Nuestra facultad, la tuya, la mía, la de él/ella. ¿Conflicto en el Consejo o bacterias antidemocráticas? Los hechos, la visión de un estudiante Como sabrás el jueves 12 del corriente mes, se llevó a cabo ¨ la toma ¨ del Consejo Directivo de nuestra facultad: Medicina. Ese jueves, desde la mañana, más de 60 estudiantes se vieron en la necesidad de oponerse a la sesión que iba a llevar adelante el Consejo Directivo de Medicina en la que se proponía aprobar un conjunto de reformas al reglamento del Consejo. Estas reformas pondrían en riesgo las garantías democráticas mínimas, sobre todo la igualdad de representación y la voz de los/as estudiantes que no estamos representados/as en una banca del Consejo, además este nuevo reglamento desconocería el Estatuto Universitario de la UBA. Estatuto que de por sí, es poco de democrático, por ejemplo:
En la facu somos 25.000 ESTUDIANTES y tenemos sólo 4 representantes
¿No estaremos subrepresentados?
Los DOCENTES siendo alrededor de 9.000, (sólo están habilitados para elegir a sus representantes unos tienen 8 representantes en el Consejo.
100)
Por ello creemos que el Estatuto Universitario debe ser perfeccionado, aumentando la representación estudiantil, para que se profundicen las formas democráticas y no retroceder hacia instancias donde, sólo un grupete de profesores/as decida sobre nuestros hombros.
Las propuestas antidemocráticas que proponen: 9 Que las sesiones del Consejo se realicen a puertas cerradas – ¿Cómo si escondieran algo no? 9 Aumentar el número de profesores que integran las comisiones de trabajo del Consejo – Quieren ser mayoría absoluta en todas las comisiones, en detrimento de las representaciones de estudiantes y graduados/as. Claramente no les interesamos.
9 Poder votar sesiones por mayoría simple (la mitad mas uno), ya que de otra manera, como rige en el estatuto universitario, debe haber acuerdo entre 2/3 de los integrantes - Quieren decidir ellos, porque de hecho son mayoría (8 Prof. Vs. 4 estud.) Te dejamos el link de nuestro blog para que corrobores el documento sacado con otras agrupaciones estudiantilesprofesores- graduados y no docentes- sobre las modificaciones antidemocráticas del estatuto. Aquellos estudiantes que creemos que la facultad es de todos/as los/as que la sostenemos día a día, en nuestras actividades, en nuestras cursadas, en los hospitales, que somos la vida misma de la facultad. Y que, por lo tanto, no es propiedad de un grupo reducido, no representativo, de profesores/as y graduados/as que, antidemocráticamente, proponen dejarnos sin los reducidos derechos y espacios de participación que tenemos. Derechos y espacios que en su tiempo tanto costaron obtener en la universidad; tratamos de expresar nuestro desacuerdo, diciéndoles que esas medidas que van a sesionar no reflejan nuestra realidad como estudiantes. Volviendo a los hechos….Los actos de violencia claramente no partieron de los estudiantes sino que se expresaron en un policía que intentó sacar a empujones a algunos/as estudiantes, que pegó a otros y que amenazó con sacar su arma si no se retiraban. Los/as estudiantes fuimos a expresar nuestra voz ante una situación crítica. Donde se ponía en riesgo el respeto por la democracia y la participación. Por ello nos preguntamos ¿Quiénes
son los violentos?
¿Los estudiantes que justamente reclaman que no se dicten leyes que nos perjudiquen y desarmen los derechos democráticos? O ¿el grupete de añejos profesores y graduados/as consejeros/as que intentan manejar como títeres los derechos y garantías democráticas de los/as estudiantes, profesores/as, graduados/as y no docentes que queremos una facultad democrática? La repuesta, te la dejamos a vos.
Vos y yo estudiantes-anticuerpos democráticos y ellos bacterias antidemocráticas. Indudablemente a este sector de profesores/as, graduados/as y al decano no les interesa garantizar las formas democráticas y si bien no ¨ toman ¨ físicamente el Consejo sí toman su poder político basado en sus bancas legislativas y ejecutivas, también basado en secreciones de: toxinas antidemocráticas (persiguiendo a profesores/as amenazándolos/as con sacarlos/as de los cargos lo cual implicaría que perdieran sus trabajos ) y FVI (factores violentos de imposición) de reglamentaciones antidemocráticas a espaldas de la comunidad educativa. Aunque puede que desde el discurso nos digan que si podemos seguir participando… “Todos somos iguales pero algunos más que otros” (G. Orwell, “Rebelión en la granja”)… Nos invitan a jugar, pero son los dueños de la pelota, ponen las reglas, delimitan la cancha y cuentan los goles… La realidad es que estas modificaciones antidemocráticas las quieren hacer ahora, de forma urgente: ¿Por qué? Básicamente porque el año que viene -2010-con los resultados de las últimas elecciones, la distribución de los representantes de los claustros cambia, y al cambiar, el actual sector de PROFESORES MONÁRQUICOS perdería poder, con estas modificaciones reestructuran a su medida (léase sus intereses) el gobierno de nuestra facultad. Buscan perpetuarse en el poder, sesionar para sus intereses y que nadie cuestiones sus oscuros arreglos políticos y económicos. Tanto sea con gobiernos de turno como Macri (antecedente del acuerdo de las universidades privadas para ingreso irrestricto a los UDHs), como con las empresas multinacionales farmacológicas, entre otros. No hay un espíritu democrático, hay intolerancia y violencia institucional. Los FVI son conocidos, pero se necesita una buena cantidad de AEP (Anticuepos Específicos Participativos) y linfocitos DD-helpers (docentes democráticos que ayuden) para contrarrestarlos. Nosotros/as los/as estudiantes no les interesamos, somos un número y nuestra formación como futuros profesionales está atada a las sombrías decisiones de un puñado de no más de 10 entre profesores/as y graduados/as.
NO TODO LO QUE ES ORO BRILLA Por ello cuando alguna “NUEVA” agrupación que se jacta de estar integrada por “verdaderos estudiantes” y saca slogans cual propaganda de TELEVISIÓN (Prioricemos las coincidencias – BANCO SANTADERLA¡¡). Y de dudoso financiamiento para sus elecciones (investigados por la justicia). Y con antecedentes concretos de aplicar formas antidemocráticas en épocas de elecciones (como agredir a estudiantes de otras agrupaciones). Éstos, nuestros súper defensores de derechos e intereses estudiantiles, que repudian las formas de manifestarse en contra de decisiones no democráticas (que anulan la voz de los/as estudiantes, profesores/as, graduados/as y no docentes), que pretenden que la facultad sea un espacio donde lo que prime sea la democracia y la igualdad de voces y derechos. Acusan a sectores de trabajadores como los del subte que si bien nos afecta a muchos que usamos el transporte, tenemos que ser claros y entender que allí se juega la libertad de expresión y libre asociación sindical, no es cosa menor para cualquier trabajador,
como para cualquier estudiante poder elegir quien te representa. De hecho, muchos de nosotros estudiantes como vos trabajamos en Call Centers- administrativos- oficinas-despachos-de docentes etc. Donde por medidas como éstas o peor aún, por no existir derechos democráticos, ni siquiera podemos elegir representantes. Es como si a nosotros los estudiantes a la hora de la elección de centro de estudiantes nos obliguen a votar a una sola agrupación, y cuando lleguemos a elegir la boleta haya sólo una en el cuartito oscuro. ¿Eso es democracia? Diferenciemos las aguas, y seamos reales. Los trabajadores reclaman situaciones justas aún cuando nos afecte y tengamos presente que el fin no es perjudicar a los que viajamos si no el fin es que les permitan elegir a sus representantes. El fin es que se respeten las formas democráticas. Quienes comparan falsas analogías sensacionalistas al estilo Crónica TV no tienen nada para decir, su mensaje es vacío y sin propuestas, creen que la facultad se divide entre lo gratuito y lo pago, entre los estudiantes buenos y los malos, entre la gente que usa subte que es buena y los trabajadores que hacen paros son malos. Las situaciones son más complejas que una simplificación tan mediocre y vacía. Pero sin embargo explicamos nuestra visión. Pero claramente tienen la posición y una miope actitud al decir: ¿Que los que reclaman derechos no son estudiantes y perjudican el resto? ¿Qué los docentes que abogan por las formas democráticas que apoyaron a los estudiantes en esta situación crítica de parar este avance antidemocrático no quieren a nuestra facultad? ¿Que quienes queremos una facultad de todos y no de unos pocos, no somos estudiantes? ¿Qué quienes queremos democracia garantizada y no club de amigotes de profesores/as que deciden sobre nuestras carreras, no representamos a los/as estudiantes? Nuevamente la respuesta, es clara. Defender nuestros derechos como estudiantes nos dignifica y legitima más que nunca. Aquellos que critiquen negativamente defender derechos democráticos es claro que no son estudiantes (son virus que usando la trascriptasa reversa se nos meten en el ADN y dificultan nuestro papel de defensores de la inmunidad democrática,) y no defienden nuestra facultad y nuestro futuro como profesionales de la Salud.
De formas y derechos Podemos discutir las formas. Podremos poner a juicio si una toma es válida o no. Pero hay causas y efectos. No cabe duda que en estos acontecimientos quienes pusieron las formas violentas fueron los profesores/as y graduados/as antidemocráticos. Nada de esto hubiese sucedido si los profesores/as no hubiesen intentado anular el derecho a expresar diferencias, el derecho a participar en las decisiones que atañen a nuestra formación. Preguntémonos, ¿qué hubiese pasado si dichos profesores/as y el decano no hubiesen querido aprobar estos artículos? Claramente que este mail no existiría y estaríamos debatiendo cordialmente para trabajar por una facultad de toda la comunidad educativa. Pero acá estamos…. Y no es el cuento de quien apareció antes, el huevo o la gallina… acá las gallinas existen, tienen nombres propios (de profesores reaccionarios). Y fueron los que iniciaron este proceso antidemocrático. Existen responsabilidades y responsables. Ellos fueron quienes violentaron nuestros derechos, quienes desacreditaron nuestra voz, quienes por tener poder político lo utilizarían, sin que ningún estudiante se entere, para hacer de nuestro futuro lo que a ellos/as les pareciese justo y necesario. Eso no es democrático. Por ello, sin dudas que la situación de responsabilidad que les sopesa a dichos profesores/as, graduados/as y al decano, es indudable. El origen de la situación es evidente.
DERECHOS, DEBATES, CHARLAS Y PRAXIS Nosotros como estudiantes que pretendemos debatir, ser críticos y buscar una facultad democrática en su sentido más fuerte, creemos que s, hay que opinar, decidir y actuar ante estos sucesos que ponen en riesgo nuestro futuro, como médicos, enfermeros, radiólogos, kinesiólogos, nutricionistas, obstetras y demás carreras. Y creemos que los derechos de obtener una formación genuina es un derecho indiscutible, como lo es tener derecho a expresar nuestras necesidades e intereses en el Consejo Directivo (organismo legislativo y ejecutivo de la facultad). Aquí indudablemente los derechos son inviolables ya que la democracia los garantiza. Por lo que nunca habrá algo que pueda estar por encima de estos derechos. Por ello aquí no hay suma ni lucha de derechos. Sólo hay una amenaza a ellos. Pero sin embargo repudiar estas medidas en el Consejo para muchos es violento y perjudica a todos los estudiantes. Pero ante esta posición nos preguntamos: ¾ ¿Las decisiones políticas a espaldas de los estudiantes y que atentan contra la democracia y su garantía de representación no es violento? ¾ ¿No respetar la voz de los estudiantes, profesores, graduados, no docentes, de la comunidad educativa en general, no es violencia?
¾ ¿Acaso no es ¨ilegítimo¨ y anti-estatuario hacer sesiones a puertas cerradas como si fuese una reunión privada cuando las decisiones implican a toda la comunidad educativa? ¾ ¿No es ¨legítimo¨ reclamar los derechos de los/as estudiantes, nuestros intereses, lo que pensamos y queremos de nuestra formación universitaria? Estas y muchas preguntas más nos surgen cuando determinados grupos que avalan las formas antidemocráticas sacan afiches muy coloridos, sensacionalistas y dramáticos iguales a anuncios de los canales periodísticos amarillistas. Donde su mensaje nos dice: “NO RECLAMES TUS DERECHOS COMO ESTUDIANTE”. DEJA PASAR POR ALTO LOS ACTOS ANTI-DEMOCRATICOS. NO TE QUEJES SI EN UNA FACULTAD DE MÁS DE 30.000 INTEGRANTES DECIDEN 10 SUJETOS LOS FINES DE NUESTRO FUTURO.NO TE METAS. Sabiendo que en nuestro país la vuelta a la democracia costó mucha violencia. Este mensaje es mediocre, acomodaticio, avala las acciones antidemocráticas. Nos aleja de nuestro lugar de estudios. Nos dice que nos ocupemos sólo de estudiar y no debatamos sobre nuestro futuro como profesionales de la salud. Como verás, no estamos de acuerdo. Y lo expresamos democráticamente.
Nosotros…estudiantes alegres y rebeldes Nosotros decimos, juntémonos a hablar y compartir qué universidad queremos. Participemos para construir nuestro lugar de estudio. Participemos activamente, involucrémonos, pongamos el cuerpo. En una facultad donde hablar 5 minutos es un oasis en el mar de clases y libros. Volvamos a encontrarnos desde la necesidad de unir opiniones, compartir situaciones y hablar de la facultad que queremos. Construyamos una facultad democrática. Donde nuestra voz no sea un grito al vacío. Donde podamos expresar nuestros intereses y reclamos. (Parciales filtro, simultaneidades que no dejan avanzar en materias, mas disponibilidad horaria de cursada, condiciones de aula dignas etc.). Una facultad que refleje las necesidades sociales, del pueblo y de los sectores excluidos del sistema de salud. La facultad la hacemos todo/as, estudiantes, no docentes, docentes; la torta es de todo/as, entre todos/as la hacemos y entre todos/as la comemos… No nos interesa ocupar cargos, ni… Abiertamente queremos y nos sentimos con la capacidad de poder decidir sobre cómo y al servicio de quién ponemos lo que aprendemos. Por ello, intentamos defender nuestros derechos de estudiantes, intentamos defender los espacios democráticos. Nos juntamos, nos unimos, debatimos, compartimos opiniones y caminamos por una salud para todos/as.
Defendamos nuestros derechos de estudiantes. Queremos un Consejo democrático y representativo de la realidad de los estudiantes. Sin debate, unión y práctica no hay derechos.