NuevaYork Pintores de
INDICE PRESENTACIÓN Por Gloria Zea
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PINTORES DE NUEVA YORK Por Jeanne Wilkinson
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PINTORES DE NUEVA YORK Por Christina Chow, Curadora
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PINTORES DE NUEVA YORK
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Tina Eisenbeins
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Raffaele D´Onofrio
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Kate Davis
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Carrie Patterson
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Emili Berger
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Lenvent Tuncer
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Lisa Lawley
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Mark O´Grady
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Tracey Jones
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PRESENTACIÓN Por Gloria Zea
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El Museo de Arte Moderno de Bogotá se complace en presentar Pintores de Nueva York, una muestra de nueve pintores neoyorquinos contemporáneos, curada por Cristina Chow. Esta exposición permite cumplir uno de los objetivos más importantes del MAMBO: generar un intercambio cultural, en este caso entre Bogotá y Nueva York, y fortalecer las relaciones con diferentes instituciones internacionales, en esta ocasión con The Painting Center. La selección de obras de Emily Berger, Kate Davis, Raffaele D'Onofrio, Tina Eisenbeis, Tracey Jones, Lisa Lawley, Mark O'Grady, Carrie Patterson y Levent Tuncer, plantea una serie de reflexiones e interrogantes acerca de las posibilidades y procesos pictóricos actuales. De esta manera, Pintores de Nueva York invita al público del MAMBO a realizar una mirada a la pintura contemporánea neoyorquina desde las diversas perspectivas que proponen estos nueve artistas. Gloria Zea Directora Museo de Arte Moderno de Bogotá
PINTORES DE NUEVA YORK Por Jeanne Wilkinson Este intercambio cultural entre Nueva York y Bogotá ha sido orquestado por Cristina Chow, siendo ella tanto artista como curadora, y directora del Painting Center en Nueva York. Ha reunido a nueve artistas para exponer sus obras en el prestigioso Museo de Arte Moderno de Bogotá . Las obras, aunque diversas, están unidas por cierto sentido de energía y forma dinámica, de manera que cada obra sea visualmente estimulante, y que la totalidad de la exposición sea una exploración de ideas y tendencias actuales en el campo de la pintura. Las pinturas de Emily Berger, con sus feroces pinceladas y colores, nos recuerda el dinamismo de la ciudad. Su obra expresa la energía del expresionismo abstracto, y los procesos del pensamiento que dependen de un flujo de energía que penetra la mente, viaja por los sentidos y emerge a través de la mano. Sus líneas expresan espontaneidad, movimiento y esencia, connotando experiencias que componen la complejidad de la vida diaria en Nueva York, una ciudad continuamente al borde del descubrimiento, siempre dispuesta a ofrecernos más, más y más. Creo que si ponemos nuestros oidos en esas pinturas, podríamos escuchar la ciudad a través de sus líneas.
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La obra de Kate Davis, por otra parte, es más callada y contenida –crea un aura de claridad y color que emana suavemente hacia el espacio. Las formas que componen su imaginería son forjadas por las formas básicas que constituyen toda vida y una mirada más cercana revela una infinidad de complejas relaciones y posibilidades. Hay una vulnerabilidad emocional en estos trabajos que es conmovedora e íntima, como si nos invitara a compartir algo especial, como un nido frágil: fácil de destruir pero que mantiene el futuro dentro de su perímetro. Los lienzos de Raffaele D'Onofrio son grandes, complejos y de múltiples capas, y son mundos de por sí, conteniendo una miríada de formas errantes que laten, que se funden, que se apartan, que se chocan, que se cortan, que se trituran entre sí como placas biotectónicas. Los colores y las linealidades hilvanan un micromacro universo, que es íntimamente diverso y perturbantemente unificado –nuestros recorridos por su mundo se contorsionan como Mobius. El artista dibuja de acuerdo con el manantial de las formas, del que la Naturaleza también dibuja . Sus composiciones nos recuerdan que la materia nunca es sólida, y que pensar lo contrario, es perder mensajes profundos
que emanan de las proximidades de las formas y los colores, y de la conjunción de las líneas que mueven y aquellas que definen. Las imágenes de Tina Eisenbeis son etéreas, y en contraste con los planteamientos de D’Onofrio, parecen estar siempre al borde de retirarse de nuestra mirada, como si fueran vistazos de los mundos del más allá, para los cuales no estamos listos aún, pero lo estarémos algún día. Con su sutil sentido de color que es a la vez suave y brillantemente claro, ellas connotan una especie de maravilla y anhelo que no corresponden a este mundo duro. Como el florecer eterno de las flores, ellas continúan abriéndose y produciendo sus colores; así como su mensaje, que es mucho más profundo y gratificante para aquellas personas capaces de ver más allá de la superficie. Las pinturas de Tracey Jones también hablan de sueńos y imágenes al margen de la conciencia, pero su paleta y sus pinceladas son feroces; y sus formas, llenas de un capricho extrańo y oscuro. La imaginería parece venir desde ese lado de nuestra visión en que los objetos arrojan significados normales para convertirse en formas sutiles y en abstracciones contundentes. Dentro de esta visión periférica, las cosas se
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proyectan y se apińan entre sí, adquiriendo significados imprevistos que son tal vez más reales de lo que nuestra visión convencional nos permita ver.
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Los trabajos de Lisa Lawley sobre papel son reflexiones surreales y meditaciones cerebrales sobre la conexión entre la realidad física y los arquetipos simbólicos. Los trabajos en papel, con sus figuras negras, son parecidas a los sinuosos rastros que se ven en antiguas torres y pirámides, conduciendo hacia la vida del más alla, mientras que el espíritu, recorriendo su camino, lee figuras geométricas y biomórficas como si éstas fueran mapas de un viaje espiritual. Las obras de Mark O’Grady sobre papel fusionan formas puras con composiciones pictóricas – las áreas negras y geométricas se ubican con pinceladas suaves dentro de un marco arquitectónico; y es fascinante ver que su naturaleza está basada en la relación oriental de yin -yang . Los espacios “más suaves” no están abrumados por los terrenos más duros, ni tampoco se compiten, sino que funcionan concertadamente, creando un balance que complacería el ojo de Mondrian. De cierta manera, la imaginería de O’Grady descubre los elementos del viejo debate
Rubenista/Poussinista entre color y sensualidad contra la economía rigurosa del dibujo y la forma pura. El color de Carrie Patterson es suave, aunque saturado de una luz pigmentada: sus pinturas tienen cierta calidad de iluminación sutil que se emanan de ellas . Ellas reflejan una estructura arquitectónica, sin embargo, nada parece ubicarse ni delante ni detrás de algo; ni tampoco dan la sensación de la relación entre el primer plano y el fondo, o entre la luz y la sombra. Cada espacio de color se llena de luz por igual, y está contenido dentro de su propio espacio de una manera suave pero segura. Así como las habitaciones de una casa o las personas dentro de esas estructuras, los colores dependen los unos de los otros por su tamańo, su forma y su ubicación. Tal es la intimidad estructural dentro de estas composiciones; es difícil de imaginar que su obra se pueda mantener en su totalidad, si faltara aunque sea uno de sus elementos. Las formas de la obra de Levent Tuncer se mueven entre varias capas y relaciones entrelazadas, que son a la vez ondulantes, sensuales y no obstante, matemáticamente precisas. Usando como referencia tanto los diseńos islámicos como la tradición cubista, expora la manera de cómo los dibujos pueden ordenarse
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y evolucionar, respondiendo a los estímulos internos y los requerimientos externos. Puede que a veces el color sea desentonado y evidente, y otras veces, se retira a las sutilezas de la superficie, pero siempre está al servicio de intereses estructurales y no expresivos. Su obra tiene que ver con el tema del orden y la subversión del orden, una paradoja que fusiona y forja nuevos diseños, y en la cual está basada toda forma evolutiva.
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En verdad, la exposición completa es como una danza cuidadosa y felizmente coreografiada. Cristina Chow ha recopilado una selección de arte abstracto actual que es delicioso en su diversidad, pero tiene en común la marca de una original concepción visual. En un mundo cuyos problemas parecen crecer cada día, dejemos que estos objetos pintados difundan un mensaje de esperanza creativa desde una tierra a otra, reconociendo tanto los lazos entre nosotros como las infinitas diferencias que hacen de la vida una permanente fascinación.
PINTORES DE NUEVA YORK Por Christina Chow, Curadora En 1993, abandoné mi carrera como periodista en una agencia internacional de noticias, con corresponsalía en Colombia, y me trasladé a Nueva York para estudiar arte. En ese mismo ańo, visité uno de los eventos más importantes de los Estados Unidos, la renombrada Bienal de Whitney, en el Museo de Whitney, y me quedé asombrada porque no había ni una sóla pintura en una exposición que abarcaba tres pisos. En cambio, encontré las obras de los llamados "Nuevos Medios", y oí afirmaciones tales como "la pintura está muerta", "no es PC", que no se refería al computador, sino a la terminología en Inglés de ser políticamente correcto -- sin ofender a nadie. Para mí eso era la llegada de una era en que el arte se había dejado llevar hacia una dirección controlada por el mercado y que era conceptualmente limitada. Pensé, aquí estoy yo, abrazando el arte como mi vida, y en la capital del mundo el arte se encamina hacia semejante dirección tan tergiversada. ¿Qué pasará con el resto del mundo? ¿Podrá el arte del Tercer mundo, de países como Colombia, crecer bajo este dictado recientemente definido, abordando las representaciones de y proponiendo respuestas a la violencia, a los conflictos políticos, al malestar económico y otros problemas sociales que los aquejan? No estaba sóla preocupándome por el futuro del arte de la Ciudad
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de Nueva York. Aquel mismo ańo, casi por las mismas razones, un grupo de 12 pintores creó una organización sin ánimo de lucro, manejada por artistas, llamada The Painting Center. Localizada en el corazón del distrito de galeriás , Soho. El centro buscaba exponer el arte dentro de todas sus diversidades y posibilidades, sin abogar por un solo estilo, tradición o concepto. El centro se lo jugó toda y pronto, según la revista "Gallery & Studio", se convirtió en "una institución indispensable, dedicada a perpetuar las verdades eternas del arte contemporáneo". Desde su creación, el centro ha presentado exposiciones muy variadas, tanto de artistas jóvenes como consagrados; ha realizado tertulias y lecturas sobre arte; e incluso ha organizado exposiciones de sus artistas en otras importantes capitales del arte como Madrid y Dublin. Entre los afamados artistas quienes se han involucrado directamente en esta empresa se encuentran: Milton Resnick, quien, junto con Willem De Kooning, fundó la Escuela de Pintura de Nueva York en los ańos 50; Pat Passlof, Joan Mitchell, Lee Krasner, Agnes Martin, Jake Berthot, Bill Jensen, John Walker, Paul Resika, Graham Nickson, Terry Winters, Emily Mason y Wolf Kahn.
El pasado verano viajé a Colombia de visita, y se me ocurrió que era un buen momento para construir un puente entre Nueva York y Bogotá. Ese puente tenía que ser un intercambio sólido de los valores culturales entre las dos ciudades, ambas governadas por una conciencia indeleble del arte. El Museo de Arte Moderno de Bogota acogió la idea, y los artistas del Painting Center estaban ecantados de exponer en un país suramericano por la primera vez. Nueve pintores fueron seleccionados para esta exposición. No representan a los artistas de moda que comúnmente se encuentran en el mundo del arte de Soho. Son profesores universitarios y artistas altamente respetados por sus colegas en la comunidad artística de Nueva York. Algunos de ellos se han expuesto en famosas galerias y museos del mundo. A pesar de su acercamiento al arte tan diversificado, todos ellos ven el arte bajo la misión universal de promover la vida a través de la expresión contemporánea del arte.
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Tina Eisenbeins. Red lotus, Acuarela sobre papel. 2005
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Raffaele D´Onofrio, Sin título, técnica mixta, s.f
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Kate Davis. Drogheda Dawn, Ă“leo sobre lienzo. 2001
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Carrie Patterson. Winters Trace, Ă“leo sobre lienzo. 2005
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Emili Berger. Sin tĂtulo, Ă“leo sobre lienzo . 2003
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Lenvent Tuncer, Sin tĂtulo, Ă“leo sobre lienzo. 2002
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Lisa Lawley. Sin título, técnica Mixta. S.F.
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Mark O´Grady, 425, Acuarela sobre papel, 20 x 25. 2002
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Tracey Jones, Under the table, Ă“leo sobre lienzo. 2002
MUSEO DE ARTE MODERNO DE BOGOTÁ JUNTA DIRECTIVA MIEMBROS HONORARIOS Carlos Haime Luis Carlos Sarmiento Ángulo Andrés Uribe Crane Enrique Vargas Ramírez MIEMBROS JUNTA PRESIDENTE Belisario Betancur Jean Claude Bessudo Carlos Eduardo Gutiérrez Patricia Cárdenas Santamaría Jorge Cárdenas Gutierréz Salomón Finvarb José Antonio Lloreda Pablo Michelsen Jorge Molina Diego Pizano Salazar Jorge Ramírez Ocampo Mauricio Rodríguez Octavio Roldán Jaime Ruiz Zambrano Rafael Nieto Directora Gloria Zea Gerente Administrativo Rodrigo Ferro Departamento de Curaduría María Elvira Ardila Ana María Díaz Departamento de Mercadeo y Educación
Luz Helena Carvajal Leonor Estrada Anaís Maldonado Guía Permanente Lilían Suescún Escuela de Guías Gloria Consuelo Bárcenas Mary Luicía Calderón Amparo Collazos María Antonieta Corcioni Francisco Guillermo Rodríguez Lilían Suescún Lorena Zambrano Departamento de Conservación y Registro Jaime Pulido Departamento de Cine Jorge Mario Durán Darío Alvarado Departamento de Prensa Daniel Nieto Departamento de Fotografía Ernesto Monsalve Departamento de Contabilidad Yolanda Paipilla Marta Corredor Rosaura Ospina Secretaría y Recepción Aydé Moreno Nancy Henao Adriana Viasús
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