Entrevista a Guillermo Francella

Page 1

NOTA DE TAPA • Por Por Denise Tempone - Fotos: Gustavo Pascaner

Guillermo Francella

Sigue soñando El actor estrena una nueva película mientras trabaja en su ambicioso proyecto: llegar a Hollywood. Cómo apuntala a sus hijos, Nicolás y Johanna, para que hagan su propio camino en la actuación: “Hoy son felices y eso es lo que yo quiero”.

H

asta las trayectorias más sorprendentes tienen asignaturas pendientes. Guillermo Francella nunca pensó que lograría vivir de la actuación, sin embargo lo hizo. No imaginó que podría saltar de películas lights a dramas comprometidos, pero así fue. Y ni que hablar de ser protagonista de una producción ganadora del Oscar, sin embargo, lo ganó. Aún así, Francella tiene un sueño pendiente. Algo que parece simple y que para él no lo es tanto. Su sueño suena entre gracioso y tierno. Entre ridículo y comprensible. Esa mezcla sentimental que tanto llega a su público, se resume también en

20

su deseo: “Aprender a hablar inglés. Eso quiero. Pero hablar en serio”. ¡Eso es lograble! ¡Eso se puede! Lo alientan quienes lo escuchan. “No es tan simple a mi edad”, asegura resignado. Pero éste es tan sólo el nivel uno, la primera capa de un ilusión mayor. No es que Guillermo quiera recorrer países exóticos para volver a ser anónimo o veranear en playas en las que nadie le grite cada cinco minutos: “¡A comerla!”; lo que Francella desea, a partir del inglés, es llegar a Hollywood. Eso, que parece un delirio infantil, estuvo al alcance de su mano luego de haber sido galardonado con el máximo premio cinematográfico a nivel mundial en 2010. “Después del Oscar aparecieron

propuestas pero no pude aprovecharlas”, se lamenta. El lamento no dura mucho. Como buen soñador (¡y cumplidor!) profesional, a esta altura, no descarta que suceda algún día. Mientras tanto, sigue usando su particular humor ahora en una película dirigida por Daniel Burman que se estrenará el próximo 16 de enero, “El misterio de la felicidad”. El filme, que indaga sobre la amistad, las cuentas pendientes y el modo en que ellas quedan resonando en nuestra vida adulta, vuelve a mostrarlo tierno, gracioso y algo enamorado de la persona con quien comparte sus sueños…¡un hombre! -En la película tenés una relación simbiótica y muy comprometida con tu socio


21


“Mis amigos quedaron de la época del colegio, del barrio, de la vida. sufren por mi dolor y se alegran por mi alegría. es lindo que eso siga existiendo.”

(encarnado por Fabián Arenillas), ¿estás enamorado? -Sí, yo creo que de algún modo mi personaje está enamorado de él. Ellos armaron su local de electrodomésticos juntos, tienen sus rutinas de diversión, de deportes, son como un matrimonio. Mi personaje cree que lo conoce pero evidentemente, no lo conoce tanto y eso le rompe el corazón. Es un amor naif, muy puro. Los hombres pueden tener este tipo de vínculos sin darse cuenta. No sé si eso les pasa a los gays, pero podría ser, andá a saber, al menos desde afuera uno podría pensar que sí. -¿Tuviste relaciones tan entrañables con otros hombres? -(Risas.) No, con ese nivel de absorción no. Esa relación es muy particular. Pero tengo mis amigos de toda la vida y, por supuesto, los quiero mucho. -¿De dónde salen tus amigos? -Quedaron de la época del colegio, del

22


con su mujer María Inés y sus hijos johanna y nicolás que trabaja en “aliados”, la tira de cris morena.

barrio, de la vida. Son amigos que sufren por mi dolor y se alegran por mi alegría, es lindo que eso siga existiendo. -¿Cómo se hace para que tu éxito no altere tu relación con tus amigos? -Eso es interesante porque no sé si uno puede hacer demasiado. A veces uno se da cuenta que ellos solos tienden a alejarse. A veces me encuentro con amigos y les digo: “¡eh!, ¿por qué no nos vemos? Hace mil que no combinamos” y me dicen: “y qué sé yo, en qué andas vos, debés estar a mil con tantas cosas”. El rollo lo tiene él, no yo. Me dicen: “ahora llegar a vos es muy complicado”. -¿Y lo es? -No es cierto. Agarrás el teléfono. “Hola Guillermo”, y al minuto me ves. Yo soy así pero es verdad que en el entorno algo se genera. No lo voy a negar. Yo busco conservar los vínculos pero no los fuerzo, si veo que no fluye con naturalidad, listo, no era tan auténtico.

“mi niñez y mi adolescencia fueron diferentes a las de mis hijos, más humildes, pero lo que tienen en común es la contención. mis padres me apoyaron incondicionalmente.” -Tu hijo, Nicolás, trabaja con Cris Morena y tiene una gran exposición. Tu hija Johanna ya tiene 20 y una fuerte vocación por el espectáculo. ¿Cómo manejás lo diferente que es la juventud de ellos con lo que fue la tuya? -Es cierto que mi niñez y mi adolescencia fueron diferentes a las de mis hijos, más humildes por ahí, con otras preocupaciones, pero lo que tiene en común con la infancia y adolescencia de mis hijos es la contención.

Yo siempre pienso que cualquier chico que hubiera nacido en el entorno que yo nací hubiera logrado lo que soñaba, porque mis padres me apoyaron incondicionalmente, me apuntalaron muy fuerte. Ahora cuando Johanna terminó el colegio me dijo: “papá, no sé qué hacer, quiero seguir psicología o psicopedagogía”. Yo la miré y le dije: “Si lo único que querés hacer desde siempre es actuar, bailar y cantar”. Y ella me dijo:

23


Las redes sociales “No tengo Twitter…bueno, en realidad sí tengo, pero no tengo seguidores”, dice Francella con una gran sonrisa. “Tengo una cuenta trucha, y desde ahí sigo a las personas que me interesan. Pero nadie sabe que soy yo”, sonríe con picardía. Francella jura que no la usa para participar activamente, aunque luego confiesa que alguna que otra vez hizo algún comentario que sólo festejaron sus hijos, conocedores de su falsa identidad en las redes. Paradójicamente, se indigna por esta posibilidad que le brinda el anonimato: “La gente en Twitter es terrible, enmascarados detrás del anonimato, son capaces de decir cualquier cosa. Me enveneno bastante, intento no leer si dicen algo de mí”. Pronto se tranquiliza, “cara a cara, nadie te dice ni la mitad de lo que lees ahí, ¡por suerte!, ¿sabés lo que sería?”.

24

“me pone más nervioso el fútbol que un estreno de cine. esa posibilidad de ir ganando y perder en el último minuto. me enoja ser así, pero así soy. tengo miedo de un día quedarme seco mirando a racing.” “pero no es que el título, que esto…”, y le dije: “¿pero de qué título me estás hablando?”. -El antipadre… -Sí. Bueno, pero ellos hoy son felices y eso es lo que yo quiero. Después veremos qué pasará el día de mañana, pero al menos yo ya le allané el camino, le ahorré una vuelta que iba a dar al divino botón. Creo que hay que ser específicos en la vida. Los chicos, a veces cuando converso, me asustan. Les pregunto qué van a seguir y me di-

cen: “no sé si arquitectura o ingeniería”. Me pone mal, muy mal. ¡No es lo mismo nene! Pero ellos no saben porque no tienen vocación o no la tienen identificada y el colegio no los ayuda mucho. Me repito bastante con esto en las entrevistas (risas) pero me preocupa eso porque la vocación es el motor de tu vida. -Sin embargo vos elegiste otra carrera antes de dedicarte a tu vocación… -Es cierto, yo estudié periodismo, pero


“el misterio de la felicidad” es la nueva película que protagoniza bajo la dirección de daniel burman. se estrena el 16 de enero.

ésa fue una manera de acercarme a la actuación. Mi viejo era un laburante, yo tenía que asegurarme mi manera de ganarme el mango porque no había ningún resto. Yo sí tuve quedar esa vuelta que afortunadamente fue muy corta. Igual, ojo, me fascinaba el periodismo oral, hablar, expresarme, porque tenía que ver con la actuación. Pero mi sueño era actuar. Yo nunca me quejo de laburar, jamás. Me gusta cada aspecto de esta profesión, soy muy feliz. Y hoy pienso bastante en los sueños ajenos, observo mucho y me pregunto quién vive su sueño o no. -¿Tu hijo tenía tu mismo sueño o lo contagiaste? -Yo creo que no. Nico nunca dijo que quería ser actor como Johanna. Él arrancó con publicidad, siguió con producción y mientras tanto fue tanteando la cuestión de la actuación. Fue su búsqueda. Sé que no era su sueño porque cuando le propusieron actuar conmigo en “Corazón de león”, no

25


El lado B del éxito A mediados de los ’90, mientras la popularidad de Guillermo explotaba, una extraña fobia crecía. El actor decidió comenzar terapia cuando entendió que su obsesividad por el rating se le estaba yendo de las manos. “En un momento de la vida, la carrera me sobrepasó. Fue justo cuando mejor me iba. No podía manejarla. Y yo estaba mal, angustiado, no disfrutaba nada de lo lindo que me estaba pasando. Me iba de viaje con la familia y no quería hacer nada, estaba caído. Era rarísimo, estaba viviendo lo que soñaba, y me veía hundido”, recuerda. “Yo hacía treinta puntos, cerraba el puño, decía ‘¡vamos!’ y seguía en lo que estaba. Pero me decían que medíamos veinte puntos y me agarraba una fiebre, somatizaba, me bajoneaba, no lo podía bancar. Inclusive era un tema de terapia. Iba a hablar del rating, algo que yo no controlaba. ¿Cómo podía controlar ganarle a Harry Potter?”. En esto último hizo foco su terapeuta: “¿puede usted controlar el rating?’ me preguntó. Entendí que no. Y trabajamos sobre eso. Fue una gran lección”. 26

fue que saltó de la silla, lo dudó muchísimo. No es que dio un salto de felicidad porque lo estaba esperando hace mucho. Lo pensó fríamente. Y si te pasa eso, es porque no es tu sueño. Hoy sí es su vocación y está listo para trabajar duro, pero en ese momento nunca lo había sentido así. Johanna sí lo siente como yo al principio. -¿Por qué te pone triste que la gente no sepa cuál es sueño? -Porque eso es lo que realmente te hace feliz. En la película alguien que decide patear el tablero y responderse la pregunta de “qué hubiera sido si”. Eso es algo que nos pasa a todos. Mucha gente se queda con la duda de qué hubiera sido si se hubiese animado a jugarse por algo en particular. Puede ser un amor, una mudanza, una voca-

ción, una aventura. En la vida siempre quedan asignaturas pendientes y eso no está mal, todo no se puede. Pero en el momento, si hay que jugársela, hay que jugársela. Sino, mucha gente va carburando, carburando y un día explota con algo insólito, como pasa en la película. -¿A esta altura te sigue generando mucha presión cada estreno? -Me pone más nervioso el fútbol que un estreno de cine. Esa posibilidad de ir ganando y perder en el último minuto. Me enoja ser así, pero así soy. Tengo miedo de un día quedarme seco mirando a Racing. Que pum, venga el infarto. Ahí siento presión. Agradecimiento especial: Hotel Four Seasons. Ropa: Mancini. Zapatos: Jacinto Amores. Make up: Marita Marone. Producción: Gabriela Fortunato


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.