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post-entrenamiento dolor dE Espalda
si no tomas los cuidados necesarios al entrenar, puedes sufrir un severo dolor de espalda, que te podría sacar de circulación por varias semanas
Al momento de entrenar, solemos utilizar los músculos de la espalda para realizar cualquier tipo de ejercicio con el fin de minimizar el esfuerzo. Sin embargo, esto puede generar dolencias por malas posturas en las ejecuciones. Lo importante es que sepamos identificar el dolor para conocer si es normal o no, y qué podemos hacer para evitarlo.
Causas
Por lo general, al ejercitar, los dolores de espalda se ubican en la zona baja y pueden aparecer luego de hacer cualquier tipo de entrenamiento. No obstante, se presentan con más frecuencia cuando trabajamosmos los músculos del tren superior (hombros y brazos). Entre las posibles causas tenemos:
Las agujetas las padecen hasta los deportistas profesionales. Estas mejoran mientras aumentas tu estado físico.
1 Mala postura. La Organización Mundial para la Salud estima que el 70% de las personas adultas presentan un episodio de síndrome doloroso lumbar a lo largo de su vida que, en muchas ocasiones, no se debe por realizar un deporte, sino por tener mala postura, desviación de columna o por alguna descompensación muscular.
2 Sobreesfuerzo. Muy común en entrenamientos en que se exigen más de la cuenta en algún ejercicio, principalmente, por un exceso de carga o peso.
3 Lumbalgia. El dolor lumbar es ocasionado por una lesión en un músculo (distensión) o en un ligamento (esguince). Presta atención al dolor que presentas. Si se atenúa en reposo, se trata de una lesión.
4 Agujetas. Dolor ocasionado tras una actividad física nueva o cuando entrenamos con más intensidad de la habitual. Puedes identificarla si duele igual, pero reduce la intensidad en días posteriores al ejercicio.
5 Enfermedades. Tanto la artrosis o desviaciones de columna, como hiperlordosis o escoliosis pueden ser causas de estas molestias que tienden a agravarse tras un entrenamiento físico.
rEcomEndación
A pesar de que los dolores de la espalda luego de entrenar son molestos, y en ocasiones discapacitantes, la solución no es retomar una vida completamente sedentaria, aún más cuando llevabas un ritmo de entrenamiento efectivo y disciplinado. Es preferible que busques la causa de tus molestias, actúes en consecuencia y sigas haciendo ejercicio, aunque tengas que adoptar un ritmo diferente.
busca Evitarlas
Comienza tu entrenamiento con un calentamiento adecuado para preparar tu musculatura.
Planifica tu entrenamiento. Aumenta la intensidad y el peso de manera progresiva para evitar sobrecargas.
Cuida tu técnica en cada movimiento.
Finaliza el entrenamiento con estiramientos.
En caso de contracturas o dolor de espalda, aplica calor y reposa para facilitar la recuperación.
Cinturones o Fajas aquí algunos mitos rElacionados con Estos implEmEntos:
Es muy habitual ver a personas usando cinturones o fajas para cuidar la espalda baja cuando realizan actividades que ejercen un levantamiento de peso importante. Sin embargo, esto es más una creencia popular que un hecho científico que indique que estos accesorios de verdad ayudan en algo.
Se cree que el aumento de la Presión Intra Abdominal (IAP por sus siglas en inglés) que provoca usar cinturones o fajas reduce las fuerzas de compresión que expe- rimenta la columna lumbar y los discos intervertebrales. y Estas son las rEalidadEs: Usar un cinturón para cargar sí aumenta la presión intraabdominal (IAP) y vuelve el torso más rígido.
Un aumento de la IAP reduce la exigencia sobre los músculos extensores de la columna, reduciendo la fatiga y aumentando la capacidad de trabajo de forma segura.
Al usarlos se limita el movimiento del torso, ayudando u obligando a mantener la columna en una mejor posición al hacer las actividades.
No reducen la compresión en la columna. En cambio, la activación que se requiere de los músculos abdominales podría incrementar aún más la compresión en la columna.
No reducen la exigencia a los músculos extensores de la columna ni de los de la pared abdominal.
Usar una faja limita el movimiento del torso, pero principalmente en sentido lateral y de rotación, y no la flexión frontal que es la que más comúnmente provoca las lesiones lumbares. eFeCtos adversos uso proFesional
Los cinturones y fajas crean un efecto psicológico y hasta ‘súper poderoso’ en las personas al hacerlos creer que al usarlos, bien sea en el trabajo o el gimnasio, pueden cargar más peso del requerido si no tuvieran alguno de estos accesorios puestos. Esto es sumamente riesgoso, ya que aumenta la posibilidad de una lesión, haciendo que las mismas sean más graves que las de quienes se lesionaron sin estar usando alguno de estos.
Otro efecto a considerar es que las personas que utilizan estos cinturones o fajas, sin saberlo, provocan un aumento en su presión arterial y ritmo cardíaco. Un dato importante, sobre todo para aquellas que presentan problemas cardiovasculares.
En el caso de atletas profesionales, como aquellos que practican la halterofilia o levantamiento de pesas, el uso de cinturones es recomendable, ya que su meta es establecer récords al poder cargar unos pocos kilos más de lo que habitualmente levantan, generando una exigencia mayor. Este accesorio, al aumentar la presión intraabdominal haciendo que el torso se mantenga rígido, ayuda a soportar el peso y evitar algún movimiento no deseado. Este proceso va acompañado de una respiración acorde, es decir, tomando aire y manteniéndolo dentro de los pulmones durante los levantamientos.