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TRES VERDADES QUE NO TE

@hugobalderrama_escritor @hugobalderrama

Tres verdades que no se enseñan en la facultad de economía

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Y mucho menos en los colegios y en la vida.

Bolivia está en plena campaña electoral (en realidad, llevamos así varios años) y todos los frentes nos ofrecen redistribuir la riqueza y darnos educación y salud «gratuitas» y de «calidad». Pero todas esas ofertas son, por decirlo de manera educada, grandes mentiras disfrazadas de verdad.

La mayor parte de esas ofertas, que se vienen repitiendo por los últimos cincuenta años, tienen su fundamento en una concepción estática y, por ende, errónea de la economía, la cual obvia tres grandes verdades de la acción humana (término acuñado por el economistaLudwig Heinrich Edler von Mises).

Primero, todos los hombres poseemos una capacidad empresarial que nos permite satisfacer nuestras necesidades, además de descubrir y aprovechar oportunidades de ganancia. Por ende, los recursos y la riqueza no están dadas (como asumen muchos políticos y economistas del mainstream), sino que éstos son continuamente concebidos por los empresarios. Por ejemplo, aquellos elementos que para usted son basura, pueden convertirse en activos de capital para alguien que sabe qué hacer con ellos.

Y si los fines, los medios y los recursos no están dados, sino que continuamente están creándose de la nada por parte de la acción empresarial del ser humano, es claro que el planteamiento ético fundamental deja de consistir en cómo distribuir equitativamente la riqueza existente, pasando, más bien, a concebirse como fomentar la creatividad empresarial (la manera más conforme a la naturaleza humana).

Segundo, siendo el hombre un ente creador, se llega a la conclusión que todos los seres humanos tienen el derecho a gozar de los frutos de su creatividad empresarial. No sólo porque de no ser así se desmotiva la capacidad creativa del hombre, sino porque se trata de un principio universal capaz de ser aplicado a todos los seres humanos en todas

las circunstancias concebibles. Por ende, es antiético que los Gobiernos, a nombre de la lucha contra la pobreza, roben a unos para entregárselos a otros. Recuerde que no hay nada más caro que

aquello que los Gobiernos ofrecen gratis, ni nada más injusto que la

«justicia social».

Pero la libertad empresarial también tiene otra virtud más allá de lo material. El psiquiatraViktor Frankl, quien fue prisionero enAuschwitz, hizo un análisis de las razones por las cuales los jóvenes y fuertes morían, mientras los viejos y enfermos sobrevivían. Llegó a una conclusión muy interesante: los hombres y mujeres que sobrevivían en los campos de concentración eran los que tenían un para qué vivir, un algo en qué creer o un motivo para luchar. En cambio, aquellos que abandonan toda esperanza y motivos para vivir se iban de inmediato. En sulibro La búsqueda del sentido de la vida, Franklnos dice que la esperanza tiene un valor terapéutico muy importante en la vida social.

Por eso, los socialistas nos roban las empresas para dejarnos pobres, destruyen la familia para dejarnos en soledad y nos quitan la libertad para que perdamos toda esperanza. Finalmente, el verdadero objetivo de la economía no es crear empleos, sino producir riqueza. El empleo es una consecuencia no deseada, una externalidad de la actividad empresarial. Por ende, no todos los trabajos son económicos, incluso pueden ser perjudiciales. Por ejemplo, si en este momento el Gobierno propone construir una escalera para alcanzar el sol, obviamente, todos tendríamos empleo, pero estaríamos desperdiciando recursos económicos porque la obra; a pesar de su magnitud, no responde a una demanda real, sino a un capricho político de turno. Por eso, en la Unión Soviética todos tenía trabajo como funcionarios del Estado, constructores de armamento y burócratas, pero faltaban la leche, el pan y el azúcar.

Ahora bien, y es una pregunta muy válida, ¿qué sucede con los más necesitados? El acto caritativo, que es importante en momentos de angustia, no es para nada la solución definitiva e incluso puede conducir a una crónica dependencia. La solución de fondo estriba en dejar en libertad la actividad empresarial. De esa manera, todos tendremos más riqueza, más empleos reales y mejores salarios.

"no hay nada más caro que aquello que los Gobiernos ofrecen gratis, ni nada más injusto que la «justicia social» "

Tom MacDonald

Un rapero fuera de la norma.

Tom MacDonald es un rapero canadiense que lanzó un disco por primera vez en 2014. Sin embargo, en este siguió el mismo patrón antiguo (que usan los actuales raperos) de letras inducidas por la marihuana, el dinero y las «perras» y el deseo de hacerse tatuajes en la cara. Por suerte, ha estado sacando nueva música donde se enfrenta al mundo politícamente correcto. Por sus letras en canciones como: «Everybody Hates Me», «Politically Incorrect», «Whiteboy» y «People So Stupid», Tom pone en evidencia el sin sentido del pensamiento actual y crítica el mundo en el que vivimos. Podríamos confirmar que Tom MacDonald es un anarcocapitalista, pues no le agrada el Gobierno (entiendase el término como el concepto que dicha palabra abarca), le agrada el dinero y no teme dar su opinión sin importar cuánto daña a los ofendidos.

En su cuenta de Twitter explica perfectamente su perspectiva:

«Toda la cultura de "Me ofende todo" es impuesta por el Gobierno, los medios, etc. Es una estrategia pasiva para matar el arte de debatir demonizando las opiniones. No quieren que nos comuniquemos, debatamos o discutamos... porque por esos medios descubrimos la verdad».

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