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TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 10 de octubre de 2015
Todos los caminos RR Además de naturaleza, el Camino ofrece patrimonio cultural e histórico.
Ante el aumento explosivo de peregrinos que cada año recorren el Camino Francés, la ruta principal del Camino de Santiago, las otras vías que llevan a Compostela se han convertido en una alternativa ideal para los que buscan una experiencia más calma. POR: Daniela Ruz
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El Camino Francés está siendo víctima de su propio éxito”, comenta una mujer que trató de recorrerlo durante el verano y desistió ante lo difícil que era encontrar camas disponibles. “A ver si ya dejan de hacer películas y libros”, alega un peregrino con seis caminos en el cuerpo. “La carrera por encontrar una cama hizo que muchos salieran en medio de la noche, sin que les importara despertar a todo el resto”, se queja amargamente un norteamericano en un foro de internet. “Mientras más, mejor. Se traduce en más albergues y mejores servicios”, contradice un peregrino que lo hace todos los años. El gran número de personas que hacen del Camino Francés la vía más recorrida para llegar a Santiago está causando controversias entre los que piensan que se ha afectado la experiencia y los que creen que se generan mejoras. La vía de peregrinación que termina en la tumba del apóstol Santiago en la Catedral de Compostela empezó a ser recorrida antes del siglo X y vive un auge desde fines de la década de los 80. Su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993 aumentó el interés turístico de la ruta y se tradujo en más infraestructura, especialmente albergues. A esta fama también contribuyó la aparición de libros como Diario de un mago de Paulo Coelho o la película The Way de Martin Sheen, que relatan el viaje además de la propia experiencia de los viajeros. “Ver amanecer todas las mañanas caminando por esos verdes es único, sanador”, explica Julia Arias, una chilena que acaba de hacerlo. “Mi primer Camino fue
RR El Camino Portugués es la vía con menos dificultad técnica. el descubrimiento de una experiencia profunda y emocionante”, cuenta Antonio Soler, otro chileno que este año lo hizo por segunda vez, al igual que miles de personas que repiten el viaje e invitan a sus familiares o amigos a unirse. Como resultado cada año el número de peregrinos aumenta en cerca de un 12 por ciento. Durante el 2014 llegaron a Santiago de Compostela 237 mil personas que recorrieron al menos 100 kilómetros a pie o a caballo, o 200 en bicicleta, la distancia mínima para obtener la Compostela, el documento que certifica la peregrinación. De ellos, casi dos tercios lo hicieron siguiendo la vía más tradicional, el llama-
do Camino Francés, que comienza en los Pirineos y atraviesa el norte de España de este a oeste. Este año la tendencia se mantiene y sólo entre julio y agosto, los meses de verano en Europa, llegaron a la ciudad por esa vía un promedio de mil cien personas por día. Ante eso, otras rutas distintas a la tradicional están cobrando interés, sobre todo entre los que buscan una experiencia más tranquila y solitaria. Estas son cinco de las alternativas que hay actualmente. Sólo hay que recordar que no existen reglas escritas sobre cómo hacer el trayecto, cada persona puede comenzar dónde y cuándo quiera y que el único requisito formal es comple-
tar los cien kilómetros si se quiere llevar de vuelta la Compostela.
Camino Primitivo: El original La historia cuenta que en el siglo IX llegó a oídos del monarca Alfonso II, el Casto, que se había descubierto en Galicia la tumba del Apóstol Santiago. El rey emprendió el camino hasta el lugar, en lo que sería la primera peregrinación, trayecto que esta ruta recrea y parte, tal como lo hizo el rey, en Oviedo, la capital de Asturias. El trayecto se completa en 13 etapas y cubre 321 kilómetros. Recorre Asturias y enlaza en las dos últimas jornadas con el Camino
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necta Sevilla con Santiago de Compostela, atravesando España de sur a norte y pasando por algunas ciudades espectaculares como Mérida, Cáceres, Salamanca y Zamora. La vía romana tiene 705 kilómetros y conecta con el Camino Francés en Astorga, desde donde todavía quedan 300 kilómetros más para llegar a Santiago. Otros peregrinos prefieren saltarse completamente el Francés y tomar el llamado Camino Sanabrés en Zamora, que en unas 12 jornadas permite llegar a Santiago. Los casi mil kilómetros que tiene este circuito lo hacen popular entre los ciclistas.
Camino del Norte: De País Vasco a Galicia
RR Un crecimiento del 12% en el número de peregrinos por año experimenta el Camino de Santiago. Francés. Es una ruta especialmente cuidada, tiene buena señalización y pese a que puede ser muy lluviosa y tiene pendientes más fuertes producto de las montañas, sus paisajes y campos siempre verdes la convierten en una de las favoritas de los peregrinos que conocen varios de los caminos.
Camino Portugués: La segunda vía En segundo lugar en número de peregrinos, pero muy lejos de las cifras del Camino Francés, se encuentra este camino, que es el menos desafiante físicamente. Lo que más se recomienda es salir desde Oporto, a 230 kilómetros de San-
tiago, una distancia que se puede cubrir en unas 10 a 12 jornadas, y evitar así partir en Lisboa, a 600 kilómetros de Compostela. Desde Oporto se puede tomar el camino central –el más frecuentado-, que sigue las llanuras del norte del país y atraviesa las regiones cercanas a los ríos Duero y Miño. La otra posibilidad, con menos infraestructura, es irse por la costa, pasando por los pueblos de pescadores y playas. Los dos caminos se juntan más al norte, ya en Galicia en ruta hacia Santiago. Quienes no quieren hacer el camino completo pueden optar por una versión más corta que empieza en el poblado español de Tui, se-
parado por un puente de Portugal. En ese país hay que tener ojo con las indicaciones, porque hay dos tipos de flechas: las amarillas que dirigen a Compostela, y las azules que llevan a Fátima.
Camino inglés: Bajando del barco Esta es una de las rutas menos transitadas. Tuvo su máximo apogeo entre los siglos XII y XV, casi desapareció tras los movimientos de reforma y fue recuperada en 1991 tras una investigación con documentos y relatos antiguos. Aunque este camino puede comenzarse desde el puerto de La Coruña, como este queda a menos
de 100 kilómetros de la tumba del santo, no permite obtener la Compostela, por lo que la mayor parte de los peregrinos prefiere salir desde Ferrol, a 122 kilómetros. Ambos caminos se unen en el poblado de Hospital de Burma y siguen en una sola senda hasta Santiago. “El Camino Inglés es precioso y corto, en unos cinco días puedes recorrerlo por completo”, explica John Rafferty, quien bajo el pseudónimo de Johnnie Walker publicó una de las guías más detalladas para recorrerlo.
Vía de la Plata: Sobre pasos romanos Esta antigua vía romana hoy co-
Corriendo en paralelo al Camino Francés, el Camino del Norte empieza oficialmente en la localidad vasca de Irún, muy cerca de la frontera. Son 32 etapas que cruzan el País Vasco, Cantabria y Asturias antes de entrar a Galicia, y su distancia es la segunda más larga después de la de la Vía de la Plata. El también llamado Camino de la Costa es muy variado y atraviesa pequeños pueblos y grandes urbes, recorre zonas costeras, así como montes y zonas boscosas. Destacan localidades como San Sebastián, Bilbao, Gernika, Santander, Santillana del Mar y Gijón. Al llegar a Galicia, el camino paralelo a la costa se abandona y se dobla hacia el suroeste para alcanzar Compostela. Debido a su belleza y la cercanía con la costa, este camino vive un auge. Hay que tener cuidado sí, con las fechas veraniegas, ya que pasa por zonas muy turísticas, por lo que encontrar alojamiento puede volverse díficil.T
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RR El Camino del Norte, que parte en Irún, se caracteriza por la variedad de sus paisajes.
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En las cifras de la Oficina del Peregrino, hay un dato llamativo: durante 2014 llegaron a Santiago 45 oikoten. La palabra griega que significa tanto “lejos de casa” como “por la propia fuerza”, designa a adolescentes belgas que reciben como pena alternativa por sus delitos la oportunidad de completar 2.496 kilómetros a Santiago, unos cuatro meses, junto a un mentor. Si llegan a la tumba del santo, su deuda con la sociedad se salda y son libres. El programa, que se inició en 1982, les ha dado esta oportunidad a unos 350 jóvenes. Pero no sólo los que ya han delinquido pueden participar, también está dirigido a jóvenes con situaciones familiares o sociales complejas, como manera de prevención. El 70 por ciento lo completa y en muchos de ellos deja una huella profunda. El joven tiene que decidir hacerlo voluntariamente y no puede llevar ni música ni celular. Se han implementado iniciativas parecidas en otros países europeos.
La opción más popular de hospedaje son los albergues para peregrinos. Existe una gran red, ya sean públicos, privados o pertenecientes a la Iglesia. Los albergues públicos en territorio gallego cuestan seis euros por persona la noche y dan derecho a una cama en un dormitorio colectivo, un set de sábanas desechables, el baño con agua caliente, lavadero y cocina. Para dormir ahí hay que tener credencial de peregrino y no se permite quedarse más de una noche, salvo lesión o enfermedad. Muchos de los albergues fuera de Galicia funcionan con voluntarios, quienes deben haber completado al menos un Camino y haber pasado una capacitación. Para muchos, hacerse cargo de un albergue por 15 días es la mejor manera de devolver la mano por lo que recibieron como peregrinos. Sus tareas son recibir a las personas, limpiar, resolver problemas y organizar comidas comunitarias.
Oikoten: un camino hacia la libertad
Prolongar el Camino siendo hospitalero voluntario
RR El Camino Inglés es el más corto de los itinerarios jacobeos.
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Facilidades para el peregrino Julia Arias, una chilena de 61 años,recorrió este año por primera vez el Camino de Santiago. Eligió una ruta no muy complicada y planificó etapas de no más de 20 kilómetros por día. Sin embargo, cometió un error común entre los que hacen su primer Camino: partió con una mochila muy pesada –la ideal no debe superar el 10 por ciento del peso de la persona-, que fue un problema desde la primera etapa. Julia entonces hizo uso de uno de los servicios que se ofrece a los peregri-
nos: traslado de mochila de albergue a albergue. Aunque para los más puristas eso constituye casi una blasfemia al Camino, esto permite a peregrinos como Julia poder completar la ruta. Correos también tiene una serie de servicios asociados para el peregrino. Es posible enviar desde cualquier punto de España una maleta a la oficina central en Santiago, ideal para los que siguen el viaje después. El precio empieza desde los 16 euros por una maleta pequeña.