Fragments

LES SLOVAKS DANCE COLLECTIVE FRAGMENTS

Coproducción Mercat de les Flors Residencia Graner Del 14 al 17 de marzo de 2013 Sala OM. Horario 20:30 h, domingo 18 h. Precio 22 €

Sobre la obra Fragments es la tercera obra creada por el «taller» de Les SlovaKs. El punto de partida fue el hecho de trabajar con una música existente. De una banda, el compositor Simon Thierrée, que colabora con la compañía desde hace mucho tiempo, escribió una pieza en cuatro movimientos para una orquesta de cuerda de 40 músicos. Como contrapartida, Les SlovaKs decidieron mostrar otra parte de su manera de trabajar combinando la composición de Thierrée con una selección de canciones «retro» de los años cincuenta a los ochenta de la reconocida cantante eslovaca Melania Ollaryova.

Los cinco integrantes de la compañía diseñaron la coreografía escuchando atentamente las diferentes propuestas musicales. Trabajando en equipo durante los ensayos, fueron alternando su papel como intérpretes y directores. Convirtieron cada fragmento musical en una escena cinematográfica, una pieza de danza o un acto teatral. Sin limitaciones de estilo, consiguieron crear unos mundos que emergen en toda su plenitud desde la primera escena.

Además de ser un espectáculo entretenido, lleno de humor y sensibilidad, la obra muestra la técnica y la expresividad de los bailarines, con referencias que desaparecen cuando el espectador intenta entenderlas.

Mat Voorter ha diseñado un vestuario que se adapta perfectamente a la sutil imaginación de la obra.

Sobre la música La música es una de las principales fuentes de inspiración de nuestra obra. Mientras preparábamos Fragments éramos conscientes de que, en este caso, la música tendría un protagonismo más grande que en nuestros espectáculos anteriores (Opening Night, 2007, y Journey Home, 2009), porque ya estaba compuesta antes de que empezáramos a ensayar. De hecho, la música fue el punto de partida de la obra. La idea inicial fue trabajar con una música conocida, pero no lo conseguimos.

Escuchamos diferentes composiciones pero fuimos incapaces de trasladarlas a la danza. Teníamos la sensación de que eran demasiado serias, demasiado lentas o demasiado dramáticas; en otras palabras, no nos acababan de encajar. Lo cierto es que nos alegramos mucho cuando Simon nos dijo que había empezado a trabajar en una nueva composición para orquesta de cuerda. Nos entusiasmó la idea e inmediatamente le dijimos que sí, que adelante, aunque no sabíamos exactamente cómo hacerlo. ¿Nos gustaría la pieza? ¿Seríamos capaces de hacer un espectáculo de danza tomando como base una composición musical? Al mismo tiempo, teníamos plena confianza en Simon Thierrée, porque es un gran amigo nuestro y, sobre todo, porque sus partituras se adecuan perfectamente a la danza. Es muy fácil conectar, su música es muy potente, tiene una historia propia y a la vez está abierta a la interpretación.

Cuando empezamos a trabajar en Fragments en Umea (residencia en Suecia), la música nos dijo lo que teníamos que hacer. Hablamos mucho, hicimos diferentes propuestas y finalmente, durante las dos primeras semanas del proceso creativo,

definimos la «materia primera» de lo que sería la pieza. Evidentemente fuimos perfilando la danza, las escenas y el espectáculo más adelante, pero la verdad es que, quizá por miedo de no conseguirlo, creamos las principales escenas a partir de la música de Simon durante el primer período de ensayos.

Pero después llegó el momento crucial. La composición de Simon dura aproximadamente 30 minutos en cuatro movimientos, pero nosotros queríamos convertir la pieza en un espectáculo que durara toda una función. Tuvimos que decidirnos: o repetíamos toda la pieza, o alguna de sus partes, o incluíamos otras composiciones.

Redescubrimos por casualidad la música de la cantante eslovaca Melania Ollaryova, que fue muy popular en los años cincuenta. El estilo «retro-pop» actuó como un contrapunto mágico de la música más seria de Simon. Por otro lado, la combinación de los dos estilos ofrecía una mayor oportunidad de interactuar con la dramaturgia y la composición del espectáculo. Cada uno de nosotros tiene una personalidad múltiple, es decir, interpretamos diferentes personajes a lo largo de la obra, y la música se sitúa al lado de la danza, como protagonista que acompaña nuestras acciones.

Fragments se puede interpretar con música grabada o con una orquesta de cuerda de 32 músicos que interpretan la composición de Simon. Estrenaremos la versión en directo en el Cultuurcentrum de Bruges y nos hace mucha ilusión bailar con música en directo. Se podría decir que, para nosotros, ha sido un proceso creativo fantástico, intensivo y unificador.

Ficha artística Coreografía y danza por Les SlovaKs Dance Collective Milan Herich, Anton Lachky, Milan Tomasik, Peter Jasko, Martin Kilvady Música Simon Thierrée Diseño escenografía Les SlovaKs Dance Collective, Joris De Bolle Diseño iluminación Joris De Bolle Diseño vestuario Mat Voorter, Pepa Martinez Director tècnic Joris De Bolle Il·luminació i so Jan Meuwissen Producció PHILEAS PRODUCTIONS (Belgium) Promoció SEVENTYSEVEN - Bram Smeyers bram@seventyseven.be

Coproducció Kaaitheater (Belgium) Teatre Mercat de les Flors (Spain) Hellerau - European Center for the Arts Dresden (Germany) NorrlandsOperan AB (Sweden) Amb el suport Flemish Community Partner DCJ – Danscentrum Jette (Belgium) Pulsar–Ensemble Dir. Steven Decraene

www.lesslovaks.com

Les SlovaKs Dance Collective Nosotros somos nosotros Nosotros estamos allí En todas partes ¿Dónde?

Allí Mirad y veréis ¿Él está allí?

Sí En todas partes ¿Nosotros estamos allí? ¿Dónde?

Sí, somos allí Nosotros somos Nosotros (inspirado en Gertrude Stein)

A. Presentación de Les SlovaKs Dance Collective 1. Historia Les SlovaKs Dance Collective está formado por cinco bailarines eslovacos residentes en Bélgica: Milan Herich, Peter Jasko, Anton Lachky, Milan Tomášik y Martin Kilvady. Los cinco bailan desde pequeños y se formaron en las academias de danza de Banska Bystrica y Bratislava. Más adelante se instalaron en Bruselas para completar sus estudios en la escuela PARTS y empezaron a bailar juntos. En 2006, al cabo de unos años de experimentar y trabajar por separado en el ámbito de la danza y la coreografía con artistas como Anne Teresa de Keersmaeker, Sidi Larbi Cherkaoui, Thomas Hauert, David Zambrano y Akram Khan, decidieron unirse y crear Les SlovaKs Dance Collective. Según Martin Kilvady: «La idea estaba muy clara. En primer lugar, a todos nos gustaba la danza física, y creo que también queríamos trasladar al escenario la amistad y la camaradería que nos une en la vida real». Sus dos primeras obres, Opening Night (2007) y Journey Home (2009), tuvieron muy buena acogida por parte del público. Ambas han podido verse en el Mercat de les Flors.

2. Los elementos fundamentales de su lenguaje Desde el principio, Les SlovaKs han desarrollado una manera de bailar basada en el equilibrio entre el individuo y el grupo. Por medio de su experiencia, han descubierto cuales son las reglas necesarias para crear un espacio en el que la manera de bailar de cada uno se vea reforzada por el grupo y el grupo se consolide gracias a la creatividad individual, una manera de trabajar en la que el movimiento siga siendo prioritario, con múltiples posibilidades al alcance.

Trabajando como colectivo tanto en el estudio como en el escenario, Les SlovaKs comparten con el público una relación interpersonal generosa y sincera, que rompe instantáneamente las distancias objetivas propias del contexto teatral. La amistad y la pasión están presentes en todas las decisiones artísticas que toman, y siguen un proceso definido por los deseos individuales, que algunas veces convergen y otras entran en conflicto. Un todo compuesto de cinco partes insubstituibles. Sus piezas sitúan cada bailarín en un primer plano como solista y como instrumento dinámico.

Ya que su manera de trabajar no excluye ninguna estética ni ninguna posibilidad de movimiento, la danza y las normas que surgen reciben el nombre de «danza abierta». Al convertir esta «danza abierta» en una interpretación práctica, Les SlovaKs han borrado la diferencia entre bailar para ellos y bailar para el público.

Así, han llegado a la idea de «danza total» (compromiso total), una serie de parámetros creados para mantener el nivel de compromiso de cada actuación y al mismo tiempo subscribir el papel del observador y el participante. La «danza total» implica que cada bailarín llene su espacio físico con plenitud y precisión, pero también todo el espacio que ocupan los otros bailarines y el público.

Por medio de la «danza abierta y total», Les SlovaKs han desarrollado unos parámetros específicos para ofrecer unos espectáculos contextualizados que promueven la expresión, la emoción, el virtuosismo físico, la historia personal y las referencias culturales. En sus piezas, en las que se observa una disponibilidad total sobre el escenario, utilizan toda la gama de su excepcional talento como bailarines.

Liberados de cualquier tipo de categorización, expresan estilos, connotaciones, drama e imaginación con una gran dosis de flexibilidad y humor. Este enfoque inclusivo da lugar a un gran abanico de expresiones físicas que no suelen ser habituales en la danza contemporánea. El universo abierto de referencias en el que navegan se pone al servicio de la manifestación desinhibida de una profunda pasión por la danza.

Bajo la designación de «danza neotradicional», Les SlovaKs han desarrollado un estil basado en su historia en común. Esta historia compartida ha creado una red de puntos de referencia que se ha ido amplificando y haciendo más compleja gracias al folklore personal que se deriva de su amistad. A través de esta combinación única de objetivos individuales y colectivos, su original método ha generado una manera de bailar que, en cierta manera, funciona como una danza social pero sin las restricciones estilísticas que suele implicar. La designación neotradicional se refiere más bien a una filosofía que a un revival estético.

3. Una danza popular en el sentido más noble del término

Más allá de cualquier planteamiento teórico Les SlovaKs demuestran que, a pesar de las barreras culturales, es posible presentar un espectáculo coreográfico de gran calidad artística, capaz de comunicar con el público.

Su medio de expresión es esencialmente la danza. «Nos interesa investigar el aspecto físico de la danza y lucharemos por preservar el valor del movimiento», señala Martin Kilvady. «Nuestro trabajo refleja le estima que profesamos por el movimiento como forma de arte y como parte de un elemento humano natural que está desapareciendo de la vida cotidiana.»

Con una danza abierta, libre, viva, generosa y atenta con su público, Les SlovaKs desean compartir la estima por esta disciplina con los espectadores, emocionarlos, sorprenderlos, aglutinarlos y entretenerlos de la manera más noble posible. El público no sólo es consciente de la pasión y la humanidad que desprenden estos bailarines, sino que se convierte un vínculo esencial de todo el proceso. ¡Es necesario vivir en directo las ovaciones del público y la sonrisa de los cinco miembros de Les SlovaKs al terminar la función! Son una de las pocas compañías que hacen una danza eminentemente accesible. En este sentido, ocupan un espacio especialmente valioso en el ámbito de la danza contemporánea. «Una danza sumamente inteligente y divertida», ha escrito un crítico de Nueva York. La obra de Les SlovaKs redefine el significado de popular. Quizá se deba a su procedencia cultural, o quizá no, pero en cualquier caso se trata de un proceso profundamente político.

B. Creación 2012: presentación del proyecto 1. Situación del continuidad y evolución

proyecto

en

la

trayectoria

de

Les

SlovaKs:

La obra de Les SlovaKs establece un equilibrio entre continuidad y evolución, ya que profundiza en las experiencias acumuladas mientras explora nuevos intereses y nuevas ideas. El grupo cultiva una identidad y un lenguaje propios a la vez que implementa nuevas estrategias para sorprender al público y sorprenderse ellos mismos.

Así, en Fragments definen un marco conceptual que les permite seguir trabajando en el movimiento (físico y emocional) y mantener la unidad de su planteamiento.

En la base de su obra hay una pregunta subyacente: ¿cómo crear límites y reglas que orienten sin apresar? ¿Cómo trazar las líneas de una pieza sin excluir la libertad y la autonomía características de su obra?

Para esta nueva creación han establecido diversos puntos de partida que no son temas ajenos sino decisiones relativas al proceso creativo que abrirán nuevos caminos y darán un tono concreto a su obra.

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El grupo tiene la intención de continuar desarrollando los principios de la «danza abierta y total». En las dos primeras piezas de la compañía, este método se utilizó como una reserva de posibilidades ilimitadas del que se podían extraer situaciones de movimiento. Esta vez, sin embargo, la intención es reducir las alternativas y trabajar con limitaciones e indicaciones claras respecto a la calidad del movimiento, las restricciones espaciotemporales, el tipo de presencia sobre el escenario, las fuentes de inspiración, las constelaciones generadas por los bailarines, la forma de comunicarse con el espectador y la relación precisa entre danza y música.

Si bien en Opening Night y Journey Home todas las escenas se desarrollaron partiendo de decisiones colectivas, Fragments se construye combinando los deseos individuales y los intereses, internos o externos, de todo el grupo. Este proceso específico se detalla más adelante.

Fragments se basará en el movimiento pero contendrá un buen número de imágenes y emociones, configurando una especie de «tragicomedia» que traducirá las complejidades y contradicciones de la vida en un espacio adecuado para expresar la fragilidad humana (ver el apartado número 5).

Finalmente, se decidió que la línea dramática de esta nueva creación sería la música. (Este punto se detalla en el apartado número 4.)

2. Un colectivo con grandes diferencias El trabajo en grupo, tanto durante el proceso de creación como en el momento de trasladar la obra al escenario, es uno de los principales temas de trabajo de Les SlovaKs. Este aspecto determina claramente la forma final del espectáculo y la percepción del público. Los espectadores se refieren a menudo a la fuerte relación que se percibe entre los bailarines —la amistad y la camaradería—, las utopías sociales de su pasado comunista y la ética colectiva del folklore. La noción de colectivo se asocia con ideas de democracia, compromiso y aceptación de los otros.

«Creo que a través de nuestra manera de trabajar juntos le estamos ofreciendo alguna cosa al público», señala Anton Lachky. «Les ofrecemos un concepto que no se basa en ideas. No es un principio artístico, sino un principio humano.» Este tipo de creación colectiva es también uno de los temas principales de esta creación.

En el caso de Les SlovaKs, sin embargo, la atención que se presta a la noción de colectivo no va acompañada de uniformidad. Cada bailarín tiene su manera de moverse, su propia estrategia y su talento. Y si algunos de estos atributos se consideran hábitos que hay que modificar o superar, también se sienten profundamente atados a otras características, desarrolladas individualmente a lo largo de los años.

Estas diferencias son un aspecto esencial de la obra de Les SlovaKs. Cada combinación de elementos, basada en el punto de tangencia entre intereses individuales, da como resultado una «química» diferenciada. Les SlovaKs es un colectivo heterogéneo, que intenta aprovechar esta circunstancia en beneficio propio. En Fragments, estas múltiples identidades, maneras de moverse, imaginarios, formas expresivas, pero también las diferencias derivadas del mundo exterior —pequeño, grande, delgado, jesuítico, fuerte, rápido, divertido, elegante, extraño— se gestionarán y conectarán en combinaciones llenas de significado.

4. La música como línea dramática

La música es una de las principales fuentes de inspiración de la obra de Les SlovaKs, ya que alimenta el movimiento y los matices interpretativos individuales y colectivos. Desde su primer espectáculo, el grupo trabaja con el músico y compositor francés Simon Thierrée, con quien vuelve a colaborar en esta creación.

Pero en este caso es diferente. Mientras que en Opening Night y Journey Home la música (al menos en parte) tiene que ver con situaciones propuestas por los bailarines, ahora precede a la danza y forma la verdadera columna vertebral del espectáculo.

5. El espíritu de la obra Esta creación no explica una historia concreta, pero eso no significa que no aborde un tema específico. El tema principal es, sin duda, la vida: la vida que vivimos o que pensamos que vivimos, la vida que soñamos o la que más bien querríamos olvidar.

«La vida es el cuerpo, la vida es el espíritu, la vida es imaginación, la vida es sueño, la vida es lo que hemos olvidado, la vida es descubrimiento, la vida es política, la vida es poesía, la vida es democracia, la vida es reír, la vida es memoria, la vida es nostalgia, la vida es llanto, la vida es amor, la vida se combina con la primera, la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta persona, la vida es también “nosotros”», escribe Peter Jasko.

La obra de Les SlovaKs articula la confrontación entre la vida cotidiana y la vida sobre el escenario. Explora el espacio entre la realidad y la imaginación que actúa en el contexto teatral. Su particularidad no es «representar» sino «presentar» lo que les afecta y les estimula.

Partiendo del movimiento, esta nueva creación estará llena de imágenes y emociones, que irán cambiando de escena en escena. La fuerza se convertirá en vulnerabilidad, las expresiones de virtuosismo se combinarán con escenas teñidas de romanticismo y poesía. Esta obra incorpora la alegría de vivir característica del trabajo de Les SlovaKs —según Peter Jasko, «nuestra manera de vivir es jugar con las cosas serias»—, pero también deja entrever su fragilidad. Con humor i ternura, Fragments resolverá con el cuerpo y el movimiento las contradicciones de la naturaleza humana, lo absurdo de las situaciones de cada día, la diversidad de las experiencias individuales. Entre los modelos de Les SlovaKs destaca el teatro absurdo y profundamente humano de los hermanos Forman, o la película Horse Feathers (Plumas de caballo) de los hermanos Marx.

Para definir el espíritu de Fragments podríamos hablar de «tragicomedia». La obra de Les SlovaKs se alimenta de los contrastes entre la abstracción y la imaginación, entre el interior y el exterior, y entre la risa y el lllanto.

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