Peiper Clab 7

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Foto Diana Martinez Llaser

PEIPERCLAB es una publicaci贸n independiente, No remunera pecuniariamente sus colaboraciones y no s Prohibida la reproducci贸n total o parcial de cualquiera de sus contenidos sin a

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sin pertenencia a grupo, colectivo o asociación. se hace responsable de la opinión de sus colaboradores. autorización escrita de PEIPERCLAB o de los respectivos autores del material.

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clab Director Responsable: Daniel Ernesto Avinceta. Se publican 4 números en el año. Octubre, 2013. Avenida Independencia 658 (CP: 1099) Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina.


Daniel Avinceta Director

Diana Martinez Llaser Fotógrafa y francotiradora www.dillam.com.ar

Carlos Mac Donagh

staff#7

Foto Diana Martinez Llaser

Diseñador en Comunicación Visual

Paola Interlandi

paoint@yahoo.com.ar

Valeria Fornes

Antropóloga feminista fornesvaleria@hotmail.com

Rebeca Casado

enviada especial a Castilla y León

Fernando Vilcat Hombre lobo Vilcat.com

Federico Ricci Gustavo Sassi Dramaturgo

Tania García Olmedo Observadora profesional, cronista compulsiva, poeta eltigrecanta@yahoo.com

Juan Rezzano

jrezzano@gmail.com

Ezequiel Martinez Llaser Fabián Spampinato

Director en fm d-rock! 89.7 Mhz. Mar del Plata

Paola Corvalán

Degustadora de letras

Nicolás Ammi

Diseñador Gráfico y Músico www.nicolasammi.bandcamp.com www.ammidesign.carbonmade.com

Lud Diabeli Victoria Palacios

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índice

10 Editorial 12 El patito filósofo 20 Gaia 22 Relaciones casuales 24 Soplones 30 Nacho Vegas 40 Nubes 42 Lactancias libres 50 Creadores S.A. 52 Beso francés 64 El pelotudo medio 68 Zappa 70 Ingradientes para cultivar un planeta 76 Ambigramas 78 Porno sommelier 80 Lope de Verga y Bergó 82 Häxans Dagar 82 Cosas que deben hacerse despacio 100 Quién es quién en Back to the Siam


Foto Diana Martinez Llaser

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Foto Diana Martinez Llaser

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Foto Diana Martinez Llaser

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-Cualquiera.

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editorial #7

Bienvenidos nuevamente. Presentamos Peiper clab 7. Orgullosos de haberla podido hacer, felices de compartirla con ustedes. Vamos creciendo y esperamos poder seguir haciéndolo, y es importante que se pueda difundir y compartir, ya sea desde nuestra página de facebook, desde el blog, la página propia o la misma issuu. Gracias a todos los que nos ayudaron. Nos interesan las opiniones, críticas, devoluciones. Que la disfruten.


Arte Carlos Mac Donagh

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Arte Carlos Mac Donagh

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Foto Diana Martinez Llaser

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-Y ahora cerramos los ojos. Hacemos una inspiraciรณn profunda y lentamente largamos el aire. Nos rela jamos cada vez mรกs y mรกs. Y a la cuenta de tres...


Foto Diana Martinez Llaser

-levitamos...

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Pachamama y Gaia.

Tierra.

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Texto Paola Interlandi Foto Diana Martinez Llaser

La crisis ambiental del planeta ha sido analizada y problematizada en las últimas décadas en ámbitos académicos, científicos y organismos internacionales que, con distinto rigor e importancia y según su ideología, han generado diferentes propuestas de cambios para solucionarlas. En ese sentido se ha dicho que tanto en el capitalismo como en el socialismo la acción humana colectiva provocó una crisis ambiental sin precedentes en la historia de la Tierra generada únicamente por la especie humana, denominando a este período Antropoceno1. Leonardo Boff refiere que todavía en la actualidad la problemática se analiza como si fuera únicamente un tema económico, como si la naturaleza estuviera al servicio del hombre exclusivamente y no de la totalidad de los seres que la habitan. Considera que el problema debe priorizar otro paradigma basado en respetar el alcance y los límites de la Naturaleza, la sostenibilidad, el calentamiento global, que pueda proyectar un futuro real para la humanidad y para la Tierra2. Este nuevo modelo es postulado por la corriente de pensamiento que me interesa hablar en este trabajo, llamada “Buen Vivir” (Sumak kawsay) o “Buen Convivir” (Suma qamaña) que posee la particularidad de que sus conceptos fueron extraídos de los pueblos originarios de Latinoamérica. El movimiento “Buen Vivir” propone un cambio de paradigma cultural, político, social y económico, cuyos principios

se basan en concebir al ser humano en una relación de paridad y respeto con la naturaleza, es decir adoptar una concepción biopluralista donde se otorga a todas las especies el mismo derecho de vivir. No significa con esto volver a tiempos pasados sino, utilizando las nuevas tecnologías, tomar lo necesario de la Naturaleza. Lo extraordinario que ha ocurrido en Latinoamérica, es que los conceptos de los pueblos originarios mencionados “Buen Vivir” (Sumak kawsay) o “Buen Convivir” (Suma qamaña) fueron incorporados por primera vez en las Constituciones Nacionales de Ecuador y Bolivia; y que estos Estados han reconocido derechos propios a la Naturaleza o Pachamama Resultando un cambio de paradigma en la legislación mundial3. En efecto, hoy la protección de la Naturaleza se hace desde un lugar antropocentrista, se plantea como un negocio, se la legisla como un recurso natural para el hombre, en cambio el giro biocéntrico realizado por los Estados Latinoamericanos deja de ser objeto de protección pasa a ser ella misma sujeto de derechos. Este cambio de paradigma político, junto con los debates que se realizan en las distintas disciplinas (ciencias, artes, política) producirán efectos no sólo en la región sino en el mundo y me gustaría saber si estos cambios alcanzan a las comunidades aborígenes, no sólo para la restitución de sus tierras y sus reivindicaciones sino también para escuchar sus voces. 1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=152260. 2) Boff Leonardo. “Economía Verde frente a la Economía solidaria”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=151483 3) Gudynas, Eduardo. “La ecología política del giro biocéntrico en la nueva Constitución de Ecuador”, Revista de Estudios Sociales nº 32, abril de 2009, Colombia. http://res.uniandes.edu.co/pdf/descargar.php?f=./data/Revista_No_32/03_Dossier_02.pdf


Texto Ezequiel Martinez

RELACIONES CAS Nuestros padres, nietos de Kant y de la Física (y vaya a saber que otras ideologías participaron de ese coito), nos enseñaron la “familia tipo”, el mandato del matrimonio, la obediencia a los machos adultos, a la ley escrita, el culto a la ciencia médica, y unas cuantas instituciones más del mismo tinte. En definitiva la cultura racional. Todas éstas, creencias gastadas, resabios del tiempo del Racionalismo. Por eso las “chicas” de 30-40 pirulos, a la hora del mate con facturas -momento del día en que exigen al máximo su intelecto- se preguntan: “¿Dónde están los hombres?” Esto es ¿Dónde están los hombres que quieran casarse, los patriarcas? Equivale a la queja de los “chicos” que están en el período de echar panza, cuando “piden la mamadera” en la previa de un picadito: “Mujeres eran las de antes”. Usos como la fidelidad entendida por monogamia, como la amistad entendida por incondicionalidad, como la solidaridad, y tantos otros esfuerzos por someter el instinto a la razón, pasaron de moda y dieron lugar al touch and go y a las “relaciones casuales”. Pero esta ligereza con la que se relacionan las gentes ¿Es tal? ¿Podemos llamarla degeneración? ¿Nos estamos volviendo peores? No. Si bien el sentido “extramoral” no existe, busquemos tender a él. Vayamos hasta los principios que podamos llegar y revisemos si son tan casuales las relaciones de nuestros contemporáneos. Pensemos, por lo menos para salir de la rutina, que la voluntad del hombre no es toda del hombre. Dicho para los más jovencitos: pensemos que el humano no decide por sí solo. Pensemos que existe, operando detrás, una “fuerza de la vida”, o “fuerzas del cosmos”. Y que éstas se encargan de lanzarnos al mundo en una dirección de la cual poco o nada podremos desviarnos en el transcurso de nuestras fugaces existencias. Porque si consideramos que la humanidad caminó ya unos 5 millones de años, o más de 3.000 millones si nos remitimos arbitrariamente al origen de la vida, cada uno de nosotros no sería más que un punto casi invisible en esa inmensa estructura y así no podríamos creer que somos dueños de nuestro destino, a no ser por la fuerza de nuestra vanidad. Mas bien, vendríamos siendo miles de millones de peones que trabajan para la empresa de la vida. Y nuestro destino no sería azaroso sino que respondería a la inteligencia propia de la naturaleza o a su instinto de supervivencia. Bien, hoy las “fuerzas” llevan a las gentes a migrar hacia las tierras del Escepticismo. Fueron las malas cosechas de fe en las tierras de la Físi-

ca y de la Razón las que obligaron el cambio. Por esto las “fuerzas de la vida”, ni lentas ni perezosas, guardarán en el freezer a doña razón y a este hueco, que deja el vacío de creencias, lo llenará con billones de litros de José instinto. Y es que la humanidad arrastraba cansada sus viejos dogmas, menguaba su vitalidad. Y ante estas alarmas siempre brota la sangre, el “todos contra todos” sexual y la reproducción en serie. Es el contraataque del instinto. Mientras transcurra esta “Edad media”, esto es, hasta que nos inventemos una nueva creencia, serán tiempos de calzas apretadas hasta la síntesis, de horas y más horas de gimnasio y aerobox, del culto a la belleza y a la juventud, de la hiperpornografía y la hiperexposición, de empujarnos para entrar al subte antes de que bajen los pasajeros, de escribir sin puntos ni tildes, de censurar a las mentes inquietas, y del gobierno de los niños (que son los originalmente más instintivos de la especie). Este es el hombre contemporáneo, pelado de ideas axiomáticas, vacío de estructuras racionales, desinteresado por completo en realizar el esfuerzo de someter el instinto a la razón. Ha llegado el “superhombre” que nos predijo Federico. Y con él la muerte de usos como la monogamia, la mediación, el reparo en los demás, la fidelidad, y tantos otros esfuerzos que la humanidad se construyo en tiempos de expansión racional. La “muerte de Dios”. Acción directa y a los golpes. No alcanzaran las toneladas de ansiolíticos que se le den a estas bestias para calmar sus instintos. Dijo Rousseau: “donde el deber de una fidelidad eterna solo sirve para incrementar el adulterio y las propias leyes de la continencia y el honor expanden, necesariamente, la disipación y multiplican los abortos.” Digo yo desde mi insolencia: Es la ida de la vuelta, otro volantazo de la conductora vida. Hoy, cuando topamos con un desconocido, que “don azar” nos cruza en el camino, al cabo de unas cuantas palabras que rodean las trivialidades mas comunes entre las comunes: ¿No tenemos la sensación de que ya lo conocemos, de que viene en serie y no traerá sorpresas? Y que por ende es apto y seguro para relacionarse inmediatamente, sin cortejos de ningún color. Hasta en los baños más sucios de una “bailanta”. ¿Es ésta una relación casual? ¡No! ya lo conocemos, es cuadrado, finito, de estructura transparente. Sentimos que se ha criado con nosotros, bajo las mismas normas (y de alguna manera descendemos de los mismos progenitores). ¡Palo y a la bolsa!

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SUALES

¡A disfrutar gentes! Doña Razón estará de vacaciones unos cuantos años y nuestro paso por la existencia es tan corto que tal vez no volvamos a verle su rostro inquisidor.

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Texto Gustavo Sassi Fotos Diana Martinez Llaser

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Soplones

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No había nada que se pudiera relacionar con la belleza, había la ausencia endémica de belleza, la delgadez furiosa de su cuerpo parecía empujar su frente hacia el piso como si la piel no alcanzara para cubrir su altura, las manos huesudas tenían la expresión del artesano y de quien domina el arte de fumar tabaco y marihuana con el arte de los dedos que trazan entre inhalación e inhalación fugaces mudras secretos y propios.

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Texto Gustavo Sassi Fotos Diana Martinez Llaser

Yo, en la noche en que no podíamos compartir mi cuerpo corría atrapando las aletas de los pájaros en las peceras y daba gritos muy parecidos a idiomas que se muerden en los teatros.

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No en mí por supuesto. Entonces caminaba a ciegas sobre los ríos nevados que atravesaban las últimas…

3 No quiero volver, pero no

el té más rico que he tom que empiezo a...

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o puedo dejar de hacerlo. Nada me parece mรกs peligroso y perverso que volver a casa y ver

mado en mi vida, con las ropas envueltas en llamas y una sonrisa. Lo hace tantas veces

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Texto Gustavo Sassi Fotos Diana Martinez Llaser

4 No tengo la menor idea de qué hacer conmigo, me maldigo por haberle sacado los ojos de la última mirada, ahora los tengo clavados en la nuca y me juego entera que esos pasos no son de Caballo Blanco.

Señora, le ruego que me mate. Yo s de no ver la luz. Era así, ya no sé…

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Yo soy un

va a pasa

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soy una planta que crece de noche acuciada por la maldad …hasta que su hijo se hizo un huequito en esa pared.

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milagro, tendría que haberme partido ese rayo que tanto rezaste para que cayera y ahora que

ar algo terrible. Vení, dame la manito.

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Arte Carlos Mac Donagh

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Arte Carlos Mac Donagh

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Arte Carlos Mac Donagh





Foto Tania GarcĂ­a Olmedo

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Den Sute-jo (1633-1698) Discípula de Basho.

Kumoji ni mo chikamichi aru ya natsu no tsuki Verano. A través de las nubes hay un atajo a la luna. (Trad. Alfredo Lavergne)

kumo ya kichô hata kakuretaru tsuki no kao ¿Es eso una nube o un biombo permanente? Otra vez la luna ocultando su cara.


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Texto Valeria Fornes Fotos Diana Martinez Llaser Rebeca Casado

Si existe algo que cualquier mujer que amamantó o amamanta pueda verbalizar sobre esta práctica tan situada por fuera de las palabras, es que se trata de una experiencia única. En esta nota cuatro mujeres comparten la particular experiencia de ponerle el cuerpo a un deseo, con una convicción que desafía y subvierte cualquier contexto, por adverso que se presente.

Lactancias libres

(de fórmulas y mand


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datos)

Fotaza Rebeca Casado


MUJERES CON PECHOS DESCUBIERTOS Y BEBÉS EN BRAZOS CONCENTRADAS BAJO EL OBELISCO. Múltiples sentidos podrían atribuirse a semejante convocatoria. El símbolo de la fertilidad masculina, el falo gigante que augura prosperidad a la joven ciudad del sur, la postal de Buenos Aires. ¿Por qué reunirse allí? ¿Honor, desafío, provocación, complementariedad? Premeditadamente o no, con o sin reflexiones y debates previos, esta juntada otorgó visibilidad a la lactancia a pleno sol y en la emblemática 9 de Julio. Dando el pecho en público, así no más, a la sombra de la masculinidad al palo diciendo acá estamos, esto existe, es saludable, tenemos el derecho y podríamos disfrutarlo más si… ¿si qué?

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Todos los años y en muchos puntos del planeta durante el mes de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM). La convocatoria para esos días busca poner el foco en una práctica que, por fisiológica y natural que sea, no se escinde de contextos sociopolíticos e históricos particulares. Práctica personal, decisión individual y experiencia única que no escapa a presiones del entorno actual atomizado, discontinuo de nuestros tiempos que otrora encontraba en la comunidad, el tejido social, la contención necesaria para llevarse a la práctica sin que debiera erigirse como derecho. Cada año la SMLM propone un lema; el de 2013 fue “Apoyo a las madres que amamantan: ¡cercano, continuo y oportuno!” Se trata entonces de visibilizar que, para una lactancia exitosa no sólo hacen falta una madre, su teta y su retoño, sino múltiples factores que sostengan esa práctica si es ése el deseo de ambos. “Cómo vamos a poder fortalecer este vínculo y darle también a nivel salud lo mejor al pibe si tenemos que volver al toque al laburo. No se puede o se puede muy raras veces” reflexiona Sol (34).

“Tengo una beca posdoctoral, no tengo licencia, la beca lo único que hace es extenderse tres meses. En el cargo docente, por tener mellizos la extienden 15 días. Un mes sin goce de sueldo y tuve que volver” cuenta Fiorella (33 años). El jardín maternal que le correspondía a León, dentro del ámbito laboral de su mamá, está cerrado por reformas desde principio de año. “Cuando yo llamaba y preguntaba ¿ahora qué hago? me decían vas a tener un reintegro, anotalo en otro jardín. Pero mi bebé tiene tres meses ¿qué hago con la teta? y del otro lado no entendían de qué estaba hablando, no veían cuál era el problema y entonces me tuve que tomar tres meses sin cobrar” María Sol (37) Sólo en el extremo sur de nuestro país las familias cuentan con 180 días de licencia por maternidad. Sí, en Tierra del Fuego, empleadas y empleados estatales, parejas heterosexuales u homoparentales, con hijos biológicos o adoptivos, pueden repartirse esa licencia para organizarse de la mejor manera para esperar, recibir y acompañar los primeros meses de crianza. Entender la lactancia como derecho humano y no como costo laboral de la lógica capitalista,


Texto Valeria Fornes Fotos Diana Martinez Llaser Rebeca Casado

FIORELLA, bióloga, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales- UBA, 33 años. becaria posdoctoral de Conicet. Madre de Julieta de 5 años y de Sofía y Matías, mellizos de 6 meses. Yo amamanté y amamanto porque me encanta. Es una experiencia única. El contacto con el bebé en ese momento es espectacular. Yo tengo la suerte de poder tener de a uno y de poder tener de a dos y creo que es un momento de intimidad con tu hijo. Además de tener hijos, llevarlos nueve meses, poder darles de comer y poder darles cariño. A mí me da una plenitud absoluta y a ellos también, es lo natural, es lo que necesitan.

es un gran paso que en el resto del país aún se constituye como deseo. (L)ACTIVISTAS Y LABURANTES cuyo desafío mayor es salir adelante, como mujeres y madres, compatibilizando deseos y derechos. ¿Cómo hacen? Seis meses de lactancia exclusiva es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud; la realidad (o las leyes vigentes que la construyen) dicta que a los 45 días de haber nacido como tales, bebés y madres se enfrentan al abismo de separarse para volver al ruedo. Muchas recurren a tomarse las vacaciones anticipadas, o tomarse la “excedencia” lo cual implica meses sin goce de sueldo. Los malabares posteriores, cuando reintegrarse a la rutina laboral es inevitable, se tejen complejamente entre la incomodidad y la creatividad. Fiorella se levanta a las 5:50 am, luego de darles la teta, maneja una hora desde zona Oeste del Gran Buenos Aires con los mellizos en el asiento trasero. “Vengo manejando tranquila, con uno llorando, a veces con los dos”. A diferencia de la mayoría de las mujeres, ella lleva a sus hijos al trabajo porque allí hay un jardín maternal donde puede darles el pecho entre sus tareas de investigación científica. “Llego corriendo a las 9, los dejo en el jardín, subo al laboratorio trabajo hasta las 11 hs. bajo a darles la teta, vuelvo a subir trabajo otro rato y a las 14 hs. toman la merienda.” En su casa la teta no tiene horarios, es a demanda de los mellizos, en el jardín se adapta a las rutinas que le impone la institución. “Medio que te los tratan de sincronizar, era la opción

que tenía. Es lo que hay, doy gracias que está esto. Me hubiese encantado quedarme en casa”. Para Patricia la rutina es diferente: dar la teta a Nehuén antes de salir a trabajar, extraerse manualmente o con sacaleche durante esas horas laborales y salir corriendo luego “a donde él esté para darle la teta nuevamente. Ya van 4 meses desde que me reintegré y todavía me cuesta.” Cuando no queda otra que la separación las estrategias pueden ser bastante incómodas como ser “ordeñarse” en el baño del trabajo para que los hijos de María Sol y Patricia tomen su leche aunque sea en mamadera y en brazos de otra persona. El jardín maternal el Ministerio de Agricultura, donde María Sol es bibliotecaria, está cerrado desde antes que naciera León. Apelar a la creatividad y la amistad fue crucial para que León siguiera siendo amamantado exclusivamente con leche materna, pero de dos madres: con la leche que su mamá María Sol se saca en el trabajo, como por la teta de Sol, mamá de Severino que con mucho amor amamanta a su hijo y a León, ambos de 6 meses y nacidos casualmente el mismo día. Si la experiencia de dar la teta es única y muy personal, no alcanza imaginar la entrega mutua necesaria para estar dispuesta a amamantar al bebé de tu amiga y que tu amiga no tenga temores o celos de que su hijo pueda mamar de otra mujer. “Yo estoy muy tranquila de que León esté con Sol, él está bárbaro y le gusta estar con Severino y se encariñó con Sol y tenemos muchos criterios en común sobre algunas cosas.” María Sol (37). “Estar cuidando a los dos, salió en una reunión con

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MARÍA SOL, bibliotecaria del Ministerio de Agricultura de la Nación, 37 años, militante feminista y militante de izquierda en Marea Popular. Madre de Valentino de 12 años y León de 6 meses. Amamanto porque me gusta, porque lo veo como que forma parte de tener un hijo y decidir ser madre. El alimento que necesita el bebé es la leche de la mamá y, si está, por qué tener que darle un sustituto, una copia, la fórmula. Además lo vivo como soberanía alimentaria, no depender de multinacionales para criar a nuestros hijos. Nosotras podemos hacerlo, así como podríamos producir nuestros propios alimentos si nos dieran una tierra.

la Colectiva (Maternidad Libertaria) donde hablábamos de maternidades, de cómo hacer, de ver si se puede... Ofrecí amamantar a León si Sol estaba de acuerdo y está sucediendo. Es muy loco porque trasciende la lactancia el darle la teta a otro bebé…” Sol (34). Lograr acuerdos, encontrar apoyo y comprensión en las compañeras de trabajo es más que importante para lograr la contención necesaria para una lactancia placentera y no culposa. “En el trabajo tengo unas compañeras divinas, alguna vez pasaron por la experiencia de volver al trabajo con los bebés y entonces se da, hay mucha comprensión” afirma Sol. Fiorella también puede organizarse con el apoyo de sus pares. “Trato de armarme experimentos de manera tal de adaptarme a sus comidas. Mis compañeras me ayudan. Tengo la suerte de estar en un laboratorio de mujeres, todas mujeres y madres.” Se trata de encontrar la forma, el modo, la geodésica que una deseos y realidades entre tantos mandatos pasados y presentes. La fórmula setentosa mamadera + leche artificial = liberación femenina actualmente se desdibuja para dar paso versiones más libres e intuitivas de la lactancia donde la información y el placer van de la mano. El derecho a decidir si lactar o no sigue vigente, pero la madre sufriente y esclavizada por su bebé se ha convertido en la madre activa que quiere y lucha para compatibilizar sus ocupaciones y deseos en todos los espacios que habita, recorre y deja huella.

DEDOS QUE SEÑALAN, BRAZOS QUE CONTIENEN, una experiencia pendular que viven las mujeres que amamantan. “Dar la teta es dar lo mejor de vos” nos dice UNICEF. Pero el camino no parece ser tan simple. Las políticas de cuidado tienen una deuda enorme con las madres. El apoyo continuo y sostenido es una utopía en contextos donde no hay licencias que contemplen lo que se pretende saludable, ni suficientes espacios de cuidado de gestión pública para favorecer la vuelta al trabajo de las mujeres. El deber ser se señala desde todos los ángulos, con caras famosas y no tanto y la realidad dicta que la madre tiene que escuchar y obedecer lo que le sugieran, venga de quien venga y diga lo que diga. Para Sol “otra vez hay un mandato, una madre buena es la que da la teta y pone pañales ecológicos, ¡basta! Demasiada culpa para nosotras, brindemos los medios para que vayamos pudiendo, como podamos, empezando por una licencia digna.” Estas mujeres no sólo deben sortear el mandato de amamantar de una manera ideal, aunque ficticia y estilizada en afiches. También debieron sortear otras voces y miradas que le decían lo contrario. “¿Cómo le vas a dar la teta a los dos? NO vas a poder”, le sentenciaron a Fiorella cuando dijo alegremente que pensaba amamantar sin complementos a sus mellizos. ¿Quiénes? “Un montón de mujeres, no madres.” El argumento de la rapidez, la independencia, la practicidad, paradójicamente es el mismo que puede contraponer cualquier madre que amamanta. ¿Qué más rápido, práctico y autónomo que llevar el alimento dentro de sí? (Y a la tempera-


SOL, 34, doula, aprendiz de partera en la Escuela de Parteras Comunitarias, feminista militante de la Colectiva Maternidad Libertaria. Madre de Juana de 5 años y Severino de 6 meses. Amamanto como parte de mi deseo, de mi biodiversidad, de mi organismo. Lo considero un acto político. Todos tendríamos que tener el derecho de ser sostenidos, amamantados con amor. Dar la teta tiene que ver con un fluir de amor y de goce, de placer. Doy la teta porque lo elijo y también porque puedo.

tura ideal) “El chico depende de vos y eso está mal visto. Que te necesite es lo natural.” María Sol quiso que con León fuese distinto que con su primer hijo. “Me tomo las cosas muy diferente, con el otro era como más presión, YA tengo que volver a militar, YA tengo que rendir exactamente como antes. Con León estoy tratando de re elegir qué cosas hago, qué cosas no puedo y si no puedo no puedo. No sentir que soy menos feminista.“ Militar en los barrios, por los derechos de las mujeres, también armando bibliotecas populares, asistiendo a reuniones de su agrupación, es una tarea compleja para cualquier persona, cualquier mujer, más si es madre. “En la vorágine de la sociabilidad militante voy quedando como unos pasos más atrás (...) Cuesta, porque son cosas que una requete quiere; pero te das cuenta que no pudiste, no pudiste. Entonces, aceptarlo.” Es difícil sentirse sostenida y comprendida cuando la mayoría de las compañeras no pasaron por la experiencia de la maternidad. Al igual que le pasaba a Fiorella no se trata de miradas y voces que acusan, sólo de mujeres que en la genuina intención de ayudar, dar una palabra, o acompañar con un respetuoso silencio, no pueden sentir y hacer carne la experiencia de la otra. Simplemente porque eso no es posible, y no hay nada condenable en ello. Esa suerte de soledad puede atravesarse mejor con otras redes de mujeres que compartan lo mismo, cada cual en su singularidad. Las cuatro, de una manera u otra, se nutren y apoyan de otras madres que atraviesan experiencias similares. Y es en el hogar, la cama compartida y la libre demanda con todas las letras, donde

se integra el deseo, el placer y la saciedad. “Mi compañero comparte esto de que mi leche y mis tetas es casi todo lo que Nehuén necesita para estar bien en todos los sentidos. Y se resume en que cada vez que estamos los tres y Nehuén toma teta, su papá nos abraza y nos mima a los dos“ cuenta Pato. “Cuando cogemos, acabamos, parimos, damos la teta, liberamos una misma hormona que es la oxitocina” explica Sol. Unir, religar, integrar el placer sin culpas y exigencias externas es la única fórmula que no tiene envase más que el deseo de las mujeres. Por naturaleza, como acto político, como soberanía alimentaria y derecho a decidir. Esta práctica es libre y autónoma y como tal, inalienable. “NO ESCUCHES LO QUE TE DIGAN. HACÉ LO QUE A VOS TE SALGA Y HACELO COMO PUEDAS.” Fiorella.

ENLACES:

Documentos de la Organización Mundial de la Salud sobre lactancia: http://www.who.int/topics/breastfeeding/es/ http://www.who.int/nutrition/topics/exclusive_breastfeeding/es/

Legislación sobre licencias por maternidad: http://www.anses.gob.ar/empresas/noticias/licencia-por-maternidad-3 http://www.legistdf.gov.ar/lp/leyes/cd%20leyes/LEYESP4/Ley911.htm

Textos sobre lactancia materna y feminismo: http://www.waba.org.my/resources/otherlanguages/spanish/asuntofeminista.htm Aies-la-lactancia-compatible-con-el-feminismo&catid=25%3Aecofeminismo&Itemid=1 http://edant.revistaenie.clarin.com/notas/2010/04/30/_-02189856.htm

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Texto Valeria Fornes Fotos Diana Martinez Llaser Rebeca Casado

PATO, murguera, 26 años, integrante de la Comisión de DDHH de Villa 21-24, empleada en un Centro de Gestión Participativa del GCBA. Madre de Nehuén de 9 meses. Yo amamanto porque por algo me sale leche de las tetas. Dentro de mi panza se alimentaba de mi y fuera de mí también; sé que le hace bien y es todo lo que necesita, si tiene hambre, si le duele algo, si tiene sueño, si quiere mimos, si está angustiado, etc. Mientras él toma teta y yo lo amamanto, nos buscamos y nos encontramos, nos miramos, nos mimamos, nos amamos y somos realmente felices. Es nuestro deseo y es nuestro derecho.

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EPÍLOGO:

PLEGARIA POR LA LACTANCIA A DEMANDA

(O de cómo facebook, al margen de censurar toda foto de lactancia que se cruce por un muro, tiene la versatilidad de generar espacios para declaraciones públicas de amor y lucha. Porque amar es luchar.)

No dejarte llorar no es malcriarte, es demostrarte que podés conseguir todo de mí, de papá, de l@s abuel@s, de l@s tí@s. Tu llanto es un pedido, una necesidad, teta, un cambio de pañal o simplemente upa, mimos o dormir abrazaditos. Y yo nada de esto te voy a negar y no quiere decir que manejes mi vida... Dejen de decirme que malcrío a mi cría, yo solo le enseño a que luche por lo que quiere y que lo consiga... Hoy pide teta, upa y mimos, mañana pedirá vida digna, salario digno, igualdad y libertad sin temerle a nadie, luchará por sus derechos, por sus sueños y por cumplirlos y yo estaré más que orgullosa! Patricia Pato Gómez


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Texto Paola Corvalán Foto Diana Martinez Llaser

Creadores S.A.

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Si pensamos en qué somos son varias las respuestas posibles. Por un lado podemos decir que somos individuos, sujetos, personas, seres, materia, gente, masa, pueblo, populacho y una serie de expresiones más. Pero hay siempre una respuesta finita. También se nos va a ocurrir que no somos todos iguales, que nos diferenciamos, que cada uno posee características propias. Pero esto es casi falso. ¿Por qué? Esa es la gran pregunta. Todos tenemos más de una cualidad, característica en común. Eso de la originalidad no existe. Y eso se debe sencillamente a que nacimos en un mundo donde todo ya estaba inventado. La modernidad fue la que introdujo el concepto de autor, pero no hablamos solamente de producción literaria, filosófica, etc. Lo pensamos desde todo punto de vista. Hay autores de libros, pero también hay autores de cosas como un concepto más amplio. Por ejemplo existe un tipo al que se le ocurrió inventar los pañales descartables, bueno, ahí está, ese tipo (además de llenarse de plata) es el autor de los pañales. Es como si hubiese un sadaic de cosas, este fulano fue y dijo: “señor, inventé esto, ¿me lo anota como mío? En esta vorágine de que ya está todo inventado, ya todo tiene autor, algunos intentamos crear, ser originales. Tarea difícil, si prestamos atención a los dos párrafos anteriores. Pero señores hay una esperanza. No somos ni vamos a ser (por más que nuestras madres y abuelas nos lo digan) los mejores del mundo (¿o si?) pero vale la pena intentarlo. Vale buscarle otra mirada a lo ya inventado; sirve mirar a ese pañal descartable y quizás usarlo como sombrero una tarde de sol, y ahí está nuevamente, la creación. Vos fuiste el tipo que inventó usar lo mismo que junta el pipí y el popó de los bebés como guardabocha. Y ahí está te hiciste autor. Creaste


Fotos Diana Martinez Llaser Modelo Federico Bagnato Texto Gustavo Sassi

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Filip Delapetí

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Nació en Perpiñán, Francia, bajo el nombre de Jean Filip Delapetí pero por el trabajo de argentina. En el año 2006 luego de una discusión con su padre, al negarse a seguir su -

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negro. Sin baguette, las baguettes del RĂ­o de la Plata son una copia sin alma del original.





A O’Connor se le acabó la renta, desesperado llamó a su antiguo consejero espiritual que

consejero estaba en un mal momento sin embargo, O’Connor atesoró el mensaje de esa

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Texto Juan Rezzano Arte Carlos Mac Donagh

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Desventuras y desvaríos de un pelotudo regular, normal, normatizado, sin rasgos particulares que lo distingan del pelotón de pelotudos; un pelotudo más, ni más ni menos pelotudo que los otros -un pelotudo estándar, digamos-, intrascendente y previsible, preocupado y turbado por pelotudeces, pero representativo y consciente de su condición -o sea, un pelotudo con conciencia de clase- y ningún vago: un pelotudo tiempo completo, un pelotudo con dedicación exclusiva.

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EL PELOTUDO MEDIO Y SUS CIRCUNSTANCIAS VOLVER AL FUTURO

CAPÍTULO 1

LA CALLE ESTÁ DURA El pelotudo se despertó –se sobresaltó y se le sacudió el cuerpo como si le hubieran metido un cable pelado por el orto y se dio el marote, otra vez, contra el cabezal de la cama- con el chirrido ése de mierda que cada mañana, a las seis ocloc, le horada el cerebro desde adentro –literalmente desde adentro. Hace ya cuatro años que le implantaron el Dispositivo Inteligente Multifunción (DIM) en el tálamo, pero el pelotudo –que, se sabe, tarda en absorber las novedades porque es un pelotudo con tecno dilei- no se acostumbra a que le suene el despertador adentro del marulo y se estremece y putea en arameo cada puta mañana de su vida. De hecho, le queda el tic de tirar el manotazo sobre la mesa de luz con la esperanza de acertarle al viejo despertador con campanita. Todavía medio tololo, mientras escucha la voz de trola que desde adentro de la cabeza le da un informe detallado y monocorde de las tareas que tiene agendadas para la jornada, de sus signos vitales y de sus necesidades alimentarias y fisiológicas y le avisa que su colesterol malo experimentó una leve suba en las últimas 72 horas, se estira para desperezarse y comprueba que lo sigue matando la cintura y sospecha –hace años que sospecha y nunca termina de convencerse, o sea que vive en constante estado de conjetura, el pelotudo- que es el sedentarismo que lo atrofia, lo des-tonifica, lo encorva y lo entumece. El pelotudo se estira un poco más, corre la mirilla de la ventana metálica y achina lo’ojo para fisgonear cómo está el día, al tiempo que le pide al DIM el informe del clima y del tránsito. Abrir la mirilla para ver cómo está el día e interesarse por el clima y el tránsito son también reflejos residuales de cuando el pelotudo salía al menos cinco de siete días a la semana para tomar el bondi que lo llevaba a su trabajo en Buenos Aires, en un diario digital que desmontó la redacción en 2014 –inmediatamente después de que el Gobierno estableciera el estado de sitio- y mandó a sus periodistas a trabajar en sus casas. En su momento le pareció una bendición porque ya no tendría que soportar ese pinche viaje cotidiano que lo condenaba a dedicarle de tres a cuatro horas diarias más al trabajo que los

pelotudos que vivían en La Plata y trabajaban en La Plata. Después sufrió algunos desórdenes sicológicos producto del encierro y ahora, que ya lleva casi cinco años prácticamente sin salir a la calle, es como que se acostumbró, igual que la mayoría de la minoría trabajadora que adoptó la modalidad del teletrabajo a la fuerza y mudó definitivamente su vida social a la interné, que provee de todo y satisface la mayoría de las necesidades espirituales, culturales, sentimentales y de esparcimiento y hasta románticas y sexuales -el sexo es definitivamente virtual y onanista, con la ayuda de las súper computadoras, que reproducen texturas y olores humanos y permiten recrear, aunque todavía bastante rústicamente, la experiencia del cuerpo a cuerpo. Por la mirilla el pelotudo confirmó que la guardia de la policía militar, que es ambulante durante la noche y la madrugada, ya estaba en posición. Entonces destrabó y levantó las cortinas metálicas que cubren los cristales blindados, pero inmediatamente bajó el blacaut para impedir que la luz natural -aunque tenue por la gruesa capa de gases que bloquea el paso franco del sol- le nublara la vista, desacostumbrada a la claridad. No pasaron dos minutos hasta los estruendos del primer cruce de disparos. Es que afuera hay una guerra -una guerra de todos contra todos por la supervivencia. El mundo empezó a desquiciarse del todo a fines de 2012. El entonces presidente de Estados Unidos, Baracka Obama, perdió las elecciones de noviembre de ese año a manos del republicano cara de republicano Mitt Romney, un presunto moderado que el mismísimo día en que ocupó el Salón Oval se rebeló fanático de derecha y se erigió, en el mismo acto, en un pelotudo importantísimo. En su primer mensaje al mundo desde el atril montado, como era tradicional, en las puertas del Capitolio, el zarpado anunció la misión que –dijo- Dios le había encomendado: terminar con la crisis financiera en su país a como diera lugar, y se declaró protegido por la fe para soportar la angustia moral que le provocaran los costos de un plan de ajuste sin precedentes, estructurado, fundamental


Texto Juan Rezzano Arte Carlos Mac Donagh

mente, a partir de un feroz recorte de la inversión pública en programas de fomento al empleo e incentivo a la producción, además de un severísimo achicamiento de los recursos destinados a la educación y a la salud públicas –la reforma del sistema de salud que había implementado Obama, advirtió el nuevo, iría inmediatamente para atrás. Desde ese atril/púlpito, Romney convocó a los líderes de las potencias en crisis a “hacer lo que tengan que hacer”, y advirtió, con su dedo índice derecho apuntando al cielo, que Dios vomitaría a los tibios. Era lo que necesitaban otros pelotudos con cetro del mundo civilizado para pudrir el queso. La alemana Merkel, que ya tenía los colmillos afilados; el británico Jaimito Cameron, el socialista francés con apellido de país bajo que en el fondo era un monigote de su compatriota jefa del Fondo, madam Lagarque; el cara de cebolla cruda Rajoy –el presidente más pelotudo parido por la Madre Patria que la parió- y otros energúmenos se prendieron con entusiasmo criminal y aplicaron planes de ajuste tan pelotudos que no sólo no arreglaron nada, sino que la cagaron del todo. Para mediados de 2013, Estados Unidos y Europa occidental estaban prendidos fuego, con millones de pelotudos sin trabajo ni cobertura social pero con muchas piedras y bombas molotov en sus mochilas de neoagitadores indignados que fueron cayendo como moscas bajo la represión discrecional y salvaje de fuerzas del orden puestas al servicio del aniquilamiento de la protesta social, anárquica y descontrolada. Acorralados por una malaria sin fondo, los pelotudos de la OTAN pensaron que era hora de ir definitivamente por el petróleo y aumentaron la presión sobre los gobiernos enemigos del mundo árabe, y lanzaron operaciones militares que intentaron voltear los regímenes hostiles y despertaron la reacción de las organizaciones radicales, que hicieron escalar la violencia como jamás antes se había visto, con una secuencia de atentados que hicieron blanco en las principales ciudades de las potencias de occidente en decadencia. El combo de desempleo, pobreza y violencia provocó una estampida en Estados Unidos y Europa: millones y millones de excluidos buscaron refugio en los rincones menos golpeados y más ricos del mundo en términos de recursos naturales y alimentos. Como un siglo antes, con la primera Gran Guerra, una oleada inmigratoria cubrió las economías emergentes que mejor se habían protegido de la crisis a partir de 2008: Rusia,

India, China, Sudáfrica y Latinoamérica. La diferencia con el fenómeno de principios de la centuria pasada radicó en que aquella fue una ola de desplazados que ofrecieron sus manos laboriosas en países con poblaciones escasas y todo por hacer, mientras que los nuevos inmigrantes constituyeron hordas de desesperados que vinieron a reclamar trabajo en mercados insuficientes para albergarlos a todos. Las poblaciones receptoras entraron en pánico y se protegieron pasando a la ofensiva: un brote de xenofobia agitó a los sectores de ultra derecha, que ganaron cierto favor popular proponiendo repeler a los invasores a sangre y fuego. Los gobiernos populares de Cristina Fernández, Dilma Rousseff, Evo Morales, Pepe Mujica, Hugo Chávez, Rafael Correa y Raúl Castro resistieron con la militancia en las calles, pero los sindicatos exigieron determinación para evitar la usurpación de las fuentes de trabajo por parte de mano de obra que se ofrecía por monedas. Las fuerzas armadas se sublevaron y sobrevino entonces un dominó golpista que dejó a la región en manos de un movimiento insurreccional cívico-militar-clerical financiado por las más poderosas corporaciones económicas. Para 2014, los sacaditos neonazis ya habían cancelado todas las democracias latinoamericanas y habían instaurado regímenes represivos largamente más siniestros que los del Plan Cóndor. (La izquierda marxista argentina habría hecho la vista gorda y habría apostado secretamente al golpe porque al parecer

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un pelotudo dijo una noche tarde, después de una charla de Vilma Ripoll en el local del MST de Long Champs: ¡Uh, boludo, mirá, las condiciones objetivas para la revolución! Y todos habrían brindado por la inexorabilidad de la dictadura del proletariado y por la aparición con vida del faquin sepulturero de la maldita burguesía) Hoy, en 2019, el pelotudo integra el 38 por ciento de los que por ahora zafan. Tiene trabajo y derechos de ciudadanía. Un nombre y un documento de identidad, tiene el pelotudo. Los demás, el otro 62%, no tienen nada ni son nada. El Régimen los borró. Los desechó. Los canceló. No existen y entonces si los matan no hay delito porque no hay objeto del delito. Cada cancelado que muere (de hambre, en una gresca con otro borrado o a manos de la policía militar en un intento de asalto o asesinado de onda nomás) es apenas un problema menos. La calle es de ellos. Por eso el pelotudo casi no sale a la calle. Porque la calle es una guerra. Si tiene que salir, tiene que pedir autorización a la guardia de su cuadra, que comprueba que lleve su arma reglamentaria y chequea que esté cargada. Todos los ciudadanos están obligados a portar armas y tienen permiso para tirar a matar y el Estado les provee ayuda sicológica o espiritual para sosegar eventuales estertores de culpa que puedan distraerlos de sus deberes comunitarios. Y todos los ciudadanos son monitoreados a través del GPS de sus DIMs. Hay organizaciones rebeldes que ofrecen extirpar

los aparatitos de los cerebros de los ciudadanos que pretenden zafar del control, pero guarda: el que se saca el chip se convierte automáticamente en un clandestino al que se le expropia la casa, se le cancela la ciudadanía –o sea, se lo desaparece- y se lo arroja al desamparo -a la guerra de la calle. Por eso nadie sale si no es por motivos de fuerza mayor. Por eso casi nadie se relaciona físicamente con casi nadie. Por eso casi nadie se enamora de personas reales. Por eso casi nadie coge de verdad y por eso nacen cada vez menos bebés y por eso la población envejece y se achica vertiginosamente –por eso y por la guerra de la calle. Por eso no pasa nada afuera. Y por eso el trabajo del pelotudo consiste en escribir noticias falsas. No son noticias que distorsionan, tergiversan o manipulan la realidad, como las que redactaba Winston Smith, el protagonista de 1984, que alteraba datos para acomodar la realidad a los intereses del Partido. El pelotudo escribe noticias falsas para inventar una realidad virtual que ocurre en la interné y reemplaza a la que no sucede en la calle, donde solamente hay una guerra. El pelotudo escribe crónicas de partidos de fútbol que nunca se jugaron, críticas de obras de teatro que jamás fueron exhibidas, manifestaciones de protesta que –más bien- nunca se realizaron porque de haberse realizado los manifestantes hubieran sido masacrados por la policía militar. El pelotudo y otros periodistas escriben, y expertos en animación crean las fotos y las imágenes de video. Ojo: es un trabajo riguroso el que hace el pelotudo, porque sus crónicas tienen que dar cuenta de hechos coherentes para no quebrar la armonía de la realidad que progresa, paralela y ficcional, en el mundo sustituto. Y es un trabajo de alta consideración social, porque todos los pelotudos dependen de pelotudos como él para tener una vida. ****** Extrañamente animado por la resolana que hoy perfora el colchón tóxico que le pone techo al cielo, el pelotudo pidió autorización a la guardia de la policía militar para salir. Se asomó y un cobani lo cacheó de arriba a abajo y le pidió el arma y chequeó la carga. Le dijo que no fuera pelotudo, que volviera rápido, que la calle está dura. Y le hizo la venia. El pelotudo caminó apurado, las manos en los bolsillos de su gabán y el dedo índice derecho en el gatillo. Antes de doblar la esquina, un par de veces se dio vuelta y miró al gorra que lo había revisado. El cana creyó verle algo raro en la mirada, al pelotudo.


F Un tipo que arranca tarde su carrera como rockero (recién a los 26 años editó su álbum debut) y cuando el rock, devenido en pop y cultura de masas estaba siendo aceptado por todas las generaciones… se anima así, a los codazos a mostrar que tenía grandes falencias (el rock, claro). ¿Sos hippie? Te la doy. Te hago una canción. O diez. ¿Sos loco? Te la doy. Te nombro “Punk” por primera vez (1967, Flower Punk). ¿Sos facho? Te la doy. Y más si sos fascista y religioso!. ¿Sos famoso? Te la doy más. A los Beatles (con quienes después tocó… salvo con Paul, que le temía), a The Who, Led Zeppelin, Michael Jackson y cuanto cantante de moda o no aparezca. Salvo Hendrix (quien conoció el wah wah por sugerencia de Frank) todo el rock y el pop fue satirizado por él. Zappa, desde ese 1° disco, ya sentó sus bases y mostró su contrato al mundo. “Así soy y asi voy a ser hasta mi muerte” fue casi casi lo que nos escupió cuando en la contratapa de su álbum debut (¡¡¡debutar con un disco doble!!!) escribió que “The Mothers of Invention –su banda- está en contra de cualquier sustancia animal, vegetal o mineral que altere el libre pensamiento….” Y blah blah blah. Lo que sería indicarnos que en su banda, nada de drogas. Ese disco no azarosamente se llamó “Freak Out!”, que tiene mil acepciones para decir lo mismo. Desmadrarse. Y también: causar mala impresión. Pero, por sobre todo: sacar(se) toda la locura interior. El tipo, genial de toda genialidad esgrimió muchísimas frases. Para mi, las más relevantes (dejando de lado las que hablan de la idiotez humana, que son crudamente reales) dicen: “Las opiniones son como los clavos: mientras más se golpea contra ellas, más penetran”. Y una que

parece que choreó de Groucho Marx: “La mente es como un paracaídas. Solo funciona si está abierta”. Zappa nació en diciembre. Un 21, en el año 1940. Y murió en diciembre. Un 4, en el año 1993. Solo había llegado a vivir 52 años (casi 53). Pero laburó como un negro para demostrarnos que se puede. Con huevos se puede. Le ganó juicios a los sellos que quisieron cagarlo y fue así que se hizo de todo su material. Si: Zappa tenía la potestad de reeditar sus discos y negociar con quien quisiera la edición de los mismos… su música (compuesta y grabada) era de su propiedad. Fue de los primeros en crear su sello y ya antes, Verve fundó Disc-Reet, una subsidiaria para publicar a artistas como él. En las bateas de las grandes disqueras podés ubica los discos por estilos. Blues… jazz… rock… electronic… classical… y… Zappa. Y es verdad. Poseé todo un estilo único. Músico. Gran guitarrista. Cineasta. Productor. Pensador, compositor y autor mordaz e irónico. Y audaz, sobre todo. Con la irreverencia para destronar lo establecido (“Sin desviarse de la norma el progreso es imposible” sentenció). Y con los huevos para sostenerlo en el tiempo.

Frank Zappa. Cada día ir

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Frank Zappa

rrita mejor.

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a i c n e r e Irrev y huevos por Fabian Spampinato


Texto Federico Ricci Arte Carlos Mac Donagh

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Hay un par de pautas fundamentales a los fines de preparar un buen planeta y que no se te pase, no este crudo y frio o te quede muy seco. En este artículo exploramos algunas de las millones de circunstancias que tuvieron que darse para que el que nos tocó a nosotros, La Tierra, haya salido tan húmedo y esponjoso.

Ingredientes

para cultivar un planeta Nuestro planeta es único en el sistema solar (quizás en el universo), en cuanto a su maternal habilidad de refugiar la creación. En realidad, esto está lejos de ser peculiar, cuando consideramos la extraordinaria cantidad de condiciones que tienen que darse para permitir la vida. Ni te cuento vida compleja…


Texto Federico Ricci Arte Carlos Mac Donagh

-el choque de la tierra con su hermana -la creacion de la luna que regula el -la presencia de Júpiter que se come todos los aste -la bacteria violeta, reinado y muerte y desarrollo de bacteria -la distancia d -el choque del asteroide de la tierra que mato a los dinos Solo algunos millones de años después que se formó nuestro planeta era una roca estéril y volcánica mucho más pequeña a la de la actualidad vagando sin molestar a nadie alrededor del sol. En aquel entonces la Tierra tenía un planeta hermano de menor tamaño, llamado Thea, que nació con una órbita parecida a la suya, pero nosotros íbamos por Gral. Paz dirección Rio de la Plata, y ella para el Riachuelo. Y como nos enseña el taka – taka: dos cuerpos que siguen la misma orbita en direcciones contrarias….terminan colisionando. Este topetazo de magnitudes catastróficas destruyó completamente a Thea, que en parte paso a aumentar el tamaño de nuestro planeta, dejándola grande como hoy la tenemos, giggity. El resto de las esquirlas del choque dejaron un anillo de roca orbitando la tierra. Con el tiempo, esta roca comenzó a coalescer y crecer, lo que fue una suerte para los poetas, PJ Harvey y el hombre lobo, que deben su popularidad casi exclusivamente a la creación de la luna. Estas dos consecuencias serían el primer paso a la creación de las condiciones idóneas para sustentar vida en nuestro planeta. El aumento de tamaño significó un aumento en la fuerza gravitatoria de la tierra, porque a mas masa más gravedad (y si no me creen no tienen más que pararse a un paso de la vía cuando pasa el tren Sarmiento y sentir el tirón). La atmosfera, sépanlo desde ya, se queda cerquita a la Tierra no por su encantadora personalidad, sino justamente porque la enorme masa la atrae hacia sí, que es la razón por la que planetas más pequeños, como Marte, no han podido retener su atmosfera (que alguna vez ha tenido) la que se ha escapado gradualmente a recorrer el universo como adolescente malagradecida; dejando al pobre planeta no solo muerto y estéril sino con síndrome del nido vacío. Los invito a que hagamos una rápida lista de las ventajas de tener una atmosfera antes de seguir. Nuestra atmosfera mantiene al planeta cálido, controla los climas y nos provee con el oxígeno que necesitamos. También fricciona, desgrana y destruye los asteroides y meteoritos que de otra

manera chocarían contra la tierra. Además del detalle de evitar que los rayos UV, de los que hablaremos más adelante, nos calcinen como horno nuevo. Así que, si, si me preguntan, no estoy seguro con lo de la eutanasia, pero soy definitivamente pro-atmosfera. Otra de las ventajas de residir en la localidad del Sistema Solar tiene que ser la seguridad. Partamos del concepto que el universo está bastante sucio. Que se sepa, de hecho, en 13,7 mil millones de años nadie se encargó de limpiarlo y producto de esta negligencia miles de millones de toneladas de asteroides, meteoritos, restos de colisiones, satélites y ovejeros alemanes vagan sin rumbo ni propósito por el cosmos incrustándose contra cual planeta los atraiga sin la menor consideración por si finalizan abruptamente algún intento de armar algo copado como por ejemplo vida. Pero Fede, la atmosfera nos protege, dijiste! Y es cierto, lo hace. Pero contrario a lo que nos dicen las mujeres de buen corazón AL MENOS EN ESTE universo el tamaño SI importa. En este universo hostil e inestable salvo que tengas alguna forma de evitarlo TE VAN A CASCOTEAR EL RANCHO. Like, all the time. Y esto no es un detalle si pensas que hace 65,9 millones de años se filtró un ladrillo de más o menos 20 km de ancho y rompió una ventana. Si entendemos que la ventana en esta metáfora son los dinosaurios junto con la mayor parte de las especies superiores de la tierra. Porque los dinos, como todos los reptiles, eran de sangre fría y no pueden controlar la temperatura de su cuerpo por lo que se habitúan menos a cambios bruscos, al contrario de nosotros los mamíferos, que tenemos la posibilidad (y en esto se pasaron) de utilizar la energía química derivada de la unión de los alimentos y convertirla en energía calórica que regula la temperatura interna independientemente de la externa, que es la razón por la que en los climas más extremos de la tierra no haya reptiles y si mamíferos. Lo que permitió que sobrevivieran especies de mamíferos similares a roedores mientras los grandes

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a thea l clima eroides verde del sol saurios

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reptiles, así tan enooormes y omnipotentes que eran, caían como Godzilla cuando lo enganchan al puente. Pero eso es para otro artículo en sí mismo. Decía que si querés que en tu planeta se desarrollen pelicanos o lesbianas o juegos de Play, necesitas un 5 de marca, un Chicho Serna, que no deje pasar nada. Así que rómpanse las manos para recibir, con un record profesional de billones de impactos, (uno de los cuales dejo un cráter de dos veces y medio el diámetro de la Tierra) , midiendo 1317 veces el tamaño de la Tierra y pesando 318 veces más, el campeón sin cinturón, el protector gaseoso, número 5 desde el sol, número uno en sus corazones, Giancarlo… “El planeta” Júpiter. Producto de su masa y volumen, la fuerza gravitatoria de Júpiter es tal que si te tiraras de paracaídas en su atmosfera luego de congelarte casi inmediatamente, caerías acelerando a 22 metros por segundo2. Para que se den una idea acá en el planeta de Justin Bieber la costumbre es caer a 9,78 m/s2. Esto significa que casi la totalidad de la basura cósmica del área es diligientemente recogida por Júpiter, o como yo le digo, María, que trabaja cama adentro. La creación de la vida es un proceso complejo que requiere, además de un sinfín de condiciones físicas y químicas específicas (que este artículo no consigue ni remotamente resumir), y ridículas cantidades de tiempo, estabilidad. La posibilidad de que por periodos prolongados de tiempo mutaciones puntuales generen cambios con ventajas evolutivas y esto lleve a estructuras más complejas y adaptadas y especies distintas de aquellas que la originaron. Raciocinio y conciencia del yo. Eso es lo que nos regala Júpiter. De hecho, los astrónomos que teorizan la presencia de vida en otros planetas ponen dentro de las condiciones necesarias para ello la presencia de un planeta gigante entre el planeta sospechado de vida y el espacio como uno de los factores mas importantes. Ahh Jupiter… y apuesto a que nunca le murmuraste UN gracias… y a la luna, ese canto rodado que, seamos realistas, no hace un carajo (más que regular un

poco las mareas) la miraste un millón de veces, le haces poemas, canciones, la visitas, le llevas banderitas, la mostras en las películas… Vergüenza debería darte. Pero con eso solo no alcanza. Porque tenemos el escudo y el cielo pero si no hay nadie para mirarlo, está realmente allí?, entonces hace 2.5 billones de años atrás, la tierra se preparaba para sufrir un proceso que la iba a llevar desde una orbe joven inocente, que le avergonzaban sus cráteres y se veía gorda en el espejo; en una adolescente curiosa que quiere llenarse de vida y ver tormentas y truenos y banca el autocultivo. Desde un planeta muerto sin oxígeno, hacia uno con él. El evento más trascendente para la vida en la tierra. Bajo la protección del agua, que actuaba como un protector solar liquido de los letales rayos UV, las primeras formas de vida, pequeñas bacterias, emergieron. Lo increíble de ellas no fue (solo) su precocidad, sino su color. Aún hoy existen en el Lago Magadi en Kenia pero en ese tiempo no estaban solo en algunos charcos. Esta bacteria ocupaba la mayor parte de la superficie de los lagos, ríos, mares y océanos del mundo. Si hubieses podido estar en el espacio mirando hacia aquí en esa época, hubieses observado boquiabierto a la Tierra cubierta de un monárquico color púrpura. Estos organismos, similar a lo que hace Birdman, obtenían su energía del sol, pero solo utilizaban un pequeño fragmento del espectro de luz. Y como (incluso antes que existieran los cocodrilos o el sueño) cocodrilo que se duerme es cartera, con el tiempo, un tipo distinto de bacteria comenzó a crecer en las profundidades reclamando los colores de la luz que la primera descartaba. En este caso les toco verde. Este evento arbitrario, una bacteria utilizando una parte del espectro de luz que otra no, un color distinto al purpura, es la razón por la que hoy toda la vida vegetal de la tierra es verde, desde los bosques y selvas hasta el pasto, la radicheta y las arvejas. Esta bacteria fue la primera en realizar lo que hoy conocemos como fotosíntesis, o sea la conversión de materia inorgánica en orgánica a


partir de luz y CO2. El “desperdicio” de esta reacción era el Oxígeno. Este oxigeno primero saturo los mares y luego, comenzó a difundir al aire donde alto en el cielo, en situaciones particulares de presión y temperatura comenzó a formar ozono (O3). Y que hace el ozono hoy sino filtrar los rayos UV. Y así sin más, la otrora floreciente comunidad de bacteria purpura murió de inanición cuando el espectro de luz que utilizaba, rebotaba en la flamante atmosfera elucubrada por gracia y arte de la bacteria de Ferrocarril Oeste, que sin competencia se desarrolló más fuerte que la actriz que hacía de Hermione en Harry Potter. Que podemos esperar de nosotros mismos si ya esta bacteria, uno de los primeros organismos auto – replicantes del universo quizás, no daba puntada sin hilo. Ha tomado 4.5 billones de años llevar a la tierra desde una piedra muerta, hasta la biosfera opulenta de riqueza y diversidad que hoy nos cobija. Pensalo la próxima vez que te quejes que te ande lento Internet. Por eso cuando alguien me quiere convencer que una vida sin un ente celestial regulador es incompleta no puedo más que reírme. ¿Acaso ESTO no es suficiente?. Este universo complejísimo y las millones de circunstancias que tuvieron que darse para que estemos acá... Esta evidencia de bellísima fragilidad y astronómica complejidad. Nunca voy a entender esa necesidad imperiosa que tenemos los humanos de inventar un responsable, aplaudirlo, colgarle una medallita y preguntarle si no tiene algún folleto...

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Texto Alejandro Glombovsky Arte Vilcat

Aletargaban sus ojos las fatídicas tormentas del deseo. Enrollado en las tetas, lúgubre, chupaba sin razones el pezón del martirio. Los gritos del placer brujo desdeñaban la sombría presencia de lo oscuro. La chica se movía como si tuviera una parte del cerebro rota. Cansado se levanto para mel corrido en la almohada sin razón de los dos les daba un tétrico aspecto de payasos muertos. Pálidos y con ropa negra se levantaron para sentirse mal otra vez. Sin alegría el pibe guardo su pene en su calzón con tachas y ella hacia que se reía. Momos del circo parecemos, esperamos que se haga de noche y salimos era la pregunta. La mancha de semen se adhería a sus almas cercadas por la desilusión del momento. Otra vez juntos, se retocaron en el espejo e hicieron muecas lacónicas de ira.


Texto Victoria Palacios

Lope de Verga y Bergó Me duelen los pies, miro mis zapatos gastados y enfrente la liquidación: “Todo a la mitad: 50% de descuento”. Un par de botas de cuero marrón. Esta es mi oportunidad. Me las pruebo y bri-llan-te, pero efectivamente no va conmigo. No. Ese marrón, igual al tapado, parecido a las botas de hace unos años. ¿Y qué?...Es lo que hay...Me las llevo. Pero, ¿qué es lo que hay? Voy a pagar, no tienen tarjeta. Tengo que ir a buscar efectivo. Camino un poco, y otro poco más y plaf la suela de uno de mis viejos zapatos se parte a la mitad, en forma simétrica, perfecta, bajo el nivel de expectativa y avanzo con lentitud mirando cada local de la zona, cuántos recuerdos, la cantidad de años que pasé por aquí pensando en una sola idea. No hay argumento me digo. Veo subir las persianas de otro local y desde adentro un olor a naftalina de mierda igualito a otro local de otro año de mierda. Miro enfrente y sobre una persiana de chapa negra en rojo se lee: “Lo único importante es hacer y vivir cuando llama el destino”. Pero, qué destino de mierda -pienso- el que se define en esta vieja esquina con olor a naftalina, es más viejo que la moto esa que está atada justito debajo del departamento de Rocky. Esa moto latido, galope, viento. La misma que me hizo empezar aerobox y saltar escalones 500 veces por día en el intento de subir el orto y sí subirme con un culo mejor a esa moto soñando que la moto es caballo y cinco indios van al galope junto a mí. Sexo. Sexo. Sexo. Mamita, qué pelotuda andamos. No, pará -esto es como un monólogo interior, es interesante- pero si tenés unas ganas de tocar el timbre de Rocky y decirle: “bueno pibe, ¿tenés una hora de melancolía? Nos damos un viajecito en tu moto, acá en la de adentro, ¿o la tenés adentro? A ver, correte el dedo gordo, mamón, dejá de chuparte el dedo, y decime si anda tu vieja adentro, ¿qué dejaste la almohada? Pero, chiquito, así la cosa no va. Pasaron diez años, ¿entendés? ¿cómo puede ser que sigas durmiendo con tu mami? Dale, vendeme la moto, y te compro un chupete. No, está bien, te amo, cuidate. Chau”. Un paso afuera de Rocky simple red y otro local y saquitos de vieja, ay, me sale el pucherito interior, qué tristeza, escucho un grito que dice: “ese tenés que comprarte vos vieja pelotuda, dejá de delirar, ese blanquito, tipo gatito de angola domesticado y a ver si te subis a la moto esa”. Pero, cuánta violencia che, dejá el saquito ese y andá derechito al banco que hoy la cosa son las botas. No mirés nada más, ese localcito finito tampoco, ni aunque esté de perfil, dejate de hinchar, dale andá derechito al banco. ¿Qué querés ver un segundo el paraguas? “Ese paraguas, cuántos recuerdos, pero si es el obelisco

en versión femenina, es como escuchar locamotive breath de jethro tull y balancearse en un tanque de agua en pelotas, un tanque de agua bien alto, en ese edificio de ahí mismo, en el último piso y tomar el ascensor directo al infierno que nunca baja, siempre sube, y ahí desnudarse para darse un chapuzón(siempre con el súper paraguas), un momento sagrado, es más en el balanceo se recomienda soltar la cabeza hacia atrás y mirar el infierno dado vuelta, literalmente es ideal, paraguas bendito, ¿por dónde andarás? ¿de dónde venías? Eras mucho menos que un extraterrestre, de esos que estan de moda hoy en día, apenas eras el paraguas con estilo de una tía vieja y cuántos placeres, la pucha, que me trajiste. Después de vos, veía un paraguas, y me hacía pis, es más mi mejor amiga se colgó un paraguas en el techo de su dormitorio, fue obsceno, nunca se lo perdoné. Otra vez, en una fiesta conocí un paraguas distinto, un poco roto es cierto, pero abierto y sostenía a un flaquito de pelo largo larguísimo en forma totalmente hechizado, claro que no hice nada porque me pareció un atropello a la intimidad, simplemente observé ese acto amoroso y recordé al mío. Nada más. Bueno, ahora veo ese paraguas y otros tantos y ya nada de emoción, apenas entiendo su uso estratégico (no mojarse más de la cuenta, porque siempre un poco te mojás), no son cápsulas de siliconas, apenas son paraguas de tela, un poco más o menos de plástico, pero nada más”. Creo que hasta me parece un poco de arribismo sacar precisamente ahora el asunto del paraguas, ¿no? ¿O es falta de sentido de la expectación (absoluta), o simplemente estupides? “Bronca entumecida(lo mínimo) por todos los paraguas que pasaron por aquí para ahora tener que ver esos tan berretas, berretongas, berretines y etceteras. Será algo no resuelto, qué sé yo. Pero, tengo que decirlo, los paraguas tampoco son como antes. Bueno, pero volviendo a las botas, llego al cajero y obviamente fila enorme, hoy cobran todos (claro no sos la única gila que quiere comprarse algo hoy)”. En fin, aquí estás perdiendo tiempo por unas botas de mierda, que obviamente no sabés cuánto tiempo te van a durar, porque estas fueron en una estación, no sé cómo hacen otras que siempre tienen sus zapatos en perfecto estado, serán de marca, no sé, es así, hoy por hoy las crisis existenciales pueden durar una fila de banco o varias cuadras de un viejo barrio, creo que lo mejor cuando se atasca el pasado es hacer una buena denuncia a defensa del consumidor. “Bueno, llegaste, tu turno, tarjetita, pip, adentro, código, no hay fondos. ¿Viste? NO HAY FONDOS”.

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Texto Tania García Olmedo Foto

Häxans

Los días

GUL DAG –SÅRETS TECKEN* La sustancia del silencio ocupa la hora del alba. Todo lo que se estira es calmo. Un aleteo de algo que escapa a mis definiciones – como la forma escapa de la punta de mi lápiz, ay. Los dientes de lo terrible se esconden entre las flores algunos días. Sí, entre esas brillantes, amables caléndulas del jardín. Algo feroz que me abrirá a canal de una sola dentellada apenas me distraiga con el arrullo de los insectos. Mientras atiendo la sed de las arboledas y rozo las cabecitas rojas de las amapolas, el temblor del miedo se abre paso con su filo en el secreto plegado de mi carne –ah, origami siniestro. Un día esta compacta burbuja vegetal no logrará retener el aire necesario para seguir viviendo y todo perecerá: una molotov desparramará la negrura que ha ido expandiendo su mancha de odio y entonces, nada será salvo. La desolación de lo enteramente (yermo) viajando entre cuerpos celestes. Siempre he sabido que este escudo de menta y tisana sirve sólo para perfumar la herida que no cierra. Lo futil del gesto conmovería la ternura en mí, si quedase algo de blandura. MÅNENS DAG, NÄR DET BLÅSER I KOSMOS** Bien, sin duda se muere alguna vez. De maneras más o menos agradables. Mientras tanto, con pulso aún entre pecho y espalda, entierro los dedos en la tierra humosa, llena de rumores de vidas pasadas en barbecho y guardo la semilla enjoyada en el estómago del jardín. En estos actos pueriles habitan verdades fundamentales. Y la belleza inquieta de la repetición: una vez, una mujer guardó una semilla en el estómago de la tierra. Se llamaba Linh. Cuatro hijos y uno en camino que no sobreviviría el invierno, pero el futuro está velado porque es una de las formas de la compasión y para cuando ella sembró su alimento, la vida cantaba en sus venas renovadas y el cielo se extendía terso como seda azul frente a ella: todo estaba aún por venir y había belleza allí donde su ojo miraba. Otra vez, un hombre ya en sus huesos enterró las últimas semillas de maíz en su milpa, una protesta metafísica contra el hambre. El hombre murió sin tumba, pasto de los zopilotes, pero el maíz creció y alimentó a otros que sí sobrevivieron por ese último gesto de amor y rebeldía del muerto sin

bru

“Y los días se fu en sí mismos bajo ciclos cumplidos del abedul blan sólo quedó aire bocanada antes d la apnea del G


s dagar

as de la

uja

ueron cerrando o el peso de los s por los anillos nco, hasta que para una última de sumergirme en Gran Silencio”

tumba ni nombre. Y así, cuando alzo entre los dedos la semilla y la dejo caer a su destino, me sumo a un coro griego que resuena en el eco de la historia. Y sé que en algún lugar, alguien o algo se deleita en el sonido de nuestra música de espejos, en esta letanía viva que anda sobre un cuerpo inmenso. Las estrellas quizá. El polvo antiguo de los días. SKUGGARNA / RUNA DEL JARDÍN ETERNO*** Le he dado la espalda a los hombres. El problema es el contacto con los otros, ese chisporroteo de sangre vital. Tengo miedo de desgarrar la visión antes de tiempo. Sin poder hundirme aún del todo en el sopor de la misantropía –ese dulce pegajoso al fin lavado de entre la juntura de los dedos-, reduzco mis actividades a pocos círculos concéntricos, inevitables. Exponer la carne para el festín de otros, dando el corazón para el mordisco avaro, que me devora a mí pero lo mismo podría comerse los antepechos donde se guarecen las golondrinas, o las babas de diablo que esparcen su dialecto en la brisa, sin distinguir el sabor de lo uno o lo otro - esa mezquindad de aquellos que no aman el suelo que se pisa ni recuerdan los nombres dados para señalar aquello que /separa/ lo que vive de lo que ya no es más. Inmolar así, tan pobremente, mis huesos. Pero abro mi ojo a las palmas que me extienden y veo la eterna espiral viajera en cada persona que me busca – pocos comprenden que la pregunta formulada encierra su propia respuesta y se necesitan eones de errores sumados en su torre para saber invocar la pregunta correcta, esa pepita precisa señalada en el camino. No pertenezco a nada más: la noche se abre para tragarme al fin. La curiosidad y el amor siguen allí, cansados pero allí. Leo las líneas marcadas en agua. Tatuajes del claroscuro divino. Aprendo cada vez a reconocer los símbolos, la suma de muescas, el deseo sempiterno de la sangre en todas sus variantes de calidoscopio sagrado: Amor y muerte. Florecimiento y destrucción; renacimiento. El molde que contiene al fuego. Anhelo de más. Anhelo, siempre. * Día amarillo – señal de la herida ** Día de la luna – cuando sopla en el cosmos *** Las sombras


peipe


erclab

Texto Lud Diabeli & fotos

Cosas que deben hacerse despacio A veces la vida lo hace reencontrar con recuerdos muy lejanos, un día de invierno, que se sentía mas frio en las horas perdidas, interminables de una rata al secundario. La estación “Primera Junta” del subte “A”, un local de fotografía y la inalcanzable Icarex 35 TM. Admiraba esas líneas fuertes, la solidez del acero, la perfección de esa cubierta de cuero. Una pregunta al vendedor, el precio, inalcanzable. Ni siquiera tuvo el placer de que se la muestren, de sentir el sonido de esa maquinaria de relojería en movimiento. Pasaron los años, quizá tres, y la vuelve a ver en una galería de la calle Corrientes, esta vez se animó a pedir que se la muestren, que la hicieran funcionar. El placer de escuchar el sonido de la devanadora, el seco sonido del obturador disparado. Y otra vez el precio, varios sueldos de ese pibe que la yugaba de peón. Y transcurren los años, ya no aparecía en las vidrieras, había devenido vieja, pasada de moda. Las cámaras japonesas desplazaban vertiginosamente a esos pesados y caros productos alemanes. Vinieron los formatos electrónicos, cámaras, audio, teléfonos... El pibe se había transformado en un tipo grande, demasiado grande. Tenia celular, equipo de audio, plasma y vivía apurado y claro, también tenia la ultima Nikon. Un día, casi sin darse cuenta como, comenzó a gozar las cosas que tenían que hacerse despacio. Se reencontro con el gusto de volver a escuchar un LP, limpiarlo antes, soplar la púa. Y también con la fotografía analógica, elemental, con ese tiempo necesario para enfocar, medir la luz, cargar el rollo, revelarlo. Y también sin darse cuenta como, comenzó a escribir con pluma fuente, a reencontrarse con su letra de los maristas. A gozar del amor morosamente, deteniéndose en cada instante, para hacerlo inolvidable, vital, agónico. Recorriendo mercado libre, encuentra “cámara alemana”, se detiene ante el nombre, Icarex 35 TM, se le agolpan los recuerdos, en un impulso la compra. La va a buscar a la casa de Daniel y Diana, que le parece que también les gusta disfrutar de la vida con tiempo. Hasta Avril, la gata arisca pero no tanto, parece ser cómplice del reencuentro. Esa noche en la cena, la colocó en la mesa y mientras la miraba, recordó aquel frio de la estación “Primera Junta”.


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