Manual de juego terapéutico para niños con Trastorno del Espectro Autista
Elaborado por: Psic. Dennis Guzmán Villavicencio
Contenido 1.
¿QUÉ ES EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA?............................................... 2
2.
SIGNOS Y SÍNTOMAS .......................................................................................................... 3
3.
EL JUEGO COMO TERAPIA PARA NIÑOS CON TRASTORNO DEL
ESPECTRO AUTISTA .................................................................................................................... 5 4.
JUEGOS .............................................................................................................................. 10
4.1 Juegos motores-sociales para niños con autismo ................................................... 10 4.2 Juegos de imitación para niños con autismo............................................................ 10 4.3 Juego funcional con objeto y muñeco para niños con autismo ......................... 10 4.4 Juegos de causa-efecto para niños con autismo ................................................... 11 4.5 Juegos visoespaciales para niños con autismo ....................................................... 11 4.6 Juegos de intercambio para niños con autismo ...................................................... 11 4.7 Juegos sensoriales y creativos para niños con autismo ....................................... 12 4.8 Juegos de reglas para niños con autismo ................................................................. 12 5.
Ejemplos de juegos terapéuticos para niños con TEA .............................................. 12
Bibliografía .................................................................................................................................... 15
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1. ¿QUÉ ES EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA? Los trastornos del espectro autista (TEA) son una discapacidad del desarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con TEA que los diferencien de otras personas, pero es posible que quienes tienen un TEA se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas. Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos. Actualmente, el diagnóstico de TEA incluye muchas afecciones que solían diagnosticarse
por
separado
e
incluyen el trastorno autista, el trastorno
generalizado
del
desarrollo no especificado de otra manera (PDD-NOS, por sus siglas en inglés) y el síndrome de Asperger. Hoy en día, a todas estas afecciones se las denomina trastornos del espectro autista.
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2. SIGNOS Y SÍNTOMAS Las personas con un TEA a menudo tienen problemas con las destrezas sociales, emocionales y de comunicación. Es posible que repitan determinados comportamientos o que no quieran cambios en sus actividades diarias. Muchas personas con TEA también tienen distintas maneras de aprender, prestar atención o reaccionar ante las cosas. Algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y, por lo general, duran toda la vida. Los
niños
o
adultos
con
TEA
podrían
presentar
las
siguientes
características:
No señalar los objetos para demostrar su interés (por ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).
No mirar los objetos cuando otra persona los señala.
Tener dificultad para relacionarse con los demás o no manifestar ningún interés por otras personas.
Evitar el contacto visual y querer estar solos.
Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas solo cuando ellos quieren.
Parecer no estar conscientes cuando otras personas les hablan pero responder a otros sonidos.
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Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo hablar, jugar
ni
relacionarse
con
ellas.
Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien,
repetir
palabras
o
frases en lugar del lenguaje normal.
Tener dificultades para expresar sus necesidades con palabras o movimientos habituales.
No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a “darle de comer” a un muñeco).
Repetir acciones una y otra vez.
Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina.
Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.
Perder las destrezas que antes tenían (por ejemplo, dejar de decir palabras que antes usaban).
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3. EL
JUEGO
COMO
TERAPIA
PARA
NIÑOS
CON
TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA A partir del juego aprendemos a relacionarnos con los demás, diferentes formas de expresarnos y comunicarnos. Esta actividad de adapta de manera automática a nuestra zona de desarrollo actual, pues jugamos a lo que sabemos y sentimos. A partir del juego el niño expresa quién es, a partir del juego podemos conocerlo y encontrar hacia dónde se dirige su desarrollo. Los niños con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) son, antes que nada, simplemente niños por lo que no son ajenos a la actividad lúdica ni a la necesidad de relacionarse. Los niños con TEA “no desarrollan los juegos imitativos sociales y las actividades imaginativas del mismo modo que los demás niños. Los niños con TEA imprimen en la actividad lúdica las deficiencias en la comunicación e interacción
social,
los
patrones
restrictivos
y
repetitivos
de
comportamiento; así como, en los casos que así se presenten, el déficit intelectual o el deterioro del lenguaje acompañantes. Los niños con TEA al momento de realizar actividades lúdicas presentan patrones de conducta diferentes al resto de los niños, como por ejemplo:
Se acuesta o se sienta sin tomar los juguetes, regularmente con una muestra de baja energía. En ocasiones se observan conductas estereotipadas con el lenguaje o en los movimientos.
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Puede realizar actividades académicas dentro del salón, pero jugar no es parte de su interés.
Llora o hace berrinche, se autoagrede, quiere salir, trepa en sus padres o los golpea, se escapa.
Deambula por el salón limitándose únicamente a no golpearse con las paredes en movimientos repetitivos y múltiples estereotipias, sin tomar los juguetes.
Toma los objetos que le llaman la atención o los que se le entregan y los manipula con los sentidos de forma estereotipada (los acerca mucho a los ojos, los chupa, los alinea, los lanza, los sacude, los gira o mueve sus partes, se golpea una parte del cuerpo con ellos…).
Busca una experiencia sensorial a partir de objetos, como el pasear sobre la silla giratoria, prender y apagar un juego que genera luces, tirarse dentro de una casita, acostarse en el piso.
Se lanza sobre los juguetes sin mediar pedirlos, pasa por encima de padres y maestro para tomarlos fijando la mirada en el objeto. En estos casos algunos niños las siguientes sesiones tomarán el mismo, mientras que hay otros que exploran variedad de juguetes. Es común que no quiera todo el juguete sino únicamente parte del mismo, intentando en ocasiones arrancar esa pieza o tomar una parte de un juguete de varias piezas sin tomar en cuenta las demás. Si no es satisfecha su necesidad surgen crisis.
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Toma algunos personajes y les da atributos relacionados a la realidad, pero con torpeza. En lugar de hacer bailar a la muñeca cuando la música suena la sacude, los animales no caminan sino que brincan golpeando fuertemente el piso…
Toma un juguete y no permite a otros niños o adultos que jueguen con ese mismo, si se le obliga a compartir llora o desiste.
Se emociona al ver los juguetes y repite de memoria el anuncio televisivo con el que lo conoció previamente.
Solicita por medio del lenguaje oral, llevando de la mano o mediante un sistema alternativo de comunicación que le pongan vídeos en la computadora. No muestra ese mismo interés por los juguetes.
Entra y pide mediante el lenguaje oral o un Sistema Alternativo de Comunicación un juguete o actividad de su preferencia de manera permanente y siempre será ese durante una gran cantidad de sesiones: crayones, tren, casa…
Para poder jugar con los juguetes de la cocina requiere que se le sirva agua de verdad en la taza y un bocado de comida en el plato.
Entra, toma o pide los juguetes y comienza a usarlos de manera aislada (sin relacionar la muñeca con el auto, sino que cada juguete es para algo diferente). En algunos casos comienza a decir los nombres de los juguetes mientras los muestra al adulto o puede decir los nombres si se le pregunta.
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Utiliza los juguetes para simular las situaciones cotidianas (hablar por teléfono, comer, preparar la comida, pasear al bebé…). Puede utilizar escenarios, pero no se generan historias sino acciones aisladas.
Solicita juegos de computadora o juguetes interactivos, puede permanecer con ellos toda la sesión sin la participación de nadie más.
Juega y comparte la emoción con los adultos, así como búsqueda de relacionarse o invitar al juego, pero no así con otros niños de su edad que están alrededor.
Se involucra pronto o después de algunos minutos en el juego que realizan los adultos si este es divertido.
Participa en el juego con otros niños buscando ser el líder del mismo, es directivo. Puede comenzar a hacer negociaciones durante el juego pero manipulándolo a su interés.
En juegos de mesa quiere ganar y hace trampa de manera muy evidente. Se adelanta o impide el juego en los demás. Busca llamar la atención de manera muy insistente.
Solicita realizar juegos que no se le pueden permitir o contar con juguetes que no están presentes por ser cuestiones que no son propias para su edad (por ejemplo juegos con violencia). Puede también pedir cuestiones impropias, como llevarse los juguetes para usarlos en casa, no aquí, pero será muy extraño que se los lleve sin permiso.
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Podemos identificar, a manera de resumen, los siguientes estadios en el comportamiento del juego del niño con TEA en relación con los demás:
No participa
Desocupado
Solitario
Solicita apoyo para iniciar una acción de su juego
Socializado con personas que se ajustan a su juego
Espectador
Paralelo
Asociativo
Cooperativo directivo.
Cooperativo
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4. JUEGOS 4.1 Juegos motores-sociales para niños con autismo Son actividades de movimiento en ausencia de objetos donde el adulto es el que toma la iniciativa. Ejemplo de ello son: cosquillas, caballito, dar vueltas. Este tipo de juegos son muy gratificantes para todos los niños y también para los niños con trastorno del espectro autista ya que favorecen la anticipación y las ganas de repetir.
4.2 Juegos de imitación para niños con autismo Pueden ser de movimientos (golpes, palmada), con sonidos vocales, con objetos. Los juegos de imitación pueden ser una manera estupenda de incluirte en los intereses de tu hijo.
4.3 Juego funcional con objeto y muñeco para niños con autismo Puede sonar extraño el juego funcional pero si te digo cocinitas, herramientas de juguetes, comida en miniatura, ropa de muñecos, coches, trenes; todo esto son juegos funcionales con objetos o con muñecos. Dependiendo del nivel de desarrollo de tu hijo con autismo utilizaremos pocos materiales (una muñeca y una bañera o el tobogán), en otras ocasiones, podemos sacar la ropa del muñeco, la esponja y la comida con la muñeca pudiendo hacer varias acciones. Mi consejo es que puede ser útil que realices guiones de juego que representen la historia en concreto. El lenguaje en este tipo de juegos es muy importante. Hay que adaptarlo y
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hablar de forma sencilla y empleando las palabras claves. Por ejemplo, a bañar a la muñeca, al tobogán.
4.4 Juegos de causa-efecto para niños con autismo Un ejemplo de ello sería los juguetes en lo que pulsando una botón se produce un sonido o aparece una luz. También puedes utilizar juegos en los que tenga que encajar piezas. Este último tipo de juegos nos permiten trabajar con nuestro hijo con autismo la tolerancia a la frustración.
4.5 Juegos visoespaciales para niños con autismo Los juegos de tipo puzzle, cubos, legos. Aquí la orientaciones que te digo son que tendrás que “moldear” a tu hijo. Es decir, tendrás que señalarle el hueco de las piezas, ayudarle a encajar legos, etc. Consejo: Siempre refuérzale. Da igual si lo hace bien o mal. Lo importante es que lo intente. Dile: “Muy bien”, “No pasa nada, vamos a intentarlo otra vez”
4.6 Juegos de intercambio para niños con autismo Juegos como la pelota, los globos de agua, aros, etc. En caso de que no le interesen este
tipo de
juego, que
puede
pasar, en principio te
recomendaría que empezases por esconder la pelota, meterla debajo de un cojín o debajo de la camiseta del niño y de la tuya también. Después, como en los casos anteriores, quizás puedas moldear a tu hijo para que te pase la pelota. Este tipo de juegos le puede costar a tu hijo al principio, pero si lo vuelves una rutina, estaría horas jugando.
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4.7 Juegos sensoriales y creativos para niños con autismo Son aquellos juegos en los que se utilizan materiales que dan sensaciones agradables (arena, plastelina, ceras, acuarelas, pinturas de dedos, telas, papeles de diferentes texturas, etc) ¡Este tipo de juegos les vuelve locos!, ¡Les encantan!
4.8 Juegos de reglas para niños con autismo Juegos como el pilla-pilla, los juegos de mesa (la oca, el parchís, el bingo). Los
juegos
de
reglas
seguramente
tendrás
que
adaptarlos,
simplificándolos, poniendo de forma muy explícita y visual las reglas. Por ejemplo poniendo una gorra cada vez que le toque a un jugador jugar.
5. Ejemplos de juegos terapéuticos para niños con TEA Jugar con las letras Una gran parte de los niños con autismo tiene dificultades en el lenguaje. A menudo, desarrollan un vocabulario pobre y estructuras gramaticales incorrectas que les impide comunicarse con facilidad. Asimismo, tienen problemas para comprender el lenguaje de los demás por lo que son incapaces de entender preguntas, instrucciones y bromas simples. Por eso, es importante familiarizarlos con las letras y las palabras. Una buena estrategia para lograrlo es mediante juegos y actividades que incluyan las letras.
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Por ejemplo, puedes recortar algunas letras de cartón y colocarlas dentro de un calcetín grande. A la misma vez, pon delante del niño una cartulina con las letras que escondiste. El juego consistirá en que el pequeño encuentre, dentro del calcetín, las letras que están en la cartulina, para hacer
que
coincidan. Cada vez que
encuentre
una letra
puedes
pronunciarla y motivarlo a que repita el sonido. También puedes entregarle una letra e incentivarlo a que la busque por toda la casa, como si fuera un tesoro escondido. El niño se divertirá mucho y, a la misma vez, aprenderá a identificar las letras. Jugar con números Muchos
niños
con
autismo
experimentan una gran fascinación por los números, a pesar que a menudo comprender
son la
incapaces
de
lógica
los
de
cálculos. Aún así, les encanta alinear o jugar siempre con la misma cantidad de objetos. Puedes aprovechar ese interés a tu favor para estimular sus habilidades numéricas. Busca diferentes tipos de objetos y ten a mano algunas cajas donde puedas guardarlos. Por ejemplo, puedes encontrar algunos lápices, botones, pelotas o incluso calcetines y varias cajas acorde a estos tamaños. Cuando
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tengas todo, siéntate a jugar con el niño y pídele que ponga en cada caja un número determinado de objetos dependiendo de su forma, color o clase. También puedes aprovechar la hora de la cena o la merienda para contar cuántas galletas ha comido o cuántos cereales le añade a la leche. Y mientras le bañas, puedes cantarle canciones relacionadas con los números. Haz que te escuche y comprenda Uno de los mayores problemas de un niño con autismo es su dificultad para comunicarse con los demás. De hecho, la mayoría suelen hacer caso omiso de las conversaciones, las instrucciones o las preguntas, ya sea porque no comprenden o porque no les interesa. Sin embargo, esta es una de las esferas que más atención demanda ya que de ella dependerá, en gran medida, el grado de autonomía e independencia que se alcance en la edad adulta. El primer paso consiste en llamar la atención del niño antes de hablar. ya sea tocándole el hombro o llamándolo por su nombre. El objetivo es que el niño se acostumbre a prestar atención cada vez que se le habla, así aumentan las probabilidades de que pueda comprender al menos una parte del mensaje. También es importante hablar claro, despacio y haciendo pausas. Por ejemplo, en vez de decirle: “Toma la cuchara y
comete la sopa”; puedes decir: “Toma la cuchara” y cuando lo haya hecho: “Come la sopa”.
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El segundo paso es repetir las frases varias veces, hasta que te cerciores de que el niño las ha comprendido. Es conveniente que seas redundante o que parafrasees, así aumentan las probabilidades de que el pequeño te entienda. Otro truco consiste en hablarle de temas que despierten su interés, como lo que está haciendo en ese momento o lo que va a hacer dentro de un rato. De esta manera se sentirá más motivado a escuchar lo que dices y poco a poco se irá adaptando a mantener una conversación.
Bibliografía
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http://www.autismo.org.es/sites/default/files/blog/adjuntos/yo_tambie n_juego_teapuntas_optimizado.pdf https://autismodiario.com/2015/04/05/fomento-de-las-habilidadesdel-nino-con-autismo-a-traves-del-juego/ https://blog.cognifit.com/es/actividades-autismo-infantil-ocio-juegoshijo-autista/ https://www.fundacionandaconmigo.com/juegos-y-actividades-paraninos-con-autismo/
Wing, L. (1998). El autismo en niños y adultos: una guía para la familia. Barcelona: Paidós Ibérica.
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