas las voluntades como un chicle masticado por otros de boca en boca sin libertad sólo un chicle que ya no sabe a nada como pisado por las llantas de un camión que gira y gira sobre su propio eje y el resto no es silencio sino soniditos de golpes en el techo constantes puras letras que dejan de funcionar o los ojos que se han tostado o el cerebro que no duerme y no de tan triste veo a mis amigos huérfanos a las seis de la mañana llegando al colegio viendo en el cielo color azul-cielo la luna “medio llena” me pregunto si este paisaje lo lleva uno en la sangre o si acaso ese cielo son mis ojos viendo como si fueran de otra persona ¿o será que importa? 34


DESDE DOS ESCRITORES PERUANOS


Madre me iré a taBogo a mojarme en el humo Qué insípidos desengaños en la rosada llaga de mis falsos trajines Me esperará tu arroyo de voluntad y algunas columnas quebrantadas del terremoto de tus ansias que se acaban en tu vida Me esperará el sol que hornea la sala de la casa Las flores que nacen y mueren en un día viendo hoteles parques techos materas palomas gatos oyendo la iglesia sonar Me esperará mi pieza que no es mía Fiestas sin mi sombra Imágenes del abuelo recorriendo tabernas por las calles edificadas de grasa negra de motor y putas Me esperarás sin pensarlo con el nombre del barrio de tu infancia en la boca Con mi abuela en los ojos disparándole a las vecinas que te pegan Estoy cerniendo el jugo de mis cariños más callados ¿No oyes que se calló la licuadora? ¿No oyes que el ojo tiene un blanco? Estoy 36


transcribiendo a escondidas las recetas de tus almuerzos para tapar todos los huecos de esta hambre entre inviernos y puentes rotos bogotanos Oh si mi hermana hubiera podido antes ir y… Así muerta inmortal Así Bajo las dobles llamas de tu personalidad por donde hay que pasar sin llorar hacia el rincón del llanto Que es otro tiempo con mi padre lejano Humilde motor de Mazda 3-23 hasta más de la mitad de humano Hasta que somos los primeros niños que tuviste De nuevo Así muerta inmortal Entre los oráculos de tu osamenta de jueves santo payanés Levantando polvo y futuro Qué modernidad caída en lloros o el Destino entreabriendo puertas en los dedos como otras manos cariñosas o regañonas Así muerta inmoral Así inmortal Asíi

i. Reescritura del poema “LXV” de Trilce, de César Vallejo.

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No sé cómo lucirán de mis sobrenaturales antepasados las cédulas Ni por qué me pesan No lo sé porque no soy inteligente Tengo una corazonada Una voz que me teje un diploma que usaré de vez en cuando Por lo demás estaré inventando cosas con lo ya reunido El universo me dice a guiños por hora dolorido y sin sexo que todo es objeto del azar Que mis padres son reuniones de partículas Bien podría decirse que son el resultado de trillones y trillones y trillones de choques posibles entre una y otra partícula Mi corazón bombea quitándose el polvo de encima y sin embargo ese polvo era el corazón en cada uno de sus latidos Lo que quiero decir es que mi corazón es un río Y mis antepasados son un río y mis padres cuando yo no nacía sabían que todas las imágenes son mares o reposos dialécticos Que nada mental existe fuera de 38


nosotros El universo a espasmos de mañana y sol nocturno me eructa que somos parlamentos o grandes capitolios con fotos en claustros de homenaje a los muertos propios Olvidando que tenemos estas manos como corazones que son como ríos Bombas que palpitan y explotan renaciendo a cada instante Porque siento en mi corazón una constante y esta constante es igual a realizar en mi cine mental la imagen de que el movimiento es la metáfora de todo y lo abarca todo incluido el tiempo y el tiempo que es un tejido reposado como una laguna con su fondo invisible bajo nuestros pies de jesucristo de mentiras sobre el agua Ya estamos en la cruz de agua bajo nuestros pies borrachos y todo se mueve Los viejos ancestros pagan en nosotros sus cuentas de luz Yo le digo al oído adn de mi nieto en este momento que no llore que la soledad quizá es la marca mía Una cicatriz seria Le digo eso y pago mi cuenta de internet en sus ojos para que distraiga su visión con la materia desgarrada de una hembra bella que lo mira y va dejando migas de palabras detrás mientras camina haciendo curvas de estrellas rodeando su piel entera pegada para 39


siempre a su ropa Lo distraigo mientras paso mi cédula para pagar el servicio prestado Y mi nieto abre la boca como un trozo de pera que se reparte entre los niños hambrientos que morirán solos y envenenadosi

i. Reescritura de alguna parte de Resurrección de los muertos, de G. Churata.

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La muerte llegó en forma de zancudo chocando contra los árboles de calor y luz eléctrica de las bombillas borracheras La muerte llegó en raid © mata mosquitos y una nube bíblica ejecutora de plagas La muerte llegó como silencio La muerte llegó como el paso de una mujer acercándose al silencio de una cuadra atestada de taxistas La muerte llegaba en su sangre La muerte llegará en el mapa que la sangre sigue hasta completar su circuito abierto La muerte llega en la calle bandeja de cadáveres En una bala previa a la calle y previa a la cabeza de una mujer donde ahora pasa a ser metal sobre metales diluidos en agua y sesos La muerte fue miedo de silencio y huecos Disparo hacia el horror vacui Los ojos templados de una pistola Las uñas gástricas de la pólvora El sicario drogado y paranoico En el otro sicario Tranquilo mi 41


pez La muerte llegó en forma de jugo de glándula En escalera genética En repercusión del movimiento de un parto La muerte Tierra madre Los átomos paridos después de nueve meses del carnaval del pueblo al que regresamos a vivir como otros burlándonos de nuestras caras y nuestra desnudez Explosión de figuritas fractales donde la muerte se teje y desteje infinitamente análoga La muerte llegó como apertura del ojo entre las cobijas del texto La muerte fue textura por escritura Fricción creadora de texto Muerte del lector y el poeta Muerte del lenguaje por el lenguaje por lo cinético por la emoción de ver la muerte parada en la hoja en forma de ventanal y ruido de tormenta tropical Lluevei

i. Reescritura de alguna otra parte de Resurrección de los muertos, de G. Churata.

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POEMA HECHO PARA UN RECITAL EN EL PARQUE CALDAS, POPAYÁN, 2016


qué piedra las hembritas con sus dedos de cañón magnum y sus piernas de rifles de asalto qué piedra las hembritas con sus lunares pintados por demonios en esas noches en que los ronin se emborrachan oyendo cumbia y haciendo concursos de quién se baja 6 palomas a piedrazos qué piedra las hembritas con sus culos de fuego azul de humo detrás del asesinato de recompensa cobrada por atrapar a un traficante escondido en una covacha de nuestra ciudad qué piedras las hembritas que nunca han gustado de los títeres ni de tigres ciegos qué piedras las hembritas que se tiraron sobre el pasto para que las luna las aplastara pero terminaron intimidándola en esas noches en que todos salimos enmascarados a farriarnos las lukas que ganamos chimbiando qué piedra las hembritas que recogen cerezas con los labios superiores y son capaces de partirlas en cuatro partes exactas y limpias mientras cantan una melodía de abuela 44


aprendida durante un sueño qué piedras las hembritas que tienen las espaldas tatuadas con mapas y armas donde todos nosotros recogemos nuestra sangre qué piedra las hembritas que se mueren cuando ya han abierto las piernas a los ronin infelices que no tienen más mundo que el de la sombra de la carne en esas noches en que se olvidan de sí mismas para darnos en la muela del deseo como llorando en reversa qué piedras las hembritas que se cuadran con sayayines y con poetas qué piedra las hembritas que recogen girasoles en campos de arroz qué piedras las que explotan como cigarras o las que duermen cobijadas con papel de arroz dulce las que cazan ronin incautos y los ponen a producir té de coca las que tienen hambre y suben por cascadas o regañan al bareto las que duermen peladas cuando el sol es como un reloj enorme y un reloj como una flor madura qué piedra las hembritas que no me hacen caso por hablar tanta mierda

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POEMA PARA ISA


ahora soy un eco y el mundo acá no es tan diferente, a lo bien aunque no deja de ser bello aunque no sé si lo sea más que tu mundo de agua negra y nados estoy obsesionado con el orden: digno hijo de tu abuela, isa aunque yo creo en oootro orden no en el de las puertas cerradas del baño y el decoro creo en uno que es como el primo del orden en el que cree tu abuela: ese orden que nacerá contigo, que traerás entre las manos y perderás como yo, para buscarlo y buscarlo incluso en escenas terribles y llenas de dolor y llanto quizá la vida sí sea buscar y buscar transformar el mundo para hallar pasajes y esas cosas que leerás si leés Rayuela 47


si ahora pudiera comunicarme contigo te preguntaría si es dulce olvidar si tu lengua olvidará algo importante cuando aprendas a decir mi nombre te preguntaría si es más fácil respirar bajo el agua que respirar en estas ciudades sin fe pero no entiendo bien qué pasa ahora soy tan bruto creo que ni tu mamá entiende lo que pasa, isa pero sí sé que este es un texto que ruega ser otra cosa: ser una canción de cuna, manquesea algo que sea como el sonido de las matas o de los grillos en una finca sonidos que son flores flotando como pequeñas piedras sobre un río como un collar para ti que flota sobre un río o el polvo de un aguacero que se alza desde las calles como el aliento dulce de un perrito recién nacido y llega a la luz de las ventanas o a las cobijas: es la vida entrando aunque no lo pensemos la muerte poniendo semillas no podrás leer este poema sino hasta que se hayan caído por primera vez tus silencios de semilla de arroz 48


y dejes de ser ese reloj precioso que marca días míos no lo leerás hasta después de que la primera violencia te enseñe a decir mamá y papá no podrás leer esto hasta que seas una niña demasiado inquieta como para que tu callado tío te alcance o no soy una palabra que no conocés, isa soy un gesto que está por llegar a tus ojos y que desde ahora te sueña como al cuerpo de un fantasma al que uno amó no puedo dejar de pensar que este poema es inútil o sea que yo mismo soy un inútil porque preferiría cantarte y no lo puedo hacer no hay nada lo suficientemente honesto o lo suficientemente nuevo no puedo dejar una melodía en tus recuerdos como una espuma de un río que quizá imaginás como el cuerpo de una trucha arcoíris nadando y acariciando tu piel de nube payanesa para cuando podás leer este texto quizá todo esté perdido y haya que iniciar la valorización de las cosas todo cuanto te animaba a caminar será un vacío un vapor que lloverá de vez en cuando sobre tus valles con sus casas recién edificadas cuando podás leer este poema los niños sabrán que sos 49


algo más que un sol que subió desde la sangre o la vecina linda a la que se ve partir al colegio volando por la puerta (como lo sé yo ahora porque la verdad soy un niño) en ese momento, isa, entenderás que los poemas son tontos y que no son más bellos que este momento en que tu mirada es imaginaria y tu silencio es una película

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“perdonarán la bobadita (poemario de tuestas)” Este libro fue editado días antes de su publicación el día 30 de noviembre, 2017.

Diseño: José Rengifo Delgado & Miguel Urrego. Se realizaron 10 libros de esta edición. Culo de guayabo editores. Bogotá.


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