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EDUARDO MOMEÑE LA VISIÓN FOTOGRÁFICA CAPÍTULOS 6, 7 Y 8


CAPÍTULO 6 Recordemos que un fotógrafo es alguien que utiliza la cámara para hablar de fotografía. Si una imagen carece de esa potencia, de esa fuerza que debemos saber reconocer, si no nos sorprende visualmente, si no nos mira lo que en ella está representado, si la luz de sus colores, de su blanco y negro, de su textura, no nos seducen, si no podemos guardarla en nuestro cajón de grandes obras, lo cierto es que no nos interesa demasiado, como fotógrafos. Las fotografías son visualización, composición, luz, color, texturas, opiniones, bellas artes, ideas, papeles baritados… La fotografía es también un flash directo que incomoda e incluso desorienta nuestra visión. Es importante que diferenciemos dónde hay un testimonio del mundo y dónde hay un testimonio de una mirada. Es la diferencia entre la acción de inventariar y la acción de obtener fotografías con finalidad estética. También nos puede ocurrir los mismo con el mundo que nuestras recién obtenidas imágenes: nos crea tanta fascinación el espectáculo que se nos ofrece a nosotros y a nuestra cámara, que podemos llegar a olvidar que la belleza del mundo no es la causa de una gran fotografía, nuestra tarea no es la de contemplar el mundo, sino la de obtener una buena fotografía, la de investigar lo que vemos en lugar de contemplarlo. La fotografía parte de que el mundo también está escrito en prosa. Nuestra máxima preocupación como fotógrafos debería ser la de plantear propuestas visuales, proponer nuevas imágenes. ¿Qué tipo de fotógrafos somos?. ¿de trípode y mentalidad de gran formato? ¿Cómo Diane Arbus, con una cámara de 6x6? ¿Cómo Sally Mann, como Richard Misrach, con una cámara de gran formato? ¿Somos fotógrafos de cámara ágil de 35mm, de digital compacta, de digital réflex, de 35mm, como Bernard Plossu? ¿Color o blanco y negro?. Hagamos un esfuerzo por no percibir el color como pigmentos sino como luz. Quien sabe fotografiar en color solamente ve luz… en color. El fotógrafo en blanco y negro, a que la luz sea la adecuada,. No existe un color bonito en fotografía, sino una bella luz en color, con él podemos expresar nuevas cosas que trascienden lo cromático u se integran en los dominios del lenguaje. La Visión Fotográfica no es, ciertamente, un curso sobre técnica, sino sobre el funcionamiento de nuestros ojos y nuestro cerebro tras una cámara. Un flash (intruso), el objetivo (y su distancia focal), el negativo (y su formato)… son parte esencial de nuestra visión fotográfica, como es el lenguaje de los rostros y de los cuerpos, la perspectiva del paisaje, nuestras intenciones, nuestras convicciones proyectadas sobre lo que fotografiamos, y probablemente el objeto de nuestra mirada, las proyecciones de la niebla. Seamos críticos y analistas de nuestras fotografías. Uno de los privilegios de ser fotógrafo es que podemos ver nuestras fotografías antes de hacerlas y sobre todo podemos ver lo que no queremos, lo que rechazamos. Sin proyecto no hay una meta, no hay mucho. La propuesta es que pasemos a la práctica de la fotografía de una manera muy consciente, muy comprometida. La trama


del proyecto es tan sólo a lo que aplicamos nuestro conocimiento, esto es, nuestro proyecto estético. No podemos sacar adelante un proyecto fotográfico, si no sabemos fotografiar. ¿Qué quiere decir saber fotografiar? Quiere decir que el proyecto del que es un proyecto exclusivamente estético, tan sólo nos interesa la manera en la que vamos a fotografiar aquello que vamos a fotografiar. A nuestra visión fotográfica no se le exige que revolucione la historia de la fotografía con un consiguiente antes y después a partir de nuestra obra, sino que elija una opción visual. Puede ocurrir que nuestras fotografías no sean mejores de lo que son porque no las hacemos con una finalidad concreta. Puede ser que la mejor manera de obtener nuestras mejores fotografías, sea la de quitarnos de encima todos los prejuicios, los malos hábitos adquiridos, imposiciones que hemos asumido, la necesidad del arte, La fotografía es un medio en principio rudo, no excesivamente simpático y que pide a gritos la realidad directa y frontal. La fotografía exige, que para obtener magia y poesía, el mundo esté escrito en cincel, en piedra. También sabemos elegir mejor y separar aquellas imágenes que en su día pudieron <<engañarnos>> y confundirnos, pero que ya no pueden hacerlo porque sabemos mucho más gracias a nuestra formación.

CAPÍTULO 7 Hacemos fotografías porque lo que queremos mostrar, expresar, comunicar, crear… no se puede decir de otra manera. Lo que buscamos es la obtención de imágenes fotográficas que nos entusiasmen, que miremos una y mil veces y no nos cansemos. Somos una parte de ese público que ha disfrutado con la exposición, con una auténtica realidad de hacer nuestras fotografías. Cuando las mostramos, normalmente nos encontramos con un público que busca algo más que un trozo de mundo. Lo que en realidad quieren ver es un trozo de lenguaje, el mundo filtrado, traducido por nuestra cámara, quieren ver fotografías, quieren ver qué opinamos sobre la creación fotográfica… en nuestras fotografías. No vemos la realidad sino tan sólo imágenes obtenidas de la realidad. Sombras de la realidad, huellas de la realidad, restos de la realidad, realidad intensificada por la visión. Es como si el fotógrafo fuese un médium entre lo que ha visto y lo que nosotros vemos. La fotografía también reclama ya algo más que buenas imágenes: Reclama un espacio donde ubicarse, donde plasmar su significado, una presentación, una presencia adecuada. No es válido que nuestras copias sean deficientes. No sea como tenía que haber sido, esté mal iluminada, mal expuesta, no es válido que no controlemos el oficio. Son finalmente los gestos los que determinan la validez. En la fotografía los gestos son nuestra visión, puesta en escena de nuestros conocimientos, nuestra experiencia, de nuestra inteligencia fotográfica. El gesto en la expresión lo es casi todo, porque es lo


primero que se ve, lo primero que delata o enaltece una imagen. El gesto es la imagen. Las fotografías se obtienen de dentro hacia afuera y no al revés; no fotografiamos cosas, sino que obtenemos fotografías a partir de las cosas, por lo que las fotografías son siempre la responsabilidad nuestra. No tendría sentido que lo que digamos con nuestra fotografía suene a ya oído, a ya visto, a ya gastado, a pronunciamientos fáciles por anticuados, a falta de frescura, de naturalidad, a nada que decir, a pretencioso. El público agradecerá nuestras buenas y simples fotografías, las respetará, y nosotros, fotógrafos, sentiremos el alivio de no tener que cargar con la obligación de hacer arte a cualquier precio. Esta idea puede ayudar a muchos futuros buenos fotógrafos. No se nos perdonará el gesto ingenuo en nuestras fotografías. Será difícil convencer a un adolescente de que también se pueden hacer fotografías sin el móvil. En el siglo XXI se exige que las fotografías posean algo más que la virtud de estar bien expuestas. ¿De qué trata la fotografía? Por supuesto que la mejor manera de responder a ello es haciendo fotografías, extraordinarias fotografías, y eso es lo que hacen los grandes fotógrafos. La fotografía es un medio al que no le gusta ser excesivamente explícito. De hecho es un medio sin palabras, sin voz, un lenguaje no verbal, actúa bien en susurros, en murmullos, dejando preguntas y respuestas no muy nítidas. Son los fotógrafos los que pueden mostrar un mundo diferente, la fotografía tiene capacidad para mostrar aquello que sepa mostrar el fotógrafo. La fotografía utiliza lo visible para hablar de lo invisible, de la realidad, de la nueva realidad que se genera cuando las cosas son atravesadas, engullidas por el objetivo de una cámara. La fotografía utiliza lo visible para reinventar la realidad. Indispensable una mentalidad fotográfica, una mente que reaccione ante las imágenes fotográficas. Una mente fotográfica debe edificarse con todo aquello que amplíe el conocimiento, el lenguaje. Probablemente es necesario tener un superávit de lenguaje (fotográfico) para hacer ciertas fotografías. La fotografía es ese juego apasionante siempre que no le pidamos más de lo que nosotros podemos dar, siempre que sepamos jugar. ¿A qué llamamos ruido? Llamaríamos ruido a ese significado nítido que nos da nuestro mundo, a lo que esperamos de él, a lo que nos habla en nuestro idioma. Lo cierto es que el mundo es lo que hay y tan sólo podemos poner delante de la cámara lo que es visible, aún sabiendo que lo visible es tan sólo una parte del mundo. Las fotografías juegan, se basan en los significados que hemos otorgado al mundo, en nuestra relación visual y conceptual, Para la fotografía, el lenguaje del mundo, la manera en que habla y se expresa, es lo esencial. Las buenas fotografías muestran lo visible y pueden conducirnos a lo invisible, y lo ya dicho y lo que es lo mismo, convierten lo intangible en tangible.


Nosotros, fotógrafos, aportamos lo invisible, el pensamiento que envuelve todo lo que vemos. Lo que nosotros hacemos es aportar lo invisible, lo esencial, las palabras, codificamos la mirada vacía de la cámara. La fotografía es un medio cuyo gran mérito es su capacidad para descalificar un mundo cierto, de verdad. Esperan que el regalo haya sido inventado y fabricado por nosotros, no comprado en una tienda, esperan que les contemos algo que realmente no conocían, algo que realmente no habían visto.

CAPÍTULO 8 La contención es una rara virtud que consiste en no quererlo todo, en no querer verlo todo, en no querer decir todo lo que aparentemente sabemos, en saber hasta dónde podemos llegar. Repetiremos hasta la saciedad que si queremos verlo todo, no veremos nada. La contención supone orden mental y por consiguiente, visual. Supone simplicidad, simplificación, claridad, clarividencia, entendiéndolo como buenas fotografías. Todos los grandes fotógrafos saben visualizar, crear la imagen, porque, para entendernos, fotografiar es visualizar. Un punto de vista, y por supuesto opinable, sería: Primero parece necesario ser un buen fotógrafo y ya después, si lo queremos intentar, buscar ese arte contemporáneo que tanto nos subyuga, porque pronunciarse sin saber hablar es lo opuesto a emitir un mensaje claro y lúcido. Insistimos en ello, porque no existen las buenas ideas, ni los discursos sólidos si no se plasman. La fotografía es un medio visual, porque la fuerza visual es la fotografía. Una fotografía tan sólo debe aspirar a que un público exigente quede <<atrapado>> por su potencia visual. El mensaje es la imagen. Fotografiar es presentar, representar, escenificar, teatralizar, situar delante de la cámara objetos, personas y lugares, el espacio que los envuelve y se confunde con ellos, y transportarlos en el tiempo, a otro espacio. ¿La fotografía como testimonio, como documento, como información? Sobre todo como experiencia visual, como conocimiento, la cámara como módem que transforma la señal testimonial, informativa, en experiencia, en conocimiento, y el fotógrafo como médium que transforma las voces y los ecos confusos en imágenes nítidas e inteligentes. El uso del color no es una simple preferencia o actitud, es un auténtico gesto de gran expresión. Podemos decir sin demasiado riesgo que el color, ese nuevo color, es una nueva visualización del blanco y negro, como en su día pudo serlo la instantánea, o el descubrimiento del texto y el contexto para las imágenes fotográficas, un color que se consiguió poniendo en la cámara película de color en lugar de película en blanco y negro. La fotografía dispone de un idioma con el que no es fácil hablar, es una comunicación diferente de la que conocíamos, de la que nos valemos.


Lo adquirido gracias a haber reflexionado no se olvida tan fácilmente.

FOTÓGRAFOS Robert Capa: Fue sin duda el más famoso de todos los corresponsales gráficos de guerra durante todo el siglo XX. Su madre era madre era diseñadora de moda y su padre un pensador intelectual, tras la pérdida del local de su madre a causa de la depresión económica de 1929, vagó durante su adolescencia por las calles de su ciudad. En este tiempo conocería a Eva Besnyo, apasionada por la fotografía que transmitiría esta pasión a Capa e influiría decisivamente en su decisión de dedicarse a ella. Kassák dió a conocer la fotografía como un objeto social que podía mostrar las injusticias del sistema capitalista y organizando seminarios en los que se debatían trabajos entre otros de, Jacob Riis y Lewis Hine. En 1929 la situación política empeoraba cada día con ya contaba con un gobierno fascista en Hungría, lo que obligó a Endré a salir del país junto a otros miles de jóvenes que pretendían un gobierno democrático para su país. Cuando en España comienza la Guerra Civil, el mismo julio de 1936, Robert y Gerda viajan a este país para cubrir la contienda de forma gráfica. Aunque no se ciñen únicamente a su trabajo, así mismo se implican en la lucha contra los sublevados a la República, pasando todo el tiempo cerca de las filas republicanas, desde el comienzo del frente de Madrid hasta la caída de Cataluña. En esta época realizó una de sus fotografías más divulgadas y reproducida en la mayor parte de los libros sobre esta guerra, fue tomada en el Frente de Córdoba, concretamente en Cerro Muriano: “Muerte de un miliciano”, el 5 de septiembre de 1936. Instántanea que ha sido cuestionada por algunos expertos, aunque un historiador alcoyano, le puso nombre a este miliciano,el anarquista Federico Borrell García. Ya en el transcurso de la II Guerra Mundial, Capa estuvo presente en los más conflictivos escenarios de la misma; de 1941 a 1945 viaja por Italia, Londres y el Norte de África. Del famoso día D, 6 de junio de 1944, el del desembarco de Normandía, son muy conocidas sus tomas junto a los soldados que desembarcaban en la playa.


Galería Robert Capa El hombre que quería creer su propia leyenda

Larry Burrows: Larry Burrows (1926, Londres - 1971, Laos) fue un fotógrafo Inglés muy conocido por sus fotografías de la participación estadounidense en la guerra de Vietnam. Dejó la escuela a los 16 años y comenzó a trabajar en la oficina de Londres de la revista Life, donde revelaba fotografías. Burrows se convirtió en fotógrafo y cubrió la guerra en Vietnam a partir de 1962 y hasta su muerte en 1971. Burrows murió con los también fotoperiodistas Henri Huet, Kent Potter y Keisaburo Shimamoto, cuando su helicóptero fue derribado en Laos. En 2002, el libro póstumo de Burrows,Vietnam, fue galardonado con el premio Premio Nadar. En el momento de la caída de su helicóptero, los fotógrafos estaban cubriendo la Operación Lam Son 719, una invasión blindada masiva de Laos por las fuerzas de Vietnam del Sur. Ralph Graves, de la revista "Life" dijo de él: "Larry Burrows fue el fotógrafo más valiente y dedicado que he conocido."

Galería Vietnam

Sally Mann: Esta artista está considerada una de las grandes fotógrafas de nuestro tiempo. Vive en ese particular Olimpo que ocupan también Cindy Sherman o Nan Goldin, y desde hace cuatro décadas construye una propuesta artística ambiciosa, honesta y, muchas veces, arriesgada y controvertida. Pero todo lo ha hecho a partir de una trascendente mirada sobre la arquitectura, los paisajes del sur de Estados Unidos, las naturalezas muertas, los autorretratos o su propia familia. Precisamente se hizo conocida en el mundo del arte, y fuera de él, por las fotos que recogen algunos momentos de la vida en su granja de Lexington (Virginia) con sus tres hijos (Jessie, Virginia y Emmett), cuando no superaban los 12 años. Son imágenes fechadas a finales de los ochenta y principios de los noventa. Y en esas fotografías Sally Mann no oculta nada. O lo recoge todo, como quieran. Ahí están los avatares propios de la infancia de sus niños. Los juegos, los enfados, las heridas, los sueños y también (lo que trajo la polémica) los momentos más íntimos.


La controversia Detengámonos un momento en esta última lectura. Entre 1984 y 1994 trabaja en esa serie. Se llama Immediate Family y, como hemos visto, se centra en la vida de sus hijos antes de cumplir los 12 años en la granja familiar. Pronto se convierte en un gran éxito. Instituciones como el MoMA o el Guggenheim de Nueva York adquieren obra. Es un trabajo difícil, pero también de una profunda sinceridad. Retrata lo más próximo. Grupos americanos conservadores protestan, e incluso The Wall Street Journal censura una de las fotos de la serie. Era Virginia a los 4 (ahora en la colección Guggenheim). Años más tarde, la polémica alcanzaría a otros fotógrafos, como Nan Goldin o Andrés Serrano, que también verían algunos de sus trabajos censurados o retirados de exposiciones por su enfoque sobre la sexualidad o por el tratamiento de la religión.

Galería Web Documental

Rineke Djikstra: Durante los últimos treinta años, Rineke Dijkstra se ha consagrado como una de las artistas más prominentes y de renombre internacional que trabajan dentro del género del retrato tanto en fotografía como en vídeo. Sus fotografías de gran formato se centran a menudo en niños, adolescentes y adultos jóvenes, ofreciendo exploraciones sutiles de la formación y representación de la identidad. Rineke Dijkstra busca una fotografía existencial, pero que nos anima a centrarnos en el intercambio entre el fotógrafo y el sujeto. Entre sus primeros trabajos de principios de los noventa, encontramos una serie de fotografías que representan a las madres y sus hijos recién nacidos momentos después del parto, así como retratos de toreros directamente después de abandonar el ruedo. En estas obras, Rineke Dijkstra buscaba capturar emociones contradictorias, –agotamiento, alegría, miedo, alivio– experimentadas simultáneamente en circunstancias extremas. En la serie ‘Retratos de la playa’ (1992-2002), retrató a niños ya adolescentes en playas en Europa del este y occidental, y los EEUU. Mientras están de pie frente a su cámara de gran formato, refleja su vulnerabilidad y autoconciencia durante un período de transición de niños a adolescentes.


Una característica de la obra de Rineke Dijkstra es que sus proyectos suelen ser a largo plazo, fotografiando a las mismas personas durante varios años, atestiguando los cambios, así como los rasgos distintivos en sus personalidades. El más conocido, y aún en curso, de estos proyectos comenzó en 1994, cuando Dijkstra encontró y fotografió a una niña bosnia de seis años llamada Almerisa Sehric en un centro holandés de refugiados para solicitantes de asilo.

Desde entonces ha continuado fotografiando a Almerisa cada pocos años, documentando su transición a una adolescente, luego a una joven adulta que se convierte en parte de la cultura holandesa y finalmente se convierte en madre.

Galeria Rineke Dijkstra: A Retrospective

William Christenberry: William Christenberry tiene un lugar destacado en la historia reciente de la fotografía americana por su peculiar visión del paisaje tradicional del Sur de los Estados Unidos, y es considerado como uno de los pioneros de la fotografía en color. Pero Christenberry es también un creador versátil que ha utilizado otros medios (pintura, dibujo, escultura o instalación) para fijar la memoria de un paisaje transitado y vivido por él a lo largo de su vida.

En una visión apresurada de su trabajo, sus fotografías podrían considerarse un estudio sobre la arquitectura vernácula del Sur; podría parecer también que Christenberry quiere dejarnos un testimonio sobre algunas situaciones vividas por él en la Alabama racista de los años sesenta, como los encuentros de los clanes o sus rallyes secretos de Tennessee; pudiera parecer que pretende capturar el paisaje del Sur americano o el rastro dejado por los anuncios publicitarios de la época. Pero lo cierto es que sus fotos


van más allá de esa función meramente documental, que parece inherente a la fotografía, para establecer relaciones con cuestiones más complejas: memoria, identidad, autobiografía, decadencia, pérdida, envejecimiento, muerte y transmutación. La rica trayectoria de Christenberry ha sido objeto de numerosas exposiciones en los más destacados museos americanos, pero apenas ha podido ser vista en Europa. Por ello esta exposición constituye una oportunidad imprescindible para conocer en profundidad su trabajo fotográfico y otros elementos de su producción artística. La muestra, que tiene un claro carácter retrospectivo, reúne más de trescientas fotografías, en su mayoría vintage, realizadas entre 1961 y 2007, cinco esculturas y The Klan Room. Asimismo, se presenta una selección de su colección de anuncios y objetos publicitarios, reunida a lo largo de los años y que muestran su interés por la cultura popular.

Galería "Cuando la lluvia golpea los tejados. William Christenberry"

William Eggleston: Su pasión por el medio se despertó gracias a Cartier Bresson y fotográfos de gran influencia por aquella época como Walker Evans o Robert Frank y su monumental libro ‘The Americans’, lo que le llevó a interesarse por la vida norteamericana y las paradojas e irracionales confluencias en un mundo saturado de imágenes e iconos del entretenimiento. Las fotografías de Eggleston permanecen como escenas que no tienen fecha, se podría decir que son “reales” y a la vez simbólicas: el momento fotografiado habla de un mundo trivializado, banal, que no es más que una fantasía para el espectador. Cualquiera de sus imágenes conspira para ocultar la herencia, la cultura y la identidad de una nación. Pero en esta paradoja entre lo visible y lo invisible, rescata toda una amalgama de significaciones profundas; su potencialidad artística extralimita y descubre un tiempo y espacio más allá de la aparente superficie. No son, a pesar de que Eggleston lo declarase así, únicamente un objeto artístico, sino también un documento ordinario de la vida de la época -hablamos de los años 70. Si Eggleston recoge objetos y personas cotidianas y les otorga nuevos significados lo hace, principalmente, gracias al color. En los años 70 diferentes corrientes de la fotografía norteamericana empezaban a distanciarse de la idea de que las imágenes fotográficas debían ser en blanco y negro como medio de expresión objetivo de la realidad.


El color, a pesar de haber sido utilizado en los inicios de la fotografía, siempre había sido tachado de impostura, de una añadidura innecesaria para documentar los hechos. Sin embargo, algunos francotiradores calificados como New American Color –Stephen Shore, Richard Mischach, Joel Sternfeld, Joel Meyerowitz– pronto se dieron cuenta de que esa visión academicista y conservadora de la fotografía no tenía sentido ni lugar en el incipiente auge de la publicidad, los televisores y un mundo saturado de imágenes que aparecían ante sus ojos, precisamente, saturadas a color.

Galería William Eggleston Documentary: In The Real World

Adam Bartos: Adam Bartos comenzó a utilizar la fotografía en color para documentar el paisaje urbano contemporáneo, la perfección de sus imágenes es palpable, con una cierta tranquilidad y la búsqueda de la composición, incluso en los rincones más inesperados de la vida. Se ha centrado mucho en su Nueva York natal y ha publicado una serie de fotografías monumentales de la arquitectura moderna de Estados Unidos.

Galería


Nick Waplington: Durante cuatro años, el fotógrafo Nick Waplington pasó sus días documentando a Christy Turlington y a Naomi Campbell durante sus pruebas de vestuario en el estudio de moda de Isaac Mizrahi en el Soho neoyorquino. Además, también nos regaló sus noches... Richard Avedon fue quien presentó a Nick Waplington y Isaac Mizrahi. Avedon había visto la obra del fotógrafo británico, que entonces tenía 22 años, mientras que Waplington todavía estudiaba en el Royal College of Art y, como lo recuerda Nick: "Dick decidió que Isaac y yo debíamos trabajar juntos porque, básicamente, los dos éramos bastante jóvenes". La idea era que Waplington documentara el funcionamiento interno del estudio de Mizrahi, mientras la entonces futura estrella del diseño neoyorquino se preparaba para las semanas de la moda. La marca de Isaac ha pasado por varias transformaciones y las imágenes de Waplington retratan las principales inspiraciones durante su primer estallido en la escena de la moda en Nueva York: los colores vivos y la teatralidad intrépida y glamurosa. También muestran la energía e intimidad del estudio de Mizrahi en la época, cuando Michael Hutchence se pasaba a saludar junto con Helena Christensen, Spike Lee con Veronica Webb o André Leon Talley con Sandra Bernhard ("cantando canciones de Doris Day juntos").

Galería Web Nick Waplington - Things I Learned Along The Way

Les Krims: Desde una visión conceptual de la fotografía, la obra de Les Krims está llena de sarcasmo hacía la sociedad américana; parodias perturbadoras de la vida, interpretadas con profundo humor negro. Escenas trabajadas cuidadosamente, bautizadas ficciones por su mismo autor que las describe como charlatanería de izquierda. Podríamos considerar su obra como un autentico work in progres que va añadiendo constantemente imágenes a un proyecto global -que abarca varias décadasconocido por el nombre de La decadencia de la izquierda. Siempre ha sido visto como un fotógrafo muy controvertido, teniendo a la crítica dividida. Relacionado con el conjunto de fotógrafos norteamericanos -Arthur Trees, Ralph Gibson, Diane Arbus, Lee Friedlander…- que por medio de la provocación intentaban desvelar, poniendo en juicio,


el aberrante sistema de la vida norteamericana. En 1971, una exposición de Krims en el condado de Tenesse, molestó tanto a uno de los visitantes que en forma de protesta llegó a secuestrar a un niño, amenazando con quitarle la vida si la galería no anulaba la exposición. Su capacidad creativa es enorme, circulando entre la sexualidad, la religión, las relaciones, la amistad, la familia; haciendo su versión particular, con espíritu dadaísta, de los mensajes que descubre en la psique humana. Cuando Robert Delpire, editor de Photopoche, la colección de fotolibros más vendida del mundo, le invitó a exponer en Francia en 1974, el público americano comenzó a tener confianza en el artista. Desde entonces se sucedieron una infinidad de exposiciones a uno y otro lado del Atlántico de las que sólo mencionaremos las realizadas en las legendarias galerías Laurence Miller de Nueva York y la Baudoin Lebon de París. Sus piezas están presentes en numerosas colecciones museísticas, de las que cabe destacar el Centre Georges Pompidou de París, European Centre of Photography (Paris), el Boston Museum of Fine Art, el San Francisco Museum of Modern Art, el Tokyo Metropolitan Museum… En España, la primera referencia de la obra de Les Krims, la tuvimos a través de la revista Nueva lente en los años setenta del pasado siglo. Pero no tengo ninguna constancia de que su obra fuera mostrada a través de una exposición en nuestro país. No podían faltar sus ingeniosas imágenes en la extraordinaria exposición Derisión et raison, que se celebró en 1997 en el Musèe de la Photographie à Charleroi en Bélgica, bajo el comisariado de su director, Georges Vercheval, junto a Andy Warhol, Cindy Sherman, Gilbert and Georges y Duane Michaels entre otros destacados fotógrafos de diferentes países. Siempre ha buscado la polémica mediante una provocación meditada, habiendo sido atacado en numerosas ocasiones por grupos feministas que se han escandalizado al ver la inmensa nómina de modelos (entre ellas, su propia madre), que transitan desnudas por sus imágenes. Aunque no se puede hablar de un discurso machista como tampoco de fotografías eróticas, pero sí del lado satírico de sus propias fantasías sexuales que deforma intencionadamente, dándoles un carácter grotesco, manifestando un exultante ejercicio exhibicionista. Actualmente vive en Buffalo (New York) donde ha enseñado fotografía durante mas de 40 años en el Rochester Institut of Technology y en el Buffalo State College. Académico sobradamente reconocido, con una capacidad crítica tan afilada como un sable, siempre interesado en insistir en el escarnio y la critica mas destructiva del espíritu de su tiempo, donde invariablemente permanece el sentido de su vasto y extravagante humor.


Galería Web

Mitch Epstein: Mitch Epstein es un fotógrafo estadounidense (nacido en 1952 en Holyoke, Massachusetts, vive y trabaja en Nueva York) que con sus obras a gran tamaño y con saturados colores consigue fusionar los términos opuestos del fotoconceptualismo y la llamada fotografía documental. "Empecé a hacer fotos de la producción y el consumo de energía en los Estados Unidos. Quería fotografiar la relación entre la sociedad estadounidense y el paisaje americano, y la energía era el eje central ... En los siguientes cinco años, viajé por el país haciendo fotografías en o cerca de los centros de producción de energía: carbón, petróleo, gas natural, energía nuclear, hidroeléctrica, pila de combustible, eólica y solar. " Sus fotografías se encuentran en numerosas colecciones de importantes museos, como el Museum of Modern Art de Nueva York, Whitney Museum of American Art, The J. Paul Getty Museum en Los Ángeles, San Francisco Museum of Modern Art y el Tate Modern en Londres. También ha trabajado como director, director de fotografía y en diseño de producción en varias películas como Dad, Salaam Bombay! y Mississippi Masala.

Galería Web Entrevista

Kenneth Josephson: Kenneth Josephson utiliza su trabajo para llamar la atención sobre el acto físico de la fotografía. Por ejemplo, Josephson ha empleado técnicas tales como usar capas de fotografías en las mismas fotografías, con el fin de determinar los grados tanto de veracidad como de ilusión dentro del medio. Un ejemplo de este tipo de declaración visual, que llevó a los críticos a clasificar la fotografía de Josephson como conceptual, es su fotografía más famosa, New York State, 1970, que forma parte de su serie: Images within Images. Esta imagen muestra la mano del artista extendida frente a él sobre el océano, con una fotografía de barco.


Galería Kenneth Josephson book signing , August 7, 2016 at The Book Beat

Gordon Parks: “Me dí cuenta de que la cámara podría ser un arma contra la pobreza, contra el racismo, contra todo tipo de males sociales. Entonces supe que tenía que tener una”. En 1956, el fotógrafo autodidacta Gordon Parks se embarcó en una misión radical: para documentar la inconsistencia y la desigualdad que las familias negras en Alabama enfrentaban todos los días. Compiló las imágenes en un ensayo fotográfico titulado "Segregación Story" para la revista Life, esperando que la documentación de la discriminación podría tocar los corazones y las mentes de la opinión pública estadounidense, incitando a un cambio de una vez por todas. Las imágenes, que se creen se perdieron durante décadas, fueron redescubiertas recientemente por la Fundación Gordon Parks en las formas de transparencias, muchas nunca antes vistas. Parks recorrió iglesias, calles y campos del sur retratando la vida cotidiana de las víctimas de la segregación (oraciones, educación de niños y adultos, reuniones, discursos de movilización…), después la marcha en Washington de Luther King y por último a miembros de los Black Muslims, un colectivo contrario a las iniciativas de Luther King por su énfasis en la integración. Buscó en sus imágenes romper estereotipos y su éxito residió en su talento para superar barreras -empezando por las propias de origen, en la perseverancia y en su capacidad persuasiva.


Galería Fundación Entrevista (Inglés)

Nicholas Nixon: cree en el papel crítico del arte y, por ello, lo utiliza como relato que pueda ser comprendido, compartido y recordado. Escoge temas que destacan precisamente por su normalidad, que están siendo vividos por el artista, que pertenecen a su experiencia privada y que, muy probablemente compartan, con nosotros la experiencia de nuestra vida. Su interés por el retrato y la fotografía de carácter social se ha plasmado en conocidas series como The Brown sisters (1999-2012) o People with AIDS (1991), donde se observa la influencia de grandes artistas como Walker Evans y Edward Weston. Influenciado por la exposición New Topographics: Photographs of a Man-Altered Landscape en la George Eastman House en 1975, se dedicó inicialmente al paisaje urbano, pasando poco a poco al interés por las personas que lo habitaban. A finales de los años noventa, Nixon documentó los cambios en el panorama urbano de Boston durante el proyecto de desarrollo vial Big Dig La fotografía de Nixon forma parte de algunas de las más prestigiosas colecciones de todo el mundo como la del MoMA de Nueva York, la National Gallery de Washington, el Museum of Fine Arts de Houston, el Fogg Art Museum de Cambridge o la Maison Européenne de la Photographie de París.

Galería Vídeo del Encuentro con Nicholas Nixon en la Fundación MAPFRE

Jeff Wall: Su trabajo se caracteriza por documentar eventos supuestamente reales, pero que en realidad son montajes en los que participan artistas, vestuarios y decorados. A diferencia de la fotografía documental, que captura el instante tal cual es y se manifiesta, la fotografía de Wall es lo opuesto, ya que manipula múltiples instantáneas para hacer reconstrucciones de escenas de la vida cotidiana y reinterpretaciones de


obras clásicas. Un ejemplo sería Un repentino golpe de viento, basada en el grabado Viajeros sorprendidos por una brisa repentina en Ejiri, del japonés Katsushika Hokusai (1760-1849) “Cuando empecé a trabajar en la computadora, tuve la idea de que podría usar los efectos especiales para desarrollar un tipo de comedia filosófica. Esto me hace pensar en Diderot, en la idea de que un discurso y los disfraces pueden lograr una diversión que ayude a desprenderse del entorno inmediato y sumergirte en un campo de reflexión”. Jeff Wall Aunque es cierto que su fotografía fue innovadora por utilizar la tecnología digital, la composición de las fotografías, la escala, la temática y técnica sigue siendo muy clásica; pues sigue el hilo de los pintores del siglo XIX, aunque con el resultado final de una imagen reinterpretada y manipulada. Wall compara su obra con el trabajo de una pintura, que se logra a través de muchas pinceladas lentas, pues su trabajo de manipulación es minucioso y elaborado.

Galería Contacts = Jeff Wall (sub esp)

Las fotografías de Andrés Serrano dedicadas a muertos, pese a ser realizadas en una aparentemente frialdad emocional y distancia, es la pureza de la realidad en el momento final de la vida. Sin añadidos románticos ni embellecedores. Desprendido de la triste melancolía del espíritu gótico de Poe, nos muestra la muerte sin filtros, sin excesos de maquillaje. Sus fotografías exponían temas tabús de una manera incisiva, crítica. Especialmente controvertidas la serie realizada sobre el cristianismo, y el catolicismo en particular. Tachadas de blasfemas, fue incluso denunciado por su obra "el pis de cristo". Una fotografía de un crucifijo sumergido en una cubeta llena de orina. La denuncia fue archivada al no encontrarse indicios de delito. Para varios de sus trabajos utiliza fluidos corporales. Semen, orina, pero su predilecto es sin duda la sangre femenina perteneciente a la menstruación. Ya no sólo por lo artístico e impactante de sus imágenes, sino porque cada fotografía es titulada con el motivo del fallecimiento. Con esto, Serrano, nos acerca todavía más al último suspiro del o la protagonista de la imagen. Nos los muestra con su indefensa


fragilidad, Así, la fotografía cuenta una historia completa, pese a no mostrar los cuerpos en su totalidad, sí lo que el considera que es suficiente para que en nuestra imaginación podamos formar una historia. Están realizadas con respeto, centrándose en los detalles, y alejándose de lo fácil que sería mostrar lo evidente. Un pié, un reloj, una mano con las yemas de los dedos manchadas por la tinta para tomar sus huellas, medio rostro, el cuello. Para el autor es suficiente esos fragmentos para naturalizar y normalizar algo, que pese a formar parte de la naturaleza de todo ser vivo, se evita pensar en ella. La muerte. Los medios de comunicación televisivos, la muestran y esconden según conveniencia y el morbo que despierte en la audiencia. La han transformado en algo con lo que mercadear. Sin embargo, Andrés Serrano la humaniza.

Galería Web El fotógrafo que capturó la muerte

Sophie Call: Desde finales de los años setenta, Sophie Calle fusiona imagen y narración. Su trabajo organiza metódicamente un descubrimiento de la realidad ―la suya y la de los otros―, mientras confía al azar una parte controlada de esta realidad. La Virreina Centre de la Imatge acoge Sophie Calle. Modus vivendi, una amplia retrospectiva de la artista francesa que recorre su obra desde mediados de la década de 1980 hasta la actualidad. En la diversidad de vivencias de la artista a lo largo de cuatro décadas, queda patente su relación con los otros y con ella misma; es decir, su intención de construir la mirada y de autoconstruirse. Sus obras se presentan siempre en primera persona. Por otra parte, la relación con el otro, con los demás, también queda implícita en esta búsqueda de la belleza y del arte en sus diversas vertientes. La realidad interpretada por Sophie Calle Desde el principio de su carrera, Sophie Calle ha expuesto en galerías y museos de todo el mundo. En 1991, el ARC (Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris) presentó una gran exposición bajo el título À suivre. En abril de 2001, se presentó Twenty Years


Later en la galería Perrotin, un proyecto que retomaba otro de 1981, La Filature: «El 16 de abril de 1981 le pedí a mi madre que fuera a una agencia de detectives y los contratara para que me siguieran, hicieran un informe de mis actividades diarias y proporcionaran evidencias fotográficas de mi existencia. Veinte años después, el 16 de abril de 2001, me siguió un detective de la agencia Duluc que Emmanuel Perrotin había contratado».

Galería Sophie Calle habla de su obra

Hamish Fulton: Cada paso que da, y son muchos desde que empezó a principios de los 70, traza una pincelada en su particular universo. Hamish Fulton (Londres 1946) se echó a andar por el mundo cuando estudiaba arte en busca de su propio concepto artístico. Parte de las caminatas que ha cubierto desde entonces componen hoy un legado que aterriza en el Meiac de Badajoz. La exposición 'El camino. Rutas cortas por la Península Ibérica 1979-2008', producida por la Fundación Ortega Muñoz, parte de dos publicaciones, una sobre los recorridos a pie de Fulton por la Península Ibérica y otra sobre su particular visión del tramo extremeño de la Vía de la Plata. Cree que la gente que hoy camina «va a contra corriente» de los demás. En esta idea radica el punto de partida de su caminar como arte. Para él la soledad de la tienda de campaña, las piedras del camino, la gente con la que se encuentra, las huellas de sus pasos sobre la arena componen la palea policromática con la que da forma a su obra. Aunque la propia experiencia de caminar también la concibe como expresión artística. Fulton reconoce que al principio poca gente entendía esta doble intencionalidad, pero su ya dilatada experiencia le ha valido para dejar claro uno de sus máximas: «hay que hacer arte sobre lo que uno cree realmente que debe hacerlo». Además asegura que nunca ha pretendido hacer «nada deliberadamente difícil», y por si hay dudas aclara: «soy un artista que camina, no un caminante que intenta crear arte». Por eso nunca renunció a trasladar su arte al hecho de caminar, ya que equivale, según él, a experimentar varios aspectos de la vida, como el ejercicio, la meditación, la salud,


la naturaleza o la filosofía. De hecho cada caminata que cumple la concibe como una crítica a «una sociedad dependiente del automóvil». Cuando empezó su trayecto por Extremadura ya sabía de antemano que partía por una zona «de muchas posibilidades y que en realidad cualquier ruta por la que hubiera optado sería igual de enriquecedora». Valora sobre todo su paso por Guadalupe. Pero además de la naturaleza, del paisaje y del entorno natural retrata a gente que encuentra por los caminos. «Cada vez menos gente anda», advierte alguien que lleva tres décadas haciéndolo.

Galería Web Entrevista (inglés)

Katy Grannan: La influencia de Diane Arbus en la fotografía contemporánea, en relación al retrato, es más que evidente en muchos autores. De entre ellos, una de las más talentosas ha sido Katy Grannan, de la que muchos han hablado como la “Diane Arbus del siglo XXI”. Y es que la fotógrafa norteamericana, nacida en 1969, cultiva también el mismo gusto por los personajes outsiders de la sociedad, que bien pueden ser nudistas, uno de los temas más tratados por Arbus, o personajes “off Hollywood” sacados de la puerta trasera de Los Angeles o San Francisco. En su última serie, titulada “Boulevard” (2008-2010), formada por unos posados callejeros que realizó contra un fondo neutro en la California de “los grandes sueños”, aparece un conjunto de personas que se nos presentan poderosos externamente, orgullosos de una individualidad que muestran sin tapujos, pero donde se intuyen también fragilidades e historias no del todo felices. Contra ese fondo casi blanco, que nos recuerda a Richard Avedon, el sol potente de California actúa de duro proyector de unas personalidades que parecen curtidas en la lucha diaria de un espacio donde poder habitar con todas sus miserias y grandezas. Unos miran frontalmente, pero otros se muestran más reticentes, más huidizos, atrapados seguramente en dramas internos que se puedan atisbar, pero nunca asegurar, como sucede muchas veces en el retrato. Por lo tanto, en Katy Grannan, haciendo ese recorrido por su obra, encontramos esa esencia que nos recuerda como influencia más fuerte a Diane Arbus, pero donde emerge igualmente el recuerdo de Richard Avedon, también Nan Goldin, e incluso


William Eggleston. Lo bueno de su caso es que muestra un conocimiento profundo de la obra de todos estos grandes autores, pero ha conseguido crear un mundo propio, donde los personajes, la estética, la luz y el color, confluyen hasta formar una personalidad de las más destacadas dentro de lo que podríamos denominar el retrato fotográfico contemporáneo.

Galería Web Katy Grannan | Boulevard

Southworth y Hawes

Joel-Peter Witkin: “Quería que mis fotografías fueran tan poderosas como la última cosa que ve o recuerda una persona antes de morir”. Joel Peter Witkin Controversia debería de acompañar el nombre de Joel Peter Witkin, todas sus fotos están teñidas de un cierto deje de perversidad y anomalía que llama a la atención al tan solo mirarlas. Joel Peter Witkin, de descendencia americana y judía, y con un hermano gemelo pintor, Jerome Witkin, fue reclutado por el ejército durante la década de los 60, para la guerra de Vietnam, durante el servicio este se alistó como fotógrafo, deteniéndose mucho más en soldados que se habían suicidado o murieron durante los programas de entrenamiento. Su gusto por temas como los cadáveres, la muerte, transexuales, enanos, hermafroditas, personas deformes entre otros, proviene de un accidente que presencio siendo un niño, un coche atropello a una niña, dejándola decapitada y la cabeza rodó hasta llegar a sus pies, pero también alguna vez ha comentado que los problemas familiares han sido una gran influencia.


Durante la década de 1950 compró su primera cámara y aprendió a utilizarla por sí mismo, y desde la primera imagen se comenzó a observar lo macabro que tenía en la cabeza a causa de las experiencias vividas durante su infancia. Con tan solo 17 años realizó su primera foto, un retrato de un rabino que decía que hablaba con Dios, y luego por influencia y petición de su hermano Jerome, hizo fotos de el “freak show” que tenía lugar en Coney Island, este utilizaba las fotografías para sus inusuales pinturas. En 1967 se convirtió en fotógrafo freelance y empezó a trabajar para City Walls INC. , volviéndose su fotógrafo oficial.

Galería Joel-Peter Witkin: An Objective Eye (OFFICIAL 30 MINUTE FREE PREVIEW)

Thomas Ruff: Empezó con una pequeña cámara Nikon cuando tenía 16 años, inspirándose en estereotipos de revistas tan amateurs como él. Con 19, fue aceptado en la clase de Bernd Becher en la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf, la que revolucionó la fotografía en los 70. En 1988, exponía en importantes eventos como el Aperto de Venecia. A su bienal fue 7 años después representando a Alemania, tras pasar por Documenta IX entre muchas otras citas. Del 2000 al 2006 fue profesor en la misma academia en la que estudió, tomando el relevo de Jeff Wall, sucesor, a su vez, de Bernd Becher. Mucho antes de que Thomas Ruff (Zell, Alemania, 1958) se convirtiera en fotógrafo famoso, sabían los Becher que tenían en él a su mayor detractor pero también, a su más fiel alumno. No en vano le nombraron “estudiante mayor”. Pronto demostró que su idea de lo fotográfico se desmarcaba de la de sus compañeros, Tomas Struth, Axel Hütte o Andreas Gursky. Fue el único de la clase que trabajó con colores y que empezó a hacer retoques digitales cuando los laboratorios no hacían ese tipo de trabajo. Ruff siempre ha ido a contrapelo. Nunca le interesaron las reglas ni todo aquello sujeto a un guión. Más bien lo contrario. Confiesa que se siente feliz cada vez que se encuentra por el camino con algo paradójico y ambiguo, contradictorio y confuso. Su habilidad por mantener la tensión entre lo que dice y lo que calla, entre lo que muestra y lo que oculta, define su carácter sobrio, preciso y rígido. Sello distintivo también de sus fotografías. “Mi interés está en el mirar espontáneo y curioso, en lo disparatadas que suelen ser siempre las experiencias sencillas y cotidianas”, explica. “Vivo el día a día. Hay cosas que me hacen reír, otras me enfada. Muchas otras se atascan en mi


mente. Es entonces cuando empiezo una investigación que, a veces, acaba convirtiéndose en series”.

Galería Thomas Ruff and His Amazing Camera-less Camera

Mark Klett: Mark Klett es un fotógrafo estadounidense, nacido en 1952 en Albany, Nueva York. Después de graduarse de la Universidad St. Lawrence con un B.S. en Geología en 1974, trabajó como fotógrafo con la US Geological Survey. En 1977, completó el programa de MFA en el Visual Studies Workshop en Rochester, Nueva York estudiando con Nathan Lyons. El trabajo fotográfico de Klett se centra en las exploraciones de la interacción del hombre con el paisaje americano, y más recientemente en las cuestiones de la fotografía en el tiempo incluyendo refotografía. Mark Klett es un fotógrafo interesado en hacer nuevas obras que responden a imágenes históricas, creando proyectos que exploran relaciones entre tiempo, cambio y percepción, y explorar el lenguaje de los medios fotográficos a través de la tecnología. Sus antecedentes incluyen trabajar como geólogo antes de dedicarse a la fotografía. Klett ha recibido becas de la Fundación Guggenheim, la Fundación Nacional para las Artes, la Fundación Pollock-Krasner y la Comisión de Amistad Japón/Estados Unidos. El trabajo de Klett ha sido exhibido y publicado en los Estados Unidos e internacionalmente por más de treinta y cinco años, y su trabajo se encuentra en más de ochenta colecciones y museos en todo el mundo. Es autor y coautor de quince libros. Klett vive en Tempe, Arizona, donde es Profesor de Arte de Regents en la Arizona State University.


Galería Web Mark Klett: 35 years: Photographs of Time and Space

Annie Leibovitz: Lo mejor de Annie Leibovitz es eso, que sólo destaca por sus trabajos. Y para ser la fotógrafa mejor pagada del mundo, no le gusta ‘la fama’. No se deja ver por fiestas, odia los photocalls, reniega llenarse de joyas y jamás la verás con vestidos y tacones. Ella demuestra lo que vale gracias a su obra. Es una mujer natural, que va a trabajar en vaqueros y zapatillas de deporte, su color preferido para vestir es el negro, pocas veces elige otro color. Lo más caro que lleva encima es su herramienta de trabajo, la cámara. Porque ya son más de 25 años retratando a las personalidades más influyentes del panorama internacional. La última imagen que ha dado la vuelta al mundo es la de Isabel II acompañada de todos sus nietos y bisnietos, con motivo de su 90 cumpleaños. En 1975 se le encargó la tarea de documentar la gira musical Rolling Stones ‘Tour of the Americas’75’, que el grupo The Rolling Stones realizó en EEUU y Canadá. Aquí fue donde Leibovitz dejándose llevar por los excesos de las giras, el mundo del escenario y las malas costumbres y hábitos de Los Rolling, cayó en problemas de adicción, especialmente la cocaína. Problema que pudo solventar a los pocos años. No es la primera vez que Leibovitz retrata a la Reina, ya posó para ella en el año 2007, con una controvertida publicación donde Annie le pidió a la reina que se quitase la corona y ésta aceptó. Pero la cadena de televisión BBC difundió que la Reina se sintió ofendida y abandonó la toma fotográfica (mentira y gorda). Poco tiempo después, la BBC pidió disculpas a Annie Leibovitz y a la Reina, por engañar al público con falsas informaciones. El 8 de diciembre de 1980, Annie acudió al piso del músico John Lennon para fotografiarlo para la revista Rolling Stone. Ella le prometió que una de estas imágenes ilustraría la portada de la revista, aunque los editores no querían que su esposa, Yōko Ono, apareciera también en las fotos. La idea de Annie era recrear la imagen de la carátula del álbum Double fantasy del propio Lennon. Horas después de la sesión, John fue asesinado por un ‘fan’, Mark David Chapman, quien le disparó cuatro veces a la entrada de su edificio. Finalmente, la fotografía que Rolling Stone publicó el 22 de enero de 1981 en portada y sin titulares, fue aquella en que Lennon aparece desnudo y acurrucado junto a su esposa completamente vestida.


Galería Usos del Discurso Visual por la fotógrafa Annie Leibovitz

Carleton Watkins: Esta es la curiosa historia de cómo unas imágenes realizadas en Estados Unidos en el siglo XIX lograron cruzar el Atlántico para acabar en manos del pintor español Joaquín Sorolla a principios del siglo XX. Todo comenzó en torno a 1860 cuando el empresario estadounidense Collis Potter Huntington, una de las mayores fortunas del país, encarga unas imágenes sobre el valle de Yosemite a Carleton Watkins. Estas le convertirían en un fotógrafo famoso. No solo por el aspecto sublime y sagrado que supo darle a estos milenarios paisajes, casi cercano a la pintura, sino porque concenciaron al público y a los gobernantes de la necesidad de proteger estos espacios naturales. En 1864, el presidente Abraham Lincoln firmaba una ley para proteger Yosemite. Watkins era, además, un innovador. Para tomar estas impresionantes imágenes utilizó la novedosa técnica del colodión húmedo. Esto supuso hacerse fabricar una cámara de especiales dimensiones (cámara Mamut) que permitía acomodar pesadas placas de grandes medidas (45x55cm), inusuales en la época. Por si esto fuese poco, a estas enormes placas había que aplicarles una solución química para fijar la imagen antes de ser utilizadas y precisaban de un revelado inmediato, lo que implicaba llevar consigo un taller portátil de casi una tonelada de peso. Una de las primeras fotografías de San Francisco Pero, ¿cómo llegan estas imágenes a manos de Sorolla? Años más tarde el hijo de Huntington, Archer Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society of America, entabla una intensa relación de amistad con el pintor español. Ambos comparten admiración por los artistas del Siglo de Oro, el folklore español y la fotografía como fuente de documentación e inspiración. Sorolla viaja en enero de 1909 a Nueva York para exponer en la Hispanic Society y allí se conocen personalmente. En diciembre de ese mismo año, Huntington envía al valenciano como regalo, un conjunto de 77 fotografías, entre ellas 34 de Watkins. Tras la recepción Sorolla escribirá a Huntington: "llegaron a mi poder las hermosas fotografías de California, son un acicate enérgico, ¡hay que pintar América!". Sin embargo, el proyecto nunca se materializó... Pero lo que sí se ha convertido en una realidad, cien años después, es la exposición Watkins, el paisaje de Estados Unidos en la colección


fotográfica de Sorolla, que recupera para el gran público esta singular colección del archivo personal del pintor.

Galería Web Peaks and Perils: The Life of Carleton Watkins | Pioneers of Photography

Rafael Goldchain: Es un artista y fotógrafo chileno de origen judío y ancestros polacos, que en vísperas del nacimiento de su primogénito, decidió reconstruir un álbum familiar desde cero para poder proveer a su hijo con gajos de su propia historia y de la cultura judía, ya que se concientizó de que parte de su historia familiar y material había sido destruida junto con los genocidios que se dieron antes de 1945 con la Segunda Guerra Mundial. Percatándose de su propia historia, y de que junto con la salida de Polonia y la fatalidad del Holocausto la identidad familiar había entrado en crisis, comenzó un trabajo y búsqueda exhaustiva por reconstruir y recrear su historia familiar. Encontró en su búsqueda desde documentos, retazos y algunas fotografías que, complementados con una mezcla entre realidad, leyenda y ficción hicieron posible que Goldchain fuera llenando los huecos con la imaginación. John Berger, en Modos de ver, dice que las imágenes se hicieron al principio para evocar la apariencia de algo ausente; en el caso de Goldchain vemos que se recrea lo ausente para aparentar realidad. Sus autorretratos de familia hacen posible que el objeto sobreviva al sujeto, y aunque a manera de ficción, se permite recrear un diálogo con el pasado. Su obra consiste en la realización de autorretratos en los que utiliza como recurso el disfraz y la manipulación digital. Son fotos de estudio, de perfil o de frente con fondo abstracto que nos recuerdan al género retratístico. Estos, están inspirados en un cierto número de personas que pertenecieron a su familia. En sus fotografías, adopta la postura e indumentaria tanto de hombres como mujeres que pertenecieron a generaciones pasadas. Gracias a las vestimentas, los accesorios, los tocados, la pose, o las actitudes, podemos ir descifrando la personalidad o gustos de los representados. Goldchain, actuando como alguien ajeno, se reconstruye a sí mismo y así da forma tangible a lo que hubiera sido la imagen de su familia.


Galería Web KATIE CHATS: TJFF, RAFAEL GOLDCHAIN, PHOTOGRAPHER, BEAUTIFULLY BROKEN

Keith Cottingham: El el trabajo Fictitious Portraits Keith Cottingham se construye a partir de figuras de cera fotografiadas, personajes que no existen. Son retratos inquietantes. La certeza visual que nos ofrece una fotografía se desvanece. Estamos ante una presencia ficticia de clones virtuales de un ser humano sin referente. No existe un original ni existencia física y tan sólo posee una existencia electrónica. Al fin y al cabo no son más que ceros y unos, sin embargo es consumida como imagen real en muchos casos gracias a su apariencia verídica. Son fotos hiperrealistas de un joven puramente imaginario. Cottingham trabaja sobre las inquietudes sociales que pueden generar la clonación humana y el pánico que podría generar el encuentro hipotético con un doble exacto de nosotros mismos. La identidad vulnerada y el rol del artista como posible creador-manipulador son temas que quedan explícitos en su trabajo, construyendo los rostros de estos personajes desde su autorretrato. ”Utilizo dibujos anatómicos, esculturas de cera y montaje digital para crear un híbrido entre mi mismo y otros. Creando múltiples personas de mi mismo expongo que la identidad es como una cinta de Moebius sobre la cual las realidades sociales describen el cuerpo.”


Galería Web

Yasumasa Morimura: Desde sus primeras creaciones se observa la base dualista de su obra (Oriente frente a Occidente, lo femenino frente a lo masculino, lo propio y lo extranjero, lo tradicional y lo contemporáneo...), así como el eje determinante de toda ella: el concepto de identidad. A mediados de los ochenta incorporó la fotografía a su obra. A través de la cámara, Morimura analiza los complejos intercambios culturales entre Oriente y Occidente y denuncia la imposición cultural y económica de Occidente sobre Japón. Asimismo, rechaza otras oposiciones como predeterminadas, poniendo en tela de juicio la identidad sexual, cultural o nacional, denunciando una globalización desequilibrada e impositiva. En 1985, Morimura exhibió un gran retrato en color de Van Gogh insertándose él mismo en ella. En 1988, fue seleccionado como artista de Aperto of Venice Biennale y fue catapultado a la fama. A través de la amplia utilización de utilería, vestuario, maquillaje y de la manipulación digital, Morimura se transforma magistralmente a sí mismo en temas reconocibles que jalonan el cañón de la cultura occidental. Sus series incluyen obras basadas en pinturas seminales de artistas como Frida Kahlo, Velázquez o Goya y sobre las fuentes pictóricas de la historia y los medios de comunicación. Su habilidad para satirizar y al mismo tiempo crear un homenaje de su material de origen es lo que hace la obra de Morimura especialmente contundente y eficaz. A pesar de que su obra generalmente la desarrolla en fotografías en color sobre lienzos u otros soportes, también realiza audio/vídeo-instalaciones, e incluso colabora en giras teatrales desde el año 2000. Sin embargo su trabajo siempre ha gozado de aspecto teatral: el propio Morimura es el actor de su obra. Mediante un elaborado maquillaje y un agudo narcisismo, se transforma en los personajes de los grandes clásicos, dando una nueva identidad a las grandes obras canónicas.


Galería On Self Portrait / Yasumasa Morimura

OPINIÓN

Cita CAP 06: Recordemos que un fotógrafo es alguien que utiliza la cámara para hablar de fotografía. Si una imagen carece de esa potencia, de esa fuerza que debemos saber reconocer, si no nos sorprende visualmente, si no nos mira lo que en ella está representado, si la luz de sus colores, de su blanco y negro, de su textura, no nos seducen, si no podemos guardarla en nuestro cajón de grandes obras, lo cierto es que no nos interesa demasiado, como fotógrafos.

Como bien dice este texto si no creamos o hacemos la fotografía con una intención, con un sentido, con un sentimiento, con una visión especial de lo que vemos, si no controlamos la luz, los colores o el blanco y negro, o su textura… si no combinamos todo eso y lo controlamos de la manera adecuada, esa fotografía no tendrá validez, simplemente será otra fotografía más que pasará desapercibida.

Cita CAP 07: Son finalmente los gestos los que determinan la validez. En la fotografía los gestos son nuestra visión, puesta en escena de nuestros conocimientos, nuestra experiencia, de nuestra inteligencia fotográfica. El gesto en la expresión lo es casi todo, porque es lo primero que se ve.

Nuestras vivencias, nuestro estudio, todo lo vivido a lo largo de nuestra vida, debe quedar plasmado en cada fotografía, para que ésta tenga ese gesto de expresión, eso que se ve a primera vista y te emociona o sientes a veces sin saber por qué.

Cita CAP 08: Fotografiar es presentar, representar, escenificar, teatralizar, situar delante de la cámara objetos, personas y lugares, el espacio que los envuelve y se confunde con ellos, y transportarlos en el tiempo, a otro espacio.


En resumen para poder trasmitir con la fotografĂ­a hay que saber configurarlo todo de modo que llegue a las personas ese mensaje, osea pensarlo todo de manera visual y no como a lo que estamos acostumbrados, que es hacerlo con palabras, es el error que se suele cometer cuando se comienza.


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