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ROSAS & ICTUS DRUMMING LIVE

Del 27 al 30 de marzo de 2014 A las 20:30 h (domingo 18 h) Preu 25€

DRUMMING LIVE

Drumming, creada en 1998 es, sin duda, una de las obras coreográficas más fascinantes de Anne Teresa De Keersmaeker, una danza extraordinaria acompañada de una potente partitura de percusión de Steve Reich, compositor minimalista norteamericano. La partitura se basa en un motivo rítmico repetido de forma obsesiva, que se multiplica y se desarrolla para lograr una rica variedad de texturas. Ictus Ensemble interpreta esta extraordinaria composición con una precisión sorprendente. Y por primera vez en la historia de esta pieza, la música será interpretada por estudiantes del ESMUC, la Escuela Superior de Estudios Musicales de Catalunya, dirigidos por Miquel Bernat, componente de Ictus junto a otros miembros de esta formación.

Un ciclón de energía vital La música de Reich ha sido uno de los hilos conductores de la obra de De Keersmaeker desde Fase (1982), pieza con la que debutó como coreógrafa.

Reich escribió Drumming en 1970-1971, poco después de un viaje de estudios a África. La partitura se basa en un motivo rítmico repetido de manera obsesiva que se multiplica y va evolucionando para conseguir una rica variedad de texturas. Una composición donde, además de los tambores, la madera y el metal, se puede sentir la sutil presencia de las voces. En esta obra, Reich lleva al límite las técnicas que ya había aplicado a Piano Phase (una parte de Fase): por medio de la aceleración, los músicos «desestabilizan» de manera casi imperceptible la interpretación conjunta, lo que da pie a una serie interminable de cánones que se van sucediendo entre sí.

L’Ictus Ensemble interpreta esta extraordinaria composición con una precisión sorprendente.

En su coreografía, Anne Teresa De Keersmaeker preserva y a la vez enriquece el espíritu de la partitura: tal como pasa con la música, la complejidad de la coreografía surge de un único segmento de movimiento al que se aplican interminables variaciones en el tiempo y el espacio. Sólo cuando los tambores se quedan en silencio y los cuerpos dejan de moverse el espectador es consciente de lo que ha visto: un viaje increíble, una oleada de danza y sonido en estado puro, un ciclón de energía vital.

FICHA ARTÍSTICA Coreografía Anne Teresa De Keersmaeker Interpretación Boštjan Antončič, Linda Blomqvist, Marta Coronado, Tale Dolven, Carlos Garbin, Fumiyo Ikeda, Sandra Ortega, Polina Akhmetzyanova, Igor Shyshko, Marco Torrice, Jakub Truszkowski, Samantha van Wissen, Sue-Yeon Youn Creada en 1998 con Iris Bouche, Bruce Campbell, Marta Coronado, Alix Eynaudi, Fumiyo Ikeda, Martin Kilvády, Oliver Koch, Cynthia Loemij, Roberto Oliván de la Iglesia, Ursula Robb, Taka Shamoto, Rosalba Torres Música Steve Reich 'Drumming' Dirección musical Georges-Elie Octors Músicos Ictus + Grup de Percussió de l’ESMUC Percusionistas ICTUS Georges-Elie Octors, Miquel Bernat, Michael Weilacher Percussionistea ESMUC Rubén Martínez, Alba Rodríguez, Pere Cornudella, Pau Montané, Cristian Pons, Miquel Vich (percussió) i Isabel Gualda (piccolo) Flautas Isabel Gualda Voz Marta Valero Martinez, Carme Garrigó Escenografía y diseño luces Jan Versweyveld Asistentes escenografía y luces Geert Peymen Vestuario Dries Van Noten Asistentes vestuario Anne-Catherine Kunz, Aouatif Boulaich Asistente coreografía revival Roberto Oliván de la Iglesia Directora ensayos Muriel Hérault Asistente a la dirección artística Anne Van Aerschot Sonido Alexandre Fostier Coordinación técnica Joris Erven Técnicos Wannes De Rydt, Michael Smets Responsable vestuario Natalie Wynants Producción 1998 Rosas, De Munt / La Monnaie (Bruselas), La Bâtie – Festival de Genève Coproducción 2012 De Munt / La Monnaie (Brussel/Bruxelles/Brussels), Sadler’s Wells (Londres), Les Théâtres de la Ville de Luxembourg Estreno 07.08.1998 ImpulsTanz Wien

ENTREVISTA A ANNE TERESA DE KEERSMAEKER Autor: Jean-Luc Plouvier para La Monnaie Magazine «En aquel momento, el objetivo principal era interconectarlo todo», comentaba Anne Teresa De Keersmaeker sobre una de sus piezas más destacadas, compuesta por dos partes, Drumming (1998) y Rain (2001), ambas basadas en la obra de Steve Reich. Si bien estos dos espectáculos, que destilan una delicadeza formal única, figuran entre las obras más abstractas de esta coreógrafa y sólo se pueden ejecutar sobre una alfombra con un intricado dibujo de pautas geométricas, a la vez que también generan una intensa jovialidad, por otro lado difícil de experimentar. El motivo son las transiciones amables y la fluidez de los circuitos: la magia de una danza sin interrupciones que traspasa de cuerpo a cuerpo, a la perfección, sin palabras aparentes, como una llama o un chaparrón súbito. Los doce bailarines de Rosas y los nueve percusionistas de Ictus están siempre presentes en el escenario, bañados por una luz naranja fluorescente, como si fueran cenizas ardientes. A lo largo de toda una hora trabajan un material compacto, con el pulso agitato, casi abocados al tránsito. A la vez, sin embargo, los fundamentos son tan impredeciblemente diversos que parecen empujar los límites del espacio en las múltiples repeticiones.

Drumming, de Steve Reich, es una pieza larga con un único motivo rítmico y cuatro movimientos que desembocan los unos en los otros. Se emplean tres tipos de percusión: bongos, marimbas y carillón (piel, madera y metal). La obra se presentó por primera vez en Nueva York en 1971, dirigida por el mismo compositor, y nació a partir de un viaje de estudios etnomusicológico en Ghana. Como en la música ghanesa, el ritmo de Drumming pretende generar ambigüedad: a causa de la repetición continua, el oído deja de identificar el primer latido y olvida la cesura general del compás. El principal motivo rítmico, que consiste en doce pulsaciones (3 x 4), puede parecer un compás binario o ternario y se pueden discernir diversos tempos: se trata de un sistema de acentuación móvil. Con fluctuaciones, latidos, sin inserción melódica, la obra tenía todos los ingredientes para interesar a una coreógrafa que rechaza moverse al ritmo de la música y que prefiere mostrar la fortaleza formal y, tal como expone ella misma, «alentar un poco» a los bailarines.

Planteamos a Anne Teresa De Keersmaeker diversas preguntas sobre esta partitura única en la literatura musical.

Jean-Luc Plouvier: La cualidad más sorprendente de Drumming ―me refiero en este caso a la música― es que nos roba el aliento durante toda una hora con un único motivo rítmico que dura menos de dos segundos. ¿Intentaste conseguir el mismo efecto en la coreografía?

Anne Teresa De Keersmaeker: Sí y no. Obviamente estaba fascinada por el reto que plantejaba Steve Reich y por el potencial coreográfico de Drumming: una pauta completamente uniforme que se prolonga a lo largo de todo el espectáculo y que fusiona sus diferentes acontecimientos sin que nos demos cuenta. Pero no habría podido responder de manera llena si me hubiera limitado a la repetición obsesiva de unos cuantos movimientos. Eso ya lo había hecho. Había hecho coreografías basadas en Berg y Schoenberg, ya había evolucionado hacia fraseos más largos y esta vez quería trabajar con un grupo más numeroso (en este caso: ocho mujeres y cuatro hombres). No obstante, sí que busqué lo que los músicos llaman respuesta «monotemática», en forma de una larga frase básica, una secuencia de unos dos minutos, que utilicé como estructura elemental de todo el espectáculo.

Lo que es más destacable desde el principio del espectáculo son las aceleraciones y las desaceleraciones obvias. Trayectorias que mueren y llegan a un final, pero que de repente vuelven a cobrar vida.

Eso es fruto de una gran obsesión que tenía en aquella época: la espiral. La frase básica se divide en ocho motivos que tienen la misma alargada. Pero yo pedí a los bailarines que interpretaran estos ocho motivos en un espacio que se iba haciendo cada vez más grande, siguiendo el dibujo de una espiral abierta. La misma duración en un espacio que no deja de expandirse. Gracias a eso, parece como si el movimiento se acelerara hacia fuera, o al revés, se retardara hacia dentro, cuando la frase va en la otra dirección.

La alfombra sobre el escenario, con todas las marcas, era típica de tu obra durante aquel período. A primera vista parece mucho más compleja que una simple espiral. ¡Y lo es! Estas figuras geométricas están dibujadas de manera que puedas ver ocho espirales diferentes. De aquí viene el carácter típicamente extravertido de Drumming: hay ocho puntos de fuga, ocho puertas hacia el exterior.

Un espacio en expansión...

Sí, pero es más que eso. Gracias a la calidad de los movimientos, que están muy articulados y extremamente delineados, parece que los bailarines continuamente estén marcando los límites del espacio alrededor suyo, recomponiéndolo. Debes imaginar que cada bailarín está dentro de un paralelepípedo invisible y que delimita el espacio y los ángulos con los pies, las piernas y los brazos extendidos, las rodillas dobladas, etcétera. Este es el típico lenguaje de signos de Drumming: hacia fuera, alrededor y hacia arriba, nunca hacia abajo.

Después del primer movimiento (acompañado sólo por los bongos) y la exploración de las espirales, aparecen las marimbas. Couleur africaine. La danza se vuelve más intensa: es como si los bailarines entraran en tránsito.

Efectivamente, todo se vuelve más compacto: las frases quedan reducidas a movimientos curtos, adelante y atrás, como en una película que se engancha o un video scratch. Los motivos adoptan la forma de bucles en movimiento. Los bailarines se acercan cada vez más los unos a los otros y se tocan: para poder interpretar sus dos frases, se han de levantar mutuamente, se han de doblar, tiene que topar, un poco como en el rock and roll! En este punto, trabajamos multitud de técnicas diferentes para llegar a la complejidad del contrapunto que he utilizado en tantas producciones posteriores.

Después de un movimiento provisional, en el que la danza se desacelera de forma evidente, la última escena se reprende con un ritmo vertiginoso.

El final es un fragmento especialmente difícil, casi de virtuosismo, y es muy exigente con los bailarines. Sólo conservé las secciones más rápidas y delicadas de la frase básica. Y entonces hace falta imaginar que el eje ha quedado dislocado, como si la alfombra se pusiera a girar de repente. El sistema huye de él mismo. Es como la música de Reich, que de pronto estalla en altas frecuencias: surge de la tierra y se eleva hacia el éxtasis.

ROSAS Rosas es la compañía de danza y la estructura de producción alrededor de la coreógrafa y bailarina Anne Teresa De Keersmaeker, que ya captó la atención de la escena de danza internacional con su debut, en 1982, con la pieza Fase, Four Movements to the Music of Steve Reich. A lo largo de los veintisiete años, De Keersmaeker y su compañía de danza han creado una serie admirable de coreografías. La danza de Rosas es pura escritura gestual en el tiempo y en el espacio, que privilegia la relación entre el movimiento y la música. En algunas de sus producciones, también exploran la relación entre la danza y el texto.

Rosas es una de las escasas compañías que cuenta con un núcleo permanente de bailarines. Anne Teresa De Keersmaeker ha optado decididamente por implantar un modelo organizativo que va más allá del simple encadenamiento de proyectos y permite llevar a cabo un trabajo intensivo y continuado con cada miembro del colectivo. En las principales producciones de la compañía participa todo el grupo al completo. Además, en algunas de las piezas de formato más reducido De Keersmaeker interviene también como bailarina. Paralelamente a la creación de nuevos espectáculos, Rosas sigue interpretando su repertorio, que alcanza un período de treinta años. De esta manera, el pasado artístico de la compañía se transmite a nuevas generaciones de bailarines y espectadores.

Rosas ha establecido sólidas relaciones internacionales y presenta sus espectáculos en los escenarios más relevantes de Europa y del resto del mundo. Con la obtención del premio Samuel H Scripps/American Dance Festival Award for Lifetime Achievement, Anne Teresa de Keersmaeker ha recibido uno de los principales galardones de la escena internacional, que hasta ahora en Europa sólo había sido otorgado a Pina Bausch. Al mismo tiempo, una de las prioridades de la compañía es consolidar su presencia en Bélgica. Junto a una relación continuada y duradera con los principales centros nacionales de artes interpretativas, Rosas ha establecido colaboración con una red de salas más pequeñas, con el fin de contribuir a ampliar el público de danza en Bélgica y en el extranjero.

Rosas asume un pape explícito en el campo de la educación artística y a lo largo de los años ha dedicado una atención y una energía considerables a diversas iniciativas educativas y de participación. Algunos proyectos como Bal Moderne, P.A.R.T.S. o WorkSpace Brussels han sido desarrollados por organizaciones independientes, gracias a las cuales han nacido proyectos como Dancingkids o Rondomdans.

Rosas es una compañía abierta. Además de compartir su infraestructura con P.A.R.T.S., también lo hace con la formación de música contemporánea Ictus, WorkSpace Brussels, los participantes en los Summer Studios de verano y numerosas compañías que ensayan en sus estudios. La experiencia adquirida por la compañía en el campo de la gestión, la comunicación y la administración se ponen a disposición de los numerosos proyectos que se desarrollan en torno al legado artístico de De Keersmaeker. El centro de Van Volxemlaan en Vorst se ha convertido en un lugar de encuentro y en un terreno de cultivo donde se reúnen e se inspiran mutuamente jóvenes talentos y artistas consolidados.

Rosas recibe el apoyo de las autoridades flamencas.

ANNE TERESA DE KEERSMAEKER Después de estudiar danza en Mudra, la escuela de Maurice Béjart en Bruselas, y en el Departamento de Danza de la Escuela de Arte de la Universidad de Nueva York, la coreógrafa Anne Teresa De Keersmaeker empezó su carrera con Fase, Four Movements to the Music of Steve Reich (1982). Fundó la compañía Rosas en 1983, a partir de la creación del espectáculo Rosas danst Rosas. Ambas obras le proporcionaron un rápido reconocimiento internacional y se han vuelto a representar en diversas ocasiones, como en el marco del proyecto Early Works (2010). De 1992 a 2007 fue coreógrafa residente de La Monnaie, la ópera de Bruselas, donde creó una serie de obras que se han presentado en todo el mundo.

En 1995, Rosas y La Monnaie fundaron el proyecto educativo internacional P.A.R.T.S. (Performing Arts Research and Training Studios), con un ciclo formativo de cuatro años de duración. Un gran número de antiguos alumnos del programa se han convertido en prestigiosos bailarines y coreógrafos en Europa y el rest del mundo.

Desde el principio, las coreografías de Anne Teresa De Keersmaeker se han centrado en la relación entre música y danza. Ha trabajado con composiciones que datan desde finales de la Edad Media hasta el siglo XX, ha estrenado piezas de George Benjamin, Toshio Hosokawa y Thierry De Mey, y ha colaborado con diversas formaciones e intérpretes musicales. También ha explorado otros géneros como el jazz, la música tradicional india y la música pop. Tiene una gran afinidad con la música de Steve Reich y ha utilizado sus composiciones en piezas como Fase (1982), Drumming (1998) y Rain (2001). Sus coreografías presentan una fusión en evolución constante entre una refinada arquitectura compositiva y una fuerte sensualidad o teatralidad. Su estilo únic ha recibido numerosos reconocimientos.

De Keersmaeker también ha traspasado las fronteras de la danza pura para aventurarse en espectáculos en los que la danza se combina con el texto: I Said I (1999), In Real Time (2000) o Kassandra, Speaking in Twelve Voices (2004).

También ha dirigido óperas como El castell de Barbablava, de Béla Bartók (1998) y Hanjo, de Toshio Hosokawa (2004). Algunas de sus piezas también se han llevado al cine en películas de danza dirigidas, entre otras, por Thierry De Mey, Peter Greenaway y la misma De Keersmaeker.

En los últimos años, ha optado por repensar y redefinir los parámetros centrales de su trabajo como coreógrafa. La estrecha colaboración con artistas como Alain Franco (Zeitung, 2008), Ann Veronica Janssens (Keeping Still Part 1, 2008; The Song, 2009, y Cesena, 2011), Michel François (The Song y En Atendant, 2010), Jérôme Bel (3Abschied, 2010) y Björn Schmelzer (Cesena, 2011) la ha llevado a reconsiderar los elementos esenciales de la danza: el tiempo y el espacio, el cuerpo y la voz, la capacidad para moverse y la relación con el mundo. Sus creaciones más recientes son Partita 2 (2013), un dúo con el bailarín y coreógrafo Boris Charmatz, a partir de la música de la partita núm. 2 de Bach, y Vortex Temporum (2013), con música de Gérard Grisey. En la publicación A Choreographer’s Score, una monografía en dos volúmenes publicada por Rosas y Mercatorfonds (mayo de 2012 / julio de 2013), ofrece una aproximación en profundidad a sus cuatro primeras piezas, como también a En Atendant y Cesena, a partir de conversaciones con la musicóloga y teórica en el ámbito de la interpretación Bojana Cvejić.

ICTUS ENSEMBLE Ictus es un conjunto de música contemporánea establecido en Bruselas.

Subvencionado por la Comunidad Flamenca de Bélgica y formado en las giras realizadas con el coreógrafo flamenco Wim Vandekeybus, desde 1994 esta formación tiene su sede en las instalaciones de la compañía de danza Rosas, dirigida por Anne Teresa De Keersmaeker, a quien Ictus ha acompañando a menudo en sus espectacles. Actualmente, su colaboración se centra en una de las obras maestras de Gérard Grisey, Vortex Temporum.

Ictus es un colectivo permanente de una veintena de músicos. La presencia regular de un ingeniero de sonido entre los diferentes instrumentistas es un reflejo de la tendencia de este tipo de formaciones a adoptar la condición mixta de «orquestas eléctricas». Y últimamente, la cuestión de los nuevos formatos y sistemas de escucha se ha añadido a esta mezcla: conciertos muy cortos o muy largos, programas sorpresa (las Blind Dates a Gant), conciertos comentados, conciertosfestivales en los que el público pasea por los diversos escenarios (los célebres conciertos de Liquid Room presentados ―o que pronto se darán a conocer― en Bruselas, Viena, Gant, Darmstadt, Hamburgo, Luxemburgo...).

Ictus suma fuerzas con el Bozar y el Kaaitheater para crear cada año una temporada concebida para el gozo del público de Bruselas. Las actuaciones de este ciclo ofrecen la oportunidad de experimentar con nuevos programas dirigidos a un público no especializado, con intereses culturales amplios, amante del teatro, la danza y la música.

Por otro lado, Ictus disfruta de una residencia en la Ópera de Lille desde 2004.

Además de llevar a cabo un trabajo de fondo con la Ópera (conciertos temáticos y actividades educativas), la formación ofrece una producción escénica cada año, o casi cada año. Los seguidores del conjunto seguro que recordarán la presentación de Avis de Tempête, de Georges Aperghis, en 2004, o de La Métamorphose, de Michaël Levinas, en 2011.

Ictus también se ha asociado con la Escuela de Bellas Artes de Gant para ofrecer un máster avanzado sobre interpretación de música contemporánea. Otra faceta del trabajo de la formación son las grabaciones, con una veintena de títulos publicados principalmente por el sello Cyprès. De entre estas grabaciones, dos CD dedicados a la obra de Fausto Romitelli han contribuido a consolidar póstumamente la reputación internacional de este compositor. Su trabajo más reciente incluye interpretaciones de obras de Levinas, Berio con Mike Patton, Fafchamps y Harvey.

Además, junto a Oscar Bianchi y la Neue Vocalsolisten de Stuttgart, Ictus ha lanzado una colección de música virtual.

Ictus ha actuado en buena parte de las salas de conciertos y los festivales más destacados (Musica Strasbourg, Witten, Brooklyn Academy of Music, Festival de Tardor de París, Ars Musica, Royaumont, Milano Musica, Wien Modern...).

MIQUEL BERNAT Miquel Bernat, percusionista, es uno de los mayores dinamizadores de la escena internacional. Miembro fundador del grupo ICTUS, colabora activamente con la coreógrafa Anne Teresa de Keesrmaeker en los espectáculos Just Before, Drumming Live, Rain, April Me y Steve Reich Evening. También ha intervenido en otros espectáculos de danza contemporánea, como Natural Strange Days de Roberto Olivan y Psappha con el Ballet Gulbenkian (P).

Galardonado con reputados premios, destacan el Premio Extraordinario Fin de Carrera del conservatorio de Madrid, el 1er. Premio con Mención de Honor del Conservatorio de Bruselas, así como el Premio Especial de Percusión del concurso Gaudeamus de Holanda en 1993 y el segundo premio del Aspen Nakamichi Competition (EUA).

Como pedagogo, es profesor de los Conservatorios Superiores de Música de Rotterdam y Bruselas. Desarrolla un intenso trabajo pedagógico en Portugal, creando el primer curso superior de Percusión de Portugal en la Escuela Superior das Artes e Espectáculo (ESMAE) do Porto. Actualmente es también profesor en la Escuela Superior de Música de Catalunya (ESMUC).

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