Libro Fundación Las Rosas

Convidados a Ver con el Corazón La experiencia imponente que ofrece Fundación Las Rosas nos convida a darnos con alegría al estilo de Jesús y a descubrir en la necesidad del otro, de nuestros queridos ancianos, una forma de recomponer nuestra identidad cristiana y confortar así, el alma de Chile

Una Antesala Al Cielo Fundaciรณn Las Rosas, realidad que convida al asombro

Hogar IV Región XV I

· Hogar La Visitación de María (Nº14) / Capacidad: 98 residentes de ambos sexos.

Hogares V Región II

· Hogar San Alberto Hurtado (N°22) / Capacidad: 87 residentes de ambos sexos. · Hogar María Inmaculada (N°26) / Capacidad: 76 personas de ambos sexos.

III

IV V RM VI VII VIII

· Hogar Nuestra Señora del Carmen (N°34) / Capacidad: 67 ancianos de ambos sexos. · Hogar Nuestra Señora del Rosario (N°37) / Capacidad: 48 ancianos de ambos sexos.

Hogares Región Metropolitana

· Hogar Nuestra Señora de la Merced (N°1) / Capacidad: 63 señoras.

· Hogar Nuestra Señora de las Rosas (N°3) / Capacidad: 66 señoras. · Hogar Santísima Trinidad / Capacidad: 98 señoras. · Hogar Nuestra Señora de la Paz (N°5) / Capacidad: 76 personas de ambos sexos. · Hogar María Auxiliadora (N°6) / Capacidad: 78 hombres.

IX XIV

· Hogar Juan Pablo I (N°7) / Capacidad: 75 hombres.

X

· Hogar Santa Ana (N°9) / Capacidad: 55 señoras. · Hogar Jesús Crucificado (N°12) / Capacidad: 56 personas ambos sexos. · Hogar Cardenal José María Caro (N°20) / Capacidad: 46 personas de ambos sexos. · Hogar San Carlos (N°21) / Capacidad: 117 señoras. · Hogar San José de Melipilla (N°23) / Capacidad: 90 personas de ambos sexos.

XI

· Hogar Nuestra Señora de Las Mercedes (N°24) / Capacidad: 36 personas de ambos sexos. · Hogar María Madre de Dios (N°25) / Capacidad: 47 personas de ambos sexos. · Hogar Nuestra Señora de Guadalupe (N°28) / Capacidad: 110 personas de ambos sexos.

XII

· Hogar La Asunción de María (N°30) / Capacidad: 45 ancianos de ambos sexos. · Hogar Madre de la Divina Providencia (N°35) / Capacidad: 25 ancianos. · Hogar Corazón de Jesús (N°38) / Capacidad: 35 abuelos de ambos sexos. · Hogar Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael (N°40) / Capacidad: 52 abuelos de ambos sexos.

Hogares VI región

· Hogar Sagrados Corazones de Jesús y María (N°18) Chépica / Capacidad: 90 personas de ambos sexos.

Hogares VII región

98

IV

· Hogar Madre del Buen Consejo (Nº15) Talca / Capacidad: 102 abuelos de ambos sexos.

· Hogar María Olga Tuñón de Barriga (N°27) / Capacidad: 72 personas de ambos sexos.

· Hogar Sagrado Corazón de Jesús de Linares (N°17) / Capacidad: 90 ancianos de ambos sexos.

295

V

Hogares VIII región

1.170

RM

90

VII

102

· Hogar Juan Pablo II (N°39) / Capacidad: 77 ancianos de ambos sexos.

VI

Hogar XIV Región

VIII

· Hogar Madre Teresa de Calcuta (N°29) / Capacidad: 80 adultos mayores de ambos sexos.

· Hogar Padre Pío (N°19) / Capacidad: 102 adultos mayores de ambos sexos.

264 157

2.176 adultos mayores XIV

en

30 Hogares

Una Antesala Al Cielo Realidad que Convida al Asombro

Autor: Luis Herrera Aguerrevere Gestión Institucional: León Cosmelli Pereira Diseño: Paulina Navarro Cruz María Luisa Navarro Cruz Fotografía: Francisca Uribe Garrido Investigación: María Gabriela Herrera Cuadros Correción de Estilo: Joaquín Matus Toro Impresión: Quad Graphics S.A. NOVUM Media www.novumeditorial.cl 1ª Edición Agosto 2015 – 3.000 ejemplares I.S.B.N. 978-956-8742-15-7 ©Todos los derechos reservados NOVUM Editorial Ltda.

Especiales agradecimientos a: R.P. José Antonio Varas; Familia Piwonka Ariztía; Carolina Chadwick Claro; Siervas del Plan de Dios; Ives Cardoen; Paula Val, Sub-Directora Hogar Fundación Las Rosas Chépica; Max Donoso y Catherine Ausset, Comunicaciones Fundación Las Rosas.

Créditos fotográficos: Archivo Fundación Las Rosas, pp. 23, 34, 35, 39, 41, 45, 47, 49, 51, 52, 54 Arzobispado de Santiago p. 11 Ariel Ruz, pp. 56,57, 58 izq., 61, 80, 85, 97 Heraldos del Evangelio, Francisco Lecaros Concha, Cubierta

Una Antesala Al Cielo Realidad que Convida al Asombro

Índice

07 Una Obra que nos Interpreta Plenamente

08 Palabras del Capellán - Pbro. Andrés Ariztía de Castro

10 Presentación - Cardenal Ricardo Ezzati Andrello

15 Una Experiencia de Conversión Genuina y Llena de Alegría

29 P inceladas de una Historia que Tornó en Epopeya

65 Fundación Las Rosas, Donde la Caridad se Hace Vida

137 Alzheimer: Nos Entendemos

151 Una Experiencia Imponente que nos Convida a Darnos con Alegría, al Estilo de Jesús

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Una Obra Que Nos Interpreta Plenamente Hace ya varios años, un día cualquiera, repicó el teléfono de nuestra casa. Era el capellán de Fundación Las Rosas… se había equivocado. No obstante el sacerdote tuvo oportunidad de explicar brevemente a la dueña de casa lo que anhelaban y ella concordó en visitar alguno de los Hogares para conocer más a fondo la institución.

La visita le produjo un profundo impacto; lo que allí se vivía, la realidad de la ancianidad, el esfuerzo y disposición del personal, de las religiosas, de los voluntarios...

Era un mundo desconocido, pero tremendamente real, que comenzaba a descubrir.

A pesar de las dificultades materiales y de la escasez de recursos, aunado esto a no pocas incomodidades, imperaba un ambiente alegre y optimista, donde sólo se busca servir y atender a los ancianos, muchos de ellos desvalidos y abandonados.

Sin duda un ambiente bendecido por Dios.

La vida diaria que transcurre con las exigencias propias de nuestras legítimas actividades, solicita hoy una dedicación que muchas veces no deja espacio para palpar otras realidades. Sin embargo, nos obliga un impostergable compromiso con los más desprotegidos, con los que sufren.

Ocuparse del prójimo es un deber cristiano que pide cercanía con nuestros hermanos y a conmovernos ante sus necesidades y sufrimientos.

Fundación Las Rosas, en forma silenciosa y anónima, viviendo en gran parte de la caridad y confiada en la Providencia, interpreta plenamente nuestro sentir y es merecedora de todo nuestro apoyo.

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Palabras Del Capellán Pbro. Andrés Ariztía De Castro En estos casi 50 años en que la Iglesia ha confiado a Fundación Las Rosas el cuidado de los adultos mayores más pobres y desvalidos, hemos ido aprendiendo y profundizando el acompañamiento espiritual, tal como la Santísima Virgen nos enseñó visitando a su prima Isabel y a Zacarías, un matrimonio de avanzada edad.

Ella los llevó al encuentro del Señor y también les manifestó su caridad en todos los servicios humildes de la casa.

Queremos acogerlos con la mayor empatía: sus alegrías son nuestras alegrías, sus penas son nuestras penas, somos familia; siempre deseamos acompañarlos en una buena alimentación; en una salud paliativa donde puedan tener todas las atenciones médicas necesarias. Todo debe transparentar la caridad de Cristo, que nunca falla y nos ama hasta el extremo. En todo, Cristo sirve a Cristo.

También hemos ido aprendiendo el valor sagrado de la vida de un adulto mayor, que es posible ser felices siendo viejos, y que cuando se es amigo de Dios y en Cristo ofreciendo sus dolencias, tienen vida activa, están colaborando, pidiendo, trabajando en la Viña del Señor. ¡Los cuidamos para siempre!

El Espíritu Santo va inspirando descubrir, en la larga vida de cada residente, la presencia del Señor y la va convirtiendo en historia de salvación donde es posible reencontrarse con Él, obtener reconciliación y paz. Es allí donde nace la esperanza de cielo y de gozo en el Señor.

La Fundación no pregunta por la condición religiosa al momento del ingreso, respeta la libertad de cada quien. Es en el servicio humilde de cada día donde se

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anuncia la presencia de Jesús y ayuda a abrir el corazón. El rezo diario del Santo Rosario, la escucha de la Palabra y la Eucaristía hacen que nuestros hogares sean Iglesia doméstica o antesala del cielo, un pequeño signo del Reino de Dios. Así se entiende lo que le dijo don Antonio a quien lo cuidaba: “tú me has cuidado a mí aquí... yo me voy a encargar de ti cuando esté en el Cielo”.

Este libro es no sólo un testimonio de la inmensa tarea que tenemos al interior de los hogares con cada uno de los abuelos, cuidadores, voluntarios y bienhechores.

Deseamos que sea a la vez, un aporte a la familia chilena para que experimente el deseo de acompañar, cuidar, valorar e integrar a sus adultos mayores, y sobre todo, llevarlos al encuentro del Señor. Ellos están en la etapa de la vida en que nos hacemos amigos de Dios.

Quiero agradecer profundamente la generosidad y creatividad a Novum Editorial, al señor León Cosmelli, al equipo de comunicaciones de Fundación y a todas las personas que han hecho posible la edición de este trabajo. Le pido a la Santísima Virgen, la Gran Directora de Fundación Las Rosas, los presente al Señor y este libro sea semilla de una nueva y generosa solidaridad con los Adultos Mayores pobres y enfermos de nuestra Patria.

Nuestra invitación es a trabajar juntos, haciendo de cada Hogar un ‘pulmón de esperanza’ para cada comunidad, como nos enseña el Papa Francisco”.

Andrés Ariztía de Castro, Pbro.

Capellán de Fundación Las Rosas

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“Tú, Señor, Fuiste Mi Esperanza Desde Mi Juventud” ¿Qué podría ser más hermoso y atrayente a los ojos del Señor que el corazón de un hijo lleno de confianza, que no se agota entrando en la ancianidad?

El inicio del Salmo 70 –salmo que signa cada uno de los capítulos de esta obra- dibuja en el espíritu del lector el tema de la vejez.

Nunca como en nuestro mundo, donde los avances de la tecnología y de la ciencia han logrado extender las fronteras de la vejez a límites impensables hace décadas, se percibe en los ancianos un terrible sentimiento de abandono, de soledad y de indiferencia.

El choque tremendo producido en la ancianidad por la vivencia de que la vida va llegando a su fin, de que el tiempo es irreversible, es matizado por el salmista que protesta contra la pérdida de vitalidad, y en lugar de describir los dolores que lo consumen, se vuelca a proclamar la fidelidad y confianza en el Creador, que le llena de alegría con la promesa de la resurrección: “de nuevo me darás la vida, me harás subir desde lo hondo de la tierra”.

Es justamente la esperanza en esa promesa de eternidad la que da vida a una institución cuya misión es acoger, alimentar, acompañar en la salud y en el encuentro con el Señor a hombres y mujeres mayores, pobres y desvalidos. ¡Qué alegría que en nuestra Patria, a lo largo de casi cinco décadas, Fundación Las Rosas se haya constituido en ese “pulmón de humanidad” con el que el Papa Francisco nos invita a cuidar y proteger al “viejo y el débil”, como hermano o hermana mayor! I Cada uno de los Hogares simboliza un verdadero Santuario en el que “Cristo cuida a otro Cristo” y en el cual se experimenta que es posible “ser felices siendo viejos”, como lo expresan con plenitud los lemas de la Fundación. Santuarios en los que tantos y I

Papa Francisco, Primer Encuentro Internacional con ancianos y abuelos en Roma, septiembre 2014 · 10 ·

queridos ancianos esperarán el encuentro con el Padre, llenos de esperanza. Con el salmista podrán decir: “Acrecerás mi dignidad, de nuevo me consolarás; y yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa por tu lealtad”.

Deseo abundantes bendiciones a todos los que sirven y colaboran con esta Obra, junto a la gratitud por el testimonio de solicitud y caridad hacia los hermanos y hermanas más necesitados. “Les aseguro, lo que hayan hecho a uno sólo de éstos, mis hermanos, me lo hicieron a mí” (Mt. 25,40). ¡Felices! ¡Bienaventurados! Dios los bendiga. +Ricardo Card. Ezzati Andrello, sdb Arzobispo de Santiago Santiago, 24 de junio de 2015 · 11 ·

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Tú, Señor, fuiste mi esperanza desde mi juventud.

A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame.

Se tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú.

Salmo 70

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Una Experiencia De Conversión Genuina Y Llena De Alegría

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Oración de un Enfermo Dichoso el que cuida del pobre y desvalido; en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.

El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra, y no lo entrega a la saña de sus enemigos.

El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor y calmará los dolores de su enfermedad.

Salmo 40

Visión

Ser, como institución de la Iglesia Católica, una fuente de inspiración y testimonio de amor y servicio a las personas mayores

La Iglesia, Maestra en Humanidad Las primeras comunidades cristianas, a pesar de la situación de marginación en que se encontraban respecto a la sociedad donde hacían su vida, ejercían admirablemente la caridad. Era tal la conmoción que esa actitud suscitaba entre los paganos, que éstos exclamaban asombrados: “mirad cómo se aman”.I La predicación de los Padres no cesó de inculcar en la conciencia cristiana el valor moral de las obras de caridad. A partir del siglo IV, gozando de la libertad otorgada por el emperador Constantino a través del Edicto de Milán, la acción caritativa de la Iglesia se incrementó de forma notable y constante, abarcando extensa parte de su actividad social pública hasta nuestros días.

Es una realidad incontestable el ejemplar trabajo que la Iglesia, “maestra en humanidad”, siempre ha ejercido a través de los siglos por la dignificación de los pobres y desvalidos.

Y no podría ser diferente hoy, época de gigantesco progreso científico y tecnológico, pero que vive paradójicamente el drama humano de tantas personas que en el ocaso de su existencia se deben enfrentar a la soledad, al abandono y la indiferencia.

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TERTULIANO, Apologético XXXIX

El buen Samaritano (1838), de Pelegrí Clavé i Roquer

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Una Realidad que Nos Convida al Asombro Realizando el presente trabajo editorial, hemos gozado el privilegio excepcional de convivir con “el mundo” de Fundación Las Rosas. Hemos descubierto así una realidad a menudo inconcebible, desafiante, que nos llama continuamente al asombro. Una realidad en la que se vive la cotidianidad sin sobresaltos, pero siempre al límite de la entrega, tras la cual Dios aguarda para manifestarse.

Descubrimos que la vejez se traduce como “un tiempo favorable para la culminación de la existencia humana y forma parte del proyecto divino sobre cada hombre (…) permitiéndole comprender el sentido de la vida y alcanzar la sabiduría del corazón”.II Hemos tenido la oportunidad de encantarnos con la ancianidad, en la que se refleja con fulgor especial la Cruz de Cristo, una época en la cual es más fácil separar con nitidez lo importante de lo trivial, distinguir lo efímero de lo inmanente.

Aprendimos también que es una etapa de despedida y que “el tiempo se escapa irremediablemente”, como sentencia Virgilio. III

A medida que las más diversas fisonomías de aquellos con quienes hemos tenido la alegría de convivir van brotando de nuestra memoria, comprendemos con intensidad creciente la vocación de la ancianidad. Que el designio de la salvación de Dios también se cumple en la fragilidad del vientre estéril de Sara y el cuerpo centenario de Abraham, cuya descendencia se multiplicó como las estrellas del cielo y las arenas del mar; de Moisés, profeta y siervo de Dios, a quien Dios le confía su misión ya anciano; de Isabel y Zacarías, “viejo y su mujer de avanzada edad”, de quienes surge el Precursor; del anciano Simeón que aguardó lleno de esperanza el cumplimiento de la profecía para “partir en paz”; de Ana la profetisa, de Nicodemo y del mismo San Pedro quien supo dar, ya entrado en años, testimonio de su fe con la propia sangre.

Enseñanzas profundas y trascendentes nos han enriquecido, otorgándonos la certeza de que “las tribulaciones no solo no destruyen la esperanza, sino que son su fundamento” IV ; y de que el dolor sólo encuentra remedio en la acción sumamente temperante del divino Maestro.

II

S. JUAN PABLO II, Carta a los ancianos, 1 de octubre de 1999

III

VIRGILIO, “Fugit inreparabile tempus”, Georgicas, III, 284.

IV

S. JUAN CRISOSTOMO, Comentario a la Carta a los Romanos, 9,2 · 21 ·

Moviendo la Historia Hacia el Bien

Fundación Las Rosas nos interpela. Es una Obra única en donde todo funciona bajo la lógica del amor, con pasión y sinceridad, y cuya vocación se manifiesta en el encuentro íntimo con el Corazón Sagrado de Jesús. Esto hace la diferencia que se percibe en los frutos.

Al pasar cada una de las páginas del libro que tiene en sus manos, anhelamos que se deje conmover y acepte la invitación a ser testigo de cuánto sí es posible mover la historia hacia el bien.

Ante una sociedad como la nuestra, que con frecuencia pone en duda la dignidad inestimable de cada vida, el testimonio de Fundación Las Rosas nos llama “a formar parte del tesoro de compasión que necesita el género humano”.V Que María, quien acompañó a su Hijo sufriente hasta el supremo sacrificio del Calvario, nos ayude a imitarla cada día, en profundidad; que Ella, Madre de Misericordia y Salud de los Enfermos, provoque en todos quienes participan hoy o se integrarán más adelante a esta Obra providencial, una experiencia de conversión genuina y llena de alegría.

Luis Herrera Aguerrevere

V

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BENEDICTO XVI, Carta Encíclica Spe salvi, nº 40, 2007

Sagrado Corazón de Jesús

“En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo” (Mt 25,45)

Como respuesta a la cultura individualista

y deshumanizante que impera en la sociedad actual, Fundación Las Rosas ha cimentado paulatinamente una sólida identidad basada en Cristo mismo.

Tal identidad, que nos alienta a encarar la vejez con alegría y esperanza, se expresa también por medio de lemas:

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“Es posible ser felices siendo viejos” “Cristo cuida a Cristo” “Los cuidamos para siempre”

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Dios mío, líbrame de la mano perversa, del puño criminal y violento; porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud.

En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías, siempre he confiado en ti.

Muchos me miraban como a un milagro, porque tú eres mi fuerte refugio.

Salmo 70

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Pinceladas De Una Historia Que Tornó En Epopeya

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...hay que

ayudar a los ancianos

a recorrer de

modo consciente y humano el último tramo de la existencia

para prepararse serenamente a la muerte, que -como sabemos los cristianos- es tránsito hacia el abrazo del Padre celestial, lleno de terrena,

ternura y de misericordia”.

Papa Emérito Benedicto XVI

Misión

Acoger, alimentar, acompañar en la salud y en el encuentro con el Señor a personas mayores pobres y desvalidas, manteniéndolas integradas a la familia y a la sociedad de forma digna y activa

Valores La identidad de la Fundación Las Rosas se funda sobre valores que se han ido forjando a través de su historia, con el sólido cuño de sus capellanes, Pbro. Sergio Correa y Pbro. Andrés Ariztía.

- Caridad cristiana, para servir a los ancianos como si fuera al mismo Cristo a quien servimos.

- Fe y esperanza en la vida eterna.

- Compromiso con la familia como núcleo básico de la sociedad.

- Respeto a la dignidad de las personas, especialmente de los adultos mayores.

- Solidaridad y justicia, para que los residentes puedan cosechar una buena vejez luego de haberlo dado todo.

- Austeridad en todo nuestro quehacer.

- Responsabilidad sobre la labor que se nos encomienda como institución.

- Alegría y bondad hacia los ancianos y como equipo humano al servicio de los residentes.

- Integridad y transparencia, en respuesta a la confianza que deposita en Fundación Las Rosas la comunidad, sus donantes y colaboradores.

- Excelencia en el servicio, como respuesta a nuestro amor a Cristo y a los ancianos.

La misión de la pastoral, así como la razón de ser de Fundación Las Rosas, es “acompañar en el encuentro con el Señor” a las personas mayores que acoge en sus hogares. · 32 ·

Una Obra Providencial Enclavada en el Sagrado Corazón de Jesús Los orígenes se vislumbran hace cinco décadas. Como suele suceder con las obras providenciales, la que es hoy Fundación Las Rosas partió de una angustiosa realidad que Monseñor Santiago Tapia Carvajal –director de Cáritas Santiago– comunicó a la autoridad eclesiástica el año 1967.

Subsistían algunos hogares de ancianos en diversas parroquias capitalinas, pero se encontraban en un lamentable estado de abandono. Con el vivo deseo de proporcionar atención digna y decorosa a un número de residentes que crecía velozmente, la Iglesia de Santiago decidió crear una institución con personería jurídica que se hiciera cargo de forma integral de los hogares.

Así, al alero de Cáritas Chile, nació el 30 de diciembre de 1967 la “Fundación de Ayuda Fraterna”, siendo las parroquias de La Estampa, San Isidro y San Juan Evangelista de Santiago las primeras en incluirse en un programa de recuperación, adecuación y dignificación de las residencias.

Fueron los primeros años de organización y puesta en marcha de un proyecto que nacía con edificaciones ruinosas, pero con la certeza del auxilio de la Providencia que siempre vela por los más desamparados. El estado de algunas residencias era tan deplorable, que no quedó otra salida sino venderlas.

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Nº1 Corría el año 1972 cuando el presbítero Sergio Correa fue nombrado director de la Fundación. El país transitaba momentos difíciles, con señales de grave deterioro.

Sólo se había logrado erigir la primera etapa del Hogar número 1 “Nuestra Señora de la Merced”, ubicado en la Calle Colón de la Comuna Independencia.

falta una organización destinada a enfrentar la creciente demanda de hogares de ancianos, algo que encontraba dificultades adicionales por las restricciones impuestas en el reglamento de la Fundación.

Esta Obra, que desde sus inicios se percibía monumental, fue expresamente confiada al Corazón Sagrado de Jesús por el padre Sergio, quien no cesó nunca de exclamar ante los múltiples callejones sin salida que afrontó: “en Vos confío”.

El panorama se revelaba complejo: en Chile el 80% de los ancianos vivían solos y en situación de precariedad; además, generalmente acusaban problemas asociados a su salud mental o física I. Por otra parte, los avances de la ciencia comenzaban a reducir los índices de mortalidad con el subsecuente aumento de la expectativa de vida. Esa perspectiva generó la convicción de que hacía

Los efectos de su carácter suplían muchas veces planes y reglamentos, sacando siempre fuerzas de una sólida convicción espiritual, de tal manera que esa I

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Revista de Trabajo Social, Editorial, PUC, No 17, marzo-abril, 1976, p.6

caprichosa y continua falta de recursos que acompaña las obras que no tienen frontera, se transformó más bien en estímulo para sacarla adelante.

Ante el incremento de las más variadas necesidades y dificultades financieras, en cierta ocasión le pidieron contener el crecimiento de la institución. De inmediato replicó: “Si vieran a la gente que está esperando para que abramos otro hogar, no me dirían eso. Confíen, Dios siempre nos da la mano”.

Era un hombre de fe, pero con los pies en la tierra. Ello se manifestó de una forma pintoresca en una muy par-

ticular técnica de marketing, que podríamos llamar celestial, desarrollada con gran eficacia…

Habitualmente hacía recortar a su secretaria las páginas de “vida social” de El Mercurio, pidiéndole que ubicara las direcciones de los que allí aparecían. El objetivo era muy preciso: convidarlos a participar de los emprendimientos de la Fundación. Con un estilo vivo y expresiones llenas de entusiasmo y simpatía, les enviaba cartas invitándolos a invertir en un “banco que era el propio Cielo”, y en una institución cuyo “gerente era la mismísima Virgen María”.

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Una Antesala al Cielo Con las puertas siempre abiertas para todos, católicos o no, y la pobreza como condición única para ingresar, el Padre Correa ansiaba que los hogares se convirtieran en un espacio de paz y encuentro con Dios, donde los más desamparados pudieran ofrecer el incienso de su dolor, pena y abandono, conscientes de su particular misión.

Era la antesala del cielo que se quería brindar a los ancianos. De esta manera, reconquistadas su dignidad y alegría, más que un centro de salud los hogares se convertirían ante todo en una casa: la casa de cada uno de los residentes, miembros de una gran familia numerosa que tendría tantos hijos como Dios, en su infinita sabiduría, así lo dispusiera.

Por ello se privilegió la celebración Eucarística, la lectura de las Sagradas Escrituras, la oración en común y mil detalles siempre diversos y luminosos en que el Señor se hacía presente.

Devoto de la Santísima Virgen, el Padre Sergio rezaba el Santo Rosario diariamente, inspirando esa devoción en los hogares. Sin duda es Ella el modelo “para crecer en la ternura, en la caridad respetuosa y delicada” II. A medida que la obra avanza, la asistencia espiritual va cobrando relevancia y los ancianos la entienden dulcemente, ante la perspectiva del encuentro definitivo con II

Mamá, habla con don Antonio Presintiendo su inminente encuentro con el Padre, don Antonio exclamó a la auxiliar que con tanto cariño lo asistía día a día: “Tú me has cuidado tanto, que ahora te voy a cuidar yo desde el cielo”. Por eso, comenta ella emocionada, cuando se siente agobiada por algún problema, sus hijos le reclaman recordando la promesa: “Mamá, habla con don Antonio”.

La visionaria idea de sumar congregaciones religiosas a la administración de los hogares otorgó una característica y rica variedad en medio de la unidad institucional. Esta aspiración fue regada con oración y tenacidad, traspasando las fronteras para conseguir el auxilio de religiosas de las más diversas fundaciones, que se entregan en el extremo de la caridad con la diversidad de sus dones. Ellas componen una verdadera constelación que brilla con las múltiples expresiones de su servicio.

Las congregaciones, sostenía el padre Sergio, “son el colchón de seguridad para que esta obra perdure” III.

Mensaje del Santo Padre Francisco, XXII Jornada Mundial del Enfermo 2014

III

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el Padre que se aproxima. Visto este horizonte vital, no resulta extraño que el personal auxiliar y administrativo se transforme en un cuerpo fundamental para el apostolado evangelizador dentro de los muros de la Fundación.

Entrevista a Monseñor Sergio Correa. Santiago, diciembre 2004

No Hay Nada, Pero Alcanza Para Todos En el año 1982 la Fundación contaba con ocho hogares que prestaban atención a 360 ancianos.

Desde siempre el padre Sergio acuñó la certeza de que, como grandes obras de caridad que han surcado la Historia de la Iglesia y de la humanidad, la Fundación debía depender solo de la “rica e infinita Providencia del Señor… el cariño, el esfuerzo y la grandeza de alma de algunas personas han hecho y siguen haciendo esto posible. Es una obra de amor hecha solo por Dios y para Dios en el humilde servicio de cariño por el hermano que sufre” IV. A partir del año 1983 nació formalmente “Amigos de Fundación Las Rosas”, convirtiéndose en un puntal fundamental de la institución. Involucra, sin duda, un camino de crecimiento espiritual y de santidad, reconociendo al abuelo como “carne de mi carne”, como “mi otro yo” que es la presencia de Cristo.

Los Amigos de la Fundación son de esta manera fieles a las palabras finales del Buen Samaritano —“Anda y haz tú lo mismo” (Lc 10,37)—, con las que el Señor nos señala la actitud que se debe tomar hacia los demás, especialmente aquellos más necesitados.

IV

Fundación Ayuda Fraterna. 10 años de vida. Agosto 1971 – agosto 1981

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Congregaciones Las 12 Congregaciones Religiosas que hacen vida en los Hogares de Fundación Las Rosas, favorecen la creación de un ambiente propicio en el cual germina y crece la fe, ayudando a los residentes a vivir con paz y serenidad su ancianidad.

La fe en Dios se convierte en bondad, en fuerza para amar hasta el final.

Al mismo tiempo, las religiosas benefician la labor de las auxiliares, guiándolas en su fortalecimiento espiritual.

- Asociación de Fieles Siervas del Plan de Dios - Franciscanas de la Inmaculada Concepción - Siervas del Santísimo y la Caridad - Aliadas Carmelitas Descalzas de la Santísima Trinidad - Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres

En la actualidad 22 hogares son dirigidos por religiosas. A la par de su abnegada vocación de servicio, han demostrado ellas una eficiente gestión.

- Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth - Canonesas de la Cruz - Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación - Misioneras de San Antonio María Claret - Hijas del Sagrado Corazón de Jesús - Misioneras de la Caridad de María Inmaculada - Carmelitas Misioneras Teresianas

Comunidades religiosas en su retiro anual, acompañadas por el Cardenal Ricardo Ezzati Andrello y el capellán, Pbro. Andrés Ariztía de Castro

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Un Camino que Engrandece El Amigo de Fundación Las Rosas adquiere un compromiso personal, transmitiendo a los abuelos la certeza de saberse amados, sostenidos en su fragilidad. Es un camino de crecimiento espiritual y de santidad, en el que se reconoce al más débil como carne de mi carne, como “mi otro yo” que es la presencia de Cristo, resguardando su derecho a una vida digna, por medio de la oración, de la donación de tu tiempo, o a través de un aporte mensual voluntario.

Actualmente casi 100 mil personas colaboran con la misión de Fundación Las Rosas, esta contribución representa el 48% del presupuesto anual de la institución.

En una carrera que desde sus inicios parece perdida, pues los cupos siempre se hacen escasos en relación a una lista de espera que crece inexorablemente, nunca es más oportuna la frase que se convertiría en una especie de eslogan entre los colaboradores de la Fundación: “No hay nada, pero alcanza para todos”.

La expresión sintetiza un milagro patente y vigente hasta nuestros días.

“Con el padre comprobamos que existen los milagros: desde siempre las remuneraciones del personal se han pagado en forma sagrada el día 30 del mes, pero muchas veces el día 28 todavía no contábamos con el dinero…

Y el 29 algo aparecía en la cuenta corriente…”

Tito Crockett ex -subdirector de finanzas y contabilidad de Fundación Las Rosas

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Fundación Las Rosas, una Obra de Caridad que Marca el País A fines de 1983 se percibía claramente que la Fundación, con su empuje y claridad de propósito, caminaba a convertirse en lo que es hoy, un referente nacional.

Este crecimiento exigió redefinir sus objetivos. El 10 de enero de 1984 Monseñor Juan Francisco Fresno aprobó la reforma de los estatutos. En lo sustancial quedó precisado su objeto: organizar, mantener, promover y, además, asistir espiritualmente las obras de caridad, asistenciales, sociales y religiosas propias de la Iglesia Católica en el país.

Tres años más tarde cambió de nombre a Fundación Las Rosas de Ayuda Fraterna, que para ese momento atendía a 695 ancianos.

Con el ingreso del arquitecto Fernando Álvarez como gerente general de la Fundación en 1989, se dio inicio al proceso de profesionalización, lo que permitió al padre Sergio dedicar sus esfuerzos a crear conciencia social sobre el tema del adulto mayor y también a captar recursos con que expandir esta obra, la cual no ha hecho más que crecer vigorosamente.

Las necesidades apremiantes provocan nuevas ideas, combinación de ingenio y osadía. El 9 de agosto del mismo año se celebró por primera vez la cena del “Pavo Fraterno” en el Club Santa Rosa de Las Condes en Santiago. La ya tradicional cena reúne año tras año a diversas empresas en una mesa de amistad, con el objetivo de financiar las necesidades más urgentes del momento.

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Carta Invitacion a la Cena del “Pavo Fraterno”

Santiago,9 agosto 1989

Queridos Amidos: Para ustedes tal vez sea una carta más… un saludo con afecto y… una invitación!

Pero es curioso, yo con estas humildes líneas pretendo proponerle un negocio. ¡Un gran negocio!!!

Seguramente a usted, a su escritorio o a su directorio constantemente le llegan algunas proposiciones bursátiles, cada una más grande que la otra. Pero yo, sacerdote de Jesús, le propongo esta inversión a lo mejor nueva… o reiterativa: Invierta en el bien del pobre.

Estos valores e intereses se transan con sólido interés en un Banco que nunca quiebra… y que es infinitamente rentable. El banco está en el Cielo (en la vida eterna) y su generosidad es muy bien controlada en este súper computador que es el “Corazón de Cristo” y esos valores son además colocados a la “mejor” tasa, por Ella, nuestra Señora (…)

Pbro. Sergio Correa

Cambio de Siglo: Un Nuevo Desafío La encuesta CASEN de 1992 mostró una palpable realidad: cerca del 10% de la población chilena contaba con más de 60 años y la esperanza de vida se ubicaba en los 70 años. Efectivamente, los avances de la medicina y la ciencia en general había planteado un nuevo desafío: los residentes comenzaron a padecer extensos períodos de decadencia orgánica dentro de los hogares, lo que obligó a recibir a personas postradas o en avanzado estado de deterioro.

Con el cambio de siglo se incrementó de forma considerable la demanda de cupos para ancianos no valentes o con serios problemas psíquicos. Eso llevó a afrontar nuevos y urgentes requerimientos: asistencia médica profesional, modificaciones estructurales en los hogares, equipamiento moderno y muchas veces medicamentos especializados.

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El reto es asumido concienzudamente el año 1990, cuando la Fundación decidió construir un establecimiento especial para personas postradas, el Hogar número 12 dedicado a Jesús Crucificado, en un área de más de 3.000 metros cuadrados enteramente edificados. El personal está integrado por médicos, kinesiólogos, enfermeras y especialistas para la atención y recuperación de los delicados residentes.

Sin duda un nuevo reto para esta cruzada de caridad en que el mismo Jesús Crucificado hace presencia serena y consoladora junto a los ancianos inhabilitados en la mente o el cuerpo.

La labor de la Fundación invita continuamente a redescubrir la compasión. Compasión que implica un estremecimiento del cual es fruto la misericordia, a la que San Agustín llamó “el lustre del alma”, pues la enriquece y hermosea.

Bodas de Plata: 25 Años al Servicio de los Más Necesitados, 1967 – 1992 Con gran alegría y entusiasta participación el 4 de julio de 1992, día del Sagrado Corazón de Jesús, patrono de Fundación Las Rosas, se conmemoraron los 25 años de existencia de la institución. La celebración comenzó con una emotiva Acción de Gracias presidida por el recordado Arzobispo de Santiago, Mons. Carlos Oviedo.

Para la fecha el personal especialmente destinado a la atención directa de los residentes había crecido de 80 a 204 personas, contando con 14 profesionales del área de salud, gracias en buena medida a los más de 2.000 amigos de la Fundación V.

V

En 1994 los Amigos de la Fundación Las Rosas se estimaban en 2.600 aproximadamente

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Villa Sagrada Familia: Otro Sueño Convertido En Realidad En marzo de 1993 comienza a hacerse realidad un anhelo que siempre estuvo latente en el corazón de la Fundación: dar acogida a matrimonios de ancianos que buscaban un lugar en el que pudieran compartir juntos sus últimos años de vida.

A fines del mismo año Villa Sagrada Familia abría sus puertas a 24 matrimonios, los cuales terminarían unidos la gesta que comenzaron muchos años atrás, con la certeza de que el matrimonio que Dios unió para siempre, al final encontrará en Él la paz tan anhelada.

Fundación Florece en Regiones: Crecimiento Sostenido, Milagro Constante Como enseña San BernardoVI, la medida de amar a Dios es hacerlo sin medida. Este amor es el que imprime un sello característico a las obras de la Iglesia, que bendecidas por la Providencia crecen algunas vertiginosamente, aunque a veces no lo noten los demás.

En la solemnidad de la Asunción de la Virgen María del año 1994 se inauguró en Chépica, VI Región, el Hogar número 18 dedicado a los Corazones de Jesús y María, y cuyo gran impulsor y dedicado padrino fue el conocido agricultor de la zona Ives Cardoen.

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El padre Sergio Correa con don Ives Cardoen, padrino y fundador del Hogar de los Sagrados Corazones de Jesús y María en Chépica

“Son cosas de Dios”, comenta emocionado Ives, como si hubiese sucedido ayer: “Un grupo de señoras avecindadas en Chépica me solicitaron ayuda para levantar un asilo. La idea me acompañó insistente, cruzándose en mi mente dos realidades que venían al encuentro: la existencia de la Fundación las Rosas y que el antiguo hotel de Chépica había sido puesto a la venta.

“Sin duda Dios lo quería. Me puse en contacto un jueves con el gerente de la Fundación y el lunes siguiente, dili-

gente y seguro de la sonrisa de la Virgen, el padre Sergio ya estaba en el pueblo.” Así, el antiguo hotel de Chépica se convirtió en el Hogar número 18.

Hoy existen 35 hogares sembrados en 7 Regiones en los que se vive la alegría de servir al más necesitado: las ciudades de Santiago, Melipilla, la Serena, Casablanca, Nogales, Quillota, Ventanas, Chépica, Curicó, Longaví, Linares, Talca, Arauco, Talcahuano y Valdivia, son testigos silenciosas de una obra providencial.

VI

San Bernardo, Sermón 6, sobre el amor de Dios · 47 ·

30 Años: La Caridad que se Convierte en Sólida Fundación En Junio de 1997 Fundación Las Rosas cumplió 3 décadas de existencia, amparando alrededor de 1.800 residentes en 25 Hogares. Constituida en un referente a considerar entre las grandes obras sociales del país, recibe el afecto y agradecimiento de muchos, sentimiento sintetizado en las palabras que enviara desde el Vaticano un emocionado Cardenal Jorge Medina Estévez: “Cómo no asociarme en espíritu a la acción de gracias que eleva al Señor la Fundación Las Rosas… es una obra de caridad ‘gratuita’, humanamente ‘poco rentable’, pero, a los ojos de Dios preciosa, pura, viendo en el rostro de cada anciano los rasgos adorables del Señor Jesús. Es increíble lo que la Fundación ha podido realizar, y la explicación está en la fe y en la caridad.”

Mientras mayores son las conquistas, más crecen los desafíos. Uno de los anhelos más perseguidos cobra vida en el Hogar Sacerdotal número 33, dedicado al Santo Cura de Ars, refugio de sacerdotes diocesanos que son

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acogidos después de una vida dedicada con intensidad en favor de la Santa Iglesia. Sus cuerpos fatigados, en los que se reflejan las heridas que el tiempo inexorablemente produce, encuentran una morada cálida y fraterna en la que esperan la llamada del Señor con sus hermanos de vocación.

A fines del año 2001 la Fundación acoge a sus ancianos en 39 hogares de las regiones Metropolitana, Quinta, Sexta y Séptima. En tanto, el número de colaboradores se ha elevado a casi 2 mil personas y Fundación Las Rosas se ha ganado un amplio y transversal reconocimiento por parte de la sociedad chilena.

Un nuevo logro significó la llegada de la Fundación a la Octava Región, esta vez representado por la apertura del Hogar número 39, ubicado en Arauco y dedicado a San Juan Pablo II y el Hogar Nuestra Señora del Rosario en Ventana, V Región.

Procesión de Nuestra Señora del Carmen: Carro de la Sagrada Familia que cada año representa a Fundación Las Rosas

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Fundación Las Rosas Medio Siglo Después A sus 87 años el padre Sergio Correa, lleno de energía y experto en tenacidad, continuaba en la dirección de la Fundación. Pero el tiempo, que no transcurre en vano, minaba su salud. Consciente de ello y ante la realidad ineludible de que su edad sobrepasaba el promedio de sus queridos abuelos, concluyó que era el momento de que otros continuaran la misión con la que incansablemente había anunciado la Buena Noticia.

Refiriéndose conmovido a la Fundación, exclamó: “Es mi sacerdocio… es aquí donde se desata toda la gama de la caridad”VI.

A comienzos del año 2002 el arzobispo de Santiago designa como Capellán y Vicepresidente Ejecutivo Pbro.

Andrés Ariztía, entonces párroco de Nuestra Señora de las Mercedes, en Puente Alto, al que ya tenía más de 15 años viviendo muy cerca de experiencias de privación, angustia y dolor.

El padre Andrés imprime un sello particular a la gestión, se concentra en consolidar la enorme obra que se había desarrollado y confiere un nuevo impulso al acompañamiento espiritual de los residentes, al voluntariado, así como a las comunidades religiosas que sirven en los diferentes Hogares.

nes debido a la creciente postración de los residentes, y al mismo tiempo dar con ello cumplimiento a las normas establecidas por los organismos competentes.

El nuevo siglo trajo consigo una clara conciencia sobre el significado de la ancianidad y la necesidad de crear mecanismos para asumir el envejecimiento poblacional, así como el incremento de la longevidad. Se impone el concepto de envejecimiento activo, rompiendo el paradigma que asocia la ancianidad con desvalimiento y pasividad.

La profesionalización de sus funciones es asumida consistentemente. La Corporación Simón de Cirene, especializada en proponer herramientas a instituciones sin fines de lucro, hizo un aporte fundamental para modernizar la gestión. Se generan manuales de operaciones y procedimientos, al mismo tiempo que se contrata a profesionales expertos en cada área.

Simultáneamente se establecen convenios con diversas universidades, a fin de generar vínculos que ayuden a profundizar el conocimiento en torno a la tercera edad, lo que ha permitido humanizar la educación en esos centros de estudio. El primero de esos acuerdos se firmó con la Pontificia Universidad Católica de Chile el año 2002.

Se privilegia también la adaptación de los Hogares existentes, que demandan cada vez más exigentes condicioVII

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Entrevista al padre Sergio Correa, 12 de mayo de 2005

Al centro el Cardenal Francisco Javier Errázuriz quien entrega la conducción de Fundación al Pbro. Andrés Ariztía, su nuevo capellán

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Identidad, la Gran Diferencia: Un Camino de Santidad

La idea fundante seguía vigente con extraordinario vigor: Cristo está en cada anciano desposeído y lo que con él se haga, se hace también por Cristo; y también viceversa, el abuelo, antes de llegar a la eternidad, espera ver a Cristo en quien le sirve, sea el personal, el voluntariado o la administración. Cristo debe ser la medida para todas las acciones. Pues, desde que el Hijo de Dios quiso abrazar libremente el dolor y la muerte, la imagen de Dios se nos ofrece también en el rostro de quien padece.

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A medida que se perfeccionan los métodos de atención y operación, crece la motivación esencial de cuantos laboran en la Fundación, concentrando de manera especial la energía en alimentar el espíritu tanto de ancianos como del personal y voluntariado. Es este un servicio inspirado por el Evangelio.

Consciente de la búsqueda de trascendencia que vibra en la tercera edad, el padre Andrés no duda en fortale-

cer la identidad católica de la Fundación: “aquí adentro existe un camino de santidad para todos, que se inició con la Visitación de Jesús a santa Isabel cuando aún estaba en el vientre materno de la Virgen María”.

Revertir la imagen social negativa de la vejez es un novedoso reto, asumido en esta nueva etapa desde la perspectiva de la evangelización. Una visión realista exigía no idealizar ni estigmatizar la vejez. Hubo en este sentido una contribución muy poderosa en la acción pastoral para derribar esa imagen, retratada en el lema “es posible ser felices siendo viejos”.

Justo en el año 2002, san Juan Pablo II proponía a la Asamblea Mundial sobre envejecimiento llevada a cabo en Madrid, la idea que el padre Andrés enarbolaba con insistencia y seguridad desde que asumió la conducción de la institución: vivir más tiempo es una bendición y fuente de riqueza para las sociedades, así que es necesario enfatizar la necesidad de educar a las personas para la ancianidad a través de una formación centrada en el ser y no en el hacer.

Clarividente, el Papa santo advertía: “Se puede decir que una sociedad se muestra justa en la medida en que responde las necesidades asistenciales de todos sus

miembros, y que su grado de civilización se mide por la protección prestada a los miembros más débiles del entramado social” VIII. Conscientes de que la ancianidad es el tiempo en que más se vislumbra el umbral de la eternidad y de que, ante la cercanía de la muerte, el “hombre no sólo es atormentado por el dolor y la progresiva disolución del cuerpo, sino también, y aún más, por el temor de la extinción perpetua” IX, la asistencia espiritual señala la gran diferencia.

La fe ilumina el misterio, infundiendo serenidad durante estos años para alcanzar la meta de plena madurez, con un sentido de confiado abandono en las manos de Dios. Pues así, convirtiendo ese epílogo existencial en “antesala del Cielo”, la partida de este mundo significará partir a la Casa del Padre, ese largamente anhelado remanso de gozosa plenitud que trasciende las palabras, colmando de esperanza los años de la vejez.

Al mismo tiempo que se robustece la identidad, continúa la expansión con la apertura del Hogar Santos Ángeles Gabriel, Miguel y Rafael en el Cajón del Maipo y el Hogar Sagrado Corazón de Jesús en Linares, VII Región, en los años 2003 y 2004 respectivamente.

VIII

Carta de san Juan Pablo II a la II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, celebrada del 8 al 12 de abril de 2002 en Madrid, bajo la égida de las Naciones Unidas IX

Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución Gaudium et Spes, 18 · 53 ·

En Víspera de Navidad, el Encuentro con la Eternidad Luego de 67 fructíferos años de sacerdocio, 30 de los cuales estuvieron dedicados intensamente a Fundación Las Rosas, el padre Sergio Correa entregó su alma al Señor la noche del 24 de diciembre de 2007.

Todo en la vida del padre Sergio estuvo cargado de simbolismo y no podía ser diferente el día de su muerte.

Encontró siempre en la Santísima Virgen, Madre de los sacerdotes, la inspiración y fortaleza para su ministerio. Imaginamos cómo le contentaría que en estas líneas se expresara que fue llamado por Nuestra Señora a presenciar en el cielo el Nacimiento del Divino Niño, justo en vísperas de la Natividad.

Se empeñó siempre en cumplir el mandamiento nuevo del Señor: “ámense los unos a los otros como yo los he amado” X y a alimentarse diariamente con el Pan de Vida, llegando al conocimiento vivo de que en la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano.

Sus restos reposan a los pies del altar del Sagrado Corazón en el Santuario a María Santísima de la Fundación las Rosas, a la espera de la futura resurrección, para “cantar eternamente las misericordias del Señor” (Salmo 102).

X

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(Jn 13,34)

Entre Pruebas y Bendiciones Al mismo tiempo que se profesionaliza y mejora en todo sentido la Fundación y sus Hogares, sus redes siguen creciendo. Los ancianos no pueden esperar y es un imperativo de caridad continuar la expansión.

En 2007 inicia actividades el Hogar San Alberto Hurtado en Quillota, V Región. Posteriormente en 2009 se inaugura en La Serena, Región de Coquimbo, el Hogar La Visitación de María.

El terremoto del 27 de febrero de 2010 destruyó los Hogares de Linares y Chépica; en este último se debió lamentar la muerte de dos residentes: don Jorge Gallardo y don Ramón Navarro. Sin embargo, pese al dolor, se abrieron el mismo año las puertas del Hogar Madre Teresa de Calcuta, en Talcahuano.

El crecimiento no cesa y un gran acontecimiento sucede el año 2011 con la llegada de esta Obra a la Región de los Ríos, con la apertura del Hogar Padre Pío en Valdivia. En febrero de 2012 reabre sus puertas el Hogar Sagrado Corazón de Linares, que había echado abajo el terremoto.

En enero de 2013 se inaugura el Hogar Madre del Buen Consejo de Talca para acoger a los abuelos de la capital de la VII región. El año 2014 le corresponde a Chépica la alegría de reinaugurar el hogar que había sido totalmente destruido por el gran sismo de 2010. Posteriormente, en 2015, inicia funciones el Hogar nº4 dedicado a la Santísima Trinidad en la ciudad de Santiago. · 55 ·

La Iglesia Católica, experta en humanidad, nos ha enseñado a lo largo de la Historia que no basta observar los índices económicos, o el nivel de desarrollo alcanzado en el ámbito científico y tecnológico, para hacer un juicio sobre la sociedad y cultura que impregna una época determinada.

La sociedad se puede juzgar por el modo como en ella se sufre y se muere. Y en tal sentido, hay que admitir que somos interpelados continuamente. Resulta imperativo fijar nuestra mirada en la forma como nos relacionamos con los más débiles.

Una sociedad que es capaz de hacerse cargo de sus enfermos y dar lo mejor de sí para humanizar su existencia, es una sociedad que encontró el rumbo.

El verbo Humanizar, que en esencia alude a la encarnación del Verbo, nos sitúa ante la perspectiva sagrada que implica la dignidad de ser hombre y de prodigar cercanía, afabilidad, humildad y ternura.

Es el Sagrado Corazón el lugar privilegiado donde Fundación Las Rosas echa sus anclas, llena de confianza. En Él, por manos de María, reposan sus esperanzas.

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Nada puede hacerte tan imitador de Cristo como la preocupación por los demás.

Aunque ayunes, aunque duermas en el suelo, aunque —por así decir— te mates, si no te preocupas del prójimo poca cosa hiciste, aún distas mucho de Su imagen SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilía sobre la Epístola a los Corintios

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Santuario De La Virgen De Las Rosas Nos ponemos bajo el amparo y guía de María, Madre de Jesús y Madre nuestra, para obtener las gracias que el Señor a través de Ella otorga, especialmente desde su “Santuario a María Santísima”, como fidelísima intérprete del querer y de la compasión de Cristo por las personas mayores más necesitadas, para que nos ayude a vivir y realizar fielmente nuestra misión, como un camino de crecimiento y santidad personal en la esperanza de amar y servir, de colaborar en la santificación de nuestros residentes y de ser signos de la dignificación del adulto mayor en la familia y en la sociedad.

Singularmente hay dos gracias que rogamos: envejecer como amigos de Dios y “cuidar a Cristo como otro Cristo”. ¡Que el Cielo atienda nuestra plegaria para perseverar cada día en nuestra misión!

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La Congregación Hermanas del Buen Pastor fue fundada en Francia por Santa María Eufrasia de Pelletier el año 1835. Dedicada a auxiliar mujeres, jóvenes y niñas vulneradas, llega a Chile en el año 1855. Santa María Eufrasia señalaba que Chile se había convertido en la misión de su amor.

En el año 1972 el templo y el convento, diseñados por el arquitecto Eusebio Chelli a mediados del siglo XIX, fue declarado Monumento Histórico.

Luego de un largo período en desuso por graves problemas estructurales, el complejo fue traspasado a Fundación Las Rosas, que inició su recuperación y adaptación a través de los años.

Con sus dos torres principales de reminiscencias góticas y estilo neoclásico, el Santuario a María Santísima ubicado en Rivera 2005, comuna de Independencia, es el lugar desde donde la Santísima Virgen entrega el carisma del servicio fraterno hacia los adultos mayores de los Hogares de la Fundación.

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Llena estaba mi boca de tu alabanza y de tu gloria, todo el día.

No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones.

Dios mío, no te quedes a distancia; Dios mío, ven aprisa a socorrerme.

Salmo 70

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Fundación Las Rosas Donde La Caridad Se Hace Vida

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cultura de la indiferencia, que se “olvida” de pobres, enfermos y ancianos, se nos pide “tener el valor de ir a contracorriente (…) contemplando, adorando y abrazando a Cristo en el encuentro cotidiano con Él en la Ante una

Eucaristía y en las personas más necesitadas”.

S.S. Francisco, Misa con obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas. JMJ 2013

Dios, en este mundo, padece frío y hambre en la persona de todos los necesitados, como dijo Él mismo: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. El mismo Dios que se digna dar en el cielo, quiere recibir en la tierra. (SAN CESÁREO DE ARLES, Sermón 25)

Vivaceta 571: Donde la Caridad se Hace Vida Desde muy temprano, con el despertar del alba, comienza el movimiento. Se efectúan las primeras “mudas”, de las muchas que suceden durante el día. Paulatinamente el ajetreo se hace más intenso y muchos abuelos ocupan ya lugares que han hecho suyos con el pasar del tiempo, en los amplios pasillos y salones del hogar.

A la espera del desayuno que se sirve religiosamente a las 8:30, algunos conversan animadamente entre sí, otros esbozan un saludo con la mirada en la que se puede escrutar el tránsito de la cruz, unos pocos dormitan a pesar de haberse despertado hace pocos minutos.

Santiago · 68 ·

Estamos en pleno verano. El sol, cuyos rayos penetran curiosos los amplios ventanales del recinto, es procurado con avidez por un enjambre creciente de abuelos que se goza complacido con sus efectos, estrujando luz y calor.

El antiguo convento ha sido mudo espectador de inagotables testimonios de vida y fe. En sus rincones parecieran resonar aún hoy la salmodia: “El justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano; (…)

En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso para proclamar que el Señor es justo” (Sal 92, 13,15-16).

La misma escena se repite al pasar cada día, todos los días, en la paciente espera del cambio de estación para buscar otra vez los caprichos de un sol siempre nuevo.

Luego de una bien ponderada colación a media mañana, el rezo del Rosario y posteriormente la santa Misa, activan a una comunidad que vive en la esperanza del encuentro con los misterios de Dios.

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“Tanto es perfecto cualquiera cuanto más perfectamente

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siente los dolores ajenos” (S. Gregorio Magno, Moralia in Iob, XIX, XI, 18) · 71 ·

El 1º de Enero, Encuentro con el Padre Todas las mañanas se producía, infaltable, el encuentro de don Pedro Meza Concha y su hermana Lina, residentes ambos en los Hogares de la Sede Central.

Tomando las manos de Lina, Pedro exclamaba con una sonrisa límpida y llena de ternura: “Ésta es mi hermana que se le enfrían las manos y yo vengo a calentárselas… el amor que siento por ella, mi guacha, es muy especial”. La escena era un regalo que nos reconfortaba cada día, testimonio de la pureza de los verdaderos afectos humanos.

Al principio mismo del año 2015, el primero de enero, Lina se durmió en los brazos del Señor, no sin dejarnos el testimonio gráfico de lo que vivimos con profundo gozo.

SERVIDORES

Testimonio MARÍA MIREYA RETAMAL CONSTANZO llegó a trabajar en la Fundación el 18 de agosto de 1987, día de San Alberto Hurtado. “Yo no sabía que esta obra existía y llegue aquí por medio de un familiar del padre Correa a quien auxilié”, comenta, recordando que lo conoció personalmente y pudo percibir en carne propia el afecto que sentía por los ancianos, particularmente los más desvalidos.

Son 28 años de “una labor exigente pero muy gratificante porque hago de los residentes mi familia”. Crió a sus dos hijos en el Hogar, al cual reconoce como su segunda casa. “Aquí, yo me he hecho”, sostiene muy decidida, elogiando la buena comunicación y el excelente ambiente de trabajo.

Lo que más le ha impresionado en casi 30 años de actividad es el abandono al que muchas familias someten a sus ancianos: “Yo trato de suplir esa soledad que me interpela; quedé sin mamá desde los tres años y aprendía a valorar la compañía de los familiares”.

Le alegra darles el alimento, manifestarles que los quiere, tenderles la mano para lo que necesiten. Reconoce que eso lo puede hacer porque Dios le da fuerzas y la alegría, “sin la cual no podría hacer nada”.

María ha logrado descubrir que la verdadera alegría también nace del dolor. La Bienaventuranza está escondida, como un precioso tesoro oculto, en el amor y servicio a los más necesitados.

Su mayor deseo es que la Fundación cuente con los mejores y más modernos equipos e infraestructura para el bien de los abuelos que tanto se lo merecen.

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SONIA BRAVO CARO va a cumplir 18 años sirviendo en Fundación Las Rosas. Comenzó como auxiliar general.

El caso de Sonia es ejemplar. Hace 4 años le detectaron cáncer de colon y a pesar de ello optó por trabajar después de obtener el alta, porque se “siente útil con los abuelitos que la necesitan.”

“Desde que enfermé, he tenido el apoyo incondicional de las religiosas del Hogar. La caridad de ellas es inspiradora. Sentimos que somos una familia y cuando alguien está caído, todos nos empeñamos en levantarlo.

Estuve 2 años esperando el alta para regresar al Hogar y fue allí donde percibí, invadida por la incertidumbre y la angustia, el afecto que se entrega en esta casa. Nunca me faltaron sus oraciones, nunca se terminó la esperanza.”

hace falta descender y adecuarse a la situación del otro, porque solo el que comparte el sufrimiento, puede comprender la mente del que sufre y por lo mismo, consolarlo.

Su proceso de maduración espiritual la llevó a contraer matrimonio el año pasado con quien había compartido 24 años de su vida y cuyo fruto son dos hijos de 23 y 13 años.

Un anhelo que hace a Sonia sonreír con la esperanza de que pronto se convierta en realidad es poder “sacar a los abuelos a la plaza a tomar un helado”.

Sonia vive entre la tristeza de ver cómo los abuelos se “van apagando” y la alegría de proporcionarle una mejor calidad de vida. Le duele su soledad, el abandono de sus seres queridos, pero le produce gran tranquilidad saber que siempre hay servidores día y noche para socorrerlos, acompañarlos y ayudarlos a su encuentro con el Señor.

El ejemplo de Sonia nos confirma lo que hemos sentido reiteradamente en los diferentes hogares de la Fundación: que para consolar,

Testimonio

SERVIDORES

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A los Pies de la Virgen de Las Rosas El tañido dulce de las campanas resuena anunciando el Rosario. Son las 11:30 de la mañana, y como todos los días, se reúnen los residentes para encontrarse a los pies de la Virgen de Las Rosas.

Presurosos van llegando en medio de una “procesión” que gotea a los más diversos devotos.

Resulta impresionante y conmovedor sentir esa oración que se eleva en conjunto. Cierto que los poderes del tiempo han desgastado las voces, pero no ha impedido la armonía de la plegaría común.

Los ancianos son grandes joyas capaces de dar abundante fruto, en especial en la oración, la fe y el consejo. Estar presente en esa reunión de devotos marianos trae a la memoria el salmo: “En la vejez seguirán dando fruto”.

(92,15)

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“En la vejez seguirán dando fruto” (Salmo 92,15)

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LUIS TOLEDO nació en la ciudad de Talca, en plena Región del Maule. De 82 años, ha vivido los últimos dos en el Hogar Madre de la Divina Providencia de Independencia.

Nacido y criado en el campo, expresa que sería feliz con un pedacito de tierra. “Lloro sin decirle a nadie cómo extraño el campo”, comenta conmovido.

Estremece verlo socorriendo a los más impedidos; los lleva en la silla de ruedas al comedor, a la capilla, al baño… Es incansable, no deja de ayudar una y otra vez, día a día, hasta que la noche se hace presente.

Testimonio residentes “Mi encanto es la Misa y el Rosario. Cuando falto a un Rosario me parece que fuera un mes.”

Don Luis ha hecho muy buenos amigos con “los viejitos”. Su deseo, exclama emocionado, es “que ame a Cristo y que sea santo y en segundo lugar… que pueda ir a la feria a vender sopaipillas…”

Comprendemos con don Luis el gran don de Dios de llegar a la ancianidad con la aspiración seria de ser imagen de Jesucristo. De ello dimana un encanto especial. Vemos que este es también un tiempo de prueba y a la vez un tiempo de siembra, tiempo de obrar el bien y de labrar el destino eterno. La vejez nunca es una etapa vacía o estéril, en cambio es época de lucha ascética, de heroísmo, de santidad.

“Al irme yo, quisiera que mi pensión quedase en esta casa”, concluye lleno de gratitud. · 78 ·

Don Alfredo y don Luis juntos al pie del Sagrado Corazón de Jesús, devoción que conservan con frescor y lozanía

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La Fuente de Toda Fortaleza y Esperanza A medida que se desgranan las Ave Marías, la capilla va siendo ocupada por abuelos ávidos de inundar el alma con el gozo de la Eucaristía. Algunos llegan por sus propios medios, otros ayudados por sus compañeros residentes, los auxiliares o las incansables hermanas, que una y otra vez van en busca de quienes anhelan participar del Santo Sacrificio, con la certeza de que allí está la fuente de toda fortaleza y esperanza.

Es una dignísima procesión de cuerpos marcados por los estigmas de la vida en este mundo, de almas activas que se expresan con los matices propios de la vejez. Son como velas que se consumen, siempre otorgándonos su luz, hasta que no tienen más cera que quemar.

La asistencia en esta época es cada vez mayor, pues se va contagiando en el corazón de los residentes la alegría de la Navidad. El recato del Adviento parece mezclarse con la esperanza de Jesús que renace en las almas. Auxiliares, religiosas, voluntarias y residentes se amalgaman indistintamente en una sola asamblea.

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La Eucaristía, fuente y culmen de la vida y misión de la Iglesia, lo es al mismo tiempo de Fundación las Rosas.

Es de aquí que arranca el desafío de imitar y ser testimonio de la caridad de Cristo y perseguir el fin último, que es la santidad. Así, la fe se acrisola tomando los colores dorados de la vejez.

La comunión frecuente es un regalo que aprecian especialmente los ancianos y es la razón de esperarla día a día con ardor. De esta forma ellos reiteran ante la sociedad la dimensión sagrada de la vida, seguros de que no serán abandonados en sus angustias y sufrimientos, ¡porque quien cree nunca estará solo!

Ya lo sostenía el Papa Emérito Benedicto XVI con ocasión de la XX Jornada Mundial del Enfermo en 2012: “Cuando se recibe (la Eucaristía) en el momento de la enfermedad contribuye de manera singular a realizar esa transformación, asociando a quien se nutre con el Cuerpo y la Sangre de Jesús al ofrecimiento que Él ha hecho de sí mismo al Padre para la salvación de todos”.

MERCEDES BIZAMA de 82 años y natural de Chillán, cuna de próceres y artistas, ha pasado sus últimos 15 años en el Hogar.

Comenta entre sonrisas que le pide salud al Niño Jesús y recuerda con cierta picardía que al principio se perdía en los amplios corredores, hasta que fue haciendo de ese lugar su propia casa.

Afirma que el miércoles es el día que más goza porque “viene el profesor de música a cantar”, pero que también le entristece “no poder viajar”.

Sorprende justo al final, al despedirse, exclamando con ojos brillantes que le encantaría encontrarse con Dios.

Los destellos de inocencia en la mirada luminosa de Mercedes revelan los encantos de la ancianidad. Es tiempo de recuento, de verdad desnuda en que la misma debilidad impulsa mayores fortalezas en el seno del espíritu.

Testimonio

residentes · 83 ·

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Satisfecha el alma, le corresponde ahora al cuerpo su alimento.

El almuerzo se sirve a las 12:30.

Luego de una pausa siempre apetecida, aprovechando el ritmo vespertino, se suceden diversas actividades y talleres para todos los gustos, favoreciendo que los residentes estén activos y vivaces: catequesis, música, pintura, folclor, gimnasia, juegos de mesa, manualidades, talleres de conversación…....

La jornada transcurre en medio de emergencias, revisiones de rutina, múltiples sesiones de kinesiología, y la siempre exigente atención a los enfermos postrados repartidos en los cuatro turnos de atención continua.

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Ante la Perspectiva de la Eternidad Las flores que adornan el claustro lleno de historia encienden también la imaginación de los abuelos, naturalmente contemplativos y, por ende, sensibles a la voz del Altísimo manifestada en el leguaje de la Creación.

En medio de este universo variadísimo, dos realidades se entrelazan con nitidez, como ilustra San Pablo: mientras el hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va renovando día a día. Así, no es de extrañar que esta preciosa etapa de la vida pueda disfrutarse, pues reserva también sus propias alegrías, especialmente cuando es la fase final de una existencia honesta.

A partir de las 6 de la tarde, siempre con el paso propio de la ancianidad, los residentes van retirándose discretamente a gozar de un merecido descanso ante la perspectiva de la eternidad de la cual la vida es una preparación.

Los pasillos permanecen solitarios envueltos en una luz tenue. Algunos sollozos se escuchan, leves, casi como un rumor que al cabo se serena. Todo está preparado para recibir otro día más en que la rutina se transfigura, a causa del afecto que los abuelos están siempre dispuestos a dar y recibir.

La sensación compartida es que en el Hogar se vive la misión de Cristo y se hace familia, bendecida mediante el cariño, la compresión y la ternura. Es la antesala al Cielo, como sostenía fervorosamente el padre Sergio Correa.

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Adoración al Santísimo

Ante la presencia del Santísimo Sacramento los residentes experimentan un gran consuelo. Adorando a Dios en la Eucaristía caminan juntos con Él en la caridad fraterna.

Las palabras llenas de aliento pronunciadas en la clausura por los Padres del Concilio Ecuménico Vaticano II (Mensaje a los enfermos, a todos los que sufren) no podrían ser más apropiadas: “No estáis solos…ni abandonados ni inútiles; sois los llamados por Cristo, su viva y transparente imagen.

Mil años de gozar la gloria humana, no vale tanto como pasar una hora en dulce comunión con Jesús en el Santísimo Sacramento.

San Pío de Pietrelcina

Celebración de la Navidad Esperada con ansias, el 16 de diciembre comienza la Novena de Navidad. Los residentes van tomando los instrumentos con que expresarán la fiesta del corazón, pues el Niño Dios está por nacer.

La celebración llena de alborozo progresa y llegado el momento de las peticiones, quien dirige la novena exhorta a realizarlas en el silencio de cada alma.

De pronto, una residente que no pudo contener su emoción exclama en nombre de todos: “Si esta fuera la última Navidad, que el Niño Dios nos lleve al Cielo”, lo que suscitó la aprobación entusiasmada de los presentes.

Ciertamente los sencillos instrumentos no son manejados con la destreza de otros tiempos, pero el alma acompaña nítida y vivaz. Como la Estrella, los cantos anuncian el nacimiento de Jesús.

En Familia, Voluntarios y Residentes celebran la Navidad

Misa de Navidad

Pero aún faltaban sorpresas.

Después de más de tres años en los que don Sergio Rodríguez no pisaba la Iglesia, se reencuentra con el Niño Dios al comienzo de la novena y pronuncia piadoso y radiante, la primera oración.

La inocencia que en cierto modo regresa en la vejez se hace notar llena de ternura en esta original celebración, en la cual el ser desborda sobre el tener, y las almas se convierten en sencilla ofrenda.

En Familia, Voluntarios y Residentes celebran la Navidad

A sus 92 años BLANCA CONTRERAS resume su estadía en el Hogar con una palabra: tranquilidad.

Nunca gano, pero me encanta compartir con mis amigas, especialmente con Adriana, mi compañera de cuarto”.

Le entristece la ausencia de sus familiares, pero al mismo tiempo se alegra de que ganó muchos hermanos en la que ahora siente como su nueva familia. Es muy “quitada de bulla”, nos comenta, y goza el “día de la lotería”, que frecuenta infaltable y puntual todos los jueves.

Mientras conversamos repican las campanas llamando al rezo del Rosario. Blanca se levanta con una agilidad insospechada y pregunta por su andadera, mira al cielo y cambiando el tono de voz musita con suavidad: “Qué bonito es encontrarse con Dios”.

“Como mi memoria falla a veces –relata con dulzura–, ando preguntando si es jueves.

La oración es su fuerza, la oración es su vida.

Es el camino real para una compresión de la vida según el espíritu y una prodigiosa misión para los ancianos.

Testimonio

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MARÍA MUSSIME proviene de la República de Ruanda, la tierra de las mil colinas, en África Central. Vivió durante 10 largos años en un campo de refugiados, hasta que fue ubicada por su hija quien la creía muerta. Perdió a toda su familia, pero nunca las esperanzas.

Llegó a Chile el año 2010 y no pudiéndose adaptar a la vida confinada en el departamento de su hija, es acogida por la Fundación en abril del siguiente año. Aquí, en esta que más que nunca es su propia casa, se siente querida y se desenvuelve con total ciudadanía.

Líder en su aldea, alegre y siempre fiel a sus tradiciones, canta, baila y a pesar de expresarse solo en su dialecto tribal, se hace entender con el claro lenguaje que surge del cariño y la autenticidad, superando cualquier limitación.

Expresa su gratitud cantando y bailando la melodía “María Madre de Jesús” con la que comunica sin inhibiciones su complacencia por haber sido acogida como en su familia.

Aprendemos que la debilidad inherente a la vejez propicia el candor y la transparencia del corazón, orientándolo a la contemplación de las realidades sencillas de la vida.

María es un testimonio vivo de que raza, cultura e idioma no son impedimentos para que la caridad se exprese íntegra e intensamente, allanado el encuentro con el Padre.

Testimonio

residentes

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Las almas de los justos están en la mano de Dios y no los tocará tormento de muerte. Pareció que morían a los ojos de los insensatos; mas ellos están en paz Sab. 3, 1.

El 12 de marzo pasado María Mussime, la recia mujer de ébano que distinguía con su vistosa presencia los ambientes del Hogar, nos dejó inesperadamente antes de culminar esta obra.

Sentimos en carne propia la fragilidad del género humano, y guardamos en la memoria encuentros plenos de sencillo afecto.

La despedida para la eternidad de quienes aquí conviven es una realidad ineludible que, lejos de intimidar, va dando temple al alma mientras espera su propio encuentro con el Creador, siempre a través de las manos virginales de la Señora de las Rosas. · 95 ·

Testimonio

residentes ALFREDO MANRIQUEZ, siempre contento a pesar de sus muchas décadas a cuestas, baila al son de la música navideña que se escucha en los pasillos. Muy devoto, comenta que “le gusta todo en el hogar y no pierde un día de religión”, refiriéndose al al rezo del Rosario y la Santa Misa.

Las almas, enseña San Gregorio Magno, son como las diversas cuerdas de un arpa, cada una diferente a la otra, y deben por ello ser también tocadas de un modo distinto. Es una experiencia conmovedora, descubrir que los ancianos son tratados en la Fundación con profunda conciencia de su singularidad.

Cada persona es única y tiene su propio camino. Es esta una de las claves para mantener a los abuelos contentos y esperanzados, y de la alegría contagiosa que don Alfredo nos manifiesta.

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La Comunión

Si el mundo te pregunta por qué comulgas con tanta frecuencia, dile que lo haces para aprender a amar a Dios, para purificarte de tus imperfecciones, para consolarte en sus aflicciones, para apoyarte en tus debilidades San Francisco de Sales – Introducción a la Vida Devota

Gimnasia Médica Grupal y Estimulación Cognitiva Dos veces a la semana, los residentes de los Hogares que hacen vida en Vivaceta se reúnen en la pérgola, gozando –al pie de la letra– de las esperadas sesiones de gimnasia médica grupal y estimulación cognitiva, en un pintoresco espacio de encuentro.

Los terapeutas que las dirigen son acogidos con un especial cariño por los abuelos, quienes se benefician de manera especial de estas actividades, tan saludables para mejorar su calidad de vida, además de promover la reserva cognitiva de los participantes.

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Una sorpresa aguarda a quien visita los abuelos de Fundación Las Rosas: llega uno

creyendo que hará un acto de caridad, y el verdadero beneficiado acaba siendo el visitante. Porque es Cristo mismo quien se asoma en medio de esos rostros dulces, ya iluminados por el amanecer de la Eternidad

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“Porque fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste” (Mt 25, 36).

Estudiantes del ramo de Responsabilidad Social de la Escuela de Psicología de la Universidad de Los Andes, en su visita semanal compartiendo con los Residentes en un animado e improvisado “concierto”.

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En Chépica: Un Hogar Dedicado a los Sagrados Corazones de Jesús y María El Hogar de Chépica es especialmente luminoso. La claridad después del túnel que se debió transitar a causa del terremoto de 2010, se disfruta hoy con alegría. Laboran aquí profesionales de la salud, médico, enfermera y kinesiólogo, junto a 62 incansables auxiliares.

Dedicado a los Sagrados Corazones de Jesús y María, hoy el establecimiento acoge también a los residentes del Hogar de Peralillo, damnificado severamente por el sismo.

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El Hogar es amplio, adaptado a las necesidades de los residentes y construido bajo las normas actuales. Ubicado frente a la plaza desde donde se le puede tomar el pulso a la vida del pueblo, siempre somos recibidos por abuelos que hacen guardia en el zaguán que caracolea la fachada.

Cada Hogar tiene una fisonomía propia que lo caracteriza. Aquí hay algo de espontaneidad y franqueza del huaso que se descubre desde el primer contacto. El diseño arquitectónico ayuda también a que se produzca una relación más estrecha entre los residentes.

Impresiona sobremanera cómo el grueso del personal conoce a todos los abuelos por su nombre, evocando al Buen Pastor. Al recorrer las instalaciones realizando sus labores, los servidores adoptan la mirada de una madre que no se cansa de identificarse con sus hijos.

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Siempre animado, JUAN DE LA CRUZ CORRALES GONZALEZ es un característico colchahuino de 75 años, criado en el campo en la comuna de Pumanque. Aprovechando el sol de la mañana que inunda el hogar, nos ofrece su amena conversación en la que intercala una frase recurrente: “No me gusta hablar con la mentira”. Don Juan recuerda cómo dirigía el rezo del rosario en el Hogar de Peralillo del cual proviene.

“Me cortaron una pierna a causa de la diabetes y no tengo quien me cuide, a pesar de tener 8 hermanos vivos, porque usted sabe… cada quien tiene sus ocupaciones”, relata con aires de nostalgia.

“Aquí estoy contento porque tengo quien me atienda con cariño; comida y remedios nunca faltan. Lo que extraño harto es el campo, pero me adapto”, expresa con franqueza. La conversa se prologa entretenida, y vamos descubriendo que para él, ese momento significa mucho más: en alguna medida es la conquista de la libertad, es poder expresar sus sentimientos, la lucha contra la soledad.

Repentinamente nos sorprende con una afirmación: “Si yo tuviera medios los pondría todos en este Hogar” y luego justifica la expresión que se le acaba de escapar del alma: “yo soy católico y mientras Dios me tenga en la tierra quiero proclamarlo sobre todas las

cosas”, recordando dichoso que en su juventud solía ser un devoto cantor a lo divino.

Perspicaz, percibió que no le creímos del todo, así que raudo, sin mayores preámbulos comenzó a recitar de memoria, impecable, las cinco décimas del canto Apocalipsis de San Juan.

Emociona constatar la riqueza que se descubre sin mayor esfuerzo en el alma de esta comunidad, variadísima, siempre distinta y siempre única…

Sin poderse resentir Vino aquí el santo Cordero Y el libro de 7 sellos De a poco lo empezó a abrir Lo hubo de descubrir Fue algo maravilloso Resplandeciente y hermoso Se veía su sitial Demostrando el eternal Aquel libro misterioso…

Testimonio

residentes

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“Aquí tengo lo que no consigo en otra parte –asegura doña Patricia–; compartir con los demás, relacionarme con los que sufren. Llego a las 7:30 de la mañana y no me importa la hora que me voy. Siento que los abuelos son parte de mí, son mi familia y por eso los cuido y los quiero hasta que nos abandonan al morir”.

Alegrías y tristezas dictan la historia de Patricia en la Fundación, pero sin duda el momento más duro lo vivió con la muerte de dos residentes durante el terremoto de 2010.

Le aflige el abandono que sufren muchos abuelos por parte de sus familiares, lo que se trasluce especialmente en el tiempo de Navidad. Es la familia de auxiliares, profesionales y voluntarios quien asume la misión de brindarles ese afecto vigoroso que necesitan como el aire.

Testimonio

SERVIDORES

PATRICIA MOLINA ALVARADO, cumple el próximo mes de abril 20 años trabajando en la Fundación. Es cocinera y sostiene con naturalidad que Dios tenía preparado el trabajo para ella. Antes se desempeñaba como temporera, encontrándose en muy mala situación, de manera tal que necesitaba con urgencia un trabajo fijo. Recuerda todavía impresionada que al terminar su primera y única entrevista con la directora del Hogar, esta le confirmó: “el trabajo es para usted”.

Realmente quienes conviven en esta casa han creado una verdadera familia, donde la condescendencia y el consuelo surgen con naturalidad e intensidad.

Patricia tiene 20 años tratando de reinventarse, “de cocinar cada día más sabroso, platos distintos y mucho orden; porque los abuelos son dignos de ser atendidos con amor, y eso es lo que ellos esperan.”

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“No es Necesario Sacar Cuentas, Solo Amor, Amor, Amor” Yves Cardoen

Hace 20 años, a comienzos del mes de noviembre, un grupo de señoras pertenecientes a la Pastoral de Ayuda Fraterna de la parroquia le pidieron a Yves Cardoen apoyo para levantar un hogar para ancianos. Ese fue el inicio de un milagro cuya repercusión sigue viva y trasciende los límites de Chépica, pintoresca localidad ubicada en el interior del valle de Colchagua.

La solicitud era muy puntual: querían disponer de una pieza para acoger y albergar a unos pocos abuelitos.

A don Yves la idea se le “clavó en el corazón”. Hombre de fe y preocupado por la dignificación de los ancianos, su prime-

ra decisión fue encomendarse a la Virgen. La inspiración fue instantánea; se recordó de la existencia de Fundación Las Rosas y al mismo tiempo que el antiguo Hotel de Chépica estaba en venta.

“La edificación de estilo colonial, como las que le gustaban al padre Correa, estaba hecha un desastre y requería inversión para remodelarla”, recuerda.

Las señoras quedaron horrorizadas con el precio del Hotel, 25 millones de pesos, pero siendo Nuestra Señora la gerente de la Fundación, el monto se reunió. Y es que para este gran gestor de lo que hoy se conoce como “la gran Obra de Chépica”, “para ejercer la caridad no es necesario sacar cuentas, solo amor, amor, amor...”

“Me puse en contacto con la Fundación un día jueves, y el lunes siguiente el padre Correa estaba en Chépica. Como una señal de la Providencia, comenzamos a pedir colaboraciones justo iniciando el Mes de María”.

Don Yves rememora la espontánea sinceridad del padre Sergio en aquellos momentos: “Mira rucio, yo voy a plantear el proyecto al directorio, pero real no hay, lo tienes que conseguir tú”. Y entre rodeos, carreras a la chilena, festivales y donaciones que comprometieron al pueblo entero, se logró la meta. Sin duda Dios lo quería.

Y tal como sucede con las obras que Dios quiere, la historia del Hogar de Chépica está llena de pequeñas anécdotas.

Unos de los donantes fue el párroco de Auquinco, sacerdote holandés que estaba a punto de volver a su patria para ingresar a un asilo y pasar allí los últimos días de su vida.

Cuenta Yves que se lanzó a pedirle “que donara sus ahorros para el proyecto”; y su respuesta fue positiva…

El 15 de agosto de 1996, día de la Asunción de la Virgen, con el padre Sergio Correa presidiendo la Santa Misa, se

inauguró el Hogar de los Sagrados Corazones de Jesús y María de Chépica.

Esta gesta tendría un desarrollo inesperado con el terremoto de 2010. La casa quedó destrozada, incluso dos residentes fallecieron.

“El terremoto me golpeó mucho” comenta, afirmando la necesidad de abandonarse en las manos de la Providencia.

“Todo se hizo a puro pulso” y sin duda esta dura prueba solo podría dar buenos frutos, después de la ofrenda de dos abuelos.

El nuevo Hogar tuvo un aporte sustancial del Gobierno Regional y pasó de albergar 60 residentes a 90, con excelentes instalaciones llenas de luz y comodidades que alegran y hacen más digna la vida de sus habitantes. Fue reinaugurado el 4 de noviembre de 2014.

En Medio de la Prueba, Renace la Esperanza

El Hogar ubicado en Chépica dedicado a los Sagrados Corazones de Jesús y María resultó gravemente dañado tras el terremoto del 27 de febrero de 2010. Imposible de habitar, obliga al traslado de sus moradores hasta las dependencias del internado municipal de la comuna, gracias a la generosidad de la alcaldesa Rebeca Cofré.

La reconstrucción del establecimiento emplazado en la zona de conservación histórica se extendió por 4 años, siendo posible gracias a los aportes de la comuna de Chépica y el Gobierno Regional.

El nuevo Hogar, que conserva su sello colonial, esencia y arquitectura, pero a la vez gozando de instalaciones modernas, provistas de tecnologías apropiadas a las necesidades de sus ocupantes, ha permitido que los residentes vuelvan a sentirse acogidos como en su propia casa.

La comunidad pudo demostrar en este trance la fuerza de la unidad en torno a Fundación Las Rosas, comprometiéndose con la reconstrucción del Hogar que actualmente acoge a 90 personas. Las obras fueron guiadas e impulsadas por Ives Cardoen, su actual padrino.

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Aporte del Fondo del Gobierno Regional de O´Higgins para la reconstrucción y equipamiento del Hogar de Chépica : $1.800.000

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Vida Consagrada: Gratitud, Pasión, Esperanza Como sucede en todos los Hogares de Fundación Las Rosas, los ubicados en su Casa Central en la comuna de Independencia, están impregnados por la presencia llena de vigor y a la vez discreta una de las doce congregaciones que hacen vida en la institución, en este caso las Siervas del Plan de Dios.

Estas religiosas de los más diversos carismas viven el presente con pasión. Se percibe que se nutren de un modelo sin igual, la Santísima Virgen, viviendo armoniosamente una intensa vida sacramental y a la vez, vigorosamente activa, disponiéndose a un servicio pleno en favor de sus queridos ancianos.

Alegría, esperanza, consuelo es lo que desborda de estas siervas del Señor en su contacto diario y fructífero con todos y cada uno de los residentes.

Incansables, se despliegan en todo lugar que las necesite, multiplicándose sin negarse a ninguna solicitud, lo que logran colocando como fundamento de sus vidas al Señor Jesús.

Religiosas · 114 ·

Han aprendido que el dolor es el maestro que enseña a consolar, a disponerse siempre con afecto.

En Fundación Las Rosas la misericordia no es una actitud opcional. Como antes ya dijimos, saber colocarse en el lugar del que sufre resulta indispensable para poder consolarlo y levantarlo de su postración, tal como nos enseña San Gregorio Magno: “No levanta al caído sino el que por compasión se inclina del estado de firmeza, bajándose a levantarle”.

Pero el acompañamiento no es ofrecido sólo a los residentes. Entendemos mejor ahora la enorme perspectiva que representa tener a cargo de los hogares a religiosas que se consumen en la caridad. Las religiosas sostienen también en la unidad del espíritu de la Fundación a profesionales, auxiliares y voluntarios, entendiendo que consolar también al que trabaja significa permanecer junto a él en su fatiga y compartir la carga, recordando en este contexto el celo apostólico de San Pablo: “Me hice todo para todos para salvarlos a todos” (1 Cor 9,23).

Vivaceta · 115 ·

“Donde Hay Religiosos Hay Alegría” ¿Qué se espera de este Año de la Vida Consagrada?

“Estamos llamados a experimentar y demostrar que Dios es capaz de colmar nuestros corazones y hacernos felices, sin necesidad de buscar nuestra felicidad en otro lado; que la auténtica fraternidad vivida en nuestras comunidades alimenta nuestra alegría; que nuestra entrega total al servicio de la Iglesia, las familias, los jóvenes, los ancianos, los pobres, nos realiza como personas y da plenitud a nuestra vida” Carta Apostólica a todos los consagrados con ocasión del Año de la Vida Consagrada, S.S.Francisco, 21 de noviembre de 2014

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Religiosas · 118 ·

Desde México, una Señal Providencial Asistía Ives Cardoen a la celebración de la santa Misa en un pueblito de México junto a su esposa y percibió la presencia de algunas religiosas. De intuición inspirada, le comentó: “seguro que se dedican al cuidado de los ancianos”. Se acercó a ellas sin perder un momento, y se enteró que servían en el hospital de Caridad en San Miguel de Las Casas. Acto seguido puso en contacto al padre Sergio con la Madre Juanita, por entonces la Provincial de la congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción, y el resto forma ya parte de la historia.

Como sucede en todos los Hogares, viendo a las religiosas entregarse con robusta alegría y plenitud a su abnegada misión de caridad, plantando sonrisas y reparando los corazones en la gracia del Señor, entendemos que la atención y el cuidado pastoral a los enfermos es una señal concreta de la ternura de Dios con los que sufren.

Chépica · 119 ·

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Testimonio

SERVIDORES

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JOSEFINA GARCÍA HUIDOBRO es kinesióloga, a camino de cumplir su segundo año trabajando en Fundación Las Rosas.

Marcó su vida la experiencia que vivió cursando el último año en la universidad. Durante ese tiempo compartió mucho con su abuelo y pudo percibir los padecimientos y sobre todo la necesidad de afecto que se descubre cotidianamente en las personas mayores. Siempre le impresionó la forma como los ancianos se entregan al Señor en sus últimos momentos de vida.

Comenzó a trabajar en Santiago con la Fundación y después de un año, con ocasión del traslado de su esposo médico, terminó trabajando en el Hogar de Chépica totalmente renovado, correspondiéndole justamente la fusión de ese hogar con el de Peralillo.

Josefina se encanta con las enseñanzas, las historias y anécdotas que comparten los abuelos, en quienes reconoce una especial capacidad para la donación de sí mismos. A pesar de que en Chépica las familias están más presentes, le embarga el dolor que produce el abandono, y que angustia a no pocos.

pequeños detalles en los que se evidenciara que los toman en cuenta.

Que su dedicación es por vocación, no hay duda: “Trabajar para adultos mayores que necesitan tanto cuidado y cariño es la razón por la cual viajo todos los días una hora hasta llegar al Hogar. Esto me hace feliz. Al hacer un balance siento que termino el día plena, contenta y así fluyen ideas y proyectos, lo que me confirma en mi vocación”.

“Me gustaría hacer una invitación”, culmina, “a los jóvenes que procuran el éxito y el dinero como prioridades. Hay otra forma de ser enormemente dichoso: sirviendo. Es lo que he aprendido en Fundación Las Rosas”.

El día se va consumiendo veloz. El haber compartido con estas personas en el otoño de la vida nos permite reafirmar que el tiempo es un gran maestro, y que la ancianidad es una época privilegiada impregnada de sabiduría nutrida por la experiencia.

“Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato”, nos recuerda el Salmo. (Sal 90,12)

Profesionalmente le encantaría que ellos se sintieran más integrados a la sociedad, con

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Voluntariado Cristo que Sirve a Cristo en el Abuelo: Una llamada a salir de nosotros mismos

El origen del Voluntariado de Fundación Las Rosas se remonta al año 1985, pero es solo cinco años después cuando se constituyen las Damas de Blanco dedicadas al acompañamiento espiritual de las personas mayores.

Posteriormente se creó el Área de Voluntariado que abarca otras instancias, tales como: padrinos y madrinas de hogar, colegios, educación superior, empresas e instituciones, comunidades de vida y movimientos, personas particulares, profesionales de salud y seniors.

Un voluntario mira las miserias y necesidades de los hermanos y las toca con sus propias manos; se hace cargo de ellas, se conmueve y las alivia.

No procura sólo una buena acción, sino la transformación de cada ser y de la sociedad en su conjunto.

Significa también una entrega apasionada, alegre y sencilla, con el propósito de atender las necesidades más variadas: corporales, emocionales, mentales y cognitivas.

Ser voluntario en Fundación Las Rosas es un regalo, cuyo signo distintivo es ser un “Cristo que sirve a Cristo en el abuelo”.

“El «sí» a un compromiso de voluntariado y solidaridad es una decisión que nos hace libres y nos abre a las necesidades de los demás” S.S. Benedicto XVI

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VĂ­speras de Navidad

23 de diciembre; se acerca la Navidad y las Damas de Blanco acuden sin demora a preparar la merienda para los abuelos. Es una sorpresa a la cual ellos responden con un afecto comunicativo, coronado por la mĂşsica y el jolgorio que aportan las inquietas voluntarias. Brotan, ciertamente, los recuerdos de la niĂąez lejana.

Antes de la esperada merienda, una concurrida y devota asistencia prepara sus corazones en la Santa Misa.

Procedente de la antigua Yugoslavia, AUGUSTO JOVANOVICH es un pintoresco gitano de 75 años. Ingresó al Hogar de Peralillo hace 4 años y recuerda con los ojos llorosos el fallecimiento de su esposa. “Yo tenía mi casa, mi carro… extraño a mi mujer…” se lamenta, y en su aflicción se vislumbra ese misterio tan propio del gitano.

“Nunca, mi señor, me imaginé estar aquí, porque yo tengo más de 20 sobrinos, una familia grande. Hoy nadie me viene a ver… yo soy hijo de Dios, hace 20 años que creo en Dios desde que falleció mi mamá”, expresa sobreponiendo ideas que brotan velozmente de su corazón inquieto.

Se percibe que es un momento de desahogo, el que aprovecha para traslucir la intimidad de su espíritu. Brota en seguida una dulzura que perfecciona el dolor, y comenta que está muy contento, que lo quieren, que no lo tratan como un desecho y que ello lo hace sentir muy bien. Concluye categórico el encuentro pleno de emotividad: “Vivo no me sacan de aquí, voy a estar hasta que me muera…”

Testimonio

residentes

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Testimonio

SERVIDORES

Auxiliar general con 20 años de servicio, ANA ROSA VIDAL CORNEJO asume con calidez que los abuelos forman parte de su familia.

Lo que más le conmueve es verlos partir abandonados por sus seres queridos.

Recuerda que siempre, al llegar de sus merecidas vacaciones, los residentes la reciben con una alegría desbordante y ese gesto alimenta su firme propósito de hacerles la vida

más agradable. Ana Rosa da testimonio sobre cómo aquellos mismos a quien ayuda la han evangelizado. Dios nunca deja de sorprendernos.

“Esto es una vocación”, confiesa, “implica darse por entero y hacerlos tu familia y por eso estoy agradecida de Dios. Yo le digo a todo el mundo: póngase la mano en el corazón, ayuden a la Fundación.”

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Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas; ahora, en la vejez y las canas, no me abandones, Dios mío, hasta que describa tu brazo a la nueva generación, tus proezas y tus victorias excelsas, las hazañas que realizaste: Dios mío, ¿quién como tú?

Salmo 70

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Alzheimer: “Nos Entendemos”

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“La Cruz

de Cristo invita a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña así a mirar siempre al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda” S.S. Francisco, Vía Crucis con los jóvenes, Río de Janeiro, 26 de julio de 2013

“Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana” (S.S. Benedicto XVI, Carta Encíclica Spe Salvi 38)

Ver con el Corazón La medicina ha logrado en el último siglo un avance espectacular. Buena prueba de ello es el descenso sostenido de la mortalidad en Chile desde la década de los 40.

Hoy, 1 de cada 9 personas en el mundo tiene 60 años o más. Las proyecciones para el año 2050 acentúa la relación contundentemente: 1 de cada 5 personas tendrá más de 60 años. La población envejece de modo gradual pero inexorable.

En ese contexto resulta imprescindible considerar que el desarrollo de una sociedad y de la cultura que la impregna se refleja mucho más en la manera como ésta se relaciona con los más débiles, desamparados y enfermos, antes que en sus índices económicos. A la luz del rico magisterio de la Iglesia Católica, podemos expresar con seguridad que una sociedad incapaz de identificarse con los más frágiles, ha perdido el rumbo.

Por ello la enfermedad del Alzheimer nos interpela profundamente, creando múltiples desafíos que nos impulsan a buscar otra mirada.

Fundación Las Rosas asumió el reto de mirar a partir del corazón; a transformar las llamadas del enfermo en una melodía, el servicio en una liturgia, el lecho en un santuario.

En Fundación Las Rosas se asume que la historia de cada persona con Alzheimer es un templo vivo, digno de ser conservado, cuidado y transmitido, con una espiritualidad propia de la fragilidad, que nos conecta con la experiencia de Cristo crucificado y nos enseña a ver con el corazón. · 140 ·

“El actual escenario demográfico y las proyecciones de envejecimiento de nuestra población, sumado a la alta prevalencia de las demencias, establecen que esta situación de salud sea un problema mayor de salud pública y nos desafíe a proponer soluciones ante el impacto que la demencia tiene en la persona, su familia, y la sociedad en general” (Demencia, un tema urgente para Chile – Rev Chil Salud Pública 2013; Vol 17 (1):22-25)

“Ninguna aflicción es capaz de borrar la impronta divina grabada en lo más profundo del hombre. Y no solo: desde que el Hijo de Dios quiso abrazar libremente el dolor y la muerte, la imagen de Dios se nos ofrece también en el rostro de quien padece. Esta especial predilección del Señor por el que sufre nos lleva a mirar al otro con ojos limpios, para darle, además de las cosas externas que precisa, la mirada de amor que necesita” (Encuentro de S.S. Benedicto XVI con enfermos y discapacitados de la Fundación Instituto San José, JMJ, Madrid, 20 agosto de 2011)

“Los Cuidamos Para Siempre”

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que

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podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios 2Cor 1,3-4

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Acariciar las Manos, Abrazar el Dolor El trastorno que se inicia por lo general de manera insidiosa y lenta, evoluciona progresivamente a manera de un ladrón de memoria que día a día va sumiendo al paciente en una tremenda oscuridad, robándole progresivamente sus capacidades mentales.

Estremece el contacto con esta realidad, la cual impone un auténtico diálogo del espíritu con los aquejados de Alzheimer y otras demencias. Religiosas, voluntarios, profesionales y asistentes se multiplican con la firme certeza de que cada ser humano, hasta el desposeído de ciertas facultades genuinamente humanas, no solo no ha perdido su dignidad, sino que continúa expresándola de manera trascendente.

A medida que pasan los días descubrimos en estos servidores actitudes que llevan impresas los “rasgos de alma” de Fundación Las Rosas: compasión, compromiso, presencia activa que no rehúye la falta de palabra ni teme la ocasional agresividad, y una hospitalidad que acentúa el encuentro.

Conmueve percibir el misterio del ser humano, constatar que la mirada de estos abuelos puede estar llena de contenido, intangible pero real. Desvanecida la memoria, luce todavía en ellos su historia y sobre todo la capacidad de apreciar el afecto.

En sus ojos logramos entender que este es justo el tiempo de acariciar sus manos y abrazar con ellos el dolor.

Tiempo, en fin, de preparar el encuentro con el Creador.

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Alzheimer en Cifras En el Chile de hoy, la población de 65 o más años es aproximadamente el 10%; para el 2030 se estima que será de 16,9 %.1 La prevalencia es de 5% a 8% de los individuos entre 65-70 años, pero se duplica a partir de los 65 años siendo de 15% a 20% en los mayores de 75 años y de 25% a 50% en los mayores de 85 años. 2 El año 2010 la enfermedad de Alzheimer y otras demencias afectaron a cerca de 30 millones de personas en todo el mundo. Para el 2050 se estima que afectarán a 115 millones de personas.3 1

El aumento global entre 1990 y 2010 fue del 526%.

4

En nuestro país, el Alzheimer es la causa de muerte que ha tenido una mayor alza en los últimos 20 años. El costo asociado a la enfermedad durante el 2010 fue de 604.000 millones de dólares, equivalente al PIB de Suiza. 5 En el 2025 habrá en Chile igual número de jóvenes menores de 15 años que adultos mayores debido al envejecimiento de la población. 6

INE Chile

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Kukull and Ganguli 2000; Ritchie and Lovestone 2002 3

Wimo and Prince 2010

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Universidad de Washington, IHME – Primer estudio Global de Carga de Enfermedades GBD 2010 5

Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias en Chile. Propuesta de un Plan Nacional de Alzheimer y otras Demencias. Coprad – SONEPSYN) 6

INE Chile

“También ellos lucharon por una vida digna, recorriendo nuestras mismas calles y viviendo en nuestras casas.

Tengamos bien presente que donde los ancianos no son

respetados, los jóvenes no tienen futuro” S.S. Francisco, Audiencia General, 4 de marzo 2015

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Acogemos a los que nada tienen, a nadie tienen, a los más desvalidos y enfermos.

Por cada residente que ingresa a Fundación Las Rosas, es necesario mendigar para él, aproximadamente $250.000 pesos mensuales.

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Una Experiencia Imponente Que Nos Convida A Darnos Con Alegria, Al Estilo De Jesús

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“Al dar mi último saludo de Navidad”… Así comenzaba el postrero mensaje de San Alberto Hurtado, escrito cuatro días antes de su muerte, preparándose para “partir, volviendo a mi Padre Dios”. En esos momentos cruciales en que la atención se orienta a lo trascendente, recordó con especial afecto y cariño a

los ancianos que siempre estuvieron presentes en lo más hondo de su corazón: “Para ellos quisiéramos que la tarde de sus vidas sea menos dura y triste. ¿No habrá corazones generosos que nos ayuden a realizar este anhelo?”

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Páginas escogidas de San Alberto Hurtado, Un fuego que enciende otros fuegos, PUC, Centro de Estudios San Alberto Hurtado, 2009

Crecimiento Sostenido; Un Llamado a la Generosidad Sin duda muchos corazones generosos han sustentado esta obra cuya dimensión se pulsa en los 34 hogares que desde Coquimbo a la región de Los Ríos acoge cerca de 2.300 residentes.

Sin embargo, al percibir las necesidades de crecimiento de una institución que tiene una lista de espera de 1.200 adultos mayores a nivel nacional, 90% de ellos con dependencia severa y una importante condición de demencia, es necesario que nos interpelemos.

34 hogares que desde Coquimbo a la región de Los Ríos acogen cerca de 2.300 residentes · 154 ·

Lista de espera de 1.200 adultos mayores a nivel nacional ¡ 155 ¡

Recientemente el Comité Permanente Conferencia Episcopal emitió un lúcido documento en el que nos inquiere con una pregunta “abierta y silenciosa que recorre las venas de nuestra patria” II:

57% Mujeres

43% Hombres Edad promedio 81 años 100 años

0 años

II

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“¿Qué ha sucedido para que se haya resquebrajado el tejido social y debilitado la confianza en nuestra manera de convivir como nación?”, convidándonos a una profunda conversión social que supone “encontrarnos con la persona de Jesucristo y dejarnos maravillar por su manera de sentir, vivir y actuar”.

Nuestros ancianos representan una riqueza humana y espiritual tan sensible, que pueden contribuir a humanizar nuestra sociedad, a trascender, a recuperar el sentido de la vida.

Convivencia en Chile: Desafío ético y respeto a nuestra dignidad: Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, Santiago, 05 05 2015

Niveles de Dependencia 2011

64 %

2015

De un total

2.300

96 % Dependencia moderada a leve

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Dependencia severa o total

43%

53%

residentes

Autovalentes Dependencia psíquica

40% De los tipos de demencia, la principal es el Alzheimer

Autovalentes Persona mayor independiente en sus actividades básicas de la vida diaria *.

Dependencia moderada a leve Personas mayores que requieren asistencia siempre o la mayoría de las veces para realizar 2 a 5 actividades básicas de la vida diaria.

Dependencia severa o total Personas mayores que requieren siempre asistencia para realizar todas sus actividades de la vida diaria básicas. Esta clasificación, incluye aquellas personas que cursan una demencia establecida en cualquiera de sus etapas. *Actividades de la vida diaria tales como: vestirse, comer, ir al baño, mantener su continencia, levantarse y acostarse de la cama, bañarse en forma independiente. · 157 ·

“El abandono es la enfermedad más grave de los ancianos, y también la mayor injusticia que puedan sufrir:

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aquellos que nos han ayudado a crecer no deben ser abandonados cuando necesitan de nuestra ayuda, de nuestro amor y de nuestra ternura�

S.S. Francisco: Audiencia a los miembros de la Academia para la vida tras su encuentro sobre la asistencia a las personas mayores, 05 marzo 2015

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“Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca de un agonizante es rezada esta Coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable Misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi Misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo” (Diario, 811) “Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.” (Diario, 1541) (Del Diario de Santa Faustina Kowalska)

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Ingresos: (Promedio mensual por residente)

Pensión: $125.000 Prestaciones de salud: $80.000 Subvenciones del Estado por razón de pobreza: $95.000 Total Ingresos: $300.000

cada abuelo que ingresa a Fundación Las Rosas se debe mendigar para él aproximadamente $250.000

Por

Cada residente necesita 25 Amigos que hagan un aporte mensual de $10.000

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“Toda la vida cristiana es como una gran peregrinación hacia la casa del Padre, del que se descubre cada día el amor incondicionado a toda criatura humana” Juan Pablo II, Carta apostólica Tertio millennio adveniente, 49, 10 noviembre 1994 · 164 ·

Mateo 25, 31-41

«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.

Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.

Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.”

Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?”

Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.»

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La Fundación entrega más de

12.500 raciones diarias de comida

456.000 raciones mensuales Costo mensual por residente $60.000 · 166 ·

1.600 en cuatro turnos, atendiendo las 24 horas del día

Dotación Cuidadoras:

Cuidados de los Residentes La reglamentación vigente (MINSAL) exige: • Una cuidadora directa por cada 20 residentes autovalentes.

• Una cuidadora directa por cada 7 residentes dependientes severos.

• Una cuidadora directa por cada 3 residentes que presenten algún tipo de demencia.

De los residentes de la Fundación ocupa pañales

60%

1.580 residentes con incontinencia utilizan 5 pañales diarios Total: 7.900 pañales diarios; 237.000 pañales mensuales Costo mensual por residente: $37.000 · 167 ·

Costo directo

mensual promedio por residente $560.000

Salud 266 profesionales de la salud: médicos, enfermeras, nutricionistas, kinesiólogos, psiquiatras y terapeutas ocupacionales

19.000 prestaciones médicas mensuales Costo mensual por residente: $72.000 · 168 ·

Tocar la Miseria Humana; Dar con Alegría La experiencia imponente que ofrece Fundación Las Rosas nos convida a darnos con alegría al estilo de Jesús y a descubrir en la necesidad del otro, de nuestros queridos ancianos, una forma de recomponer nuestra identidad cristiana y confortar así, el alma de Chile.

No dudamos que sea el momento preciso de hacernos una reflexión que nos estremezca : III “¿Toco la miseria humana, la carne sufriente de los demás?” ¡Cuántas llagas esperan el momento en que nos acerquemos sin temor a contagiarnos, experimentando así la alegría de darse, a una generosidad que solo conozca los dilatados límites del amor!

A eso les urgimos al colocar el punto final de este libro, que anhela mostrar la dimensión de una obra conducida con pasión, en la que “Cristo cuida a Cristo”.

Ahora es el momento de ofrecernos, de poner a prueba nuestra generosidad.

III

Papa Francisco, Exhortación apostólica Evangelii gaudium, No 270, 24 de noviembre de 2013

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Hogar IV Región · Hogar La Visitación de María (Nº14) / Capacidad: 98 residentes de ambos sexos.

Ubicación: Av. Cuatro Esquinas 523, El Milagro, La Serena.

Hogares V Región · Hogar San Alberto Hurtado (N°22) / Capacidad: 87 residentes de ambos sexos.

Ubicación: Vicuña Mackenna 18, comuna de Quillota, V región. · Hogar María Inmaculada (N°26) / Capacidad: 76 personas de ambos sexos.

Ubicación: Inés Parada Nº 111, comuna de Casablanca, V región.

· Hogar Nuestra Señora del Carmen (N°34) / Capacidad: 67 ancianos de ambos sexos.

Ubicación: Pedro Félix Vicuña 206, comuna de Nogales, V región. · Hogar Nuestra Señora del Rosario (N°37) / Capacidad: 48 ancianos de ambos sexos.

Ubicación: Pasaje Corvi 125, comuna de Puchuncaví, V región.

98

IV

295

V

Hogares Región Metropolitana

1.170

RM

· Hogar Nuestra Señora de la Merced (N°1) / Capacidad: 63 señoras.

Ubicación: Colón 2046, Independencia, Santiago.

90

· Hogar Nuestra Señora de las Rosas (N°3) / Capacidad: 66 señoras.

Ubicación: Vivaceta 571, Independencia, Santiago.

VI

· Hogar Santísima Trinidad / Capacidad: 98 señoras.

Ubicación: San Francisco 1778, Santiago Centro. · Hogar Nuestra Señora de la Paz (N°5) / Capacidad: 76 personas de ambos sexos.

Ubicación: Pedro Torres Nº 831, Ñuñoa, Santiago.

VII

· Hogar María Auxiliadora (N°6) / Capacidad: 78 hombres.

Ubicación: Arturo Prat 1003, Lampa, Región Metropolitana. · Hogar Juan Pablo I (N°7) / Capacidad: 75 hombres.

Ubicación: Vivaceta 571, Independencia, Santiago.

VIII

· Hogar Santa Ana (N°9) / Capacidad: 55 señoras.

Ubicación: Ejército 661, Santiago. · Hogar Jesús Crucificado (N°12) / Capacidad: 56 personas ambos sexos.

Ubicación: Victoriano 480, Independencia, Santiago. · Hogar Cardenal José María Caro (N°20) / Capacidad: 46 personas de ambos sexos.

Ubicación: Las Gardenias 9613, La Florida, Santiago. · Hogar San Carlos (N°21) / Capacidad: 117 señoras.

Ubicación: María Graham 527, Recoleta, Santiago.

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· Hogar San José de Melipilla (N°23) / Capacidad: 90 personas de ambos sexos.

Ubicación: Tacna 1468, Melipilla, Región Metropolitana.

102

XIV

264 157

· Hogar Nuestra Señora de Las Mercedes (N°24) / Capacidad: 36 personas de ambos sexos.

Ubicación: Balmaceda 1200, La Islita, Región Metropolitana.

· Hogar María Madre de Dios (N°25) / Capacidad: 47 personas de ambos sexos.

Ubicación: Uno Sur 921, El Bosque, Santiago.

· Hogar Nuestra Señora de Guadalupe (N°28) / Capacidad: 110 personas de ambos sexos.

Ubicación: Coronel Agustín López de Alcázar 238, Independencia, Santiago.

· Hogar La Asunción de María (N°30) / Capacidad: 45 ancianos de ambos sexos.

Ubicación: Calle Divino Maestro 7369, Cerrillos, Santiago.

· Hogar Madre de la Divina Providencia (N°35) / Capacidad: 25 ancianos.

Ubicación: Vivaceta 571, Independencia, Santiago.

· Hogar Corazón de Jesús (N°38) / Capacidad: 35 abuelos de ambos sexos.

Ubicación: Manuel Rodríguez 969, Isla de Maipo, Región Metropolitana.

· Hogar Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael (N°40) / Capacidad: 52 abuelos de ambos sexos.

Ubicación: Camino El Volcán 27016, Melocotón, Región Metropolitana.

Hogares VI región · Hogar Sagrados Corazones de Jesús y María (N°18) Chépica / Capacidad: 90 personas de ambos sexos.

Ubicación: Calle 18 de septiembre S/N esquina, Chépica.

Hogares VII región

· Hogar Madre del Buen Consejo (Nº15) Talca / Capacidad: 102 abuelos de ambos sexos.

Ubicación: 18 Norte con 81/2 Oriente B 2815, Barrio Las Américas 11, Talca.

· Hogar María Olga Tuñón de Barriga (N°27) / Capacidad: 72 personas de ambos sexos.

Ubicación: Población Prudencio Lozano s/n, Los Niches, Curicó.

· Hogar Sagrado Corazón de Jesús de Linares (N°17) / Capacidad: 90 ancianos de ambos sexos.

Ubicación: General Barbosa 1145, Linares.

2.176

Hogares VIII región

· Hogar Madre Teresa de Calcuta (N°29) / Capacidad: 80 adultos mayores de ambos sexos.

Ubicación: Manuel Barros Borgoño 3510 (Las Salinas), Talcahuano, VIII región.

· Hogar Juan Pablo II (N°39) / Capacidad: 77 ancianos de ambos sexos.

Ubicación: Los Notros 40, Arauco, VIII región.

adultos mayores

en

30 Hogares

Hogar XIV Región · Hogar Padre Pío (N°19) / Capacidad: 102 adultos mayores de ambos sexos.

Ubicación: Manuel Bulnes 591, Valdivia. · 173 ·