TROTAMUNDOS
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Local knowledge Bakú
Marcada por el petróleo El ansia de modernidad ha llevado a Bakú a tener que combinar el respeto por la historia con la opulencia de una arquitectura desacomplejada TEXTO Y FOTOS DANIEL MARTORELL
No hace mucho tiempo, la capital de Azerbaiyán se vanagloriaba de producir la mitad del petróleo del mundo. La fiebre del oro negro comenzó a finales del siglo XIX y ese pistoletazo de salida significó también una brusca transformación de la ciudad. La muralla del viejo Bakú dejó de tener sentido, y más allá de sus límites se multiplicaron las opulentas mansiones y villas de los hombres de negocio; pero también barrios suburbiales sin apenas planificación urbanística. Durante un siglo, Bakú no pudo sacudirse la etiqueta de “ciudad negra”. Y le ha costado lo suyo. 26
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Hoy, esta urbe de más de dos millones de personas, situada a orillas del mar Caspio, no solo se ha modernizado a pasos agigantados sino que se encuentra en plena tarea de reconstrucción estética. Los estímulos no faltan –este año Bakú será la sede de los primeros Juegos Europeos– ni, por supuesto, el dinero para las inversiones –el petróleo y el gas no dejan de fluir–. En los últimos años se han renovado los antiguos edificios de estilo neogótico y barroco que los barones del petróleo levantaron inspirados en el estilo de Londres, París o Bruselas; y junto a ellos, se
han construido nuevas estructuras de diseño futurista, como el centro Heydar Aliyev o las Flame Towers. En poco tiempo, lo que en su día fue la capital más antigua de la industria petrolera mundial ha experimentado un lifting integral para convertirse en una urbe moderna, lujosa y de una arquitectura inimitable. Sin embargo, pese a toda la opulencia y la modernidad, Bakú conserva casi intacto el cordón umbilical que lo une a su historia y que nace directamente en la Ciudad Vieja, İçeri Ş h r en idioma azerí. Cuando se
cruza el muro empieza un entramado de calles estrechas y adoquinadas, con casas de pocas alturas, construidas en piedra, igual que las mezquitas, los baños y los viejos caravasares, cuyo origen medieval se respira en infinidad de rincones. Es una delicia vagar por este laberinto sin coches y toparse, de repente, con el Palacio de los Shirvanshah o la Torre de la Doncella, el icono del viejo Bakú. La Unesco decidió en el año 2000 que todo el recinto amurallado de la ciudad fuese declarado Patrimonio de la Humanidad. Es muy fácil entablar diálogo con las decenas de vendedores que esperan su oportunidad apoyados fuera de sus tiendas de artesanía o con la venta ambulante; o encontrar un rincón tranquilo en un çay evi ((salón de té) o en un jardín, como el Vahid. Las torres y murallas de defensa, de los siglos XI y XII, el minarete Synyg Gala, los viejos caravasares Multani y Bukhara, y las casas de baño Hajji Gayyib o Gasimbey forman
Lo que en su día fue la capital más antigua de la industria petrolera ha experimentado un ‘lifting’ integral Pese a no ser tarea fácil, el azerí intenta combinar con naturalidad su cultura milenaria con una renovación estética que ha cambiado totalmente la fisionomía de la ciudad
parte de la colección de piezas históricas que ofrece este museo al aire libre. La Ciudad Vieja es, sin duda, el lugar ideal en que hospedarse. Para visitar la zona renovada, el Bakú moderno, hay que salir del recinto amurallado y moverse en taxi, aunque también es buena opción viajar en metro. En pocos minutos se llega al Centro Cultural Heydar Aliyev (metro: Nariman Narimanov), un imponente museo y una sala de ceremonias basado en un diseño de curvas hipnóticas de la arquitecta Zaha Hadid. Otro tesoro de la arquitectura contemporánea es el MIM, el Museo de Arte Moderno (calle Yusuph Safarov, 5), diseñado por Jean Nouvel, y que contiene una extensa colección de obras de artistas azerbaiyanos post años ochenta. A poca distancia de allí se encuentra el puerto de Bakú, desde donde arranca el paseo marítimo, Bulvar, uno de los principales puntos de encuentro y de ocio de toda la Marzo 2015 Lonely Planet Traveller
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TROTAMUNDOS Junto a una de las entradas a la muralla, la Torre de la Doncella contempla la evolución a su alrededor. Sigue siendo el icono del viejo Bakú
ciudad. Familias, músicos callejeros, grupos de amigos y parejas deambulan frente al Caspio durante todo el fin de semana. Los mayores atractivos de esta zona son el Muğam Centre (Neftçiler Prospekti, 9), un centro dedicado a la promoción de la música azerí, el Teatro de Títeres, ubicado en un edificio de 1910 de estilo renacentista, y el nuevo Museo Nacional de la Alfombra (avenida Netchilar), que acaba de estrenar nueva ubicación y edificio. El arquitecto de esta estructura con techo en forma de alfombra enrollada es el austríaco Franz Janz y el museo conserva más de 13.000 piezas, que incluyen, además de alfombras y tapices, trajes tradicionales, telas, cerámica, vidrio y joyería. Por las anchas avenidas que vertebran la zona de extramuros se respira modernidad y dinero –mucho dinero, en ocasiones–. Al otro lado del paseo marítimo, a lo largo de la avenida Neftçiler Prospekti, se exhibe el lujo de altos vuelos. Pared con pared se suceden las sucursales de Dior, Gucci, Tiffany, Armani, mientras sobre el asfalto los todoterrenos Mercedes con cristales tintados ya han ganado la partida a los viejos Lada. De vez en cuando ruge un Lamborghini. En esta zona se respira el aroma del oro negro. Y, como el lujo, se filtra rápidamente por las capas freáticas del oil bussiness, la ciudad recibe a sus huéspedes en alfombras rojas que conducen hacia el Marriott, el Hilton o el Fairmont, este último, ubicado en las Flame Towers. Las tres llamas de acero y cristal de 190 metros de altura se han convertido en el emblema del nuevo Bakú. El ejemplo más evidente de la transformación de esta ciudad. CÓMO LLEGAR Desde Barcelona y Madrid, con escala en Estambul, Turkish Airlines (turkishairlines.com) ofrece cuatro vuelos diarios desde la capital turca hasta Bakú. Otra opción es la compañía Azerbaijan Airlines (azal.az), que vuela con escala en París, Londres, Milán y Frankfurt, aunque con menos regularidad.
Pese a toda la modernidad, Bakú conserva casi intacto el cordón umbilical que lo une a su historia
El contraste entre la ciudad medieval y la metrópolis moderna se hace patente. En intramuros, todo es tradición; en el exterior, la vida discurre como en Europa
CÓMO MOVERSE La red de metro puede ser útil en algunas visitas. Sin embargo, el taxi es la mejor opción para moverse por extramuros. Toda la zona del paseo marítimo, así como la Ciudad Vieja, se pueden recorrer tranquilamente a pie.
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