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Código de vestimenta inusual

Los invitados a La abadía de Westminster para La coronación de carLos iii, Lucieron sus mejores atuendos, adaptados a una nueva Línea impuesta por eL propio monarca, donde predominó La senciLLez y La austeridad

La tarjeta de invitación oficial para asistir a la coronación del rey de reino Unido, tenía una coletilla muy especial: “Morning Dress, Lounge Suit o National Dress” (traje de mañana, de salón o nacional).

Este es uno de los cambios más notorios que se observaron en la ceremonia real, ya que tradicionalmente, en cualquier evento; y especialmente en los actos solemnes, los royals hacen gala del lujo y la opulencia. La particular petición sorprendió a muchos. Algunos consideran que fue acertada, porque permitió mostrar cierta austeridad, en medio de la crisis económica que golpea a los británicos.

En la “alfombra real”, destacaron las grandes firmas, la elegancia, el buen gusto y uno que otro error de etiqueta.

Según el nuevo protocolo, tanto los otros miembros de la realeza como las personalidades asistentes, tuvieron que escoger un look más relajado. Los hombres debían llevar frac oscuro o traje de negocios; las damas, vestidos cortos con tocado; y las delegaciones extranjeras, tenían la opción de usar lo que se identificara con su cultura.

SiN TúNiCAS Ni CoRoNAS

A excepción de los reyes, Carlos iii y Camila, ninguno de los reunidos en la abadía de Westminster, llevaron coronas ni túnicas, tal como lo acostumbran los miembros de la aristocracia para indicar su rango. Hasta a los integrantes de la Cámara de los Lores se les pidió que dejaran en casa sus togas y coronetas y, en su lugar, vistieran trajes de día. Los vestidos elaborados, las tiaras lujosas, las capas de terciopelo y los cuellos de armiño, quedaron en los armarios de la realeza.

Para su ascenso al trono, Carlos III vistió con un tradicional uniforme de la Marina británica, mientras que la consorte lució un traje de Bruce oldfield, de color blanco marfil, en símbolo de sumisión y obediencia al rey, con bordados en oro y plata.

ESTiLiSMoS,

iNSiGNiAS y JoyAS

Toda norma tiene su excepción. Aunque los monarcas que se dieron cita en la ceremonia de ascenso al trono de Carlos III, acataron el código de vestimenta dispuesto para esta ocasión, la familia real inglesa lució prendas con larga historia.

La princesa de Gales, Kate Middleton, logró mantenerse dentro de las nuevas normas, mezclando tradición y modernidad. Lució el Manto de la real orden Victoriana, de raso de seda azul oscuro, con ribetes rojos y un forro de tafetán blanco, sobre el cual llevaba la Gran Cruz de la real orden Victoriana, en oro, insignia que representa su orden como dama Gran Cruz dentro de la caballería, otorgada por la reina isabel ii

Bajo la capa, podía verse un vestido blanco de Alexander McQueen, con bordados de rosas, cardos, narcisos y tréboles, que representan las naciones del reino Unido.

En su atuendo resaltaba un par de aretes de perlas, engastados en diamantes, que pertenecieron a lady Diana; y el collar de festón de Jorge Vi, pieza que el monarca ordenó confeccionar para su hija, Isabel II. Acatando la petición de que no usaran tiaras, Kate encargó un tocado de hojas tridimensionales, hechas con hilo de plata y cristal, en alusión a las coronas de flores que llevaban las damas de honor de la reina Isabel, en su coronación de 1953.

Además de la princesa de Gales, la duquesa Sofía de Edimburgo, cuñada de Carlos III; la princesa Alejandra de Kent, prima de la reina Isabel II; y Brígida, duquesa de Gloucester, también portaron mantos de la real orden Victoriana, instituida en 1896, para recompensar los servicios personales realizados en su nombre. La reina Suthida de Tailandia, captó las miradas con un atuendo típico de su país para eventos formales y ceremonias oficiales.

Sobre un vestido con corpiño manga larga, cuello alzado y falda ceñida en color azul y brocados de seda e hilos metálicos, colocó insignias que la acreditan como monarca y numerosas condecoraciones oficiales obtenidas por su rango de general.

Lo más destacable y que ha sumado el punto tendencia a esta tradicional vestimenta, son los zapatos plateados de punta, de Sirivannavari Bangkok, con un complemento muy oriental, una cartera tipo cofre, confeccionada por yan Lipao Basketry, en madera y con adornos dorados.

1 2 3 4 el sitial de honor fue para la reina letizia de españa. es considerada una de las royals más elegantes. escogió un traje fucsia diseñado por la marca carolina Herrera. la chaqueta es acampanada en la cintura; de manga larga, con bordados en relieve alrededor del cuello, y cierre delantero con botones forrados. la falda, corte recto, por debajo de las rodillas. Acompañó su look con una pamela beige cubierta de velo vintage rosado, con juego de zapatos y cartera del mismo color, algo que le dio un toque muy chic. la reina máxima de Holanda lució un vestido midi, de crepé blanco, ligeramente anudado a la cintura; y con un hermoso encaje transparente de flores, hecho a mano, que dejaba ver los hombros. el diseñado, elaborado por Jan taminiau, se ganó la aceptación de sus admiradores, que están acostumbrados a verla con atuendos algo excesivos. esta vez optó por la sobriedad y mostró su buen gusto. como complemento, llevó una pamela estructurada sobre un peinado de ondas suaves y guantes clash. rania de Jordania, sorprendió con un sutil tono primaveral, vainilla. ella siempre derrocha glamour. la diseñadora australiana, tamara ralph, fue muy acertada. el detalle del escote en forma de lazo sobre los hombros, cubiertos por una gasa translucida, rompió con los paradigmas. se trata de un vestido retro con aire moderno. incluyó un pequeño tocado con red del mismo color; zapatos y cartera blancos, de Bottega veneta.

LoS MEJoRES ATUENDoS

una sorpresa para algunos fue el estilismo que mostró lady luisa de Windsor, hija de los duques de edimburgo. la joven sobrina del rey carlos iii, con apenas 19 años, logró verse, además de discreta, muy elegante. deslumbró con un traje largo, de seda italiana, en color blanco con estampado floral en tonos azules y violeta, de la firma suzannah london. está inspirado en la década de los 70. de ahí, el corpiño ajustado, la falda fluida con elástico en la cintura, y las mangas largas con ondas. lleva plasmada la colaboración de la artista y fotógrafa, rachel levy, reconocida por sus imágenes de los lirios de los jardines de richard cayeux.

La ceremonia real que protagonizaron los reyes de reino Unido, el 6 de mayo, fue oportuna para que los más de 2000 asistentes trataran de robarse las miradas e impactar con sus looks. Los flashes no pararon de captar a las celebridades, jefes de Estado y monarcas, que iban llegando cerca de las 11:00 a.m. para no perderse este acontecimiento histórico. Esta vez, la abadía de Westminster sirvió de pasarela. El nuevo código de vestimenta, más informal o sencillo, puso a prueba a más de uno. Algunos lograron atinar, incluso hasta superaron todas las expectativas, mientras que otros quedaron bajo el escrutinio de los expertos de la moda. Medios especializados aseguran que, entre las cuatro mejor calificadas, se encuentran las reinas: Letizia de España, Máxima de Holanda, Rania de Jordania, y Lady Luisa de Windsor, en ese orden.

ACiERToS y DESACiERToS

La etiqueta en los actos oficiales y solemnes, es de obligatorio cumplimiento, más aún cuando se trata de un evento de la realeza. En estos casos, la vestimenta suele estar bajo la lupa; y eso fue lo que ocurrió en la coronación de Carlos III.

Las críticas y los elogios no se hicieron esperar. Desde el reconocimiento al mejor look, hasta la sentencia acusadora contra las que fallaron en su escogencia o asesoramiento. Aquí te contamos quienes triunfaron o fracasaron en el intento.

FiNNEGAN BAiDEN

Una de las revelaciones fue Finnegan Biden, de 23 años, nieta del presidente de EE. UU., quien acompañó a su abuela, Jill Biden, en todos los eventos relacionados con la coronación. Su vestido amarillo, largo, con capa sobre los hombros, de la firma Markarian, fue complementado con diadema, zapatos y bolsos, del mismo color. Causó sensación por su estilo minimalista. La frescura y los cortes simples, le dieron la armonía perfecta. Ideal para una ceremonia en la mañana.

PiPPA MiDDLEToN

La hermana de Kate, optó por un abrigovestido, de cuello esmoquin, entallado en la cintura y con falda de vuelo, en amarillo limón, de Claire Mischevani. Algunos relacionan este estilo y el color del conjunto, con el que Kate lució en Trooping the Colour, en 2019, pero con ciertas diferencias. Pippa entró en la abadía de Westminster junto a su hermano James, logrando brillar y encajar perfectamente.

EMMA THoMPSoN

La actriz británica, Emma Thompson, apostó por un abrigo abierto, mangas, en distintos tonos de rojo, al estilo oriental. Debajo, se podía ver un vestido clásico negro satinado, combinado con zapatos tacón joya; y sin tocado. Una elección muy cuestionada. Expertos dijeron que el outfit no era adecuado para la ocasión, ni la forma de llevarlo. Además, su aspecto, algo al descuido, no logró convencer al ojo crítico de los diseñadores.

MATiLDE DE BéLGiCA

La reina Matilde de Bélgica, se decantó por un vestido recto, con escote en V y las mangas en forma de capa, del diseñador Philip Treacy. Al igual que Letizia, escogió un tono rosa, pero chicle, el cual no fue considerado del todo apropiado. Llegaron a darle el remoquete de la peor vestida. Aunque pudo ser un acierto, algunos consideran que se le pasó la mano con el tono escogido, ya que hizo que su atuendo se viera sobrecargado. Tampoco tuvo suerte con la pamela beige que escogió como accesorio.

KiKo DE JAPóN

El príncipe heredero de Japón, Fumihito de Akishino; y su esposa, la princesa Kiko, que llevó la vestimenta tradicional del país nipón, con un atuendo de gala, tuvo buenas críticas. El kimono cruzado de ella, con faja dorada opaca, estuvieron acorde con el traje tipo levita de él. Ellos dejaron en su máxima expresión la tradición de su país. Una pieza clásica que todos admiraron y que cumplió con las reglas del protocolo.

JETSUN PEMA DE BUTáN

El rey de Bután, Jigme Khesar Namgyel Wangchuck; y su esposa, Jetsun Pema, lu- cieron trajes tradicionales bordados sobre fondo lavanda. El de la reina era un vestido tipo kimono, de color lila, estampado con prints geométricos multicolores. Lo complementó con una cartera de mano en color nude y unos zapatos estilettos a juego. Sofisticada y elegante, así la calificaron quienes no pudieron objetar su puesta en escena.

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