64
Martes. 18 de abril de 2017 • LA RAZÓN
GENTE PALOMO LINARES: «¿POR QUÉ TODOS LOS QUE ESTÁN CASADOS QUIEREN QUE TE CASES?» D. MENDOZA- Madrid
e estoy esperando frente al Burger King comiendo una hamburguesa», dice Palomo Linares al teléfono. Se refiere al restaurante de comida rápida ubicado en una de las salidas de la A4 que llevan hasta su finca, llamada «El Palomar». Y sí, allí está en su Porsche Cayenne color gris: el pelo peinado hacia detrás, gafas de sol, jersey azul rey de Carolina Herrera a juego con sus zapatos y una gran sonrisa. Conduce a tal velocidad –incluso esquiva un camión en plena curva– que hace pensar que extraña el peligro y la emoción de los ruedos. Pero su casa, construida en lo alto de una loma que da hacia un par de lagunas y un campo extenso, es todo lo contrario: un espacio de absoluta serenidad. Ya allí, el torero y pintor se acomoda con un café en el sofá de uno de los salones de su «cuartel general», como llama al hogar que mandó construir hace 51 años. Uno año después, en 1967, el joven Sebastián Palomo Martínez inauguraba su primera exposición de pintura en la galería San Diego de Bogotá, frente al icónico edificio Tequendama. El país latinoamericano tuvo mucho que ver con el desarrollo de su pintura, ya que fue allí, al igual que enVenezuela, donde conocióamuchosdelosartistasque influyeron en su faceta como pintor. «Mis amigos eran los que se dedicaban al arte plástico. Cada uno busca su círculo y yo encontré en ellos el mío. En Bogotá, por ejemplo, me juntaba con Alejandro Obregón, Armando Villegas y Jorge Riveros», afirma. El punto de encuentro entre los dos mundos eran los toros, a los que todos ellos eran aficionados. Este año se cumplen cincuenta de aquella primera muestra y lo celebrará con una gran exposición en el palacio del Infante Don Luis, en Boadilla del Monte, el jueves 20 de abril. «Parece que empecé a pintar ayer,oesopiensamuchagente,pero llevo toda una vida haciéndolo», dice, orgulloso. De hecho, cuando viajaba por América Latina para asistir a las ferias taurinas, llevaba
«T
El torero recibe a LA RAZÓN en «El Palomar», la finca de mil metros cuadrados que comparte con Concha Azuara, su novia desde hace tres años y con la que bromea que contraerá matrimonio «en cualquier momento». Este mes está de celebración: cumple 70 años y festeja sus bodas de oro como artista con una exposición
CONCHA AZUARA, SU FELICIDAD Linares evita hablar de la mujer que le devolvió la felicidad tras su ruptura con Marina Danko, la madre de sus hijos. No confirma que Concha Azuara (en la imagen junto al torero) viva en la finca, pero le delata la decoración. En una de las mesas del salón hay unos muñecos de goma eva de los dos: él con su traje de luces y ella vestida de jueza. En otra, fotos de ambos.
consigo sus materiales de pintura. La exposición constará de alrededor de 30 obras de gran formato, algunas creadas en el último año y otras recuperadas de sus facetas anteriores.
Ella es la juez decana de Valdemoro, por lo que está muy cómoda en la finca, ubicada a apenas cinco minutos de distancia, asegura Linares. Con Concha comparte el gusto por los toros, ya que ella le acompaña a menudo a las corridas. Linares no comenta si sus hijos tienen relación con ella. Desde su divorcio, la relación con Sebastián, Miguel y Andrés se ha vuelto algo tensa.
Este abril festejará, además, sus 70 años, aunque no desvela detalles de la celebración, que asegura será en su casa y en «petit comité».También tuvo fiesta en Nimes, a donde fue
invitado la semana pasada como padrino de honor de las jornadas taurinas de la ciudad francesa. Además, planea otra exposición en Bogotá, donde todo comenzó, para este octubre. ◗ SIN BODA A LA VISTA
«Está siendo un año muy bonito por los reconocimientos a nivel profesional y por la serenidad de mi vida personal», afirma. Esa tranquilidad tienenombreyapellido:lamagistrada Concha Azuara, de 40 años, con la que lleva ya tres de relación. Sin embargo, no se decide a casarse: «En cualquier momento», asegura, pero la verdad es que hace más de un año que da esa misma respuesta. Como no quiere entrar en el tema, lo convierte en un chiste: «¿Te has dado cuenta de que todos los que están casados quieren que te cases?», y devuelve la pregunta: «¿Y tú por qué no te casas? (risas)». Linares hace gala de su sentido del humor. «Yo soy un hombre muy serio», comenta, e inmediatamente suelta la carcajada.También le quita solemnidad a su trabajo como pintor. Por eso dice que su exposición constará de tres partes: «Una que yo llamo de garabatos, la otra de pintura y una de “cool art”». Lo cierto es que retoma algunas de sus piezas abstractas y otras de exitosas exposiciones previas, como Recuperación, inaugurada en 2014, en la que sorprendió con varios cuadros de sombreros hechos con materiales reciclables. Por el tamaño de las obras, y la cantidad, el Palacio de Boadilla del Monte resulta un espacio ideal: «Es maravilloso. Por sus techos altos se presta muy bien para exponer esta obra, que se podrá ver en dos de sus plantas, lo que también permite separarla claramente en tres partes», afirma el artista. Como desde sus inicios, la luz y la naturaleza siguen siendo su mayor inspiración. «Lo bonito es buscar el alba. Las primeras luces de la mañana hay que mirarlas porque nos transmiten buena energía», explica. El amplio jardín y la gran terraza de su casa se prestan para caminatas de madrugada e, incluso, para pintar al aire libre. «Aquí no molestan el frío, el calor ni el viento. Durante casi 300
díasalañopuedotrabajaralaintemperie», asegura. La casa tiene también un patio interno con una piscina de mármol llena de manchas de pintura de todos los colores. Este, también, es su espacio de creación. En el pasillo cubierto de alrededor Linares guarda ahora muchas de las obras abstractas que irán a la exposición: grandes lienzos en los que estalla el color y otros, más serenos, en los que prima el blanco. Esos cuadros contrastan con un gran retrato suyo en el que posa, muy joven, con un traje de luces. Para confirmar el buen tiempo que hace en su finca, Linares toma dos de sus obras, de casi dos metros de ancho, suyo va uno de los empleados que trabaja con él desde hace más de una década, que le ofrece ayuda, pero el torero se niega. Tiene energía y fuerzas de sobra. Aunque conversa sobre su pintura con pasión y sus cuadros están por toda la casa, es difícil no volver a
65
LA RAZÓN • Martes. 18 de abril de 2017
GENTE Cipriano Pastrano
ARTE PARA USAR El torero expande su creatividad de pintor interviniendo sus antiguos capotes y hasta la ropa, como el sombrero que luce en la imagen. Lo pintó él mismo e hizo otro igual para su novia, Concha Azuara
LA CONFESIÓN MÁS DURA DEL PRÍNCIPE HARRY El nieto de Isabel II asegura en una entrevista que vivió durante dos años «en el caos total» tras la muerte de Diana de Gales y que necesitó terapia GTres
D. MENDOZA- Madrid
l príncipe Harry, junto a su hermano y cuñada, los duques de Cambridge, están inmersos en una campaña de concienciación sobre salud mental desde hace meses. Como parte de su labor a favor de la asociación Heads Together, que busca eliminar el estigma en torno a las enfermedades mentales, Harry accedió a conceder una sincera entrevista en la que admite que ha pasado por años difíciles, de confusión, y que buscó ayuda profesional para manejar la situación. «Perder a mi madre cuando tenía 12 años y haber apagado todas mis emociones durante los últimos veinte ha tenido serias consecuencias no sólo en mi vida personal sino también en mi trabajo», afirmó en un podcast de «The Telegraph». Sin embargo, quiso dejar claro que sus problemas no estaban relacionados con su experiencia en Afganistán, como se ha publicado en alguna ocasión. De hecho, explicó que afortunadamente su tiempo allí fue distinto al de muchos de los soldados que todavía sufren los efectos psicológicos y físicos de las zonas en conflicto y a los que él ha visitado en numerosas ocasiones desde su regreso de Afganistán.
E
«HAY QUE MIRAR LAS PRIMERAS LUCES DE LA MAÑANA, NOS TRANSMITEN BUENA ENERGÍA», AFIRMA los toros. La corrida de 1972 en Las Ventas, por ejemplo, donde cortó el último de diez rabos que se han cortado en esa plaza. «¿Lo quieres ver? Lo tengo, y también al toro», ofrece, animado. Se dirige escaleras arriba hacia su antiguo estudio, hoy convertido en salón de recuerdos. Allí, junto a otros cuatro o cinco toros, está montada la cabeza de Cigarrón, el que le dio el triunfo en Las Ventas. Tiene también el traje de luces que utilizó ese día: «Lo guardé tal cual estaba cuando me lo quité», sonríe mientras lo saca de un armario donde cuelga junto a varios más, todos en plata, ya que en su carrera
apenas usó dos con los bordados en oro. Saca también las demás orejas y rabos que cortó durante su carrera, despliega los capotes y recuerda cuando, en la plaza de Vistalegre, en 1971, mató 13 toros en un día: «Eso no lo ha hecho nadie», afirma. Dice que para mantener la tradición es importante el apoyo de la Familia Real, aunque descarta con una risa la idea de que Froilán se convierta en torero. Linares conoce bien a los Reyes eméritos, con quienes tiene fotos en las que se les ve muy jóvenes, cuando áun eran Príncipes. En el móvil guarda unas más recientes, con la Infanta Elena, con la que coincidió hace poco en un torneo de golf. «Todos iban vestidos muy serios, pero yo, en cambio, llevaba unos pantalones y un sombrero pintados por mí. Arte para usar. A la Infanta le encantaron, me dijo que quería unos iguales. Y yo le contesté: “Eso lo arreglamos”», recuerda Linares entre risas.
EL BOXEO, UN REFUGIO
Su problema, según ha confesado, fue no saber procesar la muerte de Lady Di, de la que este año se cumplirán veinte de su trágica desaparición: «Me negaba a hablar de mi madre porque, ¿por qué iba eso a ayudarme? Pensaba que sólo me iba a hacer estar triste; no la iba a traer de vuelta (...) Me refugié en el boxeo para liberar la agresividad que tenía en mi interior». Este verano, él y William inaugurarán en el palacio de Kensington una estatua de su madre para marcar los veinte años de su muerte y «reconocer su impacto positivo en Reino Unido y el mundo», según afirmaron recientemente los hermanos. Enrique, de 32 años, asegura también en la entrevista que atravesó «dos años de caos abso-
El príncipe Harry admite que no supo procesar la muerte de su madre
luto y total en los que no sabía qué me estaba pasando» y que la presión de la vida en medio de los focos lo llevó «muy cerca de un colapso total». Sin embargo, también explicó que con el apoyo de su hermano y de otros amigos buscó ayuda profesional y ahora se encuentra bien: «Puedo decir que gracias al proceso por el que he pasado en los últimos dos años ahora soy capaz de tomar mi trabajo y mi vida en serio y de poner sangre, sudor y lágrimas por la cosas que realmente marcan la diferencia». El príncipe habla, pues sin tapujos, de una durísima experiencia en su vida
«GRACIAS A LO QUE PASÉ PUEDO HOY TOMAR EN SERIO MI VIDA», ASEGURA EL PRÍNCIPE
que hizo necesario que recibiera terapia específica para poder superar el momento. Se trata de la primera vez en que un miembro de la familia real británica realiza una confesión tan íntima. Esa estabilidad es también evidente en su relación con Meghan Markle, la actriz canadiense con la que sale desde el año pasado. De hecho, se espera que sea su acompañante el 20 de mayo en la boda de Pippa Middleton, hermana de la duquesa de Cambridge, ya que según «¡Hello!» la joven habría pedido unos días de descanso en la serie en la que participa, «Suits», para viajar a Londres. Lejos quedan, pues, los años en los que el joven pelirrojo disfrutaba de las salidas y alternaba las compañías femeninas sin atarse a una relación. Durante la entrevista, el nieto de Isabel II evita hablar de sus anteriores parejas, Chelsy Davy y Cressida Bonas