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El Señor de la Misericordia: una nueva oportunidad para entrar al juego

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Por: Luis Angel Barreara Morán Hola, amigos lectores de cualquier lugar del universo. Mi nombre es Luis y feliz me siento de saludarlos y compartir con ustedes algunas palabras escritas con mucho cariño. Si este mensaje llega a ti, ya seremos dos afortunados. Hemos llegado al mes de abril y, como cristianos, tenemos muchos motivos para estar felices: uno de ellos es la Fiesta de la Divina Misericordia. Quizás tienes muchas dudas al respecto. No te preocupes, porque en este episodio vamos a responder algunas preguntas interesantes acerca de ella.

¿Cuál es el origen de esta Fiesta-Devoción?

Hace muchos años, Sor Faustina tuvo la gran experiencia de encontrarse con Jesús de una forma muy particular. En ese encuentro, Jesús le comunicó un mensaje especial: había que conmemorar una fecha especial en la que se recuerde con mucha alegría la Misericordia del Señor. Sor Faustina mandó entonces pintar una imagen de Jesús en la que aparece brindando su amor y su misericordia a toda la humanidad.

¿Qué es la Misericordia?

Me gusta jugar videojuegos. ¿A ti también? ¿Verdad que son divertidos? Mis favoritos son esos donde tengo que superar un nivel más difícil cada vez. Me encanta lograr los retos y pasar al siguiente nivel; me hace sentir ganador. Pero, aunque quisiera ganar todo el tiempo, no siempre puedo. En ocasiones, mientras juego, puede ser que me distraiga un poco y entonces presione mal un botón; o que se termine el tiempo y no logre completar una misión o que tome una mala decisión que, en el juego, me lleve a “perder”. En ese momento no me siento tan bien como cuando gano. ¿Te ha sucedido? Es muy posible que sí. Lo bueno de los videojuegos es que, aunque haya cometido un error o no logre completar la misión, siempre puedo volver a jugar.

Así es el amor misericordioso de Jesús: comprende que cometemos errores y a veces nos distraemos, nos equivocamos, pero está dispuesto a ofrecernos grandes oportunidades de volver a empezar, de mejorar y seguir amando y perdonando.

¿Cómo puedes conocer mejor a Jesús y su amor misericordioso?

Es verdad que nuestra amistad con Jesús a veces falla. Es posible que durante el día nos olvidemos de hablarle, ofendamos a alguien cercano o nos disgustemos, incluso que neguemos nuestra amistad con Él. Pero Jesús es tan genial que, cada día, a cada momento, nos da siempre una nueva oportunidad de entrar en el juego. Siempre que lo busquemos, Dios estará dispuesto a perdonar y olvidar, comenzar como desde el principio. Así, con las habilidades y destrezas que recibimos gratuitamente de Su amor, siempre podemos esforzarnos en hacerlo mejor. El amor de Jesús es tierno, infinito, misericordioso y personal. Te ama y quiere hacer las paces contigo cada vez que lo necesites. Te ama y está dispuesto a esperarte. Por eso, en cada nueva oportunidad, podemos ser una mejor versión de nosotros: orando con nuestros amigos y familiares, acercándonos al sacramento de la reconciliación, perdonando a quienes nos han ofendido alguna vez y pidiendo perdón a quienes ofendemos, realizando una obra de amor con alguien que sufre. Sor Faustina pudo ver a Jesús y aprendió mucho sobre su amor misericordioso. Tú y yo todos los días nos esforzamos y así vamos conociendo mejor a Jesús, amándolo mejor. El Señor de la Misericordia quiere que entres de nuevo en el juego. Ahora te toca a ti preguntarte: ¿Estás dispuesto a entrarle? Yo sí. ¡Anda! ¡Levántate! Es la mejor decisión que podemos tomar.

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