Desconciertos 2016 I Si en su vida llegué a ser más que un nombre, hoy lo dudo No tengo fotos de los besos, ni de los hijos, ni de las prendas... Nada ha quedado de los que han venido Nunca fuimos promesa a consagrar familia Un regalo que conservo es el contenedor de pimpollos sin la flor y, sin el agua II Lo que queda es la hoja seca dentro de un libro, como todo
III Cosas para leer Para dejar claro un vínculo de fluidos de humores y coincidencias Para crear tareas de decir o hacer, horror vacui Cosas engañosas como un compromiso: En un río que no se encuentra, ¿Cómo prometer recogimiento de aguas? La mano que trastoca el curso del afecto esa ignorante de su suerte ya condenada Puede tocar a dañar pero bonanzas también trae la mano del amor bonanzas de escaso alcance en solas palabras, panta rei
IV Las lágrimas deshidratan No hay nada sino seducción por una calavera por sentir el mismo cosmos donde jugamos amantes
IV Soy acaso de un descanso que no me elige sólo en esta incertidumbre encuentro cobijo Un panorama mortal no me deja ser contigo Yo medía el viento en dirección para salir pero la nave no era ni de aire ni de mar ni supe de los artefactos que antes servía utilizar Allá huyó ella lloviendo, llevando yelmo, magullado y poco más dirán de mí desconcierto sobre todo, desconcierto.
Poemas Sin Título 2015
I Hades Él vendrá por mí me llevará a la oscuridad y no querré irme
Quisiera hablar con él pertenecer a un cúmulo de recuerdos a una imagen de deseo a un saber que saben pocos
Él, bien puesto, ya llegó a un lugar: es la edad Lo natural es preguntarse, si respiramos igual ¿cuándo nos reuniremos?
II i No soy Venus. Soy su hija Asciendo del barro, llena de estiércol y arena me rehúso a que me marquen con maquillaje no me pudrirán en rubor obsceno mi transmutación será
como la del oro.
ii Para ser Afrodita, hay que ser tonta y sensual un poco superflua y muy audaz
El fuego donde se queman mis letras es poco menos caprichoso aunque vestal yo vivo los demonios libres, me rige una fuerza destructora que mucho se parece al vicio y poco al confort iii Un ave no renuncia al vuelo aún en víspera de su muerte
III No queramos del otro lo que le falta al espejo antes me conformaba desde una mitad pero mĂĄs que una mujer, soy un abstracto Quisiera ser del blanco el vacĂo de la memoria
Del poemario Las flores mueren 2013-14 I Casi puedo creer en la rosa Casi puedo creer que en sus espinas se hieren sólo los fieles que en su humedad se encuban sólo remedios pero su rojo es como el de los hongos, lleno de venenos pretendiendo ser humilde por crecer en el barro Siempre dispuesta como si de bondad fuese hecha se te ofrece en el camino te predice cómplice Pues parece tu sed la de un vientre Pero es ella en ella suficiente como el agua regia sin el vaso Y parecen góndolas sus pétalos, concavidad siempre vacía tanto cabe ahí que ves cómo se llevan el sol a otras orillas Dejándote a oscuras, no creerás lo que ves Tú, como gota exhalada, más bien lacrimosa Ella, como aguja limpia y perfecta aguja ignorando las hebras que quisieron tocarla
II
Ningún caballero querría besar una doncella crecida en aislamiento Ella Pura o impura cada vez que sexuada o menstruada rota alucinada con amigos y voces en la víspera del sueño Postrada sobre flores que se confunden en pegostes Se pavoriza ante un varón sin arma y con perfume Besarla, nunca Encontrarla así sería ahorcarla
VI
Una herida tiene un tiempo propio: Se profiere, se sufre, se cura, se marca... Los niĂąos y las flores evidencian la salud del vientre Las flores mueren como muere la niĂąez Nunca se habla de la muerte de un demonio o de un dĂa de tormenta