HISTORIA ESENCIAL DEL DEPARTAMENTO DE NARIÑO TOMO I
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CONTENIDO Pág. INTRODUCCION
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CAPÍTULO 1: ACERCA DEL MÉTODO EN LA OBRA
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1.1 El Metodo Crítico De La Historia
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1.2 El Metodo En Estas Páginas
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1.3 Hipotesis De Trabajo CAPÍTULO 2. CAMINO HACIA LA HISTORIA DEL DEPARTAMENTO
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2.1 En La Prehistoria
14
2.2 Grupos Culturales En Colombia
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2.3 Habitantes Precolombinos De Nariño
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2.4 Pastos, Quillacingas E Incas
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2.5 Los Aborigenes En La Llegada De Colon
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CAPÍTULO 3. ENCUENTRO DE EUROPA Y NARIÑO
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3.1 Europa Busca El Nuevo Mundo
31
3.2 Presencia De Los Europeos En Nariño
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3.3 Entre La Conquista Y La Colonia
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3.4 Algunos Efectos De La Conquista
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CAPÍTULO 4. LA COLONIA EN NARIÑO
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4.1 El Significado De La Colonización Española
51
4.2 Instituciones Y Personajes En El Proceso
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4.3 La Colonia A Plenitud
61
CAPÍTULO 5. LA COLONIA EN CRISIS: ALBORES DE INDEPENDENCIA
68
5.1 Las Condiciones Economicas Y Sociales
68
5.2 Nariño Entre 1700 Y 1800
73
5.3 El Escenario Social Y Político
76
5.4 Los Comuneros Del Sur
79
5.5 Los Albores De La Independencia
89
5.6 El Sur Entre 1800 Y 1809
92
5.7 El Grito De Independencia En Quito
96
5.8 Primera Invasion Quiteña
102
5.9 Comienzan El Olvido Y La Ingratitud
108
CAPÍTULO 6. HACIA LA LIBERTAD: INDEPENDENCIA Y REPUBLICA
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6.1 Elementos Referenciales
111
6.2 Los Pueblos De Nariño
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6.3 Síntesis Económico-Social
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 6.4 La Coyuntura De La Independencia
121
6.5 Sobre El 20 De Julio En Santafé
126
6.6 La Invasión De Pasto
128
6.7 Acontecimientos Para No Olvidar
131
6.8 Inmolacion Patriota En Pasto
141
CAPÍTULO 7. EL GENERAL ANTONIO NARIÑO EN EL SUR
148
7.1 Memoria De La Patria Boba
148
7.2 Nariño Encuentra Al Sur De Colombia
151
7.3 Un Esbozo Del General
156
7.4 Una Vision Del Precursor
161
CAPÍTULO 8. LA ÉPOCA DE AGUALONGO
169
8.1 La Resistencia Pastusa
169
8.2. La Figura De Agustin Agualongo
175
8.3 Cronologia De Agustin Agualongo: Primera Epoca
177
8.4 La Epoca Continúa
179
8.5 Cronologia De Agualongo: Segunda Epoca
186
8.7. Cronologia De Agualongo: Tercera Época
194
CAPÍTULO 9. EL TERITORIO DE NARIÑO EN LA REPUBLICA
199
9.1 El Nuevo Escenario
199
9.2 Estertores De La Reaccion En Nariño
203
9.3 Sobre La Estructura Económica
209
9.4. La Gran Colombia Se Desmorona
217
9.5. Los "Terribles" Años Treinta
218
9.6 Itinerario Del Libertador En Nariño
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. ÍNDICE DE CUADROS Cuadro 1. Principales Pueblos Aborígenes De Nariño En La Conquista Cuadro 2. Fundacion De Las Principales Ciudades Cuadro 3. Principales Poblados
44 75 115
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. INTRODUCCION La historia del departamento de Nariño es escasamente conocida y muchas veces tergiversada. Los mismos nariñenses saben poco de ella y en el norte de la república es casi un misterio y un lugar común de errores y falsos juicios. En la búsqueda un escenario para la verdad, esta obra pretende dar luces, sacar del ámbito de las sombras los elementos de la historia de Nariño. Una premisa sirve de sustento a las páginas escritas. Conocer el desarrollo histórico que ha tenido una sociedad, desde su interés general, es de extraordinaria importancia, especialmente para las juventudes y en la tarea de las grandes transformaciones que plantea el presente. Esta Historia General del Departamento de Nariño, una región olvidada, segregada e incomprendida, busca poner al descubierto el carácter mítico de muchas teorías y versiones sobre estas tierras, desentrañar el verdadero carácter de las relaciones sociales, económicas y políticas de esta esquina de la patria con el resto y con su país vecino. Sienta en ese aspecto los elementos centrales que deben ser tema de análisis, de discusión y de ampliación hacia el futuro, para lograr dar el primer paso racional para conjeturar la vía hacia el desarrollo que Nariño no tiene. En todo caso es un intento que se hace por ubicar el estudio de la historia nariñense, partiendo desde otro enfoque diferente al tradicional y al que se utiliza en las demás regiones del país, que desconocen y tergiversan nuestra realidad. La visión que se ofrece para las juventudes y para el debate de los círculos entendidos encierra una síntesis de la vida de una región que orgullosamente hoy se conoce como el departamento de Nariño, y tiene ante todo el carácter que le imprime quien ha ejercido y ejerce con orgullo la profesión de economista y periodista, más que las del historiador. Así, distinguiendo el método de investigación del de exposición, las páginas siguientes configuran una apreciación y un juicio particulares sobre el pasado nariñense en su base social, y sobre todo, una posible explicación al ominoso presente y una propuesta para el mañana. En este orden de ideas, puede ser útil por pretender articular de manera coherente aquellos procesos y fenómenos verdaderamente esenciales que nos han conducido hasta la época actual y que por tanto, de cierta manera, podrían ser claves para el porvenir.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 1: ACERCA DEL MÉTODO EN LA OBRA 1.1 El Metodo Crítico De La Historia Como afirma Melville Herscovits, "el hombre vive en varias dimensiones. Se mueve en el espacio, donde el ambiente natural ejerce sobre Él una influencia que nunca termina. Existe en el tiempo, lo cual lo provee de un pasado histórico y de un sentido del futuro"1 Se puede afirmar que en la actualidad no existe una metodología lo suficientemente clara y estructurada en la enseñanza y en la interpretación de la historia. Lo que se presenta es un ambiente de debate y discusión, aunque a veces parece que perdiese el objetivo del estudio del método. Hay que entender, eso sí, que el método no es solo un instrumento; es la construcción de una opinión epistemológica en un momento dado y el motor que pone en acción al científico. Significa en este sentido una toma de posición, una definición ante lo que sucede en el universo, con el hombre y la sociedad. Pero pueden existir, y en realidad se presentan así, varias metodologías, aunque todas ellas se inscriben en una de las dos grandes posiciones, como son la concepción analítica y la crítica de las ciencias. Mientras la metodología analítica es especialmente útil para la elaboración de investigaciones aplicadas y operativas, para las ciencias naturales (de la naturaleza, mejor), al estar fundamentadas en el conocimiento de predicciones sobre las que se desea actuar, señalando papeles diferentes a las funciones descriptiva, explicativa y predictiva, otra cosa se propone desde la óptica crítica. El enfoque crítico en las investigaciones histórico-sociales (en todas las ciencias del hombre), utiliza los estudios descriptivos pero el mismo no tiene por objeto describir sino explicar. Pero tampoco la explicación se hace en función de la predicción. Se trata de detectar los factores relevantes, las condiciones, tal vez, que permitan explicar en la relación causa-efecto dialéctica, el suceso estudiado. Según el método crítico, en las ciencias sociales, la hipótesis hace referencia a condiciones. En ellas se buscan regularidades más que leyes inmanentes. En el terreno de la historia, con la metodología crítica, en primer lugar se trata de interpretar el sentido de la acción dentro del entorno. Entonces la explicación del hecho histórico se descubre a través de la indagación de las causas, en la elucidación de los fines que persigue, del interés que mueve los hechos. 1 HERSCOVITS, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, México, 1979, p. 29
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El segundo elemento de la metodología propuesta se refiere al objeto del estudio en la historia. En esa dirección el objeto y la unidad de estudio es el sentido de la acción grupal e individual, el interés, las motivaciones de los individuos y grupos, y las transformaciones de sus valores y actitudes en la búsqueda de un fin determinado. En tercer término se involucra la autoreflexión, que es el punto de unión entre conocimiento e interés. Esto significa la reflexión que hace el individuo sobre los intereses que animan la práctica social e individual. Ello implica que "sea posible un diálogo racional entre sujetos que se reconocen y que luchan por el interés último de la razón: la emancipación y la afirmación del hombre como especie y como individuo mas allá de toda dominación, ideologización o explotación del hombre por el hombre"2 Por otra parte, se debe tener en cuenta que la metodología crítica de la historia impugna toda tesis según la cual la conformidad con un método implique el carácter de verdad para sus resultados. El método no es un instrumento; repetimos: es la inversión de un debate epistemológico, y por lo tanto la discusión sobre la verdad del resultado de la investigación, gira en torno al debate sobre el enfoque metodológico como motor en la acción científica. Se trata así de afirmar el papel de la reflexión en la historia y en la labor del investigador; se busca reconciliar la razón y la reflexión con la experiencia humana, buscando en ésta los motivos y los temas de aquella. Finalmente, se admite el posible conflicto que puede surgir en el interior de la sociedad para el logro de intereses diferentes. 1.2 El Metodo En Estas Páginas 1.2.1 Una Fundamentación. La base objetiva del método dialéctico está formada por las leyes más generales del desarrollo del mundo material. Este método no suplanta los métodos de otras ciencias, sino que constituye su base filosófica común y se presenta en calidad de instrumento del conocer en todas sus esferas. La dialéctica es, al mismo tiempo, el método de al transformación del mundo. La categoría principal de la dialéctica materialista es la contradicción. En la teoría de las contradicciones, descubre la fuerza motriz y la fuente de todo desarrollo; en esta categoría se encuentra la clave de todos los demás principios y categorías.
2 OROZCO, Luis Enrique, Teoría Analítica de la Ciencia y la Dialéctica, Textos M. D. U/18 UNIANDES Distribución Interna.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Solo con un criterio dialéctico en la historia es posible comprender el camino complejo y lleno de contradicciones por el que se va formando la verdad objetiva, la conexión de los elementos de lo absoluto y de lo relativo en cada escalón del avance de la naturaleza y la sociedad, los pasos de unas formas de generalización a otras a otras formas más profundas. 1.2.2 Objetivos. Si es cierto que los estudios sobre Historia Colombiana son abundantes, no se cumple esta aseveración en cuanto a Nariño, sobre todo en los últimos cincuenta años. Se puede afirmar así que solo las generaciones pasadas, con ilustres y connotados representantes, se preocuparon por estudiar y publicar trabajos y libros sobre historia de esta región. Cabe mencionar a propósito, tal vez ligada a la desaparición lamentable del pensum, de los estudios históricos regionales, que después de la obra "Compendio de Historia del Departamento de Nariño", de Gerardo Galeano V., publicada en el gobierno del Doctor Sergio Antonio Ruano, no se conoce otro texto que enseñe a los jóvenes, e inclusive a cualquier ciudadano común, lo que ha sido la historia del departamento. Por lo tanto, si se trata de señalar propósitos, al menos se quiere igualar, y ojalá superar, a Galeano en su olvidada obra. En términos conceptuales se busca realizar el estudio e interpretación de la historia del Departamento, desde el punto de vista crítico, con la óptica de la dinámica interna-externa, y su interrelación entre su estructura y los aspectos sociales, políticos y culturales. Se trata, además, de realizar un trabajo de interpretación histórica, abierto organizado y sistemático, que partiendo de hechos concretos, puedan servir para elaborar análisis causales; para investigar las pruebas de tal interpretación. Como se trata de una historia general, no se especializa en ningún tema y tampoco puede ni pretende abarcarlo todo. Solo busca servir de punto de referencia organizado para que se puedan elaborar estudios profundos, y confrontaciones sobre los puntos de vista expuestos, labor a la cual se invita a los especialistas en el tema. Sin embargo, concretamente, el objetivo básico es presentar ante propios y extraños y ante todo a la juventud del departamento una historia esencial del departamento, con enfoque crítico, que sirva para conocer la realidad y que contribuya a llenar el enorme vacío que existe en la actualidad, sobre el conocimiento de la historia y realidad regionales. 1.2.3 Metodología Empleada. Específicamente, y dentro del marco general del enfoque crítico, este libro tiene una metodología particular que se hace necesario explicar. 8
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Fundamentado en una rigurosa y abundante fuente documental y bibliográfica, el texto, sin embargo, utiliza en lo posible pocas citas textuales que hagan demasiada pesada su lectura. Como se ha dicho, se trata de argumentar, de elaborar hipótesis interpretativas, de explicar desde un punto de vista crítico, los sucesos. Al texto le interesa la causa de los hechos narrados. Por lo tanto, sobre la descripción interpretativa del marco económico y político, se levanta la narración de los hechos que de manera social e individual constituyen la historia del departamento. En este sentido, sobre la base interpretativa de la producción social, la historia se desarrolla con la doble dinámica interna-externa, es decir, condicionada por el entorno nacional y por la relación entre la estructura económica y la superestructura política, legal y cultural, confrontando la narración con la interrelación entre los hechos económicos y sociales, como causa de la interpretación del pasado y el presente. 1.2.4 Alcance del Trabajo. Con la guía no dogmática del enfoque crítico se trata, en términos concretos, de realizar una interpretación de la historia regional del departamento de Nariño, cometido que aparta a este libro de una narración ligada solo a la historiografía. No obstante, en la misma dimensión aclara el alcance que se pretende lograr. Busca superar la sistematización de sucesos cronológicamente presentados, como se tenía la costumbre de hacerlo. El punto de partida y de llegada, a su vez, es ese ser humano del departamento de Nariño en su interacción social. Pero, siendo consecuentes con el método crítico, es el estudio de hombres y mujeres en la relación tempo-espacial, interactuando en pos de la supervivencia, a través del trabajo, en formas particulares de producción, lo que sustenta la interpretación de la historia del departamento. Sobre esa base se busca construir hipótesis explicativas sobre el desarrollo, en su relación causa-efecto, de los acontecimientos fundamentales sucedido en la tierra austral de Colombia. En este orden de ideas, aunque de manera sintética, se trata de presentar la historia regional en su contenido económico, social, político y cultural. Pero se debe tener en cuenta que no todos estos elementos son tratados con la misma intensidad, ni tampoco tienen la misma importancia en todos los temas tratados. En ciertos períodos, es lo económico lo que prima; en otros son los elementos sociopolíticos los que se enfatizan. Lo que si debe quedar sentado es que se hace Énfasis en la cultura, entendida como "el complejo de conocimientos, creencias, arte, moral, ley, costumbres y otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. como miembro de la sociedad"3. En otra manera de expresarse, se busca interpretar el modo de vida del pueblo nariñense a través de la historia. Mas como se trata de un esfuerzo de interpretación histórica, es relevante analizar las relaciones de producción en las diferentes Épocas de la sociedad, incursionando en los aspectos supraestructurales, para lograr una narración crítica de los sucesos que se sistematizan a través de la historia y la tradición. 1.3 Hipotesis De Trabajo Para estudiar la estructura económica del departamento de Nariño, el análisis podría enmarcarse en el proceso de subdesarrollo, más exactamente, en el “subdesarrollo del subdesarrollo”, esto es el que ha seguido una región olvidada y amputada de sus potencialidades, en medio una nación dependiente. Pero este libro plantea que el proceso seguido en el departamento obedece ante todo a un “mal desarrollo”. El mal desarrollo se gesta con el descubrimiento, conquista y colonia de España y luego se consolida con las guerras de la Independencia y en el primer siglo de gobierno republicano, A partir de esa característica el sur de Colombia, sobre todo el departamento de Nariño, se constituye en una región que perteneciendo a una nación “subdesarrollada” y dependiente, se atrasa aún más en ese proceso. Su estructura económica simboliza la marginación sistemática de la mayoría de sus habitantes, que han permanecido excluidas de su propia historia. De ese atraso surgen entonces relevantes núcleos de seres humanos olvidados que vegetan en condiciones infrahumanas, apartados de la modernidad. En ese escenario de mal desarrollo que hace de Nariño una región subdesarrollada en esa nación también subdesarrollada, la mayoría des sus habitantes viven en medio de la desesperanza que causa la pobreza, la miseria, el atraso, el olvido, el abandono. La economía de estas regiones, fruto de una estructura económica débil, incompleta, deforme, atrasada, no ha sido capaz de generar soluciones para la baja producción, el desempleo, el subempleo, la informalidad y sus secuelas actuales de violencia, todo ello sobre una naturaleza que es potencialmente rica. La desgracia de estas tierras ha sido el olvido. Primero los españoles y luego la República, se olvidaron y abandonaron la región nariñense. Los gobiernos del centro de la nación, en todas las épocas, se han mostrado avaros, olvidadizos y cerrados para entender lo que valen y significan las fronteras del sur, la gloriosa tierra que lleva el nombre de Nariño. 3 MARSHALL, Sahlims, Cultura y medio ambiente, Sol-tax, antropología una nueva visión, Norma, Cali, 1964. p. 54
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. La estructura de atraso de Nariño, claro está, ha estado ligada al proceso de desarrollo de la nación y del mundo. Pero estas tierras han estado al lado de los perdedores de la historia, en ese polo del subdesarrollo y el atraso que se originó en el desarrollo de las naciones ganadoras. Allí se configura el mal desarrollo nariñense. Cabalgando sobre el mal desarrollo la estructura económica del departamento de Nariño, es combinada y compleja. El peso específico de la esfera productiva descansa sobre el sector primario, en la producción agropecuaria y pesquera. El sector industrial propiamente dicho, no existe y el relativo desarrollo que se dio en los años treinta del siglo pasado, se esfumó. Dependiendo de estas características se presenta en la región un alto desarrollo relativo de la esfera de la circulación y del sector terciario, de tal manera que la actividad de servicios, sobre todo del comercio y el transporte, es la de mayor dinámica. En forma general, se puede decir que el desarrollo es un proceso de cambio sustentado en el avance de las fuerzas productivas, dirigido hacia la satisfacción plena de las necesidades materiales, espirituales y sociales, de una sociedad, por medio de la elevación constante de la productividad social de la fuerza de trabajo. Como fenómeno general, el desarrollo es un proceso continuo de cambio que se rige en cada fase por leyes económico- sociales. Esto implica que cada una de las etapas de la historia es un salto dialéctico en el desarrollo. El desarrollo económico requiere de cambios estructurales a través de las fuerzas productivas que aseguran el encuentro del ser humano en toda su dimensión, mientras el crecimiento está comprendido por el proceso de aumento y acumulación del excedente. Esto hace posible que cualquier cambio en el crecimiento, más que nada comparando varias naciones y regiones, se confundan como desarrollo, siendo definido como un avance cuantitativo ante una situación dada, mientras lo otro es el atraso. En ninguno de los dos conceptos se tiene en cuenta lo estructural del proceso. Lo cierto es que los dos son fenómenos del mismo movimiento dialéctico. En este sentido,”subdesarrollo” capitalista no significa desarrollo por debajo de lo normal, sino un aspecto del mismo proceso de desarrollo, en su fase imperialista y de globalización económica, que sigue enmarcada en la realidad de la dependencia. En ella la ley de la acumulación capitalista determina que la riqueza de unas regiones y naciones, significa la pobreza, el atraso, para otras, Más claramente, que existen los países y continentes ricos y poderosos, porque existen países y continentes pobres o subdesarrollados. En otros términos, la realidad de los países pobres denominados subdesarrollados, no es otra cosa que su situación de atraso enmarcada en el 11
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. fenómeno de la dependencia. Las características d ese atraso, o subdesarrollo, son el resultado lógico del funcionamiento de un sistema económico determinado. Esto es, dada una estructura económica, esta provoca bajos niveles de producción, de empleo, lento crecimiento y desocupación; desigualdades y desequilibrios regionales, atraso, como en el caso de Nariño. En esta dimensión, el desarrollo es un fenómeno económico y social de carácter histórico que se sintetiza en un mayor y mejor uso de los factores productivos, que se obtiene a través de la utilización creciente del capital y de las innovaciones tecnológicas, que se supone deben generar como consecuencia un incremento de los niveles y calidad de vida de la sociedad. Pero lo grave es que esto se ha hecho a costa de la gran masa de pueblos desposeídos y dependientes. Pero la visión humanista de Manfred Max- Neef nos enseña que “El desarrollo se concentra y sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de auto dependencia y en la articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los comportamientos locales, de los personal con lo social, de la planificación con la autonomía y de la sociedad civil con el Estado”. 4 Para estudiar la estructura económica del departamento de Nariño, el análisis podría enmarcarse en el proceso de subdesarrollo, más exactamente, en el “subdesarrollo del subdesarrollo”, esto es el que ha seguido una región olvidada y amputada de sus potencialidades, en medio una nación dependiente. Pero este libro plantea que el proceso seguido en el departamento obedece ante todo a un “mal desarrollo”.
4 MAX-NEEF, Manfred, Desarrollo a escala humana: Conceptos, aplicaciones y reflexiones, Icaria Editorial, ISBN 978-84-7426-217-9, Barcelona, España. En Argentina editado por Biblioteca Permacultura, 2013.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFIA DEL CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA HABERMAS, Jürgen, Conocimiento e Interés, en la Revista Ideas y Valores, Universidad Nacional, Nro. 42-45, Bogotá, 1979 HERSCOVITS, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, México, 1979 MARSHALL, Sahlims, Cultura y medio ambiente, Sol-tax, antropología una nueva visión, Norma, Cali, 1964. OROZCO, Luis Enrique, Teoría Analítica de la Ciencia y la Dialéctica, Textos M. D. U/18 UNIANDES, distribución Interna. MAX-NEEF, Manfred, Desarrollo a escala humana: Conceptos, aplicaciones y reflexiones, Icaria Editorial, ISBN 978-84-7426-217-9, Barcelona, España. En Argentina editado por Biblioteca Permacultura, 2013.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 2. CAMINO HACIA LA HISTORIA DEL DEPARTAMENTO 2.1 En La Prehistoria La Historia es la ciencia que estudia los hechos protagonizados por el ser humano en el pasado. Se divide en dos grandes ramas: La Prehistoria, que estudia los hechos anteriores a la invención de la escritura. La Historia propiamente dicha, que estudia los hechos posteriores a la escritura. La prehistoria estudia el período más extenso de la vida humana en el pasado, sin embargo, es el menos conocido, pues sus fuentes no son tan abundantes como las de la historia. La escasez de datos y las dificultades para reconstruir el pasado impiden a la prehistoria dar fechas exactas, por ello, se ocupa fundamentalmente de: 1) Investigar el proceso evolutivo de la vida hasta el momento en que surge el ser humano. 2) Calcular la antigüedad de ese ser humano sobre la tierra. 3) Estudiar los orígenes de la cultura, su desarrollo y las características que presentaron los diferentes grupos humanos en las sucesivas etapas del pasado. El primer aspecto de tratamiento de la historia del departamento de Nariño se refiere al pasado más remoto, sin escritura, que se puede calificar como la prehistoria y que corresponde a lo que se puede conocer de los primitivos habitantes del sur de Colombia, antes de la llegada de los españoles. 2.1.1 Aspectos generales para América. La Prehistoria de América es el periodo del tiempo que comprende el poblamiento del continente hasta la formación de las grandes civilizaciones americanas. Se trata de un tiempo de sumo interés dado que el continente americano fue la única porción de tierra en el planeta que tuvo un desarrollo humano aislado hasta su encuentro directo con las culturas de Europa, África y el resto del mundo. Ello no significa que no hubo de una u otra forma una interacción mínima o significativa con el resto, pero los pueblos americanos no participaron de los acontecimientos históricos y demás logros que unieron a los demás continentes hasta 1492. Con el descubrimiento de la Agricultura durante el periodo formativo, comenzó la sedentarización y con ello nacen las principales civilizaciones americanas, algunas de las cuales desarrollaron la escritura, complejos y precisos calendarios, métodos de cultivo, observaciones astronómicas y otros factores que las pusieron a la par de otras civilizaciones en otros continentes. Si el aislamiento milenario de América puede crear un cierto complejo de marginación de los avances de culturas como la griega, china, egipcia, fenicia y otros, los avances americanos no significan otra cosa que la capacidad del hombre del desarrollo de su ingenio para la transformación de la naturaleza y la supervivencia.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Muchas son las versiones acerca del origen de los pobladores del continente Americano. Partiendo de las teorías sobre el fenómeno cultural del difusionismo y evolucionismo, hay quienes consideran que el hombre americano procede del Asia. Para otros, es originario de América y que evolucionó por sus propios medios e inclusive, pudo expandirse a otras regiones.5 Según la teoría mas conocida, los primeros pobladores de América procedían de Asia y su ruta fue el estrecho de Bering. Esos hombres que emigraron, eran poseedores de una cultura poco desarrollada y basaban su economía en la caza, la pesca y la recolección de productos que les ofrecía la naturaleza, puesto que no conocían la agricultura. La segunda corriente migratoria fue de hombres en la era mesolítica, con una actividad productiva dedicada más que todo a la recolección de moluscos y la pesca de animales marinos. Otra migración fue de grupos humanos propios del neolítico, con conocimientos de pulimentos de la piedra, y la cerámica y con inicio en la agricultura; procedían del sudeste de Asia. La última corriente migratoria que provenía de la Polinesia, se estableció propiamente en la zona de los Andes, con una mayor cultura. Se puede afirmar, como lo más probable, según los estudios realizados, que los tipos raciales y las culturas típicas de América, se formaron con los elementos antropológicos y culturales de estas cuatro migraciones. Es posible, como afirman algunos investigadores que las primeras civilizaciones indígenas americanas, ni fueron importadas como un todo del Viejo Mundo, ni surgieron automáticamente y por impulso propio de las culturas inferiores y medias que florecían en este hemisferio, sino que su formación es la obra conjunta de tres elementos, a saber: a) la base indígena existente; b) el aporte traído por los polinesios; las innovaciones que se produjeron luego de irse amalgamando y complementando los elementos dispares. Más adelante se agregarían las modificaciones producidas durante el proceso de adaptación a nuevos ambientes de los grupos primitivos y el aporte ocasional de algunos elementos derivados de Asia Oriental. Sin embargo hay otras teorías, como con la del autoctonismo, que sostiene que el hombre había surgido en América; la del origen asiático con procedencia mongola; las del origen múltiple con cuatro sitios de origen, melanesio, polinesio, australiano y asiático, junto a la de siete migraciones, tasmanios, melanesios, protoindonesios, esquimales, mongoles, indonesios y australianos, la de Isla de Pascua; y la de la doble migración, amurianos y murrayanos. De todas las teorías la del etnólogo francés Paul Rivet, es la más aceptada hasta el momento, señalando un origen múltiple para los americanos. Sostiene al 5 MARIN NELCI, Leonor Acosta. Historia Universal. Año: 1.999
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. respecto que no solo las migraciones asiáticas determinaron el poblamiento de América, sino que otros elementos procedentes de otras partes del mundo intervinieron en el. 2.1.2 Síntesis de las Teorías del Primitivo Poblamiento Americano. La llegada del hombre a América es una cuestión arduamente discutida por los científicos modernos. Los científicos no tienen dudas de que el ser humano no se originó en América y que por lo tanto fue poblada por hombres provenientes de otra parte. Existe un cierto consenso, aunque no unánime, sobre el hecho de que América se habría poblado desde Siberia (Asia). Más allá de ese consenso relativo, en los inicios del siglo XXI, la comunidad científica discute apasionadamente la fecha, ruta y cantidad de oleadas migratorias que poblaron el continente americano. 2.1.3 Períodos Prehistóricos en América. En forma didáctica más que otra cosa, la Prehistoria de América ha sido dividida en 5 periodos. Los tres primeros corresponden propiamente a la Prehistoria y los dos últimos al desarrollo de las civilizaciones americanas (Clásico y Posclásico). En forma más detenida se acostumbra a utilizar una doble clasificación, la prehistoria de América y el Desarrollo de sus civilizaciones. Para esa prehistoria se plantean los siguiente períodos: paleoindio, Arcaico y formativo de América; en el Desarrollo de las civilizaciones americanas se habla de los períodos Clásico y Posclásico de América.6 Concretamente, la Prehistoria americana comienza desde el momento en el cual los primeros pueblos procedentes de las estepas siberianas cruzaron hacia Alaska hace 40 mil años aproximadamente hasta el desarrollo de las civilizaciones americanas en el siglo III. Todo ese tiempo, que corresponde en la prehistoria universal al Paleolítico, Mesolítico, Neolítico y la Edad de los Metales, se divide en tres periodos: Paleoindio, Arcaico y Formativo. El periodo paleoindio es la era más larga de la prehistoria americana. Parte desde el advenimiento de los primeros pueblos asiáticos al cruzar el Puente de Beringia hace aproximadamente 40 mil años hasta hace 10 mil años con el descubrimiento de la Agricultura en Mesoamérica. El Periodo Arcaico de América comenzó hace aproximadamente 10 mil años (8000 a. C.) con los inicios del Holoceno, es decir, cuando terminaron las glaciaciones y duró hasta el surgimiento de la civilización Olmeca que se calcula hacia el 1500 a. C. El grande protagonista de este periodo lo constituye la agricultura, que en América surge en tiempos similares al resto del planeta, es 6 Idem
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. decir, antes del 6000 a. C. Alimentos fósiles de maíz, calabaza, patatas, animales domésticos y otros han sido encontrados en Mesoamérica y Suramérica con dataciones de hasta hace 10 mil años. Con el descubrimiento de la agricultura, los pobladores americanos comienzan el proceso de asentamiento definitivo y pasan del nomadismo milenario al sedentarismo, lo que les abre la vía al desarrollo de culturas más elaboradas que terminaran con el surgimiento de la primera más grande civilización del continente: la Olmeca. El Periodo Formativo comienza con el desarrollo de la Cultura Olmeca en Mesoamérica a la que se atribuye la construcción de una de las ciudades más notables del continente, Teotihuacán (1500 a. C. - 900 a. C.). Es el preludio del periodo de las grandes civilizaciones en el cual aparecen las primeras formas de escritura como la de los Mayas o los Moche. También se produce la aparición de las primeras sociedades jerarquizadas con formas de gobierno relativamente complejas: Olmecas en Mesoamérica y la Cultura Chavín en Sudamérica, que llegan a dominar extensos territorios y a construir importantes centros urbanos en torno a santuarios dedicados al dios Jaguar. Otras culturas reseñables son las de los Anasazi y sus similares (Arizona), así como los constructores de Montículos de Norteamérica. La existencia de grandes áreas de terra preta sugiere también la presencia de una gran civilización amazónica. En el desarrollo de las civilizaciones americanas se considera esa época en de máximo esplendor de las civilizaciones americanas. Es esa parte de la historia que se puede haber dado gracias al desarrollo de la escritura, especialmente por parte de los Mayas a partir del año 292. El Periodo Clásico de América puede ser considerado en la forma siguiente: en 292 comienza el esplendor de la Cultura Maya y se abre así el avance de las grandes civilizaciones continentales, unas más conocidas, otras menos, pero todas con un gran aporte universal. Puede ser que se haya cerrado en el 900 con la decandencia de los Mayas. Tikal, Palenque y Copán figuran entre los principales centros Maya que eran ciudades-estado. Para destacar de este periodo se encuentra también la Cultura Chavín que se extendió hacia el occidente del Perú hasta Ecuador, entre el litoral y la ceja de selva. Esta cultura se desarrolló entre el 1500 a. C. y el 500 a. C.; es decir, que durante un milenio, prevaleció su hegemonía en todo el quehacer andino de la región o área de influencia. El Periodo Posclásico de América se puede considerar cuando hacia el 900 se presenta la decadencia de los Mayas en el territorio de México y Centroamérica y se establecen en Yucatán en donde fundan nuevas ciudades-estado.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Este acontecimiento abre el denominado periodo posclásico y el moldeamiento de los pueblos que se encontrarían con culturas de otros continentes, especialmente de Europa, a partir de 1492. 2.2 Grupos Culturales En Colombia Todas las culturas pasan por un proceso de formación de nuevas entidades étnicas y a medida que se relacionan con grupos que tienen diferentes tradiciones culturales, van evolucionando hacia grados superiores. Las diversas etapas de esa evolución socio- cultural a través de sucesivas revoluciones tecnológicas y la difusión de sus efectos sobre diversos pueblos, se han denominado “procesos civilizatorios”. En Colombia existió un período prehistórico en el que se determinaron diversas etapas culturales. Concordando con la tesis expuesta por Paul Rivet, una mayoría de arqueólogos acepta que el origen de los aborígenes colombianos tiene que ver con la llegada de grupos asiáticos que pasaron por el estrecho de Bering a América, dispersándose por el continente, entrando luego a América del Sur por el istmo de Panamá y de allí a nuestra patria. Los hombres que conformaron esos grupos migratorios eran portadores de una cultura primitiva. Según estudiosos como Reichel-Dolmatoff, Las llanuras, las cordilleras, las costas y los ríos de Colombia han sido desde hace miles de años, el terreno, el sustento y el continuo estímulo de un sinnúmero de seres humanos que, desde los albores de los tiempos hasta la conquista española, han desarrollado aquí sus diversas formas culturales, de acuerdo con respectivo equipo intelectual y tecnológico. Según Reichel-Dolmatoff, "Las llanuras, las cordilleras, las costas y los ríos de Colombia han sido desde hace miles de años, el terreno, el sustento y el continuo estímulo de un sinnúmero de seres humanos que, desde los albores de los tiempos hasta la conquista española, han desarrollado aquí sus diversas formas culturales, de acuerdo con respectivo equipo intelectual y tecnológico. Es así porque la ubicación espacial de Colombia la ha convertido en una zona de acceso abierto a diversas influencias culturales. En la zona del país situada al norte y oeste de los sectores andinos, fue donde se constituyeron las primeras culturas mesoamericanas.7 2.2.1 Principales Grupos. Fueron diversas las tribus y culturas que vivían en esta parte de Colombia, antes de la llegada de los españoles, las cuales, en su mayoría fueron exterminadas con la conquista y la colonia Ibéricas. Las tribus que 7 REICHEL-DOLMATOFF, Gerardo, Colombia indígena, período prehispánico, Manual de Historia de Colombia, Tomo I, Colcultura, p. 32.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. moraban y dominaban en las diferentes regiones de Nariño, según un documentado estudio de María victoria Uribe, eran los que más adelantes se anotan.8 Los primeros grupos se establecieron cerca de la costa Atlántica y se fueron difundiendo por el resto de la región. Desde el sur también se expandieron otras culturas que partiendo de lo que hoy es el norte del Perú y el Ecuador, se asentaron en el sector andino meridional de Colombia, en lo que actualmente son Nariño, Cauca, Huila, Occidente del Putumayo y el sur del Tolima. Entre los grupos indígenas pobladores de Colombia se mencionan los siguientes: Los Muiscas en el Altiplano Cundiboyacense; los Guanes y Tunebos, en Santander, Arauca y Norte de Boyacá; Pastos y Quillacingas en Nariño; Taironas, Arhuacos, Coguis y Chimilas en la Sierra Nevada de Santa Marta; los Andaquíes al sur de la cordillera central; los Panches en Cundinamarca y Tolima; los Motilones en norte de Santander; los Calimas en el Valle; los Quimbayas en el viejo Caldas; los Catíos-chamies en Antioquia, los Maipure en los llanos Orientales, los Guajiros en la Guajira. Lingüísticamente se han clasificado como principales, tres familias que son la Chibcha, la Caribe y la Arawak. En la familia Chibcha se aglutinan Muiscas, Taironas, Arhuacos, Coguis, Guamues, Tunebos, Paeces, Guambianos, Cunas, Andaquíes, Pastos y Quillacingas. Arqueológicamente se distinguen tres grandes etapas y dentro de ellas se ubican las diversas culturas Colombianas. Esas etapas son la Lítica o del Paleoindio, Arcaica y Formativa. La etapa Lítica se ubica en unos 11.000 años a. de c., y los grupos humanos se caracterizaban productivamente por la caza, la pesca y la recolección, a la vez que por el nomadismo y el utilaje lítico. En la Arcaica, situada en unos 7000 años a. de C., se presentaron grandes cambios climáticos y la actividad productiva se caracterizaba por la recolección de frutos y las conchas. Y en la Formativa, se diversifica la cultura, en los grupos distintivos, en sus dos subetapas: la del desarrollo medio y superior. En la etapa media de la era formativa se consolidan las culturas Tierradentro, Calima, Quimbaya, Sinú, Tumaco, Pastos y Quillacingas. El período Formativo, que se inicia alrededor del año 1.200 a. de C. y termina con la llegada de los españoles, marcó una etapa de cambio a un nivel superior. Se 8 URIBE, María Victoria, Las tribus de la Antigua Jurisdicción de Pasto en el siglo XVI, en la Revista Colombina de antropología, volumen XXI, Bogotá, 1977-78
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. presentaron así las formas productivas y la cultura, intensificándose la agricultura, y generándose nuevas actividades como la cerámica y el trabajo con metales. Así mismo, se generó un excedente, como actividad grupal, mientras el hombre se volvía cada vez más sedentario. 1.2.2 Períodos de Evolución de los Pueblos Precolombinos. En términos también didácticos se puede mencionar que los grupos culturales de Colombia pueden haber pasado por los períodos evolutivos que se sintetizan a continuación. PALEOINDIO. Época fría. Herramientas de hueso y piedra. La economía basada en la recolección y la caza con puntas de proyectil. La organización social con base en el nomadismo y las hordas. ARCAICO. Época cálida. Viven cerca de los ríos y playas. Son cazadores, recolectores de frutos y moluscos, concheros. Se aumenta la horticultura. La organización social impone ya un seminomadismo. FORMATIVO. Inferior: Horticultura- se producen cestos y rústicas cerámicas. Aparece el sedentarismo, hay habitaciones, aldeas y surge la agricultura. Medio: Se difunde y perfeccionan los telares, la cerámica, la cetrería y la orfebrería. Superior: Aparecen las Confederaciones sociales, el comercio, las ferias. Imperan las creencias religiosas, los Shamanes. La organización política gira en torno a los caciques. CLÁSICO. Ciudades construidas en piedra. Centros ceremoniales- TextilesMetalurgia- Agricultura intensiva con canales y terrazas; hay caminos y puentes. POSTCLASICO. Grandes ciudades expansionistas- Se da el calendario.
en
piedra
-
Escritura
-
Estados
2.3 Habitantes Precolombinos De Nariño Desde tiempos remotos, parece ser que alrededor del siglo VI a. de C., ya había habitantes en lo que hoy es el departamento de Nariño. Junto a la cultura Momil 1 y 2 de Córdoba, Zambrano en Atlántico, Calima y Catanguero, en el Valle del Cauca y San Agustín, en el Huila, se han hallado restos de la cultura Mataje I, en Nariño. Pero Pastos, Quillacingas, Tumaco, junto a otros muy importantes, deben haberse desarrollado mucho antes de la llegada de los españoles al sur 2.3.1 Elementos Generales. Así como en el resto del continente americano y en Colombia, antes de la llegada de los españoles, existían muchos pueblos, en las tierras que hoy constituyen el departamento de Nariño, con conocimiento y cultura propios. 20
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Fueron diversas las tribus y culturas antes de la llegada de los españoles, las cuales, en su mayoría fueron exterminadas con la conquista y la colonia Ibéricas. Las tribus que moraban y dominaban en las diferentes regiones de Nariño, según documentados estudios eran los que a continuación se anotan. En el oriente habitaban tres grandes grupos: los Quillacingas de la montaña, los Sucumbios y los Mocoa. Los Quillacingas se componían de los habitantes de la Laguna (La Cocha) y los del Valle de Sibundoy/Patascoy. Los Sucumbios eran menos importantes y se encontraban habitando las tierras situadas entre el alto de la cordillera central y el Putumayo, y entre los ríos Guamués y San Miguel de Sucumbios. Los Mocoa, entre tanto, habitaban la región del río del mismo nombre y un trecho de la margen derecho del Caquetá. En el sector occidental, que comprende la mayor parte de la superficie del departamento, existían también tres grandes grupos de población. Los Sindagua, que habitaban las tierras comprendidas entre la cordillera y los afluentes derechos del río Telembí, hasta la cabecera del río Iscuandé y el "Puente de Tierra" que divide los nacimientos del río San Pablo de los del San Juan de Micay. En la llanura del Pacífico, entre el Telembí y la región meridional de la cuenca de los Güíza y Nulpe hasta el río San Juan y el Mira, vivían esparcidas las tribus o subtribus que los españoles denominaron Indios de las Barbacoas. Y en el Noreste, en la hoya del Río San Pablo, en la comarca llamada por los españoles como Chapanchica, se aglutinaban grupos tribales Sindagua y Taguantina o Taguntine. En el sector del centro, el más pequeño, pero el más aprovechable y poblado, habitaron los pueblos más importantes antes de la llegada de Colon a América: los Pastos, los Quillacingas y los Abad o Abades. Capitulo aparte merece la denominada cultura Tumaco, asentada en Nariño y en el Ecuador, y que se ha constituido en una de las zonas arqueológicas mas importantes en la actualidad. Lamentablemente, es poco lo que se sabe sobre su organización socioeconómica y política. Los Pastos poblaban la región que rodea el alto y medio Río Guáitara, hasta Ancuya. Sus límites al este y al oeste, eran las cimas de las cordilleras y se extendían por el altiplano hasta el Ecuador, en la población de San Gabriel, teniendo como centro de acción lo que hoy es Ipiales y algunas poblaciones de la ex provincia de Obando.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Lo más probable es que los Pastos9 poseyeran sin interrupciones su territorio, desde tiempos remotos, posiblemente antes de la era cristiana; ellos lo encontraron ocupado por tribus primitivas, provenientes de las migraciones. Una vez asentados recibieron la influencia de los inmigrantes y aportaron la suya con una rudimentaria agricultura, y su forma de vivir, de manera permanente. Los Quillacingas del centro eran dueños de las tierras desde la hoy Pasto hasta el norte, en la ribera derecha del río Guáitara, y la mayor parte del Valle del Río Juanambú. Los Abades vivían en un territorio limitado por el sur por el río Pasto; al norte por el río Patía; al este con la región de los Quillacingas; y al oeste con la de los Sindagua. En un nuevo grado de desarrollo, en el límite del actual departamento, vivían los Chinches y los Patías, mientras en la Llanura del Pacífico se encontraban los Iscuandé y Telembí y los Kwaikeres. 2.4 Pastos, Quillacingas E Incas La remota historia objeto de este texto se ubica en una época en la cual, antes de la llegada de Colon, los Pastos, en un territorio colindante con el de los Quillacingas, independientemente de los Incas, poblaban las tierras del Sur de Colombia y norte del Ecuador. Es esta época cuando sobreviene el proceso de conquista de estas regiones, según una primera hipótesis. Los Incas desde su gran territorio en el Sur de América, dominaban nuevas tierras en cumplimiento de su ansia expansionista. En tal campaña el Inca Tupac Yupanqui inició la conquista de nuevos territorios de lo que hoy son Chile, Uruguay y Argentina, luego de lo cual miró hacia el norte. Pero antes de estos acontecimientos, en el territorio de nuestro departamento, se presentaban ciertas condiciones que vale la pena destacar. 2.4.1 Volviendo al Pasado. Se supone que las primeras migraciones en la zona que corresponde a Nariño, se concentraron hacia el lado del Amazonas en la parte andina. Eventualmente se había formado un sistema poblacional representado por reducidos grupos de inmigrantes de tipo "Lagoano", según la teoría de Rivet. Entre los dos se dieron relaciones que tuvieron en la formación amazónica una predominante influencia.
9 URIBE, María Victoria, Asentamientos prehispánicos en altiplano de Ipiales, en Revista colombian de Antropología, Vol. XXI, Bogotá, 1977-78
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En una ajustada de síntesis de opiniones, sobre todo del Ecuatoriano Luis Paz y Miño, se puede señalar que la zona Andina de Nariño y Norte del Ecuador, estuvo ocupada por diferentes oleadas de sucesivas influencias premayoides, mayoides y toltecas, y que los ascendientes de los Pastos, los ancestros mas cercanos de la región de Ipiales, salieron de Centro América, cruzando el territorio nacional, antes del asentamiento de los Chibchas. Lo más probable es que desde tiempos remotos, los Pastos poseyeran sin interrupciones su territorio, posiblemente antes de la era cristiana. Ellos lo encontraron ocupado por tribus primitivas, provenientes de las migraciones. Una vez asentados recibieron la influencia de los inmigrantes y aportaron la suya con una rudimentaria agricultura, y su forma de vivir, de manera permanente. Según parece, después del cultivo practicado durante años, los Pastos se especializaron en diversas actividades, con una organización tribal de tipo federativo. Lo más notable fue su predisposición al intercambio, la raíz del futuro comercio, a la vez que se impulsaba poco a poco una tendencia urbanizadora sedentaria, en semi complejos urbanos, que tenían como núcleo aglutinador la defensa de la tierra. Así mismo se presentan las construcciones megalíticas, junto a una forma productiva basada en la cooperación hasta llegar al Ayni, una forma especial de trabajo en cuadrillas dirigidas por un caporal, forma que se convierte mas tarde en lo que se llamaron las mingas. Si se pudiera hablar de un "modelo económico", el proceso productivo se basaba en la horticultura extensiva, acompañada de prácticas de recolección, caza y pesca. Sobre esa base los aborígenes del sur del departamento tenían una forma de estado semi monárquico del tipo Azteca o Inca, con la diferencia de no llegar al extremo en el absolutismo teocrático. Vivían en relativa paz y no existían síntomas de crueldad en sus tratos; solo la llegada de los españoles significaría un cambio, con la esclavitud en la más dura de sus formas. Socialmente se ha podido comprobar que los Pastos eran sedentarios, con actividad productiva combinada. Según los cronistas "no ofrecían sacrificios de hombres"; sus armas consistían en palos y lanzas mal hechas; y eran idólatras, teniendo como dioses al sol, la lluvia y los astros. Su idioma se perdió entre la influencia del Inga, el Quechua y el Castellano, mientras se dice que su escritura fue ideográfica. En la época precolombina, por otra parte, se ha deducido que las tribus gozaban de la propiedad milenaria de las tierras, sin pagar censo o tributo a nadie. El poder lo detentaban los caciques y en su cabeza se representaba la propiedad de la tierra. En tal medida los indios no poseían sino la porción que los caciques les permitían en la misma forma que se les dejaba tener bienes y conseguir el dominio sobre las 23
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. mujeres. El trabajo personal solo podía se señalado y ordenado por el cacique que, a su vez, era el dueño del producto del trabajo. Los Quillacingas, fueron los aborígenes que habitaban los alrededores de lo que hoy es Pasto, la capital. El nombre Quillacinga parece que les fue impuesto a estos habitantes por los Incas, y querría decir "oro en las narices", según afirma Sergio Elías Ortiz, y según otros, "narices de luna", por un adorno que usaban, parecido al Yacametzli de los aztecas. De ellos se ha logrado saber que eran una rama de la gran familia Chibcha. Eran antropófagos, belicosos e indómitos. En el tiempo de la fundación Española de Pasto, su grado cultural era de tipo inferior. Estos Quillacingas se supone son descendientes de Matabeles, Pachanchicas, y Abades, caribes feroces que habitaron la región hasta el Patía. Los principales poblados Quillacingas, además del centro, en el Valle de Atriz, fueron los de Mocondino, Bejendino, Buesaco, Guajansagua y Yacuanquer. Su dominio se extendía por el lado del sur desde el curso medio del río Guáitara, abajo de Puerres y el Valle de Sibundoy; y por el lado norte llegaba hasta el páramo de las papas. Los Quillacingas se vestían con una túnica desteñida hecha de algodón, de cabuya o de corteza de madera, ajustada a la cintura con una faja del mismo tejido. Las mujeres se cubrían con una manta pequeña a manera de falda y se colgaban encima otra manta, que por delante, terminaba en el pecho. Su idioma fue el kamsá o Coche. Se alimentaban de papa, cebada, ají, tomate, arracacha, ulloco, varias frutas y sobre todo el maíz. 2.4.2 La Influencia Inca. Como se ha visto, junto a otros grupos menos importantes, en la época anterior a la llegada de Colon, los Pastos, colindantes con los Quillacingas, independientemente del imperio Inca, poblaban las tierras del sur de Colombia y norte del Ecuador. En esta época sobreviene una posible invasión de estas tierras, con la posterior conquista de los Incas, según la primera hipótesis. Desde el centro de su imperio, los Incas, en el sur de América, extendieron su dominio y luego de terminar la conquista del extremo sur del continente se dirigieron hacia el norte. Así el Inca Tupac Yupanqui da la orden de seguir hacia tierras del Ecuador y el sur de Colombia. La conquista del reino de Quito se iniciaría entre 1460 y 1470. Esta campaña se interrumpió entre 1528 y 1537, por la guerra civil entre Atahualpa y su hermano Huascar. Según esta primera hipótesis, los Incas dominaron el reino de Quito, se enfrentaron a los Pastos ecuatorianos en San Gabriel y luego de vencerlos, 24
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. atravesaron el río Guáitara, entrando a Nariño para dominar a Pastos y Quillacingas. Sin embargo, existe una segunda hipótesis según la cual los Incas nunca llegaron a conquistar el territorio de los Pastos, y aunque penetraron en su territorio y lo dominaron temporalmente, su presencia estuvo matizada por rebeliones permanentes, y lo único que consiguieron fue el que los aborígenes huyeran a la montaña, y solo bajaran de las alturas cuando los Incas se dirigieron hacia el norte, conquistando a los Quillacingas. Según esta hipótesis, el dominio de los Incas llegó solo hasta el río Guáitara, en Rumichaca. Posteriormente, obligados por las escaramuzas de los Pastos, bordeando el río, se dirigieron al Valle de Atriz y luego hasta el río Mayo, desde donde pensaron en el regreso. En la campaña de los Incas en el departamento fueron muchas las hazañas y acciones bélicas que la tradición ha recogido. Es así como se cuenta que una noche, los Pastos, saliendo de sus escondites, atacaron a los Incas, con sus generales y jefes, y mataron a los principales. Así mismo, se afirma que el primitivo Ipiales fue trasladado hacia los lados de la actual Aldana, en las alturas de las Collas, con el objeto de evitar el ataque Inca.10 Así mismo, ya entre los Quillacingas, se narra como Capusigra y Tamasagra, dos valientes caudillos, se enfrentaron a las tropas Incas comandadas por Auquitoma, hermano de Hayna Capac, encerraron a los invasores en el cañón del Juanambú y con piedras lanzadas desde las alturas hicieron huir a los atacantes. 11 En medio de esa huida, Auqui Toma, lleno de pesadumbre por la derrota, encontró la muerte en el camino de regreso a Quito, en los arenales desérticos del Chota, en el Ecuador. Esto acontecía por allá en 1480. Sin embargo, según la hipótesis planteada, en lo relevante de sus acciones, parece ser que tras una larga campaña de victorias y derrotas, los Incas establecieron una especie de colonia en el Valle de Atriz, en lo que hoy es la Cruz y en la región de Túquerres-Sapuyes, sentando al frente un Sapay-Inca, o delegado del Inca, como gobernador-sacerdote. Pero la guerra continuó, puesto que los aborígenes sureños no se resignaron jamás al dominio Inca. Solo un acuerdo matrimonial para que de la unión de un príncipe invasor con una princesa PastoCaranquí, el descendiente dirigiera el destino de los territorios conquistados, aplacaría la rebelión. No obstante, según la tradición, no fue sino una disminución, que no la terminación de las hostilidades.
10 La tradición oral narra muchos hechos de rebeldía y valor. Lastimosamente se han perdido en tiempo. 11 RODRIGUEZ G., Ignacio, Perfiles Nariñenses de Antaño, Biblioteca Nariñense de Bolsillo, Pasto, 1984, Tomo I, pp. 5-11
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Los Incas se desanimaron, desencantándose de tanta lucha. Con la muerte de Huayna Capac, la guerra entre Atahualpa y Huascar y la derrota sufrida a manos de Tamasagra y Capucigra, se disminuyó su influencia imperialista y poco a poco se fueron retirando de los territorios de Nariño. Se debe anotar, no obstante, que es posible que el Inca invasor, con su imperio extraño, alterara el proceso en torno a los ascendientes de los nariñenses, repercutiendo en la forma productiva y el esquema organizativo de la sociedad. El primer efecto económico-social, surgido del despotismo imperial, se materializó en el despoblamiento de las tierras. Así mismo, y en medio de esta situación, la dominación hizo estragos con la lengua y las formas sociales imperantes. Las relaciones de producción se fundaron en formas de tributación basada en el trabajo, cuyo producto tenía el destino del Estado Inca, con sus costumbres, prácticas sociales y religión. El dominio sobre las tierras se basaba en el mitayo, en una especie de régimen feudal, sustentado en el pago del tributo personal, por el uso de la tierra asignada por el Inca. El resultado final fue el quiebre total del sistema económico y social autonomista que tenian Pastos y Quillacingas, y la implantación definitiva del sistema Inca, lo cual facilitaría la posterior conquista y dominio de los españoles. Investigaciones realizadas al respecto de la hipótesis de que en la época tardía de la era prehispánica, Nariño fue parte del imperio incaico, prueban que no es válida. Ellas afirman que esto es una invención relativamente reciente pues ninguna de las fuentes más antiguas lo sugiere: por el contrario, los cronistas que tan asiduamente se informaron sobre los hechos de los incas, son unánimes en fijar el límite septentrional de las conquistas de éstos en las tierras de los Pasto ecuatorianos, o con más precisión, en el río que ellos llamaron Angas- mayo, o sea el actual Guáitara- Carchi, en donde el puente natural de Rumichaca (“Puente de Piedra”) señalaba el confín puesto por el mismo Huayna Capac. El motivo por el cual el inca se abstuvo de subyugar los pueblos del Norte del Carchi, los Pastos Ipialeños y el resto del departamento, no es muy claro. Se plantea que Huayna Capac llegó al Carchi con un ejército cansado de combatir y los Pastos del norte seguían resistiendo; hubiera querido avanzar, pero “se hicieron aquella gente inexpugnable y los suyos acobardaron y no querían in en aquella conquista”. Según los indios quiteños, la muerte de Huyan Capac poco después fue por la mortificación sufrida al tener que replegarse, “siendo él sólo hijo del sol y sólo Inga”. Se acepta si que los Incas conquistaron y dominaron a los Pasto del Sur, los de los lados del Ecuador, en los alrededores de El Ángel, hasta lo que hoy es Tulcán. 26
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En el actual departamento de Nariño, los antepasados de los habitantes de Ipiales fueron sin duda los indios Pastos. El territorio de estos primitivos pobladores de la ciudad fronteriza se extendía desde Tusa, hoy San Gabriel, en el Ecuador, siguiendo las orillas del río Guáitara, hasta su encuentro con el río Patía, en el norte. Desde hace mucho existe un error de ubicación de las tribus primigenias. Hay necesidad por esta razón de distinguir entre Pastos y Quillacingas. Estos ocupaban lo que es el Valle de Atriz y un poco más; los Pastos, en cambio, habitaban en los territorios correspondientes a las extinguidas provincias de Obando y Túquerres. La confusión se presentó por ser Pasto una ciudad Quillacinga y no de los Pastos. Entre los Quillacingas, por otro lado, en virtud a su condición de cierta ferocidad y mayor grado de salvajismo, este desarrollo no fue igual. Cuando el Inca llegó a estas tierras la estructura económica primitiva se había modificado. Existía un alto grado de estratificación social y concentración del poder, con diferentes niveles de autoridad en las federaciones, como lo eran el cacique principal y los menores, entremezclados con militares, sacerdotes y sabios de la aldea.12 Según los historiadores más documentados, la conquista imperialista se inicia en la segunda mitad del siglo XV, aproximadamente. Entre 1460 y 1470 tuvo lugar la conquista de los Incas hacia el norte del Imperio interrumpida entre 1520 y 1533 por la Guerra Civil entre Atahualpa y su hermano Huáscar. Cabe aquí mencionar que la conquista española se concreta a partir de 1535. 2.5 Los Aborigenes En La Llegada De Colon El territorio del actual departamento reprodujo en pequeño lo que era el Continente. En tal medida sus primitivos pobladores desarrollaron su cultura en medio de fuertes contrastes. Montañas, costa y sierra delimitaron las áreas poblacionales, como ya se ha mencionado, en medio de diferencias notables. Cuando se presenta la llegada de los españoles se encontraban al final de lo que se denomina el periodo posclásico, que se había iniciado alrededor del año 1200 y que llegó hasta 1533 después de Cristo. Era la última etapa del desarrollo evolutivo de los Andes centrales, que abarcó desde la caída de Tihuanaco hasta la conquista hispana y que coincide con el desarrollo del imperio Inca. Entre los Incas se conoce que después de Manco Capac hubo doce subreinos más, hasta llegar a Atahualpa, en plena lucha contra los hispanos. Ellos fueron Sinchi Roca, Lloque Yuranqui, Mayta Capac, Capac Yupanqui, Inca Roca, Yahuar 12 VILLARREAL, Omar. Relaciones de producción precolombina en el Sur de Colombia, Cepuir, 1987
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Hiacac, Huiracocha Inca, Pacha Cútec Yupanqui, Tupac Yupanqui, Huayna Capac, Huascar y Atahualpa. Se Sabe también que con los cuatro últimos se inicia y se mantiene el enfrentamiento Inca con los habitantes del Sur de Colombia, hasta la llegada de los europeos. Los trabajos de sembrar, cuidado y recolección de frutos se supone también que debieron ser distribuidos alternativamente entre los dos sexos y en forma mixta. En la región norecuatoriana occidental se comprobó que se cultivaba en terrazas, tolas y con sistemas de riego. El patrón de asentamiento característico de los grupos no permitía parcelas para el cultivo al lado de las casas, como es común hoy en día; por lo tanto se cultivó en las laderas y en los pequeños valles u hondonadas.13 En sus relaciones productivas, los aborígenes que encontraron los conquistadores españoles, desarrollaban su sistema económico a través de la cooperación. Este sistema se basaba en la utilización de instrumentos de tipo individual, sobresaliendo la cooperación simple ampliada. Las ramas productivas principales eran la recolección, la caza, la pesca, la crianza de animales, la agricultura y la extracción de minerales. Entre los Pastos, además se había configurado una tendencia hacia un comercio productivo; a la vez se distinguieron en actividades semi artesanales con una destacada vocación hacia la alfarería y la cerámica. Inclusive se ha llegado a comprobar que existían individuos que además de desempeñares como agricultores, cazadores, recolectores, etc. se desenvolvían en oficios como la cestería, la cerámica y la metalurgia. Entre los Quillacingas, por otro lado, en virtud a su condición de cierta ferocidad y mayor grado de salvajismo, este desarrollo no fue igual. Cuando el Inca llegó a estas tierras la estructura económica primitiva se había modificado. Existía un alto grado de estratificación social y concentración del poder, con diferentes niveles de autoridad en las federaciones, como lo eran el cacique principal y los menores, entremezclados con militares, sacerdotes y sabios de la aldea. Si se tienen en cuenta los documentos de la época de la conquista española, los Pastos eran la tribu más numerosa de la zona Interandina, de tal manera que en 1558 más del 14% de los habitantes eran Pastos. Ni en Pastos ni Quillacingas se ha podido hallar vestigios de un poder despótico absoluto que imponga una especie de esclavitud o al menos de servidumbre generalizada. Esto solo se consolidaría con la llegada del Inca y a la vez facilitaría el proceso semifeudal- esclavista, que impuso el español. Por eso, en estas tierras no hay vestigios de fortificaciones, grandes redes de caminos, acueductos, obras de irrigación, etc., que solo son posibles gracias a una actividad dirigida al estilo de 13 URIBE, Maria V. Asentamientos Prehispánicos en el Altiplano de Ipiales, p.66.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. los Aztecas, Egipcios o Incas. Es cierto que nuestros indios no supieron escribir. Tampoco fueron grandes escultores, o grandes arquitectos, o grandes orfebres, pero en cambio supieron modelar el barro con tan delicado tecnicismo y buen gusto, que aun hoy día causa asombro en los espíritus más cultivados. Como ya ha citado otra de las grandes culturas sureñas fue la Tumaco-Tolista, ubicada en la sección más meridional del litoral, en las desembocaduras de los ríos Guapi, Patía, Mira y Matajes. En ella también se encuentran, como con los Pastos y Quillacingas, similitudes con elementos de la zona mesoamericana. Esto hace suponer de tales pueblos que, o bien tuvieron intercambio cultural y relaciones con Mesoamérica, o sencillamente sus antepasados son comunes. Entre los elementos similares de Aztecas y Mayas con los primitivos habitantes del actual territorio de Nariño, se pueden señalar el culto al Jaguar, al águila y la serpiente; el cultivo del maíz; los espejos de obsidiana, y la importancia de la adoración de las fuerzas de la naturaleza. Hay que destacar que la cultura Tumaco, fue contemporánea de la Teotihuana, Olmeca, Mixteca y Zapoteca, de Centroamérica. El grupo Tumaco fue una cultura que valiéndose de los recursos del mar, también practicó la recolección y la caza, y la agricultura en menor grado. Su principal alimento era la yuca y en menor grado el maíz. Lo que queda de esta gran cultura es la cerámica, caracterizada por ser testimonial, expresando sus costumbres, fisonomía, adornos, tocados, vestuarios, enfermedades, deformaciones y mitos. Se puede afirmar que la alfarería Tumaco es bastante antigua y avanzada en el mundo prehispánico. Es importante recalcar un elemento socioeconómico. El aspecto característico de la organización social de los pobladores que desde tiempos inmemoriales ocuparon el territorio del sur de Colombia y norte del Ecuador, antes de la conquista española, fue la cooperación.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA CANASL FRAU, SALVADOR. Las civilizaciones prehispánicas de América. Suramericana, Buenos Aires, 1976 INCA, Garcilaso de la Vega. Comentarios reales de Incas. Editorial Universal, S. A. Lima, Perú. MARIN NELCI, Leonor Acosta. Historia Universal. Año: 1.999 MEJIA Y MEJIA, Justino (Mons.), Ensayos de Prehistoria nariñense, Imp. De la Diócesis, Pasto 1937 REICHEL-DOLMATOFF, Gerardo. Colombia indígena, período prehispánico. Manual de Historia de Colombia, Tomo I, Colcultura. RIBEIRO, Darcy. Configuración histórico-cultural americana. Buenos Aires, 1976 RIVET, Paul. Los Orígenes del Hombre Americano. Impreso el 26 de Junio de 1.976 ROJAS PERDOMO, Lucía, Manual de arqueología colombiana, Carlos Valencia editores, Bogotá, 1879 SALGADO DE LOPEZ, Mariela- DIAZ- GRANADOS, Consuelo, Prehistoria de América y Colombia, Universidad Santo Tomás, Bogotá, 1986,pp.51- 89 TRIANA, Miguel, Por el sur de Colombia, Editorial Kelly, Bogotá, 1950 URIBE, María Victoria. Las tribus de la Antigua Jurisdicción de Pasto en el siglo XVI. Revista Colombina de antropología, volumen XXI, Bogotá, 1977-78 __________________.Uribe, María Victoria. Asentamientos prehispánicos en altiplano de Ipiales. Revista colombiana de Antropología, Vol. XXI, Bogotá, 1977-78 __________________________. “Documentos del S. XVIII referentes en la provincia de los Pastos, Problemas de interpretaciones en “Revista Cultura Nariñense”, No. 112, Pasto, Nov. Dbre. 1978. VILLARREAL, Omar. Relaciones de producción precolombina en el Sur de Colombia. Pasto, Cepuir, 1987
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 3. ENCUENTRO DE EUROPA Y NARIÑO En forma poco adecuada se menciona una acción europea, hispana, trascendental en la historia de la Humanidad, cuando se cita al Descubrimiento de América. Es preferible hablar del encuentro de dos mundos, el de Europa y el Nuevo Continente. Lo cierto es que fue una “Empresa” que supuso el mayor ensanchamiento de las fronteras oceánicas de Europa, la aventura descubridora más importante en la historia de la humanidad, cuya figura más distinguida y esencial fue la de Cristóbal Colón. Larga y costosa, nada casual, estuvo motivada por una serie de factores sociales, económicos, religiosos y técnicos; y se apoyó en impulsos políticos y científicos. Tras un largo aprendizaje mediterráneo, esta empresa marítima adquirió protagonismo indiscutible en la zona del golfo de Cádiz y bajo el impulso de los marinos portugueses y andaluces, los más capaces y mejor conocedores del Atlántico durante los siglos XV y XVI. En el siglo XV, sin embargo, se presentaron barreras para el comercio y para esa nueva clase económica y política en ascenso. Su incremento, conjuntamente con el crecimiento de la actividad manufacturera, en las diversas regiones de Europa, y entre esta y Asia, impulsaron la búsqueda de nuevas rutas y de vías de comunicación, especialmente a raíz de la caída de Constantinopla en poder de los Turcos, en 1453. El mercado, un fenómeno económico en que se iba consolidando, crecía con el comercio, pero también lo hacían las barreras en el desarrollo de la economía. Las guerras por el dominio de tierras, mercados y dinero, llegaron a cerrar el Mediterráneo, llamado la Mare Nostrum, la principal vía comercial de Europa. La navegación se vio detenida y hubo que buscar otras rutas, sobre todo hacia el oriente. Nuevos mercado y puntos de reunían económicos se volvían imprescindibles. 3.1 Europa Busca El Nuevo Mundo Formalmente el siglo XV comprende los años 1401-1500 ambos incluidos. Es llamado "siglo de las innovaciones" y abre la era de los descubrimientos. Para la historia occidental el siglo XV es el último siglo de la Edad Media y el primero de la Edad Moderna, tomándose convencionalmente como momento de división entre ellas el año 1492 (Descubrimiento de América) o el 1453 (toma de Constantinopla por los turcos e invención de la imprenta). Lo perteneciente o relativo a este siglo suele denominarse como "cuatrocentista". Cuando se da el encuentro de los dos mundos en Europa se estaban dando profundas transformaciones económicas, científicas y culturales. Si se quiere entender el contexto histórico en que se produjo el viaje de Cristóbal de Colón a 31
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. América, es necesario analizar las profundas transformaciones económicas, científicas y culturales por las que estaba atravesando la Europa del siglo XV. 3.1.1 Entretelones del Encuentro con América. Cuando se llegaba al siglo XV, el continente Europeo había visto la caída del imperio romano y el triunfo del cristianismo, y se encontraba en el ocaso de la denominada Baja Edad Media, en la crisis del feudalismo. Este era un modo de producción en el cual el siervo producía y pagaba una renta por el uso de la tierra, al sector o dueño de la misma. En este sistema la economía era cerrada, de auto-subsistencia. Una de las características medievales era la guerra, los conflictos permanentes entre feudos, por las ambiciones propias de cada señor feudal. Estas guerras se daban también entre los europeos del centro y otros pueblos llamados "bárbaros", mote que significaba extranjeros, como los germanos, los godos, los normandos, los pueblos del Báltico, y los de otros continentes como los árabes. Como una de las consecuencias de su sistema económico cerrado se daba un escaso desarrollo, a la vez que las guerras permanentes por las tierras que representaban el poder. Pero en la etapa final del feudalismo, el comercio era una actividad fundamental; el dinero, representado en el oro y la plata circulaba fácilmente. Estaba iniciándose lo que en economía se denomina como el mercantilismo, con el dinero y el comercio como célula de poder y desarrollo. El régimen feudal, entre tanto, agonizaba, en medio de sus contradicciones. Se iniciaba la formación de los "estados nacionales", como forma de poder y nueva noción económico-política del estado. Eran territorios representados en los monarcas y reyes, que controlaban a los demás señores feudales vencidos en las guerras, o arruinados por la nueva clase comercial en ascenso. Pero también se presentaba una variada gama de condiciones de desarrollo en esas "naciones" que surgían. Mientras España se acababa de unificar como Estado-Nación, luego de muchas luchas internas y de su guerra contra los árabes que por seis siglos dominaron su territorio, a través del matrimonio de Fernando e Isabel, reyes de Aragón y Castilla, respectivamente, en 1469, en el resto de Europa, sobre todo en Alemania, Holanda e Inglaterra, se vivía un proceso de desarrollo hacia el capitalismo. En ellas se daba un nuevo modo de producción mucho más avanzado que ese feudalismo decadente, que se presentaba en España. Es así como junto al gran comerciante, en esas naciones se agigantaba el poder de los capitalistas manufactureros, y de los banqueros. En esa época de lucha entre la Europa cristiana y el mundo Árabe, mahometano, el comercio entre los dos polos de acción económica salió perdiendo 32
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. con el cierre del Mediterráneo. El obstáculo lo fue para España lo mismo que para Portugal, extendiéndose a franceses e italianos. Portugal inició una aventura buscando un camino hacia la India, hacia el Oriente, empezando con la explotación de las islas cercanas a la península y luego con las Costas de África. Con el motor del comercio, en busca de otros mercados, entonces, fueron los primeros que se aventuraron en largas travesías por el mar, de tal manera que en 1492 doblaron por el Cabo de la Buena Esperanza, y en 1498 Vasco de Gama, dio la vuelta al África y llegó a la India. España entre tanto tomó posesión de las Islas Canarias y comenzó así su propia aventura de descubrimientos para conseguir nuevas rutas y tierras, como necesidad de una economía en expansión, pero obstaculizada por las barreras bélicas. Se habla entonces en toda Europa de un nuevo Mundo, (diríamos mejor, de un nuevo mercado), pero es en España donde se oye mas claro el mensaje. Es así como el 17 de abril de 1492, luego de muchos sufrimientos y luchas, el navegante Cristóbal Colon, logra ser escuchado y aceptado por España como emisario suyo en la búsqueda de nuevas tierras. En tales condiciones se inicia la Empresa comercial, política y religiosa, más ambiciosa de la historia. En esa fecha es nombrado Almirante, Virrey y Gobernador General de las tierras que "descubriese". Buscando otra vía al oriente, para ensanchar el comercio y obtener riquezas y metales preciosos, España, conocida en la época como Castilla, acepta las propuestas de Colon y arma la expedición aventurera. Pero el dinero no sale de las arcas de la naciente nación; se obtiene principalmente de un préstamo de banqueros de Holanda, y una menor parte de la inversión del reino y del propio Colon. Desde el Puerto de Palos de Moguer, el viernes 3 de agosto de 1492, en una osada travesía, y en una de las hazañas mas grandes de la humanidad, Colon partía hacia lo que se llamaría luego de su muerte Nuevo Mundo, sin que el llegara a saberlo, a través del Océano que se llamaba el Mar Tenebroso. Luego de grandes vicisitudes, aventuras, sufrimientos, llegó el 12 de octubre de 1492. Se había tocado las nuevas tierras y ese día, el almirante Colon, vestido de gala, enarbolando el pabellón castellano, echó pie a tierra con sus hombres, a quienes ordenó que, siguiendo su ejemplo, se arrodillaran y besaran la tierra. Así, y luego de un Tedeum, el gran descubridor tomó posesión de ese territorio en nombre de los Reyes Católicos. Esa tierra pertenecía a una isla del Archipiélago de las Bahamas, la cual fue llamada San Salvador por el Almirante. Descubrió luego la Isla de Cuba y la de Haití, llamada por él La Española. A todas aquellas regiones Colon las llamó Indias 33
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Occidentales, porque, equivocadamente, creyó que había llegado a un archipiélago occidental de la India. Por eso, a los habitantes que encontró los denominó "indios". Pero antes de seguir adelante, es importante hacer un alto en camino para reflexionar sobre el hecho del descubrimiento o encuentro del Nuevo mundo. Por ello es lógico aceptar al suceso como el del encuentro de dos mundos, en lugar de un descubrimiento, que en realidad no hubo. América y en ella estas tierras australes, estaban allí, esperando el encuentro que se produjo a partir de ese remoto 12 de Octubre de 1492. Resulta curioso que ni siquiera el nombre de América surge del llamado “descubrimiento”. De acuerdo con eruditos investigadores se sabe que cuando Alonso de Ojeda, por allá en 1499, realizaba sus incursiones por la costa de Cumara, comprobó que los indios de Nicaragua se referían a su territorio con la denominación de Amerik, Amérik, América, Amérrikúa o, sencillamente, América, por transformación fonética. Esos investigadores afirman que el vocablo proviene de la lengua Maya, de Centro América, y que significa “Región de mucho viento”. En ese tenor ahora resulta sospechoso, concluyen los investigadores, que es curioso que un marino y geógrafo de apellido Vespucci, quien venía suscribiendo documentos con el nombre de Albérigus o Albéricus, a partir de 1505 ya firmara como Eméricus o Américus, del cual se dice que se deriva el nombre del nuevo continente. Según lo expresado, entonces, hasta el nombre de América no era nuevo, a la llegada de los europeos. Nada hubo por lo tanto de un descubrimiento sino de un encuentro. A partir del siglo XVI, dos han sido las ópticas que buscan prevalecer. Por un lado están los hispanistas; por otro los indigenistas. Para los primeros, todo fue providencial, casi un milagro; hubo un descubrimiento del Nuevo Mundo. Esto implica una completa falsificación, un cubrimiento de la historia verdadera. Los hombres, las culturas, dejan de ser sujetos de la historia para ser “descubiertos” por el hombre europeo, como el paisaje, la flora y la fauna. Para los segundos, solo hubo un encuentro de dos mundos. Pero no por ello los peninsulares pueden eludir la acusación de responsabilidad en la explotación y “exterminio inmisericorde de enormes masas indígenas”. En esa dimensión se consolida un régimen de violencia en la conquista y la colonia, con la extracción y apropiación de las riquezas minerales y la explotación de la fuerza de trabajo de los nativos, así como la aplicación de diferentes modos de dominación política. En ese proceso la religión oficial “desempeñó el papel de amortiguar la conciencia de los conquistadores y sirvió de instrumento para controlar la población aborigen”.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 3.1.2 La Hazaña de Colón. Colon nació en Génova en 1451 y comenzó a temprana edad a practicar la navegación y a sostener contactos con marinos y geógrafos convencidos de la esfericidad de la tierra y de la posibilidad de encontrar una ruta mas corta hacia las indias, viajando por Occidente. El viaje de Cristóbal Colon que tuvo por consecuencia el arribo a América de los europeos fue parte de los esfuerzos que se estaban haciendo para organizar, sobre nuevas bases, el comercio del Occidente de Europa con los países de Oriente. El Plan Colombino consistió en la búsqueda de una ruta mas corta para llegar a las Indias, o sea, a las tierras de las especias --la pimienta, nuez moscada, canela, clavos dulces, etc.--, así como azúcar y oro. El marinero Colon, ideó este plan con el objetivo de satisfacer las aspiraciones que observó imperaban en los distintos tronos que visitó. Se destacaba el comercio de las especies, el cual había sido el más afectado por los progresos turcos en el Mediterráneo oriental durante el siglo XV. Por otra parte, los españoles deseaban obtener fuentes de aprovisionamiento de oro a costo bajo, ya que para esa época y desde hacia algunos siglos, no se extraía oro en el continente europeo y el valor de ese metal era extraordinariamente alto debido a su escasez. Los españoles también estaban pensando en un imperativo que cada día exigía más, la expansión comercial de finales del siglo XV en el Occidente del Mediterráneo. Lo que había pasado, en todo caso, representado en esta intrépida aventura, el sueño de Colon, era el comienzo del encuentro del Nuevo Mundo, que luego se llamaría América, con el viejo continente Europeo. 3.2 Presencia De Los Europeos En Nariño Aunque Colon llegó a América en ese 1492, y luego de él siguió la gran caravana de conquistadores, más de treinta años habrían de pasar antes de que el departamento de Nariño fuese pisado por los españoles. En efecto, el territorio del departamento fue tocado inicialmente por los Ibéricos, en 1520. En ese año, por la Costa Nariñense del Pacífico, Francisco Pizarro y sus hombres posaban sus plantas en la arena de la Isla del Gallo, en la ensenada de Tumaco. Pero según narra Pascual de Andagoya, uno de los acompañantes de Pizarro, lo que sucedió es que dirigiéndose hacia el Perú, desembarcaron en la Costa Nariñense pasando el río San Juan, donde hallaron un pueblo que saquearon, y
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. luego se dirigieron hasta la Gorgona, y como no hallaron poblado pasaron hasta la Isla del Gallo.14 3.2.1 El Papel de Pizarro. Francisco Pizarro (Trujillo, España, 1478-Lima, 1541) fue un conquistador español, hijo natural del capitán Gonzalo Pizarro. Desde muy joven participó en las guerras locales entre señoríos y acompañó a su padre en las guerras de Italia. En 1502, embarcó en la flota que llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española. Hombre inquieto y de fuerte carácter, no logró adaptarse a la vida sedentaria del colonizador, razón por la que decidió participar en la expedición de Alonso de Ojeda que exploró América Central (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que descubrió el océano Pacífico (1513). Entre 1519 y 1523, sin embargo, se instaló en la ciudad de Panamá, de la cual fue regidor, encomendero y alcalde, lo que le permitió enriquecerse. Conocedor de los rumores que hablaban de la existencia de grandes riquezas en el Imperio Inca, decidió unir la fortuna que había amasado con la de Diego de Almagro, para financiar dos expediciones de conquista (1524-1525 y 1526-1528), que se saldaron con sendos fracasos. A causa de las penalidades sufridas en el segundo intento, Pizarro se retiró a la isla del Gallo con doce hombres, mientras Almagro iba a Panamá en busca de refuerzos. Los «trece de la fama» aprovecharon para explorar parte de la costa oeste de América del Sur, región que denominaron Perú, tal vez por la proximidad del rio Virú, y tuvieron constancia de la existencia de una gran civilización. Según narra Pascual de Andagoya, uno de los acompañantes de Pizarro, lo que sucedió es que dirigiéndose hacia el Perú, desembarcaron en la Costa Nariñense pasando el río San Juan, donde hallaron un pueblo que saquearon, y luego se dirigieron hasta la Gorgona, y como no hallaron poblado pasaron hasta la Isla del Gallo. De acuerdo con los datos históricos, fue Bartolomé Ruiz, el piloto de Pizarro y Diego de Almagro, el primer español que encontró la Costa Nariñense. Sin embargo, la expedición de Pizarro no intentó realizar desde la Costa la penetración de un territorio que se les asomaba como selvático e intrincado. En la Isla del Gallo, en cambio, Pizarro y los suyos, trece hombres intrépidos, decidieron marchar hasta el Sur buscando acabar con la aventura que creían los 14 GALEANO, V. Alfredo. Historia del Departamento de Nariño. (Compendio). Primera edición, Pasto, 1954. p.p 12-15.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. sacaría de la ruina. Y en ese camino ellos habrían de encontrarse con el Imperio Inca. Los hombres que por primera vez llegaron a la Costa Nariñense fueron: Francisco Pizarro, Nicolás de Rivera, Juan de la Torre, Alonso Briceño, Cristóbal de Peralta, Diego de Trujillo, Francisco Cuellar, Alonso Molina, Pedro de Concha, Martín de Paz y Bartolomé Ruiz. 3.2.2 El Comienzo de la Conquista. En 1535 Don Sebastián de Belalcázar era capitán y teniente de Gobernador en Quito. En ese año conoció las primeras noticias de un reino situado hacia el norte, una tierra que los Incas habían llegado a conocer. Quien llegó hasta el Guáitara fue el capitán Diego (Pedro) de Tapia. Allí fue rechazado, en Rumichaca, por los indios Pastos y rodeando el territorio, llegó hasta Túquerres; luego comunicó a Quito lo descubierto. Convencido y curioso de lo que oía sobre ese territorio, Belalcázar mandó a dos subalternos suyos, Pedro de Añasco y Juan de Ampudia, para que descubrieran las tierras que se extendían, según se escuchaba, Allende el Angasmayo, o Guáitara, por los lados de Ipiales. Añasco salió primero con 40 hombres a caballo y atravesando el territorio Pasto en San Gabriel, bordeando el Guáitara, llegó hasta el Valle de Atriz, de donde envió emisarios a Belalcázar para comunicarle de los éxitos obtenidos. Mas tarde salió hacia ese territorio Juan de Ampudia, llegando a el en Junio de 1535. Las dos expediciones se unieron y emprendieron nuevas aventuras descubridoras, llegando hasta el Valle de Sibundoy. Pero ya en ese momento, a los españoles les interesaba más llegar al reino de "Condelumarca", del cual habrían oído hablar a un indio "forastero peregrino", que habían apresado en Latacunga, y hacia allá emprendieron la marcha. Es interesante anotar que con los conquistadores marchaban peones hispanos e indios yanaconas, sirvientes tomados de las conquistas, en el territorio norteño de los Incas. También viajaban indios Pastos Ecuatorianos, vencidos al paso de los hispanos, quienes sirvieron de guías e intérpretes en la empresa de sojuzgar a los Pastos y Quillacingas en Nariño. Conociendo las noticias de Añasco y Ampudia, a comienzos de 1536, el mismo Belalcázar, al frente de 300 españoles y unos 2 mil indígenas, salió de Quito hacia el norte y también pasó el río Guáitara penetrando en tierras de los Pastos. Cerca al sitio de Arroyo Hondo, Belalcázar se unió a sus capitanes Añasco y Ampudia, y fue en los alrededores de este sitio, donde se fundó a Santiago de Cali, un domingo de ramos. Pero el paso de estos tres conquistadores por Nariño no se constituyó en un proceso colonizador. El primer ensayo de colonización se hizo en 1537, cuando 37
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pedro de Puelles, nombrado teniente de Quito, por la ausencia de Belalcázar, llevó a su vez una expedición a poblar " las provincias de Quillacingas". Enterado Belalcázar del intento de colonización de Pedro de Puelles, se enfureció, movido por los celos, y se enfrentó a éste, venciéndolo. Inmediatamente lo llevó prisionero hasta Santafé de Bogotá, acabando con el intento de colonización. Unos meses mas tarde el capitán Lorenzo de Aldana, apoyado por Pizarro, salió también de Quito dirigiéndose a lo que es hoy Popayán y Cali. En el camino, según cuenta Cieza de León, encontró una sublevación en la provincia de los Pastos, pacificándola antes de seguir hacia el norte. Posteriormente regresó a estas tierras y se dedicó a fundar poblaciones, convirtiéndose casi seguramente en el verdadero colonizador del sur de Colombia. Una de tales poblaciones, atribuidas a su fundador, se dice fue la ciudad de Pasto. Sin embargo, por haberse quemado los libros capitulares, tal hipótesis, no puede ser probada. 3.2.3 La Conquista en Firme. Como ya se ha mencionado Belalcázar y los suyos penetran en el territorio nariñense, a comienzo de 1536. Para tal año se considera que existían no menos de 140.000 aborígenes. Sin embargo, el paso de los españoles resultó relativamente fácil, porque encontró a esos habitantes, ancestros de los Nariñenses, diezmados y desorganizados, como efecto de la invasión y la guerra que habían sostenido con el Imperio Inca. Es así como los europeos dominan a los Pastos y Quillacingas, adueñándose fácilmente de su territorio. Solo los Abades parece que presentaron fuerte resistencia, y junto con la escenificada por los Chapanchicas, fueron los principales obstáculos para la conquista. Por eso, las tierras aledañas a los Quillacingas, en el Valle de Atriz, no pudieron ser dominadas y luego de muchos esfuerzos y luchas, alrededor de 1592 decidieron abandonar tales tierras sin lograr su dominio. Lo mismo aconteció con poblaciones fundadas como Agreda de Mocoa (1563) y Ercija de Sucumbíos (1595), abandonadas luego, sin que se pudiera sojuzgarlas. Lo concreto en la conquista se da cuando los hispanos logran dominar y exterminar a los Quillacingas; pero no pueden hacer lo mismo con los poblados Pastos de Ipiales, los suelos de Abades y Chapanchicas, ni en tierras de Mocoa y de Sucumbios. Allí, la conquista y colonización demoraron mucho tiempo y costaron a los europeos muchos sufrimientos. También cabe mencionar que el sector occidental de Nariño fue un caso especial, pues solo hasta el último tercio del siglo XVI, no se consideró abierto a la explotación y poblamiento desde Pasto. Precisamente el distrito de Pasto, creado como anexo del Perú de Francisco Pizarro, y brevemente administrado por Pascual de Andagoya, pasó a formar parte de la gobernación de Popayán y únicamente solo 38
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. desde Pasto, con sus habitantes, más que con los españoles, se logró afirmar y asegurar la conquista, venciendo a los Sindagua y los Barbacoas. Así mismo fue muy difícil someter a las tribus ribereñas del Patía, las cuales, como los Pastos en el sur, permanentemente se rebelaban y destruían las avanzadas de los blancos. Esto continuó hasta finales del siglo XVI, cuando en 1587 y 1595 se envían expediciones especiales, con el fin de someter a los rebeldes, desde Quito y desde Pasto. 3.2.4 Las Primeras Fundaciones en el Sur. Lo más comprobable es que una vez unidos los ejércitos de Añasco y Ampudia, en tierra de Pastos y Quillacingas, continuaron su marcha hacia el norte, tomando la vía de la cima de la cordillera oriental. Después de muchas penalidades, llegaron a una población indígena, que ellos bautizaron como La Cruz. Era el año 1535 y se supone que esa fue la primera fundación Española en Nariño. Tras este primer gran acto fundacional se pueden mencionar las hipótesis sobre la fundación de Pasto. El primer fundador de la ciudad actual de Pasto fue Sebastián de Belalcázar o Benalcázar, aunque su nombre propio era Sebastián Moyano, nacido en esa población, en Córdoba, España, en 1495 y muerto en Cartagena en 1551. Vino a la América saliendo de Sevilla con las huestes de Pedrarias Dávila, acometiendo la conquista de Nicaragua y luego la del Perú con Pizarro. Realizó así la conquista del reino de Quito, venciendo al valiente jefe Rumiñahui, para luego fundar Quito y Guayaquil. En 1536 emprende el viaje al norte, hacia tierras de Pastos y Quillacingas, en busca del Dorado. En ese año funda Pasto en el Valle de Yacuanquer, como queda anotado en el libro de los Cabildos o libro verde en Quito. En 1541 Belalcázar fue nombrado gobernador en Popayán y dividió la gobernación en 14 tenencias. Lorenzo de Aldana, nacido en Extremadura, llegó a América empezando la conquista de Venezuela y también se enroló en la campaña del reino de Quito, en 1534, bajo las órdenes de Pedro de Alvarado. Pasó luego a las de Pizarro en la conquista del Perú, para luego tomar parte en la rebelión de parte de Almagro, para finalizar al mando de los Pizarro. Obedeciendo sus órdenes siguió los pasos de Belalcázar y llegó a tierras de Nariño y Cauca en 1538. Luego volvió a Quito. En el camino de retorno volvió a fundar Pasto, posiblemente porque la primitiva población fundada por Belalcázar estaba abandonada por sus habitantes, en una acción que se repetiría con otras poblaciones como Ipiales. Los españoles fundaban las Villas pero apenas salían de ellas, siguiendo su campaña conquistadora, la 39
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. ciudad era desocupada o arrasada. Parece que Don Lorenzo murió en Arequipa en 1572. Pedro de Puelles nació en Sevilla y vino a América con la expedición de Alvarado en 1534. Nombrado teniente de gobernador de Quito, vino luego a la recién fundada Villaviciosa de la Concepción de Pasto, en Junio de 1537, con el ánimo de pacificar a los rebeldes Quillacingas. Luego acompañó a Belalcázar al Norte en busca del Dorado y fue con él hasta Cartagena en el año 1539. Volvió hacia Quito y a su paso organizó el poblamiento de la Villa de Pasto.15 Ya en Quito, fue nombrado capitán para una nueva expedición por parte de Gonzalo Pizarro, a cuyas órdenes se pasó. Sin embargo, este y otros actos no fueron bien recibidos por algunos de sus fingidos amigos, que buscaron su muerte. En la mañana del 20 de mayo de 1547, se presentaron al aposento de Puelles, quien aún dormía, algunos de sus "amigos", a las órdenes de Rodrigo Salazar, natural de Toledo, apodado Corcovado, y so pretexto de invitarlo a misa, lo apuñalaron inmisericordemente. Era la mañana de mayor 29 de 1547. Al respecto, cabe señalar, como dice el maestro Rodriguez Guerrero, que tal vez lo que hubo fue tres fundadores de Pasto: Belalcazar, Aldana y Puelles.16 A estos tres conquistadores se deben no solo las primeras fundaciones, sino las de otras poblaciones, las más importantes del departamento y a ellos se debe el mérito de la erección y organización española del núcleo urbano mas importante del departamento. Por otra parte, cabe mencionar que entre las primeras fundaciones debe tenerse en cuenta la de Ipiales, en pleno centro del reino de los Pastos. Esta primera fundación de la ciudad se atribuye a los religiosos dominicos Fray Andrés Moreno de Zúñiga y Fray Diego Benavides. Aunque el año está todavía en discusión, todo parece indicar que alrededor de 1535 a 1540, ya existió la fundación española; pero ésta no subsistió, ya que sus habitantes, a la salida de los españoles, destruyeron o desocuparon el poblado. 3.3 Entre La Conquista Y La Colonia El comienzo de la colonización española en América y sus efectos, fueron muy parecidos en todas partes y Nariño no fue la excepción, aunque con características específicas.
15 ZARAMA, José Rafael. Op. Cit. 16 RODRIGUEZ G., Ignacio. Perfiles nariñenses de antaño. Biblioteca Nariñense de bolsillo. Pág. 76-80.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El resultado más elocuente del paso de la forma autóctona de producción a la impuesta por los conquistadores, fue la disminución continua y persistente de la población indígena. El decrecimiento drástico en el sur, entre Pastos, Quillacingas y Abades, según los documentos más fidelignos, se verificó entre 1558 y finales del siglo XVI. Entre la emigración y las enfermedades, la población sureña disminuyó de manera notable; los indios huyeron; se fueron a las montañas; no quisieron habitar en las villas españolas; y los que se quedaron, enfermaron, especialmente de sarampión y viruela, y fallecieron por cientos. Por otra parte, el régimen de la encomienda tuvo como efecto colateral la desintegración de las sociedades aborígenes. 3.3.1 Los Españoles Dominan. Fue precisamente a través de la encomienda más que a la fuerza, los españoles fueron logrando el asentamiento de poblaciones, con la aceptación paulatina de los indios en el sur. Pero también, debido a sus excesos, el régimen de la encomienda se sometió a reformas, en los últimos años del gobierno de Felipe II, estableciéndose, en contraposición, el régimen de los resguardos, sobre todo en el gobierno de Antonio Gonzáles, proceso que se inició en 1593 y se prolongó hasta 1637, época de las últimas Composiciones Generales. Pero esta situación planteó un nuevo conflicto económico-político entre los encomenderos y los indígenas del resguardo; entre usurpadores y dueños tradicionales de la tierra. Los resguardos del sur de Colombia fueron creados entre 1593 y 1633, aproximadamente, pero la verdad es que fueron poco reconocidos en tal época. La vida jurídica-hablando en un término moderno-, de estas instituciones solo se inicia entre 1750 y 1760. Este hecho marcaría un nuevo conflicto en el sur, entre los indígenas acogidos en los resguardos y los intereses opuestos de los mestizos, ya ubicados en los linderos de las Villas, como se verá mas adelante. Recalcando en el aspecto principal del tema, digamos que las fundaciones efectivas y el poblamiento de las villas fundadas, con la aceptación, así sea a la fuerza de los indígenas, para regirse por el sistema urbanizante, se dio con el régimen de la encomienda, un sistema semifeudal-esclavizante, que de manera sui-generis sirvió para dominar y volver servil a una clase aborigen libre y autónoma. 3.3.2 La Resistencia Indígena. Hay que recalcar que la conquista y luego la colonización española en territorio sureño, en Nariño, como en muchas partes, no se llevó a cabo fácilmente. Como siempre, desde sus orígenes, sus habitantes fueron amantes de la libertad y la resistencia a los invasores fue siempre un credo practicada cotidianamente. En ese contexto, como ya se ha mencionado, cuando se da la primera invasión Inca presidida por Auqui Toma(1480), se genera la reacción de los indios Pastos, 41
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. que inician contactos con su vecinos los Quillacingas, produciéndose la primera gran coalición inter-étnica contra el invasor peruano, impidiendo su dominación, con el surgimiento de los héroes indígenas Capusigra y Tamasagra. A ella le seguirá el segundo intento de sojuzjamiento inca al mando de Huayna Cápac, con su ejército de orejones, indios Pastos Ecuatorianos sometidos, a cuya penetración los Pastos Ipialeños oponen dura resistencia, de tal manera que los invasores solo llegan hasta el Guáitara, en Rumichaca, en el puente natural. El Tahuantisuyo, el imperio del sol, será detenido allí, por un pueblo rebelde, imposible de esclavizar. Cuando una noche logran penetrar a su territorio --narra la leyenda--, los Pastos les preparan un banquete y en medio de la celebración, atacan a los incas matando a sus principales príncipes. Pero el panorama de la libertad ancestral de estas tierras sureñas se oscurece a partir del siglo XVI. En 1527, Francisco Pizarro y Diego de Almagro arriban con sus hombres a un punto del Pacífico Nariñense, a Gorgona y Bocas de Satinga, en Nariño, que más tarde bautizaron como Santa Bárbara de la Isla del Gallo del Mar del Sur. Se inicia allí la feroz conquista hispana, con la insurrección permanente de los pueblos sureños en diversas formas. Esta conquista se concretó en 1535, cuando Diego de Tapia remonta el Guáitara, en expedición preliminar, para que luego Pedro de Añasco y Juan de Ampudia, la hagan efectiva en las tierras de Pastos, Quillacingas y Mocoas. En esta época los Quillacingas de Sibundoy, Sindamanoy y Magnasoy, asumen una posición de fuerte resistencia que dura tres años, con guerras y retiradas hacia las montañas, para luego volver al ataque. En esas condiciones, en 1537, sale desde Quito Don Rodrigo de Ocampo para ayudar a conquistar y pacificar la Villa de Pasto. Luego Pedro de Puelles solicita al Cabildo de Quito "auxilios para la guerra de pacificación de los indios Quillacingas". A finales de ese año, Diego de Tapia requiere al capitán Sebastián de Belalcázar se envíe a Pasto gente para la guerra. A la conquista española en el sur los indígenas responden con rechazo y rebeldía, a pesar de que son sometidos al gobierno de los encomenderos. Una vez conquistado el territorio y en pleno auge colonial, ya en los años 15501560, cuando Pasto ya ha adquirido la calidad de Villa, Don Gonzalo Rodríguez logró extender una red de comunicaciones rebeldes, una especie de servicio secreto de la insurrección, entre Quito, Pasto y Cali. Este acto es causa del ajusticiamiento de este ilustre pastuso, denominado el precursor de precursores, quién ve la muerte en la plaza de Rumipamba. Por allá en 1587 se intenta la colonización de la región de los Pastos Ipialeños, y se realiza la fundación española de la ciudad. La rebelión de los aborígenes es la respuesta a la incursión hispana. Por esto los capitanes Primitivo Astorquiza y Francisco Terán, se encargan de pacificar la región. Los líderes rebeldes, a pesar 42
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. de la denodada lucha, son vencidos, por lo cual emprenden la retirada hacia el Guamuéz y por la cordillera hacia Iles y Gualmatán, donde permanecen fuera de la población, sin dejarse "civilizar". En esta época de conquista y colonia se concretan también las alianzas interétnicas, para defenderse de las invasiones y de la dominación hispana. Son el comienzo de una especie de federaciones indígenas y negras, que marcarán con rebeldía la nueva historia de los pueblos sureños. Así, en el Patía, SindaguasNulpes, Paquinangos y Chipanchicas, se alían con negros cimarrones para defenderse. Mientras tanto, en El Castigo se conforman los palenques de cimarrones y pardos libres. Por eso, en 1732, la Audiencia de Quito, tratando de apaciguar los movimientos de protesta, realiza ingentes esfuerzos, hasta que en 1745 envía una expedición de pacificación. En medio de ella se debe resaltar para entonces que una de las más largas resistencias la protagonizan los Sindaguas. En efecto, en territorio nariñense, en una extensa área entre Barbacoas, la costa del Pacífico, el Río Guáitara, El Peñol, Pasto y el Valle del Patía, la belicosa tribu de los Sindaguas defendió con ahínco sus tierras durante casi un siglo, desde fines del siglo XVI hasta comienzos del XVII. Tan larga resistencia es olvidada por los historiadores que no narran sobre el valor de esos aborígenes. No refieren nada, entonces, acerca de sus luchas, sus tácticas de guerra, casi de guerrillas, como se llamaría hoy, de sus avances y retrocesos, en acciones belicosas que desconcertaron a los españoles y que fue precursoras de posteriores actitudes. Se recuerdan a la vez los hechos de 1614, cuando éstos instan a los de Sotomayor a "sublevarse y abandonar a los españoles", en una campaña rebelde contra el vasallaje y la dependencia de los servicios personales. Pero esto solo fue una parte de la historia que estaba por desarrollarse y ya en los siglos siguientes, la rebelión y la resistencia de los indígenas será permanente aunque la historia poco hable de ellas. 3.3.3 Sobre la población aborigen. No hay pruebas ni documentos sobre los aborígenes del departamento de Nariño. Lo más probado son los nombres de los principales pueblos que fueron sometidos a conquista y luego coloniaje, los cuales se presentan en el cuadro siguiente.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Cuadro 1. Principales Pueblos Aborígenes De Nariño En La Conquista PROVINCIA DE:
PASTO
LA CRUZ DE OBANDO TUQUERRES BARBACOAS NÚÑEZ
COMUNIDADES INDÍGENAS Quillacingas (Quillas o Chaimas), Abades, Masteles, Chapanchicas, Lagunas, Yacuanqueres (Cuacanqueres), Andagoyes, Genoyes, Chaguarbambas, Chunchuyes, Buisacos, Sacambuyes, Ijaguies, Sacandoyes, Quiñas, Jamondinos, Canchalas, Males. Chinchas, Apontes. Pastos, Ipiales (Pastás), Mayasqueres, Cumbales, Pipialapiés. Túcurres, Guachavitas, Paguayos, Coaiqueres (Kwaiqueres), Mallamas, Colimbas, Iscanceles, Panganes, Sacampués, Chorreras, Chorros. Barbacoas, Telembís (Telembíes), Iscuandees (Iscualdees), Sindaguas, Bades, Uxamles. Tumas (Tumacus), Chillambos, Mairongos, Jaguíes, Guanguíes.
Fuente: Diccionario histórico geográfico del Departamento de Nariño. Marceliano Márquez Rivera. Revista Cultura Nariñense, Nro. 82, Pasto, Abril de 1975
3.4 Algunos Efectos De La Conquista Una de las más importantes observaciones sobre el proceso seguido en la conquista y la colonización de América, que distingue a los españoles de los ingleses y portugueses, tiene que ver con que españoles y portugueses lo hicieron a través de un modo de producción atrasado, feudal- esclavista, mientras los británicos implantaban el capitalismo. Pero entre estos y los hispanos hay una diferencia efectiva. Mientras los españoles, por ejemplo, conquistaron primero y luego colonizaron, los ingleses hicieron lo contrario, dejando para el final la conquista. Al fin y al cabo llegaban a América para quedarse, pera fundar hogares; los españoles, en cambio trataron de enriquecerse rápidamente para volver a España. En ese proceso de conquista hay especiales características. 3.4.1 Una Raza Humillada. En términos concisos se puede afirmar que la conquista significo para la América hispana, para Colombia y para Nariño, la dominación y el sometimiento de una raza que fue orgullosa pero que fue humillada. Es interesante destacar, para empezar, que las principales jornadas de la conquista Americana se cumplen bajo el reinado del más poderoso monarca europeo en su época, Carlos I. Es a partir del 1500 que las expediciones proliferan y al mando de ellas surgen caudillos y aventureros como Alonso de Ojeda, Martín Fernández de Enciso, Francisco Pizarro, Rodrigo de Bastidas, Diego de Almagro, Sebastián de Belalcázar, 44
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pedro de Heredia, Gonzalo Jiménez de Quesada, etc. Pero también con las expediciones, el saqueo y la aventura, surgen las desavenencias, las guerras. El ansia de riquezas y de poder enfrentó a unos contra otros: gobernadores contra visitadores; encomenderos contra funcionarios oficiales. Entre tales riñas son notables las desavenencias entre los encomenderos de la gobernaciones de Popayán y Cartagena que, en la Nueva Granada, se prolongarían varios años, y que se agravaron a partir de la segunda mitad del siglo XVI. La resistencia indígena en América, y claro está en lo que hoy es Nariño, de los aborígenes a quienes se hablaba de un soberano y un Dios que aquí no conocían, y de derechos que nadie les había otorgado, fue una característica de la conquista española y luego de la Colonia. Claro está que ella se dio en diversas formas y magnitudes en el territorio colombiano. Así, los peninsulares tuvieron que encarar enorme resistencia en el litoral Atlántico, en Córdoba y Antioquia, a lo largo del Valle del Magdalena, en las vías de penetración del gran río en la Sabana de Bogotá, y en la ruta comercial entre la Sabana, Quito y Perú. Pero en Nariño este proceso, diferente del resto del país, la historia de la conquista y colonización aparece como una serie de pacificaciones, sujeciones, levantamientos, nuevas sujeciones y nuevos levantamientos. La pacificación de la región solo se enrumbaría por buen camino desde mediados del siglo XVI y en el segundo decenio del siguiente, aunque algunas tribus, como los Pastos, jamás fueron sometidas. Pero al fin y al cabo el invasor triunfó. El triunfo del invasor europeo significó, sin embargo, la humillación de una raza que desde ese encuentro con el Viejo continente, empezó a perderlo todo. Como describe magníficamente Eduardo Galeano, “A tiros de arcabuz, golpes de espada y soplos de peste, avanzaban los implacables y escasos conquistadores de América. Lo cuentan las voces de los vencidos...Como si fueran monos levantaban el oro, como que se sentaban en ademán de gusto, como que se les renovaba y se les iluminaba el corazón. Como que cierto es que eso anhelan con gran sed. Se les ensanchaba el cuerpo por eso, tienen hambre furiosa de eso. Como unos puercos hambrientos ansían el oro.” Ignacio Rodríguez Guerrero va mucho más allá cuando afirma que “no solo eran los indios víctimas de los españoles en su libertad y en su trabajo; sus bienes, su hijos, hasta sus mujeres eran pasto de al codicia, de al rapacidad, de la lujuria voraz de los conquistadores, no solo de los soldados, pero aún de los civiles y hasta de los eclesiásticos, muchos de los cuales emularon en el Ejercicio de la depredación y de la violencia con los más sanguinarios y bestiales personajes de la historia.” Una raza, la americana, la de tantas etnias, como las de Nariño, esa raza, fue vencida y humillada a través de la conquista y la colonia, y sus efectos hasta ahora 45
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. siguen latentes. Fueron a la vez las causas de un “mal desarrollo”, que se forjó en ese encuentro de dos mundos y del cual el Sur de Colombia es su más fiel representante. Pero en esa relación sobre el pasado se resaltan unos aspectos. Tres son los grandes efectos inmediatos de la conquista: la reducción cruel de la población aborigen; la implantación de un sistema económico y político de dominación, de crueldad y saqueo; y la terminación de una civilización autóctona, reemplazada por otra, en las manos de la religión, el idioma y la cultura foráneas. Pero el efecto concreto del proceso fue el despojo de las tierras, a través de las capitulaciones, contratos de usufructo otorgados por merced real a los conquistadores, que se convirtieron efectivamente en la encomienda, la mita y concierto, para utilizar también una específica forma de despojo a través de los repartimientos. En síntesis, cuando la colonia llega a implantarse, se enfrenta a un indio desalojado violentamente de la economía natural extensiva, hacia otra mercantil, intensiva, de explotación agrícola y minera. La disculpa fue sacar del estado "salvaje" al indígena, civilizándolo, lo cual solo significó convertirlo al cristianismo, hacerlo asalariado, siervo o esclavo, en lugar de hombre libre, y hacerle olvidar su cultura, su idioma, su historia. En estas tierras del sur, la paz de un sistema económico y político autonomista y ecologista, se rompe a través de la violencia y de un sistema económico atrasado. Esa mezcla de feudalismo (encomienda) y semi capitalismo, sirvió de base al desenvolvimiento de una economía colonial deformada, retrasada, dependiente del exterior, que en nuestro caso se concretó en el predominio posterior de la pequeña propiedad y de un comercio deformado. 3.4.2 Notables Conquistadores Y Colonizadores En El Sur.17 Importante resulta destacar los conquistadores y colonizadores del sur de Colombia, de lo que hoy es Nariño, al menos los más notables. Empecemos por la tripleta a la que se le atribuye la fundación de Pasto. Sebastián de Belalcázar, o Benalcázar, como algunos escriben, cuyo verdadero apellido era Moyano, nació en 1495, en la provincia de Córdoba, en España. Es el más famoso de todos y vino a América enrolándose en el puerto de Sevilla, con los hombres de Pedrarias Dávila, cuando no había cumplido los 25 años. Empezó con la conquista de Nicaragua y luego se fue con Pizarro hacia la del Perú. A el se le 17 SAÑUDO, José Rafael. Apuntes sobre la historia de Pasto. Imprenta del Departamento, Pasto, 1938
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. debe la conquista del Reino de Quito, en los dominios al norte de las tierras de los Incas y se hizo célebre por haber sometido al famoso jefe indígena Rumiñahui. Funda luego a Quito y Guayaquil y mira hacia el norte, advertido por algunos intrépidos que han consultado a los incas. A partir de 1536, buscando El dorado, emprende la conquista de territorios que lo llevarán a lo que hoy es Nariño y en su camino funda a Pasto, lo mas seguro, a Popayán y a Cali. Muere en Cartagena de indias en 1551. Lorenzo de Aldana, otro español de quien no se sabe a ciencia cierta cuando nació, pero si que era originario de Extremadura, llegó como conquistador de Guatemala. Pasó luego al reino de Quito en 1534 a órdenes de Pedro de Alvarado. Pasó luego a las filas de Pizarro en su campaña del Perú. En la división que se presentó entre estas tropas primero sirvió a órdenes de Almagro, para luego decidirse por Francisco y Gonzalo Pizarro. Bajo sus órdenes emprendió el camino seguido por Belalcázar hacia el norte. Se dice así que pasó por tierras nariñenses primero camino hacia Popayán y luego de regreso a Quito, por allá en 1536, viaje en el cual se supone podría haber fundado Pasto. Pedro de Puelles, quien también vino con la expedición de Alvarado en 1534, había nacido en Sevilla, aunque también se afirma que lo hizo en Villaviciosa. El conquistador Vaca de Castro lo nombró Teniente de Gobernador de Quito, para lo cual luego fue confirmado por el virrey Núñez de Vela. Por allá en 1537 llega a Pasto con la orden de pacificar a los quillacingas de la región, que se habían sublevado. Muere luego en Quito, en 1547 bajo el puñal asesino de Rodrigo Salazar, apodado el Corcovado. Entre los primeros pobladores de Pasto se menciona a Gonzalo Díaz de Pineda. No se sabe a ciencia cierta donde nació, pero se le atribuyen las Montañas de Santander y Asturias, España. Lo cierto es que en las huestes de Pizarro aparece en Quito y allí es nombrado como escribano, Alcalde y luego Teniente de Gobernador. En asocio de Lorenzo de Aldana llega a territorio nariñense y por ello, ya en Pasto, es considerado entre el grupo de los posibles fundadores de la Villa, pues aquí se casó con la hija de Pedro de Puelles, de nombre Eufemia y fundó un hogar, cuna de notables descendientes. Alonso de Carrillo, es un colonizador del cual no se tienen noticias sobre sus orígenes en España. Solamente se sabe que a él le debe mucho Pasto, sobre todo lo que corresponde a la más de una veintena de aldeas que la rodean. De acuerdo a lo que escribiera el famoso historiador don Alejandro Santander en sus 47
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. “efemérides notables de Pasto”, se ha podido establecer que a partir de 1585 don Alonso, con autorización de la Audiencia de Quito, se dedicó a formalizar la fundación española de esos caseríos. En esas condiciones las aldeas indígenas como las de Anganoy, Aranda, Tescual, Buesaquillo, Botana, Cabrera, Cujacal, Catambuco, Canchala, Chapal, Dolores, Gualmatán, Jamondino, Jongovito, Juanoy, Los Angeles, La Concepción, San Fernando, Los Potreros, Males, Mocondino, Obonuco, Pandiaco y otros, que hoy hacen parte de la geografía pastusa y nariñense, fueron “fundados” a la usanza española por Carrillo. La vieja carretera que unía a Pasto con Popayán, sobre trochas indígenas, le debe su origen al maestre de Campo Díaz Sánchez de Narváez. Este colonizador había nacido en la segunda década del siglo XVI en Jaén y muy joven llegó a estas tierras sureñas. Fue en principio un distinguido conquistador en Popayán. Sirvió bajo las órdenes de Gonzalo Pizarro y Belalcázar. Por sus méritos fue recompensado gratamente por el mismo Rey. Luego llegó a tierras de Nariño y se quedó en Pasto, en la cual ocupó todos los cargos y empleos de la época: Alcalde, Regidor, Alférez Real y Teniente de gobernador. En esta ciudad murió en 1589 y se dice que está sepultado en la actual Iglesia de San Juan. Tres nombres saltan a las páginas de la historia debido al hecho de tener parentesco con Santa Teresa de Jesús, lo doctora de la Iglesia. Se trata de Hernando y Pedro de Ahumada, sus hermanos, y Hernando de Cepeda, su primo hermano. Los tres, españoles peninsulares, escribieron grandes hazañas por estas tierras australes, las cuales se pueden revivir gracias a las investigaciones hechas por el maestro Ignacio Rodríguez Guerrero. Hernando de Ahumada, nació en 1510 en España y vino a América en 1534, con la expedición de Pizarro al reino del Perú. Se sabe que participó en las acciones guerreras contra Atahualpa en Quito y que luego llega al sur de Colombia, enviado como conquistador y pacificador de las provincias de Pasto y de los Quillacingas. Posteriormente, según los documentos de la época, en 1547 es ya regidor de la villa de Pasto. Su importancia es tal que el historiador Sañudo lo menciona entre los fundadores de Pasto. Se sabe esos sí que aquí funda un hogar con Doña Gregoria de Zúñiga, con se casa en 1562 y muere en la misma ciudad en 1565. Pedro de Ahumada, nacido en Ávila en 1521, también llegó a América junto a sus hermanos, pero en Panamá se separó de ellos en su camino al Perú. Por otros lados, sin embargo, llegó al sur de Colombia y también fundó su hogar en Pasto, 48
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. junto a Ana Pérez de Zúñiga, mujer rica, encomendera de Gualmatán. Según Sañudo, en 1566 ejercía el cargo de regidor de la Villa y luego fue mayordomo del hospital. Se sabe que murió en 1589. Hernando de Cepeda, había nacido en 1516 y llegó al Nuevo Mundo también muy joven. Siguió el mismo destino de sus primos y llegó a tierras de Nariño. Se dice por eso que también estuvo en la fundación de Pasto. Luego sigue hacia el sur y participa en la contienda de Añaquito, en defensa del primer virrey del Perú, Blasco Núñez Vela. Tras de azarosos episodios en el Perú y Quito, De Cepeda vuelve otra vez Nariño y se afinca en Pasto, en la cual se casó con Catalina de Belalcázar, hija de don Sebastián. Ocupó luego los cargos importantes de la villa: Regidor, Factor, tesorero de la Real Hacienda, Teniente de Gobernador y Justicia Mayor. Es relativamente poco lo que se sabe de Rodrigo de Ocampo. Según Cieza de León, había nacido en España, unos tal vez en Zamora o en Madrid, en 1476. Llegó al Nuevo Mundo y se dirigió hacia el Perú. Luego fue nombrado Regidor perpetuo de Quito en 1536. Al año siguiente llegó a Nariño y se ubicó en Pasto. Pasa posteriormente otra vez a Quito por unos años. En 1539 vuelve al sur de Colombia y es nombrado por Lorenzo de Aldana como Teniente de Gobernador de Pasto, la cual había trasladado del valle de Yacuanquer al de Atriz. Fue así el primero de los conquistadores que recibió este título. Vive desde ese entonces en la ciudad, aunque no deja sus nexos con Quito, estableciendo su hogar en Obonuco. Su mayor hazaña, fuera de las muchas que se le atribuyen es haber montado el primer molino de trigo que tuvo la ciudad, antes de los que hubo en Colombia, y el ser el precursor del cultivo e industrialización del precioso cereal. No se sabe a ciencia cierta sobre su muerte. Lo más seguro es que murió asesinado por órdenes de Núñez de Vela en la población de Tomebamba. En esta relación se deben destacar también nombres como los de Pedro de Añasco, Juan de Ampudia, Diego de Tapia, Diego Galíndez, Fernando Copin, Juan Crespo, Juan Sánchez, Francisco Paredes, Jerónimo de Lorenzana, Gaspar Cisneros, Agustín Argüello y tantos otros de grata e ingrata remembranza.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA CAPITÁN y LORIN. El Trabajo en América antes y después de Colón. Buenos Aires, 1948. GALEANO, Eduardo. Las Venas Abiertas de América Latina. Círculo de Lectores, Cali GALEANO V., Alfredo. Historia del Departamento de Nariño (Compendio). Primera edición, Pasto MARQUEZ R., Marceliano. Diccionario histórico geográfico del Departamento de Nariño. Revista Cultura Nariñense, Nro. 82, Pasto, Abril de 1975 PIRENNE, Henry. Historia Social y Económica de la Edad Media. F. C. E. México, 1990 RODRÍGUEZ G. Ignacio. Estudios Históricos.Imprenta del Departamento, Pasto, 1945 _____________________. Perfiles Nariñenses de Antaño. Biblioteca Nariñense de bolsillo. Tipografía Javier, Pasto, 1984. SANTANDER, Alejandro. Biografía de Lorenzo de Aldana y Corografía de Pasto. Imprenta Gómez hermanos, Pasto 1896. SAÑUDO, José Rafael. Apuntes sobre la historia de Pasto. Imprenta del Departamento, Pasto, 1938 ZARAMA, José Rafael. Reseña histórica de Pasto. Imprenta del Departamento, Pasto. 1942
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 4. LA COLONIA EN NARIÑO Entre mediados del siglo XVI y comienzos del XIX, en la mayor parte del territorio americano, la corona española ejerció un proceso de dominación, conocido como la época colonial. Durante ese período, el control de la metrópoli acerca de sus colonias era total. Las actividades productivas, el sistema administrativo y todas las acciones y manifestaciones cotidianas funcionaban a partir de los principios y normas fijados desde España, lo cual garantizaba la estabilidad de su imperio. El período colonial reviste gran importancia dentro del proceso de formación del pueblo latinoamericano, y, claro está, el nariñense, al desarrollarse en esa época un amplio mestizaje, debido a la exploración y el poblamiento de extensas regiones, y a la formación de centros urbanos, proceso mediante el cual se vinculó al sus sociedades al mercado mundial capitalista como proveedor de materias primas y consumidor de manufacturas europeas. 4.1 El Significado De La Colonización Española A partir del siglo XVI las conquistas de los europeos -españoles, portugueses, ingleses y franceses- provocaron el derrumbe político y militar de las civilizaciones indígenas de América. Algunas de ellas, como la de las Antillas, desaparecieron totalmente. Los españoles impusieron a sus colonias la religión católica, su idioma y las leyes de su país. Los territorios colonizados eran considerados un dominio de los reyes de España, quienes designaban a las autoridades que debían gobernar las colonias. Muy pronto se inició en esas tierras un lento proceso de cambio racial y cultural. Los europeos, los pueblos indios y los africanos traídos a América se fueron mezclando, hasta que a finales del siglo XVIII los descendientes de esas uniones llamados mestizos- ya eran tan numerosos o más que los indígenas en Iberoamérica. También cambiaron poco a poco las formas de vida y las costumbres. La mezcla de influencias culturales produjo algo nuevo, que ya tenía rasgos propios. Aun quienes descendían de europeos, pero habían nacido y crecido en estas tierras, se sentían más americanos -como se llamaba entonces a los habitantes del continente- que españoles. Por otra parte, como en la conquista no venían mujeres, y como los conquistadores, en virtud al machismo mismo de su origen, no veían ningún obstáculo para unirse a las indias primero, y a las negras, después, tomándolas
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. para sí con su consentimiento o utilizando el derecho del conquistador. El español tomó a tales mujeres como compañeras, en matrimonio o sin él.18 4.1.1 Los Elementos Generales. La colonización de América no se desarrolló en una sola época, ni tuvo las mismas características en todas partes. En primer lugar se llevó a cabo la colonización española y la portuguesa y posteriormente se dieron la colonización inglesa y la francesa. España en la época del descubrimiento logró la unidad nacional, con la conquista de Granada y la derrota de los árabes, creando las condiciones para el surgimiento del Estado-Nación. Era una etapa de expansión comercial, en la cual los campesinos libres crecían en sus anhelos de hacer fortuna, con escasez de medios de cambio y gentes desposeídas y trashumantes que no eran siervos ni villanos, pero tampoco comerciantes ni nobles, constituyéndose en una clase nueva emergente. Pero la gloria de los rectores de la unificación española, con Fernando e Isabel a la cabeza, necesitaba consolidar un imperio. Ese semi feudalismo que luego fue mezclado con un esclavismo atrasado, sintetiza la situación de España al iniciar la conquista del territorio americano. A ello se añadía un ambiente impregnado por el espíritu de aventura de los ibéricos, como resultado de la expansión comercial, la búsqueda de fortuna de los desposeídos y el hálito del renacimiento que prevaleció en toda Europa. Cuando se inicia la época colonial, España instaura en América una especial forma de sometimiento y un particular modo de producción semifeudal esclavista, con algunos visos de capitalismo. Su colonización es totalmente diferente a la hecha por Inglaterra en Norteamérica. Mientras los hispanos recorren América, velozmente, buscando el Dorado, tratando de enriquecerse para volver a España con fortuna, sin ánimo de asentarse en nuestra tierra, de fundar ciudades, sino de despojar de tesoros a estos suelos, en Norteamérica los colonizadores llegan para quedarse, para fundar hogares; ellos no pueden volver a la patria, porque son perseguidos, emigrados. Fundan, entonces hogares, lentamente, con cariño y cierto cuidado. Llegan con su modo de producción, el capitalismo en crecimiento. Por ello los colonos ingleses, holandeses, alemanes, fundan en Norteamérica, Ciudades, mientras los españoles erigen villas. En esas ciudades montan factorías, comercios, talleres, granja. Los Ibéricos, en cambio, dejan Iglesias y casas de gobierno. Mientras para los colonos ingleses la ganancia es un bien de Dios que los predestina hacia el cielo, con una moral protestante progresista, con la religión 18 CHAVES Ch., Milcades. Desarrollo de Nariño y su Universidad. Ediciones Tercer Mundo. Bogotá, 1983. pp. 163-164 y 173.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. católica todavía, en época de la conquista se tiene el prurito del pecado. Por lo tanto el capitalismo surge, crece y se consolida en lo que hoy es Estados Unidos, que además nunca fue colonia de nadie, mientras la colonización de América hispana se hace con un híbrido modo de producción semifeudal esclavista. Comienza así para América, para la actual Colombia, y mucho más para el Departamento de Nariño, un proceso que hemos denominado como "mal desarrollo", cuyos efectos los seguimos sintiendo hasta ahora. El desarrollo económico de los comienzos coloniales en la Nueva Granada, y por lo tanto del actual departamento de Nariño, no fue la principal política española. Lo más importante fue el despojo. España solo estaba preocupada de hacer del Nuevo Mundo un mercado de consumo monopólico. Sus agentes en los territorios conquistados eran parte de la cadena productora de la acumulación originaria de capital. El lento desarrollo de las fuerzas productivas en la época colonial está relacionado con la política devastadora de la conquista, que frenó la obra de colonización propiamente dicha. El gobierno peninsular se esforzó por poblar las tierras recién descubiertas y en ese afán aprobó incluso la inmigración hacia nuestras tierras de presos de delito común desterrados a las Islas Canarias. Pero la administración de las colonias hispanoamericanas tomó cuerpo a mediados del siglo XVI, cuando empezó a funcionar en su integridad la gigantesca cadena gubernamental que arrancaba del rey, continuaba en el Consejo de Indias y seguía en los Gobernadores (virreyes, presidentes, capitanes generales, adelantados), la Real audiencia, los cabildos, los corregidores y otras autoridades menores. El siglo XVII logra consolidar la formación de la nueva sociedad salida del contacto entre indios y españoles. Así afines de este siglo y durante todo el XVIII se produce la consolidación de los estratos sociales ya diferenciados perfectamente. Antes de ello han aparecido los conquistadores y los hijos de los conquistadores, los "beneméritos de Indias" y los inmigrantes comunes, las "buenas familias" y la plebe, pero no había una diferenciación de clases tan diversa entre los colonizadores. El siglo XVI significó el comienzo del fin de las civilizaciones americanas, de tal manera que bajo las armas de los conquistadores o por medio de mecanismos de convencimiento religioso, cayeron los grandes imperios indígenas, lo mismo que comunidades poco conocidas como las de los Pastos y Quillacingas. La avasalladora España redujo a ruinas los estados en vías de formación e impuso a los pueblos americanos sus instituciones. 4.1.2 Fundaciones en la Lenta Colonización. El proceso seguido en la Colonización, en comparación a la Conquista que fue rápido, fue relativamente lento. Las causas como hemos visto están en la violencia empleada por el invasor y por la defensa que sobre sus vidas y sus tierras ejercen los aborígenes. 53
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Para hablar de la Colonia, entonces, se deben distinguir diversas actividades diferenciables y que solo conjuntamente, años después consolidarán lo que se denomina periodo Colonial en el Sur de Colombia. Tales hechos se inician con las fundaciones de villas y siguen con el asentamiento de los encomenderos. Como se había explicado, entre 1536 y 1539 tiene lugar la fundación de Pasto. En esos años, y tal vez hacia 1540 se sucede la de Ipiales. Hablamos, claro está, de fundaciones españolas, porque éstas y las demás ya existían como hábitat de los nativos surcolombianos, antes de la llegada de Colón. Tanto Pasto, que inicialmente fue fundada por los lados de Yacuanquer, como Ipiales y otras poblaciones, no fueron habitadas por los nativos en su momento con los españoles, para que esto se lograra, hubo que pasar mucho tiempo de lucha y de asentamiento del régimen colonial de la encomienda. En cuanto a Ipiales se afirma que primitivamente estuvo ubicada en la loma de Puerres, para luego ser trasladada al sitio que hoy ocupa. También se habla del incendio del viejo asentamiento, cuando el cacique Ipial o Ipialpud era el jefe del conglomerado y a quien tal vez se debe el nombre de la población. La población fue atacada en varias ocasiones por los indígenas y se recuerda sobre todo el año de 1587, año en el cual fue destruida y luego de ello los Pastos huyeron hacia las montañas de Iles y el valle del Guamuez. Para pacificarlos se comisionó a los Capitanes Primitivo Astorquiza y Francisco Hernández Terán. Sin embargo, durante esos años no se encuentran pruebas fehacientes de la fundación española, tal vez, por la destrucción continua del poblado. Pero si se puede probar que en 1548 el indio Pedro Henao de Ipiales, visitó al rey Felipe II en España para reclamar al monarca por el trato dado por los conquistadores a los indígenas.19 Por otra parte se sabe que ya en 1565, la Audiencia de Quito reconoce la existencia de la población y por ello se ve en la necesidad de nombrarle doctrineros. Además, en 1574, según afirma Fray José María Vargas, la misma audiencia nombró como gobernador del cacicazgo de Ipiales a Pedro de Henao. Lo más probable entre tantas posibilidades es que para 1570 Ipiales ya existiese como fundación española. Sin embargo, solo hasta 1675 se confirma tal fundación cuando el español Juan Caro, administrador del repartimiento de indígenas de Ipiales, señala que dejó levantadas 12 casas que forman el pueblo y en ella quedan 23 moradores. 19 CORAL B., Luis Alberto. Sobre Ipiales, pasado y presente. Fundación Católica del Libro, Graficolor, Octubre de 1988.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Cuando los españoles se vieron atacados permanentemente por los indígenas, vieron la necesidad de detener el paso conquistador y dedicar un tiempo a la colonización, empezando por otras fundaciones, diferentes a las ya mencionadas. Fue así como Belalcázar ordenó al capitán Jerónimo de Aguado llevar a cabo la fundación de una población en tierra de "Chapanchicas" que ocupaban una rica región sobre la cordillera Occidental, hacia la margen derecha del Patía. A esa población se la llamó Madrigal, en recuerdo el lugar de nacimiento de la reina Isabel. Madrigal, ya en el año 1581, según refiere el dominico Jerónimo Escobar, tenía 12 encomenderos y considerable número de indios. Era rica por sus minas de oro, alcanzando singular importancia, de tal manera que allí se asentaron numerosas e ilustres familias españolas, y en cuanto a su urbanización su desarrollo fue tal que, refiere la tradición, se llamó La de las Blancas Torres. En el año de 1740 se recuerda que su alcalde era don Rodrigo de Adrada y su vicario don Miguel de España. Por esa época, en uno de los ataques indígenas, la ciudad fue destruida. De acuerdo con varias versiones históricas, en el territorio dominado por el cacique Túquerres, dependiente del cacique Calimba, en la meseta que es de las más extensas de la nación, en 1546, el religioso mercedario Fray Francisco Toledo, fundó la población de Túquerres. Otros afirman que esta fundación tuvo lugar por los años 1565 a 1570, por parte de religiosos mercedarios. Así mismo, el historiador Fray Fernando de Túquerres, señala como fundador a don Miguel Muñoz, alrededor de 1541. Otras versiones señalan por otra parte que fue fundada por el capitán Gonzalo Díaz Pineda. Lo que si es seguro es que el territorio que ha comprendido los corregimientos de Albán, Briceño, Olaya Herrera, Santander y Yascual, estuvo habitado por grupos indígenas que fueron exterminados como los Paguayes, Iscualdes Por la misma época se habla de la fundación de Sapuyes. Se afirma que fue Belalcázar, cuando pasaba por esta región, encontró en ella la tribu de los Paguayes y allí organizó un poblado. El nombre se deriva de Sapuyana, nombre del jefe de la tribu que habitaba en esa zona. Puerres lleva el nombre en memoria del capitán de Puerres, oficial de Sebastián de Belalcázar, quien visitó la región en 1536. La fundación se supone se pudo hacer en esa misma época, aunque oficialmente solo se conoce tal hecho en 1825. No se conoce la fecha de fundación tampoco de Buesaco, pero se tiene como seguro que el primer encomendero fue el capitán Diego Meneses, por del 55
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. adelantado don Sebastián de Belalcázar. Su nombre se deriva del pequeño río que corre junto a la población, que se llamaba Byzac en algunos documentos del siglo XVII. Al sur, en la frontera, se halla la población de Cumbal, que se supone fundada alrededor de 1529, y que deriva su nombre del cacique Cumbo. Limitándola se halla la población de Guachucal, también fundada por la misma época y que debe su nombre al cacique Gachales, quien mandaba esa región en los alrededores del volcán, cuando llegaron los españoles. Ya en los siglos XVII y XVIII aparecen otras poblaciones, en pleno auge de la colonia en el sur, las cuales tuvieron una importancia fundamental para su época. La ciudad de Barbacoas, puerto fluvial sobre el río Telembí, y centro en otro tiempo de activo comercio, y de la producción aurífera, fue fundada por el capitán Pedro Martín Navarro en el año 1616. Poco después fue destruida por los naturales de la región, los que fueron dominados por el capitán don Francisco del Prado, y fue repoblado por su fundador en el lugar que hoy ocupa, en 1621. Se comprueba así mismo que el primer misionero que arribó a Barbacoas fue el jesuita Lucas de la Cueva, en el año 1639. Aunque la existencia de La Cruz, como ya se ha visto, se comprueba se dio a comienzos de la conquista, siendo tal vez la primera fundación española en Nariño, su fundación formal tuvo lugar solo años después, el 3 de mayo de 1742, con la denominación de La Cruz del Mayo. Este acto fue ejecutado por don Esteban Alvear. Pero cabe también mencionar que para el año de 1590 figuraba como vicario de la Doctrina de La Cruz, el religioso dominico Gaspar de Guevara. El primer conquistador que visitó tierras de Nariño, y de Tumaco en general, fue Francisco Pizarro, como se ha visto. Sin embargo su fundación en una isla del Mar Pacífico, parece ser se dio alrededor de 1704, por parte de los mismos aborígenes y tiempo después por los españoles. Se afirma que en épocas anteriores a la conquista este puerto y sus alrededores estuvieron habitados por indios "tumas", los cuales se consideraban descendientes de los "caras", venidos del Perú. Con menores indicios históricos se puede reseñar que Iles fue fundada en 1711 por el cacique Juan García. Pupiales se supone que tuvo que haber sido fundado antes de 1735, cuando se puede comprobar tuvo como cura al reverendo padre Gabriel de Villafuerte, en un territorio Quillacinga, que rendían culto al Sol, en un templo subterráneo que hoy se denomina Las Huacas.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Guaitarilla, se cree fue fundada alrededor de 1676, por los padres mercedarios Fray José Arizga y Fray Mariano, ecuatorianos, dejando el nombre de los antiguos habitantes, los Guáitaros, tribu indómita perteneciente a la familia de los Pimbas. 4.2 Instituciones Y Personajes En El Proceso La lucha por la colonización fue sumamente dura y diferente para los españoles, por la razón de la belicosidad y la resistencia puesta a la conquista por las tribus sureñas. Solo a través de la violencia y la muerte, poco a poco fueron asentándose los poblados con españoles al mando, sobre todo después de las fundaciones hispanas. Una vez conseguida la dominación de los naturales, pudieron los europeos organizar una estructura económico-política, organizando el gobierno en nombre de los monarcas hispánicos. 4.2.1 Repartimientos, Encomiendas Y Resguardos. Como se ha dicho, con la premisa de la necesidad de conseguir mano de obra, para lo cual debían obligar a los indígenas, y con el argumento de la "propiedad" de la tierra de los reyes españoles, se impusieron las capitulaciones, con las formas específicas de un híbrido económico atrasado de las encomiendas, sobre todo, y luego de las mitas y el resguardo. Todo empezó eso sin embargo, y sin necesidad de la autorización y legislación real, con los conquistadores que impusieron los Repartimientos de indios a sus capitanes y compañeros de expedición. Rápidamente, los gobernadores y demás altos funcionarios reales se hicieron a los mejores repartimientos, ejercieron dominio absoluto sobre la población indígena allí circunscrita y con el soborno, la violencia y la amenaza dominaron a los indígenas, por de los visitadores y la reglamentación que sobre el trato había dado la Corona. Allí nacieron las encomiendas de acuerdo al capricho y ambición de los gobernadores o capitanes generales, y en su forma más simple, eran tierras e indios para usufructo del encomendero. Como instrumento principal de las formas autóctonas de producción, la encomienda llegó a límites que la Corona tuvo que someter a reforma. Es así como en los últimos años del reinado de Felipe II, culminante con todo el proceso del siglo XVI, se hace una revisión de títulos, que fue llevada a cabo principalmente por el gobierno de Antonio González, con una reforma a la propiedad de la tierra en lo que se denominaron las composiciones, que, en términos generales, planteaban que los ocupantes simples debían ser desposeídos y aquellos que pudieron un titulo precario se admitían mediante el pago de una suma a la Corona. Así mismo se debían reservar las tierras necesarias para ejidos, pastos, calles y plazas en los lugares poblados, reconociendo a los indígenas las tierras necesarias para sementeras y ganados. Pero, como se ha expresado, los encomenderos se las ingeniaron para incumplir con estas leyes. 57
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. A diferencia de la colonización inglesa, en la cual el objetivo principal era el asentamiento, la fundación y consolidación de ciudades, empezando por la conquista, el proceso seguido por los españoles en América era el de saquear rápido, rápidamente territorios. Colonizar, fundar, asentarse no era el propósito principal de los hispanos. Esto, junto a la resistencia aborigen, implicó una lentitud exagerada en el proceso. Pero, finalmente, la colonización española, alrededor de villas, minas y haciendas, de encomiendas y resguardos se llevó a cabo y se consolidó. Empecemos por decir que con la teórica defensa del aborigen como argumento, dentro del proceso reformista del Presidente Antonio González, en la Nueva Granada se instituyeron los resguardos indígenas. Esta institución fue reconocida a partir de 1593 y llegó hasta 1637, época de las últimas composiciones generales. Este fue otro motivo de contradicción y lucha entre los conquistadores, los encomenderos y los grupos indígenas, hasta transformarse en un conflicto con visos de lucha de clases. Entre la imposición y dominio semifeudal de los españoles, la reforma teóricopráctica implantada por la Corona, y la rebeldía de los indígenas que generó un conflicto social, se presentó lenta pero seguramente asentado, un proceso que al final vencería al indígena y que pondría en conflicto a los europeos: el mestizaje. El mestizo fue ganando poco a poco derechos y derrumbando prohibiciones, de tal manera que llegó también a convertirse en arrendatario o poseedor de los resguardos indígenas. Por otro lado, este proceso hizo posible la transferencia de parte del poder económico de los conquistadores peninsulares, a sus descendientes nacidos en América. El argumento de la encomienda fue religioso. Se decía que en manos del encomendero quedaban los indígenas a su cuidado, con el fin de evangelizarlos, por lo cual muchos y poderosos encomenderos fueron obispos y jerarcas de la Iglesia. El resguardo fue creado para evitar los abusos de la encomienda, estableciendo que la tierra asignada a los resguardos estaba fuera del comercio legal; ello quería decir, a su vez, que los indios adolecían de la facultad de vender o conmutar las tierras. La Encomienda consistía en "un núcleo de indígenas, por lo general un clan o una tribu, que era obligado como grupo primero y más tarde per cápita a pagar temporalmente a un español meritorio un tributo que fijaban los oficiales de la Corona, como cesión de la carga fiscal debida al rey y con obligación para el beneficiario, entre otros deberes, de ocuparse de la catequización y adoctrinamiento de los indios, quienes seguían dentro de la administración y jurisdicción de la Corona”. 58
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. La Mita, también institución colonial, de origen indígena, consistió en un grupo de indígenas que tenían el deber de trabajar obligatoriamente en un lapso determinado, por turnos y mediante remuneración en dinero en ciertas labores económicas importantes. El mitayo, servia así, por un tiempo, a órdenes del español. Sin embargo, la mita también tenía una finalidad tributaria. El mitayo trabajaba y ganaba un pago del cual debía a su vez pagar los tributos a los encomenderos. La Mita más importante fue la minera. Le seguían en importancia la Mita Agraria (o concierto agrícola) y finalmente, aunque en Nariño no se tiene noticia de ésta, estuvo la Mita Industrial u Obraje, en la cual está la semilla del futuro proletario obrero del Capitalismo. Los Resguardos eran porciones de terrenos adjudicados colectivamente a los indígenas de un determinado clan o tribu. Si bien la propiedad sobre la tierra era colectiva, no necesariamente lo era su forma de explotación. En muchos casos las tierras de resguardo eran laboradas en parcelas individuales o familiares en una especie de usufructo del beneficiario, sobre una porción de la comunidad. Así mismo, ciertos lotes del resguardo eran trabajados por la comunidad para cubrir con lo obtenido las obligaciones que pesaban sobre el grupo, como el pago de gastos del cabildo o sostenimiento del cura doctrinero, etc. 4.2.2 Aspectos y Personajes Coloniales en Nariño. Al finalizar el siglo XVII el dominio español en el territorio nariñense tendía a consolidarse. Pasto es la villa principal, Ipiales y Túquerres le siguen en importancia, además de otras como Madrigal. En ellas se ha sucedido la repartición de indígenas a los hispanos de mayor renombre a través de instituciones específicas como la encomienda y las diversas variantes de la servidumbre de los aborígenes. Junto a ellas se erigieron los resguardos. Datos recopilados por Jaime Jaramillo Uribe, señalan que en 1590 en la provincia de los Pastos, sobre todo en, Puerres, Carlosama y Cumbal, asignados a diez encomenderos se conservan 1.173 indígenas tributarios. En Mallama, Guachucal y Muellamues se hallaron 531 indígenas a cargo de tres encomenderos. En los alrededores de Ipiales y Potosí, se censaron 600 indígenas tributarios que estaban asignados a don Sebastián de Belalcázar, y en Yaramal, hoy corregimiento de Ipiales, se hallaban 26, a cargo de Toribio Nieto. Pero fue en los siglos XVI y XVII cuando la dinámica social de la producción agropecuaria se eslabonó a la acción de las instituciones semifeudales de la encomienda, la mita, el resguardo y el concertaje, junto a la atrasada e inhumana 59
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. institución del esclavismo, que se dio primero entre los indígenas y luego entre los negros "cazados" en África, y dedicados a labores fundamentalmente mineras y agropecuarias. El híbrido económico que mantenía la relación de cohesión con formas de trabajo indígenas como las mingas, en nuestro departamento se constituyó en el principal gestor del atraso secular, que no permitió siquiera el desarrollo del capitalismo mercantil. Cabe aquí mencionar que desde 1541 Sebastián de Belalcázar tenía ya en su encomienda 14 tenencias que eran parte del territorio sureño, siendo el primer y más famoso personaje de la colonización de estas tierras de Dios. Años más tarde, según reseña monseñor Justino Mejía, los encomenderos en la región de Ipiales entre otros fueron: Hernando Cepeda Almeida, casado con doña Catalina Belalcázar, hija del Adelantado; Sebastián de Belalcázar, nieto del mismo, quien tomó el mando en las encomiendas a la muerte de su padre en 1568, y las cuales cubrían también territorio de los Quillacingas. Vienen luego Agustín Belalcázar, en 1557, Juan de Salazar en 1616, Antonio José Salazar en 1640, Juana Salazar y Muñetones en 1568, Gaspar Carlos Díaz de Fuenmayor en 1662, Gabriel Bernardo de Quiroz en 1617 y la Marqueza de Monreal en 1697. Aunque varios de los nombrados también tuvieron jurisdicción en las otras regiones nariñenses, además de las tierras de los Pastos, cabe mencionar que especialmente en el territorio Quillacinga de la capital, en Pasto, se mencionan los siguientes nombres, ya como encomenderos, o como cabildantes, Hernando de Cepeda, Diego de Meneses, Hernando de Ahumada, Alonso López, Mateo de Rivera, Hernando de Quiroz, Francisco Morán y Luis de Leiva, a partir del año 1543. Los datos y los nombres se pierden en la historia. Entresacando del recuerdo, de entre lo poco que ha quedado en los documentos, se pueden destacar algunos personajes ligados al desarrollo colonial de nuestro departamento. En el viaje que hace a América en 1530 Francisco Pizarro venían Hernando y Pedro Ahumada. Ellos eran hermanos de la futura Santa Teresa de Jesús. Hernando había nacido en Toledo y luego de su viaje a América, llegó a Quito entre las tropas que con Sebastián de Belalcázar marcharon a conquistar ese territorio. Luego tomó parte en la conquista de los Quillacingas; contrajo matrimonio en la villa de Pasto, con doña Gregoria de Zúñiga, el 14 de julio de 1562, y en la misma desempeñó el cargo de Regidor perpetuo. Poco tiempo después partió hacia el Perú a combatir contra Pizarro, de donde regresó y murió en Pasto en enero de 1560. 60
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pedro llegó después a la ciudad y contrajo matrimonio con doña Ana Pérez. Desempeñó el cargo de Regidor del Cabildo. Luego salió hacia Quito y finalmente volvió a España donde murió el 15 de febrero de 1589. Otro de los célebres personajes de la época fue el capitán Gonzalo Díaz de Pineda, nacido en Santander de la Montaña, en España, quien llegó a tierras australes de Colombia en compañía de Sebastián de Belalcázar. Posteriormente lo acompañó en la fundación de Popayán y Cali, regresando a Quito de donde había salido. Allí fue designado Alcalde del Cabildo y posteriormente Teniente de Gobernador de la misma ciudad. En el año de 1539 volvió a Pasto con la misión de fundar una villa en la región de los Quillacingas, según órdenes recibidas de Pizarro. Este propósito no pudo cumplirlo ya que Lorenzo de Aldana hizo suya la orden. Volvió luego a Quito en compañía del mismo Aldana, para seguir luego hacia el Perú, combatiendo en los ejércitos de la Corona contra Pizarro primero, y de Pizarro contra los del Rey, después. Por estos hechos de doble juego fue atacado sorpresivamente y tuvo que huir hacia la selva en la cual pereció. Tal vez uno de los más ilustres personajes de la conquista y la colonia fue el capitán Díaz Sánchez de Narváez. Compañero también de Belalcázar, había nacido en la ciudad de Jaen. Estuvo así en las expediciones y fundaciones de Popayán y sus regiones aledañas, y las de Cali. En Popayán se quedó viviendo durante un tiempo, pero luego decidió trasladarse a Pasto, en la cual ocupó diferentes cargos. Fue encomendero de La Cruz y Catambuco y Teniente de Gobernador, por dos ocasiones. Como militar fue uno de los más destacados y cuando se dirigió al Perú, en relación a la rebelión de Pizarro, no solo sobresalió por sus hazañas estratégicas, sino que fue el que hizo rendir al gran conquistador en el combate de , en abril de 1548. 4.3 La Colonia A Plenitud La conquista como tal terminó. España a su manera20, a su manera, trató de repetir lo que en la península tenía en el momento de la conquista y luego adaptarlo en la colonia, en cuanto a las instituciones, las formas del Estado y del gobierno, lo mismo que hizo con el modelo semifeudal mercantilista, en la economía. Una vez asentado el poderío español, a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, el proceso colonial se concretó en Nariño. Para lograrlo, lo mismo que en la conquista, las instituciones semifeudales, con la encomienda como principal instrumento, tuvieron a su lado el accionar de la religión, con el cura doctrinero como emisario y artífice ideológico del proceso. La transculturación del indígena 20 KONETZKE, América Latina II, La Época Colonial, Siglo XXI Editores, Cap. 5
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. se facilitó, con esta penetración religiosa, pero a la vez constituyó la base de una sociedad particular como lo ha sido y lo es hoy la de Nariño. 4.3.1 La Sociedad Colonial. España, a su manera, trató de repetir lo que en la península tenía en el momento de la conquista y luego adaptarlo en la colonia, en cuanto a las instituciones, las formas del Estado y del gobierno, lo mismo que hizo con el modelo semifeudal mercantilista, en la economía. En tal sentido el gobierno, las formas de urbanización, los procesos de subdivisión política, y hasta las denominaciones se parecieron a las de España, si no fueron las mismas. Esto sucedió en todo el continente conquistado por los Ibéricos y lo mismo se repitió en la Nueva Granada y en nuestro departamento. La base de la sociedad nariñense se conformó en formas productivas semifeudales esclavistas, de carácter retrasado en relación al resto de la nación, de una superestructura religiosa ideológicamente fuerte y conservadora, combinando diversas características tradicionales de los aborígenes sometidos, diferenciables incluso entre núcleos de población vecinos. En este orden de ideas es importante recalcar en diversos aspectos que caracterizaron la sociedad y la forma productiva de los sureños, en la época colonial. En España, en la misma época del desarrollo capitalista, a duras penas se contaba con villas y con algunos proyectos lejanos del fenómeno capitalista de las ciudades. En la etapa de la colonia, por lo tanto, los conquistadores establecieron políticamente en la Nueva Granada y Nariño, las mismas formas de urbanización y gobierno, atrasadas, en relación a la Europa en plena descomposición feudal. España, a su manera, trató de repetir lo que en la península tenía en el momento de la conquista y luego adaptarlo en la colonia, en cuanto a las instituciones, las formas del Estado y del gobierno, lo mismo que hizo con el modelo semifeudal mercantilista, en la economía. En tal sentido el gobierno, las formas de urbanización, los procesos de subdivisión política, y hasta las denominaciones se parecieron a las de España, si no fueron las mismas. Esto sucedió en todo el continente conquistado por los Ibéricos y lo mismo se repitió en la Nueva Granada y en nuestro departamento. España no tenía propiamente ciudades, en el sentido del desarrollo seguido en los núcleos capitalistas como Gran Bretaña, Holanda o Alemania. Allí, surgiendo de las cenizas del derrotado feudalismo, las villas, puertos y ciudades obispales, rodeadas por los Burgos, que poco a poco les arrebataron el poder y la importancia, se convirtieron en las ciudades, albergue de burgueses y obreros como semillas del 62
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. modo capitalista de producción, a través de la evolución del capital usurario -capital mercantil- capital industrial. En España, en la misma época del desarrollo capitalista, a duras penas se contaba con villas y con algunos proyectos lejanos del fenómeno capitalista de las ciudades. En la etapa de la colonia, por lo tanto, los conquistadores establecieron políticamente en la Nueva Granada y Nariño, las mismas formas de urbanización y gobierno, atrasadas, en relación a la Europa en plena descomposición feudal. Finalmente, la colonización española, alrededor de villas, minas y haciendas, de encomiendas y resguardos se llevó a cabo y se consolidó.21 Por esta razón en el territorio del Sur se emplearon formas específicas de gobierno y de poblamiento, como los Asientos, las Villas, las Ciudades y los Cabildos, entre las principales. El Asiento era la forma más elemental de población, un grupo de chozas o casas alrededor de una capilla. La autoridad la ejercían allí un lugarteniente, un alguacil mayor y un escribano. Las Villas, eran ya poblaciones de una relativa importancia, con gran número de pobladores, un importante núcleo de edificaciones, dotada de Cabildo, aunque sin Escudo de Armas, ni Estandarte Real. Las Ciudades, entidades mucho más importantes que las Villas (pero nunca como la “ciudad” del desarrollo capitalista europeo), tenían el Cabildo completo, compuesto por Regidores y Alcaldes, Teniente de Gobernador, Procurador y Escribano Público, además del consabido Escudo de Armas y el Estandarte Real. Básicamente los tres poderes estaban representados en el Cabildo, que asumía todas las funciones de la Administración, y el Teniente de Gobernador. Las reuniones del Cabildo eran periódicas y estaban presididas por el Teniente de Gobernador. Sus miembros eran elegidos por sus antecesores en sesiones públicas. Entre sus obligaciones, fuera de ejecutar los actos más importantes del gobierno, estaban el hacer cumplir las disposiciones de la Real Audiencia y preparar y dirigir las festividades públicas, sean cívicas o religiosas. Es importante anotar que una vez organizado el Cabildo, a este le correspondió la facultad de distribuir las tierras. Cabe también aclarar que el Cabildo 21 DELGADO, Alvaro. La colonia, Fondo Editorial Suramericana, Colección Histórica.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. específicamente se componía de dos jueces, llamados alcaldes, y los consejeros (regidores) cuyo número oscilaba según la índole y el tamaño de las ciudades, como miembros principales. También pertenecían a la corporación el heraldo y el abanderado urbano (alférez real), el alguacil mayor (jefe de policía), el alcalde de hermandad (jefe de la policía rural), el fiel ejecutor (ecónomo) y el escribano (secretario). Además podían existir otros funcionarios, dependiendo de las características de la ciudad. Si el siglo XVI fue de asentamiento de la cultura hispana, del cambio violento del modo de producción indígena y el comienzo del mestizaje, en el siglo XVII se conformó definitivamente la sociedad nariñense sobre este proceso. Tal caracterización se concretó en el siglo XVIII conformando la pirámide social delimitada, que enfrentará el fenómeno libertario. Cabe mencionar al respecto, como lo anota Sergio Elías Ortiz22, que a finales del siglo XVIII, en 1780, Pasto, para ejemplarizar con ella lo que pasaba con el resto del departamento, era “un poblado de tercera categoría enclavado en un pliegue de los Andes inmensos, lejos de todo el mundo, entregado a su propia suerte para bastarse y defenderse. Decimos de tercera, porque por un destino geográfico implacable, solo alcanzó la de cabecera de Distrito con su Cabildo, Ayuntamiento, Justicia, Regimiento y Escudo de Armas y título de Muy Leal Ciudad, mientras que las dos ciudades más cercanas a ella, Popayán y Quito, habían alcanzado, con igual edad y con los mismos fundadores y pobladores, las preeminencias de Capital de Gobernación la primera, y de Presidencia la segunda, y ambas la de sedes episcopales con los organismos que cada una de estas actividades comportaba”. 4.3.2 Recuerdos Dolorosos: la Esclavitud. Aunque en el departamento de Nariño, por fortuna, la esclavitud no tuvo la connotación que se dio por ejemplo en Cartagena o Popayán, no por ello deja de ser relevante dentro de la historia de estas tierras. Otra cosa es que el manto del olvido, nuestro compañero en la región, cubra muchas de sus escenas. En la colonia, también acá en el. Sur, se dio inicio a uno de los más dolorosos actos del drama de la historia de estas tierras. El vergonzoso comercio humano empezó en estas tierras cuando Carlos I de España y V de Alemania, ordenó en 1510 emplear negros para los trabajos en las Indias Occidentales, concediendo privilegio al flamenco Laurent de Cauvenct en 1518,para transportar 4 mil esclavos anualmente a sus colonias de América. Luego esas licencias se siguieron vendiendo por la Corona española a través de los años. Nadie sabe el número exacto de africanos llegados a Cartagena, puerto autorizado junto al de Veracruz en Méjico, para descargar a esos infelices seres humanos, venderlos y distribuirlos en 22 ORTIZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su tiempo. Editorial ABC, Bogotá, 1958. p. 20.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. América. Se ha calculado que unos 15 millones de esclavos llegaron vivos y en condiciones de ser vendidos, en las centurias en que predominó esta forma económica de explotación. En el sur se sabe que en el año de 1681 fue hasta Barbacoas el gobernador Fernando Martínez de Fresneda quien, según Sañudo, era "de rotas y dañadas costumbres y pendenciero hasta no sufrir contradicción". Su afán en tal viaje era doble: organizar la defensa del litoral Pacífico de la amenaza de los piratas y por otro lado lograr vender esclavos para los trabajos en las minas de oro de aluvión, que estaban a punto de dejarse, ya que los indios forzados por los conquistadores a laborarlas, habían muerto en cantidades alarmantes. Mientras los piratas ingleses atacaban la Costa del Pacífico Nariñense, otros barcos negreros, también británicos, seguían descargando miles de negros a lo largo de la Costa Atlántica. El gobernador Martínez de Fresneda, un delincuente de cuello blanco, como se llama ahora, taimado y sanguinario, era además un astuto comerciante. Por eso, como parte de lo que consideraba labores gubernamentales, convenció a los funcionarios de la gobernación de Popayán, primero, y luego a los potentados de Barbacoas y Pasto, de lo conveniente que sería traer negros esclavos para los trabajos de minería y del campo, lo cual se podría hacer desde Cartagena. Ellos, decía, sustituirían a los indios que enfermaban mucho y respondían poco. Así mismo se encargó de conseguir "un negociante que trayéndolos por su cuenta se los vendiese aquí al fiado, siempre que personas de responsabilidad asegurasen el pago de su valor." Narra Sañudo que en Octubre de 1702 el Capitán Antonio de Ormachea, llegó a Nariño con " veintitres piezas de esclavos sin bautizar que vendió en Pasto". Parece ser que ese fue el primer "lote" de africanos que se conoce en la crónica del sur. Pero de allí en adelante, múltiples son las historias que ellos viven, explotados en forma inhumana. De esos esclavos se deriva toda la población de raza negra de nuestro departamento, una raza que también tiene en el olvido su enseña. Los esclavos estaban ante todo en las minas en la Costa del Pacífico, en los dominios de Tumaco y Barbacoas, pero también se llegó a tener algunos en labores del campo en las haciendas de Los Andes. En todo caso, cuando se dio la expulsión de los Jesuitas de Pasto, es ya evidente el fenómeno del esclavismo. Así se remataron los esclavos en pública subasta sin respetar ni matrimonios ni familias. Se habla, por ejemplo, de que en la finca "Convalecencia", habían 20 negros apreciados los más en 400 pesos y una negrita de 3 meses avaluada en 40,la cual fue puesta precio para venderla con o sin su madre. 65
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Tal vez el caso más curioso se presentó en 1729.En ese año el Cura Vicario de Pasto, Agustín Zambrano, condenó a Santos Chasoy, quién seguramente era indígena, por el delito de brujería, a salir desnudo, con "solo un paño en las vergüenzas, con coraza y una vela verde en la matriz”, mientras el pregonero declaraba a voces su delito, y después se le confinó al obraje de Peruche por un año, como esclavo.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DE LA CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA ÁGREDA, José Vicente, Pbro. Las Iglesias de Pasto. Manual de Historia de Pasto. Tomo IV BOHORQUEZ CASALLAS, Luis. La evolución educativa en Colombia. Litografía CIEZA DE LEON. Crónica del Perú, cap. XXVI. COLMENARES, Germán. Historia Económica y Social de Colombia. 1537-1719. Editorial La Carreta, 1975 CORAL B., Luis Alberto. Sobre Ipiales, pasado y presente. Fundación Católica del Libro, Graficolor, Octubre de 1988. CHAVES Ch., Milcades. Desarrollo de Nariño y su Universidad. Ediciones Tercer Mundo. Bogotá, 1983. pp. 163-164 DE VELASCO, Juan. Historia del Reino de Quito, Cap. V. DELGADO, Alvaro. La colonia. Fondo Editorial Suramericana, Colección Histórica FRIEDE, Juan. Fuentes documentales para la Historia del Nuevo Reino de Granada. Tomo V, Audiencia de Santafé, Biblioteca Banco Popular, Editorial Andes, Bogotá.1976 GIRÓN, Lázaro. Papel Periódico Ilustrado de Bogotá. Número 109 GUERRERO, Gerardo L. América 500 años. Pasto, octubre 1992 GUTIERREZ, Rufino. Noticias sobre Pasto y demás provincias del Sur. Imprenta Nacional, Bogotá, 1920 JARAMILLO URIBE, Jaime. Breviario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, Universidad Nacional. KONETZKE, Richard. América Latina II, La Época Colonial. Siglo XXI Editores, Cap. 5. MEJÍA, Álvaro. Introducción a la Historia Económica de Colombia. Ancora Editores. ORTÍZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su tiempo. Editorial ABC, Bogotá, 1958 RODRÍGUEZ G, Ignacio. Gonzalo Rodríguez, un precursor olvidado de la Independencia de América. Perfiles Nariñenses de Antaño, tipografía Javier, Pasto, 1984 SAÑUDO, José Rafael. Apuntes sobre historia en Pasto. Imprenta del Departamento, 1939 ZARAMA, José Rafael. Reseña Histórica de Pasto. Imprenta del Departamento, Pasto, 1942.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 5. LA COLONIA EN CRISIS: ALBORES DE INDEPENDENCIA Sobre la expropiación indígena de los siglos XVI y XVII se sientan las bases de la colonia en América y en la Nueva Granada hasta mediados del siglo XVIII, cuando comenzó a descomponerse aceleradamente la estructura colonial. Este siglo fue de profundos cambios en la vida económica, política y social de estas tierras, marcado por el enriquecimiento de las castas dominantes y el empobrecimiento de las clases populares. Se acentuó el proceso que se dirigía hacia el latifundismo, con la “demolición” de los resguardos. A través de mayorazgos, censos, composiciones de tierras, vinculaciones, créditos, nacieron y se fortalecieron los bienes de manos muertas. El régimen colonial entraba en una etapa de crisis. La burguesía comercial en ciernes, lo mismo que el poder político en manos hispanas, entró en contradicción con el poder económico de los criollos, y sobre todo con los intereses de los indígenas, esclavos y campesinos, y las clases populares de las Villas, en virtud a su política tributarista y de explotación Esto generó un ambiente de rebelión, el cual también tuvo como escenario el territorio sureño. Luego de los sucesos europeos de la revolución francesa y de la independencia norteamericana a finales del siglo XVIII, en la América hispana se generó un sentimiento independista de tipo burgués. La emancipación de América Latina, proceso político y militar que, desde 1808 hasta 1826, afectó a la casi totalidad de los territorios americanos gobernados por España, cuyo resultado fue la separación respecto de ésta de la inmensa mayoría de las divisiones administrativas de carácter colonial que habían estado bajo el dominio de los monarcas españoles desde finales del siglo XV y el acceso a la independencia de gran parte de los estados de Latinoamérica, tuvo sus albores. En el Sur de Colombia, como efecto de lo sucedi en Quito y luego en Santafé, las situaciones se transformarían en especiales. 5.1 Las Condiciones Economicas Y Sociales 5.1.1 Características. El régimen colonial se había abierto paso totalmente a principios del siglo XVIII y marchaba hacia su madurez, que fue la misma del inicio de la crisis. La naciente burguesía comercial estaba empeñada en crearse un mercado, afirmar la vía a su fortuna social, y en ese intento chocaba con la existencia de muy numerosas agrupaciones de indígenas y de mestizos reacios al trato con españoles y criollos. Es así que a partir de 1740 se inicia una segunda oleada colonial de sometimiento a los rebeldes indígenas. Autoridades civiles, clero y grandes terratenientes se coligaron en esa tarea. Se hizo la guerra a los Motilones, a los Chimilas, a los Guajiros y las agrupaciones tribales de los llanos, y 68
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. se hizo la campaña contra los Sindagua, acá en Nariño. Las operaciones de guerra contra los indios, costeadas con fondos públicos y privados, traslucen la marcha de una economía en expansión en todo el siglo XVII y buena parte del siguiente. Las dramáticas condiciones en las cuales se desarrollaba la explotación de la fuerza de trabajo indígena, y luego la esclava, después de de la segunda mitad del siglo XVII, aclaran la situación mucho más y sirven para evaluar las sublevaciones indígenas ocurridas en varios puntos de América años después, cuando la crisis colonial entró en su apogeo. En cada pueblo el corregidor obligaba a los indígenas a comprar, a precios altos y con pagos a plazos determinados, un gran número de artículos de consumo que el corregidor, a su vez, había adquirido a crédito de los grandes comerciantes de las ciudades. El resultado era que a los indios se les obligaba a comprar hasta cosas inservibles, y las deudas iban agobiando a esa clase trabajadora de la colonia. Ya en los obrajes textileros, la célula de las factorías capitalistas, los indios mitayos eran encerrados desde el amanecer hasta la caída del sol, ganando un vil salario, comiendo desperdicios, apaleados por no cumplir con las tareas fijadas, obligados a pagar sus "deudas" en nuevas tareas, con ayuda de sus esposas e hijos. La justicia colonial, naturalmente, actuaba en defensa de los dueños del poder Por ese entonces el latifundio, surgido de las tierras de los aborígenes tomada a las fuerzas, empezaba a sembrar sus nocivos resultados sobre la economía nacional. Las primeras quejas contra el exagerado dominio latifundista se empiezan a oír a partir de 1770, con el virrey Guirior y luego a fines del decenio de 1780, con Francisco Antonio Moreno y Escandón, oidor y fiscal de la Real Audiencia de Santafé. Pero la concentración de la tierra y el poder latifundista siguieron su rumbo ineludible. Entra también en crisis la institución de los resguardos. Muchos pueblos de indios víctimas del mayor despoblamiento, aislados y sumidos en la miseria, y todo el sistema comunitario tan demudado por efectos de la economía mercantil, ya no era un buen bocado para nadie. El asunto en el siglo XVII no es que los negocios de la oligarquía colonial marchen mal sino que podrían haber ido mejor. Muchas causas, como la guerra anglohispana, entre 1796 y 1800, afectaron notablemente la economía del Nuevo Reino, y claro, de estas tierras del sur. Y entonces hubo una nueva disculpa para aumentar las cargas fiscales que las pagaban las clases populares y medias de la época. Es importante resaltar que durante toda la colonia no hay en marcha una política de desarrollo de la manufactura; no hay una real fundación de las bases capitalistas, como se ha dicho. Se puede eso sí comprobar que entre los centros manufactureros más importantes, en lo poco que se tenía, se destacaban los 69
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. productos textiles del sur Colombia, sobre todo en las regiones de Pasto e Ipiales. Esa industria existía desde la época precolombiana, y con su nuevo carácter mercantilista, en forma de obrajes, desde los comienzos de la colonia. Pero lo más destacado de la época colonial fue el que la Nueva Granada llegó a convertirse en uno de los más destacados países productores y exportadores de oro, y el primero en América del Sur. Entre las zonas mineras de importancia en la nación, estaban las minas de Nariño, en Barbacoas, Samaniego, Sotomayor y sus alrededores. Precisamente el saqueo de metales preciosos y la explotación de las regiones mineras fue el principal renglón de la economía colonial, y continuó siéndolo del régimen republicano hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XIX. En la mayor parte de esas zonas desde mediados del siglo XVI, prácticamente hizo desaparecer la población nativa, que fue reemplazada por mano de obra negra. Pero también debe destacarse que en la época final de la colonia se daba un escaso comercio interior, interferido por las sublevaciones e incursiones de los indígenas. Esto era complementado por la producción del tabaco, el cacao y las maderas, que no tenían salida al exterior por falta de vías de comunicación. El comercio exterior solamente se componía del oro y los metales preciosos. Los asuntos comerciales fueron el dolor de cabeza del imperio español. Las autoridades portuarias se desmandaron en el cobro de derechos legales e ilegales. Las exacciones se multiplicaron y se volvieron cada vez más odiosas, y el volumen comercial rebajó grandemente entre España y sus colonias. En los decenios iniciales del siglo XVIII se dejaron escuchar públicas protestas, primero en Cartagena y luego en todo el interior del Nuevo Reino. El clamor generalizado de las clases dominantes de las colonias en favor de la libertad de comercio, unido al monstruoso incremento del contrabando, obligó a la metrópoli a morigerar su férrea política comercial. Se llega así a las reformas de 1778 que establecen un nuevo régimen de tierras en las colonias, que termina por abolir la encomienda; un régimen comercial contra el monopolio de Cádiz, con apertura de nuevos puertos al tráfico; y un régimen tributario diferente, que contribuye a que entre mediados y fines de siglo se tripliquen las rentas coloniales de la monarquía. Se produce tal vez un despertar económico en la época. Pero ella también fue acompañada de una onerosa carga fiscal. Esta nueva orientación políticamente dura para los habitantes de América se puso en ejecución sobre todo al entrar España en guerra contra Inglaterra en 1779.Se incrementan allí toda clase de impuestos, como los de alcabala, los diezmos, la renta de aguardiente, el tributo de indios, el almojarifazgo o impuesto de aduana, las medias anatas, el impuesto de la Armada de Barlovento, el de mazomorreo y una serie de impuestos menores. Tales fueron las nuevas y viejas cargas reforzadas que enardecieron los ánimos de 70
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. los granadinos en el último cuarto de siglo del XVII, de tal manera que al estallar la revuelta comunera se calcula que funcionaban 33 impuestos importantes, sin contar recargos y sobretasas. La protesta era de las clases propietarias pero también aglutinó a las masas populares. El régimen colonial había entrado en crisis. Por eso, precedido de intensa propaganda clandestina contra el gobierno colonial, hacia el año 1780, se hizo notar un gran descontento en la Nueva Granada, que desembocaría en la gran rebelión comunera, como se verá más adelante. Y el sentimiento y la actividad en estos movimientos libertarios nunca estuvieron por fuera de este departamento que tratamos de reconstruir en su historia. El régimen Colonial en Nariño entraba también en una etapa crítica. Pero aquí cabe recordar que estas tierras, al igual que en todas partes, pero con características particulares, fueron siempre escenario de rebeldía y de protesta. Lo notable se da cuando, como escribe Eduardo Galeano23, los españoles tenían la vaca, pero eran otros quienes bebían la leche. Los acreedores del reino, en su mayoría extranjeros, vaciaban sistemáticamente el Arca Verde de la Casa de Contratación de Sevilla. 5.1.2 La Rebelión Indígena en el Sur. Ya se lo mencionado pero es necesario recalcarlo. Examinando la historia escrita y la tradición oral del departamento de Nariño, se halla que el denominador común es la resistencia popular, la rebelión. Los pueblos sureños, Pastos, Quillacingas, Abades, Sindaguas, responden con la rebeldía, con la lucha contra el invasor, contra quien ofende sus tierras. Esto se repetirá contra las injusticias coloniales. Todo comenzó con la primera invasión Inca presidida por Auqui Toma(1480), y contra ella se generó la reacción de los indios Pasto, que inician contactos con sus vecinos los Quillacingas, produciéndose la primera gran coalición inter-étnica contra el invasor peruano, impidiendo su dominación, con el surgimiento de los héroes indígenas Capusigra y Tamasagra. A ella le seguirá el segundo intento de dominación Inca al mando de Huayna Cápac, por allá en 1526, con su ejército de orejones, indios Pastos Ecuatorianos, sometidos, a cuya penetración los Pastos Ipialeños oponen resistencia, de tal manera que los invasores solo llegan hasta el Guáitara, en Rumichaca, en el puente natural. El Tahuantisuyo, el imperio del sol, será detenido allí, por un pueblo rebelde, imposible de esclavizar. Cuando logran penetrar a su territorio, una noche, narra la leyenda, los Pastos les preparan un banquete y en medio de la celebración, atacan a los incas matando a sus principales príncipes.
23 GALEANO, Eduardo, Las Venas abiertas de América Latina, Círculo de Lectores.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Luego desde la llegada del español hay rebeldía. Desde allí comienza la feroz conquista hispana, con la insurrección permanente de los pueblos sureños en diversas formas. Este hecho se concretó en 1535, cuando Diego de Tapia remonta el Guáitara, en expedición preliminar, para que luego Pedro de Añasco y Juan de Ampudia, inicien la conquista de las tierras de Pastos, Quillacingas y Mocoas. Los Quillacingas de Sibundoy, Sindamanoy y Magnasoy, asumen una fuerte resistencia que dura tres años, con guerras y retiradas hacia las montañas, para luego volver al ataque. En 1537 sale desde Quito Don Rodrigo de Ocampo para ayudar a conquistar y pacificar la Villa de Pasto. Luego Pedro de Puelles solicitará al Cabildo de Quito "auxilios para la guerra de pacificación de los indios Quillacingas".A finales de ese año, Diego de Tapia, solicita al capitán Sebastián de Belalcázar se envíe a Pasto gente para la guerra. Una vez conquistado el territorio y en pleno auge colonial, ya en los años 15501560, cuando Pasto ya ha adquirido la calidad de Villa, Don Gonzalo Rodríguez, logró extender una red de comunicaciones rebeldes, una especie de servicio secreto de la insurrección, entre Quito, Pasto y Cali. Este acto es causa del ajusticiamiento de este pastuso, denominado el precursor de precursores, quién ve la muerte en la plaza de Rumipamba. Por allá en 1587 se intenta la colonización de la región de los Pastos Ipialeños, y se realiza la fundación española de la ciudad. La rebelión de los aborígenes es la respuesta a la incursión hispana. Por esto los capitanes Primitivo Astorquiza y Francisco Terán, se encargan de pacificar la región. Los líderes rebeldes, a pesar de la denodada lucha, son vencidos, por lo cual emprenden la retirada hacia el Guamuez y por la cordillera hacia Iles y Gualmatán, permaneciendo fuera de la población, sin dejarse "civilizar". En esta época colonial se concretan también las alianzas inter-étnicas, para defenderse de las invasiones y de la dominación hispana. Son el comienzo de una especie de federaciones índígenas y negras, que marcarán con rebeldía la nueva historia de los pueblos sureños. Así en los del Patía, los Sindaguas-Nulpes, Paquinangos y Chapanchicas, se alían con negros cimarrones para defenderse. En El Castigo se conforman los palenques de cimarrones y pardos libres. Por eso, en 1732, la Audiencia de Quito, tratando de apaciguar los movimientos de protesta, realiza ingentes esfuerzos, hasta que en 1745 envía una expedición de pacificación. Una de las más largas resistencias la protagonizan los Sindaguas. Se recuerdan los hechos de 1614, cuando éstos instan a los de Sotomayor a "sublevarse y abandonar a los españoles", en una rebelde campaña contra el vasallaje y la dependencia de los servicios personales. La resistencia Sindagua fua duramente reprimida, sobre todo por Francisco de Prado y Zúñiga en 1635. El peso de la justicia del Rey cae sobre 16 caciques, quienes, luego de ser bautizados, atados 72
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. con una soga al cuello, fueron apaleados hasta la muerte; luego se les cortó la cabeza y empaladas en diversos puntos de las poblaciones. En 1700 se promueven nuevas sublevaciones y alzamientos de indios y mestizos en el Perú, que repercutirán en el sur de Colombia. Son ellos la culminación de protestas y de movimientos contra el régimen fiscal español que acosa a la inmensa población trabajadora de estas tierras. Se había pasado de la resistencia pasiva y de movimientos de intercomunicación de Gonzalo Rodríguez, a nuevos intentos rebeldes. Así en 1778 se acude a los pasquines contra los españoles. En Chinchila, contra la ley de impuestos, se llegan a publicar amenazas contra españoles y blancos. Ya se oyen claramente los gritos contra el mal gobierno, hasta llegar a diversas formas de rebelión. Se llega entonces al ajusticiamiento popular de las autoridades civiles en Catambuco, en 1781 y Túquerres, en 1800; deposición de gobernantes coloniales y asomo de gobiernos comuneros en Tumaco en 1781; las conspiraciones de Cunchila (1778), Males (1784), Pasto (1784), los linchamientos de autoridades como los Peredo en Catambuco (1781) y de los hermanos Rodríguez Clavijo, en Túquerres, hasta llegar al gran movimiento de las masas comuneras. El proceso de federación indígena y mestiza, de hecho parece concretarse, luego del grito de Tupac Amarú, en el alto Perú, con los Comuneros del Sur, un movimiento popular que tiene como protagonistas a Lorenzo Piscal, Francisco Aucu y Manuela Cumbal, en el año 1800. Y ya en los umbrales de la gesta independista, se presenta uno de los últimos procesos de insurrección, cuando el indio Antonio Tandazo Montoya, natural de Loja, en el Ecuador, logra encabezar un movimiento de lucha contra la opresión de los blancos, en 1803, que se hace muy fuerte en la patria vecina, y llega tener eco en los pueblos del actual departamento de Nariño, con respuestas concretas ante todo en Carlosama, Túqueres, Ipiales y Cumbal. La rebeldía permanece, entonces, latente en estas tierras australes. Siempre se respirará en toda la colonia y luego en la formación de la república un hálito de libertad. 5.2 Nariño Entre 1700 Y 1800 El siglo XVII llegaba a su fin, y con el, en América, el dominio del imperio Español. La crisis económica-política, la lucha social entre los diversos estratos; la contradicción entre Españoles, criollos, mestizos, indios y negros, por una parte, y entre el juvenil capitalismo de Inglaterra y Norteamérica, y el anquilosado feudalismo español, en su híbrido colonial, presagiaba y orientaba un cambio revolucionario. Ese cambio se consolidaba en el mundo con el derrumbe feudal en Europa simbolizado por la Revolución Francesa, a la cual le había antecedido la independencia Norteamericana. 73
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En la Nueva Granada y en el sur de Colombia, estos hechos y estas condiciones también se dejaron sentir. 5.2.1 Breve Introducción. El efecto en el sur fue, como todo en su historia, de una particular trascendencia, diferenciable, de tal manera que es necesario enfatizar sobre ciertos aspectos que envolverán a esta tierra en una guerra que se debate entre la independencia, el defender una posición monárquica y el anhelo de una República. El territorio del actual departamento de Nariño, al finalizar el siglo XVII, cuando en el mundo se vivían los estertores del feudalismo y ascenso de la burguesía, había llegado a un desarrollo relativo dentro de lo que le permitía la estructura colonial. Una de sus pruebas radica en el hecho de que ya existía un buen número de poblaciones, claro está que haciendo parte de la denominada Gobernación del Cauca. Es así cómo Dionisio de Alcedo, geógrafo y funcionario colonial de ese siglo, al realizar una descripción de ciudades, villas y pueblos de la gobernación en estas menciona los siguientes que corresponden al actual territorio de Nariño: Ciudades: Pasto y Barbacoas. Pueblos: Túquerres, Guachucal, Cumbal, Ipiales, Pastas, Pupiales, Carlosama, Guaitarilla, Tumaco y Yacuanquer. Pueblos de Indios: Buesaco y Tambo. Pero la realidad era otra. Ya en el paso de la colonia los españoles habían fundado más poblaciones. Realizando una síntesis del proceso, en los finales del siglo XVII y comienzos del XIX, se habían fundado otras poblaciones que es importante destacar. 5.2.2 Síntesis de los municipios siglo XVI – XVIII. Entre los siglos XVI y XVIII, en el actual departamento de Nariño se efectuaron las fundaciones españolas de un gran número de los municipios actuales del mismo. En el cuadro siguiente se hace una breve relación de la ciudad fundada, del año de fundación y del fundador.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Cuadro 2. Fundacion De Las Principales Ciudades
Pasto Aldana Ancuya
AÑO FUNDACIÓN 1539 1728 1544
Barbacoas Buesaco Córdoba Cuspud Cumbal El Tablón El Tambo Funes Guachucal Guaitarilla
1600 1618-1677-1761 1532 1600 1529 1760 1713 1616 1535 1536
CIUDAD
Iles Imués Ipiales La Cruz MallamaPiedrancha Ospina San Pablo Potosí Pupiales Roberto Payán Santa Bárbara Sapuyes Taminango Tumaco Túquerres Yacuanquer
FUNDADOR
1711 1572 1537 1535 1646
Sebastián de Belalcázar José Pastas-Narcisa Quiscualtud Francisco Bravo, Fernando de la Chica, Juan Bocanegra Francisco de la Parada Bartolomé y Martin García Raimundo y Francisca Chapuel Sebastián García Carlosama Cacique Cumbe Lorenzo Gómez Julián Chigua Pbros. Lucas Funes y Miguel Tréllez Cacique Guachalés Sebastián de Belacázar y Francisco Hernández Juan García Tulcanaza Illismán Carlos Quiscualtud Imues Pedro de Puelles Pedro de Añasco y Juan de Ampudia José Arizalla y Mariano Ontañeda
1664 1763 1538 1536 1730 1600 1543 1704-1886 1610 1541 1539
Maria Imues Calcan Miguel Suárez de Bolaños e Isabel Burbano Los Pastos Sebastián de Belalcázar Ignacio Gómez Francisco de la Parada Sebastián de Belalcázar Descend. Quillasingas-Ordenanza Padre Onofre Esteban Miguel de Muñoz Lorenzo de Aldana
Fuente: Archivos municipales. Planeación departamental .
Es importante señalar que la población denominada La Cruz del Mayo es tal vez la primera con fundación española. Su fecha de fundación se ha ubicado en septiembre de 1535, por parte de algunos historiadores. Los fundadores españoles pudieron ser entonces conquistadores enviados por Sebastián de Belalcázar, quienes la erigieron sobre un asentamiento indígena en el norte del departamento, denominado Chincha. 75
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 5.3 El Escenario Social Y Político En la época de finales del siglo XVIII y comienza del XIX, como se ha dicho, se ha consolidado en el Sur una nueva fuerza social, que poco a poco se concretará a su vez en lo político y lo económico. Como explica Nina de Friedeman24, en la época, “se sucedieron cambios que buscaban delimitar el dominio de los grupos minoritarios de españoles, los cuales se manifestaban en el ascenso de criollos que habían conquistado el poder económico, pero que no tenían el político, junto a los mestizos en crecimiento en número y poder que presionaban por gobierno propio. Vino también un relativo agotamiento de la esclavitud que permitió a la población negra dejar los centros mineros y penetrar en el bosque tropical en busca de su propia vida, a tiempo que los indígenas retrocedieron aún más hacia la cabecera de los ríos. Los dueños y administradores de minas emigraron y Barbacoas se precipitó en la decadencia". 5.3.1 Aspectos especiales. En la época se sucedieron cambios que buscaban delimitar el dominio de los grupos minoritarios de españoles, los cuales se manifestaban en el ascenso de criollos que habían conquistado el poder económico, pero que no tenían el político, junto a los mestizos en crecimiento en número y poder que presionaban por gobierno propio. Vino también un relativo agotamiento de la esclavitud que permitió a la población negra dejar los centros mineros y penetrar en el bosque tropical en busca de su propia vida, a tiempo que los indígenas retrocedieron aún más hacia la cabecera de los ríos. Los dueños y administradores de minas emigraron y Barbacoas se precipitó en la decadencia". En términos generales al asomarse la gesta independista, Nariño puede ser esquematizado socialmente así como en un muestreo: Pasto, era un poblado de tercera categoría, lejos de todo el mundo, aristocrática si, pero abandonada de España, la cual no se medía con Quito y Popayán, según descripción que hace acertadamente Sergio Elías Ortiz. Ipiales es un poblado que ha acelerado el fenómeno del mestizaje, lo cual unido a su historia de rebeldía, la convierte en una fuente de insumisión y de apego hacia nuevas ideas. En Túquerres, aunque con menos énfasis, sucede algo parecido. Las dos, sin embargo, no tienen la independencia de la primera. En el norte, La Cruz ha perdido relativa independencia y su relación es más fuerte con el Cauca. La realidad de la Llanura del Pacífico es la de un atraso a·n mayor que la cuenca intermedia, diferenciándose desde entonces, tal vez por la distancia que las separa, de lo que era la costa y lo que representaba la sierra.
24 FRIEDEMAN de, Nina. Minería, descendencia y orfebrería artesanal. Litoral Pacífico Colombiano. Universidad Nacional. Bogotá, 1974. Pág. 65
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pasto era tradicionalmente conservador y católico y con predominio de los blancos y los criollos y el sometimiento callado del indio y mestizo. En la provincia de los Pastos el sometimiento del indígena era menos acentuado y el mestizaje era lo predominante. En Barbacoas, a pesar del poderío del amo español y criollo, el esclavo no aceptaba de buen grado su situación. Los sectores dominados de la sociedad representados por amplios grupos de mestizos, artesanos, mercaderes, comerciantes, campesinos, esclavos, negros, productores directos en tierras y minas. Así mismo se da el sector criollo con limitaciones para el desarrollo de sus actividades económicas, relegados en cierta media del poder político, y las parcialidades indígenas sojuzgadas, tratadas como pueblos vencidos. Los brotes continuos de resistencia indígena y sectores pobres de la sociedad en la colonia, influyeron en la organización política y en la conciencia de su situación, pero más que todo en sus condiciones objetivas de vida en el colonialismo, irrumpieron concretamente entre 1799 y 1800, como se ha visto, en la provincia de los Pastos. Pero ya en Ipiales, en 1796, se produce la insurrección indígena ocasionada por al restitución al cargo de corregidor a Francisco Clavijo, lo mismo que se resalta el asalto al estanco real y la casa real por parte de los pobladores de Tumaco, en noviembre de 1781. En términos generales, la tenencia de la tierra se organizaba alrededor de la encomienda, mientras los indígenas en pequeñas comunidades con territorio delimitado y uso colectivo, presentan un carácter sedentario unos, y semisedentarios, otros, con una estructura productiva agraria de tipo comunitario, con ausencia total de la propiedad individual de la tierra. A pesar de las reglamentaciones mercantilistas coloniales, para la poca una especie de economía informal se solidifica. Así se incrementaban el contrabando y la piratería, con lo cual llegan a Nariño muchas mercancías europeas y aun orientales, como pianos, porcelanas, paños, etc. La vía principal, con centro en Barbacoas, por la cual llegaban era el río Telembí. Es interesante anotar que sobre todo en la provincia de los Pastos, representa una situación particularmente diferente en lo que tiene que ver con la tenencia de la tierra, en relación a Pasto y la zona costera. En esa provincia, a finales del período colonial la tierra se distribuye así: "a) La gran propiedad, representada en las haciendas de los civiles y de la Iglesia. b) La mediana propiedad, en manos de criollos y mestizos. c) La pequeña propiedad, con posesión de gentes mestizas. d) Las tierras de resguardo, explotadas por las comunidades indígenas".
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En Pasto y en Barbacoas la característica, en cambio, eran la gran propiedad y la mediana propiedad, en detrimento de las otras dos formas de tenencia. Pero sobre todas estas connotaciones estaba la crisis del sistema. El estado había llegado al máximo de la explotación, la tributación había tocado límites, y los indígenas, mestizos y criollos no resistían más al "mal gobierno". El ansia de poder político también se había aumentado, al generarse un poder económico en alza entre los criollos y aún entre un grupo importante de mestizos. Desde el sur, pero con cierto apoyo en las demás regiones, las contradicciones políticas, económicas y sociales, internas y con la metrópoli, se iban convirtiendo en movimientos libertarios. 5.3.2 Situación socioeconómica. En los años finales del siglo XVII el actual territorio del departamento de Nariño, administrativamente pertenecía la provincia de Popayán y por ende al virreinato de la Nueva Granada. La relación con Popayán se establece a través del régimen fiscal y el comercio de negros esclavos realizado por un reducido grupo de mineros- esclavistas. Los sectores poderosos económicamente estaban ligados por afinidad y por educación de los hijos. Eclesiásticamente pertenecía al reino de Quito y por lo tanto la relación es tributaria a través del pago de diezmos a la Iglesia. Con el reino existía además una amplia relación comercial y un intercambio cultural que había generado un alto grado de identificación, además de relaciones de consanguinidad y de cultura. La estructura económica se fundamentaba en la explotación minera de Samaniego, Pascual y la provincia de Barbacoas productora de oro por excelencia. Eran importantes también la ganadería y la agricultura sobre todo en las haciendas de Tuquerres, Guaitarilla, Cumbal, Sapuyes, Imués, Calcán y toda la exprovincia de Obando. Las formas de tenencia de la tierra habían superado las tradicionales formas comunitarias para ser dominadas por las privadas, tonel encomienda a la cabeza. Durantes los siglos XVII y XVIII se desarrollan otras formas de apropiación como al compara-venta y le expropiación. La tierra se monopoliza así en manos de terratenientes, mineros, esclavistas y la Iglesia. Se distinguían en la época las grandes propiedades representadas por las haciendas, de las familias de abolengo, dedicadas sobre todo a la cría de ganado; las medianas propiedades ubicada fundamentalmente en las tierras de los Pastos, sobre todo en Ipiales, Guachucal, Cumbal, Sapuyes, Carlosama e Imués, en manos de mestizos y criollos; y las pequeñas distribuida en toda la zona dedicada fundamentalmente a la producción agrícola y explotada por mestizos. 25 25 CHAMORRRO, Dora M.ERASO, Miriam Op. Cit.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En la misma época se destaca la región, sobre todo la provincia de los Pastos, por su intensa actividad comercial. Esta estaba jalonada por la explotación minera que necesitaba no solo de alimentos sino también de textiles, velas, herramientas, tabaco, el cual era traído de Consacá y procesado en Tuquerres y Guaitarilla. Además de presentaba la coyuntura de los mercados de Pasto y Quito que compraba maíz y trigo, ganado vacuno y de yeguas en pie. El mercado de la época se diferenciaba entre el interno entre todas las regiones y el externo con el Ecuador y con Popayán. Existían tiendas comerciales importantes en las principales poblaciones. Las comunicaciones eran precarias. Había pocos caminos y abundaban las trochas construidas sobre las realizadas desde antaño y algunas que venían desde la época de la posible llegada de los incas y su retirada. Según la tradición oral se destacan en la época caminos y trochas para el intercambio comercial entre Tuquerres y Guaitarilla, con dos sendas que seguían el Camino Real que empataban primero con Los Arrayanes, La Esperanza, quebrada del Cucho, hasta llegar al cruce con los caminos que conducían a Ancuya y Santa Bárbara. Luego otra que llegaba al Portachuelo y de allí al Guacal. Así mismo estaban los caminos que seguían hacia el norte, a Popayán, hacia el sur, luego de Tuquerres para entrar al territorio de Quito, y los caminos que legaba a Barbacoas y posteriormente a la costa del Pacífico. Una de las características del comercio de la época era el monopolio que detentaban sobre unas pocas familias descendientes de los primeros encomenderos y de los esclavistas y mineros. Además en la misma concentración de familias residía la recaudación de los tributos. En esa condición los indígenas, los sectores de mestizos, negros y algunos criollos pobres, se ven afectados por tal monopolización y se aumentaban así las grandes contradicciones sociales. Es importante destacar que el predominio comercial lo tenía el “trueque”, lo cual denota el atraso que se mantenía en las relaciones comerciales, cuando en Europa, sobre todo en Inglaterra y los países Bajos e Italia, lo que predominaban eran ya las relaciones monetarias, con el ascenso del capital mercantil. En cuanto al dinero se utilizaba una moneda denominada “patacón” en denominaciones de diez, ocho y seis reales. 5.4 Los Comuneros Del Sur Contra la opresión española, la lucha de los aborígenes en toda América fue casi que permanente. Pero en contra del colonialismo el siglo XVIII fue crucial. En 79
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. esta época se produjeron una serie de levantamientos de todos los grupos sociales, pero sobre todo de la población indígena. 5.4.1 Introducción. Como se acaba de plantear el siglo XVIII fue crítico para el colonialismo español, en el continente americano. Así, en 1740, en Lima se crea una Junta Revolucionaria que llama al inca Felipe y envía un emisario hacia la Nueva Granada y Venezuela tratando de organizar juntas revolucionarias. En 1742, Juan Santos Atahualpa se rebela y se toma la provincia de Tarma y Jampa, en un movimiento que dura hasta 1761, en la llamada Provincia de la Montaña. En 1750 se produce otra rebelión que es traicionada al parecer por un sacerdote. En 1761 se da el movimiento rebelde del indio Jacinto Canek, mientras en Quito en 1765, Eugenio Espejo planeaba un levantamiento sistemático de todas las capitales de los virreinatos. Pero el gran levantamiento, planificado y organizado y de gran trascendencia, fue el del inca José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amarú, en Tinta en 1780. Todo empezó con la consigna del jefe indígena que ordenó a todos los caciques no pagar impuestos y arrestar a los corregidores y Úl, personalmente, dirigió la detención del corregidor Antonio de Arriaga. El gran movimiento se regó como pólvora y utilizando los mensajeros incas, los chasquis, se conoció en toda América, y por eso llegó a la Nueva Granada, empezando primero en la provincia de los Pastos. El mensaje rebelde tuvo eco y en toda América se respiraba rebelión, y esto sucedió también en el sur de Colombia, como lo hizo en El Socorro, en Vélez y en Santafé de Bogotá. Se había generado asÝ el movimiento de los comuneros, y con ellos empezaba el comienzo del fin del imperio español, que había llegado al colmo de la explotación y la tributación exagerada. 5.4.2 Los Comuneros y los Clavijo. Nariño fue también escenario de rebelión en lo que la historia debe conocerse como los Comuneros del Sur. En la villa de Pasto, el pueblo se subleva contra el estado opresor, representado por el visitador Ignacio Peredo, en 1781. El visitador se ve obligado a huir ante el ataque de la turba refugiándose en el Colegio de la Compañía y luego trata de escapar hacia Ipiales por el camino a Catambuco. Pero los indios sublevados lo descubren y persiguen y acosado por los rebeldes, trata de esconderse, pero el indio Naspirán lo alcanza y lo remata de un puyazo. En el mismo año, en Tumaco, el negro Vicente de la Cruz encabeza una insurrección contra el "mal gobierno" en otra epopeya precursora de la independencia. Se 80
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. cuenta también que en esta ocasión Juan Bautista Vallejo, otro rebelde, incluso llegó a encadenar al Teniente de Gobernador. En 1796 los indígenas de Ipiales se insurreccionaron contra el contador Francisco Rodríguez Clavijo en otra acción rebelde del sur. El ánimo rebelde, tal vez oxigenado por los mensajes llegados de Tinta en el Perú, se agiganta y sobre todo en la provincia de los Pastos, la revuelta se generaliza. El exceso de impuestos y la entrega al poder civil de los diezmos, según determinaciones de Carlos V, generó un nuevo elemento de explotación y de abuso por parte de las autoridades, convirtiéndose en la coyuntura para las rebeliones. Para ello se contó con un proceso de planeación, organización y comunicación, en una unidad de indígenas, mestizos y esclavos, y que se materializó en los mensajes de los chasquis o correos indígenas, que desde el sur del continente llegaron también a estas tierras, con su mensaje rebelde. El movimiento comunero en estas tierras del sur puede ser narrado en dos grandes actos. Uno de ellos se refiere a lo sucedido en las tierras andinas, en el suelo de los Pastos, y el otro a lo que se dio en la costa, más específicamente en Tumaco. La chispa que encendió la hoguera de la rebelión, fue la orden del Provisor del Obispo de leer en la misa dominical el decreto de rendimiento, por el cual se ordenaba el pago de diezmos que no se venía pagando entre los Pastos ni tampoco en Pasto. El domingo 11 de mayo de 1800 en Guaitarilla el cura Bernardo Eraso recibe la visita de don Atanasio Rodríguez Clavijo, hermano de Francisco Rodríguez Clavijo, corregidor de la provincia de los Pastos (Ipiales - Túquerres - Guaitarilla, etc.), quien le ordena leer el rendimiento. El sacerdote cumple con la orden, recibiendo como respuesta una gran rechifla y, como afirma Germán Arciniegas, en un caso insólito en la América Española, católica, los indios Manuela Cumbal y Francisca Auc·, en pleno templo, le arrebatan el papel y lo rompen, mientras la masa popular se toma la plaza al grito de ¡VIVA MANUELA! ¡VIVA FRANCISCA! ¡MUERA EL REY! ¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD!. Don Atanasio, asustado, se escuda tras el cura Bernardo y logra así huir hasta Túquerres, donde le cuenta a su hermano lo sucedido. Francisco, conocido por sus arbitrariedades, el lunes 12 envía al cacique Pablo Díaz de Salvador Armaza a calmar los ánimos y ordena aprehender a las dos indias rebeldes, Cumbal y Aucu, lo cual en efecto se cumplió.26
26 PEREZ SILVA, Vicente. Insurrección indígena de la Provincia de los Pastos. Ensayo histórico. Bogotá, 1980.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Don Atanasio, asustado, se escuda tras el cura Bernardo y logra así huir hasta Túquerres, donde le cuenta a su hermano lo sucedido. Francisco, conocido por sus arbitrariedades, el lunes 12 envía al cacique Pablo Díaz de Salvador Armaza a calmar los ánimos y ordena aprehender a las dos indias rebeldes, Cumbal y Aucu, lo cual en efecto se cumplió. El 18 de mayo, aniversario del sacrificio de Tupac Amar·, el cura Eraso en la misa dominical, vuelve a leer el rendimiento, pero el pueblo se enfurece y se rebela dando a los hermanos Clavijo, representantes directos de la explotación. La revuelta crece y se agiganta extendiéndose a toda la provincia. El 19 en horas de la mañana marchan con destino a Túquerres más de 300 personas y allí con gentes llegadas de otras partes, se dividen en dos grupos, uno que se dirige a la fábrica de aguardiente donde se encuentran los Clavijo y otro va a la casa del cura Ramón Ordóñez. Siendo las 8 de la noche, cuando la revuelta llega a las puertas de la fábrica, también lo hace don Francisco Sarasti y Ante, administrador de tributos de los Pastos, y gran líder entre los ipialeños, quien propone una mediación y logra calmar los ánimos. Pero en ese momento llega el segundo grupo rebelde, a la cabeza del cual iba el indígena Lorenzo Piscal, y el movimiento vuelve a hacerse ingobernable. Los Clavijos temerosos, tienen que huir y se refugian en la iglesia acompañados de siete u ocho individuos que lograron armar para defenderse. El cura Ordóñez tratando de calmar a los rebeldes salió con el, pero o sirvió de nada. Los indígenas penetraron a la iglesia y localizaron escondidos en el camarín de Nuestra Señora a los Clavijo, y con lanzas y puyas les dan muerte, arrastrando luego sus cadáveres hasta la plaza, donde despedazan furiosos lo que queda de los hermanos. Al otro día prenden fuego a la casa de la estanquillera Margarita Figueroa y del maestro sacador de aguardiente Raimundo Argoty, y fueron a las casas del Estanco de pólvora y tabaco, echando agua a la primera y prendiendo la otra. En Colimba, entre tanto, los rebeldes queman las casas del Teniente y en el Guavo la casa del estanquillero. La rebelión continúa en todas partes y solo al tercer día se van calmando las cosas. Es el momento en que el gobierno colonial toma el asunto en sus manos y el movimiento al final es vencido. El levantamiento popular contra los Clavijo, que fue de la misma índole de los Comuneros, no podía quedar sin castigo y en efecto lo fue. Los cabecillas incas, Piscal y Carlosama fueron descuartizados, puestas sus cabezas en picas, mientras las indias Manuela Cumbal y Francisca Aucú se pierden en el olvido de la historia. 82
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Las páginas amarillas de los archivos han dejado algunos nombres de esos comuneros, de esos valientes, que tras la pantalla de una revuelta contra los Clavijo, encabezaron y lograron iniciar un movimiento con carácter político, con lineamientos nacionalistas. Entre esos nombres se deben recordar los de Julián Carlosama, Ramón Cucas Romo, Marcelo Ramírez, Jerónimo Cruz, Manuel Yacuarán, Francisco Naspucil, Sebastián Sapuyes, Pedro Isacas, Calixto Calpa, Manuel Chipud, Mariano Pastás, Mariano Colimba, Manuel Caliacamag, Atanasio Piarpuzán, Manuel Santander, JosÚ Betancourth, Pedro Valenzuela, Juan Cuaspud, Antonio Tilac, Pablo Arpas, Manuel Telial, Juan Criollo, Baltazar Tutistar, Bernardo Bacca y Mariano Cerón. Al hacer énfasis en los movimientos comuneros del sur a finales del siglo XVIII es importante recalcar sobre una de sus causas motivadoras. El antecedente externo que desencadenó el conjunto de protestas que se dieron en América colonial en las postrimerías del 1700 se debió a al estrategia adelantada por las autoridades españolas para obtener un mayor control político, lograr mayores recursos económicos y aumentar el control de la burocracia demasiado cercana a los poderes locales. Esta política fue conocida como la las “reformas borbónicas”. Internamente, en cada región, como en el sur, los “comuneros”, en general protestaban por el comportamiento exagerado e injusto de cada autoridad local, sobre todo de aquellas encargadas de la recaudación de impuestos y control a los estancos. 5.4.3 El movimiento comunero de Pasto. En Tumaco, a pesar de que se ha difundido muy poco esta realidad, también hubo un movimiento del tipo comunero. El principal antecedente inmediato de esa rebelión estuvo a cargo del teniente gobernador Modesto Ramón Gómez entre 1778 y 1779. En su comportamiento hubo varios elementos que vale la pena destacar. Por una parte hubo un enfrentamiento entre Gómez y el cura de la isla Vicente Medrano, a quién acusó ante el gobierno eclesiástico de Quito de vivir “amancebado” con la forastera Juana Guijarro. Por otro lado estableció los estancos de aguardiente y tabaco, que significó prohibir los cultivos de tabaco y caña de azúcar y la destilación de aguardiente, medidas que afectaron a toda la población. En tercer término se constituyó enana especie de fiscal moral y se dedicó a perseguir a los amancebados, vagos y a los demás que “no llevaran una vida honrosa”.27 27 DIAZ DEL CASTILLO, Idelfonso. Los comuneros de Tumaco. En: boletín de Estudios Históricos, números 6, 7, 8. pasto, 1928.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El movimiento comunero de 1781 que se llevó a cabo en Pasto, Tumaco y Barbacoas, perteneciente esta última a la Provincia de los Pastos, a pesar de su importancia, no tuvo la atención de las autoridades superiores del Virreinato porque los esfuerzos y preocupaciones estaban centrados en el movimiento comunero del Socorro, de ahí que la documentación sea escasa. Así, en los documentos del Arzobispo-virrey Caballero y Góngora, a quien le tocó la tarea de acallar y someter a los alzados, alternando la religión y la política, cuando se refiere a los levantamientos del Sur de la Nueva Granada (Pasto, Tumaco y Barbacoas) los describe pasajeramente. El virrey Manuel Antonio Flores, ocupado como estaba en resguardar a Cartagena, apenas si contestó las cartas del cabildo de Pasto que presagiaban "un posible levantamiento de los indios” El movimiento comunero de Pasto, Tumaco y Barbacoas no fue un levantamiento aislado y parroquial, importante sólo para un escenario regional; al contrario, fue un capítulo, en todo ese portentoso movimiento popular, que se efectuó en la Nueva Granada y que, aunque distante de los centros neurálgicos, reflejó también en aquellos rincones la aguda crisis en que se debatía el andamiaje colonial. En Pasto y su provincia, se inician los primeros brotes de descontento del nuevo Reino de Granada, pues en el año de 1778 en Cunchilla, población de la provincia de los Pastos, se fijaron pasquines en la casa del español Miguel González del Palacio donde se amenazaba con dar muerte a españoles y blancos de toda la provincia. Jacinto Paz, en diciembre de ese año, remitió al cabildo de Pasto y al gobernador Pedro Becaria y Espinosa una copia del pasquín que decía: "Viva Dios y María Santísima, viva y viva el rey de España, muera el mal gobierno, muera y quien pretenda poner en la provincia estos pechos será razón el que muera, sin tener apelación, ni tener quien lo defienda, a un enemigo traidor razón será el que muera, y con esta advertencia, no prosigan con su tema, porque vive la provincia toda puesta en centinela de defender su derecho”. 28 Si bien nada sucedió aquel año, esa manifestación era una clara advertencia de lo que podía ocurrir y de lo que eran capaces, los indígenas de Pasto como lo demostraron tres años más tarde. El gobernador Becaria pidió instrucciones al virrey Flores: "Por la copia que acompaño, vendrá V. E. en conocimiento de los recelos con que hallan las de la ciudad de Pasto y provincia de Barbacoas, y deseando en cumplimiento de mi obligación y de la lealtad que profeso a nuestro soberano tener, por si llegase el caso (que Dios no permita _sic—) de alguna rebelión hallarme con las instrucciones necesarias con que debo proceder en el particular sin apartarme de las que por mi 28 SAÑUDO, Rafael: “La colonia bajo la casa de Borbón, Tercera parte, Cap. III.p. 63-64
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. empleo me corresponde expedir lo hago presente a V. E. para que me las comunique y poder usar de ellas en cualquier evento... " Enterado el virrey Flores, por la comunicación del cabildo y del gobernador Becaria, comunicó el 26 de junio del mismo año las instrucciones para evitar "la insolencia contra las rentas y lograr la subordinación". Pero antes de hablar sobre las instrucciones del virrey, veamos los hechos. Las medidas fiscales impuestas en el Nuevo Reino de Granada por el Visitador Gutiérrez de Piñeres, encaminadas a incrementar el real erario, fueron comunicadas a Pasto y se dispuso el establecimiento de los estancos de tabaco, naipes y aguardiente de caña que suscitaron la protesta sureña de 1781, pues el tabaco y el aguardiente se producían libremente hasta ese entonces. Para imponerlos en Pasto, el gobernador de Popayán Becaria y Espinosa envió al Dr. Jose Ignacio Peredo, que era teniente general en la gobernación, en calidad de comisionado oficial. "En el desempeño de su comisión, Peredo se trasladó a Pasto y a mediados de junio inició su labor. Quiso entenderse primero con las autoridades del cabildo para hacer más fácil el desempeño de su misión, pero aunque los ediles no rechazaron de plano lo del estancamiento, ni podían hacerlo, porque se entendía el estanco como orden emanada de S. M., no le pusieron mucho entusiasmo a la implantación de la medida y trataron de disuadirlo en su empeño", por cuanto consideraron que era difícil hacerlo efectivo ya que habían sondeado el ambiente y sospechaban un levantamiento. Peredo, funcionario que no tuvo en cuenta tas funestas consecuencias del movimiento del Socorro, ni supo asimilar las experiencias, desoyó las sugerencias y entró en contradicción con el Cabildo. Por su propia cuenta publicó un bando el 21 de Junio e inmediatamente se produjo la protesta colectiva. "El motín, en que el grueso de manifestantes lo componían los indios, iba creciendo por momentos, en forma cada vez más amenazante, frente al vetusto edificio (antiguo colegio de la Compañía de Jesús), en actitud de asaltar el refugio del Dr. Peredo para echarlo de la ciudad, según era el grito de los tumultuarios que entre tanto habían prendido fuego al edificio, sin que la pequeña escolta pudiera hacer nada por defender al cuidado pues fue literalmente arrollada por la plebe, los vecinos protegerlo, ya que todos de miedo cerraron sus puertas, ni las autoridades de la ciudad fueron capaces de hacer valer su prestigio para libertarlo, porque nadie entendía a nadie y la multitud enfurecida nada respetaba"29. Peredo trató de huir por los caminos del sur de Pasto y en el sitio denominado Catambuco los indígenas le dieron una muerte violenta. El cabildo dio cuenta al 29 ORTIZ, Sergio Elías, “Agustin Agualongo y su tiempo” Academia Colombiana de Historia, Biblioteca Eduardo Santos, Vol. V,
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. gobernador de esta situación en carta del 10 de julio: "Participamos a Ud. que viéndonos amenazados de los indios que pedían a gritos la no implantación del estanco de aguardiente. . . recurrimos al arbitrio de la suavidad valiéndonos de la promulgación de algunos bandos y de la exhortación que empezó en público el alférez real y continuaron en sermones misionales que dijeron al párroco y regulares de esta ciudad en las rogativas públicas que se han hecho a Dios nuestro señor, a su santísima madre y a los santos. Así parecía que se había logrado alguna tranquilidad igualmente que con las patrullas de gentes armadas que se continuaron algunas noches. Pero todo lo juzgamos apariencia, pues apenas se empezó a rugir aquí que venía tropa de Quito, cuando avivó de nuevo el alboroto y los brutales indios haciendo convocatoria de los pueblos han estado acechando y guardando los caminos. V. S. considere el estado en que nos hallamos amenazados todos los días y a toda la ciudad. . . Esperamos que Ud. nos contesté en el punto del tabaco que avisamos haber sido uno de los motivos de la conmoción, pero por el silencio de Ud., nos es forzoso recurrir al superior gobierno en una materia que nos tiene llenos de cuidado… El virrey, escarmentado con los comuneros del Socorro con quienes habla tenido que celebrar capitulaciones, hizo saber por conducto del gobernador, el 26 de junio, que la junta general de Santa Fe, había ordenado un beneficio para que se publique mediante bando. Se advertía al público que el aguardiente y el tabaco se debía vender al precio de antes del referido aumento, que no se debía cobrar impuesto de armada de barlovento y que de la alcabala sólo debía cobrarse el dos por ciento, como antes. Esta medida tranquilizó los ánimos, se dispersaron los alzados y se "apagaron los recelos", concluyendo este episodio que costó la vida del celoso funcionario Peredo. El crimen quedó impune, por cuanto el indio de apellido Naspirán, que dio muerte a Peredo, había huido. La participación masiva de las gentes impidió llevar adelante el proceso, "excepto el seguido contra el indio Naspirán", a quien acusaron algunos de haber corrido detrás del Dr. Peredo hasta un sitio llamado "la Cruz de Catambuco" y haberlo ultimado allí con una púa. Pero el reo había profugado, según asentaron en el expediente y allí paró la investigación". 5.4.4 Los Comuneros de Tumaco. En Tumaco, a pesar de que se ha difundido muy poco esta realidad, también hubo un movimiento del tipo comunero. El principal antecedente inmediato de esa rebelión estuvo a cargo del teniente gobernador Modesto Ramón Gómez entre 1778 y 1779. En su comportamiento hubo varios elementos que vale la pena destacar. Por una parte hubo un enfrentamiento entre Gómez y el cura de la isla Vicente Medrano, a quién acusó ante el gobierno eclesiástico de Quito de vivir “amancebado” con la forastera Juana Guijarro. Por otro lado estableció los estancos 86
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. de aguardiente y tabaco, que significó prohibir los cultivos de tabaco y caña de azúcar y la destilación de aguardiente, medidas que afectaron a toda la población. En tercer término se constituyó enana especie de fiscal moral y se dedicó a perseguir a los amancebados, vagos y a los demás que “no llevaran una vida honrosa”.30 En esas condiciones, a pesar de que se había granjeado la animadversión de sus gobernados, en 1799 se postuló nuevamente como teniente gobernador de la isla de Tumaco y toda su jurisdicción. Esta solicitud despertó una gran polémica, sobre todo cuando en la metrópoli fue aceptada debido a las capacidades que en virtud a ella había demostrado. Algunos de sus amigos la respaldaron, pero muchos dirigentes populares la rechazaron, haciendo llegar inclusive misivas en las que lo acusaban de diversas actuaciones oscuras. A eso se sumó la oposición del sacerdote Medrano. Sin embargo, entre 1780 y 1781, Gómez cumplió con sus deberes y fue el representante de las reales armas de Tumaco. Claro está que si a Gómez no le fue fácil demostrar idoneidad para ocupar el cargo de teniente, menos sencillo le resultó adelantar su gestión a lo largo de esos meses, en medio de acusaciones en su contra y la polémica en torno a su gestión. Pero así y todo conservó el poder y recaudó los tributos. Pero llegó el 7 de noviembre de 1781, en el cual se concretó una rebelión de tipo popular que se venía gestando desde hacía unas semanas atrás. Ese día, en la isla de Tumaco, la rebelión estalló como en un polvorín. La plebe enardecida, enfurecida contra el gobierno, penetró en las casa de las administraciones de trabajo, aguardiente y alcabala, y se apoderaron de las armas de fuego y de los géneros que allí había. Asaltaron la cárcel, dieron libertad a todos los presos y destrozaron el cepo. Luego se dirigieron hacia la casa de gobierno y a los gritos de: ¡Muera el Mal Gobierno! enfrentaron al teniente de gobernador Modesto Ramón Gómez, y arrebatándole el bastón del mando lo quitaron de su cargo. Dirige la revuelta un negro liberto, palenquero y fuerte, llamado Juan Vicente de La Cruz. Juan Vicente sabe de los movimientos libertarios del sur. Ha escuchado a los chasquis enviados por Tupac Amarú y como esclavo liberto ama la libertad. También sabe de las andanzas de Don Modesto. No puede ser posible que con el empleo que tiene, de la noche a la mañana sea un gran terrateniente, un hombre rico. Tiene un platanal de tres mil matas; doce vacas y doscientos marranos, mientras su mujer luce grandes alhajas y joyas. Esa riqueza tuvo que salir del 30 DIAZ DEL CASTILLO, Idelfonso. Los comuneros de Tumaco. En: boletín de Estudios Históricos, números 6, 7, 8. pasto, 1928
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. pueblo. Y por eso convence a su gente que la ley que impide que no puedan tener tres matas de tabaco ni una tabla de caña, que impone el estanco para aguardiente no puede ser más injusta. Perseguido por la muchedumbre, don Modesto, ya sin mando, se refugia en la Iglesia y manda a su mujer que prepare lo más importante para huir. Mientras tanto, en Tumaco todo es fiesta. Los rebeldes dominan y son dueños de la situación. En reemplazo de Don Modesto, han nombrado a don Josef Vallejo. La libertad parece asomarse a ese sitio de esclavitud, de opresión y de miseria. Los esclavos sueñan con el rompimiento de sus cadenas. A Quito y Popayán llegan las noticias del levantamiento y se imparte las órdenes para someter la rebelión. Pero nadie se atreve a llegar hasta Tumaco." los golillas disponen expediciones de pacificación, pero sus palabras se enredan en la enmarañada selva del Pacífico. Y el miedo de Don Modesto se propaga a los vecinos de Barbacoas e Iscuandé. Se manda al capitán Díaz del Castillo, de las milicias de Barbacoas, pase a Tumaco, pero el valiente capitán se demora, vacila y no adelanta.", narra Germán Arciniegas. La rebelión comunera en Tumaco dura mucho más que otras. Los rebeldes mantienen el dominio del territorio durante casi un año, convirtiéndolo en gran palenque, en un centro de libertad. Con premonitoria empresa se propugna por la libertad de los oficios, por la libertad de producción, sobre todo de la caña y el tabaco, amén de la de comerciar y de las propias libertades individuales. Aunque no lo parezca, aun en nombre del rey pero contra el mal gobierno, adelantándose a los gritos de independencia de Quito y Santafé, se habla de autonomía. Inclusive se llega a tratar de negociar al respecto. Así los dirigentes de la revuelta escriben al Virrey diciendo que:"...si, la corona quiere dinero gustosos contribuiremos todos con voluntarios óbolos, pero no con un estanco, que ni deja beneficio, ni permite al tumaqueño vivir en libertad". La corona no puede contra el movimiento y acepta negociar. Trata de convencer por medio de su gobierno en la colonia y en vez de la fuerza busca utilizar la prudencia. Nombra a Juan González García como regidor perpetuo y juez comisionado para la pacificación, teniendo como instrumentos de conversación el indulto y garantías para los que vuelvan a ser leales. Llega el nuevo regidor y actúa con inteligencia, observando la gran influencia que ejerce el negro Juan Vicente, y tratando de impedir los desmanes. Así dice,"mando que ninguna persona blasfeme ni jure por el nombre de Dios, ni de su Santísima Madre, ni de los demás santos, ni cometan escándalos, ni pecados públicos, pena de ser castigados con todo el rigor del derecho".
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Se llega a la negociación y la pacificación se lleva a cabo, quedando únicamente fuera de la transacción los caseríos de Palma Real, La Tola, Río Santiago y Baquería, movidos por los curas del lugar, antirealistas y parece ser que de origen nariñense .Ni las amenazas de separar esos pueblos de la jurisdicción eclesiástica de Tumaco para pasarla a Ibarra, desaniman a los revoltosos. Pero, poco a poco, el gobierno realista va ganando la batalla, y ofreciendo el perdón logra que los rebeldes, en su mayoría se acojan a las propuestas. Se acaba la rebelión. Y cuando todo queda en manos de García, nuevamente, como en todas partes, y como sucederá en Santafé Los Comuneros de Tumaco serán traicionados. Una vez dueños de la situación, los realistas se olvidan de las promesas y comienza la persecución. Se somete a juicio a los dirigentes quines son, según el informe de Modesto Gómez los siguientes, que hoy se rescatan del reino del olvido:"Vicente de la Cruz negro liberto, Ignacio Sudario, Baltazar y Andrés Quintero, Simón Arias, Eugenio y Domingo Vallejos, Teodoro Prado, correo convocante a la sublevación, Juan Agustín Salazar, Francisco Castillo, Ascensio Ortega, Casiano Portocarrero, convocante del tumulto, Manuel de la Cruz, Bernardo Alarcón, Tomas Ceballos Sudario, Eusebio Peña, Críspulo Sudario y Juan Bautista Vallejo, capitán del tumulto". La mayoría de los nombrados, junto a otros que la historia no recuerda, son castigados. El negro liberto Juan Vicente de La Cruz, principal dirigente del movimiento, fue puesto preso a finales de 1782 y conducido a Popayán, donde se le juzgó y confinó a las fábricas de Cartagena. Allí, como es la constante de la crónica del sur, se pierden sus pasos. Terminaba de esa manera la gesta menos difundida de las que se dieron en estas tierras australes, pero permanecen para la eternidad la valentía y la talla que debería imitarse siempre, la de Los Comuneros de Tumaco. 5.5 Los Albores De La Independencia Luego de los sucesos europeos de la revolución francesa y de la independencia norteamericana a finales del siglo XVIII, en la América hispana se generó un sentimiento independista de tipo burgués. La emancipación de América Latina, proceso político y militar que, desde 1808 hasta 1826, afectó a la casi totalidad de los territorios americanos gobernados por España, cuyo resultado fue la separación respecto de ésta de la inmensa mayoría de las divisiones administrativas de carácter colonial que habían estado bajo el dominio de los monarcas españoles desde finales del siglo XV y el acceso a la independencia de gran parte de los estados de Latinoamérica, tuvo sus albores.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En el sur de Colombia, como efecto del sucedido en Quito y luego en Santafé, las situaciones se transformarían en especiales 5.5.1 La antesala emancipadora del Sur. A partir de 1781, luego de los movimientos comuneros se dieron años de relativa paz, aunque en verdad la situación era solo un caldo de cultivo para los movimientos emancipadores que habrían de venir. Pero es a partir de los primeros años del nuevo siglo, cuando se gesta lo que será la emancipación americana. En este período de tiempo, de la alborada independista, se cohesionan las causas lejanas y cercanas, internas y externas, que habrían de conducir a los diversos movimientos liberacionistas. En muchas ocasiones, se han querido ver los antecedentes de la independencia hispanoamericana en las insurrecciones indígenas del siglo XVIII, como las de los comuneros de Paraguay (1717-1735) y Nueva Granada (1781) y la de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru) en el Perú (1780-1781), o incluso en las guerras civiles que asolaron el territorio peruano en el siglo XVI. Desde el siglo XIX, las causas de la independencia se han venido presentando divididas en dos grupos: causas internas de carácter negativo y causas externas de carácter positivo. Pueden ser consideradas como causas internas aquéllas que se originaron en el interior de la sociedad hispanoamericana como resultado de su propio desarrollo histórico, y se caracterizan por destacar algunos aspectos negativos de la acción colonizadora española. Uno de los aspectos de índole interno se puede hallar en lo legislativo. Las leyes españolas no diferenciaban entre los españoles peninsulares y americanos, por lo que el problema se planteaba, igual que en España, entre los naturales de una región, provincia o reino que aspiraban a ocupar los puestos de la administración en su tierra y los que provenían de otras zonas, ocupaban los cargos y desplazaban a los naturales, generalmente por residir en la corte o tener valedores en ella. En cuanto al sistema económico, su influencia se vio disminuida por el incumplimiento sistemático de la normativa, el contrabando y la escasa capacidad industrial de los territorios americanos. Más bien fueron las medidas económicas de carácter liberal que venían implantándose desde el siglo XVIII las que estimularon en la burguesía criolla un creciente deseo de libertad mercantil. Pueden ser consideradas como causas externas aquellas que actuaron sobre el proceso independentista desde fuera de los dominios imperiales españoles, en especial desde Europa y Estados Unidos. Algunas de estas causas, como la Declaración de Independencia estadounidense o la Revolución Francesa, cuya influencia en la historia mundial es evidente, actuaron más como modelos que como causas directas del proceso. 90
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Por encima de todas estas posibles causas, la independencia americana se vio favorecida por la coyuntura política, bélica e ideológica por la que atravesó España. La supresión de la dinastía de Borbón y la invasión de la península Ibérica por las tropas de Napoleón I Bonaparte, que dieron origen a la guerra de la Independencia española (1808-1814), posibilitaron la aparición de juntas que se constituyeron en las principales ciudades americanas. Las juntas empezaron, en general, reconociendo la autoridad real en la persona de Fernando VII, pero propiciaron el comienzo del proceso independentista. Las Cortes de Cádiz y la Constitución liberal de 1812 dieron paso al restablecimiento de la autoridad española en la mayoría de las regiones peninsulares (creación de la Junta Central, en septiembre de 1808) y a la moderación en las actuaciones de los independentistas más radicales, al abrirse camino las posibilidades de un nuevo régimen en España que conllevara una nueva organización política, social y económica de los territorios americanos. 5.5.2 El panorama cercano al sur. En los acontecimientos del sur Colombia acerca de la independencia, sobre todo los del actual departamento de Nariño, la gran influencia surgió desde afuera, empezando por el Alto Perú, para luego recibir todo el influjo de los procesos del norte de la nación, en la Nueva Granada. El Alto Perú, que pertenecía hasta entonces a la jurisdicción sobre la que establecía su dominio el virreinato de la Plata, protagonizó los primeros movimientos de carácter independentista. Así, la primera Junta que rompió abiertamente con las autoridades españolas fue la de Chuquisaca (actual Sucre, en Bolivia), cuando el 25 de mayo de 1809 un triunvirato formado por Bernardo de Monteagudo, Jaime de Zudáñez y por Lemoine apresó al presidente de la audiencia, García Pizarro. Fue secundada por la Junta de La Paz, que se constituyó el 16 de julio de 1809 con Pedro Domingo Murillo como presidente, pero que fue reducida pronto por los realistas al mando del general José Manuel de Goyeneche, quien mandó ejecutar a Murillo el 10 de enero de 1810. Los dirigentes de la Junta de Buenos Aires enviaron al Alto Perú al general Antonio González Balcarce, que venció a los realistas en Suipacha el 7 de noviembre de 1810 y obligó a Goyeneche a solicitar un armisticio. Reanudadas las hostilidades en 1811, Goyeneche venció en la batalla de Guaqui y envió a Juan Pío de Tristán y Moscoso al Río de la Plata, pero las victorias de José de San Martín en San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813 y de Belgrano en Tucumán (septiembre de 1812) y Salta (febrero de 1813) consolidaron la independencia rioplatense. Parecido final al de la Junta de La Paz tuvo la que se constituyó en Quito el 10 de agosto de 1809 con Juan Pío de Montúfar, marqués de Selva Alegre, al frente. Los juntistas pactaron con la audiencia, pero no lograron el apoyo de Guayaquil, Cuenca y Pasto, por lo que no tardaron en ser reducidos por los realistas. Una nueva Junta, dirigida por Ruiz del Castillo, se creó el 22 de septiembre de 1809. El 11 de octubre de 1810 se proclamó la independencia de Ecuador, pero en 1812 el 91
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. virrey del Perú José Fernando Abascal y Sousa volvió a controlar toda la región, incorporando a su jurisdicción los territorios correspondientes al Alto Perú, después de haber evitado que se adhirieran al proceso emancipador rioplatense. En estos procesos, sin embargo, para lo que es hoy el departamento de Nariño, fueron fundamentales los acontecimientos que se dieron en Quito. En la Nueva Granada, en el área de lo que habría de convertirse en Colombia, la Junta de Santafé de Bogotá depuso al virrey Antonio Amar y Borbón el 20 de julio de 1810, siendo secundada por las juntas de Cartagena, Pamplona y Socorro, pero no por las ciudades de Panamá y Santa Marta. Camilo Torres y José Acevedo Gómez vencieron en Bajo Palacé al gobernador de Popayán y, en diciembre del mismo año, se reunió el I Congreso en Cundinamarca, donde se declaró la independencia de la república que abría de llamarse desde el año siguiente Provincias Unidas de Nueva Granada. En abril de 1811, fue nombrado presidente Jorge Tadeo Lozano, al que sucedió Antonio Nariño en octubre del mismo año. El país se dividió pronto en dos bandos opuestos: los federalistas, dirigidos por Camilo Torres, y los unionistas, con el propio Nariño al frente. Pero esto es tema de posteriores relatos. Por eso con esta visión general, volvamos a nuestras tierras 5.6 El Sur Entre 1800 Y 1809 El movimiento comunero en el sur, como en toda la Nueva Granada, fue un brote revolucionario que chocaba contra el régimen colonial en sus momentos más críticos de descomposición. Sobre la sangre y las penas de los rebeldes condenados, se había construido la base de lo que iba a ser la revolución burguesa. Hay que aportar a la historia que el castigo a los líderes fue cruel. Cucas Remo y Carlosama, sacrificados. Lorenzo Piscal, Mariano Cerón, Baltazar Tutistar, Bernardo Bacca y José Betancourth, condenados a la horca; Jerónimo Cruz, Manuel Santander y Pedro Valenzuela, desterrados; Paula Flórez, Liberata Morangal, Josefa Bolaños, Fulgencio Chaucanés y Juana Rivadeneira, a cien azotes y destierro; Manuela Cumbal a cien azotes y a barrer la iglesia de Yacuanquer; también fueron condenados como perjuros los hermanos Francisco y Agustín Sarasti. Pero la chispa de la libertad había encendido la hoguera y el nuevo siglo traía consigo la nueva fuerza de la rebeldía, que aunque lenta, también se impondría el sur. 5.6.1 El ambiente del comienzo de siglo. Las regiones australes de Colombia una vez sofocados los ecos de la rebelión de Túquerres y Guaitarilla 92
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. reiniciaban su tradicional forma de vivir, dentro de la misma tranquilidad en que se la venía haciendo. Se pasaba entonces a una vida parroquial, sosegada, de economía natural de autoabastecimiento. Aislada por los accidentes geográficos, sin vías de comunicación, con un comercio restringido de los productos agrícolas, únicos en el país, pese a la calidad sus tierras, y de la laboriosidad de sus gentes, la región se sumía cada vez más en el atraso mientras otras comarcas habían despegado hacia una producción que vislumbraba la célula capitalista, como el nororiente y el noroccidente, según describen Luis Ospina Vásquez y Luis Eduardo Nieto Arteta. El escaso desarrollo comercial no generaba un sector importante de agricultores, artesanos o comerciantes cuyos intereses entraran en contradicción antagónica con la política económica colonialista. Mientras en el norte ya los obrajes eran bastante conocidos y de cierta influencia, en nuestra región eran excepcionales. Las categorías económicas dominantes eran la renta, el servicio personal, la esclavitud. Los salarios a duras penas se insinuaban en el panorama de la economía sureña. Donde más se había asentado el semifeudalismo, con solo excepciones de un modo superior de producción, era en todo la la Gobernación del Cauca y dentro de ella, en el actual departamento de Nariño. Como ya se ha mencionado, la aristocracia, los descendientes de la veintena de encomenderos, dominaban la escena de esos comienzos de siglo, ante todo en el distrito de Pasto y en la región de Barbacoas. Allí se asentaban las más linajudas familias que detentaban el poder económico. Eran los grandes terratenientes, dueños también de algunos esclavos, que no siendo en cantidad iguales a los del Cauca y el Valle del Cauca actuales, sin embargo eran representativos de una estructura económica atrasada. Los siervos y los esclavos, los mestizos y criollos pobres eran los que trabajaban en las haciendas y las minas. La palabra del amo era la dominante y solo la rebelión indígena que se acababa de vivir empezó por hacer temblar en algo las relaciones de servidumbre y esclavismo, pero no se presentaron contradicciones entre terratenientes y una clase mercantil propiamente dicha, como se estaban dando en Quito y Santafé. En la región es donde menos se conocen las ideas nuevas que recorren el continente, salvo las noticias tardías de lo que sucede en España. No hay influencia de estas ideas en el pueblo y solo unos pocos conocen algo de lo que venía sucediendo en Europa. En el sur no se había escuchado en ese amanecer del siglo XIX una teoría liberal de la soberanía de los pueblos, ni se conocían los derechos del hombre, ni el memorial de agravios. Se creía y se pensaba en lo que la religión señalaba. La ideología religiosa era dominante y en el caso del poder su origen se consideraba divino. El poder de la monarquía, y por delegación, de sus representantes venía de Dios también, y por lo tanto, se decía y se inculcaba en los indígenas y esclavos, en el pueblo en general, el acatamiento a las autoridades constituidas. En ello la influencia de los sacerdotes que venía desde la del cura doctrinero, sacerdotes que además en inmensa mayoría eran españoles resultó definitiva. La transculturización lograda por la religión que había conseguido que 93
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. las tradiciones indígenas se mezclaran a la religión católica, lo cual aún permanece en nuestra cultura, determinaba una fuerte y diferente forma de vida que aceptaba la autoridad como algo intocable. Esto era muy diferente también a lo que venía sucediendo al norte y sur de la región. Se destacaba en la época la sociedad pastusa, que al fin y al cabo era el centro de desarrollo de la región. Estaba, como se ha visto, aislada de los movimientos culturales innovadores, con muy poco acceso a los libros, los cuales solo existían en algunas bibliotecas particulares de los adinerados dirigentes, conformadas básicamente por volúmenes permitidos por la religión católica. Así mismo, en Pasto, se cumplía estrictamente con los mandatos de la Iglesia, de tal manera que se narra el hecho de que por órdenes civiles se obligaba a que los mercaderes, los pulperos, los más liberales de la época, asistieran a misa, a que los parroquianos acompañaran al párroco con el Sagrado Viático de rodillas, en el lugar que fuere bajo, pena de cárcel. No se permitía circular gente después de las nueve de la noche, se prohibía organizar fiestas sin permiso del cabildo y estas no podían pasar de las seis de la tarde. Esta era la sociedad conque se iniciaba el siglo de la independencia en América. Pero en la masa indígena, aunque muy levemente, seguía latiendo la llama de la libertad. Calmado el movimiento con la dura represión, queda en el ambiente y en la mentalidad indígena, sobre todo entre los Pastos, un hálito de rebeldía. Así, a partir de 1803, estos adoptan una posición autonomista que sirve de acicate a las nacientes ideas de criollos y mestizos, que comienzan a proyectarse hacia la independencia en Túquerres e Ipiales. La tradición refiere incluso la gestación de un movimiento rebelde secreto, organizado por un indio venido de Loja, llamado Antonio Tandaso. En el sur, en Ipiales, en 1805, don Francisco Sarasti, ejerciendo el cargo de gobernador, decretó, en otro hecho insólito, el alza de salarios a los cargueros que viajaban a Barbacoas. Este dirigente ya antes mencionado, en la ciudad austral y luego en Popayán, continuaba con su obra sembrando la semilla de la libertad. Pero en España y América también se modificaba el escenario. Ante la invasión napoleónica en España y luego en América se organizan juntas de gobierno que buscan reinstalar en el trono al rey Fernando VII, prisionero de los franceses. Pero las juntas de América que en principio copian el estilo de las de la metrópoli, y que luego aprovechan los criollos para buscar el poder político, serán la fuente de los movimientos que conducirán a la formación de las naciones americanas. 94
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Los hechos comenzaron en 1809 y a partir de ese año se empieza a pensar en la independencia de los territorios de la dominación de España. 5.6.2 Las Juntas de Gobierno. Como se ha mencionado, después de los levantamientos comuneros de Túquerres en 1800, la calma volvió a la comarca hoy llamada Nariño. El nuevo siglo, aunque presagiaba calma tenía visos de las ideas libertarias de esos movimientos. Pero los primeros años fueron de relativa tranquilidad. Solo muy esporádicamente se conocían noticias de Europa, que afectaban a la nueva vida sureña. Estas, aunque tardías, lentamente iban afectando el comportamiento de los hombres y mujeres de la época. Se supo de esta forma de la llega de Napoleón al poder, luego de la revolución francesa, y de la invasión que sus tropas hicieran en España. La relativa calma se empezó a romper en 1808. En la Villa de San Juan de Pasto se conoció un pliego remitido pro el gobernador de la Provincia de Popayán, Miguel Tacón, el 8 de Julio de 1808, en el que el Rey Carlos IV, anunciaba su abdicación en nombre de su hijo Fernando. Desde Santafé se ordenó "la jura" y proclamación del nuevo Rey, Fernando VII, la cual se hizo en ella el 11 de septiembre. En las demás ciudades se cumplió también la orden y en Pasto, se efectuó tal acto con misa y Tedeum. A finales del mismo mes, Pasto emitió una proclama a través del cabildo, en la cual se decía que "habiendo recibido la tristísima noticia de hallarse nuestro Augusto soberano y padre en cautiverio y prisión por la perfidia increíble del soberano de los franceses...Debemos estar dispuestos a concurrir a la defensa que debemos prestar por preceptos del mismo Dios de la religión de nuestros monarcas y de la patria..." Con la invasión francesa, España tuvo que entrar en una etapa de rebeldía y guerra con Napoleón empleando diversas tácticas. Una de ellas fue la organización de Juntas de Gobierno, como especie de regencia, mientras Fernando VII permanecía preso en Bayona. Ellas se crearon en diversas ciudades de España y luego se unificaron en una sola, que se denominó Junta General Gubernativa del Reino. La consigna impartida en la metrópoli fue la de organizar juntas en América, lo cual se hizo en las principales capitales. Ellas fueron, sin embargo, la coyuntura que la nueva clase en ascenso, la de los criollos poderosos, aprovechó para buscar el poder político que no tenían, a pesar de ser dueña del económico. Esto se hizo poco a poco, claro está. En principio ellas propugnaban por el retorno de Fernando VII al trono, y se instauraron en Quito, Santafé, Buenos Aires, 95
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Caracas, La Paz, Dolores y Santiago, siendo la junta de Quito la que más influencia tuvo en América y por lo tanto en la historia del Sur de Colombia. Estas juntas de gobierno aunque en principio no querían la independencia, fueron posteriormente la fuente de la revolución que daría lugar a las repúblicas actuales. En este caso fueron partidarias de "formar un gobierno autónomo, independiente y libre delineado en una democracia republicana".31 5.7 El Grito De Independencia En Quito El sur de Colombia, en efecto, va a cambiar su historia, de manera diferente a lo que lo hace el resto de la nación por efecto de lo que sucede en Quito, en la época. Veamos este acontecimiento por partes. 5.7.1 El Acta del 10 de Agosto. En la ciudad de Quito se tuvo noticias de lo que sucedía en España y desde ese mismo momento se prestaron a la defensa contra el imperio Napoleónico. Para ello siguieron el ejemplo de la Metrópoli, acatando el llamado de la Junta Central Gubernativa. En 1809 se hallaba al frente de la Presidencia de Quito Manuel Urriez, Conde Ruiz de Castilla, anciano y enfermo. Ya para ese entonces la ciudad era centro de reuniones de importantes personalidades que discutían acerca de las nuevas ideas que tenían a la libertad y la independencia como puntos de debate. Eran frecuentes las discusiones en torno a la Independencia de E. U. y la revolución francesa, a lo sucedido en los movimientos comuneros; a los elementos de enfrentamiento entre criollos y españoles peninsulares; sobre el despotismo de las autoridades locales. Entre los que más divulgaban estos pensamientos e influían en los debates estaba Francisco Javier Eugenio de Santacruz y Espejo, un periodista y pensador que publicaba artículos realmente incendiarios para la época, que le valieron el ser encarcelado varias veces."Fue un talento que brilló con luz propia, venció todos los infortunios y se convirtió en la figura más descollante del pensamiento quiteño". En esas reuniones descollaba la figura de un colombiano, nacido en Rionegro, Antioquia, Juan de Dios Morales, llamado el "Robespierre americano". Era un hombre de ideas liberales, de grandes cualidades oratorias, con sentimiento rebelde, quien venía divulgando la consigna de la independencia, empezando por la formación de una junta de gobierno para apoyar el regreso al trono de Fernando VII, para luego buscar una nueva forma de gobierno. Propugnaba un movimiento que se fuera en contra del gobierno de las colonias y buscara luego la independencia americana.
31 OCAMPO LOPEZ, Javier. El proceso político; militar y social de la independencia. Manual de historia de Colombia. Tomo II Colcultura, Bogotá, 1979. p. 31.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El 9 de Agosto, en la casa de doña Manuela de Cañizares, junto a la Iglesia del Sagrario, se verificó una de las reuniones cruciales de los dirigentes quiteños. Se hicieron presentes a ella los más destacados dirigentes de la ciudad, discutiendo en torno a las ideas de un nuevo gobierno. Se propuso y se debatió entonces sobre la formación de una junta de gobierno y el levantamiento de un Acta que luego sería conocida como la primera de Independencia en América. La historia narra que una vez obtenida la aprobación de la idea del Acta, Juan de Dios Morales pronunció un ardiente discurso que acabó de convencer a todos sobre el fin que se proponían. Morales,"con una extraordinaria visión política del momento, puso en manos de todos los presentes un documento, la primera acta política de emancipación y autogobierno que se escribió por vez primera en suelo americano, documento que todos firmaron", ya en las primeras horas del Viernes 10 de Agosto de 1809. En la madrugada de ese día, Don Antonio Ante, comisionado por la junta, entregó un oficio al Conde Ruiz en el cual se manifiesta entre otras cosas que "...Los leales habitantes de Quito... han establecido también una junta soberana en esta ciudad de San Francisco de Quito a cuyo nombre y por orden de S. E, el presidente tengo a honra comunicar a U. S. que han cesado las funciones de los miembros del antiguo gobierno." Los rebeldes quiteños formaron la junta integrada por representantes de los barrios, quienes depusieron al Regente y al Presidente, nombraron en su reemplazo al Marques de Selva Alegre, Juan Pío Montúfar, con el título de "Alteza Serenísima", y apresaron al presidente Conde Ruiz de Castilla. Eran estas las inconsistencias de un movimiento que siendo pionero en ideas libertarias, no era un verdadero emprendimiento republicano. El denominado Marques de Selva Alegre recibió de muy poco agrado la responsabilidad de la Presidencia y no duró mucho en el cargo. Rápidamente se asustó de lo que venía delante y abandonó el puesto, siendo reemplazado por don Juan Guerrero, Conde de Selva Florida. En Lima, de cuyo virreinato dependía la presidencia de Quito, apenas se supo del acontecimiento, el Virrey Abascal envió 800 hombres bajo el mando del coronel Manuel Arredondo para sofocar el movimiento. A esta tropa se debe la autoría de una de las más viles masacres cometidas, cuando el 2 de Agosto de 1810, una vez vencido el movimiento de la junta, y llevados prisioneros los dirigentes quiteños, ejecutaron a todos ellos en el Cuartel Real de Lima. Pero volviendo a los acontecimientos de la Junta de Quito, una vez posesionada en Quito,"Luz de América", lo primero que hizo fue comunicarse con los cabildos vecinos de Popayán y Pasto. Se inició así un forcejeo escrito entre la Junta y esos 97
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. cabildos, tratando de llegar a un acuerdo sobre los nuevos acontecimientos. Era el deseo de los quiteños que en ellas se nombraran juntas de gobierno. La correspondencia de la Junta de Quito con Pasto fue intensa. En una de sus comunicaciones dirigida al cabildo, además de invitar a formar la junta se insinuaba que el territorio del sur de Colombia se uniera al de la Presidencia de quito, separándose de la Nueva Granada. Es decir que, a la sombra del grito independista en Quito, los ecuatorianos buscaban una especie de anexión del territorio del actual departamento de Nariño, con lo cual, como se verá más adelante, se cometió un error, que redundó en el comportamiento de la ciudad de Pasto con las ideas republicanas. En esos comienzos del siglo XIX en lo que s hoy el departamento de Nariño, pero con sobremanera en Pasto, vivía una sociedad ordenada casi como se da en el libro de la “ciudad de Dios”. Era en realidad una región profundamente religiosa, aunque tal vez, como ahora más de palabra que de hecho, pero al fin y al cabo las preocupaciones por lo espiritual estaban por encima de las materiales. En la enseñanza, por ejemplo, que a propósito era muy escasa y tal vez lo más descuidado por las autoridades españolas, predominaba la que dictaba la escolástica anticuada en Europa. Claro está que, según afirma Sañudo, parece mentira que el pueblo fuera tan religioso, tan creyente cuando había fallas notables en lo que respecta las comunidades religiosas, y era un mal ejemplo y un mal ambiente que no explicaba sus fe .En esas comunidades que en número de cinco existían en Pasto, dice el historiador, que los frailes al quebrantar el voto de pobreza adquirieron bienes y se relajaron tanto que “lejos de servir de edificación al pueblo eran dechado algunos de corrupción”. A Pasto era muy difícil que llegaran los ecos de los cambios políticos, filosóficos y sociales que se operaban en Estados Unidos y Francia. No era posible pensar que alguien en Pasto fuera a acometer la traducción de los En Pasto de los comienzos de 1800 se mantenía vigente el concepto acera del origen divino de los reyes. Todo acto contra ellos era considerado pecado. 5.7.2 Pasos equivocados. Como se ha visto, en Quito el 10 de agosto de 1809, se forma la junta soberana y esta es la semilla de lo que posteriormente sería un gran movimiento independista. En 1810, el 20 de julio, el ejemplo es seguido por Santafé de Bogotá, en lo que se ha llamado se firma un acta independista. Estas juntas de gobierno aunque en principio no querían la independencia, fueron posteriormente la fuente de la revolución que daría lugar a las repúblicas 98
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. actuales. En este caso fueron partidarias de "formar un gobierno autónomo, independiente y libre delineado en una democracia republicana". El 15 de agosto de 1809, desde Túquerres, el cura párroco Juan de Santacruz, hizo conocer al cabildo de Pasto, los detalles del alzamiento de Quito, contados por Don Ignacio Tenorio. Simultáneamente llegaba al Cabildo de Pasto, el oficio del Presidente de la Nueva Junta de Quito, en la que le participaba la formación de ella,"con el tratamiento de Majestad, para que gobierne a nombre del Señor Don Fernando Séptimo(que dios guarde) mientras que su majestad recupere la Península, o viene a imperar en la América, eligiéndome Presidente de ella ,con tratamiento de Alteza Serenísima".Reunido al día siguiente, el cabildo estudió el oficio y decidió comunicar los hechos al gobernado Tacón en Popayán, a la vez que ordenó al Alcalde ordinario de la ciudad Don Pedro de Aramburu, alistarse para lo que pudiera ocurrir. El 28 del mismo mes recibe el cabildo otra comunicación del Marqués de Selva Alegre, en la cual urge respuesta a los oficios anteriores y anuncia que puede auxiliar a la ciudad en el caso de tomar la decisión de acatar a la junta de Quito, ya que se tiene "armados más de seis mil hombres".Sesionando al día siguiente, el Cabildo rechazó las peticiones de la junta. Ni el obedecimiento a la junta de Quito, ni menos la oferta de unirse a esa presidencia fue bien recibido en Pasto por los dirigentes de la ciudad, lo cual hicieron conocer al pueblo por medio de un bando, rechazando tales pretensiones y reafirmando la defensa de la autoridad del rey y de las de sus representantes en el sur de Colombia. Esta proclama fue firmada por todos los cabildantes: Pedro Aramburu, Matías Ramos, Gabriel de Santacruz, José Pedro Santacruz, Manuel Ángel Zambrano, Francisco Miguel Ortiz, José Vivanco y el escribiente don Miguel Arturo. Miguel Tacón ofició entonces a los cabildantes exhortándolos para la defensa contra los rebeldes quiteños, y nombró a Don Francisco Sarasti como Teniente de Gobernador, a la vez que anunciaba el envío de auxilios. Pero Sarasti renunció al cargo, opinando que era mejor negociar. Ante ello se nombró a Don Tomás de Santacruz quien tomó posesión del cargo el 10 de Septiembre de 1809, a la vez que lo hizo también el nuevo regidor Don José Maria Rojas. Así mismo, el gobernador Tacón, ante el desacuerdo que se tenía con Quito, ordenó enviar desde Barbacoas al comandante Gregorio Angulo, con 100 hombres de milicias y 25 veteranos para que comandase la compañía que estaba en Almaguer y se situara en Pasto. En ella fue comisionado como Capitán de la primera Compañía Don Tomás de Santacruz. Luego reforzó la tropa con el envío de cien lanzas, cuatro mil balas de fusil, 25 fusiles con sus bayonetas, ordenado que la tropa rompiera toda clase de contacto con los ecuatorianos. Los independistas ecuatorianos insistían en la necesidad de que Pasto apoyara sus demandas. Pero recibieron cada vez respuestas negativas del Cabildo. Por lo 99
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. tanto, iniciando lo que sería una serie de errores en el trato que había que dar a los acontecimientos, cometieron uno de los más grandes cuando se toma la decisión de invadir el actual territorio del departamento de Nariño, pensando entonces que con las armas debían someter a los pastusos. La idea de una independencia que no se entendía muy bien, dentro de los planos de legitimidad de la junta, se trataba de imponer por la fuerza. La decisión fue acompañada de actos efectivos y la junta quiteña preparó tropas que fueron concentrando en Ibarra, con el objetivo de penetrar a territorio de la Nueva Granada, en el actual departamento de Nariño. Así mismo se ordenó preparar otro ejército que debía esperar en Tulcán. Ya en esa ciudad se aprestaron para entrar en la frontera. El 12 de Septiembre llegó la última proclama de Tacón al Cabildo de Pasto en la cual instaba a la defensa de la ciudad, y al rechazo de las peticiones de los quiteños, a quienes, dicho sea de paso, seguía menospreciando, insultando y poniendo en los peores términos. Así mismo resaltaba y reclamaba los principios de lealtad, de servicio a los mandatos divinos y del rey que la ciudad siempre había demostrado. Con ello, los dirigentes de la misma volvieron a llenarse de razones para rechazar las pretensiones independistas. El 16 los alcaldes ordinarios decretaron la presentación y afiliación de voluntarios varones mayores de 21 años para la formación de un batallón que debería estar dispuesto a defender el territorio ante las ya palpables amenazas de invasión de los vecinos sureños. Un ambiente de guerra que nunca se había vivido en el actual departamento de Nariño se respiraba. Además era una guerra totalmente desconocida, ya que no se tenía la noción de internacionalidad. Con este llamamiento se organizó un cuerpo armado compuesto por tres compañías de voluntarios con los siguientes Oficiales: Comandante general, capitán Miguel Nieto Polo; Tenientes, José Soberón y Juan Maria de la Villota; Capitán Tomás Miguel Santacruz; Tenientes, Ramón Benavides, Francisco Javier Santacruz y Subteniente, Lucas Soberón; Capitán Blas de la Villota; Tenientes José María Delgado y Lucas Benavides; el Sargento, Luis Luengo, el Cabo de Dragones, Juan José Polo y los Distinguidos Carlos y José Ibarra Burbano. Se determinó además que el Cuartel del Guáitara fuera comandado por el Capitán Francisco Angulo. 5.7.3 Un Alto en la narración. Antes de seguir adelante con el relato de los sucesos del año 1809 en el Sur, hagamos unas consideraciones que se deben tener en cuenta para diferenciar y comprender lo que se estaba dando en el proceso. Como se ha narrado, la posición del Cabildo de Pasto frente a las ofertas de la Junta de Quito fue negativa. Se puede decir que si bien en la provincia de los Pastos, en la provincia de Túquerres, las ideas independistas fueron recibidas con 100
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. cierta aprobación, en Pasto pudo suceder algo parecido en las clases populares, porque todo ello fue direccionado por los cabildantes. El Cabildo, al fin y al cabo, era lo más influyente en la región. Los motivos del rechazo de las peticiones quiteñas se deben mirar desde varios puntos de vista. En primer lugar, como han destacado serios historiadores y analistas del proceso, como Sergio Elías Ortiz, José Rafael Sañudo y Milcíades Chaves, se debe tener en cuenta que en el sur de Colombia, pero ante todo en Pasto y Barbacoas, dentro del contexto de la legitimidad del poder que sostenía la estructura social, lo que era primordial era la supraestructura, predominado la ideología religiosa. En ese sentido, curiosamente, los ideales religiosos estaban en la misma dirección de la estructura económica. Y esa ideología religiosa no podía dar cabida a obedecer a una Junta que no representaba al Rey. Al fin y al cabo, de acuerdo a lo que se profesaba, toda autoridad viene de Dios y por eso solo la del Rey era legítima. Por esta razón, tres meses antes de que comenzaran las hostilidades, el 29 de Agosto de 1809, en la proclama que el cabildo leyó por bando para calmar el descontento que empezaba a manifestarse en algunos sectores de la población por la posición de los ediles, se ve con claridad lo que significaba la ideología religiosa cuando se afirma que "se nos añade que ha llegado el caso de corresponderle al pueblo de Quito, la reasunción del poder soberano. Veis aquí la otra proposición escandalosa contra los preceptos de Dios y del Estado. La soberanía jamás recae en los pueblos y mucho menos en sólo el de Quito. Esos son sentimientos de regicidio sacrílego y asombroso". Y ese comportamiento hace que los dirigentes puedan reclamar del pueblo pastuso que se defiendan las instituciones coloniales realistas, por lo cual, con gran fervor, el cabildo hizo pública su decisión de "derramar hasta la última gota de sangre en defensa de la religión, del Rey y de sus legítimas potestades". Sobre esta base, el radical comportamiento de la Pasto contra el movimiento emancipador, obedeció en primer lugar a la evidente manipulación ideológica de la minoría detentadora del poder económico agrupada en el cabildo, aliada con los clérigos españoles. Su ideología era el mejor bastión para defender sus intereses de latifundistas, mineros, grandes comerciantes y empleados públicos. Lo mismo se daba en la linajuda Barbacoas. A esta situación se unieron los errores cometidos por los Quiteños y la influencia perniciosa del gobernador Tacón. Los primeros no solo buscaban difundir sus ideas un tanto independistas, que al fin al cabo no lo eran así al seguir respetando a Fernando VII, sino que trataron de sacar partido ofreciendo la anexión del actual departamento de Nariño al territorio del Presidencia de Quito, ya que, según ellos, Santafé quedaba muy lejos. Esto mereció el rechazo de los pueblos sureños. Pero 101
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. su mayor error se cometería al empuñar las armas, invadir el territorio departamental y atacar a Pasto. Tacón, por su parte, con su comportamiento, con sus cartas, actas y bandos, influyó y sostuvo la ideología y la posición antiquiteña de los cabildantes pastusos. Siempre llamó sostener los sentimientos religiosos, a defender la religión y el rey, a despreciar a los quiteños. Y esto también resultó definitivo en el comportamiento de Pasto y Barbacoas. Pero en el actual departamento de Nariño no siempre las cosas fueron así. Tampoco en todas partes sucedió lo mismo. En primer término hay que resaltar que Ipiales, con la dirección de Francisco Sarasti, organiza un movimiento al estilo de Quito y Santafé. Así que el 21 de septiembre de 1810 se firma el Acta de Independencia32, hecho que la convierte en la cuarta ciudad de la Nueva Granada, después de Cali, Mompox y Santafé de Bogotá, en firmar tales actas. Lo lamentable del hecho es que se haya perdido el documento. Pero aún más olvidado es el hecho de que fue muy posible que en Pasto también hubiera un acta de Independencia, con el ánimo autonomista de las demás ciudades, de la cual, lamentablemente, no queda ningún dato. Sin embargo, el hecho crucial se sucede cuando la Junta Quiteña, aunque defendiendo una causa justa, la idea de la independencia, se equivoca al ordenar una invasión al sur de Colombia, a Pasto y Popayán, que se declaraban reacios a las ideas de la formación de naciones independientes. Pero lo destacable es que luego de los comuneros, se había originado un movimiento rebelde que a partir de 1810, y tras diez años de lucha daría origen a la Gran Colombia y luego a las Repúblicas como Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, y haría posible que hombres como Nariño y Bolívar fueran los artífices de la nueva realidad republicana. 5.8 Primera Invasion Quiteña Como ya se ha dicho, la Junta Patriota de Quito decide atacar la región sur de Colombia. Con la orden de avance de sus tropas, precisamente se inicia la separación entre la posición de Quito, Santafé y Pasto. Y aquí comienza la epopeya realista de una ciudad y un territorio que solo hasta 1830 descansaría de guerrear.
32 SARASTI, Roberto. Memorias sobre el sur de Colombia. pp. 232-33
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 5.8.1 Los quiteños en Nariño. El 28 de septiembre se inició la invasión y para ello se utilizaron como base de asalto los pueblos de la exprovincia de Obando. Ante la orden de la Junta de Quito, las tropas avanzan hasta Tulcán y luego se dirigen hasta Cumbal e Ipiales, y allí reciben a Francisco Sarasti quien se ofrece de mediador entre los jefes patriotas y el cabildo de Pasto, pero su misión fracasa. Con el relativo apoyo de la población del sur, de Ipiales, Cumbal y Túquerres, se dirigen hacia esta última e instalan su cuartel general, el 30 de se mes. Después de exigir al corregidor la entrega del mando y las armas. Invadieron entonces Ipiales, tomaron los poblados más importantes del sur y bloquearon los caminos que conducían a Barbacoas. Desde esas posiciones se dirigen a los cabildantes de Pasto exigiéndoles el obedecer los mandatos de la junta Suprema de Quito. En Pasto, el Teniente de Gobernador es don Tomás de Santacruz, acaudalado criollo, uno de los más grandes terratenientes del sur, dueño de once haciendas como las de Bomboná, Panamal, San Antonio, Chimangual y Chillanquer, y de una gran fortuna. Con su extracción de clase, su posición no podía ser otra que la defensa del Status Quo y por eso no podía menos que estar de acuerdo con las nuevas ideas. La respuesta a los quiteños por parte de la dirigencia pastusa es entonces totalmente negativa. No hay posibilidades de tregua ni de conversaciones. En lugar de aceptar los mandatos de la junta suprema de Quito, la ciudad se prepara para combatir, por primera vez en su historia. Así se gestó lo que sería el primer combate por la Independencia en hispano América. 5.8.2 La batalla de Funes. El comandante de las tropas quiteñas don Manuel Zambrano, cuando vio que las gestiones por una tregua, en la cual se podría realizar una conversación con los dirigentes pastusos, y que tuvo en cuenta la mediación de Don Francisco, Sarasti, gobernador de la provincia de los Pastos, y cuando el cabildo de Pasto se negó a recibir unos emisarios para pactar esas conversaciones, decidió atacar. El primer paso fue copar las posibles salidas que la ciudad tendría. Por eso ordenó ocupar las poblaciones de los Pastos, tomando como bases de apoyo a Cumbal, Guachucal, Túquerres e Ipiales. Luego ordenó que se bloquearan los caminos hacia Barbacoas. Gregorio Angulo, comandante de las tropas pastusas, entre tanto, protestó a Zambrano instándolo a retirarse del suelo nariñense y se preparó para el enfrentamiento. Cuando las dos partes no se pusieron de acuerdo, organizo las compañías en diferentes puestos del Guáitara. Se dividió de esta forma al ejército en destacamentos. 103
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Se menciona que cerca de 1200 ecuatorianos estaban listos para iniciar el ataque a Pasto. La formación ecuatoriana contaba entre sus principales cuerpos los siguientes: Compañía de Milicias con 200 hombres de Otavalo, Cayambe y Tabacundo y 300 de San Pablo, Cotacachi y Atuntaqui. Cuerpo de Tropa de Tulcán bajo el comando de Don José Espinosa de los Monteros así: Primera compañía, 77 hombres; Segunda de Ibarra con otros 77; tercera de Ibarra y Caranqui, con 57; Compañía el Puntal, con 77; Compañía de Tusa con 72; Primera Compañía de Tulcán con 59; segunda Compañía de Otavalo con 80.Además se menciona una compañía de Cotacachi al mando de Mariano Albuja.33 El 28 de septiembre se ordena seguir hacia Pasto. Las tropas ecuatorianas se mueven desde el cuartel general situado ya en Túquerres, contando con relativo apoyo de las gentes de Ipiales y de esa ciudad, inclusive son varios hombres y mujeres que se alistan en algunas compañías del ejército invasor. Cuando Quito atacó, don Tomás de Santacruz organizó la resistencia con sus dos hijos Tomás Miguel y Francisco Javier Santacruz y Villota, en calidad de capitanes; de sus yernos el capitán Miguel Nieto Polo y el teniente Juan María de la Villota y Bucheli; de su sobrino José María Delgado y Polo. A ellos se le unen allegados y familiares lejanos como Ramón Benavides, José Soberón y Francisco Zambrano, junto a otros criollos pastusos de menor rango. Cabe decir que de los 16 oficiales que dirigen la tropa pastusa, 10 eran familiares de don Tomás. La tropa pastusa estaba conformada por los indígenas de Obonuco, Catambuco, Gualmatán y Jongovito, muchos de ellos peones directamente dependientes de los oficiales criollos. La de Quito se vio reforzada en cambio con el apoyo de algunos hombres y mujeres de Ipiales, Túquerres, Cumbal, etc., de esos indígenas indómitos de la tierra de los Pastos. Luego de varias escaramuzas, los dos ejércitos se enfrentan en las riberas del Guáitara, en Funes y traban combate. En esta la llamada "Batalla de Funes", se da el primer enfrentamiento en Hispanoamérica entre los defensores de la idea independista y los que propugnaban por el viejo régimen de la monarquía. Era el 16 de octubre de 1809. En este combate los quiteños son vencidos por los bravos pastusos. Participaron en la acción vencedora las compañías realistas segunda, tercera, cuarta y quinta de Pasto, las compañías de Taminango, Popayán y Patía; auxiliares de Yacuanquer y los indígenas de los pueblos de Pasto ya mencionados, además de los de Funes con su párroco José F. Polanco a la cabeza.
33 ALBUJA GALINDO, Alfredo. Citado por Alfonso Revelo Ibarra en Agualongo. Pasto, Imprenta Dptal.1975.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Los derrotados quiteños pretendieron hacer otras escaramuzas y buscaron pasar el río el 18 de octubre, pero los pastusos los envolvieron y destrozaron, obligándolos a huir hacia Túquerres y Pupiales. Los vencidos son perseguidos hasta la frontera y obligados a salir hacia el sur, hacia Quito. La victoria pastusa es completa, y los vencedores se apoderan de pertrechos y provisiones y hacen muchos prisioneros. Entre los prisioneros se encuentran el teniente Marcelino Narváez Guerrero y su hermano el subteniente Miguel Narváez, y unas mujeres, también ipialeñas, de las que la historia no conserva por sus nombres. También cabe recordar la posición del cura de Imués Juan Bautista Argote, quien apoyó a los quiteños. Resta decir que en este combate participaron ante todo soldados voluntarios, en defensa de la ciudad de Pasto, lo cual será una norma en lo que seguirá más adelante, Entre esos voluntarios, se comprueba que participó como soldado raso un hombre llamado Agualongo, quien fue de los que persiguieron al enemigo hasta la frontera y a quien se tuvo muy en cuenta para los futuros encuentros armados, siendo felicitado por todos los que presenciaron sus hazañas. La noticia de la derrota de los quiteños por parte de los pastusos cundió por todas partes y los efectos no se hicieron esperar, porque los pueblos que se habían adherido al movimiento, se pronunciaron en actas de desconocimiento al grito de independencia del 10 de agosto. La batalla de Funes, repetimos, fue la primera que se libró en el territorio de la Nueva Granada y en toda América Hispana. Con ella se ido inicio al período bélico que solo en los años treinta terminaría consolidando las nuevas naciones en el Continente y la liberación del yugo español. Lástima que la historia oficial de Colombia no haya considerado en su real magnitud lo sucedido en Funes en ese mes de noviembre de 1809. En cambio enseña, equivocadamente o a propósito, que es la batalla de Palacé de 1813 la primera de de los patriotas. 5.8.4 Don Tomás de Santacruz. Cuando se trata hacer el análisis de los hechos de esa época, que consideramos crucial en la historia de Pasto, y lógico del departamento, se debe tener en cuenta la influencia que tenía una de los hombres más importantes, poderosos e instruidos de la ciudad. Su forma de actuar, la manera en que recibió las arengas quiteñas y su comportamiento posterior decidieron mucho de la suerte de estas tierras del sur. Siguiendo a Sergio Elías Ortiz a digamos que cuando los ánimos de los cabildantes pastusos estaban tibios, indecisos antes las peticiones de la Junta de 105
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Quito,"se presentó al Cabildo uno de los hombres más notables de la ciudad, el doctor Tomás de Santacruz, graduado introque, en Salamanca y abogado recibido en los estrados de la Audiencia de Quito, hombre de la más rancia nobleza. Con la venia de los ediles, presentó una carta que le había escrito de Túquerres su hermano, el maestro Don Juan de Santacruz, cura de dicho pueblo, a instancias del abogado Ignacio Tenorio que había llegado allí maltrecho, huyendo de los sucesos del 10 de agosto, en Quito, donde estaba para ejercer el cargo de oidor de la Real Audiencia".34 Viene luego una intervención de don Tomás animando a los ediles a rechazar a los quiteños y a defender las autoridades legítimamente constituidas, lo cual significaba defender sus intereses. Don Tomás era uno de lo hombres más ricos de la región y su prestancia era probada. Se llega a comprobar que era dueño de las Hacienda Bomboná y de la de Panamal; dueño de los hatos de San Antonio, Chimangual de Chillanquer. Estas haciendas abarcaban la mitad de la sabana de Túqueres. También se habla de su hacienda la Vega de Téllez, de la de Guapuzcal, la de Yacuanquer, más las de la Erre, Gualmatán, Casabuy y Chaves. Tenía además esclavos, molinos de trigo, trapiches, casonas urbanas, caballos, mulos, asnos, ovejas, vacas de cría y bueyes cebados. Había en su haberes, según su testamento, alhajas, sillas de montar y cien cosas más."Imagínese el lector -afirma Bastidas Urrestiy-, si el doctor Santacruz y los de su clase no tendrían buenas razones para defender valerosamente tan magníficas pertenencias".35 Don Tomás, entonces, un hombre poderoso, influyente como el que más, que tenía bajo su mando peones, sirvientes y esclavos, y no podía ser menos que realista. Tenía que defender lo que significaba la corona y oponerse a toda idea de tinte liberal, como en efecto lo hizo. Desde esa época hasta bien entrada la campaña de la libertad, esa lucha de los republicanos contra los pastusos, la influencia y el mando de don Tomás serían indiscutibles. Este terrateniente, único jurisconsulto y letrado de la ciudad de Pasto, desempeñó además todos los cargos públicos y, en consecuencia, también fue presidente del cabildo, Ejerció poder omnímodo; sea por convicción o por mando, lo obedecían los nobles, el clero y los indígenas. Era tanta su prestancia que los quiteños le temían. Por eso, entre los oficiales de la tropa invasora, se decía que los pastusos no defendían los derechos del rey sino los del Doctor Santacruz, y por lo mismo, entre sus consignas guerreras estaba la de llevar a Quito en la bandera la cabeza del terrateniente pastuso. También es notable el hecho de que Santacruz era quien elaboraba las actas y todos los documentos del cabildo, de tal manera que ellas siempre transcriben 34 ORTIZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su tiempo. Academia Colombiana de Historia. Bogotá, 1958, pp.68-69. 35 BASTIDAS U., Edgar. Las Guerras de Pasto. Biblioteca Popular Nariñense. Tipografía Javier, Pasto, 1979, p.53.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. alabanzas a los militares españoles, manejando los párrafos en favor de la causa realista. Tenía además una estrecha amistad con el gobernador Tacón, de tal manera que ambos comulgaban con los mismos ideales, las mismas consignas e propinaban igual trato a los quiteños. Hay que recalcar al respecto de la batalla de Funes que Don Tomás alista la resistencia de Pasto empleando no solo a sus indígenas, sino que pone al mando de la campaña a todos sus familiares. Ya se ha visto como de 16 oficiales que dirigieron las acciones contra los ecuatorianos, diez pertenecían a la familia Santacruz. Desde los comienzos de la revolución americana, entonces, Don Tomás se constituyó en bastión de la reacción, en defensor de la corona. Lógicamente que era también defender sus propios intereses y los de su larga y próspera familia. Por eso, en la llegada de los Quiteños, llegará clasificar a los rebeldes como "Sacrílegos", y la vez que llamaba al movimiento quiteño como "horroroso, atentatorio contra los sagrados derechos de la religión, la patria y el rey”. Este hombre utilizaba como el que más el reforzamiento de la ideología religiosa para defender los intereses coloniales. Y claro está, sabía que el pueblo era profunda y sinceramente religioso, de lo cual supo siempre sacar partido, mientras lo patriotas, sin entender la profundidad de la ideología sureña, cometerán en cambio equivocaciones al respecto. Se debía respetar esos sentimientos y aprovecharlos en otra forma, pero la época hizo que no se comprendiera lo que pasaba en el alma de los sureños. Pero ya el destino se estaba delineando: La revolución de independencia empezaba mal en estas tierras de Dios. En la batalla de Funes Don Tomás de Santacruz defendía sus propios intereses. El mismo escribía que los “invasores quiteños” le habían consumido sus bienes y que asolaron sus haciendas, sobre todo la de Panamal, que estaba en Funes y era cuidada por su hijo. Por estas razones en la tropa de pastusos defensores de la causa del rey una gran mayoría de oficiales eran de la familia de DonTomás. Además todos sus peones, que eran numerosos, formaban parte de la tropa rasa. Entre los hijos y parientes a quienes le sismo otorgar grados militares y que estuvieron en el combate de Funes se mencionan los siguientes36: Capitanes: Tomás de Santacruz-padre Ramón Zambrano Santacruz-hermano político Miguel Nieto Polo-hijo político 36 GUERRERO, Gerardo León. Pasto en la guerra de independencia 1809-1824, Bogota, 1994, pp. 32-33
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R.
Francisco María Santacruz- pariente
Tenientes: José María de la Villota- yerno José María Delgado Polo- sobrino Tomás Miguel Santacruz-hijo Francisco Javier Zambrano- hijo Francisco Zambrano Santacruz- pariente Juan José Polo y Santacruz-nieto. Se debe anotar, además, que de 16 oficiales que dirigían las compañías en acción contra los quiteños, diez pertenecían a la familia Santacruz. 5.9 Comienzan El Olvido Y La Ingratitud En la batalla de Funes los acores principales de la victoria para el gobierno real de España fueron los hombres de Pasto y sus alrededores, como se ha visto. Empezaron con este hecho además de las acciones bélicas ente los americanos y los hispanos en todo el continente, también otros causales de la posición realista de Pasto y su obstinación frente a los movimientos patriotas. Pero aquí se consolidó a la vez lo que se volvería una constante para la ciudad y a la postre para todo el territorio del departamento de Nariño: que siempre se pague su fidelidad, su valentía y su pundonor con ingratitud y olvido. Fue aquí donde se consolidó otro paso más dentro del proceso que hemos denominado de “mal desarrollo” para estas tierras del sur. Veamos algunos hechos. El 13 de Noviembre de 1809, luego de haber derrotado en Funes a los patriotas de Quito, el ayuntamiento de Pasto formuló una demanda, donde se pedían varias cosas importantes para la ciudad y la región, entre las cuales vale la pena destacar las siguientes: “Solicitamos la independencia de los tribunales de Quito…y de ser posible, el establecimiento del Tribunal de la Real Audiencia en Pasto…La residencia de la Mitra; un colegio para estudios mayores, ya que por la rivalidad quiteña las juventudes pobres de Pasto no pueden instruirse para el bien público y de la monarquía”. …”Una frontera fortalecida con tropas, puesto que los de Quito han sido siempre nuestros rivales”. En verdad que las peticiones eran justas ya que en lo judicial, lo religioso y hasta en lo educativo en Nariño no se tenía ninguna autonomía. Todo lo decidía Quito.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Inclusive en lo religioso, con tantas congregaciones y con el fervor y al fe que manifestaban los habitantes sureños de la época, no se les había concedido el favor de contar con un obispo, así se auxiliar. Pero donde el asunto se tronaba en más grave era en materia educativa. No contaba la región con un colegio donde sus juventudes pudieran formarse. Solo los más pudientes podían hacerlo en Popayán o en Quito, con preferencia en esta última ciudad. Y también se acababa de probar que en materia militar estaban abandonados. No se contaba con tropas que vigilaran las fronteras. El Cabildo de Pasto envió la solicitud a las autoridades reales pensando en que el éxito logrado contra los patriotas era mérito suficiente para que se les otorgara estos deseos tan largamente anhelados. Pero la respuesta a la, petición nunca llegó. O no se recibió o no se la tramitó. Empezaban a pagar la lealtad y la valentía con el manto del olvido y el escupitajo de la ingratitud.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DE LA CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA BASTIDAS U., Edgar. Las guerras de Pasto. Biblioteca Popular Nariñense, Pasto, febrero de 1979 CÁRDENAS ACOSTA, Pablo E. El movimiento comunal de 1781.” Biblioteca de historia nacional. Vol. XCVII, Edit. Kelly, Bogotá, 1960 CASAS, Ulises. La rebelión Latinoamericana. Editorial Banderas Rojas, Bogotá CHAMORRO, Dora y ERAZO, Miriam. Elementos para la interpretación de la Historia de Nariño. Provincia de los Pastos, finales del período colonial. FINCIC. Pasto, 1989 CHÁVES, Milcíades. Desarrollo de Nariño y su universidad. DÍAZ DEL CASTILLO, Idelfonso. Los comuneros de Tumaco. Boletín de Estudios Históricos, números 6, 7, 8. Pasto, 1928. FRIEDEMAN DE, Nina. Minería, descendencia y orfebrería artesanal. Litoral Pacífico Colombiano. Universidad Nacional. Bogotá, 1974 GALEANO, Eduardo. Las Venas abiertas de América Latina. Círculo de Lectores. GUERRERO, Gerardo L. El movimiento comunero de Guaitarilla y Túquerres del año 1800. Versión no tradicional, en Memorias VI encuentro internacional de historiadores, Academia Nariñense de Historia, Pasto, septiembre 2000. ___________________. ¿Por qué vinieron los quiteños? En Raíces históricas, Memorias del Encuentro internal de historia con motivos de los 450 años de Pasto, 1987 ___________________. Pasto en la guerra de independencia 1809-1824. Bogota, 1994 LÓPEZ ÁLVAREZ, Leopoldo. Los clavijos. Boletín de estudios históricos OCAMPO LÓPEZ, Javier. El proceso político; militar y social de la independencia. Manual de historia de Colombia. Tomo II Colcultura, Bogotá, 1979. ORTÍZ, Sergio Elías. Agualongo y su tiempo. Editorial ABC, Bogotá, 1958 PÉREZ SILVA, Vicente. Insurrección indígena de la Provincia de los Pastos. Ensayo histórico. Bogotá, 1980 SAÑUDO, José Rafael. Apuntes sobre la historia de Pasto. Imprenta la Nariñense, 1938. __________________.SAÑUDO, Rafael. La colonia bajo la casa de Borbón. Tercera parte. REVELO IBARRA, Alfonso. Agualongo. Pasto, Imprenta departamental.1975 RODRÍGUEZ ACOSTA, Hugo. Elementos críticos para una nueva interpretación de la historia de Colombia. Bogotá SARASTI, Roberto. Memorias sobre el sur de Colombia.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 6. HACIA LA LIBERTAD: INDEPENDENCIA Y REPUBLICA El territorio de Nariño, en la jurisdicción de Pasto, en el proceso de independencia tuvo una posición particular en defensa de la corona española. La historiografía nacional la ha tachado de atrasada, opuesta a las nuevas tendencias del desarrollo económico y político. Pero ante la idea libertaria que empezaba gestar en toda América, y en la Nueva Granada en especial, se dieron las posiciones contradictorias de las clases dirigentes, de las nacientes oligarquías, como los sucesos infortunados, de traiciones y ambiciones que chocaron con la ideología sureña. Las investigaciones realizadas permiten afirmar que la lucha de Pasto obedeció a la defensa de la autonomía, a la reivindicación del territorio, a una forma de respuesta a la manera equivocada con que se buscó convencer de la idea republicana, a las contradicciones de las juntas patrióticas como las de Quito, Santafé, Cali y Popayán y sobre todo a la traición contra las tierras sureñas. 6.1 Elementos Referenciales Iniciamos la segunda parte de la Historia Esencial del departamento de Nariño. En términos amplios se refiere a los hechos sucedidos en el siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Comprende casi más de un siglo en el cual se suceden los más variados acontecimientos, que van desde la liberación del yugo español, pasando por la fundación de la República, hasta la consolidación de la unidad administrativa hoy conocida como Departamento de Nariño. El período de estudio es definitivamente crucial en la historia del sur. Comprende páginas olvidadas, frente a otras que pueden haber sido mal interpretadas. Es una época de guerra, si se quiere caracterizar lo que se va a narrar; una era de enfrentamientos en la cual estas tierras signaron su destino y hasta la incomprensión del resto de la república. Gira en torno a la lucha por sostener un sistema caduco, que agonizaba, por parte de algunos pueblos del sur de Colombia, mientras otros, aunque minoritariamente, se declaraban amigos de las ideas independistas. Es una época definitiva en la formación de la República, que tuvo en el sur los escenarios para los enfrentamientos bélicos fruto de las contradicciones de los dirigentes frente a las causas populares, y luego la decidida entrada en la colombianidad, en la cual la defensa de las fronteras será una constante por parte de los antepasados de los nariñenses. En ella las luchas y guerras civiles, con actores principales en Nariño, y la dependencia oprobiosa del gran Departamento del Cauca, marcarán una nueva era de la historia. Llega luego la lucha por formar una unidad administrativa 111
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. definitivamente independiente, hasta que entre los dos siglos analizados se consolidará la formación del departamento. 6.1.1 El objetivo de la unidad. El propósito central es continuar con la idea hacer conocer la historia de una tierra plena de acontecimientos individuales y sociales; de historia escrita, tradición oral y aún de leyendas. Una tierra que desde los comienzos ha venido escribiendo páginas de gloria, de particular característica, que lamentablemente no se conocen o simplemente se han tratado de ocultar. Así mismo, dentro de la orientación crítica, sobre a base interpretativa de la producción social, la historia se desarrolla en su doble dinámica interna-externa, es decir condicionada por el entorno nacional y por la relación entre estructura económica y la superestructura política, legal, cultural y religiosa, confrontando la narración con la interrelación entre los hechos del pasado y el presente. Se sigue en la misma óptica de buscar la explicación a los procesos objetivos condicionados, en virtud de los cuales los hechos se han realizado y han adquirido consistencia social, a la vez que aprehender la significación intencional de los mismos. Se continúa, por tanto, en el propósito de realizar un trabajo de interpretación histórica, en este caso del siglo XIX y comienzos del XX, abierto, organizado y sistemático que partiendo de hechos concretos, pueda servir para elaborar los análisis causales, y luego seguir con la investigación de las pruebas de interpretación. Reiniciamos, entonces, en esta dimensión, la narración que habíamos suspendido tras la primera invasión ecuatoriana al actual territorio nariñense. 6.1.2 Ideología burguesa neogranadina. Antes de ubicar los sucesos el sur de la patria, es importante hacer referencia crítica a lo que significó la toma de posición de independencia de España, que se dio en el centro de la república, primero no en forma absoluta, para luego hablar de una libertad nacida del liberalismo europeo y norteamericano, como puntos de análisis de lo que será lo posición pastusa. La revolución de Independencia de Colombia está relacionada directamente con la época revolucionaria de Europa y de toda América, y en general con el proceso histórico la revolución de Occidente en la segunda mitad del siglo XIX, el cual aceleró los cambios en las estructuras fundamentales de la sociedad. En 1808 se presentó el derrumbe de la monarquía española, afianzada durante tres siglos por las dos grandes casas dinásticas: La Casa de los Austrias en los siglos XVI y XVII, y la Casa de los Borbones en el siglo XVIII. En la primera década del siglo XIX, la política de Napoleón Bonaparte intervino en la Península Ibérica, impulsando la revolución de independencia de España y con ella la emancipación de las colonias españolas de América, al cual se presenta como un hecho de relación, sin el cual no se podría comprender esta última. 112
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Las contradicciones entre las colonias españolas en América y la metrópoli tuvieron su punto culminante cuando se percataron de que la invasión d e España por parte de Francia, en 1808, constituía un momento coyuntural oportuno para declarar la independencia. Sin embargo, las cosas no fueron tan fáciles como inicialmente pensaron algunos sectores rebeldes, ya que no hubo consenso en lo que tenía que ver con los propósitos y objetivos concretos de los que debía dotarse un acontecimiento de tal magnitud. Los americanos se encontraban divididos respecto al camino que se debía seguir, y no había todavía un partido político que dirigiera el proceso. En el caso de los grandes terratenientes y el clero, de los criollos ricos, no se quería la independencia absoluta de España sino que se aspiraba a una mera autonomía, presidida por el rey de España. Por su parte a la burguesía comercial liberal le interesaba romper las barreras monopolistas y proteccionistas, por lo cual, tras las formaciones de juntas revolucionarias, sin pensar en independencia absoluta, vieron factible plantearla, para establecer gobiernos independientes que garantizaran la libertad de comercio. Solo las clases populares, los que sentían la explotación y la opresión, pensaban en la libertad absoluta de España, desde el comienzo, comprendiendo en ello la abolición de la esclavitud. En ese contexto se debe entender que los primeros movimientos insurrecciónales de América no tuvieron un carácter autonomistas total sino que pretendían gobiernos más libres pero con la presidencia del Rey de España, don Fernando VII. A las grandes castas gobernantes de criollos no les convenía la independencia absoluta, de tipo popular, además de que se trató de un comportamiento que parece le temía a la libertad y además le rendía un culto casi divino al monarca. Así las Juntas de gobierno que se establecieron solo declararon la autonomía de las colonias americanas para gobernarse, pero sujetas a la autoridad del rey. Muchos gritos insurrecciónales decían: “viva el rey, abajo el mal gobierno.” El proceso independista colombiano, tras la crisis del modelo colonial, tiene sus fuentes en la gran gesta Comunera de 1781, busca su consolidación ideológica en 1794 don las agitaciones subversivas nacidas con la publicación de los derechos del hombre por el precursor Antonio Nariño, los pasquines sediciosos, los movimientos sociales del cimarronismo y palenquismo de los negros esclavos, las frecuentes pugnas entre los criollos y otros elementos. Luego de la publicación de los derechos del hombre, en la Nueva Granada, en septiembre de 1809, Camilo Torres, un abogado criollo, de las clases dirigentes, elabora lo que se conoce como El Memorial de Agravios.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Para la intelectualidad neogranadina (representante de los intereses de la aristocracia criolla) de principios del siglo XIX, era necesario introducir reformas al orden político e institucional establecido, pero jamás hacer una revolución. La prueba fue ese memorial de Torres, que contenía las principales reivindicaciones que se pedían al Virreinato. Pero ese documento solo era un esbozo “respetuoso” de las aspiraciones que solicitaban a la corona española para seguir siendo sus honorables súbditos. Entre sus principales puntos, nacidos del querer de los grandes comerciantes, se destacan la libertad comercio, la eliminación de los impuestos, igualdad entre criollos y peninsulares, participación plena en el gobierno de las colonias y mayor representatividad en las cortes españolas. 6.2 Los Pueblos De Nariño Empecemos por ubicar nuestra historia en el ámbito de la población sujeto, de las poblaciones principales del actual territorio nariñense, unas antiguas otras nuevas. Pero antes que nada citamos que la población de la Provincia de Pasto (el actual Nariño) en 1,800 ha sido calculada en unos 36.000 habitantes, que se discriminaban así: Blancos unos 2.450; mestizos 12.000; indios 21.500. A la ciudad de Pasto se le calculaba unos siete mil vecinos; ciudades como Ipiales, Tumaco o Tuquerres no debieron pasar de unos tres mil cada una. En Pasto, en el conjunto urbano, se contaban unas cien manzanas. El perímetro de la ciudad se desenvolvía desde Los Dos Puentes sobre el río Pasto y su afluente el Chapalito, en el norte; de allí hacia el Oriente abarcaba la Iglesia de San Sebastián y el barrio “El Churo”. Subía luego por la Calle Angosta, abarcando el templo y el Convento de la Merced hasta el barrio de Santiago, en cuya altura se levantaba el templo del Apóstol. Hacia el Occidente iban las calles hasta la iglesia de Jesús del Río y seguían por el Barrio San Andrés hasta el Río Pasto, abarcando el cementerio. Ahora se puede hacer un cuadro recordando algunos pueblos.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Cuadro 3. Principales Poblados Nombre De La Población ALDANA ANCUYA
BARBACOAS BUESACO CARLOSAMA CORDOBA CUMBAL EL CONTADERO FUNES GUACHUCAL GUAITARILLA
Existencia Se llamaba Pastás AntiguaReconstruida luego de incendio Primera población en 1590 Antigua conocida como Buizaco Antes Cuaspud Antes Males Antigua
Antigua
Posible Año De Fundación
Fundadores Reconocidos
1728
Narcisa QuistualcudJosé Pastás
1860
1600 1618 1830 1529Trasladada en 1923 1869 1616 1871 Fines del S. XVII
GUALMATAN
1830
ILES
1711
IMUES
1572
IPIALES ISCUANDE LA CRUZ LINARES
Antigua. Existe como Ipial
OSPINA PASTO
1558 1600
Se atribuye fundación a un compañero de Aldana
AntiguaPosibles tres fundaciones
Francisco de la Parada o Pedro Martín Navarro Martín García
Ordenanza 39 1911 Cacique Cumbe Pbro. Carlos Guerrero Jesuitas Cacique Guachucales Frailes José Arizaga y Mariano Ontañeda Francisco Chalapud, José Causpud, Asencio Telpud Cacique Juan García Tulcananza Illismán Carlos Quilcualtud Imués Frailes Andrés Moreno de Zúñiga y Diego de Benavides Francisco Prado
1871
Ordenanza Provincia Túquerres
120
de de
1664
Cacica Maria Mues Calcan Sebastián de Belalcázar (¿Aldana o Puelles?)
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. POTOSI
Posible Puetosin
1903
PUPIALES
Poblado Quillacinga Antes poblado Quillacinga
¿?
PUERRES SAMANIEGO SANDONA SAPUYES TANGUA TUMACO TUQUERRES
UNION (LA) YACUANQUER
1536 1825 Junio 5 de 1837 1868
Antigua. Cacique Sapuyana Antes población de los tumas Antigua
Antes La Venta. Existe antes de 1613 Antigua
1540
Ordenanza Cauca ¿?
61
del
Capitán Puerres Pbro. Joaquín Gonzalez Simón Álvarez Ordenanza 33 del Cauca Sebastián de Belalcázar
1874 1704
¿? ¿?
1447 1551
Cacique Tuquerres Miguel Muñez o Gonzalo Díaz de Pineda
1539
Lorenzo de Aldana
6.3 Síntesis Económico-Social Empezando el siglo XIX en el territorio del actual departamento de Nariño el régimen político colonial sustenta una estructuración social “sui géneris”, con una serie de contradicciones que presentan distintos grados de agudización respecto de la posición económica política e ideológica, en las diversas regiones. 6.3.1 La estructura. Los sectores dominados de la sociedad están representados por amplios grupos de mestizos, artesanos, mercaderes comerciantes, campesinos, esclavos negros, productores directos en tierras y minas; el sector criollo con limitaciones para el desarrollo de sus actividades económicas, relegados en cierta medida del poder político; y las parcialidades indígenas, tratados como pueblos vencidos, sujetos a toda clase de vejaciones impuestas por el colonialismo. En esta condición las contradicciones se dan en diversos niveles de clases y sectores, de pueblos indígenas, de sectores negros, de nacionalidades, de naciones, con el Estado español con su estructura económica política, con las clases dominantes que engendró. En el sur, los criollos propietarios, empiezan a manifestar su descontento desde la época, pero en menos medida que en otras regiones de la Nueva Granada, 116
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. aunque les había favorecido las medidas económicas legisladas; más esta contradicción no se había madurado y casi en nada va ha influir en la protesta de la Provincia para 1800. Sin embargo, esos criollos como poseedores de grandes fortunas, vinculados a la producción colonial, explotadores de la fuerza de trabajo esclava, servil obligatorio, etc., protegidos por el Estado, y haciendo parte del régimen vigente golpean a los amplios sectores populares y estos responden con algunas acciones firmes y decididas que expresarían el desacuerdo y descontento contra el sistema colonial y sus clases dominantes durante el proceso, y que se agudizarían las luchas para fines del siglo XVIII. Por su parte, los pueblos indígenas, además de las contradicciones con terratenientes, esclavistas, rematadores de tributos, la iglesia, etc., defendían su organización, su cultura, su territorio, su nacionalidad sometida desde el siglo XV, pero que estaba latente y vibraba por defender y conquistar sus derechos. De ahí, que estos pueblos sobre todo en los últimos cincuenta años de colonialismo dirigen y encabezan luchas contra la opresión, la discriminación, imprimiéndoles a las luchas un carácter eminentemente político y de ello, no es ajena la insurrección de la Provincia los Pasto. La población indígena la más explotada en el trabajo agrícola, minero, en obras de infraestructura, en el transporte, con el oprobioso recaudo tributario, la falta de tierras, las deudas, la miseria, la discriminación racial, el sector femenino vinculado al trabajo obligatorio, etc., son suficientes motivos para la protesta en contra del régimen colonialista y sus representantes sustentados por él. La dependencia colonial y su estructura, desde el punto de vista político la mantenían los organismos de poder locales, sustentados por el régimen, “apoyados en un conjunto de relaciones institucionales, originando una estructura política en la cual el Virreinato y las Gobernaciones, los Cabildos, los Corregidores, los Capitanes de guerra, los Alcaldes ordinarios, el Aparato judicial y con ellos toda la legislación garantizan la permanencia de los lazos de sujeción y explotación de unos sobre los otros, regulan y limitan los privilegios que la propiedad tiene consigo, reconocen jurídicamente las discriminaciones de tipo socio-racial y establecen barreras infranqueables para el acceso a la propiedad por parte de los desposeídos”. 6.3.2 Unas características. La independencia del virreinato de la Nueva Granada se enmarca dentro del desarrollo de las ideas libertarias que desde el siglo XVIII se difundieron por todas las colonias hispanoamericanas. Los movimientos comuneros, como se ha visto, aunque no plantearon claramente la autonomía nacional, ya eran la gran manifestación de rechazo a la economía y política de la metrópoli. En la tierra sureña, en Nariño, el proceso independista, como es bien sabido, fue muy particular. 117
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Como ya se ha dicho, es verdad que hubo una adhesión ferviente de los pueblos australes, sobre todo en Pasto, a la causa realista. Sin embargo, también es cierto que hubo muchos actos de afecto hacia la independencia americana, como lo fueron las declaraciones de Túquerres e Ipiales. Pero el desacierto en el manejo de la situación que los dirigentes republicanos de Colombia y Ecuador lograron con su conducta hacia Pasto, la sucesión de actos desafortunados, el mal intencionado comportamiento de fatídicos personajes en unión de una estructura económicosocial específica, incidieron en los hechos que la historia oficial del Centro de la República no ha podido analizar ni menos comprender. Hay que recalcar que en este proceso, sin embargo, es significativamente diferente el papel cumplido por Pasto y por Ipiales y sus regiones de influencia. La estructura económica determinó un comportamiento diferente pues se daba un apego a la causa realista en la capital, existió una relevante actitud definitivamente pro- independista de Ipiales. Precisando, aquí está la razón de una clara orientación hacia el Partido Conservador, en el siglo XX, por parte de Pasto, y hacia el liberalismo y demás corrientes, en Ipiales. Para entender la dimensión de estos intereses económicos vertidos en el sentido de la política, es necesario estudiar las características productivas y sociales hacia el momento en que se presenta la gesta emancipadora, analizar la articulación de las fuerzas productivas de las subregiones y los roles que desempeñaron en ella los sectores ligados a la producción. En términos generales en la época de la independencia había cuatro estratos sociales principales en Nariño, marcadamente definidos en Pasto, su capital. Ellos eran, la nobleza, el clero, la masa popular y los esclavos.37 Ellos eran, la nobleza, el clero, la masa popular y los esclavos. Sin embargo el régimen dependía de un modo atrasado de producción feudal-esclavista. En él las clases sociales determinantes eran la de los señores y los siervos; alrededor de ellos giraban los otros estratos. Según la descripción de Sergio Elías Ortiz38, en Pasto, la pirámide social de arriba hacia abajo se alineaba con blancos, nacidos en España con algún cargo público; blancos criollos hijos de españoles nacidos en América; mestizos y mulatos formando el estado intermedio, y abajo el indio y el negro en sus papeles de siervos y esclavos.
37 CHAVES CH., Milciades, Desarrollo de Nariño y su Universidad 38 ORTIZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su tiempo. Editorial A.B.C., Bogotá, 1958. Pág. 24
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Las condiciones económicas, sociales y políticas en Pasto, eran favorables a la nobleza y al clero y en ningún momento hacían de ellos adictos a los clamores de la independencia. El pueblo que si tenía algo que ganar, en principio apoyó la causa, como se ha dicho, pero su apoyo se trocó en oposición por el error del trato republicano y la dirección oportunista del movimiento que detentó la clase poderosa. El clero actuó dividido. La mayoría de origen hispano apoyó la causa realista, con el fatídico obispo Jiménez Enciso, obispo de Popayán, a la cabeza; los religiosos criollos, en gran parte, estuvieron al lado de la independencia, aunque haciéndose sentir, tan solo en casos aislados. La nobleza, unificada, en cambio, nunca fue amiga de la independencia, aunque supo granjearse la confianza del movimiento en sus inicios, cuando le convino. Una descripción de la ciudad conservadora de Pasto nos la da Milcíades Chaves cuando dice que en la época “en Pasto oían misa, dormían temprano, no podían portar armas, les estaba prohibido emborracharse, y para realizar fiestas sociales, debían solicitar permiso. Cada estrato social sabía sus deberes y los cumplía, y los indios y mestizos aceptaban de buen grado la suerte que les había correspondido”.39 En Ipiales el sometimiento de los indios en cambio, no fue tan acentuado, y la prestación de servicios fue menos rigurosa. En su estructura económica había una producción de autoconsumo; la actividad agropecuaria producía para el consumo local; la actividad mercantil tenía un grado de desarrollo relativo tal vez mayor que el de Pasto. Incluso con el mestizaje la situación fue más fuerte en Ipiales que en Pasto. En esta ciudad, la organización social estaba muy bien reglamentada, mientras que en aquella era más bien laxa. Vale la pena, entonces, adentrarse en la caracterización económica de Ipiales en la época de la independencia. En el campo estaba el centro de su economía. La fuerza de trabajo fundamentalmente era indígena. La producción de sus unidades se destinaba al cultivo de hortalizas, legumbres, frutales, maíz, cebada y quinua, y a la cría de ganado y cuyes. En contraste con las tierras calientes, no tenían un producto representativo. La cuota más importante en el trabajo de haciendas lo constituía el pago de tributos. Pero los resguardos tenían un amplio desarrollo en todo el territorio sureño. 39 CHAVEZ M- Ob. Cit
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. La actividad mercantil abarcaba pocos artículos. Sobresalían la sal que venía del Perú, algunos géneros venidos de ultramar con destino a las clases altas, otros que venían de talleres de Quito y los de los indios, producidos por si mismos para vestirse. Pero también se vivía en Ipiales la preocupación permanente por aumentar y agilizar el comercio con la región minera de Barbacoas, que era el enclave minero, y con Quito como el centro de distribución de la producción peruana. Por otro lado, como se ha mencionado, el comportamiento frente a los nacientes movimientos rebeldes fue diferente en Ipiales. Tanto los criollos como mestizos e indios en la exprovincia de Obando, no eran tan obedientes ni sumisos a las autoridades reales. Los levantamientos comuneros de 1781, 1795 y 1799 así lo comprueban, como también los movimientos y el comportamiento independista posterior. Es tan diferente el asunto que en Ipiales, Francisco Sarasti, se atreve a pedir en esa época, mejores salarios para los indios cargueros. Cuando Pasto abraza la causa realista, recogiendo inicialmente un aporte económico de más de 5.500 pesos, en Ipiales y Túquerres la suma recogida para ayudar a la causa realista fue ínfima.40 En un proceso de acentuado mestizaje, de mayor grado que en Pasto, mestizos y criollos venidos a menos, en una estratificación mayoritaria, se ocupaban en Ipiales en mayor medida en el oficio de artesanos, y en los nuevos oficios de la época: sastres, albañiles, herreros, talabarteros, pintores. En el campo, los indígenas se ocupaban de la agricultura y la ganadería. En esa conformación, en la cual el linaje y las clases dirigentes con abolengo español tenían menor influencia que en Pasto, las nuevas ideas pegaron con cierto entusiasmo, con ayuda de los criollos que como don Francisco Sarasti, serían relevantes en el futuro de la región. Además, la llegada permanente de comerciantes desde el Perú y Quito, trayendo noticias y comunicando ideas diferentes, en la mente de hombres que no tenían que estar apegados a la reglamentación española, ni menos residir permanentemente en un sitio, también marcaría una influencia diferente en Ipiales, con características de alto grado de comercialización en sus costumbres. La unidad de criterio en indígenas, mestizos y criollos fue mucho más concreta en la región de la exprovincia de Obando, y esto fue definitivo. El núcleo social así conformado fue capaz de buscar una autonomía económica y una posterior
40 ORTIZ, Sergio Elías, Agualongo y su Tiempo. Págs. 68-69
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. liberación política, mediante una resistencia permanente, una rebeldía latente, que luego se convertiría en el apoyo total a la causa republicana. 6.4 La Coyuntura De La Independencia En los comienzos del siglo XIX, el régimen colonial se había debilitado, en América. Las contradicciones entre la metrópoli española y sus colonias terminaron por convertirse en factores de separación. Entre 1808 y 1810 el vínculo político con la corona, que había durado tres siglos, recibió un golpe mortal cuando estalló la revolución en los principales territorios hispanoamericanos. El amanecer de la independencia y luego la formación de las repúblicas había sonado para América. 6.4.1 Los acontecimientos antes de 1810. Empezamos por recalcar sobre los efectos de la Revolución de Quito. Los sucesos de Quito afectaron sobre todo la situación política neogranadina. Bajo la presión de los altos mandos criollos el Virrey Amar y Borbón reunió una junta de notables, en la cual tomaron parte la Real audiencia, los cabildos civil y eclesiástico, la jerarquía católica, oficiales reales, hacendados de la sabana, etc. Se produjo así el primer gran debate público de la oligarquía neogranadina sobre los sucesos de Quito. Allí se presentaron dos tendencias, una que apoyaba las peticiones de la Junta de Quito, en la cual se destacaba don Antonio Nariño, y otra, que fue la que finalmente triunfó en la discusión, que rechazó las peticiones. El resultado fue que el gobierno envió auxilios al Virrey de Lima para sofocar la rebelión quiteña, lo mismo que una comisión "informadora", encabezada por el segundo marqués de San Jorge, José María Lozano. Pero el combate de Funes, en el cual los patriotas ecuatorianos fracasaron lastimosamente, entre otras cosas por la ineptitud de sus jefes Manuel Zambrano y Francisco Ascásubi, quienes dividieron su tropa, y por la valentía y la habilidad de los pastusos comandados por don Gregorio Angulo en el Guáitara, tuvo otros efectos tanto en Quito como en el sur de Colombia. La derrota propinada por los pastusos y la huída que efectuaron las tropas quiteñas, volviendo a su tierra, cruzando de nuevo la frontera de manera humillante, acabaron por enfriar en alta medida el apoyo que se había brindado en Ecuador al movimiento. Es así como el 4 de diciembre de 1809 se publicó un bando, según el cual se consideraba "reos de Estado a los motores, auxiliadores y partidarios de la Junta Revolucionaria del 10 de agosto, prohibiendo so pena de muerte, el encubrimiento y protección a los patriotas, e incitaba a la delación y la denuncia". 121
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Las autoridades virreinales de Lima tomaron represalias al reasumir el control de la situación. Se encarceló a los dirigentes del fracasado intento y la retaliación fue sangrienta. A principios de Agostos de 1810 fueron asesinados en la prisión los dirigentes de la Junta: Juan Salinas, Juan de Dios Morales, Manuel Rodríguez Quiroga, Francisco Javier Ascásubi y decenas más quienes fueron liquidados fríamente por las tropas españolas. El pueblo de Quito reaccionó en protesta por el horrible fin de los patriotas, lo cual dio lugar a que fueran sacrificadas en las calles muchas gentes más. Pero esa fue sangre que consolidó definitivamente la idea de la independencia. En este hecho sucedió algo curioso. En las masacres ninguno de los nobles quiteños pereció. Ellos fueron perdonados, defendidos o se fugaron. Por eso Benjamín Carrión llama al movimiento del 10 de Agosto como la "Revolución de los Marqueses". La llegada del comisionado Regio, Don Carlos Montúfar, vino a mejorar la situación de las patriotas en Santafé. A la junta suprema se le dio mas libertad, y poco a poco se fue llegando al mes de Abril de 1810 cuando se declara la independencia total de Quito, y se inicia la etapa republicana. A los habitantes de la ciudad de Pasto, en cambio, posteriormente al combate de Funes, les sobrevino alguna tranquilidad, a pesar de correr muchas versiones de la inconformidad reinante en Quito, después de la masacre del 2 de Agosto. Pero el efecto principal era el de rechazar el movimiento independista. 6.4.2 Algo sobre los tributos. Antes de entrar en pleno en la narración y análisis de los hechos de la independencia en el sur, es necesario hacer énfasis en uno de los detonantes de la misma en el territorio y en toda la Nueva Granada. El sistema económico colonial en tres siglos extorsionó a indígenas, criollos, mestizos y esclavos mediante el oprobioso régimen tributario que se impondrá de acuerdo a su ubicación social y de clase, y a las situaciones concretas que atravesaba el Estado español. Don Miguel Samper, respecto al sistema tributario colonial “hace estas observaciones: “El sistema tributario de la colonia perseguía metódicamente como materias imponibles, el trabajo, el comercio, el consumo y aún las personas. La sal, el tabaco, el aguardiente, los naipes, la pólvora y la amonedación eran industrias reservadas al fisco, los diezmos y los quintos y la fundición de oro y plata, pesaban sobre la agricultura y la minería; la alcabala y el papel sellado servían para embarazar el comercio interior; la misma alcabala y los derechos de importación, de toneladas, de avería, etc., correspondían al comercio exterior; el
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. tributo de indios, el subsidio eclesiástico, las medias anatas, los expolios, las temporalidades contribuciones de carácter personal”.41 “Todo estaba grabado, dice don Salvador Camacho Roldan, “El capital y la renta, la industria y el suelo, la vida y la muerte, el pan y el hambre, la alegría y la fiesta. Monstruo multiforme, verdadero proteo, el fisco lo invade todo, en todas partes se encuentra, ora toma la forma enruanada del guarda de aguardiente, el rostro colérico del asentista, el tono generoso del cobrador de peaje, la sucia sotana del cura avaro, los anteojos del escribano, la figura imposible del alcalde armado de vara, la insolencia brutal del rematador del diezmo o la cara aritmética del administrador de aduanas”. La organización tributaria además de los gravámenes pagados a la corona, a las gobernaciones, virreinatos, corregidores, a la iglesia, curas doctrineros, vinculaba diversidad de intermediarios para los recaudos, llegando a verdaderos atropellos sobre todo a indígenas y sectores populares. Cobrados los diezmos y tributos entraban al sistema de remates en lugares públicos, mercados, tiendas, con el objeto de “pagar las obligaciones” contraídas con los diezmos, con los compradores de tributos, después de haber extorsionado a los indígenas, mestizos, mercaderes, artesanos, quitándoles por la fuerza sus haberes, quemándoles los ranchos en caso de no encontrar “nada” que podría servirles, metiéndoles ganados a sus sementeras en caso de no pago, prácticamente el cobro era un verdadero vandalismo. En el campo tributario los indígenas fueron los más atropellados; desde el comienzo de la conquista los pueblos indígenas se vinculan al sistema tributario en su condición de pueblos vencidos y el español adopta para sus recaudos el mismo mecanismo, de contribución que tenían ellos de aporte comunitario en la persona del cacique, ya para el siglo XVIII se había establecido un sistema de cobro exclusivo para las parcialidades indígenas: El compromiso de algunos caciques o gobernadores del cabildo, la autonomía de los corregidores, la intimidación sistemática de la iglesia; el cobro de diezmos y sumado a ello el monopolio utilizado por rematadores de tributos y diezmos, la facilidad que daba el sistema fiscal, son suficientes factores para que los pueblos indígenas manifiesten su inconformidad. El sistema tributario, monopolio de blancos, lo auspiciaban las mismas reales haciendas, quienes hacían entrega de poderes para evitarse “El molestoso cobro” otorgando toda clase de garantías en poder de cédulas reales, autos recudimientos; los diezmeros, cobradores de tributos de intermediarios que eran por lo general los que administraban “Justicia” en gobernaciones, provincias, pueblos. En la agonía 41 ARTETA, Luis C. “Economía y Cultura en la Historia de Colombia. Editorial Oveja Negra. Medellín 1973 pag. 17
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. del siglo y con el propósito de “recuperarse” principalmente de los gastos y deudas por las guerras, por la exagerada burocracia y el despilfarro del gasto público, como por el avance del comercio y presión de comerciantes, mercaderes, artesanos y el descontento popular en general. Fuera del ramo de tributos también llegó para la época una cédula real haciendo un llamado para tener en cuenta la situación que atraviesa el reino y sus indias respecto a la necesidad de defensa de países “beligerantes” y que es preciso atender a la defensa, al decoro y prosperidad de la monarquía. En el marco de referencia colonial encontramos las aludidas medidas que apuntan a racionalizar la explotación colonial, lógicamente continuando con el monopolio y aumentando otros con el carácter de voluntarios, tratando de conmover por el lado del “patriotismo” a favor del imperio; es decir la “corona busca” los medios más sutiles para continuar dominando “sus indias”, teniendo en cuenta la grave situación social que afrontaban, los levantamientos producidos hasta la época en diferentes partes de América como: el del Socorro, Tupac Amaruc, Barbacoas, etc., cuyo factor mediato fueron los impuestos, los desmanes de los corregidores y sus intermediarios y percibiendo otros, trata de aminorar los efectos que pueda producir un nuevo recudimiento de tributos como lo afirma una real cédula de Don Carlos IV del 24 de agosto de 1799. El jugoso negocio del recaudo tributario se instaló en todo el proceso colonial, las bases estaban sentadas, no podían cambiarse por el acatamiento de una cédula real y menos aún cuando quienes monopolizaban el negocio le compraban al rey en dinero contante y sonante y por adelantado lo correspondiente destinado a su real fisco. En la provincia de los Pastos se continuó el monopolio no de don Miguel González del Palacio y Carlos Cortés sino en manos de Atanasio Rodríguez Clavijo en coordinación con mineros, terratenientes, comerciantes, esclavistas de la zona, y los mencionados “señores” no sólo recaudaban en la Provincia de los Pastos, también lo hacían en Quito, Barbacoas y Pasto, asistidos de “prestigio” social y poder político. Analizando así este fenómeno a primera vista podría pensarse que el régimen tributario y las formas de comportamiento individuales por parte de corregidores como en el caso de la provincia Francisco Rodríguez Clavijo en: Atropellador, déspota, abusador, etc., etc., fue la causa única que provocó el levantamiento, pero este sistema está dentro del régimen colonialista imperante y en crisis, obedeciendo a su estructura fiscal y económica; por eso no puede solo atribuirse los levantamientos a causas tan inmediatas, sino que es expresión del descontento general como del avance de las condiciones revolucionarias en el mundo, el desarrollo de la conciencia de pueblos indígenas y clases explotadas y oprimidas. El ramo tributario no solamente puede determinar el análisis de todo un fenómeno socio-económico y político. 124
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 6.4.3 La independencia en el sur. América estaba atravesando una de sus etapas decisivas en la historia, batiéndose contra el imperio colonial. En todas partes se habían presentado movimientos independistas y se generaban los elementos básicos para la posterior formación de repúblicas en las sociedades conquistadas. En el sur de Colombia, como se ha mencionado, los hechos se sucedían con diferencia marcada entre la tendencia seguida por las parcialidades de los Pastos y el comportamiento que seguiría la Villa de Pasto y sus alrededores. Tres grandes fuerzas sociales en la historia de este proceso se presentan en la nación. En primer término la que se representa en el ambiente de tensión social a partir de las últimas décadas del siglo XVIII, y que se manifiesta en el movimiento comunero. La segunda fuerza está relacionada con la Revolución criolla de 1810, enfrentando a criollos patriotas contra los realistas. Una tercera fuerza de la dinámica social se encuentra en los años de culminación de la independencia, como una reacción de régimen del terror, cuando los sectores populares de la nación, excepto en Pasto, Santa Marta y Barbacoas, apoyaron a los rebeldes. En estas tres oleadas sociales se presentan unas características sociales y económicas dicientes. Las regiones de mayor concentración indígena eran la zona central del altiplano cundiboyacense, la Sierra Nevada de Santa Marta y en la región del Sur en Pasto e Ipiales. La zona de mayor mestizaje, en cambio, se presentó en el eje SocorroPamplona, al Nororiente de la República. El Occidente colombiano aparecía como la región de la miseria, la gran hacienda y la esclavitud negra. Los dos elementos primeros se presentan también en el sur de Colombia. En la costa atlántica Cartagena se convirtió en el centro principal de la insurgencia contra España; y Santa Marta en la meca del realismo de la Nueva Granada. En la nación y en el Sur, sobre todo en Ipiales, el proceso republicano estuvo marcado por cuatro aspectos fundamentales: la participación popular en el proceso; la dirección del proceso monopolizada por la elite criolla; la crítica a la decadente y monopolista política económica de la metrópoli; y la financiación extranjera, sobre todo inglesa, de la guerra de independencia, que originó un déficit creciente para la naciente República.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En cuanto a los efectos y factores económicos propiamente dichos se tienen que mencionar varios elementos relevantes. Durante la reconquista y la guerra de independencia, se presentan algunas extorsiones que desequilibran la economía, como son la confiscación de bienes, las tierras y los ganados, los préstamos forzosos y la aceptación de moneda depreciada. La minería decayó notablemente durante el período de conformación republicana, por la escasez de mano de obra. La agricultura aparecerá entonces como la actividad redentora, sobre todo acentuada por las teorías fisiocráticas en boga, teniendo en cuenta que, a pesar de todo, la producción agrícola no se paralizó con la independencia. La industria artesanal también decayó notablemente, tanto por la escasez de mano de obra, como por la competencia de los textiles ingleses. 6.5 Sobre El 20 De Julio En Santafé 6.5.1 Sucesos previos. En Santafé los sucesos de Quito tuvieron muchos más efectos. Los dirigentes partidarios del movimiento, a pesar de haber sido derrotados, continuaron en su empeño. En ese sentido se dieron a la tarea de organizar un movimiento que pretendía deponer las autoridades del Reino y constituir una junta de gobierno en la capital, en Octubre de 1809, el cual estuvo encabezado por Antonio Nariño. Pero el grupo fue delatado y se frustró la llegada de la independencia más rápido de lo que la historia consigna. Armando gran alboroto, el régimen procedió a detener en el mes de noviembre a Nariño y varios de sus compañeros, entre ellos el canónigo Rosillo. Se sabe que Nariño, prevenido, se fugó de sus captores en El Banco, pero fue recapturado y encerrado en las mazmorras del Castillo de Bocachica, en Cartagena. Allí lo encontrará el comisionado de la Regencia española, Antonio Villavicencio, cuando parecía dispuesta su remisión a Puerto Rico, a principios de Julio de 1810. Nariño, luego del 20 de Julio, quedó en libertad bajo fianza, pero el gobierno le negó auxilio para regresar a Santafé, mientras los patriotas se portaban magnánimamente con el Virrey Amar y Borbón. El grupo revolucionario, pese al fracaso inicial, decidió seguir adelante y organizar un nuevo movimiento en Casanare y en Santander, pero fueron reprimidos, apresados y ejecutados. Estos hechos fueron los precursores de lo que se dejaba venir. El 4 de julio, el cabildo y amplios sectores de la población de Pamplona protagonizaron el primer movimiento de protesta y depusieron al corregidor. El 9 de ese mismo mes se produjo un alzamiento en el Socorro y también se produjo en Cartagena un movimiento de particular relieve. 126
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En todo caso, se debe resaltar el hecho de que a principios de 1810 el Virrey juró sumisión a la Regencia en España, y es entonces cuando llegan los comisionados regios Antonio Villavicencio y Carlos Montúfar, criollos residentes en España. Estos llegaron en plena ebullición de los movimientos independistas que se dieron a raíz del Acta de Quito. Así estallaron los sucesos del 20 de Julio de 1810 en Santafé, que terminó también con la firma de un acta seudo independista. Pero estos hechos desencadenaron la lucha nacional por la independencia de la Nueva Granada. 6.5.2 Lo acontecido en Pasto. Cuando se supieron las noticias del 20 de Julio, En Pasto y en las regiones del sur, fueron recibidas con cierta frialdad, pero con preocupación, ya que se temieron nuevas acciones bélicas como las que habían sufrido en Funes, luego de 300 años de paz. También recibieron las noticias de las masacres quiteñas, lo cual preocupó mucho más a los dirigentes pastusos. Sin embargo, lo sucedido en Santafé no logró modificar el pensamiento mayoritario de los cabildantes. Se debe mencionar en cambio, que los dirigentes don José Vivanco y Miguel Arturo, que tenían bastante apego a las ideas republicanas, aprovecharon la circunstancia para dejar oír sus opiniones, que aunque minoritarias, demostraban que no todo era pensamiento colonial. Cumplido en Santafé el primer paso de independencia, con la instalación de la junta suprema, se dispuso invitar a las provincias para que enviasen sus diputados, y así organizar un gobierno provisional a fin de dar a la nueva nación una contextura de carácter democrático. La junta hacía llamamiento a la unidad para formar un gobierno nacional y proveerse de unas normas organizativas, mientras durara la cautividad "del Augusto y desgraciado monarca, don.Fernado VII, siempre que venga a gobernar entre nosotros"42, según decía el acta. A la invitación de Santafé muchas poblaciones respondieron; otras callaron, las demás se opusieron. Empezando entonces una especie de gobiernos independientes en cada una de ellas. El 11 de Agosto de 1810 el gobernador Tacón convocó en Popayán un cabildo abierto del cual surgió el nombramiento de una "junta provisional de seguridad".Tramaba con esto estar aparentemente con los independistas pero lo que preparaba es la reacción. Por eso logró apoyo para su decisión posterior de disolver la junta y se rehusó a recibir a los diputados de los cabildos cuando llegaron a la ciudad.
42 CARVAJAL, Alberto. Joaquín Caicedo y Cuero, Libertador y mártir. Edit. Carvajal, Cali, 1916, p.45.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En Pasto no se aceptaron las peticiones de Santafé y en cambio, bajo la guía de Tacón, se prepararon para la defensa y generaron un movimiento oposicionista a lo sucedido. 6.6 La Invasión De Pasto El año de 1811 empezaba dentro de un ambiente caldeado en toda la Nueva Granada. En el Sur, en el Cauca, y por lo tanto en las tierras del actual departamento de Nariño, el gobernador Tacón había jugado al engaño con los independentistas de Santafé, pero finalmente se había declarado en su contra. Entre sus actos más destacables fue el desconocimiento de la Junta de Cali y de sus dirigentes. Se rompen entonces las hostilidades ente los patriotas y los realistas. De los enfrentamientos escritos se ha pasado a las armas. Santafé ordena atacar a Popayán. Pero también desde Quito los patriotas atacan. 6.6.1 Otra vez Quito. El 11 de Abril de 1811 se proclamaba la independencia de Quito, en forma absoluta. Carlos Montúfar, militar experimentado, organizó un pequeño ejército y lo dirigió hacia el sur. En Ambato derrotó al Coronel Arredondo, el mismo que con las tropas que trajo del Perú había cometido los asesinatos del 2 de Agosto. Luego se dirigió contra el baluarte realista en Cuenca, pero cuando estaba a sus puertas tuvo que regresar a Quito, a sofocar una revuelta dada entre los mismos independistas por ambiciones familiares. Pero la Junta Suprema de Quito se interesaba por abrirse paso y en medio del encierro que tenía volvió a pensar en Pasto. Para ello se puso en contacto con los patriotas de Cali y Popayán. También volvió a intentar entrar en diálogo con el cabildo de Pasto. En ese año, se organizan juntas de gobierno decididamente patriotas en Cali y otras ciudades. En esas condiciones aparece en escena el Dr. Joaquín Caicedo y Cuero, Presidente de esas juntas, quien ordena atacar a las realistas de Popayán y Pasto. En ese plan se da la batalla de Palacé del 28 de marzo, en la cual las tropas patriotas vencen a las realistas comandadas por el gobernador de Popayán, Miguel Tacón, quien huye hacia Pasto. Esta es considerada oficialmente la primera batalla patriota, sin hacer caso a lo sucedió en Funes. En su huída, el gobernador olvida a su esposa, pero no hace lo mismo con el tesoro que había sido mandado en gran parte por los quiteños. Precisamente aquí surge otro hecho que vale la pena recalcar.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En Enero de 1811 Miguel Tacón envió un bando que fue leído en Pasto, en el cual se comunicaba la situación, y se ordenaba prepararse para la guerra. El Cabildo en Pasto, ante esto, el 7 de Marzo hizo el llamamiento para que se incorporaran los varones para ser filiados y estar listos para ser reclutados en la tropa que debería defender la causa del rey, según decía Tacón. En la época colonial, Quito tenía que enviar las contribuciones que se debían pagar a la corona, y estas llegaban a Popayán para luego ser enviadas a España por Cartagena. En este año Los Quiteños habían remitido a Popayán la suma de doscientos mil pesos para ser enviados a la Tesorería General del Reino. Cuando se supo de la derrota de Palacé, los quiteños reclamaron el dinero y para efecto enviaron comunicaciones al cabildo de Pasto, para que se entregara el tesoro, ya que allí se encontraba refugiado el gobernador Tacón, huyendo de los patriotas. El cabildo exigió la entrega del tesoro quiteño por parte de Tacón. En esos reclamos se encontró que ya este había llegado incompleto, y solo logró hacer que se guardaran en el arca triclave 413 libras de oro en barras. La junta Suprema de Quito halla aquí una disculpa para invadir a Pasto. Como el cabildo de Pasto no responde a los reclamos del dinero que tenía Tacón, prepara un ejército de 1500 hombres, con el fin de entrar en la ciudad para rescatar el tesoro y para atacar a los realistas que amenazaban a Popayán. Entonces, la junta de Quito, otra vez reorganizada, ordena invadir y atacar a Pasto, utilizando entre sus argumentos la recuperación del tesoro que Tacón había llevado a la ciudad. Por segunda vez, y cometiendo otro error que redundaría en forma negativa para la causa republicana en el sur de Colombia, cruzan la frontera por el puente de Rumichaca y se dirigen hacia el norte, por la provincia de Túquerres. Un primer enfrentamiento se presenta por los lados de Ipiales, en Carlosama, despistando a Tacón, y de allí los quiteños dirigen sus operaciones contra Pasto. Mientras tanto, el gobierno de Popayán, patriota, presidido por el Doctor Joaquín Caicedo y Cuero, dirigió al cabildo de Pasto un oficio invitándolo a formar parte de las ciudades confederadas y "estrechar los vínculos con los pueblos hermanos",a la vez que se le pedía enviar un representante para Junta de gobierno .Como el cabildo no aceptara y el obsesionado Tacón había convencido a los pastusos de enfrentarse con los patriotas, el 22 de Julio salió el ejército republicano al mando de Baraya y Caicedo para someter a Pasto. La ciudad estaba atacada por sur y norte. En este punto es importante una acotación.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. La economía nariñense, en especial la de Pasto, giraba principalmente alrededor de Quito, pues los caminos hacia la Nueva Granada eran escabrosos y el clima malsano. La provincia de Pasto pertenecía a la Gobernación de Popayán y por ende al virreinato de Santafé. Nominalmente dependía del obispado de Popayán, pero por aquello de los malos caminos se le dejaba el gobierno eclesiástico al Obispo de Quito. En el aspecto judicial, los pelitos iban en última instancia, ante el Tribunal Supremo de Justicia de Quito. En estos términos, los vínculos de la Provincia de Pasto con Santafé eran puramente teóricos y el correo con la capital de al Nueva Granada casi tanto como el que venía desde la metrópoli española, es decir, varios meses. La autoridad de al región pastusa recaía en el Cabildo, el cual disponía de facultades omnímodas para decidir en casi todos los aspectos de la administración, lo cual daba a Pasto cierta autonomía que se aproximaba a lo que hoy suele llamarse como une “república independiente”. El gobierno ejercido por la Tenencia y Cabildo estaba en anos de criollos hijos de españoles, mientras Santafé, Lima, Quito o Caracas estaban bajo el mando de Virreyes, presidentes o gobernadores codiciosos venidos de España a hacer fortuna y a exhibir su arrogancia. Esto hizo que los pastusos defendieran como cosa propia, su gobierno, como defendían con fiereza su hogar, sus mujeres, sus tradiciones. He allí una dificultad más para que ideas y hechos revolucionarios foráneos prosperaran en esos años de1800. 6.6.2 Pasto ocupada. Con el encuentro de Carlosama, los Quiteños lograron despistar y engañar a Tacón, y se ubicaron en Cumbal donde establecieron la base de apoyo. Tacón entonces abandonó Carlosama, se dirigió a Pasto para luego enfrentarse, según el, a las tropas de patriotas de Caicedo y Baraya. Este abandono fue aprovechado por los Quiteños, quienes emprendieron también la marcha hacia el norte. Llegaron a Túquerres en la cual se instalaron el 16 de Julio de 1811.Estaba en firme la segunda invasión del territorio nacional y de la región nariñense. De allí escribieron al cabildo de Barbacoas invitándolo a unirse a su causa y reclamando el tesoro que ahora se encontraba en las arcas reales de la ciudad. Pero allí, en Barbacoas, también se les respondió con negativas, representado el pueblo por el comerciante y minero D. Fernando Angulo. Después de unos días de preparación los quiteños consideraron estar listos para atacar a Pasto. Esta vez por Funes logran hacer retroceder la tropas realistas hasta Yacuanquer, venciéndolos al final y entrando a Pasto el 22 de septiembre, 130
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. rescatando el famoso tesoro, las 413 barras que allí se encontraban pues es resto fue llevado por Tacón a Barbacoas. Pasto fue ocupada y saqueada por las tropas patriotas de Quito ese 22 de Septiembre de 1811.Como todo les fuera confiscado y robado a los pastusos, había en la ciudad un hambre espantosa, pues nada se les dejó para comer. Les dejaron, así, una amarga experiencia para que en el futuro supieran defender la ciudad con todas sus energías. La ciudad estaba literalmente vacía, pero hay unos pocos amigos de la causa independista que ayudan a los ecuatorianos, que la historia debe recordar para no afirmar que no hubo patriotas en Pasto. Son ellos Francisco Muñoz de Ayala, Juan de Dios Muñoz, hijo del anterior; José Vivanco, Miguel Arturo, José Soberón, José Barrera, Francisco Javier Ordóñez, Nicolás Burbano de Lara, Ramón Fernández de Córdoba y Jacinto Muñoz. La ciudad fue ocupada entonces por las tropas quiteñas. Esto sucedía por primera vez en la historia del sur de Colombia. Jubilosos los quiteños comunicaron a los militares del Cauca sobre el triunfo obtenido diciendo: "Ya Pasto deja de ser la piedra de escándalo de sus hermanos y el último abrigo que le había quedado por esta parte al despotismo y a la tiranía. Unido Quito con Santafé, ya será incontrastable el poder firme, la opinión pública e imperturbable la libertad".43 Mientras la ciudad era sometida a la ocupación, a la vejación, al saqueo de los quiteños, a las más grandes exageraciones que la historia oficial oculta, Tacón la había dejado abandona a su suerte. Tres días consecutivos duró el saqueo que a sus anchas hicieron los ecuatorianos, quedando la ciudad enteramente desolada. Esto hizo que los pastusos se preguntaran preocupados "si esta era la libertad de que tanto se enorgullecían los patriotas y eran estos los sistemas de gobierno y los métodos, para la convivencia en sociedad que se iba a tener en el futuro." El gobernador Tacón supo desde el camino a Barbacoas la ocupación de los quiteños. En lugar de regresar, el " valiente militar", se refugió en El Castigo, un lugar situado a orillas del Patía, huyendo del cumplimiento de su deber. Allí fue sorprendido por el capitán José Díaz, quien con 200 hombres los derrotó, haciéndole prisionera toda su gente y persiguiéndolo por el camino a Barbacoas. 6.7 Acontecimientos Para No Olvidar 6.7.1 Presencia del Doctor Caicedo y Cuero.Después del triunfo patriota en Palacé, el Doctor Joaquín Caicedo y Cuero, que presidía la Junta de Cali, decidió establecerse en Popayán, de cuya ciudad habían emigrado hacia Pasto los más 43 BASTIDAS U., Edgar. La Vendee Americana. Impr. Dptal. Pasto.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. prestantes dirigentes realistas. Al principiar el mes de septiembre de 1811, organizó una expedición hacia Pasto, comandada por el General Antonio Baraya. Escribió así una nota a don Tomás de Santacruz, buscando que los pastusos depusieran las armas y se avinieran al gobierno de la Junta patriótica. El 16 de septiembre, se llamó a una sesión pública del Cabildo, y en ella se leyó la carta del doctor Caicedo. Luego del estudio de esta y de otros documentos, en medio de largas discusiones, pero en una gran cordialidad sucede un hecho que también la historia oficial ignora u oculta. Luego de un estudio sereno y detallado, se convino en "aceptar una honrosas y cristinas capitulaciones que no en sostener una guerra para la que nos falta recursos después de haberse apurado todos los arbitrios".Se ordenó asÍ mismo dar este aviso a los destacamentos del norte, del sur y otros puntos, a fin de que únicamente "deben estar a la defensiva".Esta comunicación fue enviada al Doctor Caicedo, manifestándole además que la ciudad lo recibiría en completa paz y sin peligro de ninguna naturaleza si cumple con los ofrecimientos hechos en la carta. Inmediatamente Caicedo y sus fuerzas se movilizaron hacia la ciudad y entraron en ella el veinticinco. Desde del primer momento este distinguido dirigente se declaró protector de los sureños, perseguidos por los quiteños. Como una de sus primeras actividades, en consenso con aquellos, fue nombrar como Teniente de gobernador a D. Francisco Muñoz, leal patriota. Fue así mismo restableciendo la calma y la confianza, en una ciudad en la que reinaba el caos. Hizo así mismo un llamamiento para que los pastusos que se habían ido retornaran a sus hogares. Pero también se preocupó por fijar los límites de los territorios, porque otra vez los quiteños querían anexarse el territorio para sí, pero mediante la intervención del doctor Caicedo todo volvió a la normalidad. Caicedo y Cuero tuvo gestos amables y gentiles con los pastusos. Tanto las autoridades como pueblo en general fueron tratados dentro de la mayor cordialidad, de tal manera que en poco tiempo logró que las gentes del sur le tuvieran aprecio, le profesaran cariño. Estaba demostrando que quería cumplir con lo que ofrecía en las cartas que había remitido al Cabildo y a don Tomás de Santacruz. Mas adelante el doctor Caicedo recibió la comisión de la Junta de Popayán de reclamar en Quito el tesoro que se había llevado Montúfar y la vez aclarar definitivamente lo que tenía que ver con el gobierno de la provincia de Pasto que los patriotas quiteños ansiaban. En estos intentos la intervención gran dirigente vallecaucano fueron inútiles.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 6.7.2 El Acta de Pasto. Dominada la situación de orden público, el presidente Caicedo se dedicó a una labor de convencimiento y de cultura política entre los dirigentes y pueblo pastuso en general. Como resultado de esta campaña logró que varios ediles aceptaran discutir en torno a ideas como la libertad y la independencia. El 8 de Octubre de 1811 se celebró un cabildo abierto con el objeto de tratar puntos de vista alrededor del tema, tratando también la necesidad de reconocer al nuevo gobierno de los patriotas de Cali y Popayán, lo mismo que a la junta de Santafé. Se estuvo de acuerdo en citar al respecto para una sesión especial. La fecha designada fue la del 13 de Octubre de 1811,y para tal sesión el recinto se llenó. Bajo la presidencia de Ramón Bucheli y con la asistencia de los miembros principales Juan Manuel de la Villota, Gabriel de Santacruz, José de Vivanco, Manuel Angel Zambrano y el escribano don Miguel José Arturo, y con las barras llenas se inició la discusión. Se puso entonces en consideración lo que venía aconteciendo y sobre todo la posición de Santafé y el acta de independencia. Al final del debate se aprobó levantar un acta particular, por medio de la cual se declaró que "…reconocían a la Junta Suprema de Santafé de Bogotá; que se hermanaban con la de Popayán y que tanto cabildantes como el clero secular y regular y el pueblo abrazaban la causa patriótica y en adelante la defenderían...".44 Los partidarios de la república, los amigos de la independencia, que también los había en Pasto, aunque eran una minoría, con la influencia y la ayuda del Doctor Caicedo, habían logrado imponer el criterio lógico que solo en estas tierras presentaba dificultades. Pasto también entraba en la órbita de las ciudades que deseaban una nueva forma de gobierno y apoyaba las acciones independistas de Quito, Santafé, Popayán y Cali, a través de la opinión de ese distinguido grupo de personajes de tinte liberal. Pero la reacción, representada por el pensamiento realista, los hispanos y criollos poderosos, y la labor del Gobernador Tacón, escondidos en Barbacoas, era supremamente fuerte. La influencia que del grupo de dirigentes que huyeron de los patriotas era grande; lo era más la de los sacerdotes españoles y algunos criollos que no podían ver la idea de la independencia sino como un amenaza del diablo. Contra lo que había sucedido, contra la demostración de independencia que se había logrado gracias al doctor Caicedo, opusieron la fuerza de un movimiento de intriga, de oposición, de reacción, que poco a poco dio sus frutos. En la ciudad comenzaron a circular falsas noticias sobre el regreso de Tacón, de la llegada de una expedición española, de la caída del gobierno de las Juntas de Quito y de Santafe, y otras especies mentirosas que difamaban del gobierno presidido por Caicedo.
44 Archivo Municipal de Pasto, Libro capitular de 1811.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Era tal la situación, tan influyente el movimiento reaccionario, sobre todo de parte de los sacerdotes y religiosos, que el gobernador tuvo que emitir un bando bastante duro, que trataba de reprimir las manifestaciones y el movimiento realista en contra de las juntas patrióticas. En el bando en mención, que daba a conocer un decreto fechado el 23 de noviembre de 1811, el doctor Joaquín Caicedo, como presidente de la Junta Superior de Gobierno de la provincia de Popayán, y a cargo de la provincia de Pasto, fijaba una serie de medidas represivas que trataban de controlar la situación, dirigidas ante todo a esos religiosos realistas y los demás que se habían dedicado a socavar el gobierno patriota. Terminaba, luego de varias disposiciones duras, diciendo que se permitía "anunciar a este pueblo que pasaron los días de indulgencia y misericordia y para asegurar a los buenos ciudadanos debe correr a torrentes la sangre impura de los criminales que perturban el orden público y la tranquilidad de la Patria. Ya no es tiempo de lenitivos; bastantes ha experimentado esta ciudad sin fruto: la salud pública exige que se corten los miembros corrompidos para que no perezca el cuerpo político. Mueran pues los traidores y que dejando de circular esa sangre envenenada, respire la Patria y se eleve el grado de engrandecimiento y gloria que le destinó el divino Autor de Cielo y la Tierra y que, con la mayor generosidad, la convidan las sabias naciones de Europa." 45 Esto no fue suficiente. De los movimientos y protestas siguieron las acciones armadas contra el gobierno del Dr. Caicedo. Tacón y Fernando Angulo, con una tropa que tenían a su mando, en Barbacoas, incitaban a la revuelta y atacaban las patrullas patriotas. Con la consigna de desconocer el nuevo gobierno atacaron en varias partes. Angulo quiso romper el bloqueo del camino entre Barbacoas y Pasto y atacó a las tropas patriotas y fue derrotado. Desolado, tuvo que huir y se embarcó para Panamá por Tumaco, desde donde informaba al Consejo de Regencia de los triunfos patriotas. Tacón atacó por los lados de Barbacoas y fue también derrotado y tuvo que huir a Tumaco. Luego, cuando las tropas amenazaban llegar al puerto, se retiró a Iscuandé, donde también fue vencido, tomando entonces la decisión de escapar hacia Guayaquil. Entre tanto, el Doctor Caicedo, cumpliendo el encargo de la Junta de reclamar el tesoro de Tacón a los quiteños, a la vez que de negociar lo referente a los límites, partió hacia Quito a principios de 1812, dejando en su lugar, como jefe del gobierno en la provincia de Pasto, a Francisco Muñoz de Ayala. En su ausencia los motines fueron mayores, se presentaron muchas manifestaciones y movimientos contra los patriotas y la acción de los realistas era 45 Tomado de "Joaquín Caicedo y Cuero. Libertador y mártir. Alberto Carvajal. Editores Carvajal, Cali 1916.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. cada vez más fuerte. Cuando regresó, en Mayo, encontró a la ciudad alborotada, nerviosa. La verdad es que la revuelta contra el gobierno de las patriotas era fuerte, se había adueñado de grande caudales de gente. La reacción tenía escondidas armas; su dirigentes, como Tomás de Santacruz, desde sus haciendas, alentaba y dirigía el movimiento. No pasaba día en que algún suceso contrario al gobierno se presentara. En esta empresa reaccionaria también se contaba con el apoyo de los patianos, reacios al gobierno de la Junta de Popayán. La situación se tornó en altamente grave cuando los patianos atacaron a Popayán. Tomándose los lugares más importantes y amenazando efectivamente a Pasto y al doctor Caicedo. Paralelamente, ya en los días finales de Mayo de 1812, los pastusos, alentados por lo que hacían los patianos, salieron de sus escondites, y ayudados por los que habitaban en la ciudad, sacaron las armas, sobre todo del convento de las Conceptas y se enfrentaron a las tropas patriotas. El movimiento largamente planeado dio resultado y vencieron a las tropas de la Junta, tomando como prisionero al Doctor Caicedo y a sus más fieles colaboradores. El 21 de Mayo de ese año terminaron los diez meses y cinco días en que Pasto se había declarado "independiente del gobierno de España". Se terminaba así una fugaz época con la república. 6.7.3 El Acta de Ipiales. Con la llegada del nuevo siglo, en medio del hálito rebelde, como en una nueva manifestación del ancestro que odia la esclavitud, también las condiciones sociales y económicas se han modificado, en el sur de Colombia. El proceso de mestizaje ha llegado a su punto máximo y el dominio de esta nueva clase es determinante, aunque todavía tiene gran fuerza la diezmada raza aborigen. A partir de 1803, los indios de la tenencia de los Pastos adoptan una posición autonomista que sirve de acicate a las nacientes ideas de criollos y mestizos que comienzan a proyectarse hacia la independencia en Ipiales y en Túquerres. Algunos historiadores llegan a hablar incluso de un aumento creciente del movimiento, con la llegada de un indio venido de Loja, en el Ecuador, que la tradición oral recuerda con el nombre de Antonio Tandaso, quien visita a los indígenas de las dos poblaciones. La idea parece ser la de formar un gobierno indio, como un estado de gobierno igual de los reyes de España. En los primeros días de septiembre de 1810, como un eco del movimiento autonomista iniciado en 1803, se presenta un acontecimiento urbano de índole independista, encabezado por los criollos y apoyado por los mestizos, habitantes de la urbe, con una relativa idea separatista de España. Teniendo en cuenta a algunos historiadores regionales, entre ellos a don Roberto Sarasti y a la tradición oral, se afirma que inclusive se llegó a firmar un acta de independencia, mencionándose entre los firmantes al líder Roberto Martínez. 135
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En relación a Francisco Sarasti, se sabe que era hijo del Vasco del mismo nombre, nacido en Popayán y su madre se llamó Joaquina Ante Mendoza y Valencia. En 1805, en Ipiales, ejerciendo el cargo de teniente de gobernador, decretó el alza de salarios a los cargueros que viajaban a Barbacoas, providencia que fue objetada por el cabildo de Pasto y rechazada por los Mercaderes de la Villa del Oro, circunstancia que obligó a dicho funcionario a elevar su demanda, por mediados del Gobernador de Popayán, Nieto de Aguila, y de los oidores de la Audiencia de Quito, ante el monarca español Carlos IV, quien la sancionó favorablemente y fue publicado en todos los centros de importancia.46 La declaratoria de Independencia de Ipiales según Sarasti –corresponde al año de 1810 y no al 1811 como mencionan otros, “en 21 de septiembre de dicho año, la Junta de autoridad de Popayán, avisa recibo al cabildo de Pasto de la información sobre lo acaecido en Ipiales, dado por esta entidad. La junta expresa su indignación al ver que don Francisco Sarasti es el que ha promovido la desmembración de la provincia de los Pastos por medio de la farsa que ha hecho Ipiales”.47 En 1814 la situación para Ipiales fue muy complicada, especialmente después de haber caído prisionero el General Nariño. En este año, las autoridades civiles y eclesiásticas, eran adictas a las fuerzas realistas de Pasto. La mediación del padre Eusebio Mejía, evita males mayores. Inclusive en 17 de mayo el cabildo de Ipiales se congratuló con el de Pasto por los triunfos alcanzados sobre el ejército patriota. 48 En relación con el acta de Independencia de Ipiales, Idelfonso Diaz del Castillo es otro de los historiadores que aseveran, luego de haber consultado los libros del Cabildo de Pasto, que tal hecho se produjo en septiembre de 1810. Si se tiene en cuenta que Cali y Mompox fueron de las primeras poblaciones en proclamar la independencia el 3 de julio y el 6 de agosto respectivamente, y Santafé lo hizo el 20 de julio, lo anterior significa simplemente que la ciudad sureña fue la cuarta población en la Nueva Granada en declararse libre de las ataduras de España. En el estudio sobre la Revolución de Independencia de Colombia y del Sur de Colombia, se deben considerar una serie de factores condicionantes y fuerzas históricas que centralizan sus tendencias de cambio, que se venían gestando desde los últimos veinte años del siglo XVIII y que cubriera las primeras tres décadas del siglo XIX, y que cristalizan en un ciclo histórico de crisis. 6.7.4 Aparece un aventurero. Alejandro Macaulay había nacido den Yorktown en 1787 y se había graduado como médico, allá en su tierra, en E. U.
46 SARASTI, Roberto. Memorias sobre el Sur de Colombia. Págs. 232-233 47 IDEM pág. 233 48 IDEM
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Impregnado de un espíritu de aventuras, de correcaminos, se siente atraído por Suramérica y decide embarcarse a estas tierras. Llega así a Venezuela en 1811, en plena Época de revueltas, de predominio de las ideas y movimientos independistas. Arriba luego a la Nueva Granada y se queda en Cundinamarca, tratando de vincularse a los movimientos rebeldes, pero Antonio Nariño, quien no cree en la sinceridad ni en la utilidad del aventurero, lo expulsa de la provincia. Consideraba el precursor que este personaje era al menos sospechoso o era un probable espía de los españoles o de sus enemigos políticos. Sin saber para donde tomar, se entera de la existencia de una tierra como la del Sur, donde se presentan acontecimientos parecidos a Caracas y Santafé y llega entonces a Popayán. Al arribar a ella, como extranjero es apresado por las tropas patriotas, pero les muestra unas cartas de recomendación del Doctor Camilo Torres y asÍ fue recibido como uno más entre el grupo de patriotas que estaban empeñados en la lucha contra los españoles y que había hecho que el gobernador Tacón se encontrara huyendo. Por diversas artimañas, valiéndose de su personalidad de extranjero, de sus conocimientos médicos, convence a los dirigentes patriotas de Popayán de muchas más otras habilidades que no tenía, entre ellas las de saber milicia. Tuvo la suerte de probar lo que anunciaba cuando los patianos atacaron a Popayán tratando de tomarla. Expuso entonces un plan teórico de defensa que resultó exitoso y con ello acabó de convencer a los neófitos dirigentes patriotas del Cauca. Se lo nombró entonces para hacer parte de los cuadros de estado mayor de los ejércitos. Su primera gran misión fue la de ayudante del comandante José María Cabal, para que se persiguiera a los patianos rechazados en su intento de toma de la ciudad. Con este contingente llegó casi hasta Pasto, el 25 de Mayo, cinco días después de la rendición de Caicedo a los pastusos, de lo cual se enteraron en las afueras de la ciudad y resolvieron regresar a Popayán. La Junta de Popayán, enterada del in suceso de Caicedo, mandó entonces 400 hombres el 28 de junio, al mando de José Maria Cabal y del norteamericano Macaulay. Al aventurero lo invistieron con el título de Inspector General de las Armas de la Provincia, con el grado de coronel del ejército. Y aquí empieza un odioso y curioso hecho, decisivo en la conducta de los pastusos, personificado por Macaulay. Este norteamericano que en ningún momento había demostrado el por quÉ de estar en donde estaba, que no daba pruebas de su convicción por la causa independista, prevaliéndose del título otorgado, se torna, además de hábil en la perfidia, osado en la amenaza a un pueblo que ni siquiera conocía. Empieza entonces, a escribir comunicados, a enviar oficios al Cabildo y autoridades en Pasto, 137
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. expresando los peores términos que hasta ahora se habían dado entre las comunicaciones que se mantenían entre las tropas. El Aventurero no solo insulta sino que amenaza. Así, reclama: "entréguense las personas del Excelentísimo Sr. Presidente, oficialidad, tropas y demás sujetos que aprisionó ese pérfido vecindario indemnizándoles de los perjuicios que se les ha irrogado; Entréguenseme todas las armas y pertrechos de guerra que hay en esa ciudad y entonces ella será tratada con benignidad...De lo contrario...si me dispara un solo fusilazo en el tránsito, Pasto pagará sus crímenes desapareciendo de la tierra. Y si para colmo de su maldad, ejecuta el más pequeño agravio a las personas de los presos, tiemble ese pueblo bárbaro, infractor de los derechos de Dios y del hombre: no habrá piedad: no quedará hombre vivo desde el Guáitara hasta el Juanambú: El fuego consumirá sus edificios y propiedades: las futuras generaciones admirarán en sus ruinas y escombros un castigo proporcional a sus delitos."49 Insultos, amenazas, falacias que desconcertaron a los dirigentes del Pasto y que éstos, supieron muy bien transmitir al pueblo para ponerlo en contra de las ideas de los patriotas. A ellas hay que añadirles las amenazas y también las palabras de mal tono que la misma junta de Popayán dirigiera al cabildo de Pasto, diciendo: "La ruina de Pasto ha llegado a esa ciudad infame y criminal y va ser reducida a cenizas. No hay remedio: un pueblo estúpido, perjuro e ingrato que ha roto los pactos y convenios políticos y con la más negra perfidia ha cometido el horrible atentado de hacer prisionero al presidente de este gobierno, después que enjugó sus lágrimas y levantó de la desgracia en los días de sus amarguras, debe ser, como un pueblo judío, entregado al saqueo y a las llamas. Tiemble, pues la, ingrata Pasto que ha hecho causa común con los asesinos y ladrones del Patía, y tiemblen esos hombres de escoria y de oprobio que se ha erigido en cabezas de la insurrección de los pueblos…Una fuerza poderosa, temible, destructora y hábilmente dirigida va a caer sobre esa ciudad inocua...Ella será víctima del furor de un reino entero, puesto en la actitud de vengarse y aniquilarla...".50 En esta comunicación, por otra parte se encuentra el origen de la fama de pastusos "brutos","ignorantes", que pasará a la historia. Este es otro de los errores que los patriotas cometieron con el sur de Colombia. Con cartas como las de la Junta y con la atrevida misiva de Macaulay, la suerte estaba echada. Pasto respondería con oposición, con guerra a la causa patriota.
49 Documentos históricos de los hechos ocurridos en Pasto, en la guerra de la independencia, Pasto, 1942 50 IDEM
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El Cabildo de Pasto, a pesar de los insultos y amenazas, fue prudente en las respuestas. "Si en términos decentes y decorosos se trata de ajuste y reconciliación, no se hará sordo este cabildo a las voces de la razón y la justicia, así como no ha estado a las de humanidad, cooperando eficazmente a la conservación y asistencia cómoda de los principales prisioneros..." Cabal tiene que regresar a Popayán donde es elegido como presidente de la Junta en reemplazo de Caicedo y queda al mando de las tropas Macaulay quien ordena avanzar hacia Pasto. Con 600 hombres bien armados buscaron la ruta del río Juanambú y se enfrenaron a los pastusos. Luego de furiosa embestida Macaulay logra dominar la resistencia de las patrullas apostada en los desfiladeros y pasando por los lados de Buesaco, llegó a las afueras de Pasto, ubicándose en los ejidos. En la ciudad, en cambio, se preparaba la defensa y se quería también llegar a un acuerdo. Por lo tanto, vuelve la escena El doctor Caicedo. 6.7.5 La traición del aventurero. Los dirigentes pastusos, entre ellos Blas de la Villota, sostuvieron conversaciones con el prisionero Doctor Caicedo y luego de ellos convinieron en que era posible una mediación. No se quería más derramamiento de sangre en la ciudad. Por ello aceptaron la propuesta que les hacía el patriota caleño en sentido de ser el mediador. Para iniciar los trámites el Doctor Caicedo escribió a Macaulay para que no atacara la ciudad y se sostuvieran conversaciones. Estas se aceptaron y el 26 de Julio se firmó un acuerdo. Los puntos claves de este son relevantes. Los sureños se comprometían a poner en libertad inmediatamente al Doctor Caicedo, a los oficiales y tropas prisioneras. Los patriotas deberían hacer lo mismo con los prisioneros que tenían en Popayán. Se acordó además que el presidente Caicedo y Macaulay se retirarían con sus tropas hacia Popayán, no se exigiría entrega de armas a Pasto y esta conservaría el gobierno como lo tenía antes, reanudándose el comercio entre las dos ciudades, cesando toda clase de hostilidades. Firmadas estas capitulaciones fueron puestos en libertad el Doctor Caicedo, sus oficiales y 360 soldados. Más de cuarenta soldados habían muerto en prisión y 16 se habían fugado.51 La dirigencia pastusa y el pueblo en general cumplieron lo pactado, dentro de su escala de valores de sinceridad, y honestidad, pero no Macaulay. Este aventurero no sabía de esos sentimientos y lo que quería imponer eran la mentira y la traición y con ello influir en la historia de este departamento.
51 CARVAJAL, Alberto.Ob.Cit.p.101
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En lugar de marchar hacia el norte, como se había pactado, el yanqui ordenó a sus tropas salir hacia el sur, por Yacuanquer. La marcha nocturna comenzó el 13 de Agosto. Pero fue descubierta e inmediatamente fueron a cortarle el paso los pastusos. El combate se empeñó al amanecer y duró cinco horas, al cabo de las cuales se llegó a un nuevo acuerdo, para retirar las tropas patriotas hacia el camino a Popayán. Ya se estaban dirigiendo las tropas hacia ella, cuando un incidente poco importante, fruto del nerviosismo y de la ya fuerte desconfianza en la palabra del Macaulay, hizo que alguien disparara de las tropas que vigilaban a los patriotas en su marcha hacia el norte, y equivocadamente se dio orden de responder al fuego, iniciándose otro enfrentamiento armado. Ya no había cabida para las amenazas y los pastusos que no se habían arredrado ante ellas se decidieron a atacar. Pero algo había pasado. Macaulay en lugar de regresar a Popayán se ocultó en las afueras de Pasto buscando caminos hacia el sur para ponerse en contacto con los quiteños. Los soldados realistas, indígenas sureños, descubrieron las maniobras del yanqui y se confirmaron las sospechas que ya tenían. Se cayó entonces en cuenta que lo que había era otro engaño del norteamericano. Las campanas tocaron a rebato y el pueblo salió a organizarse para atacar a los patriotas. La gran mayoría de los sureños se lanzaron hacia el camino Real de Calambuco para detener la marcha del jefe patriota. El ataque a sus tropas se hizo general y no se logró ya ningún acuerdo. En esa condición, a pesar de todos los esfuerzos que hizo Caicedo, tampoco consiguió que Macaulay diera la orden de no disparar. Todo fue inútil. Los sureños se lanzaron contra los desorganizados patriotas." Al oír el estallido del fusil, los pastusos, que estaban inmediatos, acometieron a los pocos soldados que aún permanecían en el campamento y los aprisionaron. En seguida persiguieron a los demás que habían marchado ya, y que iban descuidados, a pesar de que estos combatieron vigorosamente, un gran número fue destrozado por los indios irritados que peleaban como fieras.”52 Al caer la tarde de ese nefasto 13 de Agosto de 1812-escribe Sergio Elías Ortiz, para las armas republicanas, quedaban tendidos en el campo alrededor de doscientos hombres entre muertos y heridos y más de cuatrocientos prisioneros, entre ellos toda la oficialidad y el Presidente Caicedo y Cuero. Aprovechando la confusión, Macaulay había huido. Pero al día siguiente lo detuvieron en Buesaco y de aquÍ fue conducido a Pasto. También fueron detenidos los patriotas que apoyaron al doctor Caicedo: José Vivanco, Miguel José Arturo,
52 RESTREPO, José Manuel. Historia de la Revolución de la República de Colombia. Biblioteca Popular de Cultura, Bogotá, 1942. T.II, p. 11
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Francisco Muñoz de Ayala, Antonio Pérez y Juan Muñoz, quienes fueron apresados, dándoles la casa por cárcel en algunos casos. 53 En la mañana del 13 de agosto de 1812 se marcaba el fin del sueño del Doctor Caicedo, el ver a una ciudad y a una región apoyando a la causa patriota. Desde este día, y tal vez con gran culpa del aventurero yanqui, Pasto fue definitivamente realista. La más fiera defensora de una causa perdida. En este combate, en el cual fue vencido el norteamericano, un rubio extranjero que causaba admiración entre los indígenas de los pueblitos que rodean a Pasto, y otra vez el sufrido presidente Caicedo, participó también un suboficial que se destacaba por su valentía. Su nombre: Agustín Agualongo. Grave es reconocer en la historia que lo hecho por un hombre, la equivocación del norteamericano pueda haber condenado a una región como la provincia de Pasto, a entrar en una guerra que duraría más de veinte años. Mas lamentable es comprobar que Macauylay lo único, que deseaba es seguir rápidamente al sur, como fuera, aprovechando cualquier circunstancia; que lo que ansiaba era pasar a Quito, porque sostenía relaciones amorosas con Claudina Montes, hija del presidente de Quito, don Toribio Montes. Solo el afán de llegar a esa ciudad para ver a su amada había influido en la equivocada carrera de Macaulay. Leyenda o fantasía, no importa. El caso es que la culminación de una serie de errores en esta época, que había empezado con las invasiones ecuatorianas al territorio nariñense y neogranadino, siguieron con la ocupación y saqueo de Pasto, fueron acompañadas de los oficios insultantes, y terminaron con la paciencia y la credulidad de una gente buena, con el aleve ataque de Macaulay. 6.8 Inmolacion Patriota En Pasto 6.8.1 Las Primeras Heroínas. Como ya se ha mencionado, mal aconsejado por el aventurero Macaulay, el ejército del presidente Caicedo y Cuero fue vencido y sus líderes fueron puestos prisioneros. En la prisión permanecen maltratados, sin ninguna compasión, los patriotas. El trato que se les da es inhumano, pero nadie se atreve a protestar. Sólo la consideración de doña Ana Polonia García, esposa del que fuera gobernador de Popayán, Miguel Tacón, se hace sentir. Ella se reúne entonces con su amiga Andrea Velasco, nativa de Popayán, pero residente en Pasto, y discutiendo sobre el tema, deciden interceder por la suerte de los prisioneros.
53 ORTIZ, Sergio E. Agualongo. p.255
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Doña Ana Polonia, en todo caso, en primer lugar, intercede por los prisioneros ante el Cabildo de Pasto y expresa que: “Con el mayor dolor de mi corazón ha llegado a mí, noticias del deplorable estado en que hoy se hallan los oficiales y soldados prisioneros de la expedición de Popayán, atacados en una fiebre pútrida y destructora, oprimidos con grillos y cadenas, destituidos y privados aún de los primeros auxilios de la naturaleza, próximos muchos de ellos a la muerte… La sensible humanidad se estremece y gime, la religión se ofende, la ira del señor se irita y al gloria de la inmortal Pasto, que por su acendrada fidelidad merece l primer lugar en la historia de los siglos se eclipsa y desaparece de una vez, si la justicia y la caridad no se concilian…”54 Pero lo que poco se sabe o se relaciona en la historia oficial es que por intervención de doña Ana Polonia se reúne también un grupo de entusiastas y decididas mujeres pastusas, que también habían expresado su inconformidad con lo que estaba aconteciendo con los prisioneros patriotas maltratados. Eran ellas Dominga Burbano, Domitila Sarasti y Luisa Góngora, quienes deciden ayudar a los prisioneros, sobre todo al Doctor Caicedo. Las mujeres elaboran un plan para interceder por la suerte de los prisioneros, pero este falla y se precipita cuando se recibe la orden de Toribio Montes de fusilarlos. Ellas deciden que al menos las vidas del Dr. Caicedo y de Macaulay deben ser salvadas. En ese cometido visitan a Juan Sámano para interceder por la vida de los dos jefes patriotas, logrando en principio que la sentencia se aplace, hasta por casi tres meses. Pero nada más se puede lograr por medio de los ruegos. La sentencia no puede ser aplazada otra vez. Por lo tanto, las mujeres acuden a un plan suicida: poner en libertad a los prisioneros. Para ello se valen de diversas estratagemas, incluyendo el pago a los carceleros. El 8 de diciembre de 1812 es el día fijado para la fuga. En la madrugada el grupo de mujeres, Luisa Góngora, Andrea Velasco, Domitila Sarasti y Dominga Burbano, acompañadas por Agustín Arellano, José María Eraso, Antonio Cabrera y José Villota, pastusos que tampoco están de acuerdo con la sentencia de muerte de los patriotas, llegan hasta la prisión. Pero el plan ha sido descubierto y los confabulados son rodeados y puestos prisioneros, logrando escapar tan solo Dominga Burbano. Las mujeres son encarceladas. En la prisión, repleta de soldados son encalabozadas. De inmediato se ordena un juicio sumario y se los condena a muerte, y en la noche del 11 de diciembre de 1812, ante la sola presencia de los presos y guardianes de la cárcel, Luisa Góngora, Domitila Sarasti y Andrea Velasco, 54 Documentos Históricos de los hechos ocurridos en Pasto, en la guerra de Independencia, pasto, 1942, p. 85
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. en compañía de los cuatro valerosos pastusos, en el patio de la prisión, fueron fusilados. Luego sus cuerpos fueron sepultados en el de ese mismo patio. Bien entrada la noche fue capturada Dominga Burbano quien se había refugiado en la casa de unos parientes y al día siguiente 12 de diciembre, muy por la mañana , fue ejecutada e inhumada en el mismo sitio de sus compañeras de sacrificio. “Ensangrentadas y calientes todavía fueron sepultadas en lúgubre silencio desde su patíbulo. No se trazó allí una línea, no se hizo la anotación eclesiástica respectiva, ni se puso una piedra ni una cruz en su honor. Las dejaron solas con su gloria.” “Así entregaron su preciosa existencia las primeras heroínas colombianas y orgullosamente pastusas, apenas mentadas por algunos historiadores. Ellas supieron vencer todas las dificultades a fin de obtener para tan distinguidos prisioneros su completa libertad para que prosigan en consecución de tan noble ideal, apenas iniciado con su muerte…El recuerdo de estas valerosas mujeres resueltas a jugarse la vida por el triunfo de un ideal, debe permanecer como ejemplo de nobleza, de sacrificio inalterable y de manifestación propia de su raza y de su ancestro; pues ya lo dijo la inteligencia de Edmundo Medina. “La mujer pastusa es un vivero donde se cultivan los más nobles sentimientos, y relicario en que se guardan las más acendradas tradiciones castellanas”.55 Con la muerte de estas valientes, cuyas tumbas nunca se descubrieron, se consumaba uno de los hechos más oscuros de la historia del sur: se había sacrificado a las primeras heroínas de la patria. Su delito defender la vida de los dirigentes de la naciente república. 6.8.2 Más sacrificios. El resultado más cruel de las circunstancias, de ese enfrentamiento entre Pasto y los patriotas, fue una equivocada y lamentable escena de sacrificio, que siguió a la suerte de Caicedo y Cuero, Macaulay y demás jefes de las tropas republicanas vencidas. Aquí cabe un acto de penitencia por parte de la ciudad realista. El cabildo de Pasto informó de la derrota sufrida por los patriotas al nuevo Presidente de Quito Brigadier Toribio Montes. Este respondió el 12 de diciembre ordenando que los prisioneros fuesen pasados por las armas, a la vez que determinó se hiciera lo mismo con los soldados de tropa, diezmándolos. Los presos permanecían en las cárceles sometidos a los peores vejámenes, como ya se ha mencionado en el apartado anterior. Entraron luego en capilla el 29 de diciembre para ser ejecutados el 1 de enero de 1813, pero el coronel Juan
55 IBARRA REVELO, Alfonso. Agualongo. Pasto, Imp. Dptal. Pp. 141-42
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Sámano, quien supo de la orden, mandó suspenderla, previendo malas consecuencias de este acto. Doña Apolonia, esposa de Tacón, y demás damas pastusas, volvieron a interceder por los prisioneros ante el presidente Montes, pero este se mantuvo firme en la cruel orden y hasta reprimió a Sámano por no haberla cumplido. También hay que anotar que Don Tomás de Santacruz, a quién se le ordenó ser el ejecutor de la orden, no era partidario de una medida tan extrema, y también intervino en beneficio de los condenados, sin éxito. En este punto cabe recalcar que Toribio Montes se había consagrado como vencedor contra las tropas de la Junta patriota de Quito, era su azote. Desde el sur del Ecuador retomó la iniciativa y el 3 de noviembre de 1812 entró triunfante en la Capital, venciendo al jefe republicano Carlos Montúfar. Así las tropas Quiteñas tuvieron que replegarse hacia el norte pero fueron perseguidas por Sámano y casi destruidas en el combate se San Antonio de Ibarra el 27 de Noviembre, donde también participaron fuerzas pastusas realistas. Allí apreció por primera vez en combate una figura que dominaría varios lustros de historia del futuro Departamento de Nariño, como veremos más adelante. Se trataba de Agualongo. Envalentonado con los triunfos militares, Toribio Montes, no quiso escuchar los ruegos que hacían a favor de los prisioneros patriotas de la campaña de Popayán. Por tal razón. No quiso conceder indulto alguno y ese 12 de diciembre de 1812, en medio de las celebraciones victoriosas, impartió la orden de fusilamiento para Caicedo y Macaulay y los demás presos, orden que llegó en enero y en Pasto se aprestaron para obedecerla. La orden, en su partes resolutivas, expresaba que “El presidente de la Junta de Popayán y el inglés americano Macaulay merecen pasarlos por las armas, y que se ejecute desde luego, quintando a los oficiales prisioneros y diezmando a los soldados, para que sufran la misma, verificándolo a presencia de los que queden libres, a quienes se les permitirá regresar a su patria, apercibidos de que si vuelven a tomar las armas, se les quitará la vida. Por este medio se evita la peste que entre ellos se ha extendido, y la tropa de ese ejército no tendrá necesidad de ocuparse de su custodia, además del gasto de su manutención.” En esta forma, el 26 de enero de 1813, luego de haber recibido los auxilios de la religión, fueron llevados al cadalso en la plaza de Pasto, en presencia de los presos y del público silencioso y conmovido, y los prisioneros fueron fusilados. Como informa el doctor Tomás de Santacruz:"En este día han sido pasados por las armas el Dr. Joaquín de Caicedo, el angloamericano Alejandro Macaulay y diez soldados de la tropa de Cali, se ha verificado el acto en la plaza mayor, formadas todas las tropas, habiendo sacado a los prisioneros para asistiesen al espectáculo, congregadas para el mismo todas las gentes del contorno, hasta los indios de los 144
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. pueblos circunvecinos, para que se hiciese más solemne y más digno del horror y escarmiento."56 La plaza de Pasto, de manera tal vez inocente, era escenario de esta inmolación inútil y sumaria. Retumbó en ese día la descarga de fusiles y se desplomaron los cuerpos del noble y honesto doctor Joaquín Caicedo y Cuero, junto al rubio aventurero Macaulay y los diez soldados del norte de la república. Mártires de las ideas republicanas, de esa patria Colombiana que nacía en medio de la sangre y de la guerra. Una inmolación que duele y debe doler para toda la historia. En la ciudad, sin embargo, había pesadumbre. Los dirigentes y los pastusos no querían ese tipo de retaliaciones, pero cumplían las órdenes de Montes, allá en Quito. El Doctor Tomás De Santacruz, primo del prócer Caicedo, apesadumbrado, dispuso los funerales. El cadáver fue llevado a la Iglesia de la Virgen de las Mercedes, luego de habérsele rendido los honores militares. Luego fue enterrado en la misma .Entre tanto, las campanas de las iglesias tocaron a duelo. En la ciudad, no había sentimientos de triunfo. Los había de dolor, pero la guerra había obligado a estas escenas. La patria colombiana lloraba sus muertos. Pasto también tiene en este hecho la ingrata impronta de ser la ciudad que inauguró los Consejos de guerra, sobre todo del tipo sumarios, como que se les hizo a los mártires inmolados. Después, ya en la "época del terror "se imitaría su mal ejemplo, cuando llegan Morrillo y su "reconquista". El hecho es que tras la inmolación, ya Pasto, realista furibunda, había entregado a la historia su reaccionario proceder que durará otros veinte años. Muertes y dolores múltiples para la región y para Colombia serían el efecto de estos acontecimientos. La represión contra las ideas libertarias, contra quienes fueron amigos de la independencia, se multiplicó. También empezaron las divisiones internas entre las mismas provincias del departamento. Así surgen las diversas actitudes y opiniones, por ejemplo, entre Pasto y Barbacoas, frente a las de Ipiales y Túquerres. Esa reacción se inició precisamente entre los dirigentes pastusos que apoyaron al sacrificado doctor Caicedo. Los prisioneros "desnaturalizados" como los llamó el Cabildo de Pasto, José Vivanco, José Miguel Arturo, Antonio Pérez, Francisco Muñoz y su hijo Juan, se mantuvieron presos durante un tiempo. Su causa se dilató y los dirigentes pastusos lograron que no fueran fusilados, pero se les dio la pena del destierro. Con ellos, por la causa patriota, se iniciaba una emigración de los sureños
56 CARVAJAL, Alberto.Op.Cit. p.147
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. hacia el Sur. Luego vendrían las que se darían por defender la causa realista. La ciudad estaba definitivamente en guerra, y con ella recibía toda clase de efectos. Pero ya en la época, había llegado la hora de la presencia del General Antonio Nariño, quien como Caicedo, tendría en Pasto su calvario.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. Informe a los comandantes de las tropas expedicionarias de Quito, a las autoridades militares del Cauca, sobre la ocupación de Pasto. Septiembre 22 de 1811. ARCHIVO MUNICIPAL DE PASTO. Libro capitular de 1811. ARCHIVO NOTARIAL. Tomo Único.1754-1800 Notaría Primera Túquerres ARTETA, Luis C. Economía y Cultura en la Historia de Colombia. Editorial Oveja Negra. Medellín 1973 BASTIDAS U., Edgar. La Vendee Americana. Impr. Dptal. Pasto. ________________. Las guerras de Pasto. CARVAJAL, Alberto. Joaquín Caicedo y Cuero, Libertador y mártir. Edit. Carvajal, Cali, 1916. CHÁVES CH., Milciades, Desarrollo de Nariño y su Universidad. DOCUMENTOS HISTÓRICOS DE LOS HECHOS OCURRIDOS EN PASTO, en la guerra de la independencia, Pasto, 1942. IBARRA REVELO, Alfonso. Agualongo.Imp. Dptal. Pasto, 1975 ORTÍZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su tiempo. Editorial A.B.C., Bogotá, 1958 RESTREPO, José Manuel. Historia de la Revolución de la República de Colombia. Biblioteca Popular de Cultura, Bogotá, 1942. T. II SARASTI, Roberto. Memorias sobre el Sur de Colombia.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 7. EL GENERAL ANTONIO NARIÑO EN EL SUR Tal vez el más incomprendido de los héroes colombianos, el más vilipendiado y menos reconocido ha sido el general Antonio Nariño. Estas páginas son un homenaje al precursor. La figura de Antonio Nariño se destaca arrogante en el concierto americano como uno de los más ilustres libertadores y, al mismo tiempo con las más auténticas características nacionales. Nadie lo superó en amor a l tierra que lo vio nacer ni ofreció a la posteridad ejemplos iguales de abnegación y sacrificio por tan excelso ideal. El encarna con máxima grandeza el amor a la patria. Sus edificantes virtudes cívicas y privadas aquilatadas en las procelosas gestas del infortunio lo hacen acreedor a la eterna gratitud de su pueblo y constituyen el más admirable pedestal de su gloria. Antonio Nariño (1765-1823) nació en Santafé de Bogotá. Estudió en el Colegio de San Bartolomé. En 1794, tradujo del francés Los derechos del hombre, suceso por el cual fue condenado a diez años de cárcel, confiscación de bienes y extrañamiento perpetuo de su tierra. En 1796, se fugó de las cárceles españolas de Cádiz y se refugió en Inglaterra y Francia, donde pidió ayuda para la causa de la emancipación americana. Regresó subrepticiamente, fue detenido y enviado preso a Cartagena. Obtuvo la libertad después del estallido del 20 de julio. Fundó el periódico de sátira política La Bagatela, que salió en 1811. En ese mismo año ocupó la presidencia del estado de Cundinamarca. Siempre defendió una concepción centralista del gobierno, idea que se oponía al federalismo de Camilo Torres. Estas discrepancias condujeron al país a una guerra civil, que lo llevaron a alejarse del cargo entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre de 1812. En 1813, desempeñó una intensa actividad militar, que acabó con su vuelta a las prisiones de Cádiz por cuatro años. En 1820, recobró la libertad y regresó a Colombia, donde fue recibido con honores. Fue nombrado senador, pero, enfermo, se retiró de la actividad política en el año de su fallecimiento. El General Antonio Nariño legó su nombre al territorio del sur de Colombia, habiendo sido vencido por los sureños. 7.1 Memoria De La Patria Boba En la historia nacional, se conoce como la "patria boba", aquel período comprendido entre 1810 y 1816,caracterizado por los vanos e infortunados intentos por organizar una república libre y democrática, que transcurre entre discusiones y luchas intestinas, en lugar de preparar la defensa al contraataque español. Mientras los intelectuales y la elite criolla discutían entre el sistema de gobierno 148
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. centralista o federal, los realistas trabajaban febrilmente por el norte y el sur de la nueva Granada. Uno de sus escenarios, precisamente era el actual departamento de Nariño. 7.1.1 Unos antecedentes. Hasta este punto se ha narrado los acontecimientos de Pasto y el sacrifico de Caicedo y su compañeros. Luego de este trágico acontecimiento un período de paz relativa al mando de las autoridades pro hispánicas se presentan en el territorio sureño. Pero volvamos un poco a la historia ubicándonos en Quito, la ciudad que tanto estaba definiendo la historia de nuestro actual departamento. En Junio de 1812, caía asesinado el Presidente Conde Ruiz de Castilla, quien firmaba parte de la junta central de gobierno. Días más tarde, era sustituido por el general Toribio Montes, comisionado para restablecer el orden; arribó de Guayaquil y entró triunfante a Quito el 18 de noviembre de ese año. Consolidado en el poder, Montes emprendió una campaña de reinstauración del poder real contra los "facciosos" del Valle del Cauca y Santafé, en el norte. Para ello organizó una expedición sobre Popayán en los primeros meses de 1813, es decir después de los sucesos de Pasto. En la expedición que organizó Montes al mando de Sámano, integró una parte importante de su tropa con los fieles pastusos, ahora ya definitivamente declarados defensores de la causa realista. Entre tanto, en Santafé, la Provincia de Cundinamarca había declarado la independencia absoluta de la corona de España, bajo la influencia entre otros de Don Antonio Nariño. Precisamente este personaje había sido elegido como presidente. En el mes de Julio, el ejército de Sámano llegó a Popayán sin encontrar la menor resistencia, pues las autoridades y guarniciones habían huido. Entonces, en este año, todo el sur, desde Quito hasta Popayán estaba de nuevo en manos de los realistas. Los patriotas de Popayán, desde sus escondites, solicitaron entonces auxilio a Cundinamarca y al presidente Nariño, quien estaba también en problemas sosteniendo una dura lucha con los dirigentes del partido federalista. Cansado de estas reyertas intestinas, y convencido de que el futuro de la patria se decidía en el sur, comunicó al congreso las peticiones australes, y manifestó estar dispuesto a marchar hacia Popayán y luego a Pasto. Es la hora en que aparecía en estas tierras el precursor, el hombre más liberal entre los dirigentes de la república naciente y quien habría de dejar su historia, sus hazañas y su nombre a este departamento, como el único consuelo que le deparó sus existencia desdichada e incomprendida, la de un héroe hasta ahora olvidado. 149
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 7.1.2 Don Antonio Nariño y la Declaración francesa. Entre la ilustración santafereña, descollaba don Antonio Nariño, abogado de profesión y perteneciente a una de las familias mas aristocráticas del virreinato. Su biblioteca integrada por mas de 6.000 volúmenes, era centro de estudios investigaciones y foros, donde concurrían los intelectuales mas destacados de la capital. Era un hombre de luces, el primero que hablaría de emancipación, y quizás el más agudo crítico de la economía colonial. Hacia el año 1797, presenta a la consideración del Monarca español a través de virrey, un plan de administración para la nueva granada. Según la opinión autorizada del historiador Nieto Arteta, Nariño evidencia en aquel documento, un conocimiento poco común en materia económica, lo que conlleva a concebir la inconveniencia del sistema tributario, para el florecimiento y progreso de la América hispana El comercio es lánguido; el erario no responde ni a su población ni a sus riquezas territoriales; y sus habitantes son los mas pobres de América, expresa Nariño, citando el precusor de la independencia consigna magistralmente sus consecuencias en el desarrollo de la economía: Las alcabalas producen en razón del consumo y de la extracción y así producirán mas o menos según el consumo y la extracción fueran mas o menos abundantes. Las alcabalas interiores son un obstáculo invencible para la prosperidad del reino, que limitan la extracción y el consumo, y por consiguiente, la prosperidad del mismo ramo. Aunque directamente no proponía la supresión del asfixiante régimen tributario colonial, tácitamente sugiere su limitación; mostrándose simpatizante del liberalismo económico, cuyos clásicos debió leer. Cierto día, valiéndose de sus influencias gubernamentales, consiguió que el capitán de la guardia del virrey, le prestara clandestinamente de su biblioteca particular, una obra de tres tomos sobre la revolución francesa, titulada “Historia de la Asamblea Constituyente ¨. Allí encontró la famosa Declaración de los Derechos Humanos del Hombre y del Ciudadano, Aprobada por la asamblea constituyente francesa en agosto de 1789, y donde estaban comprendidos las libertades y derechos individuales, que convenían a los intereses de la aristocracia y que el régimen feudo-esclavista restringía y coartaba El talento del político de Nariño, fue suficiente para comprender la importancia de su difusión. Se dedicó entonces a traducir el texto al español y a editar en su propia imprenta un centenar de copias, infortunadamente los ejemplares no llegaron a todas las personas interesadas en su análisis, debido a la confiscación que hicieron las autoridades; empeñadas a mantener a los espíritus inquietos, en 150
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. la ignorancia de aquellas doctrinas que agitó la burguesía europea contra la sociedad feudalista La censura ejercida contra la libertad, significó para Nariño, la condena a pagar diez años de prisión en las cárceles de Ceuta (África), y a otras personas menos comprometidas, el destierro de América. Las autoridades coloniales tenían conciencia que, aquellas ideas revolucionarias, contribuirían a socavar los cimientos del sistema socio-económico. Temían que la ideología burguesa, concientizara a los sectores populares y atrajese la atención de las clases oprimidas y explotadas, contra el régimen, por ello extremaron el cuidado, para impedir su divulgación. Y para lograr sus propósitos recurrieron a todos los medios y mecanismos: La intimidación, la detención arbitraria y la revisión constante de residencias y domicilios privados, en donde el hallazgo de algún libro prohibido, suponía el arresto inmediato de su propietario. Don José Maria Samper comentando en sus Ensayos sobre las revoluciones políticas, esta situación, refiere que e gobierno español prohibió en todas sus posesiones, con el mayor rigor, la introducción y lectura de libros de política, filosofía y alta literatura. Se temía que al penetrar la luz en las colonias, todo el edificio se derrumbara. La inquisición completaba lo que los cancerberos de las aduanas iniciaban: la proscripción del libro y la persecución contra el introductor y el lector. La existencia de aquel estado de las cosas, que se manifestaba en una abierta oposición oficial a la ilustración, conduciría a Camilo Torres a exclamar indignado: ¨ el saber francés es ya casi considerado un delito¨. Las medidas netamente coercitivas que se aplicaron contra Nariño y sus amigos, además de enseñar hasta que punto era amordazada la libertad, demuestran con diafanidad indiscutible, el miedo que inspiraba las nuevas doctrinas, señaladas por la historia a coadyuvar en la destrucción del vetusto orden institucional, de cuyas ruinas emergería la sociedad capitalista. 7.2 Nariño Encuentra Al Sur De Colombia En el territorio de la Nueva Granada, el movimiento independista, por las luchas intestinas entre sus dirigentes, por la ambición de los mismos, entraba en una época bien llamada de la "Patria Boba ", representada por la lucha entre Federalistas y Centralistas, olvidando que España preparaba la "pacificación". En Quito cae asesinado el conde Ruiz de Castilla, en junio de 1812, y se constituye otra vez el gobierno español con el General Toribio Montes como Presidente. En Popayán, don Juan Sámano, al mando de pastusos y patianos, toma Popayán, enviado por orden de Montes desde Quito. 151
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Son los años para que Nariño se encuentre con las tierras que hoy llevan su nombre. 7.2.1 La Campaña hacia Pasto. Para situarse en el tema se hace una ubicación de tiempo y espacio. Como se ha mencionado empezaba la campaña del General Antonio Nariño desde Santafé de Bogotá, buscando reconquistar el Valle, Cauca y Nariño. Cuando se supo esto, en Ipiales se agruparon 200 hombres bajo el mando de Silvestre Soberón y Juan Recalde, buscando apoyar a Nariño, impidiendo el paso de los realistas de Quito y su comunicación con los de Pasto, pero lamentablemente fueron vencidos. Este es un hecho que debe ser destacado dentro de los que marcan la posición amiga de las ideas republicanas, que florecieron siempre en la ciudad fronteriza. El General Antonio Nariño se dirige hacia el sur en la campaña de 1813-1813, con el grado de Teniente General del ejército del Estado. Nariño llegó al Cauca y atacó a Sámano en el Alto Palacé y en poco tiempo lo derrotó, obligándolo a retirarse a Popayán y, después de ponerle fuego al parque, se dirige hacia Calibío donde de nuevo las fuerzas patriotas del General Nariño lo vence otra vez, quedando entre los muertos el temible realista Ignacio Asin. "El coronel patriota José Ignacio Rodríguez se acercó al cadáver de Asín y cortándole la cabeza, la levantó en alto y comenzó a perorar, y creyendo en la embriaguez hacer un obsequio a Nariño, se la presentó" .Pero el General lo reprendió y reprochó este acto inhumano. Allí parece estar una de las causas de la derrota posterior de Nariño, pues Rodríguez, antiguo afecto a Baraya y a los federalistas, encontró otro motivo para odiar a Nariño, jefe de la idea centralista. Nariño avanzaba impetuosamente y Juan Sámano y su tropa, no lo pudieron contener, por lo cual abandonó el territorio y asustado huyó hacia Pasto, a la cual llegó el 20 de enero de 1814. Allí fue llegando el resto de la tropa la cual acusó a Sámano ante el cabildo por su impericia y cobardía. Esto se puso en conocimiento del presidente Toribio Montes. Ante la queja de los pastusos, Montes separó del mando al brigadier y nombró al Mariscal de Campo don Melchor Aymerich. En Pasto, además, se empezó a temer y a odiar a Nariño. Desde el púlpito se lo acusaba de hereje, masón, impío, etc., y los jefes criollos, descontentos, ordenaban preparar la defensa. Para ello, además, el nuevo jefe, Aymerich, llegó a la ciudad en marzo de 1814 y en abril ya tenían 57 oficiales y 1.171 hombres de tropa, entre españoles, limeños, quiteños y pastusos. Aymerich, con la ayuda de los guerrilleros pastusos y patianos, se dirige hacia el Juanambú y en sus alturas y cañones se hace fuerte. Entre tanto, Nariño se 152
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. demora tal vez demasiado en Popayán, de la cual sale hacia Pasto el 27 de marzo. El ejército patriota se componía de compañías como los Granaderos de Cundinamarca, Guardianes Nacionales, Defensores de la Patria, Bravos del Socorro, Batallón de Tunja, Bogotá, Cauca, Neiva y Cazadores, con un total de unos 1500 hombres, entre los cuales, también como oficial, estaba su hijo Antonio Nariño57. Entre tanto, Nariño se demora tal vez demasiado en Popayán, de la cual sale hacia Pasto el 27 de marzo. El ejército patriota se componía de compañías como los Granaderos de Cundinamarca, Guardianes Nacionales, Defensores de la Patria, Bravos del Socorro, Batallón de Tunja, Bogotá, Cauca, Neiva y Cazadores, con un total de unos 1500 hombres, entre los cuales, también como oficial, estaba su hijo Antonio Nariño. En su avance hacia el Patía empezaron los sufrimientos, el ataque de los guerrilleros y las penalidades. Pero el ejército sigue adelante, aunque Nariño también utilizaba el ofrecimiento de paz a Aymerich y los pastusos, por medio de diversas misivas, a las cuales no se le hizo caso. Ante al fracaso de sus gestiones diplomáticas, el avance y aún en contra de los ataques guerrilleros en el Juanambú, logró pasar el caudaloso y peligroso río, en 45 días de dura lucha desaloja a los realistas de 27 trincheras, hasta llegar a Buesaco, lo cual sucede el 29 de abril. Luego avanzan más al sur, y en los días 4 y 9 de mayo, vuelven a enfrentarse con tropas realistas, especialmente pastusas, en las cuales cae gravemente herido Juan María de la Villota, de Pasto, muriendo días después. El 9 de mayo el grueso de los dos ejércitos se encuentran en el páramo de Cebollas, en Tacines, y Nariño vence a Aymerich quien huye dejando desprotegida la ciudad de Pasto. Pero la situación de Nariño no era la mejor; tras la larga lucha, su tropa está cansada, enferma y con muchos heridos. En medio del frío del páramo, sin recibir refuerzos ni pertrechos de Popayán, ordena continuar hacia Pasto, a pesar de que la prudencia aconsejaba esperar. Llegando al ejido de Pasto y luego en la cuesta de El Calvario, el General ordena el ataque dividiendo su tropa en tres alas. Los pastusos lo reciben a tiros y fusilan prácticamente a los patriotas inmisericordemente, desde los techos pajizos, las zanjas y las sementeras. No fue posible avanzar y ante el embate de los sureños, el precursor decide retroceder hasta Tacines.
57 Relación hecha por José Maria Espinosa, en sus memorias como abanderado de la campaña.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pero allí, donde había dejado la reserva, con la orden de seguirlo hacia Pasto, luego de una prudente espera, no encuentra a nadie. Y cuando llegó al páramo en busca de la artillería y el grueso de la tropa, solo encontró tiendas vacías, la artillería clavada, las municiones regadas, y solo unos heridos desesperados por el abandono. ¿Qué había pasado? Cuando el precursor marchó hacia Pasto, el mentado coronel Ignacio Rodríguez, se negó a dar la orden de marchar tras la vanguardia. Además hizo eco de las noticias negativas que recibía de los soldados que regresaban y se inventó una derrota del General Nariño y por eso ordenó retirarse hacia Popayán, clavando la artillería en los pantanos. Cuando Nariño arribó al lugar se dio cuenta que estaba solo. Lo acompañaban únicamente su hijo y los oficiales Francisco Pardo, Bautista Díaz, Martín Correa, el español Butro y el abanderado José María Espinosa. Ordena entonces que todos se pongan a salvo, mientras él decide equivocadamente, internarse solo en la montaña. Tres días permanece solo el General en el frío, húmedo y en el misterio de la montaña, hasta que cansado y enfermo, decide entregarse a un indio y un soldado que vagaban por allí, ofreciéndoles que si respetaban su vida, el mismo les entregaba al General Nariño. Estos lo llevan a Pasto y lo presentaron al Mariscal Aymerich, quien estupefacto, descubre que se trata nada menos que del presidente de Cundinamarca, el temido Nariño, y de inmediato escribe al presidente Montes: "Acaban de presentarme al caudillo de los Santafereños D. Antonio Nariño, a quien voy a formarle su correspondiente causa por medio de abogado, para proceder a que haya lugar y convenga en justicia, según el mérito de ella. Los ciudadanos fieles de este Pasto piden que no salga de aquÍ, lo que pongo en conocimiento de V. E.”.58 Ante la noticia de la prisión de Nariño, los indígenas de todas las aldeas vecinas se fueron reuniendo en la Plaza Mayor pidiendo la entrega del prisionero, el enemigo jurado de la religión y de Fernando VII. No en vano el pueblo había rogado en procesión a la Virgen de las Mercedes, por la derrota del blasfemo, mientras se desarrollaba la batalla en El Calvario. Habría que recordar al respecto que el infortunado General había salido en
58 Carta de Melchor Aymerich, dirigida desde Pasto, en mayo 14 de 1814. Posada, Eduardo, El precursor, documento sobre la vida pública y privada del General Antonio Nariño. Biblioteca de Historia Nacional, Bogotá, 1903. p. 436.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. procesión desde Santafé, con la imagen de Jesús Nazareno como generalísimo de la tropa. La multitud vociferaba y amenazaba con tomarse la casa de Aymerich donde se encontraba el Precursor. Y es en estas circunstancias cuando el General pide permiso para presentarse ante la masa humana que seguramente, por las cosas que habían oído, pensaba que era una especie de demonio. Con valentía y altivez, miró a los congregados alrededor de la casa prisión, y se dirigió a la multitud con palabras seguras y firmes, terminando la carta alocución diciendo: Y para que os convenzáis, aquí me tenéis en vuestro poder. "Aquí tenéis al General Nariño".59 7.2.2 Nariño preso en Pasto. Ante la valentía del vencido General, la gente que entendía y sabía de ese sentimiento, no tuvo menos que admitir que debía respetarse al militar noble y osado. Callando en sus reclamos dejaron tranquilamente que fuera apresado, en espera de la decisión de Quito. Montes siempre quiso que el General Nariño fuera ejecutado sumariamente, y asÍ lo expresó en carta dirigida a Aymerich el 23 de mayo de 1814, pero solo la intercesión de los dirigentes pastusos, en primer término, y de la dirigencia de Cundinamarca, hizo que la suerte del precursor no fuera tan triste. Montes tuvo que suspender la orden de ejecución. Indeciso, decide mantener a Nariño prisionero en Pasto durante trece meses, tiempo durante el cual el General, en lugar de pedir clemencia, escribía a aquel planteándole asuntos de Estado, confirmando su tesis inicial de establecer una línea de alto el fuego y de tregua, mientras se discutían los sucesos de América y Europa. Al fin, a mediados del mes de julio de 1815, el vencido General salió para Quito por orden de Montes para remitirlo a España, en medio de la gente que respetuosa y silenciosa lo acompañó hasta la salida a Obonuco. Allí, según se expresa Leopoldo López Álvarez, "pidió permiso a la escolta para despedirse de la multitud que lo seguía y con palabra fácil y elocuente hizo la apología del valor... y dio gracias a los hospitalarios y nobles pastusos, por la generosidad que habían usado con El". Para la historia del departamento futuro, el General Antonio Nariño se perdía para siempre rumbo a Cádiz, pero a la vez los dos, pueblo y General, entraban a 59 GROOT, José Manuel. Documentos importantes de la Nueva Granada, Venezuela y Colombia. ESPINOSA. Memorias de un abanderado.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. la verdadera historia de un acontecimiento guerrero inusitado, por el cual nada obtuvieron de premio los pastusos. La guerra continuaría, y la rebeldía pastusa ante la posición patriota se haría legendaria; pero en esos dolorosos hechos se fundaría el proceso hacia la nacionalidad y el surgimiento del hoy departamento de Nariño. 7.3 Un Esbozo Del General El general Antonio Nariño, quien diera el nombre al departamento, fue el precursor de la independencia colombiana y había nacido en Santafé de Bogotá, como se ha visto. En 1794, tradujo del francés Los derechos del hombre, suceso por el cual fue condenado a diez años de cárcel, confiscación de bienes y extrañamiento perpetuo de su tierra. En 1796, se fugó de las cárceles españolas de Cádiz y se refugió en Inglaterra y Francia, donde pidió ayuda para la causa de la emancipación americana. Regresó subrepticiamente, fue detenido y enviado preso a Cartagena. Obtuvo la libertad después del estallido del 20 de julio. Entre sus labores la del periodismo fue una de ellas. En esa condición fundó el periódico La Bagatela, que salió en 1811. En ese mismo año ocupó la presidencia del estado de Cundinamarca. Pero más detalles de su vida es necesario se puntualicen. 7.3.1 Breve biografía. El General don Antonio Nariño había nacido en Santafé de Bogotá, el 9 de abril de 1765, del matrimonio del español don Vicente Nariño y doña Catalina Álvarez y Casal. De constitución enfermiza, no pudo asistir al colegio en sus primeros años; se dedica entonces a la lectura y a soñar con ser general, hasta que más tarde ingresa al Colegio San Bartolomé. Su primer infortunio lo constituyó la muerte de su padre, Don Vicente, un hidalgo español, y a los trece años debe convertirse en el responsable de su hogar, lo cual lo obliga abandonar las aulas y dedicarse a la instrucción guiado en su propia casa. Nacido entonces en un hogar noble, recibió una educación adecuada aunque no en los institutos propiamente dichos, sino sobre todo en el hogar, en medio de libros y discusiones de estudios. Fue así un gran amigo de la lectura, llegando inclusive a importar libros de Europa. Además ocupó diversos cargos gubernamentales, en la época del gobierno español; fue a la vez un osado comerciante, arriesgando inclusive los fondos oficiales en empresas que el creía favorecían al pueblo. Pero fue la lectura la que lo acompañó y deparó grandes satisfacciones, a la vez que lo incitó a llevar a cabo empresas decididamente contrarias a la tradición de su época. Pero a la vez fue un hombre infortunado, de mala suerte, compañero 156
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. de la soledad y amigo de la cárcel, perseguido por sus propios amigos y nunca comprendido por sus compatriotas. Solo el recuerdo en la tierra que lo venció pero lo respetó, dejó la historia para premiarlo. Era un hombre romántico, tierno, comprensivo y reflexivo, a la vez calculador, con sentimiento práctico, burlón rematado y de una seriedad inconfundible, según barón Wilches, era de buen porte, pelo rubio claro, blanco y con algunas pecas en la cara, ojos de mirar dulce y penetrante, boca pequeña, labios gruesos, nariz prolongada y saliente. Pero también, en esta primera etapa de su vida, tiene serias contradicciones y como comerciante y funcionario público, deja para la historia hechos que al menos generan mucha polémica. Nombrado tesorero de diezmos, arriesga como comerciante el tesoro a su cargo, en una inversión en el negocio de la quina. Como funcionario además, genera mucha antipatía entre muchos envidiosos, sobre todo con el oidor Joaquín Mosquera y Figueroa. También fue nombrado alcalde de Segundo Voto, actuando en medio de crítica y desconfianza. No obstante se dio tiempo para seguir estudiando y fundar una tertulia, El Arcano de la Filantropía, en la cual además de literatura y filosofía, y como objetivo central, se hablaba de política, de independencia, de la revolución Francesa. Allí está el origen de la posterior publicación de los Derechos del Hombre, en 1793. Fue precisamente uno de sus ejemplares el que cayó en manos de su enemigo el oidor Mosquera, y por esto lo puso prisionero el 29 de Agosto de 1794.Empezaba allí a cambiar el sino del Precursor y comenzaba su largo, triste y pesaroso deambular en las prisiones. Y así fue, en efecto, porque luego del juicio fue condenado a diez años de prisión en Ceuta o Melilla, a donde parte acompañado de Francisco Antonio Zea. Como se ha visto, la traducción y divulgación de los "Derechos del Hombre" fue el principio del fin de la persecución de que ya era objeto por el gobierno español. Como resultado de este enfrentamiento con las autoridades, de su creciente deseo de una patria libre, fue encarcelado. Solo un golpe de suerte, al no encontrarse en la lista de presos su nombre, hace que en Cádiz pueda verse libre y entonces huye hacia Madrid. Ya en Europa es nuevamente perseguido, pero, con esa habilidad que va adquiriendo de tanto huir, se escapa hacia París, cruzando la frontera francesa. Allí bulle la revolución, y ella es su mejor escenario del aprendizaje de rebeldía que está realizando como el único en América, el precursor. Conoce en Paris a las grandes personalidades revolucionarias europeas. Traba amistad con Francisco de Miranda; escribe al primer ministro británico William Pitt, sobre el tema; desarrolla actividades en pos de una campaña de independencia. Busca así hacer realidad con Inglaterra el sueño de la libertad americana, pero fracasa en sus intentos. Decide entonces regresar. 157
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Vuelto a la Nueva Granada, aprovechando su conocimiento de las ideas de revolución de Europa, siguió luchando y organizando grupos de opinión en pos de la independencia, olvidándose de las penurias por las que atraviesa su hogar. No recibe, como ya es costumbre, respuesta, y en lugar del apoyo a sus ideas, tras fatigosas jornadas, cae enfermo. Las autoridades españolas lo persiguen, logran descubrirlo, y ante los ruegos de su esposa, la sufriente Doña Magdalena Ortega, se entrega, un 19 de Julio de 1797, y vuelve a la cárcel. Como sigue enfermo, se lo envía a la hacienda Montes, donde cumple su pena y luego, se dedica al campo en la Hacienda "la Milagrosa", que les regala a El y su familia, el presbítero Francisco Mesa, familiar de doña Magdalena. Así pasaría unos años en relativa paz. El nuevo siglo se enciende con la tea de las ideas libertarias, que en Nariño son amplificadas y fortalecidas. En la península se da la abdicación de Carlos IV, la invasión Napoleónica, la coronación del intruso José Bonaparte, reemplazando a Fernando VII. En América transcurren otros episodios: la frustrada expedición del general Francisco de Miranda y el grito de independencia del 10 de agosto de 1809 en Quito. El precursor se entera de los acontecimientos y por encima de la rutina de su diaria faena por sostener a su familia, saca tiempo para conspirar, así sea en reducidas tertulias, Enriqueciéndose en información y en entusiasmo por las causas rebeldes. Se involucra así en grupos de revolucionarios que planean un golpe similar al de Quito, pero, otra vez, el infortunio lo acompaña. Por culpa de la delación el proyecto falla y Nariño es apresado y enviado a las mazmorras del Castillo de Bocachica, en Cartagena. El régimen teme de las ideas libertarias de este hombre solitario. Así, el 20 de julio de 1810, lo encuentra recluido otra vez en Cartagena. Pero las nuevas autoridades,"ocupadas en rendir honores desmedidos a quienes tenían la confianza de la camarilla gobernante",olvida a Nariño, no se le presta atención, su nombre se rodea de un silencio intencional, como afirma Liévano Aguirre. Solo mediante ruegos y grandes sufrimientos de sus familiares, Nariño es liberado. Regresa a Santafé el 8 de Diciembre de 1810, y reinicia su lucha por la libertad. Funda el periódico La Bagatela, pregonando desde allí la necesidad de la unidad, en contra del federalismo. Liberado y convertido en jefe natural de la rebelión, en 1811 fue proclamado presidente del Estado de Cundinamarca. Empezaba la época de la "Patria Boba", y Nariño defendió la causa centralista, la más racional para enfrentar a los españoles. Emprende así la tarea fenomenal que buscaba declarar la independencia absoluta de España. Y por eso, ya el 19 de Julio de 1813, logra que se firme la declaración de Independencia Absoluta de España en el Estado de Cundinamarca.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En medio de la lucha fratricida de federalistas y centralistas, sin embargo, en 1813 emprende su campaña al sur, venciendo a la vez a las ideas federalistas. Nombrado Teniente general y Comandante del Estado Mayor, Jefe de la expedición de libertad hacia el sur, el 21 de Septiembre de ese año, luego de grandes ceremonias y de una procesión solemne con el Señor Jesús de Nazareth, marcha hacia su objetivo con un propósito: lograr que el Cauca, que Popayán y Pasto, hagan parte de la nueva nación independiente. Pero Pasto, cuna de valientes, vence al precursor. Como ya se ha visto, Nariño, infortunadamente es vencido en Pasto y salió de allí a las cárceles de España. Por la intervención de la opinión liberal de España, en la llamada "revolución del Riego",y ante todo por la intervención del brigadier Francisco de Jáuregui, Nariño es liberado, y sale de las mazmorras el 23 de marzo de 1820.Viaja entonces a América, en medio de grandes privaciones. Llegando al continente, vuelve otra vez a sus escenarios y se entrevista con Bolívar, el 31 de marzo de 1812, en Achaguas, en el Orinoco. Es entonces cuando el libertador lo nombra Vicepresidente y le encarga la instalación del Congreso de Cúcuta. Pero el infortunio no abandona al precursor. Sus enemigos acechan y en un oscuro episodio protagonizado por una inglesa, de nombre Mary English, se acusa al general, además de conspiración y rebeldía, de actos deshonestos, en los cuales se mezclan lo que se llegó a denominar como las proposiciones indecorosas para la mujer. Era una trampa hábilmente urdida contra el General. Al respecto, en medio de las maquinaciones inteligentes y odiosas de sus enemigos, el infortunado precursor se ve envuelto en un incidente con el defensor de la inglesa, el general D! Everuz, quien insulta al Vicepresidente. Nariño ordena su prisión, pero en el congreso se oponen y piden la destitución del precursor. Decepcionado, Nariño renuncia y regresa a Bogotá el 6 de enero de 1822, Y aunque solo desea retirarse a descansar, no puede hacerlo porque de pronto llega a sus manos una cuenta de cobro como contribución al empréstito de guerra, por 400 pesos, sobre unos terrenos que no poseía. Era otra trampa. Por ese entonces ejercía la vicepresidencia de la República el general Santander, quien también siente celos del precursor. Aparecen entonces más acusaciones, retornando al pasado. Se lo acusa de malversación de fondos en la Tesorería de diezmos, en un hecho jamás esclarecido de treinta años atrás; pero también surge la imputación de cobardía. Se lo acusa de haberse entregado ante los pastusos, y de no haber residido en la nación el tiempo que se requiere para ocupar cargos públicos. ¡Cómo había de hacerlo, si estaba preso por su lucha por la patria! 159
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 7.3.2. Años finales. Es importante recalcar que los últimos años de la vida del Precursor fueron de amargura, de incomprensión y de ingratitud por parte de sus compatriotas, sobre todo de los dirigentes de la época. Los dirigentes del República en tiempos pasados, envidiosos de su gloria, habían sido sus enemigos y lo fueron siempre. Empezó con las diferencias con los federalistas y allí tuvo a Camilo Torres como su opositor. Luego, a partir de 1813, Santander fue su enemigo y tal vez esto no se olvidó por parte del gran dirigente de la época. Luego del caso del general, decepcionado, Nariño renuncia a todo y regresa a Bogota el 6 de enero de 1822. Y aunque solo desea retirarse a descansar, no puede hacerlo porque de pronto l llega una cuenta de cobro como contribución al empréstito de guerra por cuatrocientos pesos sobre unos terrenos que poseía. El Vicepresidente Santander talvez influyó en esta ocasión tonel cobro. Viene luego la acusación de malversación de fondos, de no residir en Colombia y la infame de Cobardía ante los pastusos, la más execrable de todas. Con el mayor dolor que ha sentido en la vida, mayor que todos los que tuvo que sentir en sus azarosos años de prisión, Nariño renuncia a todos los cargos, sobre todo a lo últimos que ha dispuesto Santander y se presenta ante el congreso. El 14 de mayo de 1823, enfermo, apoyado en muletas, hace su defensa. Habla durante tres horas y desbarata las acusaciones de sus enemigos. Estos huyen del recinto antes de que Nariño termine. El congreso lo absuelve en medio de una emoción indescriptible. En la calle, el pueblo lo lleva en triunfo a su casa. Extenuado y enfermo se retiró a Villa de Leiva, después de pedir licencia al Senado. El 13 de Diciembre de 1823, completamente debilitado por los triunfos y los fracasos de sus existencia, se apaga una vida que, como dice Liévano Aguirre,"personifica los valores auténticos de la nacionalidad, porque nadie como el los encarna con mayor grandeza". Mientras moría el General Antonio Nariño, el desdichado precursor, sin saber que daría su nombre a la tierra que lo venció y lo quiso, en esa tierra, en el mismo momento, se encumbraba como el héroe, como el más grande, un pastuso ejemplo de astucia y de habilidades militares. Se estaba viviendo en lo que hoy es Nariño, la época de Agualongo. Moría Nariño y se encumbraba Agualongo en las tierras de Nariño. Pero el infortunado general ya no existía más. El epitafio que El mismo escribió resume su vida: "Amé a mi Patria, cuánto fue ese amor lo dirá algún día la historia".
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 7.4 Una Vision Del Precursor Sobre el general Antonio Nariño la patria ha tendido un manto de desconsideración. Casi no se recuerda que fue el gran dirigente de la independencia de Colombia, pero hay muchos detalles que merecen ser recordados. Así por ejemplo que este héroe de familia acomodada estudió Filosofía y Derecho y obtuvo varios cargos de la que entonces se llamaba Santa Fe de Bogotá, capital del virreinato español de Nueva Granada. Reunió a su alrededor a un círculo de adictos al pensamiento ilustrado y liberal que procedía de Europa y Norteamérica. 7.4.1 El pensamiento político de Nariño. Si el infortunado general Nariño ha sido olvidado por la historia en sus acciones libertarias, en sus sufrimientos, lo ha sido mucho más en su pensamiento, sobre todo en las ideas políticas. Como ya se ha visto, el general tenía una ilustración que pocos podían emular en su época. Y en esa intelectualidad lo que primaron fueron sus conocimientos de política y economía. Desde el comienzo de la república se colocó en la corriente patriótica revolucionaria que buscaba la independencia absoluta de España, en su ala más de izquierda, en una búsqueda de la revolución social. En esa orientación estuvo acompañado por José María Carbonell, Ignacio Herrera, Pedro Groot, Emigdio Benitez y el grupo de los Gutiérrez de Piñeres en Cartagena. Pero lo que lo caracterizó siempre fue su convicción en el poder surgido de la representación popular. Era enemigo de esa representación oligárquica, de los nobles, de los dueños del poder económico. Por eso, replicando a la junta de gobierno de Cartagena, que pretendía realizar un congreso amañado en Medellín y decidir por arriba hasta los pormenores de la representatividad nacional, Nariño habría de escribir: "Asentemos por punto inconcuso que la masa general del pueblo, conforme a los principios de todo contrato social, debe participar de la soberanía, que innegablemente le compete. Pregunto yo si los Cabildos y Juntas decretan ya de antemano, sin competente autoridad, la forma de gobierno, el número de individuos que deben tener voto, el sitio definitivo del Congreso, y lo que en El deben tratar, cuál es la parte de soberanía que me toca a mi, a mi zapatero o a mi sastre, ¿qué no hemos despegado los labios ni se nos ha consultado para nada?".60 No se debe olvidar que Antonio Nariño en 1794, tradujo del francés Los derechos del hombre, suceso por el cual fue condenado a diez años de cárcel, confiscación 60 RESTREPO Canal, Carlos. Nariño Periodista, 1960, pág.158.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. de bienes y extrañamiento perpetuo de su tierra. En 1796, se fugó de las cárceles españolas de Cádiz y se refugió en Inglaterra y Francia, donde pidió ayuda para la causa de la emancipación americana. Regresó subrepticiamente, fue detenido y enviado preso a Cartagena. Obtuvo la libertad después del estallido del 20 de julio. Fundó el periódico de sátira política La Bagatela, que salió en 1811. En ese mismo año ocupó la presidencia del estado de Cundinamarca. En su periódico La Bagatela, hacia fines de 1811, Nariño se quejaba de la carencia de personal idóneo para la administración pública, a la vez que escribía en contra de la desigualdad tributaria. Advertía así que en el Estado de Cundinamarca la contribución directa no había llegado a dos pesos por habitante, y la comparaba con lo seis pesos que como mínimo tenían que pagar muchos indios pobres antes de la revolución, como tributo al rey. Pero su verdadera dimensión de rebeldía, de revolucionario en esa época, se empieza a demostrar cuando se declara enemigo de la posición tibia de declarar independencia relativa, esperando rendir homenaje a Fernando VII, como lo habían hecho las actas independistas. El quería desde el principio un verdadero gobierno republicano, actuante, eficaz, con autoridad sobre el territorio nacional y organizador de la resistencia a la contrarrevolución. Así lo demandaba en Agosto de 1811, cuando escribió en su quincenario una "primera amonestación" en la cual expresó: "¡Alerta, americanos, alerta! La guerra que se os va a declarar es más peligrosa que la de las bayonetas y cañones. El hombre que sucumbe al frente del enemigo no deja a los que sobreviven sino un monumento de indignación y de rabia contra los opresores de la patria; pero el que sucumbe a los honores, a los puestos, a las dignidades, es un enemigo de más y un monumento de seducción para las almas débiles. Volved continuamente vuestra mirada hacia Quito. Que la sangrienta escena del 2 de agosto os recuerde sin cesar la confianza que debéis poner en las promesas de vuestros antiguos amos. Las palabras de fraternidad, de igualdad, de partes integrantes no son más que lazos que tienden a vuestra credulidad. Ya no somos colonos; pero no podemos pronunciar la palabra libertad sin ser insurgentes. Advertid que hay un diccionario para la España Europea, y otro para la España americana: en aquella las palabras libertad, independencia, son virtud; en Esta insurrección y crimen; en aquella la conquista es el mayor atentado de Bonaparte; en ésta, la gloria de Fernando e Isabel; en aquella la libertad de comercio es un derecho de la nación; en Esta es una ingratitud contra cuatro comerciantes de Cádiz".61 Las ideas de Nariño tienen el mérito-el único en ese lapso de nuestra historia-de haber prevenido oportunamente a la nación sobre la amenaza de la reconquista 61 NARIÑO, Antonio. La Bagatela, pág.41
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. española. Es el único que se opone al proyecto de constitución monárquica presentado por Jorge Tadeo Lozano en Abril de 1811.Como había sucedió a finales del siglo XVII, Nariño y su partido, representaban la tendencia radical del movimiento emancipador, comprometida a fondo en la lucha armada contra el sistema colonial, representante del criollismo ligado a los intereses populares. El pensamiento de Nariño era el más perjudicado por el rumbo conformista y represivo de las actividades democráticas que tomaba el nuevo régimen, y el que con más claridad caracterizó la situación de los años siguientes a la sublevación del 20 de julio."...hemos mudado de amos, pero no de condición", escribía el Precursor audazmente, y anotaba que el nuevo gobierno se asimilaba al colonial, con estas palabras:"los mismos obstáculos y arbitrariedades en la administración de la justicia; las mismas trabas en el comercio; las mismas dificultades en los recursos; los mismos títulos, dignidades, preeminencias y quijotismos en los que mandan; y en una palabra, conquistamos nuestra libertad para volver a ser lo que éramos". Nariño también supo entender el papel que jugaba la Iglesia, y que habría de ser representativo en la época. En exposición magistral sobre el carácter del clericalismo, escribió en La Bagatela en enero de 1812:"AsÍ como los buenos eclesiásticos son la margarita preciosa por cuya subsistencia debemos vender nuestros campos y nuestras mieses, así los malos son la polilla roedora de la sociedad; los primeros son el consuelo y el alivio de la vida; los segundos causan la desolación y el llanto..Yo comparo los eclesiásticos al opio: contraídos a las pequeñas dosis de su ministerio, causan en la sociedad aquella clama saludable, aquella dulce tranquilidad, aquel sueño pacífico de la inocencia; pero aumentada la dosis hasta salirse de los límites prescriptos por el Divino Maestro, el vértigo, el frenesí y la muerte son sus consecuencias". Al respecto cabe resaltar que la táctica de Nariño fue la de atacar la codicia insaciable de los eclesiásticos, buscando sujetar legalmente a la iglesia, pero no de perseguir las ideas religiosas ni a los religiosos. Esto produjo escisión en el seno de la Iglesia neogranadina frente al gobierno de Cundinamarca, entre quienes lo apoyaban y la alta jerarquía realista que lo repudiaba. El respaldo del bajo clero fue muy importante para mantener la popularidad del partido nariñista y sirvió enormemente para adelantar los aprestos defensivos de Santafé ante la agresión armada del Congreso en 1812. El general Antonio Nariño fue valiente y rebelde, noble y honesto, fiel a sus causas. Así mismo lo han sido los hombres de estas tierras del Sur, a las cuales legó su nombre. Por su pensamiento radical, Nariño es odiado y temido. El Odio se explica porque ningún otro sector político, sino el que Nariño representaba, se atrevió a desenmascarar con mayor claridad y audacia el carácter del colonialismo español 163
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. escondido detrás de zalemas e hipocresía de la Regencia; nadie como Nariño se burló tan descaradamente de las "glorias" del imperio español y de su pretendida "acción civilizadora "sobre los pueblos sojuzgados de las colonias. Nariño enfrentó valerosamente a los bastiones del clericalismo y el oscurantismo, que promovían desórdenes y desobedecían al nuevo gobierno. Echó en cara a la poderosa clase criolla su sabotaje a la economía nacional y a las labores del gobierno republicano. Fustigó a los vacilantes y exigió en todo momento la toma de posiciones independientes frente a los vacilantes actos de desobediencia al gobierno y frente a la contrarrevolución. La oligarquí jamás olivdó esta actitud del Precursor, que había así traicionado a su clase para colocarse en las posiciones populares, y replicó con mayor furia y malediciencia cada paso suyo, de ahí en adelante, la oligarquía irá transmitiendo ese legado antinariñista de generación en generación, hasta nuestros días con figuras como las de José Maria Obando, Uribe Uribe o Gaitan. Nariño no sólo es un precursor, sin continuidad política en el proceso neogranadino; él encarna primeramente la tendencia radical de la revolución de independencia, que fue la que no prevaleció en el movimiento.62 La inteligencia, fuerte personalidad y atrevido valor del Santaféreño, lograron lo que no pudo conseguir la violencia de las armas en tantos años de lucha cruel, como la que siguieron a su vida, acá en estas tierras australes. Pero su pensamiento fructificó. De ahí que los sureños, al conseguir la autonomía administrativa en 1904, dieron a su Departamento el nombre del gran Nariño, honrando su memoria como no lo hizo ni su propia tierra y exaltando también el grandioso perfil de una raza que ha sido valiente hasta el heroísmo y generosa hasta lo sublime. Ambos, general y pueblo del sur, permanecen unidos en la historia eterna bajo un solo nombre que significa rebeldía, incomprensión, honestidad y valentía: NARIÑO. 7.4.2 Antonio Nariño y Camilo Torres. Nariño tuvo muchos enemigos políticos y personales, entre los cuales estuvo Camilo Torres. Se debe tener en cuenta que Nariño siempre defendió una concepción centralista del gobierno, idea que se oponía al federalismo de Camilo Torres. Estas discrepancias, como se ha visto, condujeron al país a la guerra civil, que lo llevaron a alejarse del cargo entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre de 1812. En 1813, desempeñó una intensa actividad militar, que acabó con su vuelta a las prisiones de Cádiz por cuatro años. De su opositor, Camilo Torres (1766-1816), se pueden sintetizar los siguientes aspectos: independentista y abogado colombiano, presidente de las Provincias Unidas de Nueva Granada (1815-1816). Nacido en Popayán, estudió leyes en Santafé de Bogotá. Fue abogado de la Real Audiencia y asesor del cabildo santafesino. Ante la convocatoria de Cortes en España, en plena guerra de 62 DELGADO, Alvaro. La Colonia. Fondo Editorial Suramérica, Bogotá 1976, pp.338-339
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Independencia, presentó el denominado 'Memorial de agravios' (1809), en el que reivindicaba la igualdad de representación de las provincias americanas y las de la península Ibérica. Miembro de la Junta Suprema y partidario del federalismo, redactó en 1811 el Acta Federal de las Provincias Unidas de Nueva Granada y, entre 1812 y 1814, fue presidente del Congreso. Tras el apresamiento de Antonio Nariño por los realistas (1815), fue presidente de las Provincias Unidas, aunque su mandato apenas duró hasta marzo de 1816. Capturado por los realistas, fue fusilado en Santafé de Bogotá el 5 de octubre. Por su pensamiento radical, Nariño es odiado y temido. El Odio se explica porque ningún otro sector político, sino el que Nariño representaba, se atrevió a desenmascarar con mayor claridad y audacia el carácter del colonialismo español escondido detrás de zalemas e hipocresía de la Regencia; nadie como Nariño se burló tan descaradamente de las "glorias" del imperio español y de su pretendida "acción civilizadora "sobre los pueblos sojuzgados de las colonias. Nariño enfrentó valerosamente a los bastiones del clericalismo y el oscurantismo, que promovían desórdenes y desobedecían al nuevo gobierno. Echó en cara a la poderosa clase criolla su sabotaje a la economía nacional y a las labores del gobierno republicano. Fustigó a los vacilantes y exigió en todo momento la toma de posiciones independientes frente a los vacilantes actos de desobediencia al gobierno y frente a la contrarrevolución. La oligarquí jamás olivdó esta actitud del Precursor, que había así traicionado a su clase para colocarse en las posiciones populares, y replicó con mayor furia y malediciencia cada paso suyo, de ahí en adelante, la oligarquía irá transmitiendo ese legado antinariñista de generación en generación, hasta nuestros días con figuras como las de José Maria Obando, Uribe Uribe o Gaitan. Nariño no sólo es un precursor, sin continuidad política en el proceso neogranadino; él encarna primeramente la tendencia radical de la revolución de independencia, que fue la que no prevaleció en el movimiento. 7.4.3 Opinión sobre el general vencido. Luego de haber repasado la azarosa pero también glorificante vida del precursor bien caben algunas consideraciones. En cuanto a Nariño, no se puede pasar por alto un hecho que enaltece mas su vida, a saber, que a pesar de estar en la prisión sigue trabajando por la patria. Desde su estrecho calabozo, Nariño, escribió a Montes, no para pedirle piedad sino para plantearle propuestas que, a su juicio, convenían a la nación en esa hora crítica. Así informaba el presidente del supremo congreso: “Después de la intempestiva dispersión de mi ejército que venía a mi mando… Determiné quedarme…” para tratar personalmente con el Sr. Presidente de Quito sobre una suspensión de hostilidades que diese tiempo a ver el estado en que 165
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. quedaban las cosas en Europa, su efusión de sangre inútil e infructuosa; pues es indubitable que la suerte del reino no pueda depender de las fuerzas que en el día se hayan por una y otra parte. No me permitió pasar a Quito, pero oficié con el señor presidente haciéndole la propuesta por 18 meses, y que la línea de demarcación fuese el cabuyal, pueblo de la Cruz, tablón de los Gómez, por Juanambú arriba. S. E., después de algunas contestaciones ha convenido que el congreso nombre un comisionado por su parte y que el nombrará otro de su confianza para que traten el asunto, pero “que la demarcación, en caso de convenirse, será Statu quo que tenían las cosas antes de la expedición”, que yo escribiese así al congreso, como al gobierno de Cundinamarca para que se verificase la conferencia” y sugiere: “demos tregua siquiera por algún tiempo a esta miseria, permaneciendo, si se puede, en el estado en el que nos hallamos, mientras si despejado el horizonte de Europa, vemos lo que mejor nos convenga por una u otra parte”. El congreso acogió la idea y prometió nombrar comisarios pero dada la lentitud con que obraron los gobernadores de turno, no se pudo efectuar. Cuando llegó a Pasto la respuesta del congreso aceptándola, Nariño ya no estaba en la ciudad. Iba camino del presidio mas largo que tendría que soportar en Cádiz. Trece meses había estado prisionero en Pasto; a mediados del mes de julio de 1815, salió para quito por orden de Montes, para remitirlo prisionero a España. Un documento narra así los detalles: “le sacó de la prisión a medio día por que nada tenía que temer del valeroso pueblo… las calles del transito estaban repletas de gente, y tan pronto como pasó la escolta que conducía al ilustre prisionero, toda la multitud siguió tras él en silencio y con respecto… En la puerta de Obonuco pidió permiso a la escolta para despedirse de la multitud que le seguía y con palabra fácil y elocuente hizo la apología del valor… y dio gracias a los muy hospitalarios y nobles pastusos, por la generosidad que habían usado para con el. Pasto al conmemorar el centenario de estos acontecimientos históricos, levanto un monumento a la memoria del precursor, quien quiso entrar al fortín del realismo como vencedor pero que, por reveses de la guerra y la política entro vencido”. Los pastusos aprovecharon este nuevo triunfo para dirigirse al rey, a quien le hicieron una relación detallada sobre el merito de la ciudad desde la primera invasión de los Quiteños hasta la derrota y prisión de Nariño: en algunos párrafos le dicen: “nada puede el valor mas acreditado, cuando la suerte es contraria, la de Nariño era de parecer con los suyos a la vista de Pasto, en las goteras de la ciudad, por decirlo así, el decreto estaba dado, y no podía faltar para verificarlo… ¡Oh pastusos! Valerosos pastusos. Casi toda América esta de rodillas delante del ídolo de la 166
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. libertad, vosotros lo despreciáis. Una resistencia tan digna de admiración no será vana. El sentido profundo de la causa mas justa, la mas sagrada, os sostendrá en medio de vuestras desgracias”, y vuelven a plantear al rey las mismas solicitudes que en 1809 le hicieron: “nos parece pues, señor, que un merito a todas luces grande quede sin la recompensa debida. Los insurgentes triunfarían en el gobierno, como lo cacarean; los buenos vasallos de V. M. tal vez resfriados por falta de estímulos que lo energicen caerán en la apatía e indiferencia y obrarían si el interés que inspira la esperanza del premio. Por tanto postrados de rodillas a los pies del trono de V. M. suplicamos con el más profundo respeto que se digne mandar se ponga en esta fidelísima ciudad la cabeza del gobierno político, y de un obispado, siendo este un país tan vasto como el nuestro, no solo necesario, sino conveniente para que los pastores puedan moralmente dar todo el lleno de sus sagradas obligaciones, y los fieles conocerlos y oír su voz, que se erija estudios para la ilustración de la numerosa y florida juventud que tenemos y que por no poder costearla el Colegio de Quito o Popayán, se queda lastimosamente envuelta en las tinieblas de la ignorancia… que se nos exima de nuevo impuesto de papel sellado, igualmente del que sea establecido sobre el ramo de los aguardientes… que a los indios de este distrito, nuestros compañeros inseparables en todas la faenas militares, que por espacio de cinco años, nos ha presentado continuamente dos reinos de Quito y Santa Fé, que les exonere del tributo, para estimularlos de este modo… últimamente recomendados la fidelidad y distinguido merito de oficiales, soldados, y todos nuestros compatriotas pero con especialidad lo hacemos de las viudas y huérfanos”.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA ACOSTA DE SAMPER, Soledad. Biografía del general Antonio Nariño. Pasto: Imprenta del Departamento de Nariño, 1910. DELGADO, Alvaro. La Colonia. Fondo Editorial Suramérica, Bogotá 1976 ESPINOSA, José Maria. Memorias de un abanderado. GROOT, José Manuel. Documentos importantes de la Nueva Granada, Venezuela y Colombia NARIÑO, Antonio. La Bagatela. POSADA, Eduardo. El precursor, documento sobre la vida pública y privada del General Antonio Nariño. Biblioteca de Historia Nacional, Bogotá, 1903 POSADA, Eduardo, IBÁÑEZ ,Pedro María. El Precursor. Documentos sobre la vida pública y privada del general Antonio Nariño. Bogotá: Imprenta Nacional, 1903. RESTREPO CANAL, Carlos. Nariño Periodista. 1960 RIVAS, Raimundo. El Andante Caballero Don Antonio Nariño. Bogotá: Imprenta de la Luz, 1936. SANTOS MOLANO, Enrique. Antonio Nariño. Filósofo Revolucionario. Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, S. A., 1999. VEJARANO, Jorge Ricardo. Nariño. Su vida, sus infortunios, su talla histórica. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura, 1978. VERGARA Y VERGARA, José María. Vida y Escritos del General Antonio Nariño. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional, 1946.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 8. LA ÉPOCA DE AGUALONGO Mientras en la nación, como en toda América, vientos de independencia soplaban, y se consolidaban los movimientos libertarios, otra cosa sucedía en lo que hoy es el departamento de Nariño. Diversas circunstancias hicieron que en estas tierras se aferrara una fuerte oposición a las nuevas ideas y una defensa de la causa realista, entre las cuales sobresalen los errores cometidos por los primeros patriotas tanto de Quito como del norte de la actual Colombia. La principal figura de la reacción, el más sincero y valiente guerrero en contra de los patriotas aparecía en el panorama pastuso, se trataba del futuro Brigadier General de las Milicias del Rey, Agustín Agualongo, con quien se escribe toda una época rebelde. 8.1 La Resistencia Pastusa Tras los acontecimientos tristes y equivocados provocados por la lucha de la dirigencia en la Patria Boba, España retomó la iniciativa y comenzó la época fatídica de la "Pacificación", que llenaría de sangre y de héroes nuestra patria. Era también la era del libertador Simón Bolívar. Pero en el sur, en Pasto, crecía la resistencia en contra de la naciente república y se hacía más fuerte el bastión realista. Esta resistencia solo se menguaría en 1822. Fueron más de 8 años, entonces, de una guerra contra las ideas de la libertad. 8.1.1 Premisas necesarias para el análisis. Se ha visto como Pasto y sus alrededores, descendientes de Quillacingas, se convertían en Bastión inexpugnable realista, conformando una alianza social animada por el fervor religioso, precedida por la clase dirigente aristocrática y el pueblo que la seguía. El argumento de tipo estructural, en una sociedad semifeudal-esclavista, de índole conservadora, que se escondía tras la ideología católica que acusa a los patriotas de anticristianos, con la Virgen de las Mercedes proclamada como gobernadora, sirvió de alma a la rebeldía pastusa contra las ideas libertarias. Ni del norte ni del sur se podía derrotarlos; parecía como si el Juanambú y el Guáitara se convirtieran en barreras infranqueables que físicamente ayudaban en su lucha empecinada. En estas condiciones derrotaron a las fuerzas patriotas de Quito, Ipiales y Túquerres; a las del presidente Caicedo y Cuero; al yanqui Macaulay y por si fuera poco al mismo precursor. Más tarde Bolívar, Sucre, Salom, Flores y los demás 169
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. fieles patriotas tendrían que sufrir con la embestida sureña, mucho más fuerte y permanente que las de Cuenca y Santa Marta. Vale la pena, comportamiento.
entonces,
anotar
algunas
hipótesis
explicativas
a
ese
El origen de todo debe estar en la estructura socio-económica de la ciudad y la región aledaña, resultado de 300 años de vida colonial incomunicada prácticamente, con una relativa autonomía y en una forma productiva autóctona y de auto-subsistencia. La sociedad de los primeros años del siglo XIX fue manejada y dirigida por criollos aristócratas que tienen el control de la economía y mucho del poder, dueños de grandes haciendas, herederos de 28 encomenderos, representados en don Tomás de Santacruz, convertido en amo y cacique. No existía capacidad de lucha en la clase media ni en la indígena lo cual se agudizó a través del mestizaje que no tenía preponderancia. En la supraestructura estaban dos elementos cohesionadores y definitivos: el fervor religioso avivado desde los púlpitos por seis congregaciones y unas decenas de sacerdotes seculares, solidarios con la aristocracia, con posiciones que casi rayaron en el fanatismo, por una parte. Por otro lado la escasa preparación, la casi nula educación de la clase media, en forma diferente a otras ciudades, donde tuvieron mayores posibilidades de estudio. Además se deben tener en cuenta algunos acontecimientos coyunturales. En primer término se debe anotar que Pasto juró solemnemente "por Dios Nuestro Señor, por los Santos Evangelios y por la Santa Cruz, obediencia y subordinación a la Junta Suprema del Reino, depositaria de la autoridad del rey Fernando VII y esto para ellos era la última ratio en la apreciación de los hombres y de los hechos".63 El juramento era un compromiso inquebrantable de fidelidad al rey, en una sociedad en la cual, en tales condiciones, lo dominante era la ideología religiosa, por encima de la política, por sobre la estructura económica. La defensa de ese juramento, entonces, se convertiría cada vez que se pudo, en la bandera de los dirigentes que veían en las ideas republicanas la señal de peligro, la amenaza al poder que detentaban. Y el pastuso es y ha sido fiel; siempre ha comulgado y enseñado que la palabra empeñada es ley. En el mismo sentido, las equivocaciones patriotas fueron definitivas. Si el presidente Caicedo y Cuero empezó por convencer a Pasto para que declarara la 63 0RTIZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su Tiempo. Academia Colombiana de Historia. Bogotá,1958, pág.68 -69
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Independencia, al estilo de Quito, Cali, Santafé e Ipiales, en octubre de 1811, fue más relevante el ataque que recibió la ciudad. El error empezó con la Junta Quiteña que en nombre de la Independencia atacó y luego ocupó la ciudad. Le siguieron luego los errores de Caicedo y Cuero, de Macaulay y del mismo Nariño. Todos atacaron militarmente la ciudad, pero no contentos con eso escribieron, amenazando y muchas veces insultando la ciudad. El resultado fue unificar aún más la alianza social de Pasto, en ese entonces si más concreta, para defenderla; para salvarse de la sangre, la muerte y las ofensas recibidas. En esas condiciones se generó entonces un movimiento de autodefensa: los pastusos no empezaron el ataque; fueron los republicanos los que lo hicieron. Pero también la situación y conformación geográfica hace parte posible de la explicación racional al comportamiento pastuso. La ciudad vivía enclaustrada en el Nudo de los Pastos, limitada al sur y al norte por ríos y montañas, por enormes precipicios y caminos, trochas que los Quillacingas y Pastos habían construido. Sus características eran el aislamiento, la dificultad en las comunicaciones y una geografía bella en paisajes, pero agreste y dura. Por otra parte, tuvo la mala suerte de vivir en medio de dos centros urbanos enfrentada entre sí, como lo fueron Quito y Popayán. Como es lógico, Pasto recibía los golpes de arriba y abajo. Todo inclinaba en tal medida a un comportamiento diferente, de montaña, conservador, si se quiere, pero a la vez independiente. No se admite la opresión del Estado, y lo mismo que se oponen al dominio inca con Capusigra y Tamasagra, no admiten que se les ataque con la idea de la independencia. Pero a la vez son reacios a pagar impuestos; no se conciente la acción policiva del gobierno ni se permite que este se inmiscuya en los asuntos familiares. Se trata sociológicamente del resultado de una estructura sui generis, influenciada también por el aislamiento geográfico. El conservadorismo reflejo de la estructura, alimentado por la ideología, es también ayudado por una forma de ser “montañosa”, en una tierra de cóndores y altas cumbres. Por eso, acertadamente, Bolívar tendrá que reconocer que los pastusos "son los más tenaces, más obstinados y lo peor es que su país es una cadena de precipicios donde no se puede dar un paso sin derrocarse". 64 En síntesis, se debe entender que una estructura de atraso, sin educación al menos, con un gran dominio de la clase social aristócrata, en un escenario geográfico de aislamiento y de olvido permanente del sur y del norte, no podía 64 SAÑUDO, José Rafael. Estudio sobre la vida de Bolívar. Edit. Cervantes, Pasto,1949.p.128
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. generar sino ideas y movimientos tendientes a defender lo que ese atraso estaba destinado a perder, pero eso sí, siempre con la idea de la libertad, la fidelidad y el amor al terruño. Sobre este ambiente y dominandolo todo, se imponía la ideología religiosa. Basta tener en cuenta que en la historia de Pasto (y muchas veces en la de todo el departamento), lo decisivo han sido las actuaciones de hombres religiosos: dirigentes, obispos y sacerdotes. Las épocas relevantes de su historia tienen como actores principales, definitivos, a hombres religiosos: el cura doctrinero primero; don Tomás de Santacruz, ferviente católico, más tarde; el obispo Jiménez Enciso en la época de Bolívar; el padre de la Villota en plena guerra civil en 1840; el obispo Ezequiel Moreno en la Guerra de los Mil Días. Tal vez así se puede analizar con cabeza fría, sin prejuicios, la actitud de una ciudad durante la época de la Independencia y la formación de la nación. Pero también se debe tener en cuenta que los hechos diversos y contradictorios tuvieron repercusiones inmediatas, represalias que se manifestaron en más sufrimiento para las gentes del sur. En esa forma las manifestaciones independistas de Ipiales, son reprimidas y para callar los ecos de la declaración de 1810, se envían tropas desde Pasto a ocupar la ciudad. Francisco Sarasti tiene que esconderse, primero, y luego con otros dirigentes salir hacia el Ecuador, donde la historia pierde sus pasos. Como en la campaña de Nariño, los ipialeños lo apoyaron aunque fueron vencidos; a la vez apoyaron al ecuatoriano Salinas, patriota, en 1814; la represión realista desde Pasto se consolida, y por ello caen fusilados muchos patriotas de Tulcán e Ipiales, entre los cuales se mencionan los nombres de los hermanos Recalde, los González del Palacio, los Pozo, los Yela, junto al mismo Salinas. 8.1.2 Acontecimientos entre 1815 - 1820. El año de 1815 se inicia con el recrudecimiento de la represión realista, que también se sintió en la misma Pasto, donde también había ciudadanos afectos a la causa de la emancipación. En estas condiciones fueron enjuiciados los sacerdotes José Casimiro de la Rosa y Fernando Zambrano, por el hecho de haber disentido y expresado públicamente un concepto en favor de las nuevas ideas propagadas por Antonio Nariño. Montes ordenó así su traslado a Quito, cosa que se da el 3 de agosto, cuando fueron conducidos a prisión y luego a las órdenes del Obispo, por el delito de ser "sacerdotes rebeldes". Mandaba la escolta un oficial poco conocido y que marcaría con su nombre una época: Agustín Agualongo. Después del retiro del ejército republicano de Nariño, Montes ordenó a Aymerich atacar Popayán y el Valle del Cauca, pero este, temeroso, no quiso acatar 172
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. la orden y nombró a Aparicio para que organizara un ejército y con contribuciones de los habitantes de Pasto, marchara hacia Popayán. En esas condiciones se formó el Batallón Pasto con cuatro compañías, armadas y mantenidas por la ciudad y con ellas el realismo recuperó Popayán el 20 de junio de 1815 y luego continuó su marcha hacia el Valle del Cauca. Pero en equivocada acción, en las márgenes del río Palo, en Ovejas, fue vencido por los republicanos y tuvo que ordenar el retiro hacia Pasto, donde se lo recibió mal por no haber sabido dirigir la tropa y salió precipitadamente hacia Quito. Sin embargo la represión ordenada desde la metrópoli llegaba, y entrado el año de 1816, don Pablo Morillo, el Pacificador, se había tomado Cartagena e iniciaba la sangrienta represión. Pasto se puso en pie de guerra. Se formaron nuevas tropas al mando del coronel Ramón Zambrano y los oficiales Francisco Santacruz, Joaquín Duvaler, Estanislao Chamorro y Agustín Agualongo. El desacreditado brigadier Juan Sámano, poco querido en Pasto por sus pésimas condiciones militares, fue nombrado jefe militar y formó un cuerpo de ejército de dos mil hombres con el Batallón de los Andes, Batallón de Guías, Batallón de Pasto, Escuadrón de Caballería y Batallón Patía, con los cuales se dirigió a Popayán para reforzar las tropas de Morillo que venían del norte. Sin dificultades llegó Sámano al sitio denominado la Cuchilla del Tambo, sur de Popayán. El 29 de julio de 1816 se encontraron los dos ejércitos. El republicano era mandado por el inexperto coronel Liborio Mejía, quien ordenó el ataque a la Cuchilla, donde estaban bien atrincherados los realistas, y allí fueron vencidos. Pasto, con razón, reclama el triunfo para sí (inclusive el presidente Montes, por la acción había ascendido a teniente a Agualongo) y reclamó a Morillo mejor trato para ella. Pidió sin que se le diera, el establecimiento del Obispado, libertad para el manejo de impuestos y tributos de las contribuciones de guerra, condecoraciones y ser sede de gobierno. A partir de entonces, durante los años 1817 hasta mediados de 1819 se gozó de relativa tranquilidad. Pero a mediados del mes de agosto de 1819, llegó a Pasto la noticia de que un militar venezolano había triunfado contra los realistas en el puente de Boyacá: se trataba de Simón Bolívar. El General Sebastián de la Calzada fue de los primeros en llegar a Pasto por la vía de Popayán, del resultado de la Batalla de Boyacá, acompañado del Obispo Salvador Jiménez de Enciso, de su secretario Félix Liñán y Horo, de su provisor José Félix María Grueso y otros eclesiásticos, todos furibundos realistas, y quienes habían utilizado el púlpito contra Nariño, Bolívar y los patriotas, temerosos de la represión de los mismos. La ciudad se llenó entonces de realistas que comunicaron 173
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. sus temores y sus inquietudes a los habitantes, lo cual la obligó a unificarse alrededor de la causa realista. De Quito llegó el Batallón de los Andes; se formó también el Batallón Aragón, con 800 plazas, y en igual forma se armó la columna similar, más 400 hombres del conocido Batallón de Milicias de Pasto, 100 hombres del Escuadrón de Caballería y una brigada de artillería de 50 efectivos. El mando estaba a cargo del General Calzada y el Coronel Basilio García y varios oficiales pastusos, entre los cuales estaban el coronel Ramón Zambrano y el teniente Agualongo. Con más de 3000 hombres salieron de Pasto el 18 de enero de 1820 hacia Popayán. Al paso por el Patía se le unieron los guerrillas de Simón Muñoz, Andrés Noguera, Manuel Córdoba, Sarria y Obando. Desde Santafé se enviaron tropas: una División al mando del General Valdés y el General Mires, con los batallones Cundinamarca, Neiva, Albión y los escuadrones Guías y Asiento. Las dos fuerzas se encontraron en Pitayó, el 6 de junio de 1820 y la lucha fue reñida y por largas horas. Los patriotas vencieron a los realistas. Las pérdidas realistas fueron de un capitán, dos tenientes, un alférez y 130 individuos de tropa muertos; heridos el valiente capitán Gil y 80 de tropa y según informes se dispersaron más de 300 hombres".65 Derrotado y humillado, Calzada y su ejército abandonaron Popayán y precipitadamente salieron hacia Pasto donde se refugiaron, convirtiéndola desde ese instante en centro de operaciones de la guerra y foco de atención de los republicanos. Ante la salida de Calzada hacia Panamá, la ciudad quedó bajo las órdenes de Basilio García. Al recibir estas noticias Aymerich decide viajar a Pasto para enterarse personalmente del desastre. Allí destituyó al General de la Calzada, lo mismo que al coronel Nicolás López, enviándolo en seguida a Panamá. El testimonio de los pastusos comprobó su impericia, imprudencia y cobardía. Estando en la ciudad supo que Guayaquil se había rebelado con la autoridad real y marchaba hacia Quito, apoyada por Cuenca, Loja, Riobamba, Ambato y La Tacunga. Aymerich armó entonces en Pasto una división de más de 1000 hombres, compuesta del Escuadrón de Caballería Dragones de Granada que no había tomado parte en la Batalla de Boyacá y una columna de pastusos y españoles, y con ellos salió de Pasto hacia Quito el 2 de noviembre de 1820, nombrando como comandante al coronel Francisco González. El 22 de ese mes se enfrentaron los dos ejércitos en la extensa y arenosa planicie de Huachi. El combate fue sangriento y en más de dos horas cayeron casi todos los soldados republicanos ecuatorianos al mando de los coroneles Luis 65 Citado por Alfonso Ibarra Revelo, en Agualongo. Imprenta Dptal. Pasto,1975.p.174
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Urdaneta y León Febres Cordero. Fueron los pastusos los que decidieron el triunfo a favor de los realistas y entre todos se destacó el teniente Agualongo. Con el triunfo realista, la tropa se dirigió a Cuenca la cual ocuparon. Allí el coronel González cambió el nombre al Escuadrón de Dragones y le puso el nombre de Dragones de la Constitución, a principios de 1821, en honor a la nueva Constitución de Cádiz que regía en España, y la puso bajo el mando del ahora capitán Agustín Agualongo. 8.2. La Figura De Agustin Agualongo Como se ha visto, en Nariño y en Pasto, sobre todo, los acontecimientos se precipitaron y colocaron a la región en medio de la guerra. Eran el foco de los republicanos y centro de acción de los realistas. En medio de esa guerra se iniciaba una época histórica protagonizada por un hombre valiente que, desafortunadamente y por las circunstancias negativas ocurridas, se había alinderado en las huestes retardatarias de la Corona española: Agualongo. No estando claramente comprobada la fecha, entre 1781 y 1783, nació en Pasto Agustín Agualongo, hijo de Manuel Agualongo y Gregoria Almeida. Se sabe más claramente que en el año de 1800 fue confirmado, el 26 de julio más precisamente66. El 25 de enero de 1801, contrae matrimonio con doña Jesús Guerrero. De ese matrimonio nació María Jacinta Agualongo, bautizada en 1820, en plena guerra, en El Tambo. También se ha podido comprobar que tuvo un hijo extramatrimonial, de nombre Manuel como su padre. Se sabe muy poco de la educación recibida, la cual debió ser la misma, escasa, que se recibía en Pasto. Sin embargo se conoce que estaba dedicado al arte, a la pintura, ante todo, en la época crucial de la independencia. El 7 de marzo de 1811 se presentó ante las autoridades españolas de Pasto a ofrecer sus servicios en calidad de en los ejércitos del Rey. Obedecía así al pregón ordenado por el gobernador de Popayán Miguel Tacón y el Cabildo de Pasto y por el cual se ordenaba que: "Todo varón mayor de 18 debe presentarse inmediatamente después de este pregón, a la oficina de registro de la Casa Consistorial con el fin de ser filiado y anotado en la lista de los defensores del gobierno de su majestad el rey don Fernando Séptimo". La filiación miliciana de Agualongo, según el acta de inscripción es del 7 de marzo de 1811, en la Tercera Compañía de Milicias comandada por el capitán Blas de la Villota. 66 IBARRA, Alfonso. Ob. Cit.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Como ya se ha visto, posterior a la derrota de Palacé, el gobernador Tacón huyó hacia Pasto, trayendo consigo el tesoro de la Casa de la Moneda de Pasto, incluyendo 200.000 pesos que Quito enviaba periódicamente a Popayán y de allí a Cartagena de Indias, como "prescripciones de la Tesorería General del Reino", y cuyo reclamo originó el ataque de los quiteños y la segunda invasión del territorio sur colombiano, al mando de Pedro Montúfar, Feliciano Checa y Luis Arboleda, con el fin de verificar el reclamo a la fuerza. Los quiteños triunfan y entran a Pasto el 22 de septiembre de 1811 y según lo que la historia recuerda cometieron toda clase de atropellos: Tres días consecutivos duró el saqueo que a sus anchas hicieron los ecuatorianos; puede ser con ellos se acentuara el naciente rechazo a la república por parte de Pasto, porque, al decir de Edgar Bastidas, sus habitantes bien podrían haberse preguntado "si esta era la libertad de que tanto se enorgullecían los patriotas".67 De allí en adelante, como ya se ha narrado, los acontecimientos se precipitaron y colocaron a Pasto a la cabeza de la reacción realista. Aunque no hay confirmación efectiva, se supone que Agualongo debió tomar parte en las acciones del Alto Palacé en 1813 y Calibío en 1814, en las que Nariño y Cabal derrotaron a Sámano. También se logró deducir que en esa época había llegado al grado de sargento. Cuando Nariño ataca a Pasto, el comandante de la defensa de la ciudad es el Teniente Coronel Pedro Leonardo Noriega, sustituyendo a Aymerich. Luego del combate y la entrega de Nariño, el comandante comunica el éxito a Toribio Montes en Quito, ovacionando el valor y el coraje de los pastusos, especialmente de Agualongo. El presidente Montes ordenó entonces el ascenso inmediato del jefe pastuso a subteniente. El 5 de julio de 1815 se sucede el combate de Río Palo, en el cual las tropas comandadas por Vidaurrázaga fueron derrotadas y destrozadas por los patriotas. La vanguardia fue la que más sufrió y por eso la compañía de Agualongo, quien también participó en esta acción, por estar en esa posición, fue la que más bajas tuvo. Pero en el parte de la batalla, el presidente Montes supo del valor, del arrojo y del coraje de Agualongo y por ello, entre los pocos que merecían ascenderse, él obtuvo el grado de teniente.
67 BASTIDAS U. Edgar. Las Guerras de Pasto. Tipografía Javier, Pasto.1979
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Como ya hemos visto, otra de las actividades en su vida militar fue comandar el pelotón de guardia que condujo a los presbíteros de la Rosa y Zambrano prisioneros a Quito, luego del fracaso de la campaña de Nariño, sirviendo más que de vigilante como amigo y apoyo a los desgraciados eclesiásticos. En 1816, Pasto se pone en pie de guerra y Agualongo forma parte de la tropa, tomando parte en la exitosa acción de la Cuchilla del Tambo, por la cual el presidente Montes le confirmó su grado de teniente. Luego viene un período de paz en el cual vuelve a sus actividades en su taller de pintura, hasta que en 1819, tras la batalla de Boyacá, se reorganizan las tropas en Pasto, y en la Segunda Compañía de Milicias de Pasto, es el ayudante del comandante capitán Miguel de la Rosa, permaneciendo un tiempo en Popayán. Participó luego en la acción de Pitayó, en la cual fueron derrotadas las tropas de Calzada. De allí seguirá al Ecuador triunfando en Huachi, y siendo ascendido a capitán. 8.3 Cronologia De Agustin Agualongo: Primera Epoca A continuación, para precisar la primera época del rebelde Agualongo, se citan las fechas relevantes, que sirven mucho más que las palabras para conocer sus ejecutorias, acertadas y equivocadas. Entre 1781 y 1783: Agustín Agualongo nace en Pasto del matrimonio de Manuel Agualongo y Gregoria Almeida. 26 de julio de 1800: Confirmación sacramental. 25 de enero de 1801: Matrimonio en Pasto con Jesús Guerrero. 13 de septiembre de 1802: Bautizo en Pasto de su hija matrimonial Maria Jacinta. Entre 1800 y 1811: Ejerce su oficio de pintor. 7 de marzo de 1811: Se presenta ante el Cabildo, Justicia y Regimiento de Pasto, a la Compañía Tercera de Milicias a cargo del Capitán Blas de la Villota, para servir en las tropas del Rey. Obtiene así su filiación militar con el Nro. 65. Abril de 1811: El gobernador Miguel Tacón huyendo de los patriotas de Popayán se encuentra en Pasto. Ordena por eso formar guerrillas con el fin de defender el norte por los cañones de Juanambú. Allí es enviado Agualongo al mando del teniente Estanislao Merchancano.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Julio de 1811: Agualongo y su escuadra es trasladado hacia el Río Guáitara, al sur de Pasto. Se le ordena reforzar la defensa del sector del segundo ataque de las tropas patriotas de Quito. Entre julio y septiembre de 1811: En este periodo se da el bautizo de sangre del rebelde Agualongo. Con su tropa detiene el ataque de los patriotas quiteños al mando de Feliciano Checa, Pedro Montúfar y Luis Arboleda. Para entonces ha sido ascendido a Cabo Segundo. Septiembre de 1811: Ante el fuerte ataque de la tropa quiteña, bien armada y más numerosa, Agualongo dispersa su pequeña patrulla en los alrededores del río Guáitara. Así llega a Guapuscal tomando la decisión de retirarse y esconderse en las montañas. Mientras tanto, los patriotas quiteños ocupan a Pasto el 22 de ese mes y año. Octubre de 1811: Agualongo sostiene conferencias con Merchancano, quien se había retirado del Juanambú. Planean acciones militares contra los patriotas. Entre noviembre de 1811 y mayo de 1812: Guerrillero actúa a nombre del Rey en las guerrillas. Se supone que participa con los patianos en el sur del cauca en contra de los patriotas. Junio de 1811: En Pasto nuevamente hay un gobierno realista que ha apresado al Doctor Joaquín Caicedo y Cuero. Agualongo se reintegra oficialmente a la tropa Real de Pasto, bajo el mando del Teniente Coronel Juan Maria de la Villota. Es enviado así al Juanambú a defender el norte. Es ya cabo primero. 13 de agosto de 1812: Incumpliendo la promesa de retirarse a Popayán Macaulay quiere escapar hacia Ipiales y luego al Ecuador. Pero en el intento sus tropas son sorprendidas por las realistas conformadas por pastusos. Estos atacan y vencen a los patriotas apresando a Caicedo y Macaulay y sus mejores hombres. Agualongo interviene con valentía y fiereza en la acción por lo cual es ascendido a Sargento Segundo. Noviembre de 1812: Bajo el Mando del Coronel Juan Maria de la Villota es enviado al Ecuador a detener las tropas patriotas que huyen del ataque realista de Toribio Montes, quien había entrado triunfante en Quito el 3 de ese mes. 27 de noviembre de 1812: Agualongo combate en los alrededores de Ibarra contra las tropas patriotas ecuatorianas que son vencidas por Juan Sámano. 1 de diciembre de 1812: Triunfo definitivo de las fuerzas realistas, en un combate en que participa Agualongo. 178
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Enero – Marzo de 1813: Sámano luego del triunfo realista en el Ecuador se ha asentado en Pasto. Allí decide armar una expedición militar contra los patriotas y marchar a Popayán y luego a Santafé. Entre los escogidos para conformar la tropa están Agualongo y su escuadra, que marchan al norte. Julio de 1813: Con la tropa de Sámano, Agualongo entra a Popayán. 30 de diciembre de 1813: Batalla del Alto Palacé. Nariño y Cabal derrotan las tropas relistas de Sámano. El militar pastuso con los realistas toman el camino a Pasto. 15 de enero de 1814: Batalla de Cajibío. Las tropas patriotas de Nariño derrotan nuevamente a las realistas de Sámano. Agualongo con ellas vuelve a Pasto. En esta acción muere el furioso realista Asín y Juan Sámano pierde el mando que pasa a Melchor Aymerich. Abril 19 al 29 de 1814: Se enfrentan los ejércitos patriotas de Nariño y realistas de Aymerich, con sus bravos pastusos, en las inmediaciones del Cañón del Juanambú. Agualongo defiende una posición con denuedo durante esos días. 29 de abril de 1814: Combate cuerpo a cuerpo en el Juanambú. Las tropas de Antonio Nariño logran romper la resistencia realista que, al mando de Aymerich, se retiran a Pasto con el resto de los vencidos. 4 de mayo de 1814: Los que quedan enfrentan a los patriotas. En la acción muere el Coronel Juan Maria de la Villota que fue reemplazado en el mando por Agualongo que protegió el puesto. Logra así mismo retirarse sin pérdida de hombres, en una valerosa acción que fue observada y anotada por Nariño. De la Villota muere en Pasto. 10 de mayo de 1814: Nariño vence a los realistas en Cebollas y Tacines, tras lo cual entra a Pasto. Allí es recibido por la resistencia pastusa desde el Ejido y en el camino del Calvario. Los pastusos atacan sin temor y con fiereza en las calles de la ciudad. Agualongo comanda una de las patrullas más tenaces y penetra entre las tropas patriotas. Le matan el caballo al General Nariño y ante el ataque decide retroceder. En las horas finales del día, Nariño con un grupo de escolta se interna en las montañas saliendo de Pasto. Nariño ha sido vencido y luego cae prisionero. El presidente Toribio Montes desde Quito asciende a Subteniente a Agualongo. 8.4 La Epoca Continúa 8.4.1 Acontecimientos importantes. A principios del mes de junio de 1821, llegaba a Guayaquil el General Antonio José de Sucre, por la vía del Pacífico y esperaba refuerzos de tropas del General Santander desde Santafé. El coronel 179
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Francisco González en Cuenca supo la noticia y armó un ejército para enfrentar al patriota y antes de partir nombró como Jefe Militar de la Guarnición de Cuenca al capitán Agualongo, dejando una compañía del Batallón Constitución, llamada Batallón ligero de la Constitución. En la batalla de Yaguachi, González es vencido por Sucre, y entre los prisioneros cae su segundo al mando el Teniente Coronel Francisco Eugenio Tamaris, que luego pasó a formar parte en las filas del futuro Mariscal de Ayacucho. De allí en adelante siguen los combates en el Ecuador entre las tropas patriotas de Sucre y las realistas. A Cuenca llegó la petición al cabildo para que se evacuara la ciudad ante el avance de los republicanos, lo cual cumple Agualongo con su tropa, para defenderse en las afueras de la ciudad, de tal manera que cuando estos llegaron, fueron atacados por el oficial pastuso y sus tropas, venciéndolos. Los realistas, entonces, recuperaron Cuenca y Agualongo permanece por cinco meses en ella. Mientras tanto las acciones guerreras seguían favoreciendo a los patriotas quienes triunfan definitivamente en Pichincha, el 24 de mayo de 1822. Así mismo, mientras Agualongo permanece en el Ecuador, se combate en Genoy y en Bomboná, batallas en las cuales no participa Agualongo, como tampoco lo hizo en Pichincha. Pero volvamos a Pasto. El 2 de enero de 1821, por órdenes del Libertador Simón Bolívar, el general caraqueño Manuel Valdés, salió de Popayán con su ejército a atacar a Pasto, que tenía como Jefe Militar de los realistas al coronel Basilio García. Como segundo jefe estaba el coronel Manuel Zambrano. El 1 de febrero se situó Valdés en Chaquarpamba (hoy Nariño) y el 2 ordenó avanzar sobre Pasto. Las milicias pastusas retrocedieron convenciendo a Valdés de estar en desbandada, por lo cual ordenó el avance. Pero en el sitio de Genoy los pastusos se reagruparon y se unieron al resto de la tropa que esperaba parapetada, y juntos iniciaron un fuego cruzado que causó el más grande estrago en las tropas patriotas. "Cundió el desorden, la confusión se generalizó y Valdés con su tropa emprendieron la fuga. Los que no lograron ponerse a salvo fueron masacrados sin piedad por los milicianos vestidos de ruanas, sombrero, y armados de machetes. En las faldas del Galeras quedaron dispersos los huesos de la Legión Británica. La catástrofe
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. hubiera sido completa de no llegar milagrosamente los portadores de las notas que contenían los términos del armisticio pactado entre Bolívar y Morillo".68 A la acción victoriosa de Genoy vino a agregarse la noticia de que las milicias de Pasto habían derrotado el 12 de septiembre de 1821 a las fuerzas del general Sucre, en la batalla de Huachi, cerca de Ambato. Allí, cuando la caballería realista estaba ya en desbandada, los pastusos cargaron sobre los republicanos, saliendo de entre unos bosques y ocasionaron pérdidas por más de quinientos hombres al ejército de Sucre. Todo esto entusiasmó aún más a los pastusos en la defensa de los ideales monárquicos. Pero como hemos dicho, se había firmado el Armisticio, enviándose comisionados de parte y parte a hacerlo cumplir. Al llegar a Pasto estos comisionados, los coroneles Antonio Morales, de los patriotas, y José Moles, el pueblo reaccionó contra ellos. En este episodio participó el obispo Jiménez Enciso. Permanentemente había anatemizado y excomulgado a los patriotas, llamándolos herejes, convenciendo a los pastusos y patianos de luchar contra ellos. Pero ahora que veía tambalear a los realistas, empezó a plantear una posición menos dura, e intervino para que el pueblo pastuso que lo obedecía, aceptara el armisticio. Pero de su cumplimiento dudaban no solo los pastusos, sino también los firmantes. Por esa razón, Bolívar y Santander enviaron al general Sucre a vigilar el cumplimiento del armisticio. Sucre se situó en la localidad del Trapiche a conveniente distancia de la línea divisoria de los dos ejércitos, ocupándose en reorganizar el destrozado ejército de Valdés. Además inició una labor diplomática con Basilio García, que hubiese sido muy positiva, pero no tuvo efecto cuando Sucre fue enviado al Ecuador, en la campaña que culminara con la gloriosa Batalla de Pichincha. En su reemplazo se nombró al general Pedro León Torres, quien llegó al sur en abril de 1821. En Popayán la ciudad tuvo que someterse a 22 días de sitio, por los patianos y pastusos al mando de Basilio García, quien violaba así el tratado. Narra al respecto el general Manuel López, que el 20 de junio a los 22 días de sitio, D. Basilio García con el batallón Aragón, el de Pasto y los tenaces pastusos, convencidos de que no era fácil ocupar la ciudad y teniendo noticia de que la noche anterior había llegado y aumentado su fuerza una partida de reclutas del Cauca, levantó campo y se retiró al Patía, y de allí a Pasto, dejando establecidas las guerrillas de costumbre y sin respetar los tratados cometían todo género de atrocidades.69
68 BASTIDAS U., Edgar. Ob. Cit. p.52 69 LOPEZ, Manuel Antonio. Recuerdos históricos de Colombia y Perú. Biblioteca Presidencia de Colombia. Bogotá, 1995.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 8.4.2 Bomboná y sus consecuencias. La campaña libertadora después de Boyacá y Carabobo, se centraba en dos teatros de operaciones, uno en el Ecuador y otro en el actual departamento de Nariño. En el año 1822, estos dos escenarios se habían polarizado completamente con la idea de dejar en el centro a la obstinada Pasto, sobre todo después del desastre de Genoy. Bolívar toma dos grandes decisiones que serían definitivas en el curso de la Independencia Americana: encargar al general Sucre de las acciones encaminadas a libertar el Ecuador y Perú, y dirigirse personalmente a atacar a Pasto, aunque se le aconsejaba pasar directamente a Guayaquil desde Buenaventura, para reforzar a Sucre, y luego de vencer en el sur, atacar la ciudad. En cambio, resueltamente organizó un ejército de más de tres mil hombres veteranos. Llevó consigo a los mejores oficiales, Pedro León Torres, París, Valdés, Antonio Obando, Salom, Manuel Antonio López y, José María Obando, recién incorporado a la causa patriota. En la misma forma el Libertador llevó los mejores batallones de la república: Rifles, Bogotá, Vargas, Vencedor. Al aproximarse a Pasto, el ejército, sin embargo, por los ataques de los guerrilleros, el clima, las dificultades de los caminos, se había reducido a unos 2.400 hombres. El Libertador llegó al Juanambú, al cual el vicepresidente Santander denominó "la verdadera Termópilas de Cundinamarca". Desde allí comenzó a formarse la idea de rodear a Pasto sin enfrentarla y dirigirse hacia Túquerres e Ipiales y luego al Ecuador, aprovechando el apoyo a la causa de esos pueblos. El coronel Basilio García, jefe de las fuerzas realistas de Pasto, debidamente informado por sus guerrillas de todos los movimientos del ejército libertador, supo de las intenciones del Libertador y de su deseo de pasar a Yacuanquer, para seguir al sur. En El Tambo descansaron los patriotas de la larga y penosa jornada. El 1 de abril propuso el Libertador al coronel García un alto al fuego de 15 días, lo cual no fue aceptado. Bolívar decidió salir hacia Yacuanquer, y el jefe español ordenó cerrar el camino, dirigiéndose a Consacá. Allí ocupó las alturas de Cariaco. Bolívar se enteró del movimiento al llegar, y su posición solo mejoró porque el general José María Obando lo guió hasta la hacienda de Consacá. A cuatro kilómetros se encontraba el enemigo. Los dos ejércitos se encontraban frente a frente, y contra los deseos del Libertador no había más remedio que combatir, en un terreno que favorecía y conocían los realistas. Como describe el coronel Jesús Barreto, quien es el encargado por Bolívar de hacer el reconocimiento del terreno, el ejército libertador prácticamente estaba rodeado y obligado a salir solo atravesando el ejército realista, porque el volcán Galeras "parecía ofrecer un paisaje demasiado difícil; que 182
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. el centro de la posición estaba cubierto por bosques espesos y que lo habían reforzado con tala de árboles; que a la izquierda se apoyaba en el río Guáitara; que la posición toda sería la defensa de la quebrada de Cariaco, profunda, escarpada y que solo podía atravesarse por un puente dominado por los fuegos cruzados de los realistas"70. Por tal razón, y con la decisión de vencer, Bolívar ordenó atacar por un sitio intermedio entre la altura de Cariaco y Consacá, denominado Bomboná, el 7 de abril de 1822, en un combate que empezó en la tarde y que solo la noche obligó a terminar. El Libertador ordenó el ataque de frente con los batallones Varga y Bogotá, formado en su mayor parte por granadinos, los cuales combatieron con toda entereza, siendo diezmados, destrozados tras más de cuatro horas de lucha, víctima del fuego cruzado, casi invisible de los parapetados realistas. Ordenó entonces que el coronel Valdés con el Rifles, escalara las faldas del Galeras y atacara el ala derecha. La orden fue cumplida lenta pero seguramente, haciendo retroceder al enemigo. En medio de las acciones, el general patriota Pedro León Torres mal interpretó una orden de Bolívar, quien mal humorado le quitó el mando a la división. Ante lo cual exclamó: “No! Estas divisas que V. E. desea empañar, las debo a mi valor, y no las he recibido de V. E. sino de la patria que es el objeto de mis sacrificios; la sangre de mi familia derramada casi toda en esta gloriosa guerra, me reclama en este momento la reivindicación del ultraje que en mi persona quiere hacérsele. Si no sirvo como general, serviré como soldado, y nadie podrá impedirme que preste este servicio más a mi patria". Sorprendido, el Libertador, le respondió: "Bien general, vuelva Usted al enemigo".71 En el combate de nuevo, cayó mortalmente herido. El ataque de los realistas, sobre todo de los pastusos era terrible, y por eso iban cayendo los jefes patriotas, como los tenientes coroneles Lucas Carvajal, Joaquín París, Ignacio Luque y Pedro Antonio García. Los oficiales caían y tenían que ser reemplazados por los suboficiales, inclusive hasta llegar el turno al suboficial sargento mayor, Federico Valencia. Bolívar dirigía la batalla desde una gran piedra que se encuentra en el campo de Bomboná. Hacia las seis de la tarde la batalla estaba indecisa.
70 Boletín del ejército libertador, 01822. O!Leary, Daniel F. Memorias 71 OBANDO, José María. Apuntamientos para la historia. Biblioteca Popular de cultura Colombiana, Edit. ABC, Bogotá
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Los batallones Bogotá y Vargas habían sido destrozados, y no quedaban de ellos ciento cincuenta hombres. Entró en escena la reserva, el batallón Vencedor, que sobre cadáveres atravesó la posición, pero también fue a estrellarse con la posición fuerte de los realistas y lo mismo que los demás, fue diezmado. Solo las sombras de la noche salvaron al batallón de la destrucción completa. La acción de los pastusos de la infantería y la artillería, dirigida por el secretario del obispo de Popayán Salvador Jiménez Enciso, hacían los mayores estragos. La noche dio por finalizadas las acciones y al amanecer del 8 de abril, el disminuido ejército de Bolívar se encontraba en la posición que había ocupado el enemigo, pero en medio de muertos y heridos. Así, la orden de Valdés se había cumplido, porque en la noche, en la confusión, los realistas del ala derecha se habían desorganizado, mientras los pastusos se retiraban a sus casas en busca de municiones. Al amanecer de ese 8 regresaron para reforzar otra vez las tropas. El resultado era un empate. La batalla no la había ganado ninguno de los dos ejércitos. El patriota estaba diezmado; el realista disperso y desorganizado. El campo lo ocupaba Bolívar, pero no podía avanzar. Tampoco podía hacerlo García. Se iniciaron entonces las negociaciones. García, hábilmente trató de convencer a Bolívar de que retrocediera y devolvió la bandera de guerra del Batallón Bogotá, tomada a los patriotas. El Libertador le respondió que no retrocedería y que no podía "responder a V. S. con igual dádiva, porque no hemos tomado banderas enemigas; pero si el campo de batalla" . La respuesta de García fue: "aunque Ud. ha tomado el campo de batalla, fue abandonado por mí, sin ser vencido".72 La verdad era otra. También los realistas habían sido disminuidos y sentían el rigor de la batalla. Por eso, García aceptó y continuó con las acciones diplomáticas, con las comunicaciones, a partir del 8 de abril. Solo quería distraer la atención del Libertador, y en esa condición permanecieron 28 días. En esa temporada el ejército libertador se movía de un punto a otro, vigilado por los pastusos, pero no lograba pasar hacia el sur. Al final se ubicaron en el sitio del Trapiche, después de abandonar Yacuanquer, en donde Bolívar dejó el hospital de heridos, en donde moriría el general Pedro León Torres, el 22 de agosto, a causa de sus heridas.
72 Carta de Bolívar a Basilio García, citada por Rincón Nemesiano en “Desde la cumbre”. Escuela tipográfica Salesiana, Quito 1940
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Bolívar, entonces, se encontraba en un camino sin salida, y lo peor es que no sabía certeramente lo que sucedía con Sucre. Así no pudo saber a tiempo que el 24 de mayo, el general Sucre, con el ataque definitivo del capitán colombiano José María Córdova, con su infantería, acompañado del héroe ecuatoriano Abdón Calderón, habían derrotado a los realistas en Pichincha. Tampoco supo de la capitulación firmada por Melchor Aymerich y el general Sucre el 25 de mayo y que incluía el territorio de Pasto y por la cual todo lo que quedaba al norte y sur de Quito, debía entregarse a los vencedores patriotas. Basilio García sabía en cambio todo lo que pasaba y por eso continuó con su hábil labor diplomática, sabiendo que Quito se había perdido y que su ejército estaba desorganizado. De esto informó también al cabildo de Pasto. En esas condiciones, los realistas se dieron cuenta que se encontraban en medio de dos fuerzas, con el peligro de ser atacados por Bolívar y por Sucre, y decidieron aceptar lo que ofrecieran los patriotas. El pueblo, en cambio, quería seguir luchando. Sin saber estos sucesos, desde el Trapiche, 45 días después de la Batalla de Bomboná, reforzado con nuevos hombres, Bolívar decide, entusiasmado, seguir adelante y envió una última y enérgica información a Basilio García para que aceptara una honrosa capitulación. El jefe realista, astuto, en esta ocasión aceptó y envió como comisionados a negociar, a los tenientes coroneles Pantaleón Hierro y Miguel Retamal, y en el cuartel general de Berruecos el 6 de junio de 1822, se firmaron las capitulaciones convenidas entre ellos y Bolívar, quien exclamó: "Esto vale más para mí y es más glorioso que una batalla". Mientras tanto el pueblo pastuso, azuzado por el obispo Jiménez, quien desde Ipiales, donde se había refugiado, se oponía al Pacto. Pero así y todo, Bolívar decidió entrar en Pasto y luego seguir hacia Quito. En la tarde del 8 de junio hizo su entrada el Libertador en Pasto, a la cabeza del más flamante de sus batallones. "Se adelantó a recibirlo en las afueras de la ciudad, el coronel García con su estado mayor. Le presentó su bastón de mando y su espada, pero Bolívar no los aceptó: Quien se había conducido como un gran militar, defendiendo a su rey y a su nación, no debe rendir las armas ante nadie, sino conservarlas con la satisfacción de haber sido el último que lo ha hecho en América"73. A la entrada de la Iglesia Mayor esperaba el famoso obispo Jiménez y el alto clero. Bajo el Palio hizo su ingreso al templo el Libertador y ocupó un sillón de honor, mientras se entonaba un solemne Te Deum en su honor.
73 Archivo del general Francisco de Paula Santander. Edit. Águila Negra, Bogotá 1913, tomo IV. P 262
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Bolívar luego, tras prometer el mejor trato, cosa que hizo mientras permaneció en la ciudad, salió hacia Quito. Parecía que al fin llegaba la paz al territorio sureño. 8.5 Cronologia De Agualongo: Segunda Epoca Para seguir el accionar del enemigo de los patriotas, Agualongo, ya en una etapa crucial, se pueden conocer sus emprendimientos, al presentarlos en forma cronológica. Junio – Octubre de 1814: Por orden del Presidente Toribio Montes, se encarga al Coronel de Milicias Aparicio Vidaurrázaga, como comandante de un regimiento que debe partir a reconquistar Popayán. Con contribuciones obligatorias de los pastusos se arma la tropa que se organiza con varias compañías. La más importante era la de Pasto al mando del Teniente Coronel Carlos Noriega y que contaba como oficiales principales al Coronel Ramón Zambrano, al Subteniente Agualongo y otros como Estanislao Merchancano y Francisco Delgado. En ella se contaban un tambor, 16 cabos y 229 bravos soldados. Diciembre de 1814: En los últimos días de mes la tropa realista de Vidáurrazaga, militar inexperto, llego al Cauca, iniciando operaciones contra los patriotas. Allí estaban Agualongo y sus hombres. Junio de 1815: Luego de varias acciones, la expedición realista considero controlada a Popayán y se dispuso a marchar hacia el norte. 24 de Junio de 1815: La guarnición realista al mando de Vidáurrazaga se dirige hacia el Alto de Ovejas, saliendo de Popayán. Allí hace retroceder a una patrulla patriota haciéndoles un prisionero. El jefe realista se confía del insignificante triunfo y ordena seguir adelante hacia el Valle del Cauca. 5 de Julio de 1815: En el río palo los patriotas esperan a los realistas en una posición fortificada. Se sucede la batalla en la cual le correspondió la vanguardia a la compañía comandada por Agualongo, que resiste el ataque patriota bien coordinado y preparado por parte de su comandante el General José Maria Cabal. La táctica equivocada de Vidáurrazaga solo consigue que la batalla termine con el triunfo patriota cuando intervino con su caballería y diezmó, la tropa sobre todo la escuadra del militar pastuso. Vidáurrazaga y su escolta huyen a Pasto. 6 de Julio de 1815: Con el resto de su compañía llega Agualongo a la guarnición real de Popayán. Allí paso a formar parte de la compañía de milicias al mando del Capitán Miguel de la Rosa. Mediados de Julio de 1815: Con la compañía de milicias al mando del Capitán de la Rosa, Agualongo llega a Pasto. Allí recibe la orden del presidente Toribio 186
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Montes de su ascenso a Teniente efectivo como premio a su valor en el combate del río Palo. 3 de Agosto de 1815: El teniente Agualongo, al mando de una patrulla compuesta de un cabo y sus soldados, sale de Pasto hacia Quito. Su misión es entregar en esa ciudad a los presbíteros José Casimiro de la Rosa y Fernando Zambrano, condenados por haber mostrado apoyo a las ideas de Nariño. Tratándolos no como prisioneros sino con respeto, cumple la orden y los deja en el Ecuador bajo la vigilancia del Provisor del Obispo de Quito. Año de 1816: Ante la llegada de Pablo Morillo desde España quien inicia la reconquista, se reorganizan las tropas y Pasto es puesto otra vez en pie de guerra, con la compañía Pasto al mando del Coronel Ramón Zambrano y los oficiales Francisco Santacruz, Joaquín Dávalos, Estanislao Merchancano y Agustín Agualongo. Al mando español volvió el desacreditado Brigadier Juan Sámano quien formo un batallón de unos 2.000 hombres en el cual se organizó el batallón Pasto en el que milita el rebelde pastuso. Junio de 1816: Bajo las órdenes de Sámano el regimiento realista sale de Pasto y se dirige a Popayán. Para llegar a ella toma posiciones ventajosas en el sitio denominado la cuchilla de Tambo. En Santafé había entrado Morillo por lo cual el presidente Fernández Madrid huyó a Popayán, siendo reemplazado por el General Custodio García Rovira. El mando del ejército se confió al Coronel Liborio Mejia. Al sur de Popayán en la cuchilla del Tambo, el 29 de junio de 1816, Liborio Mejía ordenó el ataque a las bien fortificadas posiciones realistas. El resultado fue desastroso para los republicanos. La victoria fue de los realistas. El batallón que más se destacó fue el Pasto, sobresaliendo el Teniente Agualongo. Empezaba la ruina de la republica y el éxito de la reconquista de Morillo. Años 1817 – 1819: La paz ha vuelto al territorio sureño. En la provincia de Pasto el gobierno español no tiene problemas en el ejercicio de sus funciones. El Teniente Agualongo solo realiza algunas labores militares. La mayor parte de su tiempo lo ocupa en su oficio de pintor en su estudio del camellón de San Andrés. Mediados de Agosto de 1819: A Pasto llega la noticia de que un militar venezolano había triunfado contra los realistas en el Puente de Boyacá. El nombre de Simón Bolívar comienza a oírse con espanto en el sur. En señal de previsión se reactiva el regimiento militar, sobre todo el batallón de milicias Pasto, al cual pertenece Agualongo. 187
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Fines de 1819: A Pasto llegan huyendo por la vía Popayán importantes personalidades del gobierno español que huyen de las autoridades republicanas. Entre los más notables están el General Sebastián de la Calzada, el Obispo Salvador Jiménez de Enciso y su secretario el presbítero Félix Liñán y Haro. También llego el batallón de los Andes, enviado desde Quito por Toribio Montes. Con el Calzada organizó un regimiento de unos 3.000 hombres, de los cuales 400 eran del batallón Pasto. 18 de Enero de 1820: Agustín Agualongo y los demás pastusos salieron con el regimiento de Calzada con dirección a Popayán. En el Patía se les unieron las guerrillas de Simón Muñoz, Andrés Noguera, Manuel Córdoba y del Coronel José Maria Obando, antiguo conocido y amigo de Agualongo. 24 de Junio de 1820: Tomados por sorpresa, ya que no se sabia del movimiento, los patriotas se vieron atacados por las tropas realistas que venían de Pasto. La ciudad fue tomada por estos y las tropas patriotas tuvieron que retirarse. 6 de Junio de 1820: Desde Santafé el gobierno Republicano había enviado tropas, una división, al mando de los generales Valdés y Mires. Con la tropa formada atacan las fuerzas realistas de Calzada en el sitio de Pitayo y las vencen haciéndoles grandes destrozos. Por caminos extraviados los restos realistas regresaron a Pasto. Allí llegó también Agualongo desilusionado por la falta de pericia y valentía de sus superiores españoles. 8.6 Agualongo Otra Vez. Como ya se ha expresado, Agualongo salió en campaña al Ecuador en 1820, el 2 de noviembre. De allá regresó el 29 de mayo de 1821, sin participar en las batallas de Genoy ni de Bomboná. En Pasto, se retiró en época de las campañas guerreras, dedicándose de lleno a su labor en el taller de pintura. Habían pasado varios meses después de las batallas de Pichincha y Bomboná y poco a poco los comentarios en Pasto iban terminándose, entrando en un período de paz bajo la guía de la República. 8.6.1 De nuevo a las armas. En Pasto el gobernador que Bolívar había dejado, respetando las autoridades que tenía, era el coronel Ramón Zambrano. Pero no dejó guarnición alguna, llevándose todos los soldados a la campaña del Perú. Para gobernar toda la comarca de lo que hoy es el departamento, dejó al general Antonio Obando.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El infortunio de estas tierras sureñas comenzó de nuevo cuando se fugaron de las prisiones de Quito unos militares españoles vencidos en Pichincha y se dirigieron a Pasto con el objeto de ponerla en rebeldía, ya que no había jurado todavía la Constitución Republicana. Se trataba de José Tomás Boves, sobrino nada menos que de Benito Boves, el "urogallo", el mismo que con su famosa División Infernal derrotara a Bolívar en Venezuela. A el lo acompañaban Domingo Martínez, Francisco Moreno y Juan Muñoz. Llegaron a Pasto y convencieron a Agualongo de acompañarlos en la causa contrarrevolucionaria. El 28 de octubre de 1822, se inició la revuelta armada, destituyendo al gobernador, coronel Ramón Zambrano y colocando en lugar suyo al teniente coronel Estanislao Merchancano, un personaje acatado y respetado en Pasto por sus capacidades como militar y hombre de leyes. Como comandante de la revuelta estaba Boves; el segundo en el mando era Agustín Agualongo. El cuerpo de oficiales lo componían veteranos como Enríquez, Angulo, Polo, Astorquiza, Benavides, Terán, Insuasti y Guerrero. Con un ejército de 800 hombres se dirigieron al sur y en Túquerres derrocaron al general Antonio Obando, quien tuvo que huir hacia Ipiales y luego refugiarse en Tulcán, desde donde buscó la forma de comunicar lo sucedido a Bolívar. En Pasto los contra republicanos organizaron un batallón compuesto por veteranos, bajo el comando del coronel Merchancano. En este punto hay necesidad de hacer unas precisiones. El apoyo a Boves no fue general; muchos dirigentes pastusos se opusieron. El venezolano respondió persiguiendo y exigiendo contribuciones para su causa. También lo hizo con retaliaciones. Es así como envía un batallón de castigo al sur, a la provincia de los Pastos, y en Ipiales bajo las órdenes del jefe realista Eusebio Mejía, se ordena castigar a los patriotas declarados. Entre los ajusticiamientos que ordenó se encuentra el de Josefina Obando, ipialeña, "mujer patriota que fue sacrificada en septiembre de 1822, en una pequeña plazoleta, frente a la capilla colonial de la Escala -carrera 5 con calle 8casi frente a la gallera. En esos mismos días fue ultimado como patriota ipialeño, según parece, Juan Rosales, hijo de Pablo Rosales y de doña María Herrera". 74 El delito de la señorita Josefina Obando fue haber saludado al libertador Bolívar, a su entrada a Ipiales, de paso a Quito, luego de haber dejado a Pasto. La tradición
74 CHAMORRO, Milcíades. Desarrollo de Nariño y su Universidad. Ediciones Tercer Mundo, Bogotá 1983
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. dice que además lo coronó con laureles y en la recepción que la dirigencia diera al Libertador en la noche del 12 de junio, bailó con él. En Pasto el principal opositor a la rebelión fue el Vicario y Juez Eclesiástico Padre Aurelio Rosero, tanto que definió al movimiento como "vil y sacrílego" y excomulgó a los dirigentes del mismo. Por esto fue nombrado como capellán del ejército realista el sacerdote José Manuel Troyano, realista confeso. Pero el movimiento siguió adelante. Por ello el Libertador envió a Sucre desde Quito para repeler la rebelión pastusa, quien en el encuentro del 24 de noviembre, en el Guáitara fue rechazado por Boves. El Batallón Rifles, con el mariscal de Ayacucho, tuvo que replegarse hacia la Sabana de Túquerres-Ipiales. Para reforzar a Sucre salió de Quito el Batallón Bogotá, a las órdenes del triunfador en Pichincha general José María Córdoba. El 18 de diciembre el ejército patriota estaba de nuevo en el Guáitara y el 22 logró forzar por acción del Batallón Rifles el baluarte pastuso en Taindalá, defendido por 40 hombres. En Yacuanquer encontraron nueva resistencia y allí vencieron a Boves, quien huyó hacia el Putumayo con sus amigos y los sacerdotes que lo apoyaron, mientras los jefes pastusos, con Agualongo y Merchancano, se ocultaban en la ciudad. El ejército patriota entró a Pasto y la encontró prácticamente sola en el 24 de diciembre y "…entonces ocurrió que la Nochebuena pastusa se transformó en noche de horror y espanto. El historiador López Álvarez dice: “Ocupada la ciudad, los soldados del Batallón Rifles cometieron todo género de violencias. Los mismos templos fueron campo de muerte. En la Iglesia Matriz le aplastaron la cabeza con una piedra al octogenario Galvis y los de Santiago y San Francisco presenciaron escenas semejantes”. El general José María Obando cuenta: "No se cómo pudo caber en un hombre tan moral, humano como Sucre el entregar aquella ciudad a muchos saqueo, de asesinatos y de cuanta iniquidad es capaz la licencia armada... Hubo madre que en su despecho saliese a la calle llevando su hija de la mano para entregarla a un soldado blanco, antes que otro negro dispusiese de su inocencia. Los templos fueron también saqueados".75 Diez días después llegó a Pasto e impuso severos castigos a la ciudad, por medio de decretos, obligándola a pagar tributo, confiscando bienes y haciendas para repartirlas entre los generales, sobre todo entre los venezolanos como Sandes, Carvajal y Barreto. Para controlar la ciudad dejó el Libertador en el gobierno al general venezolano Bartolomé Salom, quien exagerando las órdenes recibidas, castigó inhumanamente
75 OBANDO, José María. Ob. Cit
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. a sus habitantes. Apresó más de mil hombres y fueron enviados al Ecuador, de donde nunca regresaron. Bajo las órdenes del coronel Cruz Paredes, también venezolano, 14 hombres atados en parejas fueron arrojados al Guáitara. Otros hombres fueron incorporados al ejército y marcharon con Sucre al Perú. Se dice que allá, el bambuco nariñense La Guaneña, fue la música que entonaron los músicos pastusos y que animó la carga final en Ayacucho. Los castigos continuaban. Después de la "Noche del Rifles" y estas venganzas, como el sacrificio de 400 personas en las calles y habitaciones, a la entrada de las tropas republicanas, también se fusilaron 106 pastusos en Tumaco, hacia donde habían huido. La orden era "eliminar" a todo rebelde sureño, en un decreto del Libertador que fue aplicado más allá de la letra por sus gobernadores venezolanos. Lo que sigue en la historia puede calificarse perfectamente como acciones de autodefensa de los pobladores de una ciudad en la cual se practicaba una "Guerra a Muerte". Agualongo, investido como Teniente General, el de más alto rango en el sur, tomó bajo su mando esta acción defensiva y en las montañas organizó sus cuadros, nombrando como gobernador a Merchancano, y su estado mayor compuesto por Joaquín Enríquez, Juan José Polo, Manuel Pérez, Tomás Moncayo y Ramón Astorquiza. El 12 de junio de 1823, con fuerzas relativamente bien organizadas, que pasaban de 3.000 hombres, aunque poco pertrechadas, la mayoría con garrotes y palos, desde las alturas de Anganoy sonaron los cuernos y se inició el ataque a la ciudad. El venezolano Juan José Flores ordenó hacerse fuertes en Catambuco, pero desde allí los pastusos armados de palos, haciendo caso omiso de las balas y los sables, destrozaron la caballería republicana al mando del coronel Jiménez, y Flores tuvo que retroceder hasta la ciudad. Los pastusos abrieron la brecha entre las tropas. "Los caballos se mezclaron con la infantería -narra José María Restrepo- y se introdujo el desorden. Los facciosos cargan entonces con su acostumbrado valor e impetuosidad, y con las armas blancas aterran a nuestros soldados. Flores y los demás jefes hicieron grandes esfuerzos por restablecer la pelea en el callejón o colina de Santiago;
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. empero no lo consiguieron. La derrota fue completa y vergonzosa por haberla causado indios, armados con garrotes, machetes y lanzas".76 Agualongo ocupó la ciudad, dio el gobierno civil a Merchancano, mientras los patriotas huían. De allí en adelante, bajo el gobierno de estos valientes y heridos pastusos, se proyectó, soñadoramente, atacar al "zambo Bolívar", como le decían en el sur y dirigirse hacia el sur, a Quito. Esperando hallar apoyo a su propósito, escribieron al concejo de Otavalo, comunicando su victoria sobre Flores y sus deseos de marchar sobre Quito. El plan se llevó a cabo. Con 1500 hombres poco armados los pastusos siguieron hacia el sur. En el Ángel se encontraron con Salom quien retrocedió hasta Ibarra, sin presentar batalla. Los rebeldes avanzaron más al sur y el propio Libertador retrocedió hasta Guaillabamba, esperando por refuerzos y armas. Agualongo ocupó a Ibarra pero se quedó inactivo sin avanzar ante el retroceso de Bolívar. Cuando el 17 de julio Bolívar volviendo sobre sus pasos, con tres mil hombres bien armados atacó la ciudad, destrozó a los pastusos tras nueve horas de lucha. No hubo heridos ni prisioneros porque los pastusos no se rindieron y fueron ultimados y sus cadáveres incinerados en la plaza de Santo Domingo. Agualongo había sido derrotado por el Libertador. Esta batalla, acontecida sobre todo en el río, significó una gran derrota para Agualongo, quien acompañado de pocos sobrevivientes volvió a Pasto. En persecución de los vencidos Bolívar envió a Salom y Flores, quienes ocuparon nuevamente a Pasto y cumpliendo las instrucciones del Estado Mayor, fechadas el 18 de julio, se ocuparon de castigar nuevamente de manera exagerada a la ciudad. Pero el 18 de agosto, un mes después de la Batalla de Ibarra, Agualongo cercó la ciudad dejando encerrados en los cuarteles a los jefes republicanos. Salom y Flores utilizaron como emisarios de paz a tres monjas conceptas de clausura, en un acto curioso. Sin embargo el jefe pastuso no aceptó el trato. Flores buscó entonces la forma de salir de la ciudad y tras sostener un combate desfavorable para él en Catambuco, huyó hacia Túquerres. Un mes más tarde el ejército patriota al mando del general Mires, volvió a la ciudad, mientras el general Córdova desde Popayán se dirigió a cerrar el cerco. Agualongo lo sorprendió en Tacines y lo obligó a retroceder en Juanambú. En diciembre llegó Flores de Quito con refuerzos. Agualongo estaba sitiado y tuvo que salir de Pasto. Más nada de esto había hecho mella en el rebelde. El 3 de enero de 1824 volvió al ataque, manteniendo a las tropas republicanas en un sitio
76 RESTREPO, José Manuel. Historia de la Revolución de Colombia. Bolsilibros Bedout, Medellín 1969.tomo IV
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. de tres días. Sin embargo esta vez sus esfuerzos fueron vanos y no tuvo más remedio que retirarse. Comenzaba el fin de una época. 8.6.2 El Final. Pasto se encontraba al borde de la miseria, del desastre y no quería más guerras, y el apoyo que se venía perdiendo desde el ataque de Boves, se terminó para los rebeldes. No obstante Agualongo que no sabía de rendiciones, concibió otro osado y onírico plan: atacar la costa. Con unos 300 hombres mal armados se dirigió Patía abajo para atacar a la linajuda y rica Barbacoas, defendida por el capitán don Manuel Ortiz de Zamora, nacido en esa población. La ciudad fue reforzada con la llegada de la columna mandada por el teniente coronel Tomás Cipriano de Mosquera, futuro presidente de la república, quien tomó el mando de las tropas republicanas. El 3 de mayo de 1824 Agualongo atacó. Penetró a la población y fue recibido por las tropas de Mosquera quien salió de su cuartel a comandar la defensa. Un soldado de apellido Martínez, de las huestes pastusas, apuntó y le desencajó un tiro que atravesó la mandíbula del jefe patriota. Mosquera se refugió en su cuartel y tuvo que seguir dando órdenes por escrito porque no podía hablar. Entre tanto, la población fue incendiada y en el campo de batalla iban cayendo los obstinados pastusos, que no encontraron apoyo entre los barbacoanos. Inclusive quedó tendido en el campo el segundo al mando entre los contra republicanos, el guerrillero Jerónimo Toro. La victoria fue para las banderas colombianas. Por ello Agualongo se retiró buscando salir al Patía, mientras 33 prisioneros eran fusilados por orden de Mosquera. Agualongo pretendió internarse en las montañas andinas. Pero allí lo esperaba el coronel José María Obando, antiguo compañero de guerrillas, y quien se había pasado al campo patriota por obra de la convicción que en el ejerciera el general Valdés, muerto, como sabemos, a causa de las heridas de la Batalla de Bomboná. Obando conocedor del terreno y hábil militar, emboscó al jefe pastuso en el sitio Nachao, a orillas del Patía. El 24 de junio fueron puestos prisioneros Agualongo, el coronel Joaquín Enríquez, el capitán Francisco Terán, el abanderado Manuel Insuasty y 12 hombres de tropa. A pesar de las protestas de Flores, quien quería a Agualongo, Obando lo envió prisionero a Popayán. Allá, ante la admiración de sus pobladores que salieron a conocer a los "terribles" guerrilleros, llegaron el 8 de julio, día jueves, de ese año de 1824. 193
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. En la cárcel Agualongo recibió la visita de los principales personajes. Todos trataban de convencerlo de pasarse al campo republicano; inclusive se le ofreció el título de General para que aceptara y se uniera al el ejército colombiano, en el cual se le respetaría su escalafón militar. El que más insistió en el intento de convencer a Agualongo fue el obispo Salvador Jiménez de Enciso, el mismo que ayudó a convencer a los pastusos de pelear contra Bolívar; el que huyó a Ipiales en la Batalla de Bomboná; el que luego celebró el Te Deum al Libertador. Agualongo no aceptó ningún trato. Permaneció en silencio y prefirió la muerte a la traición a una causa y unas ideas que consideraba justas. El martes 13 de julio, después de las diez de la mañana, vistiendo su uniforme militar, que solo usaba en grandes ceremonias, como última voluntad, Agustín Agualongo y sus fieles compañeros Enriquez, Insuasty y Terán se enfrentaron al pelotón de fusilamiento. Enfrentados al pelotón se afirma que dijo: "Si tuviera veinte vidas, estaría dispuesto a inmolarlas por mi religión y por el rey de España". No admitió que lo vendaran. Como afirma Sergio Elías Ortiz: "Quería morir cara al sol, mirando la muerte de frente, sin pestañear, siempre recio como su suelo y su estirpe. Y se le concedió. Y cuando a la voz de fuego, las balas destrozaron los cuerpos de los últimos defensores de España, en América, salió terrible de los pechos abatidos, como un trueno, el grito de lealtad y de guerra: "Viva el Rey".77 Por una ironía de la suerte, y comprobando que España tampoco pagó muy bien ni a tiempo a las gentes de Nariño, cuando Agualongo estaba en capilla en la cárcel de Popayán, llegó a Pasto la Cédula Real que le confería el grado de General de Brigada de los ejércitos del rey, expedido por el rey Fernando VII". Con el general caído ante el patíbulo llegaba al final una vida que es emblema de lealtad y valor. 8.7. Cronologia De Agualongo: Tercera Época Para terminar con la historia de Agualongo, ahora también se expresan los hechois finales de su vida, en una forma cronológica.
77 ORTIZ, Sergio Elías. Ob. Cit.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 2 de Noviembre de 1820: Formando parte de la tropa realista de Aymerich, Agualongo sale de Pasto para combatir en Ecuador. 22 de Noviembre de 1820: En Huachi, en el Ecuador, los realistas vencen a los republicanos con valerosa acción de Pastusos al mando de Agualongo. Este es ascendido a capitán. Principios de 1821: El nuevo capitán es nombrado comandante del reorganizado escuadrón de Dragones de la Constitución. En esa audición fue luego nombrado Jefe Militar de la Guarnición de Cuenca. Septiembre de 1821: Ante el ataque de numerosa tropa patriota y por orden del Cabildo, Agualongo y su tropa salen de Cuenca y se ubican en las afueras. Posteriormente ataca a los republicanos que ocuparon la ciudad y los derrota permaneciendo en ella por cinco meses más. Abril de 1822: Por sus acciones, ya en Quito, Agualongo es ascendido a Teniente Coronel. Mayo 29 de 1822: El Teniente Coronel llega a Pasto con su tropa, sin haber tomado parte ni en las batallas de Pichincha ni Bombona. En la ciudad se retira del ejército activo y vuelve a su oficio de pintor. 28 de Octubre de 1822: Se da la rebelión del venezolano Benito Boves que nombra a Agualongo como Segundo Jefe de las Milicias del Rey. Con esas tropas rechaza el ataque de Sucre desde el sur, en el cañón del Guaitara, cerca de Tuquerres, el 24 de noviembre, en el sitio de Taindala. Diciembre de 1822: Los realistas son derrotados y los patriotas toman a sangre y fuego a Pasto, en una noche buena trágica. Agualongo escapa con sus tropas y empieza su acción de guerrillas en las montañas. Febrero de 1823: El coronel pastuso es nombrado por el consejo de guerrillas como jefe único del movimiento rebelde en contra de las tropas de Bolívar. 12 de Junio de 1823: Las guerrillas realistas de Agualongo, mal armadas, casi que con palos, vencen en Calambuco a las bien pertrechadas de los republicanos del venezolano Juan José Flores. Toman luego a Pasto y nombran como gobernador a Estamislao Merchaucano y jefe militar a Agualongo. Se inicia otra rebelión a la cual estos dos jefes invitan a Otavalo y Cuenca en el Ecuador a unirse. 8 de Julio de 1823: Las milicias pastusas al mando de Agualongo salen a guerrear en el Ecuador. 195
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 12 de Julio de 1823: Las milicias realistas se toman la Villa de San Miguel en Ibarra. 17 de Julio de 1823: En una de las acciones equivocadas tácticamente, Agualongo descuida la vigilancia en Ibarra y las tropas republicanas de Bolívar vencen a los milicianos, tomando la ciudad. Con pocos sobrevivientes se dirige hacia Pasto, haciéndose fuerte con sus guerrillas en los alrededores del Tambo. 18 de Agosto de 1823: Suenan los cuernos de guerra en las alturas occidentales de Pasto, las guerrillas de Agualongo nuevamente amenazan las tropas patriotas comandadas por Salom. La ciudad es sitiada por los rebeldes realistas. 23 de Agosto de 1823: En una vergonzosa actitud ideada por Juan José Flores, los jefes patriotas en Pasto, envían a Agualongo tres monjas conceptas con un mensaje pidiendo piedad y la terminación de la guerra. Septiembre de 1823: Ante el sitio y los ataques de las milicias pastusas, las tropas republicanas al mando de Salom salen de Pasto hacia el sur y se ubican en Yacuanquer y Tuquerres para esperar refuerzos de Quito. En Calambuco fueron vencidas las tropas al mando de Flores por Agualongo, quien luego entra a Pasto. 13 de Octubre de 1823: En la vía hacia Ventaquemada (La Unión), en Villa Moreno, las guerrillas de Agualongo hacen retroceder las tropas patriotas comandadas por el General Córdoba que venían del norte. 14 de Diciembre de 1823: El ejército patriota al mando del General Mires llega a Pasto y se toma la ciudad. El jefe guerrillero pastuso se refugió en las montañas. Primeros meses de 1824: La acción guerrillera de los hombres de Agualongo prosigue, pero ya los resultados guerreros no le son favorables. En Chachagui reciben el más duro golpe del que solo escapa el jefe rebelde y algunos hombres. Toma la decisión de salir hacia el Pacífico por el camino de Barbacoas y luego Tumaco. Su idea era llegar al Perú, rearmarse y emprender la marcha con fuerzas realistas del Perú otra vez hacia el Cauca. 17 de Mayo de 1824: En su camino hacia el Pacifico, buscando primero la vía del río Patia, la columna del caudillo rebelde llego al punto denominado El Castigo. Allí se estableció un hospital para atender a los enfermos y heridos que quedó al mando del capitán Español Domingo Martínez. Agualongo sigue por el Patia hacia Barbacoas. 30 de Mayo de 1824: Los hombres del jefe rebelde atacan por el río Telembi y llegan hasta Barbacoas donde está al mando republicano el entonces Coronel Tomas Cipriano de Mosquera. 196
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 1 de Junio de 1824: Se inicia el ataque realista de los hombres de Agualongo a Barbacoas, llegando a las calles de la población. En ese ataque Tomas Cipriano de Mosquera recibe un balazo en la cara que le rompió la quijada y tuvo que dejar el mando al sureño capitán Manuel Ortiz Zamora. 2 de Junio de 1824: El ataque realista a Barbacoas fue rechazado por los defensores republicanos. Agualongo vuelve por sus tropas y se dirigió hacia el Castigo, en la compañía de un centenar de pastusos. 24 de Junio de 1824: En el Castigo el entonces Coronel José Maria Obando, quien servia ya al ejército de la republica, con su tropa cerca a Agualongo y sus hombres y lo apresa. Con el se detiene a 87 hombres entre oficiales y la tropa regular. El jefe rebelde es enviado a Popayán. Julio de 1824: En su calidad de prisionero llega a Popayán el Coronel Agustín Agualongo. Los habitantes de la ciudad salen a las calles a conocer al “monstruo” del Galeras. Julio 9 al 12 de 1824: En un relámpago Consejo de Guerra es juzgado y condenado a muerte el coronel rebelde. No se logra por ningún motivo que se retracte o se arrepienta. No acepta su paso al ejército republicano. Martes 13 de Julio de 1824: En Popayán acompañado de sus fieles oficiales Joaquín Enríquez, Manuel Insuasti y Francisco Teran, luciendo su uniforme militar, Agualongo marcha al patíbulo. De frente a la muerte no permite que lo venden y ya en el cadalso mirando a los soldados dice “Si tuviera veinte vidas, estaría dispuesto a inmolarlas por mi religión y por el rey de España”. Pasadas las diez de la mañana, en el patio de la cárcel en Popayán, el oficial republicano al mando dio la orden de “Fuego”. La columna de soldados disparó mientras se oyó el grito de Agualongo: “Viva el Rey”. Moría así el caudillo. En esos días, irónicamente, a Pasto llegó la cedula real que le otorgaba el Grado de General de Brigada de los Ejércitos del Rey.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA ARCHIVO DEL GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER. Edit. Águila Negra, Bogotá 1913, tomo IV. BASTIDAS U. Edgar. Las Guerras de Pasto. Tipografía Javier, Pasto.1979. CHAMORRO, Milcíades. Desarrollo de Nariño y su Universidad. Ediciones Tercer Mundo, Bogotá 1983. IBARRA REVELO, Alfonso. Agualongo. Imprenta Dptal. Pasto, 1975 LÓPEZ, Manuel Antonio. Recuerdos históricos de Colombia y Perú. Biblioteca Presidencia de Colombia. Bogotá, 1995. OBANDO, José María. Apuntamientos para la historia. Biblioteca Popular de cultura Colombiana, Edit. ABC, Bogotá 1945 O!LEARY, Daniel F. Memorias. 0RTIZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su Tiempo. Academia Colombiana de Historia. Bogotá, 1958 RESTREPO, José Manuel. Historia de la Revolución de Colombia. Bolsilibros Bedout, Medellín 1969.tomo IV RINCÓN, Nemesiano. Desde la cumbre. Escuela tipográfica Salesiana. Quito 1940 SAÑUDO, José Rafael. Estudio sobre la vida de Bolívar. Edit. Cervantes, Pasto,1949.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. CAPÍTULO 9. EL TERITORIO DE NARIÑO EN LA REPUBLICA Luego de la batalla de Boyacá, en agosto de 1819, como se ha visto, la lucha contra las ideas patrióticas continuó durante mucho tiempo, sobre todo en los años de Agualongo. Claro que con su fusilamiento en Popayán, en 1824, relativamente la paz volvió a las tierras del sur. Las armas y las leyes de la República de Colombia se imponían de manera mucho más efectiva en lo que hoy es el departamento de Nariño, que fue definitivamente incorporado al dominio de la nueva nación. Sin embargo, ya dentro de ella, la chispa de la rebelión volvió prenderse. No era fácil olvidar un pasado de equivocaciones y la lucha tal vez solo por la vindicta se reavivó un tiempo más. Nariño siguió siendo un territorio donde la paz era esquiva 9.1 El Nuevo Escenario Luego de la etapa colonial, el escenario histórico de la nacionalidad colombiana presenta dos grandes épocas, conocidas como las de la independencia y la república, muy bien delimitadas por los sucesos del 20 de julio de 1810 en Santafé de Bogotá. Se supone, al respecto, que la última forma de gobierno colonial, el Virreinato de la Nuevo Reino de Granada, que había empezado en 1739, terminaba con el grito de independencia, empezando una era de guerra, que ya ha sido narrada en los capítulos anteriores, en los cuales, en el sur, sobresalen las figuras del General Santafereño Antonio Nariño y del pastuso General Agualongo. La independencia presenta a su vez dos etapas. La primera, conocida como la de la Patria Boba, de vanos e infortunados intentos por organizar la república, entre 1810 y 1816; y la de la Reconquista Española, de nuevo y sangriento coloniaje español, entre 1816 y 1819. El período de la república empieza con la Batalla de Boyacá, uno de los más gloriosos de su historia, el 7 de Agosto de 1819. De allí en adelante, con las particulares y difíciles circunstancias que se están narrando en las tierras del actual departamento de Nariño, se inicia el real camino de la república hasta nuestros días. 9.1.1 Unas precisiones. El período histórico que se está analizando, con sus repercusiones en la historia del sur, y los acontecimientos que se van a enfrentar en las siguientes páginas, comprende dos fases de la historia de nuestra nacionalidad. Son ellas las de la Republica de Colombia y las la Nueva Granada. Ese es el escenario de lo que sigue en los párrafos posteriores. La República de Colombia (1819-1831) es creada por el Congreso de Angostura el 17 de diciembre de 1819, por medio de la Ley fundamental, y la estructura el Congreso de Cúcuta con la Constitución de 1821.En principio la integran las 199
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. provincias venezolanas y granadinas y después se incorporan las panameñas y las ecuatorianas. Tiene más de tres millones habitantes y cubre más de tres millones de kilómetros cuadrados. Es la época de la Gran Colombia. Bajo la sombra tutelar del Libertador Simón Bolívar, contribuye en forma decisiva a la emancipación del resto de las colonias no insulares y siembra los ideales panamericanistas con el Congreso Anfictiónico de Panamá. Pero también es una época de crisis, de intrigas personales, de lucha contra el Libertador. Múltiples circunstancias conspiran contra su unidad y deterioran la firmeza de sus instituciones. El final llegará con las separaciones de Venezuela y Ecuador y la dictadura del general Venezolano Rafael Urdaneta. El Estado de la Nueva Granada (1831-1858) se inicia apenas se separan las naciones integrantes de La Gran Colombia dejando sola a la que es hoy nuestra patria. Apenas deja el gobierno el general Urdaneta suscribe el convenio de Apulo, el 28 de Abril de 1831, dejando en manos del vicepresidente Domingo Caicedo el gobierno de lo que queda de la Gran nación. Se convoca entonces la Convención Granadina, la cual se instala el 20 de Octubre en Bogotá. El 21 de Noviembre se sanciona la Ley Fundamental por medio de la cual se crea el Estado de la Nueva Granada, con los mismos límites del antiguo Virreinato, es decir que en el sur, la frontera la marca el río Guáitara, por los lados de Rumichaca. La Constitución de 1832, sancionada el 1 de marzo, organiza el Estado de la Nueva Granada. Pero sólo a fines de ese año su territorio queda totalmente reintegrado, luego de todas las batallas que se dan en el departamento de Nariño. Hasta ese momento los fundamentos de la vida republicana han sido expedidos por los congresos de Angostura, de Cúcuta y el Admirable, y por la Convención Granadina; es decir por organismos constituyentes. Después va a ser el Congreso Nacional el que se encargue de las reformas y nuevas Constituciones. Precisamente, la necesidad de modificar la constitución de 1832, vigorizando el poder ejecutivo, disminuyendo atribuciones a las provincias, es una de las causas de la guerra civil de 1840, hasta que se expide por el congreso la Constitución de 1843, que permite unos años de paz y progreso. En 1853, luego de un período de grandes evoluciones sociales, se produce la Constitución que se dirige a dar el poder a las provincias, garantizar las libertades ciudadanas y el establecimiento del voto secreto y directo. Pero deja vía libre para la creación y separación de los Estados, de tal manera que en esos años existen los poderes dentro de la nación, representados en los Estados: Panamá, Antioquia, 200
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Santander, Cauca, Cundinamarca, Bolívar, Magdalena, Boyacá, y el más poderoso de todos, el Gran Cauca, del cual dependían las tierras del departamento de Nariño. Entra en crisis entonces la república y se llega hasta la Constitución de 1858, por la cual se crea la Confederación Granadina, que llegará hasta 1861, dentro de otra época que se narra en los capítulos siguientes. En los años que se van a analizar, el actual departamento de Nariño, juega papel protagónico. Dentro de la República, a la cual permanecerá fiel como el que más, se darán acontecimientos fundamentales, todavía enmarcados en las guerras, que dejará una herencia perenne para estas tierras. Es la época que se inicia con los grandes enfrentamientos ideológicos y los acontecimientos terribles de los años treinta, que tienen muchas veces a Nariño como escenario, sigue con la llamada Guerra de Los supremos y cierra con las de 1851 y 1854. Pero lo fundamental es que las tierras del hoy departamento de Nariño se desarrollan dentro de la República de Colombia. 9.1.2 Hipótesis explicativas de las Guerras de Independencia. Es importante hacer algunas anotaciones a una época crucial en la historia patria, sobre todo en el afán de aclarar lo que aconteció en la provincia de Pasto. Para ello incursionamos sobre algunos aspectos que si bien pueden ser polémicos, no pueden dejarse de lado antes de seguir adelante. Para ello utilizamos algunas opiniones de objetivos analistas históricos, entre los cuales sobre sale Hugo Rodríguez Acosta, a quién se deben las principales interpretaciones que a continuación se hacen. 78 El pueblo neogranadino, aquel mismo que el condicionamiento ideológico colonial le había impuesto la sumisión de la Monarquía, pero que luego modificó su conducta; fue el verdadero y auténtico gestor de la emancipación política del antiguo Virreinato. En nuestro país, el triunfo militar logrado en el Puente de Boyacá (1819), supuso el restablecimiento de la República burguesa. Esa fue la nueva forma de Estado que se ofreció al pueblo de la provincia de Pasto. Pero, cuál fue el significado histórico de las llamadas guerras de Independencia, ¿de Liberación ó de Emancipación? Las Guerras de liberación tuvieron efectos muy precarios, pues ellos se redujeron a liquidar los nexos de dependencia externa con respecto a España. Dentro del orden socio-económico interno, adolecieron de las dimensiones de una revolución social, que removiese las obsoletas instituciones en vigencia. Eso debe quedar muya claro, cuando se habla de retardatarios al referirse las guerras de autodefensa que a nombre del rey se llevaron a cabo en estas tierras del sur. 78 RODRIGUEZ A, Hugo. Elementos críticos para una interpretación de la historia de Colombia. Bogotá, pp. 108110
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. La segunda República, nacida de un vasto movimiento revolucionario popular, como fueron las guerras emancipadoras, solo propició reformas nominales, que en nada afectaron la continuidad del orden colonial. Detentadores del Poder Político, la aristocracia neogranadina adoleció de la visión y capacidad necesarias, para comprometerse activamente con los cambios estructurales, que reclamaba la sociedad y la economía. Los privilegios de la clase comerciante, de los terratenientes, de los hacendados, de los esclavistas, de los mineros, etc., fueron respetados en toda su integridad. Instituciones caducas, como los Resguardos, el arbitrario Régimen Tributario, el esclavismo, el estanco del tabaco, etc., también permanecieron inmodificables. Y todos estas instituciones coloniales, existieron paradójicamente dentro del seno de una República burguesa, porque la ineptitud de nuestra clase dirigente, impidió que fueran remplazadas por otras, más acordes con el desarrollo capitalista de la época!. El ejemplo más claro es la forma en que se trató a Nariño a sus ideas y la división entre federalistas y centralistas, lucha de la cual sufrieron el embate de esos intereses de clase Pasto y sus territorios de influencia. Al respecto Antonio García, en un acertado análisis expresó lo siguiente: “Es un enorme error histórico el suponer que las guerras de independencia tuvieron el rango de una revolución social consumada y que por me dio de ellas la América Latina empezó a vivir como las sociedades nacionales de la Europa Occidental, por el solo hecho de que los virreyes españoles fueron sustituidos en las Reales Audiencias por los generales o letrados americanos. Este error histórico —que no hace sino trasmitir los mitos que fraguaron las guerras de independencia— oculta el hecho fundamental de que la República no aporta nada nuevo a la América Latina, desde el punto de vista de la constitución social: la aristocracia terrateniente conservó su status de privilegio y la condición de centro de grave dad en el nuevo sistema de poder; la clase medía letrada, - la burguesía de comerciantes, los funcionarios, los artesanos, los menestrales, los peones todos los grupos sociales conservaron su colocación, su papel, su ordenamiento tradicional. Lo único nuevo que salió de la guerra, como es obvio, fue enorme y desbordante burocracia militar”.79 Entonces, como escribe Rodríguez Acosta, si las clases privilegiadas y explotadoras preservaron su patrimonio; si las comunidades aborígenes; negros esclavizados, jornaleros y demás estamentos, conservaron su tradicional “status social”, cabe preguntarnos: Las guerras de independencia o liberación, ¿a quién o quiénes liberaron? A las clases bajas sojuzgadas? No, porque ellas continuaron maniatadas a un ordenamiento económico, que las explotaba a través del aprovechamiento de su fuerza de trabajo. Las guerras de independencia producto de la crisis definitiva del colonialismo español) solo liberaron la aristocracia criolla, 79 GARCIA, Antonio. La estructura del atraso en América Latina. Editorial Pleamar, Buenos Aires, 1969, p. 333.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. de su dependencia política con respecto a la Metrópoli. Gracias a ella, pudo estructurar una República jurídicamente burguesa, pero económicamente colonial, a través de la cual consolidó sus intereses de clase. Teniendo presente todas estas consideraciones, se puede concluir, que las guerras de liberación tuvieron el carácter de una revolución... pero inconclusa, incompleta. Implicaron el rompimiento radical de la dependencia política externa; más, por ineptitud manifiesta de la clase dirigente nuestra, fueron incapaces de revolucionar la estructura económica y social del país, a través de la modernización de las relaciones de producción y del perfeccionamiento tecnológico de las fuerzas productivas. En ese panorama, cuando en realidad nunca se llevó a cabo la verdadera revolución que el pueblo colombiano requería, sino que se trató de una en al cual se instauró la República burguesa, habría que reconsiderar todo lo que se ha escrito y se ha dicho del comportamiento de los pueblos del sur, de lo que hoy es el departamento de Nariño, en torno a la campaña independista. 9.2 Estertores De La Reaccion En Nariño Con la muerte del líder Agualongo y sus compañeros, los acontecimientos tendían hacia la paz. Pero las acciones punitivas y vengativas del general Flores unidas a los recuerdos y recientes heridas de las anteriores retaliaciones patriotas, animaron todavía a otros jefes guerrilleros a continuar la lucha. Eran efectos negativos sobre el rpedominio de la Reùblicza en la región. 9.2.1 Los comienzos Republicanos. Pasto era una ciudad ensangrentada, vencida y triste. Se la trataba con humillaciones, vejaciones y ultrajes. A sus habitantes se les comenzó a denominar con toda clase de apelativos, como el de "brutos","retrógrados", etc. Flores gozaba persiguiendo, apresando y fusilando pastusos, de tal manera que se afirma que en los seis meses primeros de 1824, fusiló más de 300. Por eso la rebelión persistió. Cuando no se derramaba la sangre sureña en batallas imaginarias, "se hacían matanzas frías de toda edad y sexo", en Pueblo del Monte, en Cujacal, en los alrededores de Pasto, en Catambuco, en Pupiales, afirma el general José María Obando80.
80 OBANDO, José María. Apuntamientos para la Historia. Bolsilibros Bedout, Medellín,1972.p.70
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Todos los compañeros de Agualongo fueron perseguidos, apresados o fusilados. Y un gran número que se acogió a los indultos ofrecidos fue traicionado y alevosamente asesinado. El caso más cruel es el del gran jefe Estanislao Merchancano. Cuando estaba escondido en el pueblo de La Cruz, por intermedio del general Obando recibió un recado de Agualongo que le aconsejaba dirigirse a Popayán, y el hizo lo contrario dirigiéndose a Pasto acogiéndose al indulto. Permaneció en ella apegado a una aparente benevolencia de Flores. "Una noche que se había hecho durar la conversación hasta tarde, después del café de costumbre, se despedía Merchancano para recogerse en su casa; Flores, manifestándole temores de que le sucediese algo en el camino, le obligó a aceptar la compañía de un capitán Vela (español), que vivía en casa del mismo Flores, y se fueron juntos: al pasar por la plazoleta de San Sebastián, Vela desenvainó su machete, cortó la cabeza de Merchancano y... asunto concluido".81 La esposa de Merchancano viendo que eran las 11 de la noche y que no había llegado su marido, salió para la casa de Flóres a buscarlo; pasando por la plazoleta tropezó contra un hombre que yacía tendido en el suelo; pidió en la vecindad una luz para mirar y encontró el cadáver de su esposo. Obligado por las circunstancias Flóres puso preso en principio al capitán Vela, pero luego, cuando todo se iba calmando, no solo lo liberó si no que lo restituyó en su cargo, en el cual muere más tarde en cumplimiento de una misión. La conducta del temible venezolano despertó nuevamente la desconfianza de muchos pastusos, y algunos rebeldes que deambulaban por los campos, buscaron excusa para protestar. Cuando en los primeros meses de 1825 llegaron a Pasto los soldados pastusos que habían peleado en Perú y Bolivia al lado de Sucre, licenciados y exitosos pero mal vestidos, se aprovechó este hecho para hacer correr el rumor de que venían derrotados. Con esta disculpa el guerrillero Juan Benavides inició una revuelta contra la República. Recibió apoyo de otros antiguos jefes como Moncayo, Eraso y Angulo. Dieron al comienzo algunos golpes exitosos en Taminango, La Cruz, Berruecos y los alrededores de Pasto. Otra vez parecía que la guerra amenazaba la región. Pero los habitantes y la dirigencia de la ciudad estaban agotados de tanta violencia y no dieron apoyo a estos movimientos. Por eso Flores pudo vencer aunque no muy fácilmente estos estertores de rebeldía.
81 Ibid., pág. 71
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Los inicios de la república, entonces, en estas tierras del sur eran otra vez de guerra, aunque no en la forma despiadada en que habían sido los de la independencia. 9.2.2 El Combate de Sucumbíos. Apenas terminaba sus sesiones el Congreso de República, que había iniciado sus labores el 1 de enero de 1825, cuando ya en Pasto las armas volvían a chocar en campos y ciudades. El protagonista principal era un cura que ya había luchado bajo las órdenes de Aguolongo y quien nunca creyó en las promesas de perdón del gobierno y siguió actuando son sus guerrillas, en el Juanambú. El cura, cuyo nombre era José Benavides, fijó en una noche de principios de ese año una proclama en la cual incitaba a la rebelión y a una nueva lucha, esta vez contra la República. Sus argumentos eran de peso en la región. El maltrato de los vencedores, sobre todo de los venezolanos, como primer gran argumento, el cual era real. En segundo término, uno mentiroso. Se decía que el Libertador había sido vencido en Guayaquil, lo cual se probaba en los soldados llegados desde el Perú y que deambulaban en Pasto. Esto sucedía en el mes de abril. Los cabecillas rebeldes que se encontraban escondidos, huyendo, creyeron llegada la hora de salir a la luz, de tomar la iniciativa, y se dispusieron a dar la batalla a los republicanos que creían venían vencidos del sur. En estas condiciones coordinaron en secreto sus acciones y reunieron hombres y armas. Así lograron organizar sus hombres los Calvache, Moncayo, Eraso, Angulo y el mismo Benavides, reuniendo tropas en Imués, Iles, Pupiales, Putes, Sapuyes, El Tambo, Bomboná, Chaguarpamba, El Castigo, Taminango, Berruecos y La Cruz. La primera acción que acometen es apoderarse de la Línea del Mayo, luego de vencer al escuadrón republicano al mando del Oficial Muñoz. Mas tarde Benavides logra una nueva victoria en Chimbatangua, adueñándose otra vez del Juanambú y los alrededores del Cauca, el sector donde siempre fueron poderosos los pastusos. Otra acción victoriosa fue la de Guapuscoal, donde Benavides derrota a la columna mandada por el Capitán Vela, restituido en su cargo por Flóres, donde pierde la vida este alevoso militar, pagando en esa forma el asesinato de Merchancano. Caen también a su lado otros militares colombianos, como el teniente Sandoval. Se acepta que esto sucedía el 21 de Abril de 1825. El gobernador de la provincia era el coronel Farfán y los nuevos levantamientos le produjeron preocupación. Marchó con sus tropas hacia Taminango, persiguiendo a las huestes del rebelde Moncayo82. Recibe entonces la noticia de las victorias de
82 BASTIDAS U. Edgar. Las Guerras de Pasto
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Benavides y regresa a Pasto y se pone al frente de la guarnición con 700 hombres. Pero enfrentado a los rebeldes, es derrotado. El entonces coronel Flores, que se encontraba en Quito, se entera de los hechos y a pesar de ocupar el cargo de Comandante General del Departamento del Ecuador, decide marchar a Pasto a reforzar a Farfán. Flores llega a la frontera, acampa en Ipiales, donde reúne seis compañías de milicianos de esa ciudad y de Túquerres, mientras recibe también refuerzos de Quito. Reúne así un millar de hombres, mientras Benavides vigila sus pasos, primero desde el Valle de Tatambud, con cerca de 500 hombres y luego desde Funes. En la preparación del enfrentamiento han transcurrido los meses y ya en Junio se encuentra Farfán reunido con Flóres. Este ha dado la orden de marcha y se encuentra también cerca a la famosa Funes. Entre junio y julio de 1825, en una fecha que hasta ahora no ha sido posible precisar, los Republicanos y los pastusos, se encuentran otra vez frente a frente, listos para un nuevo combate. El sitio es la localidad de Sucumbíos, vereda de Funes. Farfán divide su columna en dos: una tapona el paso del Guáitara y la otra atraviesa las montañas para cubrir la entrada de Chapal, mientras Flores se ubica en Tellez. La respuesta de los pastusos es colocarse en la cima elevada de Sucumbíos, a la vez que obstruyen el paso de la quebrada de Angasmayo. La situación es ventajosa para los pastusos, pues dominan las alturas. El ataque de Flóres es entonces detenido, y las tropas republicanas no consiguen atravesar el río Téllez, ni menos dominar la cima. La situación se torna desesperada para el venezolano. Interviene entonces la artillería republicana, a la vez que lo hacen las columnas de reserva al mando de los coroneles Mina y Klinger. Como los pastusos no poseen artillería, no pueden responder el ataque y por primera vez en el combate, logran ser desorganizados. La alternativa para los rebeldes no podía ser más triste: o los destrozos de la artillería o la retirada. Prefirieron la segunda y conocedores del territorio se internaron en las montañas dejando algunos muertos y pocos prisioneros, mientras los republicanos pierden importantes hombres como los valientes coroneles Calderón y Mina. Flóres ordenó entonces que Farfán persiguiera a los que huían, y arrinconándolos en Chaguarpamba, les produjo muchos daños. Luego dedica sus 206
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. esfuerzos en llevar a acabo lo que el denomina acciones de castigo, como ya tenía fama. Son entonces asediadas y tomadas las poblaciones de Iles, Putes, Sapuyes y Pupiales. En ellas las batidas y las labores de castigo fueron crueles e inmisericordes. Este combate en Sucumbíos fue la última batalla con la que se selló totalmente la independencia de Colombia. de esta manera se debe recordar que fue en Nariño, casi en el mismo sitio, cerca a Funes, donde se derramó la primera sangre por la independencia, en 1809,y luego, en 1825,es el escenario para que se derrame la última. Todo esto dentro del territorio de Nariño.83 9.2.3 Intervencion de Obando. En condiciones de conflicto va terminado el año 1825 para el departamento de Nariño. Convencido el gobierno de que la rebelión había sido mal manejada por Flóres, nombra como gobernador de la provincia pastusa al coronel José María Obando, el 25 de Octubre. Pero el militar no quiere honores y renuncia dos veces al cargo. Al fin, y ante una orden perentoria de Santander, tiene que aceptar el cargo. Definitivamente se posesiona como gobernador el 1 de Marzo de 1826. La situación iba a cambiar en el sur. Obando, con el buen trato, la comprensión y conocimiento de sus habitantes, logró apaciguar los ánimos e iniciar una época de paz, con lo cual se acabaron definitivamente los ecos realistas. Pero la acción no fue fácil. Quizá el único motivo de zozobra lo constituían las acciones guerrilleras de Juan Andrés Noguera y José Eraso en el norte, y de José Benavides en el sur, facciones que poco a poco se convirtieron en bandas de asaltantes, de delincuencia común. Con la acción de Obando, la paz llegó al departamento de Nariño. Los años de 1827 y 1828 transcurrieron en calma. Sin embargo, en esta época se da uno de los grandes hechos controvertidos hasta ahora y que tiene como protagonista a Obando. Se establece que en cumplimiento de sus funciones pacificadoras en Pasto, dentro de las cuales empleó todas las alternativas, también buscó convencer a los rebeldes de esa era para que entregaran las armas y se sometieran a la república. Para ello Obando usó diversas estratagemas y tácticas, entre las cuales la comunicación con los rebeldes era la más acertada. Entre esos comunicados, envió un recado a JosÚ Eraso, antiguo guerrillero y luego bandido que tiene en su haber la muerte del mariscal Sucre.Se trataba de preparar un golpe contra el bandolero Noguera,con auxilio de Eraso. 83 Algunos historiadores afirman que el hecho se dio en el mes de julio
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Según Obando, envió tal mensaje con el indio Juan de Dios Nacibar, "para que diera a Eraso los mismos informes verbales que a mí, y le puse una esquelita en términos muy vagos, dirigidos únicamente a que comprendiese que debía dar crédito al indio y acompañarse con el para asegurar el golpe sobre Noguera, sin hacer mención de usted, como convenía, según se ve en la copia siguiente: "Buesaco, mayo 28. Mi estimado Eraso: El dador le advertirá de un negocio importante que es preciso lo haga con él. El le dirá a la voz todo, y manos a la obra. Oiga usted todo lo que le diga, y dirija el golpe. Suyo, José María Obando.”.84 Este papel, que constituiría la gran prueba como la orden de Obando para Asesinar a Sucre, según sus enemigos, se hizo en 1827. El asesinato del Mariscal ocurriría tres años más tarde y el proceso con ese papel se haría todavía más tarde, como se verá más adelante. La actividad pacificadora emprendida por Obando se rompe cuando desde el Perú, el general Lamar, nacido en Cuenca, se rebela contra la República y busca anexar al Perú las provincias ecuatorianas del Azuay, Loja y Guayas. Pero ya para esa época, Bolívar no contaba con todo el apoyo. La lucha partidista había empezado y a sus errores humanos se le contestaba con rebeliones, con movimientos en su contra. En estos tiempos también empezaron a agriarse las relaciones entre los entonces coroneles José María Obando y José Hilario López, influyentes y queridos en el sur. Bolívar llegó a Pasto el 12 de octubre de 1826, luego de haber logrado una concertación con Obando, quien le hizo posible su entrada, a pesar de sus diferencias, y en ella fue bien tratado. Pero ya en el sur, como en el resto de la Gran Colombia, la situación política se tornaba en insoportable. La división entre el Libertador y Obando y López, a quienes el sur siempre apoyó, se agudizaba a partir de estos hechos. Y el principio del fin se dio cuando el general Juan José Páez en 1826, dio una proclama en la cual ya buscaba separar a Venezuela de la Gran Colombia, acto ante el cual, equivocadamente, el Libertador no tomó acción alguna, y más bien casi que premió a Páez. Los acontecimientos en la República se precipitaban. Entre Bolívar y el vicepresidente Santander las desavenencias se convirtieron en enemistad. En Lima se sublevaba la tercera división del ejército colombiano, contra la elección de Bolívar como presidente, en apoyo del mariscal José de Santacruz. Se iniciaba la época de los partidos políticos entre 1827- 28, luego del fracaso de la Convención 84 OBANDO, Ob.cit. p.77
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. de Ocaña. Se presentaron los malhadados sucesos que terminaron con la vida del almirante Padilla y del general Montilla, después de la fatídica noche de la conspiración contra Bolívar el 25 de septiembre de 1828. En medio de ese escenario se ahogaron los ecos de la lucha pastusa a favor del rey, se acabaron los movimientos reaccionarios contra la nación. Pero de allí en adelante se iniciaban las acciones de las gentes del departamento de Nariño tomando partido en las guerras civiles que asolaron a la nación todo el siglo XIX. La República y Nariño eran ya una sola institución; pero las ambiciones y la lucha por el poder recién se iniciaban y nuestro territorio, ahora en nombre de la República, otra vez vería ensangrentadas sus verdes campiñas. 9.3 Sobre La Estructura Económica Como ya se ha narrado el territorio sureño se había adherido finalmente a Colombia, pero desafortunadamente la época era de crisis, de división, de lucha por el poder. Por hacerlo implicaron unos quince años de luchas, que repercutieron en su esfera económica. Los años que consolidan la nación, pasando por el breve lapso de la Gran Colombia, entre 1826 y 1840 fueron cruciales, y lo fueron también para el sur. Por lo tanto, vale la pena hacer un análisis al respecto, tanto para los años de guerra de independencia, como los que iniciaban la época republicana. 9.3.1 Una visión económico-política del país. La nación se revolvía en medio de un mar de sangre, por la bandera de ansiada libertad que campesinos, indígenas, mestizos y negros izaban, que el "pueblo soberano" soñaba, pero debemos advertir que esto no era más que otra frustración, como lo fue el gran movimiento comunero. Así en su pacificación se pactó la alianza del feudoesclavismo imperante con la burguesía naciente. Siguió a este proceso el de la Independencia y que solo se iría concretando tras treinta años de lucha, como estamos viendo. Y aquí cabe hacer algunas anotaciones. En términos concretos de lo que se trataba era de liberar a la naciente burguesía y a las capas criollas del lastre de la estructura semifeudal. Bajo la bandera emancipadora de una guerra de independencia nacional, lo que se vivió en esos treinta años fue una guerra civil entre españoles peninsulares y españoles criollos. Cuando los patriotas ganan, los amos peninsulares son reemplazados por criollos y mestizos, ascendiendo la clase media. Esta burguesía en proceso de formación trataba de integrar la nación y sustituir el Estado Colonial por el Estado Nacional, en medio de otro que era al mismo tiempo un proceso de liquidación del feudalismo y nacimiento del capitalismo.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pero el proceso independista no fue una rebelión del pueblo. Por eso las fuerzas populares no participaron sino como soldados, en ambos bandos a veces forzados. Los indios, negros y pardos estuvieron ausentes del protagonismo, y en caso de Pasto y las huestes de Boves en Venezuela, inclusive estuvieron en contra. Pero así mismo se debe tener en cuenta que la Independencia de España no liberó a los indios de la servidumbre, ni otorgó libertad a los esclavos. Estos cambios solo se darían en la Revolución de Medio Siglo, con José Hilario López. Las relaciones coloniales en cierto grado continuaron luego de la Independencia. Instituciones del aparato gubernamental del antiguo régimen se conservaron incólumes como algunas de la burocracia oficial. Formas y métodos económicos coloniales prevalecían y lograban adaptarse a las nuevas circunstancias. Muy bien afirma Julio E. Tascón que la Colonia, en realidad se prolongó entre nosotros hasta la mitad de la pasada centuria... la República mantuvo la legislación española en todos sus ramos: civil, procesal, penal, militar. Aun más, exceptuada la estructura política, se conservó casi intacta la organización social, económica, fiscal y eclesiástica que los monarcas españoles habían dado al virreinato. Solo al llegar la mitad del siglo XIX, los acontecimientos se precipitaron. La economía heredada por la República era de tipo agraria latifundista. No había una clase burguesa formada; se daba la forma de un estado liberal de forma, pero en realidad al servicio de los intereses terratenientes. Se estaba en la etapa inicial del capital mercantil simple; el capital dinero escaseaba y no se generaba un excedente económico para invertir en la expansión de los medios de producción. La Gran Colombia, no obstante, es una época sobria y seria, al decir de Diego Montaña Cuéllar. Sus estadistas tratan de organizar las mejores fórmulas para organizar el Estado. Prohíjan una teoría liberal integracionista de la economía y tratan de crear la burguesía comerciante. "Entre 1821 y 1826 no hay en Colombia, sino liberales y algunos que se sentían Jacobinos por su posición radical. Por encima de diferencias y aspiraciones secundarias durante la época de la Gran Colombia, no existía más partido político que el partido de la Independencia y el del interés común del triunfo de las instituciones republicanas"85. Durante esta época se lograron hacer algunas pequeñas reformas anticoloniales; sobre todo en la obra del Secretario de Hacienda Castillo y Rada. Se redujo la alcabala; se redujeron a uno solo los innumerables impuestos a las exportaciones, lo mismo que en las importaciones; se eliminó en gran parte el diezmo; se abolieron los mayorazgos, la media anata y las vinculaciones, a la vez que se reglamentó la contribución directa. 85 MONTAÑA C. Diego. Colombia País formal y País real. Editorial Latina, Bogotá, 1977. p 64
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pero luego de la Conspiración Septembrina contra Bolívar, instalada la dictadura de Urdaneta, fueron destruidas con furia todas las reformas anticoloniales. Se iniciaba la época de la reacción Bolivariana. Además se tiene como premisa el enriquecimiento de la casta militar, sobre todo venezolana. Todos los próceres y caudillos de la Independencia, los Generales y Coroneles fueron premiados con grandes haciendas, surgidas de las expropiaciones a los españoles, donde reemplazando al español peninsular, se hicieron latifundistas. También se les pagó en dinero y en poder. Los soldados, los peones del juego de ajedrez, no recibieron nada; si acaso, unos bonos de guerra jamás hechos efectivos. Así mismo, luego de la Independencia, los indios y un gran grupo de mestizos continuaron despojados de sus tierras, mientras los negros seguían trabajando en las minas y labranzas como esclavos. Esta situación continuaría hasta la mitad del siglo. Pero a partir de 1826 y hasta 1840, y luego hasta el final del siglo, se iba fraguando una era de absurdas y fratricidas guerras civiles, con el surgimiento de los partidos y su ansia de poder. Así en 1828 se da la reacción dictatorial de los "conservadores" en favor de Bolívar, la conspiración septembrina y el levantamiento en Popayán; en 1829 insurrección liberal contra la dictadura de Bolívar y sacrificio del general Córdoba; en 1830, insurrección religioso-militar a favor de la dictadura de Urdaneta y muerte de Sucre; en 1831 reacción liberal nacional que restableció el gobierno constitucional y fundó la República de la Nueva Granada, en medio de la desmembración de la Gran Colombia; en 1839, conspiración conservadora ahogada en germen por el gobierno de Santander; de 1839 a 1841 revolución liberal y federalista de Obando contra el gobierno conservador de Márquez; en 1840, la revolución de los "conventillos", nacida en Pasto... Y seguirá el listado hasta comienzos del siglo XX. Sin embargo, lo que es relevante para nuestro caso, en esta era, como en la anterior, como actores principales, estaban los habitantes del departamento de Nariño, que otra vez se veían envueltos en las banderas guerreras. 9.3.2 Hipótesis sobre los libertadores. En cumplimiento de nuestro objetivo de buscar explicaciones racionales al comportamiento regional de Nariño frente a la gesta libertadora y la conformación inicial de la república, planteamos otras hipótesis al respecto de estos acontecimientos, otra vez utilizando sobre todo los argumentos de Hugo Rodríguez86. Con Rodríguez hacemos entonces una interpretación de lo que tal vez, en verdad, fueron los libertadores. 86 RODRIGUEZ, A. Hugo. Op. Cit. pp. 110-113
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Es norma general de la historiografía tradicionalista, la apología desmedida de aquél sector militar que cooperó en las guerras de emancipación y que recibió como herencia, la conducción de la segunda República. En ese plano se han despreciado ya hasta insultado las posiciones discordes como las de los pastusos Bolívar, Santander, Páez, Sucre, Maza, Mariño, Arismendi, Rondón, Urdaneta.... sólo han recibido elogios y aplausos de nuestros historiadores a sueldo. Así se han formado verdaderas leyendas en torno de aquellos personajes, elevados a una dignidad que excede su verdadera dimensión histórica. Quieres fueron, entonces los llamados “libertadores¨?, pregunta Rodríguez. Veamos su análisis muy racional y objetivamente bien ubicado. La institucionazación de la vía armada, cómo único medio para conseguir la liberación política de la Metrópoli, trajo innumerables repercusiones. Necesitaba la causa republicana del elemento militar que llevara la responsabilidad de los ejércitos, y ellos, fueron emergiendo por doquier. No solo las castas privilegiadas aportaron de su seno “libertadores”, sino que también salieron de sectores de clase media y baja. Sin embargo, todos, absolutamente todos, representaron, bien fuese en los campos de batalla ó en la administración pública, los intereses de las aristocracias en ascenso. El General Bolívar, por ejemplo, fue vocero caracterizado de los estamentos económicamente poderosos, en su lucha por alcanzar el control absoluto del Estado. Hacia 1815, y en su memorable “Carta de Jamaica”, recordaba en términos muy elocuentes, la posición desventajosa por cierto, en que colocaba el régimen colonial a las clases aristócratas: “Los americanos, en el sistema español -dice-. No ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo y cuando más el de simples consumidores… Estábamos abstraídos y, digámoslo así, ausentes del universo en cuanto es relativo a la ciencia del gobierno y administración del Estado. Jamás éramos virreyes, ni gobernadores sino por causas muy extraordinarias; arzobispos y obispos, pocas veces; diplomáticos, nunca; militares, solo en calidad de subalternos; nobles, sin privilegios reales; no éramos en fin, ni magistrados ni financistas y casi ni aún comerciantes: todo en contravención directa de nuestras instituciones”. Y el hecho fundamental, agrega Rodríguez, de que Bolívar no fue vocero de las clases oprimidas y explotadas, lo demuestra su comportamiento en la vida pública. Pese a toda la gloria y facultades constitucionales de que lo rodeó los triunfos de la guerra, jamás fue promotor de iniciativa alguna que redimiese a los estamentos populares. Problemas, directamente relacionados con el interés general, como la libertad de los esclavos; la redistribución de la tierra, en poder de los ricos terratenientes criollos; las exencione tributarias para los sectores de limitados 212
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. ingresos, etc., fueron ignorados por quien había sido el caudillo de las guerras emancipadoras. Siendo Bolívar, ideólogo de las aristocracias americanas, su conducta obviamente debía dirigirse a defender sus intereses clasistas. Y Rodríguez continúa. Santander, ha sido otro de los personajes, que nuestra historia escrita, ha cubierto de aureolas inmerecidas. El “hombre de las leyes” como lo llaman, aunque de extracción de las clases medias, fue furibundo defensor de las clases acaudaladas. Toda la República a partir de 1819, se estructuró bajo su dirección en torno a una filosofía política, que no tenía otra finalidad, que la de preservar los privilegios de la aristocracia criolla: la del “respeto al derecho adquirido con justo título”, es decir la del respeto a sus propiedades obtenidas en la Colonia. De esta manera conservaron en su integridad, los privilegios de los sectores explotadores, frustrándose el proceso de las reformas burguesas, que en lo económico y social, reclamaba la sociedad. Desde los primeros tiempos de la segunda República, nuestra clase dirigente dio muestras de ineptitud en el manejo de los asuntos estatales. El “respeto al derecho adquirido con justo título”, implicó por supuesto, la continuidad del “orden colonial”: esclavos y esclavistas, mineros y esclavos, hacendados y peones, terratenientes y latifundios, comunidades indígenas y resguardos, régimen tributario, alcabalas, monopolios ó estancos, etc. Hubo, sin embargo, tímidas tentativas a liquidar las vetustas instituciones coloniales, que aún supervivían. El Congreso de Cúcuta (1821) verbigracia, introdujo algunas reformas, como veremos, al régimen impositivo. Mas, aquellas medidas, que de por sí tenían un alcance limitado, serían anuladas por el libertador, pasada la conspiración de septiembre (1828). Así se volvería al antiguo régimen tributario colonial, porque nuestros “estadistas” carecían de la capacidad necesaria para orientar una política fiscalista, que no obstruyera el desenvolvimiento de la economía, y que facilitara la solvencia indispensable al Estado, para llevar a efecto los programas estatales “... el restablecimiento del pesado y arbitrario régimen fiscal español —escribe Antonio García-- era la última prueba de que los hacendistas republicanos no habían encontrado otros medios de financiación de la guerra y de la República. A qué declamar por la liberación de la Nueva Granada santanderistas puritanos como Francisco Soto ó bolivaristas como J. M. del Castillo, si ninguno sabía organizar una estructura fiscal no basadas en estancos y alcabalas?” . Por esto Rodríguez concluye: Y si los “libertadores” —los mismos que hicieron del triunfo de las armas, un puente para asumir las riendas del Estado— adolecieron de la visión para realizar una ¨ revolución burguesa” en la economía y la sociedad; en cambio dispusieron del talento suficiente, para convertir el Poder Político, en servidor incondicional los sectores privilegiados, y de sus particulares intereses. Abochorna el espectáculo, que tuvo que presenciar la nación en aquellos tiempos. En complicidad con el órgano legislativo, cuya sumisión respecto a los militares era evidente, recibieron de la República, como “reconocimiento” a los servicios 213
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. prestados a la “causa republicana”, toda especie de prebendas, prerrogativas, etc. La mas escandalosa de ellas, fue indudablemente, la donación a los militares por parte del Estado, de millones de fanegadas de tierra. Rematando el tema es interesante anotar un aspecto económico fundamental que es tratado por Álvaro Tirado Mejía. Al referirse a la diferencia del trato entre los jefes y los soldados del ejército libertador afirma que el Congreso de Angostura (1819) expidió una ley por la cual premiaba a los militares republicanos con propiedades nacionales en la escala que iba desde $500.oo para los soldados rasos, hasta $ 2.500.oo para un general en jefe. Páez por ejemplo, obtuvo como bonificación una propiedad de $200.000 y Santander recibió la suya en un predio aledaño a Chiquinquirá87. Con estos elementos, sin hacer alarde falso patriotismo, se debería juzgar el papel desempeñado por las tropas patriotas en la independencia y la formación de la república. Así se comportaron lo dirigentes militares y civiles de las dos gestas, aquellos que hicieron del Estado un instrumento, colocado al servicio de las clases privilegiadas y de sus egoístas conveniencias. 9.3.3 Situación económica de Nariño. La época de la independencia y la lucha por el establecimiento de la república, años en los cuales el territorio sureño se opuso a las banderas libertarias, fue ruinosa para el sur. La economía se resquebrajó totalmente y en esas décadas de guerra están las raíces del atraso que reforzaban el que ya se tenía en razón del olvido de España. Empezando porque en el sur ninguna de las pocas reformas que se hicieron en la nación, de carácter político, se pudo materializar, se debe tener en cuenta que aquí, como en ninguna otra parte el régimen fiscal español continuó en vigor, hasta cuando Nariño entró definitivamente en la república.Esto, unido a los inmensos gastos que sostenía Pasto contra la campaña libertadora, acabaron por destruir la base productiva de la región. Las consecuencias de los triunfos militares de los pastusos, y de algunas de sus derrotas, se traducían en grandes gastos que solventaban las clases populares, que se financiaban con gastos particulares y no del gobierno español. Por esto, su economía no podía menos que venirse abajo cuando los egresos por causa de la guerra eran superiores a los magros ingresos. Por eso José Elías Ortiz afirma que "El gasto era superior a su economía. Los campos circunvecinos por los combatientes en los meses anteriores y la provincia de los Pastos y las región del
87 TIRADO MEJIA, Álvaro. Introducción a la Historia Económica de Colombia
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Patía apenas alcanzaba a suministrar carne para las huestes patriotas y para una pequeña parte de la población"88. Se debe tener en cuenta que todo el problema se inició con la invasión quiteña. Y precisamente en la actitud del gobernador Tacón, cuando se apoderó del tesoro real, en el cual 200 mil pesos eran de los ecuatorianos, pero los otros doscientos eran parte de las contribuciones de Nariño, estuvo una de las grandes causas de la guerra entre sureños y patriotas, pero también de su ruina económica. Ese tesoro que los ecuatorianos al fin recuperaron, en cambio los nariñenses nunca lo lograron. Entre Tacón y Sámano, trasladando el tesoro de Pasto a Barbacoas y viceversa, se fueron desapareciendo las contribuciones de los nariñenses de la época, hasta que se los pierde vista, y ninguna autoridad pudo reclamar nada. A duras penas el cabildo de Pasto pudo enviar una protesta al Presidente Toribio Montes, en Quito, sin que se le hiciera caso. Así afirmaba en tal misiva que "estará enterado del estado de esta ciudad con el número de contribuciones que para mantener las guarniciones han llevado a cabo los jefes de ellas, por lo tanto pedimos que de los caudales que se hallan en poder del Brigadier Sámano, ordene el reintegro a las cajas de la ciudad, la que por justicia debe ser liberada por su inmensos sacrificios las contribuciones que hasta hoy ha pagado nuestra leal ciudad."89 El reclamo, repetimos, no dio resultado. Las victorias pastusas no fueron jamás premiadas por España. Fue casi nada lo que Pasto logró en materia económica y política. Todo lo que pudieron los dirigentes pastusos se quedó en nada. Es decir que los triunfos solo arruinaron más al territorio sureño. Todas las batallas y campañas sostenidas en Nariño, redundaron solamente en gastos y en ruina económica. Así hay que tener en cuenta que muchas veces las vías entre Pasto y Quito, y entre aquella y Popayán, estuvieron cerradas. Fueron meses y años de incomunicación. En esa forma el comercio y las demás actividades económicas se arruinaron, como sucedió con las vías cerradas entre 1809 y 1811, entre 1812 y 1814, entre 1815 y 1822 y entre 1822 y 1825.Se debe deducir, por ejemplo, que los niveles de inflación en esos tiempos en el sur, debieron ser altos, insoportables para un pueblo sufrido y agobiado por la guerra. Las pérdidas en vidas humanas fueron incalculables. Si en el censo de de 1809 se hablaba de 23.340 habitantes, y en 1825 se contaban unos 27.325, se observa que el crecimiento es muy bajo para 16 años. Si se han contabilizado más de dos 88 ORTIZ, Sergio E. Agustín Agualongo y su tiempo. Op. cit. p.159 89 Citada en el Boletín de Estudios Históricos, Pasto, 1929, vol. III
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. mil muertos, desaparecidos y desterrados entre los pastusos, esto unido a todos los efectos de las guerras, explica el bajo incremento poblacional. Es decir que la fuerza económicamente activa de esa época decreció en un 10 por ciento, aproximadamente, lo cual es grave para cualquier sociedad. Nada que decir que en todas las campañas, unas veces por los españoles, otras por los patriotas, a lo que se acudía era a las contribuciones, a los impuestos, a las confiscaciones, que pagaban los perdedores. Así Bolívar ordenó a Salom imponer fuertes multas, impuestos, etc. a los pastusos, pero también lo hizo Boves cuando encabezó su fracasada rebelión. Quien pagaba era la economía sureña, que cada ve más se hundía en la crisis. Vale la pena mencionar, como un ejemplo genérico de los gastos que solo pagaban los pastusos, lo sucedió en la batalla de Bomboná. Siguiendo lo anotado en el diario de campaña del Libertador, se afirma que desde el 1 al 27 de abril se consumieron 365 reses tomadas de los hatos del Juanambú hasta Cariaco, sin que se le haya pagado a ninguno de sus propietarios. Sobra decir que los embargos, las confiscaciones, los incendios, las expropiaciones, etc. dejaron en la ruina las propiedades del sur de Colombia. Ninguna economía resiste entonces, y cuando se inicia la república, ya el atraso generado en esas guerras será un lastre para toda la historia. El talento humano, como se llama ahora, tampoco existió en el sur, porque la educación se detuvo en su pequeño proceso. Si hasta el momento de la guerra de la independencia, muy poco se hacía por la educación por parte de las autoridades españolas, con las guerras todo se acabó. Se cerraron las pocas escuelas y colegios del sur de Colombia. Sólo en 1826 Bolívar establece la educación pública y en 1827 el general Santander crea el primer colegio, de tal manera que fueron años sin ninguna base educativa. Tiene por esto mucha razón Gerardo León Guerrero cuando afirma: "En definitiva, los 15 años de lucha por mantener la causa y la adhesión a la monarquía española, significaron para Pasto y los pastusos un alto costo social. Aquí encuentro las raíces de su atraso y subdesarrollo, porque no solamente fueron 15 años de conflictos, después vendrá el período de organización administrativa y nuevos enfrentamientos entre los militares de la república quienes, convertidos en caudillos se lanzaron en busca del poder y convirtieron a Pasto en escenario de sus luchas domésticas. En todo este largo período de interminables guerras puedo decir que Pasto estuvo ausente de la vida económica, política y cultural del país, de ahí su rezago en la carrera del progreso." 90 90 GUERRERO, Gerardo L. Pasto en la Guerra de la Independencia,1809-1824.P.162
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. 9.4. La Gran Colombia Se Desmorona En el inicio del ocaso del Libertador, cuando empiezan a configurarse los partidos políticos sobre la base del ansia por el poder económico, se sucede la conspiración Septembrina contra el Libertador, a quien sus aduladores convencen que tiene que ver con militares granadinos, a la cabeza de los cuales estaba, se decía, el general Santander, el almirante Padilla y Montilla. La reacción no se deja esperar y comienza una persecución no muy ajustada a las leyes y se instaura la dictadura del general Rafael Urdaneta. En el sur los generales José María Obando y José Hilario López, conociendo la reacción de los bolivarianos y sus castigos y ejecuciones, se levantan en armas contra lo que se decía era la "dictadura" bolivariana. Luego de los movimientos rebeldes de Páez en Venezuela entre 1825 y 1826, es el comienzo de la primera guerra civil de nuestra vida independiente. Era el 12 de octubre de 1828. Era intendente y comandante general del Cauca Tomás Cipriano de Mosquera y el se puso al frente de las armas del gobierno contra Obando y López. Pero los rebeldes lo vencen en la Ladera, cerca de Popayán. Obando deja al mando de la ciudad a López y se dirige a Pasto a insurreccionar a sus habitantes, lo cual consigue en virtud del aprecio que se le tenía en esa región, mientras Mosquera huía de Popayán. En las mismas horas se produce el ataque de Lamar al ejército colombiano en el Ecuador. El Libertador sale entonces hacia el sur y allí conoce que López y Obando cuentan con 3000 hombres para enfrentarlo. Inteligentemente prefiere no combatir y negocia, por intermedio de dos emisarios religiosos, con los jefes rebeldes. La negociación es positiva y el Libertador dialoga con los dos insurgentes y los convence de deponer las armas en virtud al problema internacional del ataque peruano a Colombia. Así, tras largas conversaciones, y luego de conocer el triunfo de Sucre en el Portete del Tarqui contra el Perú, Bolívar entró a Pasto, ciudad que recibió al Libertador con todos los honores. En estos momentos conoce de la Victoria de Sucre y decide marchar al sur, a Quito donde llegó el 17 de marzo de 1829. Es interesante anotar que Pasto recibe a Bolívar el 4 de ese mes y sale de ella el 11. La suerte, sin embargo, estaba echada. La desunión, la lucha partidista y las ambiciones se habían despertado. La Gran Colombia y con ella el sueño del Libertador se desvanecían. Bolívar está enfermo en el Ecuador. Mientras tanto, en Santafé y otras ciudades, se busca por parte de un grupo de dirigentes que se dice amigo del 217
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Libertador, instaurar otra vez la monarquía. El Consejo de Ministros estudia ampliamente la posibilidad de traer un príncipe de la Casa de Orleans, considerando que ante al desorden, era mejor con el crear una monarquía. Bolívar, consultado, contestaría con un rotundo no a la propuesta, pero la idea seguiría circulando y la propuesta fue la chispa que prendió la gran explosión. En Venezuela nuevamente Páez movió sus fichas en pos de un sueño que venía acariciando hacia varios años: la independencia de esa región, y su propia liberación del mando del Libertador. Esto fue conocido por Bolívar, que se sintió aún más enfermo y preocupado, pero resolvió que lo más prudente era no tomar acción alguna. Pero si aumentaron sus temores, sus pesadillas. Por un lado veía a Páez separando a Venezuela; en el otro se enfrentaba a quienes consideraba amigos de Santander, a Obando y López; en otro lugar estaba Sucre que de Presidente Vitalicio en Bolivia, se veía enfrentado a la rebelión; más allá el proyecto de Constitución Boliviana, los proyectos de la monarquía. Se sucede entonces la rebelión del general José María Córdoba, contra Bolívar y el proyecto de dictadura. La represión corre a cargo de Urdaneta y a machetazos, luego de ser vencido, será ultimado el héroe de Ayacucho por el mercenario irlandés Ruperto Hand, en el infortunado día del 17 de octubre de 1829, en Santuario. Acompañaba así al almirante José Prudencio Padilla, ajusticiado también con la disculpa de ser enemigo del Libertador. Pero acercándose al 1830, lo que había ocurrido en los últimos años, a pesar de su terrible realidad, era todavía poco frente a lo que estaba por venir. 9.5. Los "Terribles" Años Treinta Después de la Guerra del Perú, Bolívar regresa del sur, pasa de Tulcán hacia Ipiales y de allí a San Juan el 7 de noviembre de 1829, llegando a Pasto el 9. Allí es recibido por sus habitantes como en los últimos años con gestos de respeto y acatamiento. Sigue hacia Popayán y se entrevista con el general Obando, a la sazón Comandante General del Cauca y allí le confía que no está de acuerdo con el proyecto de la monarquía. Obando acompaña al Libertador hasta Cartago, donde se enteró de los inicios de revuelta en Venezuela. 9.5.1 El Ocaso de Bolívar. El 15 de enero de 1830, regresa el Libertador a Bogotá y el 20 instala el denominado Congreso Admirable. Pero allí la mayoría no le favorece. Bolívar se retira del poder y se aleja. El Libertador mira con tristeza como sus sueños se diluyen en desierto de las luchas políticas. Encarga entonces de la Presidencia al general Domingo Caicedo, a partir del 11 de marzo.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. Pero la situación en Venezuela se torna insostenible. El Libertador reúne entonces a sus amigos, como los generales Rafael Urdaneta, Domingo Caicedo, Pedro A, Herrán, José Ignacio de Márquez y otros, y les comunica su deseo de volver al gobierno y así encargarse personalmente de someter al departamento rebelde. La mayoría de los presentes opina que no es conveniente ni hacer la guerra a Venezuela ni que el Libertador vuelva al poder. Se encienden los ánimos y sus invitados salen dejando solo, confundido, como narran en la época, "triste en su ocaso imponente, con el alma transida por la amargura y al llanto por la indignación; absorto, inmóvil, abrumado, con su sensibilidad hiperestesiada por el interno tormento, con el espíritu anublado por el desengaño y posiblemente monologando con su propia grandeza, vive momentos terribles al presenciar la ingratitud de sus amigos y de sus exministros". Solo los amigos de Santander, a la cabeza de Salvador Camacho Roldán, entre tanto, en el Congreso, hacen aprobar un decreto de honores como tributo que compensa la soledad del Libertador. Bolívar insiste y solicita a sus amigos con una carta que escribe a Caicedo, para que presenten su candidatura a Presidente y otra vez ellos se niegan a secundarlo. El Congreso elige a Joaquín Mosquera como presidente y Domingo Caicedo como vicepresidente. Además aprueba una constitución parecida a la de Cúcuta, más descentralista, con un período presidencial de ocho años, sin permitir reelección inmediata. Pero allí, fuera del campo de batalla que era su vida, en las bancas del Congreso, el Libertador perdió una dolorosa y, tal vez, la última batalla. En el sur también había graves problemas. La ambición de Flores, que había guardado calladamente, pero que ya se venía presintiendo, se hizo concreta. El, como su compatriota Páez en Venezuela, asestó el golpe definitivo al sueño integracionista del Libertador: comenzó a plantear y a llevar a cabo asambleas en el Ecuador, para separar este departamento de la Gran Colombia y convertirlo en República Independiente. Pero fue más allá. Rencoroso con el departamento de Nariño, donde tantas veces fue humillado y vencido, buscaba anexar su territorio a la nueva nación que el quería cercenar de la Patria Bolivariana. 9.5.2 El Asesinato de Sucre. En medio del desasosiego, de la desesperanza, de la desunión, el único que podría contribuir en lograr una solución lógica y racional de unidad era el Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Por eso el Congreso Admirable lo envió a Venezuela, ante Páez, para ver si era posible contener la separación del territorio. Cuando regresó a Bogotá, decidió viajar al sur, a Quito, para visitar a su familia y aunque pensaba viajar por Panamá, por insinuación de Domingo Caicedo, lo hizo 219
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. por Pasto, tratando de influir en Nariño y Ecuador para que permanecieran fieles a Bogotá. Y aquí la desgracia cae a la tierra de nuestro departamento. En mayo de 1830, a tiempo que en Caracas se reunía un congreso para separar a Venezuela, Juan José Flores fomentaba en Pasto un movimiento anexionista al Ecuador, recibiendo el apoyo de algunos clérigos y algunos ciudadanos pastusos. El 13 de mayo se llevó a cabo la separación del Ecuador, imitando la separación de Venezuela instigada por Páez, contra lo cual nada pudo hacer la misión del mariscal Sucre. En forma curiosa se puede señalar que la Gran Colombia, un sueño del Libertador Simón Bolívar, venezolano pero más que eso una gran americano, se hacía añicos por obra y gracia de otros dos venezolanos, Páez y Flores. En esta etapa separatista se daría el trágico acontecimiento del magnicidio, uno de los primeros en la historia nacional, que nunca ha cesado de sangrar, pero que tenía como escenario a tierras del sur. En efecto, en el viaje hacia Quito, el mariscal Antonio José de Sucre, héroe de mil batallas, cuando hacía los últimos intentos por impedir la separación del Ecuador, en horas de la mañana del 4 de junio de ese año treinta, en la montaña de Berruecos, en el norte del departamento de Nariño, caía asesinado, en una emboscada, y su muerte quedaba en el más profundo misterio.91 Cabe anotar que Sucre viaja solo sin ninguna escolta. Penetra así en las montañas de Berruecos después de haber pernoctado en La Unión. En este trayecto se encuentra dos veces con el nombrado José Eraso. Temeroso, el Mariscal toma algunas precauciones, pero no las suficientes. En tierras de Nariño, en esa montaña de Berruecos caerá asesinado, el 4 de junio de 1830, uno de los más trágicos de la historia republicana y del departamento de Nariño.92 Sobre este trágico acontecimiento es necesario hacer énfasis en sus aspectos neurálgicos, como lo narran y consideran la mayoría de los hisoriadores. El viaje hacia Quito, ya en territorio de Nariño, lo emprende Sucre acompañado tan solo del señor García Tréllez, dos asistentes, un criado del señor García y dos arrieros. Al grupo se uniría también más tarde un comerciante de apellido Patiño.Se nota en ello la falta de previsión para atravesar un territorio aún en guerra, en el cual, como bien los sabía el Mariscal, podía encontrar odios por sus acciones pasadas, cuando estuvo al mando de las tropas patriotas. Por otro lado no se
91 POSADA G. Joaquín. Memorias Histórico-políticas .Bolsilibros Bodut, Medellín, 1977.pp.5-6 92 Idem.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. concibe que un militar de tan alto rango, el mayor de la época, el Gran Mariscal, no vaya acompañado de una escolta de tropa como es debido. En todos los sitios al que llegan siempre se le comunican a Sucre temores sobre todo cuando ya emprenden el viaje hacia Pasto. Sin embargo, sin tomar ninguna previsión, decide viajar hacia esa ciudad. En esas condiciones llegan primero al salto del Mayo y luego hasta la Venta, hoy La Unión. Es de anotar que en el camino encuentran varias veces a José Eraso y al coronel Sarria, actores de la tragedia que estaba por escenificarse. La última noche del Mariscal transcurrió ese 3 de junio, en la. Fueron horas pesadas en las que seguramente el héroe no durmió muy bien debido a las diversas advertencias que había recibido en el camino sobre posibles atentados y los peligros que lo rodeaban en la región. Así mismo el grupo de viajeros recordaban los últimos acontecimientos y el encuentro con los, personajes aludidos. La aurora del cuatro de junio, apareciendo clara, resplandeciente, disipó los temores de los viajeros. Por fin amaneció y los temores que en la noche habían crecido en el alma de los viajeros se disiparon también con la luz del día.Luego de tomar un ligero desayuno Sucre ordenó a sus asistentes prepararse para el viaje y el mismo hizo lo propio. Entre tanto el comerciante Patiño ya levantado y de manera más afable, deseándoles éxito, se despidió del Mariscal y de su comitiva. En La Unión, en esas primeras horas de la mañana del día 4 de Junio solo quedaban siete extraños: Sucre y su comitiva. Los acompañaba únicamente el día que se mostraba hermoso, con un sol radiante, calentando con todo su poder al paisaje que se brindaba acogedor y esplendente. Todo parecía augurar mejores resultados en las horas posteriores y esa alegría matutina cambió totalmente el carácter pensativo de los viajeros por otro de mayor optimismo. Los que siguió lo narra Joaquin Posada Gutierrez.93 Sucre, creyendo que todo peligro había pasado, se puso en marcha con sus compañeros cerca de las ocho de la mañana, en este orden: delante los arrieros con Francisco Colmenares, uno de sus asistentes; seguían a éstos el señor García Tréllez y su criado, y tras ellos inmediatamente el general y su otro asistente Lorenzo Caicedo. Sucre ordenó la marcha hacia el Sur siendo las ocho de la mañana. Lentamente se fueron poniendo en marcha y con el último adiós se fueron despidiendo con la vista de las pocas viviendas que en esa época conformaban la futura población de La Unión. El orden de la caravana según disposiciones de Sucre era así: marchaban
93 POSADA G. Joaquín. Memorias Histórico-políticas .Bolsilibros Bodut, Medellín, 1977.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. delante de los dos arrieros. Encargados de las mulas que llevaban el equipaje del ilustre viajero. La posteridad no ha conservado el nombre de estos humildes servidores, testigos también del drama que estaba por vivirse. Detrás de ellos marchaba el señor Francisco Colmenares, sargento del 4º escuadrón de Húsares. Unos metros detrás seguía el doctor José Andrés García Tréllez, a quien acompañaba un criado cuyo nombre tampoco conoce claramente la historia. Cerrando la marcha iban el Mariscal Antonio José de Sucre y su segundo asistente. El también sargento Lorenzo Caicedo. Al respecto es bueno anotar cómo Sucre en la práctica viajaba solo. Siendo la segunda personalidad militar de la Republica, un expresidente de Bolivia y del Congreso Admirable, el héroe de decenas de batallas, el máximo militar de Hispanoamérica era dejado a su destino en medio de la soledad de los caminos. Aun contra la humildad de Sucre que nunca quiso ser tratado de acuerdo a su alta investidura, y aunque no quisiera que se le protegiera, lo cierto es que el gobierno debía imponer su criterio y haberle escoltado como se merecía. En esto tienen la culpa el gobierno del general Caicedo, el comportamiento de Obando y el de José Hilario López, cuyas provincias pasó el ilustre viajero, y el mismo general Flóres quién también debía haberle proporcionado una escolta. Sin embargo no sucedió así, y en las primeras horas de ese día, Sucre se adentraba en lo más recóndito de la llamada por ese entonces montaña de Berruecos, sólo y confundido. Pasado muy poco tiempo se perdió de la vista del poblado de La Unión. Inmediatamente los viajeros se adentraron en la montaña, en lo que hoy es ya una parte integrante de la población. Nada del ambiente permitía creer que atrás había civilización. Todo era follaje y bosque intrincado. Una trocha de las peores hasta el momento atravesada por los viajeros constituía el único sendero que servía para seguir hacia el sur, exceptuando otros caminos que de seguro eran conocidos solo por algunos pocos merodeadores de la región. A los pocos minutos llegaron a un terrero todavía más difícil. “Se habían adelantado los arrieros con Colmenares y Sucre seguía a pocos pasos a García”, único testigo del delito que lo refiere así: “Habiendo andado un poco más de media legua de la montaña de Berruecos, en una angostura cubierta de monte, les hicieron fuego, a cuyo tiempo oyó el exponente de un grito del general, AY! BALAZO!”, en cuyo instante el declarante picó la mula para salvarse del peligro que lo amenazaba y a la distancia de poco más de una cuadra reparó que el macho en que venía montado el general venía sin el jinete y con dos balazos en la tabla del pescuezo. “Iba poseído el pobre diputado de tal terror que no vio siquiera a sus compañeros que iban adelante”, y todavía en Pasto, al día siguiente no sabía de 222
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. seguro la muerte del general ni de sus compañeros, de quienes ni supo “si se salvaron o no”. Los últimos instantes del Mariscal Sucre es necesario retenerlos en la menta y los reiteramos como lo hace muy bien el general Posada, volviendo a ese malhadado camino. “A poco de más de media legua –dice el general- del punto donde había partido, en una angostura barrealosa y difícil, salde del enmarañado laberinto de corpulentos árboles y espinosas malezas un tiro de fusil”. “Ay! Balazo!..” exclama el general Sucre, y no habían acabado sus labios de pronunciar ésta última palabra, cuando parten tres tiros más de un lado y otro del lóbrego sendero, y el inmaculado Gran Mariscal de Ayacucho, a los treinta y siete años de edad cae atravesado el corazón. Sobre el hondo lodazal de aquel oscuro, tenebroso y solitario bosque, escogido por mano oculta con fría y premeditada traición, sin odio, sin idea de venganza, y sólo por miras políticas porque estas pasiones en nuestra América hacen de nosotros, antes tan mansos y benévolos, un pueblo de caribes”.94 9.5.3 Visión de la tragedia. Como se ha visto, los disparos cogieron desprevenidos a todos. Como se marchaba en fila india y el trayecto era tan difícil, ninguno de los viajeros podía mirar a sus compañeros. Cada uno iba solo, separado por pocos metros, pero ocultos por los recodos del camino. Por eso mismo el estruendo de los disparos asustaron a todos los compañeros de Sucre, y todos huyeron despavoridos, imitando la conducta de García. Solo el Sargento Caicedo aligeró el paso tratando de averiguar lo que había pasado, pero fue detenido por los que habían disparado, quienes, al verlo acercarse, le gritaron: “Párate Caicedo. No es contigo, párate”. El sargento, cosa muy natural, tuvo miedo y no siguió adelante. Volteó su cabalgadura y se dirigió en busca de refugio. Al fin decidió volver a La Unión, puesto que consideraba más seguro el sitio, y allí se escondió. Solo al día siguiente se animó a volver con otros al sitio del crimen. Muy mal parado ante la hombría y el carácter militar queda ese sargento. Pero queda aun peor Colmenares quien al escuchar los disparos no vuelve atrás sino que se detiene y al ver llegar a García, le pregunta que pasa y solo se atreve a mandar a los dos arrieros hacia atrás quienes traen el sombrero con tres balazos, prueba de la muerte del mariscal. La muerte del Mariscal ocurrió cerca de las nueve de la mañana de ese día 4. Las primeras noticias en La Unión se conocieron de parte de uno de los criados de Sucre, según declaraciones de Patiño, y entonces se pretendió ir hacia el sitio en cuestión. Sin embargo solo llegaron a la entrada puesto que habiendo llegado allí,
94 POSADA G. Joaquín. Ob. Cit.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. el negro, que era el criado, apenas llegó a la Jacoba, botó el fusil y echo a correr y por ello volvieron sobre sus pasos. En La Venta se encontraba el capitán José Maria Beltrán conduciendo municiones, pero en lugar de ir con la escolta a ver que había pasado se limito con enviar un mensaje a JOSE ERAZO con el fin de que viniese con gente a proteger las municiones y avisándole lo sucedido. Con este mensaje llegaron los soldados al Salto del Mayo y allí Sarria fue enterado del hecho, por lo cual salió volando con el papel hacia Popayán. Entretanto el pasajero Elías Medina que venía de Pasto aseguró a Caicedo, Patiño, Martínez y otros, que no había nadie en la montaña y que solo se encontraba el cadáver del Mariscal, y que en el camino solo estaban los compañeros del muerto, y se decidieron AL DÍA SIGUIENTE a ir al sitio del crimen. Al hecho incalificable del asesinato hay que sumarle entonces la cobardía de los compañeros de viaje del Mariscal que solo pensaron en huir, y la cobardía y falta de sentimientos humanitarios de los demás que no se atrevieron a socorrer al herido o al menos a recoger su cadáver. Lo más doloroso, después de la muerte afrentosa del héroe, es que su cadáver permaneciera abandonado en la montaña, por casi 24 horas. Es increíble que el augusto héroe de Ayacucho, el segundo militar de la patria, permaneciera abandonado durante la noche en la espesura de la montaña sin que hubiera un solo hombre que se atreviera o quisiera reconocer la necesidad de socorrer al mártir. Definitivamente en el territorio sureño el Mariscal de Ayacucho se encontraba solo, sin amigos, pero si rodeado de enemigos. Miguel Eraso, residente en Olaya, supo del hecho e inmediatamente comunicó lo sucedido a Obando. Esta noticia, según el la supo “por unos arrieros que iban adelante del general, y habían salido corriendo hacia el Juananbú”. Al día siguiente Caicedo y compañeros volvieron al lugar del crimen y encontraron al general, notando que no le habían robado nada. Lo recogieron y lo transportaron hacia un pequeño sitio llamado La Capilla, y después de despojarlo de sus vestidos, lo sepultaron, dejándole por mortaja unas medias cortas, una camiseta de lana y la camisa de lino, colocando sobre su fosa humilde, una cruz de madera. Ese mismo día a las ocho de la mañana, según un parte puesto por un N. Erazo, el crimen se supo en Pasto, y luego fue constatado por el diputado García. Así mismo y en la misma forma lo supo el general José Maria Obando, quien inmediatamente ordeno a una compañía del batallón Vargas, compuesta por 200 hombres para que se dirigiera al sitio del crimen y rodeara la montaña para 224
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. encontrar a los asesinos. Sin embargo todo fue inútil y nada se encontró. El hecho estaba consumado y los asesinos se habían escondido muy bien. Al asesinato le siguió uno de los más tormentosos y largos procesos en la búsqueda de un culpable. El hecho es aprovechado por Urdaneta quien mas tarde se apodera del gobierno y ante la subversión del orden publico, los generales José Hilario López y José Maria Obando declararon la guerra en el sur en contra del dictador. La respuesta del general Urdaneta, protegiendo sus intereses y su gobierno, es la de restar autoridad moral a los dos generales con el fin de quitarles el apoyo popular que tenia su movimiento. Para ello utiliza la imagen del héroe asesinado y en medio del primer gran proceso, y el peor ejecutado, sindica a los dos militares como autores intelectuales del asesinato de Sucre, muy bien ayudado por el general Flóres comprometido por otros medios en las sospechas. Sin embargo la historia habrá de absolver a los dos generales Colombianos, y dejará sentada una duda al respecto, que se dirige sobre todo al venezolano Flóres como el más interesado en el Crimen. Asesinado en un camino de La Unión había caído el héroe, solo, indefenso ante sus enemigos, como la victima propiciatoria de los odios y ambiciones económico – políticas. Sucre “La persona moral más alta que produjo la guerra magna”, el ingeniero y militar más brillante de esta gesta portentosa, al decir Milton Puentes, “tan sensato como Washington, y tan virtuoso como Marco Aurelio”, el creador efectivo de la Gran Colombia, y el único capaz de salvarla del naufragio en ese fatal año de 1.830, el vencedor de las batallas, caía vencido por los disparos traicioneros y cobardes de la lucha política de los dirigentes sin conciencia. Nunca se supo quien mandó a matar al Gran Mariscal. Tal vez Flores a quien no le convenía la posible actuación de Sucre en pos de la Unidad, tratando de impedir la creación del Ecuador y de su lógica presidencia, como en efecto sucedió; quizás fueron Lamar y Gamarra desde el Perú en venganza de la derrota que les infringiera en el Portete de Tarqui, además de que la personal del mártir les impedía apoderarse del Ecuador, como era su sueño; puede ser que fuera el general Isidoro Barriga, quien mantenía relaciones con la esposa de Sucre, la Marquesa de Solanda, allá en Quito. Nada se logró saber. Sin embargo, a quien se acusó directamente fue al general José María Obando y lo mismo al general José Hilario López, en un juicio a todas luces político, que nunca pudo comprobar evidentemente, en derecho, tal culpabilidad. Con la opinión de muchos historiadores colombianos y ecuatorianos, y sobre todo con la de don Roberto Andrade, se puede expresar que la hipótesis más aceptable es que Flores y Barriga obraron de común acuerdo para cometer el asesinato. A ambos les convenía directa y extraordinariamente, Barriga y Flores, luego del crimen, demostraron una amistad e intimidad desacostumbradas; y es 225
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. más: un tiempo más tarde, un hijo de Barriga contrajo matrimonio con una hija de Flores. Pero volvamos a los hechos trágicos. El magnicidio de Sucre, del mejor militar de América, parece que desencadenó los acontecimientos luctuosos y dolorosos. El 13 de junio de 1830 don Joaquín Mosquera toma posesión de la presidencia e inicia una gestión que quería ser imparcial, pero que no pudo serlo por la influencia de los militares. En tal cometido se rebeló el Batallón Callao compuesto por venezolanos y comandado por el general Florentino Jiménez, también venezolano, y en el Puente Grande, cerca de Bogotá, vencieron a las tropas del gobierno e instauraron en el poder, como dictador, al conocido general venezolano Rafael Urdaneta. La dictadura de Urdaneta desencadena la guerra civil. José Hilario López y José María Obando organizan el ejército de la libertad, con apoyo del Gran Cauca, y como es lógico con la campaña de los guerreros del departamento de Nariño. Pero el asunto sigue más allá. En Buga se reúne una asamblea el 11 de noviembre que buscaba anexar al Ecuador el Cauca, ante la ausencia de la República ahora al mando de Urdaneta, lo cual parecía favorable a la rebelión de Obando y López. Varios historiadores afirman incluso que tal asamblea fue ayudada al menos por los dos jefes republicanos, aunque lo que si está más claro fue la influencia de don José Rafael Arboleda, a quien algunos entusiastas asambleístas, candidatizaban para futuro presidente del Ecuador. En todo caso la propuesta fue aprobada. Empezaba entonces una lucha por anexar territorios, en medio de una guerra civil originada en la dictadura de Urdaneta. Flores, el más hábil de todos los participantes en este nuevo drama para el sur, aprovechó las circunstancias y rápidamente envió tropas al norte de Quito, hacia Pasto y Popayán. López y Obando decidieron también marchar sobre Bogotá. En nombre del país que separaba Flores, se anexaba en esa forma el territorio del Cauca; inclusive en Popayán, el jefe político Francisco José Quijano, promovió una reunión para que el círculo de Popayán se anexara al Ecuador. Nariño entonces se encontraba en medio de un mar de ambiciones. Por el sur Flores separando al Ecuador e invadiendo el territorio; por el norte Obando y López, en rebeldía, aprovechando y apoyando aunque pasivamente esta situación, para atacar a Urdaneta; desde Bogotá las tropas del gobierno enfrentadas a esta grave situación, sin contar con el apoyo de los denominados "Liberales". En esos años treinta, entonces, en Nariño, especialmente en Pasto, las tropas ecuatorianas se 226
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. habían adueñado del siempre ansiado territorio, cuando no había ya jefes guerrilleros, ni había gobierno que opusiera resistencia. Pero en Bogotá, afortunadamente, Urdaneta había renunciado asustado por las victorias rebeldes y asumiendo la presidencia el Doctor Caicedo, logró dialogar y hacer las paces con López. Empezaba la historia de la Nueva Granada, y a partir del 15 de mayo de 1831, José Hilario López será el Comandante de las Fuerzas del Gobierno Granadino. Las tropas ecuatorianas, cuando se sucedió un motín en Popayán, tuvieron que retirarse y salieron hacia Pasto. López entonces exigió a López desocupar todo el Cauca, a lo cual contestó el venezolano que lo haría pero exceptuando las provincias de Pasto y Popayán. Pero, antes de finalizar ese terrible año de 1830, a las divisiones, guerras civiles, anexiones, separaciones, a los crímenes, batallas y disolución de la Gran Patria Bolivariana, habría que acontecer el más terrible de los hechos, después de la muerte de Sucre. Herido, enfermo del alma y del cuerpo, abandonado, despreciado y hasta con la prohibición de pisar su propio suelo natal, nacido de sus coterráneos, solo, inmensamente solo, el Libertador había emprendido su último viaje hacia Santa Marta. Pensando como lo hacía en una carta a Estanislao Vergara que "Los tiranos de mi país me lo han quitado y yo estoy prescrito; así no tengo la patria a quien hacerle sacrificio"; expresando que sus amigos y enemigos lo habían "conducido a las puertas del sepulcro"; comprobando que todo lo había conducido a pronunciar que "Mis aduladores me han perdido". Bolívar llegaba al final de sus batallas, para perder la última, la definitiva. A la una de la tarde del 17 de diciembre de 1830, el Libertador, el Padre de la Patria, entraba en el vasto sosiego de la muerte, estremeciendo a toda América de escalofrío, de dolor. Había empezado así su vida eterna en la gloria 9.6 Itinerario Del Libertador En Nariño En medio de la narración de la época republicana de lo que es actualmente el departamento de Nariño, es necesario resaltar la presencia del Libertador Simón BolÝvar en estas tierras, para destacar los sitios y fechas que deben recordarse. El Libertador llega a Nariño solamente en el año de 1822.Es un 21 de Marzo cuando hace su entrada a La Venta, hoy la Unión, procedente de Mercaderes. En ella permanece hasta el 24 cuando sale para Taminango, donde llega al día siguiente.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El 27 de Marzo sale de Taminango y regresa al norte, llegando a Jamundí. En su recorrido llega a la Ladera el 27 y luego cruza a la margen izquierda del río Guambuyaco el 31.El 1 de abril se dirige hacia al Peñol, iniciando un recorrido que lo lleva a la cuchilla de Molinoyaco, Cerrogordo y el Tambo Pintado, entre ese día y el 3 de Abril. Al día siguiente decide enrumbarse hacia Pasto y llega entonces a Chaguarbamba; cambiando de rumbo hacia la Florida, llegó a Chacahuaico, donde acampó. El 5 de Abril dirigió sus pasos hacia Sandoná, llegando al Hatillo, para marchar hacia Veracruz. Bolívar estaba dando un rodeo para no penetrar a Pasto. Por eso el 6 de Abril se dirige hacia Consacá, donde pernocta. Al día siguiente dirige su tropa hacia Bomboná y Cariaco, donde se da la batalla famosa. Luego de la batalla de Bomboná, el 8 sale hacia Cariaco y luego retorna a Bomboná. Al día siguiente vuelve a Cariaco donde permanece hasta el 15.Sale nuevamente rodeando Pasto, mientras se entablan conversaciones con los españoles en Pasto y recorre los caminos pasando por Hatoviejo, Consacá, Jenoy, y Cerrogordo para llegar nuevamente al Peñol el 20 de abril. El 10 de Mayo mueve nuevamente sus tropas y se dirige hacia el norte, pasando el río Guambuyaco, tomando el paso de Zapatero y ubicándose en Taminango el17.Al día siguiente sale para La Unión y pasa de allí hacia la Línea del Mayo, pasando por San Pablo. Luego decide volver a Pasto, pasando por la Unión y luego a Berruecos siendo ya el 3 de Junio. El 6 de ese mes sale hacia el paso del Juanambú y llega Buesaco .El 7 sale hacia Pasto, la cual lo recibe como vencedor. El libertador permanece en la ciudad de Pasto hasta el 10 de Junio y luego marcha al sur pasando por Yacuanquer y Túquerres. El 12 de Junio entra a la ciudad de Ipiales que lo recibe alborozado con fiestas y homenajes que no había recibido en el sur. Luego decide pasar a Tulcán y se dirige hacia Quito. Bolívar vuelve a Nariño en 1823.Su itinerario en ese año es muy corto. El 1 de enero está por Yacuanquer. Se dirige luego a Pasto en la cual permanece hasta el 15 de ese mes. Sale entonces hacia el Sur y pasa por Túquerres e Ipiales el 16, no volviendo más en ese año. Pasan luego tres años sin que el Libertador arribe a Nariño. En Octubre de 1826 el itinerario de Bolívar es el siguiente: Octubre 11, entrando del Ecuador pasa por Cumbal. El 12 sale de Cumbal hacia Sapuyes y luego a Túquerres. 228
Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. El 13 de octubre sale hacia Pasto pasando por Yacuanquer y Catambuco. Permanece en Pasto hasta el 15 dirigiéndose luego a la Hacienda de Ortega y el 16 sale hacia Berruecos y La Unión, en la cual permanece hasta el 18.Ese día sale hacia Mercaderes. Finalmente, Bolívar regresa a Nariño en el año de 1829, en las postrimerías de su gloria. Lo hace en dos meses diferentes, primero en Marzo y luego en Noviembre. Veamos su paso:
Marzo 4: Pasa del puente de Mayo a Berruecos. Marzo 5: Sale de Berruecos y llega a Pasto. Marzo 11: Sale de Pasto hacia Túquerres, pasando por Yacuanquer. Marzo 12: Sale de Túquerres a Cumbal, visitando Sapuyes y Guachucal. Marzo 13: Toma la frontera, cruza el Guáitara y sigue hacia el Ecuador. En Noviembre, por última vez, llega el Libertador a nuestras tierras según este itinerario: Noviembre 7 de 1829, pasa de Tulcán hacia Ipiales y luego a San Juan y al Contadero. Noviembre 8: del Contadero se dirige a Iles. Pasa entonces por Imués y Yacuanquer donde pernocta. Noviembre 9: llega a Pasto y permanece en ella hasta el 14. Noviembre 14: muy temprano sale hacia Buesaco donde descansa. Noviembre 15: sale de Buesaco y se dirige hacia la Unión, donde pernocta por última vez en Nariño. Noviembre 16: Sale de La Unión hacia el Salto del Mayo y luego al Cauca, no volviendo nunca más a estas tierras australes.
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Historia Esencial Del Departamento De Nariño I | Guillermo A. Narváez R. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO CONSULTADA Y RECOMENDADA BASTIDAS U. Edgar. Las Guerras de Pasto BOLETÍN DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, Pasto, 1929, vol. III. GARCIA, Antonio. La estructura del atraso en América Latina. Editorial Pleamar, Buenos Aires GUERRERO, Gerardo L. Pasto en la Guerra de la Independencia, 1809-1824 MONTAÑA C. Diego. Colombia País formal y País real. Editorial Latina, Bogotá, 1977 OBANDO, José María. Apuntamientos para la Historia. Bolsilibros Bedout, Medellín, 1972 ORTIZ, Sergio E. Agustín Agualongo y su tiempo. POSADA G. Joaquín. Memorias Histórico-políticas .Bolsilibros Bodut, Medellín, 1977 RODRIGUEZ A., Hugo. Elementos críticos para una interpretación de la historia de Colombia. Bogotá TIRADO MEJIA, Álvaro. Introducción a la Historia Económica de Colombia.
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