Informativo CUT Bogotá Cundinamarca 142 de julio 2016

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Nº 142 Valor $500

Bogotá, Colombia Julio de 2016

Multitudinaria manifestación de paz el 9 de abril de 2013 en Bogotá. Foto Juan Pablo Bello.

Los dirigentes sindicales debemos promover el sí en el plebiscito por la paz

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or eso la responsabilidad que debemos asumir los dirigentes sindicales de la CUT es definitiva. Como uno de los sectores sociales más golpeados, conocemos como víctimas todos los horrores de la violencia desatada, por ello y por el futuro de los trabajadores colombianos nos esforzaremos al máximo para lograr una votación gigantesca por el sí, que permita apuntalar la paz en Colombia. / 3

Pacific debe responder

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os trabajadores de Campo Rubiales tienen derecho a sindicalizarse y la USO aspira a que ellos libremente se afilien a nuestra organización, no solo para exigir garantías para el ejercicio de la actividad sindical, sino para que sea la piedra angular de la lucha por la soberanía energética y los derechos de las comunidades y los trabajadores. Esta investigación muestra que Pacific cometió grandes daños sociales, laborales y ambientales que no pueden quedarse impunes. Esperamos justicia y reparación. Y confiamos en que Ecopetrol lo hará distinto. / 5


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Propiedad de la tierra y posconflicto Carlos Saavedra Zafra Presidente Nacional Ascontrol

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esde la expedición de la Ley 200 de 1936 de Alfonso López Pumarejo, régimen de tierras, que, en palabras contenidas en su mensaje al Congreso; buscaba “fundamentar la propiedad, organizándola sobre principios de justicia, y resolviendo los conflictos a que ha dado lugar la vaguedad litigiosa de la titulación existente”1; es decir, no regulaba una nueva redistribución de la propiedad sino se limitaba al saneamiento de la titulación de los predios. Pasando por la, tal vez, más avanzada de las leyes del tema agrario como lo fue la Ley 135 de 1961 hasta llegar a nuestros días con la expedición de la Ley 1448 de 2011 y Ley 1561 de 2012, ha sido una constante histórica el tratar de resolver el problema de la tenencia y la propiedad de la tierra rural como partes integrales de la estructura agraria de Colombia, pero que en la realidad política nacional y regional a lo sumo se ha buscado es el saneamiento de la titulación y/o el otorgamiento de los títulos de propiedad de la tierra. Todo en concordancia con aquello que plantea William Ospina que contra una realidad indígena en la cual “la palabra viva en los labios era la fuente mayor de legitimidad”, en Colombia se impuso la letra escrita hasta tal punto que los títulos de propiedad adoptaron el nombre “en tono casi bíblico” de “la escritura” con lo cual, dice Ospina, al poder de la palabra y la costumbre se le somete al inmenso poder notarial de “la escritura” y con él la legalización de robo, despojo, usurpación2. Y el poder de “la escritura” vino a medirse y valorarse en los ingentes y crónicos conflictos individuales y colectivos por la propiedad de la tierra y la estructura agraria de Colombia. Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que los conflictos políticos, sociales y armados que han marcado la historia de Colombia, tienen una línea transversal que es el gran conflicto por la tenencia y la propiedad de la tierra rural; el gran conflicto originado por una deficiente y excluyente estructura agraria del país (tenencia, propiedad, uso, relaciones laborales y sociales, mercado de tierras, relaciones con el mercado, con la política y con el Estado). Precisa el Pnud en su informe de Índice Nacional de Desarrollo Humano 20113 al abordar el tema agrario que en países como Colombia la tierra no se limita a ser un factor de producción o un activo de in-

versión o un modo de vida sino fundamentalmente sigue siendo un elemento esencial de la riqueza, el poder y el prestigio. Con la tierra en Colombia se obtiene una renta, se especula, se convirtió en un instrumento de la guerra (Reyes, 2009)4, del lavado de activos del narcotráfico, y además genera poder político ligado a la violencia ejercida por grupos armados ilegales. Como se planteó al inicio, en Colombia se intentaron tres grandes procesos de reforma agraria, Ley 200 de 1936, Ley 135 de 1961 y Ley 160 de 1994 pero las tres fueron sometidas a la pérfida alianza burgués terrateniente y sus propuestas de contrarreforma; Ley 160 de 1994, Ley 4 de 1973 o Acuerdo/pacto de Chicoral dieron al traste con la posibilidad de modificación de la estructura agraria de Colombia, con la modificación de la inequitativa tenencia y propiedad de la tierra y como lo plantea Francisco Barbosa, las raíces de esta postura contrareformista encuentra su asidero en la visión centralista que guio la fundación de la República que “tenía un vínculo con el poder local a través de una élites clientelistas con las cuales repartía tierras y poder”5. La consecuencia de esta contrarreforma social, económica, política no permitió resolver un asunto fundamental para las democracias, el acceso a la propiedad rural y de contera resolver el problema de la producción nacional agraria y por ende de la seguridad y soberanía alimentaria. La exclusión de las inmensas capas de la población del acceso a la propiedad rural se visibiliza aún más cuando el índice de Gini para propietarios de la tierra ha arrojado un Gini de 0,875, es decir, existe una absoluta concentración de la propiedad de la tierra, pocos propietarios son dueños de mucha tierra. El 77% de la tierra está en manos del 13% de los propietarios, pero aún más crítico es que sólo el 3,6% de estos es propietario del 30% de la tierra.

Los problemas de la estructura agraria del país, de la tenencia, de la propiedad y uso de la tierra han arrojado que solo el 18% de los propietarios de la pequeña y mediana propiedad tienen títulos formalizados y de los pequeños propietarios, el 80% tienen propiedades menores a una UAF pero en un contrasentido de la lógica del mercado el 70% de los alimentos producidos son el resultado de la labor titánica de los pequeños propietarios, que sin embargo, no reciben del Estado asistencia técnica adecuada y universal (solo la recibe el 55% de los pequeños propietarios), ni créditos, no tienen, en general, acceso a vías de comunicación o estas son deficientes, el 11% no tiene vivienda, el 85% carece de alcantarillado y el 60% no tiene agua potable6. Y si a este panorama jurídico, político, social que acompaña la Colombia rural se le agrega el impacto del conflicto armado que desde años pretéritos ha acompañado la lucha por el acceso a la propiedad de la tierra, nos encontramos con el desplazamiento forzado y el correspondiente despojo de la propiedad rural. Han sido los pequeños y medianos propietarios, los trabajadores agrarios (jornaleros) y hasta los grandes propietarios los que han sufrido de manera directa y sistemática, los que han sido presas de las masacres, de asesinatos selectivos, de chantaje, de secuestro, del despojo (se calcula en 6,6 millones de hectáreas despojadas)7. Por ello, quienes hemos soñado que otra Colombia es posible, vemos, en los acuerdos de La Habana la oportunidad de reorientar la política pública agraria que necesariamente pasa por una profunda reforma agraria, por un profundo cambio de la estructura agraria del país, por la democratización de la propiedad y tenencia de la tierra, más propietarios de más hectáreas de tierra, del correspondiente saneamiento de la titulación de la propiedad y la entrega de millones y millones de hectáreas despojadas a sus verdaderos dueños, de una política pública agraria que se cimente en asistencia técnica, créditos blandos, vías, apoyo a la comercialización, y solución a los ingentes problemas sociales de los pequeños y medianos propietarios y de los trabajadores agrícolas. Y en esa perspectiva es que saludamos el acuerdo alcanzado en La Habana sobre el tema agrario, según el cual se llevará a cabo una Reforma Rural Integral (RRI) que estará centrada en el bienestar y “buen vivir de la gente del campo, de las comunidades campesinas, indígenas, negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales, y de la gente que habita en los espacios interétnicos e interculturales, y pretende lograr la

ASCONTROL integración de las regiones, la erradicación de la pobreza, la promoción de la igualdad, el cierre de la brecha entre el campo y la ciudad, la protección y disfrute de los derechos de la ciudadanía y la reactivación del campo, especialmente de la economía campesina, familiar y comunitaria”. En dicho acuerdo se reconoce” la importancia para la sociedad y la economía de la economía campesina, familiar y comunitaria en el desarrollo del campo, “...Este proceso apuntará a regularizar los derechos de propiedad y en consecuencia, desconcentrar y promover una distribución equitativa de la tierra”. En el acuerdo se abordan no solo los asuntos atinentes al acceso a la propiedad, sino que se establece que el mismo debe ser integral, garantizando créditos, capital semilla, vías, educación, y se establecen asimismo no solo los diferentes mecanismos de acceso a la propiedad, entre ellos la formalización de la tierra de que son dueños o el retorno de las tierras despojadas. Es decir, es un acuerdo que, llevado a la realidad, cumplido por las partes, se estará hablando de una nueva Colombia rural. Por todo ello, es que debemos darles un sí rotundo a los acuerdos de La Habana y participar activamente en la promoción y aprobación del plebiscito aprobatorio de los mismos. Un sí a los acuerdos significa decirle sí al fin del conflicto y, a partir de ello, será responsabilidad de obreros, trabajadores, estudiantes, industriales, empresarios y campesinos, en una gran movilización social, construir colectivamente la paz, una paz incluyente, una paz con justicia social. Por ahora, en el plebiscito, digamos sí a la paz. Sin adjetivos ni complementos. Notas 1 “La necesidad de una ley de tierras”. López Caballero, Juan Manuel. En http://www.dinero.com/edicion-impresa/opinion/articulo/ la-necesidad-ley-tierras/178581. Página consultada el 18 de julio de 2016. 2 Pa Que se Acabe La Vaina. Ospina, William. Editorial Planeta. Bogotá. 2013. 3 Http://escuelapnud.org/biblioteca/documentos/abiertos/06_indh2011co.pdf. Página consultada el 18 de julio de 2016. 4 Https://www.restituciondetierras.gov.co/ documents/10184/227457/identificacion_ agentes.pdf/23a90fa3-2a6d-4a74-9d734dcfef6b4a5b. En Colombia. Razones para la esperanza. PNUD. Informe Índice nacional de Desarrollo Humano, 2011. 5 Http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/el-mal-de-siempre-francisco-barbosacolumnista-el-tiempo/14569287. Página consultada el 18 de julio de 2016. 6 Http://www.semana.com/especiales/pilarestierra/asi-es-la-colombia-rural.html. Página consultada el 18 de julio de 2016. 7 Ibídem.


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opinión sindical

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Los dirigentes sindicales debemos promover el sí en el plebiscito por la paz do lugar, de los partidos y movimientos que respaldan el proceso de paz y, en tercer lugar, de una corriente de pensamiento democrática y progresista encarnada en centenares de organizaciones sociales y populares y en millones de colombianos.

Miguel Ángel Delgado R. Director Depto. Comunicaciones CUT Bogotá Cundinamarca

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l plebiscito para refrendar los acuerdos de La Habana fue avalado finalmente por la Corte Constitucional. Según los tiempos calculados por voceros oficiales este se llevaría a cabo en septiembre u octubre, o sea, estamos a tan solo 90 días para que los colombianos decidan por si cesa la confrontación armada con las Farc o continua el enfrentamiento bélico con ellas. Esta es la nuez de los acuerdos, la esencia de este proceso. Colombia, en estos tres meses, entrará en un profundo debate político en torno a los contenidos de los acuerdos, su implementación, sus protagonistas, el llamado posconflicto y tantos otros aspectos que se derivan de ellos, pero finalmente todos, de una manera u otra, tendremos que decidir por el sí o por el no, porque la abstención en esta ocasión se une indefectiblemente al no.

Los medios de comunicación, las redes sociales y todas las formas que en que la opinión pública se expresa se inundarán de razones y sinrazones con respecto al sí y al no. El país se dividirá entonces en dos bandos. La CUT, por convicción, por decisión y por historia, estará en la promoción al sí en el plebiscito, esto nos coloca del lado, en primer lugar de los firmantes de los acuerdos: el gobierno de Santos y las Farc, en segun-

Comité Ejecutivo CUT Bogotá Cundinamarca Carlos Ernesto Castañeda Ravelo (Presidente), Luis Fernando Abadía (1a. Vicepresidencia), Bernardo Raúl López Martinez (2a. Vicepresidencia, responsable de Relaciones Internacionales), Alfonso Ahumada B. (Secretario General), Carlos Arturo Rico Godoy (Departamento de Tesorería y Finanzas), Pedro Isidro Yepes López (Fiscalía), Miguel Ángel Delgado Rivera (Departamento de Comunicaciones, Relaciones Públicas, Publicidad y Propaganda), Celmira Herrera Urrea (Departamento de Organización y Relaciones con Organizaciones Sociales), Jorge Enrique Laverde Herrera (Departamento de Educación, Formación, Capacitación, Investigación y Proyectos), Esperanza Lozano Atencio (Departamento de la Mujer, Derechos Humanos y Solidaridad), Martha Pineda Guío (Departamento de la Juventud y el Menor Trabajador, responsable de Asuntos de Salud y Seguridad), Manuel Ángel Téllez González (Departamento de Relaciones Laborales y Negociación Colectiva), María Victoria Forero Izquierdo (Departamento de Asuntos Relacionados con las Empresas Transnacionales y Responsabilidad Social Empresarial), Carlos Alberto Velásquez (Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente), Néstor Ramírez Moreno (Departamento de Asuntos Legislativos y Jurídicos).

Consejo Editorial Miguel Ángel Delgado Rivera (Departamento de Comunicaciones, Relaciones Públicas, Publicidad y Propaganda), Carlos Ernesto Castañeda Ravelo (Presidente) Carlos Arturo Rico Godoy (Tesorero), Jorge E. Charry (asesor editorial). Avenida Caracas Nº 44-54 Of. 402 Teléfonos: 2455966 / Fax: 2 456432 Bogotá D.C. Colombia Email: cutbogotacun@yahoo.es / cutbogotacun@cut.org.co ISSN: 1900-0898 Diseño y diagramación: Éditer estrategias educativas, ctovarleon@gmail.com / 2329558. Caricaturas: Internet. Fotografías: Jorge Becerra, Dreamstime Manuel A. Mora y tomadas de Internet. Asistencia editorial: Yolanda Rodríguez / Diego Urrea Edición: 20.000 ejemplares. Tarifa postal reducida Ministerio de Comunicaciones. Las opiniones expresadas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores.

Del lado del no estarán los señores de la guerra encabezados por Álvaro Uribe, el procurador Ordóñez, uno que otro partido que los secunda, despojadores de tierras, paramilitares en receso y en ejercicio, comerciantes ilegales de drogas y armas, cacaos derechistas y algunas personas que influidas negativamente por los errores y desmanes de las Farc y la propaganda contra los gobiernos alternativos del continente, creen en el arrasamiento y la violencia. El plebiscito no es para respaldar las medidas sociales y económicas del santismo, o aprobarle su anunciada reforma tributaria de por sí desprestigiadas y retardatarias contra la población, tampoco es para ocultar el fracaso de la acción armada, ni las desviaciones extremas de las Farc. Menos para combatir la corrupción o para conseguir la justicia social. El sí en el plebiscito es para darle respaldo popular a unos compromisos que están diseñados para procurar una salida negociada a un conflicto armado, para que cese la acción armada de las Farc y estas, transformadas en partido, ejerzan la actividad política con garantías de seguridad y en pie de igualdad al resto de partidos y movimientos. Si nos enredamos y nuestra campaña en vez de centrarse en el sí a la paz se diluye en mil consignas vanas y sin sentido (por correctas que aparenten ser) estamos confundiendo y no aportando, dispersando y no concentrando, llevando agua al molino fascista de la violencia y ayudando a que fuerzas agazapadas contra la paz en la vicepresidencia, gobernaciones y alcaldías se vuelvan determinantes. Uribe, su partido y las fuerzas que se oponen a los acuerdos no son deleznables, ni una corriente que no posea arraigo en cierta opinión pública y que además está coordinada y unida. Lo demuestran a diario en el Parlamento. Se palpa en la capacidad que tiene de permear las protestas sociales, como se pudo observar con la venta de Isagén, en al paro de las dignidades agrarias o en el paro camionero el pasado 20 de julio con la utilización de estandartes negros. Cuentan a su favor que saben aprovechar los fracasos del gobierno y la mala imagen de Santos. Saben hacer alianzas y concesiones como el apoyo a Peñalosa en Bogotá. Manejan las comunicaciones y las redes sociales y utilizan una propaganda que cala en la mente de las gentes. En síntesis, son un peligro latente en contra de los acuerdos de paz y, por tanto, constituyen el enemigo principal

a derrotar en esta contienda por el sí en el plebiscito. La pasada Junta Nacional de la CUT, realizada el 6 y 7 de julio, ratificó el voto por el sí en el plebiscito adelantando una campaña independiente a la del gobierno. Es así, puesto que somos diferentes al gobierno, nuestro pensamiento y objetivos son diametralmente opuestos a las políticas neoliberales en boga. También somos diferentes a las Farc por pensamiento y por método. Igualmente nos diferenciamos de los partidos políticos y de muchas de las organizaciones sociales, inclusive de las otras centrales sindicales. Esta diversidad hace que sean campañas independientes, por el lenguaje, por la forma, por los contenidos, pero con una misma consigna y objetivo: el sí a los acuerdos de paz de La Habana. Además con un común enemigo: el que rechaza los acuerdos de paz. Es lógico e inteligente que a la par que se desarrollan campañas independientes por cada uno de los partidarios del sí, sepamos coordinar acciones de interés común y no nos referimos tanto a los firmantes del acuerdo, sobre todo al gobierno, sino a la multitud de partidos, movimientos, personalidades y organizaciones que entienden que lo que está en juego en este plebiscito no es poca cosa. O el país se enrumba por una senda de cese de la violencia, que permita el despliegue de las luchas por las transformaciones democráticas y sociales, o nos sumimos en una oleada de terror y muerte que impedirá, como lo ha impedido, que Colombia participe por lo menos en el concierto de las naciones civilizadas. En este sentido la Junta Nacional, al recoger el anhelo de los colombianos por la paz, hace un llamado para que el ELN se incorpore, lo más rápido posible, a este proceso de salida política negociada al enfrentamiento armado, so pena de quedar en un aislamiento tan grande de la población que lo lleve a su desaparición. En general las encuestas y los sondeos de opinión dan ganador al sí, con un margen alto por encima del umbral del 13% que significa un poco menos de cinco millones de votos. Igual existe un gran apoyo internacional por la paz. El uribismo y sus aliados intentarán ganar con el no o con la abstención. Cualquiera que sea su decisión, debemos realizar una profunda campaña esclarecedora y de convicción. Por eso la responsabilidad que debemos asumir los dirigentes sindicales de la CUT es definitiva. Como uno de los sectores sociales más golpeados, conocemos como víctimas todos los horrores de la violencia desatada, por ello y por el futuro de los trabajadores colombianos nos esforzaremos al máximo para lograr una votación gigantesca por el sí, que permita apuntalar la paz en Colombia.


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opinión sindical

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Más represión con el nuevo código de policía Carlos Arturo Rico Godoy Tesorero CUT Bogotá Cundinamarca

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ace quince días fue aprobado el nuevo Código de Policía que regirá para supuestamente mantener la buena convivencia ciudadana, brindar seguridad, tranquilidad, salud pública y protección de los recursos naturales. El representante a la Cámara del Polo Democrático, Alirio Uribe, manifestó que el nuevo Código fue aprobado a pupitrazo limpio, a altas horas de la noche, y sin siquiera leer el articulado completo. Dijo además, que este nuevo Código de Policía que permitirá capturas administrativas tanto de mayores como de menores de edad, el ingreso de policías a colegios y universidades, arrestos de quienes transiten en la calle en estado de embriaguez, allanamientos sin orden judicial y, por si fuera poco, facultaría a los alcaldes para determinar toques de queda, "legalizando lo que han venido haciendo los paramilitares en muchas zonas del país".

nos son delincuentes, de que los jóvenes son peligrosos, igual que los niños y las niñas. Invierte todos los principios de un Estado social de derecho y se convierte en un código inaplicable, para dictaduras, y que no sirve para el posconflicto ni la convivencia ciudadana.

"Es un código prohibicionista que lo único que va a lograr es que los colombianos odien a los policías; no va a cooperar a la convivencia sino que va a generar abusos permanentes; es un código hecho por policías para otorgarle poderes exorbitantes a la Policía, y el Congreso no lo objeta, no lo analiza, ni lo discute"; dijo el representante del Polo.

Me parece que todos los ciudadanos debemos, como tarea, leer con detenimiento esta nueva ley, que según nuestro representante, pretende que la policía pueda allanar el domicilio de una persona sin orden judicial lo cual es inconstitucional, impone limitaciones exageradas a la movilización social, la intimidad del domicilio y libertad personal.

El articulado del Código también prohíbe el uso del espacio público para intervenciones artísticas y culturales, y para las ventas informales de las que viven cientos de familias en Colombia, además faculta a los policías para que ingresen a las salas de cine a verificar qué edad tienen los asistentes, facilita el reclutamiento forzado y la imposición de multas por cualquier motivo; en suma, "interviene en la vida, la libertad y la intimidad de los ciudadanos. Finaliza diciendo que, es un código ‘peligrosista’ que parte de la lógica de que los ciudada-

Considero que se fortalece el abuso policial y que es peligroso darle semejantes atribuciones restrictivas a una policía tan desacreditada como la colombiana y que ha demostrado en infinidad casos, el abuso. Además hay que analizar que muchos de los procedimientos que prevé el texto de la ley resultan inconstitucionales, injustificados y desproporcionados, como quiera que sanciona el libre desarrollo de la personalidad y la protesta social, única herramienta que poseemos los trabajadores y los sectores menos favorecidos para reclamar los dere-

chos. Este nuevo código, nos hace recordar el repudiado estatuto de seguridad expedido en el gobierno de Turbay Ayala, que se convirtió en un incentivo para la violación de los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas del Estado.

Quedamos en estado de alerta, leamos este nuevo código que no es preventivo y persuasivo sino por el contrario es muy represivo, socialicémoslo en la escuela y con las comunidades educativas y locales.


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soberanía

Exhaustiva investigación muestra que la multinacional canadiense cometió grandes daños sociales, laborales y ambientales que no pueden quedarse sin resolver

Pacific debe responder Edwin Palma Egea Vicepresidente nacional de la USO Tomado de las2orillas.co

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acific Exploration & Production Corp. (en adelante Pacific), se ha ido al fin de Campo Rubiales. La lucha organizada de comunidades, trabajadores, partidos políticos, movimientos sociales y el sindicalismo nacional e internacional hicieron posible que el campo petrolero más grande del país pasara a ser operado directamente por Ecopetrol S.A. y de nuevo a manos de los colombianos, lo que significa para el Estado un aumento de regalías, al pasar del 20 % al 32 % y con ello más inversión social. Un gran logro para la nación. La depredación de ese territorio durante los años de Pacific fue descontrolado y los impactos sociales, ambientales y laborales que dejó el paso de esta multinacional por nuestra extensa llanura colombiana son profundos. Esta semana el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, el Proyecto de Acompañamiento y Solidaridad Internacional Paso, la Federación Internacional de DDHH y la Escuela Nacional Sindical presentan un balance de esa explotación desmesurada. Sus conclusiones serán presentadas a medios de comunicación en rueda de prensa que tendrá lugar en el hotel Estelar Suite Jones este martes 11 de julio a las 11 a. m. Y a las 5 p. m. habrá una presentación pública en el auditorio Teresa Cuervo del Museo Nacional con la intervención de voceros de las organizaciones que hicieron posible esta investigación. El propósito de nuestra columna no es chiviar el resultado sino, por el contrario, provocar a los lectores para que nos acompañen este martes. La investigación tiene 5 ejes: a) el análisis social del territorio y de los actores sociales presentes en el mismo; b) la evaluación de los derechos laborales; c) el abuso de las estructuras judiciales y la fuerza pública; d) la violación de los derechos de las comunidades indígenas, y e) la afectación al medio ambiente. Me referiré al segundo de los temas.

Como era de esperarse, en relación con los derechos laborales, Pacific se rajó La empresa violó de manera sistemática la ley laboral en cuanto a derechos individuales y libertades sindicales que no han prescrito y que ameritan la investigación y sanción de las autoridades. La exhaustiva

En Puerto Gaitán, la USO comenzó la lucha por el manejo nacional de Campo Rubiales.

y bien elaborada investigación puso de presente cómo Pacific conscientemente incumplió la ley colombiana, y cómo la Unión Sindical Obrera (USO) siempre lo denunció, sin ninguna respuesta del Estado. En Campo Rubiales dos sindicatos se disputaron el terreno. La USO, que lideró las grandes protestas y movilizaciones del año 2011 que lograron hacer públicas las precarias condiciones laborales de trabajadores directos y tercerizados, y la Uten, afiliada a la Confederación General del Trabajo (CGT), que nunca negoció una convención colectiva, sino “acuerdos laborales” producidos después de enormes agitaciones sociales y laborales que dejaron cientos de trabajadores despedidos, y desplazados. La Uten llegó a Campo Rubiales a vender “paz laboral” basada en jugosos contratos sindicales que violaban derechos laborales fundamentales. La investigación que se presentará este martes incluyó encuestas a los trabajadores que concluyeron, por ejemplo, que solo el 31,1 % sentían que podían hablar de sindicalismo en su empresa, el 55,6 % de afiliados a Uten señalaron que se habían sindicalizado allí por “presión” y el 6,1 % consideró que este sindicato no representaba sus intereses. De los encuestados, un 64 % señaló que les ofrecieron incentivos económicos para renunciar a la USO y afiliarse a Uten. La relación entre Uten y Pacific fue matrimonial. Pacific protegió y favoreció con todas las garantías a Uten. Le cedió instalaciones, le dio permisos y, sobre todo, contratos sindicales para tercerizar miles de trabajadores a bajo costo para la empresa y convertir el sindicato prácticamente en una “bolsa de empleo”. A través de los contratos sindicales se hizo intermediación laboral ilegal, como advierte el estudio, y se limitaron los derechos de asociación sindical, negociación colectiva y huelga.

A pesar de todo, la USO no renunció a cumplir su deber. La investigación revela que, por ejemplo, 70 trabajadores directos de Meta Petroleum (filial de Pacific), ejerciendo los derechos de asociación y negociación colectiva, presentaron pliego de peticiones que la empresa nunca negoció. Las querellas presentadas al Ministerio de Trabajo por este caso todavía no se resuelven. La empresa se valió de los contratos laborales a término fijo para no renovar los de quienes se sindicalizaran y golpear el proceso organizativo, a pesar de recomendaciones reiteradas de la Organización Internacional del Trabajo y decisiones de la Corte Constitucional. Luego de la decisión de Ecopetrol S.A. y del gobierno de no prorrogar el contrato de asociación con Pacific, Uten se dio cuenta que su paraíso llegaba a su fin. No solo pidió, contrario a los intereses de la nación, que este contrato se extendiera, sino que empezó a buscar con Ecopetrol algo que no logró: la sustitución patronal. Hoy, según datos de la empresa, existen alrededor de 130 trabajadores afiliados a

Uten mientras la USO acaba de superar los 3.300 sindicalizados, lo cual tiene implicaciones positivas enormes para todos los que trabajamos en Ecopetrol y para nuestro sindicato, pues la convención colectiva de trabajo deberá extenderse a todos los trabajadores de la empresa y nos dará más capacidad de negociación. Los trabajadores de Campo Rubiales tienen derecho a sindicalizarse y la USO aspira a que ellos libremente se afilien a nuestra organización, no solo para exigir garantías para el ejercicio de la actividad sindical, sino para que sea la piedra angular de la lucha por la soberanía energética y los derechos de las comunidades y los trabajadores. Esta investigación muestra que Pacific cometió grandes daños sociales, laborales y ambientales que no pueden quedarse impunes. Esperamos justicia y reparación. Y confiamos en que Ecopetrol lo hará distinto. Ver informe completo en: http://ens.org.co/ apc-aa-files/4e7bc24bf4203c2a12902f078 ba45224/05.07.2016_Colombie_bassdef. pdf-

En Bogotá, La CUT y la USO pidiendo que Ecopetrol operara Campo Rubiales.


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aniversario

Cuarenta y cinco años de Sindesena Orlando Rico Castro

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Funcionario del Sena

l pasado 19 de mayo la organización Sindesena cumplió 45 años de fundada, tal conmemoración realmente me conmovió, al punto que sin contar con tiempo disponible permanecí durante todo el evento en el auditorio del Cgmlti, allí se sintió mucho cariño, respeto por esta organización, que durante 45 años ha defendido con pundonor los derechos de los trabajadores, que además ha construido en su interior un claro concepto de clase; no todos los días se puede ver al secretario general, doctor Milton Núñez, al doctor Enrique Romero director de la seccional Distrito Capital tarareando La Internacional, un himno que conmueve a todo aquel que haya sufrido por la causa de los trabajadores y que además haya leído un poco sobre la dolorosa y desigual lucha histórica de la clase trabajadora mundial. Pude rubricar algunos aspectos que vale la pena resaltar. Este sindicato ha tenido que pelear de diferentes formas y recibir ataques diversos, eso realmente los ha endurecido, de forma tal que han traspasado algunas barreras proscritas a la mayoría de los sindicalistas; han superado ampliamente el simple aspecto economicista, han pasado al campo en el cual se pelea por lo fundamental para los trabajadores, que es el trabajo mismo. Desde hace varios años este sindicato no solamente procura mejorar el nivel de vida de los afiliados, sino que ha tenido que luchar por la existencia misma del Sena, algo inusual, han desarrollado estrategias tales que los condujo a unirse y trabajar como debe ser, de la mano de la organización estudiantil Coes (Comité de Estudiantes y Egresados); además han incursionado en el campo político, algún expresidente del mismo termina como representante en la Cámara, Wilson Arias, este paso debo decir es el camino obligado de la inteligencia plasmada en los lideres sindicales, pero se debe registrar como un delicado y tortuoso paso, por cuanto requiere de mucho tino, de mucho tacto. Que una asamblea de trabajadores de diferentes corrientes políticas interprete un partido en particular como el de ellos y no del enemigo fundamental, es decir el verdadero enemigo de clase, la burguesía empresarial, financiera, terrateniente y sus representantes en el gobierno, eso no lo entienden la mayoría de ellos, eso genera división, genera dispersión, obviamente por que es una

organización de trabajadores sin distingo político, y lo que es más sin la posibilidad de estudiar e interpretar las fuerzas que realmente mueven al país, y su propia condición dentro de una sociedad, y no es por incapacidad de la clase obrera, es por la educación a la que estamos sometidos, debemos aprender recetas como loras, sin profundizar nada de nada, es más, las condiciones laborales “garantizan” que no haya tiempo libre para que un trabajador lea siquiera una hora diaria. Habría que profundizar un poco más para saber las condiciones en las cuales se desarrolla ideológicamente esta organización, porque además de esos aspectos ya mencionados, pude observar algo que en nuestro pueblo no se practica, la retroalimentación. Me fascinó, por decir lo menos, cómo dedicaron un buen espacio a interactuar entre los principales lideres que ha tenido Sindesena, como el expresidente de nuestro sindicato compañero Fabio Arias, actual Secretario General de la CUT. Llama profundamente la atención ver cómo conciliaban los diferentes sectores, “las fuerzas”, las “tendencias” los “Gutierristas” abrazando a los “Conspiradores” y concluyendo que finalmente después de tantas luchas intestinas, el diálogo habría posibilitado mayores éxitos, y menos disputas. Se hace necesario ver el futuro contextualizado como una etapa de diálogo y respeto por la diferencia, expresó un invitado de la CUT, “no puede haber paz, si no se respetan los derechos de la clase trabajadora”, de una clase trabajadora dialogante y defensora irrestricta de la unidad, la democracia y la paz. El emisario de Alirio Uribe señalaba con mucha precisión cómo el decreto 583, era una señal clara de que en La Habana se habla de paz, pero en Colombia el gobierno de Juan Manuel Santos trabaja en dirección contraria, desean firmar los acuerdos de

La actual presidenta de Sindesena, Aleyda Murillo, con el primer presidente del sindicato Jorge Gutiérrez.

La Habana para, dentro de un escenario de paz, profundizar la concentración de la riqueza, aumentar los desmanes y continuar eliminando, como lo pretenden hacer con la nueva reforma tributaria, los recursos dirigidos a saneamiento básico, que en Colombia se acrecienta en sectores como La Guajira, Chocó y algunos otros lugares apartados y abrazados por la corrupción. Debo repetir una frase que dijera en el discurso inaugural de este evento la presidenta nacional Aleyda Murillo G., debemos sentirnos orgullosos de ser miembros de nuestro Sindesena, creo que esa frase es la causa que me motiva a compartir con todos ustedes esta experiencia. Es el llamado de esta mujer la que nos invita a erradicar el miedo, a interesarnos por entender la verdad sobre el papel de

esta organización en la actual coyuntura; de nuevo el gobierno a través de su reforma tributaria ataca al Sena, ahora propone eliminar el Cree, siendo este mismo gobierno su creador, y lo creo sencillamente para acabar con los parafiscales y sobre todo para acabar con la condición de presupuesto con destinación especifica; ahora elimina los Cree, y deja a las organizaciones que dependen de estos sin recursos para su subsistencia, en otras palabra no acaba con el Sena, pero lo descapitaliza. A todos los compañeros del Cgmlti, les invito a conocer un poco mas la problemática, a entender la necesidad de trabajar en la unidad alrededor la esta organización que no es de hoy, es una organización con cerca de medio siglo de lucha, a la cual le debemos el mas sincero y respetuoso agradecimiento.

Marcha por la defensa del Sena.


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informaciòn cut

COMUNICADOS CUT La CUT exige el reintegro de temporales del Distrito Capital con fuero sindical Bogotá, 12 de julio de 2016 Doctor Enrique Peñalosa Londoño Alcalde Mayor de Bogotá Bogotá, D.C. Asunto: Reintegro trabajadores temporales del Distrito Capital con fuero sindical. Respetado señor alcalde: En nombre del Comité Ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, CUT, reciba atento y cordial saludo. Con el debido respeto le solicitamos el reintegro de los empleados pertenecientes a plantas temporales del Distrito Capital, especialmente los cobijados con la garantía de fuero sindical, con base a la Ley 411 de 1997, Ley 909 de 2004, el Decreto 1227 de 2005, el Código Sustantivo del Trabajo, la Constitución Política, en los artículo 353 y 354 y los Convenios 87, 98 y 151 de la OIT y la jurisprudencia de la Honorable Corte Constitucional. Los empleos temporales se encuentran regulados en el artículo 21 de la Ley 909 de 2004 y el Decreto 1227 de 2005, en los cuales se menciona que los empleos temporales deben cumplir a una de las siguientes condiciones: a. Cumplir funciones que no realiza el personal de planta por no formar parte de las actividades permanentes de la administración; b. Desarrollar programas o proyectos de duración determinada; c. Suplir necesidades de personal por sobrecarga de trabajo, determinada por hechos excepcionales; d. Desarrollar labores de consultoría y asesoría institucional de duración total, no superior a doce meses y que guarde relación directa con el objeto y la naturaleza de la institución. Es evidente que la Administración Distrital hizo una errónea implementación de la figura consagrada en la ley, toda vez que no utilizó las plantas temporales en el desarrollo de programas de duración determinada, sino que, usó esta figura para atender la política misional de las diferentes entidades que conforman la administración distrital, vulnerando lo determinado en la Ley 909 de 2004, artículo 21. Los empleados temporales en su gran mayoría estaban sindicalizados, ejerciendo su derecho consagrado en los Convenios 87 y 98 de la OIT, la Constitución (arts. 38 y

39) y los artículos 353 y 354 del CST, debido a que estas reconocen y garantizan el derecho fundamental de libertad sindical dentro del cual se encuentra la garantía de asociación sindical, tanto para los trabajadores particulares, como para los servidores públicos, sean empleados públicos o trabajadores oficiales. En específico, el Convenio 151 de la OIT establece los derechos de los servidores públicos en torno a la conformación se organizaciones sindicales con el fin de garantizar el ejercicio del derecho fundamental a la libertad sindical, por tanto, este Convenio consagra una triple protección a los sindicatos de servidores públicos, a saber: el amparo contra actos de discriminación antisindical; la defensa de la independencia de estas organizaciones y la concesión de facilidades a los representantes para que puedan llevar a cabo sus labores como lo determinó la Corte Constitucional en Sentencia C-377 de 1998. Al ratificar el Convenio 151 de la OIT, mediante la Ley 411 de 1997, Colombia adoptó estas garantías mínimas de protección a los empleados públicos sindicalizados, con el fin de prevenir y sancionar cualquier acto de discriminación antisindical por parte de la Administración Pública, a su vez la Corte Constitucional ha reconocido el derecho de asociación sindical a los empleados públicos. Los empleados sindicalizados de las Plantas Temporales del Distrito, ejercieron su derecho a la libertad sindical consagrada en las disposiciones legales y constitucionales anteriormente referenciadas, por lo tanto, al desvincular a los trabajadores cobijados por fuero sindical, no solo se atenta contra el derecho a la asociación sindical y la libertad de ejercer este derecho con las garantías establecidas por la OIT, sino que se vulnera la dimensión colectiva del derecho a la libertad de asociación sindical (Corte Constitucional, Sentencia T-619 de 2013), teniendo en cuenta que los trabajadores organizados pueden autogobernarse y decidir de manera independiente el destino de su organización sin admitir injerencia externa, especialmente del empleador. Es evidente, entonces, que el Distrito Capital de Bogotá realizó una injerencia de tal magnitud que algunos sindicatos cuentan hoy con menos de 25 afiliados, incurriendo en una causal de disolución corriendo el riesgo de desaparecer de la vida jurídica. Finalmente, en virtud del principio de solidaridad sobre el cual se cimenta el Estado

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Gobierno militariza, judicializa y reprime a los camioneros

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nte el anuncio del Gobierno Nacional de reprimir la protesta y judicializar a los camioneros, la CUT Bogotá Cundinamarca expresa su solidad con la causa de los camioneros, y exige del Gobierno Nacional una salida al conflicto suscitado y a sus causas, y el cese inmediato de la brutal represión

que terminó con la vida de un joven en Duitama, Boyacá. Bogotá D.C., 13 de julio de 2016 Comité Ejecutivo Carlos Ernesto Castañeda Ravelo Presidente Alfonso Ahumada Barbosa Secretario General

La CUT llama a respaldar masivamente la huelga en la Universidad del Tolima

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as universidades territoriales enfrentan una difícil situación económica como consecuencia de la desidia del gobierno nacional y los departamentales. No se giran los recursos económicos de ley y se pretende que estas sean rehenes del clientelismo. La Universidad del Tolima no es ajena a esta situación, desde hace varios meses Sintraunicol y Aspu, han solicitado a la rectoría un diálogo y solución a los problemas que enfrenta la universidad. Ante la negativa de la dirección de la universidad de dialogar con tres estudiantes, tres trabajadores y tres docentes, entraron en huelga de hambre desde el pasado 6 de julio, con un amplio respaldo de toda la comunidad universitaria, que continúa aumentando. Los huelguistas y las organizaciones sindicales, teniendo en cuenta que la única respuesta que da la universidad a las peticiones es que esta entre en ley de quiebras, han decidido que la huelga de hambre solo se levantará cuando:

Social de Derecho en Colombia, es necesario destacar que el núcleo fundamental del problema, suscitado con base en la terminación de las plantas temporales por parte del Distrito Capital, radica en garantizar el derecho a la libertad sindical, lo anterior teniendo en cuenta la obligación adquirida por nuestro país a nivel internacional en orden a velar por la existencia de las organizaciones sindicales, de esta forma lo esencial en este caso es proteger a los sindicatos presentes en el Distrito y a sus líderes. Por tal razón, reiteramos la solicitud

•• Se negocie el pliego de peticiones presentado a la triestamentaria. •• Sean canceladas las deudas salariales y prestacionales. La CUT apoya irrestrictamente esta justa lucha y llama al gobierno nacional y departamental, a negociar las peticiones de los sindicatos. La CUT llama a todo el movimiento sindical, social y estudiantil a realizar una asamblea de solidaridad, el próximo sábado 16 de julio, a las 10:00 horas, en la sede de la Universidad del Tolima. Responsabilizamos a las autoridades universitarias de cualquier hecho lamentable que pueda suceder por su negativa al diálogo y la concertación. Bogotá, 14 de julio de 2016 Luis Alejandro Pedraza Becerra Presidente Fabio Arias Giraldo Secretario General Francisco Maltés Tello Director Dpto. de Investigación y Proyectos

de reintegrar de manera inmediata a los funcionarios distritales que hacen parte de las juntas directivas de varios sindicatos. Atentamente, Luis Alejandro Pedraza Becerra Presidente Fabio Arias Giraldo Secretario General Francisco Maltés Tello Director Dpto. de Investigación y Proyectos


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ÚLTIMA HORA

Los camioneros prenden motores: se firmó el fin del paro nacional Tomado de Las2orillas julio 22, 2016

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egún el presidente Juan Manuel Santos, el acuerdo con el que se superan 46 días de paro camionero es “realista y equilibrado”. Este contempla 25 puntos que pronto serán explicados en detalle por el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, pero el levantamiento de la protesta en las vías del país es inmediato. Santos se dirigió al país para dar la noticia y se mostró satisfecho, explicó que de haber cedido a las pretensiones iniciales de los transportadores de carga las alzas

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noticias

en los productos y costos habrían sido generales, afectando a todas las familias y golpeando la competitividad.

Por el uso democrático del espacio público y el derecho al trabajor

Lanzamiento del cabildo

El balance pérdidas de más de seis semanas de paro es de 2,6 billones de pesos. Y se sabe que dentro de los acuerdos pactados está la eliminación de la llamada tabla de fletes para dar paso a un nuevo régimen de libertad vigilada que reflejará los costos de operación. Así mismo, frente al plan de chatarrización se mantendrá el modelo de ‘uno a uno’ para sacar los carros viejos e ingresar nuevos, sin afectar el patrimonio de los camioneros, logrando reducir la sobreoferta y la modernización del parque.

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l 11 de julio en el Congreso de la República el Comité promotor del cabildo conformado por el Comité Distrital de Vendedores Ambulantes, los comités locales y las organizaciones de vendedores ambulantes, con el apoyo de los representantes a la Cámara por Bogotá Inti Asprilla, Alirio Uribe y Ángela Robledo, los saludos de respaldo de los concejales Holman Morris y Manuel Sarmiento, la presencia de Aida Abella y los representantes de la CUT Bogotá Cundinamarca Carlos E. Castañeda, presidente y Miguel A. Delgado director del Informativo CUT, realizaron el lanzamiento del Cabildo Abierto sobre ventas ambulantes en Bogotá. Previamente el comité promotor ya había realizado las gestiones ante la Registraduría Nacional y una vez recibió el formulario oficial para la recolección de firmas, se dio a la tarea de su lanzamiento, los dos salones destinados para acoger a los delegados de las localidades fueron desbordados por la presencia masiva de vendedores. Los que no pudieron entrar realizaron, en plena Plaza de Bolívar, la

primera “firmaton”, con lo que se dio inicio a dicha recolección que espera superar las 30.000 firmas exigidas para la realización del cabido abierto, reunir 100.000 y con esto citar, en asocio con el concejo de la ciudad, al alcalde Peñalosa, para que le dé la cara a la comunidad de vendedores informales, los cuales han tenido que sufrir de nuevo estigmatización, persecución y violación masiva de derechos, a partir de su personal y peculiar interpretación de lo que ya la Corte Constitucional a establecido en cuanto a la “armonización de derechos” en el espacio público y los vendedores ambulantes y su desconocimiento de lo construido en este sentido por parte de las administraciones anteriores. A Peñalosa ya no le gusta “construir sobre lo construido” y solo desea borrar lo realizado en cuanto a reconocimiento de derechos y continuar el “trato cruel”, como dice la Corte, que se instauró como normal bajo las administraciones MockusPeñalosa-Mockus. Al cierre del evento se expresaron las consignas de ¡viva el uso democrático del espacio público¡, ¡viva la unidad y el derecho al trabajo¡ y ¡abajo el gobierno neoliberal de Peñalosa¡


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Confederación Sindical Internacional (CSI) En línea Turquía: Un paso más cerca de la dictadura Organizar para garantizar empleo tras el deplorable Golpe de Estado fallido decente. Formalizar el trabajo informal

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a CSI ha manifestado su profunda inquietud por el despido de cerca de 3.000 fiscales y jueces, así como 8.000 agentes de la policía y un elevado número de funcionarios, como secuela del fallido Golpe militar en Turquía. Se calcula que unas 232 personas perdieron la vida durante el intento golpista, y cerca de 1.400 resultaron heridas. Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó “Ante todo y sobre todo estamos con las familias de aquellos que perdieron la vida trágicamente, y con los cientos que resultaron heridos. La CSI condena sin paliativos el intento de tomar el poder por la fuerza militar, e insta a que los responsables sean juzgados de acuerdo con el Estado de derecho. No obstante, la celeridad con que el Gobierno del presidente Erdogan ha actuado para despedir a miles de jueces y fiscales, 8.000 agentes de la policía, numerosos funcionarios civiles y otros empleados es motivo de honda preocupación. Aunque el intento golpista fracasó, la democracia sigue amenazada, teniendo en cuenta que las autoridades parecen estar determinadas a consolidar aún más su poder, sin importar las consecuencias para el pueblo turco y para sus vecinos”.

Se ha tenido noticia de que 6.000 personas en total han sido arrestadas desde el intento de Golpe de Estado. En los últimos años se ha constatado un serio debilitamiento de las libertades democráticas y los derechos humanos en Turquía, donde sindicalistas, periodistas y académicos se han convertido particularmente en blanco de la represión por parte del Estado. En mayo de este año, la CSI informó que más 1.000 sindicalistas estaban siendo investigados por su participación en un acto pidiendo paz y democracia. Unos 284 están exilados o han sido transferidos, 403 fueron obligados a retirarse, 102 están siendo investigados y 97 han sido acusados de “insultos al Presidente”. “Turquía ha resistido a este Golpe de Estado. En el período posterior al mismo, resulta imperativo que el presidente Erdogan y su gobierno respeten los principios fundamentales de la democracia y la legalidad internacional. Las deshonrosas y violentas acciones de una sección de las fuerzas armadas no ha de utilizarse como excusa para ejercer una mayor represión a los opositores al Gobierno, que de hecho están comprometidos con la paz, la democracia y los derechos humanos”, añadió Burrow.

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l poder de los trabajadores y trabajadoras organizándose para combatir la desesperación de la economía informal se revela en un nuevo informe publicado por Equal Times, que incluye estudios de casos de 17 países, documentando la acción sindical para formalizar el trabajo informal. El informe pone de relieve los éxitos de campañas sindicales de organización para transformar las vidas de recicladores de basura en Brasil; conductores de moto-taxi en Rwanda; trabajadores/as del hogar en Bélgica y en El Líbano; vendedores ambulantes en Ghana; artistas en Uruguay, y trabajadores y trabajadoras de muchos otros sectores en distintos países. Se pone de relieve la labor de la India’s Self-Employed Women’s Association (Sewa), en un país donde el 92% de la mano de obra es informal, mientras que en EE. UU. se examinan las alternativas laborales a la denominada economía “gig”, donde las empresas emplean las plataformas de internet para romper las relaciones de empleo. Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “Al margen de los acalorados debates sobre el futuro del trabajo en reuniones y conferencias de alto nivel en todo el mundo, algunos continúan con el trabajo concreto de dar forma al futuro, organizando sindicatos y reforzando el poder de los trabajadores y trabajadoras, para conseguir que más del 40% de la mano de obra mundial tenga un empleo decente y formal. Cualquiera que dude de la eficacia de los trabajadores y trabaja-

doras ejerciendo su derecho fundamental a organizarse, quedará convencido de su valor una vez lean las pruebas concretas que aporta este informe”. El hilo conductor de todos los casos presentados en el informe es la utilización de un instrumento internacional, la Recomendación 204 de la OIT, que establece la manera en que los países deberían formalizar la actividad económica informal. “Esto supone un claro ejemplo sobre los beneficios que las normas internacionales del trabajo pueden aportar, cuando los Gobiernos cumplen con sus responsabilidades y los trabajadores son libres de organizarse. Con sectores enteros del mercado de trabajo mundial fuera del ámbito de cobertura de la regulación y la protección a los trabajadores, y con peligrosas tendencias hacia la informalidad tanto en los países en desarrollo como industrializados, resulta urgentemente necesario que las lecciones que se desprenden de este informe, así como tantos otros ejemplos positivos de sindicalización, se extiendan a lo largo y a lo ancho. El mundo registra enormes niveles de desigualdad e inseguridad, que tienen graves consecuencias sobre las familias y comunidades, y que plantean una amenaza real a una economía sostenible, así como a la democracia y los derechos humanos. Todos los grandes avances en la historia han sido conseguidos por personas trabajando juntas, y este informe muestra que el poder de los trabajadores organizándose puede aportar trabajo decente, ahora y en el futuro”, manifestó Burrow


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Sintrateléfonos:

Primer cabildo abierto por la no venta de la ETB Leonardo Argüello Sanjuán

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Directivo Sintrateléfonos Abogado especializado

a organización sindical Sintrateléfonos requirió formalmente a la Registraduría Distrital la expedición y entrega del formulario para la recolección de las correspondientes firmas, en el primer mecanismo de participación ciudadana en corporaciones públicas Cabildo Abierto. El día 27 de mayo de 2016, la Registraduría dio vía libre en su respuesta, con el consecutivo GSE-900-26, para iniciar la respectiva recolección de firmas y confirma nuestra convocatoria al Concejo de Bogotá por la no venta de la empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB). El sindicato abre la senda de los mecanismos de participación ciudadana con el primer Cabildo Abierto que convoca al Concejo de Bogotá para exigir a la corporación y al burgomaestre Enrique Peñalosa que la ETB no se debe vender por diferentes razones, entre ellas, la importancia que tienen las telecomunicaciones en el mundo, en esa misma interpretación, se demostrará la viabilidad, rentabilidad y el crecimiento de la empresa por la implementación de la nueva infraestructura descentralizada en telecomunicaciones que se desarrolla en Colombia y en Latinoamérica (Perú) como: La nueva operación Ftth (Internet por Red de fibra óptica 150 Megas), 4G, LTE (Móviles de última generación), Televisión Digital (HD), Internet Satelital SKyNet, para el beneficio de sus clientes, las comunidades, los bogotanos y el país en general. La Junta Directiva y la Comisión de Reclamos de Sintrateléfonos vienen trabajando incansablemente con las comunidades realizando foros en telecomunicaciones, multiplicando la importancia de mantener el carácter público y por qué no se debe vender la ETB, y señalando los beneficios que la empresa secunda con sus aportes económicos a la Universidad Distrital y a los proyectos que materializa la Alcaldía Mayor con estos recursos; recor-

Los directivos de Sintrateléfonos entregando firmas para el cabildo abierto.

damos que en el 2014, la empresa entregó 370 mil millones de pesos, los cuales han contribuido a la educación pública y otros propósitos muy importantes relacionados con la inversión social. A través de mesas de trabajo con diferentes líderes comunales, localidades, trabajadores de ETB, partidos políticos, sindicatos, nuestra central obrera CUT, vendedores ambulantes, comunidades, agremiaciones y un grupo de estudiantes, Sintrateléfonos viene consolidado con fuerza la recolección de firmas por todo el territorio distrital. No obstante, para finalizar con éxito nuestra labor convenimos recolectar 28 mil firmas como lo dispone la Ley 1757 de 2015, y estamos alineados en reunir más de 60 mil firmas. En el periodo de inicio y hasta la fecha, llevamos más de 15 mil firmas y estaremos anunciando próximamente por todos los medios las invitaciones para que nos acompañen al gran lanzamiento del Cabildo Abierto. Como describí anteriormente, con nuestra iniciativa vendrán otros mecanismos de participación ciudadana como son: las Consultas Populares y la Revocatoria del Mandato, las cuales organizaremos, o en consecuencia apoyaremos, para concluir enviando un mensaje directo que la voz que se debe escuchar es la voz del pueblo.


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opinión

por paz, soberanía, democracia

Primer Congreso d

Albores del sueño un

Felipe Pineda Ruiz Investigador y analista político Proclamamos desde esta empinada tribuna popular que jamás claudicaremos en el glorioso empeño de orientar las luchas de los trabajadores de Colombia por rutas de pacífica convivencia política y de grandeza ética y moral hacia la conquista de su destino histórico. Fragmento de la intervención de Jorge Carrillo, primer presidente de la CUT, en la instalación del congreso constitutivo de la Central Unitaria de Trabajadores (Bogotá, noviembre 15 de 1986).

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res décadas han transcurrido desde aquella conquista histórica que significó la conformación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Muchas han sido las gestas heroicas y conquistas sociales que este conglomerado obrero ha labrado para la clase trabajadora colombiana en este periplo vital. El presente texto recapitula cinco tópicos históricos:los aspectos determinantes en la fase previa a la conformación de la central; las conclusiones más relevantes del primer congreso; el contexto social, económico y político de 1986; la violencia anti sindical de la época y una remembranza de quienes hicieron posible que este tramoinicial culminara exitosamente: los actores más notorios en el proceso de unidad y convergencia, que devino en la creación de la CUT.

La génesis de la CUT 1986 fue un año bastante convulsionado para la historia del sindicalismo nacional: las contradicciones dentrode la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), de influencia liberal predominante, y la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC), de raigambre conservadora en su mayoría,amenazaban con generar tensiones irreconciliables en la entraña de ambas estructuras.Los malos manejos financieros yla pérdida de credibilidad de los cuadros directivos ante la opinión pública y sus mismas bases, portomar posiciones descaradamente proclives a los intereses de los bloques de poder, se convirtieron en el caldo de cultivo que facilitócohesionar estas bases sociales descontentas en una nueva central. Aquellas tensiones internas, en este par de conglomerados sindicales,no fueron resueltas de manera democráticapor parte

Primer Congreso (fundacional). Foto Manuel Mora (QEPD).

de las dos directivas en funciones en aquel momento.La dirección de ambas confederaciones, signada por el desespero, prefirió expulsar -en “congresos express” realizados simultáneamente el 26 de junio de ese mismo año, en las ciudades de Cali y Bogotá-a toda disidencia que fungiese como adalid de cambios internos de carácter radical que, a su vez, ponían en entredicho la legitimidad de la institucionalidad sindical existente y en evidencia la corrupción latente. Dichas exclusiones unilateralesse convirtieron en el maremágnum que, desde las bases, desató la creación de un nuevo núcleo sindical, más pluralista, democrático e independiente de los gobiernos de turno. Esta división inminente en el seno de la CTC y la UTC, devino en la salida masiva de dirigentes connotados de ambas centrales que hicieron posible el proceso de conformación de un nuevo bloque sindical más robusto y aggiornado1 a las dinámicas sindicales de otros países del continente. El nuevo Frente Sindical Democrático conformado al fragor de las conversaciones de paz lideradas por el presidente Belisario Betancur, por tres de las cuatro centrales obreras del país (CTC, UTC y CGT), empezaba a resquebrajarse para darle aliento al Comando Nacional Sindical,génesis que desataría meses después la fundación dela Central Unitaria de Trabajadores (CUT, de ahora en adelante). El aporte de la Cstc, que contribuyó con toda su fuerza sindical, inclusive con el compromiso de disolver esta central y volcarla completa hacia la nueva institución, la contribución del fuerte bloque del sindicalismo independiente, reacio en un pasado a ingresar a las confederaciones históricas, a las cuales acusaba de “entreguistas”

y “gobiernistas”, amplió el panorama de unidad y agregó la fuerza restante a la creación de la CUT. Esta tendencia estaba conformada en su mayoría por uniones de primer y segundo grado e industriales que decidieron dejar a un lado sus reticencias y sumarse al proceso de configuración de la central naciente.

abarrotada Plaza de Bolívar, de millares de personas pertenecientes en su mayoría a los dos bloques obreros anteriormente nombrados y un significativo contingente de miembros de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y centenares de afiliados del unionismo independiente, en su mayoría del magisterio y del sector petrolero, anticiparon lo que sería la creación meses después de la CUT.

Algunas de las agremiaciones más significativas, pertenecientes a esta tendencia no confederada, que se sumaron a la creación del nuevo agrupamiento obrero fueron entre otras Fecode, la Unión Sindical Obrera (USO), Sintraferroviarios, Sintraicollantas, Sintracreditario, Sintrapopular, Fedepetrol, entre otros.

El primer congreso de la CUT

La multitudinaria congregación, que tuvo lugar el 26 de septiembre de 1986 en una

Los días 15, 16 y 17 de noviembre de 1986, en las instalaciones del club de empleados oficiales, se realiza el primer congreso de la CUT en medio de un ambiente fraterno que perseguía superar el divisionismo y las crisis internas de anteriores confederaciones así como darle largo aliento a una central independiente de los designios de los gobiernos de turno.

Las mujeres han jugado un papel destacado en la construcción de la CUT. De izq. a der. Aída Avella, Bertina Calderón y Patricia Buriticá Foto Manuel Mora (QEPD).


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opinión

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de la CUT:

nitario sindical “1.800 delegados de 45 federaciones y cerca de 600 sindicatos, quienes después de tres días de intenso trabajo y un amplio y democrático debate, aprobaron la declaración de principios, la plataforma de lucha, los estatutos y eligieron el Comité Ejecutivo, dando así nacimiento a la más poderosa central sindical de los trabajadores colombianos”2. De las profundas deliberaciones que tuvieron lugar en los tres días del primer congreso se derivaron algunos de los siguientes tópicos programáticos y postulados ideológicos: La Central Unitaria de Trabajadores, es una organización sindical “unitaria, clasista, democrática y progresista”, que se propone la unidad de todos los trabajadores colombianos mediante la “defensa incondicional de las conquistas y derechos actuales de los trabajadores buscando el mejoramiento de sus condiciones de vida y de trabajo”3. La CUT, como bloque en defensa de los intereses de las mayorías planteó también, en las conclusiones de su congreso constitutivo, la necesidad de asumir la dirección económica del país “ante la incapacidad de los directores tradicionales de la economía nacional”4.Para ello trabajó en la elaboración de un plan de desarrollo alternativo, el cual sería socializado en las asambleas sindicales y federales de cada empresa, sector o región. Asimismo elnovel agrupamiento, en este primer paso constitutivo, dejó clara su no afiliación a ninguna de las centrales obreras regionales o globales y resaltó la importancia de seguir luchando por una reforma laboral de más hondo calado y en pro del bienestar de los colombianos.

Dichas acciones violentas se convertirían posteriormente en la génesis de la desinstitucionalización que Colombia tuvo que sufrir en esos años, propiciada por actores ilegales que desafiaron inmisericordemente el poder del Estado. Esta oleada de asesinatos selectivos perseguía que la flexibilización laboral, los salarios de los trabajadores a la baja y la destrucción del tejido social del movimiento huelguista se consolidara en el país.

CUT: los actores principales de su creación En ese primer año de creación de la CUT fueron varios los dirigentes que jugaron un papel preponderante en la consolidación de la agremiación. Aunque quedan muchos nombres en el tintero y en el relicario de la CUT, algunos líderes merecen un sillón privilegiado. Jorge Carrillo, primer presidente de la CUT, fungió como dirigente clave por su actitud crítica con respecto a los malos manejos económicos en el seno de la UTC, central de la que procedía. Carrillo además jugó un rol sorpresivo, desde su desempeño en el Ministerio de Trabajo, para hacer posible la

unidad del movimiento huelguista nacional en torno a una central hegemónica y con poder de negociación frente a las patronales de turno. Orlando Obregón, quien arribó de la UTC, marcó una senda imborrable al dejar una impronta de transparencia, diligencia y probidad en esa primera etapa de la central. Abel Rodríguez, de las filas de Fecode, representó una de las experiencias de dirección mas calificadas en el gremio sindical nacional por su defensa férrea de los intereses de los maestros, no solo desde el plano de los derechos sino por su aporte en la elaboración de una política educativa pública llevada a cabo desde una iniciativa sui generis en aquel entonces: el Movimiento Pedagógico Nacional. Isaías Tristancho, proveniente de la UTC, fue uno de los estandartes del sindicalismo regional y santandereano desde su papel en Utrasan. Gustavo Osorio junto con Angelino Garzón llegaron a la CUT procedentes de la Cstc, central influida por el Partido Comunista, para propugnar, en todos los escenarios y discusiones, por la unidad de acción y apertura con otros sectores sindicales en aquel entonces. Luis

El Contexto de 1986 y la violencia antisindical de aquel entonces La CUT emerge en un contexto global de transición hacia la finalización de la llamada “guerra fría”,protagonizada por Estados Unidos y la Unión Soviética, que años después terminó con la desaparición de la segunda y la caída del muro de Berlín. En el plano nacional sobresalía la turbulencia social provocada por una inflación creciente; laslesivas imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Estado colombiano, las cuales tenían como intención principal asegurar el pago de la creciente deuda externa para lo cual, este ente supranacional exigía un riguroso ajuste fiscal que provocó tasas de desempleo cercana al 16% y una disminución dramática en los presupuestos para inversión social del país. Paralelo al regocijo de lograr aglutinar a tan diversos sectores, en un devenir de convergencia, discusiones programáticas y unidad obrera, la CUT tuvo que sufrir, en plena cresta de la ola del proceso de paz entre el gobierno saliente de Belisario Betancur y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, el asesinato de decenas de cuadros sindicales a lo largo y ancho del territorio nacional a manos de grupos paramilitares que perpetraron tan atroces crímenes.

Foto Manuel Mora (QEPD).

Alejandro Pedraza, otro de los utecistas destacados desde su rol en el sindicato de Bavaria, contribuyó también a esa encomiable labor de facilitar los acuerdos y la emancipación del conglomerado obrero en esos primeros pasos de la naciente central. A manera de epilogo es menester resaltar que el contexto histórico de agitación social creciente, en el cual la CUT nació;la diligencia de sus dirigentes insignia para darle vida a este proceso unitario;la pluralidad de su conformación y la necesidad de deconstruir el mundo del trabajo, crearon las condiciones objetivas para que esta central obrera cumpliera, desde su fundación hasta el día de hoy, ese papel de abanderado de las luchas populares por salarios dignos y bienestar que las mayorías del país delegaron en su accionar. Notas 1 Italianismo que significa actualizar, ponerse al día o remozar. 2 Federación Colombiana de Educadores (1987), congreso constitutivo de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, Bogotá, p. 8. 3 Ídem, p. 25. 4 Ídem, p. 43.


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30 años CUT

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Entrevista a Orlando Obregón “Resalto el valor de los dirigentes y militantes de la CUT” A partir de ahí la central empieza sus labores. En mi caso tenía la tarea de estar en los congresos y asambleas de sindicatos y federaciones por todo el país para exponer los aspectos positivos de estar todos en una misma central unitaria. En ese proceso nos fue bastante bien. La inmensa mayoría vio con buenos ojos pertenecer a este nuevo bloque sindical unitario.

Felipe Pineda Ruiz

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rlando Obregón (Bogotá, 1952) es uno de los adalides principales de la historia de la CUT. Su devenir por el movimiento sindical lo llevó a la dirigencia de la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC); a ocupar la cartera de Trabajo, durante el gobierno de Ernesto Samper y a ejercer la vicepresidencia y presidencia de la Central Unitaria de Trabajadores en su fase de creación. Sus experiencias en esa primera etapa y su análisis sobre esos primeros treinta años de la central fueron los tópicos abordados por este histórico líder del movimiento obrero nacional en esta sucinta entrevista. La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) cumple sus primeras tres décadas de vida. Existe un consenso generalizado dentro del movimiento sindical sobre el papel crucial que usted jugó en ese proceso de conformación y unidad de la central. ¿Podría contarnos cómo fue ese proceso previo y posterior a la creación de la CUT? Para hablar de la iniciación de la Central Unitaria de Trabajadores es necesario revisar los antecedentes y el contexto sindical de aquel entonces. Recordemos la existencia de varias centrales como la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC), la Central Sindical de Trabajadores de Colombia (Cstc), la Central de Trabajadores de Colombia (CTC) y un sector bastante significativo perteneciente al sindicalismo independiente. En el caso de la UTC, central de la cual hice parte, había un grupo que buscábamos la unidad con el resto de movimientos sindicales, algo similar sucedía dentro de la CTC, situación que no gustaba para nada a las directivas de ambas centrales. Aquellas divergencias concluyeron el 26 de junio de 1986, día en que ambas directivas, la UTC en Cali y la CTC en Bogotá, citaron a plenarios con el fin de expulsar a los dirigentes que estábamos buscando la unidad con el resto del movimiento sindical y que propugnábamos por un sindicalismo más comprometido con los trabajadores. Esta decisión significó el retiro de las federaciones, dirigentes y sindicatos más importantes, los cuales firmaron una declaración de retiro de la central. Lo mismo sucedía en la CTC.

¿Cómo recibió el gobierno y el empresariado la creación de la CUT? Para el país fue bastante significativo que ese proceso llegara a buen fin. Los medios, tan adversos al movimiento obrero, lo ubicaron como un evento trascendental en la historia del sindicalismo colombiano. La reacción de ciertos sectores del gobierno, el empresariado y la sociedad, no se hizo esperar. El malestar corría por cuenta de los problemas que ese proceso unitario traería, algo que el tiempo y los hechos demostraron que era totalmente falso. Estos primeros 30 años de vida de la CUT consolidaron a la central unitaria más importante del país. La siguiente discusión giraba en torno a si resultaba mejor crear un nuevo aparato o, de otro lado, crear una organización de trabajadores más grande y unitaria. A partir de ese momento se iniciaron las conversaciones con dirigentes de la CTC, la Cstc y el sindicalismo independiente, que forjó el proceso de conformación de la naciente central. En la congregación citada el 26

de septiembre de ese mismo año, por este grupo de dirigentes en la plaza de Bolívar, plaza que quedó pequeña para la cantidad de personas que asistieron, se acordó citar de manera oficial el congreso constitutivo de la Central Unitaria de Trabajadores para los días 15, 16 y 17 de noviembre, el cual tuvo lugar en Bogotá, en el Club de Empleados Oficiales.

En ambas imágenes, Orlando Obregón.

Para finalizar, ¿cuáles cree usted que han sido los principales logros de la CUT en estos 30 años? Bueno, yo creo que ha habido muchos, pero déjeme resaltar, por encima de los demás a uno en especial: todavía seguir existiendo a pesar del proceso de manipulación y alienación al cual se ha visto expuesta la sociedad y en medio de una guerra, que para el movimiento sindical significó la pérdida de un sinnúmero de dirigentes. En lo personal era triste para mí tener que asistir al sepelio de innumerables compañeros asesinados. Ha sido muy difícil vivir en un país en estado de guerra y es más admirable aún que el movimiento sindical haya resistido a tal embestida. Por eso el sindicalismo y la CUT vivió, vive y va a seguir viviendo. Por eso es necesario que logremos la paz para poder consolidar un sindicalismo más fuerte. Yo diría que frente a todo lo que se ha podido hacer, a través de la CUT, en materia de reivindicaciones sociales y económicas, el valor de los dirigentes y militantes de la CUT para mantener en el tiempo la central, a pesar de la campaña encaminada a desaparecer y debilitar al movimiento sindical, es el aspecto más importante de estos 30 años. Es necesario agradecerles a todos los miembros y dirigentes de federaciones y sindicatos por hacer que ese proceso de existencia de la CUT siga siendo una realidad.


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Votación activa por la paz Carlos Rodríguez Díaz

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Expresidente de la CUT

o que hoy está en juego en Colombia es de enorme trascendencia, por lo que renuevo la sugerencia que formulé en enero de este año, en la que invitaba a los sectores sociales y particularmente al sindicalismo, a fortalecer con su liderazgo, una Gran Coalición por la Paz de amplio carácter, en donde el pluralismo y la tolerancia evidencien que otra Colombia es posible. La ley de plebiscito aprobada por el Congreso, que sin duda avalará la Corte Constitucional, abre el camino para constatar que la Colombia real está por la paz y que esta es un derecho constitucional fundamental. Pero para ello, se hace imperativo alcanzar diez millones de votos por el sí, de los cuales el sindicalismo debe trabajar por aportar tres millones de ellos. Para obtener la victoria del sí, el piso es de 4.450.000 votos, como lo establece el umbral del 13 por ciento del censo electoral; pero las circunstancias políticas y la primacía de la realidad, exigen la meta de los diez millones de votos. Con seguridad, las organizaciones sindicales, que llevan consigo las cicatrices y el rigor de la violencia, se mantienen en pie de paz propugnando por la defensa y aplicación de los derechos de los trabajadores y demandando un eficaz Estado Social de Derecho. Por ello, el escenario político que se avecina genera un ambiente propicio para impulsar nuevas relaciones laborales hacia el cumplimiento de la Constitución Nacional, de los acuerdos suscritos producto del diálogo social, y en donde se recupere el valor de la palabra empeñada. Esta acción debe empezar ya y requiere abordarse de manera tripartita, de tal manera que gobierno, empleadores y trabajadores, con decisión política, muestren un camino de convivencia para el fortalecimiento democrático y la reconciliación.

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la paz

Me declaro a favor del sí a secas, sin dudas y sin calificaciones, como colombiana de los pies a la cabeza, en papel y de corazón, y pensando en sus hijos y en el mío.

Sí Laura Gil Internacionalista, politóloga y columnista colombo-uruguaya. Experta en temas de derechos humanos y derecho internacional humanitario.

Entretanto, se debe afianzar todo el accionar sindical y social en pos de la votación activa en el plebiscito por la paz, como garantía de refrendación de los importantes e inéditos acuerdos de La Habana y como preludio de un buen comienzo para asumir el posconflicto como un proceso que traerá consigo otra forma de hacer política. Recordemos que en el Referendo del 2003, trabajamos por la abstención activa, logrando que el gobierno no alcanzara el 25 por ciento del censo electoral. Pero para nuestro éxito se necesitó una acción organizada alrededor de la Gran Coalición Democrática, realizando 75 marchas, 6.500 seminarios, 700 programas de televisión,1.600 de radio y 24 millones de volantes. Por ello, se requiere de una efectiva campaña hacia la votación activa por la paz, teniendo como meta los diez millones de votos por el sí, porque la decisión aprobada a través del plebiscito tendrá un carácter vinculante y si ganara el no, se aprobaría la continuación de la guerra y se intensificaría la confrontación armada haciendo imposible negociar de nuevo. Así las cosas, se hace vital la votación activa por la paz. Julio 10 de 2016.

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Tomado de eltiempo.com

erca de la plaza San Diego en Cartagena, el dueño de un restaurante, nacido en Argentina, instaló un cartel: ‘Colombia, todo lo que tengo te lo debo a vos’. Colombia también me lo ha dado todo a mí y, en expresión de mi agradecimiento, depositaré mi voto por el sí. Lo haré con el convencimiento de que las partes alcanzaron el mejor de los acuerdos posibles.

Votaré por el sí porque los compromisos de lado y lado resultan sensatos, coherentes, acatables y verificables. Nada de lo que queda pendiente por negociar puede alterar la sustancia de lo pactado. La mesa en La Habana logró el objetivo de todo diálogo de paz: el silencio de las armas, unos beneficios jurídicos y políticos y unas reformas imprescindibles. De los arreglos políticos, sociales y económicos alcanzados, solo se puede decir que ninguno toca los pilares del modelo actual. No serán los cambios propuestos desde La Habana que nos permitirán acabar con la desigualdad. Esa constituye la tarea pendiente para un sistema político que saldrá más aireado y renovado de esta negociación. Pero las reformas del acuerdo de paz sí nos permitirán avanzar hacia un país más justo e incluyente. El país las requiere, con acuerdo o sin él. ¿No necesita democratizar el acceso a la tierra, formalizar a los pequeños y medianos agricultores, profundizar la restitución, actualizar el catastro rural? ¿No debe dar un viraje a la política antinarcóticos, dejar de penalizar al cultivador y al consumidor y atacar los eslabones más altos de la cadena? ¿No pide a gritos más participación, más inclusión, más democracia? Votaré por el sí porque nada de lo prometido a las Farc resulta exagerado al punto de

ser inaceptable. No creo en el argumento de “sí a la paz, pero sin impunidad”. Todo proceso transicional requiere una justicia diseñada a la medida y vigente por un tiempo limitado. La justicia ordinaria, que piden algunos, no se ha aplicado a proceso de paz alguno en el mundo. A mi juicio, la justicia pactada en La Habana satisface los estándares nacionales e internacionales de verdad, justicia, reparación y no repetición. Votaré por el sí porque quiero ver la política libre de armas, el deber ser de la vida en sociedad, y para ello es que negociamos. A las Farc las espero del lado de la legalidad. Desestimo las advertencias de los opositores al proceso que insisten en el ‘no habrá paz’. Las mafias delincuenciales –bandas criminales, narcotraficantes o como quieran llamarlos– continuarán con su actuar, pero lo cierto es que la violencia política de las Farc sí acabará. Saboteadores se han visto en todos los procesos de transición, y disidencias también. Siempre hay quienes pierden con la paz. Votaré por el sí porque rechazo las aseveraciones de quienes minimizan la importancia del acuerdo de paz, esos mismos que algún día lo buscaron y no pudieron sacarlo adelante. En Colombia sí hay héroes, y los míos son los negociadores del Gobierno en La Habana. Mostraron la generosidad para darnos un acuerdo de paz que parecía inalcanzable, y la firmeza para garantizarnos la seguridad. No desfallecieron en medio de las crisis. Votaré por el sí porque no existe la posibilidad de renegociación. Si gana el no, el proceso de paz no continuará bajo los lineamientos de los opositores, tal como ellos quieren hacerlo creer. Con ellos podremos construir paz cuando se convenzan de su derrota en las urnas. Votaré por el sí porque cada voto cuenta, y los necesitamos todos para que el acuerdo tenga la mayor legitimidad posible. Aprendamos de las lecciones que deja el 'brexit'. Me declaro a favor del sí a secas, sin dudas y sin calificaciones, como colombiana de los pies a la cabeza, en papel y de corazón, y pensando en sus hijos y en el mío.


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la paz

Todo comenzará por el fin Óscar Murillo Ramírez Historiador, Universidad Nacional de Colombia Magister en Ciencia Política, Flacso, Ecuador

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az es quizás la palabra más recurrente en la historia reciente de Colombia. Lo paradójico de esta situación es que, en realidad, la culminación exitosa del actual proceso que pondría fin al prolongado conflicto armado entre el Estado y las Farc-EP, tan sólo es el momento inicial de una perspectiva de país en paz. El fin es el inicio: el cese de la confrontación permitirá la posibilidad de transitar un camino hacia la paz futura. Pero, ¿qué factores explican la llegada a la mesa de negociación y en dónde radica su hasta ahora éxito? Veamos.

La guerra que vivimos La nuestra, es una guerra irregular que se ha prolongado por más de cinco décadas. Su origen, se encuentra en procesos inacabados o frustrados de reformas sociales que permitieran, por ejemplo, reestructurar la propiedad de la tierra y generar condiciones para que el campesinado alcanzara la ciudadanía política plena y mejorara sus condiciones de vida. Es, igualmente, el efecto de una incapacidad de las élites para generar un proyecto de nación común. El resultado fue la resolución armada de disputas bipartidistas, que se reprodujeron durante el siglo XIX y parte importante de la primera mitad del XX. Las guerras irregulares son, justamente, la confrontación armada entre fuerzas desiguales, una de las cuales es un Estado constituido, y que se desarrolla mediante pequeños grupos que realizan asaltos, enfrentamientos puntuales, actos de terrorismo y sabotaje. Es una forma de confrontación que se extendió por el mundo una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, y cuya solución no se produjo mediante una batalla específica en el que uno de los actores resultara derrotado. Esta es la primera conclusión que de la teoría pasó a la práctica, a través de la historia de Colombia: dado que las guerras irregulares no se resuelven en enfrentamientos puntuales que decidan de manera definitiva el triunfo y derrota de los bandos, la violencia en Colombia no se resolverá por la derrota militar de la guerrilla o la toma del poder por la insurgencia. Reconocer esta realidad fue una de las razones que per-

mitió, tanto al Estado como a las Farc-EP, considerar la posibilidad de instalar una mesa de negociaciones en procura del fin del conflicto.

De la amenaza terrorista a la llave de la paz Por supuesto, esta realidad no se impuso de la noche a la mañana. Álvaro Uribe Vélez triunfó en las elecciones presidenciales de 2002 cabalgando sobre la crisis que produjo la baja credibilidad en las instituciones democráticas, en particular el Congreso de la República, el deterioro de las condiciones materiales de la población (desempleo, bajo crecimiento del PIB), y la debacle del gobierno de Andrés Pastrana luego de un manejo errático y de la ausencia de voluntad política de las Farc-EP, que llevó al traste el proceso de paz en la denominada Zona de Distensión. No de manera gratuita, para septiembre de 2001, el 89% de encuestados consideraba que las cosas en el país iban por “mal camino”. En los noventa, las Farc-EP ejecutaron golpes militares importantes. De manera vertiginosa, entre 2001 y 2002, esta guerrilla pasó de perpetrar 825 a 2.063 acciones bélicas. El in crescendo de la violencia política, lejos de generar “condiciones para la toma del poder”, movilizó el péndulo electoral hacia la derecha de las opciones. La seguridad democrática y la constitución de un régimen autoritario fue, de manera interna, el producto de un generalizado descontento de la población que llevó al electorado a inclinarse por la opción de mano dura que ofertó Uribe, quien recibió el mandato de “acabar con la guerrilla” bajo el paraguas del combate al terrorismo que dejaron los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.

Lo que tuvimos de este escenario fue el recrudecimiento de la violencia y fenómenos insospechados de degradación: aumento de las acciones de las guerrillas, crecimiento y expansión del fenómeno paramilitar, alianzas político-mafiosas en las regiones y el Congreso, ejecuciones extrajudiciales, interceptaciones ilegales, aumento del desplazamiento forzado. Como telón de fondo, la intervención norteamericana a través de la lucha antidrogas y los planes: Colombia, Patriota, Consolidación y Bicentenario. El fortalecimiento de las Fuerzas Armadas permitió golpes importantes a las estructuras de la guerrilla y la caída de integrantes del secretariado, algo impensable en años anteriores. Sin embargo, ni los despliegues de la insurgencia en los noventa, ni los golpes asestados a las Farc-EP por el gobierno, produjeron la toma violenta del poder o el exterminio de la guerrilla. A esta sin salida, una variante de las ciencias políticas denominada punto cero: una situación en la que ninguno de los actores logra imponerse sobre el otro. Momento coyuntural pero estratégico para la guerra y la paz, que otros denominan “empate mutuamente nocivo”. Las fuerzas en combate son incapaces de triunfar, y dada la naturaleza irregular de la guerra, la opción de una salida negociada se despeja.

Querer es poder Pero no basta con un campo de batalla como el descrito, para las posibilidades de una negociación y menos aún que, de darse, resulte exitosa. La incapacidad mutua de una derrota militar, necesitó de un contexto histórico particular. El ascenso de gobiernos progresistas en la región por la vía electoral, algunos de ellos provenientes de experiencias guerrilleras (Dilma en Brasil, Mujica en Uruguay), deslegitimaron la toma violenta del poder. El ciclo guerrillero que en América Latina inició Cuba, había llegado a su final. La culminación de

la Guerra Fría y el cese de las dictaduras militares en el cono sur, dieron paso a una nueva etapa democrática en el mundo. Al desgaste producto de la confrontación, se sumó una movilización ciudadana urbana contra el secuestro, que tuvo su momento cumbre en el rechazo que trajo consigo el asesinato de los diputados del Valle del Cauca en manos de las Farc-EP. El repliegue de las estructuras guerrilleras hacia zonas de frontera, se conjugó con factores internos y externos, y sobre todo, con un cambio en el discurso que permitió reconocer la existencia de un conflicto armado mediante la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Por último, no puede llegar a buen puerto un proceso de paz sin un factor determinante: voluntad política de las partes. No hay espacio suficiente para explicar la totalidad de razones y hechos que demostrarían, que tanto el gobierno como las Farc-EP, tienen voluntad política para alcanzar acuerdos realizables y sostenibles. Valga tan solo señalar que la existencia de una agenda acotada de negociación, que no desconociera los factores materiales que permitieron y reprodujeron el conflicto armado, el carácter garante y protagonista que la comunidad internacional ha tenido en el proceso, así como el reconocimiento de una institucionalidad democrática materializada en las cortes, y los acuerdos para el desarme, son algunos indicativos de la voluntad mutua. ¿Qué nos queda por delante? Reconocer que el final del conflicto armado será el inicio de conflictos de nuevo tipo, en los que esperamos se proscriba la violencia y permitan el establecimiento de un nuevo contrato social. El reto inmediato es hacer de los acuerdos suscritos una herramienta pedagógica para la democracia, que involucre a toda la ciudadanía y derrote en el plebiscito a quienes buscan la continuidad de la guerra.


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Trabajo decente para la paz Carlos Guarnizo Centro de Solidaridad Que las persianas corrijan la aurora, que gane el quiero la guerra del puedo.

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Joaquín Sabina

l conflicto colombiano tiene origen, entre otros, en la exclusión económica causada en buena medida por la baja participación del trabajo en el ingreso nacional. El marco legal y la debilidad institucional han facilitado un modelo de concentración de riqueza y la preocupante desigualdad que registra el país. Que 2.300 personas tengan el 53,5 por ciento (43.928.305 hectáreas) de la tierra aprovechable del país y el 99,95% de los colombianos seamos propietarios de sólo el 2,54% de los depósitos bancarios, sumado al desangre de 50 mil millones de dólares en paraísos fiscales, da cuenta de una acumulación que impide el desarrollo productivo del país y alimenta la inestabilidad social. La construcción de la paz pasa por la distribución funcional eficiente del ingreso a través del reconocimiento de salarios justos. Buenos salarios ayudarán a recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores, reducirán la desigualdad y la pobreza, con efectos positivos en la demanda agregada que dinamizará la economía, toda vez que los problemas de recesión se ubican en la demanda y no en la producción como lo preconizan los agoreros del modelo de austeridad. La paz exige proveer de certidumbre a los trabajadores a través de contratos de trabajo directos a término indefinido, en actividades permanentes, así se permitirá que los asalariados puedan construir un proyecto de vida firme con sus familias, rodear de mayor estabilidad la economía sin encarnar costos adicionales para el empresariado. El conflicto nacional es agravado por un individualismo exacerbado que entraña un divorcio de la sociedad y el bien común, producto de un modelo cultural que desestima los sujetos colectivos y las organizaciones. Así tenemos un país fragmentado sin escenarios ni organizaciones para la construcción de consensos, solo el 6% de los colombianos pertenece a alguna organización, al punto que ni la religión es un elemento de unión, si consultamos que existen más de 5.000 iglesias y existe un solo Dios verdadero. Somos un país de muchos individuos y poca sociedad. Las democracias verdaderas y las sociedades vigorosas funcionan con organizaciones sólidas. Superar la dispersión social implica un fortalecimiento de las organizaciones y en nuestro caso de los sindicatos y los gremios empresariales.

Actores robustos significan interlocutores fuertes, representativos que reducirán las distancias en la estratificación social e impedirán la concentración de poderes. Por ello, es menester, para superar la baja membrecía (4%), promover campañas de fortalecimiento sindical dirigidas a instalar un imaginario positivo de las asociaciones de trabajadores y aumentar su número de afiliados mediante el fortalecimiento de las garantías para su participación. Colombia es un país anclado en la confrontación edificada sobre verdades absolutas, superioridades morales, convicciones inmodificables, que permite a los líderes más que opinar, pontificar conafirmaciones irrefutables. El campo laboral no es la excepción. Las relaciones son altamente litigiosas y con baja cobertura de convenios laborales. Urge, en consecuencia, la creación de escenarios saludables para construcción de acuerdos. Es impensable una Colombia con ausencia de diálogo. La negociación colectiva es un vehículo formidable para la elaboración de consensos. Están demostradas por estudios, entre otros, de la OIT, el Banco Mundial y la Ocde, las bondades de la negociación centralizada o por rama de industria o servicios, en la dirección de mejorar ingresos, estimular la formalización laboral y dar forma a un país disuelto por vía de ganar legitimidad y cohesión social. Es necesario interpelar al establecimiento que se cuida de la democracia porque la concibe como un instrumento de privilegios, que no dederechos. El trabajo decente es arquitecto de democracia y restaurador de tejido social. Según la OIT, el trabajo decente sintetiza las aspiraciones de las personas durante su vida laboral y está íntimamente ligado al desarrollo sostenible. En el marco del proceso de paz, estamos frente a una inmejorable oportunidad de construir un país con justicia social, estamos ante la posibilidad elevar el nivel de la democracia, aumentar la productividad del país y tener la capacidad de mirarnos de una manera diferente. Encontrarnos sin tener que matarnos.

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La paz, como anhelo nacional Un compromiso no puede ser un acto espectador, sino praxis-acción y reflexión sobre la realidad. Paulo Freire

María Cristina Orozco Lugo Secretaria de asuntos pedagógicos ADEC profecrisgirardot@gmail.com

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uchos debates y diversas posturas generan los acuerdos de paz. Para algunos es una sinvergüencería que permitirá la impunidad a los delitos de la guerrilla y por ello hay que oponerse de todas las formas posibles hasta llegar a repudiar el mayor anhelo para los colombianos(as). Es innegable que para la gran mayoría de los colombianos, aunque no lo puedan manifestar, la mayor utopía es poder dejarles a hijos y nietos un país en paz, que ellos disfruten del país que no pudimos disfrutar más de una generación de ciudadanos que aunque no escogimos la guerra como opción de vida, simplemente nacimos en medio de un conflicto que nos tocó padecer tan profundamente, que parece que no existiera otra forma posible de país. William Ospina en su columna del 15 de abril del año en curso afirma: “Si hubo una guerra, todos delinquieron, todos cometieron crímenes, todos profanaron la condición humana, todos se envilecieron. Y la sombra de esa profanación y de esa vileza cae sobre la sociedad entera, por acción, por omisión, por haber visto, por haber callado, por haber cerrado los oídos, por haber cerrado los ojos”. Ese párrafo es la condensación de lo que ha sucedido y a lo que no podemos seguir cerrando ni los ojos ni la mente. Los colombianos debemos desarmar nuestros corazones, qué mejor ejemplo que las víctimas de Bojayá que pudieron perdonar. Vamos a tener que perdonarnos entre todos porque esta larga guerra nos convirtió a todos y todas en víctimas y victimarios de diversas formas. Es claro que no estamos hablando de olvido, todo lo contrario, es reconciliarse con la memoria justamente para no repetir esas barbaries que tanto nos han dolido a todos y todas. Ahora bien, la firma de la paz no significa ausencia de conflictos sino nuevos métodos para solucionarlos sin la eliminación del contrario, ese es todo un proceso que implica desaprender esa violencia a la que nos hemos, vergonzosamente, casi que acostumbrado. Tendremos que aprender en todos los ámbitos de nuestra vida a solu-

cionar las diferencias por la vía del diálogo, de la inclusión, del respeto por el otro o la otra como interlocutores válidos. Los gobernantes tendrán que priorizar la inversión social, con equidad en todos los temas de derechos humanos; tendrán que aprender a gobernar con principios democráticos que hagan de Colombia un verdadero Estado social de derechos, como lo plantea nuestra Constitución de 1991. El reto que tenemos de frente, involucra a todos los sectores sociales, académicos y políticos; la familia en sus diversas manifestaciones actuales, las iglesias, los medios de comunicación, la escuela; hombres y mujeres en su multiplicidad ideológica y racial tendremos que cicatrizar las heridas de la guerra para mirar hacia adelante sin perder el referente histórico, reconociendo y exigiendo la verdad, valorando la justicia, reparando de diversas formas y con la convicción de no volver a repetir la tragedia ya vivida. La escuela, que también ha sido víctima, juega y jugará un papel decisivo en esa reconciliación nacional. Los maestros y maestras hemos vivido y padecido la guerra tanto o más que otros sectores, sin embargo, tenemos la vocación, el compromiso social y la formación pedagógica para hacer de la escuela un verdadero territorio de paz en unidad con toda la comunidad educativa, defendiendo la educación pública de calidad y digna para los niños, niñas y jóvenes que llegan a nuestras aulas; para seguir resistiendo toda decisión política que atente contra el derecho fundamental a la educación, a la salud y al trabajo digno; para formar desde cada escuela del territorio nacional a los ciudadanos y ciudadanas que necesita la nueva Colombia, la Colombia que vivirán las nuevas generaciones.

El reto entonces es que junto con la comunidad educativa repensemos la escuela a partir de los PEI, haciendo uso de la autonomía escolar que ofrece la Ley 115 de 1994, basados en nuestros principios de realidad inmediata, privilegiando la subjetividad sobre la objetividad. Tendremos que ajustar la cotidianidad de la escuela a las nuevas circunstancias, no podemos esperar cambios si seguimos haciendo lo mismo; incluir conceptos nuevos que serán tema obligado en cada una de las clases con nuestros estudiantes y en los conversatorios con nuestros pares académicos; cambiar actitudes imponentes por actitudes conciliadoras y dialogantes, vivenciar la democracia respetando a las minorías; fortalecer los gobiernos escolares ofreciendo un verdadero escenario de debate académico y administrativo, donde todos nos sintamos ganadores, y con seguridad, entretejeremos en la urdimbre de la vida diaria, la complejidad del conocimiento entorno a la paz. Tal como la plantea Freire, “un compromiso no puede ser un acto espectador, sino praxis-acción y reflexión sobre la realidad” lo que implica que todos y cada uno de los colombianos y colombianas aportemos a la construcción de la paz que anhelamos, aquí nadie puede ser simple espectador o criticón, debemos actuar y reflexionar frente a la realidad en los diferentes contextos. Implica, desde luego, cualificarnos académicamente sistematizando nuestras experiencias en el marco del respeto por la cultura y el ambiente, actuando éticamente, porque esa es mi responsabilidad social como ciudadano(a). El tema de la paz en este momento histórico no admite a nadie neutralidad o indiferencia, esa posición solo reflejaría el miedo al compromiso que como seres humanos y ciudadanos tenemos; sería evidenciar

que solo se tiene un compromiso egoísta con lo propio o con los intereses de su pequeño grupo. Cuando lo colectivo no es el compromiso, entonces se camufla en una supuesta neutralidad. Siendo así, el verdadero compromiso es la solidaridad con el derecho humano a vivir en paz, lo contrario es simple y clara deshumanización. Finalizo recalcando que una estrategia que viene proponiendo Fecode desde el Proyecto Educativo Pedagógico Alternativo (Pepa), son los círculos pedagógicos, basados en los Círculos de Cultura de Freire, es decir, un diálogo vivo y creador en el cual todos sabemos e ignoramos algo y por ello buscamos colectivamente saber más. La invitación entonces, es a que nos organicemos en círculos pedagógicos en cada institución educativa, en cada municipio, démonos la oportunidad de dialogar sobre temas de interés colectivo para que conjuntamente nos enriquezcamos y construyamos la escuela y la sociedad que se requiere para consolidar la paz ahora y después de la firma de los acuerdos. No sobra advertir aquí que la educación es una de las variables más neurálgicas para para llegar a la anhelada paz, así pues, la educación es una praxis política… cuyo “objeto de la verdadera política es transformar las instituciones, pero transformarlas de tal manera que estas instituciones puedan educar a los individuos en el sentido de la autonomía (...) Sólo una colectividad autónoma puede formar individuos autónomos, y viceversa.” (Cornelius Castroriadis 2011). Siendo así, estamos en el punto crucial para transformar nuestro Estado colombiano en libre y soberano y dejar atrás la anomía que tanto fatigó a la sociedad colombiana. Ese es el reto y no podemos ser inferiores al mismo.


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medio ambiente

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internacional

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El brexit una derrota a la globalización neoliberal Sintomático que el reversazo haya ocurrido en la cuna del capitalismo moderno

Pascual Amézquita Zárate PhD. en economía

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l resultado de la votación ocurrida en Gran Bretaña (brexit) el 23 de junio pasado para decidir su salida de la Unión Europea es quizá la mayor derrota sufrida por la oleada neoliberal iniciada en la década del 80. A comienzos de la década del 90 se puso en marcha la que se conoce como la segunda globalización (la primera ocurrió entre 1870 y 1929), que tuvo entre sus principales avances la imposición del Consenso de Washington –no casualmente dictaminado en 1989– en América Latina y varios países asiáticos y la consolidación y expansión de la vieja Comunidad Económica Europea a 28 países con el nombre de Unión Europea (UE).

Las víctimas de la globalización neoliberal La globalización neoliberal tenía desde su comienzo dos grandes perdedores. Ante todo, la clase obrera mundial puesta a competir entre sí por los menguantes puestos de trabajo, ya no en su propio país sino con todo el mundo. A las multinacionales les sirve la globalización porque les permite trasladar sus capitales a los sitios periféricos donde los salarios sean más baratos para aumentar así su tasa de plusvalía: de EE. UU. a México, luego a Corea del Sur, después a China y ahora al Sudeste Asiático e India. Con ello logran además bajar o, cuando menos, congelar los salarios en sus propios países. En el caso europeo, para los países más desarrollados su periferia fueron los países de Europa Oriental. A todos ellos los cobijaron con el paraguas de la UE, y lograron imponerles el diseño del mundo globalizado con libre circulación de todo, como lo quiso hacer EE. UU. a través del Alca para América: movilidad sin restricciones para los trabajadores (visa Schengen), para los capitales (Tratado de Lisboa), para las mercancías, para los servicios y, completando el asunto, una moneda única, el euro. Todas estas medidas apuntaron a exprimir la mayor cantidad de plusvalía posible a los trabajadores europeos, en particular a aquellos provenientes de su propia periferia y aun de los de desarrollo medio comparativo frente a los dos colosos de la Unión, Gran Bretaña y Alemania, como los franceses, italianos y españoles El otro perdedor está constituido por todos aquellos pequeños y medianos productores que requieren de la defensa económica y

política, garantizada por el marco nacional de cada uno de los 28 países, a través de aranceles y subsidios estatales. Las multinacionales europeas –en muchos casos con fuerte presencia gringa– fueron arrasando lo que hubiera de producción no monopólica, a través de la quiebra, la absorción o la fusión. Los golpes recibidos por obreros y productores fueron constituyéndose en el caldo de cultivo de los nacionalismos, enfrentados a la UE. No es descabellado proponer que el sector de la dirigencia europea que está en contra de la UE encontró su cantera de cuadros en esa pequeña y mediana burguesía de los países más afectados, y que ha tomado como fuerza básica para su pelea a la también golpeada clase obrera. El síntoma más reciente de los desastres de ese mundo neoliberal fue el arrasamiento de Grecia, España e Italia. De ahí el auge de los partidarios de abandonar la UE. Pero los movimientos secesionistas no solo tienen fuerza en estos países sino en otros como Holanda, Bélgica y Francia, por solo mencionar a los países más fuertes económicamente. Lo que ha contrarrestado la desbandada es la presión ejercida por las multinacionales de los países que se han lucrado, en particular Alemania y Gran Bretaña. Basta con echarle una ojeada a las amenazas proferidas por Londres y Berlín a Grecia cuando votó el referéndum para salirse, el cual fue ganado por Tsipras, partidario de la secesión. Las declaraciones provinieron de portavoces oficiales de esa casta financiera lucrada con la ruina del resto: el Banco Central Europeo, el FMI, los órganos de gobierno de la UE y el Banco Central de Alemania, el verdadero tesorero de la riqueza producida por los 28 países. A ello se sumaron las predicciones de pesadilla imaginadas por periódicos de esas multinacionales como The Economist o Der

Spiegel. La intimidación fue de tal calibre que el triunfo griego tuvo que ser puesto en remojo, y otros intentos de votación fueron postergados, como el belga y el holandés.

La votación en Gran Bretaña Gran Bretaña (especie de federación compuesta por Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda del Norte, entre otras naciones) es la segunda economía de la UE, a la cual ingresó tardíamente y con condiciones: A sabiendas de lo que significaba usar la moneda común, el euro, logró mantener su propia moneda, la libra esterlina y no hacer parte del área Schengen con lo cual sus nacionales no requieren visa para estar en Europa, pero los no europeos tienen que obtener visa británica, aún si tienen la Schengen. No obstante estas situaciones ventajosas y la que se deriva de su propio poderío económico, hubo los mismos damnificados que en el resto de países, obviamente en menor cuantía. El detonante de la explosiva situación fue el arribo de los millones de migrantes a Europa (no a Gran Bretaña) arrojados desde el Medio Oriente, en esencia también por la globalización neoliberal, cuyo análisis escapa al alcance de este escrito. En este río revuelto ocurrió la votación, convocada por el primer ministro Cameron en una maniobra de corto vuelo para atornillarse en el puesto, pero que le salió pésimamente mal, pues en su cálculo no estaba el resultado que realmente se dio.

Que los migrantes no son problema sino solución a las necesidades del capitalismo (abaratar la mano de obra) lo muestra la decisión alemana de acoger varios cientos de miles, sin que ello se haya traducido en ningún problema inmanejable, en un país con muchos antecedentes negativos al respecto. Los mismos medios de difusión y entidades que se opusieron a la salida de Grecia y ganaron, en una especie de pelea entre peso pesado vs peso pluma, se opusieron a la salida de Gran Bretaña, incluidos, cómo no, portavoces del capital financiero gringo como la Casa Blanca, la Reserva Federal, Financial Times, y son los mismos que hoy lamentan el resultado. Pero en Estados Unidos también hubo sectores de la alta dirigencia que saltaron de la alegría con el triunfo del brexit, empezando por el candidato Trump y el sector más derechista del Partido Republicano. Sobraría decir que el personaje y sus seguidores encumbrados también se han beneficiado con la globalización que hoy quieren frenar si no fuera porque expresan la decadencia económica gringa.

“Recuperemos el control” Este es el mensaje monumental que se ha convertido en consigna de estos partidos


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mensaje sindical

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Sunet Bogotá (Colombia)

Libro, web y twitter Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina

R ⇒ antiglobalización, a los que se les tilda de populistas, en una particular voltereta lingüística. Que en países como Grecia, España o Colombia se levante esa bandera, tiene toda la lógica. Que tenga como sus principales impulsores a partidos de izquierda, también es obvio. Pero que ocurra en potencias como EE. UU. o Gran Bretaña, y que sus jefes estén en la élite económica de la extrema derecha y lo encabecen notorias personalidades del mundo de los negocios, muestra una contradicción entre los opresores, bastante alentadora. Como se han encargado de repetirlo en todos los tonos los portavoces de la globalización neoliberal ahora que se fortalecen las voces en contra, su gran éxito económico, medido en la acumulación de riqueza por los trescientos multimillonarios del planeta, proviene de la apertura indiscriminada de todas las fronteras donde se han regodeado los capitalistas más salvajes. Por eso ni la élite alemana ni la gringa acolitan las posiciones anti UE que también hay en sus países, y más bien respaldan medidas como la de acoger inmigrantes y hacer de policía para contener a los secesionistas griegos o españoles. Ahora que triunfó el brexit, los jerarcas germanos adoptan la posición más com-

bativa contra los británicos: ¡Que se vayan ya! ¡Que asuman las consecuencias, que los bancos se salgan de Londres! Es un resultado que en poco afectará a la clase obrera y sí en mucho a los potentados británicos quienes, desde la perspectiva de los alemanes, no hicieron todo lo que debían haber hecho para evitar el resultado. Y alerta a los que quieran seguir por ahí. No está por demás recordar que cuando ocurrieron los bombazos contra los trenes en España el 11 de marzo de 2004 se acusó al Partido Popular, entonces en el poder, de haber ocultado información que habría evitado el hecho para tener un argumento para ganar las elecciones. Este falso positivo le salió mal al gobierno y llevó al poder al Partido Socialista. O que los armadores griegos, verdaderos dueños de ese país, no escatimaron medio para amenazar a los partidarios de la salida de la UE, antes y después del referéndum. Hay que analizar a fondo el efecto de la salida de Gran Bretaña. Este escrito solo está dirigido a identificar causas. Podríamos estar asistiendo a un tsunami como el que se inició con la caída del Muro de Berlín en 1989 y que arrasó al socialimperialismo soviético poco después. Hoy el siguiente acto podría ser el triunfo de Trump, posibilidad nada descartable.

ecientemente el Sunet-Subdirectiva Bogotá nos ha hecho llegar el aviso de lanzamiento de su libro “Salgase de la fila” y la aparición de su página web y su twitter, los cuales potencian el trabajo de esta subdirectiva local en el contexto de evolución de un sindicato nacional integrante del sector municipal de la ISP-Interaméricas. “Sálgase de la fila” es un libro elaborado por el Sindicato Unitario Nacional de Trabajadores del Estado (Sunet), más precisamente por su Subdirectiva Bogotá, es una compilación de normativas para los empleados públicos y para los postulantes que aspiran a trabajar en el Estado, el libro se convierte en una muy buena herramienta para entender de manera precisa qué es el Estado y para qué sirve; qué es el empleo público, qué es el servidor público, quiénes lo son y qué derechos tienen; qué es la carrera administrativa y las competencias laborales en la gestión pública, todo esto en el marco de la sector público de la hermana República de Colombia. Destruyendo prejuicios de clase y hasta de cierto racismo cultural de parte de los sec-

tores dominantes latinoamericanos, este libro lo produce un sindicato, demostrando de esta manera que además de marchas y consignas, los sindicatos también son propositivos, producen trabajo intelectual y entregan herramientas útiles como este libro que ponen a disposición de los trabajadores del Estado en general y de los gobiernos locales en particular. Otro logro significativo en el campo de la comunicación sindical 2.0 está en la reciente puesta en marcha de la página web del Sunet-Subdirectiva Bogotá: http://bogota. sunet.co http://bogota.sunet.co/ La página permite difundir el perfil institucional y las posiciones de la Subdirectiva Bogotá del Sunet y consolidar una vía de comunicación adecuada con sus representados y la comunidad. También forma parte de estas herramientas al servicio de las nuevas prácticas sindicales la cuenta twitter: https://twitter.com/SUNETBOGOTA1 Actuales dirigentes del Sunet-Subdirectiva Bogotá, como German García Delgado y Martha Lucía Contreras, fueron parte, en septiembre de 2012, de la primera reunión regional del sector municipal de Interaméricas, llevada a cabo en Buenos Aires y que diera el puntapié inicial para la posterior fundación de la Contram ISP Américas, acaecida en el año 2014 en el estado de Hidalgo, México.


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internacional

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Los argumentos contra los gobiernos de los Vientos del Sur Luis Daniel Terán

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Abogado. Líder juvenil Tomado de nuevagaceta.co

l comienzo del siglo XXI trajo consigo nuevos paradigmas políticos en América Latina. Uno de ellos fue el ascenso de gobiernos alejados de los partidos políticos tradicionales, con apoyo de movimientos sociales y con una agenda social lógica para una región que se caracteriza por su desigualdad y pobreza. Sin duda, su asenso también significó una bofetada a Estados Unidos, quien luego de la recomposición geopolítica al finalizar la Segunda Guerra Mundial marcó la zona sur del continente americano de influencia indiscutible en el ajedrez de la política internacional. El trasegar de estos gobiernos alternativos no ha sido fácil, y, como era lógico, unos han sido exitosos y otros no tanto: el marcado presidencialismo no se ha hecho esperar, la región siempre ha tenido una fijación por el caudillismo y los sectores progresistas al parecer aprendieron esa lección a la hora de confrontar las disputas electorales. Lo cierto es que hasta hace un par de años estos gobiernos han venido ganando elecciones de manera continua, tendencia que se empieza a reversar y los partidos tradicionales (con poca fuerza) y los medios de comunicación (muy influyentes en la opinión de los votantes) han marcado una agenda sistemática de “argumentos” contra estos gobiernos, que ha ido calando poco a poco en la ciudadanía. El primero de ellos es “la lucha de clases”: Argentina, Ecuador, Bogotá, y otros lugares donde partidos de tendencia progresista han gobernado, estos han sido tildados de incentivar la lucha de clases; se muestra a estos gobiernos como nostálgicos del marxismo ortodoxo y se pretende crear una estrecha vinculación con la forma como se gobernó en los regímenes de la antigua Europa del Este. Vamos a los hechos: las sociedades de América Latina están divididas de facto, ¿o es que las grandes ciudades no tienen a los sectores con mayores ingresos muy lejos de las zonas empobrecidas?, las clases sociales en Colombia poco o nada se mezclan, el sistema educativo está altamente segregado, existen escuelas para personas de bajos recursos y escuelas para personas con altos ingresos. Lo paradójico es que en países con mayor desarrollo económico en las escuelas es donde las clases sociales se mezclan, pero lo de América Latina es más parecido a un apartheid social. Otro ejemplo es la forma como están estratifica-

dos los barrios: tener a los pobres alejados de los sectores pudientes es un argumento socialmente aceptado, como lo puso de presente la sola propuesta del exalcalde Gustavo Petro de llevar algunas personas de bajos ingresos a zonas ricas de la ciudad de Bogotá, que si bien no era una propuesta con sustentos técnicos, la reacción no se hizo esperar, exacerbando una parte de la opinión publica con cierto toque de racismo y clasismo en los argumentos. El segundo argumento es el de la polarización: muchas veces se ha expuesto que estos gobiernos han fomentado la polarización, argumento que va de la mano con el de la lucha de clases. Es necesario recordar que esta región viene de grandes pactos de élites, en Venezuela Acción Democrática y Copei se repartieron el poder casi medio siglo, los liberales y conservadores se turnaron en la presidencia por varias décadas en Colombia, los partidos Colorado y Nacional fueron hegemónicos en Uruguay, y así se pueden seguir mencionado varios ejemplos. Pero para el aparato mediático esto vuelve a ser normal, lo anormal es plantear ideas diferentes, cuestionar al capital financiero, proponer subsidios a los pobres, tener políticas amables con el medio ambiente y repartir de manera equitativa las riquezas. Todo se encaja en una sola palabra “polarización”, que no es otra cosa que cuestionar el poder y exigir derechos para aquellos que han sido invisibilizados históricamente. Polarizar no es malo per se, pues, en mi opinión, una sociedad que se polariza es porque ha tomado conciencia política, pero lo extraño es que algunos son nostálgicos de esas sociedades donde existen poco disenso y donde las discusiones políticas no generan pasión. Dos argumentos finales, “los subsidios y la democracia”: perpetuar la pobreza, crear asistencialismo y acabar con la democracia se suman a la cadena de argumentos

que normalmente se escuchan a la hora de referirse a estos gobiernos cuando de atacar se trata. Pero es lógico pensar que los subsidios son necesarios en zonas donde la deuda histórica hacia ciertos grupos poblacionales es de siglos y también hay que decirlo, algunas formas de subsidios son parte fundamental en la supervivencia misma de algunas familias en esta zona del planeta, por no mencionar que parte importante de los subsidios tanto en países atrasados como adelantados se dirigen a los grandes empresarios, situación de la que Colombia tampoco se ha librado a pesar de los llamados neoliberales a dejar actuar el mercado. Así que descalificar los subsidios a los sectores populares (porque de los otros nadie se queja) de manera tajante y sin revisar los contextos es atrevido y algunas veces inhumano. El debate sobre la democracia y las dictaduras ha sido otro caballo de batalla de la descalificación. Por más elecciones que se ganen y por más verificaciones de organizaciones internacionales que se hagan, es-

tos gobiernos cargan con el estigma de ser poco democráticos, descalificación gratuita que en algunos casos es una retaliación por cuestionar los poderes mediáticos. No es casual que todo gobierno que propone cambios en la política comunicacional se le asocie con ser una dictadura. Sin duda el desgaste de los partidos tradicionales en los países latinoamericanos ha hecho que la vocería y el relevo de la oposición pase a manos de los medios de comunicación. La radio, la prensa escrita y la televisión son los abanderados de las críticas, y hay que decirlo, lo han hecho con mucha eficiencia. Sin duda los gobiernos progresistas aún no han sabido reaccionar ante este fenómeno, o no han sido efectivos en confrontarlos abiertamente o crear medios propagandísticos de gobierno. Esta es una tarea pendiente. No soy de quienes piensan que estos gobiernos solo tienen cosas buenas, pues han cometido errores, pero sería ingenuo pensar que los medios no han hecho el mayor esfuerzo para desacreditarlos.


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cultura

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El maestro cartagenero César Bertel presentará, por primera vez las acuarelas de 12x1,50 metros

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asta el jueves 28 de julio se exponen más de 20 obras en la galería Arte Actual. Carrera 19 Nº 70A-70. Además de su obra de Selva Viva, el maestro Bertel presenta cuadros en donde se muestra la continua depredación del hombre al medio ambiente a partir de una serie que él ha nombrado Magia Salvaje. Así mismo, realiza un homenaje a la Madre Tierra, donde la diversidad de los paisajes selváticos de la Amazonía colombiana viven. Los últimos 15, años en las selvas del Putumayo, los ha dedicados a la investigación e innovación para plasmar con sus pinceladas la versatilidad, frescura y contemporaneidad en el manejo de la acuarela, haciéndolo un virtuoso de esta técnica. "Yo no pinto las selvas desde lo onírico, desde la imaginación ni de la utopía, yo pinto a partir de las imágenes que viven conmigo como un ciudadano que conoció la selva y se quedó con ella para siempre”, comenta el maestro. César Bertel es de los pocos artistas en el mundo que pinta a partir de grandes formatos poco usuales y lo hace desafiando a propios y extraños. Colibrís, heliconias y sus selvas han recorrido exigentes esce-

narios del arte en América, Europa y Asia, convirtiéndolo en un embajador de nuestra plástica. César Bertel nació en Cartagena el 2 de junio de 1957. Lleva más de 30 años pintando y desde la década de los 80 se internó en la Amazonía colombiana, donde se enamoró de este paisaje. Este segundo semestre realizará un periplo de exposiciones nacionales en museos y galerías de Bogotá, Ibagué, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, y a nivel internacional sus obras estarán en Hong Kong y regresan a la Feria Internacional de Arte de Shanghái en China.


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La nación latinoamericana

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Las tareas de las jóvenes repúblicas Pascual Amézquita Zárate

Docente universitario PhD. en Economía

Retomando el hilo: En el último tercio del siglo XIX se estableció el modelo económico conocido como agroexportador.

Armando el rompecabezas productivo

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urante las primeras décadas posteriores a la Independencia se fueron configurando las piezas que terminarían por imponer el adverso modelo de desarrollo para la región en el siglo XIX, el agroexportador. A esas piezas ya se ha hecho referencia en entregas anteriores, y conviene ahora recapitular.

Tierra y trabajo Quizá el componente principal del modelo sea el sistema de tenencia de tierra que se impuso, caracterizado por los grandes fundos, convertidos en una fuente de renta por su mera posesión, no porque fueran adecuadamente explotados. Ello produjo dos grandes efectos entrelazados. De un lado, una gran masa de mano de obra disponible, compuesta por los indígenas (campesinos) que a lo largo del siglo fueron liberándose de la obligación de estar atados a un resguardo, y por exesclavos que, igualmente, paulatinamente fueron obteniendo la libertad. Estos dos grupos constituían un alto porcentaje de la población (por lo demás, casi toda rural), pero carecían de tierra, por lo cual su actividad económica era apenas de subsistencia, formando una especie de cinturones de miseria a las orillas de las gigantescas haciendas. El otro efecto del manejo terrateniente fue la ausencia de un dinámico mercado interno, en el entendido de que este es el resultado de la capacidad de consumo de la población y de lo que produce. En síntesis, el mercado interno está dado por la oferta y la demanda que hay en un país, y si se tiene en cuenta que buena parte de la población latinoamericana apenas sí producía lo que consumía, el resultado es una economía interna muy débil. Los campesinos en su pequeño fundo producían los alimentos que consumían, elaboraban sus burdos trajes, fabricaban sus herramientas elementales, de manera que lo que podían sacar a la venta o comprar era una porción ínfima, con el agravante de la ausencia de un sistema monetario. Vale la pena llamar la atención sobre el rumbo que paralelamente tomaba Estados Unidos: En los inicios de esa república la tierra se entregó a pequeños propietarios, obligados a trabajarla, con lo cual, al cabo de dos o tres generaciones, esos propietarios se enriquecieron a la par que crearon un muy potente mercado interno.

Una importante publicación de este periodo fue “Incidentes de viajes en Centroamérica, Chiapas y Yucatán”, publicado por primera vez en 1841, siendo un producto de los recorridos por estas tierras del estadounidense John Lloyd Stephens (1805-1852), acompañado por el artista inglés Frederick Catherwood (1799-1854). Esta publicación incluye las imágenes de algunos sitios arqueológicos mayas, elaboradas por Catherwood con una notable atención al detalle.

Actividades “industriales” La población ocupada en actividades no agrícolas era muy poca antes de los años 70 del siglo XIX. Menos del 10% de los habitantes de América Latina vivían en algo parecido a una ciudad, y su ocupación era ser funcionarios públicos, eclesiásticos o artesanos (sastres, carpinteros, zapateros) para un reducido grupo poblacional con capacidad de compra. Muy excepcionalmente puede hablarse de poblados con un sector productivo en actividades como la textil, de alimentos medianamente procesados, elaboración de hierro y de sus productos derivados (herraduras, azadones, tendidos férreos, calderas, armas). La mejor descripción del nivel de atraso para el caso de Bogotá es una crónica del año 1890 que afirma que la edad de hierro no había llegado por estos lados pues los azadones, las puertas y ventanas, los instrumentos de construcción, eran de madera. Ese panorama era similar en casi todo el subcontinente. Solo hacia el final del siglo va a verse algo de desarrollo industrial en Argentina, Uruguay y Chile, como se explicará en próxima entrega.

Y, ¿entonces? La marcha económica precapitalista descrita empezó a romperse a mediados del siglo XIX con el auge de las revoluciones burguesas de 1848 en Europa (con sus efectos políticos y económicos) después de la derrota infligida a Napoleón casi cuarenta años atrás. Esa marcha se aceleró en el último tercio del siglo cuando irrumpió

en el mundo una nueva etapa, el imperialismo. Este tema será tratado en extenso más adelante, pero de momento es necesario llamar la atención sobre un hecho: La expansión económica mundial, que llevaría a la llamada primera globalización, exigió la consecución de materias primas tales como el estaño, el nitrato, el cobre, el trigo, la carne, la lana, el caucho, la caña, entre otros productos. Y ahí, como hoy, estaba América Latina. África y Oceanía, que también cuentan con parte de esos productos, pero no tenían el mínimo grado de desarrollo que la explotación requería, tal como mano de obra disponible y cierto control territorial a través de caminos, ríos y puertos. A todo lo anterior se sumó en Latinoamérica una política económica desacertada que se preocupó, ante todo, por proteger un tipo de actividad económica muy primaria, heredada de la Colonia, del cual no podía esperarse que evolucionara hasta convertirse en una industria como la que estaba consolidándose en Europa y Estados Unidos. Y en cambio no hubo un esfuerzo adecuado para promover la acumulación de capital ni el desarrollo educativo y científico que hubiera podido romper con los moldes antiguos de producción. El resultado fue el modelo agroexportador, que, como su nombre lo indica, se basa en la producción primaria (agrícola y minera) cuyos frutos no eran empleados en los mercados internos de estos países sino exportados en bruto para ser transformados en las metrópolis. Fue la división internacional del trabajo, cuyos dañinos efectos se analizarán en la próxima entrega.


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