1 minute read

Estadio nacional José Díaz, Perú ...................................................................................10

mientras que en Montevideo sea el Peñarol. En ambos casos —en ambas ciudades— es decisivo el crecimiento de los barrios urbanos y el rol del tranvía, que permite los desplazamientos de los jugadores y de los seguidores. En los dos, también, la explosión urbana de los clubes lleva a la proliferación de éstos y, más tarde, a la abundancia de estadios, una condición que ambas ciudades comparten únicamente con Londres (p. 77).

La infraestructura deportiva, que constituía el diseño de espacios dedicados específicamente a la práctica de uno o más deportes con el fin de propiciar un buen espectáculo deportivo tanto a los deportistas como a los espectadores, marcaría un antes y un después en el desarrollo urbano de las ciudades sudamericanas ya que se convertirían en hitos arquitectónicos representativos para los hinchas.

Advertisement

Y son estas nuevas infraestructuras las que también marcan el enfoque arquitectónico del siglo XX. En esta época el estilo moderno ya se había popularizado ya en Europa; sin embargo, no fue hasta el mismo año de 1930, que este llega como estilo arquitectónico de vanguardia a Sudamérica, acentuándose con más fuerza después de la Segunda Guerra Mundial (Arango, 2014).

Es entonces que comienza el debate sudamericano de cómo debería transformarse su arquitectura y bajo qué conceptos. Mientras el movimiento neocolonial se orientaba a preservar la autenticidad histórica latinoamericana y hacer perdurar su estilo clásico, los arquitectos racionalistas proponían la arquitectura norteamericana moderna como principal referencia. Sin embargo, serían las ideas modernas las que prevalecerían pasada la mitad del siglo XX denominándose la “arquitectura internacional”. Esta pretendía adoptar un “carácter científico”, institucionalizando sus principios y otorgándole un enfoque racional y nada subjetivo (Gutiérrez & Gutiérrez, 2012, pp. 1-2).

El enfoque del movimiento moderno no solo era la expresión de la nueva tecnología constructiva, sino que venía con teorías arquitectónicas aplicables en cualquier tipo de edificio. Esto en el pensamiento, en ocasiones soberbio, de sus representantes debía ser incuestionablemente aplicado en la arquitectura de todo el mundo.

Conceptos como la “planta libre”, los “pilotis”, la “ventana corrida”, la “terraza jardín” y la “fachada libre” eran pilares del nuevo movimiento moderno que se jactaba de ser el ideal utilizando principios como la funcionalidad y la economía. A estos se les agregaría la utilización de nuevos materiales expuestos y el uso de una colorimetría primaria (Gutiérrez & Gutiérrez, 2012, p.6).

This article is from: