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Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos (Chile).........................................................14

Norberg-Schulz (2009) resume los Cinco puntos de la arquitectura moderna de 1926 Le Corbusier en dos principios básicos: Planta libre y la forma abierta. Incluye en el primero la estructura de la cual los pilotis forman parte y los muros independientes a esta (p. 53). Define la planta libre como una nueva interpretación espacial arquitectónica. Divorcia el concepto de su utilidad principal a la distribución de funciones, sino la define como un nuevo orden que no está condicionado especialmente por ejes y ritmos circunstanciales y dependientes, sino que representa una “interpretación particular de las estructuras generales” mientras que generan “nuevas circunstancias'' (p. 45). Teoriza además los límites espaciales que permite la planta libre y de cómo permite diferentes interacciones entre los espacios al punto de imposibilitar el reconocimiento de los límites de cada uno o dejarlos en duda (p. 46).

Los pilotis, por otro lado, afirma Norberg-Schulz (2009) le proporcionan a la arquitectura una “continuidad infinita” y la terraza jardín un remate que evoca la presencialidad bajo el cielo de la vida (p.35). Y, por último, la fachada libre es una ventana abierta a variados puntos de vista, que tiene la capacidad de ser translúcida o manifestar una textura o mensaje (p.84).

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Según Tournikiotis (2001), arquitectos modernos, incluyendo a Le Corbusier, creían en la atemporalidad de la arquitectura moderna. Sostenían que las soluciones brindadas por la arquitectura internacional eran determinantes e inevitables, lo cual la hacía trascender a considerarse un estilo más, sino a ser la nueva arquitectura en sí misma (pp. 61-62). Silvia Arango (2014), por otro lado, afirma que las teorías aplicadas de Le Corbusier tuvieron un gran impacto en Sudamérica, al punto que se aplicaron exactamente en diferentes países sudamericanos como Puerto Rico, Brasil y Venezuela, adoptando el “brise-soleils corbusieranos” y el concreto como material fundamental.

Nos encontramos un cruce de acontecimientos que definió la arquitectura de estadios en Sudamérica que gozamos hasta el día de hoy. Por un lado, la aparición del movimiento moderno, por otro, el crecimiento económico sudamericano y, por último, la construcción de infraestructura deportiva a raíz de la fiebre futbolística. Pero ¿es esto suficiente para suponer que la arquitectura moderna cumplió un papel importante en el diseño de los estadios sudamericanos? ¿Pudo este estilo modificar su arquitectura? La respuesta, a partir de las ideas de Tournikiotis (2001), sería que sí. Según ella, la arquitectura moderna debía ser puesta en práctica según un criterio funcional en todos los tipos de edificios entre los que incluye proyectos industriales, oficinas, comercios variados, escuelas, viviendas, iglesias y, por supuesto, estadios (p. 34).

El tema de la arquitectura de los estadios deportivos en Latinoamérica no ha sido muy abordado por los especialistas. En ese sentido, la recolección de información desde lo

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