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LADRONES DE TALENTO. X
Desde hace varios siglos otros países no solo han denigrado los logros españoles, e incluso los han desprestigiado, sino que además nos han querido arrebatar a los españoles el mérito de nuestros éxitos, en la presente entrega de “Ladrones de talento”, dentro de la macro-serie “Los grandes olvidados”, continuamos analizando otros logros españoles, siguiendo la pista a la historia del cine español, después de hablar de los avances gestados por Segundo de Chomón y Luis Buñuel.
Los Hermanos Baños.
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Los catalanes Hermanos Baños, Ricardo (1882-1939) y Ramón (1890-1986) fueron directores, productores y guionistas, además de directores de fotografía y expertos en los efectos especiales inventados por Segundo Chomón.
Tras montar su propia productora, Royal Films, en 1914, estrenan exitosamente dos superproducciones (para la época): “La vida de Cristóbal Colón y el descubrimiento de América”, en 1916, y Don Juan Tenorio”, de 1922. La primera fue la producción más cara de la época, pues costó más de un millón de pesetas de aquellos años, por ello tuvieron que pedir el patrocinio de otras productoras, uniéndose con la productora francesa Films Cinématographiques, siendo una de las primeras coproducciones cinematográficas a nivel mundial, abriendo el camino a otras producciones cinematográficas, tanto nacionales como internacionales.
Pero no solo fueron los primeros en esto, también, uno de los hermanos, Ramón, tuvo su incursión en el cine pornográfico, la primera en España y una de las primeras del mundo, cuando accedió al encargo del rey Alfonso XIII, que le encargó al menos tres películas mudas, pero Ramón Baños dotó a sus producciones de cierta calidad y con guión, cosa que no ocurría con las primeras producciones pornográficas, que tan solo filmaban a personas manteniendo sexo torpemente.
Jaime Salvador.
El director Jaime Salvador (1901-1976), fue uno de los primeros directores que realizaron su producción, aunque fuera de nuestras fronteras, rodando varias películas de terror en loa años Treinta del siglo pasado, muchas de ellas sobre vampiros, que, aunque tenían poca calidad, cubrían las expectativas de los aficionados a este tipo de género. Pero el mayor logro en aquellos años, y además con este tipo de películas, surgiría con “Drácula”.
Carlos Villarías.
Todo el mundo cree que la primera película sonora sobre el personaje creado por Bram Stoker (1847-1912) fue “Drácula”, dirigida por el director estadounidense Tod Browning en 1931 para la productora Universal Pictures, lo que la mayoría de la gente desconoce, y muchas enciclopedias de cine “olvidan” es que se filmó al mismo tiempo otro “Drácula”, en español, al mismo tiempo y, además, en los mismos escenarios y platós cinematográficos.
Para la historia quedó su versión en lengua inglesa del conde vampírico interpretado por Bela Lugosi, olvidando la versión en legua española, interpretado por el español Carlos Villarías Llano (1892-1976), que aparecería en los títulos de crédito con el nombre de Carlos Villar.
No solo se rodó en los mismos escenarios, sino que se siguió el primer guión original común, aunque finalmente la versión en inglés se estrenaría con 75 minutos, mientras que la versión en español lo haría con 104, siendo más fiel al guión que su “hermana en inglés”.
La película en español fue “dirigida” por el director George Melford, con actores españoles y mexicanos, y lo he escrito con comillas porque este buen señor no tenía ni idea de español y muchos de los actores ni idea de inglés, por lo que fueron los propios actores los que se- desentendía del
Los presupuestos fueron dispares, mientras la versión en español solo costó 66.000 dólares, la versión en inglés costó 355.000, aunque hay que reconocer que ahí están presupuestados los decorados que aprovecharon los hispanos sin estar incluidos en su presupuesto.
El rodaje era curioso, la versión en inglés se rodaba por la mañana, y en español por la noche, de 8 de la noche a 7,30 de la mañana, cuando amanecía, aunque con distintas maneras de rodar, ya que la película de Bela Lugosi se rodó en siete semanas, mientras que la versión española invirtió solo ¡22 noches! Demostrándose el buen hacer de los españoles y los hispanos en general.
Más tarde, para que la película de Tod Browning quedara como la primera película de “Drácula” en sonoro, se retuvo la película en español, por lo que la película protagonizada por Lugosi se estrenó el día 14 de febrero de 1931, y la versión española tuvo que esperar hasta el 20 de marzo del mismo año. Otra prueba del ninguneo de lo español.
Edgar
Neville.
Pese a su nombre, Edgar Neville Romrée (1899-1967), fue un escritor, pintor, dramaturgo y director de cine madrileño, que en 1944 rodó la considerada por todos como la mejor película del Cine Fantástico Español de mediados del Siglo XX: “La torre de los siete jorobados”, la cual era una muy excelente adaptación de la novela homónima del madrileño Emilio Carrere Moreno (1881-1947), publicada en 1920. En esta película se mezcla la intriga, el terror, el cine fantástico y policíaco, y hasta el sainete (o pieza cómica costumbrista), y es considerada como la precursora del posterior fantaterror español (esto es, las películas de corte fantástico mezcladas con el terror producidas sobre todo en los años Sesenta y Setenta).
Por todo ello, se considera a Neville como uno de los grandes innovadores de la cinematografía mundial.
Cine de animación.
Aunque ya en los años Treinta era muy normal el rodar cortometrajes de animación en España, igual que en el resto de Occidente, y que en 1937 Walt Disney entrenara su exitosa “Blancanieves y los siete enanitos”, siendo el primer largometraje en dibujos animados de la historia de la cinematografía, hay que destacar en este género cinematográfico la labor española.
Pocos años después del estreno de la “Blancanieves” de Disney, en 1945, se estrenó la producción española: “Garbancito de la Mancha”, que, con casi 100 minutos de duración, supera a la obra de Disney. Esta superpro ducción española, dirigida por Arturo Moreno (1909-1993), uno de los pioneros de este tipo de películas a nivel mundial, que fue considerado el Walt Disney español, tiene el honor de ser la primera película de dibujos animados rodada en color fuera de Estados Unidos, y el primero en utilizar la técnica de animación con celuloide, algo que no había hecho Disney.
“Garbancito de la Mancha” tuvo un éxito tal que tuvo una continuación: “Alegres vacaciones”, de setenta y tres minutos, estrenada en 1948, mezclando escenas reales y dibujos animados, siendo una de las primeras películas en conseguir esto, inspirándose en la película de 1944: “Los tres caballeros”, de la Factoría Disney, y en “Levando anclas”, la producción de la Metro-Godwyn-Mayer 1945, con el Gene Kelly bailando con el ratón Jerry.
Francisco Macián Blasco.
Continúo hablando de dibujos animados…, no hay que olvidar los logros e innovaciones del director e historietista Francisco Macián Blasco (1929-1976), que en 1966 estrena “El mago de los sueños”, considerada como la mejor película de dibujos animados realizada en España hasta la fecha, que estuvo protagonizada por la Familia Telerín, los personajes animados creados por los hermanos Santiago y José Luis Moro Escalona, con los que Televisión Española indicaba a los niños que debían irse a la cama con pegadiza una canción (“Vamos a la cama, que hay que descansar, para que mañana podamos madru”).
Francisco Macián inventó un impresionante sistema, llamado M-Tecnofantasy, con el que actores reales podían transformarse en personajes de dibujos animados, con el que se grabaría el videoclip incluido al final de la película de 1968: “¡Dame un poco de amor!” de unos cantantes que estaban de moda en aquel tiempo, Los Bravos, y que también usaría para un anuncio televisivo de Licor 43. Tras esta primera aparición de esta innovación técnica dentro de la historia de la cinematografía mundial, el sistema fue copiado por el director estadounidense Ralph Baskhi (nacido en 1938), para realizar en 1978 su versión de la primera parte de “El Señor de los Anillos”, basada en la obra del escritor británico J.R.R. Tolkien (1892-1973), y, más tarde, “Tygra, Hielo y Fuego”, de 1983, inspirado por los dibujos del impresionante ilustrador Frank Frazzeta. Siendo consideradas estas películas en muchas enciclopedias de cine como las primeras películas realizadas con este sistema, siendo Baskhi el innovador absoluto, algo que totalmente falso.
La realidad (que debería ser reconocido por todos) es que Baskhi estuvo durante un tiempo trabajando en Barcelona a las órdenes de Francisco Macián, aprendiendo el oficio de animación y el sistema técnico de Macián, por mucho que los norteamericanos aseguren firmemente que Baskhi se inspiró en las técnicas de rotoscopia de la Factoría Disney, intentando arrebatar a un español la responsabilidad y el acierto de la técnica. Como siempre, los Ladrones de Talento, ninguneando los logros de España y los españoles.
Una pena que Macián falleciese tan joven (a los 46 años) sin lograr la suficiente financiación para su invento, con el que quería rodar una enorme superproducción que habría sorprendido a todos. Como tantas veces sucede en España, el talento solo es valorado si viene de fuera de nuestras fronteras. Una pena.
¿Quién puede matar a un niño?
Hace unos años apareció una película de terror que conmocionó al mundo, “Los chicos del maíz”, tanto que con ella comenzaría una saga de diez películas, más un remake y un reborn e, incluso tiene su versión televisiva en formato serie. El guión original se basa en un relato del escritor norteamericano Stephen King, que, con el mismo título, publicó en 1978.
Lo que todo el mundo “olvida” (u oculta) es que King se basó en una película española que vio y le impactó: “¿Quién puede matar a un niño?”, guionizada y dirigida por Chicho Ibáñez Serrador, que se estrenó internacionalmente en 1976, el cual se basó a su vez en la novela del escritor español Juan José Plans: “El juego de los niños”, que fue publicada en ese mismo año.
Lo cual demuestra que en el extranjero
“copian” nuestras ideas, las pasan por su maquinaria y las transforman en “obras originales”, ninguneando, constantemente los logros de Los Grandes Olvidados.