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Los enemigos de la excelencia
Los enemigos naturales de la excelencia laboral
Cuando un líder se coloca frente al desafío de construir un equipo excelente, cuando un equipo asume colectivamente el compromiso de embarcarse en el camino de la excelencia, debe tener un ojo siempre atento a un conjunto de enemigos naturales, un grupo de características y alternativas que hacen más difícil alcanzar resultados excelentes.
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Tamaño de la empresa: el peor enemigo
El crecimiento acelerado puede ser veneno para la excelencia. Muchos empresarios creen que primero se cierran los negocios y luego se construyen los equipos. "Vos traeme el negocio que yo te consigo la gente" es una frase repetida una y otra vez. las empresas que crecen de la noche a la mañana sin base ni funadmentos, tienen a caer.
El éxito
Alguien dijo alguna vez que para caer, lo único imprescindible es estar arriba. Y alguien agregó que cuanto más arriba, más ruido se hace al caer. El éxito, la sucesión de logros produce un azúcar peligroso, que edulcora la autocomplacencia, adormece los sistemas de alerta y sienta las bases para desbarrancarse hacia la mediocridad.
Vacilación y pasividad
esa actitud que pospone las decisiones que involucran cualquier dicultad; tiene que hacer de tripas corazón y encarar las decisiones y tareas difíciles lo antes posible..
Espejismos: el falso camino
falsos atajos y otras fantasías que prometen excelencia y producen burocracia y mediocridad, cuando no producen pura y destilada insignicancia, en donde nadie se opone ni opina en contra de manera compalciente.
Imitación
Los mediocres imitan lo supercial, lo visible, lo aparente, sin llegar nunca a la médula
¡Qué otros enemigos encuentras en tu lugar de trabajo o empresa?