Edge by Schneider Electric - Suplemento Magazine

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DENTRO

El costo del Edge

> ¿Puede la nueva capa de infraestructura Edge ser más barata que los servicios centralizados de nube?

El borde del espacio

> La solución para conectar dispositivos IoT podría estar mucho más lejos de lo que piensa

Procesando el Edge

> Los diseñadores de chips están luchando para construir los procesadores que ejecutarán Edge


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a computación de Edge ha recibido gran apoyo y cobertura y el objetivo de esta revista electrónica es el de cuestionarlo oportunamente. Todos nos conocemos el discurso: el internet de las cosas (IdC), los vehículos sin conductor y la realidad virtual generan una gran cantidad de datos que necesitan una respuesta rápida. Esto se añade a una necesidad de tener una informática de baja latencia cercana a usuarios y dispositivos. Hasta ahí es razonable, pero existen en ese razonamiento lagunas obvias.

Las instalaciones de Edge se enfrentan a preguntas sin respuesta, incluyendo la seguridad ¿Es rentable el Edge? Durante más de veinte años, la informática se ha ido centralizando cada vez más y las economías de escala han hecho que los recursos de nube sean prácticamente gratuitos. Nos hemos acostumbrado tanto a la informática gratis, que los partidarios del Edge se olvidan de los costes. Parece que dan por sentado que cuando las aplicaciones de Edge necesiten recursos, estos van a aparecer. Pero los microcentros de datos pierden los beneficios de la escala y no pueden digitalizarse de forma masiva (p8). Para que el Edge se vuelva una realidad, los beneficios de esas aplicaciones de Edge tienen que compensar los costes actuales de los recursos distribuidos reales. Es necesario que se debata la economía del Edge. ¿Es seguro el Edge? Otra de las cosas que se dan por sentado es la seguridad. Las aplicaciones de Edge van a procesar inevitablemente datos de clientes en servidores que se encuentran fuera de los edificios de los centros de datos tradicionales. Los microcentros de datos, o fragmentos más pequeños de los recursos informáticos, son vulnerables a nuevas amenazas, como por ejemplo el mero hecho de tener que transportarlos. Van a necesitar nuevas medidas de seguridad y las instalaciones maduras del Edge deben probarlas e implantarlas (p20).

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¿Es realmente local el Edge? Una suposición muy básica sobre el Edge es que sus recursos tienen que ser locales. Pero la mayoría de las aplicaciones de Edge se basan en redes celulares que aún no tienen cobertura global. Muchas aplicaciones del internet de las cosas (IdC) necesitan cobertura casi absoluta (p14), pero esta tiene que llegar a través de las redes que tenemos hoy en día, o por medio de una evaluación realista de lo que podemos esperar cuando el 5G emerja en el mundo real. En la actualidad es obvio que, lejos de servirse localmente, algunas aplicaciones de Edge se enviarán desde los recursos más remotos que tenemos: satélites en órbita baja terrestre (p10). Los proveedores de servicio se están asociando con empresas de internet por satélite para distribuir el IdC y nuevos actores están entrando en el mercado. ¿Ya está aquí el hardware del Edge? La mayor suposición sobre el Edge tal vez sea la creencia de que el hardware va a ser similar al que se usa hoy en día. Eso puede ser verdad para la primera versión, implantaciones que podríamos llamar Edge 1.0. Pero el hardware tecnológico nunca permanece estático y las presiones en la economía y la seguridad impulsarán el uso de nuevos modelos en un sector emergente. Como de costumbre, los operadores como Intel confían en que usaremos lo que ofrezcan. Pero también como de costumbre, la realidad será algo diferente (p18). Esos vehículos sin conductor van a llevar integrados sus propios recursos de Edge en silicio a medida y en contenedores nuevos. Fijémonos en las noticias Estos planteamientos no significan que pensemos que el Edge no vaya a llegar. Sabemos que está de camino. Y lo sabemos por al menos dos razones: la primera se basa en una encuesta (p16) hallamos que nuestros lectores ya están invirtiendo en el Edge, aunque estén lidiando con las cuestiones anteriores; y la segunda en que nuestro resumen de noticias recientes (p5) muestra que hay desarrollos reales que están ocurriendo en el sector del Edge. Nosotros estaremos pendientes del momento en el que el Edge se haga realidad y sabemos que tú también vas a estarlo.

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75%

Acabando con el bombo del Edge

Meet the team

La cantidad de datos de empresas procesados en el Edge para 2025 será del 75 %, según Gartner

Global Editor Peter Judge @Judgecorp Deputy Editor Sebastian Moss @SebMoss Reporter Will Calvert @WilliamLCalvert Head of Design Dot McHugh Designer Mandy Ling Head of Sales Martin Docherty Conference Director, NAM Kisandka Moses Chief Marketing Officer Dan Loosemore

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Peter Judge DCD Global Editor

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Contenidos 5 El coste del Edge 7 Al borde del espacio 12 Instalaciones informáticas de computación en el Edge efectivas en el nuevo mundo de «Computación en Todas Partes» 11 El borde de las cosas 13 P rueba de realidad 15 El procesamiento del Edge 17 E l Edge aumenta la superficie de ataque 19 En busca del Edge en el 5G


Peter Judge Global Editor

El coste del Edge Los recursos para las aplicaciones de Edge serán más caros que la capacidad de la nube centralizada. Las aplicaciones tendrán que justificar ese sobrecosto, informa Peter Judge

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urante los últimos 20 años, la infraestructura digital se ha ido centralizando con excelentes resultados. Los recursos de los grandes centros de datos compartidos son inmensamente más eficientes que aquellos de las salas de servidores más pequeñas y, por consiguiente, enormemente más baratos. Como consecuencia, ahora tenemos acceso a una riqueza de servicios en línea, que en otros tiempos habría sido inimaginable, prácticamente sin costo. Sin embargo, en los últimos años le ha crecido una nueva rama a la infraestructura digital. Las nuevas aplicaciones, incluyendo el streaming, el internet de las cosas, la realidad virtual y los automóviles conectados, necesitarán recibir grandes cantidades de datos a una muy baja latencia. Por ello, según nos cuentan, el mundo necesita una nueva capa de infraestructura: recursos Edge cercanos al usuario final o a los dispositivos que este usa. Esto ha generado un gran entusiasmo en la industria. Los analistas de Gartner han predicho que los

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datos de las empresas procesados en el Edge, aumentarán de un 10 por ciento actual a un 75 por ciento en los próximos cuatro años. En respuesta a ello, los vendedores han reaccionado. Su propuesta principal de distribución de Edge es a través de microcentros de datos modulares, gabinetes con cerradura que alberguen un Rack tradicional o medio Rack, completo con su propia distribución de energía y refrigeración. Pero ¿Los costos se acumulan? La tendencia hacia la centralización se vio motivada por las economías de escala, que hicieron que fuera más económico usar los centros de datos de escala Web. El Edge hará que las aplicaciones vuelvan a los recursos, lo cual, seguramente, es más costoso. , así que las aplicaciones de Edge acabarán, sin duda, pagando más recursos. En este punto, la economía del Edge consiste en una serie de suposiciones informadas, pero Duncan Clubb, director de consultoría informática de CBRE, está de acuerdo con que las «instalaciones de Edge serán de por sí más caras que los servicios

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“tradicionales” de nube o de housing». Sin embargo, desde Schneider Electric discrepan. Aseguran que los recursos de Edge pueden ser incluso más baratos que los servicios de nube centralizados. «Un centro de datos centralizado de 1 MW tiene un coste de 6,98 $/vatio y un microcentro de datos distribuido de 4,05 $/vatio», según la documentación técnica Cost Benefit Analysis of Edge Micro Data Center Deployments (Análisis del costo-beneficio de la implementación de microcentros de datos de Edge). El documento compara el gasto de capital (capex) de dos alternativas: un único centro de datos «tradicional» con 200 bastidores de 5 kW en una modalidad de pasillo caliente y una configuración de Edge donde los bastidores estén instalados en una serie de microcentros de datos en diferentes edificios, cada uno con un bastidor único de 5 kW. La opción de Edge resulta más barata en parte porque los microcentros de datos pueden implantarse a bajo costo en un espacio de oficinas convencional, donde el suministro energético y los bienes inmuebles es son costos inmovilizados, mientras que los centros de datos centralizados necesitan más gasto de capital. «Este análisis es relativamente hipotético», manifiesta Victor Avelar, director del Data Center Science Center de Schneider, que redactó el documento. «Sin embargo, considero que cuando se coloca un microcentro de datos en un edificio ya existente, hay una infraestructura que es “gratis” porque no es necesario construir el edificio de cero, ni la distribución eléctrica, ni el generador, ni la iluminación, etc.». En cierto nivel, Avelar comenta que el análisis podría estar sobreestimando el ahorro obtenido al cambiar el Edge a microcentros de datos. El estudio asumía

«El Edge puede resultar más barato en un espacio de oficinas, donde la electricidad y los bienes inmuebles tienen un costo inmovilizado»


Edge Supplement | Economics of the Edge que los microcentros de datos no tendrían una redundancia de 2N en su energía y refrigeración, porque en la práctica, por lo general, no lo tienen. Con el fin de obtener una comparación fiel, también empleó una especificación de 1N para unas instalaciones centralizadas que, en realidad, siempre tendrían algún nivel de redundancia. No obstante, existen algunos problemas con el estudio. En primer lugar, se usa como un centro de datos «tradicional» centralizado, por lo que habría pasado por alto las economías de escala que los usuarios de la hiperescala obtienen de la nueva arquitectura en instalaciones aún más grandes. En segundo lugar, no cubre los costos de funcionamiento, ni el gasto operativo ( Opex) con lo que las instalaciones centralizadas obtienen un ahorro significativo. Los centros de datos de nube se construyen donde la electricidad puede comprarse al por mayor a una tarifa favorable, mientras que los microcentros de datos tienen que aceptar la tarifa eléctrica local que aplique a su edificio. Los centros de datos de nube también consolidan las cargas informáticas y el almacenamiento, por lo que la cantidad de hardware requerido para poner una aplicación determinada en funcionamiento sería menor en uno centralizado. Existe otro componente extra de los costes de Edge: la gestión. «Si realmente tenemos computación en el Edge con producción en masa por todas partes, no existen suficientes personas para tener trabajadores dedicados en las instalaciones, gestionando las operaciones», dijo Suvojit Ghosh, director general del Centro de Investigaciones de Infraestructura Informática (CIRC, Computing Infrastructure Research Centre) en el DCD>Nueva York. «No se trata del costo. No se puede tener una persona por centro, porque no hay suficiente gente». Las instalaciones de Edge están, por lo tanto, diseñadas para ser lo más autónomas posibles y para que se puedan manejar en remoto. El software se supervisa y se actualiza en remoto y las correcciones en el hardware las realizan empleados poco cualificados, que instalan un kit que han recibido por correo. No obstante, seguirá habiendo una sobrecarga en el costo y en el tiempo de mandar y gestionar estas actualizaciones virtuales y físicas. Sobre estos puntos, Avelar nos recuerda que las aplicaciones de Edge tienen necesidades comunicativas específicas. Colocarlas de forma central sería perjudicial: no solo aumentaría la latencia, sino que tendrán un mayor costo a la hora de establecer una comunicación con los usuarios finales y los dispositivos. Esto es un buen argumento, ya que las aplicaciones de Edge son diferentes a las

tradicionales. De forma práctica, realizan más comunicaciones que otras aplicaciones y sus demandas de latencia podrían ser absolutas. Por ejemplo, las gafas de realidad virtual deben responder a un cambio en la visión del usuario de unos 10 ms o menos, igual que los coches sin conductor deben, obviamente, responder igual de rápido para evitar los obstáculos. Esto no solo afecta al lugar de carga de las aplicaciones, sino también a la forma en la que están estructuradas, porque parte de esa latencia se encuentra en la operación de la propia aplicación. «Las aplicaciones que necesitan una baja latencia tienen que estar “siempre encendidas”», señala Clubb. «Una baja latencia requiere que el software esté cargado en la memoria y que esté disponible para una respuesta inmediata. La latencia se destruye con contextos de cambio, intercambio o carga de actividades, en las que el recurso informático tiene que cargar el software dentro del procesador desde otra parte para responder a los datos entrantes». Esto significa que, a la hora de operar, las aplicaciones de Edge tienen que estar en un espacio informático de alta calidad, según Clubb «idealmente en un núcleo y su memoria, en vez de estar grabada en un disco o en un tipo de dispositivo de memoria equivocado, listo para cambiar a petición». Avelar divide las cargas de trabajo de Edge según si son intensivas desde el punto de vista informático o de almacenamiento. Las aplicaciones intensivas desde el punto de vista informático tienen un límite de latencia de unos 13 ms, mientras que las aplicaciones intensivas desde el punto de vista del almacenamiento varían dependiendo de cómo los datos están replicados. Si se necesitara una replicación en tiempo real, se requieren 10 ms de latencia. Estas necesidades influyen en la distancia del recurso informático al usuario final o al dispositivo, según Avelar. Las cargas de trabajo intensivas desde el punto de vista del almacenamiento deben estar dentro de un radio de 100 km de sus consumidores, mientras que las cargas intensivas de trabajo informático pueden estar en un radio de 200 a 300 km. Ambas cifras son más altas que la imagen que sugieren las implantaciones de Edge. Por ejemplo, un modelo comúnmente mencionado colocaría un microcentro de datos Edge en cada torre de comunicaciones. Aunque una torre de comunicaciones tiene un rango máximo de 70 km, estas suelen estar espaciadas unos 2-3 km, separadas de las zonas urbanas. En las ciudades están incluso más cerca y probablemente se acerquen incluso más con la llegada de la tecnología de radio 5G, con un rango de señal mucho más corto. El panorama se vuelve mucho más

complejo cuando se considera que las aplicaciones son monolíticas. Los desarrolladores tienden a tomar decisiones complicadas sobre diferentes partes del código, dice Clubb. «En la práctica, espero ver a desarrolladores y propietarios de aplicaciones que usen aspectos de 5G de baja latencia para separar el código de baja latencia y utilizar solo las funciones necesarias más pequeñas en los centros de datos de Edge, al mismo tiempo que la nube o los centros de datos normales aporten la mayoría del procesamiento de datos y el almacenamiento». Los recursos Edge de mayor costo podrían acabar operando solo el diez por ciento de la aplicación Edge general. El 90 por ciento restante seguiría funcionando como respaldo remoto en un servidor virtualizado y optimizado, usando electricidad de bajo costo. Ghosh dice: «No creo que la nube vaya a ninguna parte. Tenemos una necesidad constante de que esa informática de fondo procese los datos que no cumplen con los requisitos de latencia y requiera economías de escala». El precio de las aplicaciones de Edge se establecerá con un recargo, dice Ghosh, aunque predice que este recargo se irá reduciendo a medida que el hardware evolucione para cumplir mejor con las necesidades de Edge. Por ahora, sin embargo, Clubb predice que existe una necesidad de lidiar con la realidad: «La infraestructura informática de Edge va a ser cara, estará bien especificada y con una gran memoria. Los modelos de precios serán distintivamente más caros que los casos normales de nube». Entender esto influirá en las mentes de aquellos que planean ampliar la primera oleada de Edge. Antes de que el Edge pueda despegar realmente, sus aplicaciones tendrán que encontrar una forma de cuantificar ese coste y de adoptar un modelo de negocio que lo justifique.

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Al borde del espacio Cuando la fibra y la cobertura celular te abandonan, la respuesta podría ser una mayor potencia, informa Sebastian Moss

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olemos pensar en el Edge como algo cercano. Lo vemos como algo próximo y de baja latencia, con dispositivos distribuidos a través de ciudades densas, encontrado en nuestras tiendas, integrado en nuestros coches y situado en nuestros hogares. Pero el Edge es mucho más que todo eso. Se extiende por todo el mundo, puesto que los dispositivos del internet de las cosas (IoT) habitan rincones remotos de este planeta, alejados de la conexión por tierra. «A día de hoy, si nos fijamos en la cobertura de la LTE y el 4G, así como en el 5G en el futuro, solo un 20 por ciento de la masa terrestre está cubierta por estas tecnologías», contó a DCD Tim Last, VP y DG del IdC en Iridium, empresa de comunicaciones por satélite. Si existe un 80 por ciento sin cubrir, ¿qué tiene que hacer un sistema del IoT cuyo objetivo es conectar al mundo? Para resolver el reto de conectar algo de forma remota, la solución se encuentra aún más lejos: en el espacio. «Somos capaces de aportar un servicio global completo a cualquier punto del planeta», dijo Last, con sensores de minería, marítimos, agrotecnológicos o de transporte,

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todos los cuales usan Iridium. «El IoT es aproximadamente un quinto de nuestro negocio, pero es el segmento que tiene el crecimiento más rápido. En los últimos siete años hemos añadido más clientes y más ingresos al año con los servicios de IoT que con cualquier otro producto de la red de Iridium». La empresa, que está acabando la renovación de su satélite, una acción ambiciosa con un coste de 3 mil millones de dólares, da servicio a 678.000 dispositivos activos del IoT, hasta un 26 por ciento cada año. «Llevamos haciendo IoT 12 años aproximadamente, y ahora tenemos unos 400 socios que han desarrollado diferentes tipos de aplicaciones que usan esa tecnología y dan servicio a diferentes tipos de mercados». Pero el mercado del IoT por satélite, como el mercado más amplio del Edge, está cambiando a medida que se conectan más dispositivos y más empresas se pasan a la nube. «Estamos a punto de lanzar formalmente CloudConnect, un producto que hemos desarrollado en cooperación con Amazon Web Services», dijo Last. «Son el líder del mercado y resulta que ya tenían clientes

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Sebastian Moss Deputy Editor

para sus servicios tradicionales de IoT y de nube que habían expresado la necesidad de conectar activos remotos». Inmarsat, la empresa competencia en comunicaciones por satélite, también ha adoptado la nube, ofreciendo servicios de IoT industriales por medio de Microsoft Azure. «Esto le da a Microsoft capacidad para cubrir los déficits de su red Azure donde los clientes no pueden obtener acceso directo a la nube», contó a DCD Tara MacLachlan, VP de IoT industrial en Inmarsat. Tanto Iridium, con sus 66 satélites activos en órbita baja terrestre, como Inmarsat, con sus 13 satélites en órbita geoestacionaria, ofrecen varias soluciones de conectividad con diferentes costos y con diferentes requisitos de hardware. «La mayoría de nuestro IoT opera con datos en ráfagas cortas (SBD, por sus siglas en inglés), que es, como su propio nombre indica, un servicio únicamente de datos por paquetes que opera en los módems de más bajo costo, transmisores que podemos producir en nuestra red», dijo Last. «Estamos ante un escenario entre un puñado de kilobytes y unos 100 kilobytes de datos al mes, usando una red de datos en ráfagas cortas. Cuando la gente me escucha hablar de kilobytes de datos, a veces dicen


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alcance más amplio de sistemas de IoT más pequeños que las redes más robustas de Iridium e Inmarsat, que podrían ser demasiado caras de usar. «Existen diferentes tecnologías para diferentes casos de uso», dijo Grant, que visualiza un escenario en el que los granjeros podrían querer «rastrear un grupo de 50 000 cabezas de ganado, con un objeto pequeñísimo en cada una de ellas».

“¡Madre mía! ¿Seguro que se trata del Big Data; seguro que se trata de megabytes y gigabytes?” Bien, pues la gran mayoría de las aplicaciones de IdoT opera con cantidades de datos relativamente pequeñas». Incluso entonces, con los costos de transferencia de datos y de los dispositivos necesarios para enviarlo, es importante esforzarse para mandar únicamente lo necesario. «De forma crítica, desde el punto de vista de Inmarsat, se trata de recopilar datos en un punto inteligente del Edge», dijo MacLachlan. «Se trata de examinar con detenimiento los datos entrantes, entendiendo qué puntos de datos tienen que transmitirse y cuáles no», usando un portal inteligente del Edge definido por software para preprocesar los datos. «Este portal tiende a ser una pieza de hardware con muy poco impacto», dijo MacLachlan. «El hardware soporta toda esa inteligencia del Edge y la conexión», usando generalmente tipos de conexión como red de área ancha de corto alcance (LoRaWAN, por sus siglas en inglés), Bluetooth de baja energía (BLE, por sus siglas en inglés) y Ethernet para conectarlo a los diferentes dispositivos del Edge y a los sensores del IoT en un área, devolviendo solo una pequeña cantidad. «Para esas empresas, tiene sentido tener algún punto de agregación en el terreno», contó a DCD el Dr. Alex Grant, CEO de la

startup Myriota. «Ese tipo de tecnología por satélite es más cara: el hardware es más caro y suele requerir más potencia». Su empresa espera ofrecer una alternativa más barata, un sistema pequeño que pueda durar una década con una única serie de baterías y que pueda mandar datos directamente al satélite. «Esa arquitectura directa a la órbita está bien, porque entonces no necesitas llevar a cabo un ejercicio de planificación de la red en tierra», dijo Grant. La empresa emplea cuatro satélites del proveedor de servicios de datos marítimos e inversor de Myriota, exactEarth, con el fin de conectar millones de pequeños sistemas que envían pequeñísimas cantidades de datos. Grant dijo: «Podemos mandar datos partiendo de una cantidad tan baja como 20 bytes. Es bastante granular: si lo único que necesitas es mandar un mensaje muy corto, lo puedes hacer usando una cantidad muy, muy pequeña de energía de las baterías y ya estaría». Myriota, que en la actualidad va de pruebas piloto a implementaciones comerciales completas, espera abordar un

El costo de acceso al espacio está cayendo en picado gracias a SpaceX y al aumento de pequeños satélites. Por ello, una cantidad de recién llegados se han apuntado a la carrera por el creciente mercado del IoT, con lo que esperan debilitar a los proveedores actuales. «Estos tipos de redes son buenas para los casos de muy bajo costo y para los clientes que realmente no necesiten pagar por la baja latencia», dijo Last. Sin embargo, sigue sin estar convencido de que todas las startups vayan a sobrevivir: «Creo que vamos a ver una gran consolidación, vamos a ver a la mitad de estos jugadores caer y sencillamente desaparecer, vamos a ver a la otra mitad consolidarse. Y luego, es posible que veamos a uno o dos de ellos asociarse con otros. Ya hemos firmado una serie de acuerdos», añadió, citando un memorando de acuerdo con Hiber y un acuerdo de servicio con Fleet Space. Con una nueva red de satélites y un negocio creciente, Last se siente seguro con el futuro de Iridium. «Es decir, no es el caso de muchos de nuestros competidores, Inmarsat prácticamente ha tenido que retirarse para salir del foco, porque sus resultados estaban siendo bastante malos». «Globalstar está intentando venderse motivado por la presencia de la competencia, Orbcomm ha tenido que retirarse al negocio celular porque han decidido que realmente no querían dedicarse más a los satélites». Estas palabras belicosas llegan al mismo tiempo que se acerca, en el espacio, al igual que en el Edge, una saturación mucho mayor, empujando al límite diferentes modelos de negocio no probados. Last dijo: «El mundo de los satélites es difícil, pero si cuentas con una serie de personas y tienes la

«Se trata de recopilar datos en un punto de Edge inteligente»

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Advertorial: Schneider Electric

Instalaciones informáticas de computación en el Edge efectivas en el nuevo mundo de «Computación en Todas Partes» ¿Por qué es necesaria la capacidad de computación del Edge? ¿Cómo hay que diseñarla, instalarla y gestionarla?

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ace no tanto había un sentimiento dominante de que todo se movía a la nube, un flujo imparable e inevitable de capacidad informática local hacia centros de datos de provisión de servicios centralizados. Pero esto no ha sucedido por varios motivos. Una de las razones principales tiene que ver con la creciente necesidad de capacidad de computación en el «borde» de las redes, más cercana a los usuarios, ya sean estos humanos o máquinas. Pero ¿por qué es esto necesario? Enviar los datos a través de una red cuesta tiempo y dinero. El suficiente como para que tenga más sentido instalar la computación y el almacenamiento en el Edge en vez de tener que mover todos los datos a y desde la nube o algún otro centro de datos remoto. El fenómeno del internet de las cosas (IdC) es un gran impulsor de la necesidad de usar la capacidad de computación del Edge, puesto que cada vez hay más dispositivos conectados que generan y recopilan información. Al ser tan bajo el coste de los sensores y la conectividad de las redes, el volumen de datos recopilados por los dispositivos locales ha estallado. Si lo combinamos con los avances hechos en el análisis de datos, la automatización y la inteligencia artificial, estos datos se vuelven muy valiosos. El creciente valor de los datos de los dispositivos está impulsando este mundo del IdC donde todo está conectado y se recopilan datos continuamente. Ahora tiene más sentido (desde el punto de vista financiero) procesar, limpiar y almacenar de forma local al menos algunos de estos datos que mandarlos a un centro de datos remoto.

Independientemente de la sensibilidad a la latencia y al coste, el impulsor principal real de la computación en el «borde» de la red es el deseo de obtener un beneficio de la digitalización. Añadir conectividad computacional y de red a cada «cosa» y prácticamente a todos los aspectos de nuestra vida tiene un impacto notable en la productividad, eficiencia y bienestar de la sociedad. La computación en todas partes es nuestro futuro. Como resultado, los casos de uso para las aplicaciones de la computación del Edge han estallado. La digitalización de procesos industriales y fabricación es claramente un caso de uso claro; otro es la implantación física minorista de la informática local para proporcionar experiencias digitales envolventes en tienda. No obstante, la implantación de las redes móviles 5G podría suponer el mayor impacto en el crecimiento del mercado de la computación del Edge. El 5G ofrece la promesa de una latencia inferior al milisegundo, una velocidad necesaria para hacer que muchos de los sueños tecnológicos del mundo (como los vehículos totalmente autónomos, intervenciones quirúrgicas robotizadas, realidad virtual o aumentada y el manejo a tiempo real de las fuentes de energía distribuida) se hagan realidad. El 5G va a permitir un mundo con velocidades de datos increíblemente altas para una gran cantidad de usuarios, a la vez que se mejora la fiabilidad y la seguridad de forma energéticamente eficiente. La arquitectura de la comunicación 5G requiere la instalación de cientos de miles de mininubes y antenas de comunicación para que todo esto dé sus frutos. Por lo tanto,

La arquitectura de la comunicación 5G requiere la instalación de cientos de miles de mininubes y antenas de comunicación para que todo esto dé sus frutos. no solo ayudarán las redes 5G a impulsar el mercado más amplio de la computación del Edge, permitiendo que las aplicaciones de Edge hagan todavía más, sino que la propia instalación del 5G será una aplicación de computación del Edge importante que impulsará el mercado general. Esta tendencia de «computación en todas partes» nos ha llevado a una arquitectura híbrida de computación, donde cada vez se extienden más activos y datos informáticos de organizaciones por centros de datos centralizados, centros de datos regionales más pequeños y centros de Edge locales muy pequeños. Este entorno con gran distribución crea desafíos para aquellos que implantan y manejan la infraestructura informática. Esta complejidad se ve exacerbada cuando se piensa que cada centro de Edge local necesita una alta disponibilidad para asegurar operaciones y servicios ininterrumpidos. A medida que las tecnologías del IdC y las aplicaciones de la computación del Edge se vuelven parte más integral del negocio diario y/o de la experiencia de los clientes,


Advertorial: Schneider Electric

deberían manejar la interoperabilidad fácil a través de diseños de referencia, seleccionadores, API y programas de certificación. Los proveedores eficientes de infraestructura física (bastidores, UPS, refrigeración, etc.) simplifican la implantación y las operaciones a través de configuraciones de uso fáciles, diseños de referencia, infraestructuras resilientes y herramientas de gestión de software. Los integradores de sistemas añadirán un enorme valor a través de la integración completa de tu hardware informático, software y sistemas de infraestructuras físicas, idealmente antes de enviarlo al centro. Finalmente, los proveedores de servicios gestionados (PSG) operarán y mantendrán la infraestructura de Edge a través tanto de herramientas de gestión como de servicios digitales aportados, bien por ellos mismos, bien por el proveedor de infraestructuras.

la infraestructura informática del Edge que alberga el equipo informático distribuido asociado ha de ser robusto. El papel de la informática ya no se ve como un centro de costes, sino como una relación estrecha con la estrategia del negocio, y al beneficio como un generador de valor, lo que hace la resiliencia aún más imprescindible. Existen dos atributos únicos de los entornos de Edge local, a diferencia de un Edge regional o de centros de datos centralizados que dificultan la obtención de la resiliencia necesaria: (1) falta de TI y/o trabajadores presenciales en las instalaciones y (2) tener muchos centros que estén geográficamente dispersos. Ambas crean problemas como: • Complejidad a la hora de seleccionar y configurar los componentes de la infraestructura informática: se pueden propagar errores por los centros. Es necesario elegir partes que no solo apoyen la aplicación, sino que también sean compatibles con el resto de partes y con las condiciones locales del centro. • Desafíos logísticos/de personal a la hora de implantar la infraestructura informática en cada centro.

• Operación y mantenimiento de diferentes centros en remoto: tener visibilidad de todos los centros y activos, resolución de problemas sin empleados locales formados, mantener todo de forma estandarizada y eficiente, interpretando alarmas y notificaciones de estado, sabiendo quién accede al equipo, etc. La mitigación de estos desafíos comienza al asociarse con un ecosistema colaborativo de vendedores, integradores y proveedores de servicio. Juntos, usando su experiencia y herramientas, pueden abordar los desafíos que puedan suponer la configuración, integración, entrega y operaciones/ mantenimiento. Los proveedores de TI

La gestión de software es una parte esencial de la solución para superar los retos del Edge. Las herramientas son necesarias para aportar visibilidad y poder controlar en remoto. Han surgido nuevos paquetes de software basados en la nube que ofrecen API abiertos y se aprovechan de la nube, del IdC, de los análisis de datos y de las tecnologías de inteligencia artificial. Estas nuevas herramientas son las que conectan a los miembros del ecosistema con la fase de las operaciones de las implantaciones informáticas del Edge. Estas nuevas capacidades, junto con los PSG que los emplean, esencialmente aumentan la plantilla para el usuario final aportando visibilidad remota y control proactivo sobre todos los activos informáticos del Edge. Para hacernos una idea general, el ecosistema trabaja de forma conjunta para simplificar el diseño y las fases de implementación a la vez que aporta una mano de obra física y virtual para facilitar las cargas de gestión y mantenimiento. Al trabajar juntos, los propietarios y operadores de la computación del Edge serán capaces no solo de sobrevivir en nuestro nuevo y complejo mundo de la «computación en todas partes», sino que deberían posicionarse de tal manera que puedan prosperar de cualquier modo en el que sirva a sus clientes.

Schneider Electric Roseann Brusco 401 363 7058 roseann.brusco@se.com


El borde de las cosas El internet de las cosas promete conectar miles de millones de objetos James Pearce explora los recursos de Edge que serán necesarios

James Pearce Freelance

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esde el borde ves todas las cosas que no puedes ver desde el centro», dijo el escritor Kurt Vonnegut. Perdónanos, Kurt, sabemos que estabas hablando de asumir riesgos en la vida real, pero si tomamos el sentido de borde en su voz inglesa, Edge, y malinterpretamos la cita, podríamos creer que te refieres a la dificultad de gestionar el Internet DeLas Cosas a partir de un recurso centralizado. A diario se procesan 2,5 trillones de bytes de datos y se estima que para 2020 se creen 1,7 MB de datos por segundo para cada una de los 7500 millones de personas en el mundo. Estas cifras son notables e ignoran el Internet De las Cosas (IoT), que promete conectar un gran conjunto de dispositivos en los próximos años, cuando las cifras de la industria estiman que para 2025 podría haber hasta 30 mil millones de dispositivos conectados en el ecosistema global. Con el fin de apoyar el IoT, los técnicos se están centrando en la computación en el Edge como una forma de procesar esta avalancha de datos de forma oportuna. Como los dispositivos extremos producen datos en vez de consumirlos, ¿quién querría mandar esos datos de vuelta a través de una tubería estrecha a un centro de datos para su procesamiento? Según el informe de AFCOM State of the Data Center Industry (Estado de la industria de los centros de datos), las soluciones del Edge son una de las áreas principales para los usuarios finales de los centros de datos. El 44 por ciento de ellos ya han usado alguna forma de capacidad de computación en el Edge o planea hacerlo este año. Otro 17 por

ciento dice tener planes con respecto a la computación en el Edge para los próximos tres años. Frederik Forslund, VP de soluciones de borrado de información de la empresa y de nube en la empresa de seguridad de datos Blancco, asegura que este interés está motivado por una creciente demanda de conectividad y movilidad. «La computación en el Edge procesará datos para facilitar servicios tan cercanos al usuario como sea posible. Esto permitirá tener una mejor calidad del servicio para aplicaciones y servicios seleccionados, centrándonos en un aumento de la demanda de datos, sin

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aumentar necesariamente el tráfico de datos. La computación en el Edge, por lo tanto, también mejora la disponibilidad y la conectividad del servicio. Esto será primordial a la hora de permitir aplicaciones del IoT automovilísticas y servicios de realidad aumentada y virtual». Parte del revuelo que causa el IoTC es exagerado. Tengamos lo siguiente en cuenta: de esos 30 mil millones de dispositivos del IoTC, muchos serán neveras, altavoces inteligentes o televisiones que se pueden usar en casa. Para estos dispositivos, puede que la informática instantánea no sea necesaria.


Edge Supplement | The Internet of Things Para una nevera, por ejemplo, la conectividad es bastante simple: enchúfala a una red wifi y la nevera puede mandar los datos de vuelta al centro de datos de Samsung, o directamente a tu dispositivo, donde necesites (o si necesitas) usar las funciones de conectividad en el dispositivo. Otros dispositivos del IoT, como sensores de temperatura, solo pueden producir pequeños paquetes de datos, que pueden ponerse en cola sin peligro. Pero un número significativo de «cosas» conectadas va a necesitar latencias más bajas. Si esos sensores de temperatura son críticos para la seguridad, los datos tienen que transferirse rápidamente. Una gran cantidad de estos dispositivos pueden causar fluctuaciones en los volúmenes de datos, que suponen una dificultad a la hora de transmitirles servicios rápidos. Es por ello por lo que tantas empresas se están involucrando en el Edge del IoT. En junio, HPE habló sobre su estrategia «Cloud-toEdge» (de la nube al Edge), revelando sus planes de gastarse 4 mil millones de dólares en los próximos cuatro años en productos y servicios de IA, AA y computación en el Edge que marquen el camino hacia las soluciones de IoT. La computación en el Edge tendrá un «impacto masivo» en el panorama global de conectividad, según Jonathan Leppard de Future Facilities, una empresa de software y simulación de centros de datos. Pero hay un problema: la mayor parte de nuestra informática se lleva a cabo en instalaciones centralizadas, como centros de datos de nube y estas no van muy bien con los datos del IoT por varias razones. Si los datos del IoT se originan con las personas, existe un riesgo de privacidad y fallos de seguridad cuando pasa a las instalaciones centrales. Muchas aplicaciones del IoT, como el control a tiempo real, han de tener una respuesta rápida. Los servicios centralizados aumentan la latencia y pueden dañar esas aplicaciones. Los costos de la nube pueden ser altos si se almacenan grandes cantidades de datos, las cuales pueden atascar las redes y aumentar los costos de red. Las aplicaciones del IoT suelen crear grandes cantidades de datos, muchos de los cuales pueden descartarse una vez obtenidos

los patrones. Por esta razón, los últimos dos problemas pueden mitigarse con un procesamiento local. Leppard está de acuerdo: «Va a ser necesario tomar decisiones sobre qué tipo de informática tendrá lugar en la ubicación del Edge y de lo que puede conseguirse de vuelta en la base. Estas transacciones de datos pondrán nuevos esfuerzos en la conectividad entre decenas, centenas o miles de sitios del Edge y el centro o los centros empresariales que den apoyo a la red». Al transferir más del procesamiento de alto nivel al Edge, añade, los dispositivos del IoT pueden hacerse más pequeños, más ligeros y más baratos, para aportan «casi una oportunidad ilimitada para hacer que nuestro mundo esté conectado y sea inteligente y digital». Todo esto lleva a una conclusión: el IoTnecesita un procesamiento local de Edge. La respuesta del sector de los centros de datos ha sido promover la creación de «microcentros de datos» más pequeños y más modulares. Una investigación de Global Market Insights predice que el mercado de los microcentros de datos sobrepasará los 14 500 millones de dólares en 2025, con un crecimiento compuesto anual de más del 25 por ciento. Massimo Bandinelli, director de marketing de nube y de centros de datos en la empresa europea de host, Aruba.it, dice que el IoT, así como otras demandas del Edge «acarreará un cambio significativo en el panorama de los centros de datos, impulsando una subida en centros de datos de menor tamaño, así como en sistemas operados por Edge, que trabajarán conjuntamente con centros de datos ya existentes». ¿Influirá la computación en el Edge en el establecimiento de negocios para el procesamiento centralizado? Bandinelli dice: «El modelo tradicional de centros de datos seguirá prosperando y será esencial para todo tipo de negocio ya que conserva su papel en el centro de estas nuevas redes y es esencial para el procesamiento de los datos fundamentales que requieren una retención a largo plazo». De hecho, los agentes tradicionales de housing con instalaciones cercanas a sus clientes también pueden participar en el Edge del IoT, ya que algunas aplicaciones de Edge pueden estar incluso a 300 km de sus usuarios (ver el artículo «El coste del Edge» en

«La computación en el Edge procesará datos para facilitar servicios tan cercanos al usuario como sea posible»

la página 8). Cuantas más instalaciones tengan, más convincente será. Pongamos el ejemplo de Equinix: tiene 200 centros de datos en 52 mercados. Esto hace que nunca te sientas lejos de un centro de datos de Equinix, lo que fortalece su campo de Edge. «Equinix ha facilitado las “cosas” por medio de la comunicación entre máquinas a través de redes privadas durante un largo periodo de tiempo», dice Russell Poole, director general de Equinix en el Reino Unido. «Vemos la necesidad de tener capacidades significativas de computación en el Edge, especialmente cuando tenemos que adoptar medidas a tiempo real basadas en los datos del IoT. Los autos sin conductor son el ejemplo obvio que todos usamos». Otro agente de housing con un interés duradero en el Edge es EdgeConneX, con 40 centros de datos en 30 mercados. Phillip Maragella, CMO de EdgeConneX, dice: «La enorme crecida del volumen y velocidad de los datos (fortalecido por el IoT) que se transfieren por internet va a necesitar una arquitectura más distribuida que requiera una expansión de la capacidad de los centros de datos tanto del Edge cercano como de la extensión del Edge lejano para poder controlar esta avalancha de datos». Otros dispositivos del IoT más inteligentes seguirán necesitando gestión y organización desde los centros de datos tradicionales y las empresas de centros de datos podrían desarrollar servicios de Edge aportados a lo largo de líneas tradicionales de «nube», dice Robert Milner, jefe de conectividad de Cambridge Consultants: «La oportunidad más significativa para los centros de datos está en el desarrollo de nuevos modelos de negocio para asumir los avances en la computación en el Edge. Es posible que veamos surgir estrategias comerciales que cambien totalmente los modelos de titularidad o sean más cercanas a los servicios de nube tradicionales, donde los centros de datos ofrecen una informática y una lógica más cercana a los usuarios finales». El IoT tampoco es únicamente sensores de temperatura, dice Poole, de Equinix. El bufete de abogados internacional HFW usa el Edge digital para mejorar la experiencia de los clientes en mercados clave como Dubái, Londres, Hong Kong y París: «HFW ha distribuido su informática para estar más cerca de los clientes y empleados». El IoT sigue creciendo, pero Marangell, de EdgeConneX, ve una oportunidad: «Los principales agentes en el espacio también resulta que son los mayores proveedores de nube. Para nosotros, se trata de darles, a ellos y al resto del ecosistema del IoT, una solución de centros de datos de principio a fin, desde lo hiperlocal a la hiperescala».

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Prueba de realidad

Hemos preguntado a los lectores por su opinión sobre el estado actual y futuro de las tecnologías de Edge. Will Calvert presenta los resultados

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uando invitamos a los lectores a completar una encuesta sobre la tecnología Edge y sus aplicaciones, respondieron empresas de todo el mundo, incluyendo gente de IBM, Amazon, Schneider Electric, NTT Singapore, Vertiv, Furukawa Electric, entre muchos otros. Entre aquellos que fueron tan amables de contestar, parece que la mayoría trabaja en fabricación (29 por ciento), seguido inmediatamente por los servicios del área de housing de los centros de datos tradicionales y de los centros de datos para múltiples usuarios (MTDC, por sus siglas en inglés) (25,6 por ciento). El 46 por ciento restante de los encuestados se divide entre servicios de nube, servicios financieros, servicios de

telecomunicaciones/ISP, minoristas y otros sectores. Según los resultados de la encuesta, el Edge va a ocurrir: el 79 por ciento de los encuestados piensa que será igual de importante que la infraestructura de un centro de datos tradicional. Un lector respondió a esta pregunta asegurando que la tecnología Edge será «esencial, pero no tan lucrativa para las empresas que estén acostumbradas a fabricar/ vender los grandes equipos en los centros de housing». Otros secundaron esta opinión, afirmando que algunos de los obstáculos que prevén tanto con el Edge como con las tecnologías 5G son: «el costo y la guerra comercial actual», «costo e innovación» y «tiempo y costo de la inversión». ¿Está listo el mercado para el Edge y el 5G?

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Will Calvert Reporter

Las opiniones están divididas por igual. Algo más de la mitad (54,6 por ciento) contestó «Sí» y el 45,3 por ciento restante «No». En general, hubo un acuerdo positivo sobre Edge/5G, pero varios de los comentarios reflejaron una visión negativa. Una de las personas dijo: «Existe una falta de empleados técnicos capacitados para el trabajo». A otros les preocupaba la «seguridad física, la resiliencia y la redundancia frente a costos» y que «la ley alemana vaya a impedir el despliegue masivo del 5G: el previsto para 2025 no va a darse». Hallamos que, de media, los participantes gastaron el 26 por ciento de los presupuestos anuales en tecnologías Edge, pero la escala iba desde aquellos que no se gastan nada en Edge hasta aquellos que aseguran estar


Basado en 86 respuestas

Edge | Suplemento

otra No

No

Si

¿La tecnología Edge es tan importante como la infraestructura de centro de datos tradicional?

Presupuesto anual promedio gastado en tecnologías de punta

Si

¿Está la industria lista para la tecnología edge / 5G?

¿Cómo describirías el Edge?

Necesario progresivo

Otra

Exagerado

Otro Irrelevante

Promedio de cuánto de sus presupuestos los encuestados creen que gastarán en Edge dentro de cinco años gastando el 100 por cien del presupuesto en esta tecnología. Si rascamos un poco más, parece que la tecnología sigue en crecimiento. Un cuarto de aquellos que respondieron se gasta entre uno y diez por ciento de su presupuesto en Edge. La siguiente opción más popular estaba entre el 11 y el 20 por ciento, que supuso un 15 por ciento de las respuestas. Casi el 80 por ciento coincidía en que el Edge va a llegar a ser igual de importante que la infraestructura de los centros de datos tradicionales, pero ese optimismo no se reflejó igual en los presupuestos: el gasto medio previsto para Edge a cinco años solo aumentó un 9 por ciento. En este presupuesto proyectado, solo una persona respondió que no iba a hacer ningún gasto en Edge a cinco

años vista, comparado con 13 personas (el 15 por ciento) que dijeron que no tienen ningún gasto actual en Edge. Al preguntarles por las palabras para describir las tecnologías Edge, el término más usado fue «necesarias», seguido de «progresivas». Les dimos la opción de añadir sus propios términos. A esto, los participantes sugirieron términos como «descentralizadas», «incorrectamente comercializadas» y «más pequeñas (físicamente)». Una persona pidió una solución más práctica para ayudar en la implantación del Edge: «Sería de gran ayuda si todos los proveedores de tecnología establecieran una integración estándar con todas sus redes».

Uno de los lectores estaba preocupado por el significado del Edge en la informática tradicional en general: «El Edge es el último bastión para los proveedores de la informática tradicional antes de que los proveedores de nube acaben también por ir por ello». Pero no todas las opiniones fueron tan negativas: «Es muy fácil trabajar con Edge y me alegro más de trabajar con tecnologías Edge que con la tecnología de los centros de datos tradicionales». Una de las personas preguntó «¿Qué es la tecnología Edge?». Esa misma persona había respondido que su gasto en tecnologías Edge era de un 20 por ciento de su presupuesto anual. Solo nos cabe esperar que esta persona encuentre nuestro suplemento de Edge esclarecedor.

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El procesamiento del Edge El futuro de la informática se expandirá por la red: desde el dispositivo al nodo informático, pasando por el centro de datos. Sebastian Moss investiga quién procesará el Edge

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entro de no mucho nos toparemos con un punto en el que habrá más energía de computación en el Edge que en los centros de datos o en la nube, según Justin Boitano, director senior del departamento de empresa y computación en el Edge de Nvidia. Muchos son los que comparten su predicción en una industria que se está preparando para un mundo donde proliferan los sensores, los sistemas del internet de las cosas pueblan las ciudades y el Edge está al mando. Al no existir una arquitectura computacional dominante en este campo en expansión, este cambio significa que existe un mercado enorme con espacio disponible, y todo el mundo quiere un pedazo. Ahora mismo se está librando una batalla entre los diseñadores líderes de chips, los gigantes de la nube y las startups más osadas, ya que todas quieren construir los procesadores que vayan a operar el Edge. Intel está en uno de los bandos: los CPU de la empresa dominan los centros de datos, por lo que espera trasladar ese éxito al Edge.

«Lo que hemos hecho con el procesador Xeon escalable de segunda generación es ponerle características que lo hagan ideal para el procesamiento en el Edge, que podría estar cerca de los propios dispositivos o en la red», dijo el ingeniero principal senior, Ken Shoemaker. Tim Verrall, el ingeniero senior de red, lo relacionó con la red telefónica, cuyos intercambios (comúnmente denominados «oficinas centrales») son importantes en muchas propuestas de red de Edge. Sirven como puntos de convergencia para los sistemas telefónicos locales (el «bucle local»), así como para las redes troncales de largo alcance de los proveedores de telecomunicaciones, y tienen una infraestructura preexistente de electricidad y refrigeración. Los procesadores de nueva generación son «ideales para la oficina central de la nueva generación, que se encuentra en sus primeras fases de implantación», dijo Verrall. «Existe un gran número de oficinas centrales y suelen estar a unos 16 km del punto final,

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Sebastian Moss Deputy Editor

que es justamente donde se está implantando hoy en día el Edge». Verrall añadió: «La cantidad de tráfico que se espera que funcione en la red con el 5G, realmente obligará a ofrecer servicios en el Edge y los proveedores de telecomunicaciones van a necesitar deshacerse de datos. De lo contrario, sus redes troncales se van a saturar». No obstante, un bucle local de hasta 16 kilómetros podría situar la oficina central demasiado lejos del Edge para algunas aplicaciones. Por ejemplo, los autos sin conductor no se pueden permitir ningún tipo de latencia y las empresas como Renesas, NXP, Tesla e Intel compiten para desarrollar el hardware que opere en el propio vehículo. Para otros dispositivos de Edge conectados, como las cámaras de seguridad, invertir en un hardware que realiza algunos preprocesamientos y que está integrado en el dispositivo acarrea un ahorro. «Pensemos que esa cámara está enfocada a una puerta. Esa puerta está cerrada el 99 por ciento del tiempo , por lo que el sensor de vídeo podría valorar que la puerta está cerrada, que nadie


Edge Supplement | Processing the Edge entra ni sale y no tendría que enviar ningún dato», contó a DCD Mohamed Awad, VP de negocio de infraestructura de Arm. «En algún momento la puerta se abre, alguien pasa por la puerta y el sensor de vídeo puede distinguir que no es la persona que tendría que pasar por ahí, por lo que manda los datos a un ordenador Edge móvil, que realiza un reconocimiento facial para determinar quién es», explicó Awad. «Posteriormente sube los datos a la nube, donde se realiza un análisis más profundo». Awad lo ve como un sistema integral donde «la computación intensiva va a operar más cerca del núcleo, hacia el centro de datos, mientras que la computación menos intensiva va a operar más hacia el borde, es decir, hacia el Edge, donde hay más sensibilidad sobre la electricidad, el costo y ese tipo de cosas». Arm, aunque no lo ha tenido fácil en el espacio de CPU del servidor, tiene una gran presencia en el Edge: sus diseños de chip se encuentran en más de 130 mil millones de productos, incluyendo básicamente todos los teléfonos inteligentes. Su propietario, el gigante japonés de las telecomunicaciones, SofyBank, ve un mercado mucho mayor en el horizonte, que ofrece un ambicioso objetivo de un billón de dispositivos. «No nos queda tan lejos», dijo Awad. Esta explosión en el Edge va a llegar al mismo tiempo que otro cambio transformacional masivo: la inteligencia artificial. Pongamos el ejemplo de las cámaras de seguridad: cada una podría usar el procesamiento de IA para filtrar y descartar datos innecesarios de vídeo y resaltar anomalías relevantes, algo a lo que Nvidia espera poder responder con su nueva plataforma EGX, una arquitectura de referencia en varios tamaños, desde el minúsculo Jetson Nano hasta el bastidor completo de servidores T4. «Dependiendo del número de cámaras que intentes analizar, va a haber una serie de soluciones de hardware en el marco de nuestra plataforma EGX», dijo Boitano. «Un microservidor de IA que opera el IoT de Azure puede procesar unas cuatro cámaras en pequeños factores de forma y un bastidor completo puede procesar hasta 3000 cámaras». El VP de Intel y COO de su grupo AI Products, Remi El-Ouazzane, ve una oportunidad de mercado similar para su empresa: «El mayor problema con las cargas de trabajo del enfoque es el ancho de banda, especialmente en el espacio de vigilancia. Si mandamos un vídeo de 4K o de 8K de 30 fotogramas por segundo a un sistema e instalamos miles de cámaras, ni la red ni el almacenamiento lo van a soportar». «Es necesario hacer IA en el Edge para

centrarnos sobre qué actuar o qué mandar de vuelta». El-Ouazzane, que fue CEO de la empresa de chip de visión por ordenador de bajo consumo, Movidius, antes de que fuera adquirida por Intel, sigue viendo el Edge extendido por varias capas: desde el dispositivo al punto de agregación, pasando tal vez por un servidor de Edge y, posteriormente, por un centro de datos. «Estamos lidiando con diferentes envolventes de potencia, dependiendo de si es un dispositivo final o un punto de agregación. En lo que respecta a los dispositivos, para la aceleración de IA, el envolvente de potencia se sitúa en cualquier punto entre unos cuantos milivatios hasta tres vatios. Cuando nos fijamos en los puntos de agregación, nos colocamos entre 10 vatios de disipación de potencia y 50 vatios». Intel y Nvidia están lejos de estar solas en la carrera por el mercado de IA del Edge. Hay un grupo de startups que esperan que este nuevo frente en el mercado de los chips de IA se abra. «Yo me centro en el Edge», contó a DCD Orr Danon, CEO de la empresa israelí de chips Hailo. «La mayoría de procesamientos va a ocurrir en el Edge, donde hay muchos más datos que es mejor dividir en representaciones más pequeñas». La pequeña empresa, surgida recientemente gracias a una ronda de financiación de 20 000 dólares, espera que su procesador Hailo-8 abarque de todo, desde cámaras de seguridad a vehículos sin conductor, drones y más. El chip de 26 billones de operaciones por segundo de Hailo consume casi 20 veces menos energía que Xavier AGX de Nvidia en los marcos de referencia de ResNet-50, según asegura esta empresa. «Nos fijamos en las cosas que van de milivatios a unos cuantos vatios, no en las cosas que tienen de cientos a 1000 vatios», dijo Danon. Al ver mastodontes del tamaño de Nvidia, Intel y Arm con sus enormes equipos y sus inmensos fondos de financiación, es fácil descartar nuevos enfoques como Hailo. No resulta sorprendente que Danon discrepe: «Si lo tomamos desde una perspectiva histórica, cada vez que ha habido un gran cambio en los ordenadores o el fin por el que estos se usaban estos, ha surgido una nueva oportunidad. Y los ganadores nunca han sido los agentes ya presentes. Nunca», dijo

subrayando cómo IBM no consiguió avanzar desde los ordenadores centrales y cómo Intel no pudo sacar provecho del auge de los dispositivos móviles. Danon cree que «cuando estamos ante una evolución de las arquitecturas, el agente con mayor cantidad de recursos y acceso al mercado siempre gana, pero cuando estamos ante una revolución, es precisamente al contrario. Tu legado y compromisos te frenan», dijo y citó ejemplos como el de Google frente a Yahoo y Facebook frente a Google. «Así que la pregunta, que creo determinará quién ganará, es ¿cómo de grande es la revolución del aprendizaje profundo en el Edge? ¿En qué medida representa un cambio en el paradigma computacional en comparación con lo que ya hemos visto?» Awad, de Arm, prevé una revolución, una que abrirá el mercado a varias formas de arquitectura computacional. «A lo que me refiero es a lo siguiente: tenemos una arquitectura, así que sin duda queremos una arquitectura unificada y queremos que sea nuestra. Pero somos realistas. Ninguna arquitectura va a ser capaz de solucionar todos los problemas derivados de lidiar con un billón de dispositivos. Va a requerir muchos tipos diferentes de computación que existen en múltiples sitios con muchos perfiles diferentes. Y no pasa nada». Si aceptamos este nuevo mundo de computación de diferentes arquitecturas que procesan varios aspectos de datos entre el punto del Edge y el centro de datos, «entonces puedes empezar a liberarte de esta noción de “voy a desarrollar para una arquitectura en particular que va a existir en un sitio específico” y puedes empezar a pensar las cosas más con un enfoque de “solo quiero desarrollar mi carga de trabajo”», dijo Awad. «Los desarrolladores dicen: “yo solo quiero desarrollar mi aplicación y solo quiero a alguien que pueda ofrecerme un acuerdo de nivel de servicio, que indique que voy a obtener una cantidad determinada de ancho de banda, un número determinado de ciclos de computación y una cierta cantidad de latencia”. Donde existe realmente esa carga de trabajo, no tiene gran importancia sobre qué pieza de hardware se sustente».

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El Edge aumenta la superficie de ataque Las ubicaciones de Edge, además de suponer desafíos potencialmente únicos en la seguridad física, también requieren mayores consideraciones sobre la seguridad de los datos, dice Dan Swing

Dan Swing Freelance

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l mercado de los centros de datos de Edge está a punto de entrar en auge. Se espera que el mercado supere los 13 mil millones de dólares para 2024, según un informe de estudio de mercado. Las predicciones sugieren que el número medio de ubicaciones de Edge pasará de 6 (actuales) a 12 en tres años. A medida que aumenta el número de centros, también lo hace la cantidad de datos que estos recopilan. Gartner predice que la mayoría de los datos empresariales se manejarán ahí antes de 2025. El Edge prevalece cada vez más debido al uso de casos como el preprocesamiento de los datos del internet de las cosas (IoT)

(p14) antes de enviarse al centro de datos central o como núcleos de baja latencia para la distribución de contenido. Pero todo este crecimiento está haciendo de las instalaciones de Edge uno de los principales objetivos de los sujetos malintencionados. Los centros de datos de Edge suponen los mismos desafíos en torno a la seguridad y a la resiliencia que un centro de datos tradicional. No obstante, también plantean nuevos y únicos retos debido a su posición, ambiente y casos de uso. No podemos dar por sentado la seguridad de Edge, ya que asumir que se tiene el mismo tipo de seguridad que podríamos ver en un centro de datos centralizado (ya tenga certificación de nivel o no) podría suponer un peligro.

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Riesgos de ubicación Los centros de datos de Edge pueden estar ubicados en una gran variedad de sitios, incluyendo centros de procesamiento autosuficientes relacionados con las estaciones base de telecomunicaciones, así como microcentros de datos en sedes de empresas o fábricas. Una gran parte de los controles lógicos y físicos disponibles en centros de datos más grandes podrían no estar disponibles o no ser prácticos en estas ubicaciones, dificultando un enfoque más estandarizado sobre la seguridad en todas tus ubicaciones de Edge. «Simplemente replicar una estrategia interna de ciberseguridad en el Edge es inviable», advierte Stephen Marchewitz,


Edge Supplement | Edge Security director de gestión de riesgos en la empresa de consultoría de seguridad, TrustedSec. «Aquellos que están en el Edge funcionarán de forma autónoma, ya que hay demasiados para que sea rentable contratar personal. La información sobre el estado de las instalaciones ocurrirá generalmente en la nube, sin la orden tradicional y los mecanismos de control a los que están acostumbrados». «El hecho de que los centros de datos de Edge serán autónomos aumenta el riesgo, puesto que el tiempo de resolución para un problema in situ será, por lo general, mayor. Esto ocurre especialmente si varios centros de datos de Edge caen al mismo tiempo. También crea un mayor riesgo si la organización, automatización y la respuesta no se planean correctamente y no se prueban para asegurar que los procesos funcionan». Una ubicación de Edge afectada no solo podría causar filtraciones de información en los dispositivos o actuar potencialmente como punto de entrada a redes principales, sino que los sujetos malintencionados podrían corromper los datos mandados entre la red interna, la ubicación de Edge y otros dispositivos que alimentan esa ubicación. Esto podría llevar a que se envíe información errónea a la empresa, instrucciones incorrectas a cualquier dispositivo conectado al centro de datos de Edge o, posiblemente, que se use como parte de ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS, por sus siglas en inglés). «Esencialmente, los desafíos fundamentales de ciberseguridad no han cambiado por la introducción de los centros de Edge», dice Gary Criddle, consultor de ciberriesgo y solidez empresarial en Sungard Availability Services, «pero la naturaleza dispersa de los datos y el uso de diferentes centros de datos más pequeños sencillamente multiplica el número de puntos de contacto con los que pueden contar los atacantes». «Los dispositivos conectados al IoT ya plantean problemas de seguridad y cada dispositivo del IoT conectado a una red se convierte, de forma efectiva, en una puerta hacia esa red. Tengo la convicción de que aprenderemos las lecciones de seguridad del IoT a las malas y la computación en el Edge estará en el epicentro de estos problemas cuando lleguen». Seguridad física En el aspecto físico, las instalaciones de Edge deberían, en general, asegurarse de la misma forma que los servidores en las sucursales o en las estaciones base de telecomunicaciones, con tantos controles físicos como sea posible. Estos incluyen muros o vallas donde sea oportuno, con puertas robustas y sistemas de bloqueo.

Si está ubicado dentro de una oficina o fábrica, deberían instalarse cercamientos resistentes con puertas de bloqueo robustas y los procedimientos de seguridad del edificio completo deberían evaluarse y actualizarse si fuera necesario. Todos los servidores y bastidores deberían tener un cerramiento de seguridad para evitar el acceso no autorizado. Colocar elementos disuasorios visibles como alambre de púas y señales de peligro, podría disuadir en el momento del ataque, especialmente debido al gran número de ubicaciones, muchas de las cuales tienen pocos trabajadores o ninguno y el ingeniero más cercano podría estar a horas de distancia de dicha ubicación. Una infraestructura limitada significa que la supervisión de las instalaciones se vuelve incluso más importante. Los controles de acceso, como teclados, tarjetas o incluso sistemas biométricos deberían usarse (y conectarse), junto con las alarmas antirrobo, supervisión por alarma 24 horas vía CCTV, detectores de sonido y movimiento, así como detección contra incendios y sistemas de supresión. Otros mecanismos de detección como proximidad, infrarrojos, temperatura, o incluso sensores de presión, podrían aportar una visión más holística de una ubicación. A medida que la seguridad física se combina en mayor medida con la seguridad digital, la inteligencia artificial se implanta cada vez más para intentar aportar una mayor seguridad a las ubicaciones físicas. La empresa sueca de investigación de «vivienda inteligente», Memoori, predice que el análisis por vídeo basado en la IA podría «dominar» la inversión en seguridad física en los próximos cinco años. Por ejemplo, el reconocimiento de imagen basado en CCTV puede detectar si hay personas a la vista, lo que significa que se pueden activar alertas si no se espera que nadie esté en el lugar; el análisis de comportamiento sobre los sistemas de control de acceso puede alertar sobre el uso inusual o inesperado de tarjetas de acceso en el Edge. Seguridad de los datos La seguridad física es importante, pero el elemento de seguridad de los datos se considera más importante que otras instalaciones, sencillamente porque la información dentro de dichas ubicaciones se establece fuera de los confines tradicionalmente conocidos de tu red. «En estos ambientes transitorios, la visibilidad es el primer desafío desde un punto de vista de seguridad», dice Marco Rottigni, jefe de seguridad técnica para la región EMEA en Qualys. «Reforzar la visibilidad es crucial para entender lo que tienes antes de ser capaz de defenderlo y protegerlo. Esto incluye la implantación de sensores de seguridad especializados para

observar lo que está instalado en el centro de datos de Edge, organizarlo y clasificarlo, obtener información sobre ello y mandar información al cerebro central, donde puede procesarlo de forma holística». Si se emplea con los casos de uso del IoT, que haya muchos dispositivos conectándose desde IP extrañas a tu ubicación aumenta la complejidad en comparación con escenarios más controlados. Si se realiza una recopilación de información por lotes, una mayor supervisión (tanto en términos de datos en circulación como de quién accede a los terminales) y la implementación de un sistema estricto de alerta para una actividad de tráfico inusual o comportamiento no planeado ayudarán a detectar posibles problemas. «El enfoque ideal es construir seguridad desde el principio, en vez de incluirla más tarde cuando el centro de datos de Edge ya se haya montado», dice Rottigni. «Las buenas prácticas en este caso incluyen la escucha pasiva del tráfico, la implementación de la seguridad de los contenedores e incorporar agentes de sistemas de seguridad a cualquier imagen dorada para la implementación o por medio de un kit de desarrollo de software (SDK, por sus siglas en inglés) a los dispositivos del IoT. Todos estos datos deberían también integrarse con las API de los proveedores de nube. La encriptación se vuelve más importante porque los datos viajan sobre canales potencialmente más inseguros». La encriptación, tanto en tránsito como en reposo, es de gran importancia para asegurar que, si cualquier dato está comprometido, es menos probable que lo usen los atacantes. Es necesario también planear cómo dimensionar todas tus actividades de seguridad para adaptarse al mayor impacto de Edge. «La encriptación de los centros de datos tradicionales podría tener un número limitado de “sesiones” entre los activos a través de los cuales la información se encripta y desencripta», dice Marchewitz, de TrustedSec. «Es diferente en el sentido que una cantidad mucho mayor de dispositivos se conecta más habitualmente, lo que puede causar retrasos que el centro de datos de Edge habría tenido que aligerar. Por ello, la encriptación de dispositivo a centro de datos tiene que ser capaz de ser ampliable para satisfacer la creciente demanda para que un gran número de dispositivos se conecte en un corto periodo de tiempo». «La gran cantidad de dispositivos existentes está conduciendo a que se necesiten cada vez más centros de datos y, por consiguiente, una mala planificación sobre seguridad desde el principio, o cualquier paso en falso, provocará una serie de efectos dominó a medida que se vayan ampliando».

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Edge Supplement

En busca del Edge en el 5G Se supone que el 5G será una parte esencial a la hora de aportar aplicaciones de Edge. Pero la mayor aplicación de Edge podría ser la propia red 5G, dice Peter Judge

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ualquier conversación sobre Edge deriva inevitablemente en el 5G, la nueva generación de red de datos móviles, cuyo despliegue se planea para los próximos años. El 5G ofrecerá mayor velocidad de datos que, según nos cuentan, será necesaria para las aplicaciones previstas de Edge. Tras años de preparativos, las redes de 5G empezaron a aparecer en abril y mayo de 2019. SK Telecom, entre otros, está ofreciéndolo en Corea del Sur; Verizon y AT&T lo han lazado ya en EE. UU.; y EE tiene 5G en Reino Unido. A estos les seguirán rápidamente otros países y redes. De hecho, es posible que esté ocurriendo en este mismo momento. Los primeros usuarios dicen que la tecnología cumple con todas las expectativas. TechRadar alcanza velocidades de más de 1 Gbps en EE. UU., y de unos 500 Mbps en Reino Unido, lo que es mucho más rápido de las redes 4G. Como en las generaciones anteriores, el 5G actualiza las redes principales ejecutadas por los operadores, así como el protocolo por radio, por el que se comunican usuarios finales y dispositivos. La nueva tecnología por radio, convenientemente nombrada 5G NR (por «nueva radio») podría ofrecer velocidades de hasta 20 Gbps, pero esa velocidad sería más que nada teórica, como ocurre con la velocidad máxima de 2,4 Gbps que nadie obtiene realmente de las redes LTE. El 5G NR opera en bandas de dos frecuencias, una por debajo de 6 GHz (normalmente 3,5 GHz) y la otra en la onda milimétrica, entre 30 y 300 GHz. La banda de menor frecuencia, más similar a las redes existentes, es la más empleada y ofrece una ligera mejoría sobre el 4G. La opción de la onda milimétrica es más innovadora y tiene una mayor probabilidad de ofrecer mayor velocidad a costo de un rango más corto, que requerirá la instalación de muchas más estaciones de base. También como en generaciones anteriores, la tecnología llegará de forma gradual, usando un modo «no independiente» para compartir la red

principal existente. Los medios de comunicación están preguntando por los dispositivos, puntos de acceso, rúters y demás parafernalia 5G usada por humanos. La industria de la infraestructura digital querrá saber qué es lo que puede hacer el 5G por las aplicaciones Edge, como el internet de las cosas (IoT) o vehículos sin conductor. Para el internet de las cosas, lo importante será el equipo para apoyar las comunicaciones entre máquinas para los sensores del IoT. Se espera que para el 2025 haya 75 mil millones de ellos conectados. Los estándares dan soporte a las redes de área amplia de baja potencia (LPWA, por sus siglas en inglés), con opciones que incluyen la banda estrecha del IoT de (NBIoT, por sus siglas en inglés) y LTE-M (tipo de comunicación por máquina LTE). Pero estas, por extraño que parezca, se encuentran dentro del torbellino del 5G, puesto que ya estaban definidas para los estándares previos del 4G, y utilizan una menor velocidad de forma deliberada que la que se promueve como el mayor beneficio para los usuarios finales. El hecho es que el IoT podría tener miles de millones de sensores, pero por lo general no necesita un gran ancho de banda. Estos siguen el ritmo dando pequeños paquetes de lectura de temperatura u otros datos, y la mayoría necesita una vida útil larga para las baterías y una buena cobertura. El 5G tiene la capacidad de ofrecer el primero, pero aún tendrá que pasar un tiempo antes de que empiece a asomar el segundo. Durante mucho tiempo, el IoT considerará el 4G como perfectamente adecuado. Algunos esperan que los coches sin conductor vayan a ser «la aplicación definitiva» para el 5G. Duncan Ellis, de la empresa del IoT de centros de datos, Wave2Wave, dice que sería demasiado caro para ellos llevar a cabo el procesamiento suficiente como para ser del todo autónomos. En vez de ello, necesitarán respuestas inferiores al milisegundo por parte de reconocimiento de patrones externos para evitar obstáculos como los peatones. Sin embargo, incluso el 5G incluye

19 DCD Magazine • datacenterdynamics.com

Peter Judge Global Editor

retrasos y la posibilidad de señales perdidas, por lo que hay una parte muy fuerte en el trabajo de los vehículos sin conductor cuya intención es comprimir más de lo necesario en el vehículo, disminuyendo de forma efectiva la dependencia en el 5G. Paradójicamente, la aplicación que realmente pondrá el acento en las redes 5G serán los usuarios humanos de los que hemos hablado anteriormente. Están inyectando los mismos tipos de datos de siempre, pero ahora lo están haciendo más rápido que nunca y esto podría cambiar las cosas. «Existen límites como el uso de energía y la latencia, así que no podemos seguir volviendo a una infraestructura de centros de datos centralizados», dijo Ellis en un webcast reciente de DCD. Un usuario que usa 1 Gbps de datos tomaría, de forma efectiva, todo el retorno disponible en una de las celdas actuales. La fibra en las torres de comunicaciones podría facilitar ese obstáculo, pero será costoso. Por ahora, la red tendrá que mejorar el acercamiento de datos a los usuarios, lo que «representa un gran desafío para aquellos que están construyendo redes, porque no hay manera de saber en ningún momento hacia dónde va el flujo de datos», dice Ellis. Al fin y al cabo, la mayor aplicación de Edge en la red 5G podría ser el propio 5G y sus usuarios humanos.


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