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Las trabajadoras de Caldós envasan cada uno de los helados manualmente. En Helados Caldós trabajan sinérgicamente, mientras una rellena las tarrinas y esparce las virutas de chocolate por encima, la propietaria, Mercedes Giménez, las cierra.
Helados Caldós,
una fábrica con 200 años de historia Su dueña, Mercedes Giménez, nos recibe con los brazos abiertos
Por: María Sanjuán Fotografías: Irene Domínguez Raquel Cuadrado
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elados Caldós es una compañía familiar ubicada en Crevillente, con más de 200 años de historia. La empresa fue fundada por los abuelos de su actual dueño. Hoy su esposa, co-propietaria de la empresa, Mercedes Giménez, trabaja codo con codo junto a sus cuatro hijos. Son ya 27 años los que lleva en el negocio, al principio con dos pequeñas heladerías de las que Giménez relata llena de orgullo: “Allí, en la heladería teníamos máquinas y fabricábamos todas las cremas, la horchata, la cebada, el limón; hacíamos chocolate, mantecado…”. En el año 86
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abrieron la fábrica de la calle Reverendo Pascual Martínez, 32 donde se encuentran ahora. La premisa principal de Helados Caldós es la artesanía y el mimo con el que confeccionan cada uno de sus productos y, aunque a lo largo de los años han creado nuevos sabores, todos ellos continúan esta estela. Los productos estrella de esta acogedora fábrica son el mantecado y la horchata. También, desde hace tres años, tienen mucho éxito sus mojitos; tal fue la acogida que su público, a través de la red social Facebook, comenzó a publicitarlos subiendo fotos, compartiendo enlaces...
“
cómo le Vas a decir a un niÑo Que no a un helado”
El trabajo duro da sus frutos Los comienzos fueron duros, como afirma su dueña: “Fue muy difícil, porque compramos las naves, maquinaria nueva... ampliamos mucho el negocio. Pasamos unos años muy malos, pero los hemos superado trabajando y, todos unidos, hemos ido adelante”. La fábrica Caldós llega al cliente a través del boca a boca, “el boca a boca de la gente nos hace mucha publicidad”, aunque también a través de la publicidad en el punto de venta. “La gente busca el nombre de Caldós porque ya nos conocen”. Todo el que prueba su helado, queda enganchado por ese sabor especial que poseen los Helados Caldós. Alicante, su zona de distribución Helados Caldós distribuye sus productos en toda la zona de la Vega Baja, Villa Franqueza, Torrevieja, Santa Pola, Benidorm, Guardamar, Albatera, Elda, Novelda, Alicante, Elche y la zona comprendida entre Murcia y Orihuela; aunque como afirma su propietaria, en verano vienen clientes de fuera que compran y se lo llevan a su país.Su dueña tiene grandes expectativas al respecto y sueña con expandirse por todo el territorio nacional o a países cercanos como Francia o Portugal, idea que a sus hijos, que son mucho más precavidos, no les convence ya que piensan en los riesgos que ello pueda conllevar sobre la calidad y sabor del producto y, con ello, el desprestigio de la marca Caldós. Sobre todo, les preocupa que pueda haber algún tipo de intoxicación con la horchata que es un producto perecedero, como afirma lamentándose Giménez: “Mis hijos a veces me frenan.
En Caldós envasan las tarrinas manualmente.
Me dicen: ¡mamá, déjalo ya!, déjalo que si pasa cualquier cosa en la horchata y se intoxican… La horchata es delicada y aquí sabemos que tienen su nevera, la tienen en condiciones, pero si la llevan fuera, tan lejos, ya no sabemos…” La crisis también se ha notado en esta fábrica crevillentina, aunque desde Caldós han continuado una política de no subida de los precios, a pesar de que a ellos sí que les han subido la materia prima. Donde más se ha notado la crisis ha sido “en las ventas de playa, en verano se ha notado mucho”. Aún así, afortunadamente, siguen
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La sala de producción de la fábrica Caldós en Crevillente.
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RESPONSABILIDAD SOCIAL Caldós es una fábrica modelo, tanto en el cuidado al medio ambiente como en el trato al trabajador. Utilizan productos que no son dañinos para el medio ambiente y jamás han sufrido ningún conflicto con sus empleados.
Una fábrica familiar En temporada alta, Caldós cuenta con cinco o seis empleados más, siempre los mismos debido a que ya están familiarizados con las rutas de reparto, en palabras de Giménez: “Aquí somos como una familia, todos los que vienen en temporada, como ya vienen de años... somos familia. Les tratamos bien, les gastamos bromas, o sea, no porque nosotros somos jefes vamos a…. ¡No!, a mí me gusta tratar bien a la gente y que me respeten y yo respetarles a ellos”. Su dueña orgullosa relata que: “Aquí viene la gente todos los días. Me han traído regalos, postales dedicadas... me han halagado mucho porque dicen que valgo mucho para estar aquí, que soy muy agradable. La gente está muy agradecida y yo, con ellos, también... si no fuese por ellos, esto no iría adelante”. Si aún no conoces sus productos y visitas la provincia de Alicante, no puedes pasar por alto probar las exquisiteces que te ofrece Caldós, donde serás recibido con los brazos abiertos, una sonrisa en los labios y unos productos de calidad al mejor precio, porque Caldós piensa en ti.