Universidad de los Andes Diseño como Fenómeno Cultural 2020-2 Daniela Bernal Padilla - 201820709 Rebecca Zapata Martínez - 201823262
Para todos aquellos quei celebran ser quienes son y estan dispuestos a i mostrarselo a todo el mundo. -Zeta
Querido diario, es Zeta otra vez... Tú bien sabes que ha sido un proceso muy largo sentirme cómode en una sociedad que no termina de comprender quién soy. Sin embargo, hoy más que nunca, me siento bien y segure de mí mismx, gracias a que la moda ha sido mi escape y me ha ayudado a convertirme en quien siempre he soñado ser. Estamos en el año 2020 y el estar encerradx por la cuarentena me ha permitido tener mucho tiempo para reflexionar sobre diferentes momentos en mi vida que me han marcado y ayudado a convertirme en quien soy hoy. Desde mi infancia he experimentado con las prendas de vestir “masculinas” y “femeninas”, las cuales para mi nunca han tenido una diferencia, sino que han sido el medio para poder expresarme y desafiar esos estándares que buscan encasillarnos.
No soy ni XX ni XY, soy Zeta.
22/05/20
Querido diario, Me acuerdo perfectamente cuando me dí cuenta de que amaba la ropa y lo que podía decir con ella. Tenía 10 años cuando empecé a escabullirme en el clóset de mis papás por las noches, cuando ellos se iban a dormir. Recuerdo un día encontrar el vestido de seda de mamá y el traje de paño de papá colgados en unos ganchos, y me sentí muy tentado a probármelos. Así que un día, haciendo el mínimo de ruido para no despertarlos, comencé a jugar con el maquillaje de mamá y decidí ponerme la ropa de ambos. Obviamente todo me quedaba gigante, pero eso no importaba ya que después de haberme vestido y haber revolcado los accesorios de los dos, me vi en el espejo y sentí una felicidad como nunca antes había sentido nunca. Me sentí poderosx y muy... yo. También me acuerdo que en uno de esos días dejé caer el collar de perlas de mi mamá y mis papás se despertaron. Nunca los había visto tan confundidos y alarmados, no sabían que decirme así que me mandaron a dormir. Esa noche soñé con vestidos de seda, trajes de paño y collares de perlas...
Desde que era pequeñx, teníamos la tradición con mis papás de ver películas todas las semanas. Veíamos desde películas de Disney, comedias románticas, hasta películas de acción. Yo siempre me sentí muy confundidx al verlas, ya que nunca me sentí identificadx con ninguno de los protagonistas. A veces podía encontrar algún personaje que resaltaba por ser diferentes y excéntricos, pero muchas veces no recibían los mejores tratos o la atención que merecían. De cierta forma, esto me hizo crecer un poco insegurx, al pensar que a mi también me podían juzgar y rechazarme por expresarme como quisiera. Ahora me pongo a pensar que, desde que somos pequeños nos vemos influenciados por una gran cantidad de información que se nos presenta en todas las formas. Es a través de la cultura visual que se evidencian las creencias, valores y actitudes de una comunidad, lo cual termina estableciendo ciertos estereotipos y estándares sociales que se muestran en las películas, la publicidad e incluso en los juguetes. Sin embargo, hoy en día ya podemos encontrar diferentes representaciones que borran esas nociones binarias y le abren un espacio a las personas que antes no nos sentíamos identificadas, reconociendo que uno puede ser diferente o expresarse como quiera, sin ser juzgado.
- Zeta
03/06/20
Querido diario, Mi primera fiesta de 15 fue la primera vez que intenté mostrar quién era sin importar lo que me dijeran. Por muchos años seguí experimentando con la ropa, accesorios y maquillaje de mis papás a escondidas, pero lo que nisiquiera mis pocxs amigxs sabían era de mi gusto por la moda. El día de mi primera fiesta de 15 decidí vestirme como yo quería, a pesar de que mis papás no estuvieran de acuerdo. Llegué a la fiesta con un traje, una blusa, mis tacones favoritos y un poco de maquillaje. Todo el mundo pensó que estaba demente. Incluso mis amigxs no entendían muy bien porque estaba vestidx así, lo cual me hizo sentir juzgadx y solx. Sin embargo, ese día no terminó siendo tan malo, porque conocí a Laura, mi mejor amiga. Ella fue la única que me habló esa noche, e incluso sin conocerme, insultó a unos cuantos invitados que se atrevieron a criticarme. Ahí supe que esa vieja era para toda la vida. Recuerdo muy bien que me dijo que solo tenemos una vida y cada quién debería vivirla como desee y que si mi felicidad era vestirme de la forma que lo hacía, que lo hiciera sin importar lo que dijera nadie. Nunca había conocido a alguien como ella y me siento afortunadx de llamarla mi mejor amiga hasta el día de hoy.
Es muy fácil dejarse afectar por cómo los demás esperan que nos veamos o actuemos. A mis papás les costó mucho entender que yo nunca iba a ser la persona que ellos querían que yo fuera. Querían que me vistiera “normal” y que me gustaran las cosas que a la gente de mi edad le debían gustar. Incluso me acuerdo de escuchar a mi mamá rezando su rosario todos los días a las 5pm, pidiéndole a la Virgen que me ayudara. Es complicado hacer entender a los demás que no pienso cumplir con sus expectativas porque la gente rechaza lo diferente. Tenemos tantos estereotipos e ideales plantados en nuestras mentes por como nos crían y lo que se nos presenta en los medios, que nos cuesta salir y mostrar quienes somos. Fue poco a poco que en cierta forma mis papás se rindieron. No se si me aceptaron del todo, pero al menos aceptaron que la moda era mi pasión y que la forma en que me vestía ya era parte de la construcción de mi identidad y personalidad, no había nada que pudiesen hacer. Debo confesar que me sorprendió cuando dijeron que fuera por mi sueño de ser diseñadxr de modas si esa era mi felicidad, la verdad es que fue uno de los días más felices de mi vida.
- Zeta
30/06/20
Querido diario, Estaba recordando cuando conocí a Andy, el amor de mi vida. Cuando cumplí 20 años, decidimos con Laura y con mis otrxs amigxs ir a rumbear a un bar nuevo en la 85. Como era mi cumpleaños decidí ponerme mi outfit favorito: una camiseta oversized, falda corta y mis botas largas. Me sentía perrisimx y llena de confianza. Mientras estábamos bailando llegó un amigx de Laura, Andy. Nunca había visto a alguien bailar así y ser tan carismáticx en toda mi vida. Me encantó desde el primer momento en que le ví. Después de bailar un rato juntxs, salimos a la terraza y nos quedamos hablando toda la noche, y desde ese momento supe que se iba a convertir en alguien muy importante para mí. Ya vamos 5 años saliendo y no hay nada mejor que sentirse amado y aceptado por las personas que quieres. Desde el momento en que nos conocimos en ese bar, somos inseparables.
Nuestra identidad es una construcción continua, que cambia y se articula constantemente. Los seres humanos estamos envueltos en un espacio social que nos limita y que pretende encasillarnos en esos estándares que se nos han presentado toda la vida. Siento que cuando no cumplimos con esos estereotipos, es muy fácil pensar que hay algo malo con nosotros mismos, que debemos cambiar, o que nunca vamos a encontrar a alguien que nos quiera. ¿Hasta qué punto debemos dejar de ser quienes somos por complacer la idea que las demás personas tienen de nosotrxs? Yo lo que he aprendido a lo largo de los años, es que no hay nada mejor y más importante que aceptar y quererse a uno mismo. *RECORDATORIO* Zeta, recuerda rodearte de las personas correctas. En la vida te has encontrado con gente que ha tratado de cohibirte y decirte que cambies porque nadie te va a aceptar. Te digo que eso es mentira. Vas a encontrar amigxs y amorxs que van a amar cada parte de tí y lo van a celebrar todos los días.
- Zeta
04/07/20
Querido diario, Mi primer Bogotá Fashion Week fue uno de los días más felices de mi vida. Desde que me gradué, me enfoqué en empezar mi propia marca de ropa y poder expresarme con ella. Han sido unos años de trabajo muy duro y de salir adelante, pero con ayuda de algunas personas y mi dedicación, pude cumplir mi sueño. Creo que es imposible expresar lo que sentí cuando era mi momento de salir a la pasarela, después de que todo el mundo había podido ver mi colección. Lo mejor fue ver a las personas que me han acompañado en este camino y me han impulsado a seguir mis sueños, como Laura y Andy. Quise experimentar con texturas, colores, formas y líneas, que crearan ropa que cualquier persona pudiera utilizar, sin importar su género, sexo, ni nada de eso. Quise crear ropa con la cual soñé desde pequeño encontrar, y que no estuviera denominada como “masculina” o “femenina”. Está diseñada para todo aquel que quiera usarla.
La moda es más que tendencias repetitivas de ropa y accesorios. Es la manera en la que podemos comunicar diferentes estilos de vida, formas de ser y como nos queremos representar. Por mucho tiempo ha hecho referencia a las costumbres que marcan alguna época o lugar específicos, desde los materiales y los colores, hasta las formas y prendas. Sin embargo, la moda también se convierte en una clase de revolución que busca hablar por sí sola. Ejemplos de esto, pueden ser cuando las mujeres dejaron de usar corsés como medio restrictivo y representativo del ideal femenino. También, cuando las mujeres empezaron a usar pantalones, sobretodo en la época de la guerra mundial, ya que tuvieron que asumir las labores de los hombres. Otro ejemplo, podría ser cuando los hombres decidieron usar vestidos sin que estos determiran su sexualidad, e incluso la promoción de marcas y de ropa unisex. La moda es un medio para romper y desafiar las reglas de lo que la ropa puede ser y significar para las personas que la utilizan sean quien sean. El experimentar con siluetas, colores, y materiales sin definirlos como “masculinos” o “femeninos” permite la apropiación y celebración de la ropa para todo tipo de identidades, que además empodera la libre expresión de su personalidad y cuerpo como decidan hacerlo.
- Zeta