TABLA DE CONTENIDO Pág. I 1. 2. 3. 4. 5. II
ANTROPOLOGIA SOCIAL FICHA TÉCNICA PRESENTACIÓN INTENCIONALIDADES FORMATIVAS OBJETIVOS COMPETENCIAS CUADERNO DE REFERENCIA
CAPITULO 1 1. OBJETO DE LA ANTROPOLOGIA 1.1 Diferentes visiones antropológicas Guía de trabajo en grupo No. 1 Guía de trabajo en grupo No. 2 1.2 ALGUNAS DEFINICIONES DE LA ANTROPOLOGIA CAPITULO 2 2. HISTORIA DE LA ANTROPOLOGIA 2.1 Cortes históricos de la antropología como ciencia 2.2 Origen de la Antropología
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CAPITULO 3 DIVISIONES O AREAS DE LA ANTROPOLOGÍA Antropología Biológica - Física Antropología Social Antropología Cultural, Espejo para la Humanidad (I Capítulo)
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CAPITULO 4 4. LA CULTURA 4.1 Antropología Cultural, Espejo para la Humanidad (II Capítulo) Guía de trabajo en grupo No. 3 Guía de trabajo en grupo No. 4
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3. 3.1 3.2 3.3
CAPITULO 5 5. PROSPECTIVA ANTROPOLOGICA: RETOS DE LA ANTROPOLOGIA MULTICULTURALIDAD 5.1 GLOBALIZACION 5.2 Guía de trabajo individual No. 5 BIBLIOGRAFIA 2
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I. ANTROPOLOGIA SOCIAL 1. FICHA TÉCNICA Nombre De La Institución Nombre Del Módulo Nombre Del Autor Del Módulo Programa Académico Número De Créditos Horas Módulo Ciudad Fecha Elaboración
IDENTIFICACIÓN Universidad Mariana Antropología Social Gladys Andrea Montenegro Vallejos Tecnología En Desarrollo Y Bienestar Social 2 16 La Hormiga Putumayo Agosto 2011
2. PRESENTACIÓN La Antropología es la ciencia social que estudia al hombre como ser biológico y sociocultural, por ello brinda una visión holística de su comportamiento, de su organización y desarrollo; plantea que los hombres a pesar de ser seres únicos, con diferentes opiniones, hábitos, preferencias y caprichos, aún así comparten muchos sentimientos, valores, actitudes, ideas y costumbres que dependen de la sociedad; esto condiciona el mundo sociocultural, político e incluso económico que le rodea. El mundo humano es un mundo de los símbolos, de la cultura, en que el hombre aprovecha los elementos del entorno y le da sentido. Esta ciencia también nos enseña que la cultura es algo característico en todos los seres humanos, que no existe pueblo o grupo en la historia que carezca de ella; de ahí que no haya culturas mejores o peores que la nuestra, sino que por el contrario en la diferencia se encuentra su riqueza, nos enseña a conocer y comprender ideas, actitudes y enfoques distintos a los nuestros, con ello se reconoce la diferencia como un valor fundamental, que posibilita, la tolerancia, el respeto, la pluralidad y la convivencia pacífica. Desde esta mirada, este documento de trabajo contiene elementos conceptuales, lecturas complementarias y actividades referentes a la ciencia antropológica, especialmente frene a la antropología social
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3. INTENCIONALIDADES FORMATIVAS PROPÓSITOS • • • •
Conocer el significado y el origen de los aspectos antropológicos Identificar el concepto e importancia de la antropología social Relacionar las tendencias antropológicas en la definición del hombre y su desarrollo cultural. Reflexionar acerca de las actuales posturas del sistema mundial globalizado en relación con la cultura. 4. OBJETIVOS
Conocer el significado y el origen de los aspectos antropológicos mediante la interpretación de pensamientos y realidades, para contar con elementos en la comprensión del entorno sociocultural. Generar una actitud reflexiva, analítica y crítica frente a la complejidad socio – cultural. Aplicar los conocimientos adquiridos acerca del problema del hombre en la elaboración y construcción de reflexiones críticas sobre la cotidianidad existencial del mismo. 5. COMPETENCIAS El estudiante identifica el concepto, origen e importancia de la antropología, así como las tendencias antropológicas en la definición de hombre y su desarrollo, de manera que le permitan comprender el comportamiento cultural de los sujetos y fomentar una actitud reflexiva, analítica y crítica frente a las manifestaciones culturales de las poblaciones. El estudiante aplica conocimientos adquiridos acerca del problema del hombre en la elaboración y construcción de reflexiones críticas sobre la cotidianidad existencial del mismo, posibilitando la valoración y respeto por la diversidad, mullticulturalidad y compromiso con su medio socio – cultural. El estudiante reflexiona y argumenta acerca de las actuales posturas del sistema mundial globalizado, para la formación del pensamiento crítico desde la mirada de la antropología.
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II. CUADERNO DE REFERENCIA CAPITULO 1 1. OBJETO DE LA ANTROPOLOGIA Las siguientes imágenes son una pequeña muestra de lo que es el hombre, sus manifestaciones, características, problemáticas, las cuales son estudiadas por la antropología.
La antropología (del griego άνθρωπος anthropos, «ser humano» y λογος, logos, «conocimiento») es la ciencia que estudia al hombre, sus actitudes, su cultura, sus costumbres, su origen, historia, evolución. Saber quién es el hombre, averiguar sobre su pasado, su vida, su forma de organizarse en el tiempo y en el espacio, identificar las similitudes y diferencias que existen entre los grupos humanos, conocer en sí la esencia de la humanidad son los grandes interrogantes que se hace la antropología. Pero preguntarse quién es el hombre ha sido una incógnita que las sociedades siempre se han hecho, desde la filosofía existen diferentes respuestas, así Max 5
Sheler describe la existencia de tres visiones, la primera se refiere a la tradición griega, que plantea que el hombre es un animal racional, el cual puede elegir su destino. La segunda es la tradición judeocristiana, que mira al hombre como una creación de Dios, “a su imagen y semejanza”; y la tercera es la visión científica, que explica al hombre desde la evolución orgánica. Ante estas visiones se propone mirar al hombre desde su esencia, de aquello que lo hace humano. Plessner Helmut expone que el hombre es un ser en una posición excéntrica ya que habita entre el mundo de los organismos y el mundo construido por él, el mundo de la cultura. Por otra parte, Ghelen Arnold plantea que el hombre es un animal defectuoso cuya tutela individual es asumida por los aparatos institucionales, por la sociedad. Frente a las preguntas de quién es el hombre y hacia dónde va, Michael Foucault propone mirar al hombre desde una visión histórica del pensamiento, pero tenemos una visión de hombre occidental la cual se ha hecho universal. Ante estas diferentes perspectivas, la antropología concibe al hombre como ser biológico y cultural. Desde lo biológico estudia la composición atómica y fisiológica y desde lo cultura el mundo simbólico que rodea al hombre, trata de entender las diferencias humanas, comprender a las gentes cuyas formas de vida son diferentes, la idea de que cada cultura debe ser enfocada en sus propios términos, a entendernos a nosotros mismos. En palabras de Luis Gillermo Páramo, la misión de la antropología “es comprender la cultura y comprender la cultura es comprender a los otros, para ello se debe respetar y estar libre de prejuicios.” Todas las culturas a lo largo de la historia se han preguntado por quién es el hombre, cuál es el modelo de hombre que necesita la sociedad. Juan Paulo Ramírez Sánchez1 plantea como el concepto del hombre cambia de acuerdo a la cultura, así por ejemplo, para la cultura china el hombre es el centro del gobierno, de la religión y del ente, el hombre es considerado amor. Para la cultura hindú el hombre es considerado un caminante. Para los griegos hay varios planteamientos sobre el hombre, en un principio el hombre es considerado como una parte del cosmos; Platón dice que el alma es la esencia y el cuerpo la cárcel; Aristóteles expresa que el hombre es una unidad sensorial cuerpo y alma; para el pensamiento cristiano patrístico y medieval el hombre es un ser creado a imagen divina, persona libre, con voluntad, libertad y amor; Santo Tomás señala que el alma espiritual es principio interno que conforma el cuerpo; para el renacimiento humanista el hombre es el centro del universo; para el pensamiento moderno da primacía al sujeto pensante, centro del orden objetivo. En el pensamiento contemporáneo se conjugan varias tendencias:
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RAMÍREZ SÁNCHEZ, Juan Paulo. Antropología filosófica. Colombia, 2006.
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• El Materialismo: El hombre es sólo materia pero mejor organizada sujeto a las leyes de los seres naturales. • Evolucionismo: El hombre se explica al igual que todos los demás seres desde la variedad de especies por adaptación al ambiente o selección natural. • Existencialismo: Capta la profundidad del hombre como ser contradictorio, enigma o paradoja. • Personalismo: Considera el hombre como un ser en el mundo, la persona es singular, irrepetible, libre, responsable, el hombre es un ser histórico. • Fenomenología y Ontología: Max Sheller: la singularidad del ser espiritual, el hombre se abre al mundo en cuanto a su ser espiritual. La cuestión de definir quién es el hombre no sólo es cuestión cultural, sino que su respuesta implica abordar su complejidad, las dimensiones que lo rodean. Frente a ello es necesario partir por el hecho que el hombre es un ser biológico, corpóreo, que responde a necesidades; pero también es espiritual, social, racional, ya que está dotado de unas capacidades intelectivas, piensa, estudia, profundiza, analiza, etc., pero también tiene una dimensión psicológica, en que genera afectividad, instintos, emotividad. A su vez, el hombre es un ser, político, geográfico y cultural. Sin negar que el hombre es un ser que comparte muchas características con otros, también es un ser único, no hay otro igual, “no somos uno de tantos fabricados en serie; esto nos viene de nuestra interioridad, por cuanto que no nos pueden multiplicar (Unicidad). Yo soy lo que soy y nadie más. Mi yo es una unidad única e irrepetible. La unidad del hombre radica en último término en espíritu encarnado”2. 1.1 Diferentes visiones antropológicas (Antropología filosófica. Juan Paulo Ramírez Sánchez) El hombre ha sido objeto de investigaciones a través de la historia por muchos ángulos y perfiles, se da un tratamiento y conciencias en la consideración del hombre, muy amplia y generalmente distinguimos 3 visiones en la historia de la filosofía: -
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Visión racionalista
Ibíd.
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Su primer perfil, está fundada un análisis racionalista partiendo de las definiciones de Aristóteles "el hombre es un animal racional". Sus características principales son: El hombre es una realidad que se puede definir. Esta definición dice estar relacionada a la esencia, la cual está expresada por el género y la diferencia específica. Es una antropología de tipo esencialista, su punto de partida es la esencia misma del hombre, se le considera algo dado y determinado, en sentido aristotélico, la esencia es lo que ser una cosa tal y no otra, así se define el hombre, pierde su racionalidad, pasaría a ser materia inerte. Esta antropología esencialista se interesa más por el ser mismo del hombre que por su existir. Es una antropología que tiene un sentido absoluto de la realidad, funciona en base al sentido de la verdad absoluta, o sea, ésta no está condicionada por ninguna circunstancia, la cual significa que la verdad sobre el hombre no procede ni es realizada por el mismo hombre, sino que se encuentra dada en la misma realidad, no admite variables. Consecuencias: Visión estática: No permite tener un sentido dinámico de la realidad humana, no se puede decir del hombre que se hace, se realiza, sino que es alguien ya hecho y realizado. Visión determinista: El destino del hombre está fijado desde el principio, él no es el dueño de su propio destino, el género y la diferencia determinan el hombre. Visión no global de la realidad: No permite comprender al hombre como un microcosmos, sino que el hombre es un ser individual sin relación con los otros seres. Visión medieval (teocéntrica) Surge en la edad media fundamentalmente la concepción teocéntrica de la realidad, Dios aparece como el centro de todo, la óptica como se mira al hombre es Dios, la idea fundamental es la concepción de Dios como creador de la naturaleza y el hombre como criaturas. Características: Sentido dualista de la realidad: La edad media está invadida por la concepción dualista, el cosmos está dividido en tres grandes sectores: cielo, tierra e infierno, el 8
hombre se encuentra en la tierra, el hombre está en una continua lucha contra dos fuerzas, las fuerzas celestiales: fuerzas del bien. Y las fuerzas infernales: fuerzas del mal. El cielo es el lugar de la luz, de la apertura y lo bello. El infierno es el lugar de las tinieblas. Tanto el cielo como el infierno contienen las fuerzas supranaturales de la tierra. Al hombre le toca ganarse la simpatía de las fuerzas celestiales por medio de una ética, al cuidado del espíritu, de lo contrario estará dominado por las fuerzas infernales, esto es el sentido dualista: materia y espíritu, personificación el bien y el mal. El hombre está compuesto de cuerpo y alma. La vida normal para el hombre medieval consistió en combatir al mal para triunfar en el bien. Esta razón tiene su origen en el Maniqueísmo secta de origen oriental y tuvo influencia en el cristianismo. Sentido de la autoridad - sumisión: Para la edad media toda la autoridad viene de Dios, esto permite que las relaciones Iglesia - Estado fueran más fuertes, cuando se obedece a la autoridad es al Dios, las leyes estatales se interpretan como una voluntad divina. La autoridad es absoluta y única, quien la posee tiene toda la razón y hay que obedecer con gran sentido de sumisión la autoridad no se discute, y esto trae en el gobierno, gobiernos dictatoriales. El Papa representante de toda la Iglesia es quien tiene toda la autoridad, a partir de allí se organiza la autoridad social, el Papa tiene doble autoridad: Civil y Religiosa. Sentido de creación: La mentalidad teocéntrica de la edad media trata de hacernos comprender la creación de acuerdo al relato Bíblico, pero desde una hermenéutica muy literal. Sus características: • Sentido verticalista de la creación: Dios es la fuerza creadora quien desde lo alto rompe las tinieblas y realiza su obra, se establecen unas relaciones verticales de autoridad y poder entre el creador y la criatura: luz - tinieblas, Dios - Hombre. • El hombre aparece como la criatura suprema entre todo lo creado, ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios, porque ha sido dotado de razón, voluntad y libertad. En él encontramos la inteligencia que es la máxima expresión de su alma espiritual. La naturaleza del hombre es una naturaleza caída, el pecado y la inclinación natural al pecado llevan a un pensamiento antropológico de tipo negativo en la edad media. • La finalidad de la creación es volver a Dios, regresar a su punto de partida, para lo cual se requiere de una negación profunda de lo material que el origen
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del mal, el hombre está llamado a darle la orientación espiritual a toda la creación. Sentido de Salvación: Se desarrolla una teología de la salvación fundada sobre la gracia y la doctrina del pecado. El hombre por su propia naturaleza es un ser pecador, pero Dios por su bondad le da la gracia para alcanzar la salvación. Características: • • •
Es iniciativa de Dios, no es obra del hombre, un don, una gracia. Sentido individual de la creación, cada hombre se salva o se condena solo. Sentido escatológico de la salvación, la salvación está referida a una meta histórica para su salvación en la historia futura, esta visión escatológica está hecha bajo la concepción de un Dios juez, las realidades últimas: muerte, juicio, cielo, infierno y gloria. Predomina en la relación con Dios el temor, relaciones con tipo mercantilista: doy para que me des, la salvación aparece como un intercambio: fenómeno de las indulgencias.
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Visión antropocéntrica (contemporánea)
Corresponde a una etapa de la historia, en la cual el hombre es el centro de todas las investigaciones (Época del Humanismo). Los orígenes de esta visión están en el Renacimiento S. XV que surge en Europa después del siglo del oscurantismo S. XIV. El Renacimiento es florecimiento de la cultura en todos los campos especialmente el artístico y literario. Las dos características centrales del Renacimiento fueron: El Humanismo: el hombre centro de todas las investigaciones, el puesto que Dios ocupaba de centro en la Edad Media ahora lo ocupa el hombre. La segunda es la Nueva Ciencia, nuevo sentido de experimentación, cambio del geocentrismo al heliocentrismo (Revolución Coperniana). Las matemáticas ocupan un punto más relevante y la cúspide de las ciencias están en las ciencias experimentales. Hay dos momentos de pensamiento fuerte: El pensamiento en la Edad Moderna: arranca con Descartes y termina con Hegel para por tres períodos: 1. Racionalismo: Descartes, Leibniz, Spinosa. 2. Empirismo: La experiencia como principio de verdad 3. Idealismo Alemán: Kant, Hegel; la Edad Moderna presenta grandes aportes para el conocer. En la Edad Contemporánea hay movimientos filosóficos: A partir de Hegel se dan movimientos como:
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Positivismo Lógico: Augusto Comte. Materialismo Ideológico o Marxismo: Carlos Marx, Hengels. Existencialismo: Sartre, Kierkegaard, Marcel, Jaspers. Fenomenología: Husserl. Estructuralismo: Wittgenstein
Esta etapa nos presenta algunos intereses que fueron orientando la investigación: La estructuración de la ciencia, el problema del conocimiento. ¿Qué relación tiene la ciencia con la realidad total? El análisis socioeconómico de las diferentes estructuras del hombre. Encontrar la esencia de la realidad. Esta visión contemporánea la podemos caracterizar de la siguiente manera: • El hombre es un ser en el mundo, entre el hombre y el mundo existe una auténtica relación de intencionalidad, o sea, de direccionalidad. El hombre es considerado como un microcosmos en el cual el mundo adquiere todo su sentido. • El hombre es un ser creador. • El hombre es un ser en relación, realidad social del hombre, consigo mismo, con los demás, con la naturaleza. • El hombre es una realidad integral, es una unidad en sí mismo en la multitud de sus dimensiones. GUIA DE TRABAJO EN GRUPO No. 1
Actividad I. (10%) Analice los conceptos de individuo, sociedad y cultura, y trate de establecer qué significan y cuál es su relación con la ciencia antropológica. GUIA DE TRABAJO EN GRUPO No. 2
Actividad II. (10%) Analizar las siguientes preguntas para ser debatidas en plenaria con el resto de los compañeros y de tu profesor. ¿Cuándo y cómo se originó el Homo Sapiens, con cuál teoría estás de acuerdo? ¿Por qué el hombre al final de la evolución – de la creación? ¿Qué somos ahora y a dónde vamos? ¿Qué es el hombre? 1.2 ALGUNAS DEFINICIONES DE LA ANTROPOLOGIA • James George Frazer
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El objeto de la antropología es la cultura, entendida como un "todo complejo" que incluye creencias, costumbres y tecnología y todo lo producido por las sociedades humanas. Esta propuesta está presente en todas las corrientes de la antropología, ya sea que se declaren a favor o en contra de la misma. Sin embargo, a partir del debate se presenta un fenómeno de constante atomización en la disciplina, a tal grado que para muchos autores -por citar el ejemplo más conocido-, el estudio de la cultura sería el campo de la antropología cultural; el de las estructuras sociales sería facultad de la antropología social propiamente dicha. • Clifford Geertz El objeto de la Antropología es el estudio de la diversidad cultural. Geertz entiende la antropología como observación en profundidad, registro y análisis. Sus trabajos abordan los ámbitos del poder, el cambio político y económico, los mitos, la religión, la familia, etc. Analiza la naturaleza simbólica de los rasgos culturales, esto es, los significados que tienen en el entorno donde se producen y tienen validez o constituyen identidad; lo que denomina las ‘estructuras simbólicas’. Trata de romper con la observación distante y curiosa de antropólogo que analiza la escena desde fuera y propone la inmersión en el ambiente, la descubierta, a través de la vivencia humana y cercana -captar la perspectiva del nativo-, de las texturas culturales, esto es, de las redes de significación tejidas por quienes a pertenecen a una cultura. Geertz traza radiografías locales, huellas de la diversidad que se contrastan con otras estructuras simbólicas, con otros valores significantes de creencias y comportamientos. Geertz reformula el concepto de cultura, basado en una conjunción antropológica y semiológica (antropología simbólica), según la cual las ideologías, las cosmovisiones, se constituyen a partir de los sistemas culturales. La cultura aparece como una construcción en la que participan los distintos individuos de un conjunto humano localizado territorialmente, que comunican sus ‘fuentes de iluminación simbólica' (la estructura simbólica) a las generación que les suceden. • Claude Lévi Strauss La antropología es el conocimiento global del hombre, en toda su extensión histórica y geográfica, que aspira a un conocimiento aplicable al conjunto de la evolución del hombre desde los homínidos hasta las razas modernas; y que pretende obtener conclusiones positivas o negativas, pero válidas para todas las sociedades humanas, desde las primitivas hasta las modernas.
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• Ruth Benedict (1940) El objeto de la antropología es atender el modo en que las culturas cambian y se diferencian, las formas a través de las cuales se expresan y la manera en que la costumbre de los pueblos accionan en las vidas de los individuos que los componen. La costumbre tradicional es una masa de conducta detallada. Es primordial el papel predominante que la costumbre desempeña en la experiencia y en la creencia, y las muy grandes variedades en que se puede manifestar. La historia de la vida de un individuo es una acomodación a las normas y pautas tradicional-mente transmitidas en su comunidad. Las costumbres modelan su experiencia y su conducta. Hasta que entendamos sus leyes y variedades permanecerán ininteligibles los principales hechos complejos de la vida humana. El estudio de la costumbre fue emprendido tardíamente por diversas razones, entre ellas nombra al hecho de considerar a nuestra costumbre como la Costumbre y al hecho de que considerar que existan otras configuraciones sociales donde los factores puedan estar diversamente dispuestos, no considera el acondicionamiento cultural. • Conrad Phillip Kottak La antropología es el estudio de sus costumbres, vida social, lenguaje y rasgos físicos, por ello se evidenció la necesidad de dividir la antropología en cuatro subdisciplinas: cultural, arqueológica, biológica y lingüística. Obviamente, las subdisciplinas se influyen unas a otras, teniendo un común denominador: el interés por la evolución, es decir, por el cambio en la forma a través de las generaciones (la “descendencia con modificación” de Darwin), siempre desde un Enfoque comparativo transcultural. Entre las cuestiones más relevantes de la antropología destaca el debate entre “naturaleza versus cultura” o “genética vs. entorno”. Las fuerzas culturales moldean constantemente la biología humana, pues las tradiciones culturales promueven ciertas actividades, evitan otras y establecen normas de bienestar y atractivo físico. • Solange Anjel Chang La antropología es el estudio comparativo de la humanidad, sus objetivos son descubrir, analizar y explicar las similitudes y las diferencias entre los grupos humanos. Pero preocupa más mostrar las características típicas o compartidas en una población o grupo que en mostrar lo anormal o individualmente único. El
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Antropólogo prefiere estudiar modos de vida de un grupo humano concreto viviendo con él participando de su vida y aprendiendo de su experiencia vital compartiéndola. Los misioneros y viajeros escribiendo sus experiencias, no obstante, sus opiniones están viciadas por un punto de vista etnocéntrico empleando términos como “adecuado”, “avanzado” o “civilizado”. Los Antropólogos rehazan el etnocentrismo, y propugnan el principio del relativismo cultural, según el cual las costumbres, valores y creencias deben ser entendidas de acuerdo a patrones culturales propios. (Rossi y O´higgins). Todo estudio antropológico es por definición comparativo sea de manera implícita o explícita ya que cuando el Antropólogo recoge e interpreta los datos que hacen referencia a su disciplina, no puede ignorar las categorías de su propia sociedad, las de la sociedad que él estudia y las de las sociedades estudiadas por otros. Los Antropólogos consideran un modo de vida de cada cultura como un más entre otros alternativos. Al igual que todos los científicos sociales, los Antropólogos intentan formular explicaciones generales de la conducta humana, mediante el estudio de las diferencias y similitudes y los procesos que las producen. (Rossi y O´higgins). Los grupos estudiados por los Antropólogos son llamados sociedades, la sociedad es un grupo de personas que dependen unas de otras para su supervivencia y bienestar, ya que sólo en el estudio de la humanidad en toda su variedad, podremos entender los orígenes y desarrollo de nuestra especie. La antropología busca entender a los seres humanos como organismos totales que se adaptan a sus ambientes a través de una compleja interacción entre biología y cultura. Los antropólogos entonces tenemos un enfoque holístico para estudiar la experiencia humana, interesándonos en el rango total de su actividad. P.e.: estudiamos las maneras en que las madres sostienen a sus guaguas, o como se dirigen los hijos a los padres, deseamos saber no sólo como un grupo consigue su comida, sino las reglas para comerla. Nos interesa saber que piensan las sociedades del tiempo y del espacio, como ven los colores y como los nombran. Nos interesamos en la salud, en la enfermedad, en el cuerpo humano y en el significado cultural de la variación física. Estamos interesados en las reglas del matrimonio, en el sexo, el nacimiento y la muerte. En el folklore, en el discurso político y en la conversación cotidiana. Cuando las cosas se estudian u observan fuera de contexto, pueden parecer extrañas o tontas, pero cada aspecto de la cultura es significativo como parte del intento de entender la vida humana y la sociedad. ¿Qué significa estudiar otras culturas, otros modos de vida, otras costumbres? CULTURA es el término que usan los Antropólogos para describir el objeto de su disciplina. Más adelante se explicará el concepto cultura, por ahora lo 14
emplearemos para designar el estilo de vida de los grupos humanos. Los términos “estilo y modo de vida” hacen por igual referencia a las costumbres (normas sociales típicas) en las cuales se comparten determinados conceptos acerca del universo físico y la sociedad (creencias) y a determinados criterios acerca de la conducta social adecuada (valores).
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CAPITULO 2 2 HISTORIA DE LA ANTROPOLOGIA El comienzo de la antropología data desde la edad media (siglo XIII – XIV), cuando florecen las relaciones de intercambio comercial y con ello la exploración de nuevos territorios que permitió el reconocimiento de los “otros”. Un hecho especial que marcó un hito histórico fue el descubrimiento de América, ya que además que abrió los horizontes del conocimiento. Es por ello que pensadores como Montaige resaltaron por primera vez el significado de la diversidad cultural. 2.1 Cortes históricos de la antropología como ciencia3 PERIODO Siglo XV
Siglo XVIII
De 1850 a 1880
CONTENIDO HISTORICO Descubrimiento occidental del mundo. Desarrollo del capitalismo mercantil y del comercio de esclavos. “Acumulación primitiva” del capital. Liquidación de la esclavitud e inicio del colonialismo propiamente dicho. Formación del capitalismo industrial occidental y nuevas posibilidades de acumulación del capital. Entrada en la fase imperialista de reparto del mundo y origen de las conquistas coloniales.
ETAPAS DE PENSAMIENTO ANTROPOLOGICO Descubrimiento del “mundo salvaje” y constitución de un nuevo campo del conocimiento “la historia moral”.
Crítica de las tesis esclavistas recogidas de otras “civilizaciones” a través de la dicotomía conceptual salvaje-civilizado, que convertirá en salvaje-primitivo. Este es el primer corte que nos lleva a la formación del universo propia de la antropología.
Repitiendo la dicotomía anterior, primitivocivilizado, la antropología se constituye como disciplina independiente en la historia y comparte en ella y con las ciencias de la época la ideología del
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BONTE, Pier. De la etnología a la antropología: sobre el enfoque crítico de las ciencias humanas. Cuadernos Anagraria, 1975. Pág. 9 – 11.
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De 1920 a 1930
evolucionismo. Este segundo corte se realiza en un contexto de crítica de a visión metafísica de la historia, que toma carácter radical con Marx y crea en general la necesidad de estudios positivos de los hechos sociales. Implantación definitiva La crítica del evolucionismo comporta un y triunfante del sistema tercer corte: la constitución de la etnología colonial. clásica y de sus diversas escuelas científicas que definen los métodos de observación y análisis. Enfrentada a la ambigüedad de su objeto y de su relación con el mismo, la antropología tiende a reivindicar un lugar clave en el estudio de las sociedades humanas.
De 1950 a 1960
Desarrollo de los movimientos de liberación nacional y comienzo de los procesos de descolonización.
La antropología plantea de nuevo su objeto y su relación con el mismo. Un cuarto corte comporta simultámente la investigación de los fundamentos de una antropología general y la crítica radical de la antropología.
De 1970 a 1987
Desilusión de los La antropología realiza su quinto corte más logros del capitalismo significativo: el estudio de la etnicidad y de y pérdida del sentido las imbricaciones de lo sociocultural. de la historia universal. Revalorización del sentido de la historia particular.
2.2 Origen de la Antropología4 El antropólogo Eric Wolf alguna vez definió a la antropología como "la más científica de las humanidades y la más humanista de las ciencias", tratando de explicar cómo el desarrollo de la antropología contribuyó a entender la forma de encajar de esta ciencia, dentro de otras disciplinas. El origen de la pregunta antropológica Para Estaban Krotz la pregunta antropológica es ante todo una pregunta por el otro. Y en término estrictos, está presente en todo individuo y en todo grupo 4
http://es.wikipedia.org/wiki/Wikimedia_Commons
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humano, en la medida en que ninguna de las dos entidades puede existir como aislada, sino en relación con Otro. Ese otro es el referente para la construcción de la identidad, puesto que ésta se construye por "oposición a" y no "a favor de". La preocupación por aquello que genera las variaciones de sociedad en sociedad es el interés fundador de la antropología moderna. A pesar de que todos los pueblos comparten esta inquietud, es en Occidente donde, por condiciones históricas y sociales particulares, adquiere una importancia superior. Es innegable que ya Hesíodo, Herodoto, y otros clásicos indagaban en estas diferencias. Sin embargo, cuando Europa se halló frente a pueblos desconocidos y que resultaban tan extraordinarios, interpretó estas exóticas formas de vida ora fascinada, ora sobrecogida. El descubrimiento de América constituye un gran hito de la pregunta antropológica moderna. Los escritos de Cristóbal Colón y otros conquistadores revelan el choque cultural en que se vio inmersa la vieja Europa. Especial importancia tienen los trabajos de los misioneros indianos en México, Perú y Colombia en los primeros acercamientos a las culturas aborígenes. De entre ellos destaca Bernardino de Sahagún, quien emplea en sus investigaciones un método sumamente riguroso, y lega una obra donde hay una separación bien clara entre su opinión eclesiástica y los datos de sus "informantes" sobre su propia cultura. Esta obra es la Historia de las cosas de la Nueva España. Con los nuevos descubrimientos geográficos se desarrolló el interés hacia las sociedades que encontraban los exploradores. En el siglo XVI el ensayista frances Montaigne se preocupó por los contrates entre las costumbres en diferentes pueblos. En 1724 el misionero jesuita Lafitau publicó un libor en el que comparaba las costumbres de los indios americanos con las del mundo antiguo. En 1760 Charles de Brosses describe el paralelismo entre la religión Afrícana y la del Antiguo Egipto. En 1748 Montesquieu pública El espíritu de las leyes basándose en lecturas sobre costumbres de diferentes pueblos. El siglo XIX vio el comienzo de viajes emprendidos con el fin de observar otras sociedades humanas. Viajeros famosos de este siglo fueron Bastian (1826-1905) y Ratzel (1844-1904). Ratzel fue el padre de la teoría del difusionismo que consideraba que todos los inventos se habían extendido por el mundo por medio de migraciones, esta teoría fue llevada al absurdo por su discípulo Frobenius (1873-1938) que pensaba que todos los inventos básicos se hicieron en un solo sitio, en Egipto.
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En la segunda mitad del siglo XIX, nuevos movimientos en el campo del pensamiento como el desarrollo de la teoría evolucionista de Charles Darwin y sucesos históricos como la Revolución industrial contribuirían al desarrollo de la antropología como una disciplina científica. Nacimiento institucional de la antropología Se considera que el nacimiento de la antropología como disciplina tuvo lugar durante el Siglo de las Luces, cuando en Europa se realizaron los primeros intentos sistemáticos de estudiar el comportamiento humano. Las ciencias sociales —que incluyen, entre otras a la jurisprudencia, la historia, la filología, la sociología y, desde luego, a la antropología— comenzaron a desarrollarse en esta época. Por otro lado, la reacción romántica contra el movimiento ilustrado —que tuvo su corazón en Alemania— fue el contexto en el que filósofos como Herder y, posteriormente, Wilhelm Dilthey, escribieron sus obras. En ellas se puede rastrear el origen de varios conceptos centrales en el desarrollo posterior de la antropología. Estos movimientos intelectuales en parte lidiaron con una de las mayores paradojas de la modernidad: aunque el mundo se empequeñecía y se integraba cada vez más, la experiencia de la gente del mundo resultaba más atomizada y dispersa. Como Karl Marx y Friedrich Engels observaron en la década de los años 1840: Todas las viejas industrias nacionales, han sido o están siendo destruidas a diario. Son desplazadas por nuevas industrias, cuya introducción, se convierte en un tema de vida o muerte para las naciones civilizadas, por industrias que no trabajan sólo con materias primas locales, sino también, con materias primas traídas de los lugares más remotos; industrias cuyos productos, no son consumidos solo por la población local, sino también por gente de todo el globo. En lugar de las antiguas demandas de consumo, satisfechas por la producción del país, encontramos nuevas necesidades, requiriendo para su satisfacción, productos de lugares y climas distantes. En lugar del antiguo aislamiento nacional y la auto-suficiencia, tenemos relaciones en todas las direcciones, interdependencia universal de naciones. Irónicamente, esta interdependencia universal, en vez de llevar a una mayor solidaridad en la humanidad, coincidió con el aumento de divisiones raciales, étnicas, religiosas y de clase, y algunas expresiones culturales confusas y perturbantes. Éstas son las condiciones de vida que la gente en la actualidad enfrenta cotidianamente, pero no son nuevas: tienen su origen en procesos que empezaron en el siglo XVI y se aceleraron en el siglo XIX.
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Institucionalmente, la antropología emergió de la historia natural (expuesta por autores como Buffon) definida como un estudio de los seres humanos, — generalmente europeos—, viviendo en sociedades poco conocidas en el contexto del colonialismo. Este análisis del lenguaje, cultura, fisiología, y artefactos de los pueblos primitivos —como se los llamaba en esa época— era equivalente al estudio de la flora y la fauna de esos lugares. Es por esto que podemos comprender que Lewis Henry Morgan escribiera tanto una monografía sobre La Liga de los Iroqueses, como un texto sobre El castor americano y sus construcciones. Un hecho importante en el nacimiento de la antropología como una disciplina institucionalizada es que la mayor parte de sus primeros autores fueron biólogos (como Herbert Spencer), o bien juristas de formación (como Bachoffen, Morgan, McLennan). Estas vocaciones académicas influyeron en la construcción del objeto antropológico de la época y en la definición de dos temas cruciales para la antropología a lo largo de su historia, a saber: la naturaleza del cambio social en el tiempo y del derecho (analizado bajo la forma del parentesco y los mecanismos de herencia. Dado que los primeros acercamientos de la antropología institucional tendían a extender los conceptos europeos para comprender a la enorme diversidad cultural de otras latitudes no europeas, se incurrió en el exceso de clasificar a los pueblos por un supuesto grado de mayor o menor progreso. Por eso, en esos primeros tiempos de indagación etnográfica, productos de la cultura material de naciones 'civilizadas' como China, fueron exhibidos en los museos dedicados al arte, junto a obras europeas; mientras, que sus similares de África o de las culturas nativas de América se mostraban en los museos de historia natural, al lado de los huesos de dinosaurio o los dioramas de paisajes (costumbre que permanece en algunos sitios hasta nuestros días). Dicho esto, la práctica curatorial ha cambiado dramáticamente en años recientes, y sería incorrecto ver la antropología como fenómeno del régimen colonial y del chovinismo europeo, pues su relación con el imperialismo era y es compleja. La antropología continuó refinándose de la historia natural, y a finales del siglo XIX la disciplina comenzaba a cristalizarse —en 1935, por ejemplo, T.K. Penniman escribió la historia de la disciplina titulada 100 años de la Antropología—. En esta época dominaba el “método comparativo”, que asumía un proceso evolutivo universal desde el primitivismo hasta la modernidad; ello calificaba a sociedades no europeas como “vestigios” de la evolución que reflejaban el pasado europeo. Los eruditos escribieron historias de migraciones prehistóricas, algunas de las cuales fueron valiosas y otras muy fantásticas. Fue durante este periodo cuando los europeos pudieron, por primera vez, rastrear las migraciones polinésicas a través del océano Pacífico. Finalmente, discutieron la validez de la raza como criterio de clasificación pues decantaba a los seres humanos atendiendo caracteres genéticos; pese a coincidir el auge del racismo. 20
En el siglo XX, las disciplinas académicas comenzaron a organizarse alrededor de tres principales dominios: ciencia, humanismo y las ciencias sociales. Las ciencias explican fenómenos naturales con leyes falsables a través del método experimental. Las humanidades proyectaba el estudio de diversas tradiciones nacionales, a partir de la historia y las artes. Las ciencias sociales intentan explicar el fenómeno social usando métodos científicos, buscando bases universales para el conocimiento social. La antropología no se restringe a ninguna de estas categorías. Tanto basándose en los métodos de las ciencias naturales, como también creando nuevas técnicas que involucraban no sólo entrevistas estructuradas sino la consabida “observación participante” desestructurada, y basada en la nueva teoría de la evolución a través de la selección natural, propusieron el estudio científico de la humanidad concebida como un todo. Es crucial para este estudio el concepto de cultura. La cultura ha sido definida en la antropología de las formas más variadas, aunque es posible que exista acuerdo en su conceptualización como una capacidad social para aprender, pensar y actuar. La cultura es producto de la evolución humana y elemento distintivo del Homo sapiens y, quizás, a todas las especies del género Homo, de otras especies, y como una adaptación particular a las condiciones locales que toman la forma de credos y prácticas altamente variables. Por esto, la “cultura” no sólo trasciende la oposición entre la naturaleza y la consolidación; trasciende y absorbe peculiarmente las distinciones entre política, religión, parentesco, y economía europeas como dominios autónomos. La antropología por esto supera las divisiones entre las ciencias naturales, sociales y humanas al explorar las dimensiones biológicas, lingüistas, materiales y simbólicas de la humanidad en todas sus formas. El devenir de la antropología durante el siglo XX En este apartado se considera la consolidación de la antropología como una disciplina por derecho propio. Sin embargo, no es, ni de lejos, un edificio monolítico. Como todas las corrientes de pensamiento, se relaciona directamente con el contexto social en el que se produce. De esta manera se puede entender la divergencia entre las varias escuelas nacionales de la antropología, que se fueron consolidando durante los últimos años del siglo XIX y la mitad del siglo XX. El desarrollo de la sociología y la etnología francesa La antropología francesa tiene una genealogía menos clara que las tradiciones inglesa o americana. Muchos comentaristas consideran a Marcel Mauss como el fundador de la tradición antropológica francesa. Mauss era un miembro del grupo del Annee Sociologique, la revista dirigida por Émile Durkheim y mientras Mauss estudiaba la situación de las sociedades modernas, Mauss y sus colaboradores (como Henri Hubert y Robert Hertz) recurrieron a la etnografía y filología para
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analizar las sociedades que no estaban tan diferenciadas como las nacionesestado europeas. En particular, en el Ensayo sobre los dones se probaría de relevancia permanente en los estudios antropológicos acerca de las redistribución de los bienes y la reciprocidad. En el periodo de entreguerras, el interés en Francia por la antropología concurría en movimientos culturales más amplios como el surrealismo y el primitivismo que recurrían a la etnografía como fuente de inspiración. Marcel Griaule y Michel Leiris son ejemplos de personas que mezclaron la anthropología y la vanguardia francesa. En este periodo la mayor parte de lo que se conoce como etnología se restringía a los museos, y la antropología tuvo una estrecha relación con las investigaciones del folclore. Sin embargo, fue sobre todo Claude Lévi-Strauss quien ayudó a institucionalizar esta ciencia en Francia. Además de la trascendencia del estructuralismo, LéviStrauss estableció vínculos con antropologistas americanos e ingleses. Al mismo tiempo estableció centros y laboratorios por toda Francia para proveer de un contexto institucional para la antropología mientras entrenaba a estudiantes influyentes como Maurice Godelier o Françoise Héritier que se volvería muy influyente en su escuela. Muchas particularidades de la antropología francesa actual son consecuencia de que se investigue en laboratorios privados más que en universidades. El culturalismo estadounidense Los primeros antropólogos estadounidenses se volcaron al estudio de los indígenas de su país. En la foto, una joven zuñi, pueblo de Nuevo México. La corriente culturalista fue llamada de esa manera por el especial interés que puso en el análisis de la cultura, a diferencia de la antropología social británica (interesada en el funcionamiento de las estructuras sociales), y la etnología francesa desarrollada por Émile Durkheim y Marcel Mauss. Los pioneros de la antropología estadounidense fueron miembros del staff del Bureau of Indian Affairs ("Agencia de Asuntos Indios") y del Smithsonian Institution's Bureau of American Ethnology ("Agencia de Etnología Americana del Instituto Smithsoniano"), como John Wesley Powell y Frank Hamilton Cushing. La antropología académica en Estados Unidos fue establecida por Franz Boas, quien aprovechó su puesto en la Universidad de Columbia y el Museo Americano de Historia Natural para entrenar y desarrollar múltiples generaciones de estudiantes. La antropología de Boas era políticamente activa y sospechaba de las investigaciones del gobierno o los mecenas. También era rigurosamente empírica y escéptica de generalizaciones e intentos de establecer leyes naturales. Boas
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estudió hijos de inmigrantes para demostrar que las razas biológicas no eran inmutables y que la conducta y el comportamiento humano eran resultado del entorno y no de la naturaleza. Partiendo de la filosofía alemana, Boas (que era austriaco) sostuvo la diversidad de 'culturas' cuya evolución no podía ser medida respecto a la 'Civilización' europea. Boas propuso como premisa básica que cada cultura debía ser estudiada en su particularidad; y que no era posible generalizar sobre culturas diferentes, tal como se había venido haciendo en la naciente antropología por imitación de las ciencias naturales (Boas, 1964: Cap. III). La primera generación de estudiantes de Boas incluyó a Alfred Kroeber, Robert Lowie y Edward Sapir. Ellos produjeron estudios muy detallados que fueron los primeros en describir a los indios de América del Norte. Al hacer eso, dieron a conocer una gran cantidad de detalles que fueron usados para atacar la teoría del proceso evolutivo único. Su énfasis en los idiomas indígenas contribuyó al desarrollo de la lingüística moderna (comenzada por Ferdinand de Saussure) como una verdadera ciencia general. La publicación del libro Anthropology ("Antropología"), escrito por Alfred Kroeber, marcó un punto clave en la antropología estadounidense. Tras décadas de recopilación crecieron las ganas de generalizar. Eso fue más evidente en los estudios sobre cultura y personalidad llevados a cabo por boasianos como Margaret Mead (1967), Ralph Linton (1972) y Ruth Benedict (1964). Influenciados por Sigmund Freud y Carl Jung, estos autores analizaron cómo las fuerzas socioculturales forjan la personalidad individual. El funcionalismo británico Los antropólogos británicos se especializaron en el estudio de las sociedades colonizadas por la Corona británica. Radcliffe-Brown decía que la antropología social tenía por objeto el conocimiento de aquellas sociedades para apoyar la tarea de los administradores coloniales. En la imagen, un zulú ataviado para la guerra. Tesis centrales del funcionalismo El funcionalismo se inspiró en la obra de Émile Durkheim. Apelaba al paralelismo estricto entre las sociedades humanas y los organismos vivos (Radcliffe-Brown, cap.8; Durkheim, 2000: cap. V), en lo que respecta a la forma de evolución y conservación. Tanto en las estructuras sociales como en los organismos biológicos, la armonía depende de la interdependencia funcional de las partes. Las funciones, a la luz de este enfoque, son analizadas como obligaciones (comportamientos necesarios) en las relaciones sociales. La función sustenta la
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estructura social, permitiendo la cohesión fundamental, dentro de un sistema de relaciones sociales. Una mirada histórica sobre el funcionalismo británico Mientras que Boas atacó a sus oponentes prestando atención a los detalles, en Gran Bretaña la antropología moderna fue formada mediante el rechazo de reconstrucción histórica en el nombre de una ciencia de la sociedad que se concentraba en analizar como se mantenían las sociedades en el presente. Las dos personas más importantes en esta tradición fueron Alfred Reginald Radcliffe-Brown y Bronislaw Malinowski, quienes lanzaron sus obras seminales en 1922. Las investigaciones iniciales de Radcliffe-Brown en las islas Andamán fue realizada al estilo antiguo, pero luego de leer a Émile Durkheim publicó el relato de su investigación (simplemente titulado "The Andaman Islanders") que estaba muy influenciado por el sociólogo francés. Al pasar el tiempo fue desarrollando un enfoque conocido como funcionalismo estructuralista que se concentraba en como las instituciones de las sociedades buscaban balancear o crear un equilibrio en el sistema social para que siguiera funcionando armoniosamente. Malinowski, en cambio, defendía un 'funcionalismo' que examinaba la forma en que la sociedad funcionaba para satisfacer las necesidades individuales. Sin embargo, Malinowski no es conocido por esta teoría, sino por su etnografía detallada y sus avances en metodología. Su clásico Los argonautas del Pacífico Occidental defendía la idea de que hay que obtener "el punto de vista del nativo" y un enfoque que buscaba que los investigadores hicieron su trabajo en la sociedad correspondiente, el cual se convirtió el estandarte en esta disciplina (Malinowski 1973: Introducción). Tanto Malinowski como Radcliffe-Brown tuvieron éxito gracias a que, como Boas, entrenaron activamente a sus estudiantes y desarrollaron instituciones que ayudaron a sus ambiciones programáticas, en especial en el caso de RadcliffeBrown, que esparció sus planes para la 'Antropología Social' enseñando en universidades a lo largo de todo el Mancomunidad Británica de Naciones. Desde fines de los años 1930 hasta el período posguerra se editaron una serie de monografías y volúmenes editados que establecieron el paradigma de la Antropología Social Británica. Las etnografías más famosas incluyen Los Nuer de Edward Evan Evans-Pritchard y The Dynamics of Clanship Among the Tallensi por Meyer Fortes, mientras que los volúmenes más conocidos que fueron editados incluyen Sistemas africanos de parentesco y matrimonio y Sistemas políticos africanos.
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La antropología en Iberoamérica La antropología iberoamericana enraiza en la escuela culturalista estadounidense de Boas. Uno de sus alumnos, (Manuel Gamio), fundó la tradición antropológica mexicana, y el mismo Boas dio clases en ese país. Su desarrollo como disciplina científica en casi todos los países del subcontinente está ligada con la actividad estatal. De hecho, en el periodo comprendido aproximadamenrte entre los años 1930 y 1970, en muchos países de América Latina se fundaron instituciones antropológicas paraestatales que tenían la función de planificar y desarrollar programas de desarrollo dirigidos a la integración de los indígenas en la sociedad nacional. Posteriormente, durante la década de 1960 y hasta 1980 aproximadamente, la antropología iberoamericana recibió una fuerte influencia del marxismo, que se convirtió en la corriente dominante en muchas de las instituciones formadoras de los antropólogos iberoamericanos. El avance de la teoría marxista en la antropología de la región puso el énfasis de la investigación social en cuestiones relacionadas con el subdesarrollo, las comunidades campesinas, la cuestión indígena y su exclusión con respecto al resto de la sociedad. Al mismo tiempo, los antropóplogos volvieron la mirada a la ciudad, interesados en el fenómeno de la rápida urbanización que se vivía en países como Argentina, Brasil, México y Perú; proceso que iba acompañado de un deterioro en las condiciones de vida de las familias citadas de primera generación. La antropología en tiempos modernos En la década de los setentas, la antropología ecológica tomó un gran impulso. Uno de los más clásicos ejemplos de esta corriente es Marvin Harris, para quien los más misteriosos comportamientos de la humanidad (como el culto a las vacas en India) podían ser interpretados con base en razones prácticas (Harris,1996: cap I). Las nuevas generaciones de antropólogos rechazan las ideas de Harris, a las que se considera, incluso, como una especie de materialismo vulgar (Friedman, 2003) Antes de la Segunda guerra mundial la antropología social británica y la antropología cultural estadounidense mantenían posturas diferentes sobre su método y concepción de la antropología. Tras la guerra, se acercarían hasta crear una 'antropología sociocultural'. En los años cincuenta y la mitad de la década siguiente la antropología tendió a modelarse siguiendo la ciencia natural. Algunos, como Lloyd Fallers o Clifford Geertz, se concentraron en los procesos de modernización a través de los cuales se desarrollarían los nuevos Estados independientes. Otros, como Julian Steward o Leslie White estudiaron la forma en que las sociedades evolucionan sobre su ambiente ecológico -una idea popularizada por Marvin Harris-.
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La antropología económica, influenciada por Karl Polanyi y desarrollada por Marshall Sahlins y George Dalton resaltaron las debilidades conceptuales de la economía tradicional para abordar los mecanismos de explotación y distribución de los bienes en las sociedades precapitalistas. Acusaban que las teorías ortodoxas ignoraban los factores culturales y sociales en estos aspectos de la esfera económica social, y que por tanto, sus preceptos no eran universales. En Inglaterra, el paradigma de la Sociedad Británica de antropología fue escindido cuando Max Gluckman y Peter Worsley se inclinaron hacia el marxismo. Lo mismo ocurrió en el momento que Rodney Needham y Edmund Leach incorporaron el estructuralismo de Lévi-Strauss a su análisis antropológico (por ejemplo, en la obra Cultura y comunicación... del primer autor). El estructuralismo también influyó en ciertas investigaciones en los años sesenta y setenta, incluyendo la antropología cognitiva y el análisis de componentes. Autores como David Schneider, Clifford Geertz, y Marshall Sahlins elaboraron un concepto más laxo de la cultura como red de símbolos y significados, la cual se volvió muy popular dentro y fuera de la disciplina. Adaptándose a su tiempo, ciertos grupos de antropólogos se volvieron más activos en política, sobre todo tras la guerra de independencia argelina y su oposición a la guerra de Vietnam. En ese contexto, el marxismo se volvió uno de los enfoques más difundidos en la disciplina. En la década de los años 1980 la cuestión del poder —analizada por Eric Wolf en Europa y los pueblos sin historia— fue central en la disciplina. Libros como Anthropology and the Colonial Encounter consideraron los vínculos entre la antropología y la inequidad colonial, al tiempo que la amplia popularidad de teóricos como Antonio Gramsci y Michel Foucault llamaron la atención hacia los temas del poder y la hegemonía. El género y la sexualidad se convirtíeron en temas centrales. Lo mismo ocurrió con la relación entre historia y antropología, relación analizada por Marshall Sahlins, que llevó a Lévi-Strauss y Fernand Braudel a examinar la relación entre la estructura social y el agente individual. A finales de los ochenta autores como George Marcus y James Clifford cuestionaron la autoridad etnográfica, particularmente en el cómo y el por qué es posible el conocimiento y la autoridad de la antropología. La crítica de estos autores se centra en la supuesta "neutralidad" de los etnógrafos. Forma parte de la tendencia posmodernista contemporánea. En los años recientes (1990-2006) los antropólogos han prestado más atención a la medicina y biotecnología, la globalización, los derechos indígenas y la antropología urbana. Es importante señalar que, en especial, los dos últimos temas (derechos indígenas y antropología urbana) se encontraban presentes en la discusión antropológica de los países latinoamericanos. Como ejemplo tenemos el análisis de la cultura de la pobreza, emprendido por Oscar Lewis en la ciudad de México en la década de los cincuenta, y los trabajos de la corriente indigenista latinoamericana surgida a partir de la década de 1930 y que concluye con el México Profundo de Guillermo Bonfil. 26
CAPITULO 3 3. DIVISIONES O AREAS DE LA ANTROPOLOGÍA
Para explicar todas las dimensiones del ser humano, la antropología de divide en dos grandes áreas, la biológica y la sociocultural. 3.1 Antropología Biológica - Física La dimensión biológica del ser humano es trabajada por la antropología física, la cual se encarga del estudio de la diversidad humana en el tiempo y en el espacio debido a las condiciones medio ambientales y a las características genéticas. Particularmente, esta área se pregunta por el proceso de hominización, para ello investiga sobre cómo fue la evolución. Esta pregunta siempre ha sido de gran interés a lo largo de la historia, sus respuestas han girado desde las explicaciones teológicas, mitológicas hasta las científicas. La antropología sin dejar a un lado las cosmovisiones de tipo cultural y religiosas ha prestado especial interés en los aportes de la teoría de la evolución de Charles Darwin, no sólo por presentar pruebas de evolución, sino por su explicación sobre los mecanismos de adaptación y supervivencia de las especies. Es estudio de la variación humana reúne 5 intereses especiales dentro de esta rama: 1. La evolución de los homínidos tal como rebelan los restos fósiles. 2. La genética humana. 3. El crecimiento y desarrollo humanos. 27
4. La plasticidad biológica humana (la capacidad de hacer frente a tensiones como frío, calor y altitud). 5. La biología, la evolución, el comportamiento y la vida social de los monos, los simios y otros primates no humanos. Subáreas:
Forense: Es una forma aplicada de la antropologia fisica, la cual se trata directamente con la parte de identificación mortuaria y a la vez se puede decir que esta reconstruye la circunstancias de muerte, equivalente a la reconstrucción de la biografía biológica antemortem del individuo, con el propósito de establecer cómo era el modo de vida de la víctima antes de su muerte, sus enfermedades y hábitos profesionales. Este procedimiento se conoce también como osteo-biografía. Primatologia: Es el estudio de los primates no humanos, los cuales tienen rasgos muy similares a los humanos sin embargo no son diferentes. Osteología: Se puede definir como la sección de la disciplina que estudia los huesos y su aplicación en la parte sociobiologica. Paleoantropología: Es la rama de la antropología biológica que se ocupa del estudio de la evolución humana y sus antepasados fósiles, en otras palabras de los homínidos antiguos. Paleopatología: Es la ciencia que estudia las enfermedades padecidas por personas o animales en la antigüedad, a través de vestigios hallados en los huesos, restos orgánicos e inmediaciones donde se hallan dichos restos.} Antropología genética: Se define como la aplicación de técnicas moleculares para poder entender la evolución homínida, en particular la humana, relacionándolas con otras criaturas no humanas.
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Ecología humana: Se puede definir como el estudio de la relación existente entre el hombre y el medio ambiente en el cual se desarrolla. Anatomía: Analiza la plasticidad biológica humana, la capacidad del cuerpo humano para adaptarse a las condiciones del medio, al frio, el calor, la humedad, la altitud, etc. 3.2 Antropología Social La antropología social es el estudio de la sociedad, del comportamiento humano, de los estilos de vida, se refiere a los problemas relativos a la estructura social: relaciones entre personas y grupos, instituciones sociales como la familia, el parentesco, las asociaciones políticas, etc. Le preocupan las interacciones sociales. En el estudio de una cultura diferente de la propia, la principal tarea del antropólogo es percibir las cosas desde el punto de vista de otra persona.
Subáreas: Antropología filosófica: centra su atención en la pregunta de quién es el hombre, cuál es su esencia del hombre, cuál es su pensamiento. Pero además, se pregunta por la naturaleza fundamental de su ser, se pregunta lo que diferencia al ser humano de todos los demás seres, cómo se define a través de su existencia histórica, etc. Antropología arqueológica: Consiste en la reconstrucción, descripción e interpretación del comportamiento humano y los patrones culturales a través de restos materiales, tales como: armas, herramientas, cerámica, estructuras arquitectónicas, viviendas, restos humanos, restos de plantas y animales, restos de basuras, testimonios escritos, pinturas, etc. A partir de estos elementos se reconstruyen los patrones de producción, comercio y consumo, tamaño y tipo de asentamientos, las características políticas y religiosas. Pero esta disciplina no
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sólo muestra el pasado, sino los modos como cambian y evolucionan las formas culturales. Antropología lingüística: Estudia el lenguaje en su contexto social y cultural, en el espacio y tiempo; trata de descubrir las características universales del lenguaje, de reconstruir las lenguas antiguas y descubrir los patrones de pensamiento. • Socio – lingüística: estudio de la variación lingüística en su contexto sociales, permite ver las diferencias sociales. • Lingüística descriptiva: estudio de los sonidos, la gramática y el significado de lenguas concretas. • Lingüística histórica: estudio de la variación del sonido, la gramática y el vocabulario a lo largo del tiempo. Antropología cultural “El hombre ha creado un lugar simbólico, un mundo donde los recursos materiales son el insumo para encarnar las imágenes de su mundo mental”. El mundo del hombre es el mundo de la cultura. La antropología cultural reconoce que todos los grupos humanos, sin importar su condición poseen cultura, por ello la antropología no busca conocer cuál es mejor o peor, sino por el contrario, entrar a reconocer y entender las diferencias. La antropología cultural es también llamada etnografía y su estudio se centra en conocer las diferentes culturas humanas, enfocándose en comprender el comportamiento, analizar las estructuras de relaciones sociales, los estilos de vida, las similitudes y diferencias culturales, entre otros elementos. Solange Anjel Chang, plantea que la antropología cultural estudia la conducta humana que es aprendida, en lugar de la transmitida genéticamente y qué es típica de un grupo humano particular. A estas formas aprendidas y compartidas de conducta humana (incluyendo resultados materiales de esa conducta) se le llama cultura. Esta (cultura) es la manera principal en que los seres humanos se adaptan a sus ambientes. Los antropólogos culturales pretenden entender la cultura en este sentido general: estudian sus orígenes, su desarrollo, la diversidad y sus cambios a través del tiempo entre las gentes. Preguntas como éstas: ¿qué tipos de estructuras familiares se encuentran en diferentes sociedades?, ¿es la religión universal?. La antropología cultural también se interesa en las relaciones entre diferentes subsistemas de una cultura, en particular la relación causa- efecto en el cambio cultural. La meta de la antropología cultural es entender como funciona el cambio cultural y así poder predecir y talvez dirigir o controlar el cambio de manera
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productiva. Le interesan las creencias, valores, costumbres que permiten la conservación del sistema social. En la antropología cultural hay que distinguir dos vertientes: La etnografía, que consiste en el estudio de un grupo, una sociedad o una cultura particular. Para ello, los etnógrafos suelen convivir con pequeñas comunidades para estudiar su comportamiento, creencias, costumbres, vida social, actividades económicas, política y religión; el fin de su trabajo de campo es recoger datos, organizarlos, describirlos, analizarlos e interpretarlos para construir una etnodescripción. La etnología, que consiste en identificar y explicar las diferencias y las similitudes culturales entre distintas sociedades, a través del análisis y comparación de los resultados obtenidos por la etnografía y las otras subdisciplinas. Por tanto, su objeto es distinguir entre universalidad, generalidad y particularidad. 3.3 Antropología Cultural, Espejo para la Humanidad5 (Capitulo I) Métodos de campo La etnografía La etnografía es el estudio personal y de primera mano de un entorno cultural local, generalmente comunidades naturales o sociedades de pequeña escala y relativamente aisladas, con economías y tecnologías simples, gran uniformidad cultural y escasa diferenciación social. Puesto que los etnógrafos se orientan por una perspectiva holista, es decir, de comprensión global de la comunidad a estudio, tradicionalmente han adoptado una estrategia de libre acción para la recolección de datos. Es importante destacar que, aunque la estrategia investigadora de los etnógrafos difiere de la que sería necesaria en una sociedad industrial, al ampliar nuestro conocimiento del alcance de la diversidad humana proporcionan una base para las generalizaciones sobre el comportamiento humano y sobre la vida social. Técnicas etnográficas Para sus investigaciones, los etnógrafos se sirven de diversas técnicas de campo:
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KOTTAK, Conrad Phillip. Antropología Cultural, Espejo para la Humanidad. McGraw Hill. Madrid, 1996.
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i. Observación directa. Los etnógrafos obtienen sus datos personalmente, de primera mano, debiendo prestar atención a los cientos de detalles de la vida cotidiana; para ello, deben observar tanto el comportamiento individual como el colectivo en situaciones diversas y registrar lo que ven tal como lo ven, sea en un “diario personal” o en “notas de campo”: olores, ruidos, miradas, gestos, vestuario... El registro minucioso de las impresiones iniciales es de gran importancia, pues se trata de características fundamentales de la cultura que al principio resultan extrañas y que después, por habituales, llegan a pasar desapercibidas (“los imponderables de la vida nativa y del comportamiento típico”, según Malinowski).
Para conseguir todo esto los etnógrafos se esfuerzan por establecer una buena y amistosa relación con sus anfitriones basada en el contacto personal. Ese es el fundamento de la observación participante: tomar parte de la vida de la comunidad al tiempo que se la estudia. Obviamente, en tanto que seres humanos viviendo entre otros, no podemos ser observadores totalmente imparciales y distanciados: tenemos que tomar parte en muchos de los hechos que estamos observando, y al participar intentar comprender por qué son significativos para los actores. ii. Conversaciones y entrevistas. Participar en la vida local implica hablar constantemente con la gente, siendo de gran importancia aprender la lengua local. En general, la entrevista etnográfica como técnica de recogida de datos suele consistir en una entrevista dirigida con un cuestionario, es decir, una entrevista que el etnógrafo realiza personalmente a los informantes, cuyas respuestas anota siguiendo una guía. Puesto que las comunidades a estudio suelen ser pequeñas, el deseo del etnógrafo es el de obtener una muestra total, entrevistando a todos sus miembros o unidades familiares. Por tanto, se trata de un método más directo e informal que los requeridos en las grandes sociedades, más indirectos e impersonales, y que requieren el empleo de muestras.
Las entrevistas etnográficas permiten contar con dos vertientes: (i) una dimensión cuantitativa obtenida de la información básica recogida, que permite realizar análisis estadísticos; y (ii) una dimensión cualitativa obtenida de la parte abierta de la entrevista. En ese sentido, el etnógrafo también puede realizar entrevistas informales en profundidad a “informantes privilegiados” sobre temas concretos (p. e., a la partera sobre temas de natalidad). iii. El método genealógico consiste en trazar el “árbol genealógico” y los grados de parentesco de una comunidad. En muchas sociedades no industriales (“basadas en el parentesco”) los vínculos de parentesco son la clave de la vida social, y las normas de comportamiento propias de cada
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relación están perfectamente trazadas; por tanto, el etnógrafo debe examinar al detalle los principios de parentesco, filiación y matrimonio, en tanto ladrillos de la construcción social en dichas culturas. Informantes privilegiados. Se trata de personas que por accidente, experiencia, talento o preparación pueden proporcionar la información más completa o útil sobre aspectos concretos de la vida de su comunidad. iv.
Historias de vida. Se trata de entrevistas en profundidad sobre las experiencias de toda una vida de una persona, buscando recoger cómo percibe, reacciona y contribuye a los cambios que afectan a su vida. Con ello se pretende recoger un retrato cultural más íntimo y personal de lo que sería posible obtener por otros medios. v.
vi. Los enfoques “emic” y “etic”. Para descubrir los puntos de vista, creencias y percepciones locales, a fin de compararlos con las observaciones y conclusiones del etnógrafo, éste cuenta con dos estrategias: (a) el enfoque emic o perspectiva del actor, dando énfasis al “punto de vista local”, investigando cómo piensan los nativos, cómo perciben y categorizan el mundo, cómo explican las cosas y en qué se apoyan para decir si algo es significativo o no; y (b) el enfoque etic o perspectiva del científico, dando énfasis al “punto de vista del investigador”, quien busca aportar un punto de vista objetivo y global, bajo el argumento de que los actores suelen estar demasiado implicados en lo que hacen como para interpretar sus culturas de modo imparcial. Un ejemplo sería el “Día de Acción de Gracias”, celebrado en EEUU el cuarto jueves de noviembre; desde un punto de vista emic, se trata de una celebración cultural que conmemora un evento histórico; desde un punto de vista etic, el investigador podría señalar que es un ejemplo de las celebraciones que llevan a cabo muchas culturas tras la recolección de las cosechas. En la práctica, la mayoría de antropólogos combinan ambas estrategias en su trabajo de campo. vii. Etnografía centrada en el estudio de problemas concretos . Aunque los antropólogos están interesados en el contexto global del comportamiento humano, resulta imposible observarlo todo, por lo que la investigación de campo suele dirigirse a cuestiones específicas. Así, la mayoría de los etnógrafos llegan al campo para investigar un problema concreto y recogen datos sobre las variables relevantes para éste, pero también recogen información sobre variables generales (densidad de población, calidad medioambiental, clima, cultivos, pluviometría...), sea a través de mediciones personales, de informantes privilegiados o de consultas a archivos o datos gubernamentales. viii. Investigación longitudinal. Consiste en el estudio continuado y a largo plazo de una comunidad, región, sociedad o cultura, generalmente a
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través de repetidas visitas, tanto del mismo como de distinto grupo investigador. En la actualidad, los estudios longitudinales se han visto facilitados gracias al avance de las comunicaciones y medios de transporte, permitiendo estudiar cómo surgen, influyen y evolucionan ciertas variables a lo largo del tiempo en una comunidad determinada. Investigación en equipo. Las fuerzas contemporáneas del cambio son demasiado complejas como para poder ser entendidas de forma completa por un “etnógrafo solitario”, ni ningún etnógrafo puede imaginar que su lugar de trabajo de campo representa algún tipo de entidad autónoma y prístina (ver apartado siguiente). Así, la investigación longitudinal suele hacerse en equipo, de modo que los que llegan después colaboran con y se apoyan en el trabajo de sus predecesores, lo que permite una mejor comprensión del cambio cultural y de la complejidad social. ix.
La evolución de la etnografía El antropólogo polaco Bronislaw Malinowski (1884-1942), considerado el padre de la etnografía, se dedicó a la “etnografía de salvamento”, en la creencia de que la tarea del etnógrafo era estudiar y documentar la diversidad cultural amenazada por la occidentalización. El estilo que dominaba a esta etnografía clásica era el “realismo etnográfico”, buscando presentar un informe preciso, objetivo y científico de una forma de vida diferente, escrito de primera mano por un etnógrafo que había emprendido una “aventura etnográfica”. Por otra parte, Malinowski escribió “etnografías funcionalistas”, guiado por la idea de que todos los aspectos de la cultura están vinculados entre sí, es decir, que unos son funciones de otros. Para ello, partía de un aspecto concreto de la cultura (p. e., el parentesco), y de él iba estableciendo nexos con otras áreas culturales (comercio, religión, autoridad...). En su opinión, la primera tarea del etnógrafo debía ser “captar el punto de vista del nativo, su relación con la vida, comprender su visión de su mundo”, lo que es un perfecto ejemplo de perspectiva emic, y que ha dado en llamarse “antropología interpretativa”: describir e interpretar aquello que tiene sentido para los nativos. Para los interpretativistas como Clifford Geertz, las culturas son como “textos” que los nativos “leen” constantemente y que los etnógrafos deben descifrar; según esta visión, el entendimiento transcultural surge a través de “diálogos” entre los nativos, el antropólogo y el lector. Por tanto, los etnógrafos median entre las culturas de dos maneras: interpretando las categorías nativas para adaptarlas a las suyas, e interpretando éstas para sus lectores al escribirlas. En este género destaca la “etnografía reflexiva” o “dialogística”, basada en una narración en primera persona de las experiencias, conversaciones y diálogos del etnógrafo, expresando sus sentimientos y reacciones personales de su situación en el campo.
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En la actualidad, la tendencia etnográfica actual cuestiona los fines, métodos y estilos de escritura tradicionales. Según Marcus y Fischer (1986), la antropología ha alcanzado un momento experimental: “todos los pueblos y culturas ya han sido ‘descubiertos’ y ahora tienen que ser ‘redescubiertos’… en circunstancias históricas cambiantes”. Ambos autores critican la idea del “presente etnográfico”, frecuente en la literatura etnográfica clásica, según la cual las culturas que se describen parecen congeladas en un presente atemporal, y señalan la necesidad de adoptar el reconocimiento de que las culturas cambian constantemente (especialmente desde que han sido visitadas frecuentemente por extranjeros o han sido incorporadas a un sistema colonial o nación), y que un informe etnográfico sólo hace referencia a un momento concreto. El trabajo de campo en la antropología arqueológica Los arqueólogos también trabajan en equipo y transversalmente a las coordenadas de tiempo y espacio, combinando dos perspectivas básicas de trabajo de campo: la perspectiva regional (exploración sistemática) y la perspectiva local (excavación): Exploración sistemática: consiste en la recogida de información sobre patrones de asentamiento en un área extensa, es decir, en el registro de la distribución, localización y tamaño de los yacimientos en una región. El análisis de los datos permite realizar cálculos sobre población y valorar los niveles de complejidad social, así como establecer una jerarquía de asentamientos. Por desgracia, no siempre es posible una cobertura total, pues ciertas partes del área pueden ser inaccesibles. Para ello, en la actualidad la tecnología puede auxiliar a los equipos de investigación para localizar y cartografiar los yacimientos a través de sistemas sensoriales remotos, como fotografías aéreas o imágenes de satélite. a)
Excavación: consiste en la recuperación de restos materiales cavando la estratigrafía natural y cultural. Según el “principio de superposición”, el orden natural de las capas señala su ordenación cronológica, pues cada una de las sucesivas capas es más moderna que la que tiene debajo. Sin embargo, la excavación requiere un trabajo tan intensivo y es tan cara que nadie excava un yacimiento sin una buena razón, principalmente por correr el peligro de ser destruido; por ello, muchos países exigen un “estudio de impacto arqueológico” antes de iniciar una construcción. b)
Antes de empezar a excavar se realiza un mapa del yacimiento, subdividiendo el terreno en cuadrículas y éstas en “secciones de recolección”; a continuación, se recogen todos los restos superficiales, los cuales servirán para seleccionar el área a excavar. El registro de todos y cada uno de los artefactos durante la excavación se realiza en tres 35
dimensiones, y para garantizar la recogida de los más pequeños se emplea la técnica de flotación, basada en cribar la tierra empleando agua y una serie de mallas muy finas; obviamente, lo laborioso de la técnica obliga a que sólo se emplee en lugares muy concretos, como suelos de casas o zanjas de basura. Existen dos métodos básicos de excavación: (1) la excavación por niveles arbitrarios, que consiste en retirar sucesivamente una cantidad constante de tierra, generalmente de 10 o 20 cm., y a continuación cribar la tierra para recuperar los restos; o (2) la excavación siguiendo la estratificación del terreno, capa a capa. Obviamente, esta última modalidad es mucho más lenta y laboriosa, pues en ciertos casos 10 cm. pueden llegar a contener una serie de sucesivos suelos de una casa, todos con artefactos, que de ser excavados con la modalidad de niveles arbitrarios saldrían mezclados y revueltos. Para determinar la modalidad adecuada, se suelen realizar “catas de prueba”, pues es posible iniciar la excavación con una modalidad y a partir de cierto nivel continuar con otra. Preparando una propuesta de investigación Cualquier solicitud de beca para poner en marcha un proyecto de investigación debe responder a cuatro preguntas clave: i.
¿Por qué este tema? Se trata de convencer a los evaluadores de que nuestro proyecto vale la pena ser financiado, de que es importante, incluso más que los demás temas propuestos.
ii.
¿Por qué este lugar? Se debe convencer a los evaluadores de que nuestra investigación guarda una relación lógica y necesaria con el lugar propuesto para llevarla a cabo, aportando las pruebas necesarias para demostrarlo.
iii.
¿Por qué esta persona? Se debe convencer a los evaluadores de que somos la persona adecuada y particularmente preparada para llevar a cabo dicha investigación en ese lugar concreto; obviamente, el currículum es primordial.
iv.
¿Por qué este método? Se debe convencer a los evaluadores de que el aparato metodológico elegido es el adecuado para la investigación.
Códigos éticos En EEUU, antes de aceptar una propuesta de investigación, todas las agencias federales exigen una “evaluación ética de un proyecto”, cuya finalidad es asegurarse de que no causará daños a las personas que van a ser estudiadas. En
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su Código Ético (1997), la “Asociación Norteamericana de Antropología” (American Anthropological Association, AAA) señala que los antropólogos tienen las obligaciones principales siguientes: 1.
Responsabilidades para con las personas, animales y materiales . Esta responsabilidad entraña: (i) respetar el bienestar de las personas y animales, y la preservación de los restos arqueológicos, fósiles y registros históricos; (ii) ser respetuoso con la seguridad, dignidad y privacidad de las personas a estudio; (iii) saber con antelación si sus anfitriones desean permanecer en el anonimato; (iv)obtener el consentimiento informado de las personas a las que se estudia y de aquellas cuyos intereses se pudieran ver afectados; (v) negociar cuidadosamente los límites de la relación que se establezca con los informantes; y (vi), se pueden obtener beneficios personales del trabajo, pero nunca por la explotación de personas, grupos, animales o materiales.
2.
Responsabilidad para con la Academia y la ciencia . Esta responsabilidad entraña: (i) estar preparados para encontrarse con dilemas éticos durante la investigación; (ii) sentirse responsable de la integridad y reputación de la disciplina, lo que incluye no engañar, malinterpretar, fabricar evidencias, falsificar o plagiar, así como informar de malas prácticas profesionales por parte de otros investigadores; (iii)preservar la posibilidad de hacer trabajo de campo por futuros investigadores en el mismo lugar; (iv)difundir sus hallazgos a la comunidad científica; y (v), preservar sus datos para su uso en la posteridad.
3.
Responsabilidad para con el público. Esta responsabilidad entraña: (i) poner los resultados a disposición de los patrocinadores, estudiantes y demás investigadores, siendo franco con sus sesgos políticos, filosóficos e ideológicos; y (ii), se puede ir más allá de difundir los resultados de la investigación, adoptando una postura de defensa de los intereses de los informantes y la comunidad estudiada.
La encuesta Tradicionalmente, el trabajo de campo etnográfico ha diferido por completo de la encuesta sociológica o estadística, principalmente por: Los etnógrafos estudian las comunidades como un todo, de forma global, aspirando a obtener una muestra total; la encuesta opera con muestras muy reducidas, elegidas por el investigador de entre una población mucho más amplia por métodos estrictamente aleatorios. 1.
Los etnógrafos obtienen los datos de primera mano, estableciendo una relación personal y directa con los actores; la encuesta no suele llevarla a cabo el investigador personalmente, sino a través de colaboradores o 2.
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empresas especializadas, incluso por correo o por teléfono, por lo que la relación es impersonal e indirecta. 3. Los etnógrafos suelen interesarse por todos los aspectos de la vida local de los encuestados; la encuesta suele centrarse en un número reducido de variables. 4. Los etnógrafos suelen investigar comunidades atrasadas que no saben leer ni escribir; la encuesta suele emplearse en países modernos, donde la gente sabe leer y escribir, y los encuestados pueden rellenar sus propios formularios. 5.
Los etnógrafos no suelen emplear la estadística, ya que las comunidades a estudio poseen escasa diversidad más allá de unas pocas variables básicas; la encuesta requiere de un complejo análisis estadístico de los datos recogidos sobre una muestra para poder hacer inferencias de los resultados a una población más amplia.
A pesar de las notables diferencias, a medida que los antropólogos han ido trabajando cada vez más en sociedades de gran escala han ido desarrollando formas innovadoras de aunar la etnografía y la encuesta, demostrándose que una combinación de investigación con encuestas y de etnografía puede proporcionar nuevas perspectivas sobre la vida en las sociedades complejas. Así, una etnografía preliminar puede ayudar a desarrollar preguntas relevantes y culturalmente apropiadas para su inclusión en encuestas nacionales, habiéndose desarrollado cierta “antropología moderna” para estudios concretos allí donde exista un comportamiento humano pautado: lugares públicos, eventos deportivos, restaurantes, bares, mercados, centros comerciales, manifestaciones… Por tanto, el método etnográfico y el énfasis en las relaciones personales se están demostrando como valiosas aportaciones de la antropología al estudio de una sociedad compleja. Por el lado contrario, y aunque en los mejores estudios se mantiene el sello de la etnografía (investigación directa y personal, observación participante), muchos estudios antropológicos contemporáneos empiezan a contar con una base estadística, dado que, como se ha demostrado, ello permite una evaluación más precisa de las diferencias y similitudes entre comunidades. Por tanto, el análisis estadístico también se está demostrando como válido para apoyar y redondear un informe etnográfico sobre la vida social local. Ciencia, explicación y comprobación de hipótesis La etnología se apoya en los datos etnográficos para comparar, contrastar y hacer generalizaciones sobre sociedades y culturas; a su vez, la etnografía intenta
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identificar y explicar dichas diferencias y similitudes, comprobar las hipótesis y construir una teoría que refuerce nuestra comprensión de cómo funcionan los sistemas sociales. Los científicos intentan mejorar la comprensión poniendo a prueba hipótesis (explicaciones sugeridas de cosas y hechos); así, comprensión significa explicación (≈ leyes), y ésta depende de asociaciones y teorías. Una asociación es una relación observada entre dos o más variables (≈ correlación), mientras que una teoría es algo más general, un marco explicativo que sugiere asociaciones y ofrece explicaciones. En ciencias sociales las asociaciones suelen establecerse de forma probabilística, afirmándose que dos o más variables tienden a estar relacionadas de un modo predecible (asociaciones estadísticas). Una teoría es algo más complejo que una asociación, pues mientras ésta ofrece una relación observada entre dos o más variables, la teoría constituye un marco explicativo que contiene una serie de afirmaciones, a menudo con conceptos e ideas que no son directamente observables ni verificables (“constructos teóricos”, por ejemplo el fotón); por tanto, una asociación puede ser probada, pero una teoría no. El principal valor de una teoría es la promoción de nuevo conocimiento, sugiriendo patrones, conexiones o relaciones que podrían confirmarse con nuevas investigaciones. Sin embargo, si bien una teoría no puede ser probada inductivamente, sí puede ser rechazada a través del método de la falsación o falsabilidad, diseñado por Karl R. Popper (1902-1994). Este método señala que si una teoría es cierta, determinadas predicciones deberían mantenerse ante pruebas diseñadas para demostrar lo contrario; así, las teorías cuya falsedad no se verifica siguen siendo aceptadas. Por tanto, no se trata de comprobar el acierto de la teoría, sino de que no se demuestra falsa ante ciertas pruebas diseñadas especialmente para ello. Panorama actual y problemas de la etnología (Lombard) Objetivo de la etnología Según la concepción tradicional, la etnología es el estudio del mundo primitivo; según la concepción moderna, la perspectiva que pretende analizar el funcionamiento de los grupos de pequeño tamaño; pero es, ante todo, la mirada que se posa en el otro, el deseo de conocer a esos pueblos, más o menos distantes, que nos parecen tan distintos a nosotros. Sin embargo, este estudio de las poblaciones aparentemente extrañas nos conduce irremisiblemente hacia una reflexión sobre la naturaleza humana, sobre sus semejanzas y diferencias y las razones de éstas. Posteriormente, la etnología ha ido respondiendo al deseo de conservar todos estos patrimonios culturales en vías de desaparición ante el avance de una 39
civilización que se universaliza, dado que “constituyen variaciones estructurales únicas cuyo estudio nos ayuda en gran medida a conocer mejor la naturaleza de la sociedad humana” (Evans-Pritchard, 1950). Sin embargo, conocer mejor al otro significa también poder comerciar con él, impulsar sus posibilidades de desarrollo, llevar a cabo políticas de integración de culturas...; en definitiva, conocer significa también modificar la visión que se tiene del otro, que a menudo responde a prejuicios remotos. El conocimiento científico de otras sociedades La vocación básica de la etnología (conocer y comprender la diversidad de costumbres, especialmente sobre los pueblos vecinos) ya la encontramos entre los griegos y romanos (Herodoto, Estrabón, Tácito), y ya se observa en sus autores una clara distinción entre dos enfoques: (a) descripción de sociedades de costumbres raras o extrañas, haciendo hincapié bien en las diferencias con la cultura del observador, bien en las tendencias humanas compartidas entre ambas; o (b), descripción de sociedades menospreciadas como “primitivas”, salvajes o bárbaras, reivindicando la “fascinación por lo extraño”. Por tanto, la antigüedad ya poseía conciencia de la relatividad de las culturas, es decir, de que cada cultura sólo tiene sentido o valor dentro de su propio contexto. La aceptación de la diversidad de las instituciones y creencias en el espacio y en el tiempo supone aceptar que las sociedades no se rigen por “leyes generales inmutables”, sino por “convenciones particulares” que varían de una sociedad a otra y de una época a otra. La Edad Media es poco expansionista, y sólo apunta el cambio del “nosotros-los otros” al “nosotros-los paganos” (¿los “paganos” forman parte de la humanidad y tienen alma o están al margen de la Revelación Divina?). Será en el Renacimiento (1450-1600) cuando vuelva a crecer el interés por las culturas y los pueblos lejanos, especialmente tras el descubrimiento de América (1492). En este periodo (militares, misioneros) los juicios, críticos o no, prevalecen sobre la descripción objetiva, destacando la polémica sobre el derecho de los europeos a dominar a los demás pueblos en nombre de la superioridad moral (Sepúlveda, De las Casas). Será Michel E. de Montaigne (1533-1592) el primero en combatir el etnocentrismo (juzgar las demás culturas según los valores del observador) y en defender lo “primitivo” en nombre de un humanismo antropológico. El Racionalismo (s. XVII) supondrá un retroceso, pues filósofos como Hobbes o Locke defenderán la necesidad de “civilizar” a los pueblos “en estado de naturaleza”. Sin embargo, con la Ilustración (s. XVIII) crecerá el interés por los pueblos lejanos y la “glorificación del buen salvaje”, impulsándose la búsqueda de una explicación científica a las diferencias culturales (Montesquieu, Diderot, Voltaire); este periodo iniciará una verdadera reflexión antropológica, en la que destacará J. J. Rousseau (1712-1778), quien reivindicará al hombre en “estado de 40
naturaleza” (“buen salvaje”) frente al depravado hombre civilizado. De esta época destacan dos debates. (a) En primer lugar, el debate del determinismo natural, basado en la influencia del clima en el ser humano, en el cual se pretendía explicar la diversidad humana por medio del clima y el entorno. Fue Montesquieu (1689-1755) quien, en su “Espíritu de las Leyes” (1758), defendió la idea de la relatividad de las sociedades, de modo que “cada nación posee las razones de sus principios”, estableciendo una relación estrecha entre raza y cultura. (b) En segundo lugar, el movimiento científico naturalista (Linneo, Buffon) planteará un debate sobre la historia natural del hombre, al que deja de considerarse como una criatura única, aislada de la especie animal y moldeada por Dios, para situarlo en la escala de los seres vivos y próximo a los primates. Por tanto, ya desde los orígenes de la etnología se observa la voluntad del interés por el otro, cuyo objetivo era en primera instancia la comparación a través de descubrir las diferencias con él para, en última instancia, alcanzar una mejor comprensión de uno mismo. Como dijo Rousseau, “para estudiar al hombre hay que aprender a mirar más allá; hay que observar primero las diferencias para descubrir las propiedades” (“Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”, 1755). Por ello, la etnología permite, por medio del conocimiento del otro, tener una visión más crítica sobre la propia sociedad. Conocerse a sí mismo a través de los demás Según C. Lévi-Strauss (1958), en primera instancia la antropología “pretende comprender, con su descripción de las sociedades extrañas y lejanas, el punto de vista del indígena”, para, a continuación, “ampliar su objeto para incluir a la sociedad del observador”, aunque siempre “procurando poner de manifiesto un sistema de referencia basado en la experiencia etnográfica y que sea independiente a la vez del observador y de su objeto”. En palabras de C. Kluckhohn (1949), “La antropología pone delante del hombre un espejo inmenso en el que puede contemplarse a sí mismo en su infinita diversidad”. Por tanto, la etnología propone un “rodeo etnológico” para conocer mejor nuestra propia sociedad a través del conocimiento de los demás, y el mejor modo de hacerlo suele ser a través del estudio de las instituciones, buscando aprender del conocimiento de las demás sociedades con el fin de mejorar las nuestras (p. e., comparando nuestro patriarcado frente a las sociedades donde predomina o ha predominado el matriarcado). La etnología como complemento de otras ciencias sociales En este sentido, la etnología presenta varios motivos de reflexión: i.
La etnología constituye un medio para la crítica y refinamiento de conceptos, 41
sean sociológicos o de otro tipo (política, cultura). ii.
La etnología constituye un instrumento metodológico para la explicación sociológica, dado que en los grupos pequeños se pueden descubrir más fácilmente los factores esenciales y sus relaciones. Así, al trabajar en un contexto más simple, el antropólogo puede aislar algunos factores que después se podrán estudiar de un modo más eficaz en situaciones más complejas.
iii.
La etnología constituye el mejor remedio contra el etnocentrismo (juzgar a otras culturas con nuestros propios valores y creencias), pues permite no sólo comprender que nuestras costumbres y creencias no tienen un valor universal, sino también llevar a cabo la autocrítica de nuestra sociedad al compararla con las demás.
iv.
La etnología constituye el mejor remedio contra el cronocentrismo, definido como la costumbre de juzgar con los valores de nuestra época los acontecimientos de una sociedad anterior.
Etnología y aplicación práctica Obviamente, conocer las costumbres de un grupo es un medio de prever sus comportamientos futuros. Así lo entendió la antropología americana en sus inicios, frente a la necesidad de integrar las comunidades amerindias y negras, o las administraciones coloniales francesa y británica para controlar su gestión. Por tanto, al principio la etnología supuso una ayuda útil para la colonización y la administración, antes de que se orientara hacia investigaciones más independientes sobre el estudio de los pueblos. Más recientemente, la etnología ha encontrado un gran campo de aplicación colaborando en los planes de desarrollo en los países del Tercer Mundo, pues la experiencia ha demostrado que sólo el etnólogo puede garantizar el seguimiento de la actuación, descubriendo cuáles son los factores favorables o desfavorables en una población determinada para su adaptación progresiva a las nuevas condiciones. Por último, la nueva especialidad denominada “antropología industrial” ha abierto un nuevo frente de aplicación, utilizando los medios etnográficos para estudiar el mundo del trabajo, las relaciones humanas y las motivaciones en la empresa. Los problemas de la etnología En la etnología se plantean cuatro problemas u “oposiciones doctrinales”, que son:
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i.
Ciencia - No ciencia. Inicialmente, sociólogos como Comte o Durkheim defendieron el carácter científico de la disciplina, basándose en la existencia de “leyes naturales inmutables” que había que descubrir. En ese sentido se alinearon Spencer y su organicismo, muy influenciado por la biología, y Radcliffe-Brown, fundador de la antropología británica. Sin embargo, pronto se constató que, al contrario que las ciencias naturales, las ciencias sociales no podían llevar a cabo una experimentación rigurosa, tanto por la imposibilidad de reproducir los experimentos bajo las mismas circunstancias, como porque la objetivación de la realidad social varía mucho de un sujeto a otro. Por ello, la etnología contemporánea ha renunciado a descubrir leyes generales; como afirma Evans-Pritchard (1950), “la antropología social trata a las sociedades como sistemas simbólicos y no como sistemas físicos… busca estructuras y no leyes, demuestra la coherencia de los fenómenos y no la existencia de relaciones necesarias... interpreta más que explica”.
ii.
Relativismo - Universalismo. Supone la contradicción de la etnología entre su reivindicación del relativismo y la especificidad de las culturas y su vocación de encontrar el aspecto universal de los fenómenos culturales; así, unas escuelas han hecho hincapié en el relativismo y la especificidad (Malinowski), mientras que otras se esfuerzan en buscar explicaciones de carácter general (Lévi-Strauss). Sin embargo, es obvio que el estudio de la diversidad cultural también permite encontrar denominadores comunes o constantes culturales propios de la naturaleza humana.
iii.
Determinismo - Libertad. La creencia en unas “leyes de la sociedad” supone aceptar el constreñimiento del individuo al determinismo social; como Radcliffe-Brown afirma, el comportamiento humano “en lo que respecta a un tipo de relación social permanece determinado e inmutable”. Sin embargo, Malinowski, apuntando la tendencia de la etnología actual, defendió que siempre existe la posibilidad de eludir las reglas y que incluso existe cierta desviación tolerada por el orden social.
iv.
Inmutabilidad - Dinamismo. Durante mucho tiempo se ha creído en la inmutabilidad del objeto, es decir, en la estabilidad de las estructuras e instituciones de las sociedades, y bajo ese prisma los funcionalistas franceses (Durkheim) e ingleses (Radcliffe-Brown) han defendido una visión globalizadora y armoniosa de las sociedades estudiadas. Sin embargo, el más dinamismo social (Marx) se centra en el estudio del cambio y los conflictos, no buscando tanto los principios del funcionamiento de la sociedad como el análisis de los elementos que se oponen en su interior. Ciencia
- Antropología cultural - Antropología social - Estructuralismo
- Positivismo - Funcionalismo
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No ciencia
Universalismo
Determinismo
Inmutabilidad
- Funcionalismo de Malinowski - Antropología cultural
- Funcionalismo - Estructuralismo - Evolucionismo - Funcionalismo positivista - Antropología marxista - Funcionalismo positivista - Estructuralismo
- Funcionalismo de Malinowski - Antropología americana - Evolucionismo - Antropología contemporánea
Relativismo
Libertad
Dinamismo
Una etnología científicamente dependiente Desde sus inicios, la etnología ha tenido que apelar a otras ciencias, de modo que cada escuela de pensamiento se ha inspirado en el modelo científico de una disciplina más o menos afín. Así, los evolucionistas (Spencer) tomaron a la biología como referente científico, aplicando su modelo evolutivo de las especies animales a las sociedades humanas; la antropología social (Radcliffe-Brown) encontró en la biología su referente metodológico: descripción empírica, razonamiento inductivo, clasificación por tipos y comparaciones; por su parte, el estructuralismo (Lévi-Strauss) encontró su referente en la lingüística, trasladando la estructura significativa del lenguaje (el significado de una frase depende del orden de los términos y de sus sonidos) a los sistemas de parentesco. Sin embargo, recurrir o no a la historia ha sido uno de los grandes debates. Así, mientras el funcionalismo ortodoxo y el estructuralismo han rechazado recurrir a ella, las demás escuelas han adoptado las técnicas de la investigación oral histórica o “etnohistoria”, basada en la recogida oral de datos en ausencia de documentos escritos para reconstruir el pasado de un grupo, y con dicha información intentar explicar su presente. El mismo debate se produce respecto a la psicología. Rechazada por el estructuralismo social (Durkheim), más preocupado por las organizaciones y la solidaridad, suele ser empleada por la antropología cultural para extraer conclusiones sobre el temperamento y el carácter de los grupos, casi siempre por medio de tests psicológicos.
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CAPITULO 4 4. CULTURA La cultura se constituye en los diferentes significados, códigos, expresiones, normas, gestos, símbolos y estilos de vida que caracterizan a una colectividad; es decir, son las diferentes formas de pensar, actuar y sentir del hombre dentro de un grupo social. Por ello se establece que el único ser capaz de hacer cultura es el hombre, y aquí radica una de las principales diferencias con los animales.
Aunque el ser humano es único, comparte con otros hombres muchos sentimientos, creencias, hábitos, costumbres y valores; los cuales dependen de cada sociedad. Por ello la cultura es el conjunto de conductas aprendidas, creencias, actitudes, valores e ideales que caracterizan a una sociedad o población. •
Edwar Tylor plantea que la cultura es ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesuiera otros hábitos y capacidades adquiridas por el hombre como miembro de una sociedad.
•
Talcott Parsons expone que la cultura es un sistema compuesto por normas, valores, creencias y símbolos expresivos.
•
Clifford Geert explica que la cultura es un proceso (red, malla o entramado) de significados en un acto de comunicación objetivos y subjetivos, entre los procesos mentales que crean los significados y un medio ambiente o contexto significativo (ambiente cultural exterior de la mente).
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Las anteriores definiciones plantean que la cultura no es algo que se tiene, sino es una producción colectiva, un universo de significados que se transmite a través de las generaciones a través del proceso de socialización. Características de la cultura •
La cultura es aprendida: tipos de aprendizaje Aprendizaje individual situacional: se da por la propia experiencia Aprendizaje social situacional: se da gracias a otros miembros del grupo social. Aprendizaje inconsciente: se da a través de la observación o por la conversación. Aprendizaje cultural: es exclusivo del ser humano, es la capacidad de aprender y utilizar símbolos.
• • • • • • • • •
La cultura permite la creatividad individual La cultura es adaptativa (adaptante) y mal adaptante La cultura es un todo integrado La cultura siempre está cambiando La cultura es simbólica La cultura somete a la naturaleza La cultura es general y es específica La cultura es compartida La cultura está pautada
Funciones de la cultura 1.
Ofrece un esquema o proyecto de vida en cualquier sociedad dada.
2. Reúne, contiene e interpreta los valores de una sociedad de modo que la gente reconoce y aprecia lo que tiene valor. 46
3.
La cultura es en sí misma una base para la solidaridad social.
4. Sirve de marca de fábrica para distinguir a una sociedad de otra 5. La cultura de una sociedad es el factor predominante en la constitución y configuración de la personalidad social. 4.1. Antropología Cultural, Espejo para la Humanidad6. (II Capítulo) Definición de cultura Si “sociedad” se define como la vida organizada en grupos, debemos aceptar que tanto el hombre como muchas especies animales viven en “sociedades”; sin embargo, sólo los grupos humanos poseen una tradición cultural común, la cual se transmite mediante el aprendizaje y constituye la razón del éxito de la adaptabilidad humana. Convencido de que el comportamiento y el pensamiento del ser humano no son aleatorios sino que responden a leyes naturales, fue el antropólogo británico Edward B. Tylor (1832-1917) quien, ya en 1871, ofreció una de las definiciones de cultura que aún cuenta con más aceptación: es “ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad” (“La cultura primitiva”, 1871). De entre los elementos fundamentales que encierra el concepto de cultura, podemos destacar los siguientes: i.
La cultura es aprendida. Se denomina enculturación (≈ socialización) al proceso por el cual se aprende e interioriza la cultura de una sociedad. Puede ser aprendizaje: (1) situacional (por la propia experiencia), (2) social (los padres –agentes enculturadores– enseñan a los hijos), (3) inconsciente (a través de la observación o la conversación) o (4) cultural, que es exclusivo de los seres humanos, y consiste en la capacidad humana de aprender y utilizar símbolos (signos sin una conexión necesaria ni natural con aquello a lo que representan). En definitiva, la cultura es un conjunto de “mecanismos de control” para regir la conducta que son aprendidos por las personas a través de la enculturación, haciendo suyo gradualmente un sistema previamente establecido de significados y de símbolos que utilizarán para definir su mundo y guiar sus comportamientos y percepciones a lo largo de sus vidas.
6
Ibíd.
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Es importante destacar la unidad psíquica del hombre, en el sentido de que todas las poblaciones humanas tienen capacidades equivalentes para la cultura, y en que cualquier ser humano es capaz de aprender cualquier tradición cultural (igualdad biopsicológica). ii.
La cultura es compartida. La cultura no es un atributo de los individuos per se, sino en cuanto miembros de grupos, pudiéndose afirmar que la enculturación unifica a las personas al proporcionarles experiencias comunes. Poco de lo que se piensa es original o único, pues compartimos nuestras opiniones y creencias con muchas otras personas; incluso el individualismo, tan arraigado en la cultura norteamericana, no deja de ser un valor distintivo compartido de su cultura que se transmite durante la vida cotidiana. Además, todas las personas se convierten en agentes enculturadores de sus hijos y allegados del mismo modo que sus padres lo fueron para ellos. Un ejemplo del poder del contexto cultural compartido es el hecho de que las personas del mismo origen (chinos, latinos, ingleses) tienden a entablar relaciones entre ellos cuando se encuentran lejos de su tierra.
iii.
La cultura es simbólica. Para Leslie White (1959), la cultura tuvo su origen cuando nuestros antepasados adquirieron la capacidad de simbolizar, es decir, de crear y dotar de significado una cosa o hecho. Un símbolo es algo que viene a representar otra cosa, sin una conexión obvia, natural o necesaria entre el símbolo y lo que simboliza (la voz “perro” no tiene una conexión natural con el animal en sí, salvo la que la cultura española le atribuya); por tanto, la asociación entre el símbolo (bandera) y lo que simboliza (país) es arbitraria y convencional. En general, los símbolos suelen ser lingüísticos, pero también pueden ser no verbales: agua bendita → santidad, cruz roja → hospital, cruz verde → farmacia...
iv.
La cultura adapta la naturaleza. La cultura asume las necesidades biológicas del ser humano y nos enseña a expresarlas de formas particulares; así, las personas tienen que comer, pero la cultura nos enseña qué, cómo y cuándo. Además, los hábitos culturales y los inventos modelan la naturaleza humana de muchas maneras; así, todos debemos defecar, pero unas culturas enseñan a hacerlo de pie, otras sentados y otras en cuclillas. Por tanto, nuestros hábitos corporales son parte de tradiciones culturales que han convertido los actos naturales en costumbres culturales.
v.
La cultura es globalizadora y omniabarcante. Se afirma que la cultura lo abarca todo, desde lo popular hasta lo elitista, pasando por todos los ámbitos sociales: deportes, televisión, sexo, alimentación… Sin embargo, podemos distinguir entre Cultura en un sentido general, como una capacidad una posesión compartida por todo el género Homo, y el término cultura en un sentido específico, como cultura particular en un contexto concreto, y que 48
son el objeto de estudio de los antropólogos. vi.
La cultura está pautada e integrada. Las culturas no son colecciones fortuitas de costumbres y creencias, sino sistemas pautados e integrados: si cambia una parte del sistema (costumbre, creencia o valor), las otras lo hacen también (p. e., la incorporación de la mujer al mundo laboral cambió la actitud hacia el matrimonio, la familia y los niños). Un conjunto característico de valores centrales integra cada cultura y contribuyen a distinguirla de otras; así, la cultura norteamericana se funda en la ética de trabajo, el individualismo y los logros y la confianza en uno mismo, distinguiéndola de otras culturas pautadas con valores centrales distintos.
vii.
La cultura permite la creatividad individual. Aunque las reglas culturales nos dicen qué hacer y cómo hacerlo, no siempre seguimos su dictado. Las personas pueden interpretar y manipular la misma regla de formas diferentes, utilizando creativamente su cultura en lugar de seguirla ciegamente, e incluso los símbolos más comunes pueden tener significados radicalmente diferentes para distintos grupos o personas dentro de una misma cultura. Por ello, se distingue entre cultura ideal, consistente en lo que la gente dice que debería hacer y lo que dicen que hacen, y cultura real, consistente en su comportamiento real tal como lo observa el antropólogo (este contraste refleja el debate emic-etic). La cultura es tanto pública como individual; además, el individuo y la cultura están unidos, pues las personas interiorizan el significado de los mensajes públicos y luego, mediante su interpretación privada, influyen en la cultura mediante su forma particular de entender y realizar las cosas.
viii.
La cultura puede ser adaptante o mal-adaptante. Como ya sabemos, la adaptación del ser humano a las tensiones medioambientales se realiza a través de la adaptación biológica (genética) o cultural (patrones de comportamiento, tecnología). Sin embargo, no todos los patrones culturales son adaptantes, sino que también existen mal-adaptantes que, a pesar de ofrecer beneficios a corto plazo, pueden dañar el entorno y amenazar la existencia continuada del grupo a largo plazo; también algunas prácticas que son adaptantes para una cultura pueden ser mal-adaptantes para otra con la que existe una relación comercial o de dominación. Así, ciertos patrones culturales modernos, como las políticas que fomentan la superpoblación, los sistemas inadecuados de producción de alimentos, el consumo desmedido y la contaminación, parecen ser mal-adaptantes a largo plazo.
Los niveles de la cultura En la cultura se pueden distinguir tres niveles. (1) Cultura nacional refiere a las experiencias, creencias, patrones de comportamiento y valores compartidos por 49
ciudadanos de un país. (2) Cultura internacional refiere a los rasgos y patrones culturales que se extienden más allá de los límites nacionales con carácter internacional, habiéndose transmitido por difusión (directa, indirecta o forzada). Por último, (3) subcultura refiere a patrones, tradiciones y símbolos culturales asociados a subgrupos de una sociedad compleja, teniendo su origen en la etnicidad, clase, región o religión; así, los norteamericanos comparten una misma cultura nacional, pero se dividen en muchos grupos diferentes definidos culturalmente: religiosos (judíos, bautistas, católicos), raciales (afroamericanos, blancos, asiáticos), geográficos (norteños, sureños)… Tendencias de estudio de la antropología Etnocentrismo, relativismo cultural y derechos humanos El etnocentrismo es la tendencia a aplicar los propios valores culturales para juzgar el comportamiento y las creencias de personas criadas en otras culturas. El etnocentrismo constituye un universal cultural, en el sentido de que en todas partes la gente piensa que las explicaciones, opiniones y costumbres que les resultan familiares son ciertas, correctas, adecuadas y morales; además, contribuye a la solidaridad social, pues genera un sentido de valor de comunidad entre quienes comparten una tradición cultural. En el polo opuesto está el relativismo cultural, que argumenta que el comportamiento en una cultura particular no debe ser juzgado con los patrones de otra. Según esta postura, no hay una moralidad superior internacional o universal, y las reglas éticas y morales de todas las culturas merecen igual respeto, sea la Alemania nazi o la Grecia clásica. Debemos destacar dos tipos de derechos. Por un lado, los derechos humanos (“Declaración Universal de los Derechos Humanos”, ONU, 1948), considerados derechos individuales, inalienables e internacionales, los cuales invocan un ámbito de justicia y moralidad que está por encima de países, culturas y religiones. Por otro, los derechos culturales, definidos como los derechos de un grupo para preservar su cultura, educar sus hijos en las formas de sus antepasados, continuar su lengua y no verse privado de su base económica. El concepto de “Derechos indígenas de propiedad intelectual” (DPI) surge como un derecho cultural que permite a los grupos indígenas controlar quien puede llegar a conocer y a utilizar su saber colectivo; obviamente, muchos conocimientos culturales tradicionales tienen un valor comercial: artesanía, canciones, bailes, trajes, folclore… Como resulta obvio, ciertos derechos culturales interfieren con los derechos humanos: ablación del clítoris, circuncisión del pene, matrimonios pactados por los padres, canibalismo, infanticidio de niñas… Como científico, el antropólogo debe respetar la diversidad humana, intentando ser objetivo, preciso y sensible en su informe de otras culturas; sin embargo, esto no significando que deba ignorar los 50
valores internacionales de justicia y moralidad. Cada antropólogo es libre de elegir dónde realizar su trabajo de campo, y nada le obliga a aprobar el infanticidio o el canibalismo para llevar a cabo un estudio en el que registrar su existencia y determinar sus causas. Universalidad, generalidad y particularidad Al estudiar la diversidad humana en el tiempo y en el espacio, los antropólogos distinguen entre lo universal, lo generalizado y lo particular. a)
Universalidad. Los rasgos universales son aquellos rasgos compartidos por todos los humanos en todas las culturas, soliendo coincidir con los rasgos que distinguen al Homo sapiens de otras especies. Puede tratarse de universales biológicos (largo período de dependencia infantil, sexualidad todo el año, cerebro complejo que permite el uso de símbolos, lenguajes y herramientas), psicológicos (formas comunes de pensar, sentir y procesar información), sociales (organización de la vida social, grupal y familiar) o culturales (exogamia, tabú del incesto).
b)
Generalidad. Las generalidades culturales son rasgos compartidos en diferentes momentos y lugares, pero no en todas las culturas. Dicha situación se puede producir por difusión (préstamo de creencias y costumbres entre culturas, sea de modo directo, indirecto o forzado), herencia (a través de un antepasado cultural común), aculturación (intercambio de rasgos culturales entre grupos por su contacto continuado) o invención del mismo rasgo o patrón cultural en dos o más culturas diferentes de un modo independiente. Un ejemplo de generalidad cultural presente en muchas sociedades es la familia nuclear como grupo de parentesco.
c)
Particularidad. Las particularidades culturales son rasgos culturales exclusivos de ciertas culturas. Las distintas culturas suelen enfatizar cosas diferentes, estando pautadas e integradas de forma distinta, lo que se refleja en su variación y diversidad. Muchas culturas ritualizan una serie de eventos universales del ciclo vital (nacimiento, pubertad, matrimonio, muerte), pero suelen diferir en cuál de ellos merece celebración especial. Así, los norteamericanos suelen invertir más en una boda que en un funeral, al contrario que los betsileo (Madagascar).
Relativismo Cultural Posiblemente si apreciamos las acciones y motivos de los otros grupos a la luz de los nuestros, no llegaremos a comprenderlos. Debemos interpretar su conducta a la luz de SUS motivos, hábitos y valores. P.e nosotros condenamos al hombre que se toma la justicia por su mano y busca la venganza, mientras que los esquimales
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culpan al hombre que ha demostrado tan poco valor y lealtad hacia el grupo como para permitir que un pariente suyo quede sin vengar. Quizás nos parece sanguinario e inútil la caza de cabezas, pero para los Marindese de Nueva Guinea, gente cordial y amable, cazan cabezas para poder dar nombres a sus hijos, como creen firmemente que un niño consigue su identidad y su nombre quitándosela a otro que esté vivo, se dedican a ello.Hecho que resulta moral, sus mores lo aprueban. Esto demuestra la significación del relativismo cultural, la significación de un rasgo, está en relación con el medio ambiente cultural. Un rasgo no es bueno ni malo en sí mismo, es bueno o perjudicial desde el punto de vista cultural. Vestirse con pieles es conveniente en el ártico pero no así en el trópico. La virginidad es una cuestión discutible e importante dentro de las sociedades occidentales, donde se alienta que las adolescentes se mantengan vírgenes hasta el matrimonio, pero en Nueva Guinea el consejo es el opuesto, cada uno de estos consejos es adecuado en su ambiente. Cualquier rasgo es socialmente bueno si funciona armónicamente dentro de su medio ambiente cultural y ayuda a conseguir los fines que la gente persigue. El concepto de relativismo cultural no significa que se deban estimar por igual todos los hábitos, ni tampoco que ninguno de ellos sea en sí perjudicial. Algunas normas de conducta han de ser consideradas dañinas en todos los ambientes, pero incluso éstas sirven a algún propósito dentro de la cultura y la sociedad sentiría su falta a menos que sean reemplazadas por otras (aspirar al bien común). Se acusa a sociólogos y antropólogos de socavar la moralidad so pretexto del relativismo y la reivindicación de “que cualquier cosa es buena en cualquier parte”, tal concepto es falso, es relativamente cierto porque ello no se da en todas partes, la cultura forma un todo y los diversos elementos que la componen han de armonizar aceptablemente unos con otros para que la cultura funcione eficazmente al servicio de los propósitos humanos, quienes invocan el relativismo cultural para justificar su comportamiento en realidad no les importa el bienestar de la sociedad sólo el propio. GUIA DE TRABAJO EN GRUPO No. 3
Actividad III. (10%) Tema a desarrollar: “Cultura” Formar grupos de 5 personas, leer el texto “El ritual del cuerpo entre los Nacirema” y contestar con base en él las siguientes preguntas. 1. Según el texto, ¿dónde viven y qué tipo de cultura son los Nacirema (características)?
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2. Realizar un dibujo en el cual plasmen cómo se imaginan es esta cultura.
3. Analizar en qué creen se diferencian nuestra cultura y la forma de vida de la cultura Nacirema.
4. ¿Están de acuerdo con las prácticas o rituales frente al cuerpo practicados por la cultura de los Nacirema? 5. Qué harían si se encuentran dentro de sus trabajos como profesionales con la cultura Nacirema? 6. ¿Qué cultura creen es más desarrollada, la Nacirema o la nuestra? Por qué?
GUIA DE TRABAJO EN GRUPO No. 3
Actividad IV. (30%) De manera grupal realizar un registro de observación; elegir un grupo y describir su comportamiento en relación a las características de la cultura. • • • • • • • • • •
La cultura se aprende La cultura permite la creatividad individual La cultura es adaptativa La cultura es un todo integrado La cultura siempre está cambiando La cultura es simbólica La cultura somete a la naturaleza La cultura es general y es específica La cultura es compartida La cultura está pautada
A partir del anterior trabajo realizar un análisis escrito o gráfico de lo observado; es decir, reflexionar sobre la manera cómo se presentan las características culturales en los grupos humanos.
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CAPITULO 5 5. PROSPECTIVA ANTROPOLOGIA
ANTROPOLOGICA:
RETOS
DE
LA
5.1 MULTICULTURALIDAD La mullticulturalidad se refiere a las diferencias culturales, a la coexistencia de múltiples culturas. Este concepto proviene desde la Colonia, cuando diferentes culturas se mezclaron. Se habla de multiculturalismo cuando existen diferentes grupos racionales y étnicos dentro de una sociedad, que mantienen sus propias identidades culturales y redes sociales, al mismo tiempo que participan en sistemas económicos y políticos compartidos. En las sociedades plurales cada grupo tiene su propia lengua, religión, gastronomía, etc., y sus miembros interactúan socialmente. Raza: La mullticulturalidad se la ha asociado con el concepto de raza, la cual ha sido utilizada para distinguir a la humanidad, por ello más que una categoría biológica o genética es social, se la ha usado como arma política para limitar la distribución de la libertad personal, los derechos civiles, la educación, la vivienda, el empleo, la justicia y el respeto. La raza también es una identidad social, reconocida como significativa por los negros y por los blancos. Por ello desde la antropología la raza denota una categoría de personas que se perciben a sí mismas y son percibidas por otros como distintos sobre la base de ciertos rasgos biológicamente heredados. Grupo étnico: está constituido por personas que se perciben a sí mismas y son percibidas por otros como un grupo que comparte una historia común, así como unos rasgos culturales distintivos como el idioma, la religión, las costumbres, preferencias, etc. 5.2 GLOBALIZACION Se puede definir a la globalización como la etapa de desarrollo de la sociedad, en la cual se han expandido las fronteras, se han intensificado los procesos de dependencia entre las naciones, han crecido las redes económicas y culturales a escala mundial. Entre los principales avances se destacan los satélites, el desarrollo de los sistemas de información (telefonía celular, internet), el desarrollo
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de las manufacturas, el procesamiento de bienes con recursos electrónicos, el transporte aéreo y transoceánico, migraciones, etc. Desde el punto de vista económico, la globalización presenta hoy una clara uniformación del mercado planetario, donde no hay igualdad en las condiciones de competencia; pero la globalización también se presenta en otros ámbitos, tales como en la política, la informática, el arte, la televisión, la música, el cine, la moda, etc. Es decir, que esta nueva esfera se ha ido incorporando en todos los ámbitos de la vida sociocultural del hombre. Tal como lo plantea Néstor Canclini en culturas hibridas, “con la globalización se han ido incorporando a nuestros horizontes culturales culturas que antes sentíamos lejanas”. El fenómeno de la globalización ha provocado que los hombres cambien los imaginarios respecto a otras culturas, ahora se las puede conocer, interactuar con ellas. Pero a la par con todos los avances, la globalización también trae consigo grandes problemas tales como el desempleo, la contaminación, la violencia, el narcotráfico, la disputa por el poder, desigualdades económicas y políticas, y en el plano de la cultura la pérdida paulatina de la identidad. Para Canclini, vivimos en un mundo de hibridación cultural, en donde la oferta cultural es heterogénea, coexisten varios estilos de recepción y comprensión, formados en relaciones dispares con bienes procedentes de tradiciones cultas, populares y masivas. Hoy la radio, la televisión, la música e internet coordinan múltiples temporalidades de espectadores diferentes; los medios se han convertido en grandes mediadores y mediatizadores, y por tanto en sustitutos de otras interacciones colectivas. La sociedad vive hoy una época de tradición, modernidad y posmodernidad; y el problema tal como lo plantea el Sociólogo Jairo Puentes no es el hecho de que nos hayamos modernizado, sino en a manera contradictoria y desigual en el que esos componentes de han venido articulando. GUIA DE TRABAJO INDIVIDUAL No. 4
Actividad V (40%) Enviar a través del correo electrónico una reflexión personal donde se evidencie cómo ha cambiado la cultura de tu región a partir del proceso de globalización y cuál sería tu propuesta para fortalecer la identidad cultural. El trabajo debe contener las siguientes partes: introducción, objetivo, argumentación, conclusiones y bibliografía. Los criterios de evaluación serán: Apropiación de la temática, argumentación, ortografía, redacción, presentación y manejo bibliográfico.
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BIBLIOGRAFIA BEALS, Ralph; HADER, Harry. Introducción a la Antropología. Ediciones Aguilar. España, 1969. BUENO, Miguel. Introducción a la Antropología Formal. Fondo de Cultura Económica. México, 1963. EMBER, Carol; EMBER, Melvin; PEREGRINE, Peter. Antropología. Pearsons Educación S.A. España, 2004. ENGELS, Federico. El papel del trabajo en la transformación del mono a hombre. Ediciones Ave Fénix. Bogotá, 1994. DELGADO DE CANTÚ, Gloria. Antropología, la ciencia que estudia al ser humano. Edere, México, 2006. GARCÍA CANCLINI, Nestor. (2001) Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Barcelona, Paidós. GEERTZ, Clifford. La interpretación de las culturas. Gedisa , Barcelona, 1991. KOTTAK, Conrad Phillip. Antropología Cultural, Espejo para la Humanidad. McGraw Hill. Madrid, 1996. KOTTAK, Conrad Phillip. Antropología, una exploración de la diversidad humana. McGraw Hill. Sexta edición, Madrid, 1994. HARRIS, Marvin. Introducción a la Antropología General. Alianza Editorial. 1981. LINTON, Ralph. Estudio del Hombre. Fondo de Cultura Económica. Bogotá, 1976. MAIR, Lucy. Introducción a la Antropología Social. Alianza Editorial. Madrid 1993 MORRIS, Desmond. El Zoo Humano. Plaza & Jons, S.A. Editores. Barcelona, 1970.
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