20 15 Oc tu br e Por Lizeth Gómez De Anda lizethgomezdeanda@hotmail.com
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n 1985 Marty McFly (Michael J. Fox) inició una andanza a través de espacios físicos en la que el escritor francés Julio Verne jugaba un rol fundamental, al ser inspiración del científico loco de la cinta: Emmett Brown. El “Doc” era un gran amante de las novelas del galo, quien además es considerado gran influencia en el género literario de ciencia ficción y de la cinta Volver al Futuro. El 21 de octubre de 2015, Marty viaja en un auto volador para salvar a sus hijos en un mundo futuro... Desde la época griega el mito de la inexorabilidad del destino (el futuro inevitable), que estipula el sentido de nuestro paso por este planeta, era una idea muy socorrida y el viaje en el tiempo, a través de la literatura y despues del cine, empezó a representar la idea de poder cambiar los sucesos. En entrevista con Deambulario el escritor Gabriel Benitez asegura: “Siempre es de interés humano querer revelarse contra el destino —suponiendo que este exista—, arreglar nuestros errores pasados, crear nuevas oportunidades para nuestras vidas, y por supuesto, siempre está también la curiosidad científica de querer vivir una época o
EN EL MARCO DEL STEAMPUNK En los años 80 surgió una corriente literaria que se llamó steampunk. Describían máquinas anacrónicas o futuristas. En ese contexto surgió Volver al futuro.
SIEMPRE ES DE INTERÉS HUMANO QUERER REVELARSE CONTRA EL DESTINO —SUPONIENDO QUE ESTE EXISTA—, ARREGLAR NUESTROS ERRORES PASADOS, CREAR NUEVAS OPORTUNIDADES PARA NUESTRAS VIDAS, Y POR SUPUESTO, SIEMPRE ESTÁ TAMBIÉN LA CURIOSIDAD CIENTÍFICA DE QUERER VIVIR UNA ÉPOCA O UN LUGAR EN EL QUE NO HABITAMOS, LA EMOCIÓN DE CONOCER LA VERDAD, EL HECHO FÁCTICO
GABRIEL BENÍTEZ Escritor
lugar en el que no habitamos, la emoción de conocer la verdad, el hecho fáctico”. De acuerdo con el también
académico, los viajes en el tiempo representan una advertencia y un peligro “porque replica la vieja idea de meter mano en los designios divinos: aquel que viaja en el tiempo, puede cambiar los sucesos y por lo tanto influir o modificar estos creando, la mayor parte de las veces, un efecto negativo”. Un ejemplo es el cuento “El sonido del Trueno” escrito por el estadounidense Ray Bradbury (1920-2012), en el que un accidente temporal durante un viaje turístico al pasado desencadena una serie de eventos que hacen desaparecer a la humanidad la cual es sustituída por otra especie. Por ello, desde la literatura se crearon las reglas para no alterar el devenir: no cambiar nada, no intentar alterar el orden, en especial, evitar de cualquier manera trasladar conocimientos de un tiempo a otro que puedan desestabilizar el sistema, no crear paradojas temporales que podrían evitar, incluso, nuestro propio nacimiento... Por lo anterior, las ideas de viajes en el tiempo imaginadas por Ray Bradbury, Issac Asimov, Kurt Vonnegut, H.G. Wells, permearon y alimentaron el séptimo arte para crear historias que, al igual que los relatos que las inspiraron, son parte, ahora, de la cultura popular, como la treintañera Volver al Futuro, cinta que este año se reestrena en los cines del país.
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DE PÁGINAS A LA PANTALLA La mayoría de las películas, toma prestadas referencias de libros emblemáticos, en este caso de autores de ciencia ficción.
1863
París en el siglo XX (escrita en 1863 y publicada en 1994) Julio Verne
1889
Un yanqui en la corte del rey Arturo Mark Twain
1895
La máquina del tiempo H.G. Wells
1952
El ruido de un trueno Ray Bradbury
1969
Matadero Cinco Kurt Vonnegut
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