Mascarillas
Introducci贸n
El rostro es nuestra carta de presentaci贸n, y el secreto para que la complexi贸n destaque no estriba en tener proporciones perfectas o usar mucho maquillaje, todo lo contrario, se debe buscar nutrir, proteger y balancear la piel para que luzca radiante, juvenil y sana y esto se consigue con las mascarillas caseras para el rostro, que te dar谩n la oportunidad de renovar tu cara.
Índice 1. Aplicación de la mascarilla casera 2. Antes de aplicar cualquier mascarilla casera 3. Tipos de mascarilla según su función 3.1. Mascarilla de Efecto Tensor 3.2. Mascarilla de Efecto Reafirmante 3.3. Mascarilla Exfoliante 3.4. Mascarilla Hidratante 3.5. Mascarilla Estimulante 3.6. Mascarilla de Efecto Aclarante 3.7. Mascarilla Renovadora 4. Mascarillas exfoliantes 4.1. Mascarilla de Miel y almendra 4.2. Mascarilla de Miel 4.3. Mascarilla de Avena y suavidad 5. Mascarillas hidratantes 5.1. Mascarilla de Frutas 5.2. Mascarilla de Pepino 6. Mascarillas renovadoras contra arrugas y ojeras 6.1. Mascarilla de Rostro terso 6.2. Mascarilla de Rosas y Juventud 6.3. Mascarilla de Yogur 7. Mascarillas contra el acné, las espinillas y las manchas 7.1. Mascarilla de Tomate 7.2. Mascarilla de Limón 8. Mascarillas Estimulantes 8.1. Mascarilla de Fresas 9. Mascarillas para la piel seca 8.3. Mascarilla de bananas, glicerina y miel 8.4. Mascarilla de aguacate y aceite de almendras 8.5. Mascarilla de aceite de coco y oliva 10. Mascarillas para todo tipo de piel 10.1. Mascarilla de papaya 10.2. Mascarilla de Aloe vera 10.3. Mascarilla de miel y vinagre de manzana 10.4. Mascarillas para piel grasa 10.5. Mascarilla de yogur y vinagre de sidra de manzana 10.6. Mascarilla de sandía 11. Las mejores para pieles cansadas 11.1. Mascarilla de te
Aplicación de la mascarilla casera
Si bien es cierto que podríamos hacer “mascarillas caseras” con casi cualquier ingrediente que dispongas en tu alacena, debes conocer que muchos ingredientes, aunque sean completamente naturales, pueden dañar tu piel y debes evitarlos a toda costa. Por ejemplo, hay quienes juran sobre la eficacia del bicarbonato de soda para limpiar o exfoliar el cutis y el vinagre para tonificar; pero esto es contraproducente y peligroso, como lo demuestran varios estudios.
El bicarbonato tiene un PH de 9, por lo que resulta excesivamente alcalino para la piel que tiene un PH de 4.5 a 5. Por otra parte, el vinagre blanco tiene un PH de 2.4 a 3.4, lo que lo hace muy ácido. El resultado de usar estos ingredientes es resecar, eliminar la flora bacteriana benéfica que vive sobre la piel y además te arriesga a sufrir una quemadura química que puede dejarte con cicatrices.
El vinagre de sidra de manzana y el jugo de limón deben emplearse sobre pieles que no sean sensibles y no tengan heridas. Si bien es cierto que el PH de vinagre de manzana es más o menos similar al de la piel (4,5), en estos casos puede irritar la piel. El limón también aparece con frecuencia, pero su PH es muy ácido (2,4 a 2,6) y puede causar manchas en el rostro si te expones al sol.
Antes de aplicar cualquier mascarilla casera Apenas escojas la receta de la mascarilla casera que se ajuste a tus necesidades, es importante que hagas una prueba antes de aplicarla sobre tu cara. El punto donde aplicarás una pequeña cantidad dependerá de lo que deseas saber. En caso de que no estés segura de si alguna mascarilla casera te sentará bien, prueba primero en el brazo. Luego de esto, podrás pasar a otras zonas más cercanas a tu cara. Si quieres saber si eres alérgica, aplícala detrás de la oreja. Si deseas probar si irritará tu piel, prueba en un pequeño punto sobre la zona que consideres sensible. En caso de que quieras conocer si un ingrediente tapará tus poros o empeorará tu acné, prueba una cantidad mínima en la zona donde sueles tener brotes. En todos los casos, espera varias horas para asegurarte que no correrás ningún riesgo. No está de más recordarte que si eres alérgica a algún alimento, no debes usarlo como ingrediente para tu mascarilla.
Tipos de mascarilla según su función Mascarilla de Efecto Tensor: Se aplica húmeda y al secarse provoca una tensión que favorece la circulación sanguínea y la nutrición celular. Mascarilla de Efecto Reafirmante: Se aplica húmeda y al secarse provoca una tensión que reafirma los tejidos. Mascarilla Exfoliante: Permite la eliminación de células muertas y secreciones de la piel. Mascarilla Hidratante: Evita la evaporación del agua superficial de la piel, creando una barrera de protección y favoreciendo la desaparición de las arrugas y reafirmando las líneas de expresión facial. Mascarilla Estimulante: Estimula los vasos capilares superficiales y favorece la nutrición de los tejidos. Mascarilla de Efecto Aclarante: Absorbe el exceso de melanina, eliminando manchas y pecas. Mascarilla Renovadora: Elimina las células muertas de la capa superficial y activa y acelera la renovación celular. Debes tener en cuenta que la piel de cada persona tiene características diferentes, por lo cual la reacción ante determinada mascarilla puede ser diferente también. Uno de los aspectos que más influye en la efectividad de un tratamiento facial es el tipo de piel, ya sea seca, grasa o mixta. Si ya sabes lo que precisa tu rostro, continúa leyendo pues a continuación te ofrezco las 12 mejores mascarillas para tu cara.
Mascarilla de Miel y almendras
Para preparar el más exquisito exfoliante casero solo necesitas una cuchara sopera de miel y dos almendras. Tritura las almendras con el mortero hasta que den un polvo muy fino y mézclalo con la miel, luego añade una cucharadita de zumo de limón. Aplícalo suavemente en el rostro dándote masajes circulares y déjalo secar durante 15 minutos. Enjuágate con agua tibia. Te sentirás rejuvenecida.
Mascarilla de Miel
¿Quieres tener la piel tersa y suave? Aplica la miel uniformemente por todo tu rostro. Déjala durante quince minutos y luego retírala con agua fría. Ya verás qué bien se siente.
Mascarilla de Avena y suavidad
Es increíble lo suave que queda la piel después de utilizar esta mascarilla. Solo necesitas licuar o machacar muy bien media taza de avena y agregarle media cucharadita de miel de abejas, dos cucharadas de leche, dos gotas de aceite de geranio y dos gotas de aceite de manzanilla. Mezcla bien y aplica esta pasta con tus dedos mediante masajes circulares. Déjala por 15 minutos y retírala con agua tibia. Tu piel quedará tan suave como la de un bebé. Puedes añadirle a la mezcla 5 gotas de zumo de limón si tienes una piel grasa.
Mascarilla de Frutas
Ciertas frutas son ideales para hidratar tu piel debido a su alto contenido de agua. Utiliza, por ejemplo, un plátano (banana) maduro y haz una pasta, la cual aplicarás en sobre tu cara y el cuello suavemente. Espera 15 minutos y retira la mascarilla con agua fría para activar la circulación sanguínea.
Mascarilla de Pepino
Ya conocemos las maravillosas propiedades del pepino: es delicioso, fresco e ideal para una dieta balanceada. Pues no te imaginas los cambios que puede lograr en tu piel, sobre todo si has tomado demasiado sol en un día de playa. Pela un pepino y muélelo bien fino hasta obtener una pasta (no te olvides de guardar dos rodajitas para tus ojos), extiéndela por todo tu rostro y descansa por 15 minutos. Retira con abundante agua fría y veras tu piel fresca y humectada.
Mascarilla de Rostro terso
Otra vez la miel y el huevo, una mezcla sin par para la belleza. Combina dos cucharadas de miel con una clara de huevo batida. Mezcla con una cucharada de zumo de limón y aplícatela en el rostro, masajeando suavemente. Sentirás como tu piel se estira. Déjala durante 20 minutos y límpiate el rostro con leche descremada tibia. Una delicia de tratamiento.
Mascarilla de Rosas y Juventud
Pues sí, era cierto lo que contaban las mujeres en la antigüedad, algo tan efímero como una rosa conserva el secreto de la eterna juventud. ¿Deseas probarlo? Pues tritura los pétalos de cinco rosas frescas hasta hacer una pasta y déjala actuar en tu rostro durante 15 minutos. Retírala con agua fría ¡Y verás los resultados1
Mascarilla de Yogurt
Las arrugas hablan de experiencia y madurez pero a nadie le gustan, con esta mascarilla las suavizarás. Mezcla un vaso de yogurt natural con una cucharadita de semillas de hinojo y otra de hojas de la misma planta trituradas. La crema debe ser homogénea cuando la apliques en tu rostro. Déjala durante 20 minutos y retírala con agua tibia. Repítelo día a día y tu piel lo agradecerá.
Mascarilla de Tomate
El tomate tiene variados efectos sobre la piel: hidratante, tensor y exfoliante. Si deseas que esos molestos granitos y puntos negros desaparezcan pica un tomate a la mitad y pásalo por tu rostro. Déjalo actuar durante 15 minutos y retíralo con agua tibia ¡Verás los resultados!
Mascarilla de Limón
El limón es la fruta de los mil usos ¡quién se iba a imaginar que también elimina las manchas! Pues bien, mezcla una cucharada de miel de abejas con otra de zumo de limón. Aplícala con un algodoncito en la piel del rostro y déjala durante 20 minutos. Retira la mascarilla con un algodoncito y agua mineral. Ten cuidado de limpiarla bien pues la exposición al sol de la piel con limón provoca manchas.
Mascarilla de Fresas
Si sientes la piel reseca utiliza esta magnífica crema natural para hidratarla y nutrirla. Tritura varias de fresas y mézclalas con miel. Aplica esta crema en tu piel y déjala por 20 minutos. Retírala con agua fría y siente como tu belleza vuelve con nuevos bríos.
Mascarilla de bananas, glicerina y miel Toma una banana más bien madura y machácala con ayuda de un tenedor. Incorpora lentamente dos cucharaditas de miel de abejas natural y dos cucharadas de glicerina líquida (puedes conseguirla en farmacias y tiendas de repostería). Coloca sobre el rostro, déjala actuar durante 20 minutos y lava con agua fría.
Mascarilla de aguacate y aceite de almendras Utiliza medio aguacate maduro, tritúralo con un tenedor y agrega dos cucharaditas de aceite de almendras. Puedes sustituir el aceite de almendras por aceite mineral (aceite de bebé), pues es un excelente hidrantante no oclusivo. Aplícala por todo el “rostro” y déjala durante 20 minutos. Retira con agua tibia.
Mascarilla de aceite de coco y oliva Mezcla dos cucharadas de aceite de coco extra virgen con una cucharada de aceite de oliva. Esparce sobre el rostro y deja reposar por 20 minutos. Retira con agua tibia. Esta mascarilla hidrata y limpia suavemente los poros.
Mascarilla de papaya Corta una rebanada de papaya (lechoza, fruta bomba), remueve las semillas y la pulpa. Frota delicadamente la piel de la papaya sobre tu rostro, enfocándote en las líneas alrededor de los ojos y la boca. Deja secar durante 20 minutos y enjuaga con agua templada. Las enzimas de esta fruta ayuda a reparar el daño hecho por el sol, hidrata las líneas de expresión disminuyéndolas y hará que tu cutis luzca radiante.
Mascarilla de Aloe vera Mezcla media cucharadita de leche de almendras con una cucharadita de azúcar morena hasta que el azúcar se disuelva un poco. Agrega cuatro cucharadas (aproximadamente) de jugo o gel de aloe vera, de ser posible recién cortada de la planta. Esparce sobre tu cara, déjala actuar durante 15 a 20 minutos y retírala con agua templada y una toalla suave. Las propiedades antisépticas, antinflamatorias y humectantes del aloe proporcionaran brillo, suavidad y resplandor a tu piel.
Mascarilla de miel y vinagre de manzana Mezcla dos cucharadas de miel con un cuarto de cucharadita de vinagre de sidra de manzana. Colócala sobre la piel y deja durante 20 minutos. Retira con agua tibia y luego enjuaga con agua fría. Sanará, hidratás y balanceará el PH de tu piel.
Mascarilla de yogur y vinagre de sidra de manzana Combina dos cucharadas de yogur natural, sin azĂşcar ni frutas, con un cuarto de cucharadita de vinagre de sidra de manzana (no se puede cambiar por vinagre blanco o de vino). Aplica sobre la cara y deja actuar por 20 o 30 minutos. Lava con agua tibia y termina con un enjuague de agua frĂa.
Mascarilla de sandía Toma una rebanada de sandía, retira la pulpa y semillas. Sólo debe quedarte la parte blanca adherida a la piel. Presiona la piel sobre la piel de tu rostro y déjala secar durante 20 minutos. Retira con agua fría. La sandía funciona como un tónico natural.
Mascarilla de te prepara una infusión de te verde o de camomila, coloca dentro dos rebanadas de pepino y déjala enfriar. Limpia tu rostro como acostumbres y luego humedece varias motas de algodón en la mezcla. Coloca las motas húmedas sobre el rostro, incluyendo los párpados, y déjalas durante 15 minutos. Esta mascarilla tonifica y desinflama.